El concepto de fcción
JUAN SAER
MARTÍN FIERRO: PROBLEMAS DE GÉNERO
El estatuto literario del Martin Fierro se consolida recién cuarenta unos después de la redacción de la primera parte (1672). En unas conferencias de 1913, eopoldo u!ones tal "e# pensando $ue unos a%os m&s tarde ese t'tulo recaer'a en su propia persona, calificó a osé ern&nde# do *poeta nacional* + al Martin Fierro de Fierro de *epope+a* ar!entina. nte de esa promoción presti!iosa, presti!iosa, la o-ra de ern&nde# era un o-eto pro-lem&tico, do caracteri#ación dif'cil + de clasificación no menos complicada. Esas dificultades no eran solamente de orden interno, propio de la o-ra, sino !eneradas tam-ién por la naturale#a del p/-lico $uo la 0a-'a le'do + aclamado, o, como se dir'a 0o+, a causa de ciertos pro-lemas de recepción. osta-a atri-uirle una dimensión literaria de erar$u'a a una o-ra tan ostensi-lemente admirada por un p/-lico $ue en su ma+or parte era analfa-eto. ero al mismo tiempo, + aun$ue pare#ca contradictorio, muc0o del presti!io actual de la o-ra, +a pro-a-lemente imperecedero, le "iene de la atipicidad de su recepción. El ran!o de *epope+a* acordado por u!ones tiene como ori!en esa fo!osa aco!ida popular. e ose reconoc' miento inmediato por parte de *lectores* $ue nunca 0a-'an le'do un li-ro ni "ol"er'an a 0acerlo en lo sucesi"o, u!ones infirió la representati"idad épica de Martín Fierro. Fierro. 4u clasificación perentoria ten'a como fin terminar con las tur-ulencias tur-ulencias recepti"as. un$ue el or!ullo nacional fue fortalecido por la atri-ución de la flamante epope+a, muc0os 0om-res de letras, m&s sensi-les al ri!or de las cate!or'as $ue a las efusiones patrióticas, no se a-stu"ieron de e5presar sus reticencias. r!umentos formales, éticos, socioló!ico, 0istó 0istóri rico cos, s, llo" llo"ie iero ron n con con el fin fin de demo demost stra rarr la inco incons nsis iste tenc ncia ia o por por lo meno menos s las las contra contradi dicci ccion ones es insupe insuperara-les les $ue $ue implic implica-a a-a esa atri-u atri-ució ción. n. l!u l!unos nos,, no sin ra#ón, ra#ón, ar!umentaron $ue una epope+a narra siempre el nacimiento de un pue-lo + $ue el poema aparece en el momento mismo en $ue el mundo $ue cele-ra cómicas su declinación otros, $ue ciertos aspectos repro-a-les de la personalidad do Mart'n Fierro son indi!nos de un 0éroe 0éroe épico épico + por /ltimo, /ltimo, no pocos, aplicando aplicando avant la lettre o sin sa-er sa-erlo lo las las teor'as teor'as do eor! eor! u8acs u8acs,, $ue $ue a causa causa de la le+ ine5oraine5ora-le le de la desapa desaparic rición ión o transf transform ormaci ación ón 0istórica de los !éneros, la aparición de una epope+a en el si!lo : era imposi-le, por$ue las condiciones sociales de las $ue emer!e toda epope+a +a no e5ist'an. -olido el dia!nóstico de la epope+a en ra#ón de las muc0as o-eciones o-eciones pertinentes $ue desencad desencadenó, enó, la tentación tentación clasificator clasificatoria ia en cuanto cuanto al !énero !énero del Martin Fierro Fierro no deó de aparecer a lo lar!o da nuestro si!lo + al!unos de los m&s !randes escritores ar!entinos, + aun espa%oles, como ;namuno o Menénde# + ela+o, se a-ocaron a la cuestión. *En el Martín Fierro épico=lirica*, >épico=lirica*, aun$ue para muc0os autores épica + narrati"a son pr&cticamente sinónimos) es un acierto indiscuti-le de ;namuno, por$ue se trata de la forma predominante en el poema. ? si prefiero poner narrati"a en lu!ar de épica, es para sacar el de-ate del dominio patriótico + adscri-irlo al m&s neutro del campo formal.
