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Es una forma de trabajar la enseñanza de la historia en preescolar.Descripción completa
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1
Modelos Modelos de teoría liberadora en la hist ori a de la filosof ía europea. Un manual Raúl Fornet-Betancourt INTRODUCCION
1.
La concepció n de filos ofía presupuesta en en este trabajo
2.
Teoría Teoría de la hist ori a de la filo sofía que sustenta esta investig ación
2.1. 2.2.
Advertencia preliminar Divergencia con la teoría hegeliana sobre la historia de la filosofía
3.
Presentación de mod elos escog idos ido s de teoría lib eradora en la histo ria de la fil osofía europea
3.1. 3.2. 3.3. 3.4. 3.5. 3.6. 3.7.
Advertencia preliminar Aspacia de Mileto o la tradición desacreditada desacreditada El cinismo o la tradición “ex-céntrica” Pedro Abelardo o la tradición fracasada Johann Benjamin Erhard o la tradición olvidada La filosofía popular o la tradición que hay que rehabilitar María Zambrano o la “otra” tradición española
Notas finales Bibliografía
2
Introducción
Este trabajo se entiende como un aporte para la reconstrucción alternativa de la historia de la filosofía europea. Hablo de aporte para la reconstrucción alternativa de la historia de la filosofía europea, porque lo considero un intento de reconstruir la historia europea de la filosofía no como campo de batalla de disputas escolásticas interminables interminables 1 entre modelos abstractos de pensamiento, sino más bien como lugar dialéctico donde se produce un proceso de pensamiento y acción que es resultado de una formación y puesta a prueba progresiva de tradiciones constituidas en torno a la preocupación central de fundamentar y hacer realidad la liberación teórica y práctica de los seres humanos. A estas tradiciones habitualmente se las pasa por alto, se las malinterpreta, se las desacredita o se las pone al margen de aquella historia de la filosofía que refleja la ”normalidad” de la versión dominante de la historia, en buena medida porque la demanda que articulan obra contra los intereses de las fuerzas “que hacen la historia” en la época respectiva y, en consecuencia, también contra la lógica que fundamenta la configuración oficial de la historia resultante r esultante de dicha acción. Sin embargo, no ha de entenderse este intento de reconstrucción de la historia de la filosofía europea como si se buscara una historia de la filosofía en Europa completamente diferente. Por cierto se trata de tradiciones marginalizadas, ignoradas, omitidas, pero la reconstrucción alternativa que puede desarrollarse a partir de este tratamiento, de la que quiero ofrecer algunos momentos ejemplares, no intenta otra historia de la filosofía europea; más bien, quiere contribuir a una lectura de la historia de la filosofía europea no como un desarrollo necesario de una constelación de la razón filosófica absolutamente determinada, casi sacralizada, sino desde la contingencia de su historia. Es decir que se trata de reconstruirla a partir de su funcionamiento de conjunto y del conflicto resultante precisamente del hecho de que la filosofía europea no se compone de una, sino de varias tradiciones de las que se debería por lo pronto suponer que cada una por sí misma tiene la potencia de dar una nueva perspectiva al conjunto del quehacer filosófico. Por eso se da precisamente el conflicto entre las tradiciones, pero también la contingencia inherente a cada una de las que, imponiéndose, han monopolizado la filosofía identificándola con el desarrollo de su propia perspectiva. La reconstrucción alternativa de la historia de la filosofía europea ambicionada no tiene por finalidad diseñar otra versión de la misma. Al contrario, pretende restablecer la multiplicidad de sus perspectivas y tradiciones, con la intención de conocer precisamente esa versión tradicional de la historia de la filosofía tan niveladora de diferencias y disensos como un lugar donde se dan alternativas a la misma. De este modo prepara un nuevo tipo de relación con esta historia que nos permita apropiárnosla no como una tradición lineal sino como una red de tradiciones tr adiciones alternativas. Por cierto resulta necesario destacar que cada una de las tradiciones consideradas está en condiciones de centrar y dar nueva forma al conjunto de la filosofía. O sea que no se trata aquí de desarrollar lo que Ortega y Gasset llamó “la geotecnia de las cordilleras filosóficas” 2, porque pensaba que “… la historia de la filosofía no puede avanzar ni comenzar a constituirse como lo que promete su nombre, si no se cierran los huecos del conocimiento que se abren como precipicios entre las grandes y conocidas etapas del pensamiento. Por eso es necesario comenzar con el estudio de las épocas sin brillo” 3 . Por lo tanto, la tarea que acometemos no se puede confundir con el 1
Cf. I. Kant, Kritik der reinen Vernunft [Crítica de la razón pura], en: Werke in zwölf Bänden [Obras en doce volúmenes] , Bd. III, Francfort d.M. 1968, p. 11.
