Semana 1. El ser humano como ser vivo Conocimiento 1: Introducción a la asignatura Lo más probable es que al tomar este ramo, no sabías muy bien por qué debías estudiar esta asignatura si tú elegiste ser un Diseñador, Relacionador Público, Publicista, o cualquier otra carrera que imparte nuestra institución. Muchas veces, casi a diario, tenemos un reclamo contra alguna persona o más bien contra aquello que dicha persona ha hecho. Pensamos luego ¿por qué este señor no hará las cosas mejor?, ¿por qué esta señora hace cosas malas? Este curso tiene que ver con aquello. Sostenemos la idea de que nadie puede ser buen profesional si no es antes buena persona. Por ello, es importante saber qué es la persona, quién es la persona, cuál es su fin, y la importancia de sus acciones. Lo cierto es que este curso aparece en tu malla curricular, sin saber mucho de qué se trata. Antropología es una asignatura del Programa de Ética, que tiene como finalidad dar la instancia para que -junto con tu grupo curso- nos cuestionemos acerca del “hombre”. Etimológicamente (estudio de la raíz de las palabras), Antropología proviene del griego anthropos (hombre) y logos (estudio o ciencia). Por lo tanto, la antropología es la ciencia acerca del hombre, es decir, del conocimiento de la persona, como tú o como yo. Eso es lo que haremos durante este semestre, intentar develar lo que somos, pero poniendo un mayor énfasis en la práctica, en la vida diaria de cada uno más que en los contenidos teóricos. Sin embargo, no se vaya a pensar que esta asignatura pretende arreglar el mundo buscando la manera de cómo los otros pueden ser mejores. El sentido principal de este estudio es que cada uno pueda conocerse a sí mismo de mejor manera, y así pueda también emprender caminos de excelencia personal que le permitan ser mejor en todo aspecto. Tras lo anterior, en este curso nos haremos preguntas tales como: ¿qué y quién es el hombre?, ¿qué se entiende por dignidad humana?, ¿para qué la libertad humana?, ¿cuál es el fin del hombre? Éstas, y muchas otras más serán los grandes cuestionamientos que reflexionaremos a lo largo del semestre. Conocimiento 2: Características del ser vivo Al iniciar el curso, debemos comenzar por distinguir los rasgos más básicos de la persona, aquellos que nos hacen parecernos al resto de los seres vivos, para luego ir mostrando en detalle los componentes que hacen que el hombre no solamente sea una especie diferente a las de las demás, sino también, una especie superior. Lo más elemental es definir al hombre como un ser vivo, vivo, y con ello lo estamos distinguiendo de aquellos seres que son inertes. Para diferenciar a un ser vivo de uno que no lo es, se deben considerar las siguientes características: automovimiento, unidad, inmanencia, autorrealización y ritmo cíclico. Conozcamos cada una de ellas. Automovimiento: Automovimiento: según Aristóteles, lo vivo es aquello que tiene dentro de sí mismo el principio de su movimiento, esto quiere decir que el ser vivo se mueve a sí mismo y no por un agente externo que lo mueva. Por ejemplo: si yo deseo ir hacia la izquierda, voy y dirijo mis pasos hacia esa orientación; en tanto, la piedra no puede ir hacia el norte o el sur si así lo quisiera (que se debe dejar en claro que nunca podrá querer, ya que no está dentro de sus capacidades). Para ello, tendría que tomarla yo u otra persona, y tirarla luego hacia esa
dirección. Un libro, por tanto, no se mueve por sí sólo. Si yo deseo ver las hojas del libro moverse, debo dejarlo sobre la mesa que está en el patio y dejar que el viento movilice las hojas de ese libro; luego, fue el viento quien movió las hojas y no fue el libro por sí solo quien se movió. Lo seres vivos, en tanto, poseen la capacidad de moverse por sí mismo. En el caso de las plantas, el ejemplo más nítido es cuando dirigen su tallo y sus hojas hacia la luz (fototropismo), ya que con eso ayudan al proceso de la fotosíntesis (nutrición). Los animales están guiados por los diferentes estímulos a los que están afectos como la nutrición, la reproducción, el crecimiento, etc. Así una serpiente se mueve hacia el calor que emiten los animales, por ejemplo un conejo o un ratón. Por tanto, lo que mueve a un ser vivo es parte esencial de él. Unidad: el Unidad: el ser vivo es uno, significa que no tiene división sin que aquello pueda afectar esa unidad, en cambio, los seres inertes si se dividen no dejan de ser lo que eran, así si un trozo de papel lo cortamos en pedacitos siguen siendo cada uno de ellos “papel”. Pensemos ahora en una persona que ha perdido un brazo en un accidente. Esa parte (el brazo) no es el todo, por lo que esa persona no deja de ser tal por haber perdido un brazo. Si fuese así, ¿tendríamos que pensar que todas las personas minusválidas no son personas? Pero el sentido de unidad de los seres vivos hace que la persona se afecte por la pérdida de ese brazo, siente que algo le falta (que su unidad ha sido atacada). Esta necesidad del brazo no es sólo por la funcionalidad, sino que también por por el sentido unitivo que tiene dicho ser (todos queremos estar completos), por ello no da lo mismo tener o no tener un brazo. Una persona que pierde un brazo no deja de ser persona, pero le afecta la pérdida de esa parte. Inmanencia: muchas Inmanencia: muchas de las acciones que realizamos como seres vivos, quedan en nosotros mismos o son para nosotros mismos: comer, respirar, pensar, leer, reír llorar, etc. Somos los receptores de la acción que realizamos. La palabra inmanencia proviene del latín inmanere, que significa “permanecer en”. Aunque algunas de nuestras acciones inmanentes se reflejen hacia los demás, como la risa, parte de ellas quedan en nosotros mismos. Por ejemplo: si como un sándwich, éste queda en mí. Lo mismo ocurre si decido, tras dos años de pololeo, terminar con mi pareja; ya que habrá un “antes” y un “después” del término de esa relación. En el caso humano llamaremos intimidad a la inmanencia. Autorrealización: Autorrealización: Ningún ser vivo nace absolutamente terminado. El crecimiento es, precisamente, el desarrollo, el despliegue de todas las capacidades del ser a lo largo de su vida. Y, en la medida que crece, se va realizando a sí mismo. En otras palabras, va logrando sus fines. En la semilla ya está el árbol, pero debe pasar por ese proceso de crecimiento para llegar a serlo. Y esa capacidad de crecer, de realizarse, se encuentra en sí misma. Lo mismo ocurre en el hombre. En cambio, si pensamos en una silla, ¿qué fines tendrá? Se podría decir que su fin es de sentar a las personas, sin embargo, algunos la utilizarán para apoyar la mochila mientras están en clases. Luego, ¿la silla tiene un fin, o tendrá tantos fines como yo le quiera dar a la silla? Ritmo cíclico: El cíclico: El crecimiento o desarrollo del ser vivo implica ir pasando por etapas. En el caso de la persona, ésta nace, tiene un período de infancia, de adolescencia, de adultez, de vejez y luego muere; pero durante su vida, habrá tenido un hijo que pasará por el mismo ciclo, y así sucesivamente. A este proceso de nacer, crecer, desarrollarse, nutrirse y morir se le conoce como ritmo cíclico y armónico. Los seres inertes no experimentan este proceso. Luego, ¿se podría hablar de un lápiz adolescente, o bien, de una mesa adulta; es decir, que han vivido etapas a lo largo de sus vidas? La respuesta es claramente no. Conocimiento 3: La escala de vida según los grados de perfección
dirección. Un libro, por tanto, no se mueve por sí sólo. Si yo deseo ver las hojas del libro moverse, debo dejarlo sobre la mesa que está en el patio y dejar que el viento movilice las hojas de ese libro; luego, fue el viento quien movió las hojas y no fue el libro por sí solo quien se movió. Lo seres vivos, en tanto, poseen la capacidad de moverse por sí mismo. En el caso de las plantas, el ejemplo más nítido es cuando dirigen su tallo y sus hojas hacia la luz (fototropismo), ya que con eso ayudan al proceso de la fotosíntesis (nutrición). Los animales están guiados por los diferentes estímulos a los que están afectos como la nutrición, la reproducción, el crecimiento, etc. Así una serpiente se mueve hacia el calor que emiten los animales, por ejemplo un conejo o un ratón. Por tanto, lo que mueve a un ser vivo es parte esencial de él. Unidad: el Unidad: el ser vivo es uno, significa que no tiene división sin que aquello pueda afectar esa unidad, en cambio, los seres inertes si se dividen no dejan de ser lo que eran, así si un trozo de papel lo cortamos en pedacitos siguen siendo cada uno de ellos “papel”. Pensemos ahora en una persona que ha perdido un brazo en un accidente. Esa parte (el brazo) no es el todo, por lo que esa persona no deja de ser tal por haber perdido un brazo. Si fuese así, ¿tendríamos que pensar que todas las personas minusválidas no son personas? Pero el sentido de unidad de los seres vivos hace que la persona se afecte por la pérdida de ese brazo, siente que algo le falta (que su unidad ha sido atacada). Esta necesidad del brazo no es sólo por la funcionalidad, sino que también por por el sentido unitivo que tiene dicho ser (todos queremos estar completos), por ello no da lo mismo tener o no tener un brazo. Una persona que pierde un brazo no deja de ser persona, pero le afecta la pérdida de esa parte. Inmanencia: muchas Inmanencia: muchas de las acciones que realizamos como seres vivos, quedan en nosotros mismos o son para nosotros mismos: comer, respirar, pensar, leer, reír llorar, etc. Somos los receptores de la acción que realizamos. La palabra inmanencia proviene del latín inmanere, que significa “permanecer en”. Aunque algunas de nuestras acciones inmanentes se reflejen hacia los demás, como la risa, parte de ellas quedan en nosotros mismos. Por ejemplo: si como un sándwich, éste queda en mí. Lo mismo ocurre si decido, tras dos años de pololeo, terminar con mi pareja; ya que habrá un “antes” y un “después” del término de esa relación. En el caso humano llamaremos intimidad a la inmanencia. Autorrealización: Autorrealización: Ningún ser vivo nace absolutamente terminado. El crecimiento es, precisamente, el desarrollo, el despliegue de todas las capacidades del ser a lo largo de su vida. Y, en la medida que crece, se va realizando a sí mismo. En otras palabras, va logrando sus fines. En la semilla ya está el árbol, pero debe pasar por ese proceso de crecimiento para llegar a serlo. Y esa capacidad de crecer, de realizarse, se encuentra en sí misma. Lo mismo ocurre en el hombre. En cambio, si pensamos en una silla, ¿qué fines tendrá? Se podría decir que su fin es de sentar a las personas, sin embargo, algunos la utilizarán para apoyar la mochila mientras están en clases. Luego, ¿la silla tiene un fin, o tendrá tantos fines como yo le quiera dar a la silla? Ritmo cíclico: El cíclico: El crecimiento o desarrollo del ser vivo implica ir pasando por etapas. En el caso de la persona, ésta nace, tiene un período de infancia, de adolescencia, de adultez, de vejez y luego muere; pero durante su vida, habrá tenido un hijo que pasará por el mismo ciclo, y así sucesivamente. A este proceso de nacer, crecer, desarrollarse, nutrirse y morir se le conoce como ritmo cíclico y armónico. Los seres inertes no experimentan este proceso. Luego, ¿se podría hablar de un lápiz adolescente, o bien, de una mesa adulta; es decir, que han vivido etapas a lo largo de sus vidas? La respuesta es claramente no. Conocimiento 3: La escala de vida según los grados de perfección
Ya hemos profundizado en las diferencias que existen entre los seres vivos e inertes. Ahora, debemos diferenciar los distintos tipos de seres vivos que existen. Todas las características vitales anteriormente señaladas, pueden comprobarse en los seres vivos. Sin embargo, se darán con más complejidad según la perfección de esos seres. Así, por ejemplo, el grado de inmanencia de un ser humano es mayor que el de una planta. La planta se nutre y respira, pero el ser humano, además de eso, ríe, llora, duerme, sueña, piensa, etc. Con las demás características sucede lo mismo: el animal tiene mayor movimiento que la planta; la persona tiene un modo de autorrealizarse más complejo que un animal, etc. Por ello, dentro de los seres vivos se debe considerar la graduación que existe en el sentido de la perfección que tiene cada uno de ellos, y que hace que el hombre en particular marque la diferencia con los demás seres vivientes. Suele decirse que el ser humano es el ser más perfecto, en comparación a los demás seres vivos que habitan nuestro mundo, y es esto lo que le otorga una dignidad especial. dignidad especial. Pero para comprender mejor esto, debemos distinguir primero cuáles son esos otros tipos de vida existentes. Los seres vivos se dividen en tres grados o niveles, de acuerdo con el modo o la perfección con que desarrollan su vida. Es decir, todos los seres vivos comparten una característica esencial -la vida-, pero no todos son iguales, pues no todos viven de la misma manera. En grados de menor a mayor perfección, perfección, los niveles de la vida se dividen de la siguiente manera: vida vegetativa, vida sensitiva y vida racional. Veamos en qué consisten cada uno de ellos. Niveles de la Vida
Vegetativo
Di g n o
Sensitivo
Racional
Val i o s o
¿Cuál posee mayor valor o dignidad?
OJALÁ QUE SE PRODUZCA EL DESPLIEGUE DE LAS IMÁGENES AL HACER CLICK AL CONCEPTO. 1. Vida vegetativa: vegetativa: se refiere a aquellas funciones básicas como la nutrición, el crecimiento, la reproducción, etc. Es propia de las plantas, pero no exclusiva, pues los otros seres vivos también la poseen. 2. Vida sensitiva: sensitiva: es el grado propio de los animales. Se le llama así, porque los animales poseen sentidos, que les permiten captar estímulos y reaccionar ante ellos. En este nivel de vida, la reacción responde al instinto propio de su especie. Es decir, la respuesta al estímulo no es producto de una reflexión o de una decisión, sino que es innata y necesaria. Por esta razón, todos los animales de la misma especie reaccionan de la misma manera ante un mismo estímulo. Así, por ejemplo, si el perro observa pasar a una perrita en celo, éste no pensará y ponderará si es de su raza o no, sencillamente, captará instintivamente por sus
sentidos que puede acercarse a la perrita y su instinto no le permitirá otra cosa que seguirla hasta aparearse. 3. Vida racional: es el grado propio del hombre. A diferencia de los animales, el ser humano posee, además de los sentidos, la capacidad de razonar, de pensar, de decidir. Por eso, dos personas pueden reaccionar de forma diferente ante un mismo estímulo. Gracias al intelecto, la persona es capaz de analizar una situación, de plantearse soluciones y de actuar de acuerdo a lo que considere mejor. Por este motivo, en el caso del ser humano no existen respuestas predeterminadas, sino que cada uno elegirá lo que estime conveniente. De todos modos, debemos tener en cuenta que los tres niveles de vida no son absolutamente independientes. A medida que el nivel es más perfecto, abarca los niveles anteriores. Y así, el nivel sensitivo no sólo posee las funciones propias de su tipo de vida -en este caso los sentidos-, sino también, cumple con las funciones del nivel vegetativo (todos los animales también se nutren, crecen y se reproducen). Y en el caso de la vida racional sucede lo mismo: los seres humanos no sólo poseen intelecto y voluntad, sino también, las funciones de los animales (sentidos e instintos) y de los vegetales (nutrición, crecimiento y reproducción). Pero, además, debemos considerar otro aspecto, y es que los niveles de vida dentro de un ser vivo tienen una relación de dependencia jerárquica con respecto al superior, así los niveles inferiores realizan sus propias funciones ordenados por el nivel superior, por ello el hombre también es distinto del resto de los seres vivos, incluso en aquellas facultades que parecieran ser las mismas. Así la función de nutrición es la misma para todos los seres vivos, pero la manera particular como la realiza el hombre es propia de su racionalidad. Podemos ejemplificar lo anterior a través del siguiente relato: “una persona tiene hambre y ve que un compañero de curso trae un sabroso sándwich. Le pregunta si le puede convidar un poco y el otro amablemente le responde que sí. El amigo parte con mucho cuidado el trozo de pan y luego lo tira al suelo diciendo: “ b i e n a l l í e s t á e l p e d a z o q u e m e s o l i c it a s t e , ¡b u e n p r o v e c h o ! ”
¿Qué hacemos?, ¿nos comemos el pan?, ¿nos parece igual de apetitoso dado en la mano que tirado al suelo? Es claro que a cualquier persona que viva una vida normal, le va a parecer que este acto más que de amistad es una ofensa. ¿Pero qué es lo que le ofende? Le ofende su dignidad, porque ésa no es la manera digna, racional, de comer para un ser humano. Miremos ahora la diferencia con un perro, que aunque sea de la raza más fina, no le importará en absoluto en comerse el sándwich que quedó botado, para él y todos los de su especie, el tema es simplemente alimentarse. A base de esto podemos afirmar que el ser humano es el más perfecto entre los seres vivos, pues además de poseer las funciones de los demás seres vivos, cuenta también con las capacidades que lo distinguen como ser racional. Gracias a su intelecto, realiza de modo más perfecto las funciones de los otros niveles de la vida, ordenándolas de modo consciente. Así, por ejemplo, mientras la planta se alimenta del agua y los minerales que recibe, el animal es capaz de buscar su propio alimento, y el ser humano, en un grado más perfecto, es capaz de decidir qué comerá, cuánto y cuándo lo hará, y decidir qué alimento preferirá ese día. Conocimiento 4: El alma como principio vital Atendamos ahora a un tema muy importante. En esta búsqueda por encontrar el qué somos, debemos considerar una definición muy clásica “ e l h o m b r e e s u n s e r c o m p u e s t o d e c u e r p o y a l m a ” . Vamos a tomar en cuenta como alma (animus, palabra de origen latina) la
idea aristotélica, que es un concepto bastante biológico, en donde el alma es el p r i n c i p i o v i t a l de los seres vivos. El alma es lo que constituye a un organismo, es decir, que la vida de cada ser vivo es lo que activa todas las operaciones por las que ese ser vivo se manifiesta. El alma, por tanto, es la fuente de dichas operaciones. Una cosa importante a considerar es que el alma es vida, y como la vida no es material , sino que se materializa en un cuerpo determinado, entonces, de allí se entiende que el alma es inmaterial. El alma no vivifica cualquier cuerpo. Sólo puede vivificar al cuerpo susceptible de tener vida. Un cuerpo tiene esa capacidad real cuando posee funciones vegetativas (nutrición, reproducción celular y desarrollo). Desde esta perspectiva, todos los seres vivos poseen alma (anima), entonces un ser humano, una ballena, una mosca o una planta son cuerpos animados, ya que el alma es lo que le da v i d a a esa materia. Lo que acabamos de leer sin duda no es fácil de comprender, o tal vez de imaginar o de ejemplificar, dado que estamos hablando de algo inmaterial, no concreto. Sin embargo, a todos nos ha ocurrido que cuando estamos enfermos, no sólo nos afecta la molestia o el dolor del órgano que está funcionando mal, sino que también hay un efecto que parece ser más global que local. Incluso un resfriado común nos hace perder las ganas de aquellas cosas que en otro día nos parecen bien. Por ello cuando estamos enfermos la gente nos dice: - Oye te veo desanimado, ¿qué te pasa? Aunque en el lenguaje común podemos dar significados muy ambiguos para el término alma, sin duda que la intuición sobre nuestra propia naturaleza nos hace entender que los remedios no bastarán para superar la enfermedad. Así entonces, muchos médicos y hospitales han comprendido que si no se cura el alma, el cuerpo tampoco. Hoy vemos salas de hospitales pintadas de colores más atractivos, regímenes de visita más flexible, asistencia del padre al parto, médicos menos serios, etc. R e s u m e n d e l a c l a se •
•
•
•
•
Antropología es un término que proviene del griego. Es la ciencia que estudia al hombre. Existen diferencias entre los seres vivos e inertes, éstas son: automovimiento, unidad, inmanencia, autorrealización y ritmo cíclico. Entre los seres vivos, hay que hacer la siguiente diferenciación: Hay un nivel de vida vegetativo, uno sensitivo y otro intelectivo. Los seres vivos que pertenecen a la vida vegetativa sólo pueden desarrollar cinco etapas básicas: nacer, crecer, desarrollarse, nutrirse y morir. Los seres vivos que pertenecen a la vida sensitiva son capaces de actuar tras la recepción de un estímulo captados por sus instintos. En tanto, el hombre, que es el único que pertenece a la vida racional, además de nacer, crecer, desarrollarse, nutrirse y morir; y al mismo tiempo que puede captar estímulos mediante sus instintos; tiene la facultad de decidir, analizar, ponderar cuál es su bien mayor, por lo que al hombre se le otorga una dignidad especial, por el sólo hecho de serlo. El alma es un principio vital que puede vivificar un cuerpo susceptible de vida.
Preguntas de apoyo
1. ¿Cuáles son las diferencias entre los seres vivos e inertes? Explique brevemente cada una de ellas. Respuesta:
• • • • •
Automovimiento: Capacidad que tienen los seres vivos de moverse por sí mimos. Unidad: El ser vivo es uno y todo. Inmanencia: Capacidad de guardar dentro de sí. Autorrealización: Crecer, desarrollar la naturaleza de cada ser. Ritmo cíclico: Pasar por etapas desde nacer hasta morir.
