COLOMBINA Y EL PEZ AZUL Patricia Truffello
Capítulo 1 Colombina llega atrasada a clases y le cuenta al profesor Benavides que no pudo llegar a la hora hora porq porque ue el tran transi sito to esta estaba ba dete deteni nido do por por un desf desfil ilee con con un elef elefan ante te blan blanco co.. El profesor se enoja mucho y dice que esta harto de sus mentiras, y que si vuele a llegar atrasada se quedará fuera de la clase por el resto del ao. !o que menos le gustaba gustaba a Colombina Colombina eran las sonrisas de burla de sus compaeras, compaeras, y que en el colegio "#aint Trinity$ las %&& alumnas eran iguales, y quer'an que ella tambi(n lo fuera, como si fueran todas gemelas, pero ella sab'a que era diferente a las demás, por eso se sent'a como una e)tranjera. e)tranjera. *demás *demás era más baja de estatura, ten'a + aos pero menor en +& meses a sus compaeras y no ten'a mamá, quien hab'a muerto hace + ao, por lo que se hab'an ido de -lmu( para vivir con su papá junto a su t'a ercedes, hermana de su padre en /ia del ar, al principio le gusto la idea de vivir junto a la playa, pero se dio cuenta que que el luga lugarr era era un edif edific icio io rode rodead adoo de ceme cement ntoo do dond ndee apen apenas as se ve'a ve'a el mar mar. Para que sus compaeras compaeras no sintieran sintieran compasi0n compasi0n 1pena2 por ella por no tener mamá, hab'a inventado inventado que su mamá era cantante de roc3 y pasaba en giras por eso no la ve'a mucho, y hasta recort0 una foto de una revista de una mujer colorina diciendo que era su mamá.
Capítulo II Colombina le cuenta a sus compaeras que en la pared de las duchas aparece la cara del diablo, diablo, ya que la gotera de la ducha junto al o)ido, dejaban una mancha mancha que parec'a parec'a serlo, con cachos y todo. #in embargo la castigan a ir a la capilla para meditar el mandamiento de "4o darás falso testimonio$, es decir que no deb'a mentir. Pero Colombina no cre'a que esa imagen fuese una mentira, pero ella no cre'a en el diablo ni en la vida eterna ni nada de o que que le ense ensea aba bann las las reli religi gios osas as del del cole colegi gio, o, pero pero sus sus comp compa aer eras as s' lo cre' cre'an an.. irando la imagen de la /irgen ar'a con su hijo 5es6s en los bra7os se hac'a miles de preguntas, ella no entend'a porque la madre de 8ios quer'a que ella se s e quedara sin su madre y si de verdad e)ist'a deb'a traerle a su madre de vuelta. #u madre nunca le hab'a enseado a creer en 8ios ni en la religi0n, religi0n, sin embargo embargo cuando su mamá estaba enferma Colombina Colombina re7aba todos los d'as, pero su madre muri0 por lo que ahora menos cre'a en 8ios. 9ued0 tan molesta que la hayan tratado de mentirosa, que ide0 un plan para llevar a las nias a las duchas para que vieran que de verdad se reflejaba la cara del diablo, las : nias al ver la imagen gritaron asustadas por los pasillos, menos Colombina. ;ue tanto el
escándalo porque todas las nias del colegio no quer'an ducharse ni entrar a los baos, que fueron todos los apoderados a reclamar al colegio, por lo que hubo que hacer grupos de nias acompaadas con profesor para ir al bao y Colombina fue castigada. En castigo ten'a que escribir :&& veces "no debo faltar a la verdad$, y además la t'a ercedes se hab'a enterado y fue a hablar con la madre directora y tardaron mucho tiempo. 8e regreso a casa la t'a habl0 con el papá y Colombina alcan70 a escuchar tras la puerta "es un animalito y la culpa la tuvo su mama por no corregirla$, eso es dijo el papá "necesita un animalito para que le haga compa'a ya que se siente muy sola$
Capítulo III < en realidad su padre lleg0 con una mascota de regalo para Colombina, pero =era un pe7 a7ul con rayas negras en un acuario>, tan quieto como una piedra, ella quer'a un perrito. Estaba tan decepcionada y se sent'a más sola que nunca que llor0 y se fue a la cama
Capítulo IV * media noche se despert0 con los golpes en la pecera, vio que el pe7 a7ul la miraba fijo, encendi0 la lu7 y prometi0 tirarlo por el inodoro al siguiente d'a, pero el pe7 le respondi0 "sabes bien que no me gustan los lugares cerrados$, y se dio cuenta que era el pe7 quien le hablaba, no quiso creerlo y se meti0 a la cama y el pe7 prometi0 que seguir'a ah' para maana.
Capítulo V *l despertar pens0 que estaba en -lmu(, pero era s0lo un sueo, luego vio al pe7 a7ul quien la llam0 "pelusita$, Colombina quedo muy sorprendida, nadie la llamaba as', porque "pelusita$ era como le dec'a su madre, ya que al nacer dec'a que lo primero que hab'a visto en su hija era una pelusa roji7a. 4o lo pod'a creer y su madre le e)plicaba que ella la hab'a echo volver, entonces Colombina record0 la conversaci0n que tuvo con la virgen d'as antes. *l principio cre'a que era un sueo pero al fin se convenci0 y la t'a ercedes le golpeaba la puerta para que se levantara y se fuera al colegio, se quiso hacer la enferma pero la t'a no le crey0 y se tuvo que ir al colegio.
Capítulo VI
En el colegio le toc0 ayudar al padre *nselmo a dar la comuni0n en la misa, sosten'a el platillo cuando se fij0 que en el cuadro de !a 6ltima cena aparec'a un pe7 a7ul, igual a su madre, y del asombr0 se le cay0 el plato en los pies del padre y al querer recoger el plato choc0 con la copa que el padre sosten'a, la copa y las hostias rodaron para todos lados. Como sab'a que eso merec'a un gran castigo se fue sin que nadie le dijera nada a la oficina de la directora para recibir su castigo por haber ofendido a 8ios lan7ando su cuerpo, la madre directora s0lo le dijo que deb'a disculparse con el padre *nselmo, lo que dejo muy confundida a Colombina quien pensaba que merec'a mayor castigo. !uego lleg0 a su casa desesperada buscando la pecera pero no estaba en ning6n lado, su padre le cont0 que la hab'a devuelto a la tienda y que le hab'a tra'do el perrito que ella tanto quer'a.
