ÁREA ABIERTA Nº 17. JULIO 2007. Refe renc ia: A A17. 0707. 0707. 88 La e struc truc tura tura de l rep rep ortaje e n radio “
”
A uto ra: ra : Dra Dra.. Susa Susana na HER HERRERA DAMA DAM A S. Unive niv e rsid rsidaa d d e Piura Piura (P ( Pe rú)
La e stru tru c tu turra d e l re p o rta j e e n ra ra d io Resumen: El rep rep ortaje ortaje e s un mo de lo d e representa representa c ión d e la realida realida d que a pa rtir tir del monólogo radiofónico persigue narrar y describir hechos y acciones de interés para el oyente, propo rc ioná ndo le un c ontexto d e interpretac interpretac ión a mp lio e n los los co ntenido ntenido s y un uso uso d e fuentes variado y creativo. Como la mayor parte de los textos audiovisuales, se estructura en tres partes: apertura, desarrollo y cierre. El objetivo de este artículo es describir la función y los requisitos que le corresponden a cada una de estas partes y exponer también los diferentes tipos de aperturas, desarrollos y cierres con los que se p ued en c onstrui onstruirr rep rep ortajes en rad io. Palab ras c lave: Rep ortaje, estructura, estructura, g éne ro, rad io Abstract: The fea ture is is a m od el of rep rep resenta resenta tion of the rea lity lity tha t from the mo nolog ue tries tries to narrate and describe facts and actions of interest for the listener, providing a wide c ontext of interpretation in the c ontents and a use use o f sources sources divers diverse e a nd c rea tive. As most of the audio-visual texts, it is constructed in three parts: opening, development a nd c losing. losing. The a im of this a rticle is to d esc esc ribe ribe the func tion a nd t he req uirem uirem ents tha t c orres orrespo po nd t o e ac h of the se p arts and to expose expose a lso t he d ifferent fferent typ es of o pe nings nings,, de velopm ents and c losi osings that c ons onstru truc c t fe atures in rad io.
Key words: Fea ture, struct struct ure, ge nre, ra ra d io
AA17. 0707. 88
-1-
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
El reportaje
es un “modelo de representación de la realidad que a partir del monólogo radiofónico persigue narrar y describir hechos y acciones de interés para el oyente, propo rc ioná ndo le un c ontexto de interpretac nterpretac ión a mp lio e n los los c ontenidos y el uso uso d e fuente s ric o y va ria d o e n los los rec urs ursos d e p rod uc c ión, y cu id a d o y c rea tivo en la c on struc c ión esté esté tica d el rela rela to ” (Ma rtíne tíne z-Costa -Costa y Díez Díez Unz Unzue ue ta , 200 2005: 5: 114). 114). Co mo la ma yor pa rte d e los textos a ud iovisua ovisua les, les, se se estructura estructura en t res p a rtes: tes: ap ertura ertura , d esa esa rrollo rollo y c ierre. ierre. El El ob jetivo d e este este a rtíc rtíc ulo e s d esc esc ribir la fu nc ión y los req req uisitos uisitos q ue le corresponden a cada una de estas partes y exponer también los diferentes tipos de a p erturas, erturas, de sa rrollos rrollos y c ierres ierres c on los q ue se p ued en c on struir truir los los rep orta jes en rad io. Pa ra ello, ello, he mo s p a rtido d e una exhaustiva exhaustiva revisi revisión bibliog bibliog ráfic a sob re el tem a (Fa (Fa us, us, 1981: 299-302, Cebrián Herreros, 1992: 147-209; Merayo, 1992 y 2000: 190-197; Muñoz y Gil, 1994: 137-142; González Conde, 2001: 178-179; Rodero, 2001: 117-184 y MartínezCosta y Díez Unzueta, 2005: 113-127) 1 . A ella hemos sumado ejemplos reales de la ac tual narrativa, narrativa, así así c om o la e xpe rienc ia profesi profesiona l y doc ente d e la a utora. La mayor parte de quienes han estudiado la estructura del reportaje en radio (Faus, 1981: 281-284, Cebrián Herreros, 1992: 186-192, Merayo, 1992 y 2000, Ulibarri, 1994: 159268, Del Río, 1994: 139-149, Echeverría, 1998: 68-117, Rodero, 2001: 163-180, Fernández Parrat, 2003: y Martínez-Costa y Díez Unzueta, 2005: 119-123) coinciden en subrayar una s ide a s funda me nta les: es: 1) El reportaje es un género libre, flexible y muy sujeto al tema y a la creatividad del autor 2) Esta libertad se extiende también a las diversas posibilidades de estructurar el texto 3) Aún así, como en cualquier narración, en general existen tres partes mínimas b ien d iferenc ia d a s: ap ertura ertura , de sa rrollo ollo y c ierre erre 4) Aunque estas partes pueden recibir distintos nombres, les corresponden siem p re func fun c ione s simila imila res: res: a . A la apertura la de centrar el tema y captar la atención del oyente p ara q ue esc esc uc he el res resto to d e la em isión b . El desarrollo es la parte más extensa y completa, y la que proporciona el grueso de los elementos del contenido, sustenta el enfoque, desarrolla los argumentos, concatena las narraciones y aporta los princ princ ip a les d a tos, tos, id id ea s e interpreta c ione s surgida urgida s d e la investiga nvestiga c ión 2 c . El cierr cierre e s la p a rte fina fina l y la la q ue refuerza refuerza la id ea p rinc ipa l Veamos ahora más en detalle en qué consiste cada una de estas partes y qué d iferentes opc ione s exis existen p a ra elab orarlas orarlas.. 1. La apertura Supone una primera primera toma de co ntacto co n la la aud iencia, a la que hay que descub descub rir el esc esc ena rio de los hec hos y la la mo tivac ión q ue ha lleva do a l rep rep ortero ha sta allí allí (Fa (Fa us, us, 1981: 268). En este sentido, toda apertura tiene siempre dos cometidos: reclamar la ate nción d el oyente y p rep ararle ararle a ntes de ofrec ofrec er el da to funda menta l de la his historia. toria. Esta preparación se refiere al tema del reportaje, pero también a su propósito y enfoque. Puesto que se trata de la primera toma de contacto con el receptor, se exige claridad de ideas y exposición precisa del tema y el enfoque del reportaje (Ma rtíne rtíne z-Co sta y Díez Unzueta Unzueta , 2005: 2005: 120). 120).
AA17. 0707.88
- 2-
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
Su imp ortanc ia es d ec isiva ya q ue, c om o se suele d ec ir en orato ria , “ el princ ip io e s la mitad d e tod o” . A la ho ra d e ela bo ra r un rep ortaje, esto e s espe c ialme nte c ierto. Así lo afirma, por ejemplo, Ibarrola, en la siguiente cita que, pese a que se refiere a los rep ortajes en p rensa , bien se p od ría a plic ar pa ra la ra d io: “En toda información periodística, no es ocioso repetirlo, la clave radica en la entrada. Una buena entrada o ‘lead’ capta de inmediato la atención del lector. Una mala entrada o una entrada floja hacen que el lector vuelva la vista ha c ia otras informa c ione s. En e l ca so de l rep ortaje e sto es esp ec ia lme nte importante. No se trata de una noticia que requiere únicamente de información, de hechos concretos y exactos, sino de todo un planteamiento” (Iba rrola, 1994: 87). Por eso, no basta con cualquier entrada. La apertura de un reportaje en radio debe cumplir los siguientes requisitos (Rodero, 2001: 163-164 y Benavides y Quintero, 2004: 252). 1) Sencillez: de manera que los oyentes la pueden entender, lejos de artificios estét ic os que p ued en resulta r co nfusos 2) Relevancia temática: la entrada debe capturar la esencia temática del reportaje, ni más ni menos. Si es una anécdota, está debe ilustrar el tema p rinc ip al y no sólo una pa rte o inc luso c ontrad ec irlo 3) Interés intrínseco: la magia de iniciar con “casos de la vida real”, por ejemplo, no g a ran tiza una b uena entrad a. Los p ersona jes d e la v ida rea l son a bu rrid os, y suelen d ec ir co sa s ab urrid a s. Si el rep ortero no tiene una a néc d ota interesa nte, es me jor que utilic e o tro t ipo de entrad a 4) Color: se busca un lenguaje distinto, colorista pero, a la vez, sencillo y claro. Se trata de descubrir la originalidad no sólo en el tema, el propósito o el enfoque, sino ta mb ién a travé s de l leng uaje em plead o. 5) Intriga: la apertura debe ser llamativa pero no caer en el error de contar los datos principales. Lo más adecuado es ir dosificándolos a lo largo del texto para evitar que la tensión se concentre tan sólo en un parte. Dicho de otra forma : el rep ortaje d eb e g enerar expe c tac ión p ero no resolverla. Sin dud a, se trata d e una ta rea c om plic ad a. Muc ho má s de lo q ue oc urre en la ap ertura de una noticia do nde el elemento informa tivo, el co noce r qué ha pa sad o, puede atraer por sí mismo al oyente. En el caso del reportaje, en cambio, esto no es así. Los reportajes se emiten cuando ya se han dado a conocer los elementos notic iosos má s imp ortante s de la a c c ión: el qué , el c uá nd o, el dónd e, el quién, etc . Su c om etido m ás bien es el de profundizar sob re to do en e l cóm o y e n el po rqué . Pero no sirve de nada que hayamos indagado en estos dos interrogantes si no somos capaces de plantear un comienzo atractivo. Grijelmo ironiza sobre esto, en referencia a lo que oc urre c on los rep ortajes en p rensa : “Un periodista debe competir cada mañana con el cruasán que el lector engulle en el bar o en la cocina de su casa mientras sujeta el periódico con la otra mano. Si no captamos la atención del receptor de nuestros mensajes, su mirada se irá inmediatamente al cruasán; y cuando regrese al periódico lo hará para buscar una información diferente a la que perdió la partida. La noticia puede competir bien contra el cruasán, puesto que -si realmente hay noticia- narra un hecho sorprendente, de actualidad, interesante para la c olectivida d a la que se dirige el pe riód ic o. En c am bio, el rep ortaje no dispo ne norma lmente de esa ma teria prima que c onstituye un hec ho c rucial, un suce so, un acontecimiento político. Por ello, el redactor habrá de volcar su imaginación para hacerse con la mirada del lector y lograr que no abandone el artíc ulo hasta que llegue a l punto final. Ahí está el reto , sob re t od o, d el prime r pá rra fo d e un rep ortaje” (Grijelmo , 1997: 61). AA17. 0707.88
