Valores Sociocomunitarios Un valor es aquello que da sentido a la vida, orientándola hacia un camino u otro, determinando principios éticos. Asimismo, es la apreciación positiva que se hace de las cosas, ideas o personas en relación con la propia cultura y la propia vida. Los valores en gran medida son resultado de la educación, de las culturas, sociedades, de los condicionamientos económicos y de la distribución del poder. Determinan las normas de comportamiento de ser y actuar, ayudándolos a crecer e n su dignidad como persona en una sociedad determinada. Sin embargo, no todas las culturas tienen los mismos valores, de hecho algunos valores de unas pueden ser c onsiderados antivalores por otras En ese sentido, los valores sociocomunitarios promueven la convivencia armónica entre los seres humanos, la Madre Tierra y el Cosmos, a través de la práctica de la unidad, igualdad, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, honestidad, paz, inclusión física, cognitiva y social en la familia, la comunidad y el Estado, equidad social y de género en la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales. Asimismo, se toman en cuenta las re presentaciones simbólicas de cada práctica de valores en las sociedades. En la actualidad, los valores y el sentido de la vida e stán siendo definidos por las relaciones mercantiles, donde lo que prepondera es el interés individual y el puro cálculo racional medio-fin, en este contexto es más ex itoso aquel que es más competitivo y más eficiente para realizar los fines que le exige el mercado. El despliegue acrítico de estos valores del mercado genera consecuencias no intencionales que afectan a la vida, provocando la exclusión y pobreza de gruesos sectores de la población y el deterioro de la naturaleza, lo que imposibilita la convivencia y acrecienta la erosión de las relaciones humanas y con la naturaleza. ¿Cómo se puede recuperar y transmitir a las nuevas generaciones la educación en valores sociocomunitarios en la Educación Actual"?
Ante esta problemática, la educación tiene que ser el lugar para generar actitudes y relaciones de convivencia que pongan como centro a la vida, antes que al interés individual, criterio de vida que podemos aprender de los pueblos indígenas originarios a partir de los valores sociocomunitarios. Los valores sociocomunitarios en la experiencia de vida de los pueblos y naciones indígena originarios son actitudes de vida y practicas concretas que hace n posible la convivencia armónica, equilibrada, solidaria y complementaria dentro de la comunidad. Estos valores sociocomunitarios no pueden ser enseñados como contenidos (bajo un esquema convencional de transmisión de conocimientos), sino que se los enseña como actitudes y practicas co ncretas, mediante actividades que desarrollen en los estudiantes y el maestro la capacidad de dar respuestas a los problemas cotidianos, teniendo como criterio la reproducción de la vida de todos antes que el interés individuales Promover la práctica de valores sociocomunitarios, morales, éticos y cívicos que permitan consolidar la convivencia recíproca y complementaria a través del e studio y aplicación de las cosmovisiones, saberes y conocimientos de las culturas indígena originaria campesinas, afrobolivianas y comunidades interculturales, que promuevan la salud comunitaria para vivir bien.
Propiciar condiciones para hacer de los procesos formativos en valores sociocomunitarios verdaderas experiencias educativas, productivas, transformadoras y de trabajo comunitario.
