Entonces, la sociedad de la Venezuela hispánica se dividía en españoles de la Península (estrato gobernante), criollos (propietarios de tierras muchos de ellos), pardos (mestizos y otras mezclas), indios y negros esclavos. De éstos, los había cimarrones, que no podían ocultar su condición por la marca de hierro que les delataba y los pardos que venían a constituir la mitad de la población aproximadamente. Para esa época se forma el típico llanero dedicado a la ganadería. Las otras fuentes de riqueza eran la agricultura (cacao, algodón, tabaco, café y caña de azúcar) y las exportaciones de cuero y cacao. El comercio venezolano fue monopolizado por la Compañía Guipuzcoana la cual era la única empresa que podía vender mercancías europeas en el país, y la única que también podía comprar los frutos que se exportaban a España por ende los precios de las mercancías importadas y de los frutos dependían de ella y los precios eran fijados de acuerdo a sus conveniencias y en perjuicio de los consumidores y de los productores locales. Debido a lo anterior los hacendados, mercaderes, pequeños agricultores, comerciantes y hasta los contrabandistas se oponen a la compañía puesto que va en detrimento de cada uno de los intereses de estos sectores, por esta razón comienzan los actos en contra de la misma la rebelión de Andresote (1732-1735) y la rebelión de Juan Francisco de León (1749-1752) contra los abusos de la compañía de esta manera se pretendía la libertad de comercio y cese de la tutela de la compañía; la cuál al perder su monopolio comercial, termina por disolverse (1785). Inspirados los blancos criollos por esta situación, además de la ideología gestada en la revolución francesa y la independencia de las colonias inglesas, se conciben las ideas de desprenderse de la dominación de la España peninsular; por tal razón estos comienzan la conspiración para hacerse con el poder. A pesar de las ideas emancipadoras, Venezuela era un territorio joven con muy lento desarrollo histórico- cultural y solo contaba con una universidad la Universidad de Caracas (1721) y la inexistencia de la imprenta, la cual surge en el siglo XIX puede explicar el “retraso cultural" del país, en el que los escasos libros y periódicos que
circulaban venían de fuera, a veces por la vía del contrabando (cfr. R. de Basterra, Los navíos de la Ilustración, Caracas 1925). En 1784 se reconoce la “autonomía universitaria”. En 1810 y en consideración del
criterio hispánico en torno a las razas, la educación debería ser impartida básicamente a los blancos criollos; a los indígenas y a los pardos la educación se impartía basada en la sociabilización, para este momento se fundan las primeras escuelas, colegios y universidades de la provincia venezolana. Con tal influencia y la actitud cultural abierta a la filosofía y a la ciencia, surge una corriente pedagógica representada por Don Simón Rodríguez, Lic. Miguel José Sanz, Don Andrés Bello, entre otros que proponían un sistema educativo adaptado a Venezuela. Algunos fueron ideólogos de la independencia como Simón Bolívar y Germán Rosero. A finales de la época colonial predomina el paradigma positivista influenciado por corrientes pedagógicas basadas en Humanismo clásico, y Escolasticismo que postulan los ideales educativos: Una finalidad política, formar ciudadanos aptos para vivir en República; Una finalidad moral: fomentar el cultivo de los valores éticos para contar con hombres virtuosos y prudentes;
Una finalidad económica: proteger por medio del estudio de la técnica e industrias la riqueza material, a fin de asegurar la liberación económica y robustecer la independencia política; y Una finalidad científica: realizar la educación superior, para robustecer el plano intelectual de América y echar las bases de una tradición de altos y vigorosos pensamientos que la equiparara a los pueblos más adelantados del globo.
