Trabajo de fin de grado.
Autor: Pablo Vázquez Muiño.
Nombre del departamento: departamento: psicobiología. psicobiología.
Línea del trabajo: psicobiología y procesos psicológicos.
Nombre del tutor: Mª Ángeles Ángeles Pérez Izquierdo. Izquierdo.
DNI: 54126248-A
Correo electrónico: electrónico:
[email protected] [email protected]
Teléfono: 651060243
Título del TFG: El papel los receptores de serotonina en las conductas agresivas en roedores macho.
Resumen:
En este trabajo he analizado la relación que existe entre la monoamina serotonina y los comportamientos agresivos. Para ello realicé un diseño simulado con 18 ratones macho partiendo de la hipótesis de que las alteraciones en los niveles de serotonina en algunos de sus receptores producen un incremento o una disminución de las conductas agresivas. En concreto me he centrado en los cambios que se producen sobre los receptores 5HT1 y 5HT2, mediante la realización de un diseño cuasi experimental pre test pos test con grupo de control, registrando las conductas observadas antes y después de las intervenciones sobre los receptores serotoninérgicos, midiendo la conducta agresiva a través de una escala de observación de 1 a 10.
Palabras clave: serotonina, comportamiento agresivo, receptor, diseño cuasi experimental, observación.
Introducción:
Se puede definir la violencia de diferentes formas, siendo la más usual aquella que la define como un comportamiento que pone en peligro o acaba con la vida de una persona o grupo de personas, pudiendo afectar también a animales, objetos…etc. Con respecto a las personas estos comportamientos pueden presentarse de forma directa cuando una persona o grupo concreto los lleva a cabo sobre otras personas o grupos, o de forma indirecta cuando provienen de un grupo social sin que exista un agresor concreto. También se pueden clasificar en función de quién realiza la acción violenta (un individuo contra otro, un grupo contra otro grupo, un grupo contra un individuo…) o de
su mecanismo desencadenante (predatorio , irritable, territorial, maternal…). Una vez que sabemos lo que es la violencia es importante distinguirla de la agresión, radicando la diferencia entre ambas en que la violencia tiene como objetivo producir un daño
extremo, mientras que en la agresión el objetivo no tiene por qué ser el producir daño a la víctima, pudiendo ser definida como un comportamiento defensivo u ofensivo que se produce como consecuencia de situaciones que se producen fuera del propio sujeto y como una manifestación primaria de impulsos internos. A lo largo del tiempo han surgido teorías procedentes de distintas disciplinas que intentan explicar las conductas agresivas y violentas (modelos neurobiológicos, psicológicos, socioculturales…)
teniendo en común todos ellos el concepto de la
conducta agresiva como un proceso bio- psicosociocultural. Para realizar este trabajo me he centrado en el modelo neurobiológico.
Dentro del modelo neurobiológico se destaca la importancia de los neurotransmisores en el aumento y disminución de las conductas agresivas, en concreto la serotonina juega un papel fundamental, realizando una función facilitadora en la corteza prefrontal, dando lugar a una disminución de la conducta agresiva. Algunos estudios han demostrado como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) contribuyen a reducir la aparición de las conductas agresivas (Coccaro EF, Kavoussi RJ: Fluoxetine and impulsive aggressive behavior in personality-disordered subjects. Arch Gen Psychiatry 1997; 54:1081 – 1088). Los estudios con monos Rhesus y macacos han respaldado la relación entre niveles reducidos de serotonina y conductas agresivas en primates sin restricción de movimiento (Higley JD, Mehlman PT, Taub DM, Higley SB, Suomi SJ, Vickers JH, Linnoila M: Cerebrospinal fluid monoamine and adrenal correlates of aggression in free-ranging rhesus monkeys. ArchGen Psychiatry 1992; 49:436 – 441). La relación entre serotonina y conducta agresiva se ha constatado también mediante otros estudios que han demostrado que existe una correlación negativa entre concentraciones de líquido cefalorraquídeo (LCR) de 5-HIAA (metabolito de la serotonina) e historia de conducta agresiva, tanto en sujetos alcohólicos como en sujetos con trastornos de personalidad. En otro estudio se ha demostrado que existe una disminución de la concentración de 5-HIAA en individuos agresivos. También se ha comprobado que existen correlaciones negativas entre las respuestas de la prolactina a compuestos serotoninérgicos (p. ej, fenfluramina, m-CPP) e historia de agresividad e impulsividad en sujetos con trastornos de la personalidad.
