Tony Tony Smith “Los “Los Modelos Modelos del Imperialismo Imperialismo”” 2. La infuencia del imperialismo: La perspectiva de un siglo, !"#$%. &ste cap'tulo se divide en dos partes: la primera e(amina las diversas organi)aciones organi)aciones estatales en la peri*eria, identi+cando las caracter'sticas caracter'sticas internas generales ms responsa-les de la gran diversidad de respuestas al imperialismo. o se trata de negarlas si la importancia de /ste, sino de preguntarnos, una ve) aceptada la trascendencia del imperialismo, cules *actores locales destacan como determinantes del curso posterior de los acontecimientos. La segunda parte del cap'tulo rea+rma el argumento de la primera parte en t/rminos de una cr'tica com0n entre los estudiosos del imperialismo de los siglos 1I1 y 11 ue conceden al poder moldeador del sistema internacional so-re la peri*eria una importancia mayor de la ue merece. &n 0ltima instancia no se trata de escoger entre las varia-les internas y e(ternas sino de ver c3mo *uncionan 4untas, predominando unas de las otras, en una interacci3n en la ue participan todas. La primera parte del cap'tulo se ocupa especialmente de los tres cuartos de siglo anteriores a $%, la segunda parte incluye una discusi3n so-re el desarrollo de la peri*eria en /pocas ms recientes. &L &ST567 8&9I&9I;7 < &L IM8&9I5LISM7: La estructura primaria singular ue de-iera e(aminar el estudioso del imperialismo para entender la infuencia del sistema internacional so-re la peri*eria es la organi)aci3n del &stado en tal peri*eria, aun en los am-ientes coloniales, donde el aparato estatal se encontra-a -a4o el control e(tran4ero en los niveles ms altos, los ciudadanos de cada naci3n pose'an invaria-lemente un poder importante en niveles in*eriores del go-ierno y en diversas maneras in*ormales. ue precisamente la suerte de estas constelaciones de intereses ue se adapta-an o se opon'an al go-ierno e(tran4ero lo ue e(plica muchas de las di*erencias importantes del patr3n de la descoloni)aci3n de la posguerra. ;uando a+rmamos ue de-e investigarse el estado de la peri*eria para entender el e*ecto del imperialismo imperialismo en estas )onas de-e tomarse ese t/rmino en el sentido amplio de la organi)aci3n organi)aci3n de la vida pol'tica all'. La estructura pol'tica hist3ricamente hist3ricamente especi+ca de los grupos de clase y de comunidad ue luchan o se al'an entre s' para ganar identidad en t/rminos de las instituciones. 5s' como de-e entenderse la diversidad de las estructuras pol'ticas locales ue luchan en *avor o en contra del go-ierno colonial colonial para darle sentido al intricado patr3n de la descoloni)aci3n, el con4unto de estructuras estatales e(istentes en el Sur, en los siglos 1I1 y 11, es seguramente el me4or elemento de organi)aci3n general disponi-le para clasi+car el gran numero de casos involucrados y para entender su e(periencia. 8or mas grande ue sea la diversidad e(istente entre los pa'ses sure=os, casi todos ellos tienen en com0n
un aparato estatal ue depende de la agregaci3n de algunos intereses locales por lo menos y ue posee la capacidad necesaria para reali)ar siuiera algunas iniciativas acerca de cuestiones internas e internacionales. &n este sentido, el uso de la pala-ra “neocolonial” resulta enga=oso en la medida en ue insinu/, como aparentemente lo hace para muchos, ue son triviales las distinciones e(istentes entre la posici3n independiente y la posici3n colonial. &ntre !%> y $?, el comercio mundial aument3 de cerca de 2!>> millones de d3lares a ?!2>> millones, mientras ue la inversi3n internacional aumento de cerca de >>> millones de d3lares a ?$.