Filosofía y educación
Lecciones sobre George Berkeley. Felipe Giménez. Profesor de filosofía de IES. 1. Introducción a su pensamiento. Principales tesis de Berkeley.
George Berkeley Berkeley (1685-1753) (1685-1753) propuso propuso una teoría teoría filosófica filosófica que fue denominada denominada por él "inmaterialismo" y que recibió más tarde el nombre de idealismo. Elabora una nueva versión versión metafísica metafísica del empirismo empirismo al servicio servicio del teísmo teísmo cristiano cristiano creacionista. creacionista. Para lograr tal propósito, utiliza la epistemología empirista, considerada por él como la mejor para acabar con el materialismo y enaltecer la infinita y gloriosa potencia divina. La ontología de un filósofo es su versión acerca de los diferentes tipos de entidades que, según él, pueden encontrarse en el mundo. El inma inmate teri rial alis ismo mo de Berk Berkel eley ey es una una ontol ontolog ogía ía que que sólo sólo admi admite te dos dos espe especi cies es de existencias, la de las ideas que son pasivas y dependientes y la de los espíritus que son activo activos, s, siendo siendo Dios Dios el espír espíritu itu suprem supremame amente nte activo activo,, que ha creado creado todo todo lo demás. demás. Berkeley niega, pues, la realidad de los corpúsculos materiales. El inmaterialismo niega la realidad de las sustancias materiales cualesquiera que sean. Berkeley estaba convencido de que al exponer esa teoría minaba los argumentos básicos de los materialismos. Berkeley creía creía que el inmate inmateri riali alismo smo permit permitía ía establ establece ecerr una prueba prueba nueva nueva e irrec irrecusa usable ble de la existencia de Dios. El mundo no es trascendente, no es separado, no es independiente; solamente existe "en el acto en que" (desde el lado divino) la mente infinita infinita "lo crea" o (desde (desde el lado humano) la mente finita lo percibe. Esse est percipi. Ser es ser percibido. Lo físico se "identifica" con lo sensib sensible, le, lo senti sentido. do. Y Berkel Berkeley ey elimin eliminaa así de golpe, golpe, la dificu dificulta ltad d cartes cartesian ianaa de conseguir certeza a propósito del mundo corpóreo (que sencillamente no existe), y elimina el problema de la relación entre la mente y lo extenso. Todo es mental. Berkeley desemboca en la inmanencia absoluta del conocimiento a la conciencia como se ve en el siguiente texto:"Es evidente, para quien haga un examen de los objetos del conoc conocimi imien ento to hu human mano, o, qu quee éstos éstos son las las ideas ideas.[. .[...] ..].Ad .Adem emás ás de esta esta innume innumera rable ble variedad de ideas u objetos de conocimiento, existe igualmente algo que las conoce o percibe y ejecuta diversas operaciones con ellas,[...] un ser activo al que llamamos mente, alma, espíritu, yo.[...] Es ciertamente extraño que haya prevalecido entre los hombres la opinión de que casas, montes, ríos, en una palabra, cualesquiera objetos sensibles, tengan existencia real o natural distinta de la de ser percibidos por el entendimiento.[...]. entendimiento.[...]. Pues, ¿qué son
los objetos mencionados sino las cosas que nosotros percibimos por nuestros sentidos, y qu quéé otra otra cosa cosa perc percib ibim imos os apar aparte te de nu nues estr tras as prop propia iass idea ideass o sens sensac acio ione nes? s? Examinando a fondo esta opinión que combatimos, tal vez hallaremos que su origen es, en definitiva, la doctrina de las ideas abstractas. abstractas. Pues, ¿puede haber más flagrante flagrante abuso de la abstracción que el distinguir entre la existencia de los objetos sensibles y el que sean percibidos percibidos,, concibi concibiéndo éndolos los existen existentes tes sin ser per percibi cibidos? dos? [...]. [...]. Todo el conjunto de los cielos y la innumerable muchedumbre de seres que pueblan la tierra, en un una a palabr palabra, a, todos todos los los cuer cuerpos pos qu quee compo componen nen la maravi maravillo llosa sa estruc estructur tura a del del Universo, sólo tienen substancia en una mente; su ser (esse) consiste en que sean percibidos (percipi) o conocidos" (Principios, I, 1-6).