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JUAN SAER
En la tradición de eopoldo u!ones, otros dos !randes escritores ar!entinos del si!lo de-atieron esto pro-lema@ E#e$uiel Mart'ne# Estrada + or!e uis Aor!es. m-os pertenec'an a una !eneración inmediatamente posterior a la de u!ones + sus relaciones con el poeta modernista, como sucede a menudo con las !eneraciones literarias conti!uas en la cronolo!'a, fueron notoriamente am-i"alentes. onfrontados a la pro-lem&tica del !énero del Martín Fierro suscitado por u!ones, intentaron darle una solución diferente. a época contri-u+ó a acrecentar el interés del pro-lema@ transformada en todos los planos por las sucesi"as olas inmi!ratorias, la r!entina se puso a -uscar una supuesta identidad nacional escamoteada por la intrusión de lo e5tranero, 0aciendo del Mart'n Fierro + de la sociedad patriarcal del si!lo : el prototipo de la esencia nacional. Befutando la caracteri#ación épica. Aor!es + Mart'ne# Estrada, el se!undo $ui#&s de un modo m&s deli-erado $ue el primero, intentaron desmantelar esas entele$uias irra#ona-les. e sus refle5iones constantes so-re el pro-lema, estos autores nos 0an deado dos li-ros cl&sicos, pu-licados respecti"amente en 19CD + en 193@ Muerte y transfiguración de Martin Fierro, de Mart'ne# Estrada, + el Martin Fierro, de Aor!es. Menos le'do $ue el de Aor!es, $ue podr'amos calificar de li-ro de cr'tica *popular*, el de Mart'ne# Estrada es uno de los te5tos capitales de la literatura ar!entina. El uicio de Aor!es, en su propio Martín Fierro, merece ser transcripto@ Tratase menos de una interpretación de los textos que de una recreación; en sus páginas, un gran poeta que tiene la experiencia de Melville, de Kafka y de los rusos, vuelve o soar, enriqueci!ndolo de som"ra y de v!rtigo, el atao primario de #ernánde$% Muerte y transfiguración de Martín Fierro inaugura un nuevo estilo de crítica del poema gauc&esco% 'as futuras generaciones &a"larán del (ru$, o del )icardía de Martíne$ *strada, como a&ora &a"lamos del Farinaia de +e anctis o del #amlet de (oleridge% esde%ando la representati"idad épica del poema, Mart'ne# Estrada + Aor!es no ="ilo a-ren nue"os caminos para la interpretación del te5to, sino $ue tam-ién su!ieren $uo los !éneros literarios <+ tal "e# en esto no 0a+a e5cepciones< no est&n e5entos do impre!naciones ideoló!icas. e 0éroe nacional, Aor!es re-aa a Mart'n Fierro al ran!o de simple cuc0illero. a 0a!io!raf'a criollista $uo disimula-a sus imperfecciones no 0ac'a mes $ue utili#ar el prete5to del poema para operar su autoe5altación. a cr'tica de la interpretación épica tam-ién supone una desmitificación en Mart'ne# Estrada@ en su li-ro, el desenmascara miento es !eneral, + alcan#a no /nicamente a las diferentes instancias del poema sino tam-ién al autor. uesto al a-ri!o de los contin!encias 0umanas por su promoción al ran!o do poeta nacional, la cr'tica de Mart'ne# Estrada nos lo de"uel"e al mundo de los 0om-res. pesar de $ue la interpretación de Mart'ne# Estrada 0ace resaltar una identificación entre ol autor + su personae, por medio de una narración $uo rara "e# a-andona la primera persona, el cr'tico no ol"ida ciertas e"idencias 0istórico=socioló!icas, ni $ue, en definiti"a, Martin Fierro es sólo una o-ra literaria escrita por un autor do carne + 0ueso de or'!enes sociales -ien determinados@ - es muy posi"le que, en familia, Martin Fierro fuera para #ernánde$ lo que podía ser el gauc&o para el patrón; en cam"io, en su o"ra se proyecta a lo alto y a lo le.os li"re de toda tutela y de toda sumisión% *sta es la imagen que nos interesa/ la nuestra y no la del 0utor%