NTRODUCCIÓN
La familia es el elemento más importante para formar a las personas en la sociedad actual. En la familia existen oportunidades de vivir e integrar los valores y los antivalores. La familia es el elemento de la humanidad que permite distinguir a la sociedad actual. La familia es y sigue siendo la principal fuente en donde se deben de cultivar y practicar los valores. En la familia se proporcionan experiencias de aprendizajes respetadas con el lenguaje, los valores la cultura y el carácter personal. En la familia se aprende de un medio benéfico más grande de la práctica de valores a través de la ayuda mutua. Los valores más importantes de la familia mexicana son: el afecto, la cooperación, la humildad, la amistad, la lealtad, lo patriota, etc. Los antivalores son los que no han favorecido el desarrollo y progreso de los mexicanos. La copia de modas extranjeras a través de los programas de los medios masivos de comunicación ha favorecido a la práctica de los antivalores así mismo, la ausencia de programas educativos para los niños, jóvenes y adultos en donde se dé a conocer la cultura autentica de los mexicanos a nivel local, regional, nacional e internacional. 2. CONTENIDO
La familia sigue siendo en México la base de la sociedad. En tal caso […] ésta tiene prioridad sobre el trabajo o cualquier otro aspecto. Los hijos poseen un papel primordial; por lo tanto sienten seguridad emocional, aunque son muy dependientes de la familia; También a los padres se les cuida y se les respeta en su ancianidad. Como, resultado de este ámbito familiar y educativo, el ejecutivo en un inicio parecerá demasiado condescendiente con sus superiores; llevará a cabo sus instrucciones, sin réplicas mostrándose incapaz de superar por sí sólo los problemas. Asimismo, el ambiente de la empresa le proporcionará seguridad por lo cual se entiende que […] difícilmente se desplacen.
Hill dice que el hogar es el ambiente original de aprendizaje. Como tal, es un lugar cálido que da facilidades. El hogar puede proporcionar experiencias de aprendizajes sacralizadas con el lenguaje, los valores la cultura y el carácter personal. En la comunidad el niño aprende de un medio social más grande de
experiencia a través del servicio. Un refrán africano reconoce este hecho: ‘se necesita una aldea para educar a un niño’.
Para Ackoff la mayoría de los adultos contemporáneos creció en culturas centradas en el hogar, en las que la vida gravitaba alrededor de la familia y la comunidad inmediata de la que formaba parte. Por otra parte, la mayoría de los jóvenes actuales creció dentro, de una cultura centrada, en el mundo en la que saben más de la India y China que la mayor parte de los adultos supo de las ciudades vecinas durante su niñez. La transportación y comunicación moder¬na ha permitido a los jóvenes recorrer mundo mientras son jóvenes. La generación anterior tuvo que esperar a su madurez para lograrlo. Los lugares que para la generación anterior fueron abstracciones durante su juventud, son conocidos de la juventud contemporánea y los conocen como cosas reales, poblados por personas, seres humanos CONCLUSIONES
La familia es el cimiento de la sociedad, porque en ella se aprende los valores. La práctica de los valores constituye la base para el desarrollo y progreso de los países en vías de desarrollo. En la familia se aprende valores fundamentales para el desarrollo de las sociedades. Por lo que es importante cultivar los valores en la familia, escuela y sociedad. La educación debe ser baluarte para la práctica de valores que impactan desde la niñez hasta la edad adulta en la sociedad, estado y país. Los medios de comunicación en México no han podido cultivar los valores en la niñez y en la sociedad por los programas de poca calidad y valor educativo. Los programas que transmiten son poco de valor educativo y son programas que favorecen la práctica de antivalores. Los niños y las personas singulares que más se ven afectadas por estos programas porque ellos mismos la ponen en práctica donde en cualquier lugar en donde se encuentren. La pregunta es, ¿ la educación de los mexicanos en manos de quien está?, la familia, la escuela, los medios masivos de comunicación o el gobierno. Para cultivar los valores depende, de la familia, la escuela, los medios masivos de comunicación y sobre todo el gobierno. 5. FUENTES DE INFORMACIÓN
os valores en la familia remiten al establecimiento de comportamientos y actitudes a los que se pone en un lugar de importancia. Los mismos son inculcados por los padres a los hijos a veces de forma explícita y a veces de forma inconsciente, a partir del ejemplo que se brinda. Para cualquier niño esta transmisión es de enorme importancia, por lo menos hasta que tenga edad como para decidir si los valores inculcados tienen fundamento o no. En general, a pesar de que los valores inculcados sean puestos en duda en el futuro, lo cierto es que los mismos sirven para generar un marco de comprensión del mundo.