2. ¿Cuáles son los tres niveles de vida? Respuesta: Vida vegetativa, Vida sensitiva, Vida racional. 3. ¿Qué funciones pueden realizar los seres vivos que pertenecen a la vida vegetativa? Respuesta: Nutrición, Crecimiento y Reproducción. 4. ¿Por qué la vida del ser humano es más perfecta que la de las plantas y la de los animales? Respuesta: Porque incluye también las características de los otros niveles (vegetativo y sensitivo) y además las propias de la vida racional.
Semana 2. Las facultades humanas Co n e x i ó n c o n l a c l a s e a n t e r i o r
En la clase anterior, pudimos conocer las diferencias que existen entre los seres vivos e inertes, clasificándolas en cinco: automovimiento, autorrealización, unidad, inmanencia y ritmo cíclico. Luego de hacer esa diferenciación, también descubrimos que existen diferencias entre los mismos seres vivos, pudiendo clasificarse según el grado de perfección de cada uno de ellos: vida vegetativa, vida sensitiva y vida racional, siendo el hombre el ser más perfecto en relación a los anteriores, por tanto, es quien posee una dignidad especial. Finalmente, conocimos que todos los seres vivos tienen alma, ya que es lo que hace posible que puedan tener existencia viva. Ahora, nos centraremos sólo en la persona humana, y descubriremos las potencias o capacidades que posee. Conocimiento 1: Las facultades sensitivas Las facultades o potencias son las capacidades que tiene el hombre para ejercer operaciones vitales, por ello también podemos definir al hombre bajo esta dualidad: potencia y acto. Así la potencia es la capacidad y el acto es el desarrollo o despliegue de esa potencia, o sea, su ejecución. Por ejemplo, el hombre tiene la capacidad de ver (visión), pero mientras duerme no ve, ya que tiene sus ojos cerrados; ¿acaso pierde la capacidad para ver, mientras está dormido? Sin lugar a dudas, la respuesta es negativa. Existen en el hombre muchas potencias, todas ellas las podemos clasificar y ordenar, de manera que hay algunas que son inferiores y otras superiores. En la medida que ascendemos en el orden jerárquico de las facultades, también notamos una relación de mayor dependencia a menor dependencia orgánica, así por ejemplo la nutrición requiere de órganos especializados para que se produzca, en cambio la razón y la voluntad no lo poseen. A continuación y con un sentido didáctico presentamos un esquema que muestra la clasificación de las facultades o potencias.
De este esquema, explicaremos las facultades sensitivas y las intelectivas.
Las facultades sensitivas se llaman así porque tienen su base en lo sensible y, por tanto, su soporte orgánico son los sentidos. Existen dos categorías: las cognoscitivas o de conocimiento, y las apetitivas o de tendencia.
Las facultades sensibles cognoscitivas son la primera manera de conocer lo externo, gracias a los sentidos tanto externos (vista, gusto, olfato, tacto y oído) como internos (intuición, percepción, estimación e imaginación). Este conocimiento se basa en aquello que podemos ver, oler, palpar, intuir etc. Es decir, podemos saber que la sala de clases tiene las paredes blancas, porque las v e m o s blancas y no negras. Captamos la realidad, entonces, mediante nuestros sentidos, conocemos como son verdaderamente las cosas. De esta forma, identificamos en nuestro entorno aquello que es bueno (bien) y aquello que es malo. Las facultades sensibles apetitivas (apetecer significa desear) son una tendencia natural a querer lo conocido desde el punto de vista sensible, se distinguen dos inclinaciones: la conducta concupiscible y la irascible. En la primera, se busca el bien sensible que está actualmente percibido, es el deseo de tener las cosas ahora, sin capacidad de esperar o de vencer obstáculos, en el fondo el placer inmediato. Un ejemplo de conducta concupiscible es el niño que está haciendo una gran pataleta, en medio del centro comercial, porque quiere ahora el globo que acaban de pasar vendiendo, sin importarle los argumentos de sus padres. En tanto, la tendencia irascible, tiene que ver con superar la adversidad para conseguir el bien sensible conocido. Siguiendo el mismo caso anterior, un ejemplo de conducta irascible, podría ser que el niño se porta muy bien durante todas las compras y en el momento oportuno solicita le regalen el globo. No se debe confundir con un espíritu irascible, que indica una personalidad fácil de enojar. Conocimiento 2: La vida racional AGREGAR IMAGEN DE LA ESCULTURA DE A. RODIN “EL HOMBRE PENSANTE” Las potencias superiores, en tanto, representan al hombre, ya que exclusivamente es él quién las tiene. También podemos dividirlas en facultades cognoscitivas y apetitivas, la primera es la I n t e l i g e n c i a o razón y la segunda es la V o l u n t a d , pero la diferencia es que en este caso éstas no tienen base corpórea, es decir, orgánica. ¿Esto quiere decir que las facultades intelectivas son inmateriales? Exactamente, ya vimos anteriormente la inmaterialidad del alma y, precisamente, estas facultades son potencias espirituales, se alojan en el alma. Pero cómo podemos demostrar que las facultades superiores son inmateriales. Para ello, hagamos el ejercicio con la razón, y analicemos los siguientes argumentos, extractados de las ideas del filósofo Juan Fernando Sellés: 1. La inmaterialidad de la inteligencia se comprueba demostrando la inmaterialidad de sus actos, y la de éstos, por la inmaterialidad y universalidad de sus objetos. Uno de los primeros actos de la inteligencia es abstraer, y lo abstraído por ella se llama tradicionalmente abstracto. Por ejemplo, cuando logramos hacernos del concepto de mesa, no sólo conocemos el de una mesa en particular sino que de todas las mesas, ese concepto está en nuestro interior y su abstracción fue inmaterial.
2. En cambio, el conocimiento sensible depende de la capacidad o límite que otorga el propio órgano para conocer, así para el hombre es difícil conocer más en profundidad la luz del sol, ya que al mirarla directamente, ésta daña al ojo. 3. Nos percatamos también de la inmaterialidad de la inteligencia por la cierta referencia que tiene respecto de sí. En efecto, nada de lo corpóreo se autoconoce ni se refiere a sí mismo, porque la materia es límite para ello, pues no es transparente. Las facultades sensibles, a su vez, con sus actos conocen otros asuntos pero no su propio soporte orgánico, ni tampoco su propio acto de conocer (ej. la facultad de ver no ve directamente su ojo, sino a través de su ojo; ni tampoco ve el acto de ver, ni a sí misma como facultad). En la inteligencia, por el contrario, alguna instancia suya se puede referir otra instancia de ella. R e su m e n d e l a c la s e •
•
•
•
El hombre posee la capacidad (potencia) de hacer determinada acción y, al mismo tiempo la facultad de concretar esa determinada acción (acto). La esencia del hombre determina sus potencias, ya que allí está todo lo necesario para ser, por ello aunque algunas personas no puedan ejercer temporalmente o permanentemente sus potencias, siguen teniendo la misma dignidad que aquellos que sí pueden ponerlas por acto. Las facultades sensibles nos permiten conocer y querer el mundo a través de los sentidos y las facultades intelectivas nos permiten conocer la realidad a través de la razón. Las facultades sensibles son buenas, pero no son lo mejor, lo propio del hombre es conducir su vida a través de su razón.
P r eg u n t a s d e a p o y o
1. ¿Qué se entiende por potencia? Respuesta: Facultad que me da la posibilidad de hacer algo. 2. ¿Qué se entiende por acto? Respuesta: Es la ejecución de esa potencia, la concreción, el desarrollo de ésta. 3. La inteligencia busca la verdad (que es un bi en) y la voluntad desea alcanzar ese bien. Respuesta: Verdadero, alcanzar la verdad y vivir en ella es la búsqueda de todos los seres humanos, ya que en la verdad está la vida correcta. 4. Podemos ser felices ejerciendo solamente nostras facultades sensibles. Respuesta: Falso, porque lo propiamente humano es conducir la vida a través de la razón.
Semana 3. Inteligencia y voluntad Co n e x i ó n c o n l a c l a se a n t e r i o r
En la sesión de la semana pasada, descubrimos que el hombre tiene ciertas facultades o potencias, y que éstas tienen su clasificación según la función que cumplan. Están las facultades sensibles cognoscitivas, que son las que nos permiten conocer la realidad mediante nuestros sentidos (internos y externos). Están las facultades sensibles apetitivas, que son las que nos permiten querer el bien deseado. También están las facultades superiores que, a su vez, se dividen en la Inteligencia o razón y Voluntad. Conocimiento 1: Aprendizaje e instinto Ya hemos señalado que el ser humano posee una dignidad especial por su naturaleza racional, que lo destaca sobre los demás seres vivos. Pero al hablar de racionalidad no nos referimos simplemente a “inteligencia” como la agudeza o el talento de algunos, sino que a un aspecto mucho más profundo y propio del ser humano. Muchas veces se dice que hay animales más inteligentes que otros, y así se habla de los delfines, de los perros o de los monos. Pero la verdad es que del único ser que se puede hablar con propiedad de “inteligencia” es de los seres humanos. Cuando asociamos esta cualidad a otros animales, lo hacemos al ver en ellos conductas similares a las nuestras, precisamente porque la conducta inteligente o racional es propiamente humana. La conducta que vemos en los animales irracionales es producto de sus instintos, que es una pauta de comportamiento determinada genéticamente, por lo que no es modificable ni optativa. La inteligencia o razón es la capacidad de conocer y comprender. Proviene del latín intus legere (leer entre líneas), haciendo referencia a la capacidad de ver más allá de las apariencias. El hombre, a diferencia de los demás animales, puede comprender aquello que conoce, otorgarle un significado y reflexionar en torno a ello. Precisamente, lo que el hombre intenta conocer con su inteligencia es la realidad que lo rodea, para luego entenderla y adaptarse. En otras palabras, lo que conocemos es lo que las cosas realmente son, la v e r d a d . De hecho, la v e r d a d es lo que persigue la inteligencia humana, es decir, conocer lo verdadero es conocer la realidad tal como es. La razón permite no quedarse sólo con lo que vemos, sino captar las esencias y asociarlas a un concepto, es lo que se llama abstracción. Pero ello debe comenzar a partir de la captación de la realidad. Así, aun cuando veamos un auto rojo con 2 puertas y otro azul con 4 puertas, podemos asociarlos a un mismo concepto (auto), porque comprendemos lo que son más allá de las diferencias físicas. Y, así también, podemos hablar de conceptos como “amor, “libertad”, “paz” y “alegría” sin necesidad de verlos (son inmateriales), porque más allá de eso, los entendemos. Conocimiento 2: Pensamiento y lenguaje Existe un fenómeno externo que señala la presencia de la inteligencia: el lenguaje. El lenguaje humano siempre ha sido interés de estudio por parte de los científicos. Pero, si tuviésemos que definir qué es el lenguaje, tendríamos que señalar que es una forma de comunicación, que implica comunicar y comunicarse, que sólo puede desarrollar el hombre, no así los animales, ya que no es meramente instintivo. El lenguaje permite comunicar ideas, emociones y deseos mediante símbolos. Por tanto, éste sólo se ejecuta por la persona, ya que el lenguaje animal es concreto, es decir, relaciona de manera simple y unívoca a un signo con el mensaje. Por ejemplo: cuando uno al perro le dice “mano”, éste
(si así se le enseñó o adiestró) dará la mano y no hará nada más que dar la mano en espera de su recompensa; no se cuestionará si la mano está sucia o no, si se lo dice una persona conocida o desconocida. En cambio, las personas son capaces de transmitir mucho más que meros estados orgánicos. Las personas tenemos la capacidad de poder narrar una historia a partir de esa mano, o bien, crear una ficción a partir de la palabra mano. Por lo anterior, el número de mensajes del lenguaje humano es ilimitado, ya que siempre se puede innovar, crear. En tanto, los animales siempre emiten el mismo mensaje, con un número menor y limitado de signos. Por otra parte, el lenguaje es algo que se aprende, no así el habla, ya que esta última es natural. Por tanto, se podría decir que el lenguaje es la expresión del pensamiento, y lo expresa porque lo incorpora dentro de sí. Tras lo anterior, se deduce que pensamiento y lenguaje son inseparables. De ahí que se afirme que un pensamiento que no se puede dar a conocer, es aquel que no ha llegado al nivel de racionalidad. Pero, ¿qué se entiende por pensamiento? El pensamiento es el conjunto de operaciones propias del intelecto. Éstas, de la más básica a la más elevada, son tres: capacidad de a b s t r a e r el concepto, por lo tanto, conocerlo. Por ejemplo: abstraer el concepto de perro, luego si veo a un perro grande, a un perro mediano, o bien, a un perro pequeño, da lo mismo, ya que todos son perros, porque mediante el pensamiento pude abstraer (conocer) el concepto de perro. La segunda dice relación con el j u i c i o que se desarrolla cuando se vinculan los conceptos. Por ejemplo, el perro es pequeño. Y, finalmente y más superior que las dos anteriores, se llama la operación del r a z o n a m i e n t o , y consiste en la relación correcta que se da entre los juicios. Por ejemplo: el perro es animal, todos los animales son seres vivos; luego, los perros son seres vivos.
AGREGAR IMÁGENES DE PERSONAS PENSANDO, REFLEXIONANDO Conocimiento 3: La voluntad De nada serviría si sólo fuéramos seres inteligentes, pero no pudiéramos llevar a la práctica esta facultad. Se dice que ésta es la diferencia entre un erudito y un sabio. El erudito es quien conoce por conocer y sabe por saber. Existen muchas personas especialistas en determinados detalles o trivialidades, como fechas, nombres de capitales, datos deportivos, etc., pero de nada le sirven estos conocimientos para la vida sino los pudiese aplicar. El sabio, en cambio, es quien sabe llevar correctamente sus conocimientos a la práctica. La voluntad es la facultad humana que nos permite tomar decisiones a base de los conocimientos dados por la inteligencia. Así, nos permite elegir lo que nos conviene, porque lo sabe gracias a la razón. Cuando debemos hacer una elección, siempre tenemos varias alternativas. Para saber cuál es la mejor, debemos conocerlas todas. La inteligencia se encargará de este análisis, determinando cuál es la que nos conviene. Y será labor de la voluntad llevar ese análisis a la práctica para decidir por la mejor opción. Muchas veces se habla de “fuerza de voluntad” para tomar algunas decisiones. Y esto se explica porque no siempre las mejores opciones son las que más nos gustan. En ciertas ocasiones, lo que nos conviene puede ser desagradable, pero es lo que la inteligencia nos ha demostrado como bueno. Así, por ejemplo, es común oír que para hacer dieta o para levantarse temprano todos los días hay que tener fuerza de voluntad. Porque, pese a que nos gustaría comer o dormir hasta tarde, sabemos que lo que nos conviene es cuidar nuestra salud e ir a trabajar. La voluntad debe tomar esta determinación. Muchas veces vemos en nosotros esta lucha entre lo que la vida sensible nos dice como bueno y lo que nuestra vida intelectiva nos marca como correcto. Recordemos entonces que lo propio del hombre es la vida racional.
Por lo tanto, el objeto de la voluntad –lo que ella busca- es el b i e n , lo que nos conviene. Y su acción propia es querer. Cada vez que tomamos una decisión, queremos una opción y la elegimos. En esto radica la diferencia entre querer y desear. El deseo es una tendencia instintiva, lo que muchas veces “nos gustaría hacer”. El querer, en cambio, es la decisión tomada racional y conscientemente, porque sabemos lo que nos conviene, aunque a veces nos cueste. Si estamos a dieta, podemos desear comer un chocolate, pero finalmente, si tenemos fuerza de voluntad, querremos rechazar el chocolate y optar, tal vez, por un alimento que contribuya a la dieta. Conocimiento 4: Sentimientos Cuando hablamos de sentimientos, nos referimos a lo sensible, es decir, a aquello que tiene una base orgánica. Por esta misma característica sensible, es que debemos señalar que los sentimientos son como una etapa intermedia entre las facultades sensibles y las intelectivas, nacen en lo sensible y se intenta controlar en lo intelectivo. Con esto último, una vez más queda demostrado que el hombre es cuerpo y alma, en unidad. Desde esta perspectiva, los sentimientos se pueden definir como el modo de sentir las tendencias (concupiscibles e irascibles), por tanto, se le da cabida a la subjetividad, ya que no todos sentimos de igual manera frente a un mismo hecho. Sin embargo, no por ello debemos confundir sensación con sentimiento, ya que la primera dice relación sólo con la toma de conciencia de nuestro cuerpo, es decir, termina cuando se siente; en tanto, los sentimientos generan una conducta, por tanto, perduran en el ti empo. Por último, señalar que no es fácil controlarlos y que pueden ser nocivos si se pasan al sentimentalismo, ya que pueden nublar la razón. Pero también pueden tener efectos positivos, como refuerzo de nuestra conducta en la búsqueda de nuestras metas. Es decir, los sentimientos sin ser racionales, guardan una estrecha relación con la Inteligencia y la Voluntad. AGREGAR IMÁGENES DE PERSONAS EXPRESANDO SENTIMIENTOS Y EMOCIONES R e su m e n d e l a c l a s e •
•
•
•
•
El hombre conoce como la realidad de las cosas a partir de la Inteligencia, ya que es capaz de abstraer la esencia de cada una de ellas. Existe una diferencia total en lo que se llama la inteligencia animal y la razón humana. La voluntad tendrá como fin último el bien, pero no cualquiera, sino el bien querido, el bien mayor. Muchas veces, debemos optar por aquello que más nos cueste poder realizar, pero que sabemos, mediante la inteligencia, que es el bien querido, aunque los sentidos incluso se opongan a la consecución de esa tarea. El lenguaje es la expresión del pensamiento, y el pensamiento se da a conocer cuando ha llegado al nivel más alto de racionalidad. Tras lo anterior, se deduce que pensamiento y lenguaje son inseparables. Los sentimientos parten de lo sensible, pero deben conducirse mediante la razón; de lo contrario, estaríamos cayendo en el sentimentalismo, y esto último nos alejaría de nuestro fin último.
Pregunt as de apoyo
1. El fin último de la inteligencia o razón humana es la verdad, es decir, conocer la realidad tal como es. La razón permite no quedarse sólo con lo que vemos, sino captar la esencia y asociarla a un concepto. Respuesta: Verdadero, el hombre es la única especie de este mundo que conoce en sí mismo las cosas y además una vez que las conoce quiere poseerlas. 2. Sensación y sentimiento es lo mismo. Respuesta: Falso, ya que la sensación sólo toma de conciencia de nuestro cuerpo, es decir, termina cuando se siente; en tanto, los sentimientos generan una conducta, por tanto, perduran en el tiempo. Es bueno recordar que el sentimiento se origina en una sensación. 3. Querer y desear es lo mismo. Respuesta: Falso. El desear dice relación con la tendencia instintiva hacia lo que muchas veces nos gustaría hacer desde el punto de vista sensible; en tanto, el querer es la inclinación racional hacia el bien mayor.
Semana 4. La persona humana AGREGAR IMÁGENES DE DIFERENTES PERSONAS (HOMBRES Y MUJERES) CON DISTINTOS TIPOS DE RASGOS ÉTNICOS. Co n e x i ón c o n l a c la s e a n t e r i o r .
En las sesiones anteriores buscamos la respuesta a qué somos, es decir, a nuestra naturaleza, a aquello que nos hace comunes al resto de los seres humanos. Por ese aspecto, podemos decir que todos los hombres son iguales, así este aspecto antropológico es recogido en las leyes, en la Constitución Política, en la Declaración Universal de los derechos humanos, etc. Por ello ante la respuesta del qué somos respondemos diciendo que el hombre es: Un ser humano, perteneciente a la especie homo sapiens-sapiens, que está constituido por diferentes dualidades como cuerpo-alma, potencia-acto, animal-racional; pero todas estas dimensiones están siempre en unidad. El hombre es una dualidad en unidad. Sin embargo, basta realizar una simple observación para darnos cuenta que verdaderamente los seres humanos no son iguales, ya que cada uno es un alguien, un ser biográfico, que le hace ser único e irrepetible, esto es la respuesta al q u i én s o m o s . El hombre construye a partir de su naturaleza su propia vida, su vida personal. Por ello, la respuesta a esta pregunta es que el hombre más que ser un ser humano es propiamente una “ p e r s o n a h u m a n a ” . Conocimiento 1: La persona humana Quisiéramos poder entregar un concepto de persona, pero es difícil hacerlo al estilo convencional, porque es imposible encontrar una definición que sea propia de todas las personas considerando que ellas son todas diferentes. La mejor manera de comprender lo q u e e s l a p e r s o n a es describirla a través de ciertas notas que la definen. Las notas definitorias de la persona son precisamente aquellos puntos en los que ésta se distingue y se presenta como un individuo, es importante considerar que estas notas son radicales humanos, es decir están en la esencia de su ser. Son los ámbitos en lo que la persona se define y se expresa tal como es. Estas notas son seis y, como veremos, se encuentran estrechamente relacionadas: la intimidad, la manifestación, el diálogo con otra intimidad, la capacidad de dar, la libertad y la trascendencia. En esta sesión veremos las tres primeras y en la semana siguiente abordaremos las otras tres. Conocimiento 2: La intimidad: el yo y el mundo interior La intimidad es la inmanencia humana, es el mundo interior, lo privado, ese lugar en donde se guarda lo que uno es. Curiosamente, descubrimos la intimidad con una cierta tardanza, ya que el hombre la reconoce a partir del inicio de la adolescencia, de allí que una característica de esa etapa de la vida sea el querer estar a solas o el exigir respeto por aquello que es privado. No se debe confundir la intimidad con la memoria, ya que esta última sí tiene un lugar físico (cerebro) en donde guardar la información, la intimidad es mucho más radical que eso, es nuestro propio ser.
