TRABAJO TEÓRICO
Carolina Da Silva Francisca Lohaus Profesor: Fecha:
Jonathan Rojas 18 noviembre de 2017
Pregunta 1: ¿Es la Lengua de Señas una lengua natural? ¿Por qué?
La lengua es la función que expresa pensamientos y comunicaciones entre la gente, permite designar las cosas actuales (y razonar acerca de ellas) y crear significados. Contrariamente a lo que ciertas teorías lingüísticas formales harían a uno creer, la lengua natural no fue fundamentada sobre una verdad racional, sino que se desarrolló y organizó a partir de la experiencia humana.
Existía tiempo atrás una falsa creencia respecto de que las lenguas de signos eran sólo un conjunto de gestos y mímicas sin organización ni estructura. Ahora, gracias a los estudios realizados durante muchos años, se sabe que las lenguas de signos son formas de comunicación manual, que dependen fundamentalmente del canal visual para percibir la información lingüística y que son utilizados por las distintas comunidades de sordos del mundo como el principal medio de comunicación. Al ser lenguas viso-gestuales, utilizan dimensiones de espacio y movimiento para transmitir información (Herrera, 2006). Las lenguas de signos constituyen sistemas lingüísticos no solo por su función comunicativa, sino también por sus propiedades y principios estructurales. Son lenguas naturales, en el sentido de que surgen y evolucionan al interior de las diferentes comunidades de usuarios (sordas y oyentes) con independencia de las lenguas habladas mayoritarias en la misma región o país. La riqueza de su componente semántico y su cerrada relación con los aspectos prácticos de los contextos en los cuales se usan, otorga a los lenguajes naturales un gran poder expresivo. Este enfoque social en el aprendizaje de una lengua se enmarca en la interrelación del hablante con el contexto, que le permite su desarrollo como agente social (Grosjean, 2000).
La lengua de señas, para Grosjean (2000), es una lengua natural plenamente desarrollada que asegura la comunicación completa e integral. Esto se debe a que el desarrollo neuromotor del sistema que se usa para la articulación de la lengua de señas se desarrolla antes que el sistema necesario para la articulación de palabras (Herrera, 2006). Por ende, la lengua de señas es una lengua que se da de forma natural para aquellos que no pueden comunicarse por medio de la voz, haciéndolo por medio de sus manos, cuerpo y gestos, siendo esta comunicación viso-espacio-gestual.
El pronto aprendizaje de la lengua de señas a un niño permite que se pueda comunicar con fluidez con sus padres y sus pares, permitiendo su desarrollo e identificación cultural con el mundo sordo, además de jugar un papel importante en el desarrollo cognitivo y social del niño, adquirir conocimientos sobre el mundo que le rodea y facilitar el aprendizaje de una segunda lengua. Una primera lengua adquirida con normalidad, se trate ya de una lengua oral o de signos, estimulará en gran medida la adquisición de una segunda lengua (Grosjean, 2000).
Pregunta 2: ¿Qué se entiende por Comunidad Sorda? ¿Hay una cultura sorda? ¿Cuál es el papel de la Lengua de Señas?
Una comunidad es un conjunto de personas que viven bajo las mismas reglas o que tienen intereses en común. Según esa definición se entiende por Comunidad Sorda a las personas sordas, que comparten una serie de características que las distinguen de los oyentes, por ejemplo: poseen una lengua viso-gestual que les es propia y una serie de costumbres y valores que surgen de su condición visual, como los saludos, despedidas, aplausos, reglas propias en las interacciones sociales, entre otros (Paz y Salamanca, 2009). Otro elemento muy simbólico en su comunidad es la forma de presentarse, con un apodo. Esta esa una seña que identifica a cada persona sorda o oyente que haya sido “bautizada” por otro sordo o sordos. En Chile corresponde generalmente a una característica que se destaca en su físico. Siempre primero darán a conocer su apodo y luego su nombre con la dactilología. Otra característica de su cultura es su forma frontal de comunicar las cosas, sin importarles si es políticamente correcto o no, simplemente lo dicen sin rodeos. También es distinta la forma como inician la conversación; esta puede ser con un movimiento de manos, o apagando y prendiendo las luces para llamar la atención de la persona con la que se quiere hablar.
Hay una cultura sorda donde el elemento cultural predominante y fundamental es la lengua de señas, la cual marca la diferencia y determina la condición de minoría lingüística de este grupo. En torno a ella se relacionan los miembros de esta comunidad ya que les proporciona la libertad para expresar y construir su identidad. Por otra parte, la lengua como sistema lingüístico no sólo es un instrumento comunicativo, sino un hecho de naturaleza social. Más aún, la lengua constituye el elemento unificador en el que se articula la cultura de un pueblo (Morales García, 2014). Al percibir e interpretar la realidad de forma distinta al mundo oyente, la Comunidad Sorda construye y piensa sus significados, arte y cultura en su realidad viso-espacio-gestual.
