CARACTERIZACIÓN DE LA LENGUA COMO UN SISTEMA DE SIGNOS El signo es el vehículo apresentador más utilizado en los procesos comunicativos. Pero los signos ni aparecen ni se usan por sí solos. Siempre forman parte de un sistema. Lo que caracteriza al signo es su significado objetivo, su capacidad de ser interpretado por todos del mismo modo. Hay que interpretar lo que el propio signo apresenta y lo que el uso del signo apresenta. El signo se usa junto con otros signos y de acuerdo con unas reglas combinatorias que permiten la expresión. Son los denominados sistemas de signos. Éstos pueden ser más o menos complejos y, en función de su complejidad, serán más o menos útiles para comunicarse. Si las palabras son los signos por antonomasia, el lenguaje es el principal sistema de signos. El lenguaje es un vehículo de comunicación muy importante. Pero no es el único. Según Coseriu, hay tres posibles concepciones del lenguaje: el lenguaje como expresión; el lenguaje como expresión con significado; y, por último, el lenguaje como comunicación por medios de la expresión. A) El lenguaje como expresión. Según Coseriu, el lenguaje es expresión pero no expresión como simple reacción. No podemos denominar lenguaje a cualquier tipo de inferencia de significado que pueda hacerse entre dos objetos, por muy coherente que sea. Cabe, por tanto, hacer una consideración no lingüística del lenguaje. Así funciona el lenguaje animal. Éste es meramente reactivo, por eso no es un sistema de signos, sino la percepción y reacción ante sucesos que se dan juntos. B) El lenguaje como expresión con significado. Coseriu nos hace caer en la cuenta de que lo esencial en el lenguaje es precisamente el significado. El significado es la finalidad del lenguaje. La expresión es un instrumento para plasmar la finalidad significadora del lenguaje. C) El lenguaje como comunicación por medio de la expresión. El lenguaje es uno de los sistemas de signos por medio de los cuales se puede dar la comunicación. Es ciertamente el más importante y, expresivamente, el más rico. Pero no es el único. Lenguaje y comunicación son realidades distintas. La primera puede ser objetivada, considerada como un objeto. La segunda es una interacción. La
comunicación está siempre vinculada a una situación definida y concreta. El lenguaje es una realidad social, pero cabe un uso solitario del lenguaje, puede usarse el lenguaje para crear productos con significado que constituyan en sí mismos el fin de la acción expresiva. Funciones del Lenguaje Bühler fue quien introdujo el concepto de “función”. Así pues, catalogó por primera vez las funciones del lenguaje, a saber: La emotiva o expresiva, que está basada en los sentimientos o emociones del emisor. La conativa o apelativa, centrada en el receptor y en tratar de influir en él para que actúe en un sentido determinado La representativa o referencial, que se centra en aquello de lo que se está hablando. A estas funciones básicas, Jakobson añade otras tres más: La función fática, centrada en el mantenimiento del canal comunicativo (v.gr.: el uso de expresiones como: bueno, si, vale, esto, ajam…). La función metalingüística, que se da cuando el lenguaje se emplea para hablar del lenguaje. La función poética, que atiende primordialmente a la estética del mensaje y es, por ende, característica de la literatura. La función lúdica, que busca jugar con el lenguaje (v.gr.: en crucigramas, trabalenguas, etc.) La Lengua: un Sistema de Signos Saussure definía la lengua como un sistema de signos. Un sistema es un conjunto de hechos o unidades ordenados, que se relacionan entre sí por oposición. Una unidad no es lo que las otras son, sino precisamente lo que las otras no son. Esto enlaza con el concepto de “idea de valor”: el valor constituye la función que desempeña una unidad lingüística dentro de un sistema. Por otra parte, Saussure añade que la lengua es un sistema de signos sincrónico, es un estad sincrónico del lenguaje. Según sus tesis, las lenguas constituyen un sistema de valores puros (signos), ya que éstos son elementos esenciales en la
comunicación. Dichos elementos, como dijimos, están dotados de valor por oposición al resto. Las lenguas no son homogéneas, sino heterogéneas, por lo que no nos hallamos ante un solo sistema, sino que hay tantos sistemas como lenguas. La lengua es un producto social y colectivo, ya que no podría existir en ausencia de sociedad. La lengua se realiza individualmente en el habla, por lo que es la abstracción del conjunto de hablas. De hecho, su evolución diacrónica se da gracias al desarrollo del habla: todo cuanto es diacrónico en la lengua ha sido previamente desarrollado en el habla. Una lengua puede tener diversas normas (ya sea en distintos momentos o zonas geográficas, como, v.gr.: el español antiguo o el español de América). Coşerieu establece cuatro tipos de variedades de la lengua: Variedades diacrónicas: aquellas que se dan a lo largo del tiempo, v.gr. el castellano medieval Variedades diatópicas. Se denominan comúnmente dialectos. Se trata de aquellas variedades de una lengua que se localizan en diferentes ámbitos geográficos. Por ejemplo, el español de Puerto Rico. Variedades diastráticas. A veces se denominan jergas o sociolectos y son diversas variedades de una lengua que se localizan en hablas típicas de diferentes ámbitos sociales, dentro de una misma comunidad lingüística. Por ejemplo, el habla de los soldados. Variedades diafásicas. Se denominan a veces registros y son diversas variedades lingüísticas que se usan en diversas situaciones sociales. Por ejemplo, el habla culta frente a la coloquial.