Al ser el hombre una dualidad en unidad, la intimidad, siendo interior, despliega su influencia hacia las otras dimensiones humanas, por lo que puede ser tan íntimo un pensamiento como el propio cuerpo humano; por ello, la intimidad no es una mera característica humana, es un radical humano, podemos decir que todo nuestro ser es intimidad, lo que soy. Una de las características de la intimidad es que es un lugar inexpugnable, esto quiere decir que nadie puede entrar, ni siquiera uno mismo puede permitirlo, solamente alguna persona podría saber algo sobre mi intimidad si yo decido manifestarla. Es tan privada la intimidad que incluso tiene un mecanismo de defensa natural: el pudor. Si por algún motivo una persona desconocida llega a enterarse de un aspecto de mi privacidad, siento pudor o vergüenza, lo mismo ocurre para la persona que se entera o conoce algo que no le corresponde saber, ella también siente pudor. Conocimiento 3: La manifestación A pesar de su privacidad, la intimidad no es egoísmo, tiene también una cualidad manifestativa, el hombre tiende por su condición íntima y social a manifestarse a los demás. Claro que no manifestamos toda nuestra intimidad, ya que de hacerlo, si fuese posible hacerlo, perderíamos lo propio de ser y de un ser privado pasaríamos a ser un ser público. Por ello, la manifestación debe hacerse teniendo en cuenta que no da lo mismo a quién le manifieste mi intimidad, qué es lo que manifiesto y dónde lo hago. Existen muchas maneras para la manifestación, los lenguajes humanos son amplios, ya que el hombre como lo decíamos es en sí manifestativo. El lenguaje corporal, el lenguaje convencional, el arte, la cultura, el baile, la técnica, etc. Son algunas de las maneras que el hombre tiene para darse a conocer. Un ejemplo de esta naturaleza personal y manifestativa del ser humano es su cuerpo, basta con que miremos los rostros de las personas para conocer algo de su intimidad. La forma de caminar, de hablar, incluso la actitud silenciosa de una persona nos puede decir bastante sobre su estado interior. En esto también somos radicalmente diferente al resto de los animales, si comparamos el rostro humano con el de los animales veremos que el de estos últimos es inexpresivo, es como ido, lejano, en cambio el rostro humano es expresión total. Lo mismo ocurre con nuestras manos, que no están determinadas a una sola función, más bien podríamos decir que nuestras manos pueden hacer todas las funciones, por ello Aristóteles las llamó “instrumento de los instrumentos”. Con las manos podemos construir una casa, manifestar afectos, saludar a un amigo, como también podemos hacer lo peor, porque ellas están al servicio de la persona, favorecen la expresión de lo que uno lleva dentro. Pero lo más propio de la manifestación humana es el lenguaje convencional, la palabra, ya que ésta tiene el potencial ilimitado y universal de expresar de mejor forma nuestra manera racional de conocer. Efectivamente, el lenguaje es vehículo del razonamiento, que a su vez es la manera superior de conocer del hombre. Entre los dos tipos de lenguaje convencional. El lenguaje oral es más manifestativo que el escrito, tiene los adicionales de las entonaciones de la voz y de las expresiones gestuales, si además la emisión oral es en directo es más representativo de cómo es verdaderamente dicha persona. El lenguaje escrito goza de ser más elaborado, también es más creativo, ya que el manifestante debe cautivar sin tener los efectos
especiales del lenguaje oral, como el sonido y lo visual. Así y todo una novela o un cuento bien escrito o un poema bien medido, pueden hacer a la persona comprender de manera muy profunda el sentido de la manifestación desplegado en esos escritos. Conocimiento 4: El diálogo o condición social El hombre es un ser social por naturaleza, Animal Político, es decir tiene la tendencia natural de vivir con otros, a comunicarse con otros y a necesitar de otros. Pero esto pareciera que también es una característica de los animales, ellos también forman agrupaciones: manadas, cardúmenes, bandadas, etc. Muchas veces quedamos admirados por la “perfección” en el funcionamiento de un hormiguero y en más de algún programa de naturaleza se definen a estos animales como seres sociales. Entonces, ¿cuál es la diferencia? Cuando afirmamos que el hombre es un ser social nos estamos refiriendo a algo más profundo y radical, queremos decir que el hombre “es un ser para otros”, esto quiere decir que no es prescindible (no puede evitar) la coexistencia, ya que no hay persona sin otras personas. Para el hombre los otros son el “tú” que permite el reconocimiento propio, un gran jugador de fútbol sabe que es bueno porque en la cancha supera a otros, marca un gol no al arco sino a un arquero y es aplaudido por la multitud de personas que se concentran en el juego. También sabe ese jugador que hay otros superiores a él; que son más talentosos, o mejor, más virtuosos a los que él no puede superar. Por ello, el valor social que tienen las otras personas no está en su utilidad, como ocurre en un hormiguero, en donde cada hormiga cumple una función y permite la subsistencia de todo el grupo, sino que el valor está dado en que el hombre no se entiende ni se mantiene sin apertura personal a otros, ya que no goza de independencia radical. Un ejemplo de esta nota definitoria es lo que ocurre en la trama de la película “El Náufrago”, donde el protagonista, interpretado por el actor Tom Hanks, ha quedado abandonado en una isla tropical en donde no hay habitantes, pero tiene lo suficiente para sobrevivir, es decir hay agua, alimentos, lugar donde guarecerse, fuego, etc. Por supuesto, que no es lo mismo que estar en casa, pero al menos tiene como seguir viviendo. Sin embargo, no logra ser feliz, necesita del contacto de los otros; se nota en sus actos la necesidad de apertura con los demás, vive en función de pensar que lo encontrarán, de su novia que le ama, de sus amigos y de la gente en general. Llega a tal punto esta necesidad fundamental, que entre las cosas que rescató del avión en el que cayó había un balón de marca “Wilson” al que haciéndole unos pequeños ajustes transformó en otro náufrago: en su mejor amigo. Desde ese día pudo conversar, compartir sus proyectos de salir de la isla, manifestar su intimidad y tener un aliado con el que pudo pasar de mejor manera el aislamiento. Incluso un momento triste del film es precisamente el instante en que intentando buscar la civilización, se va de la isla en la barca que ha construido y producto de la marejada el balón, perdón su amigo Wilson, cae al agua y no lo puede rescatar, así de radical es la naturaleza social del hombre. AGREGAR IMÁGENES DE PERSONAS CONVERSANDO, DIALOGANDO R e s u m e n d e l a c l a se •
Las notas definitorias nos ayudan a comprender quien es la persona. Éstas son seis: intimidad, manifestación de la intimidad, diálogo o condición social, capacidad de dar (amor), libertad y trascendencia.
•
•
•
La intimidad es el mundo interior de cada uno de nosotros. Ésta está en íntima relación con la inmanencia. La manifestación es la capacidad de reflejar o dar a conocer el mundo interior. La mejor manera de expresar ese mundo interior es mediante el lenguaje. El diálogo o condición social es la necesidad de estar “con y por el otro”, ya que nadie puede ser un ser solitario, ya que requerimos de los demás.
Preguntas de apoyo
1. ¿Qué se entiende por notas definitorias? Respuesta: Son las notas o características que definen la condición del hombre como un quien más que un qué, es decir como Persona Humana. 2. Existe una relación entre pudor e intimidad. Respuesta: Verdadero, ya que el pudor es el escudo que protege a la intimidad. 3. El hombre es social, ya que los otros le son de utilidad. Respuesta: Falso, el hombre no es social por eso, más bien es social porque en su condición personal el hombre es un ser para otros.
Semana 5. La persona humana Co n e x i ó n c o n l a c l a se a n t e r i o r
En la clase anterior revisamos las tres primeras notas que definen a la persona humana: La intimidad, La manifestación y El diálogo o condición social. Ahora corresponde ver las otras tres: el don o amor, la libertad y la trascendencia. Es importante recordar que aunque es posible decir que las notas definitorias son características, no se debe olvidar que en realidad son mucho más que eso, son radicales esenciales de la persona humana. Conocimiento 1: La capacidad de dar AGREGAR IMÁGENES DE RELACIONES AMOROSAS COMO PADRES E HIJOS, NIETOS ABUELOS, AMISTAD, ETC. Evitar imágenes de amor de pareja, ya que será tema en otra sesión. La cuarta nota definitoria es el don, la capacidad de dar y darse, o, llamándola por su mejor nombre: amor. El concepto amor es una idea hoy en día muy ambigua, se usa y mal usa para muchas realidades diferentes, por ello que para darle su verdadero sentido, debemos en todo momento considerarlo como la capacidad de dar. ¿Pero qué o a quién amamos? En la nota definitoria anterior, el ser dialógico, vimos cómo las otras personas, miembros de nuestra especie, tienen para mí un valor especial, y a todo aquello que le tenemos un aprecio particular le correspondemos con un trato especial, por ello el hombre ama a los otros hombres, a pesar de que también le asignamos valores a otras cosas como objetos materiales, recuerdos familiares, a los animales, etc. Ninguno de ello representa para el hombre un valor tan radical como las otras personas. A los objetos y al resto de los seres vivos podemos desearlos, apreciarlos, respetarlos, cuidarlos, etc. Pero no amarlos, sólo se puede amar a lo que tiene un sentido de reciprocidad, y eso lo puede dar un igual o un superior como Dios. Normalmente cuando se usa el concepto de amor pareciera que nos estamos refiriendo al amor de pareja entre un varón y una mujer, pero esa es una manera muy reducida de usarlo, ya que existen varios tipos de amores: el amor de padres a hijos (paternal), de hijos a padres (filial), el amor de amistad (fraternal), el conyugal o unitivo (sexual), el amor a los congéneres, etc. La capacidad de dar implica varias cosas: 1. Para amar, que es don, se debe entregar algo, esto significa desprenderse de lo que le pertenecía y decidirse a darlo, sino se está dispuesto a donar no se puede amar, precisamente lo contrario de amor es el egoísmo. 2. La grandeza del amor se puede medir por el grado de desprendimiento que tenga al dar, así el mejor regalo que podemos dar es nuestra propia persona, esto implica el mayor grado de desprendimiento posible, por eso que el grado más sublime de amor es el darse, que significa dar el ser. 3. Hay una diferencia entre “querer” y “amar”, aunque ambos términos se usan generalmente como sinónimos, querer tiene relación con el “necesitar”, es decir con algo que no tengo y que deseo tener. En el querer el acento está puesto en uno, por ello el querer es egocéntrico. Por ejemplo, si debo escribir algo urgente y no tengo un lápiz, entonces “quiero un lápiz”, cuando lo tengo estoy satisfecho, pero no por el lápiz, sino por mí ya que ahora puedo escribir, el lápiz me interesa solamente en función de la utilidad que me presta, si ya escribí o al lápiz se le acaba la pasta, entonces ya no lo
quiero. Cuando necesito algo es porque carezco de ello y todo aquello que me satisface mi vacío lo quiero. En cambio amar significa “sobrar” (sobrar en el sentido de desbordar de uno mismo, es tanto lo que tengo y quiero dar que me desprendo de mi), esto pone el acento en el otro, el amado, el amor máximo es cuando el amante sale totalmente de sí para el otro en una entrega sin condiciones y sin esperar algo a cambio. Para poder amar se debe sobrar y para poder sobrar se necesita tener, quien no tiene no “sobra”. 4. Finalmente, es propio del buen amante tener la capacidad para “aceptar”, en otras palabras recibir el amor de los demás. Conocimiento 2: La libertad Las notas anteriores nos han indicado, ya que es la misma persona quien va definiendo y enriqueciendo su intimidad, a la vez que decide también con quién compartirla. Ello nos demuestra que cada uno es dueño de sí mismo, de su intimidad y de los actos que nacen de ella. En otras palabras, la persona goza de libertad, pues en ella radica la capacidad de definirse, de elegir su propio camino de vida, de crear sus diálogos y de escoger a sus receptores. En fin, cada uno tiene la libertad –y por ello, también la responsabilidad- de definirse a sí mismo y de presentarse ante los demás con la identidad que él mismo se ha construido. Sin duda, en el uso habitual, la libertad es un concepto que pareciera que sirve a todos, así en aras de la libertad se emprenden guerras, se instauran gobiernos, se producen revoluciones, se violan los derechos humanos o simplemente alguien decide hacer lo que se le antoja. ¿Libertad es hacer lo que uno quiera? En cierto sentido esta definición es correcta, verdaderamente la libertad es hacer lo que uno quiera, sin embargo, se debe complementar para no confundir con hacer lo que se me antoja, que tiene la gran diferencia en que la primera atiende a hacer el bien y en el segundo caso eso no está garantizado. Para Bossuet: “Ser libre no es hacer lo que uno quiere, sino querer todo lo que se debe” . Otro pensador francés, Thibon, complementa aún más las dos definiciones anteriores: “La libertad no es la facultad de hacer lo que uno le da la gana, sino la facultad de realizarse de acuerdo con la propia naturaleza, desarrollarla. El hombre tiene la libertad de hacer cualquier cosa, pero si lo que hace destruye su propia esencia, está destruyendo su libertad”.
Finalmente, ¿qué se entiende por libertad? Libertad es la capacidad de la persona (no de los animales, ya que sus actos están guiados por sus instintos) de poder elegir el bien querido. Esto último implica dos “R”: renuncia y responsabilidad. Por ejemplo, si decido libremente entrar a clases, estoy optando por el bien querido (entrar a clases) r e n u n c i a n d o a todas las otras opciones que tenía, tales como: ir al casino a comer algo, ir a la biblioteca a buscar un libro, quedarme en el patio de la sede conversando con mis amigos, etc. Pero al mismo tiempo implica hacerse r e s p o n s a b l e de la opción, es decir, comprometerse con lo querido, vale decir, ya que entré a clases debo prestar atención a la misma, ser proactivo en el desarrollo de la misma, y quedarme en silencio para escuchar atentamente al profesor; de lo contrario, si no me comprometo, no habrá valido la pena haber hecho tanta renuncia frente a mis otras opciones.
AGREGAR IMAGEN DE UNA PERSONA QUE TIENE QUE ELEGIR ENTRE VARIAS OPCIONES.
Muchas veces al buscar algún significado del concepto libertad nos encontramos con la definición referida a la capacidad de elegir, Sin embargo, si el énfasis que se pone contempla exclusivamente la elección, es muy probable que tengamos finalmente una libertad aparente, no verdadera, ya que lo importante no es sólo la elección sino que lo que se va a elegir, es decir aquello que se elige. Así la verdadera libertad basará su decisión en función del valor, de lo objetivo, en donde priman ciertos criterios de bien. Conocimiento 3. La trascendencia AGREGAR IMAGEN DE LAS PIRÁMIDES DE EGIPTO. Bajo las imágenes de las pirámides agregar esta leyenda: “Pirámides de Egipto símbolo de la creencia egipcia en la trascendencia”. Trascender es ir más allá, si nos fijamos bien en nuestra propia naturaleza nos daremos cuenta que no nos conformamos con ser simplemente unos seres mortales, proyectamos nuestra vida al límite de lo posible e incluso pensamos en el más allá. Está en nuestra naturaleza personal trascender, dejar huella y proyectar nuestra vida más allá de nuestros límites. El hombre desde siempre ha pensado en temas como la vida después de la muerte, la inmortalidad, la resurrección, etc. Son muchos los ejemplos de trascendencia, algunos naturales y otros sobrenaturales, en cada uno de ellos está el mismo principio: ir más allá. Algunos piensan en hacer algo que quede en el recuerdo de los demás, algunos padres ponen su mismo nombre a un hijo como proyección personal en el tiempo, otros desean que alguna calle o edificio lleve su nombre, los arquitectos dejan grabados en el cemento el nombre de su obra, los pintores firman sus obras de arte, etc. Un viejo refrán dice que todo hombre antes de morir debe fundar una familia, plantar un árbol y escribir un libro, la familia es la huella del fundador, el árbol sobrevive a mi muerte y el libro me hace inmortal. Conocimiento 4: La dignidad humana Mucho se discute hoy en día de la igualdad de las personas, del respeto por su dignidad, de la discriminación, del racismo, etc. Pero, ¿cuál es el fundamento de estas inquietudes? ¿En qué se basa una persona para resistirse a la discriminación? ¿Somos, realmente, todos iguales? ¿En qué sentido somos iguales? Ciertamente, hay características comunes a todas las personas y que, por eso mismo, nos permiten reconocernos como “seres humanos” de manera genérica. Ya hemos señalado antes que la capacidad que distingue al ser humano del resto de los seres vivos es su intelecto. Y así, entonces, podemos definir primeramente a la persona como el “ser vivo racional”. Esta condición, común a todas las personas, nos hace superiores a los demás seres vivos, otorgándonos una dignidad especial. Ya por el hecho de nacer como seres humanos, poseemos natural y perpetuamente esta categoría, la que nos hace merecedores de un
respeto mutuo, por el hecho de compartir esta condición. Por eso, la dignidad de la persona humana no es mérito exclusivo de algunos o el privilegio de otros, sino que es fruto de la misma naturaleza del ser humano, como animal racional capaz de pensar y de amar. Los Derechos Humanos se basan en esta idea. Todas las personas, por dignidad, merecemos algunos derechos básicos para vivir de acuerdo a nuestra condición; y, por lo mismo, tenemos el deber de respetar esos mismos derechos a los demás. Sin embargo, la palabra “dignidad” suele usarse también con otro sentido: muchas veces se dice que una persona perdió su dignidad, que alguien realizó algo indigno, etc. Ante esto, debemos distinguir dos significados distintos, aunque no contradictorios: Al hablar se dignidad de la persona humana, hacemos referencia a esa condición especial de la persona, sólo por el hecho de serlo. Ésta es inherente al ser humano, es decir, nace con ella y no puede perderla. Al hablarse de una persona que ha perdido su dignidad, o de otra que ha merecido una dignidad especial, se está haciendo referencia a la Dignidad Moral o Social. Ésta es un reconocimiento especial otorgado a alguien por alguna acción realizada. En el caso de un criminal, su Dignidad de persona humana no se pierde, pero sí que ve afectada su Dignidad Moral. R e su m e n d e l a c l a s e •
•
•
•
• •
•
•
•
Las notas definitorias nos ayudan a comprender quien es la persona. Éstas son seis: intimidad, manifestación de la intimidad, diálogo o condición social, capacidad de dar (amor), libertad y trascendencia. El amor es donación, una dimensión personal del ser humano profunda y clave en todo proyecto de vida. Claro que hoy en día encontramos el concepto de amor muy mal usado y se le llama amor a cosas que no lo son. El amor verdadero es incondicional, no es egoísmo sino donación. En el amor el otro tiene un sentido total y así mi vida también. Querer es necesitar (pensar en mí) y Amar es donación (pensar en el otro). La libertad no es hacer lo que se me da la gana, sino elegir el bien, lo que es bueno para mí y los demás. Libertad no sólo es elección, sino que el énfasis de la libertad debe estar puesto en lo que elijo, es decir en el valor. La trascendencia es esa condición de la persona de querer ir más allá superando incluso los límites propios de nuestra naturaleza. Todas las personas poseemos una dignidad especial, por el sólo hecho de ser y pertenecer a la raza humana, lo que nos hace merecedores de un respeto especial.
P r eg u n t a s d e a p o y o
1. La libertad es hacer lo que se me da la gana, por ello nadie puede coartar mis actos, ya que todos si son posibles de hacer, entonces son válidos. Respuesta: Falso, ser libre es buscar y alcanzar el bien. La libertad consiste en buscar todo aquello que me permite ser mejor. 2. El hombre para poder amar tiene que sobrar (salir de sí), ya que amar es donar, nadie puede dar lo que no tiene. Respuesta: Verdadero, el amor es donación, esto quiere decir que amar es salir de uno, que significa romper con el egoísmo para pensar en el otro.
3. El hombre aspira a ser tan libre como los pájaros volando en el cielo o los peces navegando en los grandes mares. Respuesta: Falso, aunque muchas veces se usan en los textos literarios y poéticos expresiones como esas, la verdad desde el punto de vista antropológico es que sólo el hombre es libre, si los animales vuelan o nadan en la inmensidad hacia algún lugar, lo hacen porque sus instintos se lo dicen. 4. ¿Qué se entiende por dignidad especial? Respuesta: Es la condición que posee toda persona, por el sólo hecho de serlo. Ésta no se pierde nunca, ni se gana; ya que es intrínseca al hombre; si puede afectar la dignidad moral si, por ejemplo, le hago daño a alguien.
