LA INTELIGENCIA INTELIGENCIA EMOCIONAL EMOCIONAL Y LA DOCENCIA DOCENCIA EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR Miguel Hugo Garizurieta Meza*, Isaías Sangabriel Rivera** Garizurieta-Meza M.H., M.H., Sangabriel-Rivera I. La inteligencia emocional y la docencia en las instituciones de educación superior. Hitos de Ciencias Económico Ad mi ni st ra ti vas 2005; 31: 131-1 38.
Garizurieta-Meza M.H., Sangabriel-Rivera I. Emotional Intellig ence and Teaching in Higher Education Institutions. Hitos de Ciencias Económico Ad mi ni st ra ti vas 2005; 31: 131-13 8.
RESUMEN
ABSTRACT ABSTRACT
El término de inteligencia ha tomado una gran importancia entre los temas de actualidad al intentar identificar los factores determinantes para lograr el éxito en la vida; sus primeras investigaciones fueron realizadas realizadas por psicólogos quienes originalmente se enfocaron a aspectos cognitivos, como la memoria y resolución de problemas. Pero hace dos mil años los grandes filósofos ya iniciaban la búsqueda de los elementos que explicaran lo que era la inteligencia. Sin embargo, por un largo period o de esos dos milenios, se consideró que la única inteligencia existente dentro del hombre era la razón. Conocida también como intelecto o Coeficiente Intelectual (CI). En cuanto a las emociones, el pensamiento común sostenía que éstas se tenían que mantener fuera del camino, de ese modo el hombre podía tomar adecuadas decisiones y estar ubicado en lo correcto. En las últimas décadas una gran gama de investigaciones han probado lo contrario.
The term “intelligence” has got a great importance among the subjects from the present time, on trying to identify the determining factors to achieve success in life; The first first researches were made by by psychologists who originally focused on cognitive aspects, like the memory and problems solving. However, it is worth worth mentioning that since two thousand years ago great philosophers already initiated the search of the elements that explained what intelligence was. Nevertheless, for the long period of those two millenia, it was considered that reason also known as intellect or Intellectual Coefficient (IC), was the only existing intelligence within man. As far as the emotions, the common thought was that these had to be kept asid e so that man could make suitable decisions and act correctly. In the last decades a great range of investigations have proved the opposite.
Palabras Claves: Inteligencia. Docencia. Éxito. Educación Superior.
Key words: Intelligence, Teaching, Success, Higher Education.
DIRECCION PARA RECIBIR CORRESPONDENCIA: CORRESPONDENCIA : Universidad Veracruza. Facultad de Contaduría y Administración. Circuito Dr. González Aguirre Beltrán s/n, zona universitaria. C.P. 91000. Jalapa, Veracruz. Correo electrónico:
[email protected]
l razonamiento concreto, claramente objetivo no tiene la vida del sentimiento, y está influido por un sistema de valoración que puede ser erróneo según el sujeto que lo ejercite. Este razonamiento es peligroso, pues sólo considera el interés personal en contra de la colectividad, del entorno, de todos los demás seres que lo rodean. Nos
E
habituamos, nos insensibilizamos y sacamos la capacidad básica de reaccionar, que es la emocional. La Real Academia Española define la inteligencia, como “la capacidad de entender, comprender y resolver problemas”, también puede ser definida como la habilidad general que se encuentra en diferentes di ferentes grados,
*,** Profesor Investigador. Facultad de Contaduría y Administración. Universidad Veracruzana.
Fecha de recibido: recibido: 5 de agosto 2005. Fecha de aceptación: aceptación: 10 de octubre de 2005.