- 3-
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
Con los reportajes en radio viene a ocurrir lo mismo. Por eso, para competir por la esc uc ha d e nue stros oyent es, deb eremo s p resta r un c uid a d o e spe c ia l a esta pa rte. En realidad, son muchas las formas de conseguir una apertura. Algunas de las más habituales son (Ulibarri, 1994: 164-168): 1) Plantea r un aspe c to nove do so no d ivulga do ante s a . En este caso la apertura es parecida a una entrada de noticia, con la diferenc ia d e q ue lo q ue se resume no e s un hec ho individ ua l, sino una situación b . Resulta adecuada cuando nuestro trabajo conduce a una revelación, a d esc ubrir algo impo rtante q ue estab a o c ulto o que no se c onoc ía 2) Plante ar un enfoq ue o riginal sob re a lgo c onoc ido a . Lo nue vo a q uí no e s lo q ue se d a a c ono c er sino la interpreta c ión sob re hec hos ya c ono c id os: de c ir qué signific a n, en d ónd e resid en sus c a usas, qué proyecciones o repercusiones podrán tener, cuál podría ser su desarrollo, etc. 3) Busc a r la nove d ad y el interés me d ia nte el de ta lle o el estilo a . En este c aso, la entrad a pretend e llam ar la ate nción b . Es propia de aquellos reportajes complejos en los que los hechos fundamentales no se pueden resumir y también de aquellos que c ontienen eleme ntos espe cífic os c ap ac es de atraer a la a udiencia. El c aso e s que , dep end iend o d el mod o d e a proxima c ión a la ap ertura, éstas pue de n ser de d iverso tipo . La c la sific a c ión m á s imp ortante que se ha p rop uesto ha sta la fec ha ha sido la de Ulibarri (1994: 169-185) que parte y completa la de Leñero y Marín (1986: 196-213) y que, a su vez, es seguida por Echeverría (1998: 67-83) -en prensa- y por Rodero (2001: 164 y ss.) y Martínez-Costa y Díez Unzueta (2005: 120-121) -en radio-. En este caso, vamos a seguir también la propuesta que elabora Ulibarri, aplicándola a la rad io y rec upe rand o tres variante s c om plementa rias3 . Antes de comenzar a describir c ad a una de ellas, pod em os de c ir que las ap erturas de un rep ortaje en rad io p ued en ser: de resumen, de sumario, narrativa, descriptiva, de contraste, de pregunta, de ap elac ión d irec ta, de c ita, de duc tiva, de pa rod ia, de suspe nse, simb ólic a y de c aso. 1.1. La a pe rtura d e resumen Es similar a una entrada de noticia. Resume la esencia del texto de manera informativa. Es relativamente previsible y, en principio, no es la apertura más recomendable por su gran parecido con la noticia. Lo mejor es utilizarla como última posibilidad. 1.2. La a pe rtura de sum ario Es una relac ión d e he c hos o e lem ento s d istintos. Com o c ualquier suma rio, c ontiene en su interior una relación de los diferentes elementos del reportaje. En este caso, se trata de una lista o secuencia de puntos que, en conjunto, dan idea de las facetas del rep ortaje. Suele ser, p or tant o, una enum erac ión. 1.3. La a pe rtura na rrativa Apela al relato como gancho del texto. En estas aperturas se debe tener especial c uida d o no sólo d e selec c iona r muy b ien lo que se va na rrar sino ta mb ién d e c uid a r la forma en que se hará. En este sentido, los ritmos, el vocabulario, la extensión de las frases son elementos fundamentales. Es imprescindible, además, que el relato guarde relación directa con el tema del reportaje o que, al menos, ejemplifique un aspecto interesante de éste. Para ello, el periodista puede utilizar diversas referencias
AA17. 0707.88
- 4-
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
sensoria les, son ora s, visua les y olfa tivas. En la p rá c tic a , es un tip o d e a p ertura b a sta nte empleada. La n a rra c ión suele em p eza r c on e l relato de un asp ec to p eq ueño y nimio d e la historia p ero q ue, p ese a tod o, tiene sufic iente interés pa ra at rae r a l oyente. De a hí se suele ir p a sa nd o d e fo rma p rog resiva de los a sp ec tos má s pa rticulares a los má s ge nerales. Así oc urre, po r ejemp lo, en la a p ertura d el rep ortaje d e Seve rino Dona te (Ca d ena SER) en el que ac omp aña a Ma nuel Frag a e n un día c ualquiera p ara co noce r má s de ce rca la p ersona lid ad d e e ste p olítico . El rep ortaje, de 7 minutos y 40 seg und os d e durac ión, c om ienza c on una a pe rtura na rrativa. SONIDO AMBIENTE DE LA CALLE LOC 1: Ocho de la mañana. Calle de Fernando el Católico. Barrio madrileño de Moncloa. Bajamos caminando hasta el portal donde hemos sido citados, un co che ca muflad o c on d os esco ltas a bordo p asa lentame nte c onfirmand o q ue tod o va bien. Subimos la e sc alinata que c ond uc e a la p uerta de l ed ific io, ya abierta a esas horas. Y nos recibe un hombre en mono azul que se dispone a rec og er los c ontened ores de ba sura. CORTE CONSERJE: Buenos días CORTE LOC 1: Buenos días LOC 1: Es Jesús, el co nserje d el ed ific io. A esa ho ra Ma nue l Frag a está tod a vía en su á tic o, toma ndo el desayuno CO RTE FRAG A. Yo m e te ng o q ue ir a las 8 y d esa yuno t em p rano y a m i ma ne ra . Como un yogur co n mermelad a, mermelada de esa…. En este caso, además, la apertura juega con la ironía ya que, tal como se relata, parece que quien va a aparecer, es el mismo Fraga, cuando en realidad quien lo hac e es el conserje d el edific io q ue se d ispo ne a algo tan m unda no c om o reco ge r los c ontene do res de ba sura. 1.4. La ap ertura d escriptiva En este caso, se muestra a personas, objetos, paisajes y ambientes. Esto conduce a un estilo generalmente pasivo y tiene el peligro de aburrir al oyente. No obstante, se justifica en algunos reportajes como los de personalidad, en los que pretendemos concentrarnos en cómo es algo. También en aquellos reportajes en los que los ambientes y objetos constituyen elementos importantes. Así ocurre en el reportaje de Severino Donate (Cadena SER) dedicado al cierre de la Central Nuclear de Zorita. El rep ortaje c om ienza a sí: CORTE SONIDO AMBIENTE CON RUIDO DE PÁJAROS EN EL CAMPO, INTERRUMPIDO POR EL PASO DE UN COCHE LOC 1: Desde uno de los altos de las estribaciones deslabadas de la Alcarria Baja pue d e ve rse un va lle d ond e e l soto d el río Ta jo se e nsa nc ha . Ahí está la c entral nuclear: un complejo de edificios funcionales, una cúpula de rojo miño, una co lumna d e humo blanco, un vallad o d e segurida d y una entrad a principal con pretensiones: la simulación escueta de un jardín galante de setos y cipreses. El paso está prohibido así que seguimos camino hasta la villa vecina de Almonacid de Zorita CORTE SONIDO AMBIENTE DE UN HOMBRE LABRANDO LA TIERRA AA17. 0707.88
- 5-
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
LOC 1: Tras un murete d e p ied ra do nde hac e som bra un no ga l, lab orea M anuel entre los surc os d e la huerta . Ya ha a c a b a d o d e rega r las ha b as y la s alc a c hofa s, y aho ra está esc arba ndo las pa tata s. Al igual que en el caso anterior, también estas aperturas suelen comenzar con la descripción de un detalle, de un aspecto menor pero atractivo para ir abriendo d espué s la historia a sus a spe c tos má s ge nerales, co mo si de una c á ma ra se t rat a ra 4 . De hecho, es muy probable que en la elaboración de este tipo de entradas haya influido, de algún modo, la mayor cultura audiovisual que existe hoy, gracias a las a p ortac ione s d el cine y la te levisión. Otro ejemplo lo encontramos en el relato que el mismo reportero hace sobre los niños menores de 3 años que viven en las cárceles, puesto que sus padres están presos. Tam bién en este c aso se d ec ide c ome nzar el rep ortaje c on una ap ertura de sc riptiva. SONIDO AMBIENTE DEL RUIDO PROPIO DE UN NIÑO PEQUEÑO LOC 1: Entre 9 y 9 y media de la mañana, antes de presentarse al trabajo o cumplir con las obligaciones diarias o asistir a clases para adultos, un grupo de madres deja a sus hijos al cuidado de educadores infantiles en aulas acondicionadas para ello SONIDO AMBIENTE DE NIÑO PEQUEÑO LOC 1: Las paredes están empapeladas con murales didácticos, rebaños de números, nubes de palabra y fotos de mamás. A un lado las estanterías repletas de cuentos. A otro colchonetas esponjosas para las volteretas más atrevidas. Y po r tod os la d os, monto nes d e jugue tes resigna do s a ser za ra nd ea d os SONIDO AMBIENTE DOS NIÑOS PEQUEÑOS DISCUTIENDO POR UNA COSA LOC 1: En el módulo F1 del Centro Penitenciario de Aranjuez conviven 13 parejas con sus hijos. El día en que se realizó la visita estudiaban la posibilidad de inco rpo rar otras c uatro. Rafa el y Manuela viven aq uí de sde hac e no muc ho CORTE DE RAFAEL: Siete meses llevamos aquí ¿no Manuela? En esta apertura se juega también con el factor sorpresa porque no es sino hasta d esp ués de ub ic a r el esc ena rio d el relato c ua nd o se d esc ribe que éste e stá situa d o e n el interior de una cárcel. Además, la descripción se enfoca en el aspecto humano, co mo un mod o d e a ce rca r y ame nizar el relato. 