Capítulo VII Colombina corri0 a la tienda de mascotas a recuperar su pe7, despu(s de tanto buscar lo encontr0 y lo llev0 a casa de vuelta. Pens0 que era necesario contarle todo a su papá, pero su madre le advirti0 que no le creer'a, y en realidad no le crey0, le cont0 todo acerca del pe7 a7ul quien en realidad era su madre pero nada, y Colombina sinti0 que su padre estaba aun mas s0lo que ella por lo que no pod'a escuchar la vo7 de mamá en el pe7.
Capítulo VIII Con lo del pe7 su padre qued0 preocupado y Colombina tuvo que asistir a la psic0loga, quien le mostr0 manchas de pinturas y luego ella deb'a decir que ve'a "calaveras, manchas de sangre, murci(lagos$ y luego tuvo que dibujar un arbol, y lo hi7o con ra'ces abajo y arriba. !a psic0loga qued0 muy preocupada y le dijo que deb'a venir su padre, y a el le e)plic0 que la nia se sent'a muy sola, sin apoyo, que pensaba mucho en el pasado y en su madre. !a t'a ercedes que no estaba de acuerdo con la doctora dec'a que esas no eran e)cusas para que Colombina mintiera tanto, y la psic0loga les e)plic0 que eso era una forma de llamar la atenci0n porque necesitaba cario, ya que la nia viv'a un duelo por la muerte de su madre y que no lo pod'a olvidar. !es cont0 que en un escrito, Colombina contaba que su madre todas las noches le anudaba la sabana mientras ella dorm'a, para que supiera que le hab'a ido a dar las buenas noches, y que cuando su madre estuvo en cama enferma antes de morir, era Colombina quien iba a su cama a anudar la sabana para que supiera que le hab'a dado las buenas noches.
Capítulo IX
Colombina en el colegio escribe a su manera, de forma chistosa casi burlándose, el milagro de !á7aro para su clase de religi0n. Contando de que manera !á7aro habr'a resucitado despu(s de ? d'as muerto en su tumba, y que nadie le crey0 a 5es6s porque se hab'a demorado demasiado en llegar, por lo que cuando !á7aro despert0 de su tumba y corri0 la piedra todos corrieron con miedo sin comprobar el milagro. *l llegar a casa su madre le dice que ella cree en los milagros, a lo que Colombina responde confundida porque siempre ella le ense0 todo lo contrario, que los milagros no e)ist'an. Colombina le da el ejemplo de su verruga 1un grano grande y duro2 en la mano, y le dice que aunque ella le pidiera re7ando a 8ios que sacara su verruga el no lo har'a porque no e)iste. #u madre le dice que 8ios tiene cosas más importantes que hacer, y que si no e)istiera ella tampoco estar'a de vuelta a su lado convertida en pe7. *l otro d'a mientras trataba de no dormirse en la clase de @ngl(s la fueron a buscar a la sala para hablar con la madre 8irectora, quien convers0 con ella sobre su composici0n de !á7aro, Colombina pens0 que la castigar'an nuevamente. Pero la madre le aconsej0 cariosamente, que esa manera chistosa que ten'a de escribir no estaba bien para la clase de religi0n, pero que ten'a mucho talento e imaginaci0n para escribir y la invitaba a participar de la revista del colegio.
Capítulo X *l otro d'a fingi0 estar enferma, tosiendo cada die7 minutos para no ir al colegio a la reuni0n de la revista escolar y la t'a ercedes decidi0 que era mejor que se quedara por ese d'a en casa. #u madre despu(s de llamarle la atenci0n por su mentira le dijo que deb'an salir una ve7 que la T'a ercedes saliera de casa a su reuni0n de las damas de lila a una casa de ancianos. Colombina la meti0 en una bolsa de plástico y fueron en ta)i a -lmu(. Cuando llegaron vieron que su antigua casa estaba abandonada, y en un cartel dec'a que hab'a sido vendida a una empresa que har'a una hoster'a 1hotel pequeo2 y que pronto la demoler'an. El antejard'n lleno de male7as y el patio trasero, donde tiempo antes crec'an las rosas color coral que su madre cuidaba con tanta dedicaci0n estaba feo, lleno de hierbas y male7as, pero a6n sobreviv'a una rosa. #u madre le e)plicaba que la rosa aun estaba porque entendi0 que deb'a florecer en el lugar que estuviese plantada y que durar'a viva el tiempo que deb'a durar. * Colombina le pareci0 que la muerte era muy injusta, su madre le e)plico que ni la vida ni la muerte eran injustas, que 8ios no dirige lo que nos pasa, sino que (l nos cuida a nosotros dándonos lo que necesitamos para lograr ser lo que debemos ser. 8ecidieron sacar la rosa de ra'7 y llevarla a casa para hacer un nuevo jard'n.
Capítulo XI
En la clase de #ister *na en Aistoria, les enseaban de la evoluci0n del hombre, de c0mo (ste proven'a del mono, y Colombina comen70 a decir que lo que les enseaban en religi0n entonces era falso, de que proven'an de *dán y Eva y que 4o( hab'a metido a todas las especies de animales en un arca antes del diluvio, ya que no podr'a haber hecho sobrevivir a osos polares y camellos sin el clima en el que ellos habitaban, y un mont0n de cosas mas, ante lo cual la profesora se puso morada de rabia y se comen70 a ahogar en desesperaci0n, mientras que el resto de las alumnas trataban de ayudarla, Colombina segu'a cuestionando la verdad de todo y ri(ndose de la situaci0n. !uego sus compaeras, ;rancisca Aidalgo y osario ;ernánde7, comen7aron a retarla, dici(ndole que si ella no cre'a en nada y se sent'a mejor que el resto porque no se largaba del colegio, a esto se uni0 todo el curso gritándole que se fuera de una ve7, Colombina sali0 corriendo a la puerta aguantando sus lagrimas, en ese momento lleg0 la madre directora quien pregunt0 preocupada a la profesora que es lo que estaba pasando.