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en todas las personas. Sin embargo, sólo se está haciendo un enfoque de la inteligencia en su aspecto cognitivo. Dentro del no cognitivo de la inteligencia se encuentran distintos precursores, los cuales contribuyeron en gran medida al trabajo que hoy es conocido como Inteligencia Emocional (IE). Para David Wechsler, psicólogo americano y profesor del Colegio Médico en Nueva York, definió a la inteligencia como “el agregado o capacidad global del individuo para actuar apropiadamente, pensar racionalmente y enfrentarse eficazmente a su entorno”. Ya a principios de los 40´s Wechsler hacía referencia tanto a elementos intelectuales, como a elementos no intelectuales. David Wechsler hablaba e investigaba sobre factores afectivos, personales y sociales. Más adelante mediante sus estudios, mencionó que los aspectos no cognitivos eran esencialmente importantes a fin de predecir las habilidades necesarias para el éxito en la vida. Dando con esto, un grado equitativo de importancia al Coeficiente Intelectual e Inteligencia Emocional. Más adelante en los años 80´s Howard Gardner, profesor de la Escuela de Educación en Harvard, ha hecho investigaciones sobre inteligencia humana durante los últimos 20 años. En 1983 desarrolló una teoría en donde la inteligencia fue reformulada en un nuevo concepto llamado “Inteligencias Múltiples”, publicada en su libro Frames of Mind. En esta obra expone que existen siete tipos de inteligencias distintas, las cuales se encuentran en cada individuo a diferentes niveles. Aunque “Gardner reconoce que el siete es una cifra arbitraria para la variedad de inteligencias; no existe un número mágico para la multiplicidad de talentos humanos”. Por lo tanto, Gardner y sus colegas no se limitaron a sólo siete inteligencias, sino que crearon una lista más amplia en donde cada inteligencia se divide en distintas habilidades. Gardner siguió investigando y ampliando su conocimiento dentro las inteligencias múltiples. Fue así como varios años después de haber publicado por primera vez su teoría, crea un resumen de las inteligencias personales, en donde Gardner expresa: La Inteligencia Interpersonal es la capacidad para comprender a los demás: qué los motiva, cómo operan, cómo trabajar cooperativamente con ellos. Vendedores, políticos, maestros, médicos clínicos y líderes religiosos de éxito tienen probabilidades de ser individuos con elevado grado de Inteligencia Interpersonal. La Inteligencia Intrapersonal… es una capacidad correlativa, vuelta hacia el interior. Es la capacidad de formar un modelo preciso y 132
realista de uno mismo y ser capaz de usar ese modelo para operar eficazmente en la vida.
Gardner va más allá de los esquemas tradicionalistas sobre conocimiento. Su teoría es el reflejo del cambio a una nueva era paradigmática de la inteligencia. Sin duda alguna, Gardner creó una teoría que serviría más adelante como base para profundizar en el campo emocional del humano. Gardner aportó un gran cambio en el estudio de inteligencias no cognitivas. Rompió con el paradigma de la “inteligencia general” al construir la noción de distintos tipos de inteligencia. También ha mostrado al mundo que cada individuo, dentro de su perfil de inteligencias, cuenta con fortalezas y debilidades intelectuales que representan simplemente un conglomerado de aptitudes diferentes y válidas para todas las culturas y momentos históricos. Gardner introdujo tres distintas características al término “Inteligencia”: ·
Una propiedad de todos los seres humanos (todos poseemos estas 8 o 9 inteligencias).
·
Una dimensión en la cual el ser humano difiere a otros (Ni dos personas - ni aún siendo gemelos - poseen exactamente el mismo perfil de inteligencias).
·
La forma en que uno lleva a cabo una tarea en virtud de nuestras metas (Joe podría tener suficiente inteligencia musical pero la interpretación de su obra podría no tener mucho sentido para nosotros).
Ya en los 90s los profesores americanos Peter Salovey, de la Universidad de Yale y John Mayer, de la Universidad de New Hampshire, introdujeron por primera vez el término “Inteligencia Emocional” dentro del mundo del conocimiento. Salovey y Mayer construyeron un modelo sobre habilidades personales, emocionales y sociales que en su conjunto lo denominaron como Inteligencia Emocional. Todo esto tuvo su inicio en el intento por desarrollar una forma de medir científicamente las diferentes habilidades de la gente en el área emocional. Ellos notaron que algunas personas eran más competentes que otras en cosas como identificar sus propios sentimientos, identificando los sentimientos de otros, y solucionando problemas que involucraran aspectos emocionales. Salovey y Mayer definen el término de Inteligencia Emocional como: Un tipo de inteligencia social que incluye HITOS DE CIENCIAS ECONÓMICO ADMINISTRATIVAS
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la habilidad de supervisar y entender las emociones propias y las de los demás, discriminar entre ellas y usar la información para guiar el pensamiento y las acciones de uno.
