El ethos posmoderno y la entropía sistémica como motores narrativos en los cuentos de Rodrigo Fresán:
una aproximación a las nuevas poéticas del cuento latinoamericano contemporáneo
Introducción
La narrativa del escritor argentino Rodrigo Fresán Fresán ha sido una de las más importantes de las últimas décadas, sin lugar a dudas. En ella es posible enco encont ntra rarr as aspe pect ctos os que que llam llaman an la aten atenci ción ón so sobr bre e la co con ngu gurac ració ión n estética que enmarca su pro!ecto. "u experiencia literaria #$risteva% presenta historias que proli&eran en imágenes, voces, construcciones que imposi imposibil bilita itan n ―como las grandes pie'as maestras del arte― un sent se ntid ido o un(v un(voc oco o de inte interpr rpret etac ació ión n que, que, al desbor desborda darr los los l(mi l(mite tess narrativos, pone de maniesto la observación de las problemáticas del mundo actual de &orma enriquecedora. )odo lo anterior convierte al argent argentino ino en un esc escrit ritor or de import importanc ancia ia &undam &undament ental al en las nuevas nuevas poétic poéticas as del cuento cuento latino latinoame americ ricano ano.. "i bien Fre Fresán sán es uno de los escritores más representativos de su generación ! sus textos se han hecho reconocidos en el campo1 de las letras latinoamericanas, poco ha sido el estudio que se le ha dedicado a su producción ! de manera particular en sus cuentos. *or lo anterior el presente texto se propone identicar los elementos cent ce ntra rale less que que &unc &uncio iona nan n co como mo moto motorres nar narrati rativo voss en los los relat elatos os seleccion sele ccionados ados #Historia Historia Argentina Argentina ! Adivinen qué traje de regalo, o apuntes para una teoría del futuro del libro o del libro del futuro%. futuro%. +na ve' identicados, será posible anali'ar ! construir una denición de la poética del autor argentino ! lograr posteriormente el diálogo con otros auto autore ress de su gene genera raci ción ón.. e es esta ta ma mane nera ra tamb tambié ién n es espe pero ro pode poderr - "e considera el término aqu( en el sentido en que lo usa el sociólogo &rancés *ierre ourdieu en Las reglas del arte: Génesis y estructura del campo literario. literario. El campo literario representa /la principal mediación entre la realidad sociocultural ! la literatura. 0uando penetran al campo literario, las di&erentes posiciones axiológicas de los autores se ven sometidas a través de la &orma a las le!es espec(cas del campo literario, caracteri'ado por su autonom(a &rente al campo económico o de poder. e esta manera, lo que desde el punto de vista sociocultural sociocultural representa la posición ética ! pol(tica del autor, en el campo literario se trans&orma, desde el punto de vista estético, en una toma de posición. El campo literario impone su propia lógica, sus propias 1reglas2 !, mediante un 1e&ecto de re&racción2 re&racción2 o un proceso de homologación ! reestructuración, traduce los valores éticos ! cognoscitivos relacionados con determinada posición axiológica convirtiéndolos convirtiéndolos en estéticos al nivel de toma de posición3. #iaconu 45-6, 75% nfasis mío!
contribuir a la redenición de la poética del cuento latinoamericano contemporáneo, como es el deseo de esta publicación de la "olecci#n $emilleros. $emilleros. Entre algunas caracter(sticas de los textos del argentino se cuenta el uso de un andamia8e andamia8e comple8o comple8o en la composición composición textual textual,, la sobreposición sobreposición de dist distin inta tass silu siluet etas as ! geom geomet etr( r(as as narra narrati tiva vas, s, la arti articu cula laci ción ón de un entramado representativo e imaginario di&uso. Estas cualidades obligan al lector a adentrarse en sus textos como quien entra a un laberinto, cu!a única salida aparente supone un regreso9 volver a entrar en él. Las narraciones de Fresán, como veremos más adelante, están descentradas ! delimitan múltiples espacios tanto temporales como geográcos. "e valen del uso de la cita, de la autore&erencialidad, del texto dentro del texto, de las múltiples alusiones simbólicas a las artes para lograr una construcció construcción n en apariencia caótica. caótica. Esta construcción construcción insta a pensar pensar en un relato que tiende a la disolución. El estilo del autor argentino propicia, además, la idea de la inestabilidad narrativa, que será parte esencial en el deseo de representación ccional que desea lograr. Esta tendencia pued puede e se serr co cons nsid ider erad ada a de &or &orma ac acer erta tada da siem siempr pre e ! cuan cuando do los los principios de caos ! de disolución dependan de un sistema de re&erencia preciso #aunque no inmutable%. e no ser as(, ha de comprenderse como en una mera nader(a, cuando lo que se desea representar en los textos del argentino es lo contrario9 la 1entrop(a2 como causa de la realidad actual en la que se encuentra el hombre ! que lo rebasa. 1. La alternativa alternativa axiológica axiológica de Rodrigo Rodrigo Fresá Fresán n