El sistema educativo durante la era republicana (independencia) era en cierto modo una continuidad de los métodos pedagógicos coloniales, a estos Simón Rodríguez en 1794 los sometió a critica en una obra sobre las carencias de las primeras escuelas. Se introdujo el método Lancasteriano del trabajo cooperativo en el aula y la educación del trabajo, técnica y oficios. Diego Bautista Urbaneja elabora un esquema donde interpreta a la historia política de Venezuela en tres períodos con sus programas educativos respectivos. Esos programas son: el liberal (1830-1899), el positivista con dos etapas (1899-1945) y el democrático (1945-1948) que continúa, luego de los diez años de dictadura perezjimenista, desde 1958 hasta nuestros días. El programa de educación positivista según el autor tuvo que esperar el término de la dictadura gomecista, para comenzar en el gobierno de López Contreras y continuar en el de Medina Angarita. El sistema educativo formal ( educación clásica), cimentado en el trivium y el quadrivium (las artes liberales), da pie en la segunda mitad del siglo XIX, en los años 1832, 1843, 1870 posteriormente a la creación del Ministerio de Instrucción Pública, los estatutos de los Estudios Universitarios y el inicio de la Educación Normal y la Escuela Técnica de Artes y Oficios. Esta se desarrolla hasta bien entrado el siglo XX. La situación colonialista que trae el país a comienzos del siglo XX describe a Venezuela como un país fundamentalmente rural, sub desarrollado y agro-exportador. Para 1904 el Dr. Eduardo Blanco hace una reflexión de la influencia de la guerra civil de esos años (1901- 1903) donde…… “la nación venezolana, que aún presenciaba los últimos combates de la Libertadora, fue objeto de- auténticos actos de piratería- realizados por Inglaterra y Alemania, potencias que con el pretexto de cobrar sus acreencias, ponían a prueba la doctrina Monroe ”. (Blanco, citado por Luque, 1981, p.87). En este ambiente de guerra civil y acciones imperialista el Ministro Blanco propone la reforma del Código de Instrucción Pública, Blanco expone: “Venezuela, país poseedor de ricas minas, no tenía una sola escuela de minería. Que siendo agrícola apenas contaba con una sola escuela de agricultura. Que siendo criador apenas tenía una sola escuela de veterinaria. Que teniendo un comercio considerable no tenía un solo instituto docente en ese ramo. En fin, un país "que produce todas las materias primas de que se vale la industria moderna", y no hay en él "un solo instituto creado a formar hombres capaces de exportar tantos y tan ocultos tesoros" (...) (cit. por Luque, 1981, p.803). Para la época gomecista se destacaron las ideas de tres intelectuales los cuales se unieron para rescatar la educación pública venezolana con tendencia liberal positivista: José Gil Fortoul : Ministro de Instrucción Pública entre 1911- 1912 afirmo que “Venezuela abundaban los doctores, mientras que era muy evidente la carencia de profesionales en las ciencias experimentales y aplicadas", con lo que no hacía sino replantear una cuestión ya expuesta por nuestros ilustrados de la primera mitad del siglo XIX,” en relación a esto hace una propuesta de escuelas técnicas.
Propone la calidad en la educación venezolana, buenos planteles, bien dotados con la finalidad de impartir una educación sólida. Dr. Felipe Guevara Rojas : Ministro de Instrucción Pública entre 1912-1915, crea el modelo de Universidad descentralizada con el surgimiento por decreto de varias Escuelas: la Escuela Práctica de Medicina, la de Ciencias Políticas, las de Farmacia y Dentistería, continúa la política de la mejora de la calidad de la enseñanza establecida por Gil Fortoul. Dr. Rubén González : Ministro de Instrucción Pública entre 1922-1929 en el ínterin de 1915 al 21 los ministros que ocuparon el cargo no presentaron aportes importantes a la educación venezolana el Dr. González afirmaba que si se educaba para obtener títulos o certificados oficiales la instrucción impartida por los institutos oficiales y particulares era pública y por tanto sometida al control del Estado. Además que el Estado debía inspeccionar todo lo relacionado con la instrucción pública; en el caso de la educación privada solo debía abarcar puntos tales como orden, buenas costumbres, higiene y estadísticas escolares. Restableció la obligación de los alumnos - en especial los de institutos privados- de asistir a clases. (Luque, 2001) Para el año de 1930, el campo era mucho más importante que las ciudades; dinámica esta que se ve perturbada con la aparición del petróleo, la cual empuja a Venezuela de ser un país con un modelo agro-exportador a un país exportador petrolero y donde todas las actividades económicas que se desarrollan en esos tiempos son amparadas bajo esta modelo petrolero rentista iniciando así la