Todas estas capacidades conforman la estructura de lo que es conocido actualmente como Inteligencia Emocional. Es posible incrementar cada una de las competencias de la IE en el individuo. Así mismo, no sólo se limita su uso en la vida personal, sino también en otros ambientes como el laboral. Es dentro del ambiente empresarial en donde el profesor Daniel Goleman ha dirigido sus investigaciones y publicaciones en los últimos años tomando como concepto original el propuesto por Salovey y Mayer (1990). Daniel Goleman, profesor de la Universidad de Harvard, se ha constituido como la imagen más famosa relacionada a la IE. Desde la publicación de su conocido Best-Seller “Inteligencia Emocional” (1995), el nuevo concepto sobre inteligencia ha dado vuelta al mundo, logrando crear de una forma educativa y amena, un libro que lleva consigo temas de corte psicológico. La teoría de Goleman que trata en su obra “Inteligencia Emocional”, fue originalmente desarrollada durante los 70´s y 80´s por los psicólogos Howard Gardner (Harvard), Peter Salovey (Yale) y John Mayer (New Hampshire). Ahora, Daniel Goleman retoma esa teoría para recavar información sobre el funcionamiento del cerebro, las emociones y el comportamiento, estando de acuerdo con Salovey y Mayer sobre las competencias que conforman la IE. Más adelante, Goleman hace una adaptación de estas competencias, considerándolas como las cinco aptitudes básicas emocionales y sociales: Conocimiento de uno mismo. Saber qué se
siente en cada momento y utilizar esas preferencias para orientar nuestra toma de decisiones; tener una idea realista de nuestras habilidades y una confianza bien basada en uno mismo. Autorregulación. Manejar las emociones de
modo que faciliten la tarea entre mano, en vez de obstaculizarla; ser escrupuloso y demorar la gratificación en pos de los objetivos; reponerse bien de las tensiones emocionales. Motivación. Utilizar nuestras preferencias más
profundas para orientarnos y avanzar hacia los objetivos, para tomar iniciativas y ser muy efectivos para preservar antes los contratiempos y las frustraciones. SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2005. Año 11, Número 31.
Empatía. Percibir lo que sienten los demás, ser
capaces de ver las cosas desde su perspectiva y cultivar la afinidad con una amplia diversidad de personas. Habilidades sociales. Son las habilidades para
inducir en los otros las respuestas deseadas. Resulta indudable que la vida es más sentimiento que pensamiento. Es un permanente sentir, sentir que siento, a menos que se pretenda no sentir, sentir que no se siente. Tenemos ese don o defecto de poder desincronizar lo que sentimos, pensamos y hacemos. Por eso a veces aunque sentimos algo fingimos que no sentimos nada. La respuesta emocional es una reacción, puede ocurrir o no. Cuando se reprime y no se da, la respuesta final es la indiferencia o la representación falsa de una emoción que se debería sentir pero que se siente. LA EMOCIÓN Y SU APLICACIÓN Desde la existencia del ser humano, la emoción ha sido parte de éste en la vida diaria hasta la muerte. En la supervivencia, la emoción representó un papel muy importante para la toma de decisiones. Por lo tanto, cada momento y cada acción realizada por el hombre están conectados con un conjunto de emociones. He aquí la relevancia que contiene la emoción dentro de cada individuo. A continuación, se presentan algunas de las definiciones de la emoción algunos autores: Oxford English Dictionary define: Emoción es cualquier agitación y trastorno de la mente, el sentimiento, la pasión; cualquier estado mental vehemente o excitado.
Real Academia Española define: Emoción (Del lat. emotio, -onis): Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable y penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática. Interés expectante con que se participa en algo que está ocurriendo.
Las definiciones anteriores tiene sus variaciones entre sí, pero coinciden con una variable: la agitación o alteración del ánimo o la mente. En su obra, Goleman también da referencia sobre este tipo de agitación o alteración considerándola como aquello que nos lleva a actuar: Emoción, todo lo referente a un sentimiento 133
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y sus pensamientos característicos, a estados psicológicos y biológicos y a una variedad de tendencias a actuar.
Goleman hace énfasis en que las emociones fueron dotadas al ser humano para poder responder ante ciertas circunstancias en la cual la supervivencia es el objetivo primordial: Las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado. La raíz de la palabra emoción es motere, el verbo latino “mover”, además del prefijo “e”, que implica “alejarse”, lo que sugiere que en toda emoción hay implícita una tendencia a actuar. Que las emociones conducen a la acción es muy evidente cuando observamos a niños o animales...
