1.- Valores Sociocomunitarios
Un valor es aquello que da sentido a la vida, orientándola hacia un camino u otro, determinando principios éticos. Asimismo, es la apreciación positiva que se hace de las cosas, ideas o personas en relación con la propia cultura y la propia vida. Los valores en gran medida son resultado de la educación, de las culturas, sociedades, de los condicionamientos económicos y de la distribución del poder. Determinan las normas de comportamiento de ser y actuar, ayudándolos a crecer en su dignidad como persona en una sociedad determinada. Sin embargo, no todas las culturas tienen los mismos valores, de hecho algunos valores de unas pueden ser considerados antivalores por otras En ese sentido, los valores sociocomunitarios promueven la convivencia armónica entre los seres humanos, la Madre Tierra y el Cosmos, a través de la práctica de la unidad, igualdad, dignidad, libertad,
solidaridad,
reciprocidad,
respeto,
complementariedad,
armonía,
transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, honestidad, paz, inclusión física, cognitiva y social en la familia, la comunidad y el Estado, equidad social y de género en la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales. Asimismo, se toman en cuenta las representaciones simbólicas de cada práctica de valores en las sociedades. En la actualidad, los valores y el sentido de la vida están siendo definidos por las relaciones mercantiles, donde lo que prepondera es el interés individual y el puro cálculo racional medio-fin, en este contexto es más exitoso aquel que es más competitivo y más eficiente para realizar los fines que le exige el mercado. El despliegue acrítico de estos valores del mercado genera consecuencias no intencionales que afectan a la vida, provocando la exclusión y pobreza de gruesos sectores de la población y el deterioro de la naturaleza, lo que imposibilita la convivencia y acrecienta la erosión de las relaciones humanas y con la naturaleza. ¿Cómo se puede recuperar y transmitir a las nuevas generaciones la educación en valores sociocomunitarios en la Educación Actual"?
Ante esta problemática, problemática, la educación tiene que ser el lugar para generar actitudes y relaciones de convivencia que pongan como centro a la vida, antes que al interés individual, criterio de vida que podemos aprender de los pueblos indígenas originarios a partir de los valores sociocomunitarios. Los valores sociocomunitarios en la experiencia de vida de los pueblos y naciones indígena originarios son actitudes de vida y practicas concretas que hacen posible la convivencia armónica, equilibrada, solidaria y complementaria dentro de la comunidad. Estos valores sociocomunitarios no pueden ser enseñados como contenidos (bajo un esquema convencional de transmisión de conocimientos), sino que se los enseña como actitudes y practicas concretas, mediante actividades que desarrollen en los estudiantes y el maestro la capacidad de dar respuestas a los problemas cotidianos, teniendo como criterio la reproducción de la vida de todos antes que el interés individuales Promover la práctica de valores sociocomunitarios, morales, éticos y cívicos que permitan consolidar la convivencia recíproca y complementaria a través del estudio y aplicación de las cosmovisiones, saberes y conocimientos de las culturas indígena originaria campesinas, afrobolivianas y comunidades interculturales, que promuevan la salud comunitaria para vivir bien. Propiciar condiciones para hacer de los procesos formativos en valores sociocomunitarios
verdaderas
experiencias
educativas,
productivas,
transformadoras y de trabajo comunitario. 2.- Espiritualidad y creencia En muchas tradiciones, la palabra “espíritu” se refiere a fuerza de vida, la energía
básica del ser. En términos simbólicos, el espíritu es el aliento de la vida. El hebreo ruah, el griego pneuma, el latín spiritus y el sánscrito prajna todos significan tanto
“aliento” como “espíritu”. Tradicionalmente, esta fuerza de vida se ve manifestada
en nuestro amor; en las pasiones e inspiraciones que nos motivan y nos conectan con el mundo y unos a otros. Según esta visión, la espiritualidad tiene que ver con las fuerzas fundamentales que impulsan nuestras vidas, nuestros amores, pasiones y preocupaciones más profundos. Es la fuente de nuestro sentido de significado y de nuestra voluntad de vivir, el origen de nuestros deseos, valores y sueños más profundos. La espiritualidad es entonces, no una cosa aparte de nuestras vidas sino que es la fuente de energía fundamental que alimenta todas nuestras emociones, relaciones, trabajo y todo lo demás que consideramos significativo. Contrario a la creencia popular, la espiritualidad no es algo especial o extraordinario. Por el contrario, es algo totalmente ordinario y completamente natural. Todas las personas tienen una vida espiritual. La expresamos de muchas maneras diferentes: no solo en lugares de adoración sino también en el trabajo, en la comunidad y en la familia, en todos nuestros compromisos y creatividad. La vida espiritual es como una corriente profunda en el océano, que a menudo no se ve pero que fluye a través de toda nuestra experiencia, que nos mueve a buscar la realización y la conexión, que nos empuja hacia la verdad, la bondad y la belleza. Como lo dijera Willi am Wordsworth, es algo “profundamente fusionado al interior” que “va envolviendo todas las cosas”.