Capítulo XII !a madre 8irectora la llev0 a conversar en su escritorio, y cariosamente le e)plic0 que no estaba bien lo que hab'a sucedido, que sus compaeras recibir'an castigo, pero que tambi(n les encontraba ra70n en actuar as' porque desde que ella hab'a llegado no hac'a mas que mentirles y actuaba como que siempre ten'a respuestas para todo, como si fuese mejor que ellas. Colombina le confes0 que hac'a tantas preguntas porque ten'a dudas en las teor'as que le e)plicaban y tambi(n para poner nerviosa a la profesora. !a 8irectora entonces le e)plic0 que las teor'as eran eso, ideas que no hab'an sido comprobadas y que la evoluci0n del mono al hombre ten'an muchas cosas sin e)plicaci0n hasta ahora, que hab'a un eslab0n o parte de la evoluci0n no descubierto a6n. Colombina sigui0 preguntando sobre la man7ana, *dán y Eva, entonces la madre 8irectora le e)plic0 que como creyentes cre'an que las almas no proven'an de la materia sino que de 8ios mismo y que el relato del (nesis 1parte de la Biblia2 contaba verdades religiosas no cient'ficas, que cre'an por medio de la f(, en donde se conf'a en cosas que hay mas allá de lo que pueden ver nuestros ojos. En ese momento vio caer un polvo blanco, se mir0 la mano y la verruga hab'a desaparecido, y se pregunt0 si en verdad los milagros e)ist'an. !a 8irectora le dijo que se fuera a casa y que no se olvidara que 8ios nos ped'a tratar a los otros de la forma que nos gustar'a que nos tratasen a nosotros mismos.
Capítulo XIII
*l otro d'a Colombina les cont0 una historia a sus compaeras, diciendo que en el prado atrás del colegio estaba enterrado bajo una piedra #ir Charles aleigh, quien hab'a sido asesinado con una hacha7o en la cabe7a por su esposa rs. aleigh, la fundadora del colegio. < que el esp'ritu de este hombre se paseaba por el colegio porque no pod'a descansar en pa7. ;rancisca Aidalgo y osario ;ernánde7 no le creyeron y la desafiaron a decir quien en realidad hab'a visto esto y Colombina les dijo que no pod'a contarles eso, pero que si ellas quer'an comprobarlo deb'an acompaarla esa tarde al lugar, sus compaeras dec'an que no les permit'an entrar al colegio de tarde, ante lo que Colombina muy segura les dice que siempre e)iste alguna forma de hacerlo. En eso lleg0 #ister Aelen y la llev0 a la oficina para interrogarla y saber que estaba tramando, Colombina minti0 diciendo que les contaba a sus compaeras sobre una pel'cula de terror. !a profesora la dejo castigada en el colegio hasta la tarde, castigo que Colombina encontr0 de lo mejor para poder cumplir su plan. Terminado el castigo se reuni0 con sus compaeras y fueron hacia el prado, encontraron cerca de los muros que estaban casi al final del colegio, una piedra blanca en donde dec'a que el colegio era a la memoria de #ir aleigh, nacido en +D+ y fallecido el ? de Enero de +D+, debajo de la piedra hab'a una placa de agradecimiento por la donaci0n del colegio a las hermanas del convento #aint Trinity. Estaban todas muy asustadas cuando de pronto escucharon un grito de au)ilio.
Capítulo XIV Estaba lloviendo y el grito de au)ilio segu'a escuchándose, Colombina corri0 hacia donde ven'a la vo7, y sus compaeras se quedaron atrás, lleg0 al huerto al lado del canal, donde encontr0 a argarita, la hermana pequea de ;rancisca Aidalgo, quien las hab'a seguido a escondidas y se estaba hundiendo en el canal agarrada s0lo de una rama. Colombina sac0 su cintur0n y agarr0 a argarita por los bra7os tratando de sostenerla y animándola a que aguantara que ya llegar'an a ayudarlas y le dijo que re7aran para calmarla. !uego de unos minutos llegaron las nias y entre todas sacaron a argarita, quien al salir abra70 fuertemente a Colombina agradeci(ndole lo que hab'a hecho por ella. egresaron en silencio con los pies embarrados y todas mojadas, pero aquel episodio les hab'a unido en amistad para siempre.
Capítulo XV
Colombina se hab'a convertido en una especie de hero'na de su clase al salvar a argarita, y ese d'a se preparaba para ir al centro comercial con sus compaeras cuando su madre le pide que hable con su padre porque no esta nada bien, esta muy triste, quiere que le diga que ella se encuentra muy bien y que es feli7. Pero Colombina le dice de que forma quiere que haga eso si el no cree que su madre es el pe7 y la llevara nuevamente a la psic0loga. Pero su madre insiste tanto que Colombina va a hablar con (l, y lo encuentra en su escritorio jugando con el cachorrito Pug. !e pregunta a su padre como esta, y le dice que el tiempo cura todo dolor tratando de iniciar la conversaci0n, cuando entra la t'a ercedes y la interrumpe dici(ndole que se vaya a su cuarto porque tiene que hablar con su hermano. Colombina sale del cuarto dando un porta7o y su madre la reta dici(ndole como no reclam0 que era ella quien primero quer'a hablar con su padre y le ordena volver y enfrentar a su t'a, cuando la convence Colombina se detiene en la puerta y alcan7a a escuchar la conversaci0n de su t'a y su padre, que le dec'a que estaba preocupada por su estado tan triste, y que lo mejor era que se fueran los dos de viaje a Europa y que Colombina se quedar'a en el colegio durante el verano. Colombina se sent0 en el suelo muy triste, nunca se hab'a sentido tan sola.
