ANTROPOLOGIA
SOCIAL
APUNTES
LA ARGENTINA:
EN
Y PERSPECTIVAS
CARLOS HERRAN
Escribir sobre teoría
pología blar
social
e
investigación
en
argentina, lleva inevitablemente
de escasez.
de carencias.
cultura
la antroa
ha-
políticos y desarrollos antropológicos (y desde demass ciencias luego esto incluye a las dema sociales). Y
que ello no ha sido ciedades nacionales: diría que ha sido ejemplo muy cercano,
dura militar
debería cad cada
fasis
en
Esto
no
Brasil.
pensar que,
'30
so-
por tomar
un
posible desarrollar
en
y compro-
pesar larga dicta Esta alta conectividad
por
los militares
el frente interno,
una
de la
padecieron. mejor explicada, pero
o cu cu rr rr e
del
a
que
ser
se me me
en
otras
en
de solidez académica
la realidad social,
con
fuerte
tan
parece
miso
por
lo
menos
sólo
el momento
la dé-
desde
argentin argentinos os pusieron pusieron el énla persecución ideológica.
a los militares. sino aplica exclusivamente a todo el sist sistem emaa de control político que estuvo vigente aun en gobiernos constitucionales. La sociedad argende poder. ha han val or ora do do s in in du duda l a tina, sus gnipos de la educación universitacapacidad transformadora lo cual cua l los frecuentes ria, por golpes militares tuvieron la el control directo tomar de siempre precaución
o
se
indi indire rect cto o
de dich dichas as instituciones.
Escribo este
trabajo casi pensando en voz alta. trat tratan ando do de conjugar textos Y se con vivencias. se me ocuhan rre que en la Argentina se opuesto durante largos de antropología: un proyecto años dos proyectos sociocéntrico un
y elitista,
depósito
teresa, sino
en
que
de tradiciones. tan sólo
en
«el otro» que
el
es meramente ser
social
no
in-
«portador» de «raso gos-, «pautas culturales», «stipervivencias». No al hombre sino a la «cultura» estudimos (y las comillas van por la cosiñcacióu del concepto). El otro proyecto, la antropología comprometida con la realidad social, tionador
en cuanto
los procesos
con
y
no
es
con
de l a existencia misma
las inmanencias,
cues-
de la la
antropología, se de ciertas ciertas en ftmción desarrolla posibilidades del sisen otros tema universitario: cátedras departamentos más dinámi dinámicos cos (especialmente Psicología y Sociolo sobre de una comunidad todo, la formación gía , pero Aún no se cientíca paralela a la enseñanza formal. ha realizado
un
estu estudi dio o
el hecho hecho
sobr sobree ello, pero
fundam fundament ental al
no
me
cabe
posibilitó el de-si bien limitadode la antropología social en sarrollo la Argentina. fue esa «antropología del cafe de la esde una paralela, conformadora uina», csa tmivcrsidad duda
108
que
partir de la cual
se
generaría este
pro-
yecto diferente. LA ANTROPOLOGIA
Recién
procesos
antropología social
a
de intentos frustrados
en primer lugar que y de promesas futuras. Encuentro en la Argentina ha habido una alta conectividad entre
me
política
que
recer
ACADEMICA
los últimos años han comenzado
en
intentos
de revisión crítica
de la la
antropología
cional. Notablemente, estos intentos están las
generaciones más jóvenes,
a
a
cargo
apana-
de
de
quienes fuimos fomi fomiad ados os casi casi en exclusividad por ella. Y es imprescindible habl hablar ar de nuestra tradición antropológica si de la antroqueremos explicar el particular desarrollo Y social en esto es así por dos mo pología Argentina. tivos: en es prime primerr lugar lugar porque a uél paradigma el el de la antropología antropológico lugar que ocupó nacional; la antropología social tuvo escaso desarrollo porque una ya existía antropología en las univerrecibiend endo o subsid subsidios ios de investigación, editando sidades, recibi cubr cu brie iend ndo o el a la antropotrabajos, espacio destinado Y en logía. segundo lugar, porque algunos desarrollos actuales muestran cómo algunas de las concepciones de la antropología académica se enraizaron en las nuevas generaciones más de lo que sus mismos practicantes quisieran reconocer: algtmos estudiosos que marcos teóricos pretenden por ejemplo, ejemplo, incorpo incorporar rar deno de nota tan n sin si n embargo ¡ma con«sistémico-ecologistas», de los gnipos étnicos como entidades cerracepción de das, impermeables a los procesos sociales que los su producen y reproducen, evidenciando concepción esencíalista de la cult cultur ura. a. ¿Cuántas de estas concepciones hemos hemos
sedime sedimenta ntado do
en
coni’. Recibidas acríticamente
fomiación,
un
en
contexto
y
no
el
«inc «incon onci cien ente te
cien cientí tí--
etapas tempranas académico aislacionista. en
de de
rehuían an sistem sistemáti áticacaantropología que rehuí a la confrontación, incorporadas confusamente mente vivencias sabor or del del exotismo en que se conjugaban el sab de aquella actividad y el halo romántico que buscaba rescatar hipotéticas esencias puras de un pasado aboa través de remanentes etnológicos. rigen reconstruido ar ueológicos o folklóricos. Todo ello nos lleva a considerar que esta investigación en el pasado inmediato es una tarea de nuestra teoría antropológica es impresel punto de parcindible para comprender el sustrato, tida, las huellas que en nuestra fomiacion dejaron más poderosas en tantos años de universidad, tanto a no sean llevadas cuanto plenamente a la conciencia través de la tarea crítica que hoy comienza a mbozarse. del pasado, responde a Esta revisión crítica autodidactas
en
sociopolíticos evidentes.
