Diseño de terapia grupal basada en el psicodrama, narradrama y sus diversos estilos para el desarrollo de la autoestima en adolescentes puertorriqueños del género masculino (pubertad temprana - 13-15 años) ________________________ Orama-López, A. (2008, 1 de junio). Diseño de terapia grupal basada en el psicodrama, narradrama y sus diversos estilos para el desarrollo de la autoestima en adolescentes puertorriqueños del género masculino (pubertad temprana - 13-15 años). Revista PsicologiaCientifica.com, 10(36). Disponible en: http://www.psicologiacientifica.com/bv/psicologia-3 http://www.psicologiacientifica.com/bv/psicologia-370-1-diseno-de-terapia-grupa 70-1-diseno-de-terapia-grupal-basada-en-el-psicodram l-basada-en-el-psicodrama-narradrama-.html a-narradrama-.html ________________________
RESUMEN
El siguiente trabajo investigativo se fundamenta fundamenta en el diseño de una terapia grupal grupal para el desarrollo de la autoestima de los adolescentes del género masculino (pubertad temprana - 13-15 años), de Puerto Rico, tomando como punto de partida los siguientes modelos terapéuticos: el psicodrama, el narradrama y sus diversos estilos. Como parte del análisis de la literatura, se destacan varios elementos indispensables para el diseño de una terapia grupal dirigida a la población en cuestión: la importancia de la relación entre pares y la sociabilidad, el desarrollo de la identidad como motor esencial de esta etapa y el valor intrínseco del aprecio a sí mismo. De esta forma, el siguiente trabajo investigativo incluye las aportaciones de los modelos terapéuticos, en función del desarrollo de la cualidad de la autoestima en adolescentes puertorriqueños. Esto se logrará a través del diseño e implementación de los módulos terapéuticos que propone el autor con su respectiva metodología de evaluación. Introducción
El ser humano es un ser esencialmente social, influido profundamente por sus relaciones interpersonales interpersonales que son las que le dan sentido a los tres factores más importantes dentro de su composición: los factores biológicos, psicológicos y sociales (González, ( González, 2000). 2000). Cada uno de estos factores es esencial en la compresión del ser humano, en función de su relación con los demás. De igual forma, en el contexto de terapia, el cambio terapéutico es un proceso enormemente enormemente complejo que sucede mediante un intrincado intercambio de experiencias humanas (Yalom, 2000). 2000). Éste es precisamente el caso de la Terapia de Grupo (GT), en la cual se pueden optimizar muchas de estas destrezas que son parte de la interacción con otros.
Una de las habilidades que se ha observado, se desarrolla en este contexto relacional y grupal, es la autoestima. La característica básica de la autoestima es la de pensar bien de uno mismo. Esta autoimagen tiene una base social, ya que pensar bien de uno mismo siempre se da en relación con los demás y también depende de la aprobación social. La autoestima es un motivo que puede satisfacerse de varias maneras: logrando aprobación social, autorrespeto, prestigio, poder, o teniendo éxito en algún área (González,
2002). Es importante señalar que dicha capacidad, la de desarrollar la autoestima, tiene una relación inextricable con los procesos inherentes a la motivación en el ser humano.
Según la literatura, las personas experimentamos experimentamos una función óptima y un estado de bienestar positivo cuando perseguimos metas que reflejan motivación intrínseca (competencia, (c ompetencia, relacionalidad, autonomía autonomía en la vida), en vez de cuando realizamos actividades que reflejan motivación extrínseca (éxito financiero, reconocimiento social, imagen física). Esto es, aquellos que persiguen motivación intrínseca en la vida tienen un nivel mayor de autoactualización y de vitalidad subjetiva, menos ansiedad y depresión, mayor autoestima, mejores relaciones de alta calidad, tanto con amigos como con seres íntimos, ven menos televisión y consumen menos cigarrillos y alcohol (Kanser & Ryan, 2001. En: Reeve, 2005). Aunque muchos de estos procesos son desarrollados en su totalidad ya en la etapa de la adultez, bien sabemos que la adolescencia es crucial en el desarrollo de las nociones y la construcción c onstrucción de lo que representa la autoestima y la identidad.
La adolescencia comienza con los cambios físicos de la pubertad. Sin embargo, de igual forma, ocurren cambios a nivel biológico, psicológico y social durante el período del desarrollo. Estas primeras etapas de la pubertad estarán caracterizadas caracterizadas por cambios significativos en todos estos aspectos a spectos y, por lo tanto, son importantes en los procesos de formación del individuo (Kendall, 2000). Asimismo, la relación entre pares toma una cualidad intensa y casi desesperada, según los cambios emocionales del adolescente tempano, conforme se van modulando por la red de los pares del mismo sexo (Wiener, 2005). De esta forma, el adolescente es nutrido por los grupos y esto es parte del proceso natural del desarrollo durante las edades de esta etapa. De hecho, las bases normativas del desarrollo desarrollo se centralizan en las relaciones entre pares en la pubertad temprana (Greenspan, 2000).