Capítulo XVI *l otro d'a su madre le insisti0 que no deb'a darse por vencida y que deb'a ir a hablar con su padre, Colombina fue a su trabajo y su padre al verla llegar sola se preocup0 y pens0 que ven'a a reclamarle por lo del viaje. Entonces Colombina comen70 a contarle a su padre que su mamá estaba bien y deseaba que el tambi(n lo estuviera y siguiera adelante. #u padre se emocion0 demasiado y le confes0 lo triste que estaba desde que su esposa hab'a muerto, Colombina le dice "siempre va a estar contigo, el amor de verdad nunca muere$, al escuchar esto su padre qued0 asombrado porque eran las mismas palabras que su esposa le hab'a dicho antes de morir. eaccion0 dici(ndole a Colombina que era una nia por lo que no pod'a entender el dolor que (l sent'a, que la idea del viaje al parecer era lo mejor. Colombina comprendi0 que su padre no la comprend'a, ten'a una fortale7a alrededor de (l y no dejaba ni siquiera que ella se acercara, por lo que triste y entre lágrimas tom0 su mochila y sali0 corriendo, al cru7ar la calle no se dio cuenta del auto que ven'a y la atropellaron.
Capítulo XVII
Colombina se vio a si misma acostada en la camilla rodeada por muchos m(dicos que trataban de au)iliarla y comprendi0 que se estaba muriendo y estaba observando toda la escena desde las alturas. Pero no sinti0 miedo, sino mucha alegr'a porque podr'a estar con su mamá, quien ahora no era un pe7 y estaba junto a ella, la abra70 y pudo sentir su olor a rosas, su mamá la tom0 de la mano y la llev0 a caminar por un sendero lleno de flores y llegaron a un puente de madera que ten'a una lu7 que la hac'a sentir mucha pa7, y pens0 que si cru7aba ese puente ya no podr'a devolverse. Fna vo7 desde la lu7 le pregunt0 si estaba lista para cru7ar y ella contest0 que s', pero su mama le apret0 la mano y le dijo que aun no era su momento, Colombina se enoj0 pero una fuer7a comen70 a tirarla para abajo mientras ella gritaba que no quer'a volver entre sus lágrimas. *l abrir los ojos vio a su padre junto a ella y le pregunt0 donde estaba, su padre la acarici0 emocionado y le dijo que ya estaba de vuelta.
Capítulo XVIII *l regresar a casa su t'a la miraba con odio y dec'a que no entend'a porque ten'an que dejar de viajar si Colombina solo ten'a un par de costillas rotas. #u padre le respondi0 que no disfrutar'an ninguno de los dos el viaje sabiendo que Colombina estar'a adolorida y sola en el colegio en verano, por lo que (l pedir'a unos d'as de vacaciones para cuidar a su hija en casa, con esta noticia Colombina estaba muy feli7G sin ir al colegio y con su papa en casa para regalonear. Cuando le cont0 a su madre (sta le aconsej0 que no estuviera tan confiada porque la t'a ercedes no se quedar'a tranquila hasta hacer algo. En efecto, al rato su padre fue a la oficina a buscar unos papeles y la t'a ercedes hab'a salido a sus trámites diarios y no volver'a hasta despu(s de las H y media, cuando son0 el timbre y ella fue a abrir, y se encontr0 con una joven muy gorda de unos +I aos que ven'a con una maleta y preguntaba por su t'a ercedes diciendo que la esperaba. !a hi7o pasar y la desconocida se present0 como Euge o ar'a Eugenia, le cont0 que iba a #antiago por un trabajo y que la t'a ercedes no era su t'a pero que era como si lo fuera porque era su madrina, a Colombina le cay0 muy mal la joven. !uego lleg0 la t'a ercedes y se saludaron con un abra7o, y le cont0 a Colombina que Euge ven'a a /ia a pasar el verano con ella para cuidarla, mientras ella con su padre se iban de viaje.
Capítulo XIX
!a t'a ercedes ni siquiera hab'a preparado para Euge un lugar para dormir, por lo que se tuvo que acomodar mientras en el sofá del escritorio, quien ni siquiera reclam0 ya que estaba muy agradecida de lo que estaban haciendo por ella. Colombina se la pasaba encerrada en su cuarto tratando de no toparse con Euge quien hablaba hasta por los codos y lo peor es que ol'a a mandarinas. Fn d'a viendo televisi0n juntas, Colombina en tono muy pesado le pregunt0 si acaso los papás de ella no se enojaban por dejarlos solos todo el verano, entonces Euge le cont0 que no ten'a padres y que la 6nica familia que ten'a era la t'a ercedes, quien le pagaba el internado y hab'a sido muy buena permiti(ndole venir a pasar el verano a /ia ya que no ten'a donde mas ir. Colombina sinti0 compasi0n por ella y le pregunt0 de donde viv'a, Euge le respondi0 que ven'a de 9uemchi, un pequeo pueblo de la isla de Chilo(, en donde e)ist'an muchas historias de brujos y un sin fin de cosas mas. Euge no paraba de hablar y eso molestaba mucho a Colombina, quien al regresar a su cuarto se mir0 con su madre quien le record0 que sus consejos eran sabios y ella no los hab'a querido escuchar. Colombina pens0 que deb'a planear alguna cosa para que Euge se devolviera a su isla, en ese momento Euge entro a su cuarto para avisarle que estaba servida la comida.