factores
tada violencia
del terrorismo
de estado
la reciente dictadura militar. de
miento
el pueblo. La cido
ajena
niveles
nuevos
desplegada por signicado el surgi-
ha
de conciencia histórica
antropología nacional
a este
hecho
la inusi-
Sin duda.
a
que
todos
en
ha pennanela re alcanza:
no
nos
política y sociedad ha alcanzado nuevos transparencia. Asi, por ejemplo. el ilustre ar ueólogo argentino Alberto Rex González exde 1983: «En nuestro país. los espresaba en marzo de tudios un ar ueología y antropología llevan lación entre ciencia,
niveles
considerable
de
el que
atraso,
ha aumentado
considera-
por el vaciamiento cientíco y cultural de los últimos años. en los que la dictadura militar tuvo un blemente
particular ensañamiento nas
anes.
con estas
fue el
El resultado
ciencias
alejamiento
discipli-
o
de
sus
bre. y de la división cias
que ésta
en
son
todas hermanas
es
uno
sólo:
cien-
la reconstrucción
los
de
que n último
el
y solidarias. porque
patrimonios
(Imbelloni, i959. subrayado original). Se aclara a conel concepto de «patrimonio». que comprende tinuación la totalidad
de los bienes culturales
las funciones
vitales
de
a continuación
tallando
o dimensiones
un
la «vida
está decir
que
estado
social»
que caracterizan dede civilización.
lista de
una extensa
de la cultura
material»,
categorías
correspondientes
la «vida
a
la «vida mental».
o
De
más
se arriesga alguna ningún momento hipótesis sobre alguna presunta relación entre estas dimensiones. Concluye especicando que «toda la Antropología Cultural. .puede denirse como un conjumo
en
.
de ciencias
car-
se
trabajo entre las muchas subdivide, sin perder de vista del
y la
el análisis
aptas para realizar
recons-
gos de muchos investigadores, la mayoría de los cuales se hallan hoy en el exilio, algunos de ellos llevando
trucción
de investigación». Pero adelante excelentes programas la evidencia de l a relación entre no surge solamente
el hecho de plicar el punto principal de la denición: y a que estos patrimonios deben ser reconstruídos. El verbo activo. la partir de ué se los reconstruye. el antropólogo no es aclarada tarea que debe realizar
dictadura militar
Su
y estudios
antropológicos: aparece profundo. Señala el mismo trabajo que: «Todo parecería indicar que la crisis integral de nuestro país ha tocado su nivel más bajo. La una
evidencia
más
de orden
del comienzo
esperanza toria no
es
sólo
prescindible.
una
de
vivencia
Si esta
la
sino se
esperanza
la decadencia acentuará
etapa de
una nueva una
necesidad
fnnstra La
sus notas.
su
una
vez
his-
en
militar
y
pologia de como
el contexto
La invitación
a
la
hacer
antropología» no puede así también la perentoricdad de
el autoritarismo. reaseguro contra La antropología académica
ser
una «antro-
más clara.
la tarea
como
desarrolla
en
la Ar-
no gentina en base a un paradigma bastante coherente: Antropológicas: Ethay Antropología sino Ciencias nología, Arg ueología, Folklore. Lingüística. Antroa un pología Biológica. Todas ellas concurrentes de los orígenes del mismo objetivo: reconstrucción hombre americano. Nadie más representativo de esta antropología que José Imbelloni, gura clave de la disciplina en nuestro medio, de «inuencia carismática». propagador de según González. quien lo señala como
la escuela histórico-cultural
o
escuela
de Viena. Añade
que «durante un largo lapso de tiempo el dode la escuela histórico cultural en la Argentina,
González minio
a través
de la cátedra
de Buenos Airs.
fue
y de institutos
de la universidad
completo» (González. 1986).
lm-
el mencionado expone paradigma cuando exde en posesionarse cabalmente presa: «Todo consiste las nalidades fundamentales de la Ciencia del Hom-
belloni
de interés
son
nos
que
de la misma, tico
tiempo
término oculta
este
es
una
ya el
en cuanto
constr uir través
es
del otro; nuestra
Bórmida.
de los
una
hoy entre
el «estado puro» que
objeto
de la
de
sino
en
antropología el estudio
de que sólo interesa
de
algtmas claves
la cultura.
hipoté-
un
por inuencias
«contaminada»
de
portador
Es
-no
la
de
el hom-
para
rc-
conocemos
a
asignarle el valor de permitirnos repropia historia cultural. El principal
y difusor se
abstracta
el hecho
la historia
construir
tudio
entidad
del hombre.