Goleman manifiesta que las emociones preparan al humano para responder ante un determinado escenario o situación, a través de cientos de emociones que contienen diferentes matices, combinaciones, variables y mutaciones. Categorizarlas ha resultado ser una tarea difícil. Los investigadores continúan en discusión sobre cuáles son las emociones centrales que puedan considerarse como primarias para desembocar todas las combinaciones. Algunos teóricos han propuesto familias básicas. Entre los principales candidatos y algunos miembros de sus familias se encuentran: Ir a : Ultraje, resentimiento, cólera,
exasperación, indignación, aflicción, acritud, animosidad, fastidio, irritabilidad, hostilidad, y tal vez en el extremo, violencia y odio patológicos.
amabilidad, afinidad, devoción, adoración, infatuación, ágape (amor espiritual). Sorpresa:
Conmoción,
asombro,
desconcierto. Disgusto :
Desdén, desprecio, menosprecio, aborrecimiento, aversión, disgusto, repulsión. Vergüenza: Culpabilidad, molestia,
disgusto, remordimiento, humillación, arrepentimiento, mortificación y contricción. Es interesante el hecho de poder clasificar las emociones. A pesar de los intentos por encontrar las emociones básicas, aún hay controversia cuando una emoción no pertenece solamente a una sola familia, sino a varias. Este es el caso de lo que conocemos como celos. Los celos son una combinación de ira, tristeza y temor, viendo aquí un sencillo ejemplo de la diversidad de familias o categorías que puede incluir un solo sentimiento. Las emociones pueden alterar la percepción de la realidad y afectar variables relacionadas con la planeación personal y el trabajo. ¿En realidad siento lo que creo que siento? ¿Lo que siento es lo que debo sentir de acuerdo a la ocasión? ¿Estoy dispuesto a fingir que siento lo correcto para salvar mi imagen ante los demás? ¿Cómo quedo yo conmigo mismo cuando al final de la representación me he fallado? Apli cacio nes en l a persona
Tristeza : Congoja, pesar, melancolía, pesimismo, pena, autocompasión, soledad, abatimiento, desesperación y, en casos patológicos, depresión grave.
Cuando una persona intenta hacer contacto con lo que siente y luego explicar a los demás lo que ocurre, queda bien con ella y siente el derecho a sentir, que es un derecho único de cada cual y se da en la medida en que puede hacerlo.
Temor : Ansiedad, aprensión, nerviosismo,
Apli caciones en organizaciones
preocupación, consternación, inquietud, cautela, incertidumbre, pavor, miedo, terror; en un nivel psicopatológico, fobia y pánico. Placer : Felicidad, alegría, alivio, contento,
dicha, diversión, orgullo, placer, placer sensual, estremecimiento, embeleso, gratificación, satisfacción, euforia, extravagancia, éxtasis y, en el extremo, manía.
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Amor : Aceptación, simpatía, confianza,
De no hablar de las emociones, surgirá el resentimiento y éste va a minar poco a poco las relaciones interpersonales y producir conflictos. Esto no ayuda a acomodar los sentimientos; al fin y al cabo, la empresa necesita de la entrega de ese trabajador que ha sido herido en su amor propio, al menos por interés se le puede dar un tratamiento humano. Entre las principales características que identifican a la emoción están:
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·
Su funcionamiento es innato y automático. Se
trae consigo desde el nacimiento y no está programada voluntariamente para sucesos futuros.