Capítulo XX Euge estaba eternamente agradecida a Colombina por lo de las arvejas, y a cada momento le hac'a regalos para demostrarlo, le horne0 con sus manos unas galletas que a Colombina le daban asco, le ordenaba su ropa por color, ordenaba su escritorio y luego cuando Colombina llegaba del colegio no pod'a encontrar nada, tambi(n le regalo caramelos alemanes que sab'an muy mal y le regal0 a Pug "delicias de cordero$ que el cachorrito no fue capa7 de comer. !uego Colombina ide0 otro plan, encontr0 una torta de chocolate en la cocina que la t'a ercedes hab'a comprado para ir a su juego semanal de canasta, la parti0 y se la llev0 a Euge quien muy agradecida se la devor0 y le llev0 tres peda7os mas, tambi(n le llev0 un
tro7o al portero y le dio a su perro Pug. Cuando lleg0 la t'a y vio que de su torta quedaba menos que un cuarto fue donde Colombina y le echo la culpa, pero ella le dijo que no hab'a sido porque no le gustaban las cosas dulces, que le preguntara a Euge, la t'a ret0 tan fuerte a Euge que esta lloraba desconsolada y Colombina la consol0 dici(ndole que ella tampoco sabia que la torta era de su t'a, cuando Euge iba a contarle la verdad a su t'a escucharon otro grito de la cocina y vieron que Pug estaba tirado en el suelo vomitando la torta, la t'a ercedes furiosa le dijo que Pug era el ladr0n y que se estaba muriendo porque a los perros les hac'a muy mal el chocolate, era como un veneno y Colombina se sinti0 muy culpable. Euge le dijo que deb'an llevarlo urgente al veterinario, pero la t'a ercedes no quiso ayudar diciendo que por glot0n se morir'a, Euge le abrig0 con su su(ter y tomo a Colombina para ir caminando al veterinario.
Capítulo XXI !legaron corriendo al veterinario con Pug que apenas respiraba, el veterinario era muy joven y ten'a un aspecto desordenado por lo que Colombina no crey0 que fuese un doctor de verdad, luego lo atendi0 y Colombina le cont0 que hab'a comido chocolate. El joven le dijo que su perro estaba into)icado y que deb'an hacerle un lavado de est0mago para tratar de recuperarlo, Colombina ten'a mucho miedo de que se muriera, luego Pug se durmi0 y el doctor le dijo que lo mejor era dejarlo pasar la noche ah' y que el lo cuidar'a. Cuando se estaba yendo le pregunt0 al joven si era un doctor de verdad, y el le indic0 su diploma que confirmaba que era veterinario. *l llegar a la sala de espera tuvo que despertar a Euge, quien le cont0 que hab'a tenido un e)trao sueo, que se ahogaba en un mar de chocolate y que un pe7 de chocolate blanco la salvaba y que con una cuchara se com'a el chocolate, y pens0 "sabrá 8ios de donde habrá salido ese pe7$.
Capítulo XXII !uego de dos d'as en el veterinario Pug se recuper0 y el doctor le escribi0 a Colombina una lista de cosas que su perro no deb'a comer y le dio unas vitaminas para que estuviera mejor, Colombina le pregunt0 cuanto deb'a pagarle y (l le pidi0 solo lo que tra'a en su bolsillo, Colombina le dijo que s' nunca se har'a rico y el joven le respondi0 que el no quer'a hacerse rico. Ella le pidi0 perd0n por haber dudado de si el era veterinario de verdad o no y le agradeci0 por todo. * Colombina le quedaban s0lo dos d'as para regresar a clases y pensaba que aun no se hab'a librado de Euge, por lo que deb'a idear otro plan. 4o entend'a como la t'a ercedes pensaba que Euge pod'a cuidarla si no pod'a cuidarse ni ella misma, la ve'a como segu'a
los dibujos animados y cantaba hasta en la ducha la canci0n de una esponja que viv'a dentro de una pia, le parec'a demasiado d(bil de mente. El plan fue sacarle a escondidas la cajetilla de cigarros a su padre, y un d'a que la t'a con su papa fueron al ballet y se qued0 sola con Euge fue a su dormitorio y convers0 con ella sobre las chicas que aparec'an en las revistas, Euge muy triste dijo que jamás ser'a como ellas, entonces Colombina fingiendo ser su amiga le propuso ayudarla a quitarle esa apariencia provinciana y darle un toque mas moderno. !e paso los cigarros y le dijo que deb'a fumar para parecerse a esas nias, al principio Euge se neg0 y ante la insistencia de Colombina quien hab'a buscado en @nternet los pasos para ensearle a fumar lo hi7o, pero comen70 a toser y toser, luego se quem0 las cejas y la chasquilla que ard'an y Colombina la envolvi0 en una colcha para apagar el fuego, luego Euge ten'a tantas nauseas y asco que no aguant0 y se puso a vomitar sobre las plantas de la ventana.
Capítulo XXIII Cuando lleg0 la t'a ercedes se acerc0 al cuarto de Euge a preguntar por el mal olor que sal'a de ah', al entrar en la habitaci0n vio la cajetilla de cigarros sobre la cama y ret0 fuertemente a Euge dici(ndole que aparte de adicta estaba mal educando a Colombina que era menor de edad. Euge no dijo nada ni siquiera lo neg0, porque cre'a que en el fondo las intenciones de Colombina siempre eran para ayudarla, al salir la t'a del cuarto se puso a llorar. El seor ;errer 1padre de Colombina2 se enter0 del asunto de los cigarrillos y dud0 si era bueno dejar a su hija con Euge, pero como nunca la t'a dec'a que todos comet'an errores de juventud y que por el viaje deb'an darle una nueva oportunidad a Euge, finalmente convenci0 a su hermano, y además el viaje ya estaba pagado. Colombina le pidi0 entonces a su madre que la ayudara y que hablara con Euge, as' cuando ella le contara que hablaba con un pe7 la t'a pensar'a que estaba loca y la devolver'a a su isla. ás tarde se encontr0 con Euge quien le cont0 que hab'a hablado con su pe7 toda la maana y que era muy simpático. Entonces Colombina le insisti0 en que deb'a contarle lo mismo a la t'a ercedes, pero Euge sigui0 hablando y le pregunt0 si el pe7 era su madre, y Colombina no reconoci0 nada, solo le dec'a que le contara a la t'a, luego Euge le cont0 que su madre tambi(n se le aparec'a cuando ella era nia, pero s0lo en sueos. < luego le contaba que en su isla esas cosas eran reales, que era una tierra mágica donde conviv'an con muchos esp'ritus que los cuidaban, además sab'a que ella tambi(n hablaba con el pe7 "ella te lo dijo$ pregunt0 Colombina, y Euge le respondi0 Jy como sabes que es una "ella$K L..Colombina no respondi0, e insisti0 en que le contara a la ti, pero Euge le dijo que ya se lo hab'a dicho y no le hab'a e)traado para nada.