cultura- destaca bre
antropológico penniten reconstruir
no estuvo
estudio
ex-
de que aquellos aspectos de
El cambio
externas.
discípulo se
omite
hasta el día de que se mantiene de esta tradición: la convicción los herederos
la cultura
in-
(op. cit.). sin embargo,
convicción
más
Ar ueología
prolija enumeración,
absoluto. Indudablemente
sólo
en
de l a Junta.
en
im-
general cualquier ciencia, están socio-político y cultural del medios (González. 1984). Esto se escribía en plena época el retomo a la vipost-malvinas. cuando se avizoraba gencia de las instituciones luego de la derrota político
Antropología;
mersas
de los patrimonios»
de las ideas
de Imbelloni, Marcelo
pregunta: «¿Qué importancia tiene
el
es-
de civilización‘
primitivos para el He a uí su r es de la humanidad toda?-. conocimiento cosa «Es el de sabida los primitivos papel que puesta: en la Historia propiamente dicha es insignicante y pase resuelve sivo; su choque con la cultura occidental en episodios marginales, especie de epifenómenos de la Historia, un inteque pueden tener. como mucho. rés afectivo, y que terminan siempre en su comipción y muerte
como
‘tipos
sociedades autónomas.
Pero
de toda
jerar uía es su interés en el ámbito de la Prehistoria; reliquias de momentos superados del devenir general del Espíritu. las culturas primitivas nos permiten penetrar a fondo en el mundo espiritual del hombre prehistórico... Cada una de ellas es el eco de una época de la humanidad. remota que es el peldaño obligado cultura» de nuestra (Bómiida. i956). Dos aspropia otra
pectos
se
destacan nítidamente
en este
discurso:
su
109
evidente etnocentrismo, de
mayúscula,
d e la cual
más
una
dado
de
Esto
en
sentaban
guerra
escritos.
sus
a
de
del
la década
en
Morgan
o
Tylor,
y
70,
se
pre-
refutación
su
si
nos,
no
como
en
al carácter
los
con-
fue morganianas jetural de del acompañado por una permanente reivindicación particularismo histórico, y una entusiasta adhesión a de la división tajante e infranqueable entre Ciencias Ciencias del Todo la Naturaleza enfoque y Espíritu. en
las ciencias
fue descalificado
tura,
aspectos
de los «ciclos cuela
que
predicaban,
como
se
origen, tiene que ver con el carácter con jetural de las reconstrucciones, de sostener
ca.
a
medida
una
teoría
la bi-
con
de
cada
más
vez
con-
los patéticos in-
que hacía agua por todos la investigación etnográ-
que avanzaba
El abandono
es-
la temprana crisis alemana en su país de
de la escuela histórico-cultural
lados
metodológico del concepto de tipo ideal (Bónnida, la existencia de un doble dis1956). Vemos entonces no curso explicitado, que se debate permanentemente la estuctura entre y el acontecimiento, antipositivista en las palabras y no en los hechos. Este doble discurso
alguno de
sus
fundadores,
se
al
de-
segundo aspecto
de
o
pennanente refutación
de la escuela en
las
se
investigaciones
Argentina, a
los
declamarla,
seguidores sin aplicarla
Se insistía
concretas.
a
pesar
de
que el método histórico sólo rescataba hechos, sin anteponer teorías. Sin embargo, no sólo es evidente
todo,
en
el evolucionismo
de
Schmidt, sino que llama
todológico por el cual para la reconstrucción
t odo
el
del Padre esquema la atención el fomialismo me-
no
sólo
se
establecieron
de los ciclos sino
que
se
IIO
las
en-
exposición teórica antropológica, textos La sociedad primitiva de Morgan jacapitales como más guraron en el catálogo bibliográco de los curde este modo lecturas
facilitando
sos,
sesgadas,
citas fuera
de contexto,
verdadera «construcción
totalmente
definitiva,
en
una
objeto» por parte de los
del
expositores. Esta actitud forma parte del aisla node la antropología argentina: lacionismo confrontación con otras antropologías, con otras dislos con mismos textos ciplinas afines, que pretendían críticos
de no-confrontación
refutar. Esta actitud al
de campo,
trabajo de
como
escaso
veremos
Morgan
«en
se
y
restringido luego. Está claro
directo»,
líneas contradictorias,
con
todos
extiende sus
en
ob-
que la lecsus
errores,
constituye experieny es uemático disno curso erítico siempre resiste la pmeba del texto. el campo de l a en Pero no sólo Morgan entraba crítica: de arrastre eran Marx y Engels los descali
etc..