(Salomon et al ., 1994; Coccaro et al ., 1996; Higley et al ., 1996; Eriksson y Lidberg, 1997).
Hay que resaltar que aunque la serotonina juega un papel fundamental en la aparición de conductas agresivas no es el único componente implicado en este tipo de conductas, ya que tanto la dopamina (Navarro et al .;1993; Martín-López et al .,1996; Navarro y Manzaneque, 1997; Manzaneque, 1998) como la noradrenalina (Volavka, 1995 ), el GABA (Martín-López, 1997; Martín-López y Navarro, 1996, 1997), los opioides (Espert et al ., 1993; Navarro y Dávila,1997) y el óxido nítrico (Navarro et al .,1997) contribuyen en mayor o menor medida al incremento o disminución de las conductas agresivas.
Durante la realización del trabajo profundizaremos sobre el papel de dos tipos de receptores serotoninérgicos (5HT1 y 5HT2) en el aumento y disminución de los niveles de serotonina en el organismo y por tanto en los cambios en las conductas agresivas. Para ello partiremos del supuesto de que la estimulación con agonistas selectivos en los receptores 5HT1 tiene efectos anti agresivos, siendo éstos específicos, y que los antagonistas para este tipo de receptor no tienen efectos en la reducción de la conducta agresiva, mientras que para los receptores del tipo 5HT2 partiremos del supuesto menos claro de que los antagonistas para este tipo de receptor (como la risperidona) podrían reducir las conductas agresivas. El estudio que he realizado queda estructurado en torno a tres hipótesis que pondremos a prueba: -
Hipótesis I: La estimulación de los receptores de serotonina de tipo 5HT1 con agonistas selectivos reducen las conductas agresivas.
-
Hipótesis II: La estimulación de los receptores 5HT1 con antagonistas selectivos no produce una disminución de la conducta agresiva.
-
Hipótesis III: La estimulación de los receptores 5HT2 con antagonistas puede dar lugar a una disminución de las conductas agresivas.
Se podría haber añadido una cuarta hipótesis, en referencia a lo que sucedería con la estimulación de los receptores 5HT2 con agonistas, pero debido a la falta de estudios y de información al respecto se ha descartado.
Método:
La metodología que hemos seguido para la realización de este trabajo ha sido la de un diseño cuasi experimental pre test /pos test con grupo de control. El diseño se ha realizado con ratones de laboratorio, un total de 18, todos ellos machos. Se han divido a los 18 sujetos en seis grupos, compuesto cada uno de ellos por tres ratones y siendo tres de ellos grupos experimentales y los otros tres grupos de control. Hemos elegido ratones macho para todos los grupos debido a que los efectos de la serotonina en la conducta agresiva pueden variar según el sexo, por lo que hemos decidido centrarnos sólo en lo que ocurre en los ratones macho. Los grupos quedan estructurados de la siguiente forma:
-
Grupo 1: ratones cuyo receptor 5HT1 ha sido estimulado con un agonista selectivo.
-
Grupo 2: ratones del grupo de control para el grupo 1.
-
Grupo 3: ratones cuyo receptor 5HT1 ha sido estimulado con un antagonista selectivo.
-
Grupo 4: ratones del grupo de control para el grupo 3.
-
Grupo 5: ratones cuyo receptor 5HT2 ha sido estimulado con un antagonista selectivo.
-
Grupo 6: ratones de grupo de control para el grupo 5.
Mediante una escala de observación del 1 al 10 hemos cuantificado la conducta agresiva de los ratones en los seis grupos, tanto antes de realizar la intervención (medida pre-test) como al finalizar la misma (medida pos- test). Una vez que obtuvimos las medidas pre test de los seis grupos hemos realizado la intervención sobre el grupo uno, modificando los receptores serotoninérgicos 5HT1 a través de la administración de un agonista selectivo (buspirona) y hemos comparado sus niveles de agresividad con los del grupo de control mediante su interacción con ratones cuyos receptores no han sido modificados. La intervención sobre el grupo tres ha consistido en estimular los receptores 5HT1 con un antagonista selectivo, mediante pindodol y tras la intervención se han comprobado los niveles de agresividad de estos ratones mediante su interacción con ratones cuyos receptores no estaban alterados. La intervención sobre el grupo 5 ha consistido en la estimulación de los receptores 5HT2 con un antagonista selectivo (risperidona) y tras la administración de la misma se ha medido la conducta agresiva de los ratones en interacción con otros ratones normales.