>>> millones. La historia de 5sia y *rica 7ccidental en el siglo 1I1 es en gran medida la del *racaso de este sue=o. La desintegraci3n de sus reg'menes pol'ticos, la ocupaci3n de sus tierras, la humillaci3n de sus culturas: estos *ueron los *rutos de *actores internos impulsados por la infuencia corrosiva del poder europeo. Sin em-argo, en el caso de 5m/rica Latina, las posi-ilidades ue -rinda-a a la regi3n el contacto con el sistema internacional despu/s de mediados del siglo alenta-an en la e(portaci3n de productos ganaderos, agr'colas y minerales, y tend'an a con+rmar el poder del &stado contra las divisiones internas. &n cam-io, aparte de las di*erencias e(istentes en sus rutas de desarrollo social y pol'tico, 5ustralia y @ap3n respondieron a la di*usi3n internacional de la revoluci3n industrial con su propia industriali)aci3n y con la evoluci3n de *ormas de go-ierno relativamente esta-les. Los *actores econ3micos ms importantes se re+eren a un con4unto de cuestiones en ue se cuentan la dotaci3n de recursos naturales, el clima, las presiones demogr+cas, la disponi-ilidad de capital, la e(istencia de un gran mercado local, y la -ase de ha-ilidades de los tra-a4adores nativos. LeAis sostiene ue ciertas com-inaciones espec'+cas de la so-repo-laci3n y los climas des*avora-les para la producci3n de algunos cultivos pueden ha-er impedido el acceso *cil de muchos pa'ses industriales al desarrollo industrial mediante la integraci3n con la econom'a mundial. &stos dos pro-lemas com-inados crea-an un o-stculo enorme para la revoluci3n agr'cola ue se reuer'a como antecedente, o por lo menos como concomitante, de una revoluci3n industrial. Tam-i/n su-raya LeAis la importancia de otros *actores ecol3gicos: “La ra)3n principal de ue la India se haya desarrollado con mayor lentitud ue casi cualuier otro pa's *ue simplemente la *alta de agua” Si Brasil hu-iese tenido la clase de car-3n adecuada, es pro-a-le ue para $? ha-r'a avan)ado considera-lemente por el camino ue lo llevar'a a convertirse en una gran potencia industrial” Cran Breta=a y @ap3n, 5m/rica Latina carec'a de hierro, com-usti-les, industriales capital a-undante, mano de o-ra cali+cada, o la clase de v'as de comunicaci3n ue ha-r'an propiciado la e(istencia de mercados regionales ms e+caces. 5s' se e(plica ue haya ha-ido en la peri*eria vastas di*erencias re*erentes a la e(pansi3n mundial de la revoluci3n industrial impulsada por el poder'o europeo. 5 pesar de su diversidad, 5ustralia y @ap3n lograron industriali)arse. &n cam-io, la 5m/rica Latina del siglo 1I1 era menos dinmica en lo econ3mico y menos esta-le en lo pol'tico aunue parec'a ms capa) ue ;hina, el Imperio
otomano y las ciudades estado de D*rica 7ccidental para tratar con el sistema internacional. &sta o-servaci3n podr aclararse todav'a ms mediante una comparaci3n ms detenida de Eargentina y 5ustralia. 5unue am-os eran pa'ses de asentamiento europeo e iniciaron su desarrollo econ3mico con la e(portaci3n de productos agr'colas y ganaderos, la venta4a australiana era clara antes de la 8rimera Cuerra Mundial. Facia $?, la producci3n manu*acturera per cpita de 5ustralia era igual al G" H de la producci3n norteamericana, mientras ue la producci3n argentina apenas llega-a al 2? H de la producci3n norteamericana. 8ara mediados de los a=os sesenta, el ingreso nacional australiano casi triplica-a el de 5rgentina y surg'a de una -ase industrial mucho ms avan)ada y diversi+cada. 6os condiciones -sicas parecen ha-er *avorecido a los australianos. 8rimero esta-an mucho ms involucradas ue los argentinos en el sistema econ3mico internacional: ya en !!", la inversi3n e(tran4era era casi cinco veces mayor en 5ustralia, mientras ue las e(portaciones australianas eran mayores en cerca del 2> H en t/rminos per cpita. &n segundo lugar, la ausencia virtual de agitaciones violentas en 5ustralia y la po-laci3n relativamente homog/nea y m3vil del pa's, contrasta-an de *orma clara con la situaci3n de 5rgentina, donde el euivalente de una aristocracia rural go-erna-a un pa's con una larga historia de des3rdenes civiles. &n cam-io, la 5m/rica espa=ola surgi3 econ3micamente empo-recida y en lo pol'tico dividida de la lucha de Independencia. &n esa /poca