La responsabilidad principal de la comunicación de valores en una familia corresponde a los padres. Esta circunstancia está reconocida en tratados internacionales de gran importancia; de hecho, está sugerida en la “Declaración de Derechos Humanos”. Así, cabe a los padres el hecho de enseñar a sus hijos valores que consideren adecuados de forma prioritaria. La escuela u otras instituciones educativas a lo sumo podrán servir de auxiliares en esta tarea. Este reconocimiento hacía los padres se debe principalmente al hecho de que son estos los que generalmente tienen el mayor interés en el buen desarrollo del niño. Es importante hacer notar que los valores que con mayor facilidad se inculcan son aquellos que se demuestran con el ejemplo. Por el contrario, difícilmente se pueda tratar de inculcar un valor que en la práctica se desdeña continuamente. En este sentido hay que reconocer que en muchas ocasiones existe un claro defecto por parte de los progenitores, que tienden a comportarse de forma muy alejada a aquello que se pregona. Es importante tener en este aspecto un alto grado de responsabilidad, puesto que los menores carecen de herramientas de análisis como las que posee un adulto. La adolescencia es el período en donde muchos de estos valores se cuestionan, circunstancia que lleva a un comportamiento errático sin lugar a dudas. Este período no solo es esperable sino que también es necesario para la constitución de una persona desarrollada. En efecto, es durante estos momentos en los que comienza a actuar el espíritu crítico de la persona, poniendo en la balanza que valores del pasado deben mantenerse y hasta qué punto, evaluación que derivará en un crecimiento como persona y el paso definitivo a la adultez. Por supuesto, esto debe significar una ponderación constructiva del pasado. ... de Importancia: http://www.importancia.org/valores-en-la-familia.php
Una de las realidades educativas sobre la que se construye en este nuevo modelo educativo, es la ausencia de valoración de los saberes y conocimientos de nuestras culturas originarias; entre muchos, los valores sociocomunitarios, que fue el principio que regía la vida en comunidad. En la investigación realizada en la comunidad orureña de la zona Sur, se tuvo la oportunidad de conversar con algunos habitantes del lugar, personas mayores con rica experiencia y ante la pregunta de ¿cómo era la vida en la comunidad cuando eran niñas o niños? Una de las abuelas narra: "¡Qué tiempos aquellos! Cuando vivíamos como hermanos teniéndonos confianza, colaborándonos y ayudándonos moral y materialmente, cuando había algún trabajo comunitario; junto a nuestros padres, acudíamos con alegría y esperanza para hacer algo bueno por la comunidad y cuando terminábamos el trabajo; todos compartíamos el alimento que llevábamos, algunos traían chuño y charque; otros, queso y mote, tostado, "k´alapari" (lagua) con llajwa, disfrutando de la comida, contábamos ´jaillis´, chistes, anécdotas... Ahora no hay respeto, los jóvenes no quieren trabajar, hay mucha borrachera, los matrimonios no duran..." (Traducción del aymara). Al escucharla, cualquiera se da cuenta que es ese ambiente donde se desarrollaban realmente los valores sociocomunitarios que llegan a constituirse en un eje articulador, una orientación política determinante en la educación, puesto que, la sociedad muestra una realidad tan diferente a las formas de vida de nuestras comunidades indígena originarias y a través de la educación se pretende practicar esos valores que hicieron de