La espiritualidad es el alma de todas las grandes religiones del mundo, y cada tradición de fe de su propia manera proclama que la esencia de la espiritualidad es el amor.
La expresión cristiana se encuentra en los dos grandes mandamientos: Amar a Dios con todo nuestro ser y amar al próximo como a ti mismo. Por lo tanto, la espiritualidad es la esencia de nuestro deseo de cumplir estos mandamientos. Es nuestr a participación en el amor que nos creó “para que busquemos a Dios” (Hechos 17:27). Entonces, de cierto modo, la espiritualidad se puede considerar un sinónimo de amor; no necesariamente del sentimiento de amor, ni de las buenas obras que surgen del amor, sino de la energía del amor mismo, antes de darle cualquier atributo o comentario. En la medida que buscamos a tientas la realización, la fuerza de motivación fundamental de la espiritualidad se expresa a sí misma de muchas maneras, algunas son sencillas y creativas, mientras otras son distorsionadas y destructivas. 3.- Práctica de la Música
Aquí se plantea plantea que la música música es integrante integrante de las manifestacione manifestaciones s espirituales espirituales de la humanidad, pero yo pienso que la música es parte de todos los ámbitos de la vida del hombre. La música, es parte del desarrollo histórico, cultural y dinámico de una colectividad (de un pueblo), en el que se transmiten y reproducen múltiples representaciones simbólicas, es decir, está inserta y cumple una función importante en la transmisión, recreación de comportamientos, creencias, normas culturales, etc., en el marco de la práctica cultural propia. Se puede decir que en este proceso incorpora también influencias y representaciones de otras culturas, pero ”ese ámbito se forma cuando el grupo adquiere la capacidad de decisión
sobre elementos culturales ajenos y los usa en acciones que responden a decisiones propias”.
Desde el contexto en que surgen las expresiones musicales, en su génesis, se puede decir, que la música indígena en América ha surgido principalmente en contextos ceremoniales (rituales) como debió haber sido también en Europa en siglos pasados.