conciencia de las propias emociones, es el punto que fundamenta la Teoría de la Inteligencia Emocional. INTELIGENCIA ACADÉMICA E INTELIGENCIA EMOCIONAL
·
Es anterior al pensamiento. Las emociones son
impulsos para actuar, planes instantáneos (Goleman, 1995) que no son pensados en el preciso instante, simplemente activados por los sentidos para responder ante las circunstancias. ·
Existen dos niveles de emoción, la consciente y la inconsciente. El comienzo filosófico de una
emoción ocurre típicamente antes de que una persona conozca conscientemente el sentimiento del mismo. Por ejemplo, cuando a una persona que teme a las serpientes se le muestra la imagen de una, los sensores de su piel detectan la producción de transpiración, una señal de ansiedad, aunque ella diga que no experimenta ningún temor. Mientras tanto la agitación emocional preconsciente sigue formándose, acaba volviéndose lo suficientemente fuerte para convertirse en algo consciente (Goleman, 1995). ·
Su manifestación puede ser de una manera no verbal y verbal. A través de manifestaciones
del cuerpo (llanto, transpiración, escalofríos, gestos faciales y corporales) se muestran distintos estados de ánimo (tristeza, alegría, ira, vergüenza, etc.) y por medio del tono de voz, las palabras que se expresan a otros. ·
La forma que se muestra la emoción está moldeada por la cultura y la experiencia. Aunque
las emociones son innatas, adquieren una gran influencia del medio ambiente en que la vida de cada individuo, grupo u organización se desarrolla, así como de las vivencias que éstos experimentan. A dichas condiciones, hablando de cultura, se les llama contexto cultural (Hellriegel & Slocum, 2004). Por ejemplo, quizá en la cultura alemana (bajo contexto) las emociones como la estimación y cariño, no sean representadas de la misma forma en que algún japonés o mexicano (alto contexto) lo harían. No existe una clasificación universal única.
Finalmente, la emoción es un mecanismo que se manifiesta a través de impulsos, los cuales ayudan al organismo para prepararse a actuar ante situaciones no esperadas, tomando decisiones con prontitud y seguridad. El inteligente uso de la emoción, la SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2005. Año 11, Número 31.
La inteligencia es una de las importantes variables que nos caracterizan como seres humanos. El hombre desarrolla una capacidad de iniciar, dirigir y controlar las operaciones mentales y todas las actividades que manejan información, separándonos como únicos y sobresalientes de entre los mamíferos. Desde el nacimiento la inteligencia parte de una base cero. Con el tiempo, a través de las experiencias y el estudio, se adquiere la información necesaria para desarrollarla a cierto nivel. Hay que tomar en cuenta que la inteligencia en el individuo es determinada también en una parte por la aportación genética, sin afirmar con esto, que se puede considerar a la inteligencia como un factor hereditario. Los genes atribuidos por la herencia solamente legan a funcionar como directrices durante el desarrollo futuro de la cognición. La Inteligencia Emocional se basa en las características de personalidad, capacidades sociales y emocionales más fundamentalmente para el éxito en la vida personal y profesional del sujeto; y que ni el rendimiento académico ni el nivel cognitivo determinan la Inteligencia Emocional, es un complemento fundamental para su éxito como futuros profesionales. La inteligencia académica tiene poco que ver con la vida emocional. También se afirma que existe la independencia de la inteligencia emocional con respecto a la académica, y encuentran poca o ninguna relación entre notas o el cociente intelectual y el bienestar emocional de las personas. La inteligencia no es acumulativa y varía de persona en persona. No es posible juntar la inteligencia de familiares antecesores y crear un gran cúmulo de capacidades en una sola persona, ni tampoco tener el mismo nivel de inteligencia que la persona de a lado, sin embargo, esta variabilidad puede ser cuantificable. En este punto es importante mencionar que la inteligencia oficialmente técnica, puede ser medida a través de algún examen validado, que da como resultado lo que se conoce por Coeficiente Intelectual (CI). Los instrumentos de medición del CI sólo consideran aquellos aspectos relacionados con la razón y habilidades lógico-matemáticas. Tenemos claro que Goleman y todos los teóricos sobre este tema están de acuerdo que; para predecir el éxito