2
José Ortega y Gasset, „A «Historia de la Filosofía», de Emile Bréhier”, en: Obras Completas, Vol. 6, Madrid 1983, p. 380.
3
José Ortega y Gasset, op. cit., p. 380.
3 perfeccionamiento del mapa existente de la filosofía europea. Va más allá de esto, en la medida en que -manteniendo la metáfora de Ortega– pretende ubicar nuevas cordilleras hasta ahora escondidas en la historia de la l a filosofía europea. Como mi intención en este trabajo se dirige en primer lugar a la posibilidad de reconstrucción de tradiciones desfiguradas, ignoradas, incluso a menudo consciente y sistemáticamente oprimidas, me permito también señalar que la reconstrucción pretendida muestra algo así como “la otra cara” de la filosofía sancionada en la mayoría de los manuales de historia de la filosofía. Con la ayuda de esta reconstrucción alternativa la filosofía trasmitida oficialmente, o sea la filosofía cuya historia en gran parte se escribe en conformidad con las tendencias histórico-sociales dominantes en el desarrollo de la civilización occidental, podría disponer de una imagen especular de su historia para con ella tomar consciencia de esta misma historia como de una en la que se excluyeron sistemáticamente aquellas formaciones alternativas que podrían haber evitado sus deformaciones. La historia canonizada de la filosofía, especialmente aquélla en la que la “normatividad de lo clásico” 4 se ha apoderado del desarrollo histórico posterior, necesita esa “otra cara” de sí misma como fuente de crítica y autoesclarecimiento. autoesclarecimiento. Para la filosofía europea debe regir lo que G. Boehme exige de la ciencia europea: “el estado del proceso de autoesclarecimiento de la ciencia europea exige no sólo comprender que el saber científico es un saber disciplinado y controlado, sino tener también una noción de las oscuridades y supresiones originadas por ese control, es decir, saber qué representaciones están excluidas del canon oficial y por qué.” 5. La confrontación de la historia de la filosofía europea con su “otra cara” es además importante porque ésta no es sólo el lado de las alternativas perdidas de modo definitivo. Esta “otra cara” esclarece a la primera acerca de giros en su historia que fueron oprimidos pero aún siguen latentes. Quien reconstruya “la otra cara” de la historia europea de la filosofía no sólo rastreará “las huellas de los vencidos” 6 ni se limitará a transformar una arqueología de posiciones alternativas en el “cauce principal” de la filosofía europea. No se trata sólo de informarse sobre lo pasado para saber más sobre él -“cómo - “cómo fue verdaderamente”. Se trata más bien de restablecer la consciencia histórica sobre el hecho de que el presente y el futuro, que actualmente se nos presentan como los verdaderos problemas para nuestra reflexión filosófica, nos confrontan por su origen con tradiciones humanísticas que no pueden ser consideradas como mero material informativo porque, por lo menos en parte, son “experimentos” sometidos o interrumpidos. Se trata de “planes” para la transformación de la realidad que, como “recuerdo” de posibilidades que también podrían ser las nuestras, representan un potencial latente para la transformación de la historia y la construcción de un nuevo futuro en el que se puedan cancelar las hipotecas para la liberación que lastran su origen. Vista de este modo la confrontación con su “otra cara” representa para la canonizada historia de la filosofía europea la posibilidad de una “con-versión” *, o sea de transformarse a sí misma y de dar media vuelta para encontrarse con esa otra tradición. Pero para ello la 4
Detlev Paetzold, „Ideengeschichte? Objekt und Methode philosophiegeschichtlicher Forschung“ [„¿Historia de las ideas? Objeto y método de la investigación sobre historia de la filosofía“], en: 18 (1989), p. 164. Dialektik 18
5
Alternativas de la ciencia], Francfort d.M. 21993, p. 74. Gernot Boehme, Alternativen der Wissenschaft [ [ Alternativas
6
Así se titula la obra de Helmut G. Haasis sobre los movimientos de emancipación en Europa central, Hamburgo 1984.
*
En el original „Be-kehrung“: de „Bekehrung“ (conversión), el prefijo „be-“ (modificar, incidir sobre un objeto) y „kehren“ (dar media vuelta), aquí en el sentido de „convertir/modificar/transformar „convertir/modificar/transformar““ y „verter“ (Vox: „3 Traducir “) [Nota del trad.].