No hay realidad pues, sino sólo contenidos c ontenidos de conciencia fundados en el Espíritu Infinito. 2. Corrección a Locke: ser es ser percibido.
Berkeley suprime de golpe el polo objetivo (realista) de la conciencia que Locke había resp respet etad ado. o. Sost Sostie iene ne la inma inmanen nenci ciaa de la mism mismaa exper experie ienci ncia, a, la redu reducc cció ión n de ésta ésta a contenidos de conciencia, es la ecuación ser=ser percibido. Es la experiencia (lo que yo experimento en mí) y sólo ella quien ha de fijar los "hechos". Y ni la experiencia de las sensaciones visuales ni la de las sensaciones de contacto (siempre e igualmente sensaciones) nos da derecho a inferir que esas sensaciones tengan una y la misma causa real (como infería Locke). Ni tampoco que una u otra, ni por separado ni juntas, tengan causas materiales en absoluto. Por Por lo demá demás, s, la infe infere renc ncia ia serí seríaa inút inútil il,, pues pues lo expe experi rime ment ntad ado o es el comp comple lejo jo de sensac sensacion iones es y no hay necesidad necesidad de "otra" "otra" realidad realidad,, como como tampoc tampoco o hay posibili posibilidad dad de comprobarla. Excluyamos todo ser que no sea ser percibido: esse est percipi. Tal y no otra es la tesis que se detalla en el Treatise on the Principles of human knowledge (1710) y que se defiende polémicamente en los "Three Dialogues between Hylas and Philonous" (1713) contra la cree creenc ncia ia del del inge ingenu nuo o mate materi rial alis ista ta Hyla Hylass en un mund mundo o de obje objeto toss real reales es,, que que la argu argume ment ntaci ación ón de Phil Philon onou ouss reve revela lará rá como como imag imagin inar ario io e inne innece cesa sari rio, o, pues pues::"Los miserables refugios que se espera encontrar, ora en una sucesión eterna de causas y efectos, ora en un concurso fortuito de átomos, las locas quimeras de Vanini, Hobbes y de Spinoza, en una palabra, todo el sistema del ateísmo, ¿no se reduce a nada con el mero pensamiento de la repugnancia que acompaña a la idea de que todo o parte del mundo visible, incluso bajo sus formas más groseras y menos acabadas, pueda existir sin la participación de un espíritu? (Three Dialogues, II). Entonces, sólo hay dos maneras de existir verdaderamente: percipere o percipi y fuera de la percepción consciente no hay realidad ni existencia (Treatise on the principles of human Knowledge" (1710), & 3) 3. El inmaterialismo de Berkeley.
La principal innovación que Berkeley hace a Locke en la línea gnoseológica del empirismo es la radicalización del nominalismo. El gran error es pensar que la mente puede elaborar ideas abstractas. Defiende un nominalismo absoluto. Todas las ideas son particulares "Me es imposibl imposiblee formar formar ideas ideas abstrac abstractas, tas, dice Philonous a Hylas en el Diálogo I. Las supuestas ideas generales de Locke no son más que nombres comunes, con los cuales hacemos referencia más o menos indistinta o confusa a diversas ideas particulares.
Uno de los falsos universales, un mero nombre "al que no corresponde realidad alguna", es la materia. "¿Substratum material, dices? ¿Por cuál de tus sentidos te pones en contacto con ese ser? (Ibíd.) Una sustancia puramente material e inerte existiendo en sí misma es "un mundo vacío de pensamiento, ¡qué absurdo!"