las comunidades espacios de convivencia equilibrada. El nuevo modelo educativo hace énfasis en la recuperación de principios de vida que conduzcan a un Vivir Bien y como base de ellos; los principios de vida de la cultura quechua: como la honradez, frente al robo "ama sua", la diligencia frente al ocio "ama qhilla" y la verdad frente a la mentira "ama llulla". En las comunidades, la vida era sencilla: sin dinero, sin máquinas, sin escuelas y sin lujos, no había ni siquiera energía eléctrica ni máquinas, pero vivían tranquilos y sanos. En aquellos tiempos la palabra de las madres y de los padres, era ley; no se discutía, había un gran respeto a las autoridades quienes estaban obligadas a dar buenos ejemplos, consideración entre vecinos, el respeto no solo era al prójimo, sino también a la Pachamama, al cosmos por lo que antes y después de cada trabajo, dialogaban con ellos a través de rituales que tenían diferentes significados y procesos: la "jark´aca" y la "wilancha". En las decisiones, se tomaba en cuenta la sabiduría de los ancianos para solucionar problemas o responder a necesidades; el consenso era producto de un análisis consciente sin que medien "intereses" de ningún tipo. Se aprendía en el trabajo, los hijos estaban conscientes de que para comer había que trabajar, por eso, trabajaban desde niños que es la edad donde se cimientan los valores y la diligencia no está al margen de ello. Ahora el trabajo comunitario ha sido reemplazado por las máquinas; la coca sagrada es convertida en cocaína que embrutece y envenena a nuestra juventud, y cuyo efecto hace que se pierda el respeto a la vida del otro, a los bienes del prójimo y la Madre Tierra; los alimentos típicos han sido reemplazados por la comida chatarra, que hacen daño a la salud y que a sabiendas de ello lo consumimos. Al parecer el avance de la ciencia y tecnología, no es apto para la sociedad actual porque no le damos la utilidad adecuada y su incidencia se expresa día a día en la inseguridad, violencia excesiva, el alcoholismo y la drogadicción. Todo lo anterior nos pone a pensar si realmente ¿estamos viviendo con los valores de nuestros ancestros? O estamos haciendo todo lo contrario. Parece que las sabias enseñanzas de los awichus y awichas, son dignas de imitar si realmente queremos vivir bien; caso contrario, en los próximos años, tropezaremos con serios problemas que coincidirán con las predicciones práctica de valores del ser humano; por eso, es importante que todas y todos los bolivianos hagamos un esfuerzo para revitalizar los valores ancestrales, que son las cualidades que dan sentido y coherencia a nuestras acciones y que puedan llevarnos a mejorar nuestro futuro. En la cultura aymara, se practican valores como el apego a la comunidad, por lo que la persona no se aleja de ella definitivamente, sino que se desarrolla conjuntamente la comunidad; se expresa cuando en situaciones importantes como aniversarios, tiempos de
siembra y cosecha, fiestas patronales vuelven aún estén en lugares alejados; la consulta, consenso en comunidad (cabildo), la distribución equitativa de los productos logrados en la comunidad, el respeto no como una acción sólo de saludo, sino como un trato de conductas deseables para una convivencia en fraternidad y solidaridad, el trabajo colectivo en el "khollu" y otros en conjunto son formas de producción en un proceso de reciprocidad con la naturaleza porque no son agresivas como las formas de producción del capitalismo. Para concluir, se puede decir que, es importante crear en las instituciones educativas espacios de confraternidad, hermandad, respeto, solidaridad, reciprocidad; especialmente el compartir festivo, a partir del cual nuestras actividades no deben ser motivo de preocupación, de estrés, sino de momentos festivos donde nos apreciemos felices por hacer las tareas que nos corresponden. La escuela debe salir de su encierro, recrearse con la comunidad y con ejemplos prácticos aprender a vivir en armonía, desarrollando valores sociocomunitarios que nos conducirán al vivir bien. La solidaridad es una palabra de unión, cabe preguntarnos ¿Qué significa ser solidarios? Significa compartir la carga de los demás. Ningún hombre es una isla. Estamos unidos, incluso cuando no somos conscientes de esa unidad. Nos une el paisaje, nos unen l a carne y la sangre, nos u nen el trabajo y la lengua que hablamos. Cuando nace la solidaridad se despierta la conciencia y el empeño por la solidaridad social adquiere valor y fuerza en una