Como establece Erikson (1968), citado en Novak & Pelaek (2004), la formación de la identidad es la mayor batalla que confronta el aadolescente. dolescente. La identidad, precisamente se refiere al autocuestionamiento autocuestionamiento sobre quien se es, hacia dónde dirigirse y cómo encajar en la sociedad; esto va ligado al desarrollo de la autoestima, lo cual es importante no tan sólo para definir quién se es, sino también para aceptar dicha definición asumida. Es justamente mediante las relaciones entre grupo que se fortalecen las destrezas sociales y la autoestima, se median la separación e individualización emocional de los padres y se aumenta el sentido de identidad (Wiener, 2005).
En el caso de d e Puerto Rico, la Dra. Roselló y cols. (2005) han realizado diversas investigaciones con adolescentes, auspiciadas por el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) y la Universidad de Puerto Rico, en las cuales se ha estudiado la autoestima en función de la sintomatología depresiva. depresiva. De igual forma, Vázquez (2005) destaca la importancia del desarrollo de la autoestima y la responsabilidad social, por lo cual se han elaborado en la Isla campañas tales como la Campaña Nacional para la Autoestima y la Responsabilidad Social. Este tipo de d e recursos pretende promover una autoestima positiva como una forma
diferente para lidiar efectivamente con los problemas sociales en que vivimos. Entre los puntos que se destacan se incluye la disminución de embarazos no deseados y del comportamiento destructivo, y un mayor conocimiento sobre los problemas sociales en los adolescentes, a quienes se les ha inculcado sobre una autoestima positiva. Por lo tanto, el concepto de autoestima ha sido estudiado, analizado y promovido en Puerto Rico como un asunto prioritario, por lo cual, el desarrollo de una Terapia Grupal basada en el desarrollo de la misma sería idóneo como complemento terapéutico para los adolescentes de la Isla.
Como las influencias grupales y las afiliaciones son tan importantes en el desarrollo del adolescente, los grupos diseñados para adolescentes resultan "naturales" para la terapia. De hecho, muchos investigadores piensan que la terapia de grupo es el tratamiento de mayor escogencia para los adolescentes (Scheidlinger, 1985. En: Wiener, 2005). Es importante señalar que en cuanto a la historia de la terapia grupal para adolescentes, hay varios estudiosos que merecen ser mencionados. Primeramente, Betty Gabriel (1939, citado por Wiener, 2005) aparece como el primer clínico en usar la terapia de la entrevista grupal con un grupo de adolescentes del género femenino que preferían hacer preguntas y hablar antes que realizar ciertas actividades (Rachman and Raubolt, 1984. En: Wiener, 2005). Slavson, c onsiderado el padre de la terapia grupal del adolescente, extendió su desarrollo de actividades grupales de niños a actividades verbales para adolescentes (Slavson and Schiffer, 1975. En: Wiener, 2005).
A través de los años, las modificaciones de la técnica psicoanalítica han sido el estándar para todos aquellos que trabajan con adolescentes; esto ha sido denominado el acercamiento para-analítico. Brandes (1973, citado por Wiener, 2005) atribuye dicho término a Slavson y describe este método como el proceso de permitir que el psicoterapista sienta la libertad de interpretar las dinámicas presentes de los miembros del grupo en términos del pasado y de la sesión grupal. En la misma, el terapeuta tiene un papel dirigido a la enseñanza, la dirección, el apoyo, al argumento y la autenticidad (Wiener, 2005). Por lo tanto, basado en dicha información, la terapia de grupo resultaría idónea para ser trabajada con adolescentes, y por lo tanto, esto justifica y legitima el uso de las técnicas de este modelo en dicha población. De igual forma, se sustenta la utilización de un enfoque psicoanalítico y sus modalidades en el modelo que sea utilizado, en este caso, el psicodrama psicoanalítico de grupo y el narradrama.
Wiener (2005) establece que una terapia grupal dirigida hacia adolescentes debe incorporar lo siguiente: una evaluación diagnóstica, una evaluación de elegibilididad, un contrato terapéutico claro con metas específicas. Los grupos usualmente están conformados por 8-12 pacientes, quienes se reúnen semanalmente por aproximadamente 1.5 horas. Según Ackerman (1995) y Sugar (1975) (citados en Wiener, 2005), los pacientes en la adolescencia temprana tienden a funcionar mejor en grupos del mismo sexo; los adolescentes en la edad media y tardía trabajan mejor en grupos con participantes tanto del género femenino como del género masculino (Wiener, 2005). Por lo tanto, si se desarrollara un Modelo de Terapia de Grupo para adolescentes en la pubertad temprana, se recomendaría que los participantes fueran del mismo género.
Por otro lado, la literatura indica que los grupos compuestos por participantes en la pubertad temprana deben incluir actividades adicionales a sentarse y hablar; por otro lado, los adolescentes en su edad media y tardía pueden funcionar verbalmente, solamente. Esto es así, considerando que hay dos puntos de transición durante el desarrollo: la transición del adolescente temprano desde la niñez y la transición del adulto desde la adolescencia tardía (Kendall, 2000). Esto permirte la apertura para realizar actividades diversas dentro de una terapia para adolescentes de la pubertad temprana, lo cual debería considerarse en el desarrollo de la terapia que se propone en este trabajo.