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;na "e# desem-ara#ado de su dimensión épica, el te5to, en "e# de re"el&rsenos, se "uel"e m&s eni!m&tico toda"'a. Be"olucionando efecti"amente la cr'tica 0ernandiana, Mart'ne#. Estrada, tomando como modelo el (onvivio de ante, 0a-la do un "erdadero >compleo de censura* en la o-ra, lo $ue le da una dimensión cr'ptica, cu+as cla"es de-er'an -uscarse, como es ló!ico, en la -io!raf'a del autor. El ale!ato social no representa para Mart'ne# Estrada m&s $ue el contenido manifiesto del poema, pero es ustamente su contenido latente, indescifrado, lo $ue le da su tensión poética + su perennidad. etr&s del !auc0o e5tro"ertido $ue cuenta sus a"enturas + sus penas, se disimula el autor $ue, discretamente, intercala eni!mas + ale!or'as, como un "entr'locuo. Esta comparación es del propio Mart'ne# Estrada, $uo se "ale do ella para diferenciar el Martín Fierro del resto de la poes'a !auc0esca, a la $ue atri-u+e una construcción dramat/r!ica, donde todo est& "isto desde el e5terior, en tanto $ue en el Martin Fierro e5iste una auténtica dimensión l'rica. Este elemento teatral de la poes'a !auc0esca, $ue Mart'ne# Estrada, si mal no me e$ui"oco, 0a sido el primero en se%alar, aparece tam-ién en Mart'n Fierro. os lar!os monólo!os narrati"o son de 'ndole teatral, so-re todo en ciertas situaciones en las $ue el narrador se diri!e no a $uien est& le+endo el poema sino a uno o m&s interlocutores $ue lo escuc0an en silencio antes de $ue les lle!ue el tumo de contar sus propias a"enturas. 4ólo podemos 0a-lar do relato propiamente dic0o cu&ndo, de modo inesperado, + en al!unos !randes momentos del poema, el autor nos cuenta las a"enturas de sus personaes en tercera persona. En su minucioso an&lisis formal, Mart'ne# Estrada muestra los numerosos des"'os, lé5icos, métricos, estróficos, estructurales de la o-ra, $ue "uel"en dif'cil su clasificación, pero $ue refuer#an a/n m&s su ori!inalidad + su ma!n'fica unicidad. dentr&ndose en la materia "er-al del poema, el an&lisis de Mart'ne# Estrada no -usca restituirlo a los c&nones do una r'!ida teor'a de los !éneros, sino a re"elar su car&cter de te5to sin!ular e inclasifica-le. un$ue diferente en sus conclusiones, el estudio de Aor!es, m&s circunstancial, se orienta en el mismo sentido. El rec0a#o del car&cter épico del prota!onista, + mencionado m&s arri-a, tiende tam-ién a contrarrestar todo intento de caracteri#ación sumaria del poema. as contradicciones morales de Mart'n Fierro lo descalifican como 0éroe nacional, pero lo enri$uecen en tanto $uo personae literario, acrecentando su "erdad 0umana + su uni"ersalidad. os ras!os 'ntimamente espa%oles $ue ;namuno cre+ó encontrar en el poema, + $ue atri-u+ó a una supuesta identidad 0ispanoamericana, encuentran su "erdadera e5plicación en la uni"ersalidad del te5to, $ue lo "uel"e "&lido para todo tiempo + lu!ar, del mismo modo $ue no es la 0ispanidad del 1ui.ote lo $ue 0a ase!urado su super"i"encia sino ustamente su uni"ersalidad. aciendo resaltar la compleidad del personae literario en detrimento de su estatuto de 0éroe nacional, Aor!es contri-u+e a mostrar su car&cter uni"ersal. En lo relati"o al !