EL BULLYING UNA AMENAZA: CAUSAS, CONSECUENCIAS Y ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN Julio César Carozzo C. Observatorio sobre la Violencia y Convivencia en la Escuela
[email protected] TENENOS UNA ESCUELA DEL SIGLO XIX PROFESORES DEL SIGLO XX Y ESTUDIANTES DEL SIGLO XXI INTRODUCCIÓN La escuela en nuestro país tiene, entre sus más importantes problemas que atender, el de la violencia, y entre ellos destaca el llamado bullying. Es cierto que no se trata de un problema nuevo, pero en los últimos diez años su escalamiento es tan espectacular que en el año 2011 se promulgó la Ley 29719, conocida como Ley Anti-bullying, y en Junio del 2012 se aprobó su Reglamento (DS. Nº. 010-12-ED), los que están a la espera de su aplicación. La producción de numerosos casos de suicidio y la ocurrencia de severas lesiones físicas han posicionado este tipo de violencia como el más perjudicial para la salud psicológica y física de los estudiantes así como son conocidos los estragos que genera en el proceso de aprendizaje. En estas condiciones el clima escolar ha quedado seriamente afectado sin que se sepa a ciencia cierta cuales deben ser las medidas a asumir para abordar y controlar este problema que ya es calificado como el más importante en las escuelas del mundo. ¿Existen estrategias efectivas para atender este grave problema de violencia y marchar a la conquista de una escuela en donde impere una convivencia democrática y saludable para todos los agentes educativos, y en especial para los estudiantes?
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¿QUE ES EL BULLYING? Es una forma de violencia que reúne características muy peculiares que la destacan: a. Es una violencia entre iguales y ocurre esencialmente entre compañeros de aula. b. Es intencional porque el agresor tiene la clara intención de dañar a la víctima. c. Es reiterativo en el tiempo, es sistemática. d. El agresor hace uso de su mayor poder para abusar a su víctima e. Es “invisible” porque los espectadores que se encuentran siempre presente en las acciones de maltrato guardan silencio, lo que se conoce como el código del silencio. f. Es un problema ético, moral. El agresor sabe que está procediendo mal y por ello trata de ocultar sus acciones de abuso. El bullying ha dejado de ser una amenaza para convertirse en una dolorosa realidad que se mantiene gracias al silencio e indiferencia del entorno. La inacción de las escuelas, docentes, padres de familia y de los espectadores crea en el agresor la sensación de impunidad, lo que hace posible que el matón persevere en sus conductas de maltrato; y de otro lado, esa inacción que señalamos, es un claro mensaje para la víctimas, las que se sienten completamente indefensas y sin protección de ningún tipo, lo que las abruma, entristece y deprime. Identificar estas características del fenómeno del bullying (relación de violencia, asimetría de poder, silencio cómplice, impunidad e indefensión) son importantes para poder comprender las consecuencias que se pueden derivar de esta relación de violencia y, en particular, conocer cuales pueden ser las estrategias más relevantes para intervenir el bullying en las escuelas. No menos importante es conocer que en la actualidad el bullying directo, cara a cara, que es el que acabamos de explicar, no es la única forma de acosar, intimidad y agredir. El cotidiano acceso y familiaridad que niños, niñas y jóvenes tienen con las TIC, ha dado
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lugar a la aparición de otras modalidades de violencia conocidas como ciberviolencia o ciberagresión, que consiste en el empleo de las herramientas digitales para la prolongación del maltrato, en algunos casos, o para atacar a nuevas víctimas que participan en las redes sociales. El ciberbullying es una modalidad de violencia que guarda mayores dificultades para su detección e intervención, máxime cuando los niños y jóvenes navegan sin control y orientación por parte de los adultos, quienes por añadidura, son aprendices en el dominio de la internet en comparación con los niños (nativos digitales con inteligencia digital) El bullying y sus diversas modalidades carecen de causas específicas. Lo que existe son factores de riesgo que facilitan la aparición de conductas disruptivas y violentas, y que deben ser identificadas para una apropiada intervención y prevención en la escuela y en el hogar. Entre los factores de riesgo hay que destacar el factor individual o personal; el factor familiar, el factor de la escuela, los medios de comunicación, la presencia dominante de una cultura que resuelve los conflictos mediante la violencia.
CONSECUENCIAS DEL BULLYING Grosso modo, estas son las consecuencias que se encuentran en quienes están involucrados en el bullying. En las víctimas hallamos los siguientes efectos: Puede ser el inicio de un trauma psicológico. Desarrollan ansiedad. Estados de Infelicidad. Problemas de personalidad. Fracaso escolar. Absentismo. Baja autoestima. Depresión, ideación suicida, suicidio. Falta de atención y concentración. Somatisaciones reales o simuladas
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En los agresores: Riesgo de conductas delictivas futuras. Insensibilidad. Falta de empatía. Aceptación del hecho violento como normal. Transgresión de normas de convivencia social. Bajo rendimiento escolar. Baja autoestima.