: través de la representación ccional e interpretación de los comple8os tiempo tiemposs actual actuales es en que habita habitamos mos,, el esc escrit ritor or argent argentino ino evalúa evalúa el presente histórico considerando la vastedad de la existencia del hombre que que ha sido sido arro arro8a 8ado do a un mund mundo o que que exce excede de prog progre resi siva vame ment nte e las las &ronteras de lo real. El ser humano que ha sido arro8ado a un mundo en el que su ser se disu disuel elve ve en es esa a real realid idad ad co con& n&usa usa,, en es esa a me me'c 'cla la indeterminada de lo simulado, lo aparente o lo inexistente con lo que se considera real. El hombre, al que se le imposibilita la comprensión del mund mundo o o la as asim imil ilac ació ión n de su ento entorn rno o por porque que ese ento entorn rno o es lo sucie cientemente basto ! enrevesado para ara que no logre gre dicha comprensión, sino solo por peque;os momentos, de modo que parece terminar por desintegrarse en él. *ara empe'ar, hemos de aclarar al lector que debemos siempre tener en cuenta que los recursos narrativos enunciados brevemente arriba, de los que echa mano Fresán para su propuesta, obedecen a la valoración ! cr(t cr(tic ica a que que real reali' i'a a por por me medi dio o de ello elloss al inte integr grarl arlos os en lo que, que, en
términos de a8t(n, entendemos como una forma arquitect#nica%. La evaluación de la tradición narrativa de la literatura del realismo, predominante en épocas inmediatamente anteriores a sus primeras publicaciones, ! su distanciamiento de ella es sólo un e8emplo de su toma de posici#n&. *ero lo que cabe resaltar que la propuesta re
4 0omo lo propone a8t(n en su texto 'roblemas literarios y estéticos, la >&orma arquitectónica? reúne la organi'ación del material verbal #>&orma composicional?, para a8t(n%, en el caso de una obra literaria, con la /unicación de los valores cognoscitivos ! éticos3 que propone el autor en sus textos. El cr(tico soviético expone as( la imposibilidad de separar los recursos &ormales del signicado total de una creación art(stica.
6 "egún ourdieu la toma de posición consiste en una evaluación cr(tica #! por ello propositiva% que tiene el artista, bien sea &rente a ciertas posiciones literarias o art(sticas o bien, respeto a otros 1actos ! discursos pol(ticos, maniestos2 #ourdieu -77@, 6=6%.
= AélBne *ouliquen arma que la creación /es &ruto de una opción ideológica #empleamos el ad8etivo en el sentido mu! amplio, equivalente a semiótico ―socioCsemiótico― D%. Es &ruto de una axiolog(a, de una valoración del mundo hostil a la seriedad monológica de la cultura ocialG es eminentemente contestataria, en todas sus dimensionesG en su tipo de héroe problemático, pero sobre todo en su manera de introducir en su seno una multiplicidad de discursos sin privilegiar ninguno, convirtiéndose en el discurso de la puesta en relación, en el discurso poli&ónico #el discurso ambiguo del s( ! no lucHasciano%3 #*ouliquen -774, 45C4-%. *or lo tanto podemos armar que, como lo menciona la maestra, /la modelación del material, la integraci#n de las formas (en el sentido bajtiniano, precisamente) y la construcci#n integral del te*to artístico es producida por un sujeto +a*iol#gicamente activo (que no puede ser confundido con un individuo +psicol#gicamente subjetivo), a partir de ideolog(as sociales integradas al cuerpo del texto ba8o la &orma de discursos3 #*ouliquen -77I, -I% nfasis mío!
. La noción de !entropía" como mani#estación de la crisis del paradigma de la modernidad
En los cuentos de Fresán se puede observar algunos procedimientos que orientan la discusión sobre los rasgos denitorios de las nuevas poéticas del género. El cuento contemporáneo explora esos procedimientos por lo que puede considerarse como una mani&estación de ruptura con la tradición9 puestas en &orma que evidencian lo que Eduardo ecerra llama /la crisis del paradigma de la modernidad3 en la literatura de ho!. :l respecto, el estudioso espa;ol se;ala lo siguiente9 Jo es descabellado pensar que esta redenición del género arranque de las exigencias que una nueva visión del mundo impone a la propia construcción del relato. El nal no conclusivo &rente a la es&ericidadG la ramicación argumental de cuentos que se prolongan sin dirección precisa &rente a la brevedad ! la historia únicaG la escritura en red, multilineal ! de apariencia caótica, &rente a la escritura cerrada, ! la metacción ! la re
La idea que propone el estudioso espa;ol acerca la mencionada 1entrop(a2 de la realidad actual presenta una perspectiva valiosa acerca de la elaboración de las narraciones ccionales ho!, como es el caso de Fresán. El término que usa ecerra es acertado ! llamativo por la amplitud de su contenido simbólico pero en especial por su precisión. *ara aproximarnos a la noción de 1entrop(a2, se tendrá en cuenta aqu(, de &orma mu! simplicada, el sentido que se le da al término en la llamada 3eoría sistémica. : continuación se considerarán brevemente algunas aproximaciones a esta. En -7K7, el cient(co austriaco Ludig von ertalanM! propuso en su 3eoría General de $istemas algunas precisiones sobre lo que considera un /sistema3. Los conceptos básicos respecto al mismo ! las especicidades con relación a planteamientos importantes de la 3eoría sistémica como la )eor(a de 8uegos.I En su estudio, ertalanM! inclu!e el lengua8e dentro de la clasicación de los sistemas simbólicos 8unto con las matemáticas, la música, la lógica ! las ciencias en general. Esta inclusión del lengua8e nos incumbe, como es natural, en el presente estudio, !a que de lo que habla es del arte literario. La denición de lo I Néase al respecto ertalanM! Non, L. 3eoría General de los $istemas. Fondo de 0ultura Económica9 Oéxico. -7@K.