Sin hacer referencia
cados.
marxiana,
se
a lo
señalaba entre
otras cosas,
una
como
la Introducción
lítlca
o
decimos
cable
a
en
respecto casi toda
taba exaltar
o
mida titulado
ni
los cursos,
que
era
el mismo
ideológico
jamás fueron siquiera en
Lo que
los escritos.
de los textos evolucionistas
la teoría
antropológica
descalicar:
fue elaborada
respecto
for-
adhesión
de la historia, pero textos tales a la crítica de la economía po-
de la F ilosoiïa
Miserla
mencionados
su
el carácter
quien había denunciado
Marx
de la obra
fundamental
morganiano, por lo cual su propuesta de la historia. concepción «naturalista»
al evolucionismo
constituía
una
El cómodo
cia difícilmente acotable.
guías
de la dileyes universales l9l l, de la difusión cultural (Cf. Graebner, námica Wissler, 1923, Bormida. 1956). Estas teorías son de con un nivel de abstracción y generalidad contrastaute
mularon teorías sobre
de la
y la
señanza
de la naturalización
la
an-
de los tex-
de los lelt-motlv
uno
Geldem, 1962). Pero
en
de esta cruzada
el evolucionismo
Sin duda hubiera sido fácil demostrar
limitaron
co-
que
antropólogos de dicha escuela. (a través de su
l os
no. siendo
tal es el caso a esta crisis, de seguramente Frobenius, por ejemplo (Cf. al respecto Heine-
bería
la
en
«fenomenológico»
el permanente escamoteo
originales
tos
crisis, resultando
una
más adelante.
tievolucionista: Créase
a
del modelo
implantación
tura
la
en
de la propuesta. En un úlla importancia de los cilos,
Bórmida llega a decir que son «tipos ideales» en el sentido webenano, evidenciando desconocer el signicado
servables,
Sin duda
bliografía evolueionista.
tentos
daban
confrontación
no
Dos
de las reconstmceiones
tal
y la
de la cul-
la inadver-
al respecto:
conjetural
culturales»
o
de «naturalista».
y tildado
de st aca rs e
merecen
del carácter
tencia
del hombre.
por defender
Pasemos
una
hechos). Su ataque las reconstmceiones
«nomotético»
timo intento
mentaremos
polémica vigente. Se incorporaban también algunas críticas provenientes del particularismo histórico boasiano, especialmente del Prof. de la Etnología de 1937, seguía Lowie. cuya Historia 30 años después manual siendo obligado en los cursos de Buenos Aires. de antropología d e la Universidad Sin duda aquella antropología argentina asumió una clara posición historicista (en las palabras, al me
pretendido particularismo
llevará necesariamente
el evolucionismo
destmir,
el
por parte de los teóricos difusionistas
especialmente alemanes-
y
una
que esta lucha antievolticionista
Todavía
las ideas
sus
y
sus cursos
único blanco
siglo XIX.
sorprendente, discípulos hicie-
el evolucionismo
Resulta curioso tuvo como
«primitivos»,
más
lo
uizás
es
la lucha contra
santa, declamada
los
y el confesado evolucionismo
que lmoclloni, Bórmida
ron
del
excluidos
son
que elocuente;
de la propuesta.
la
[iostulacion de la propiamente dicha», con
«Historia
existencia
es
del cual
«El estudio
en
casi toda un
que
es se
apli-
inten-
la infomiación
al
del Prof. Bór-
opúsculo
de los Bárbaros desde
la An-
del siglo XIX». que fue de tigüedad hasta mediados lectura obligatoria hasta l983. Quizás no sea tan importante el antievolucionisrno de estos catedráticos
que procuraron
sostenerse
a
del aislamiento
traves
de identicar
tarea
detenninados
a
ban
proyecto
contextos
el
con
pervivencia
su
oligár uico. desde 1930,
en
con otros
con respecto
Si bien
primitivos». en esta
dirección, podría señalar que
clave debe
dor
han realizado
se
no
alguna pauta «pueblos exégesis crí-
dc los llamados
la valoración
a
buscarse
de la
sectores
burguesía nacional. Hemos mencionado
un
indica-
la «imagen de clase» que de los planteos antropológícos. Es ilustrativo trasunta de lmbelloni referido al respecto un texto al carácter en
de los fenómenos folldóricos. Dicho texto toma
pivote para societal
el vetusto
de
concepto
de Gabriel Tarde. «clases
de la dinámica cultural intra-
análisis
su
A
prtir
«leyes de la imitación»
del mismo. descubre
que
hay
las élites que generan Los productos creados por las élites se des-
imitadoras»,opuestas-
la cultura.
