EPSS II – Módulo II – Unidad Dos 1 Ana P. de Quiroga – Quiroga – Enfoques y Perspectivas en Ps. Social El concepto de grupo y los principios organizadores de la estructura gr u pa l en e l p en s am i en to de E nr i qu e Pi ch ó n - Ri vi èr e Definición de GRUPO “Conjunto restringido de personas que ligadas por constantes de tiempo y espacio y articuladas por su mutua representación interna interna se propone, en forma explícita o implícita, implícita, una tarea que constituye su finalidad, interactuando a través de complejos mecanismos de asunción y adjudicación de roles”.
Principios organizadores internos del grupo.
Pensar en estos principios nos remite a la problemática del sujeto. Desde Pichón, la Psicología, en sentido estricto, se define como social a partir de la concepción de sujeto, en tanto EMERGENTE, que se configura en una trama completa, que entreteje vínculos y relaciones sociales. Para Pichón la subjetividad tiene dos ejes que la constituyen y determinan. Lo histórico y lo social, ya que el sujeto emerge de los procesos de interacción. Sujeto doble carácter Como agente: actor
del proceso interaccional Como emergencia: el sujeto se constituye en ese proceso, emerge y es determinado por las relaciones que constituyen sus condiciones concretas de existencia.
Concepción pichoneana de sujeto: sujeto: sujeto de la necesidad , pero el eje del análisis se centra centr a en la contradicción interna inherente a ese sujeto como ser vivo, contradicción entre la necesidad emergente del intercambio material entre ser vivo y su medio, y la satisfacción de esa necesidad. Necesidad Vs. Satisfacción
Esta contradicción pone a trabajar al sujeto, ya que hace que realice determinadas conductas (conjunto de operaciones materiales y simbólicas) determinando una acción concreta, transformadora, orientada a la satisfacción de la necesidad. Esta acción, no sólo transforma al medio para un fin, sino también, el sujeto, el cual adquiere, entonces, la condición de aprendizaje. El sujetarse a una necesidad, en tanto punto de partida para el inicio de una acción orientada a la gratificación, es condición de una TAREA, TAREA, a partir de la cual el sujeto se proyecta hacia el exterior, con una direccionalidad (proyecto) en un hacer que luego lo modifica. La nocion de TAREA, es doblemente fundante. Por un lado, de la nocion de sujeto de la acción, y por otro lado, de la nocion o criterio de salud, en términos de adaptación activa de la realidad El sujeto es SANO, en tanto pueda integrar la realidad, transformarla, y transformarse. El sujeto estará “activamente adaptado” en la medida en que mantiene un interjuego dialectico con el medio, y no una relación rígida, estereotipada. Desde Pichón, la Ps. Social no es una psicología de los grupos sino una reflexión acerca del sujeto y su comportamiento. Sin minimizar por eso, la importancia de lo grupal.
EPSS II – Módulo II – Unidad Dos 2 Ana P. de Quiroga – Enfoques y Perspectivas en Ps. Social La concepción vincular del sujeto es elaborada por Pichón a partir de su práctica clínica, en la cual brota el mundo interno del paciente, estructurado como grupo interno, un escenario interior en la cual se reconstruye una trama en la que el sujeto está inmerso, en la cual sus necesidades logran la satisfacción. Entonces, podemos pensar a la Enfermedad Mental como emergente de una dinámica vincular, la del grupo familiar. El que enferma es el portavoz mas señalado de ese proceso. La contradicción necesidad/satisfacción reenvía al contexto vincular del sujeto, ya que el vínculo es el escenario de la gratificación o la frustración. Entonces la conducta es esencialmente relacional y solamente puede poseer significación dentro del contexto o red vincular de la que se configura. Ergo, la enfermedad mental como comportamiento que rompe las expectativas sociales, pierde su carácter inicial, incompresible, transformándose en un lenguaje complejo pero direccional y decodificable. Es en el contexto grupal (sobretodo el grupal-familiar), que esa conducta reviste significatividad, y en tanto comprensible, resulta modificable.