Capítulo XXIV Colombina supo que ya no hab'a mas que hacer, su t'a hab'a ganado una ve7 mas. !o 6nico bueno fue el regreso a clases, ya que sus compaeras y las profesoras la recibieron muy cariosamente, con carteles de bienvenida. #0lo quedaba un mes de clases y hac'a mucho calor por lo que las clases las hac'an al aire libre y en los recreos se acostaban en el pasto a comer naranjas. 8e vuelta a casa Colombina pas0 frente al local de loter'a, para ver si estaba Euge a quien le encantaba jugar ah' en el flippers, y en efecto estaba ah', cuando la vio se acerc0 a ella y le dijo que sab'a lo complicado que era sentirse poco importante para los demás, que sab'a como se sent'a, Colombina no sab'a de que estaba hablado Euge, quien sigui0 hablándole sobre la relaci0n entre ella y su padre. Colombina le contest0 que estaba equivocada, ya que ella era muy importante para su padre, Euge le dijo que (l no se daba cuenta de ello ya que viv'a aun del pasado, por eso hay que hacer algo para que tu papa se recuerde lo importante que eres para el. Euge tom0 del bra7o a Colombina y la llev0 calle abajo, se detuvo y le pregunt0 si escuchaba las campanadas, que esa era la seal, Colombina no escuch0 nada, y Euge sigui0 llevándola del bra7o hasta el paradero de buses, luego le cont0 que iban al puerto de /alpara'so. !legaron a una pequea @glesia de piedra, y ahora las campanadas se escuchaban muy fuertes, sobre la puerta dec'a "@glesia de 4uestra #eora de la Candelaria$.Cuando Colombina le pregunt0 que hac'an ah', Euge le dijo que no sab'a realmente porque nunca hab'a estado ah'.
Capítulo XXV olpearon la puerta pero nadie sali0, parec'a abandonada, pero alguien deb'a haber tocado las campanas. #iguieron buscando rodeando la @glesia hasta llegar a un patio trasero, en donde hab'an muchas cruces y un hombre viejo que cavaba un hoyo, Euge lo salud0 pero este no respondi0, sigui0 hablándole hasta que contest0, Jqu( esta haciendoK, pregunt0 Euge, "un hoyo, esto es un cementerio$ respondi0, y quien muri0Mpregunto de pronto, "nadie a6n, pero siempre mueren$ respondi0 el viejo. !uego Euge le pidi0 ayuda para entrar a la @glesia, pero el dijo que no se pod'a porque estaba cerrada, estaba en reparaciones, Colombina se comen70 a enojar y le dijo que ya sab'an que estaba cerrada y por eso le ped'an a el que les abriera. El viejo les pregunt0 si ven'an a ver a la virgencita, a lo que ellas contestaron que s', y por fin el acept0 llevarlas al coberti7o donde estaba guardada la virgen, vestida de amarillo con el nio en los bra7os. * Colombina le pareci0 ver una lu7 alrededor de la virgen, luego mir0 hacia fuera y vio que el cielo se estaba llenando de estrellas y que el viejo hab'a desaparecido.
Capítulo XXVI Euge le cont0 a Colombina que la imagen era de la /irgen de la Candelaria, y que en su pueblo todos la conoc'an por lo milagrosa que era, ya que hace ?&& aos dos indios huichilles que andaban perdidos la encontraron en la isla grande y ella los ilumin0 con su candela para que pudiesen regresar y por eso la llamaron 4uestra #eora de la Candelaria, y que siempre que hab'an intentado llevársela de la isla se produc'a un temporal que lo imped'a y todos los de ;ebrero la celebraban en la isla, la pasean por la noche en una lancha y toda la gente prende antorchas, le pide favores y suenan las campanas. Colombina no le prest0 mucha atenci0n y le dijo que ya deb'an volver a casa, pero Euge decidida le dijo que deb'an llevar con ellas a la virgen, pero Colombina le dijo que no, que era solo una imagen y ella solo estaba confiando en una leyenda que no era real. Entonce Euge le pregunt0 si acaso una fotograf'a de su mamá no significaba para ella, y le insisti0 en que deb'an llevarla porque la /irgen las iba a ayudar. Colombina le e)plic0 pacientemente a Euge que eso era robar, pero Euge estaba tan decidida que si no la ayudaba lo har'a igual sola, por lo que Colombina finalmente la ayud0 a sacar a la /irgen, y al ver una lu7 que se encend'a en la capilla salieron corriendo calle abajo. *l llegar al puerto vieron muchas luces en los cerros y Euge dijo que era la gente saludando a la virgencita.
Capítulo XXVII !legaron a /ia a las die7 de la noche, y Colombina sugiri0 dejar a la /irgen escondida en el armario del pasillo, un lugar muy hediondo, hasta que la t'a se fuera a dormir y as' pod'an volver por la imagen sin que se diera cuenta. Euge se resist'a a dejarla en ese lugar pero finalmente accedi0 porque no pod'an hacer otra cosa. *l llegar a la puerta del departamento (sta se abri0 y vieron a la t'a ercedes en bata, pálida y ojerosa, parec'a una bruja pensaron, y las sent0 a conversar, retándolas por la hora preguntándoles donde hab'an estado, Colombina le respondi0 diciendo que andaban en un retiro con las monjas en -lmu(, y que Euge quiso acompaarla, pero que estaba todo tan divertido que se les pas0 la hora. !a t'a dud0 preguntándole porque no hab'a llegado una nota de la directora sobre el retiro, y Colombina astutamente sac0 una boleta de deuda de la biblioteca con el timbre del colegio que estaba arrugada y ala arrug0 mas as' es que a penas se pod'a leer, y se disculpo con la t'a porque se hab'a olvidado de entregársela. !a t'a le crey0 y las nias se fueron a sus cuartos, Colombina le cont0 todo a su mama, quien le preguntaba por la virgen , pero ella le aclaraba que era solo una imagen, y que a Euge se le hab'a metido en la cabe7a que ella las ayudar'a pero no se le ocurr'a como, la mama le dec'a que ella solo deb'a pedirle con fe lo que quisiera sin preocuparse el como.