por imitación
plazan
como
a
las clases
«copiadoras», con lo patrimonio «vulgar». Una digresión enidita anima al autor a rastrear etirnológicamente el término folk. que resulta ser originalmente el término latino vulgus. El carácter elitista de esta conlas más en cepción antropológica se evidenciará páginas subsiguientes en que se aclara que: «todo verdadem amante del trabajo folklórico es un espíritu no y aristocrático, que mira con cierto escepticismo a las plebes invadidas por el ardor de captar los últimos mocual
se
delos
convienen
a
en
del vestir,
del
y del
pensar
1959, pp. 74-75). Palabras
aún
laderas: de
que los ambientes
en
les. El estudio
integran
no
que la exaltación
de los
de encontrar capaces más humildes, s on
son
de esta
fascistas muestra
supervivencia
su
aquellos
europea,
la coherencia
tulados
idwlogía
bien
a
inr ev e-
los pos-
con
el por
las claras
y expansión
es-
ué
épocas dictatoria-
en
pueblos, en suma. vale sobre todo por ser portadores de aquellas gemas que nos pennide la cultura. Portador ten comprender la naturaleza inconciente. incapaz de objetivar lo que posee, debe dejar esta tarea a los espíritus selectos, Son pueblospor objeto. que sólo cobran sentido al ser construidos Este el antropólogo: en su ma «pueblosetnográcos». término,
que
de los
en
un
foráneosonará irónico,
contexto
y profusamente utilizado
la antropomás aún. sigue siendo usado en la ac-
ha sido seria
logía argentina; tualidad por antropólogos de
las
en
generaciones. sus implican-
nuevas
que no han elaborado concientemente cias. Incluso ha pretendido encontrar se
mino
(absurdo por
sentido
otra
decir
té-
en este
que tiene tanto
parte, puesto
algunas regiones son geográcas y otras no). una «elegante» salida a la incómoda a los sujetos sociaterminología que busca encuadrar les de la antropología tradicional: primitivos, ágrafos. de tecnología sencilla, ete. Es oportuno reexionar que que
término adecuado; pues todos ellos prode la convicción de que existen dos clases di-
vienen ferentes la
como
habrá
nunca
de
un
seres
humanos:
objeto de que no lo son. Este problema el carácter ideológico que asu-
antropología
muestra
bien
a
y otros las claras
frecuentemente
men
algunos
que
son
las divisiones entre
Bórmida lleva
(Imbelloni,
creer»
de
píritus aristocráticos terés
que debemos
manipulaciones aislacioideología que representamás general, de carácter la clase militar en Argentina
consonancia
propiamente dicha»
toria
la corriente histórica
detenninadas
con
comprender históricos.
proyecto que encarnó
ticas
Queda la
mas que al éxito de de la la coherencia
atribuir nistas
este
de clase, para
ideologías en
y la no-confrontación.
su
al «hombre
emoccntrismo
las ciencias.
hasta
el punto de del «hombre histó-
plebe y plebeyo apareoen en más de tm investigador antropológico de nuestro medio. (Cf. p. ej. Battini, 1954). En este contexto. la cintura popular no vale «en sí». sino por haber sido originalmente producida por estas clases elevadas. Así por ejemplo: .«todas las formas del Folklore. incluidas
el contrario. pasa casi sin transición desde los recuerdos vivos de la tradición familiar a un
las que
lapso relativamente
nos
como
más rústicas. fueron
parecen
un
día pro-
de los jefes, cortesanos. sacerpiedad y omamento dotes. caciques, comerciantes adinerados, maestros
artistas... ble
y
ignorar
que
se trata
elevada alcumia, cultura musical Y
no
nos
en
cluye
y
engañemos:
la actividad
de la más
de que proceden de la del Siglo de Oro español».
«aun
admitiendo
lo encontremos
los ambientes
culturales
el hecho
y la poesía
terial folklórico y
por
de bienes
entre
que todo el malos campesinos
más humildes. ello y los móviles
del
por nada
ex-
investigador signo de un espíritu sumamente culto y renado» (Imbelloni, cit., pp. 46-47). La descalificación de las clases populares. convertidas en meras imitadoras. la expulsión de la «Hisque
del Folklore
constituyan
el
rico»:
carece
temporal. cibir
a uél
...que
la sucesión
etnográco,
le
rencia
etnográco» de
«un escorzo
permite
verdaderamente
al hombre histórico
de los acontecimientos...
perEl hombre
por
y divinos, tradición
lo que concierne a la música. los candel Folklore argentino, no es ya posi-
en
y danzas
tares
distinguir
cercano.
y mito,
en se
que hechos humanos
confunden
en
una
ca-
de
perspectiva temporal» (Bónnida, 1969-70, p. 19). Esta generalización es más notable por cuanto proviene de alguien que exige el requisito de la objetividad «la objetividad del por sobre todas las cosas: dato etnográco consiste en tal que reeje el hecho cua] es y en toda su complejidad. cumpliendo así la denición escolástica ad
de la verdad: adecuatio
mentis
(Bórmida, 1976) El realismo ingenuo latente en esta cita. se compagina con el tipo de trabajo de campo decididamente pre-malinowskiano que realizaron Bómiida y sus discípulos; queriendo signicar con ello que la «verdad» estaba reejada en el discurso del otro (registrado en cinta magnetofcinica), sin que fuera las pautas pensable cualquier discrepancia entre rem
lll
ideales
así
y las pautas reales observadas.
expresadas El párrafo citado
escribe
remmcias
pleno período de «conversión fenomenológica- del autor. Apuntábamos los párrafos anteriores en que la contradicción entre el presunto liistoricismo y el fomialismo metodológico del discurso antropológico llevaría a im a crisis. El dea
toda teoría
en
beneficio
en renun-
del dato
emogrático
de Bórmida
fenomenología
cientemente y Gorlier.
de
i968).
ha sido
objeto
re-
excelente
ensayo crítico (Tiscomia Señalan dichos autores que, en Bór-
un
«la
exigencia de objetividad. adopta contomos de terminar equlvocos: se radicaliza hasta el extremo perdiendo sentido. Así. el hecho sólo puede llegar a identicarse el dato, si suprimimos de este ¡’iltimo con .
ha puesto cn él: pero todo lo que nuestro conocimiento de este modo nos quedamos inevitablemente obrando
sin conocimiento...
la r l a eliminación
cativo: histórico.