LA INTERACCIÓN: Proceso motivado. ¿Cuál es la esencial de la esa dialéctica entre sujeto a la que llamamos interacción? Y ¿cuál es la esencia de todo estructura vincular y de todo grupo, como sistema de vínculos? El grupo tiene “leyes internas” o “principios organizadores” del proceso interaccional que constituye el
grupo. Es precisamente conociendo estos principios que podemos intervenir psicológicamente, para desarrollar los distintos momentos de la planificación: estrategia, táctica, técnica y logística. La interacción se da en tanto se de una determinación recíproca o interjuego que se efectiviza la presencia y la respuesta del otro es incluida, anticipada en la actitud de cada sujeto. Inclusión y participación. Esta interacción produce una modificación interna en cada uno de los actores, modificación emergente del reconocimiento del otro, de su incorporación, lo que tendrá por efecto un ajuste del comportamiento de ambos a esa realidad que significa la presencia concreta del Otro. Entonces podemos decir que la interacción es un INTERJUEGO DE EXPECTATIVAS RECÍPROCAS. Las manifestaciones de direccionalidad recíproca de orientación y ajuste mutuo nos deja ver la presencia de un proceso interaccional. Unidad interaccional = integración: tiempo, especio, sujetos Sujetos que se perciben mutuamente y cuyas acciones están articuladas por leyes de causalidad recíproca. Es un sistema puede verse en ella una coherencia interna, que emerge de lo que denominamos principios organizadores. Grupo ≠ Serie forma de lo colectivo, cuya unidad es exterior, sus principios organizadores son externos, es inestructurada, carece de coherencia interna. Ej: los espectadores que asisten al cine. Son varias personas que comparen tiempo y espacio, que incluso desarrollan una actividad similar, pero no hay reciprocidad en sus acciones. Lo que los reúne es un elemento externo.. El interjuego necesidad/satisfacción y sus vicisitudes son la condición de posibilidad de la inscripción del objeto en el mundo interno del sujeto, y en consecuencia, de la configuración de ese mundo interno, NECESIDAD base, motor de la relación con el otro, su fundamento.
EPSS II – Módulo II – Unidad Dos 3 Ana P. de Quiroga – Enfoques y Perspectivas en Ps. Social Es desde su condición de sujeto de la n ecesidad, y en el proceso relacional de satisfacerlas, que el hombre se transforma en sujeto humano. Cuál es el lugar de esa necesidad y de las acciones destinadas a satisfacerlas (objeto – tarea) en la constitución de la estructura vincular y del grupo como sistema interaccional. La acción hacia el otro, en tanto fundada en la necesidad, plantea la idea de una relación direccional, que no surge al azar sino con un objetivo o tarea, que podrá o no ser explícita. La acción hacia el otro tiene siempre una finalidad. Es por esto que Pichón sostiene que no hay vínculo y en consecuencia, grupo sin tarea.