Semana 6. La persona humana en el espacio tiempo Co n e x i ó n c o n l a c l a se a n t e r i o r
Hemos revisado dos preguntas sobre el hombre: ¿qué es el hombre? Ante cuya pregunta hemos respondido señalando que el hombre es su vida natural, lo común a toda la especie, la vida recibida. Por otro lado, nos hemos formulado la pregunta ¿quién es el hombre? Y en este caso hemos respondido señalando que el hombre es la Persona Humana, lo diferente, lo que le hace ser único e irrepetible. Ahora en este apartado nos haremos la tercera consulta ¿el para qué del hombre? O ¿cuál es su fin? Conocimiento 1: El fin del hombre Si nos detenemos a examinar nuestras actividades diarias, podremos percatarnos de que todas son realizadas con una intención. Consciente o inconscientemente, siempre hacemos las cosas para algo . Incluso cuando no vemos motivos aparentes para actuar, los buscamos. De lo contrario, nuestro esfuerzo nos parecerá absolutamente inútil. En este sentido, hablamos de la estructura finalística (teleológica) de los actos humanos: todas nuestras actividades se orientan a fines u objetivos (telos). Así, las actividades que realicemos son medios para alcanzar esos fines, los que a su vez pueden transformarse en medios para conseguir otro fin superior. Ese fin es, a su vez, un bien, ya que naturalmente tendemos a buscar aquello que nos conviene. Ningún ser humano busca perjudicarse. Incluso aquellos que parecen tener esta intención, realmente buscan lo que prefieren. El problema está, entonces, en saber distinguir aquello que deseamos de lo que realmente nos conviene. Ejemplo: si estás leyendo este capítulo, seguramente tienes como fin estudiar. Pero el estudio puede ser un medio para conseguir un fin mayor: aprender u obtener una buena nota. Y esto, a su vez, puede deberse a que tienes un fin aun mayor: aprobar la asignatura, crecer como persona, etc.; y así sucesivamente. Lo mismo puede ser graficado en un esquema:
Revisando el esquema anterior, podemos advertir que si los fines pueden ser a la vez, medios para otros fines superiores, existen entonces fines relativos y habrá un fin mayor, que no se subordine a otros y que recibe el nombre de fin último. Pero ¿Cuál podría ser ese fin último? ¿Cuál es el objetivo final de nuestra vida? ¿Es el mismo para todos nosotros? Para distinguir el fin último, debemos considerar lo que realmente nos beneficia como personas, es decir, lo que resulta bueno a nuestra naturaleza. Todo aquello que sirva para desarrollar nuestras capacidades humanas será naturalmente un bien y, por lo tanto, se
constituirá en un fin apetecible para toda persona. Si todos poseemos una misma naturaleza humana habrá bienes objetivos y reales para todos. Las características de la persona que ya hemos revisado, nos ayudan a comprender cómo el ser humano posee un valor especial, un valor que no tiene réplica en la naturaleza, un valor en sí mismo, y con ello adquiere una dignidad especial. Esto implica que la persona es un fin en sí mismo, lo que a su vez, se explica desde 2 ámbitos: 1. Al tener un valor propio, no podemos ni debemos subordinarnos a otra persona como un medio manipulable a su antojo. Todas las personas merecen respeto por lo que son en sí mismas, y no en relación al uso que de ella pueda hacer otra persona o institución. En este sentido, la esclavitud y otros abusos son condenables por no respetar en la persona su condición y valor de tal. 2. Al ser un fin en sí misma, las mismas actividades que realice la persona pueden entenderse en razón de su perfectibilidad. Es decir, el fin u objetivo de una actividad puede ser el crecimiento, desarrollo o perfección de la persona que la realiza. Por lo tanto, el fin último del hombre es el desarrollo de su naturaleza, el despliegue de sus capacidades, incluso más que hablar de perfección es correcto hablar de “elevación”. Podemos pensar en el hombre como en una alfombra que traemos a casa para ponerla en el living, ésta contiene hermosos diseños y colores, pero lógicamente toda esta belleza no se puede apreciar si la alfombra está enrollada, los del transporte la dejaron así en una esquina y ahora comenzamos a desplegarla para apreciarla en su plenitud. Así un poco es el hombre, su fin es desplegar toda su belleza, todo su potencial y en eso se nos va la vida, con esto debemos decir que para hacer que nuestra naturaleza se muestre debemos vivir, por ello también podemos señalar que el fin del hombre es vivir. Una cosa importante de considerar es que mientras la alfombre está enrollada, esperando ser mostrada, ésta no deja de ser “alfombra”, no deja de ser lo que es, lo mismo pasa con el hombre, no importa la etapa de despliegue o elevación en que se encuentre el hombre, la concepción, la etapa embrionaria, la niñez, la adolescencia, la adultez o la vejez, el hombre sigue siendo hombre. Esta naturaleza humana que tiene un sentido teleológico, que no se reduce a la biología, por el contrario, que la supera y que a partir de ello se convierte en plenamente humana y que por tanto no está al principio sino al final, es el fin del hombre, por ello y cuidando de tener claro este concepto de naturaleza, podemos afirmar que las tendencias naturales son criterio del bien moral. En otras palabras, más cerca estamos de alcanzar el fin último mientras más humanos seamos o a medida en que nos hayamos desarrollado como mejores personas. En ello encontraremos la realización. Por supuesto, ello no se logra de una sola manera para todos. Cada uno debe encontrar el camino o los medios para alcanzar ese fin. Pero coincidimos en que, más allá de los medios, lo que la persona busca en su vida es su propia realización. Este es el bien que se quiere por sí mismo y que solemos identificar con la felicidad. Toda persona aspira a ser feliz, aunque muchas veces conciba esto como una utopía. Conocimiento 2: Los límites del hombre. Al analizar las características de la persona, hemos distinguido las ventajas y perfecciones de ésta en comparación con los demás niveles de la vida, advirtiendo las capacidades que posee. Sin embargo, sabemos que el ser humano es un ser imperfecto, cuyas limitaciones naturales pueden advertirse con tanta claridad como sus capacidades.
En el mundo actual, en el que existen cada vez más avances tecnológicos y progresos científicos, pareciera que el ser humano no tuviera límites. Casi todo lo que antes se creía imposible, ahora tiene solución; y lo que hoy sigue siendo un sueño, tal vez mañana sea realidad. Las antiguas enfermedades mortales, hoy tienen solución; las epidemias que hace siglos pudieron eliminar a un tercio de la población mundial, son ahora un recuerdo casi anecdótico; los problemas de distancias y comunicaciones tienen cada día más solución. Y hasta los más mínimos detalles que pudieran exigirnos un esfuerzo, cuentan ahora con un servicio que nos asegure comodidad. Pese a que esto pueda parecer muy positivo, tiene algunas desventajas que no siempre alcanzamos a percibir. En la medida en que todo parece ilimitado, algunos sentimientos y etapas del hombre nos parecen más ajenos. Así ocurre con la vejez, con el dolor, con la muerte, con el sufrimiento. Olvidamos que éstos son naturales a la persona e incluso, muchas veces, necesarios. Por eso, debemos remontarnos a su más básica definición, para hallar en ella el verdadero sentido y valor de estas etapas. Conocimiento 3: El tiempo AGREGAR IMAGEN DE UN RELOJ ANTIGUO GRANDE El tiempo es una realidad inherente a todos. Nuestras biografías están insertas en él y, aunque lo quisiéramos, ésta es una dimensión de nuestra vida que no podemos evitar. Cierto es que el tiempo es un límite para la vida humana, pues sabemos que nuestra vida no es infinita. Sin embargo, el que sea un límite no necesariamente es un obstáculo, sino que incluso podemos sacar provecho de ello. Sabemos que nuestra vida tiene una duración y ello puede ayudarnos a valorarla mejor. Por eso, tomarse el tiempo en serio es tomarse la vida en serio. Todo aquello que realizamos queda fijo en nuestras vidas. Lo que hacemos en el presente formará parte inevitable de nuestro pasado, de nuestra historia y, por ende, de nosotros mismos. Por eso es importante tomar el peso de nuestras acciones en el momento en que las realizamos. Es allí cuando cobran valor, aun cuando muchas veces se realicen en orden al futuro. Cada etapa debe ser valorada en sí misma. Pero en nuestros tiempos se tiene la mala costumbre de apurarlo todo produciendo crecimientos acelerados y no una verdadera maduración. Muchas veces apuramos el presente, mostrando un hastío por el ahora y, cuando llega el momento que deseamos, ese instante se nos hace demasiado corto. Esta época, acostumbrada a los resultados inmediatos, es la época de los estimulantes, de la impaciencia, de lo fácil. Pero la naturaleza tiene sus propios ritmos, que tarde o temprano hace respetar. Para aprovechar la vida debemos tener propósitos, desarrollar el día como lo prevemos, valorándolo como, quizás, el último, viviendo el ahora sin ansiar ni temer el futuro. Cada minuto en nuestra vida es único y valioso. Conocimiento 4: El dolor AGREGAR IMÁGENES DE PERSONAS CON ROSOTRO QUE DENOTEN SUFRIMIENTO (PERSONAS ENFERMAS, ETC.) “Quien tiene (F. Nietzsche).
un
por
qué
para
vivir,
puede
soportar
casi
cualquier
cómo”
El dolor constituye una de las pocas realidades de las que ningún ser humano puede liberarse: se presenta ineludible, antes o después, en cualquiera de sus formas, corporal o anímico, físico o moral. Al estar el dolor tan vinculado a la vida, su sentido dependerá del que cada persona dé a su propia vida. Si nos detenemos a pensar en nuestra época, nos daremos cuenta de que cada vez hay menos personas dispuestas a sufrir; y ello, porque muchos sufrimientos parecen evitables. Así sucede también con los sacrificios que implican esfuerzo, dolor, compromisos, etc. Para qué sufrir, para qué esforzarse, si se puede tener una vida fácil y cómoda. Sin embargo, a esta actitud se llega cuando no se ha comprendido el verdadero sentido del sufrimiento en orden a dar mayor valor a nuestra vida. Esto no quiere decir que debamos buscar el sufrimiento o intentar mantenerlo, sino que, más bien, aceptar que toda persona pasará, en algún momento de su vida, por un sentimiento de dolor y deberá tomar una adecuada actitud para enfrentarlo. A esa actitud se llega, precisamente, entendiendo que ese dolor puede sernos útil para aprender a valorar aquello que tenemos y para madurar como personas. La persona madura es quien conoce la realidad, sabe lo que su vida vale y, por ello, adquiere ciertos compromisos que le dan más sentido y valor. El dolor o el sufrimiento nos ayudan, en efecto, a saber qué cosas y cuánto las valoramos. Pues el dolor implica un sufrimiento por aquello de lo que carecemos: salud, una persona amada, un proyecto frustrado. Y en la medida en que debamos luchar por aquello que queremos, más aprecio adquirirá. Quien evita el sufrimiento, en cambio, no sabrá cuánto vale aquello que posee, y por lo tanto, tampoco lo podrá disfrutar del todo. Quien evita el dolor jamás podrá sentir las mayores alegrías, pues no las reconocerá como tales. Y tampoco sabrá valorarse a sí mismo con claridad, pues las pruebas de la vida son, precisamente, para conocernos a nosotros mismos, sabiendo de nuestras capacidades y limitaciones. El sufrimiento no es inútil en la medida en que lo entendemos. Quien lo evita, de todos modos sufrirá, pero sin sentido alguno. Cuántos paliativos existen –como las drogas, el alcohol, el desenfreno- que jamás se constituirán en verdaderas soluciones y a la larga sumarán más problemas. El dolor puede aquilatarnos, enriqueciendo nuestra vida. Todo problema superado será motivo para estar orgullosos de nosotros mismos. Por eso, hay que enfrentar el sufrimiento con altura de miras. Tal vez cueste entenderlo en el momento exacto, pero adquirirá sentido si lo vemos desde una perspectiva trascendente. Ningún sufrimiento es eterno y absoluto. Conocimiento 5: La muerte La muerte es tan natural al ser humano como la vida y, sin embargo, se acepta de un modo prácticamente opuesto. Ello se debe, en gran medida, a la certeza que se tiene de vivir y a la poca claridad que se tiene respecto de morir. La persona siempre teme a aquello que resulta incierto, imprevisible y fuera de su absoluto control. Por eso, muchas veces tememos también al futuro, pues pese a que sabemos que llegará, no sabemos el cómo, el cuándo ni el dónde. Y son esas dudas, precisamente, las que nos hacen temer a la muerte. Pero las preguntas acerca de la muerte se ordenan también a las dudas sobre el sentido de morir, porque, finalmente, de ello deriva también el sentido de la vida. Ya las primeras
civilizaciones –como los egipcios y los hindúes- poseían el concepto de la muerte como un viaje, desde el que luego, en algunas, se retornaría, o desde el que se proseguía un camino iniciado en esta vida. Actualmente, gran parte de las religiones conciben una vida trascendente al suponer que la muerte es sólo un tránsito hacia una vida superior, cuyas características dependerán de lo que hemos hecho en esta vida. Si no se le encuentra un sentido a este paso, difícilmente podremos enfrentarlo. La primera actitud correcta parece ser, entonces, entender que la muerte es parte de la vida de cada uno de nosotros. No es terrible, por ser natural; ni es evitable, porque no puede delegarse. Así, o se ve la muerte como si viniera de afuera, como un evento del que es mejor no hablar y evadirnos, o se enfrenta esa situación última e irreversible con una actitud comprensiva. El segundo punto es más difícil de solucionar. Pese a que sabemos que no sólo somos cuerpo y que, por lo tanto, nuestro espíritu podría llevar una vida trascendente a este mundo, no tenemos certeza de cómo sería esa vida. Y, para muchos, al no tener una religión, tampoco concibe una vida espiritual después de la muerte. ¿Cómo podríamos, entonces, entender la vida? ¿Cómo tener certeza de la eternidad sin tener pruebas concretas? Gran parte de las respuestas las aporta la fe. Pero junto con ella, también podemos darnos cuenta de que no somos absolutamente pasajeros. No somos un mero momento destinado al olvido. Somos un ser destinado a existir para siempre. Ni la enfermedad, ni la vejez, ni la muerte nos lo arrebatarán todo, sino que lo esencial perdurará por los siglos de los siglos. La salud, la belleza, la juventud, el éxito social, todo eso pasará. ¿Qué seguirá existiendo? ¿Qué trascenderá? ¿Qué quedará entonces? Las personas, el amor a las personas y las obras de ese amor; nada más. Como seres humanos, de carne y hueso, no somos inmortales, pero aquello que hagamos en esta vida, podrá vivir para siempre. Conocimiento 6: La acción humana Tal como hemos señalado, la característica fundamental de la persona es su intelecto. Éste le permite al hombre actuar en base a su aprendizaje, más que sólo por instinto, y le otorga al ser humano algunas capacidades que lo distinguen como un ser más perfecto: 1. El hombre es capaz de plantearse objetivos, es decir, elegir metas o fines para sí mismo. Todo lo que hacemos, lo hacemos con un sentido, con un objetivo; siempre que decidimos actuar, tenemos la intención de lograr ese objetivo. Por eso, lo que hagamos se entiende de acuerdo al fin que nos propongamos. El hecho de estudiar una carrera tiene sentido si mi fin es obtener el título que ofrece esa carrera. Sin embargo, hay algunos fines que no se eligen, sino que son naturales, como lo que pertenecen al nivel vegetativo: la acción de alimentarse no es una opción que podamos desechar, sino que es una necesidad propia de todo ser vivo. Pero a las personas no les basta esto para realizarse, y por eso pueden proponerse fines más allá de las necesidades básicas: una profesión, una opción de vida, un pasatiempo, sus ideas políticas, su religión, etc. Todas estas elecciones apuntan a un fin último, que es común a todas las personas: la felicidad. Es decir, nos proponemos objetivos que nos beneficien, y eso lo hacemos porque todo ser humano busca ser feliz en su vida. Por esta razón, el ser humano tiene en sí mismo la capacidad de alcanzar la felicidad. 2. Así como cuando debemos ir a algún lugar, debemos elegir, entre muchas, la ruta más corta o la más expedita, cuando la persona ha determinado un objetivo, debe encontrar el mejor modo para lograrlo. Gracias a su intelecto, la persona es capaz de elegir los medios
para alcanzar sus fines, pues éstos tampoco vienen determinados. Entre muchas posibilidades, somos capaces de distinguir cuál es la mejor y elegirla. 3. La capacidad de proponerse fines y elegir los medios se lleva a la práctica ejerciendo la libertad: El hombre es dueño de sus fines, porque es él quien los crea y elige. El instinto no domina a la persona, sino que ella puede controlarlo. Por ejemplo, si estoy en una ciudad donde el agua del grifo no es potable y tengo mucha sed, puedo tomar la decisión de beber o no beber, arriesgándome a enfermarme. Es decir, no existe una relación necesaria estímulo-sed y respuesta-beber. En este caso, la satisfacción del instinto exige la intervención de la razón. Por esta razón, sólo puede afirmarse la libertad en el caso del hombre. Las plantas y los animales tienen fines y comportamientos determinados por su especie; los seres humanos, en cambio, deben determinar su propia vida y hacerse amos de sus instintos. Gracias a la libertad podemos decidir nuestra propia identidad y hacernos únicos e irrepetibles frente a las demás personas. R e su m e n d e l a c l a s e •
•
•
•
•
•
La persona posee una estructura teleológica, es decir, todo acto que realiza persigue un fin. Sin embargo, ese fin se convertirá después en medio para alcanzar otro fin; y así todos los fines se subordinarán a un fin mayor: fin último, es decir, la felicidad. De allí que se entienda que el hombre es un fin en sí mismo -al tener la persona un valor propio- y no medio para otros. Al mismo tiempo se desprende que al ser un fin en sí misma, las mismas actividades que realice la persona pueden entenderse en razón de su perfectibilidad. Es decir, el fin u objetivo de una actividad puede ser el crecimiento, desarrollo o perfección de la persona que la realiza. Para alcanzar el fin último o los fines intermedios el hombre debe elegir medios. Es decir, que no basta con desear un fin determinado sino que se debe trabajar por él, en esto consiste la acción humana. No sólo el fin que se quiere alcanzar debe ser bueno, sino que también los medios deben serlo, por ello “que el fin NO justifica los medios”. Los límites del ser humano no son en absoluto obstáculos, sino más bien punto de ayuda y de apoyo para valorar nuestra existencia. Por eso, no todo puede ser trabajo, así como tampoco descanso; no pueden existir sólo placeres, sino que también sufrimientos; no puede haber sólo proyectos, sino también realizaciones. De lo contrario, no habremos disfrutado nuestro tiempo y no habrá posibilidad de revertirlo para vivirlo nuevamente.
Pregunt as de apoyo
1. ¿Qué significa que el hombre posea una estructura teleológica? Respuesta: Que todos sus actos se orientan a fines, a un “para algo” 2. ¿Qué quiere decir que el hombre sea un fin en sí mismo? Respuesta: Quiere decir que toda persona no debe ser vista como medio, sino como un fin en su totalidad; ya que todo lo que realiza está orientado a su perfectibilidad. 3. ¿El fin justifica los medios? Respuesta: Falso. Lo propio del hombre es alcanzar el bien, y éste se logra solamente haciendo el bien; por lo tanto, para un fin bueno debe existir un medio bueno. No cualquier medio es válido para alcanzar un fin.
Semana 8. Relaciones interpersonales y fines de la vida social.
AGREGAR IMAGEN DE UNA PERSONA AUTORREALIZADA (FELIZ)
Co n o c i m i e n t o 1 : L a p e r s o n a h u m a n a u n s e r d i a l o g a n t e .
Co n e x i ó n c o n l a c la s e a n t e r i o r .
Hemos revisado en la primera parte de esta unidad, las características de la persona y aquellas facultades que le son propias, tales como su naturaleza, su libertad, su intimidad, su condición social, su capacidad para darse, etc., recuerden que todos estos elementos constituyen lo que finalmente somos y por ello son lo que realmente valemos, es decir son nuestra dignidad. Sin embargo, hasta ahora la persona ha sido considerada
de forma aislada. Por eso, nos
corresponde pasar a comprobar cómo esas facultades le permiten interactuar con el medio que le rodea y con las demás personas que la acompañan. Pero fundamentalmente, cómo el hombre requiere de la sociedad para constituirse a sí mismo en un ser humano. Veremos que el hombre al menos necesita de tres instituciones claves para su identidad personal: la familia, las instituciones educativas y el trabajo. El s e r s o c i a l o d i a l o g a n t e .
Ya durante el estudio de la condición social (dialógica o intersubjetividad) nos hemos dado cuenta del verdadero valor que tienen las otras personas para el hombre. Por ello volvemos a repetir que el hombre es un ser social, no superficialmente social sino que esencialmente social. Pero también, hay un aspecto muy importante de considerar, el ser humano necesita realizarse individualmente (existencialmente), esto quiere decir que el hombre necesita reconocerse a sí mismo, encontrar su identidad, en otras palabras necesita definir qué va a hacer con su vida y dedicarse a ello; a esto se le llama proceso de autorrealización. Este proceso de identidad personal consiste en ir conformándose como un ser particular, individual, único e irrepetible. Esta autorrealización o autodeterminación se produce en tres planos: biológico que es promovido desde el desarrollo madurativo, personal que consiste en la formación o educación de la persona y el existencial que es la actuación misma en la vida. Estos planos pueden desarrollarse a veces en forma paralela y que además recordando la condición unitiva del ser humano, están en total unidad.
La autorrealización humana tiene una condición voluntaria, es decir libre, y por ello podemos recomenzar cada vez que lo deseemos, siempre hay una nueva oportunidad para hacerlo bien. Es parte de la autorrealización caernos, muchas veces la vida nos golpea bajo y caemos, pero está en nosotros tomar la decisión de levantarnos e intentarlo una y otra vez. La autorrealización es ese proceso por el cual el hombre se constituye a sí mismo en todo su ser, para luego conducir su vida. Este proceso también se conoce con diferentes nombres: Formación personal, autodeterminación, perfeccionamiento, etc.
Los bienes compartidos: la amistad y el amor.
