INTRODUCCIÓN En el presente trabajo tocaremos un tema muy importante para nuestra carrera, les daremos a conocer una investigación de diversos aspectos de un representante del cognitivismo, me atrevo a decir que se trata de un personaje ilustre porque aportó a la psicología a través de sus investigaciones me refiero a Albert Bandura quien se centró en “el aprendizaje social” se preocupó en determinar en qué medida aprenden los individuos, es decir cómo se produce la adquisición del conocimiento y la ejecución de diversas habilidades, estrategias y comportamientos. Por otro lado este gran exponente nos afirma que gran parte del aprendizaje de los seres humanos se adquiere en el medio social, (observando a los otros, los sujetos aprenden conocimientos, reglas, habilidades, estrategias etc.) Su teoría sostiene que las personas aprenden las conductas que aprueba la sociedad por observación e imitación de modelos, así mismo la teoría cognoscitiva social de Bandura ofrece estimulantes posibilidades de aplicación en las áreas de: aprendizaje, la motivación y la autorregulación, y nos indica que ha sido probada en diversos contextos y aplicada a las habilidades cognoscitivas, sociales, motoras, para la salud, educativa puesto que la gente aprende mediante la observación de modelos. Sin lugar a duda nuestra intención es que las hipótesis que tengamos se aclararen, a medida que se lleve a cabo la exposición. Acabamos de explicar el tema a grandes rasgos sin embargo ahora procederemos a explicar de forma más detallada Bandura, teórico líder en el enfoque cognoscitivo del aprendizaje social, ha expandido la comprensión de la cognición como una variable importante en la personalidad humana. Bandura dividió el aprendizaje en cuatro procesos, permitiendo una predicción más precisa de cuándo ocurrirá al aprendizaje. Este trabajo describe la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura. Sus enfoques reflejan un movimiento cognitivo conductual, donde el aprendizaje social se da gracias a que los organismos aprenden por la experiencia indirecta que se percibe de los modelos, dentro de un contexto social mediante procesos cognoscitivos, fijándose en las consecuencias vicarias de su actuar para la ejecución de su comportamiento.
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BIOGRAFÍA
Albert Bandura nació el 4 de diciembre de 1925 en la pequeña localidad de Mundare en Alberta del Norte, Canadá. Fue educado en una pequeña escuela elemental y colegio en un solo edificio, con recursos mínimos, aunque con un porcentaje de éxitos importante. Al finalizar el bachillerato, trabajó durante un verano rellenando agujeros en la autopista de Alaska en el Yukon. Completó su licenciatura en Psicología de la Universidad de Columbia Británica en 1949. Luego se trasladó a la Universidad de Iowa, donde conoció a Virginia Varns, una instructora de la escuela de enfermería. Se casaron y más tarde tuvieron dos hijas. Después de su graduación, asumió una candidatura para ocupar el post-doctorado en el Wichita Guidance Center en Wichita, Kansas. En 1953, empezó a enseñar en la Universidad de Stanford. Mientras estuvo allí, colaboró con su primer estudiante graduado, Richard Walters, resultando un primer libro titulado Agresión Adolescente en 1959. Bandura fue Presidente de la APA en 1973 y recibió el Premio para las Contribuciones Científicas Distinguidas en 1980. Se mantiene en activo hasta el momento en la Universidad de Stanford.
TEORÍA El conductismo, con su énfasis sobre los métodos experimentales, se focaliza sobre variables que pueden observarse, medirse y manipular y rechaza todo aquello que sea subjetivo, interno y no disponible. En el método experimental, el procedimiento estándar es manipular una variable y luego medir sus efectos sobre otra. Todo esto conlleva a una teoría de la personalidad que dice que el entorno de uno causa nuestro comportamiento. Bandura consideró que esto era un poquito simple para el fenómeno que observaba (agresión en adolescentes) y por tanto decidió añadir un poco más a la fórmula: sugirió que el ambiente causa el comportamiento; cierto, pero que el comportamiento causa el ambiente también. Definió este concepto con el nombre de 2
determinismo recíproco: el mundo y el comportamiento de una persona se causan mutuamente. Más tarde, fue un paso más allá. Empezó a considerar a la personalidad como una interacción entre tres “cosas”: el ambiente, el comportamiento y los procesos psicológicos de la persona. Estos procesos consisten en nuestra habilidad para abrigar imágenes en nuestra mente y en el lenguaje. Desde el momento en que introduce la imaginación en particular, deja de ser un conductista estricto y empieza a acercarse a los cognocivistas. De hecho, usualmente es considerado el padre del movimiento cognitivo. El añadido de imaginación y lenguaje a la mezcla permite a Bandura teorizar mucho más efectivamente que, digamos por ejemplo, B.F. Skinner con respecto a dos cosas que muchas personas considerar “el núcleo fuerte” de la especie humana: el aprendizaje por la observación (modelado) y la auto-regulación.