Bómiida lisa
se
queda encerrada con
una
tación
lmbelloni dedicadas
a
criptivas. comparativas
«alcanzan de
teoría
cuya meta
y Gorlier. cit.
vemos
supremo
las
que
La
presunta ciencia «recolectora»
importante nológico».
de este autodenominado
en
des-
primeras
son
las
se-
y—las terceras es
la formulación
independencia de es
es-
orien-
las páginas de
los materiales».
leyes» (lmbelloni, 1959. cit.).
esta
y teoría
las ciencias
y losócas.
negarse
20).
en esta
y confrontan,
el cometido
objetivi-
es
p.
cn
clasicar
y describen
los clasican
gundas
su
como
expli-
metodológica así propropia contradicción:
incoherentemente
siempre planteada antropológica.
las que «recogen
la
la relación entre datos
En realidad,
postu-
a
al considerar
distorsiona
en
sí misma» (Tiscomia
tuvo
obligado
sociológico, económico,
nos encontramos
a
ve
de todo iuodelo
y llana
que toda explicación racional La catarsis dad de los datos.
puesta.
un
antecedente
«método fenome-
Así ha sido
interpretado por los discípulos del Profesor Bórmida. que pacientemente realizan viaes gra jes de investigación cuyo objetivo fundamental bar mitos. no
la convicción
en
contaminados
día
de valor
para
ANTROPOLOGIA
de que estos datos
por teoría
alguna, resultarán quien pueda interpretarlos.
SOCIAL:
puros,
algún
LA UNIVERSIDAD
PARALELA que hemos comentado
en las paantropología fue claramente en dominante la Arginas precedentes gentina hasta l984. Ocupó el lugar que las instituciones de promoción de la investigación cientíca destinaban a la antropología, y tuvo el caso monopolio de las
cátedras universitarias. Los
|l2
«depuraciones»
el gmpo
que
golpes de estado
tendencia:
en
de l966
ambos.
y i976 consolida-
más alla
de cesantías,
reservado las
seguía
ense-
del Prof. Bónnida.
ñanzas
manifestaba
incompatible la Antroparadigma dominante? Entendemos de explicación que ambas conllevan modelos opuestos. Tanto en la antropología reconstnictivista. el origen de un que agota la explicación en rastrear
¿En ué pología Social
nomenológica de
con este
elemento cultural.
o
verso
se
se
que
que insiste
agota
en
la presuntamente
como
explicación irremisiblemente
nuncia
al conocimiento
fe-
es u n unlque cada cultura sí mismo. siendo todo intento en
cientíco
reduccionista.
la
evidente.
Se toma
es
re-
eje principal el concepto de cultura con un sesgo el condogmáticamente particularista. y se descarta ni texde mencionado en cursos sociedad, jamas cepto En mi opinión, la renuncia a todo referente tos. que intentar de la dinámica culpennita alguna explicación de sentido el planteo más tural. hace imposible, carente dicho general de la Antropología Social. Aclaremos sea de paso. que ninguno de los representantes de la escuela histórico-fenomenológica tuvo jamás una idea clara de que signicaba el término Antropología Socomo
fue vagamente identicado la antropocon de estudios la logia aplicada. Existía en el programa asignatura Antropología Social. que fue dictada por pri-
cial.
que
mera
vez
cinco años
el Prof.
Ralph Beals. contratado
la carrera.
por sólo
por
cuatri-
un
el Departamento de Sociología. La asigfue dictada luego en forma discontinua, hasta
mestre
por
natura
que
de creada
después
queda suprimida denitivamente
i975
en
del
plan
de estudios. pues erradicada Antropología social, estuvo de los principales centros académicos ociales. Pudo en sin embargo. con fortuna diversa. desenvolverse. algunas Universidades jóvenes y en instituciones primencionar vadas. Respecto a las primeras, debemos a del Mar Plata dos expey Misiones. especialmente La
riencias un
muy
salto
escrito tesco.
distintas.
cualitativo en
Mar
Ambas en
que,
sin duda
representaron
ftmción
las páginas precedentes
de l o que hemos
gigandel Plata, proyecto concebido y ejecutado una Menéndez, plantea antropología que
por Eduardo comienza por cuestionarse las raíces colonialistas
a
nos
parece
sí misma, denunciando del
de la construcción
las tradicionales
de la
La
ron esta
las
de
rasgo
«puro». La
mida
en
de la crisis, consistió evidentemente
senlace ciar
se
fue cuidadosamente
y expulsiones.
