La Institución Negada (Basaglia (Basaglia) En los hospitales psiquiátricos los pacientes se ven afectados por una serie de reglas inhumanas inhuma nas que los dejan a merced de los enfermeros a cargo, entre entre ellas la imposibilidad imposibilidad de ir solos al bao, compartir camas, o ser objeto de agresividad ! desahogo por parte de los mismos enfermeros" En un hospi hospital tal psiquiátrico psiquiátrico se somet sometee a los enfermos agitados agitados a la #estranguladora$" #estranguladora$" Este rudimentario sistema de uso bastante e%tendido en los ambientes manicomiales hace perder el conocimiento al paciente por ahogo" &e le pone una tela sobre la cabe'a muchas veces mojada, para impedir su respiración, ! despus la atan estrechamente alrededor del cuello) la prdida del conocimiento es inmediata" En un hospital psiquiátrico donde el autor ejerce, se practicaba una tcnica que permit*a al enfer enf erme mero ro en se serv rvic icio io se serr des despe pert rtad ado o a cad cadaa me medi diaa ho hora ra po porr un pa paci cient ente, e, el cua cuall se encontraba haciendo una tarea de separar tabaco" +l despertar al enfermero este timbraba su hoja, obsequiaba el tabaco obtenido al paciente ! ped*a al mismo u otro paciente comen'ar de nuevo la tarea, que tardaba media hora en reali'arse" as* podr*amos continuar hablando sobre la violencia que ejercen que ejercen aquellos que están de parte del sistema, sobre aquellos que se encuentran irremediablemente colocados bajo su dominio. En las instituciones que se ve esta violencia están) La familia, la escuela, la fábrica, la universidad univer sidad,, el hospital" En las cuales lo más caracter*stico caracter*stico de dichas institucion instituciones es es una tajante separación entre los que detentan el poder ! los que no lo detentan" -e lo cual puede deducirse que la subdivisión de los roles e%presa una relación de opresión ! de violencia entre poder ! no.poder, que se transforma en la e%clusión del segundo por el primero) la violen vio lencia cia ! la e%c e%clus lusión ión se hal hallan lan en la bas basee de tod todas as las relacion relaciones es sus suscept ceptibl ibles es de instaurarse en nuestra sociedad" La viol violenc encia ia ! la e%cl e%clusi usión ón son justific justificadas adas en est estas as ins instit tituci ucione ones, s, en nom nombre bre de la necesidad educativa, la culpa ! la enfermedad" Estas pueden definirse como Instituciones como Instituciones de la violencia" violencia" La sociedad llamada del bienestar ! la abundancia ha descubierto que no puede mostrar abiertamente su rostro de violencia sin ocasionar en el seno de s* misma el nacimiento de unas contradicciones demasiado evidentes, que terminar*an por volverse contra ella" /or ello e%tiende el poder a los tcnicos que lo ejercerán en su nombre" Estos van a en mistificar la violencia a travs de la tcnica, con objeto de que la violencia se adapte a la violencia de que es objeto" El nuevo psiquiatra social, el psicoterapeuta, el asistente social, el psicólogo de empresas, el sociólogo industrial (por citar sólo algunos0, son 1nicamente los nuevos administradores de la vio violen lencia cia del pode poder, r, en la med medida ida en que 2su 2suavi avi'and 'ando o asp aspere ere'as 'as,, dis disolv olvien iendo do resist res istenc encias ias,, res resolv olvien iendo do con confli flictos ctos enge engendr ndrados ados por las ins instit tituci ucione ones2, s2, se lim limita itan n a permitir, mediante su acción tcnica aparentemente reparadora ! no violenta, la
perpetuación de la violencia global" 3u!a tarea consiste en preparar a los individuos para que acepten ser objetos de violencia como su 1nica realidad" Estos llegan a hacer aceptar la inferioridad social del e%cluido, del mismo modo como lo hac*a la 4diferencia biológica5, que sancionaba a los diferentes. 6odo lo anterior apo!ado en la 4norma5 cient*fica establecida ! al salir de eso, se cae todo lo definido" La solución que tiene la psiquiatr*a para esto, es hacernos creer a todos que podemos ser e%cluidos ! e%clu!entes" 3omo terapeuta solos nos queda recha'ar cualquier acto teraputico que tienda tan solo a mitigar las reacciones del e%cluido hacia el e%clu!ente" /ara ello es necesario que nosotros mismos tomemos conciencia de que tambin somos e%cluidos desde el instante en que somos objetivados en el papel de e%clu!entes" 3uando se lucha por alcan'ar el poder, se someten al e%amen de establishment, donde se asegura de que estamos tcnicamente en condiciones de cumplir nuestro cometido, sin dudas ! sin desviaciones con respecto a la norma, es decir, que e%ige, en suma, que le garanticemos nuestro apo!o ! nuestra eficacia tcnica para la defensa ! salvaguarda de sus intereses" +l aceptar nuestro cometido social, garanti'amos un acto teraputico que sólo es un acto de violencia hacia el e%cluido que nos ha sido confiado para que controlemos tcnicamente sus reacciones en relación con el e%clu!ente" +l actuar dentro de una institución violenta, como terapeutas se niega