actitud de solidaridad personal y se practica sin distinción de credo, sexo, raza, nacionalidad o afiliación política. Pero el solo dar, o ayudar, no es lo más difícil. La parte difícil comienza cuando se nos presenta el dilema de ayudar sin recibir nada a cambio, esto es: ser solidarios por una verdadera convicción de igualdad y de justicia unidas a la virtud de la caridad. La solidaridad es una actitud personal, una disposición constante y perpetua de tomar responsabilidad por las necesidades ajenas. El ser humano es un ser social: necesita de otros y los o tros necesitan de él. Desde esta reflexión , nuestra escuela aborda distintos proyectos de compromiso comunitario comenzando con “el adentro” o sea viéndonos “todos” en el diario convivir como personas que se necesitan y que se unen para ejercer el compromiso de estar “junto al otro”, desde el compañerismo y la observación de lo que nos pasa simplemente por el hecho de “vivir” hasta las situaciones más complejas que pueden acontecer, en el marco de una comunidad que integra tantas personas, permanentemente ligadas por un “ sentido de pertenencia” que conlleva “estar” presentes en todo momento. Presentamos a continuación un proyecto que durante el ciclo lectivo 2006 se llevó a cabo y en el cual podemos observar como se incluye la tarea áulica con los valores y el aprendizaje-servicio. COLEGIO MODELO MÁRMOL PROYECTO SOLIDARIO Ciclo Lectivo 2006 FUNDAMENTACIÓN:
De sus comienzos, nuestro Instituto generó Proyectos Solidarios. Dichos Proyectos fueron variando en sus destinatarios, en sus acciones, sus protagonistas y por qué no también en el nivel de entusiasmo y participación que generaron. Hoy más que nunca estamos convencidos de la importancia de promover una vinculación solidaria entre la escuela y la comunidad, porque sabemos que educar a nuestros alumnos en una ética de la solidaridad y la participación ciudadana será mucho más convincente si la propia Institución educativa genera ocasiones para poner concretamente en práctica esos valores; y si promovemos un servicio a la comunidad integrado al aprendizaje, no sólo por una cuestión de ética, sino también por una cuestión de eficiencia pedagógica. Los adolescentes, hoy más que nunca, necesitan saber que sus acciones pueden significar algo, que pueden mejorar la realidad, y tienen necesidad de vincular lo que aprenden en el aula con la vida real, para encontrar nuevo sentido a lo aprendido. En este sentido el filósofo Fernando Onetto asegura que es posible enseñar valores, pero más que enseñarlos como una materia, es más eficaz que la escuela encarne los valor es que enseña, porque los valores más que enseñarse se contagian. A descubrir un valor me enseña alguien que personalmente lo valora, porque lo que veo es el valor encarnado en esa persona. Desde el aprendizaje-servicio redunda en beneficio de todos los actores del hecho educativo. El alumno, además de realizar una actividad con mucho significado para su autoestima, en tanto queda implicada toda su persona, cuando verifica resultados satisfactorios para los demás, a veces revierte en el estudio y en el aprendizaje que lleva a cabo en la escuela, al ser ésta el ámbito donde va a decodificar la experiencia adquirida sobre la base de las diferentes áreas / espacios. Esto trae como consiguiente la mejora de las relaciones interpersonales con los docentes, con las implicancia lógicas en se papel de modelos colectivos positivos para la formación de sus alumnos. Cabe señalar que el aprendizaje-servicio: -es un método por el cual los estudiantes aprenden y se desarrollan a través de la activa participación en un servicio, que es conducido y que atiende a las necesidades de la comunidad; -está coordinado con una Institución o un Programa de servicios comunitario; -contribuye a desarrollar la responsabilidad cívica; -valoriza el currículum académico de los estudiantes y está integrado a él; -promueve no sólo la participación sino también la reflexión sobre la experiencia en servicio. -Genera