concentración de la población en las áreas urbanas producida precisamente por el cambio económico que presenta el país; dejando el área rural de tener atractivo para la población venezolana. Juan Vicente Gómez fallece en el año de 1935, pero para el año de 1932 dos maestros insignes Don Luis Beltrán Prieto Figueroa y Miguel Suniaga fundan la Sociedad Venezolana de Maestros de Educación Primaria y para este momento comienza una nueva etapa en la educación venezolana. Se puede considerar que el máximo aporte en el pensamiento filosófico educativo venezolano, está representado por Luis Beltrán Prieto Figueroa y lo que se conoce como los principios de la filosofía educativa con el nombre del Humanismo Democrático, el cual responde a postulados tales como: 1) Neutralidad ideológica de la educación: “ la educación tiene que ser, sin duda, neutral frente a las luchas de los partidos que se disputan la adhesión de la ciudadanía dentro de las regulaciones constitucionales, pero no puede serlo en 2)
relación con los fundamentos mismos de la democracia.” El fin prospectivo de la educación: “La educación tiene
3)
necesidad perentoria del sistema educativo” El principio de formación integral: “la preocupación dominante en los enunciados
la responsabilidad de acercar el futuro al presente. Todo docente tiene que convertirse en un líder prospectivo para que pueda anticipar los problemas y asuma el cambio como una de los principios del humanismo democrático se aplicaba a lo largo de todo el proceso educativo. Formar hombres íntegramente capacitados para el desempeño útil dentro de las colectividades era un objetivo no descuidado en ningún momento. No era el propósito que los campesinos aprendieran a discurrir como Erasmo o como Bembo, sino que junto con la capacitación para sus tareas específicas de sembrador o de criador, adquirieran también las nociones indispensables para conservar la salud, mejorar su medio y contribuir con sus vecinos a las obras
exigidas por una vida solidaria y libre (...,) más que el aprendizaje de lectura y escritura, tiende a hacer del hombre una persona humana, consciente de sus deberes y derechos y capacitada para ejercerlos, capaz de integrarse conscientemente con su medios para transformarlo o para mejorarlo.” Conclusiones:
En Venezuela el proceso de desarrollo y evolución de la educación, estuvo enmarcado principalmente por un panorama económico el cuál influenció en el de manera determinante. La sociedad venezolana primigenia, básicamente una sociedad colonial transformó las ideas emancipadoras y libertarias, dando pie a las primeras corrientes de pensamiento pedagógico adaptadas a la población venezolana. Esta educación se caracterizó en principio por estar a dirigida a una población privilegiada (blancos criollos), y cuyas corrientes filosóficas estaban cimentadas en el Humanismo Clásico y Escolasticismo, además de la introducción del método lancasteriano. La influencia del liberalismo da pie a la mitad del siglo XIX a generar las bases para la formalización de la educación venezolana, creando el Ministerio de Instrucción Pública, sus estatutos de los Estudios Universitarios y el inicio de la Educación Normal y la Escuela Técnica de Artes y Oficios. La tendencia liberal-positivista representada por Gil Fortoul, Guevara y González, determina una nueva etapa importante en la educación venezolana, ya que esta se desarrollo bajo un ambiente político dictatorial y estas corrientes y paradigmas se convirtieron en las bases para la democratización de la educación. Después de la muerte del General Juan Vicente Gómez, se desarrolla el verdadero pensamiento filosófico educativo venezolano representado por Luis Beltrán Prieto Figueroa, principios filosóficos de la filosofía educativa con el nombre del Humanismo Democrático el cual ve la educación venezolana neutral en cuanto a ideología política se refiere, futurista e integral.
Referencias:
Bonilla, L. Historia Breve de la Educación en Venezuela .2004. Libro Digital. Editorial Gato Negro Luque, G Gomecismo y educación: reforma, contrarreforma y Nuevas reformas. 19001930.[Consultado en mayo 2012]. Disponible en web: http://150.187.145.37/DB/InvPosV16N02A01_103-133.pdf Mora-García, P. El humanismo democrático. La filosofía educativa de Luis Beltrán prieto Figueroa y su aporte a la historia de la educación en Venezuela Sánchez, J. Investigación socioeducativa: ¿Qué es el “marco teórico” y el “concepto científico” dentro del proceso general de investigación? [Revista Digital consulta en mayo
2012] disponible en web http://www.sociedadelainformacion.com/25/investigacion.pdf Saavedra, L. Historia de la educación en Venezuela. Sus orígenes, etapas, fundamentos y resultados.
Urbaneja, D. (1978). Politeia, No. 7, p. 50.
Introducción al sistema político venezolano. (Separata).Revista