En cuanto a otros detalles sobre la terapia grupal para adolescentes, se pueden destacar los siguientes. Primeramente, algunos aperitivos y bebidas no alcohólicas pueden ser provistas, para hacer más agradable el contexto de terapia grupal (Weiner, 2005). De igual forma, los pacientes pueden ser vistos de manera concurrente en terapia individual o familiar, y el grupo podría ser de corto plazo a largo plazo, con participación que dure desde dos a seis meses, y de 6 meses a dos años, respectivamente . Otro punto
importante en torno a la terapia en adolescentes masculinos, lo es el hecho de considerar que de alguna forma el proceso terapéutico representa la antítesis de la masculina (Meth and Pathick, 1990). Por lo tanto, se debe proveer un espacio en el que se trabaje con los procesos de autoestima e identidad sin que se invalide la noción o concepción sobre la masculinidad. De igual forma, debe proveerse el foro para dialogar sobre los aspectos de la masculinidad, identidad y otros conflictos relacionados, sin invalidar las experiencias individuales de cada participante. Estos puntos inherentes a la diversidad son importantes y han de tomarse en consideración a la hora de desarrollar el modelo de terapia que se propone en este trabajo investigativo.
Considerando todos estos factores en este caso en particular, se elaborará una terapia de grupo cuyos participantes adolescentes sean del género masculino, en su etapa de pubertad temprana. Este servicio profesional ha sido elaborado con el propósito de ser efectuado en el contexto de la Clínica de Servicios Psicológicos de la Escuela de Medicina de Ponce (CSP).
La secuencia en la terapia dirigida a adolescentes tiene una particularidad. En cuanto a la terapia grupal, Dies (1991, citado por Wiener, 2005) establece cinco fases en el desarrollo de los grupos de adolescentes:
1. La relación inicial, que incluye el compartir superficial y la demostración del comportamiento basado en el deseo de estar en grupo por parte de los líderes. 2. El probar los límites, lo cual trae consigo la exploración de los miembros sobre los límities del contrato del grupo y el cuestionamiento sobre los líderes identificados. 3. La resolución de la autoridad, que envuelve el establecimiento de la destreza importante de la negociación.
4. El trabajo en uno mismo, lo cual permite la exploración profunda y minuiciosa de los asuntos interpersonales e intrapsíquicos. 5. El moverse hacia el futuro, que hace posible la adquisición de habilidades para enfrentarse a la pérdida y formular planes para el futuro. De esta forma, basado en estos principios de la terapia grupal para adolescentes y en el interés en el desarrollo de la autoestima en dicha población, se proponen los siguientes objetivos para el trabajo:
1. Establecer una terapia grupal que desarrolle una autoestima positiva, basada en las técnicas del psicodrama, dramaterapia y sus modalidades. 2. Mantener el foco del grupo en el proceso de desarrollo de la autoestima, mediante ejercicios que fomenten la autosuperación y la búsqueda del yo. 3. Centrar la búsqueda del aquí y el ahora mediante ejercicios contextualizados en los que se puedan elaborar narrativas y dramas que evoquen sentimientos, pensamientos y acciones presentes. 4. Desarrollar la cohesión en el grupo por medio de la integración del elemento del co-actor en las diversas representaciones individuales y la retroalimentación de los denominados espectadores en los procesos psicodramáticos. 5. Celebrar los logros de los participantes y los eventos importantes mediante las técnicas de los rituales del narradrama. 6. Lograr el adecuado establecimiento de una buena autoestima luego del cierre de las terapias grupales, en la integración y aplicación de las técnicas en el mundo circundante.
Modelo de la terapia sugerido
Selección de integrantes del grupo
1. Participantes
Basado en la información de la literatura, se ha decidido desarrollar una terapia grupal dirigida a
adolescentes en la pubertad temprana, del género masculino de edad entre los 13 y los 15 años. La terapia se fundamentará en el desarrollo de autoestima. Los participantes serán seleccionados de los "Intakes" de la Clínica de Servicios Psicológicos de la Escuela de Medicina de Ponce, tomando en cuenta el registro de información inherente a los problemas de autoestima o el desarrollo de autoestima.
