WARMA KUYAY En el cuento breve e intenso del célebre etnólogo y escritor indigenista peruano: José María Arguedas (1911-1969);"Warma Kuyay" (Amor de Niño), observamos muchos el ementos pertenecientes a la cosmovisión Andina. Andina.
El cuento "Warma Kuyay" ("Amor de niño") muestra un triángulo amoroso, representado por Justina, Ernesto y el Kutu. Justina es el fundamento del mundo andino, ella es EL MUNDO, el lugar de yuxtaposición de ideales de dos culturas; también es la súper-realidad. Ernesto es el niño 'blanco', y Kutu, es el hombre, el indio, ambos personajes enfrentados al binomio amor-odio. El triángulo es roto por el elemento descriptor que destruye la armonía en la sierra: El patrón, el explotador, Froilán. La violación de la indiecita Justina viene a significar la violación de un pacto y de una Cultura. El Amor De Ernesto hacia Justina, una juvenil belleza andina que servía en la hacienda De su tío y que sólo tenía ojos para el Kuto, el mejor novillero Del lugar Ernesto no entendía cómo Justina, con su cara sonrosada, donde se dibujaba unos hermosos labios y unos brillantes ojos negros, podía fijarse en un indio tan feo como el Kuto, De nariz achatada, ojos casi oblicuos y boca ennegrecida por la coca. Justina era alegre y Delicada, mientras que el Kuto era tosco, con cara sapo. El la cantaba y él dominaba con el látigo a las vaquillas Ernesto era el sobrino de uno de los patrones, apenas tenía catorce años y se sentía enamorado de la cholita que rompía el silencio con sus cantos y coqueteos al indio feo No había ninguna esperanza para él, Justina tenía ojos solo para el Kuto y por tanto, pronto sería su mujer Pero ni Ernesto ni el Kuto, se habían percatado que otro hombre también miraba a la muchacha. Era Don Froylán, el
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os, os, se creía con derec derec o sobre a ustina. ¦
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n día, día, cuando cuando se bañaba con os niños en a toma de agua, agua, a violó. on rabia e impotenc impotencia contenida, ontenida, el uto se lo contó a rnesto, rnesto, uien no podía creer lo suc sucedido. on ro ylán ylán,, el soc socio de su tío abía abusado de ustina, ustina, sólo por el ec o de ser su sirvienta Pasada la inc incredulidad, redulidad, el c ico conminó al indio a tomar venganz venganza, a matar con su onda al maldito ue abía roto sus ilusiones de niño.
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Pero el uto no uería acer nada contra su patrón. Se sentía un indio inc incapaz apaz de matar a on ro ylán. ylán. T al al vez vez rnesto cuando grande y rec recibido de abogado aría algo, algo, pero l no, no, porque seguiría siendo el novillero de los patrones. Sus odios los desc descargaba con los animales a quienes golpeaba, golpeaba, salvajemente, salvajemente, quiz quizá pensando que golpeaba a quien abía robado la inoc inocenc encia de ustina. Resentido y penoso, penoso, el uto pidió lic licenc encia y se ue de la acienda a otro pueblo, pueblo, ante el llanto de la tía de rnesto, rnesto, que lo quería como a un ijo. ¦
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esde ese entonc entonces, es, la acienda se quedó sin la igura del indio tosc tosco que robaba los suspiros de ustina. rnesto se quedó en la acienda, ienda, mirando de lejitos a la musa de su warma ku ya ya y quien olvidaba sus tristez tristezas cantando. ¦
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