1.5. La a pe rtura d e c ontraste Podemos emplearla en aquellos reportajes dedicados a exponer una situación contradictoria o un contraste. El enfoque consiste precisamente en resaltar estos c on traste s. En e ste c a so, se sub raya n d esd e el p rinc ipio. En o tras oc a siones, se utiliza el contraste para enfatizar cómo ha cambiado algo o para comparar una situación ac tual co n otra tota lme nte d istinta q ue se p resentó e n el pa sad o. 1.6. La apertura de pregunta En esta a pe rtura el rep ortero formula una p reg unta a la a udienc ia . Por mo tivos ob vios, se entiende que se trata de una pregunta retórica que se convierte en un pequeño enigma pa ra interesar al oyente y da rle respue sta inmed iata mente . La pregunta de be estar formulada de manera que enuncie con claridad algún interrogante que una AA17. 0707.88
- 6-
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
pa rte d el públic o p ued e tene r y que, sin emb argo, quizá no ha sido c ap az de plantea r y me nos de c ontestar. En otros c asos, la formulación d e una pregunta pue de c ontener a su vez un fac tor sorpresa q ue g ene re a som bro e interés en la au dienc ia . Es el tip o d e reportajes que comienzan con la pregunta: ¿Qué tienen en común….? En todos los casos, la pregunta debe ser clara y precisa, interrogar sobre algo con sentido y atraer y sorprend er al oyente . 1.7. La a pe rtura d e a pe lac ión directa Es aquella en la que el reportero toma conciencia de su papel como narrador y se dirige a la audiencia de manera explícita, al imaginarse al oyente como a un interloc utor. El rep ortero se d irige a él en seg und a p ersona , co n e l tú, usted o usted es. Esta s a p erturas son p rop ias d e a q uellos rep orta jes en los q ue se q uiere instruir sob re un proc ed imiento o sob re e l mod o d e ha c er algo. Así oc urre, po r ejem plo, en la ap ertura del reportaje que elabora Severino Donate para la Cadena SER y en el que narra, en tono irónico, las aventuras de un joven madrileño para comprar una vivienda en la c ap ital. El rep ortaje c omienza direc tam ente: LOC 1: “Paso a relatarles lo que aconteció: Yo era un joven alegre, emprendedor e independiente en busca de piso por Madrid. Las dificultades no me arredraban y un día, cuando menos lo pensaba, encontré lo que tanto buscaba. ENTRA MÚSICA (PP y PAF) LOC 1: Un piso pequeño pero coqueto, viejo pero con posibilidades, interior pe ro a irea do , lejos de l c entro p ero en un ba rrio a grad ab le ENTRA MÚSICA (PP y PAF) LOC 1: El piso c osta b a 216 mil eu ros, sum a nd o imp uesto s y ga sto s d e refo rm a y estimé op ortuno d irigirme a ba nco s a pe dir un c réd ito hipo tec ario ENTRA MÚSICA (PP Y PAF) LOC 1: Y rea lic é la p rime ra llam a d a ENTRA SONIDO DE TELÉFONO 1.8. La a pe rtura d e c ita Utiliza palabras textuales de alguna fuente personal con la intención de provocar sorpresa e interés en la audiencia. En radio, dada la preferencia del reportaje por los sonidos diegéticos, propios de la realidad, esta apertura suele incluir la cita en estilo directo. Es decir, suele ser el testigo, afectado o experto el que presenta su d ec la ra c ión c on sus p rop ias p alab ra s. En este sentido , es un tipo de a pe rtura q ue tiene más fuerza y credibilidad en radio que en prensa. Es posible que esta razón explique también la mayor frecuencia de estas aperturas en los reportajes en radio. No ob sta nte, tam p oc o c onviene a b usa r de ellas. A juic io d e Ulib a rri: “(las citas) son como un licor: agradable y revitalizante en la cantidad precisa, pero fatal cuando sobrepasamos la medida o ingerimos uno de mala calidad. Las citas son una trampa para muchos periodistas. Son una salida aparentemente fácil cuando, frente al material recopilado para el reportaje, no sabemos cómo comenzar a escribir y, de pronto, encontramos alguna declaración de uno de los protagonistas” (Ulibarri, 1994: 178). AA17. 0707.88
- 7-
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
Su incorporación, por tanto, debe estar justificada y conviene tomar una serie de precauciones: 1) Proc urar que la de c larac ión no sea tan p arcial que, al co loc arla al co mienzo, distorsione el sentido general del reportaje. Por ejemplo, si es un tema polémico, citar a una sola de las partes significaría tomar partido. O si el personaje no es trascendente en el texto, le estaremos otorgando demasiada importancia. 2) Intentar también que la cita tenga alguna originalidad y atractivo, ya sea por sus c onc ep tos o p or su vo c a bulario. Y deb em os esta r seg uros d e q ue no sotros no p ode mos co mp oner algo me jor. 3) Evitar los párrafos interminables, la sintaxis rebuscada y el vocabulario c om plejo. Ade má s, la c ita d eb erá ser co rta y tene r sentido p or sí misma . Por el contrario, la cita bibliografía demasiado larga resta fuerza a este tipo de apertura. El siguiente es un b uen e jem p lo d e e ste t ip o d e a p ertura . Está extra íd a d e un rep ortaje q ue elab ora Toñi Fernánd ez p ara ilustra r el fenó me no d e la c ustod ia c om p artid a : d e aquellos hijos de padres separados o divorciados cuya custodia se comparte entre ambos progenitores. La reportera comienza su texto con el testimonio de una madre q ue vive e sta situa c ión: CORTE DE MADRE SEPARADA: El argumento de que hay que llevarse bien para tene r la gua rd ia c ustod ia c om p a rtida e s ab solutam ente falaz. Te lleva s ma l, p or eso te sep a ra s, po r eso t e d ivo rcias p ero tu s hijos no se sep a ran ni se d ivorcian d e na d ie. Sig uen te niend o el mismo p ad re y la m isma ma d re. LOC 1: Y a vec es son ellos, los hijos, los que d ec ide n. Pa sa sólo a vec es CORTE PADRE: Somos pareja de hecho, nos separamos entonces ¿qué pasa con…? El niño también opina. Dice: ‘Me parece muy bien que os separéis pero yo q uiero seg uir teniend o c onta c to c on los do s’. LOC 1: Y así llevan 8 años. Cada año, Guillermo cambia el escenario de sus sueños y de sus desayunos. Cambia de progenitor. Empezó con 8 años. Ahora tiene 16. Por lo demás, en el caso de que la cita no sea personal sino documental nos enc ontraremo s c on la a p ertura a la q ue Leñe ro y Ma rín (1986: 196-213) de nom inan “ d e de finic ión” , aq uella q ue c omienza a po rtand o una d efinic ión d e uno d e los elementos p rinc ip a les d el rep ortaje. Así, oc urre e n el rep ortaje e mitid o e l 29 de ma yo d e 2006 en la Ca de na SER d ed ic a d o a la m em oria d e los pe rd ed ores d e la Gue rra C ivil esp año la . LOC 1: “ Dic e e l Dic c iona rio d e la Rea l Aca de mia q ue m em oria es la po tenc ia de l alma po r medio d e la c ual se retiene y se recue rda el pa sad o. Esa po tenc ia la d irige el abo ga do José Antonio Moreno a la figura d el pad re d e su pa dre: CORTE DE ANTONIO: “Mi abuelo…era militante anarquista. Al término de la Gue rra Civil, él de c id e vo lver a M a d rid…. No ob sta nte, a e fec tos de simp lific a r la c lasific a c ión, co nsid eram os q ue la va ria nte “ d e de finición” , se p ued e incluir en la m ás ge neral de “ c ita” . 1.9. La ap ertura de duc tiva
AA17. 0707.88
- 8-
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