2. Criterios de inclusión
Como criterios de inclusión, se considerarán los siguientes puntos:
a. Participantes del género masculino b. Edad: 13-15 años c. Nivel educativo: escuela intermedia a primer año de escuela superior d. Condición emocional: situación relacionada a problemas de autoestima o el desarrollo de autoestima e. Participantes que no estén bajo tratamiento psicológico o psiquiátrico de tipo severo: psicosis, trastornos de personalidad marcados, entre otros f. Selección de jóvenes no usuarios de drogas y alcohol g. Motivación intrínseca para participar de la terapia h. Participantes que puedan tolerar la situación grupal i. Participantes que no posean un trastorno de conducta j. Consentimiento de los padres para participar en la terapia
3. Criterios de exclusión
Como criterios de exclusión, se considerarán los siguientes puntos:
a. Participantes del género femenino
b. Edad menor o mayor del rango de 13-15 años c. Participantes en escuela elemental, por razones académicas o de conducta d. Participantes que evidencien en su "Intake" problemas relacionados a la autoestima e. Participantes que estén bajo tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico de tipo severo: daño cerebral, psicosis, paranoide, trastornos de personalidad marcados, conducta suicida, entre otros f. Selección de jóvenes usuarios de drogas y alcohol g. Aquellos jóvenes que cumplen con los requisitos, pero no desean participar de la terapia h. Participantes que no pueden tolerar la situación grupal i. Participantes que posean un trastorno de conducta j. Participantes con un no-consentimiento de los padres para participar de la terapia
Instrumento
Para seleccionar a los participantes, se utilizarán los siguientes instrumentos:
1. Intakes o Insumo de Información General de la Clínica de Servicios Psicológicos: registro subjetivo de problemas relacionados con la autoestima. 2. Entrevista psicodiagnóstica: basada en el proceso de pre-entrevista (Yalom, 1997. En Yalom, 2000). Según este autor, el proceso de entrevista debe explorar las expectativas, los miedos, las nociones erróneas sobre la terapia de grupo, evaluar la congruencia entre las metas individuales y las del grupo, dialogar sobre confidencialidad, introducir el término "aquí y ahora", dialogar sobre la responsabilidad del participante, estar al tanto de los sentimientos y pensamientos y explorar la apertura para experimentar nuevos comportamientos adaptativos. 3. Rosenberg Self-Esteem Scale -Traducida al español: la escala de autoestima de Rosenberg- surge como un intento para alcanzar una medida unidimensional de la autoestima global. Los reactivos de dicha escala están diseñados en un continuo que incluye aseveraciones endorsadas por individuos con una autoestima baja hacia aseveraciones propias de individuos con una autoestima alta (Rosenberg, 1965). Este autor clasificó los 10 reactivos de su esacala con cuatro tipos de alternativas, que van desde totalmente de acuerdo a totalmente en desacuerdo. La consistencia interna en el alpha de Conbach es de 0.78 y la versión
en español de Lorenzo-Hernández & Ouellette (1998) es de 0.77, lo cual legitima el uso de la versión en español, considerando nuestra población de adolescentes hispanohablantes en Puerto Rico.
T ipo de terapia grupal: grupo homogéneo y grupo cerrado
1. Grupo homogéneo
El grupo seleccionado corresponderá a jóvenes del género masculino que confronten únicamente problemas relacionados a la autoestima. Esta selección se llevará a cabo conforme a la literatura, la cual establece que para la edad correspondiente a la pubertad temprana, la terapia deberá ser dirigida a participantes del mismo género. A su vez, considerando los criterios normativos del desarrollo, el trabajo entre pares resulta idóneo para este tipo de terapia. Por otro lado, considerando que el criterio de autoestima es tan amplio y abarcador, que a la vez es esencial en los procesos de identidad correspondientes a su etapa de desarrollo, sería conveniente trabajarlo con un grupo de participantes cuya finalidad esté dirigida a lidiar con situaciones únicamente relacionadas al constructo de la autoestima. Por último, Yalom (1995) establece que los grupos homogéneos son indicados para pacientes con quejas monosintomáticas, son más cohesivos, menos conflictivos y ofrecen apoyo más inmediato, lo que resultaría positivo en una terapia con adolescentes basada en el desarrollo del concepto de autoestima.
2. Grupo cerrado
El grupo será de membrecía cerrada, lo cual, según Yalom (1995), permite una mejor estabilidad y un progreso permanente en las dinámicas del grupo. De igual forma, según dicho autor, se d a la posibilidad de hacer un buen cierre con los pacientes, al ser limitado en tiempo específico y para ciertos participantes predeterminados.
Organización del grupo
1. Entorno físico
El grupo de terapia psicodramática se reunirá en el Salón A-B de Psychoneurometrics, en horas no correspondientes a clases. Yalom (1995) establece que dicho contexto debe llevarse a cabo en un lugar tranquilo, bien iluminado, con buena ventilación y sillas cómodas, lo cual es congruente con dicho salón. El
aula contendrá una organización de sillas en forma circular, con recursos tecnológicos tales c omo radio o proyectos y computador para presentar material en Power Point, de ser necesarios. Hay que recordar que la terapia psicodramática pretende elaborar el drama con la menor cantidad de recursos posibles. Por lo tanto, sólo serán necesarios dichos recursos en la medida que se integren elementos del narradrama, tales como la inclusión de música o imágenes en el proceso terapéutico, o en los denominados "rituales", en los que pueden servir como complemento.
Por otro lado, habrá una mesa en la parte posterior con refrigerios y pasabocas. Solamente durante el proceso denominado en los módulos como Tertulia (parte final de cada módulo), se permitirá el acceso a dicha área.
2. Tiempo
El grupo se reunirá dos veces a la semana, por un promedio de dos meses. El tiempo de la terapia será de una hora y media (90 minutos), tal como sugiere la literatura (Yalom, 1995). Serán dos sesiones, por semana: una dirigida puramente a las técnicas psicodramáticas y narradramáticas y otra dirigida a la catarsis grupal e individual.
3. Tamaño del grupo
El grupo estará compuesto por ocho integrantes, del género masculino, entre las edades de 13 a 15 años, esto según el número ideal de participantes expuesto por Yalom (1995), correspondiente a siete u ocho participantes.
4. Duración del grupo
La terapia durará ocho sesiones de actividad psicodramática y ocho sesiones de discusión sobre las representaciones psicodramáticas y la aplicación al diario vivir (catarsis), para un total de 16 sesiones.