En los espectadores: Insensibilidad. Falta de solidaridad. Frialdad ante la injusticia. Apoya pasivamente a los abusadores Falta de empatía. Pobre autoestima.
¿EXISTEN ALTERNATIVAS? Desde que Jacques Delors (1998) sentenciara que el aprendizaje más importante para el presente milenio no será el de conocimientos, sino aprender a convivir, el tema empezó a ser abordado desde una nueva perspectiva. La convivencia y las normas de convivencia que las instituciones educativas se interesaban en poner en práctica estaban formateadas desde un enfoque de obediencia, cuya característica descansaba exclusivamente en que los estudiantes acaten en silencio y sin reproches las normas impuestas, según las autoridades, por el propio bien de los estudiantes. En realidad el mayor interés estaba en controlar a las personas y regular sus conductas en base a un reglamento formulado por las autoridades y que mayormente sólo ellas conocían. La escuela asume, como se asume en muchos escenarios societarios, que convivir es el gregarismo simple y llano, el
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asociarse siempre por la necesidad de contacto, la búsqueda de pertenencia o adscripción a un grupo o la conveniencia de socializarse, sin las cuales los individuos no tenemos cómo adaptarnos y vivir (Carozzo, 2012). De otro lado podemos advertir que últimamente se ha venido destacando la importancia de la convivencia para prevenir y erradicar el acoso y el bullying en la escuela. ¿Será esto cierto? Nos parece que es una visión errónea sobre las bondades que encierra la convivencia y un peligro reducirla a una actividad solo con la pretensión de acabar con el acoso y el bullying en las escuelas. La promoción de la convivencia en la escuela reviste una gran complejidad porque mediante ella se está cuestionando, desde la escuela, un estilo de vida fundado en la inequidad y la violencia relacional, cuyos efectos se materializan en un clima institucional inseguro y amorfo y también en un proceso de enseñanza-aprendizaje menos provechoso. (Carozzo, 2012)
¿QUE ES LA CONVIVENCIA? La escuela es el lugar en donde coinciden los más diversos sujetos provistos de variados montajes psicológicos y socio-culturales que expresan las características de su socialización familiar, esto es, estilos de comportamiento, niveles de autonomía, capacidad de tomar decisiones, capacidad de empatía, habilidades de socialización y comunicación diferentes e incluso antagónicos. No se llega a la escuela premunidos de recursos para insertarse a grupos llamativamente diversos y hasta antagónicos y es así como los naturales conflictos que aparecen en las relaciones interpersonales no se gestionarán ni solucionarán a través del consenso y del diálogo, sino mediante la violencia. Estos momentos, que se presentan reiteradamente en la vida de los escolares, son las oportunidades que tiene la escuela para empezar con la enseñanza de las normas de convivencia y la educación para la convivencia. Educar es una de las más valiosas herramientas en la socialización en los niños y niñas y entre ellas debe destacar el aprendizaje práctico de las normas y reglas básicas sobre la que se construye la convivencia escolar.
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Siendo esto así, y creemos que es lo pertinente, el eje de las actividades escolares, el centro de gravedad de la escuela y de todos sus agentes es la construcción de la convivencia democrática –como lo consagra el Reglamento de la ley 29719 (2013)-, el mismo que por ahora es solo una buena intención porque la Convivencia no tiene lugar cuando se la intenta administrar desde la dirección, cuando su manejo es directivo, y burocrático, aunque se encuentre preñado de buenas intenciones y voluntades. La convivencia se va construyendo en el día a día, gracias a las interacciones entre todos los agentes educativos, de manera especial por el desempeño que deben alcanzar los y las docentes que deben guiar y aquietar con mucha sensibilidad las mayores exigencias y demandas que provienen del sector estudiantil. Si la tentación del autoritarismo no se frena y se supera, la convivencia democrática que se procura está herida de muerte (Carozzo, 2013) El cambio que aludimos no elimina la importancia que el aprendizaje de conocimientos debe seguir teniendo en la escuela, pero si apuesta por un modelo en donde la persona y no el estudiante es el objeto más valioso en el trabajo educativo de la escuela; la calidad de vida debe prevalecer sobre la calidad educativa. El cambio que destacamos nos dice también que la seguridad y el bienestar de las personas que forman parte del claustro deberían ser estimadas como prioridades en la actividad que pasa a ser de todos los que forman parte de la institución educativa.