Consiste en pasar de lo general a lo particular, de la situación al caso, de la abstracción al detalle que lo ejemplifica o confirma. Su peligro es que se caiga en lo discursivo, en la presentación del enunciado inicial y se aburra al oyente antes de pasar a algo más novedoso. En el lado contrario, presenta la ventaja de que, al exponer la generalidad de un problema, lo particular adquiere mayor sentido y contexto. No obstante, se trata de un tipo de apertura menos frecuente, porque la estra teg ia má s hab itua l suele c onsistir en ir d e lo m eno r a lo m a yor, y d e lo p a rticular a lo general. 1.10. La ap ertura de pa rodia Parodiar, imitar obras o estilos con cierto tono de burla o ironía es un viejo recurso del humo r. Poe ma s c ono c id os, estrofas d e c an c ione s, refrane s p op ula res, etc . co n a lguna modificación pueden ser un recurso para llamar la atención. Aún así, no es muy frec uente en los rep ortajes en rad io. 1.11. La apertura de suspense Es un bue n rec urso p a ra a trap a r y rete ner al lec tor. Una m a nera rela tiva me nte fá c il d e lograrlo consiste en enunciar una serie de cualidades de algo y, posteriormente, id entific arlo. Se p la ntea c om o una espe c ie d e a d ivinanza a l oyente . El riesgo c onsiste en e lab orar tanto e l ac ierto que termine po r no entend erse. O e n d ar po r supuesto un término con el que la mayoría de la audiencia no esté familiarizada. En este caso, la apertura no funcionará y el oyente perderá el interés por el reportaje. En caso c ontrario, q uerrá seg uir esc uc ha ndo ha sta que se d esvele e l misterio. 1.12. La a pe rtura simb ólic a En este caso, nos valemos de determinadas figuras, imágenes, objetos o relaciones p a ra rep resenta r co nc ep tos. Dic ho d e otro m od o: utiliza mo s símb olos. En p eriod ismo es un rec urso c om ún. Así, po r ejem p lo, en oc a siones se a pe la a l ma trimo nio, a los toros o a l boxeo p ara ha blar d e las relac ione s entre d iversos pa rtidos p olítico s. Algo pa rec id o es lo que oc urre e n el rep ortaje d e Toñi Fernánd ez (Ca d ena SER) de dic a d o a las en ferme d a d es lab ora les. Pa ra ello, esc og e e l símb olo d e t od a s ellas: el estrés: LOC 1: “El estrés es c a si el ap ellid o na tural d e n uestra jorna d a lab ora l. Pero e ste fac tor de riesgo no e stá e n la lista de enfe rme d ad es c ausa da s p or el trab a jo. Ni se le espe ra . Ta mp oc o la d ep resión o la a nsied a d. Dic en q ue sup ond ría la ruina: CORTE DE EXPERTO: “ Los riesg os soc iales está n t a n e xte nd idos y va n in crescendo que difícilmente se va a asimilar una situación de estrés con una enfermedad profesional. Sería, en mi opinión, posiblemente catastrófico, para un sistem a sa nita rio y p a ra un sistem a ec onó mico ” . LOC 1: El doc tor Alfred o Pla za ha pa sa d o m ed ia vida estud iand o e l estrés, que puede perturbar el corazón hasta llegar al infarto, instalarse en el aparato digestivo o irrumpir en nuestra capacidad de memoria. Marga trabaja en la Ad ministra c ión. Ha sufrido y sufre e strés. 1.13. La a pe rtura d e c aso 5 Es lo contrario a la apertura deductiva. En este caso, en lugar de ir de lo general a lo p articular, se va d el c a so pa rticular a la situa c ión g ene ral. Com o d ijimo s, esto es lo má s habitual. Aunque el proceso de investigación haya supuesto estudiar primero la situación más general para pasar después a analizar casos más concretos, en esta apertura el orden se invierte. Es decir, se comienza desde la exposición de un caso y AA17. 0707.88
- 9-
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
de ahí se aborda el tema con una mayor perspectiva. Al conocimiento del caso, le puede suceder después la descripción de la situación general o la presentación de nuevo s c asos. Amb a s fórmula s resulta n muy ap rop iad a s, en la me did a e n que at rap a n al oyente porque humanizan y amenizan el relato. De algún modo, estas entradas sirven p a ra p one r rostro y, en e ste c aso voz, a l rep ortaje. Un e jem p lo: e l de l rep ortaje d e Toñ i Ferná nd ez (Ca d en a SER) sob re el fenó m eno d e la d esloc a liza c ión. El rep orta je comienza así: LOC 1: A la fábrica de Braun, en Espulgues, a 15 km de Barcelona, le queda meno s de año y med io d e vida . Se va . Se va a hac er bat ido ras a China y planchas de vapor a los países del Este. Eso cuenta quien lleva más de 30 años en esa c ad ena de m ontaje. CORTE DE PRIMERA TRABAJADORA: Hemos crecido aquí, la mayoría de nosotras hemos entrado a lo mejor con 15, 16 17 años y entonces, pues bueno, no es simplemente, no se trata de una empresa sin más. Se trata de tu casa. Realmente, pues bueno, ves que los compañeros pues (ROMPE A LLORAR)… no pued o c ontinuar. LOC 1: Y c om o ella 760 tra b a jad ores m á s, c a si 800 rot os, c a si 800 de sc osid os. CORTE DE SEGUNDA TRABAJADORA: se me parte por la mitad, tengo que seguir busc and o o tro trab ajo. Algunos, para la e da d soy muy m ayor y pa ra otras c osas soy m uy jove n. Y ento nc es pue s la verda d es que es muy d uro, muy d uro. Este reportaje completa el tipo de apertura con la exposición de otros casos, en el d esa rrollo d el texto. Sob re el de sa rrollo t end rem os oc a sión de ha blar a hora. 2. El desarrollo Considerado el cuerpo, la médula y el esqueleto del reportaje, se trata de la parte más extensa y la que contiene la mayor cantidad de información. En ella “se proporciona el grueso de los elementos del contenido, se sustenta el enfoque, se d esa rrolla n los argum ento s, se c onc at ena n las na rra c iones y se a p ortan los princ ip ales datos, ideas e interpretaciones surgidos de la investigación periodística” (Ulibarri, 1994: 191). Para ello, resulta fundamental combinar los datos esenciales con los adecuados rec ursos exp resivos (Ma rtíne z-Co sta y Díez Unzueta , 2005: 121). Elaborar el desarrollo del reportaje es una tarea compleja que requiere de numerosas habilidades. Lo más complicado será ser capaces de mantener la atención de la aud ienc ia d urante tod o e l relato. Para ello, se p ued en tene r en c uenta algunas de las siguientes recomendaciones (Merayo, 2001: 132 y ss., Benavides y Quintero, 2004: 260261, Martínez-Costa y Díez Unzueta, 2005: 123-124) 1) Contar con un que delimite y una de manera firme las partes del reportaje, estableciendo nexos consistentes entre ellas. Un narrador explícito es muy útil para desarrollar el reportaje de forma lógica, sintetizar aspectos concretos en un b reve espa c io de tiemp o, o suministrar da tos esta d ístico s, el nom b re y c a rgo d e las voc es q ue interviene n así c om o e l conte xto d e a lguno s d e los pu ntos d e vista q ue se e xpresen (Ma rtíne z-Co sta y Díez Unzueta , 2005: 123). 2) Para adelantar las partes en que se ha estructurado el reportaje, podemos recurrir a sumarios, listas, recuentos, pero no demasiado extensos. Esto nos permitirá orientar mejor las expectativas de los oyentes y construir un texto redundante que resulte accesible a la audiencia (Martínez-Costa y Díez Unzueta, 2005: 123). 3) Poner un cuidado especial en las transiciones: son un elemento esencial en el rep ortaje, ya que sirven d e nexo entre los c omp onentes de l cuerpo de l texto. AA17. 0707.88
- 10 -
Susana HERRERA DAMA S
4)
5)
6)
7)
La estruct ura de l rep orta je en rad io
Por eso, es importante cuidarlas evitando emplear frases muy manidas como “por otra parte”, “mientras tanto”, “en otro orden de cosas”, etc. Estas expresiones podrían ser válidas para la noticia pero en el reportaje resultan monótonas. Por eso, tendremos que procurar otros recursos como los nexos por reiteración, los sumarios, las listas, los recuentos o los contrastes (Ulibarri, 1994: 256-260 y Echeverría, 1998: 113). Procurar la mayor cantidad y calidad de testimonios, que sean lo suficientemente elocuentes para hablar por sí mismos. Ya dijimos antes que el reportaje era un texto que mostraba una especial predilección por los sonidos diegéticos, los propios de la realidad. Pues bien: el desarrollo es la parte que concentra la mayor cantidad de sonidos, muchas veces en forma de te stimo nios d e e xpe rto s, afe c ta d os o t estigo s. Tod os ellos son selec c iona d os p or su releva nc ia y pe rtinenc ia informa tiva. Resp eta r la a trib uc ión d e fuente s. Uno d e los ra sgo s d el rep ortaje e s la va ried a d y diversidad de sus recursos expresivos, también de las fuentes a las que acude el reportero para su trabajo. En radio, una excesiva atribución de fuentes puede ralentizar el texto, pero hay ocasiones en que esta atribución es necesaria, sobre todo cuando la declaración implique culpabilidad propia o ajena, exprese opiniones o sea una afirmación dudosa u opinable. Cuando se trate d e d a to s o h ec hos simp les no será ne c esa ria (Ma rtíne z-Costa , 2002: 112). Procurar incluir detalles q ue son “ el c réd ito d el rep ortaje” (Grijelmo , 1997: 69) y un truco para amenizar el relato y ganar en credibilidad. El detalle puede ser un d iálogo , una e sc ena , una situa c ión, un enigm a , o una fra se sente nc iosa . En c ua lqu ier ca so, la presenc ia de d eta lles no c orresp ond e sólo a la a p ertura sino que se p roc urará q ue e stén d isem inad os a lo largo d e to do el texto, sob re to do en a q uellos d e m a yor extensión. Poner un especial cuidado en la redacción para radio empleando -como siempre- estructuras simples, frases cortas, verbos activos, modo indicativo, etc. En el lado contrario, evitaremos los incisos, las frases largas y subordinadas, la ac umulac ión d e c omp leme ntos, la de nsida d de informa c ión, la voz pa siva, o e l estilo nominal (Martínez-Costa, 2002: 100-116). Es cierto que, a diferencia de la noticia, el estilo del reportaje es más libre, creativo y literario. Aún así, siguen valiendo, también para la radio, las mismas normas elementales sobre la claridad, condición sine qua non d e c ualquier texto p eriod ístico.
