LOS MERCADOS DE FUTUROS 1 A propósito de los instrumentos derivados que permiten cubrir riesgos PERCY BARRETO QUINECHE
La globalización que viene experimentando nuestra economía determina que los agentes económicos tiendan a salvaguardarse ante eventuales fluctuaciones que podrían experimentar los precios, precios, cuya cotización no depende de aspectos concernientes al mercado local. En este contexto, los futuros se constituyen en una buena alternativa de cobertura, convirtiéndose, a la vez, en un instrumento altamente especulativo, riesgoso y rentable. rentable. El presente informe nos proporciona algunos lineamientos de la función que cumplen estos instrumentos, así como de las ventajas consustanciales a ellos. Una transacción normal desarrollada en el marco del comercio internacional, así como una operación financiera interna de gran escala, determina, usualmente, que los agentes económicos intervinientes en ellas experimenten, impotentes, las variaciones o fluctuaciones de precios, los cuales se encuentran sujetos a cotizaciones internacionales. Sabido es que la variación de los precios puede producirse por diversas razones, dentro de las cuales podemos destacar a los fenómenos naturales y a las llamadas “tempestades financieras”, las cuales tienen incidencia tanto en el en el mercado de divisas, así como en el de tasas de interés. Sin embargo, el desarrollo que han experimentado los mercados financieros internacionales ha determinado que surjan nuevos instrumentos financieros, cuya razón de ser, por lo menos en un primer momento, consistió en otorgar a los agentes económicos la posibilidad de poder manejar y controlar la referida fluctuación de precios. La manera mediante mediante la cual los agentes agentes pueden controlar controlar dicha variación variación es recurriendo a los llamados “instrumentos financieros derivados” que, en principio, surgieron como mecanismos de cobertura de riesgos, permitiéndoles riesgos, permitiéndoles aprovechar, atenuar o contrarrestar el acaecimiento de sucesos influyentes en la cotización de determinados bienes. Origen de los derivados
Los llamados llamados “instrumentos financieros derivados” surgen como consecuencia de las operaciones de commodities que se realizaban en las distintas Bolsas de Productos del mundo. Como sabemos, las Bolsas de Productos, cuya principal es la Chicago Board of Trade, son instituciones que promueven, organizan y mantienen un mercado público de productos de origen o destino agropecuario, pesquero, minero o industrial, ofreciendo a sus asociados un lugar de reunión que cuenta con las condiciones de seguridad, legalidad y transparencia de precios, necesarias para la concertación de las operaciones que se inscriban en ellas. En este sentido, en estos recintos se empiezan a desarrollar una serie de instrumentos que “derivaban” de las operaciones normales de compraventa de los bien es enunciados, 1
Tomado de El Peruano. Edición del 25 de setiembre de 1995
surgiendo, básicamente, para permitir a los operadores económicos protegerse de los efectos de las bruscas fluctuaciones de precios causados por la estacionalidad climática y por otros fenómenos naturales. En otras palabras, a estos instrumentos se le conoce como “derivados” en consideración a que sus precios, plazos y demás características dependen de la de otros activos (representados por el derivado), llamados a su vez subyacentes (acciones, tipos de interés, mercaderías). Es en el seno de las Bolsas de Productos donde empieza a gestarse un elemento importantísimo que definiría, posteriormente, a todas las demás operaciones de cobertura: la no exigibilidad de la entrega-retiro de los bienes contratados. Es decir, llegado el momento de la entrega-retiro de la mercadería, el operador se acostumbró a realizar la operación contraria. De esta forma, anulaba su posición con la bolsa, liquidándose tan sólo la diferencia entre el precio del día de apertura de la posición con aquélla del día de cierre de la misma. Se creó, de esta manera, la costumbre de diferenciar la operación ligada sólo a la fijación del precio (en Bolsa), de la operación netamente comercial de entrega-retiro de mercadería (directamente con el cliente), utilizándose el valor en bolsa como instrumento para definir el precio en la transacción comercial. La operación de cobertura
Resulta necesario precisar que una operación de cobertura consiste en asumir una posición en la cual, a la vez, tengamos una posición de riesgo opuesta a aquel en r elación al cual estamos expuestos. Esta simple operación elimina o reduce (dependiendo si la operación de cobertura es total o parcial) el riesgo de una eventual variación del precio. De esta manera, si el riesgo está constituido por la posibilidad que descienda el precio, entonces lo recomendable es que se asuma una posición vendedora en el mercado de coberturas. Inversamente hablando, si el riesgo es de un aumento de precios, entonces lo ideal será tomar una posición de compra en el mercado a plazos. En otras palabras, cubrirse de los riesgos mediante los “derivados” determina que pueda compensarse la pérdida financiera con el precio de venta del físico, o a la inversa. Estos instrumentos, que como lo hemos delineado surgen como mecanismos de cobertura de riesgos, fueron posteriormente adoptados por los especuladores financieros, introduciéndose y adaptándose a las características propias del mercado de capitales. Durante los 70’ e inicios de los 80’, la volatilidad en los retornos de los instrumentos financieros tradicionales, en los tipos de cambio de las principales monedas y en los precios internacionales de las materias primas, llevaron a un incremento en la demanda por mecanismos para efectuar coberturas de los mayores riesgos asumidos por las empresas en la realización de sus operaciones financieras. Las condiciones concretas empiezan a gestarse a partir de 1972, luego de producirse la quiebra del sistema monetario y a raíz de la crisis energética, al suscitarse bruscas alteraciones en el sistema monetario internacional, lo cual conllevó a que los principales países occidentales opten por dejar libre la flotación de sus tipos de cambios.