antropología, sustituyendo nografías descriptivas por unidades de los minadas a la comprensión
de estudio
objeto et enca-
socioposignicado Por primera vez de los gmpos étnicos en este contexto. se incorpora la Historia Social a la antropología: hecho más signicativo si consideramos que en Buenos Aires. su ausencia del plan de estudios signicó la falta líticos
de las sociedades
de contacto
procesos nacionales. y el
de los estudiantes
José Luis Romero
o
Tulio
con
cátedras
como
la de
Halperín Donghi. No hace
ué Ia Historia Social no tenía ca explicar por bida en el paradigma vigente. Quizás la principal limitación de este programa marplatense fue de orden presupuestario: la imposibilidad de dotar a los docenen la Artes con dedicaciones exclusivas (única fonna gentina de vivir de la docencia universitaria), hizo que los profesores del departamento no pudieramos tener falta
residencia permanente
pidió concretar dio
en
Mar
en
de
proyectos
que El nal de esta
investigación
el
en
me-
la
carrera
cerrada,
la biblioteca
y
cunstancias
un caso
presenta
de Antropoloque la carrera 1975 haya podido persistir hasta
en
El proyecto, plan de estudios de l a carrera estuvieron en marcha a cargo poldo Bartolomé, graduado en la Universidad
la actualidad.
consin, quien realiza de Misiones sobre
de
Apóstoles.
dios
su
la colonización
La comunidad
interés: libre
con
antropología lómetros
tesis doctoral
de
el ámbito
en
la
en
polaca
local
prejuicios regional,
antropológicos cial, económica
ayudan y cultural.
la Universidad.
militar,
a
pesar
centes,
la
carrera
En
los difíciles años
de la cárcel
yel
exilio
pudo sobrevivir;
paranoia de los militares.
de
a
de Wis-
la
zona
quienes
de
plani-
enseñan
proceso
algtmos
expensas
do-
de la
pudo convencer de que un área de frontera cuya población consmosaico étnico (brasileños, tituye un verdadero paraguayos, alemanes, polacos, suecos, ucranianos, jae indios poneses guaraníes necesitaba para aanzar su identidad nacional una carrera de Antropología. El escaso número de alumnos (incrementado sensiblemente a partir de l a recuperación d e la democracia), con y la lejanía de Posadas, asiento de la universidad, respecto a la Capital Federal, fueron factores preponderantes
a
se
de la
supervivencia de la carrera. segundo factor a que aludimos al principio de acápite, es la labor de algunas instituciones priEl
este
vadas. Entre ellas
la enseñanza ocial,
principal de
que
mínimo
de
se
recursos
partir de ahora gía Social.
en
ANTROPOLOGIA
a
El esquema
tiene
su
de
referente
en
para
distribuirse
en estas
sus
dos
instituciones
miembros los
recursos
Editan costosas
1985) ralela.
se
convirtió
la Universidad
i966, reintegrada por en
una
en
concurso
verdadera universidad
antropólogos sociales
Algunos pocos los estudiantes con trabajar entonces
de
pa-
pudimos
de la Universi-
LAS INVESTIGA-
poder
se
que
consolida
en
1976
el sistema científico nacional; esto
Social
queda totalmente En
ocial.
existentes.
recursos
parecería
que
que.
son
si bien
un
contexto
Discrimina-
moneda corriente a través
dominan
universitario. a estos
publicaciones tratan
de
centros escasa
de mantenerse
en
de
vuelcan
to-
privados. circulación:
el anonimato,
enviando
ejemplares de las mismas sólo a sus pares (centros de investigación similares), o a ciertos cendel extranjero. tros Hacia fines de 1974 parecía que podía consolidarse un gnipo interesante de investigadores en el área de los estudios rurales. Sus trabajos se desarrollaron en una con los perspectiva interdisciplinaria conectada grandes problemas nacionales. Surgen estudios sobre los productores de caña de azúcar en Tucumán (Hebe Vessuri y Santiago Bilbao) colonos del Norte de Santa Fe (Eduardo Archetti y Kristi Anne Stolen), colonos de Misiones y plantadores (Leopoldo Bartolomé , miniftmdistas artesanos de Catamarca (Esther textiles y
Familiar
de
SOCIAL:
el panorama obtenidos
de Esther l-lemiitte (renunciante en
la
en
humanos
ción, listas negras, obseeuencia.
ingenios conuyen
Aires
el determinante
Argentina que pennita pensar de la Antropolola construcción
nanciero
los
de Salta
Buenos
de
de profesores y es«desapariciones» y asesinatos tudiantes, algtmos emigraron, otros eligieron un exilio interno Las universidades uizás más dicil. de investicentros depuradas: se crean tres o cuatro gación o programas dependientes del organismo máximo de promoción cientíca a nivel nacional (CONICET). Estos centros actúan en forma coaligada
Desarrollo Económico Social (IDES), cuyo Centro de Antropología Social creado en i975 bajo la dirección a
sino
cursos
es
haya mantenido
Antropología
la
y Carlos
el Instituto
destaca netamente
CIONES
Hermitte
se
sólo de nuestros
mitía refutar
de
del
una
de la
propios gmpos de trabajo fomiales e infomiales. A riesgo de ser reiterativo, vuelvo a decir que esta actividad paralela. basada en una cultura política que per-
de Leo-
más de 1000 ki-
Los
crear
aquellos que antropología antropología altemacon
sus
de apoyo
en
de
no
huérfana
provincia
organismos ficación incorporan antropólogos, que a s u vez
en
tiva. nutriéndose
y puesta
que los estudios comprender su realidad so-
a
impulso
que
de Buenos Aires, encuentra le
el
signica
estuacoge estos por no existir otra a
su
ocial.