que se entiende por >sistema? es ardua ! extensa, sin embargo, de lo que observa ertalanM! es importante se;alar algunos acercamientos al concepto que pueden dar luces para comprender el término 1entrop(a2, utili'ado para cualquier sistema general. Es importante anotar que en el presente caso el sistema que revisamos es también un sistema de valores9 el de la modernidad ! de su variación denominada >posmodernidad? o modernidad tard(a. "egún explica ertalanM!, dentro de un sistema determinado, toda la energ(a que se vincula o que se incorpora a él se rige según el comportamiento de la Le! de la conservación de la energ(a, lo que signica que la suma de la energ(a que entra a un sistema es equivalente a la energ(a que sale del mismo. Jo obstante, existe dentro de este proceso un &enómeno interesante9 el cumplimiento de la segunda Le! de la termodinámica, la cual establece la posibilidad de que en todo sistema se presente una propensión a la desorgani'ación ! que esta propensión tiende siempre a aumentar, a ese ineludible aumento de la tendencia al caos se le denomina 1entrop(a2. El uso del término 1entrop(a2 por parte de ecerra remite entonces a la desestabili'ación del orden, la tendencia al caos, en lo que se podr(a considerar como un sistema que enmarca la pluralidad de &enómenos sociales mencionados anteriormente. El principio de entrop(a que se visibili'a en la actualidad es e&ectivamente la crisis del paradigma de la modernidad traducido en lo que distintos teóricos ! estudiosos especiali'ados han denominado como >posmodernidad? o >modernidad
tard(a?.K Este principio ! sus correspondientes herramientas ―que se pueden distinguen de manera simbólica en los textos de Rodrigo Fresán― pueden observarse como una aparición de dinámicas elaboradas con comple8idad, de manera que cada dinámica no sea inexplicable, sino que constitu!a en s( misma un principio de trans&ormación espec(co que requiere instrumentos ad hoc para ser descrita, interpretada o explicada. #0alabrese -7P@, -6=%. El instrumento debe ser el lector mismo. El texto literario que e&ectúa dichas dinámicas exige un lector avisado, un lector activo que desci&re, que pueda ver la simulación ! el caos aparente pero que se introdu'ca en el con8unto del mane8o estructural ! estil(stico que se lleva a cabo en la propuesta narrativa ! que al hacerlo se desplace a lo largo del laberinto ! acabe por encontrar, paulatinamente, las se;ales adecuadas para acercarse lo más posible una salida, salida inexistente en muchos casos, pero previsiblemente innecesaria !a que el texto redirecciona la necesidad interpretativa. 0omo e8emplo de lo anterior quedan los cuentos del libro Aistoria :rgentina #-776%. En ellos Fresán expone aspectos que van desde la relativi'ación de la idea de >Jación? o de >Aistoria? ―en /Aisteria argentina QQ3, /El aprendi' de bru8o3 o /La soberan(a nacional3―, hasta temáticas propias del mundillo literario como la recurrente idea del origen del escritor, la problemati'ación de verdad ! mentira en los textos literarios, el ocio del escritor actual, el proceso de composición de una narración entre otros. Los cuentos /La vocación literaria3, /El K El uso de la comple8a categor(a de >posmodernidad? exige considerar, entre otros, los !a célebres debates entre L!otard ! Aabermas, entre otros, gracias a los cuales se puede pensar el término como una categor(a problemática. "in embargo, algunos estudiosos hablan de >modernidad tard(a? como un momento histórico relevante en el que se encuentra la posibilidad de una nueva visión desmiticadora de los ideales modernos, del con8unto de valores que con&orman el sistema de pensamiento modernista #desde la Qlustración, pasando por los ideales de progreso ! libertad románticos hasta el marxismo o la econom(a moderna de "mith e inclu!endo las nociones de lógica ! racionalismo rigurosas%. +no de los estudiosos que propone de manera más clara la di&erenciación entre posmodernidad ! modernidad es el cr(tico rumano Oatei 0alinescu, quien observa ―partiendo del análisis de la arquitectura moderna &rente a la arquitectura posmoderna #la arquitectura que surge después del modernismo arquitectónico% ― di&erencias esenciales a considerar. *ara 0alinescu la construcción modernista unica articialmente la tradición para 8usticar su propia actitud negativa hacia ésta. :demás posee cierta /unicidad3 en su código, lo que causa que se limite su contenido material ! simbólico. Es también deliberadamente antihermenéutica, !a que consolida su construcción de manera racionalista en su argumento, que se sostiene desde la certe'a lógica, desde la &uer'a metodológica de rigor. En contraste con la construcción modernista, la construcción posmodernista desunica ! desCsimplica la imagen de la tradición #incluida la del modernismo%. *resenta, también, multiplicidad en su código #el edicio moderno, destaca 0alinescu, citando a encHs, es /en parte moderno ! en parte otra cosa3 #0alinescu -77-, 4@I%. "umado a ello, la construcción posmoderna es dialógica #