EL MODELADO Según Bandura (1997, 1986), muchas de las conductas que exhiben las personas se han adquirido mediante observación y modelado. En este apartado vamos a explorar diversos temas relacionados con el modelado. Comenzaremos revisando los diferentes tipos de modelos que podemos encontrar, así como el tipo de conductas que se pueden modelar. A continuación, analizaremos cuatro procesos esenciales para el aprendizaje que tienen lugar durante el modelado y, también, las diversas formas en que los modelos pueden influir sobre la conducta. Por último, identificaremos algunas características que poseen los modelos más eficaces. Sin embargo, antes de continuar debería señalar que los teóricos sociocognitivos suelen utilizar el término modelado para describir lo que hace el observador (reproducir esa conducta). Por ello he intentado redactar este apartado de tal manera que el significado de este término siempre pueda deducirse con facilidad a partir del contexto en el que se utiliza.
TIPOS DE MODELOS Bandura ha identificado tres tipos de modelo diferentes. Cuando pensamos en el modelado, solemos imaginar un modelo viviente, esto es, una persona real que muestra una conducta determinada. Sin embargo, también es posible aprender observando a un modelo simbólico, esto es, una persona o un personaje que aparece en una película, en un programa de televisión, en un libro o en cualquier otro medio. Por ejemplo, muchos niños modelan su conducta imitando a jugadores de fútbol. Cantantes de rock o personajes como Superman, Harry Potter o Pipi Calzaslargas. También, podemos aprender mediante instrucciones verbales, esto es, descripciones de cómo comportarnos, sin necesidad de que haya presente otro ser humano, ya sea real o imaginario.
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CONDUCTAS QUE PUEDEN APRENDERSE MEDIANTE EL MODELADO
Muchas conductas se aprenden, al menos en parte, mediante el modelado. Por ejemplo, los estudiantes: Son mejores lectores cuando sus padres suelen leer frecuentemente en casa. Dominan nuevas capacidades atléticas con más habilidad cuando se les enseña con técnicas específicas para mejorar sus resultados. Es más probable que resistan las tentaciones de un extraño cuando un compañero les ha modelado técnicas para hacerlo. Comienzan a ser capaces de enfrentarse a una situación tímida después de haber visto a un modelo actuar sin miedo en esa situación. Muestran menos tendencias a tolerar afirmaciones racistas cuando las personas que les rodean tampoco toleran ese tipo de afirmaciones. Muestran más tendencias a transgredir estereotipos sexuales tradicionales, esto es, a actuar sin preocuparse de lo que se considera una conducta “apropiada” de hombres y de mujeres, cuando observan a los demás comportarse de una manera poco estereotipa sexualmente. Hay tres tipos de conducta, como son las capacidades académicas, la agresividad y la moralidad, que han acaparado una gran cantidad de investigación dirigida a analizar el impacto del modelado.
CAPACIDADES ACADÉMICAS Los estudiantes aprenden multitud de capacidades académicas al observar como otras personas manifiestan esas habilidades. Por ejemplo, pueden aprender a solucionar problemas con divisiones muy largas o a redactar narraciones coherentes, mediante la observación de esas conductas en sus profesores y sus compañeros. Cuando se encuentran en grupos pequeños con sus compañeros de clase, también pueden adoptar las estrategias de éstos para participar en un debate, cómo puede ser pedir la opinión de otro, expresar su acuerdo desacuerdo, y justificar su propio punto de vista (R. Anderson y otros, 2001). Con frecuencia, los alumnos consiguen aprender con más eficacia habilidades académicas, cuando los modelos no sólo demuestran cómo hacer algo, sino también cómo pensar sobre ese algo; en otras palabras, cuando los modelos realizan un modelado cognitivo.