El grupo, como red vincular, se estructura sobre la base de una constelación de necesidades-objetivostareas. El objetivo o proyecto del grupo es aquello de lo que se carece y hacia lo que se tiende. La TAREA podemos definirla como el conjunto de acciones destinadas al logro del objetivo. Se plantea desde la necesidad y es la transformación de esa ausencia. Implica necesariamente, transformación de la realidad interna y externa. La tarea es, entonces, uno de los principios organizadores del grupo como estructura, es decir como sistema dotado de coherencia interna. Para Pichón el grupo se define como una estructura de acción, de operación, por eso para Pichón, todo grupo es operativo, sino no es grupo. Esta concepción de grupo tiene consecuencias a nivel metodológico. La técnica, el tipo de intervención psicológica que plantea Pichon, apunta a centrar la interaccion en la tarea, potencializándose así la acción grupal, en tanto se visualicen, aborden y resuelvan los obstáculos que emergen de la marcha hacia los objetivos grupales. Objetivo – Tarea – Finalidad Principio organizador de la estructura grupal! Los roles en el grupo están referidos desde la tarea, tanto para realizarla como para negarla. El rol del coordinador, por ej, cuando el grupo trabaja con un encuadre técnico, está requerido en función de la tarea y a partir de los obstáculos que surgen en su desarrollo. La realización de la TAREA, exige en primer término, que los integrantes del grupo reconozcan esas necesidades y objetivos como comunes. Una de las dificultades más habituales con las que se tropieza al plantear la situación grupal como instrumento terapéutico está dada por la resistencia a reconocer la neurosis como un proceso común. Los roles, al no reconocerse las necesidades y objetivos comunes, se hacen suplementarios y no complementarios. Se cercenan las posibilidades de creatividad grupal. El punto de vista de la productividad grupal es el reconocimiento que sus integrantes hacen de sus necesidades como sujetos y como grupo. Hemos hablado hasta aquí de identificación, de reconocimiento del grupo como instrumento, de definición de necesidades comunes, de obstáculos emergentes de ese reconocimiento recíproco. LA INTERACCIÓN: Proceso eficaz La constitución del vínculo como estructura de interacción implica un aprendizaje, una modificación estructural de los sujetos, en el proceso de interacción, una transformación cualitativa del mismo. La transformación cualitativa está dada por la internalización del vínculo, el cual se aloja en el mundo interno del sujeto, adquiere una dimensión intrasujeto, de cada uno de los protagonistas de la relación, en un proceso de internalización recíproca.
EPSS II – Módulo II – Unidad Dos 4 Ana P. de Quiroga – Enfoques y Perspectivas en Ps. Social La interacción no es sólo un proceso motivado (direccional y con sentido), sino que también es un proceso eficaz. Es a partir de esa eficacia de la interacción, de esa capacidad de transformar estructuralmente al sujeto que caracterizamos al proceso interaccional como dialéctica entre sujetos. Es esa internalización recíproca, que Pichón denomina mutua representación interna, se constituye el vínculo como tal, de la misma manera que se constituye ese trama o red vincular más compleja que es el grupo. Se hace posible, a partir de esa inscripción fundante de lo grupal, efectivizada en la mutua representación interna, la emergencia de una juego de fantasías y expectativas que se patentizan en el campo grupal a través de los mecanismos de adquisición y asunción de roles. El vínculo, relación interpersonal elemental, y el grupo como trama vincular, se constituyen desde las necesidades de los sujetos y a parir de su mutua representación interna. Pichón no necesariamente todo nexo o relación interpersonal significa vínculo. En el vínculo cada sujeto reconoce al otro como diferenciado de sí, a la vez que relacionado con él. Es la comunicación la que permite el reconocimiento con el otro, su incorporación. Esta realimentación recíproca, que remite a una fluida dialéctica entre grupo interno y mundo externo, es el signo del crecimiento de los sujetos en ese escenario vincular. Sartre ya había estudiado el proceso de interiorización recíproca como instancia constitutiva. Podemos decir que a partir de la mutua representación interna, se configura un “lugar” del grupo, la estructura representacional que se apoyó en todos y cada uno de los miembros del mismo. Estos quedarían ligados entre sí. Sartre lo que une a una familia es la internalización recíproca por parte de sus miembros, de sus respectivas internalizaciones. Es en este proceso de mutua representación interna, internalización reciproca o totalización, que emerge el “nosotros”, la vivencia d e la unidad grupal. Este vivencia se transforma en pertenencia. Pichón la caracteriza como “el sentimiento de integrar un grupo, el identificarse con los acontecimientos y las vicisitudes de ese grupo. Por la pertenencia los integrantes de un grupo se visualizan como tales, sienten a los demás miembros incluidos en su mundo interno, los internalizan. La pertenencia permite establecer la identidad del grupo y establecer la propia identidad como integrante de ese grupo. “La tarea, sentido del grupo y mutua re presentación interna hecha en relación a la tarea constituyen al
grupo como grupo. La tarea es la marcha del grupo hacia su objetivo, es un hacerse y un hacer dialéctico hacia una finalidad, es una praxis y una trayectoria”.