único privilegiado3 o /*adres de la patria3 e8emplican lo anterior. *ero cada una de estas narraciones abarca las mencionadas problemáticas poniendo de maniesto procedimientos que nos acercan a la literatura desde una cosmovisión posmoderna. :lgunos textos de Rodrigo Fresán ilustran el desencanto de la experiencia de la modernidad ! de la modernidad tard(a con su tendencia al caos. +no de los relatos que ilustran me8or lo anterior /El aprendi' de bru8o3. El relato trata a cerca de un 8oven cocinero de veinticinco a;os, amateur, que por los avatares de su vida &amiliar debe salir de uenos :ires para hacer un stage en un $avoy 4air en Londres. El persona8e, que narra en primera persona, re"iva? #nombre de la deidad hindú que rige la destrucción ! el caos%. "hastri gura en el relato como un hombre de corta estatura, déspota ! tiránico, que aunque tenga todas las aptitudes para no triun&ar en la vida, es quien triun&a, aparentemente. "hastri es el 8e&e de cocina a quien los demás aprendices deben rendir culto ! llamarlo /amo3 #por exigencia de éste%, mientras que él se reere a ellos como sus /basuritas39 RodericH "hastri es ios. :l menos eso cree él. Le dicen "iva ! él acepta con placer el apodo. Le dicen as( porque se mueve con gracia insospechada ! porque, en el temperamento de su dan'a, está impl(cita nuestra siempre próxima destrucción, el inminente principio del n de todas sus basuras. RodericH "hastri mide poco más de un metro cincuenta. Lo que lo convierte en el dios más ba8o de la historia, creo. :un as(, su cosmogon(a particular es bastante impresionante. #Fresán 4556, 6-%
Este persona8e atraviesa casi todo el relato ! causa la completa desesperación de OiHe, el amigo de :rgie. "iva encarna una particular &orma de ser ! de vivir que es criticada &uertemente por el autor. El persona8e es comple8o9 hi8o de padres inmigrantes de la Qndia que
padecieron duramente la pol(tica colonialista de Qnglaterra hasta el nal de sus d(as, exitoso che&, a quien el Reino ha abierto sus puertas ! ha acogido como uno de los su!os, tanto que un productor de la 0 le propone hacer un programa en su restaurante. e manera que la con&usión que ocurre en el interior del persona8e se traduce en el carácter de un tipo detestable, /un per&ecto hi8o de puta3, como lo describe :rgie9 RodericH "hastri es una persona con suerte, me explica OiHe mientras selecciona dura'nos apenas ro'ándolos con los dedos. igamos que le pudo haber tocado a él como a cualquier otro inglés con ascendencia india. Le tocó a él. U ―a veces pasa― los tipos con suerte viven con el terror de que se les corte la racha, de que la suerte decida &avorecer a otro. Este terror modica d(a tras d(a a los tipos con suerte, pienso !oG los convierte en otra cosa, los convierte en per&ectos hi8os de puta con suerte. Estos per&ectos hi8os de puta con suerte necesitan rodearse de inmensas cantidades de tipos con mala suerte. La historia contemporánea está llena de per&ectos hi8os de puta con suerte, si lo piensas un poco. #4@%
El cuento intercala apartados de la vida ! de los recuerdos de :rgie ! de episodios en su ocio actual. El suicidio de su único amigo OiHe, los acontecimientos in&ortunados que le ocurren &recuentemente a su hermano menor, :le8o, entre otros. )odos estos acontecimientos suceden en un espacio di&uso #!a que una ve' se evoca el recuerdo inmediatamente se pasa a contar presente distante de algún otro persona8e, o el pasado del narrador o una escena relacionada con las causas de algunos de esos dos tiempos narrativos etcétera. :unque la ma!or parte de esas escenas se logren poner en diálogo con la totalidad del relato, debe abordarse el texto con esa mirada múltiple ! con la pericia para tratar de percibir la habilidad del escritor al entrecru'ar las tramas sin ser truculento, de representar un espacio de tiempo &ragmentado como en el que se encuentra :rgie. +n lugar de aparente innito retorno. Vtro regreso que sucede en este cuento es el de OiHe. El 8oven amigo del protagonista se suicida, al parecer, por la presión que "iva le impone. Wste último en su papel de odidador experto entiende que no puede descargar todo su odio sobre el persona8eCnarrador, :rgie, porque tiene el cargo más ba8o en la cocina. e modo que lo despla'a a OiHe. El pasa8e se menciona as(9 "hastri nalmente comprende que carece de recursos para castigarme. )odo su poder no puede alcan'arme porque, paradó8icamente, me encuentro en el compartimiento más ba8o de su universo. "o! un agu8ero negro ! so! mu! &eli' limpiando hornos con los o8os cerrados D *ero RodericH "hastri no es un dios misterioso. Ra'ón por la cual elige una nueva v(ctima. OiHe. El último che& l(rico de :ustralia. #6@%
Entre la cr(tica a persona8es como "iva o la evaluación de las situaciones que tienen que vivir OiHe, :le8o o el mismo :rgie, intercalan las que se hacen a las &ormas narrativas propias del estilo generali'ado por la narrativa de los K5 #/Jo sé si &ue hace mucho o hace poco tiempoG por &avor no pidan ese tipo de precisiones3, dice al empe'ar el relato%, en parodia a Xarc(a Oárque', por e8emplo. *ero posiblemente entre las re
La evidente cr(tica ! auto cr(tica en la narración del escritor argentino #identicando al persona8e central con el mágico ratón9 una suerte de OiHe! alterado, despo8ado de su calidad de estrella pop ! de sus poderes articiosos% introduce también un 8uicio que dialoga con lo que lúcidamente 0alinescu anota acerca del pensamiento posmoderno9 la construcción dialógica,
Lo que me lleva a pensar una ve' más ―! cierro los o8os ― en El aprendi' de bru8o ! en el estado de las cosas en el universo. *or un lado, claro, están las di&erentes ciencias que arman que existe un solo universo de reglas inamovibles e iguales para todos nosotros. U por otro lado estamos todos nosotros, cada uno con una visión di&erente de las cosas. Qmposible para cada una de las partes del universo llegar a comprender el universo como un )odo Qndivisible. Jo es &ácil. Oás sencillo, pienso, es pretenderse ios de un caótico universo de bolsillo, ! premiar ! condenar a los corderos con 8usticia más que discutible. #6=%
La vida como se representa en el texto, la multiplicidad de posibilidades de perspectiva de ésta ! todas las variantes narrativas nos presentan un texto que tiene como motor el pensamiento posmoderno. El contenido problemático tratado all( no se limita al cosmopolitismo ni al 8uego &ormal. "e orienta, más bien, hacia una ética que pone en perspectiva tópicos que desmitican los hitos del ideal moderno mencionados anteriormente ― los mismos que anali'a 0alinescu― ! ampl(an sus posibilidades de asimilación del mundo, bien sea desde la cr(tica expl(cita o bien, desde la puesta en &orma de las narraciones que atacan directamente esos ideales. La consagración del argentino en la narración breve habla también al respecto de ello. Elegir una &orma breve es, en s( mismo, un acto de distanciamiento ! de toma de posici#n &rente a la novela o a las demás producciones literarias en auge en el momento en que el escritor empie'a a publicar. :unque ha!a escrito posteriormente algunas novelas, sus primeros libros de relatos son especialmente signicativos para el análisis de la propuesta narrativa del argentino en su totalidad. e la misma manera, la colección de relatos Aistoria argentina está atravesada por temas recurrentes como la marginalidad del escritor, la huida, el exilio ! el amor. 0ada uno de estos tópicos se aborda en el 8uego meta&órico, en la pluralidad discursiva ! la narración volátil. El 8uego no es simplemente del lengua8e, que parece ci&rar la narración de &ondo@, sino que el uso de las metá&oras, los espe8eos, la repetición ! la burla ! la parodia posibilita que la cción se desarrolle ! se resemantice constantemente. Lo que ocurre en los textos de Fresán ilustra lo anotado por el cubano "evero "ardu! al re&erirse a la escritura neobarroca P9 el texto que trasgrede sus l(mites /adquiere ―como el del delirio―, una @ Oe reero a la tesis de Ricardo *iglia sobre las /dos historias3 propuesta en 3esis sobre el cuento, donde la primera de ellas propone que9 /un cuento siempre cuenta dos historias3 ! la segunda que /la historia secreta es la clave de la &orma del cuento ! sus variantes3 #*iglia 4557, -5%.