espacios de apoyo escolar -Proyecta la realización de eventos deportivos campeonatos de diferentes deportes, para recaudar fondos. -Propone el dictado de Talleres presentando diferentes opciones de participación SÍNTESIS DE ALGUNAS ACCIONES PROPUESTAS DESDE NUESTRA INSTITUCI ÓN: -Puesta en escena de una obra de teatro, con la participación de alumnos de la modalidad de Comunicación, Arte y Diseño del Polimodal, quienes tendrán a cargo desde la elaboración del guión, actuación, escenografía, vestuario, producción, etc. -Puesta en escena de una obra de Títeres (ídem a propuesta anterior). -Radio Solidaria: Dentro de la radio contar con un espacio dedicado al Proyecto Solidario (transmisión en los recreos) -Desde el espacio de Microemprendimientos, generar instancias de formación y capacitación para que puedan aprender a generarse ingresos. -…y todas las que surjan según las necesidades de la comunidad y las que propongan los docentes y alumnos. En el “hoy”, nuestras acciones se bifurcan e interrelacionan compartiendo y colaborando con diversos proyectos solidarios: Hogar de niños “Virgen del Valle” de la localidad de Rafael Calzada, Hogar de ancianos “Virgen de los Milagros Cacupe” situado en el Barrio San José; “ Iglesia Cristo Vive” de José Mármol que colabora con los Misioneros de Salta ubicados en Fortín Dragones, pequeño pueblo integrado por lugareños y la comunidad aborigen de los Wichis y el
“Proyecto Banco de Dadores de Sangre” que realizan los alumnos de 2° y 3° Año de Poli modal y se extiende a toda la comunidad.
Causas y consecuencia de la pérdida de valores Recuadro
El hombre de hoy contempla en su conciencia un gran vacío de valores, por lo que no es posible separar la crisis de valores de la crisis social. Los cambios sociales acaecidos en el último cuarto de siglo son tan radicales que se puede hablar de una metamorfosis social y cultural, debido a que cualquier reajuste social y mucho más un cambio social, implica siempre un reflejo en el sistema de valores. Entre las causas que han llevado a la pérdida de valores encontramos: la desintegración y los conflictos familiares; los divorcios; la situación económica; deserción escolar; desobediencia; drogadicción, entre otros tantos factores que han acabado con los valores en el país y han dejado como consecuencia: surgimiento de bandas; prostitución;3 embarazos prematuros y no deseados; robos; transculturación; abortos en jóvenes a temprana edad; relaciones sexuales promiscuas, etc… El gran vacío de los valores El vacío de los valores, es el vacío de unos imperativos cuya razón de ser no es nada obvia. ¿Por qué? Por que la racionalidad económica y pragmática lo ha invadido todo. Encontramos pensamientos erróneos como: nada vale por si mismo, sino por su utilidad; la obra de arte no se deslumbra por su belleza, si no por la ocasión de invertir que representa; estudiar no es un placer, es un tramite para ganar mas dinero; solo lo numérico y cuantificable -lo aparente en suma- es objeto de complacencia, con esta y otras formas de pensar nos preguntamos ¿Satisface un mundo así?. Tal vez la razón fundamental del vacío de los valores que constatamos no sea otra que el haber condenado al sentimiento a un papel secundario en nuestro trato con los hombres y las cosas. Hay valores están ahí, porque tienen que orientar las preferencias y elecciones de los humanos, pero son valores fácticos llamados “valores de mercado”, lo cual no distingue entre lo categóricamente bueno o malo, ni entre lo justo o lo injusto. Nunca los valores fueron tan mudables, tan dependientes de intereses extraños a las cosas mismas, sujetos a modas y caprichos imprevisibles. Estamos ante una evidente crisis y vacío de valores y preocupa en primer lugar la superficialidad, el vacío y la desinteriorización del hombre que le lleva a vivir de cara al exterior, aturdido entre prisas y ruidos, sin saber a donde va y quien es. Por ello es preciso abrir caminos seguros y coherentes a la Familia, a la escuela, a la juventud y a la sociedad, para buscar valores que den sentido a nuestras vidas, máxime cuando los jóvenes necesitan valores que den sentido a su existencia y que vayan guiando sus pasos por los caminos de la plena realización. Todas las culturas han aceptado los conceptos de amistad, amor, justicia, paz, solidaridad, buen entendimiento, fraternidad. Hay que elevar todo lo hermoso, bueno, verdadero, justo y