Pero si la autorrealización es un proceso individual, ¿qué tiene que ver la sociedad o la condición social del hombre? Las personas necesitan de las otras personas, en especial para reconocerse a sí mismas y alcanzar los fines que se han propuesto. Tenemos una necesidad natural de compartir con los otros seres humanos, es un ser dialogante, ya que el otro es el referente por el que me identifico. Las personas tienen en común ciertas cosas, éstas son las que permiten que la sociedad sea unida y es la base del funcionamiento social. Estas cosas en común son los bienes que poseemos y que pueden ser clasificados en dos tipos: “bienes compartidos” y “bienes repartidos”. Los bienes compartidos son aquellos que pueden ser disfrutados por muchas personas y al mismo tiempo. El lenguaje, las ideas, el conocimiento, etc. son bienes que se pueden compartir. Los bienes que no se pueden compartir sólo se pueden “repartir” son generalmente aquellos bienes materiales, por ejemplo un chocolate es un bien que se puede solamente repartir, ya que el pedazo que me como yo, no lo disfruta nadie más que yo. El amor es un bien compartido y es el máximo bien común que una sociedad puede tener, ya que en su sentido de donación representa la entrega personal hacia los demás y que en su grado máximo es la entrega incondicional de cada uno por el otro.
A lo largo del curso nos referimos al amor en dos ocasiones, en primer término al definirlo como una nota definitoria de la persona y en segundo término al amor particular que se da entre un hombre y una mujer denominado “amor conyugal”. También abordaremos un tipo de amor llamado “amor de amistad” o simplemente amistad como le decimos normalmente. La amistad es un bien compartido, por ello que una persona puede ser amigo de varias personas al mismo tiempo, por ello que una persona “comparte” la amistad más que la reparte. Aristóteles dice que la amistad es “. . . en efecto, una virtud, o va acompañada de virtud, y, además, es lo más necesario para la vida. Sin amigos nadie querría vivir, aún cuando poseyera todos los demás bienes. . .” (Ética a Nicómaco).
La amistad como todo tipo de amor y por ende como tipo de donación considera la entrega bondadosa por el otro, se quiere al amigo por el amigo y no por otra cosa. Por eso se dice que en los tiempos difíciles se ve realmente quién es el verdadero amigo. Hay un tipo de amistad que es “accidental” y otro tipo de amistad que es “perfecta”. En la primera siempre va a primar un cierto sentido de egoísmo, por ejemplo en la
a m i s t a d p o r p l a c e r ,
no se
valora a la persona por lo que es, sino porque produce cierto placer (hay algo que produce gozo, puede ser su carácter, su humor, su inteligencia, etc.). El énfasis está puesto en lo que produce y no en lo que es. En la amistad por utilidad el énfasis también está puesto en una accidentalidad: el beneficio que acarrea dicha amistad. Sin duda que tener de “amigo” a fulano de tal, que además es el gerente de tal o cual cosa y miembro de la influyente asociación de, tiene una utilidad tremenda. La amistad perfecta está asociada al concepto verdadero de amor que hemos trabajado en este curso, el amigo quiere el bien del otro, por el hecho de amar al otro, esta amistad es la que perdura y no se acaba, aunque es raro alcanzar esta amistad con muchas personas debemos desearla para toda la sociedad. El reconocimiento de la identidad personal (autorrealización) se produce precisamente en la condición de ser social, y en particular compartiendo esta condición de bondad que es la amistad con los cercanos y con los lejanos, con amigos y enemigos con los conocidos o desconocidos. Autorrealización y felicidad.
¿Qué es la felicidad? , ¿Dónde encuentro la felicidad? Estas dos preguntas son claves para entender el sentido total que tiene la autorrealización humana. La felicidad es alcanzar la vida buena, es decir es alcanzar el bien. El bien es el desarrollo de mis potencias, el fin del hombre es el propio hombre. Somos un fin en sí mismo, por ello que jamás podremos ser usados, manipulados, cosificados, porque en este mundo, al menos el mundo natural, no existe otro ser tan digno dado por su realidad racional, libre y trascendente. Claro que no debemos confundir la condición de fin en sí mismo con la posibilidad de servir a otros o de trabajar por y para otros. Cuando apoyamos a una persona, cuando ayudamos a alguien o cuando trabajamos en una empresa tenemos esa condición de parecer medios para otros, y en esa circunstancia concreta y reducida lo somos, sin embargo en esencia seguimos siendo un ser que no pierde su condición de fin. Una manera de darse cuenta de esta situación es que cuando el hombre se pone al servicio de los demás (él decide ser medio para otros) normalmente el que más gana es él mismo. Jóvenes universitarios que asisten a sus trabajos de ayuda social en sus vacaciones y que llevan apoyo material y espiritual a familias pobres de nuestro país, al terminar su tarea tienen la sensación especial de que tal vez todo fue al revés, que más bien las familias necesitadas en el agradecimiento, en la entrega de su vivencia o en el ejemplo de fortaleza les han dado mucho más que la mercadería o los materiales de construcción que ellos regalaron. Fueron a hacer felices a unas determinadas personas, pero terminaron siéndolo ellos. Es la condición de fin que cada persona tiene, que le permite en algún momento ser medio para otros, pero no le permite renunciar a ser lo que verdaderamente es. Con respecto a la pregunta de dónde se encuentra la felicidad, son variados los libros, normalmente novelas, que nos muestran un lugar, una ciudad o un mundo futurístico en donde finalmente el hombre es feliz. Por ello muchas personas piensan en la felicidad como una meta que se alcanza y que llega en un tiempo o lugar determinado. Esta imagen de felicidad pareciera ser como una carrera de atletismo, en donde el corredor tiene un punto de partida y luego al finalizar su camino alcanzará la tan anhelada felicidad. Esta imagen es incorrecta por dos razones, una porque supone que mientras no alcanzamos la meta vivimos una vida desgraciada, y segundo que si en algún momento de la vida alcanzáramos la meta y fuéramos felices, ¿Qué sería de nuestra vida? , ¿cuál sería nuestra aspiración? , ¿qué sentido tendría nuestra existencia?
Por lo tanto, la felicidad no se encuentra en un lugar físico determinado ni en un tiempo específico, no es más feliz un anciano que un niño, ni un rico que un pobre. Al contrario podemos ser felices en todo momento y en cualquier lugar. La felicidad no hay que ir a buscarla a alguna parte, ya que se encuentra en uno mismo. Donde encuentre la felicidad es donde me encuentre yo. La felicidad se alcanza con mi autorrealización, en la medida que desarrollo mis capacidades, y que con ello me voy conformando, cada vez más, en una persona plena. R e su m e n d e l a c l a se .
•
El hombre busca su autorrealización, ésta es individual y por ende es única e irrepetible.
•
El hombre por su esencia social no puede autorrealizarse solo, sino que debe ser con y en los demás.
•
La autorrealización es un proceso que consiste en ir conformándose como persona, permitiendo que las potencialidades (capacidades) se conviertan en actos (conductas concretas) cada vez más perfectas.
•
La autorrealización también implica tomar la conducción de uno mismo.
•
Tres son los planos en donde se visualiza la autorrealización humana: el plano biológico, el plano personal y el plano existencial.
•
La felicidad está en cada uno de nosotros, no existe un lugar o tiempo determinado para ella.
•
La autorrealización, el despliegue de uno mismo hacia el bien es la manera en cómo cada
•
persona se va haciendo feliz. La amistad es un tipo de amor, relacionada con la bondad que hay entre dos o más personas.
•
Si la autorrealización es también social, lo correcto entonces es decir que la amistad juega un rol trascendental en ésta.
•
Podemos decir que autorrealización y felicidad son lo mismo, ya que quien alcanza la felicidad es el que se autorrealiza.
P r eg u n t a s t i p o p r u e b a
1.- La autorrealización es la búsqueda de la propia identidad. Respuesta: Verdadero, el hombre se constituye a sí mismo desarrollando sus potencialidades y con ello va conformándose en una persona única e irrepetible: su identidad personal.
2.- La autorrealización no necesita de los demás es un tema exclusivamente personal. Respuesta: Falso, el hombre es esencialmente social, por ello todo proceso de crecimiento personal es individual y social, la coexistencia no es prescindible por ello la autorrealización debe hacerse con y en los demás. Para alcanzar la identidad personal el hombre no debe buscar un lugar aislado, sino debe insertarse en la sociedad. A veces las personas necesitan estar solos (retirarse) para ordenar sus ideas y eso está bien, pero la acción misma de autorrealizarse es con los demás. 3.- La amistad verdadera no puede ser placentera o útil. Respuesta: Falso, efectivamente hemos señalado que la amistad de placer o la amistad de utilidad son defectuosas, ya que quedan en el plano del querer (necesitar) y no del amar. Sin embargo, la verdadera amistad o la amistad perfecta centra su condición de ser en el otro, amo a mi amigo por él y no por lo que tiene, pero esto no inhibe que al mismo tiempo esta amistad también tenga accidentes como el placer, la utilidad o el interés.
Semana 9. La Familia y el Matrimonio AGREGAR IMÁGENES DE FAMILIAS, DIVERSAS ETNIAS, ÉPOCAS. Co n e x i ó n c o n l a c la s e a n t e r i o r .
En la sesión anterior revisamos el concepto de autorrealización humana y mencionamos que por la condición social del hombre, ésta es posible gracias a la sociedad, es decir a las otras personas. En esta clase se presentará la más importante institución que ayuda al proceso de autorrealización: La Familia.
Conocimiento 1: Definición de familia La familia es parte del origen de la vida de un hombre, el primer ámbito de realización de la persona y el recinto de su educación, más podemos definir a la familia como el lugar más propio de “la persona desnuda” , es decir el lugar en donde cada integrante es amado por lo que es y no por lo que tiene. De ella no sólo depende el futuro de una persona en términos de sobrevivencia, sino también de sus valores, costumbres e ideales, mejor aún: de su autorrealización. También se puede definir la familia como una “comunidad de intimidades” , es el lugar en donde el trato es propiamente personalizado, ya que sus integrantes están relacionados por un sentido unitivo otorgado por el amor vincular que los fundadores, padre y madre, le han otorgado. Todos conocemos lo qué es una familia, pero vivimos en tiempos en los que parece que el concepto de familia se ha relativizado, se intenta llamar familia a situaciones que no lo son, incluso se pretende obligar a aceptar esto a través de la promulgación de leyes que no solamente van en contra de la verdad, sino que además atentan contra la dignidad de la persona. ¿Qué es la familia? La familia no es cualquier grupo de personas, así cuando en alguna institución se dice “somos una gran familia”, se pretende emular lo valioso de la familia para aprovecharlo en beneficio de dicha institución. Pero una cosa es parecer y la otra es ser. Desde un punto de vista antropológico podemos decir que la familia es la principal forma de organización social de los seres humanos, basada en lazos sanguíneos y afectivos.
Conocimiento 2: La familia es una institución natural. En el artículo 1º de nuestra Constitución Política se define a la familia como “el núcleo fundamental de la sociedad” , ya que es el lugar primero donde la persona recibe los apoyos necesarios para desarrollarse como persona. En ese mismo artículo el Estado de Chile se compromete a protegerla y fortalecerla. Existe siempre una gran polémica sobre si la familia es “natural” o si es un invento del hombre, es decir un invento de la sociedad. Esta diferencia es fundamental para el futuro de una persona y el de la humanidad, ya que hoy, con mucha fuerza, existen tendencias que desean suprimir a la familia como parte esencial de l a sociedad. La familia es una institución de orden natural, por las siguientes razones
1.
2. 3. 4.
5. 6.
El origen de la familia es la unión de un hombre y una mujer que la fundan, y esta unidad responde a una tendencia natural a unirse. Está en nuestra naturaleza sentir atracción por una persona del sexo opuesto. Esa tendencia inicial hace que dos personas se conozcan y lleguen a unirse. Si revisamos la historia de la humanidad, observaremos que desde los tiempos más remotos el hombre ha constituido familias. En la antigüedad, distintos grupos humanos que habitaron diferentes lugares geográficos se comportaron de modo similar con respecto a la conformación de la familia. Si no existiese esta tendencia natural a unirse entre un hombre y una mujer, nuestra especie estaría en peligro, ya que no nos reproduciríamos. El hombre también es un ser social (esencialmente social, tal como se ha visto en las notas esenciales del ser humano), por ello que también busca vivir con otros, pero en particular, dentro de la comunidad general, busca formar una comunidad especial que llamamos familia.
Pero la familia ¿es únicamente natural? Por supuesto que sobre la base natural que tiene la familia la sociedad influye y modela esta institución. El que la familia sea una institución natural no significa que la sociedad no deba tratar de ella. Al contrario, las leyes y el estado deben proteger y promover a la familia. En síntesis, la familia es una institución de orden natural, siempre el hombre ha tendido a unirse a una persona del sexo opuesto para formar una comunidad particular dentro de la sociedad que está inserto.
Conocimiento 3: Origen de la familia La familia es un núcleo conformado por los padres y sus hijos que viven como comunidad y cuyas relaciones son profundamente íntimas y esenciales. La familia tiene su origen en el amor y en particular en ese amor especial que se da entre un hombre y una mujer, que es el amor conyugal, entendido como la tendencia natural de un varón a unirse con una mujer y viceversa. Por eso que la familia no es un invento del hombre, sino que su origen es natural, está inscrito en nuestra propia naturaleza. Esta tendencia unitiva se materializa en un vínculo que contraen un hombre y una mujer y con ello se constituyen en los fundadores de una nueva familia. El amor conyugal tiene tres etapas que son muy i mportantes de identificar:
1. La conmoción Es el momento en el que hay una persona del sexo opuesto que me produce un atractivo inmenso, y a pesar de que puedan existir otras personas que tengan buenos atributos, esa persona en particular se transforma en alguien especial. Debemos detallar que inicialmente este encuentro con aquella persona especial es normalmente sexual, es decir físico, me llama la atención su risa, su manera de caminar, sus ojos, la voz, la simpatía, etc. Cuando hablamos de sexualidad estamos refiriéndonos al concepto amplio de entender a una persona como masculina o femenina. Este primer encuentro me produce una conmoción, es decir un estado anímico diferente, excitante. Frente a esa persona me pongo nervioso, deseo verla a cada rato, produce cierto nerviosismo estar cerca, etc.
2. Alegría Una vez que he formalizado con esa persona un mutuo acuerdo de conocimiento, a ello le llamamos propiamente en Chile el “Pololeo”, se produce una etapa de alegría, ya que ahora poco a poco, con calma (sin tanta conmoción), cada uno va develando su intimidad, la realidad de quien es cada uno, y se pasa de un interés físico o externo a un atractivo profundamente personal. Esa persona que en un comienzo es “especial”, poco a poco va transformándose en “la incomparable” (no existe otra persona como ella). Esta etapa es muy importante en el futuro de la vida conyugal, ya que es éste el momento en el que cada uno de los pololos va mostrando su verdadera identidad y ell o permite definir si efectivamente existe la posibilidad de conformar un proyecto de vida común en el futuro. Esta etapa poco a poco va transformándose en la preparación de una posible unidad vincular entre los amantes.
3. Amor conyugal Es la etapa real de amor, definido como donación, es decir es el momento de decidirse a unirse, de entregarse (darse a sí mismo) para conformar con su amada o amado una nueva vida. Hasta la etapa de pololeo ambos enamorados, de manera muy romántica, podían inscribir en la corteza de un árbol la inscripción: “Tú y Yo”. Ahora en la etapa de unidad conyugal con toda propiedad deberán inscribir en dicho árbol: “Nosotros”. Este “nosotros” representa una tercera persona, ya no somos “tú más yo”, sino que ahora conformamos una nueva unidad, que es el origen de la unidad familiar. Este nuevo ser, el nosotros, no quita que cada uno siga siendo un ser individual, pero ahora entregado de manera voluntario al otro. Cada uno de los amantes tiene derechos y deberes sobre el otro.
Conocimiento 4: El Matrimonio AGREGAR IMAGEN DE UNA PAREJA DE NOVIOS CASÁNDOSE Hablar de matrimonio en la actualidad resulta notoriamente polémico. Cuántas discusiones y cuestionamientos han surgido respecto de la perpetuidad de este vínculo, de su indisolubilidad, de su verdadero sentido, etc. Pero la mayor parte de los cuestionamientos surgen, precisamente, por no tener claridad acerca del verdadero significado del matrimonio. Tan comunes han llegado a ser las frases “los matrimonios siempre terminan separándose”, “para qué casarme si es sólo un papeleo”, “yo no necesito de una firma para demostrarte que te amo”, que parecen efectivamente convencernos de que no hay nada más allá del matrimonio que un simple e inútil trámite. Si efectivamente fuera así, el matrimonio carecería de todo valor. Pero cuando hablamos de matrimonio, no nos estamos refiriendo ni a la ceremonia civil ni al sacramento religioso. Estamos hablando más allá de las celebraciones. Nos referimos al matrimonio como una institución natural, creada desde que un hombre y una mujer unen sus vidas y fundan, con ello, un proyecto propio. Para qué limitarnos a pensar en las firmas o celebraciones. El verdadero compromiso que crea esta institución es el que surge de la voluntad de la pareja, de la libre decisión de
entregarse al otro, motivada única o principalmente por el amor. “El matrimonio lleva a los amantes a reorganizar su vida y a convertir al otro en proyecto y tarea de su propia biografía”. En estas reflexiones está la clave. Quien contrae matrimonio lo hace porque así lo quiere, y lo quiere tan fuertemente que no llega a imaginarse su vida de otro modo. Por eso, ese individualismo que lleva a algunos a escapar del compromiso, es superado por una sensación de amor tan grande que es el otro quien se transforma en la preocupación central de la vida de uno mismo, porque en su felicidad, está la propia felicidad.
¿Es necesario el matrimonio o basta con ser pareja? Hay que recordar que el hombre por naturaleza es un ser social, que no puede existir sin ser en otros, por lo que el “otro” adquiere ese valor de identidad y de reafirmación en sí mismo. Es la sociedad la que me convierte en alguien, ante la pregunta quién eres no podemos dejar de lado nuestra condición social, “soy hi jo de”, “soy chileno”, “soy técnico en”, “trabajo en tal lugar”, si bien es cierto que esas respuestas no completan todo el complejo y profundo ser que cada uno es, sin duda que son base objetiva (jurídica) de quién uno es. Lo mismo ocurre con el amor entre un hombre y una mujer, necesitan validarlo, porque los actos humanos son sociales, al casarme establezco un compromiso que implica derechos y deberes y que, frente a los demás, me comprometo a respetar. Si esa unión no tiene marco jurídico, entonces no es posible existir y si no existe no hay posibilidad de ejercer los derechos.
Notas esenciales del matrimonio El matrimonio es la base de la familia y adquiere un carácter tan sagrado y valioso, que entiende por lógica consecuencia su exclusividad y perpetuidad. Cierto es que mucho se ha discutido acerca de esto, al surgir propuestas tales como el divorcio. Pero la discusión parte por un error de concepto: si el matrimonio fuera sólo un contrato civil, efectivamente podría disolverse. Sin embargo, este vínculo parte de una promesa de amor y de entrega, que compromete a ambas personas por entero para incluir en el futuro su amor presente. Sobre esta base podemos decir que algunas de las características esenciales del matrimonio son: •
Exclusividad: Si el deseo de casarse con una persona surge porque la amamos a ella, por ser tal como es, entonces ese amor puede estar sólo destinado a esa persona, así como todas sus manifestaciones. Si el matrimonio supone la entrega de uno, como persona, hacia otro individuo que también se nos entrega como persona, en cuerpo y alma, no podemos dividirnos o “fotocopiarnos” y entregarnos de la misma manera a 2, 3 ó más personas. Cuando uno está enamorado, lo está de una persona en exclusivo, porque resulta única e incomparable.
•
Perpetuidad: Este puede ser el fundamento más problemático en el último tiempo, sobre todo por los debates generados en relación al tema del divorcio. Y efectivamente, no es fácil dar una opinión simple, considerando la cantidad de argumentos que defienden la posibilidad cierta de un divorcio: violencia intrafamiliar, ausencia absoluta de amor, familias totalmente acabadas. Pero eso no significa que podamos partir de la premisa de que el matrimonio no nace para ser perpetuo. Si no se basara en esto, entonces estaríamos hablando de otro tipo de unión, pero no de matrimonio. Las promesas no son a plazo; no se vencen ni caducan. Los acuerdos y contratos sí, pero no las promesas, pues si nacen del amor, nacen de un sentimiento que no tiene plazos, que no es momentáneo, sino fluido. Y si ese amor implica una entrega y la promesa de darse a otro por entero, en cuerpo y alma, no podemos darnos pensando en que dentro
de un tiempo nos retractaremos o vamos a quitarle a nuestra pareja lo que le hemos regalado: nuestra propia persona. •
Sexualidad y fecundidad: Comunes en nuestros días son las llamadas “uniones libres”, que comprometen a un hombre y una mujer sólo a nivel de convivencia y de sexualidad, olvidando, en este sentido, algunos deberes fundamentales de la familia, como el de la procreación. Pero un fin natural de la sexualidad es precisamente ésta, que debe darse en una familia para que el fruto de esa unión (los hijos) estén protegidos y sean educados. Quienes se unen con la voluntad de fundir su vida con el otro –al casarse-, están creando con ello una nueva identidad: están creando más que una vida de pareja, una vida de familia. Y en tanto que uno es conciente de esa nueva identidad y es feliz porque ella exista, pretenderá también consolidarla y prolongarla en el tiempo. Cuando uno ama algo o a alguien, pretende que ese algo no desaparezca y, por el contrario, crezca y se fortalezca. La sexualidad es el ámbito propio en el que puede realizarse esto, precisamente por poseer además un carácter original y creativo: origina vida, crea vida. En otras palabras, la manera de perpetuar aquella vida que amamos, es logrando que alguien continúe viviéndola y es eso precisamente lo que realizan los hijos: consolidan un amor y una vida para proyectarla más allá de las personas que la han fundado.