En la dinámica propia de cambio y transformación de cada cultura, la música ha ido teniendo presencia también en diferentes ámbitos de la vida cotidiana. La música de origen occidental en el contexto actual, cargado de influencias, intromisión y mezclas de expresiones musicales y representaciones de otras culturas, además de recoger expresiones muy diversas, ha evolucionado a tal nivel, y es tal su perfeccionamiento estético, que pareciera que de alguna forma ha olvidado ciertaconexión del hombre con el mundo de lo trascendente, como lo es todavía la música indígena. Pero eso no significa que no tenga conexión con el ámbito de lo espiritual del hombre, porque esa característica es tan propia de la música occidental, como de cualquier otra forma de expresión musical en diferentes culturas en el mundo. La música occidental, con toda la riqueza de una diversidad de expresiones culturales que la conforman. 4.- Práctica de la Medicina
En Bolivia antiguamente se utilizaba la medicina tradicional, siento esta la suma total de conocimientos, técnicas y procedimientos basados en las teorías, las creencias y las experiencias indígenas de diferentes culturas, sean o no explicables, utilizados para el mantenimiento de la salud, así como para la prevención, el diagnóstico, la mejora o el tratamiento de enfermedades físicas y mentales. En algunos países se utilizan indistintamente los términos medicina complementaria/alternativa/no convencional y medicina tradicional. La Medicina Tradicional es un tema supremamente diverso dentro del contexto multicultural del Estado Plurinacional de Bolivia. Debido a que cada Pueblo Indígena, y no olvidemos que oficialmente son 36 en el país, contiene su propio concepto de salud y enfermedad, nos vemos ante una amplia gama de Medicinas Tradicionales.
Conceptos de la medicina tradicional
Las definiciones pueden diferir de las que figuran en las reglamentaciones de los países donde se utiliza la medicina tradicional, por lo que deben servir exclusivamente como referencia.
Hierbas
Las hierbas comprenden materiales vegetales brutos, tales como hojas, flores, frutos, semillas, tallos, madera, corteza, raíces, rizomas y otras partes de plantas, enteras, fragmentadas o pulverizadas.
Materiales herbarios
Los materiales herbarios comprenden, además de hierbas, jugos frescos, gomas, esencias estabilizadas, aceites esenciales, resinas y polvos secos de hierbas. En algunos países, se pueden elaborar dichos materiales mediante diversos procedimientos locales, como el tratamiento con vapor, el tostado o el rehogado con miel, bebidas alcohólicas u otros materiales.
Preparaciones herbarias
Las preparaciones herbarias son la base de los productos herbarios acabados y pueden componerse de materiales herbarios triturados o pulverizados, o extractos, tinturas y aceites grasos de materiales herbarios. Se producen por extracción, fraccionamiento, purificación, concentración y otros procesos biológicos o físicos. También
comprenden
preparaciones
obtenidas
macerando
o
calentando
materiales herbarios en bebidas alcohólicas o miel o en otros materiales.
Productos herbarios acabados
Los productos herbarios acabados se componen de preparaciones herbarias hechas a partir de una o más hierbas. Si se utiliza más de una hierba, se puede utilizar también la expresión «mezcla de productos herbarios». Los productos
herbarios acabados y las mezclas de productos herbarios pueden contener excipientes además de los principios activos. Sin embargo, no se consideran herbarios los productos acabados o en forma de mezcla a los que se hayan añadido sustancias activas químicamente definidas, incluidos compuestos sintéticos o constituyentes aislados de materiales herbarios.
Utilización tradicional de medicamentos herbarios
Los medicamentos herbarios comprenden hierbas, materiales herbarios, preparaciones herbarias y productos herbarios acabados que contienen como principios ac-tivos partes de plantas, otros materiales vegetales o combinaciones. Por utilización tradicional de los medicamentos herbarios se entiende un empleo prolongado en el tiempo. Su uso está bien establecido y ampliamente reconocido como inocuo y efi-caz y puede ser aceptado por las autoridades nacionales.
Actividad terapéutica
La actividad terapéutica se refiere a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento satisfactorios de enfermedades físicas y mentales, el alivio de los síntomas de las en-fermedades y la modificación o regulación beneficiosa del estado físico y mental del organismo.
Principios activos
Los principios activos son los ingredientes de los medicamentos herbarios que tienen actividad terapéutica. En el caso de los medicamentos herbarios cuyos principios activos hayan sido identificados, se debe normalizar su preparación, si se dispone de métodos analíticos adecuados, para que contengan una cantidad determinada de ellos. En los casos en que no se puedan identificar los principios activos, se puede considerar que todo el medicamento herbario es un solo principio activo.