Conoc Conocem emos os por la exper experie ienci nciaa el mund mundo o corpó corpóre reo o como como el conj conjunt unto o de los los obje objeto toss corpóreos que en la experiencia se nos dan; pero lo que directamente aprehendemos son las ideas, los contenidos de la mente, (los colores, olores, etc.), no unas supuestas "cosas reales" o cosas-objetos, de las que fueran efecto los objetos-ideas. No hay que pensar, pues, que el mundo corpóreo sea otra cosa que lo que nos es presente en la percepción (no a la misma). No se puede encontrar ninguna razón suficiente para suponer que hay dos mundos que exhiben cualidades corpóreas: el percibido y no realmente-corpóreo (la representación en mi mente) y el no-percibido (pero supuestamente existente-en-sí para que podamos pensarlo como causa de nuestras sensaciones, y que sería el verdaderamente corpóreo o no espiritual). Desde Galileo, los cartesianos y Locke además de los físicos habían aceptado que las ideas que tenemos de las cualidades secundarias, esto es, del calor, del color, de los sonidos y del gusto, no se asemejan a nada de lo que existe en el mundo material, como tampoco -para usar el ejemplo de Galileo- la impresión de cosquilleo producida por una pluma que se desliza desliza en la piel reside reside en la pluma. Según la opinión opinión general general tales sensaciones dependen dependen del sujeto que las perciba. Los colores varían si tenemos ictericia o si llevamos lentes de color, y las cosas no tienen color en la oscuridad. Las cosas nos parecen calientes y tibias según la temperatura de nuestras manos cuando las tocamos. Un calor intenso puede convertirse en dolor, y si el dolor no tiene existencia en el mundo exterior a nosotros, es absur absurdo do supo suponer ner que el calo calorr la tenga tenga.. Nada Nada exis existe te en el mund mundo o exte exteri rior or que pueda pueda compararse con la experiencia que tenemos del color, del calor, etc. No existen en el mundo exterior sino partículas sólidas dotadas de extensión que se mueven en el espacio y en el tiempo. Por otra parte, según la opinión que se había formado Locke, así como Galileo y Descartes en cierta manera, nuestro mundo exterior es extenso, consistente en cualidades primarias. Según Locke, nuestras ideas acerca de las cualidades primarias, por ejemplo, las que se refieren a la extensión, a la solidez, a la forma y a la dimensión, se asemejan a cosas que existen en el mundo material. Podemos estar seguros de que existen en la naturaleza partículas sólidas que se mueven en el espacio y en el tiempo y que dan origen a su vez a ideas hechas a su imagen y a ideas de color que no corresponden a nada que se asemeje a ellas, sino que son los efectos en nosotros de realidades exteriores dotadas de extensión, sólidas y móviles. Berkeley, no obstante, sostenía que los argumentos derivados de la relatividad de nuestras ideas acerca de las cualidades secundarias se aplican igualmente a nuestras ideas acerca de las cualid cualidade adess primar primarias ias.. Para Para Berk Berkel eley ey la dist distin inci ción ón entr entree cual cualid idade adess prim primar aria iass y secundarias es una distinción abstracta e insostenible. Además es un supuesto arbitrario que contrad contradice ice toda toda eviden evidencia cia empír empírica ica.. En la experie experienci nciaa aparecen aparecen cualida cualidades des primar primarias ias y secunda secundaria riass insepar inseparabl ableme emente nte entret entreteji ejidas das y todas todas al mismo mismo tiemp tiempo. o. La forma forma y la dimensión de los objetos, así como la velocidad de sus movimientos, parecen cambiar según la posición que ocupamos e incluso según nuestro estado de espíritu. Objetos que parecerían pequeños a observadores de gran estatura parecerían grandes a un observador muy muy pequ pequeñ eño. o. En "Th "Thre reee Dialog Dialogues ues betwe between en Hylas Hylas and and Philo Philono nous" us",, I, dice
Berkeley:"Philonous: ¿No se ha admitido como un buen argumento que ni el frío ni el calor existen en el agua, puesto que ésta le parece cálida a una mano y fría a otra? Hylas: En efecto. Philonous: ¿No es razonar de la misma manera concluir que un objeto no comporta ni extens extensión ión ni forma forma porqu porquee a los ojos ojos de un obser observa vador dor parez parezca ca peque pequeño ño,, liso liso o redondo, y a los ojos de otro observador y en el mismo momento parezca grande, rugoso y anguloso? Hylas: Exactamente. Pero ¿ocurre eso alguna vez? Philonous: Puedes experimentarlo en todo momento mirando el objeto con un ojo y sirviéndote de un microscopio para el otro."