Fines del matrimonio Los fines del matrimonio son el amor y la ayuda mutua de los esposos, la procreación de los hijos y la educación de éstos.
Conceptos asociados al matrimonio Amor conyugal: tendencia unitiva entre un varón y una mujer, que finalmente llevado a su máxima expresión, establece la unidad entre ambos amantes; y es, por lo tanto, el origen del matrimonio. Acto libre: el matrimonio es un acto voluntario en donde ambos deciden libremente donarse a sí mismos. Vínculo conyugal: es lo que une a ambos novios y les hace pasar del tú y yo al nosotros. Este vínculo es perpetuo, hasta que la muerte naturalmente lo separa. Vida Matrimonial: es el diario vivir, la convivencia, la comunicación y la logística del día a día. Siendo esto importante, no se puede confundir vida matrimonial y vínculo matrimonial, ya que aunque el matrimonio se separe por falta de sana convivencia, el vínculo permanece intacto. R e su m e n d e l a c l a s e •
•
•
La familia es una institución de orden natural, que por supuesto es modelada por la sociedad, pero que en esencia es natural, ya que surge a propósito de tendencias que están en la naturaleza humana. La principal tendencia que da origen a la familia es el amor conyugal, es decir la tendencia a unirse un hombre con una mujer. La unión entre hombre y mujer conforma lo que se llama el matrimonio, que es la fundación oficial de esa familia.
•
•
•
La familia se puede definir como un lugar en donde existe una comunidad (unidad en común) de intimidades (es decir que el amor está puesto en lo esencial de cada uno), en donde cada integrante es amado por lo que es. El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer por medio de un vínculo indisoluble. Los fines del matrimonio son: en primer lugar la procreación y la educación de la prole y en segundo lugar la ayuda mutua.
Pregunt as de apoyo
1. La característica esencial del matrimonio es la comprensión y afinidad de la pareja. Respuesta: Falso, lo esencial en el matrimonio es el vínculo, es decir es la unión libre entre ellos, una unión perpetua, ya que cada uno se ha comprometido con este nuevo proyecto pensando en el bien del otro que representa el verdadero amor. 2. No tiene ninguna importancia sólo convivir y no casarse. Respuesta: Falso, el hombre al ser esencialmente social tiene existencia a la luz del encuentro con dicha sociedad. Todos sus actos se hacen válidos (jurídicos) con el concurso social, por ello emparejarse sólo constituye una realidad particular que entre otros problemas no dimana derechos. 3. Pero, ¿qué ocurre si yo con mi pareja nos hemos comprometidos para siempre y también cumplimos con la exclusividad, además estamos abiertos a la procreación, queremos formar una familia? Respuesta: Entonces ya estás casado, pero a ese matrimonio natural dale juridicidad al comprometerte no sólo frente a tu pareja, sino haz público tu compromiso, esto último se llama matrimonio. 4. La familia es una institución de origen social, por lo tanto puede ser reemplazada sin afectar negativamente a sus miembros. Respuesta: Falso, el origen de la familia es el amor conyugal, tendencia natural a unirse un hombre con una mujer. Por ello lo propio de los seres humanos es formar una familia y albergar allí a los hijos. La familia no puede ser reemplazada, ha habido intentos en algunos países de abolir la familia y entregarle el rol formativo y de seguridad al Estado, pero como ustedes pueden comprobar fácilmente han sido rotundos fracasos. También los Estados para ayudar a los niños huérfanos o que son protegidos de familias disfuncionales, han creado instituciones especiales (hogares de menores, orfanatos, etc.) que intentan cumplir el rol de la familia que no tienen y a pesar del esfuerzo y buenas intenciones que puedan tener sus integrantes, cualquier niño salido de allí dirá: no es lo mismo que tener una familia.
Semana 10. Instituciones y cultura Co n e x i ó n c o n l a c l a se a n t e r i o r
En la sesión anterior se revisaron las notas esenciales que definen a la familia. Esta institución, que es fundada por el matrimonio, es el primer lugar de la persona en cuanto su autorrealización. Ahora se estudiarán otras dos instancias que apoyan este proceso: la educación, en especial porque es lo que ustedes están haciendo ahora, y el trabajo que es l o que pronto harán.
Conocimiento 1: La educación Ya hemos visto que para completar la formación humana necesitamos del proceso educativo, esto nos ayuda a nuestra culturización, a conformarnos como seres más allá de lo biológico, a comportarnos como seres humanos. En los primeros años, los padres y la familia cumplen el rol educativo central, luego aparecen las instituciones de educación formal que no reemplazan a los padres en su rol, sino que vienen a apoyar la labor educativa inicial. Con el correr del tiempo surge la necesidad de estudiar una carrera profesional, ésta cumplirá dos funciones muy importantes: •
•
Ayudará al proceso de identidad personal constituyéndose como un medio para que a través del desempeño de ella pueda lograrse la autorrealización. Permitirá el posicionamiento social, el espacio o el l ugar que cada uno debe ocupar en la sociedad.
Para clarificar y concluir el punto es necesario entender lo que es la Educación como fenómeno antropológico, por lo que debemos definir educación como un proceso de socialización de los individuos. Al educarse una persona asimila y aprende conocimientos. La educación implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones (hijos, alumnos) adquieren los conocimientos, habilidades y actitudes que han desarrollado generaciones anteriores (padres, profesores).
Conocimiento 2: El trabajo AGRAGAR IMÁGENES DE PERSONAS EN SU TRABAJO El hombre es el único ser que trabaja. Hay animales cuya actividad se asemeja mucho al trabajo, como los castores que construyen su dique, las abejas que fabrican la colmena, etc., pero estas fabricaciones de los animales son algo meramente instintivo, de manera que hacen siempre lo mismo y lo hacen siempre igual. No hay libertad y tampoco creatividad. El trabajo propiamente tal implica un grado de creatividad. Es una tarea en la que se expresan libremente la inteligencia, la voluntad, la imaginación, la destreza, etc. de una persona concreta, de tal manera que el trabajo de uno no es equivalente al de otro. En ello radica su valor. Sin embargo, a menudo el trabajo es visto como un castigo o una condena, un peso insoportable que debemos llevar porque no queda más remedio, porque hay que comer, pero del cual gustosos nos libraríamos. Se suele pensar así por varias razones: primero porque evidentemente el trabajo va acompañado inevitablemente del cansancio, y segundo porque a veces las condiciones concretas en que se trabaja, opacan la verdadera dimensión
de dignidad del trabajo como debería ser: horarios abusivos, sueldos miserables, frustrante monotonía, tratos humillantes, etc. En estos casos el trabajo se convierte en esclavitud, en utilización del hombre por el hombre. Sin embargo, olvidamos que el trabajo es necesario, precisamente porque, al ser autorrealizables, tenemos diversos requerimientos. En ese sentido, más allá de lamentarnos, podemos enorgullecernos de tener la capacidad de suplir esas necesidades por nosotros mismos. No sólo las necesidades materiales, sino también aquellas vinculadas a la realización personal. De allí entonces que el trabajo no sólo sea un deber, sino más bien también un derecho. A través del trabajo somos capaces de llevar a la práctica todas nuestras capacidades y de aportar con ellas. Por eso, el hombre se siente realizado cuando se esfuerza en un producto que vale la pena, que aporta, que es útil, o bello o verdadero o todo eso a la vez. En ese sentido, todo trabajo se debe asemejar a la actividad artística en la pasión, la ilusión, el uso de toda la capacidad y talentos en el proceso, y la alegría y satisfacción del final. No importa de qué trabajo se trate. Todos los trabajos resultan valiosos en la medida en que se realicen bien: valen por el esfuerzo, por la responsabilidad, por la constancia, por la dedicación. Eso es, precisamente, profesionalismo. Porque, a fin de cuentas, en la sociedad todos nos necesitamos. Cada trabajo es un complemento a la tarea del otro. Así, podemos advertir que el trabajo implica un perfeccionamiento personal, en la medida en que nos permite potenciar y actualizar nuestras capacidades más valiosas, y un perfeccionamiento social, pues no se realiza sólo para nosotros mismos, sino que implica siempre una repercusión en los demás. La mayoría de las veces las personas asocian trabajo con sobrevivencia y por supuesto se relaciona con ganar dinero. Trabajar es más que eso, el trabajo es un medio para alcanzar nuestros fines personales. AGREGAR IMAGEN DE MARIE CURIE En 1867 nació en Varsovia (Polonia) Maria Sklodowska, conocida con posterioridad como Marie Curie. Fue una mujer apasionada por su trabajo. Junto con su esposo, el físico francés Pierre Curie, trabajaron en el descubrimiento de la radioactividad. Más allá de sus logros investigativos, se reconocía en Marie a una mujer metódica, incansable y esforzada en lo que hacía. Prácticamente vivía en su laboratorio, y a pesar de que la época en la que vivía no era el tiempo de las mujeres, logró con esa tenacidad llegar a la cumbre de la fama internacional. Fue la primera mujer que hizo clases en la Universidad de Paris (luego de 600 años), la primera mujer en ganar un premio Nobel y la primera persona en ganar dos premios Nobel en dos campos distintos (Química y Fí sica). Su entrega por ayudar con su trabajo a la humanidad fue más que su ambición personal, no patentó el descubrimiento suyo del “aislamiento del radio”, dejándolo a propósito abierto para que toda la comunidad científica lo pudiese usar. Este ejemplo de Marie Curie nos muestra que el trabajo no es solamente ganar dinero y enriquecerse, algo tan deseado en nuestro tiempo, sino que es propiamente un medio de autorrealización personal.
Conocimiento 3: Las instituciones gubernativas y sociales
La sociedad no sólo tiene instituciones de origen natural, también hay otras creadas por el hombre para apoyar el desarrollo de la persona humana y facilitar la vida en común. Otro tipo de instituciones participantes en la autorrealización humana son las instituciones gubernativas, es decir aquellas que conforman el sistema político por el cual el Estado de un país se organiza. Estas instituciones son específicas y atienden los diversos aspectos de la vida social del hombre. La inexistencia de estas instituciones o un mal cometido de ellas tiene efectos en cómo el hombre puede constituirse a sí mismo. Las personas necesitan una institución que se preocupe de la administración de la justicia, para ello existen los Tribunales (La corte Suprema, la de Apelaciones y los Tribunales en sus distintas especificidades). También la vida en común requiere de leyes que permitan regular los diferentes aspectos de la vida comunitaria. Estas leyes son formuladas por el Parlamento de cada país o las instituciones acreditadas para ello. No nos podemos olvidar de mencionar la tarea importantísima que realiza el gobierno, institución destinada a regir los destinos de un país. En el caso del gobierno no sólo es importante considerar las obras que realiza, sino también la manera de cómo ejerce su autoridad. La vida buena de una persona está inmersa, aunque no determinada, en la vida buena de la sociedad en la que vive, por ello las instituciones políticas deben tener como fin el bien de la persona. En el mundo actual cuesta observar y evaluar si muchas instituciones son un bien, ya que algunas de ellas se contaminan con factores relacionados con los intereses personales de algunos y cuesta comprender el real beneficio que entregan a la humanidad. Hay que tener cuidado de que las instituciones sociales no se despersonalicen, que por perseguir un fin, llamado bien común, pierdan el sentido para el que fueron creadas. R e su m e n d e l a c l a s e
La educación es el proceso formativo que se da a lo largo de toda la vida, a veces de manera formal como en la Escuela y en el Instituto Profesional y a veces de manera informal, aprendiendo de la propia vida. El estudio de una profesión no sólo otorga a quien se titula unas competencias laborales determinadas, sino que también le agrega un status social. Una manera muy contundente de crecer como persona es estudiar, aprender y mejor “aprehender” que significa apropiarse de la cultura. Mientras nos esforcemos por desempeñar nuestro trabajo diario de la mejor manera posible (para nosotros, en concreto), no sólo nos hacemos mejores como personas sino que servimos mejor a quienes nos rodean; contribuyendo así a que los demás se hagan también mejores personas. De nuestro buen desempeño laboral depende, en buena medida, el bien de la sociedad toda. El trabajo es un medio que permite la autorrealización. A veces esto es difícil de entender, ya que tenemos la idea de que trabajamos sólo por dinero. Ver el trabajo solamente como fuente de sustento es una manera limitada de entenderlo. La vida humana tan compleja en lo particular y también en lo social requiere de la participación de otras instituciones sociales. Estas instituciones pueden atender hacia los diferentes aspectos de la existencia humana. Las instituciones políticas deben procurar tener como fin la vida buena y aunque es cierto que su centro es la vida comunitaria, éstas no deben perder el sentido de su existencia que es la Persona Humana.
Pregunt as de apoyo
1. El primer ámbito de la autorrealización es el trabajo. Respuesta: Falso, ya que el primer lugar es la familia. Sin embargo, el trabajo es también una buena manera de ayudar en la conformación de la identidad personal. No hay que olvidar que cuando hablamos de trabajo estamos refiriéndonos a cualquier actividad humana que produzca algo. Este trabajo puede o no ser remunerado. 2. El estudio de la profesión ayuda a tener un status social. Respuesta: Verdadero, puesto que cuando una persona estudia se hace más capaz y por ende se acerca más a la sabiduría y va poco a poco dejando la ignorancia. Esta situación la sociedad la sabe valorar, por ello que aquel que tiene más conocimiento es más valorado que aquel que no lo tiene. Como el título profesional es una evidencia del conocimiento que se ha alcanzado en el estudio de una especialidad, entonces éste le asigna a quien lo tiene un valor social especial: un nuevo status. 3.
El verdadero sentido del trabajo es ayudar a los demás, por ello el trabajo no debe ser remunerado. Respuesta: Falso, cuando se dice que el trabajo es más que ganar dinero se quiere señalar que no se trabaja sólo por recibir remuneración, sino que además el trabajo me dará una recompensa más valiosa que el propio dinero: satisfacción personal del logro, prestigio profesional, conocimiento operativo, etc. 4.
Cuando se habla de que las instituciones gubernativas están al servicio de la Persona Humana quiere decir que el Estado debe proveerme de todo lo que necesito. Respuesta: Falso, porque en primer lugar las necesidades humanas son infinitas y además siendo personas únicas e irrepetibles es imposible que el gobierno pueda satisfacer todas las demandas de sus conciudadanos. La vida social es comunitaria, y por ende las instituciones sociales están al servicio de la vida en común, de manera que todos los habitantes de un país puedan ejercer sus derechos naturales. Ejemplo es la economía, la justicia, las leyes, la salud, etc. Sin embargo, cuando se habla de estar al servicio de la persona humana se dice que las instituciones no pueden olvidarse que ese es su propósito: el bien humano; no es la justicia por la justicia, ni la salud por la salud, sino que son todos estos elementos para que la persona con su libertad y trabajo pueda acceder a una vi da buena.
Semana 12. El aborto Co n e x i ó n c o n l a c l a se a n t e r i o r
En la clase anterior hemos terminado de ver la manera en cómo el hombre puede abordar su autorrealización. Las clases que se presentan a continuación se refieren a situaciones que atentan contra esa autorrealización, es decir que atentan contra su propia felicidad y dignidad. Conocimiento 1: Transitividad e intransitividad de la conducta humana Recordemos que la persona humana construye su vida a través de sus actos, que ellos son libres, propios de la acción del conocimiento superior y de la voluntad. También debemos comprender que el ser humano puede ser lo mejor o lo peor, es decir que puede edificarse o destruirse a sí mismo. Los actos humanos pueden tener un efecto transitivo (que es pasajero) e intransitivo (que no es pasajero), en el caso del primero está referido al efecto objetivo del acto como producto y el segundo se refiere a la huella que ha dejado en nosotros dicha acción. El efecto transitivo hace referencia a lo externo y el intransitivo a lo interno. Por ejemplo, una persona en defensa de su familia ha matado a un delincuente que intentó raptar a sus hijos. En el efecto transitivo, la acción va a pasar, la justicia le absolverá, en poco tiempo ya no será noticia, y poca gente recordará el incidente. Sin embargo, tanto para esa persona como para los que vivieron la mala experiencia quedará un efecto imborrable. La persona es capaz de elegir modos de relacionarse con su entorno, originando actos que están por encima de éste, y estos actos le permiten ir desarrollando su ser, y a su vez estos mismos actos van dejando huella, le van construyendo, le van modificando (para bien o para mal) a través del efecto intransitivo de éstos. Por esta razón, aún cuando podemos afirmar que la sociedad es un bien para la persona, advertimos diversos actos que ponen en riesgo ese beneficio. Entre ellos, los actos que atentan contra la vida y la dignidad humana como el aborto, la eutanasia, la drogadicción, el alcoholismo y la pornografía. Conocimiento 2: El aborto. AGREGAR IMAGEN EN SECUENCIA DE UNA MISMA PERSONA EN DISTINTAS ETAPAS DE LA VIDA Y QUE INCLUYE LOS MOMENTOS DE CIGOTO, EMBRIÓN Y FETO. PUEDE SER UNA ESPECIE DE PELÍCULA CON CUADROS QUE MUESTRAN ESTAS FOTOGRAFÍAS. Cuando hablamos de aborto, nos referimos necesariamente a la interrupción definitiva de una vida humana en el vientre materno. En este sentido, la víctima del aborto es siempre una persona. Ante esto, la primera pregunta que debemos respondernos es: ¿Cuándo comienza la vida humana? ¿En qué momento el pequeño organismo que se desarrolla en el seno materno pasa a ser una persona? La respuesta a esta pregunta es muy importante, ya que parte de la justificación práctica del aborto es la idea muy generalizada de que cuando se realiza un aborto, solamente se está
eliminando a un grupo de células, que ellas no constituyen un ser humano y que por tanto no hay trasgresión a la vida humana. La vida de un ser humano comienza en la concepción, esto es en el momento en que el espermatozoide ingresa al ovocito, algunos argumentos modifican este inicio y lo trasladan algunos al día 11 después de la concepción, otros al día 14, otros a la implantación, etc. Para cada caso se esgrimen argumentos de ciertos hitos o sucesos que ocurren en dichas fechas. La vida de un ser humano está llena de hitos y por tanto es normal que cuando la vida está recién comenzando también ocurra algo así. Esos sucesos no tienen nada de “extraordinario” sino que responden a la lógica de crecimiento y de despliegue de la vida humana. Por el contrario, al momento de la concepción sí ocurren, ciertos sucesos extraordinarios que justifican el porqué se debe considerar la concepción como el inicio pleno de un nuevo ser. En primer lugar consideremos a las células sexuales, los gametos, el espermatozoide y el ovocito, ambas son dos células moribundas, cada una desde que fue expulsada de su almacenamiento, el ovario para el gameto femenino y el epidídimo para el gameto masculino. Tienen las horas contadas para su supervivencia, se conducen a la muerte; y sólo hay una opción de vida. En el momento en que se fusionan, su efímera existencia gira en 180 grados y dan origen a una nueva vida. Esto sí que es extraordinario, algo que está muriendo es origen de vida. En segundo lugar, cada una de estas células sexuales es haploide es decir contiene la mitad de la carga genética de una célula normal, cada uno de ellas posee 23 cromosomas y al momento de unirse, también se unen las cargas quedando por un pequeño instante una célula de 46 cromosomas, que comienza a dividirse de manera vertiginosa. El suceso extraordinario, es que el nuevo ser, se constituye con una carga totalmente diferente al de los padres, incluso la carga “femenina” no es igual a la recibida por la madre y lo mismo con la “masculina”. En tercer lugar, desde el momento de la concepción, se producen modificaciones hormonales tendientes a regular el sistema inmunológico de la madre, con el fin de hacerla tolerante al hijo que espera, ya que éste al tener una carga genética diferente es reconocido inmunológicamente como un cuerpo extraño, como un “otro”. Con esto se comprueba que el nuevo ser “no es un órgano” de la madre y que por lo tanto es una persona única y que al tener su dignidad de tal tiene los derechos que le son propios, a saber el más importante de ellos: vivir. ¿Vale alguna justificación para el aborto? El tema del aborto volvió a estar de actualidad al surgir el debate en relación a la píldora del día después. Sin embargo, éste ha sido problema de discusión reiterado, ya sea por las propuestas de legalizarlo, por los embarazos producto de violación, por la promoción de la “libertad” absoluta de la mujer, por el reclamo a la salud reproductiva, por asuntos demográficos, etc., etc. Pero no debemos olvidar que el problema del aborto gira siempre en torno a un punto esencial: ¿Tiene una persona derecho a terminar con la vida de otra? ¿Debe privilegiarse el bien de uno por sobre el de otro? ¿Existen excepciones? Revisemos algunos de los argumentos más comunes en defensa del aborto:
Uno de ellos habla del derecho a decidir por parte de la madre, especialmente en casos de embarazo no deseado, ya sea por no contar con los medios económicos o sociales, por tratarse de un obstáculo para los futuros proyectos de la madre, o por cualquier otra razón. En otras palabras, se recurre al argumento que dice que la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo, para evitar un hijo que, según los padres, acarrearía problemas a sus vidas. Sin embargo, hemos aclarado ya que en un embarazo hay dos vidas y dos cuerpos. La palabra “mujer”, según el diccionario, significa "ser humano femenino". Y ello implica una sola vida. Por lo tanto, al abortar, la mujer no estaría decidiendo sobre su propio cuerpo, sino sobre el de un ser que no es ella, aunque esté temporalmente dentro de sí. •
Por otra parte, nada asegura que el aborto solucionará los problemas de un embarazo no deseado. Lo más probable es que la madre quede con secuelas psicológicas, además de poner en riesgo su salud. Por otra parte, no se piensa en los conflictos psicológicos futuros de la madre que ha abortado y del núcleo familiar que conformará. ¿Qué pensará un joven al enterarse que su madre abortó a su hermano mayor? ¿Cómo será la imagen de familia que tendrá? Por último, matar a otro por conveniencia es concebir una vida como inferior a las demás. En este sentido, se le está negando el respeto y la dignidad que el embrión merece por el hecho de ser persona, abusando de su incapacidad para defenderse. Un segundo problema surge en los casos de malformaciones genéticas en el embrión. Muchas veces, la madre opta por abortar al niño que tiene escasa o ninguna posibilidad de sobrevivir. Sin embargo, no debemos olvidar que la naturaleza actúa de manera lógica. Si el niño debe morir, lo hará a su debido tiempo, naturalmente. Pero debemos darle la opción y el apoyo para que sobreviva, pues tiene tanto derecho como cualquiera a optar por su propia vida o a recibir los apoyos necesarios para sobrevivir. Toda persona tiene derecho a nacer •
Argumentos aún más polémicos son los que surgen al momento de defender el aborto en el caso de un embarazo producido por violación. A esta opción se le conoce como aborto sentimental. Pero vale preguntarse aquí si esto será una verdadera solución. El aborto no va a quitar ningún dolor físico o psicológico producido en una violación. Al contrario, le agregará las complicaciones físicas y psicológicas que el aborto tiene de por sí, como experiencia traumática. Éste es una segunda violación, pero más traumática aún porque la madre también se sentirá culpable de ella, pasando de ser víctima a victimaria. Además, el fruto de este acto violento sigue siendo un niño inocente, que no carga con culpa alguna por la brutal decisión de su padre genético. Por último, los legisladores más expertos señalan que legalizar el aborto "sentimental" corre serios riesgos jurídicos: prácticamente cualquier embarazo no deseado podría ser presentado como fruto de una violación, aún cuando no lo sea, y su aborto estaría permitido. •
“El que la madre no haya sido responsable por haberlo concebido, no priva al niño de su derecho a la vida. El nonato no es un agresor, sino una segunda víctima inocente que no debía recibir la pena capital por el crimen de su padre. Ni siquiera al violador se le impone la pena de muerte". (Thomas J. Blidey, Congresista de Estados Unidos) “La violación es sin duda una situación muy dolorosa, y afortunadamente pocas violaciones van seguidas de embarazos. Pero aún en este caso, la violación, que es un acto de violencia terrible, no puede ir seguido de otro no menos terrible, como es la destrucción de un ser vivo. Sería una decisión además de arbitraria, delictiva, por cuanto estaría mandando matar a un ser humano inocente sin juicio previo, sin derecho a defensa, sin
delito alguno que lo justifique, sin que exista la pena de muerte en nuestra legislación". (Remigio González M., Juez de Instrucción de la Capital Federal en Argentina, al negar el pedido de aborto a una joven de 21 años que fue fu e violada). Conocimiento 3: Formas de aborto Se habla de aborto espontáneo cuando la muerte es producto de alguna anomalía o disfunción no prevista ni deseada por la madre, no hay intención de abortar, el aborto se produce por causas absolutamente naturales. El aborto provocado, que es el que hemos analizado hasta ahora, es el provocado intencionalmente, ya sea de manera doméstica, química o quirúrgica. Entre ellos, revisaremos algunos de los métodos más conocidos para provocar un aborto, y que podrán graficarnos la crueldad con la que se trata a una víctima inocente: a) Inyección salina: salina: Se utiliza solamente después de las 16 semanas. El líquido
amniótico que protege al bebé se extrae, inyectándose en su lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro y de otros órganos y convulsiones. Esta solución salina produce dolorosas quemaduras graves en la piel del bebé. Unas horas más tarde, la madre comienza "el parto" y da a luz un bebé muerto o moribundo.