En la práctica, hay varios tipos de desarrollo, en función del tema que aborde el reportaje y del enfoque tenga. Aunque lo más frecuente suele ser el desarrollo por b loq ues o c rono lóg ic o, existen t a mb ién o tras mo d a lid a d es me nos explorad a s. En este punto, utilizaremos también la clasificación de Ulibarri, a partir de Leñero y Marín (1986: 213-216). También aquí su propuesta -elaborada para los reportajes en prensa- ha sido trasladada para los reportajes en radio (Rodero, 2001: 165-175 y Martínez-Costa y Díez Unzueta, 2005: 121-122). En concreto, los desarrollos del reportaje en radio pueden ser6 : por bloques o temas, c ronológico , dialéc tic o o de c ontrapunto y d e e sc ena s o c asos. Antes de de sc ribir los d iferentes tipos, hay q ue d ec ir que se trata sólo d e los p rinc ipa les. Pued e ha b er otros y además los que exponemos no se excluyen entre sí. En todo caso, lo importante es q ue la estructura q ue e sc ojam os p a ra nuestro d esa rrollo se a juste a la s nec esid a d es de nuestro reportaje (Ulibarri, 1994: 253). Veamos a continuación -con ejemplos- en qué c on siste c a d a uno d e e sto s d esa rrollos. 2.1. El de sarrollo p or b loq ues Es el tipo d e d esa rrollo má s c om ún. Ta l vez p orque resp ond e a un p rinc ip io muy simp le, pero socorrido: identificar las partes que componen una situación, desarrollar cada una de ellas, concatenarlas según la relación que guarden y facilitar esta unión
AA17. 0707.88
- 11 -
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
mediante el uso de las transiciones (Ulibarri, 1994: 193 y ss.). De esta forma: a cada b loq ue le c orresp ond e d esa rrolla r uno d e los asp ec tos c entrales d el rep ortaje. Para ello, hay que identificar primero las principales vertientes de un tema d ete rminad o, orde na rlas, co mp one rla s y unirla s lueg o m ed ia nte transic ione s. Com o e s lógico, tendremos que tener un cuidado especial a la hora de escoger estas transiciones para evitar que aporten significados no queridos. De conseguirlo, este desarrollo permite ir avanzando de modo progresivo en los diferentes temas que pue de n c onverger en una m isma situac ión. Para c om po ner ca da uno d e los bloq ues, pa rtirem os prime ro d e la idea principa l que luego ampliaremos, mediante el uso de datos, ejemplos, declaraciones, explicaciones y narraciones. Una vez finalizado el desarrollo de este bloque, nos serviremos de una transic ión p a ra p a sar al siguiente a p a rta d o. No obstante, tendremos que procurar introducir variedad en la estructura interna de cada uno de los bloques. En caso contrario, el texto resultará monótono y previsible. Por eso es importante alterar de vez en cuando el orden interno de cada uno de los b loq ues. Así, si en uno va mo s d e lo g ene ra l a lo pa rticular, en e l siguiente lo p od em os ha c er al revé s: “Al segmento que iniciamos con una idea general, acompañarlo con otro que comienza por un aspecto específico y termina con el general; colocar la c onc lusión e n el c entro, rod ea da po r elem entos pa rtic ulares, o ha c er cua lquier ot ro c a mb io, siem p re q ue m ant eng a mo s la c la rida d ” (Ulib a rri, 1994: 193). En la p rá c tica , este tipo d e d esa rrollos resulta esp ec ialme nte útil c ua ndo un tem a t iene diferentes aspectos bien definidos y distintos ángulos desde los que merece ser a na liza d o. En estos c a sos, c a d a tem a viene a ser una e sp ec ie d e c a pítulo, igua l q ue si se tratara de artículos que integran un estudio o una tesis (Leñero y Marín, 1986: 213216). Así, por ejemp lo, en un rep ortaje sob re una enfermeda d nueva o de sc onoc ida , un p rime r bloq ue se p od ría de dica r a d escribir la enfermed ad , otro a sab er có mo se origina, un tercero a conocer cómo se cura y un último bloque a averiguar cómo se previene (Rodero, 2001: 168). A juicio de Benavides y Quintero en una información sobre un suceso, (2004: 259 y ss.), un orden natural de progresión, comenzará, por ejemplo, con el alcance, luego con las causas, después con el impacto, la contracorriente y, por último, con un aspecto del futuro. En cuanto al orden jerárquico entre los bloques, responderá a las características particulares del tema que trate el reportaje y a las mismas preferencias del autor (Echeverría, 1998: 86 y ss.). Vam os a verlo en u n c aso c onc reto : el de l rep ortaje d e Toñi Fernánd ez (Ca d ena SER) d ed ic a d o a la s enfe rme d a d es lab orales. Tra s una a p ertura simbó lic a , el rep ortaje, de 8 minutos y 56 segundos de duración, va exponiendo las diferentes enfermedades ilustrando cada caso con testimonios de gente afectada, a la que no se identifica o sólo se identifica con nombre pero sin apellidos. De esta forma, cada bloque correspondería con la descripción de una de las enfermedades. Y así se habla de estrés, depresión, fatiga, shocks postraumáticos después de atracos laborales, problemas de huesos y músculos, alérgicos y respiratorios y problemas derivados de los d isrup to res end oc rino s. 2.2. El de sarrollo c ronológ ic o Este d esa rrollo t a mb ién es b a sta nte frec ue nte , sob re to d o p or su sen c illez. En e fec to , se trata de una de las formas más simples de organizar un relato porque consiste en contar los hechos en el orden en que tuvieron lugar (Fernández Parrat, 2003). En este sentido, este desarrollo cuenta con una amplia trayectoria en la tradición literaria y p resta a la red a c c ión p eriod ística muc hos de sus rec ursos. AA17. 0707.88
- 12 -
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
Ta l c om o oc urre en la literatura, la e senc ia d e la na rra tiva en el rep ortaje ta mb ién es sumarial. Por esta razón, a la hora de optar por un desarrollo de este tipo, no es preciso hacer un recuento indiscriminado de hechos sino que hay que seleccionarlos, habitualmente con los mismos criterios noticiosos (news values ) con los que decidimos sobre la noticia. A partir de ahí, los sucesos más irrelevantes quedan suprimidos me d ia nte e l emp leo d e e lipsis. Se trata d e un tipo d e d esa rrollo m uy útil sob re to do en tres c a sos (Leñe ro y Ma rín, 1986: 213, Ulib a rri, 1994: 218 y Ec he ve rría , 1998: 86 y ss): 1) Cuando el tema que se aborda tiene en sí una secuencia temporal, por ejemplo en una información de sucesos o en la cobertura de un ac ontecimiento en directo 2) Cua nd o nue stro prop ósito no es d ec ir c óm o e s algo , sino c óm o se p rod ujo 3) Cuando, más que conceptos, abstracciones e ideas, el reportaje maneja hec hos, p ersona jes, a mb iente s y co nc rec iones Pa ra log rarlo e xiste n d os op c ione s b á sica s: 1) c onta r la a c c ión seg ún su orde n natural, d esd e e l p rinc ip io ha sta e l fina l 2) introduc ir un o rd en a rtific ia l o a lterad o, m ed ia nte el uso de d istintos rec ursos. El primer planteamiento persigue la claridad, mientras que el segundo se preocupa más por la profundidad o por la estética. En el primer caso, podemos distinguir dos variante s, seg ún el trata miento q ue se hag a de l tiem po : 1) linea l simp le: fiel al tiem p o c rono lóg ic o p asad o, p resente y futuro 2) lineal intercalado: aunque respeta la cronología de los acontecimientos, intercala otras secuencias alejadas de la acción que se representa en el relato En el seg undo plantea miento, en luga r de co ntar la a c c ión seg ún el orde n lóg ic o e n el que tuvo lugar, el relato se va adelantando o retrasando, para profundizar en un a sp ec to o pe rsona je o, simp lem ente , p ara c rea r un c líma x o c ierto suspe nso q ue ha ga la narración más interesante (Ulibarri, 1994: 219). Para ello, existen dos herramientas: a . la retrosp ec c ión, an alep sis o vue lta a l p a sa d o b . la a nticipa c ión, prolep sis o ida a l futuro Dada la inspiración factual que caracteriza al reportaje, se comprende que sea más habitual ir al pasado que al futuro. Cuando esto último se hace, es sólo para exponer lo q ue p ued e o c urrir a p artir del mom ento en e l que se relata o p ara e spe c ular sob re los p osibles c ursos d e la a c c ión. A su ve z, en fun c ión d el uso d e la a na lep sis o p rolepsis, el repo rta je p ued e a d op ta r diversas forma s. La s má s hab itua les son (Ga rc ía Jíme nez, 1996: 25) 7 : 1) in media res, el reportaje comienza en mitad de la acción y de ahí se va c onta nd o la a c c ión med ia nte e l uso d e a na lepsis y prolepsis o 2) inclusiva: una historia contiene otras 3) d e inversión te mp oral: la a lternac ión d el tiem po c rono lógico es tot al, se va d esd e e l fina l hasta el co mienzo
AA17. 0707.88
- 13 -
Susana HERRERA DAMA S
4)
La estruct ura de l rep orta je en rad io
estructura c irc ula r8 , en e ste c a so e l rep ortaje e mp ieza al final d e la historia , se p rod uc e d espué s una a na lepsis tota l hasta el princ ip io d e la historia y d e ahí se va c onta ndo ésta de ma nera progresiva