8e repente Euge entr0 desesperada a la habitaci0n de Colombina, y roja le cont0 que la virgen no estaba, hab'a desaparecido del armario del pasillo.
Capítulo XXVIII Euge pens0 que deb'an ir a preguntarle al Conserje, pero Colombina dec'a que no porque era muy tarde, Euge insisti0 tanto que fueron hasta el primer piso al departamento del Conserje y tocaron el cit0fono, pero no sab'an el nombre, Colombina se hab'a encontrado solo veces con el, una cuando la seora del quinto piso hab'a reclamado por los ladridos de Pug y la otra cuando le llev0 un tro7o de torta de la t'a ercedes. Tocaron H veces mas el timbre, y respondieron =quien es a esta hora>....y no se le ocurri0 nada mejor a Euge que responder =incendio> Colombina la mir0 asombrada, y la nia respondi0 que era la 6nica forma que las tomaran en cuenta. !uego sali0 un hombre canoso pero que no era muy viejo, con ojeras que marcaban su rostro. !as nias le dijeron que se las hab'a perdido algo, y Euge antes que el respondiera se meti0 al departamento a buscar a la virgen. !a habitaci0n ten'a mal aspecto, las cortinas rotas, piso sin alfombra y sobre el 6nico sill0n dorm'a un nio de unos ? aos muy pálido y con una respiraci0n dificultosa. El hombre se le acerc0 y le sealo la imagen a Euge Jla buscas a ellaK, pregunt0, y Euge respondi0 con la cabe7a preguntándole al conserje porque se la hab'a llevado hasta su departamento. El hombre se dej0 caer pesadamente donde descansaba el nio y les cont0 que lo hab'a echo por su hijo, que desde que naci0 ha estado muy enfermo, entra y sale del hospital y su madre se hab'a ido hace mucho tiempo, s0lo estaba (l para cuidarlo, entonces cuando vio la virgen en el armario del pasillo pens0 que era una seal, porque (l cre'a mucho en la virgen. El hombre suspir0 hondo y les ofreci0 te, Colombina no iba a aceptar y Euge la interrumpi0 aceptando el t( y se quedaron mucho rato conversando muy tarde acerca de su hijo anuel y de an(cdotas del sur de Euge, quien preparaba marraquetas tostadas con mantequilla. Cuando ya se iban las nias se miraron y le dijeron a @ván, el conserje que la #eora 1virgen2 qui7ás querr'a quedarse en su departamento cuidando a su hijo, que la necesitaba más que ellas.
Capítulo XXIX
*l otro d'a Colombina le dice a su madre que piensa que sus problemas no son tan grandes como ella cre'a, que por ejemplo anuel, el hijo d el conserje esta muy enfermo y más encima no tiene mamá. !a mamá le responde que ya sab'a, porque ha podido ver por la ventan todas las noches que ha llegado la ambulancia cuando anuel se ahoga porque sus pulmones son muy pequeos y la triste7a de su padre por no poder ayudarlo. Colombina le pregunt0 porque no se lo hab'a contado a ella, entonces su mamá le dijo que siempre estaba tan encerrada en sus propios problemas y en su pena que no la dejaban ver a nadie mas alrededor, y Colombina le respondi0 que le gustar'a hacer algo por el, eso alegr0 mucho a su madre, y Colombina sigui0 diciendo que se sent'a mejor y que pensaba ahora que no era tan malo que su papa se fuera de viaje porque además la ten'a a ella para que la acompaara, su madre se qued0 en silencio. !uego le dijo que era muy bueno que dejara ir a su padre y que tambi(n alg6n d'a deb'a dejar que ella se fuera, Colombina sinti0 rabia porque no quer'a que su mama se fuera, tom0 su mochila y se fue al colegio. Pasaron los d'as y lleg0 el d'a del viaje, Colombina no hab'a vuelto a hablar con su pe7 ni con nadie, se sent'a muy triste, pero se daba fuer7a pensando que su dolor no se pod'a comparar al gran dolor de otros nios como anuel. 8urante la comida Colombina trat0 de ser simpática, preguntando por el viaje y parecer alegre, hasta que la t'a ercedes la hi7o callar. Euge hi7o la observaci0n que la costa se estaba acercando por lo que se ven'a una tormenta, la t'a ercedes la corrigi0 diciendo que hab'an pronosticado un hermoso d'a para maana. El padre de Colombina la acompa0 a acostarse y cuando ella volv'a de cepillarse los dientes vio que su papa ten'a en sus manos la foto en la que sal'a junto a su mama en la playa, era la 6ltima foto que Colombina se hab'a tomado con ella. El padre le dio un beso de buenas noches y le dijo que no quer'a despedidas porque no le gustaban. Colombina igual lo abra70 fuertemente y el salio de la habitaci0n quedándose un momento a observarla desde la puerta. 8urante el sueo le pareci0 o'r un gallo cantar, a eso de las % se abri0 la puerta de su cuarto y ella mantuvo los ojos bien cerrados mientras su papa bes0 su frente. 8espu(s que sali0 de su habitaci0n Colombina se acerc0 a la ventana para mirar como se alejaban en el ta)i. ato despu(s se sinti0 un fuerte ruido en el cielo y comen70 a llover con fuertes goterones y record0 la frase de Euge "la costa se está acercando$.