b) Por succión o aspiración: aspiración: Durante el primer semestre de embarazo (12 semanas),
se introduce en el útero un tubo hueco con un borde afilado. Una fuerte succión a través del tubo –cual si fuera una aspiradora- despedaza al bebé y a la placenta, depositando sus restos en un recipiente. Luego, el abortista extrae con unas pinzas el cráneo, que no suele salir por el tubo de succión. En Estados Unidos, alrededor del 85% de los abortos son provocados con este método, y casi el 95% en otros países desarrollados.
C): Este método es tan usual como el anterior y se c) Por Dilatación y Curetaje (D y C):
utiliza a finales del primer trimestre o principios del segundo, cuando el bebé ya es demasiado grande para ser extraído por succión. Es similar, pero en vez de despedazar al bebé por aspiración, se utiliza una cureta o cuchillo, provisto de una cucharilla, con una punta afilada con la cual se va cortando al bebé en pedazos, con el fin de facilitar su extracción, que se realiza con la ayuda de fórceps. Este procedimiento conlleva más riesgos para la l a mujer que el método de succión. succi ón.
d) “D & X” (Aborto de nacimiento parcial): parcial): Es una técnica relativamente nueva, que
se utiliza cuando el bebé está próximo a nacer, por lo que ya posee la capacidad de sobrevivir por sí solo al nacer; esto es, a partir de las 26 semanas de embarazo. El Dr. Haskell, médico abortista pionero en esta técnica, señala que desarrolló este método porque con el de Dilatación y Curetaje, "se dificulta la extracción del feto, debido a la dureza de sus tejidos". El método "D & X" requiere tres días, ya que durante los dos primeros se dilata el cuello uterino. Se utiliza la ecografía para ver la posición del bebé en el útero y tomándolo por una pierna, se le extrae hasta llegar a
la cabeza, que permanece dentro. Estando el bebé todavía vivo, el abortista inserta unas tijeras en la base del cráneo, ensancha el orificio e introduce un catéter para absorber el cerebro. Esto hace que la cabeza se achique y se desplome, permitiendo extraer a la criatura muerta.
e) Por Operación Cesárea o Histerotomía: Histerotomía: Este procedimiento se realiza durante los
últimos 3 meses del embarazo. Consiste en realizar una cesárea, no para salvar al bebé por nacer, sino para dejarlo morir o para matarlo directamente. Como se trata de una intervención quirúrgica mayor tiene frecuentes frec uentes complicaciones.
f) Prostaglandinas: Prostaglandinas: Este potente fármaco se administra para provocar violentas
contracciones en el útero con objeto de expulsar al bebé prematuramente y causarle la muerte. Sin embargo, a veces el bebé nace vivo, lo que el abortista considera como una "complicación".
g) RU-486: RU-486: Fármaco abortivo que muchas veces se utiliza en conjunto con la
prostaglandina. Actúa privando al bebé de un elemento vital, la hormona progesterona, lo que termina por matarlo de hambre. El aborto ocurre tras varios días de dolorosas contracciones.
La revisión de todos estos métodos no hace más que demostrarnos lo inhumana y cruel que puede llegar a ser una persona. Cualquier técnica abortiva pasa a llevar todo derecho humano del niño por nacer. No respeta su condición de persona, de ser indefenso ni la dignidad que le corresponde por su condición humana. A ello se agrega el sufrimiento físico por el que pasa el niño en el momento de su agonía. Dice el especialista John Norman: “Independientemente del método que se utilice, los niños están sufriendo el peor de los males corporales, el final de sus vidas. Están pasando por la agonía mortal. A pesar de su precaria existencia, de sus limitadas capacidades cognitivas y de sus rudimentarias sensaciones, están experimentando la desintegración de su ser y la terminación de sus capacidades vitales”. Cuando el niño sufre, demuestra ese dolor; trata de escapar, se mueve, se retuerce y ahoga su dolor en un grito silencioso, imperceptible para quien no quiere escucharlo. Quien aún tenga dudas y considere que estas son sólo opiniones sesgadas y anticuadas puede buscar en la red el testimonio de uno de los grandes detractores del aborto, el Dr. Bernard Nathanson, quien fue conocido como el Rey del Aborto, por el trabajo en su clínica abortista. ¿Qué lo hizo cambiar de opinión? Busque en la red su testimonio “El grito silencioso” Conocimiento 4: Las dudas en torno a la “píldora del día después” Más allá de la certeza que se tiene respecto del dolor y de la injusticia padecida por el niño abortado, las polémicas se crean cuando no hay certeza absoluta del mal que pueden provocar algunos métodos anticonceptivos. Así sucede con la píldora del día después, cuya probabilidad abortiva aún se mantiene en discusión. Por eso, vale una aclaración respeto a la discusión generada por este fármaco.
La píldora del día después es una dosis de hormonas que trabaja de dos maneras distintas, dependiendo del momento del ciclo en el cual se encuentre la mujer y cuánto tiempo haya transcurrido después de la relación sexual: La primera forma de operar es evitando que ocurra la ovulación. Una vez que ya se tuvo la relación sexual, puede evitar que el óvulo sea expulsado, generando que los espermatozoides que han quedado vivos vivos dentro del del cuerpo de la mujer, no encuentren óvulo que fecundar. A esta función se le llama anovulatoria, anovulatoria, porque impide la ovulación. •
La segunda forma es cuando el óvulo ya ha sido fecundado, es decir ya es una persona humana, humana, e impide que se implante o anide en las paredes de la matriz. Ésta es la función (abortiva) que ha generado los actuales debates, y aún se encuentra en procesos de análisis para verificar su efectividad en estos casos. •
Sin embargo, más allá de las especulaciones podemos ir a la fuente científica y consultar cuáles son los efectos que los propios fabricantes de la píldora declaran:
El Laboratorio Lafroncol, que fabrica el Postday, indica en el prospecto de farmacología clínica que “Postday actúa previniendo la ovulación o la fertilización (alterando el transporte de espermatozoides y/o óvulos a través de las trompas). Además puede inhibir la implantación implantación (alterando el el endometrio)”
Laboratorio Grunenthal con su producto Postinol II, cuando tramitó su registro ante el ISP Instituto de Salud Pública de Chile), al especificar sus contraindicaciones, señaló en la monografía clínica farmacológica, que “esto puede producir cambios en el endometrio que dificultan la anidación” .(pág. 035)
El Laboratorio alemán SCHERING que fabrica la píldora bajo el nombre de Levonelle, en su página web señala: “¿Cómo funciona? Todavía no está completamente establecido como Levonelle Step funciona porque depende de en qué etapa del ciclo se está. Por ejemplo,…. puede impedir la implantación del huevo ya fecundado en las paredes del útero” (www.levonelle.co.uk)
Podemos dar ejemplo de todos los laboratorios y en todos encontraremos la posibilidad que bajo ciertos aspectos la píldora es abortiva como que en otros en anovulatoria. Es bueno señalar que esos aspectos o factores no pueden ser controlados, ya que dependen de la fecha de ovulación, algo que ni siquiera la propia mujer puede advertir. Conocimiento 5: La adopción Existe una solución al problema de los llamados “embarazos no deseados” que no pasa por matar a un inocente, y es la adopción. La adopción es un acto de generosidad extrema, ya que permite a una vida desarrollarse en mejores condiciones de las que su madre biológica puede darle. Existen varias instituciones que ayudan en temas de evitar abortos y/o tramitar adopciones: Fundación Chile Unido Red por la Vida y la Familia Fundación Chilena de la Adopción Fundación San José para la Adopción
www.chileunido.cl www.redprovida.com www.fadop.cl www.fundacionsanjose.cl
SENAME Servicio Nacional de menores
www.sename.cl
R e su m e n d e l a c l a se .
La conducta humana es vía de autorrealización personal, ya que nuestros actos nos van modelando. Los actos pueden ser transitivos, es decir que pasan o intransitivos, es decir que dejan huella. Algunos de nuestros actos dejarán huellas imborrables para siempre, por ello debemos pensar antes de actuar y para pensar bien debemos saber. Si no sabemos la verdad sobre algo es posible que podamos cometer incluso un crimen y eso sería llevar un dolor por siempre. El aborto es un ejemplo de lo anterior, ya que muchas personas piensan que es algo menos grave de lo que realmente es, por ello que debemos saber qué es exactamente un aborto y qué consecuencias personales tiene. Los métodos que se utilizan para proceder en un aborto son también motivo de análisis, ya que reflejan la crueldad inherente a la acción de abortar. Hay evidencia suficiente para comprobar que la vida humana se inicia en la fecundación, por ello que abortar en cualquier etapa del embarazo es un acto que atenta contra la vida de una persona. La madre, ni el padre, son dueños del hijo, ya que cada persona es libre y al existir tiene los mismos derechos que las demás. Parte del proceso de impedir el embarazo que tiene la píldora del día después, es evitar la anidación o implantación, esto reafirmado por los propios fabricantes de ésta. Este efecto es sin duda abortivo.
Preguntas
1. El aborto es válido ya que la mujer puede hacer lo que quiera con su cuerpo. Respuesta: Falso, aunque la mujer tenga derecho a su cuerpo no tiene derecho al cuerpo de otro y eso es lo que pasa con su hijo, ya que él es otra persona, diferente a sus padres y por ende tiene sus propios derechos aún estando en el vientre materno. Se puede comprobar genéticamente que el hijo es diferente a los padres. 2. Cuando se aborta motivado por el embarazo correspondiente a una violación, se está castigando al que no tiene culpa. Respuesta: Verdadero, la violación es una situación dolorosa y repudiable y de todas las personas involucradas, uno que es totalmente inocente es el bebé, pero con el aborto al que más se castiga es a él. 3. Si en nuestro país se legaliza el aborto ya no tendríamos el problema de discutir este tema, ya que si es legal es válido.
Respuesta: Falso, para que algo sea válido debe ser verdadero y conducir al bien, la muerte de un indefenso nunca será algo válido aunque todas las leyes del mundo aprueben el aborto. 4. La vida humana comienza desde que el nuevo ser es concebido. Respuesta: Verdadero, no sólo desde la perspectiva de la Antropología sino que también renombrados tratadistas sobre biología y derecho han establecido la fecundación como inicio de la vida humana. Pero más allá que esto se debe recordar esos sucesos extraordinarios que ocurren justo en el momento en que un espermatozoide ingresa al óvulo.
Semana 13. Eutanasia: ¿Jugar con la vida del hombre? Co n e x i ó n c o n l a c l a se a n t e r i o r
En la clase anterior hemos abordado un tema muy importante: el aborto y sus consecuencias evidentemente intransitivas (que dejan huella profunda). Pero éste no es sólo un tema que responde a una decisión al que se enfrenta una persona, sino que más bien es una actitud frente a un valor profundo y gravitante que es el valor de la vida. Piensen ustedes qué es lo más valioso que tienen o que desean tener: ¿dinero?, ¿joyas?, ¿una casa?, ¿un reloj o un teléfono? Serían, sin duda, muchas las cosas que representan para nosotros algo valioso, que si lo perdiéramos lo buscaríamos con afán. Pero, ¿qué valor tienen ahora todas esas cosas si estuvieses muerto? Lo más valioso que todo ser humano tiene es la vida, ya que representa la existencia, y ser significa desarrollarse, buscar la perfección o plenitud, es decir su realización. Si no tengo vida, nada vale, todo aquello que tengo pierde significado y a lo mejor tiene valor para otros, para los que heredan mis bienes, pero aún así para ellos sólo es válido si están vivos.
AGREGAR IMAGEN DE PERSONA ( O PERSONAS) ENFERMA. Conocimiento 1: La Eutanasia. Hemos hablado antes de la muerte y de cómo ésta es una parte fundamental e inevitable de la vida humana. Todos nosotros moriremos en algún momento –natural o accidentalmentey debemos entender este paso en su naturalidad. Sin embargo, esto no implica restarle valor a la vida humana, sino que, por el contrario, nos ayuda a valorarla, en cuanto sabemos que ésta tiene un tiempo limitado que debemos saber aprovechar. No obstante, a partir de la década de 1970, se ha ido difundiendo una insistente campaña en favor de la eutanasia, entendida como acción que p rovoca la interrupción de la vida de un enfermo grave o de un niño recién nacido mal formado (eutanasia eugenésica). La palabra proviene del griego eu thánatos , que significa buena muerte o morir bien. Pero el sentido de este término puede resultar confuso y hoy ha pasado a ser entendido como una “muerte por compasión”. El motivo que se aduce por lo general es que así se quiere ahorrar al paciente sufrimientos “inútiles” de una enfermedad incurable o la degradación a la que se sometería un niño malformado. En otras palabras, se trata de una forma de acabar artificialmente con una vida humana que, en apariencia, no tendría mayor sentido. Si en la introducción hemos señalado que la vida es lo máximo que podemos tener y que gracias a ella podemos valorar todo lo que hemos logrado, el sentido de vivir es obvio. En este concepto de eutanasia no entran los procedimientos realizados para tratar enfermedades incurables, destinados a mitigar el dolor del paciente y que, sin ser la intención del tratamiento, tienden a acortar la vida del enfermo. Por otro lado, en el extremo opuesto se encuentra la distanasia o encarnizamiento terapéutico que consiste en realizar tratamientos extraordinarios, muchas veces inoficiosos, que podrían prolongar la vida del enfermo, pero de manera artificial. Esto también es un
atentado a la dignidad humana, llevando a la persona a una falsa esperanza o convirtiéndola en centro de experimentación con resultados inútiles.
¿Vale alguna justificación para la eutanasia? El tema de la eutanasia ha adquirido progresivamente mayor presencia en el debate internacional. Así como sucede con el aborto, muchos países tienden actualmente a legalizar este tipo de prácticas para regular más fácilmente una situación que, de lo contrario, seguiría existiendo clandestinamente y sin ningún tipo de control. Pero, ¿podrá ser esto una solución? ¿Legalizar una situación no significa finalmente aceptarla como si fuese buena? La solución para evitar un mal nunca puede surgir de un apoyo al problema, sino de la prevención y del enfrentamiento contra éste. De lo contrario, paulatinamente comenzaremos a permitir cada uno de los males que atentan contra la sociedad, amparándonos bajo la ley “del mínimo esfuerzo”. Sin embargo, ¿en qué se basa la defensa de la eutanasia como una opción viable para los enfermos terminales o los niños malformados? La justificación de la eutanasia se basa en tres ideas fundamentales: 1. El principio de autonomía del sujeto, que tendría derecho a disponer, de manera absoluta, de su propia vida. 2. La convicción de lo insoportable e inútil del dolor que puede a veces acompañar a la muerte. 3. La opinión de lo inhumana o indigna que puede llegar a ser una vida de sufrimientos. Sin embargo, en este pensamiento podemos advertir el debilitamiento espiritual y moral con respecto a la dignidad de la persona moribunda y un desinterés frente a las verdaderas necesidades del paciente. Pues muchas veces, el verdadero sufrimiento es más espiritual que físico. Después de todo, el dolor corporal se intensifica si la persona no se siente preparada para enfrentarlo o no encuentra el sentido de su sufrimiento. Y a esto no sólo debe entregarse el paciente, sino que sus personas cercanas. A este respecto, podemos preguntarnos si, bajo la justificación de que el dolor del paciente es insoportable , no se esconde más bien la incapacidad de los "sanos" de acompañar al moribundo en la prueba de su sufrimiento, de dar sentido al dolor humano -que, como ya habíamos advertido, nunca se puede eliminar totalmente de la experiencia de la vida humana- y una especie de rechazo de la idea misma de sufrimiento, cada vez más difundido en nuestra sociedad donde domina el bienestar y el placer por el placer. Hemos olvidado como el sufrimiento puede hacernos más personas, pues no ayuda a comprender el propio sentido de la vida. La persona que enfrenta el sufrimiento, lejos de encontrarse en una condición indigna, se dignifica, al tiempo que su vida adquiere mayor valor. La eutanasia, en cambio, es una derrota de quien la teoriza, la decide o la practica. Por lo demás, el principio de autonomía, con el que a veces se quiere extremar el concepto de libertad individual, no justifica la supresión de la vida propia o ajena. En efecto, la autonomía personal supone el hecho de estar vivos y exige la responsabilidad del individuo, que es libre para hacer el bien según la verdad o lo real (en este caso, la vida). Sólo llegará a afirmarse a sí mismo o a hacerse más digno, reconociendo que ha recibido su vida como un don, por lo que no es "amo absoluto" de ella. En otras palabras, suprimir la vida significa destruir las raíces mismas de la libertad y de la autonomía de la persona. Cuando la sociedad llega a legitimar la supresión del individuo -sin importar en qué estado de vida se encuentre, o cuál sea el grado de debilitamiento de su salud- reniega de su
finalidad y del fundamento mismo de su existencia. La eutanasia puede ser una solución inmediata, pero si entendemos a la persona en su real sentido y valor, debemos ampliar nuestra perspectiva y entenderla en el contexto de una vida trascendente, mayor que el solo sufrimiento. Luchar por la vida significa amarla. Y al amarla, nos amamos y respetamos a nosotros mismos.
Formas de eutanasia Hablamos genéricamente de eutanasia cuando nos referimos a la supresión artificial de la vida humana por motivos determinados. Sin embargo, ésta puede l levarse a cabo a través de diferentes procedimientos y en diversas formas, según quien sea la persona que la solicita. En base a este último parámetro podemos distinguir dos formas de eutanasia: a. Voluntaria: Solicitada por quien quiere morir. b. Involuntaria: Solicitada por otra persona, sin contar con la aprobación explícita del afectado. Distinguimos también una clasificación basada en quien se aplica la eutanasia: a. b. c. d.