P El concepto del >neobarroco? se le atribu!e a "evero "ardu!. :l respecto véase su ensa!o titulado 6arroco y 7eobarroco, donde expone su tesis respecto a ciertas caracter(sticas del arte del primer arroco del YNQQ con su actuali'ación en :mérica Latina, !a bien entrado el siglo YY.
calidad de supercie metálica, espe8eante, sin reverso aparente, en que los signicantes D parecen reneobarroco latinoamericano?, la cuent(stica actual, ! en particular la de Rodrigo Fresán, logra organi'ar en el interior de cada texto /una red de conexiones, de sucesivas ligranas cu!a expresión gráca no ser(a lineal, plana, sino en volumen, espacial ! dinámica3 #"ardu! -7@4, @I%, que evidencia que el /cruce de estéticas ! de e8ecuciones ―&ondo ! &orma― se registra en una espacialidad visitada por el apremio del cambio, la desprogramación de tradiciones D la convergencia de lo barroco, ! el desencanto de la modernidad como noción de progreso3 #urgos -77@, K-% citado por ecerra #455P%. :hora bien, la caracteri'ación de los textos que se regulan según la experiencia de la posmodernidad tiene otra variante signicativa en las narraciones de Fresán9 la crisis en que se encuentra el escritor actual, la desmiticación de su gura ! los penosos altercados que el ocio puede conllevar una ve' se decide vivir en él. 0omo re
7 Respecto de la poética de la escritura neobarroca, el mismo "ardu! apunta que9 /Nivimos en un mundo no !a tanto de econom(a D como de me'quindad. El arroco amena'a este mundo. El arroco pone en tela de 8uicio, pone en parodia, en discusión, esta sociedad en que vivimos totalmente basada en la econom(a e incluso en la me'quindad. El arroco despil&arra, lo bota todo por la ventana, pero lo importante D es que lo bota todo por la ventana en &unción de placer. U eso es lo que el arroco tiene de pro&undamente subversivo. Jo es un arte utilitario, es un arte del placer del cuerpo. #-7@P, entrevista%. Esta idea abre la posibilidad de la con&rontación entre lo utilitario ! lo placentero en el arte, debate extenso del que se ocupa también Aebert Oarcuse en su libro Eros ! civili'ación, para concluir que, si bien la aparente oposición entre lo uno ! lo otro puede percibirse en principio irreconciliable, en tanto &enómeno social, esta separación encontrar(a ―en una civili'ación no represiva― un equilibrio, un punto esencial de coexistencia al menos a nivel del desarrollo del hombre !, por consiguiente, de sus creaciones.
El cuento inicia con la puesta en tela de 8uicio del problemático origen de un escritor9 Jo ha! dudas9 oigo cómo ames o!ce ! Xroucho Oarx se r(en a carca8adas allá arriba mientras !o, con los pies contra el piso, vuelvo a intentar responder a la misma clásica pregunta de siempre. Zesde qué lugar es arro8ado el relámpago[ Z: quién le toca ! a quién no[ ZAa! algún culpable de este asesinato[ U, de ser as(, Zvolverá éste alguna ve' a la escena del crimen[ #Fresán 4556, -7@%
En ese primer párra&o la metá&ora de la vida del escritor identicada con la muerte ! las &rases que ponen en parodia el cuento de corte policial ! la idea del designio sagrado que hace que un escritor sea o no sea, serán las que diri8an toda la narración. La parodia es constante ! continúa pretendiendo contar una historia para contestar a la /clásica pregunta3. El narrador lo aclara en seguida9 Las respuestas son muchas, todas ellas di&erentes, todas ellas válidas. Oe reero, claro, al siempre interesante tema de la &ormación de un escritor, misterio de misterios, el equivalente a una pirámide egipcia dentro del desértico paisa8e de los ocios humanos. D Z0ómo empe'ar―porque todo tiene su principio― la historia que servirá de respuesta[ #-7@%
U en adelante, el narrador continúa la parodia ! el desprendimiento de la tradición. Las l(neas siguientes hacen gala de ese 8uego en que se ale8a de las convenciones ! delimita el terreno al que quiere dirigir al lector, al de la narración que 8uega a las múltiples posibilidades ! que crea una perspectiva tornasolada de lo que se cuenta, de lo que se cuestiona9 Ua sé. Lo me8or es atenernos a las convenciones del género, pisar terreno seguro, allá vamos. Aab(a una ve' Aab(a una ve' una de las tantas respuestas posibles. #-7P%
)ener la perspectiva de considerar diversas posibilidades abre la brecha que conduce a la di&erenciación con las convenciones de la tradición. El no seguir una historia con un principio o un n determinados, el autocuestionamiento ! autoparodia, el 8uego semántico de la identicación intertextual ! demás caracteri'an, nuevamente, la narración &ragmentada de Fresán. *ero el narrador dialoga también con la perspectiva de otros autores o con obras que desde su in&ancia hasta la madure' han marcado momentos signicativos o le llevan a re