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en los diferentes ámbitos de la vida en las personas, es importante un buen nivel de Inteligencia Emocional, claro está, aún no se puede decir exactamente hasta qué punto se explica la variabilidad de una persona a otra en el curso de una vida, pero los datos existentes sugieren que puede ser tan poderoso, y a veces más, que el CI o las pruebas de aptitud académica. Por tal motivo resulta preocupante que los niveles del Coeficiente Emocional (CE) general de los estudiantes -materia de investigación-; se encuentren en un nivel promedio hacia abajo, ya que estos alumnos serán en un tiempo no muy lejano futuros ejecutivos de diversas organizaciones empresariales, y quizás muchos de ellos logren ocupar posiciones de responsabilidad de línea o cargos de funcionarios y, por ende, tener bajo su mando diversos subordinados a los cuales tendrán que dirigirlos, por lo que no cabe duda alguna que las indicaciones u órdenes que se les proporcione a éstos, tanto en la forma como en el fondo, influenciarán directamente en la personalidad y estabilidad emocional de ellos, al mismo tiempo de las repercusiones futuras en la forma de educar a sus hijos y las relaciones interpersonales con su cónyuge. Aún más si no llegarán a ser funcionarios, de todas maneras tendrán que integrarse a laborar en una organización como empleados, y como diría Antonio Valls en su libro La Inteligencia Emocional en la Empresa: “El empleado debe de empezar a actuar como empresario de sí mismo y tomar decisiones y asumir responsabilidades con respecto al propio destino, al igual que lo hace un directivo”. A partir de lo anterior puede verse que la inteligencia se refiere en general a la capacidad de aprender y tomar decisiones adecuadas ante una situación dada. Es la capacidad para resolver problemas cotidianos en la que intervienen un conjunto de variables como la atención, la observación, la memoria, el aprendizaje y la concentración. Pero a la vez, se ha observado que entran también otro tipo de habilidades como la comunicación afectiva y las relaciones sociales. Es aquí en donde entra en discusión el hecho de haber considerado a la inteligencia como una herramienta para solucionar solamente problemas de tipo técnico (como los problemas matemáticos y físicos), dejando a un lado a la parte afectiva capaz de definir la felicidad y buena convivencia social. Es en el lado emocional en donde las capacidades personales manifiestan aquellas necesidades, no sólo contemplar las funciones que puede realizar un ordenador (computadora), como lo hace un humano en la resolución de problemas, sino también, contemplar aquella parte en donde la estabilidad emocional y las habilidades sociales se unen con la inteligencia lógico matemática como complemento para dirigir el comportamiento en la resolución de problemas 136
cotidianos con eficiencia. La Inteligencia Emocional tiene que ver tanto con saber cuándo y cómo expresar una emoción, así cómo controlarla. Por ejemplo, como se ve en un experimento realizado en la Universidad de Yale por Sigdal Barsade (1998). Se reunió a un grupo de voluntarios, estudiantes de dicha universidad, jugando el papel de directores quienes vinieron juntos en un grupo para asignar bonos a sus subordinados. Cada voluntario tenía dos objetivos: obtener para su candidato la mayor suma posible y ayudar a la comisión como un grupo, así mismo se debía dar el mejor uso posible a los fondos para la compañía en su totalidad. Lo que ignoraban era que, entre ellos, se había plantado a un actor preparado por Barsade. El actor siempre hablaba primero. Pero lo hacía en una de cuatro claves emocionales: con entusiasmo efervescente, con una calidez relajada y serena, con deprimida torpeza, o con una irritabilidad desagradable y hostil. Su verdadero papel era contagiar al grupo de estos estados emocionales, como si diseminara un virus entre desprevenidas víctimas. En algunos grupos el actor proyectó un alegre entusiasmo, en otros una calidez relajada, en otros una gran pereza y todavía en otros más, una hostil irritabilidad. Los resultados indicaron que el actor fue capaz de contagiar al grupo con su emoción, y los mejores sentimientos se dirigieron para mejorar la cooperación, justicia, y desempeño total en grupo. De hecho, medidas objetivas indicaron que los grupos entusiastas fueron más capaces de distribuir el dinero de una forma que fuera justa y así mismo que beneficiara a la organización (Cary Cherniss, 2000). La influencia de la Inteligencia Emocional en la cultura popular y en las comunidades académicas ha sido rápida y extensa (Emmerling & Goleman, 2003). Debido a que el término “Inteligencia Emocional” incursionó en los Estados Unidos a principios del siglo XX no es por demás raro que México, con su cercanía fronteriza y su influencia en corrientes administrativas extranjeras, pronto introdujera este nuevo concepto como un tema innovador dentro de sus instituciones educativas. Es así, como a principios del siglo XXI en México se empieza a conocer este tema, creándose un gran interés en la relevancia de las emociones en el éxito personal y profesional. El impacto que ha dado el tema de la Inteligencia Emocional ha sido en gran parte por la idea revolucionaria de la aparición de un nuevo tipo de inteligencia. Desde entonces, el concepto de IE ha dado vuelta al mundo, haciendo que muchos autores investiguen y/o escriban sobre éste. Por tal razón, resulta sencillo encontrar una gran gama de información en libros, revistas y documentos en la Internet. Desgraciadamente, a pesar HITOS DE CIENCIAS ECONÓMICO ADMINISTRATIVAS