Perinatal: cuando se aplica a recién nacidos deformes o deficientes. Agónica: cuando se aplica a enfermos terminales. Psíquica: cuando se aplica a afectados de lesiones cerebrales irreversibles. Social: cuando se aplica a ancianos u otro tipo de personas tenidos por socialmente improductivos o gravosos.
Según la persona que practique la eutanasia, podemos distinguir: a. Activa: la muerte se produce por una acción determinada. b. Pasiva: la muerte se produce por omisión. c. Directa: busca directamente la muerte.
Conocimiento 2: La ortotanasia y los cuidados paliativos AGREGAR IMÁGENES DE UNA PERSONA (O VARIAS) ENFERMA QUE RECIBE ATENCIÓN MÉDICA ADECUADA, ASISTENCIA ESPIRITUAL, VISITA DE SUS PARIENTES Y QUE EN GENERAL SE VE BIEN ATENDIDA. Hasta el momento hemos argumentado sobre el valor de la vida y la contradicción antropológica que existe en la eutanasia. Sin embargo, ¿qué hacer cuando la muerte es inminente?, por ejemplo en el caso de una enfermedad incurable. La ortotanasia (del griego ortos, recto justo, conforme a la razón) consiste en apoyar al enfermo terminal dándole las atenciones necesarias, aliviando el dolor, asistiéndolo espiritualmente y ayudándole a encontrar sentido a su sufrimiento y a su muerte. No se impide la muerte, ya que no es posible hacerlo, pero no se adelanta, por el contrario se intenta que la persona a través de los cuidados paliativos pueda tener efectivamente una buena muerte. Un caso interesante de analizar es el de Hannah Jones, una niña inglesa de 13 años que en 2008 ha tomado la decisión de no recibir el trasplante de corazón que las autoridades sanitarias querían obligarla a realizar.
La noticia fue tomada de inmediato por las organizaciones a favor de la eutanasia como un claro ejemplo sobre el valor de la eutanasia. Sin embargo, el caso de esta pequeñita no es eutanasia, sino ortotanasia. La niña desde los cinco años sufría de un raro tipo de leucemia (cáncer a la sangre) y producto de los medicamentos para tratar dicha enfermedad su corazón sufrió daño. Si no se trasplantaba la niña moriría, pero si recibe el corazón donado, los medicamentos que inhiben el sistema inmunológico (necesarios para que el cuerpo no rechace un corazón extraño) harán que su cáncer aumente. Hannah pidió a sus padres: “quiero irme a casa, no más hospitales”. Esta hermosa pequeña, valiente y fuerte, sabe que tiene poca vida y la quiere disfrutar con su familia, ella no pidió morir, sólo irse a casa, esto no es eutanasia, sino aceptación de la vida que se tiene. A lo mejor esta niña con el tiempo contado, viva más que alguno de nosotros, ya que nadie ti ene la vida comprada. En el caso de Hannah, la eutanasia sería decir “mira esta niña no tiene vuelta, por lo que quitémosle el sufrimiento dándole la eutanasia”, otro en diferente sentido dirá: “qué sentido tiene que el servicio de salud público siga malgastando el dinero en alguien que igual va a morir, así es que lo mejor para ella es que muera ya”. La distanasia en este caso sería insistir en el trasplante de corazón y luego ver que si no resulta buscar otras maneras. La ortotanasia es la opción de Hannah, no habiendo posibilidades reales de curación, se va a su casa en donde sus padres le ayudarán y asistirán hasta cuando suceda lo que al parecer debe ocurrir. R e su m e n d e l a c la s e •
• •
•
• •
•
La vida es el valor fundamental de la existencia humana, querer morir está fuera de toda lógica, ya que implica la no existencia. Por eso el derecho a la vida es el derecho fundamental y primario. Todo lo que consideramos valioso pierde sentido si no estamos vivos, ya que sin vida no hay posibilidad de disfrutarlo. La propia naturaleza nos muestra el camino de lo correcto en este plano, ya que tenemos reflejos condicionados de protección y escape que se activan automáticamente cuando estamos en peligro. La palabra eutanasia significa paradójicamente “buena muerte”. Para algunos, los que piensan que a veces la muerte es buena, es necesario proveer de muerte a algunas personas que definitivamente algún día o en algún tiempo corto morirán. Los motivos para esto pueden ser muchos: optimización de los recursos económicos, compasión ante una enfermedad dolorosa, pérdida de valor social de esa persona, inexistencia de curación para su enfermedad o condición, etc. Para las personas que aman la vida, una buena muerte significa una muerte digna, es decir con respeto a la condición humana, con todos los medios paliativos posibles, con el apoyo de los medios técnicos y científicos correspondientes, acompañado de sus seres queridos o de alguien que lo apoya y que aun en sus últimos momentos le asiste espiritualmente.
Pregunt as de apoyo
1.
Cualquiera sea la justificación, la eutanasia, refleja una desvalorización de la vida humana. Respuesta: Verdadero, hay una idea de que en algún momento y bajo ciertas circunstancias algunas personas ya no tienen derecho a vivir. 2.
Si en varios países del mundo desarrollado ya hay ley de eutanasia, nosotros que queremos ser tan desarrollados como ellos también debemos tenerla.
Respuesta: Falso, efectivamente se usa mucho esta estrategia de decir que otros países, al parecer mejores que nosotros, ya tienen esta o aquella ley. En Holanda existe la eutanasia, en España el aborto, en Argentina hay matrimonio homosexual, etc. Ya es momento de revisar si estas leyes tan “progresistas” están haciendo un bien o un m al a dichos países. 3.
Es correcto darle la eutanasia a una persona que está grave por una enfermedad o condición y que la solicita voluntariamente. Respuesta: Falso, todas las personas cuando están malheridas, gravemente enfermas, le han amputado alguna extremidad, tienen una enfermedad incurable, etc. caen en un estado de depresión que todo médico bien formado conoce y sabe perfectamente. Cuando uno está en esa condición, no es posible tomar una decisión tan importante, ya que no tiene vuelta atrás. Lo que corresponde hacer es ayudarlo a comprender su situación y darles motivos para vivir y superarse. Revisen el caso de Nick Vujicic y luego piensen si en realidad la vida siempre es posible y puede tener sentido, aunque sea en difíciles condiciones o en un periodo corto de tiempo.
Semana 14. Las adicciones Co n e x i ó n c o n l a c l a se a n t e r i o r
La alienación es la negación de la autorrealización humana, por ello es importante reconocer que estos temas que la componen no son estudiados en función de los efectos particulares, sino que atienden al efecto total que producen siempre: La pérdida de la identidad. Es muy común conocer de alguien que ha sido consumido por alguna adicción, todos los que leemos estas líneas recordamos al instante algún conocido o personaje público que ha terminado por arruinar sus proyectos de vida por el alcohol o l as drogas. Ya que tenemos tantos ejemplos al alcance de la mano, sería bueno tener esa mirada antropológica y ver la decadencia que hay en una adicción, para prevenir y evitar cometer el mismo error que esos personajes nos evidencian. Conocimiento 1: Qué es la alienación Hemos señalado ya que las facultades de una persona le permiten constituirse en un individuo único e irrepetible. Cada uno de nosotros construye libremente su identidad, y la refleja en su personalidad, en sus pensamientos, gustos, actividades y decisiones. Tenemos la capacidad de ser dueños de nosotros mismos en la medida en que actuamos por nuestra propia razón y voluntad, a conciencia, sabiendo qué hacemos y por qué lo hacemos. Sin embargo, en el mundo actual podemos advertir algunos fenómenos que podrían atentar contra nuestra individualidad, es el caso de la alienación. Hablamos de alienación al referirnos a la pérdida de la conciencia de uno mismo. Es decir, a olvidarnos de nosotros y de nuestras acciones, y centrando nuestra absoluta atención en algo ajeno. En otras palabras, es el fenómeno de suprimir nuestra propia personalidad; anulando nuestro libre albedrío, haciéndolo dependiente de algo o alguien ajeno nosotros y a nuestro fin. Ciertamente, muchas veces sentimos el deseo, al menos por un momento, de olvidar nuestros problemas y preocupaciones. En este sentido, una buena película o cualquier medio que no implique pensar mucho podrían ayudarnos, esto es una simple distracción o mera diversión, que complementa nuestro descanso. Sin embargo, cada vez han surgido más medios que nos sacan de nuestra realidad para llevarnos a un mundo virtual que, de todos modos, no reemplazará nuestra vida ni solucionará nuestros problemas. El problema que surge con quien se convierte en un “adicto” a Internet, al chat, a los juegos de video o a la televisión es que pierde la conciencia del mundo que lo rodea y de sí mismo. Vive como si siempre estuviera “en otra”. Así pierde también la oportunidad de crear vínculos sociales, de estrechar lazos con su familia y de ocuparse de actividades reales que podrán satisfacerlo de un modo igualmente verdadero. Lo que debe ser una preocupación central en nuestras vidas pasa a un segundo plano, siendo reemplazado por algo que no tiene trascendencia alguna. Si nuestro día a día gira en torno a una actividad tan banal como las que hemos mencionado, significa que no le estamos dando mayor valor a nuestro tiempo ni, por ende, a nosotros mismos. Vivimos una vida “prestada”, que poco tiene de nuestra propia identidad.
Esto no significa que aquí condenemos cualquiera de los medios mencionados, sino más bien advertimos ante su abuso. Centrar nuestras actividades en un mundo irreal, sin conciencia de nuestra propia vida, no nos permitirá apreciar ni disfrutar los verdaderos beneficios de ella. Entre ellos, la oportunidad de conocer personas o de fortalecer amistades. La conducta de la alienación conduce por lógico desenlace a la del egoísmo y del individualismo extremo. El bienestar que puede otorgarnos la televisión, por ejemplo, es tan irreal como las historias que ella muestra. Aferrar nuestras esperanzas en un mundo vacío o absolutamente “light” no pueden otorgarnos una verdadera sensación de satisfacción o de realización personal. Nuestra realidad, en cambio, nos permite llevar una vida de verdad y, por lo mismo, valiosa. Simplemente, porque no podemos realizarnos en un mundo que no existe. Atentados contra la racionalidad y la libertad humanas Podemos decir que las personas somos libres cuando nosotros mismos somos el principio de nuestros actos. Es decir, cuando de nosotros nace una iniciativa consciente y responsable para actuar según lo que hayamos determinado como la mejor opción. Por eso, para ser libres requerimos de la facultad de la inteligencia o de la razón, que nos permite actuar a conciencia y ser dueños de los actos que nosotros mismos realizamos. No obstante, pese a que todos poseemos esta facultad, dejamos muchas veces que el control de nuestras vidas dependa de agentes externos a nosotros mismos. Y así degradamos nuestra condición de seres libres a la de esclavos de ciertas adicciones, como son las drogas, el alcohol y la pornografía. A continuación revisaremos en qué sentido éstos son adicciones y cuáles son los problemas que conllevan, tanto en el ámbito de nuestra libertad y dignidad, como en el de sus consecuencias fisiológicas. Conocimiento 2: Drogadicción IMAGEN DE UN DROGADICTO Hablamos de adicción cuando nos referimos a la dependencia patológica hacia algo, lo que provoca un deseo compulsivo y autodestructivo ante esto, volviendo impotente a nuestra voluntad. En este sentido, nos referimos a una enfermedad crónica y reincidente, es decir, con altas posibilidades de recaer. Uno de los tipos de adicción más común en nuestros tiempos es a las drogas. Un drogadicto es aquel que llega a hacer girar su vida en torno al consumo de drogas, a tal nivel que su comportamiento habitual y sus prioridades cambian radicalmente. Pero no se trata de un cambio positivo; como cualquier enfermedad, la drogadicción perjudica fisiológica, espiritual y moralmente a la persona, quien pierde toda libertad o capacidad de determinar el rumbo de su vida. Sin embargo, a muchos puede parecerles una realidad algo lejana, pues la drogadicción o drogodependencia es el último nivel al que puede llegarse. No obstante, esto no quita que cualquier consumidor de drogas, por muy inhabitual que sea su conducta, pueda caer en esta enfermedad. Así, podemos distinguir dos etapas de consumo que van directamente relacionadas y que nos permiten comprender cómo se genera la adicción: •
Consumo habitual Practicado por quienes consumen ocasionalmente drogas. Sin embargo, ello no impide que ese consumo vaya progresando y esto se debe a un fenómeno de la tolerancia. La tolerancia consiste en que el organismo pierde los efectos placenteros
que conseguía con la droga según las cantidades que tomaba antes. El organismo se va adaptando, por lo que va necesitando cada vez más cantidad de sustancia o consumir con mayor frecuencia. Así, su comportamiento irá dependiendo paulatinamente de la droga. Sin embargo, en este nivel la persona aún cree que controla su consumo y no tiene conciencia del problema. •
Abuso o drogodependencia Es el consumo necesario de las sustancias para poder sobrevivir. La persona ya ha perdido todo control sobre la droga, que se ha vuelto dueña y señora de su consumidor. No hay vuelta atrás si no es ayudado con especialistas.
El problema de las drogas no acaba en la simple adicción. A ello se agregan las consecuencias fisiológicas y morales para la persona. Dentro de las primeras, podemos dividir dichas consecuencias según el tipo de droga que se consuma: a. Estimulantes: Entre éstos se cuentan la cafeína, la nicotina, la cocaína y las anfetaminas. Estas drogas afectan al sistema nervioso central, provocando un aumento del ritmo cardiaco, un aumento de la presión arterial y de la tensión muscular. Algunos de sus efectos son: Aumento de la confianza y del ánimo, sensación de energía y alerta, reducción del apetito, ansiedad, irritabilidad e insomnio. b. Depresores: Algunos de ellos son el alcohol y ciertos medicamentos que inducen al sueño. Son drogas que, al contrario de las estimulantes, desaceleran el sistema nervioso. Su consumo provoca impulsividad, cambios anímicos notorios, pensamientos extraños y comportamiento suicida. c. Narcóticos: Ejemplos de ellos son la morfina y la heroína. Estas drogas aumentan el relajamiento y alivian el dolor y la ansiedad, pero a la vez provocan apatía, dificultad para concentrarse, habla lenta, babeo, euforia y náuseas. d. Alucinógenos: La marihuana, el LSD y son algunos de ellos. Este tipo de droga puede producir alucinaciones (cambios en nuestras percepciones), provocando además, euforia, aumento del apetito y comportamiento desorientado, aumento del ritmo cardiaco y de la presión. No existen drogas inofensivas. Algunas –especialmente las drogas de síntesis, como el éxtasis- producen, además, un efecto neurotóxico, es decir, toxicidad directa sobre las neuronas. A ello se agregan otros riesgos físicos, sobre todo cuando las dosis aumentan. Una persona que se inyecte una dosis de heroína superior a la habitual puede, simplemente, morirse por depresión respiratoria (la persona deja de respirar). O si alguien consume una cantidad de cocaína o de anfetaminas superior a la normal puede, también, morir por un fallo cardiovascular. La marihuana –que muchos consideran más inofensiva- es una sustancia que produce una gran alteración de la memoria a corto plazo y en la capacidad de atención. Pero el problema no acaba aquí: la droga produce una desadaptación completa. Independientemente de las manifestaciones físicas, la droga producirá cambios en el propio cerebro que van a modificar completamente la conducta de quien la consume. Este cambio de comportamiento hace que el centro de nuestra vida pase a ser la droga. Y esto es lo que lleva a una desadaptación social, familiar, y laboral. El drogadicto pierde su libertad y su capacidad de manejar la realidad. Todas aquellas capacidades que le hacen merecedor de una dignidad especial –el pensar, el querer, el amar- quedan de lado, y la persona pasa a ser esclava de su adi cción.
Conocimiento 3: Alcoholismo IMAGEN CONSUMO EXCESIVO ALCOHOL O EBRIO BOTADO EN LA CALLE Así como la drogadicción, el consumo de alcohol también puede llegar a ser una enfermedad. El alcohólico es un drogadicto, aun cuando la droga que consume sea legal. Comúnmente, el consumo de alcohol es considerado como un factor socializador, pues sus efectos inmediatos son la reducción de la tensión, la desinhibición y una sensación de agrado. Sin embargo, esto ocurre con el consumo moderado del alcohol; no así con quienes comienzan a depender de él. El riesgo del alcoholismo radica precisamente en ser una droga no reconocida como tal y de muy fácil acceso. Tan común es tomarse unos tragos que resulta difícil distinguir a quien está en riesgo de caer en su adicción. Pero ¿qué entendemos por alcoholismo? ¿qué problemas reales conlleva? El alcoholismo se caracteriza por la dependencia emocional y a veces orgánica del al cohol, lo que produce daño cerebral progresivo. La OMS (Organización Mundial de la Salud) define a un alcohólico como quien diariamente ingiere alcohol superior a 50 grs. –en el caso de la mujer- y de 70 grs. –en el caso del hombre. Como referencia, medio litro de vino contiene 60 grs. de alcohol, y una lata de cerveza, 20 grs. Fisiológicamente, el alcohol afecta al sistema nervioso central, por lo que puede provocar daño cerebral. El alcohol ingerido se distribuye en nuestro cuerpo a través del torrente sanguíneo y es absorbido por nuestras células, afectando, entre ellas, a las neuronas. Por eso, la capacidad de razonamiento disminuye. En el caso de la ingesta frecuente, el cerebro va adaptándose a los cambios producidos por el alcohol, de modo que va volviéndose dependiente de él, así como sus pensamientos y emociones. En este sentido, la persona deja de decidir por sí misma y comienza a depender del alcohol: él se convierte en dueño de su voluntad. Algunos efectos de la ingesta excesiva de alcohol son: •
• • •
• • • • • • •
Interferencia con los procesos mentales superiores: distorsión de la percepción visual, descoordinación motora, problemas para modular y deterioro del equilibrio Irritación de las paredes estomacales y desarrollo de úlceras Disfunción del hígado por acumulación de grasa y cirrosis Problemas cardiovasculares: aumento de la presión sanguínea, riesgos de infarto y arritmia Riesgo de muerte por consumo excesivo Trastornos mentales: depresión clínica, confusión o psicosis Problemas gastrointestinales Trastornos de la piel, de los músculos y de los huesos (riesgo de osteoporosis) Supresión del sistema inmunitario: riesgos de infecciones, entre ellos, la neumonía Disfunción sexual: riesgos de impotencia Malnutrición
Así como en el caso de la droga, el alcohol es utilizado muchas veces como una vía de escape a los problemas de la persona. Sin embargo, lejos d e presentarse como una solución, las drogas aumentan los problemas, pues suman a ellos dificultades físicas, psicológicas y sociales. Además, reducen nuestra capacidad de resolver los inconvenientes y de tomar las decisiones que podrían ayudarnos a sentirnos orgullosos de nuestros logros. La mejor
solución es siempre enfrentar los problemas, y sólo podremos vencerlos en la medida en que mantengamos óptimas nuestras facultades: la razón, para discernir lo que realmente nos conviene, y la voluntad, para decidir libremente. Conocimiento 4: Pornografía La pornografía es considerada como una adicción sexual. Nuevamente, se trata de una dependencia emocional –pudiendo incluso llegar a ser física- a la que algunas personas recurren como una forma de satisfacer sus impulsos o de lidiar con sus preocupaciones, a fin de controlar las ansiedades de sus vidas. El adicto a la pornografía es una persona que le dedica mucho tiempo a la búsqueda y a la satisfacción de sus comportamientos o fantasías sexuales. Sin embargo, tendemos a pensar que el uso de pornografía es producto de una conducta natural, especialmente en la adolescencia. No obstante, su abuso lleva a la misma dependencia y limitación de la libertad como ocurre con cualquier otra adicción. Ello, porque la experiencia sexual resultante de la pornografía libera adrenalina y endorfina que van exigiendo paulatinamente mayor satisfacción. La pornografía, a fin de cuentas, crea un mundo irreal que condiciona a depender de fantasías y objetos para llenar las necesidades emocionales y sexuales, impidiendo el logro de una relación estable –emocional y física- con una pareja real. En este sentido, promueve una fantasía destructiva y negativa que aísla de los demás, llegando a ser una adicción especialmente solitaria. Por eso, pese a que se crea que la pornografía es una cuestión privada, suele tener serias consecuencias sociales. En primer lugar, porque comercializa la intimidad, degradando no sólo la dignidad de quien la consume, sino de quien participa en ella y la comercia. En segundo lugar, porque afecta al medio social en el que se desenvuelve la persona, en especial a su pareja y a su familia. R e su m e n d e l a c l a s e •
•
•
•
•
La alienación es la pérdida de identidad, el alejamiento de la realidad al perder la conciencia de quien es uno. La alienación es evadir la realidad, ya que ésta me está deparando tristeza o dificultades. Normalmente este alejamiento del mundo real se materializa a través de una adicción que me produce un bienestar momentáneo como la droga, el alcohol, la pornografía, etc. No es alienación cuando una persona disfruta de una buena comida tomándose un trago, o se va a caminar solitario por una playa, o queriendo descansar se toma unas vacaciones alejado de la cuidad, puesto que todo eso se hace de manera conciente. Una adicción es una acción incorrecta que a la larga no tiene beneficio, más bien todo lo contrario.
P r eg u n t a s d e a p o y o
1.
Todos somos vulnerables a perder el control de nuestras vidas por una adicción, ya sea el alcohol, las drogas o la pornografía. Respuesta: Verdadero, y no sólo esas adicciones también pueden ser otras como el juego en el casino, las apuestas, el consumismo, etc.