esta acción de terapia como acto de violencia mistificadora de forma camuflada, siempre evitando cualquier cosa que pueda conducirles a instalarse en su e%clusión" La negación de un sistema es el resultado de un proceso de transformación7 de su cuestionamiento en un campo de acción determinado" En medicina, la relación entre mdico ! paciente se sit1a al mismo nivel del cuerpo del enfermo, considerado como un objeto de investigación en su más estricta materialidad objetiva" &i el encuentro con el enfermo mental se sit1a al nivel del cuerpo, sólo puede ser en relación con un cuerpo que se supone enfermo, reali'ando una acción objetivadora de carácter pre.refle%ivo, de lo cual se deduce la naturale'a de la relación a establecer7 en tal caso se impone al enfermo el papel objetivo sobre el cual ha de basarse la institución que le mantiene bajo su tutela" La apro%imación de tipo objetivante acaba por influir sobre la idea que el enfermo se hace de s* mismo, el cual 2a travs de este proceso2, sólo puede vivirse como cuerpo enfermo, e%actamente de la misma forma que le viven el psiquiatra ! la institución que cuidan de l" La ciencia nos ha dicho que el enfermo mental era producto de una alteración biológica, ! se deb*a admitir su diferencia en relación a la norma, donde las instituciones se contentan con definirla, catalogarla ! regularla de alg1n modo" /or otro lado las teor*as psicodinámicas, han intentado hallar el sentido del s*ntoma en base a lo inconsciente, considerando al enfermo no como cuerpo sino como persona" /or otra parte, la ulterior contribución del pensamiento fenomenológico 2a pesar de su desesperada b1squeda de la subjetividad del hombre2, no llegó a superar el terreno de la objetivación donde se halla arrojado) el hombre ! su objetalidad son considerados a1n como un dato sobre el cual sólo se puede intervenir con una comprensión genrica"
8na ve' planteada esta impenetrabilidad estructural de las instituciones psiquiátricas para cualquier tipo de intervención que sobrepase su finalidad de vigilancia, debemos reconocer obligatoriamente que por el momento, ! casi en todas partes, no ha! posibilidad de apro%imación ni de relación teraputica más que a nivel del enfermo mental, el cual escapa al intemamiento for'oso ! cu!as relaciones con el psiquiatra conservan un margen de reciprocidad en estrecha relación con su poder contractual" La posibilidad de una apro%imación teraputica al enfermo mental, se revela bajo la estrecha dependencia de un sistema donde cualquier relación se halla estrictamente determinada por le!es económicas" Esto significa que los distintos tipos de apro%imación no se hallan establecidos o decididos por la ideolog*a mdica, sino por el sistema socio. económico que determina sus modalidades a distintos niveles" La enfermedad como condición com1n reviste un significado concretamente distinto seg1n el nivel social del enfermo, lo que no quiere decir que la enfermedad no e%ista, si no que las consecuencias de la enfermedad difieren seg1n el tipo de apro%imación que se tenga ! estas consecuencias van ligadas netamente a la institución o la sociedad que se haga cargo de este enfermo" &e pueden plantear diversas formas de acercamiento) 9. :elación de 6ipo +ristocrático) El paciente posee un poder contractual ante el mdico, con la facultad de oponerse a su poder tcnico, !a sea por su nivel social o económico, dejando al mdico fantasmagori'ado" En un inicio se trata más de un enfrentamiento entre hombres, donde el paciente no asume pasivamente el poder mdico, pero una ve' terminado, desaparece el poder contractual ! el paciente empie'a entonces su verdadera carrera de enfermo mental, en un lugar donde su figura social no tiene !a ni peso ni valor" ;. :elación de 6ipo
8n esqui'ofrnico rico, hospitali'ado en une cl*nica privada, no tendrá el mismo diagnóstico que un esqui'ofrnico pobre, internado de oficio en un hospital psiquiátrico" El primero tendrá ma!ores libertades, poder ! mejor pronóstico en cuanto a la reintegración en la sociedad"
&e puede, entonces, continuar pensando que el n1mero de los hospitali'ados en las instituciones psiquiátricas corresponde al de los enfermos mentales de todas las capas sociales, ! que sólo la enfermedad les reduce al grado de objetivación en el cual se hallan? >No es más justo pensar que por el hecho mismo de que son social ! económicamente insignificantes estos enfermos son el objeto de una violencia original, que les arroja fuera de la producción ! de la sociedad ! les lleva hasta los muros del hospital? + partir desde que se considera solo enfermedad, la necesidad de e%cluir se confirma" La e%clusión del enfermo libera de este modo a la sociedad de sus elementos cr*ticos ! confirma al mismo tiempo la valide' del concepto de norma que ha establecido" El mdico necesita una objetividad ante la cual afirmar su subjetividad, del mismo modo que nuestra sociedad necesita 'onas donde descargar ! hallar compensación o relegar ! disimular sus contradicciones" Los primeros pasos de esa subversión han consistido en proponer una nueva dimensión institucional, que calificamos al principio de comunidad teraputica, tomando como modelo el anglosajón" Las primeras e%periencias psiquiátricas de tipo comunitario, que podr*an remontarse a 9@A;, vieron la lu' en Inglaterra, donde el pragmatismo anglosajón supo desprenderse de la visión esclerótica del enfermo mental como entidad irrecuperable, acentuando el problema de la institucionali'ación, causa principal del fracaso de la psiquiatr*a de asilo" +l mismo tiempo en rancia se iniciaba un importante movimiento psiquiátrico institucional, en el