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del alcance que ha obtenido la IE, este término ha llegado a ser usado erróneamente y distorsionado por muchos. EL COEFICIENTE EMOCIONAL Y SU INFLUENCIA EN LA ENSEÑANZA
Aproximadamente el 85% de las decisiones que tomamos devienen del gran impulso que nos dan las emociones. Incluso, si analizáramos a los líderes de todos los tiempos curiosamente encontraríamos que la mayor parte de sus acciones no han salido de la razón. Gran parte de las pruebas demuestran que las personas emocionalmente expertas, las que conocen y manejan bien sus propios sentimientos e interpretan y se enfrentan con eficacia a los sentimientos de los demás, cuentan con ventajas en cualquier aspecto de la vida, ya sea en las relaciones amorosas o íntimas, o en elegir las reglas tácitas que gobiernan el éxito en la política organizativa. Esto porque erróneamente hemos creído que el acumular conocimientos, datos, cifras, métodos o procedimientos son el fondo del éxito. La vida emocional es un ámbito que, al igual que las matemáticas y la lectura, puede manejarse con mayor o menor destreza y requiere un singular conjunto de habilidades. Y saber hasta qué punto una persona es experta en ellas es fundamental para comprender por qué triunfa en la vida, mientras otra con igual capacidad intelectual acaba en un callejón sin salida: la aptitud emocional es una meta-habilidad y determina lo bien que podemos utilizar cualquier otro talento, incluido el talento puro.
manejarla y a asociarla con el conocimiento disciplinario se potencializa el aprendizaje y su aplicación. La palabra emoción significa “mover hacia fuera” y por su naturaleza genera impulso a la acción, el conocimiento de nuestras emociones nos permitirá elegir qué hacer y qué no hacer, en lugar de atenernos a las consecuencias de nuestros actos impulsivos. Un alto grado de Inteligencia Emocional, es determinante en el éxito de un profesionista, en la actualidad ya no es suficiente con tener títulos, un alto coeficiente intelectual o incluso años de experiencia lo que se demanda es una capacidad óptima de conocimiento y relación personal y social.
REFERENCIAS
Mayer, J. D., Salovey, P. What is emotional intelligence?, Emotional Development and Emotional Intelligence: Implications for Educator, P. Salovey y D. Sluyter. New York 1997, (pp 3-31). Jauli Isaac, Reig Enríque, Soto Eduardo. Toma de decisiones y control emocional, CECSA, Primera Edición, México 2003.
La Inteligencia Emocional se ve reflejada en la competencia personal que determina el modo en que expresamos sentimientos de manera adecuada y eficaz y cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás (hábitos de vida, cuidados, por una parte, y por otra, iniciativa, empatía, adaptabilidad, capacidad de persuasión, por ejemplo), de aquí su importancia en la comunicación de la familia. Para lograr una formación profesional de éxito es necesario considerar la Inteligencia Emocional, proponiendo contextos donde el estudiante ayude a los demás a ayudarse a sí mismos, ayudar a otros a aprender, a madurar, a ser más productivos y a desarrollar una relación caracterizada por la confianza y la lealtad, evitando miedos, temores, resentimientos y rencores. La Inteligencia Emocional como la conciencia llegan a ser manifestaciones inconscientes, pero si aprenden a SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2005. Año 11, Número 31.
Actualmente nuestra publicación periódica está totalmente digitalizada en INTERNET, en el WEB de la UJAT, y es posible accesar a ella a través de: http://www.ujat.mx/publicaciones/hitos)
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Petróleo y Finanzas Públicas Su impacto en el Estado de Tabasco, de Oscar Priego Hernández, Jiménez Editores e Impresores, S.A. de C.V. 2006.
Las Asociaciones de Charros en Tabasco. 40 años de Historia, de Soledad Arellano Quintanar, Javier Márquez López, Jorge Paredes Blancas, Juan Andrade Torres. Cía. Editorial Impresora y Distribuidora, S.A. 2005.
Leer para pensar: escribir para crear... Taller de lectura y redacción, de Olga B. Sánchez Rosado, Carlos Alberto Paz Gómez, Juan Andrade Torres, Alfredo Manzur Bocanegra. Jiménez Editores e Impresores, S.A. de C.V. 2006.
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