Si escogemos un tratamiento cronológico alterado, hay que observar ciertas precauciones para que la sucesión de los hechos se comprenda. Por ejemplo, en lo relativo a l emp leo d e los tiemp os verba les, proc ura rem os que éstos resulten rea lme nte cronológicos. Así, los incisos temporales pueden contener tiempos pluscuamperfectos e imp erfec tos, que reflejan he c hos oc urrid os c on a nteriorid a d a los tiemp os p erfect os y p resen te s (Grijelmo, 1997: 73). De e ste m od o, g uiarem os me jor a l oyent e. 2.3. El de sa rrollo d e c ontrap unto Denominado también dialéctico, no es un tipo de desarrollo tan habitual como el de b loq ues o e l cronológ ic o. Se ut iliza sob re to d o p a ra a qu ellos tem a s p olémic os en los que no existe un consenso generalizado: hay diferentes posturas y éstas son contrarias e irreconciliables. El objetivo del reportaje es presentar la diversidad de argumentos que tienen los distintos actores implicados en el tema para que la audiencia se pueda formar una idea cabal sobre el sentido del debate. Dicho de otro modo: más que c ono c er los d iversos a spe c tos de un tem a o e xp one r su d esa rrollo c rono lógico , lo q ue interesa ahora es conocer mejor una realidad, explorando sus contradicciones (Echeverría, 1998: 86 y ss.). En estos casos, le corresponde al reportero arbitrar entre las d iversa s po stura s: “Con frecuencia, ante temas sobre los que existen diversidad de versiones, op inione s, punt os d e vista , fobias y filias, la ta rea d el p eriod ista es a c tua r co mo una especie de árbitro entre quienes los exponen, seleccionar lo más representativo de lo que expresan, descartar las similitudes o diferencias entre sus discursos y contribuir así a que el público se forme una idea clara y orde na d a d el de b at e” (Ulib a rri, 1994: 206) Para ello, debemos seguir una serie de pasos: primero hay que seleccionar un tema polémico, sobre el que existan opiniones diversas. Después, escogeremos un grupo de personas que tengan alguna implicación en él. Lo importante es que representen las d iversa s p osturas q ue pu ed en existir. Una vez que ha yam os esc uc ha d o las diferentes versiones, tendremos que identificar los aspectos fundamentales sobre los que se desarrolla el debate a interrogar a las fuentes sobre ellos. A partir de ahí, el reportero tiene dos opciones (Ulibarri, 1994: 207): a ) organizar el contenido de acuerdo con sus fuentes de información. Es un tratamiento más simple para el reportero pero, a cambio, obliga al oyente a identificar por sí mismo los puntos sobre los que existen discrepancias b ) orga niza r el c onte nido seg ún los eleme ntos en t orno a los q ue existen semejanzas o diferencias. Ésta es la estructura propiame nte dialéctica o d e c ontrap unto. En principio, aunque ambas opciones son técnicamente válidas, resulta más correcta la seg unda po rque pe rmite que el púb lic o c omp rend a m ejor la realida d. En efec to, en este c a so e s el rep ortero el que id entific a los a sp ec tos má s releva ntes d el de ba te. De lo c ontrario, el p eriod ista esta ría c laud ic a nd o a nte uno de sus d eb eres b ásic os (Ulib a rri, 1994: 207). En términos estructurales, este desarrollo tiene un perfil muy parecido a la estructura por bloques, porque también aquí se trata de identificar temas y unirlos mediante el uso de transiciones. La diferencia fundamental es que, en este caso, el contenido de
AA17. 0707.88
- 14 -
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
los bloques vendría condicionado por los aspectos del debate sobre los que existen d isc rep a nc ias (Ulib a rri, 1994: 210). Por lo demás, en una estructura de este tipo es posible -y muchas veces necesarioinc luir ante c ed ente s, explic ar c onc ep tos o situa c ione s, o c a ra c teriza r pe rsona jes. Tod o ello puede dar mayor riqueza al reportaje y enmarcar mejor el debate. Para resolver estructuralmente esta necesidad, cualquier aspecto adicional se puede intercalar entre los seg me ntos p olémic os, d e a c uerdo c on e l orde n que sea má s lógico . Ta mb ién se podrían colocar, al menos los más esenciales, entre la apertura y el desarrollo y los má s ac c esorios ha c ia el fina l de éste. 2.4. El d esarrollo po r esc ena s Es un tipo d e d esa rrollo q ue, sin ser tan hab itua l com o e l cronológ ic o o el de b loq ues, se ha ido haciendo más popular, posiblemente por la influencia de los medios a ud iovisua les y, en e sp ec ia l, d el c ine: “ La literatura co ntempo ránea deb e m ucho a l cine. De esa deud a tamb ién es pa rte el period ismo . La c ám ara c am bia d e esce na c on fac ilida d. El pa so d e un ambiente a otro, la alternabilidad de locaciones, los adelantos y retrospecciones, la presentación de casos independientes en sus líneas narrativas y sus personajes (relacionados temáticamente entre sí), y el juego con los planos, son elementos que, sin ser ajenos a la literatura o al periodismo precinematográficos, se hicieron mucho más frecuentes y se desarrollaron con ma yor creat ivida d, em p ujad os po r la nueva téc nic a ” (Ulib a rri, 1994: 235). La radio también se ha sumado a este modo de contar y este estilo ha logrado impregnar parte de la actual narrativa del reportaje. En esencia, este desarrollo consiste en superponer escenas, para ilustrar las facetas más desconocidas de un personaje o situación. Es un tipo de desarrollo muy descriptivo que requiere del repo rtero una gran c ap ac ida d de ob servac ión y un ma nejo nota ble del lenguaje pa ra elaborar descripciones que resulten elocuentes y apoyen el contenido de lo que se quiere expresar. En este sentido, se presta un cuidado especial a los detalles y se p roc ura refleja rlos d e m a nera fiel a la rea lid a d 9 . En concreto, este desarrollo resulta muy apropiado para aquellos reportajes que em p lea n la fórmula “ 24 horas en la vida de ….” . Así oc urre, p or ejemp lo, en e l siguiente reportaje, elaborado por Severino Donate (Cadena SER) sobre un día en la vida de Ma nuel Fra ga . El rep ortaje, de 7 minutos y 40 seg und os d e d ura c ión, va interc aland o la descripción de las diversas escenas en un día de la vida del político con las d ec la ra c ione s d el prop io Frag a y de pe rsona s d e su ento rno: el c onserje d e su ed ific io, su c hó fer, sus ve c inos, etc . Este reportaje nos sirve para apuntar dos cosas más sobre este tipo de desarrollo: por un lado, en él no se distinguen tanto la apertura y el cierre, porque éstos se pueden presentar también en forma de escenas. Por otro lado, vemos también que, más que en los otros casos, este desarrollo no se presenta en estado “puro”, sino que se aproxima también al desarrollo cronológico. No podría ser tampoco de otro modo si tenemos en cuenta que el reportaje es un texto de carácter narrativo- descriptivo y por tanto, aunque la descripción sea importante, deberá ir siempre “empujada” por algún elemento d e ac ción. 2.5. El d esarrollo po r c asos10 Es una modalidad muy parecida en lo estructural a la anterior, y su auge se explica también por la mayor cultura audiovisual que ha posibilitado el cine. La diferencia esencial es que ahora lo que se superponen no son escenas sino casos: experiencias AA17. 0707.88
- 15 -
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
independientes, aunque vinculadas como criterio organizativo. Se trata de casos d istintos pe ro q ue tiene n a lgo en c om ún (Ec he ve rría , 1998: 86 y ss.) En estos c asos, el rep ortero ma rc a la fronte ra entre c a d a uno d e e llos: los p resenta p or separado para hacer más visible la diferencia. Esos casos ganan unidad gracias a lo siguiente (Ulibarri, 1994: 235): 1)
Una apertura o introducción común, que desde el inicio prepare al oyente pa ra relac iona rlos Un nexo tem ático tan e vide nte que no ha ya q ue ha c erlo explíc ito Un cierre que, al final, corone -o refuerce- el papel de la entrada común
2) 3)
La s op c iones son d ive rsa s (Rod ero, 2001: 166 y ss.). Se p ue d e ela b ora r un rep orta je e n el que se narran las vivencias de varias personas que viven o sufren una misma situación o bien otro en el que se contrastan dos historias opuestas, algo así como la cara y la cruz. En este caso, la estructura tendría también algo de la estructura de contrapunto. Se pueden presentar las diferentes historias en orden lineal y de una en una (historia a, b, c, d) o intercalarlas concediendo a cada una de ellas un tiempo simila r (p rime r fra gm ento d e la h istoria a , b y c , seg und o frag me nto d e la historia a , b y c, tercer fragmento de la historia a, b y c). La decisión final dependerá del tema del rep orta je, de su en foq ue y d e los mismo s c a sos. Este tipo de estructura tiene mucho sentido cuando en la realidad existen esos diferentes casos y cuando, mediante ellos, el reportero puede ejemplificar la globalidad de las situaciones que desea analizar. Entre las ventajas de este desarrollo (Ec he ve rría , 1998: 86 y ss.): 1) Aporta gran realismo al reportaje y, al utilizar casos reales, con nombres y ap ellido s, imp ac ta c laram ente a la aud ienc ia 2) Humaniza más el reportaje y puede conseguir un mayor acercamiento afectivo del oyente, una mayor identificación ya que “la frialdad de los números y las cifras se transforma en la calidez de los rostros, los nombres y, en definitiva, de las personas” (Echeverría, 1998: 105). Al igua l que en el c aso a nterior, este t ipo de estruc tura no suele lleva r un cierre c laro y, en o c asiones, el último c aso func iona , de hec ho, co mo c ierre. La ap ertura, en c am bio, sí se suele hacer más explícita. Para la construcción del desarrollo en sí, se aconseja te ne r en c uen ta las siguiente s rec om end a c iones (Gut iérrez y Peron a , 2002: 91-93): 1) cada historia debe tener sentido en sí misma. Sólo así contará con pe rsona jes y a c c iones conc reta s 2) los persona jes, en ta nto q ue ob jeto s sono ros, de b en esta r muy d efinid os, no sólo desde su vertiente psicológica, sino también en su representación sonora. De esta forma, procuraremos evitar dos voces con timbres muy similares, ya que pueden confundir al oyente. Esta norma se debe aplicar ta mb ién a la c onstruc c ión d e e spa c ios, ya q ue si se utiliza un efe c to sono ro simila r se dific ulta la ub ic a c ión d e los hec hos 3) la selección de los acontecimientos más significativos de cada una de las historias resulta fundamental para crear puntos de conexión y ac rec enta r la te nsión d ram ática Vam os a verlo c on do s ejemp los c onc reto s. El prime ro, el d el rep ortaje d e Toñi Fernández (Cadena SER) sobre la deslocalización, un fenómeno que lleva a cerrar determinadas fábricas e industrias de un país porque se trasladan a otro ya que los me nores c ostos en m ano de ob ra a ba rata n la p rod uc c ión final. Se trata de un fenómeno dramático, porque supone la pérdida de muchos puestos de trabajo de AA17. 0707.88
- 16 -
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