Capítulo XXX
Euge le pregunt0 a Colombina si hab'a escuchado al gallo cantar a las doce, que eso era seal de buenas noticias. Estaba amaneciendo, segu'a lloviendo con mucho viento, truenos y relámpagos y Euge segu'a hablando y le dec'a a Colombina que la virgen de la Candelaria les hab'a enviado la tormenta porque a ella le gustaban. !uego empe70 a decir que todos iban a morir, y Colombina le dec'a que no fuera tan e)agerada, a lo que ella contest0 que era mejor pensar de esa forma y estar preparado, as' se nos quitaba el miedo de perder algo. Colombina le pidi0 que la dejara sola un momento. #e qued0 dormida un momento, y luego mir0 hacia fuera, y vio como la tormenta ya se hab'a calmado y ahora solo llov'a. !uego escuch0 unos pasos que se detuvieron frene a su puerta, el pe7 se movi0 inquieto y Colombina contuvo la respiraci0nL.=papá>, grit0 restregándose los ojos sin poder creerloL su padre le e)plic0 que el vuelo se hab'a cancelado por la tormenta el(ctrica y que la t'a eche se qued0 esperando el siguiente vuelo para irse, pero que el hab'a decidido quedarse, que sent'a que hab'a despertado de un largo sueo. 8e pronto dej0 de llover y apareci0 el sol radiante.
Capítulo XXXI Colombina estaba tan feli7 con el regreso de su papa que no se hab'a dado cuenta que iban a ser H d'as que no hablaba con el pe7. < le pregunt0 a su madre que porque hab'a estado tan callada, ella no respondi0, por lo que Colombina le pregunt0 si ya era la hora de irse para ella, y su madre le contest0 que s', que deb'a volver, como se lo hab'a dicho desde un principio, que volvi0 para hacer algo y ya lo hab'a hecho. Colombina enojada le dijo que su vuelta no hab'a cambiado nada, que ra70n ten'a para volverLla mama le pidi0 que la mirara a los ojos y gruesa lagrimas cayeron en las mejillas de ColombinaLy le pregunt0 que ve'a cuando la miraba, y su hija contest0 "un pe7 a7ul$, pero su madre le e)plicaba que en el fondo de su cora70n Colombina sabia que estaba ella a pesar de au aparienciaL$lo que verdaderamente somos no tiene principio ni fin, dejar( de ser un pe7 pero seguir( siendo yo$, y Colombina triste le dec'a que ya no la ver'a masLla mamá le intent0 e)plicar con varios ejemplos, del mar, de los r'os, y le dijo entonces que era simple, que ella quer'a volver s u lugar porque all' era feli7, pero Colombina se sorprendi0 y enoj0 a6n mas, no pod'a entender que su madre era mas feli7 donde ella no estaba. < su madre le insist'a que siempre estar'a con ella, que la sentir'a dentro de ella como los gl0bulos rojos, no estar'a nunca mas sola, y Colombina insist'a que nunca hab'a sido as' antesL.pero es que ahora, le e)plicaba su madre, tienes el cora70n preparado. Colombina le pregunt0 si la vendr'a a ver en sueos como la mama de EugeL.qui7ás, le respondi0L.de pronto , Colombina sinti0 un calor en la cara que le bajo hasta el pecho, y ya no ten'a ganas de llorar, sent'a su cora70n suave, sin miedo a la soledad, y su madre le pidi0 el ultimo favor.
En el colegio quedaban los 6ltimos d'as de clases, ya hab'an pasado los e)ámenes finales por lo que las nias estaban cada ve7 menos concentradas. !a madre 8irectora entr0 al sal0n para reempla7ar a #ister Nngela quien deb'a terminar unos informes. Tomo el libro de clases y lo cerro y les pidi0 a las nias que hicieran lo mismo con su libro de religi0n, dici(ndoles que ese d'a ellas har'an la clase. !es invit0 a pensar en que momento sintieron la presencia del #eor en sus vidas, en un milagro o simplemente como un signo de la voluntad de 8ios. 8e las primeras de la clase, Colombina levant0 la mano, y les cont0 a todas que ella los d'as viernes hac'a milagros, la madre quiso detenerla dici(ndole que no era un juego, pero Colombina insisti0 con mucha seriedad y seguridad en sus palabras, y les cont0 que en su edificio hab'a un nio llamado anuel, que estaba muy enfermo y no pod'a ir al colegio, por lo que ella iba los dias viernes a ensearle las letras para que aprenda a leer y no se atrase, lo lleva al jard'n y le lee cuentos, y le hab'a dicho a su papa que confiara en un milagro para que lo sanara y el le hab'a contestado que ella hac'a el milagro todos los viernes por la tarde. Todas sus compaeras quedaron en silencio, y Colombina sigui0 dici(ndoles que ella cre'a que los milagros e)ist'an para que uno abriera los ojos, que los verdaderos milagros ocurr'an por dentro de cada uno. !a madre le encontr0 toda la ra70n, y termin0 diciendo que tambi(n e)isten los milagros cotidianos, qque ocurren d'a a d'a, como cuando nos decidimos a amar a los demás como a nosotros mismos. Colombina se dio cuenta que por primera ve7 sus compaeras no se re'an y le prestaban atenci0n y les pregunt0 quien de ellas quer'a acompaarla a hacer milagros los viernes por anuel, y todas levantaron la manoL.y la madre directora al ver la escena murmur0 "los 6nicos árboles que no florecen son los que ya están secos$
EPÍLOGO
En un d'a de sol, Colombina va a la orilla de la playa y lleva la pecera contra su pecho, tanto ella como el pe7 van en silencio, hace una semana que no se hablan. #e saca las sandalias y se acerca mas a la orilla, mete la mano y saca al pe7 de la pecera, el que brinca y se sumerge en el mar perdi(ndose en el oc(ano. 8e pronto escucha que gritan su nombre, es Euge que corre hacia ella y se cae sobre la arena, Pug le lame la cara jugando. Euge le cuenta a Colombina que acaba de dejar a la virgen de la Candelaria de vuelta en la iglesia y que debe sentirse feli7 porque ya esta de vuelta en su casa despu(s de tanto viaje, Colombina se r'e del relato de su amiga, quien contin6a y le cuenta que se encontr0 con el vendedor de helados y le da un barquillo doble que se ha salvado de caer junto con ella a la arena. Colombina mira el cielo y ve que no hay ninguna nube y dice sonriendo "Aoy va a hacer calor$
FIN