5.- Costumbres Alimenticias de la Familia
Si tocamos el tema de las costumbres
alimenticias
empezaremos por mencionar las
comidas
típicas
que
el
cruceño aprecia tanto a los lugareños como a los visitantes se puede decir que es variada y de buen sabor como: El Locro de Gallina, el Majao o Majadito
en
sus
diferentes
variedades (carne seca, arroz tostado, aguadito, de concha parada,etc.), el Pastel de Pollo, La Semilla de Maíz, la Capirotada, Ají de Papalisa, Ají de Panza, Patasca, Pacumutos de Carne, Charque a la Brasa, Bife de Carne y otros. De igual manera se pueden encontrar todavía horneados o panes típicos de la región como: Pan de Arroz, Cuñape, Arepas, Biscocho de Maíz, Tamales de Maíz al Horno y Cocido, Sonsos de Yuca, Biscochos de Trigo, Tortillas de Hojitas, Molletes, Empanadas de Arroz y de Maíz, Suspiros, Paquetes, Jallullas, Paraguayos, etc, etc. Y en bebidas o refrescos se destaca la Chicha Cruceña, El Somó, Refresco de Tamarindo, Achachairu y de Guayabas, Las Limonadas y Jugos de Lima, Refrescos de Melao o Melasa, de Miel, el Caldo de caña. Actualmente Actualmente sobre todo en la ciudad son los carbohidratos como como el arroz, la yuca, la papa, el fideo, los alimentos más consumidos y los que más se repiten en la dieta de los hogares cruceños; el cruceño tiene la costumbre de comer en cualquier tipo de evento o situación que celebra.
6.- Costumbres y Mitos de la Región o Localidad
El mito y la leyenda son relatos que se divulgan en forma oral, de una generación a otra. Son narraciones que nacen espontáneamente como una expresión colectiva de una raza o pueblo, debido a una necesidad de crear una imagen del mundo y una necesidad de manifestar una fe. En ellos participan seres y hechos sobrenaturales. Definir qué es un mito (del griego, muthos) no es, desde luego, tarea fácil. Una definición entregada por la Real Academia de la Lengua, señala que el mito es una “narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por
personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad.” Y agrega que es una “Historia ficticia o personaje literario o artístico que condensa alguna realidad humana de significación universal”.
A partir de de esta definición, definición, podemos podemos agregar agregar que que los mitos son son relatos relatos que cuentan cuentan cómo se crearon los cielos, de dónde provienen los vientos o cómo nacen los propios dioses; los mitos nos transportan a un tiempo sagrado distinto al nuestro, más abierto a los hombres como su propio horizonte. Por otra parte la leyenda es una “relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos”.
La leyenda es un relato hablado que se conserva en la tradición oral de un pueblo. Indica lugares con precisión y en su origen tiene antecedentes históricos. Por lo mismo, sus personajes son identificables, aunque nunca iguales al personaje o hecho en el cual se basan. Posteriormente, la leyenda pasa a la escritura, con lo cual se fija, perdiendo una de sus características: la capacidad de transformarse. La leyenda es una narración ficticia, pero basada en la realidad, ligada a temas de héroes, de la historia patria, de seres mitológicos, de almas, de santos o sobre los orígenes de hechos varios.
La leyenda pertenece al folclore y por ello corresponde a la más arraigada sabiduría de un pueblo. En Santa Cruz podemos mencionar las siguientes leyendas: El carbunco de Germán Coimbra Sanz, La viudita de Germán Coimbra Sanz, , El carretón de la otra vida de Enrique Kempff
Mercado, El rostro de Mario R.
Gutiérrez G., El mojón con cara de Hernando Sanabria Fernández, Leyenda de la laguna de chorechoré, El carretón de la otra vida de Enrique Kempff Mercado, Leyenda guaraya del origen del sol y de la luna; del día y la noche de Antonio Paredes Candía, entre otras. De igual forma pueden considerar mitos los relatos siguientes:
El Guajojó
El Jichi
El Farol de la Otra Vida.