personas que suelen ser de mediana edad y a las que no les resulta fácil buscar un nuevo empleo. Por eso, por la naturaleza dramática del problema que se narra, la elección de una estructura de este tipo parece especialmente apropiada. El reportaje, de 6 minutos y 50 segundos de duración, comienza con el caso de la em p resa Bra un y reco rre d iferentes p untos de la g eo grafía esp a ñola -Ba rc elona , Elc he, Nav a rra - afe c ta d os p or este m ismo p rob lem a . Aquí los c a sos sería n los d e las d iferen te s empresas en las que se centra el reportaje y, en cada, uno de ellos, el tratamiento es siempre el mismo: buscar los testimonios de gente afectada que expone la dureza de la situación. Un segundo ejemplo. El de la misma reportera para ilustrar un reportaje dedicado a exponer cómo algunas mujeres, en puestos directivos, pueden ser más agresivas que los hom b res. Inc luso c on las misma s mu jeres. En e ste c a so, la a p ertura c om ienza : LOC 1: Mujeres, empresarias, y en ocasiones políticamente muy incorrectas. A c ontinuac ión se e xp one un testimonio d e una d e e sta s em p resa ria s: CORTE PRIMERA MUJER EMPRESARIA: Yo es q ue , en igua lda d d e c ond iciones, realmente en igualdad de condiciones, contrato antes a un hombre que a una mujer, y soy mujer y soy madre y no me puedo arriesgar a que esta chica a la que estoy a punto de contratar, dentro de un año me deje tirada cuatro meses, no m e lo pue do p ermitir, o sea la em p resa c orre p eligro. El resto de l de sa rrollo se d ed ic a a p rofund izar en otros c a sos: el de la d irec tora de una empresa que se dedica a valorar el mercado, el de la jefa de un despacho de ab og ad os, el de la d irec tora d e una em presa q ue exporta vinos, el de la d irec tora de una e mp resa de estrate gias en Internet y el de la c onsejera de leg ad a de unos c entros de estudios. 3. El c ierre Es la pa rte final del rep ortaje, el “b roc he d e o ro” c on q ue se c ierra y que hac e sentir al oyente que no faltó nada importante por tratar (Leñero y Marín, 1986: 216). El hecho de que vaya al final no justific a que tenga una impo rtanc ia m enor y que, por tanto , se pueda descuidar. Más bien al contrario, al ser la radio un medio efímero, en el que el oyente no suele contar con la posibilidad de volver hacia atrás, siempre tenderá a recordar lo último que se le cuente. Por eso, su elaboración requiere un cuidado especial ya que “la frase que cierra un reportaje (…) adquiere el valor de las especias en c ualquier co ndimento: es el sab or que p ermanec e e n el pa lad ar unos seg undo s” . De ahí que no baste con “colgar” el texto o terminarlo de manera precipitada. El oyente d eb e tene r la sensac ión d e q ue el rep ortaje ha terminad o, le ha lleva do a una conclusión (Ulibarri, 1994: 260-268). Para ello, el cierre tendrá que cumplir una serie de requisitos y ser (Ulibarri, 1994: 260, Rodero, 2001: 175-176 y Martínez-Costa y Díez Unzueta, 2005: 122): 1) breve: no p ued e ser dem asiad o e xtenso, no es el mome nto p ara a ñad ir nuevos da tos pue sto q ue el cierre c ump le tam bién una función de redund anc ia. 2) concluyente: debe ser el final lógico del camino y proporcionarnos la c onc lusión, la d em ostra c ión d e la te sis d e p a rtida , el c olofón final, el de senlac e de la tram a. La respue sta a la p regunta plantea da en la ap ertura, la idea c on que el rep ortero ne c esita que al final reteng a la aud ienc ia 3) paulatino: debe mantener una ligazón con la última parte del desarrollo; es de c ir, el oyente no de be pe rc ibir un salto b rusc o, un c am bio radica l, se d eb e introd uc ir de m ane ra suave p ara q ue qued e natural
AA17. 0707.88
- 17 -
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
4) original: co mo c orrespo nde a un texto q ue tiene e n la originalida d uno d e sus rasgos más específicos. Esto excluye el cierre precipitado, brusco o demasiado escueto 5) lóg ic o y cong ruente c on el texto que co rona El final se puede encontrar en diferentes sitios: a veces es útil volver a la entrada p orque ahí se p resenta el tem a d el rep ortaje y servirá d e guía pa ra esc rib ir el fina l. En otras oc a sione s, la id ea d el cierre se p rod uc e d ura nte e l tra nsc urso d e la investiga c ión. Al margen d e c óm o surja, lo m ás imp ortante es que éste a yude a l oyente a rec ordar el mensaje central. Para elaborarlo, y como si de un acto de oratoria se tratase, existen tres opciones b á sica s (Me rayo , 2001: 150 y ss.): 1) resumir el co ntenido princ ip al 2) ofrec er una p rop uesta 3) incitar a la a c c ión En func ión d e la estrate gia p rop ue sta , los c ierres p ued en ser (Leñe ro y Ma rín, 1986: 216218, Ulibarri11 , 1994: 260-268, Rodero, 2001: 176-178 y Martínez-Costa y Díez Unzueta, 2005: 122-123): de retorno, de conclusión, de caso, de moraleja, de instancia a la ac ción, de pregunta, de p royecc ión o anticlimático 3.1. El cierre de retorno Se finaliza c on e l mismo eleme nto q ue se e mp leó en la a p ertura . Gra c ias a él se log ra dar al relato trayectoria circular y ceñirlo dentro de los límites precisos que ayudan a p rod uc ir una imp resión d e trab ajo terminad o (Leñe ro y Ma rín, 1986: 216). 3.2. El c ierre d e c onc lusión Denom ina d o ta mb ién d e resume n, es aq uel rep ortaje en e l que el narrad or sintetiza los elementos esenciales u obtiene alguna conclusión de ellos. Es característico de reportajes en los que, tras exponer las opiniones y los datos que conforman el p rob lem a , se sintet iza n las c onc lusiones lógica s. Sin e mb a rgo , lo q ue se d iga no d eb e son a r co mo una imp osición a l oye nte . Es me jor utiliza r un estilo m á s sutil y disc reto . Así ocurre, por ejemplo, en el reportaje de Toñi Fernández (Cadena SER) dedicado a las enfermedades laborales. El enfoque del reportaje es el siguiente: hay muchas enfermedades relacionadas con el entorno de trabajo que, sin embargo, están catalogadas como enfermedades comunes. Considerarlas de otra forma supondría una ruina p a ra la Seg urida d Soc ial p orque se trata d e d olenc ia s que hoy se encuentran muy extendidas entre gran parte de la población activa. El reportaje comienza con un ejemplo: el del estrés. Después de repasar varias enfermedades estrés, fa tiga , shocks postraumáticos, problemas de huesos, respiratorios, alergológicos y disruptores endocrinos- intercalando los testimonios de los afectados con la va lorac ión de los expe rtos, el rep ortaje termina d ic iend o: CORTE DE MÉDICO: “Las enfermedades profesionales, curiosamente cuesta meter a los médicos en la cabeza el tema de que hay que preguntar ¿en qué trab a ja usted ? Senc illame nte. LOC 1: “Y a falta de tal sencillez, casi medio millón de enfermedades profesiona les son diag nostic ad as y disfrazad as c ad a año c omo enfermed ad es comunes”.
AA17. 0707.88
- 18 -
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
Otro ejemplo. En esta oc asión d e un repo rta je d ed ic ad o a l cierre d e la c entral nuclear d e Zorita , tra s 38 a ños d e func iona miento . El enfoq ue d el rep ortaje c onsiste e n expo ner que, en realidad, se trata de un tema polémico, en el que hay algunos vecinos que está n a favo r y otros en c ontra. Por eso, el rep ortero, esc og e c on a c ierto un d esa rrollo de contrapunto o dialéctico para mostrar las distintas versiones. Después de p resen ta rla s, el rep orta je te rmina a sí: LOC 1: “ Y en ésta s an da la villa d e Almona c id d e Zorita , 38 año s d espué s: unos que bien, otros que mal….en el fondo, símbolo del rumor de un debate planeta rio sob re las bo nda de s y ma lda de s de la energía nuclear”. En este caso, el cierre remite también a la apertura con lo que el relato adopta una estructura c irc ula r q ue d eja la imp resión d e un tra ba jo terminad o. 3.3. El cierre de caso El rep ortaje termina d esta c a nd o una expe rienc ia p a rticular, o p ersonific a nd o el asunto en un protagonista. De esta forma se establece una fuerte identificación con el oye nte. En su elab orac ión e s frec uente q ue el rep ortero vuelva al princ ip io y a m enud o se retoma la a néc do ta c itad a e n la a pe rtura. Tam bién en este c aso se p rod uce una trayec toria c irc ula r. Rod ero m enc iona el sig uiente ejemp lo (2001: 176): LOC: “ Juan ta mb ién ha sufrido ese c alvario p ero, al final, ha ga nad o la b ata lla. Y c omo él mucho s otros po drán ha c erlo” . 3.4. El c ierre d e m orale ja Al igual que ocurre en las fábulas, este cierre pretende destacar una enseñanza determinada, recordar cuál ha sido la lección aprendida después de haber esc uc ha d o e l relato . El propó sito es d id á c tico e instructivo. Sin em ba rgo , en g ene ra l, es mejor evitarlo. Los riesgos son dos: por un lado, explicitar en exceso una moraleja p ued e signific ar sub estima r d e a lgún mo d o la intelige nc ia d e nue stros oyente s: co mo si ellos no fueran lo sufic iente me nte c ap a c es de extrae r la lec c ión p or sí mismo s. Por otro, elaborar la moraleja nos puede conducir a los terrenos pantanosos de la opinión expresa d el rep ortero, a lgo q ue no resulta legítimo e n el rep ortaje y p ara lo q ue e xisten otros géneros. No obstante, en algún caso puede estar justificado un cierre de estas características y por eso lo recogemos en nuestra tipología. Rodero menciona el siguiente ejem p lo (2001: 177): LOC 1: “A l fina l, es siemp re lo m ismo . Si be b es, no c on d uzc a s” . 3.5. El cierre de ac tuac ión o instanc ia a la a c c ión Es un cierre que insta a los oyentes a la acción. Pretende sacarles de su conformismo respe ct o a un tema y trata de que tome n po stura y se implique n de tal forma que se sienta n mo tivad os pa ra ac tuar. Aunque en o c asiones pue de tener sentido, en g eneral conviene también evitarlo. Igual que en el caso anterior, instar a la acción -a las auto rida de s o a los c iuda da nos- tiene sentido e n g éneros c om o e l editorial, el de ba te o el comentario, pero en el reportaje supone una interferencia porque adquiere el c a rá c ter de un texto d e op inión. Pued e esta r justific a d o, sí, en un rep ortaje de c a rá c ter p rom oc iona l, pa ra d a r a c ono c er una ONG o instituc ión. Así se a dv ierte en e l siguiente ejemplo, presentado por Rodero (2001: 177) LOC 1: “Pero este objetivo no se puede conseguir sin la ayuda de todos. Por eso, Cá ritas pide tu c olabo rac ión. Pued es pa rtic ipa r en el program a llam and o al teléfono XXXXX”.