bello que vemos en la humanidad para consolidar la paz y la buena convivencia. La familia y la escuela tiene hoy un reto inaplazable: abrir causes para que los grandes valores del humanismo cristiano afloren en sus tareas educativas. Pero no olvidemos que los valores impuestos a la fuerza suelen ser valores rechazados, mientras que los valores sugeridos que dejan un amplio margen a la reflexión serena y a la decisión responsable, suelen ser valores libremente asumidos. Algunos expertos consideran que ha llegado la hora de encontrar auténticos criterios morales, debidamente ponderados, que vayan más allá de la simple eficacia, como el sentido de la autonomía personal, la fuerza de la responsabilidad, la madurez espiritual y moral, la solidaridad hacia los hermanos. Será oportuno recordar que nuestra sociedad vive una profunda desmoralización porque, en el fondo, ha perdido el verdadero sentido de la vida. Los valores, la familia y la educación Entre los mejores regalos que pueden hacer los padres a sus hijos figura el amor incondicional y los valores que estos empleen para regir la vida de aquella persona, que en un futuro será el hombre o la mujer de una sociedad. La carencia de valores se puede observar en todas las clases sociales, desde el más rico hasta el más pobre y entre estos están la perdida de respeto a la autoridad, la impuntualidad, la descortesía, la agresividad, la discriminación, etc.2 Una de las principales causas que se dan por la carencia de valores en las personas es porque muchas crecieron en un entorno familiar en el que no les enseñaron un modelo de persona que represente valores éticos y morales. El valor como tal es uno de los rasgos más importantes que se aprenden en el seno de la educación familiar, por lo que implica una mejor planificación en el campo familiar y en el campo escolar. El proceso de la educación hace referencia siempre a algún modelo axiológico, en cuanto intenta reproducir los valores, actitudes, hábitos, técnicas y conocimientos que predominan en una sociedad determinada, pero las condiciones sociales y tecnológicas de nuestro tiempo exigen un nuevo replanteamiento y quizás una profunda revisión de las funciones que tradicionalmente se le asignan a la educación, para buscar una mejoría en el tema de la recuperación de los valores. Dada la trascendencia de los valores en el hogar, la familia no puede olvidar que allí el hijo recibe las primeras caricias, las primeras enseñanzas, percibe los comportamientos iníciales, es allí donde se ponen los fundamentos éticos que deben gobernar a la persona a atreves de su vida y que luego esos valores los pondrán en práctica en los planteles educativos, no sólo para su crecimiento personal, sino para la buena convivencia con sus compañeros y profesores. Desde el hogar y los colegios se deben fomentar valores como: las religiones que oficialmente promueven la bondad, el valor de lo sagrado y los valores trascendentales y sobrenaturales, tales como la adoración y la salvación eterna. La política que promueve valores sociales y el bien común, además del deporte que conlleva a la disciplina y la salud, también es importante inculcar valores como la cultura, la confianza, la paz, la limpieza, la libertad, la democracia, la rapidez, el perdón, el respeto, la intimidad, la independencia, entre otros tantos que son fundamentales en la vida y que poco a poco se han ido perdiendo. Los valores humanos han sido siempre tema importante de reflexión por parte de los hombres más profundos y más responsables, por ello hoy los queremos llamar a la reflexión por el rescate de nuestros valores.