diferente: diversas cir-
permitieron
gía Social, creada
a
por lo menos actitud crítica respecto
que
pacientemente se había formado a través de donaciofue destruida, uemándose los nes y algunas compras. libros en el patio de la Facultad. Misiones
unían
un
importante experiencia fue aplas 1974 y 1976 los profesores fueron expul-
tante: entre
sados,
im-
lo cual
la enseñanza.
desenvolvía
se
del Plata,
dad de Buenos Aires,
en
en los Herrán , peones y cosecheros María (Luis Gatti). Muchos de ellos
el Seminario sobre
Explotación Agrícola
por Hebe Vessuri
en Tucumán en organizado de ésta no es una 1974; reunión de pero septiembre Se integran a la discusión economistas, antropólogos. sociólogos e ingenieros agrónomos, muchas veces sin de saber quien es ué. mostrando ué modo una cien-
H3
cia social
centrada
de la
límites
en
el problema. trascendiendo
disciplina
concreta,
el camino
encuentra
a las grandes transformaciones para acceder ciedad demanda. En el mismo año, la
del
nión
lación
Gnipo
de
tegración
las demás
con
primera
que, lamentablemente,
de
PERSPECTIVAS
reu-
de in-
antropologías del continente, no ha podido concretarse hasta
el
simbolo sino el fm de
un
etapa y el comienzo
ima
noche. Bartolomé
en esos años escribe larga un Agrario Misionero. trabajo sobre el Movimiento denidos documentado de alcances teóprofusamente y ricos: mostrar de una falsa percepción de ué manera la diferenciación social agraria condicionó el discurso político que resultó así limitado en su eficacia. Nadie se atrevió a publicar el trabajo en la Argentina. por con razón, demasiado considerarlo, riesgoso (Cf. Bar-
una
tolomé, 1977) Este acontecimiento tulo
se
menciona
a
tí-
de
de cuáles eran las ejemplo ilustrativo posibilidades de hacer Antropología Social en la Argentina, y sobre todo, de publicar lo que se hacía. Llegamos a los años 80, con el poder militar en acelerado desgaste. La antropología niral virtualmente ha sido
greso
del exilio
vestigación Pero.
que sin duda,
secuencias en
el campo
dores
se
permiten
han
no
o
no
de sentir
de las Ciencias
emigrados
su
esperar
el «Proceso»
habrán
tades económicas
ll4
del mapa (recién en 1984, con de Hugo Ratier aparecen líneas
borrada
fue
por muchos años
podido
familiares;
Los
regresar es
el
re-
de in-
resurgimiento). gratis: sus co n-
Sociales.
dicil
para becarios
te-
o
so-
impulso logrado en el 74 no tardaría en frustrarse. Quizás la deportación y prisión de Santiago Bilbao en una cool975, culpable de haber fomiado perativa de productores cañeros exitosa haya sido no sólo
de proyectos, directores
sistas.
el presente.
Pero
directores
(LAS PROMESAS)
de Articu-
voluntad
una
la
que
Trabajo sobre Procesos
América Latina. señala
en
los
más
investigapor dicul-
conseguir
Desde comienzos un
de los '80 la
Argentina conoce de la Antropología Urbana.
interesante desarrollo
Desde
la
grama
de relocalízaciones
tada
por
lejana Misiones.
la represa urbana en
de
en
virtud
un vasto
prode población urbana afec-
Yacyretá,
el foco
de
el tema
entra
de la
de la discusión
pobreza antropolóEn este se tra contexto, gica. (Cf. Bartolomé. 1984) taba de ver de las relocalizaciones forzadas ué manera los sistemas de supervivencia de los pobres afectaban urbanos. Por la m isma época se constituye en la FLACSO. Programa Buenos Aires, un grupo de trabajo dirigido por Esther Hennitte, que durante dos años realiza trabajo de campo en dos villas miseria del gran Buenos Aires.
la
Estado,
La articulación entre
estigmatización d e
los «villeros»
y el
la identidad social
de
de las «erradicaciones de villas a uéllos, la denuncia de emergencia» como de el pe durante clase agresión ríodo militar, son algunos de los temas que acompañan a una rica emografía de los sectores populares urbanos. (Cf. Hemiitte, E., Boivin, M. Casabona. V., R. 1983).
Guber,
recuperación de la democracia, ha signicado también el resurgir de la Antropología Social en la Argentina. Se multiplican los proyectos en Antropología Urbana, Antropología Médica, Antropología Rural. La
Para este desarrollo democratización
ha sido fundamental
de las estructuras
de
sin duda
investigación
la y
que ahora dan apoyo a la Antropologia Social. Pero, uizás más importante es la posibilidad que sentimos todos y cada uno de investigar, pensar. es-
enseñanza,
cribir
y enseñar
en
libertad.
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