PRINCIPIOS DE LA CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA Fernández, I. (2005) sugiere considerar: 1. Fomentar cauces de comunicación entre profesores y alumnos y alumnos entre sí, en un clima de confianza y respeto. (Añadiría la comunicación entre los docentes). 2. Valorar las diferencias étnicas, culturales y religiosas atendiendo a su riqueza y ampliación de miras personales. (Añadiría las diferencias de género y las sociales)
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3. Favorecer un ambiente de estudio y trabajo donde se valore a cada alumno según sus capacidades y aportaciones personales. (Añadiría la diferencia entre los ritmos y tiempos en el aprendizaje, que es un fuerte elemento de exclusión y estigmatización) Se puede advertir que la inserción de la convivencia democrática en la escuela, acorde a los lineamientos antes señalados, proponen un cambio en la política de la institución educativa y en los roles de los agentes educativos, todo ello concordante con lo que se proponía en el documento elaborado por Jacques Delors en donde se reclamaba la pertinencia de volcar hacia la educación para la convivencia los mayores esfuerzos de las instituciones educativas. Los grandes problemas que asumen las instituciones educativas (malas relaciones interpersonales, violencia, exclusión, verticalidad y autoritarismo, entre otros) reflejan los males de nuestro sistema social y entre ellos se refuerzan mutuamente, dando la sensación de que todo ello es normal o, cuanto menos, lo menos mal que puede pasarnos, por lo cual siempre nos hemos propuesto establecer normas de regulación y control de conductas para el mantenimiento del orden en donde se puedan impartir conocimientos en forma disciplinada. El incremento de la violencia en las escuelas tiene mucho que ver con el vetusto modelo relacional que se mantiene incólume en las escuelas y en el hogar, en donde se sigue creyendo que la búsqueda de culpables individuales y el empleo de severas sanciones a sus protagonistas eliminarán el problema. Nada más inexacto. La peligrosa invisibilización de la violencia relacional como el bullying está ensanchando su línea de invisibilidad con el creciente auge del ciberbullying y ciberacoso, que lo hace más difícil de perseguir y abordar y propicia modificaciones en el empleo de habilidades para sus relaciones (ciberconvivencia, Ortega, 2013), o la casi inutilidad de los contenidos emocionales de la comunicación cara-cara.
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Estos desafíos y otros en ciernes (el datin violence, el sexting, el happy slapping, el grooming) necesitan de una estrategia ecológica para ser encarados y desalentados a partir de un prolijo trabajo educativo –no punitivo- en donde los propios estudiantes sean los mayores protagonistas. Mediante la implementación de la convivencia democrática en la escuela, con el enorme arsenal de herramientas educativas de que está premunido, la escuela tiene la oportunidad de virar en 180ª y transformar el clima institucional para la calidad de vida y la calidad educativa.
PROYECTO AULAS SIN VIOLENCIA RESUMEN INSTITUCIÓN
Observatorio sobre la Violencia y Convivencia en la Escuela
PROPUESTA
Prevención de la violencia y Promoción de la
Convivencia.
OBJETIVOS.El objetivo general del Programa Aulas sin Violencia es el de prevenir las diversas modalidades de violencia existentes en la escuela, en especial el bullying y el acoso escolar, y el de promover la Convivencia Democrática en los establecimientos educativos, fomentando con ello el mejoramiento del clima institucional y con ello la mejora de la calidad relacional y de los aprendizajes. Nuestro Programa se propone trabajar la gestión, instalación y construcción de la Convivencias Democrática, mediante la cual se promueva el desarrollo integral de los estudiantes, docentes y padres de familia, para lo cual se deben reorganizar los planes de la
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institución educativa para que la convivencia se convierta en el eje del proceso educativo. Para la concreción de los objetivos se proponen medidas de seguridad y protección de los entornos físicos en donde se producen los hechos de violencia; el establecimiento de medidas disciplinarias justas para todos y se asegure la promoción de conductas deseadas en todos los agentes educativos con lo que se propicia un clima confiable y seguro.
COBERTURA.Todo establecimiento educativo.
PROPUESTAS DE INTERVENCIÓN.La multicausalidad de la violencia demanda un enfoque integral, ecológico, en donde deben estar involucrados los estudiantes, los profesores, los padres de familia, el personal administrativo y auxiliar, y los miembros de la comunidad. Las líneas de trabajo propuestas en la intervención comprenden los siguientes espacios:
Programa de Convivencia Democrática. A nivel de la institución educativa A nivel de aula Etapa de diagnóstico en la institución educativa. Etapa de capacitación al personal de la institución educativa. Capación de padres de familia. Inserción de programas educativos para la convivencia: Habilidades sociales y asertividad. Educación emocional Gestión y Resolución de conflictos. Desarrollo de la autoestima. Acciones destinadas para atender a los estudiantes en riesgo.
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Acciones para el trabajo con agresores. Acciones para el trabajo con víctimas. Acciones para el trabajo con los espectadores. Programa de Acompañantes Voluntarios. Mediación Escolar.
RESULTADOS.El trabajo de viene realizando en 4 centros educativos y se está culminando la etapa del diagnóstico y evaluación.
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