Una vez finalizada la intervención sobre los 3 grupos y recopilados los resultados hemos procedido a comparar los resultados obtenidos antes de realizar la intervención (medidas pretest) con las obtenidas tras realizar la intervención. (medidas pos test)
La variable dependiente (VD) que se ha medido a lo largo de todo el procedimiento ha sido el incremento o la disminución de la conducta violenta mediante su cuantificación a través de una escala de observación de 1 a 10, siendo 1 ausencia total de conducta agresiva y siendo 10 la expresión máxima de la misma. La comparación de los
resultados obtenidos antes de realizar las intervenciones y después de las mismas han sido usados para comprobar las hipótesis de partida.
La variable independiente (VI) que se ha medido durante la realización de este estudio ha sido la manipulación de los receptores serotoninérgicos (5HT1 y 5HT2) mediante la estimulación con agonistas o antagonistas selectivos. Hay que resaltar que en los receptores serotoninérgicos 5HT2 no hemos realizado la estimulación con agonistas debido a la ausencia de estudios suficientes sobre esta condición que pudieran probar el aumento o la disminución del comportamiento agresivo en los sujetos.
Por último se resalta que este trabajo se ha llevado a cabo cumpliendo con los principios de tratamiento ético a los sujetos que han participado en esta investigación según el Comité de ética de la investigación y el bienestar animal del instituto de salud Carlos III de España.
Resultados:
Comenzamos mostrando los resultados obtenidos al medir la conducta agresiva de los sujetos en los tres grupos sobre los que se va a realizar la intervención (medida pre-test) y en sus respectivos grupos de control.
-
Grupos de intervención (medidas pre test)
Grupo 1: (estimulación receptores 5HT1 con agonista selectivo)
Sujeto 1 2 3
Agresividad (1-10) 5 4 5
Grupo 3: (estimulación receptor 5HT1 con antagonista selectivo)
Sujeto 1 2 3
Agresividad (1-10) 6 4 5
Grupo 5: (estimulación receptor 5HT2 con antagonista selectivo)
Sujeto 1 2 3 -
Agresividad (1-10) 4 7 5
Grupo de control (medida pre test)
Grupo 2: (grupo de control para el grupo 1)
Sujeto 1 2 3
Agresividad(1-10) 3 4 5
Grupo 4: (grupo de control para el grupo 3)
Sujeto 1 2 3
Agresividad (1-10) 5 4 6
Grupo 6: (grupo de control para el grupo 5)
Sujeto
Agresividad (1-10)
1 2 3
4 5 7
- Medias pre-test: (Anexo A) Grupo 1 (pre-test) 2(pre-test) 3(pre-test) 4(pre-test) 5(pre-test) 6(pre-test)
Media de agresividad 4,66 4 5 5 5,33 5,33
A continuación procedemos a mostrar los resultados obtenidos tras la realización de la intervención y la comparación de las medidas obtenidas con las del grupo de control. -
Grupos de intervención (medidas pos test):
Grupo 1: (estimulación receptores 5HT1 con agonista selectivo)
Según nuestra hipótesis de partida la estimulación de los receptores serotoninérgicos 5HT1 con un agonista selectivo (en este caso buspirona) debería producir un descenso de la conducta agresiva observada tras la administración del mismo. Sujeto 1 2 3
Nivel de agresividad (1-10) 3 4 2
Grupo 3: (ratones cuyo receptor 5HT1 ha sido estimulado con un antagonista selectivo)
La hipótesis de partida para este grupo era que la estimulación de los receptores serotoninérgicos 5HT1 con un antagonista selectivo (pindodol) no producía efecto sobre la conducta agresiva.