Es en este contexto en el cual se empieza a desarrollar mercados de futuros de divisas en los principales centros bancarios como Nueva York y Londres, para cubrirse ante el mayor riesgo cambiario asociado al nuevo contexto internacional. De esta forma, por el lado de la oferta, la aparición de estos “instrumentos derivados” significó desde el inicio una oportunidad de inversión, tanto para especuladores como para inversionistas en instrumentos de alto riesgo, pero con potencialidad de obtener ganancias por encima del promedio obtenible mediante los instrumentos tradicionales. Dentro del universo de “derivados” más utilizados en el panorama financiero podemos enunciar a los Swaps, a los Futuros, a las Opciones, a los Forwards, a los Warrants, entre otros. M e rc a d o d e f u t u r o s
Los mercados a futuro se constituyen en aquellos recintos donde es posible comprar sin dinero y vender sin tener mercancías; en donde menos del 2% de las operaciones son entregadas con la recepción efectiva del bien transado, resultando la mayoría liquidada adoptando la posición contraria a la que le dio origen (de compra o venta) y donde la especulación más que una desventaja es imprescindible para su funcionamiento. En estos recintos se transan contratos a futuro, los cuales constituyen acuerdos para entregar en una fecha predeterminada (a futuro), una cierta cantidad de productos, instrumentos financieros y/o monedas extranjeras, según términos convenidos en el presente.
Cabe destacar que resulta muy pequeño el número de contratos a futuro que llegan a su vencimiento, por cuanto en cualquier momento, antes de la fecha de ejecución, el compromiso de comprar o vender puede ser extinguido realizando una operación inversa en la Bolsa. En este caso, la diferencia entre el precio al que fue abierto el contrato y el precio al que se realizó la operación inversa representa la utilidad o pérdida de su participación en futuros. Debido a su naturaleza, las cotizaciones de los futuros reflejan los niveles de precios esperados para los próximos meses de los distintos activos, lo que otorga una muy buena información para la toma de decisiones de los agentes económicos, constituyéndose en una importante contribución a las proyecciones económicas y a la planificación financiera de las empresas. Una de las principales características de estos contratos radica en ser estándares, es decir su contenido normativo es estructurado en base a directrices preestablecidas e iguales para todos los inversionistas respecto a: monto o tamaño de los contratos, fecha de maduración, activo subyacente (productos, moneda o acciones), entre otras. Consecuentemente, la única variable negociable la constituye el precio. Esta homogeneidad permite que estos contratos sean intercambiables y rápidamente negociables entre compradores y vendedores (liquidez efectiva), lo cual faculta a su vez a que sean cancelables con una transacción opuesta a la asumida primigeniamente.
Ventajas de los futuros 1. En el caso de productos, permite a los productores estabilizar sus flujos de caja, proyectar sus ingresos en el futuro y liberalizar capitales, reducir sus gastos en transporte de carga y, finalmente, flexibilizar sus decisiones de compraventa de mercancías físicas. 2. En el caso de tasas de interés, permite a los agentes económicos tener una mayor protección efectiva de su cartera de títulos. En la medida que el comportamiento de la tasa de interés dependa de la inflación y de los objetivos de la política de corto plazo, la existencia de los mercados de futuros proporciona a los empresarios un importante instrumento de gestión que les permite anticipar sus costos financieros para fechas futuras. 3. Asimismo, para un exportador que reciba por su producto el pago en la moneda del importador, le será de vital importancia su cobertura en el mercado de futuros de divisas. Sus costos y, por tanto, sus precios se encuentran expresados en su moneda nativa, por lo cual resulta indispensable que al momento en que finalice su operación, conozca con certeza el ingreso (expresado en su moneda) que recibirá por la transacción efectuada. 4. Si los futuros incidieran sobre “índices de acciones” protege al titular de eventuales fluctuaciones de los precios de las acciones componentes de la canasta, constituyendo, a la vez, una alternativa de menor costo para invertir en el mercado de acciones. En esta hipótesis, los inversionistas que esperan un alza en el mercado compran futuros, mientras que los inversionistas que esperan una baja venden futuros, protegiéndolos de alzas o bajas, respectivamente, inesperadas en el valor bursátil de los títulos. Esta posibilidad lo convierte en un instrumento bastante útil, sobre todo para los
llamados inversionistas institucionales, quienes podrán disminuir el riesgo inherente a sus inversiones en instrumentos de renta variable como consecuencia de la mayor diversificación que podrán incorporar en su portafolio. 5. Las transacciones con futuros atrae grandes volúmenes de capitales de riesgo ante la posibilidad de ganancias derivadas de la variación de los precios, así como por el reducido monto de inversión exigido, dado que al tomar una posición en el mercado sólo se exige cubrir el margen inicial, no requiriéndose pagar por el compromiso al momento de suscribirse el contrato.
LOS 10 PRINCIPALES FUTUROS SEGÚN NUMERO DE CONTRATOS NEGOCIADOS, EE.UU.: 1992 T-BONDS. CBOT EURODOLLAR, CME CRUDE OIL, NYMEX S&P 500 INDEX, CME DEUTSCHEMARK, CME T – NOTES (10 Year), CBOT CORN, CBOT SOY BEANS, CBOT Nº 2 HEATING OIL, NY, NYMEX UNLEADED REGULAR GAS OTROS
TOTAL
70’003.894 60’531.066 21’109.562 12’414.157 11’593.174 11’217.938 10’356.632 9’000169 8’005.462 6’674.757 74’385.221 295’292.032
FUENTE: FUTURES INDUSTRY ASSOCIATION, INC
23,71 % 20,50 7,15 4,20 3,93 3,80 3,51 3,05 2,71 2,26 25,19
100,00