AA17. 0707.88
- 19 -
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
3.6. El c ierre d e inc óg nita El cierre consiste en la formulación de una pregunta: retórica, se entiende pero con la que se pretende hacer reflexionar a la audiencia. De esta forma, el reportaje queda abierto, a diferencia de lo que ocurre en otros casos. Este cierre es relativamente frec uente e n la narrativa p ublic itaria pe ro no tanto en e l rep ortaje e n rad io. De hec ho es un tipo de c ierre q ue c onviene evitar. Tiene sentido en algunos casos y por eso lo incluimos en nuestra clasificación. Por ejemp lo, se justific a c ua nd o e l prop ósito d el rep ortaje ha sid o p rec isa me nte m anifesta r q ue, resp ec to a un tem a , tod a vía ha y preg unta s sin resp uesta s (ej: en la investiga c ión sobre un suceso que no se termina de aclarar). No obstante, es un tipo de cierre que se debe rehusar, sobre todo cuando lo utilizamos porque no se nos ocurre un modo mejor de terminar el reportaje. En este mismo sentido, frases como las de “el tiempo dirá”, o “habrá que esperar para obtener alguna conclusión definitiva”, resultan d em asia d o tó pic a s y suelen ind ic a r un trab a jo deficiente p or pa rte d e los au tores. 3.7. El cie rre d e p roye c c ión o futuro Es otro modo de dejar abierto el reportaje. En este caso lo que se exponen no son interrogantes o incógnitas sino posibles cursos de acción: situaciones que se pueden p rod uc ir a p a rtir d e ese m om ento . Es un tip o d e c ierre m uy utiliza d o e n la c ob ertura d e informaciones sobre sucesos o también en aquellos reportajes que versan sobre situa c ione s o fe nóm eno s em erge ntes que no se sab e si se va n a terminar de imp la nta r. Con estos cierres, se pretende preparar al oyente para lo que pueda venir. En el ejem p lo d e Rod ero (2001: 178): LOC 1: “Pero no podemos conocer los beneficios concretos del acuerdo hasta que comience a aplicarse. Sólo entonces podremos conocer si traerá más c onsec uenc ia s p ositiva s q ue ne ga tivas” . 3.8. El c ierre a nticlim átic o Finalmente, este cierre pretende aminorar la tensión del reportaje al ofrecer algún detalle significativo o curioso de un hecho o personaje que simplemente oxigene el final. Existen diversas opciones para ello: se puede hacer uso de una cita, de una anécdota, de evocaciones y quizá hasta reflexiones o ironías. En todos los casos, el tono lige ro d esinfla la tensión q ue ha bía surgido .
Referencias bibliográficas: BENAVIDES, José Luis y QUINTERO, Carlos (2004): Escribir en prensa, Pearson, Prentice Hall, Madrid. CEBRIÁN HERREROS, Mariano (1992): Géneros informativos audiovisuales: radio, televisión, p eriod ismo gráfico , c ine, víde o, Cienc ia 3, Ma drid . DEL RÍO, Julio (1994): Periodismo interpretativo. El reportaje, Trillas, México. ECHEVERRÍA, Begoña (1998): Las ws del reportaje, Fundación Universitaria San Pablo CEU, Va lenc ia. FAUS, Ángel (1974 y 1981): La radio: introducción a un medio desconocido, Latina Universitaria, Madrid. FERNÁNDEZ PARRAT, Sonia (2003): Introducción al reportaje: antecedentes, actualidad y pe rspe c tiva s, Universid a d d e Sa ntiag o d e C om p ostela, Co ruña . GA RCÍA JIMÉNEZ, Jesús (1996): Narrativa a ud iovisua l, Cá te d ra, Ma d rid . GRIJELMO, Álex (1997): El estilo del periodista, Grupo Santillana de ediciones, Madrid.
AA17. 0707.88
- 20 -
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
GUTIÉRREZ, María y PERONA, Juan José (2002): Teoría y técnica del lenguaje radiofónica, Bosch Comunicación, Barcelona. IBARROLA, Jav ier J. (1994): El rep ortaje, G ernika, Mé xic o. LEÑERO, Vicente y MARÍN, Carlos (1986): Manual de periodismo, Grijalbo, México. MARTÍNEZ-COSTA, María Pilar y DIEZ UNZUETA, José Ramón. (2005): Lenguaje, géneros y p rog ra ma s d e rad io, Eunsa , Pa mp lona . MA RTÍNEZ-CO STA, M a ría Pila r (2002): “ El proc eso d e escritura d e la inform a c ión rad iofón ica ” , en MA RTÍNEZ-COSTA, M a ría Pila r (co ord .): Informa c ión rad iofón ica . Cóm o c onta r notic ias en la rad io ho y, Ariel Comunica c ión, Pam plona, p p. 97119. MERAYO, Arturo (1992): Para entender la radio. Estructura del proceso informativo rad iofó nico , Pub lic ac ione s Universid a d Pontific ia d e Sa la ma nc a , Sa lama nc a, 1ª edición MERAYO, Arturo (2001): Curso p rác tico d e téc nica s d e c om unic a c ión oral, Tec nos, Ma d rid , 2ª ed ic ión. MERAYO, Arturo (2000): Pa ra e nte nd er la rad io, Pub lic a c iones Universida d Pon tific ia d e Salama nc a, Salam anc a, 2ª ed ic ión. MUÑOZ, Jua n José y GIL, Cé sa r (1994): La rad io: teo ría y p rác tica , Instituto Ofic ial de Ra d io y Telev isión, Ma d rid , 2ª ed ición. RODERO, Emma (2001): Manual práctico para la realización de entrevistas y reportajes en la ra d io, Lib rería Ce rva ntes, Sa la ma nc a . ULIBARRI, Ed ua rdo (1994): Id ea y vid a d el rep orta je, Trilla s, Mé xic o.
AA17. 0707.88
- 21 -
Susana HERRERA DAMA S
La estruct ura de l rep orta je en rad io
1
En este punto hay que precisar que, hasta el momento, casi todas las aportaciones se han referido al reportaje en los medios impresos. La intención es independizarse progresivamente de este enfoque dado que, aunque la esencia del reportaje en prensa y en radio sea la misma, en su presentación, se trata de géneros que difieren. Por esta razón, sólo se incluirán referencias al reportaje en prensa cuando éstas resulten también válidas para el reportaje en radio. 2
Blundell, por ejemplo, en referencia al periodismo norteamericano, afirma que las partes del reportaje se deben disponer de acuerdo con la siguiente lógica: 1) despierta mi interés, dame una razón para leerte en vez de hacer algo diferente, 2) dime qué quieres decir, no más juegos ¿de qué trata su reportaje?, 3) ¿de verdad? Muéstramelo, no me lo digas, dame pruebas de lo que dices. Dime cuál es tu razonamiento, 4) estoy de acuerdo, ayúdame a recordarlos, dímelo con claridad y fuerza. Blundell, citado en Benavides y Quintero, 2004: 252. 3
Dos de ellas -la de detalle y definición- estaban en la clasificación original que presentan Leñero y Marín (1986) y luego se pierden en la clasificación de Ulibarri (1998) y por tanto en la de Echeverría (1998) y Martínez-Costa y Díez Unzueta (2005). La apertura de caso es una contribución original de Echeverría (1998: 69) para los reportajes en prensa que resulta válida también para los reportajes en radio. 4
En este sentido, la apertura descriptiva incluiría la de detalle, que aparece en la clasificación original de Leñero y Marín (1986) y luego se pierde en Ulibarri y con ello en Echeverría (1998), Rodero (2001) y Martínez-Costa y Díez Unzueta (2005). En la clasificación de Leñero y Marín se presenta como una apertura que parte de un pequeño elemento trata de ganar por medio de él, a manera de un gancho, la atención y la curiosidad del lector. El detalle puede ser un diálogo, una escena, una situación, un enigma, una frase sentenciosa. 5
Ésta es una variante que no estaba en las propuestas de Leñero y Marín (1986) ni de Ulibarri (1994) y que añade Echeverría en su clasificación (1998: 69). Martínez-Costa y Díez Unzueta (2005) mantienen esta modalidad en su tipología sobre las aperturas de los reportajes en radio. 6
Descartamos la variante “coloquial” porque nos parece que no es significativa. En cuanto a la variante “pregunta/respuesta” que añade Echeverría (1998) sobre la clasificación de Ulibarri, creemos que puede ser relevante para los reportajes en prensa pero no para l os de radio. 7
Otras estructuras recogidas en la clasificación de García Jiménez (1996: 25) como la de contrapunto cuando varias historias confluyen en un mismo hilo narrativo- o la paralela -que supone la articulación de dos o más líneas narrativas proporcionadamente importantes y sin conexiones aparentes entre sí- pueden ser típicas de los reportajes en televisión pero parecen irrelevantes para los reportajes en radio. 8
Esta variante no aparece en la tipología de García Jiménez (1996: 25) y, sin embargo, sí resulta relevante en los desarrollos de los reportajes en radio. 9
Más allá de la propuesta del Nuevo Periodismo que postula la no esclavitud al reflejo exacto de la realidad, por considerar que ciertas situaciones-tipo o personajes-tipo son más exactos que ejemplos concretos (Grijelmo, 1997: 72), consideramos que es parte de la deontología profesional del reportero contar las cosas de manera fiel a la realidad, sin falsear o inventar de manera ficticia detalles que no pertenecen a la realidad que se describe. 10
En la tipología de Ulibarri (1994: 235) el desarrollo por escenas o casos se recoge en una misma categoría. Sin embargo, al menos para radio, el paso del tiempo y la mayor frecuencia de aparición de este tipo de desarrollos, nos permiten hablar de dos variantes próximas pero diferenciadas. Por un lado, el desarrollo por escenas y por otro, el desarrollo por casos. 11
La tipología de Ulibarri ha servido de referencia a Rodero (2001) y Martínez-Costa y Díez Unzueta (2005: 122-123). En este punto, seguimos también al autor aunque incluimos la variante “de retorno”, que aparece en la clasificación de Leñero y Marín pero que no fue recogida en la de Ulibarrí. Pese a que desaparece también en las propuestas de Rodero y de Martínez-Costa y Díez Unzueta, consideramos que se trata de una modalidad relevante a la hora de describir cómo pueden ser los cierres en un reportaje en radio.
AA17. 0707.88
- 22 -