Sujeto 1 2 3
Nivel de agresividad (1-10) 5 5 6
Grupo 5: (ratones cuyo receptor 5HT2 ha sido estimulado con un antagonista selectivo)
En este caso hemos estimulado los receptores 5HT2 con risperidona, que basándonos en una de nuestras hipótesis de partida debería producir una disminución de la conducta agresiva. Sujeto 1 2 3
-
Nivel de agresividad (1-10) 2 5 3
Grupos de control (medidas pos test) Grupo 2 (grupo de control para el grupo 1)
Sujetos 1 2 3
Nivel de agresividad (1-10) 3 2 5
Grupo 4 (grupo de control para el grupo 3)
Sujetos 1 2 3
Nivel de agresividad (1-10) 4 4 3
Grupo 6 (grupo de control para el grupo 5)
Sujetos 1 2 3
Nivel de agresividad (1-10) 5 6 4
Medias pos-test: (Anexo A)
Grupo 1 (pos-test) 2(pos-test) 3(pos-test) 4(pos-test) 5(pos-test) 6(pos-test)
Media de agresividad 4,50 3,33 5,33 3,66 3,33 5
Discusión:
El objetivo del estudio realizado era comprobar hasta qué punto se cumplían algunos supuestos establecidos hasta el momento a cerca de la relación entre la serotonina y el comportamiento agresivo. Para ello hemos partido de la comprobación de tres supuestos extraídos de otros estudios anteriores. Para realización de este estudio se ha optado por utilizar un diseño cuasi experimental de tipo pre test- pos test con grupo de control. Hemos comprobado cada una de las hipótesis de forma independiente, realizando las medidas iniciales de las conductas agresivas tanto para los grupos de intervención como para los grupos de control y estableciendo posteriormente una comparación de los resultados obtenidos para cada una de las condiciones, es decir, se ha comparado dentro de cada hipótesis las medias obtenidas antes de realizar la intervención y después de la misma, al igual que en los grupos de control.
Para la primera hipótesis (hipótesis I) observamos que los niveles de agresividad en las medidas pre test son de 4,66 (grupo uno) y 4 (grupo dos), cercanas ambas a la mitad de la escala de observación. En las medidas pos test las medias son de 4,5 para el grupo uno y de 3,33 para el grupo dos, lo cual confirma nuestra primera hipótesis: la estimulación de los receptores de serotonina con un agonista selectivo (buspirona) conlleva una reducción de las conductas agresivas en los roedores macho. Hay que resaltar que pese a que en teoría se cumple la hipótesis de partida la reducción no es
muy significativa, probablemente porque no se han tenido en cuenta otros factores importantes a la hora de realizar la medición de la conducta agresiva. En el caso de nuestra segunda hipótesis (hipótesis II) las medidas pre test alcanzan los valores de 5 para el grupo de intervención (grupo tres) y 5 para el grupo de control (grupo cuatro). En las medias pos test la media del grupo de intervención es superior a la media pre-test del mismo grupo de intervención (5,33), y en el grupo de control postest la media es inferior a la media pre-test del mismo grupo (3,66). Para esta segunda hipótesis los datos reflejan que se ha cumplido, ya que la intervención sobre los receptores 5HT1 con un antagonista selectivo (en este caso pindodol) no han producido una disminución de la conducta agresiva, es más, ha aumentado ligeramente con respecto a las medidas obtenidas antes de realizar la intervención ( medida – pre test). Este aumento puede ser debido a otras variables que en la realización de nuestro estudio se han escapado de nuestro control, ya sólo nos hemos centrado en lo que ocurre cuando se producen cambios sobre los receptores de serotonina, sin tener en cuenta otros elementos importantes que también intervienen en la conducta agresiva.
Con respecto a nuestra tercera hipótesis (hipótesis III) los resultados de las medias pre test son de 5,33 en el grupo de intervención (grupo cinco) y de 5,33 para el grupo de control (grupo seis).Las medias pos test son las siguientes: para el grupo de intervención (grupo cinco) 3,33 y para el grupo de control 5 (grupo seis). La hipótesis de partida de que la estimulación de los receptores 5HT2 con un antagonista selectivo (risperidona) producía una disminución de la conducta agresiva se ha cumplido, ya que la media de conducta agresiva en el grupo de intervención pos-test es inferior a la media del grupo de intervención pre-test. En esta última intervención es donde se produce un descenso de la conducta agresiva más acusado pese a que la hipótesis en la que se basa esta intervención era la menos clara de las tres, lo cual nos lleva a suponer que esta disminución de la conducta agresiva podría estar influida por otros factores que no hemos tenido en cuenta a la hora de realizar la intervención.