Plan de acción
1. Marco teórico: El modelo del psicodrama, el psicodrama psicoanalítico grupal y el narradrama
Desde las nociones ortodoxas hasta las nuevas tendencias en terapia:
"Drama is a translitiration of the Greek...which means action, or a thing done.
Psychodrama is a transliteration of a thing donde to and with the psyche in action. Psychodrama can be defined, therefore, as the science which explores the "truth" by dramatic methods". J. .L. Moreno
El psicodrama es un método de psicoterapia desarrollado en los años 1930 por J.L. Moreno (1889-1894). Primeramente, la figura de Iacob Levy Moreno aparece como ícono importante en el desarrollo del modelo del psicodrama. Los primeros esbozos de dicho paradigma se remontan a los años de estudiante de Moreno, quien se interesó en gran medida por el teatro y las corrientes literarias y artísticas de su tiempo. Su particular interés por el trabajo con niños se debía al juego creador, espontáneo, no deformado, aspecto que habría de ser esencial en el psicodrama (Kritz, 2001).
La intencionalidad del psicodrama está ligada a la acción humana que, a su vez, está unida al ejercicio de roles; precisamente, en conexión con estos roles se desarrolla el sí mismo de cada quien. El concepto de "rol" de Moreno es amplio y abarca todas las dimensiones de la existencia humana. Justamente en este contexto habría que hacer la distinción entre rol como "categoría" y rol como "acción". La primera acepción se refiere una serie de conserva de conductas en la que se manifiestan pautas de acción prefijadas por la sociedad; la segunda hace referencia a los roles o papeles representados en el aquí y el ahora, que constituyen el yo o el si mismo. En dos palabras: in actu.
Es importante señalar el concepto del átomo social de Moreno, en el cual, el ser humano actúa en función del espacio, el tiempo, la realidad y el cosmos. En este caso, el espacio no se considera solamente de manera física, sino también de manera psicológica y sociológica, y constituye la conexión íntegra de vida de un ser humano dentro de su medio. En la terapia del psicodrama es muy importante, en consecuencia, la reconstrucción de este espacio sobre el escenario. Por otro lado, el tiempo está determinado por el principio del aquí y el ahora. Por lo tanto, el pasado y el presente sólo pueden existir o ser experimentados existencialmente si se dan en un presente en escena. Por su parte, la realidad se refiere al tiempo y al espacio, por lo cual una escena representada no puede ser real en el sentido del mundo ordinario, pero puede ser experimentada como tal dentro del mundo de vida representado, es decir, el mundo auxiliar psicodramático. Por último, el concepto del cosmos se utiliza para designar al contexto global en el cual el
ser humano consuma su proceso de desarrollo y encuentra su destino, que es la realización creadora de él mismo (Kritz, 2001). Desde sus comienzos, el psicodrama psicoanalítico tuvo siempre en Francia una dimensión grupal. De hecho, se le debe al psicodrama el impacto significativo que lleva al desarrollo de la psicoterapia de grupo (Kipper, 2003). Esto le da relevancia a esta modalidad dentro del contexto de la terapia grupal. Siguiendo el modelo inventado por J. L. Moreno, las primeras prácticas inciadas en la Salpetriere por S. Lebovici lo llevan a definir, después de algunos años, un "psicodrama psicoanalítico individual y colectivo", práctica hoy continuada por muchos colegas, tales como N. Amar, G. Bayle, I. Salem y P. Jeammet (Kaes, 2001).
Una dimensión esencial de la terapia psicodramática es la catarsis, el efecto curativo de la revivencia y la actuación de experiencias nocivas.
"Rebobinar la vida en la ilusión no tiene el efecto de un calvario, sino que corrobora el
dicho: toda verdadera repetición nos libera del episodio original". (Moreno, 1923, p.179)
Aunque el psicodrama se aplica también como terapia individual o monodrama, como se observó anteriormente, las nociones fundamentales se refieren al trabajo con grupos. Hay varios elementos escenciales de esta técnica en grupos, los cuales merecen ser destacados:
a. El escenario o lugar de representación se deslinda claramente del restante espacio del grupo. Una imagen de escenario se crea por vía simbólica, con ayuda de la capacidad imaginativa, y se la complementa con el menor número posible de requisitos reales. Este escenario es ahora para el psicodrama, el espacio donde el protagonista desarrolla escenas del pasado y el futuro, sueños, angustias, fantasías, relaciones, situaciones vitales y deseos.
b. El protagonista es, como problematizador o autor y actor principal, un miembro del grupo que pone espontáneamente en escena lo que se le ocurre, inherente a sus problemas y conflictos. Con ayuda del director de escena y co-autores, y recurriendo al lenguaje, la mímica, los gestos y los movimientos, debe alcanzarse el mayor contenido de realidad afectiva que se pueda. Así se vuelve posible que el protagonista viva su realidad o la reviva, pero también que experimente con ella y ponga a prueba posibilidades nuevas
de experiencia y de conducta.
c. El director de escena es el regisseur que asiste al protagonista y le posibilita la representación más intensa. Este papel es desempeñado por el terapeuta quien, iniciado o catalizado por actividades y procesos preparatorios, recoge en lo posible toda la insinuación del protagonista, procura una intensificación de los problemas y después de la escenificación, analiza lo acontecido junto con el protagonita y los otros miembros del grupo.