se esta-a *ormando una relaci3n sim-3lica en la ue la esta-ilidad pol'tica de 5m/rica Latina aumenta-a los intereses econ3micos en el continente en *orma de pr/stamos y comercio. na de las acusaciones ue suelen *ormularse contra el imperialismo -ritnico es la “demora” y la “distorsi3n” del desarrollo econ3mico latinoamericano por e*ecto del impulso otorgado a una *orma de crecimiento econ3mico “dependiente”. Seg0n este argumento, al estimular las econom'as -asadas en la e(portaci3n de materias primas, los grupos locales ue se -ene+cia-an de tal comercio pudieron tomar el poder pol'tico y esta-lecer as' un sistema de relaciones sociales ue desalenta-a la industriali)aci3n. ;ualesuieran ue hayan sido los o-stculos pol'ticos a ciertas *ormas del cam-io econ3mico en 5m/rica Latina, *ueron sin duda mayores en reg'menes tradicionales, tales como los de ;hina, D*rica 7ccidental y el Imperio 7tomano. ;omo e4emplo: la construcci3n de *errocarriles. &l primer *errocarril se a-ri3 en ;hina apenas en !G" y poco despu/s *ue desmantelado por e*ecto de la violenta oposici3n popular a su uso. 8ara $>> 5rgentina ten'a un Jilometra4e siete veces mayor ue el de ;hina. Mientras ue los *errocarriles argentinos *ortalec'an el poder pol'tico en ciertos grupos, en ;hina ocurr'a lo contrario, esto se de-'a a los confictos sociales e(istentes. L5 9&IT&95;I7 6& L5 I6&TI656 6&L &S&ST567 8&9I&9I;7: 5 +n de aclarar me4or el argumento presentado en las pginas anteriores, vamos a contraponerlo al modo de anlisis ue acaso predomina mas hoy en el escudo de los e*ectos del imperialismo so-re la peri*eria desde los primeros
decenios del siglo 1I1. La caracter'stica ms distintiva de esta tendencia es su insistencia en ue se contemplen los desarrollos sociales de D*rica, 5sia y 5m/rica Latina dentro de un conte(to hist3rico y mundial dominado por la *uer)a del imperialismo. &l derrum-e pol'tico o el autoritarismo el conficto social o la guerra civil, el atraso econ3mico o la po-re)a masiva: todo esto se imputa al *uncionamiento de un sistema internacional dominado primero por Cran Breta=a y luego por &stados nidos. ;on respecto a la econom'a Fenriue ;ardoso considera ue en muchos pa'ses del Tercer Mundo el proceso sigue siendo neocolonial porue los sectores l'deres estn inevita-lemente controlados por corporaciones multinacionales ue tienen su sede en el norte. 8ero si el Tercer Mundo no puede desarrollarse con su situaci3n dependiente, tampoco puede hacerlo sin ella. Lo ue ha ocurrido es ue las elites pol'ticas locales de estas reas han estructurado casi invaria-lemente su go-ierno interno en una coalici3n de intereses nacionales *avora-les para la cone(i3n internacional, no es el mero poder'o econ3mico del e(terior lo ue dicta la situaci3n dependiente del Sur, sino las consecuencias sociol3gicas de este poder. &ste anlisis no trata de arro4ar dudas so-re el hecho de ue el sistema internacional, -a4o la *uer)a e(pansionista del capitalismo europeo y norteamericano, a*ect3 el desarrollo interno de reas tecnol3gicamente atrasadas de todo el mundo durante los 0ltimos dos siglos. 6e acuerdo con el anlisis presentado en la primera parte de este cap'tulo, la organi)aci3n pol'tica de la vida social en la peri*eria surge como la varia-le singular cuya comprensi3n es ms importante para entender la identidad hist3rica de estos pue-los. La organi)aci3n pol'tica representa la capacidad de estos grupos, vistos en t/rminos de clase o de comunidad, para conducir su vida colectiva. 8rivada de una actividad pol'tica importante, la peri*eria opera luego en t/rminos relativos a los grupos sociales organi)ados alrededor de intereses econ3micos. 8or lo tanto, son los la)os internacionales de cooperaci3n y confictos -asados en la clase los ue permiten un anlisis uni+cado de la pol'tica mundial. 8or lo tanto, el su-desarrollo es el producto de las operaciones y contradicciones dentro del sistema capitalista.