énero propiamente dic0o, el an&lisis de Aor!es rec0a#a la tesis de la epope+a, 0aciendo un resumen de las diferentes o-eciones $uo circulan entre los 0om-res de letras, + propone su propia interpretación@ 'ugones, al reclamar para el Martín Fierro el nom"re de epopeya, no &ace otra cosa que revivir una vie.a y daina superstición% 'a pala"ra epopeya tiene, sin em"argo, su utilidad en este de"ate% 2os permite definir la clase de agrado que la lectura del Martín Fierro nos da; ese agrado, en efecto, es más parecido al de la 3disea o al de las sagas que al de una estrofa de 4erlaine o de *nrique 5anc&s% *n tal sentido es ra$ona"le afirmar que el Martín Fierro
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es !pico, sin que ello nos autorice a confundirlo con las epopeyas genuinas% 0demás, la pala"ra puede prestarnos otro servicio% *l placer que da"an las epopeyas a los primitivos oyentes era el que a&ora dan las novelas/ el placer de oír que a tal &om"re le acontecieron tales cosas% 'a epopeya fue una preforma de la novela% 0sí, descontado el accidente del verso, ca"ría definir al Martín Fierro como una novela% *sta definición es la 6nica que puede transmitir el orden de placer que nos da y que condice sin escándalo con su fec&a, que fue, 7qui!n no lo sa"e8, la del siglo novelístico por excelencia/ el de +ickens, el de +ostoievsky, el de Flau"ert% Aasta comparar el Martin Fierro con cual$uier no"ó= la del si!lo : para entender 0asta $ué punto esta atri-ución de !énero es errónea. o $uo Aor!es llama *el accidente del "erso* es la disidencia fundamental, irreducti-le, del Martin Fierro con cual$uier no"ela del si!lo :. retender $uo el "erso en el Martin Fierro es un *accidente* e$ui"ale a pri"ar al te5to de su elemento no /nicamente or!ani#ador, sino incluso !enerador, por$ue "erso, relato, canto, + acción del te5to comien#an a la "e#, en una unidad insepara-le, en las primeras cinco pala-ras del poema@ 0quí me pongo a cantar Este error de Aor!es $uo 0a, como se dice, 0ec0o escuela, tiene sin em-ar!o su ra#ón de ser + su utilidad, en primer lu!ar por$ue cuando Aor!es escri-e *no"ela*, est& pensando en *no"ela realista*, poniendo de eso modo en e"idencia la "erdad psicoló!ica + social del te5to, $ue para Mart'ne# Estrada no es m&s, recordémoslo, $ue el contenido manifiesto del poema. ero al definirlo como no"ela, contra todos los elementos at'picos del te5to $ue refutan esa definición, Aor!es e5alta ustamente esa atipicidad al su!erir en definiti"a $ue el Martin Fierro es la m&s sin!ular de las no"elas, por$ue no se parece a nin!una otra. Este poema *popular*, por lo tanto, $ue fue primero admirado por un p/-lico de analfa-etos, + recién después por los 0om-res de letras, inició, con el Facundo de 4armiento, una de las tradiciones "i"ientes de la literatura ar!entina@ una serie de o-ras sin!ulares, $ue no entra en nin!/n !énero preciso, como el Museo de la novela de la eterna, l as 0guafuertes porteas, los poemas narrati"os de uan , rti# o los de irondo, los ensa+os de Aor!es, el omenae a Bo-erto rlt de Bicardo i!lia, los relatos de ntonio i Aenedetto, 'a vuelta al día en oc&enta mundos de ortar o incluso el +iario de 9om"ro:ic$ . tri-uirle el pri"ile!io !lacial de ser el poema representati"o de la nación, e$ui"aldr'a a empo-recer su din&mica + su misterio. (1992)
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