d. Los co-autores, yoes auxiliares o asistentes, colaboran o asisten al protagonista mientras éste realiza su representación. Figuran personas reales o fantaseadas, personajes simbólicos y demás (ej. padre, madre, jefe, controlador, ambición). Estos "yoes" auxiliares desempeñan roles siguiendo las insinuaciones del protagonista o las propuestas del director de escena y tienen que hacer la mayor empatía posible con su mundo de vida.
e. Los participantes del grupo que no intervienen como co-autores forman, en su condición de público, la caja de resonancia del acontecer dramático. Ayudan durante los preparativos y en la fase de armonización, y después en la fase conclusiva o posterior a la puesta en escena proporcionan, junto con los co-autores, una retroalimentación dirigida al protagonista mediante el compartir y la retroalimentación de identificación. En ésta el protagonista se entera de lo que experimentaron durante la representación los miembros del grupo, de las impresiones que tuvieron, de los pasajes en que se sintieron interpelados, entre otros aspectos. Para esto, es necesaria una coparticipación que sirva de apoyo, en la que el protagonista experimente que no está solo con sus problemas, sino que otras personas tienen dificultades, vivencias y sentimientos semejantes. En la retroalimentación de los roles se comunica al protagonista lo que sintieron los co-actores en sus diversos roles y el modo en que desde esas perspectivas vivieron al protagonista.
f. Las técnicas psicodramáticas sirven al conductor como instrumentos para lograr que procesos, problemas, preguntas, relaciones, etc., se vuelvan claros para el protagonista y el grupo.
De este modo, el psicodrama se divide en tres fases de transcurso:
- Una fase inicial de calentamiento y descubrimiento de problemas. - Una fase de acción o de actuación, de representación y de elaboración del problema. - Una fase conclusiva o de diálogo, integración y terminación.
A cada fase corresponden técnicas específicas, muchas de las cuales se han introducido también en la terapia gestáltica, como la silla vacía, el intercambio de roles y la técnica del doble (en el cual el director repite o acompaña las manifestaciones del protagonista, estando físicamente detrás del mismo).
Petzold (1978, citado por Kritz, 2001) incluye una cuarta fase, denominada reorientación, en la que se ponen a prueba y se consolidan nuevas modalidades de conducta. En el denominado behaviourdrama, se intenta integrar en el psicodrama abordajes de la terapia de conducta como la desensibilización sistemática, el aprendizaje por imitación o la introducción de refuerzos.
Estas técnicas resultan valiosas y enriquecen el contexto de la terapia basada en el psicodrama (Kritz, 2001). De igual forma, se han realizado diversos estudios sobre la integración de las técnicas cognitivasconductuales y el psicodrama, obteniendo grandes resultados (Boury et al., 2001). De hecho, ha sido tal el efecto de dicha modalidad que diversos autores han incluido capítulos concernientes al psicodrama, considerando esta herramienta como la segunda más importante en terapia, luego de la entrevista clínica (Corsini & Wedding, 2001).
En la posmodernidad, han surgido vertientes y campos paralelos muy interesantes que incluyen el elemento del drama en el ámbito terapéutico; de éstas se destaca el modelo del narradrama. Este paradigma incluye libremente varios métodos creativos, entre los que se destacan la música, el dibujo y la pintura, la poesía, el baile y, finalmente, el drama. La idea es ayudar a los participantes a vivir las experiencias en función de la solución de problemas, utilizando historias narrativas derivadas de las vidas de cada uno de ellos (Dunne & Rand, 2003). Como indica la literatura, las historias narrativas envuelven el proceso de re-contar las conversaciones, de tal forma que permita el entendimiento y la acci ón de procesar las experiencias narradas (Morgan, 2000). Así, el narradrama ofrece la oportunidad de expandir las historias vividas de los participantes en una combinación de elementos de comunicación verbal y no verbal a través de la actuación. Este modelo tiene varios puntos centrales, que merecen ser señalados:
a. Cada participante tiene la habilidad innata de crear b. El proceso creativo es curador y transformador c. La actividad expresiva en cada una de las artes estimula, nutre y expande la actividad expresiva en cada uno de los otros d. El narradrama se centra en la historia y ayuda a reconstruir las historias de vida
e. El narradrama utiliza la técnica de la acción, invitando a los participantes a responder por medio del intelecto, la emoción, el cuerpo y el espíritu f. El narradrama se centraliza en los beneficios y en la efectividad mediante la colaboración g. El narradrama cambia el énfasis en patologizar hacia un enfoque de externalización del problema, mediante el drama y las artes creativas h. El narradrama marca y celebra los cambios importantes de la vida por medio de rituales y ceremonias artístico-creativas i. En la narradrama el terapista cree, acepta y respeta a todos por igual
Por otro lado, las nuevas tendencias en las artes curativas han incluido el elemento de la espiritualidad y del alma (Winters, 2000. En: Hammer, 2000). Esta dimensión es importante, considerando la relevancia de este aspecto en el desarrollo del ser en su totalidad. De igual forma, las implicaciones de la diversidad han causado un impacto positivo en la incursión de dinámicas psicodramáticas tales como ejercicios de invasión de alienígenas para desarrollar el concepto inherente a las diferencias en las personas (Pam & Rory, 2000). Por último, las tendencias de la realidad virtual han invadido la terapia psicológica, por lo que no dudemos que pronto se integren elementos de este tipo en la terapia psicodramática (Riva & Vincelli, 2001). Todas estas técnicas de vanguardia serán consideradas para el desarrollo de la terapia que se propone a continuación.