la ayuda de lé%ico alguno comunicarse con estos !ombres, podrán ustedes recordar y reconocer que sólo tienen sobre ellos una superioridad& la fuer'a" 3uarenta aos más tarde la situación no es diferente) limitaciones, burocracia ! autoritarismo regulan la vida de los internados para los cuales !a hab*a reclamado /inel en su momento el derecho a la libertad" El psiquiatra parece que a1n no ha descubierto que el primer paso hacia la curación del enfermo es el retorno a la libertad, de la cual l mismo le ha privado hasta ho!" /ero ho! el psiquiatra se da cuenta de que los primeros pasos hacia la #apertura$ del manicomio producen en el enfermo un cambio gradual de su manera de situarse en relación con la enfermedad ! el mundo7 de su forma de ver las cosas, restringida ! disminuida no sólo por la condición mórbida, sino por un prolongado internamiento" /ara que el asilo de alienados, despus de la destrucción progresiva de sus estructuras alienantes, no se convierta en un irrisorio asilo de domsticos agradecidos, el 1nico punto en el cual al parecer puede apo!arse, es precisamente la agresividad individual" Esta agresividad, que nosotros, los psiquiatras, buscamos para fundar en ella una relación autntica con el paciente, permitirá instaurar una tensión rec*proca, que actualmente puede servir para romper los la'os de autoridad ! de paternalismo que han representado, hasta ahora, una causa de institucionali'ación" +nali'ando cuáles son las fuer'as que han podido actuar en profundidad sobre el enfermo hasta el punto de aniquilarle, se llega a la conclusión de que sólo una es capa' de provocar un dao tal) la autoridad" Esta sociedad siempre tenderá a defenderse de lo que la asusta ! continuará imponiendo su sistema de restricciones ! de limitaciones a los organismos delegados para cuidar a los enfermos mentales7 pero el psiquiatra no puede asistir por más tiempo a la destrucción del enfermo que le ha sido confiado, del paciente reducido al estado de objeto, de cosa, por una organi'ación que, en ve' de buscar establecer diálogo con l, contin1a su mtodo de soliloquio" /ara rehabilitar al institucionali'ado que vegeta en nuestros asilos, lo más importante será que nos esforcemos antes de edificar a su alrededor un nuevo espacio, acogedor ! humano, del cual tambin tiene necesidad, por despertar en l un sentimiento de oposición al poder que hasta aqu* le ha determinado e institucionali'ado" &i la comunidad teraputica puede ser considerada como una etapa necesaria en la evolución del hospital psiquiátrico (sobre todo por la función desmitificadora que tuvo ! que sigue teniendo, en cuanto a la pretendida imagen del enfermo mental ! por haber permitido definir papeles antes ine%istentes más allá del nivel autoritario0, no constitu!e por ello una finalidad, sino una fase transitoria, en espera de que la situación misma evolucione ! proporcione nuevos elementos de clarificación" &i el enfermo no tiene alternativa, si su vida se le presenta !a fijada, organi'ada, si su participación personal consiste 1nicamente en adherirse al orden, sin otra salida posible, se encontrará prisionero del terreno psiquiátrico, como lo estaba antes del mundo e%terior, cu!as contradicciones no llegaba a enfrentar dialcticamente" 3omo la realidad que no llegaba a impugnar, la institución, a la cual no pudo oponerse, le deja una sola escapatoria)
la huida en la producción psicótica, el refugio en el delirio, donde no e%isten ni contradicción ni dialctica" El enfermo mental es un e%cluido que, en una sociedad como la actual, nunca podrá oponerse a lo que le e%clu!e, puesto que cada uno de sus actos se encuentra constantemente circunscrito ! definido por la enfermedad" La psiquiatr*a es, pues, la 1nica manera en su doble papel mdico ! social, de informar al enfermo de la naturale'a de la enfermedad, ! de lo que le ha hecho la sociedad al e%cluirle) sólo tomando conciencia de haber sido e%cluido ! recha'ado podrá, el enfermo mental, rehabilitarse del estado de institucionali'ación en que se le ha sumido" /ero sólo tomando conciencia de su condición de e%cluido, ! de la parte de responsabilidad que tiene la sociedad en dicha e%clusión, el vac*o emocional en que ha vivido el enfermo durante aos será reempla'ado progresivamente por una carga de agresividad personal"
El te%to sigue dando vueltas en lo mismo respecto al paciente ! su e%clusión, su falta de derechos ! su pasividad en el interior de la institución psiquiátrica"