Antes de finalizar este apartado sobre el estudio me gustaría comentar algunas limitaciones con las que me he encontrado a la hora de hacer este estudio.
En primer lugar, la metodología empleada para medir la conducta agresiva no ha sido la más objetiva posible, ya que una escala de observación de la conducta agresiva puede implicar diferencias notables en la interpretación de la conducta, y por lo tanto alterar los resultados de forma significativa. En segundo lugar nos hemos centrado en el papel que tienen algunos receptores de la serotonina en la conducta agresiva, pero no hemos analizado por completo el papel que tiene la misma en este tipo de conductas, ya que existen otro tipo de receptores de serotonina que están implicados de alguna forma en las conductas agresivas (5HT3, 5HT4, 5HT2C…). Por otra parte hay que tener en cuenta otra limitación de este estudio y es que suponer que la conducta agresiva depende únicamente de la serotonina y de las variaciones de sus niveles o de la estimulación de sus receptores con agonistas o antagonistas sería caer en un grave error, ya que se ha demostrado en otros estudios que este tipo de conducta está mediada por otras sustancias, como la dopamina, el GABA o el glutamato, lo cual puede indicarnos que la validez interna de este estudio ha podido quedar comprometida. Con respecto a problemas relacionados con la validez externa del estudio hay que tener en cuenta que el tamaño de la muestra de los distintos grupos es demasiado pequeña y que no se ha tenido en cuenta la influencia de ciertas variables en el estudio, por lo que la generalización de los resultados obtenidos hay que tomarla con cierta cautela, debido a que han podido influir en los resultados algunos factores organísmicos a la hora de seleccionar los sujetos para los distintos grupos y también factores situacionales, como el ambiente en el que se ha realizado dicho estudio.
Todos estos inconvenientes citados anteriormente reflejan cierta limitabilidad en este estudio y la necesidad de replicarlo posteriormente realizando una mejora de la metodología a seguir. Pese a las limitaciones que hemos señalado hay que resaltar que las tres hipótesis de las que hemos partido para realizar este estudio se han cumplido, tal y como se esperaba, lo cual refuerza la idea que tenemos acerca del papel de la serotonina en las conductas agresivas en roedores. Esto nos abre una nueva puerta de cara al futuro ya que si los resultados obtenidos en este estudio se pueden generalizar a seres humanos estaríamos ante un prometedor avance en la curación de ciertos síntomas (en este caso la conducta agresiva) en algunos trastornos como esquizofrenia, trastornos de personalidad y otros.
Anexo A: Medias PRE-TEST 6
5
4
3
2
1
0 Grupo 1
Grupo2
Grupo3
Grupo4
Grupo5
Grupo6
Grupo 5
Grupo 6
Medias POTS-TEST 6
5
4
3
2
1
0 Grupo 1
Grupo 2
Grupo 3
Grupo 4
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-
Salomon et al ., 1994; Coccaro et al ., 1996; Higley et al ., 1996; Eriksson y Lidberg, 1997.
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Martín-López, 1997; Martín-López y Navarro, 1996, 1997.
- Navarro et al .; 1993; Martín-López et al ., 1996; Navarro y Manzaneque, 1997; Manzaneque, 1998.
DECLARACIÓN JURADA DE AUTORÍA DEL TRABAJO CIENTÍFICO, PARA LA DEFENSA DEL TRABAJO FIN DE GRADO
Fecha: 10 de mayo de 16 Quién se suscribe: Autor: Pablo Vázquez Muiño
D.N.I.: 54126248- A Hace constar que es la autor(a) del trabajo:
En tal sentido, manifiesto la originalidad de la conceptualización del trabajo, interpretación de datos y la elaboración de las conclusiones, dejando establecido que, aquellos aportes intelectuales de otros autores, se han referenciado debidamente en el texto de dicho trabajo . DECLARACIÓN: •
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Garantizo que el trabajo que remito es un documento original y no ha sido publicado, total ni parcialmente, en otra revista. Certifico que he contribuido directamente al contenido intelectual de este manuscrito, a la génes is y análisis de sus datos, por lo cual estoy en condiciones de hacerme públicamente responsable de él. No he incurrido en fraude científico, plagio o vicios de autoría; en caso contrario, aceptaré las medidas disciplinarias sancionadoras que correspondan.