Es importante destacar que una de las figuras importantes, en cuanto al concepto de autoestima se refiere, es Nathaniel Branden. Este autor destaca la importancia de centrarse en la práctica y en la acción para desarrollar dicho constructo como parte de la persona, lo cual conlleva una actitud activa y d irigida en aquél que desea desarrollarla (Branden, 1994). Por lo tanto, considerando la logística de la terapia psicodramática, la cual se centra en la filosofía del in actu, la misma resultaría cónsona con lo establecido por dicho autor sobre la construcción de la autoestima y, por consiguiente, legitima el uso de dicha terapia para el desarrollo de dicho concepto.
Tomando en cuenta la riqueza de contenido de ambos modelos basados en el drama y las artes, este modelo permite el desarrollo de una terapia dirigida hacia adolescentes, en este caso, para el desarrollo de la autoestima y, por lo tanto, el desarrollo de la virtud de fortaleza eriksoniana (Corsini & Wedding, 2001) en los procesos de identidad que confronta el joven adolescente. A continuación se presenta el boceto del modelo de terapia creado para efectos de este trabajo.
2. Creación de sesiones/módulos
a. Metas (basadas en los objetivos generales)
- Establecer una terapia grupal que desarrolle una autoestima positiva en adolescentes - Mantener el foco del grupo en el proceso de desarrollo de la autoestima - Centrar la búsqueda del aquí y el ahora - Desarrollar la cohesión en el grupo y las aplicaciones del concepto de grupo en la vida de cada participante - Celebrar los logros de los participantes y los eventos importantes - Lograr la adecuación del establecimiento de una buena autoestima luego del cierre de las terapias grupales
b. Objetivo de proceso
Desarrollar la autoestima en los participantes de forma escalonada, mediante la aplicación de las diversas técnicas del psicodrama, narradrama y sus modalidades.
c. Objetivo del resultado
Lograr una mejor autopercepción y amor a sí mismo por parte de los participantes, lo cual les permitirá su vez tener una mejor percepción de los demás y de su mundo circundante. Esto se evidenciará mediante su conducta en el grupo y en los diversos contextos en los cuales forman parte, lo cual les posibilitará, a su vez, desarrollar la virtud de fortaleza correspondiente a su etapa de desarrollo según Erikson.
d. Módulos
Los módulos estarán basados en las cuatro etapas del desarrollo de grupo de Irvin Yalom (1995):
- Orientación - Conflicto - Desarrollo de cohesión y de taller grupal - Terminación
De igual forma, integrarán las cuatro fases de transcurso del psicodrama (Kritz, 2001):
- Fase inicial de calentamiento y descubrimiento de problemas - Fase de acción o de actuación, de representación y de elaboración del problema - Fase conclusiva o de diálogo, integración y terminación (denominada "Tertulia" para efectos del modelo sugerido) - Fase de reorientación, en la cual se ponen a prueba y se consolidan nuevas modalidades de conducta
En cuanto al Narradrama, se utilizarán las siguientes fases (Dunne & Rand, 2003. En: Kritz, 2001):
- Fase correspondiente al proceso de re-contar historias - Fase correspondiente a la celebración de eventos mediante rituales 3. Protocolos
a. Cómo prevenir bajas en la terapia grupal
Para prevenir las bajas en la terapia grupal se tomarán las siguientes medidas:
Primeramente, se desarrollarán diversos acuerdos entre los participantes, en los cuales se destacará la importancia de la terapia grupal y de la participación activa de sus miembros. Esto aparecerá en el contrato de los participantes y del terapeuta, que se desarrollará en cada grupo en particular.
Es importante señalar que en todo grupo, es posible que ocurra el proceso de bajas por parte de uno o más miembros (Yalom, 1997; citado por Yalom, 2000). De ser así, se le permitirá al participante que decida terminar con el proceso la oportunidad de que pueda expresarse con el grupo alguna forma, de así
requerirlo (ej.: carta, grabación, entre otros).
De ser de esta forma o de no ser así, se trabajará el proceso de pérdida en el grupo, las aplicaciones en las pérdidas de la vida cotidiana y se evaluará la posición del resto de los participantes dentro del grupo.
b. Qué hacer si tiene que eliminar a un participante de la terapia grupal
Si hubiese la necesidad de eliminar uno de los participantes de la terapia grupal, se le explicaría al mismo sobre la importancia del tiempo del grupo y, a su vez, el tiempo de éste como participante, por lo cual, se le pedirá que salga por algún tiempo determinado, de ser este el caso. De ser necesaria la terapia individual para alguno de los miembros, de igual forma se le informará, todo en un ambiente cómodo y de respeto con el participante. Es importante considerar que puede que el grupo haya logrado un balance en términos del tiempo en un momento preciso y que, por alguna razón, la no exclusión de un miembro pueda afectar a tal extremo que ocurra el sabotaje de la terapia.