Berkeley explica también que no podemos concebir la extensión fuera del color o del tacto, y que que en gener general al las las idea ideass rela relati tiva vass a las las cuali cualidad dades es prim primar aria iass son son inim inimag agin inab able less e inconcebibles si no van acompañadas por las ideas relativas a las cualidades secundarias. Lleva asimismo su teoría hasta el punto extremo al decir que es inconcebible que una cualidad sensible cualquiera, ya sea primaria, ya secundaria, pueda existir fuera del espíritu. Respecto de todos los objetos sensibles, esse est percipi y no es posible que existan fuera del espíritu o del sujeto pensante que los percibe. Finalmente, Berkeley sostiene que la concepción concepción misma de la existencia existencia de una cosa que no sea ni concebida ni pensada está en contradicción consigo misma, pues "cuando nos esforzamos por concebir la existencia de objetos exteriores, no hacemos sino contemplar nuestras propias ideas". Esta concepción tiene, según Berkeley, dos consecuencias muy importantes. Las cualidades sensibles, se dirá ¿no deben forzosamente pertenecer o ser inherentes a alguna sustancia material? El mundo natural no consiste seguramente en una flotante fantasmagoría de colores, olores, sonidos, gustos y perfumes. Todas esas cualidades deben seguramente estar ancladas en cosas. Berkeley responde a eso que las cosas no son sino "colecciones de ideas". Es evidente que Berkeley pensaba que habiendo aceptado la teoría de Locke sobre las esencias nominales, es decir, que conocemos las colecciones de ideas más bien que las esencias reales, no es necesario concebir la idea de una sustancia subyacente a la que se vincularían las cualidades. A este respecto, Berkeley continuaba la vía trazada por Locke. Algunas de nuestras ideas, sobre todo las que nacen de la imaginación son evidentemente producidas en cada individuo por efecto de su propia elección. Las ideas de sensación, por otra otra parte, parte, se nos presen presentan tan indepe independi ndient enteme emente nte de nuestra nuestra volunt voluntad, ad, en sucesi sucesiones ones regulares y persistentes. Dado que no proceden de los individuos que las perciben y que deben proceder forzosamente de un espíritu cualquiera, como es de rigor respecto de todas las cualidades sensibles, es necesario que procedan del espíritu de Dios que es responsable del orden de la naturaleza. Kant describió el idealismo de Berkeley como un "idealismo dogmático que enseña que el espacio y todas las cosas de las que constituye parte integrante son algo imposible en sí, y que los objetos en el espacio son, por tanto, puras imaginaciones". No es que haya que dudar de las sensaciones, no se trata de que la vida sea un sueño ni de que no se pueda distinguir el sueño de la vigilia. Pero es en las sensaciones y sólo en ellas, donde está la base para relacionar unas con otras y para prever nuevas sensaciones futuras (reales, no soñadas) en nosotros o en los demás. Ahora bien, no hay nada en las sensaciones que autorice el supuesto de un mundo independiente, ni podrían las sensaciones decirnos nada acerca de tal mundo. La concepción errónea de Kant sobre la teoría de Berkeley prevaleció
desde la publicación ya en 1710 de los "Principios". No pensaba en realidad que las ideas son cosas imaginarias, salvo las ideas de la imaginación. Por el contrario, las cualidades y las cosas sensibles son el mundo real que percibimos sin intermediario alguno que pueda sembrar dudas sobre lo que está más allá. Fueron las ideas de Locke las que engendraron el escepticismo, en tanto que Berkeley sostuvo que las cosas que percibimos son exactamente lo que nos parecen ser. La teoría de la percepción de Berkeley era realista y estaba destinada destinada a eliminar eliminar todas las causas del escepticis escepticismo. mo. La teoría de Berkeley Berkeley es que no podría existir un mundo sensible sin un espíritu activo, y que, puesto que el mundo sensible no procede del espíritu espíritu de los hombres, hombres, es preciso preciso sin duda que proceda del de Dios. Dios. Sólo conocemos ideas; y, además de las ideas, no existe sino la mente que las percibe, y Dios que las hace percibir. Afirmar que existe un mundo material es caer en las falacias de la abstra abstracci cción, ón, es decir, decir, consid considera erarr el "ser" "ser" de las cosas cosas como como indepe independi ndient entee de su "ser "ser percibidas".