Por siglos, la comunidad de sordos ha sido limitada por los oyentes, a través de una estrategia colonizadora: considerando la sordera como una patología. Esto permitió que la discusión sobre la sordera sea llevada hacia la rehabilitación, sin dar oportunidad a que los sordos participaran en ella (Skliar, C. 1997). En esta mirada colonizadora se ha deshumanizado al sordo, despojándole de su identidad y de su derecho a decidir sobre su vida, considerándolo como un ser incapaz (Ladd, 2008). Un ejemplo de esto lo constituyó el Congreso de Milán, que hasta el día de hoy influye en los planteamientos y políticas públicas respecto a la educación de sordos, incluyendo a Chile (Paz y Salamanca, 2009).
Pregunta 3: ¿Qué fue el congreso de Milán 1880? ¿Cuáles fueron sus consecuencias?
Este congreso fue un hito obscuro en la historia de los sordos. La finalidad de este fue erradicar de forma total la lengua de señas de la educación, poniendo como objetivo principal la enseñanza de la lengua hablada y la integración social del sordo a través de ella como único camino para acceder a la cultura y el conocimiento. A esta tendencia se la llamó oralista y la misma se extendió por todo el mundo. El oralismo asume que las lenguas de signos son sistemas lingüísticos incompletos cuyo uso impide el aprendizaje de la lengua oral mayoritaria.
En esa epoca existian dos tendencias en el mundo respecto a la educación de los sordos: la tendencia francesa, defendida por L’Epée, basada en la lengua de señas como una forma de preparar intelectualmente al alumno para la vida ciudadana. La segunda tendencia fue la del alemán Heinicke, quien planteaba que el objetivo principal de una escuela para sordos debía ser el que aprendieran a hablar para integrarlos a la sociedad oyente.
Existían adeptos y opositores para ambos movimientos. La mayor parte de los sordos defendían el método francés, ya que el método alemán implicaba un inmenso sufrimiento para el estudiante sordo. Sin embargo, quienes más defendían el método alemán eran los oyentes quienes veían la lengua de señas como un atentado a la moral, queriendo reprimirla a toda costa. Quienes conformaban este congreso y tenían el poder de elegir lo mejor para los sordos, paradójicamente, eran todos oyentes. Esto trajo como consecuencia una reforma en todas las escuelas de sordos de Europa: los niños sordos perdían así la posibilidad de tener una adultez plena. Estos niños dejaron en evidencia que el nivel del aprendizaje del habla fue mediocre, sus habilidades lectoras eran muy bajas para su edad y muchos mostraban graves problemas psicológicos. También se deja en evidencia cómo el niño que no esta expuesto a ella desde temprana edad tiende a ser más tímido, su mundo y sus percepciones sobre el mismo parecieran volverse más pequeños, al igual que un niño oyente cuando en su entorno no hay quien lo estimule. A pesar del intento de abolir la lengua de señas, aun en los colegios oralistas esta seguía más viva que nunca, ya que los niños de todas formas se comunicaban con ellas al no estar a la vista de algún profesor.
Chile no ha estado ajeno a esta controversia, pues asume íntegramente las conclusiones de este congreso y decreta el oralismo como única opción comunicativa para la comunidad sorda. Este modelo posee una concepción clínica de la sordera, que sustituye los objetivos pedagógicos por objetivos
terapéuticos;
considera
al
sordo
como
un
paciente
y
al
profesor
como
rehabilitador-terapeuta. Esta concepción colonizadora de la sordera se expresa en metodologías y pedagogías centradas en la deficiencia (Herrera, 2010).
Referencias
Ladd, P. (2008). Colonialism and resistance: A brief history of Deafhood. Open your eyes: Deaf studies talking , 42-59.
Grosjean, F. (2000). El derecho del niño sordo a crecer bilingüe. Sección de Educación de Difusord (Asociación
de
Difusión
de
la
Comunidad
Sorda).
Barcelona.
Recuperado
de
http://www2.iberopuebla.mx/micrositios/cu2015/docs/discapacidad/El%20derecho%20al%20bilingua lismo_Grosjean.pdf
Fernández Martín, P. (2014) "La conciencia lingüística en el aula de ELE: lengua artificial, lengua natural y diversidad sociolingüística." Revista Internacional de Lenguas Extranjeras = International Journal of Foreign Languages.
Herrera, V. (2006). Bases neurológicas del lenguaje hablado y signado. Revista chilena de Fonoaudiología, 7 (2), 59-71.
Herrera, V. (2010). “Estudio de la población sorda en Chile: evolución histórica y perspectivas lingüísticas, educativas y sociales”. Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva, Vol. 4. Nº 1 pp. 211-226.
Morales García, A. (2014). Ser sordo. Aproximación a una pedagogía desde la diferencia/Being Deaf. An approach to pedagogy starting from difference. Ensayo y Error , (37), 77-106.
Paz C., M. y Salamanca Salucci, M. (2009). Elementos de la Cultura Sorda: una base para el currículum intercultural. Revista de Estudios y Experiencias en Educación, 8 (15), 31-49.
Sacks, O. (2017). Veo una voz (Vol. 710). Anagrama.
Skliar, C. (1997). La educación de los sordos. Una reconstrucción histórica, cognitiva y pedagógica. EDIUNC, Mendoza.