c. Qué hacer si un paciente experimenta una crisis en una sesión de terapia grupal
De existir algún momento de crisis en una sesión grupal se tomaran las siguientes medidas:
- Buscar un coterapista para acompañar el proceso - CSP - Manejar la crisis de forma individual - El coterapista se mantendrá con el grupo - Disminuir la intensidad de la crisis - Validar la experiencia del participante - Llamar a los padres, si es necesaria una intervención adicional a nivel hospitalario, considerando que es un menor - Referirlo a ayuda inmediata, de ser necesario - Dialogar con el grupo sobre la experiencia vivida
- Validar las experiencias del grupo en torno a la crisis
d. Cómo manejará tardanzas o ausencias por parte del o de la participante
Para manejar las tardanzas y las ausencias, primeramente se dialogará sobre la importancia de la puntualidad y asistencia en relación al compromiso consigo mismo y con los demás (contrato). El asistir a las terapias a tiempo y consistentemente demuestra compromiso y lealtad con el proceso, con los demás, con el terapista y con el participante.
De igual forma, de ocurrir esto, se traerá a colación en las tertulias de grupo y se tratará de explorar las posibles razones y las manifestaciones de conducta similar en otros contextos.
e. Qué hacer si el terapeuta se ve en la necesidad de llegar tarde o de ausentarse a alguna sesión
El terapista manejará las condiciones de la forma más responsable posible. De tener que ausentarse o llegar tarde, lo avisará en la terapia anterior (contrato). De suceder dicha situación el mismo día, tratará de avisar a la Clínica de Servicios Psicológicos. Se asignará un psicólogo en adiestramiento para permanecer con el grupo mientras llega el terapista, o se suspenderá de ser necesario. En la próxima intervención grupal se discutiría sobre las reacciones del grupo en torno a dicho incidente, además de las implicaciones de esta situación en otros contextos. Lo importante sobre este protocolo es que no se deje de discutir dicha situación en la próxima sesión de que esto ocurra.
f. Qué hacer si identifica que hay dos o más integrantes del grupo que tiene algún tipo de relación amorosa
Si se identifica que existe una relación amorosa entre integrantes del grupo, esto tendrá que ser discutido de forma individual con las partes. Hay que recordar que el grupo seleccionado es homogéneo en género. No obstante, esto no es sinónimo de que no ocurran procesos de estimación o de tipo relacional. Precisamente, se presentará la opción de establecer como regla que de ocurrir esto, ya sea como amigos, amigos especiales, etc., ambos tendrán que abandonar la terapia, considerando la relación de compañeros de terapia que debe existir en este tipo de procesos, y no de amistad o de lazo afectivo. De presentarse esta situación, ambos deberán abandonar la terapia voluntariamente, o si no el grupo y el terapista le confrontarán e invitarán respetuosamente a abandonar el proceso. Hay que recordar que uno de los fines primordiales de la terapia del grupo lo es la cohesión y la integridad de los procesos, por lo cual, si esto afecta debe ser erradicado del sistema. Por otra parte, el o la terapista asignada debe recordar que no deben ocurrir relaciones duales y menos con personas menores de edad.
g. Qué hacer con secretos y/o chismes en el grupo
Durante la primera sesión se dialogará sobre el efecto negativo de los secretos y chismes en el grupo. De ocurrir esto, se dialogará en las tertulias de grupo sobre cómo dicha complicidad afecta las relaciones a nivel del sistema. Cada una de estas situaciones se discutirán en las intervenciones. De afectar el proceso de forma considerable, se exhortará respetuosamente a que los miembros consideren la salida del grupo o el erradicar dicha conducta.
4. Plan de evaluación
La evaluación de la terapia de grupo constará de cuatro fases:
a. Evaluación sobre las expectativas de la terapia -prospectivab. Evaluación del funcionamiento, la satisfacción y la efectividad del programa -retrospectivac. Evaluación subjetiva del participante mediante una entrevista final - retrospectivad. Desempeño: evaluación global de la autoestima mediante la Rosenberg Self-Esteem Scale traducida al español - prospectiva/retrospectiva-
Para evaluar las expectativas de la Terapia, cada participante responderá las preguntas de la Hoja de Expectativas diseñada para tales fines.
Por otro lado, para evaluar el funcionamiento, la satisfacción y la efectividad del programa en general, se utilizará una hoja que incluye las fortalezas, las debilidades y las fortalezas del mismo. Esta hoja será completada en una última entrevista individual, en la cual a su vez se recopilará la percepción subjetiva del participante en torno a la terapia, el grupo, el terapista y su interacción como participante.
A su vez, se le ofrecerá Rosenberg Self-Esteem Scale traducida al español de forma prospectiva y retrospectiva, tipo pre y post, para observar las discrepancias entre la primera y la última administración. Dichos resultados se discutirán con el participante en la entrevista final.
De esta forma, cada una de estas fases proveerá información valiosa sobre el funcionamiento de la Terapia Grupal Psicodramática y sus modalidades para la población de adolescentes seleccionada en este trabajo investigativo y, por lo tanto, permitirá observar sus resultados en el desarrollo de autoestima, además de proveer datos interesantes para modificaciones en las aplicaciones futuras. Referencias
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Sitios Web recomendados:
www.avanceboricua.org/boricua/autoestima www.lesley.edu/faculty/estrella/psychodrama.html