de London se que8a del ocio de éstos ! menciona que muchos de ellos quisieron ser escritores pero que no contaron con el &uego divino en sus venas ! &racasaron en su propósito, por lo que se dedicaron a ser los 8ueces ! guardians, quienes permiten o impiden que alguien llegue a la letra impresa, los que dictan ! salvaguardan que alguien de valor se cuele en el canon que ellos estipulan. El apartado del cap(tulo treinta de la novela del norteamericano es el siguiente9 Los directores, subdirectores, los editores de libros, en general, son escritores &racasados. U, sin embargo, ellos, los seres más inadecuados que ha!, son los que deciden qué se debe publicar ! qué no se debe publicar. Ellos, los que no han mostrado originalidad ! gusto, son los 8ueces de los originales ! con buen gusto #London -7@I, 44-%. -5
La discusión sobre los ocios editoriales en el Oartin Eden, de la cr(tica ! demás se consideran desde el punto de vista de un escritor que no tuvo demasiado éxito ! que odia a sus cr(ticos ! a sus editores ! a cada uno de los mencionados en el apartado. "in embargo esa cr(tica resulta dis(mil en el cuento de Fresán. El narrador de /La vocación literaria3, aunque de ni;o ! de 8oven le!ó el 8artin 9den se distancia de su cr(tica ! la orienta hacia otro &rente. La tradición en :rgentina ! en Latinoamérica encuentra un lugar dentro de la repetida parodia por parte del autor, parodia cr(tica ! autocr(tica que devela una ve' más la toma de posición del autor, la de la distanciada de la narrativa tradicional en Latinoamérica. Leemos en algunos apartados del cuento del argentino, por e8emplo, que uno de las distracciones del narrador #el persona8e escritor% es superponer rostros en un ordenador ! buscar patrones. Ouchos persona8es a la ve' que encuentran en el caos de la digitali'ación computari'ada la igualdad de registro ! la pérdida de identidad. : ello se suma las múltiples evidencias de un galimat(as simbólico en un mundo en que los avances tecnológicos se unen con la ausencia de conciencia del yo, con la supervivencia del pensamiento premoderno para dar como resultado el uso inconsciente ! vano de tener al alcance de un >clic? innidad de posibilidades virtuales que en el ma!or de lo casos no se asimilan desde el pensamiento moderno #o posmoderno% sino desde una mirada paradó8icamente pueril, acr(tica e inconsciente. Frente a la realidad de los &enómenos sociales que circundan dicho universo virtual el autor ocasionalmente entrete8e posibles persona8es ena8enados por aquello que Fernando 0ru' $ron
llama /ser contemporáneo39 /ese modo actual de no ser moderno3, ! que es particularmente observado en los pa(ses llamados >de )ercer Oundo?.-- Este &enómeno de la sociedad llamada >contemporánea? es anali'ado por la pro&esora iana iaconu, quien explica que9 /en una sociedad 1contemporánea2, en el sentido de 0ru' $ronrealidad virtual?. Lo voluble de la in&ormación digital que crea una metá&ora ! en ocasiones una ilusión #inexistente, claro% de representar el mundo real ! las experiencias de la vida del narrador, pero que evidencia lo contrario9 en el mundo virtual existe una compilación innita de posibilidades e&(meras, de con&usiones múltiples me'cladas de tal modo que todo parece con&undirse ! perderse en el mar inmenso de la red que todo pretende #ilusoriamente% abarcar. En el cuento, la realidad del narrador quiere ser borrada por medio de los mencionados usosG no obstante, la narración del acontecimiento tiene el tono del narrador consciente de que la >realidad virtual? no homologa lo real ! los procedimientos en una ! otra, aunque lo pretendan, no se corresponden, de manera que el caos simbólico siempre regresa9 Oariana, le( en la pantalla terminal de una memoria due;a de todas las historias. El deseo de presionar 9nter ! leer ! recordar lo que all( se o&rec(a me asxió por un instanteG ! hac(a tanto que no experimentaba el puro entusiasmo del pánico. D Llegué hasta all( ! entonces apreté elete ! eso es todo ! el nombre de Oariana ! el recuerdo de Oariana ! la historia de Oariana desaparecieron para siempre. :hora, pensé, podré olvidarla. # Fresán 4556, 446% -- :l respecto, Fernando 0ru' $ron
Esta aparición de las nuevas tecnolog(as se hace &recuente en los textos de Fresán, representa siempre una problemática comple8a en sus historias. El acceso rápido, la in&ormación &uga', la comunicación digital instantánea ! demás no sólo son un tópico recurrente sino el detonante para una re
Los recursos estil(sticos, los usos del lengua8e, los aspectos &ormales que presenta la experiencia literaria de Rodrigo Fresán son ―como expone el teórico soviético Oi8ail a8t(n, en cuento a la idea de forma arquitect#nica1%― inseparables del tipo de discurso que plantea. 0omo muestra claricadora de éste, el argentino presentó para 0asa de :mérica un discurso en que expone como tema central el &uturo del libro impreso ! el libro digital, pero donde insiste en algunas posiciones que !a se han observado en sus cuentos ! su narrativa en general. La contraposición a una cultura de la &ragmentación ! de la ena8enación por la liviandad generali'ada en la vida del hombre del siglo YYQ, lo irre
-4 Ner las pp. 6C= del presente ensa!o.
La propuesta del argentino abre la discusión sobre /el libro del &uturo3, que para el autor no corre ningún riesgo. Lo que corre riesgo es, según su concepto, el lector del &uturo. El desarrollo de las mencionadas tecnolog(as ! la adaptación de libro a éstas hace que el hecho estético, su recepción ! su estudio entren en un nuevo momento9 en el de la experiencia &ragmentada, simultánea ! velo'. *ero para el autor presenta algunas dicultades9 Los lectores electrónicos supuestamente contribu!en a &acilitar ! a acelerar la experiencia de la lectura pero en realidad, parece ser, quitan las ganas de seguir le!endo. D :hora, ― \sorpresa]― son los libros los que nos ale8an de los libros. Los libros desde pantalla que nos impiden concentrarnos por más o menos largos periodos de lectura sin sentir la tentación de saltar a otro sitio, a otro site, a enredarnos en redes sociales !, de pronto, !a es tiempo de irse a actuali'ar nuestro perl en red social. En pantallas ―las grandes ! las peque;as pantallas― en las que !a no se pro!ectan nuestras vidas porque nuestras vidas, ahora, cada ve' más, son pantallas. "er o no ser pantalla, ésa es la cuestión. #4PC47%
La inminente aparición de esos productos de la moderni'ación de la que habla $ron
0on esa cr(tica hacia las nuevas posibilidades de abordar la literatura ! de percibir la realidad que circunda al hombre actual Fresán continúa poniendo de maniesto esa incon&ormidad &rente a la /contemporaneidad3. : la ve' rompe con escrituras tradicionales ! aborda &enómenos que abundan ho!, intercalando en su discurso la &ragmentación paradó8ica, la actualidad voluble ! la cultura pop con el amplio conocimiento de la cultura universal, la tradición cinematográca ! literaria. Finalmente Fresán da término a su narración de la siguiente manera9
)enerlo todo al alcance de la mano no signica estar capacitado para dis&rutarlo o comprenderlo o verlo. El acceso a una supercie sin l(mites puede signicar, también, la condena a una supercialidad, al dar saltitos de piedra en piedra luego de haber perdido la habilidad para mo8arnos, con dedicación absoluta a un peque;o pero trascendente punto del torrente. D Jo es &ácil, no es sencillo, ma;ana nunca se sabe. Oientras tanto ! hasta entonces, no, lo siento, as( es la vida, no guardé el recibo, no puedes cambiar ese libro por otra cosa, peque;o. Feli' cumplea;os. #=5%
0on el anterior apartado cierro la idea de destacar la importancia que Fresán da a la manera actual en que se desarrolla la comunicación, las relaciones interpersonales ! la totalidad de &enómenos sociales en el presente, en estos tiempos l(quidos #auman%. El autor supone, necesariamente, que han de ltrarse con mirada del pensamiento moderno o posmoderno #en esencia cr(tico, consciente ! autoconsciente% ! no limitarse meramente a la contemporaneidad #en términos de $ron
%onclusiones
0oncluido el presente ensa!o, quisiera observar #qui'á de manera en&ática% de qué manera las nociones de entrop(a ! posmodernidad #en el sentido que le dan ertalanM! ! 0alinescu respectivamente% se mantienen como motores de la narrativa de Rodrigo Fresán ! dialogan con la narrativa de su generación para la reconguración del género cuent(stico en el campo literario ho!. En dicha observación &ue imprescindible acercarnos a la se;alada toma de posici#n del autor en las letras latinoamericanas actuales. En cada uno de los textos mencionados se observó también ciertas caracter(sticas que nos dieron luces sobre los dos conceptos anteriores. :l observar que el narrador, en casi todos ellos, permanentemente insiste en una suerte de rivalidad con un sistema de valores en el que a sus persona8es les es prácticamente imposible enca8ar del todo ―puesto que no consideran que sea adecuado compartir las prácticas de ciertos campos sociales que los rodean ! de toda una generali'ada desestabili'ación inconsciente ! acr(tica―. Nemos al respecto, la amarga burla que hacen los persona8es, por e8emplo, &rente a las instituciones pol(ticas, el poder, la corrupción, la burocracia, la cultura, el arte, la misma literatura ! demás aspectos que aluden a hechos de la cotidianidad de un su8eto que se encuentra dentro de un entorno que simula querer progresar pero que en realidad lo que hace es sumirse más en el lodo de una realidad en retroceso, inestable, mutable ! l(quida pero devastadora que consume todo a su paso.
En las narraciones presentadas, el yo como un ser contradictorio, comple8o ―que se escinde, que lucha, que asimila pero se distancia, que pretende de manera paradó8ica denirse o recordarse en una imagen o una iluminación, en un presente que se es&uma ― expone una pluralidad de negaciones. Ese yo experimenta un continuo con
Re#erencias
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