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AGRESIÓN Numerosas investigaciones ponen de manifiesto que los niños se vuelven más agresivos cuando observan modelos agresivos o violentos. En un estudio clásico sobre este tema, se hacía pasar por niños de Educación Infantil al interior de una sala de juegos donde había diversos juguetes, y se les sentaba en una mesa donde no podían dibujar. A continuación, algunos de esos niños observaban a un adulto (un modelo agresivo) entrar en la sala y empezar a realizar numerosas conductas agresivas con un muñeco, tales como darles patadas, golpearlo en la cabeza con un palo d madera o lanzarlo por los aires mientras se decían cosas como: “¡Toma!” “¡A volar!” “¡Te voy a partir la nariz!”. Por el contrario, otros niños observaron un adulto (un modelo no agresivo) que entraba en la sala y empezaba a jugar con bloques de construcción. Un tercer grupo de niños no observó ningún modelo. A continuación se situaba a cada niño en otra sala y se les provocaba cierta frustración: en cuanto comenzaba a jugar con un juguete, entraba alguien y se lo quitaba. Por último, se llevaba a los niños a una tercera sala donde podían encontrara juguetes agresivos y no agresivos (por ejemplo el muñeco o el palo de madera); por supuesto un grupo de observadores que se encontraba tras un espejo unidireccional registraba y codificaba sus conductas. Los niños más agresivos fueron aquellos que habían observado la actuación del modelo agresivo, y de hecho reproducían muchas de las conductas que éste había ejecutado. Por su parte, los niños que habían observado al modelo no agresivo se comportaban de manera incluso menos agresiva que el grupo que no había observado ningún modelo. Por lo tanto, por lo que concierne a la agresión, los modelos ejercen su impacto tanto en una dirección como en la otra: los modelos agresivos incrementan la agresión de los niños, mientras que los modelos no agresivos la disminuyen. Pero los niños también pueden aprender la agresión a partir de las películas, la televisión, o los videojuegos. En otro estudio de Bandura y sus colaboradores, niños de preescolar que habían visto una película de un adulto o de un personaje de dibujos animado comportándose con agresividad, manifestaban la misma agresividad hacia un muñeco, que otros niños que habían visto a un modelo de carne y hueso, a su vez, todos estos niños se mostraron significativamente más agresivos que aquellos que no habían observado ningún modelo. Además, el modelado de la agresión no está limitado a los muñecos o a los juguetes: en un estudio de Steuer, Applefield y Smith (1971), en un grupo de niños que había observado dibujos animados con conductas violentas y agresivas, se mostró significativamente más agresivos hacia sus compañeros que los que no habían visto esos dibujos animados. El hecho de que los niños imitan una conducta agresiva que observaban en los medios de comunicación, tienen implicaciones evidentes respecto a la televisión y a las películas violentas. Los niños no solo imitan la agresión, sino que tienden a reproducir las mismas pautas de conducta que han observado. Incluso, dibujos animados tan clásicos como Tom y Jerry; pueden no ser tan encantadores cuando despliegan conductas violentas.
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MORALIDAD Muchos aspectos del razonamiento moral y de la conducta moral parecen estar influidos por la observación y el modelado. La investigación ha puesto de manifiesto la importancia del modelado para conductas como la generosidad, el autocontrol, y la resistencia de la tentación, consideremos por ejemplo un estudio de Rushton (1975): los niños observaban en primer lugar a un modelo que estaba jugando a los bolos, y que se reforzaba a sí mismo con fichas por hacerlo muy bien. Algunos d los niños veían entonces que el modelo regalaba la mitad de las fichas que habían ganado a un pobre chico que se llamaba Roberto, y que estaba fotografiado en un poster de la sala; otros niños observaban al modelo que se guardaba todas sus ganancias, a pesar de que también tenía delante la foto del niño pobre. A continuación, se daba a los niños la oportunidad de jugar también los bolos y de premiarse a sí mismos con fichas. Cuantas más fichas ganaran, mejor era el regalo que podrían comprar, aunque si daban la mitad de sus ganancias parara Roberto, quedaría menos para ellos. Los niños que habían observado la generosidad del modelo, tenían más tendencia a regalar algunas de sus propias fichas a Roberto, lo que no ocurría con los niños que habían observado al modelo egoísta. Este resultado se mantuvo incluso en una sesión de seguimiento que se realizó dos meses más tarde. De esta manera, el modelado podría facilitar el desarrollo de juicios morales relativos al bien y al mal. Por ejemplo, en un estudio de Bandura y McDonald (1963), los experimentos contaban a los niños pares de narraciones como las siguientes: 1. Juan estaba en su habitación cuando su madre lo llamó para cenar. Juan bajo y abrió la puerta del comedor. Pero, detrás de la puerta había una silla y sobre ella una bandeja con quince copas. Juan no sabía que las copas estaban detrás de la puerta. Abrió la puerta, la puerta golpeo la bandeja y tiro al suelo las quince copas, que se rompieron. 2. Un día, mientras la madre de Enrique estaba fuera de la casa, este intento coger algunas de las galletas del armario. Subió a una silla, pero la caja de las galletas estaba demasiado alta y no podía alcanzarla. Mientras intentaba cogerla, golpeo una copa, que se cayó al suelo y se rompió. En cada par de narraciones se contaba la historia de un niño bienintencionado como Juan, pero que provocaba un daño importante, y de otro niño con intenciones menos confesables como Enrique, pero que provocaba un daño pequeño. Se preguntaba entonces cuál de los dos niños había sido más travieso. Algunos niños elegían de manera sistemática al que había mostrado una peor intención, esos niños fueron expuestos entonces a un modelo que utilizaba como criterio de travesuras la cantidad de daño que se había cometido. Otros niños tendían a elegir como más travieso al niño bienintencionado pero que había roto más vasos; esos fueron expuestos a un modelo que utilizaba como criterio de las travesuras la mala intención. La observación de cada modelo ejerció un profundo efecto sobre los juicios morales posteriores de cada grupo 6
de niños: empezaron a adoptar decisiones morales parecidas a las del modelo que habían observado, a pesar de que hacia lo contrario de lo que ellos habían pensado inicialmente. Ya hemos visto que cuando los modelos que aparecen en una película muestran conductas agresivas, tales conductas suelen imitarse. Sin embargo, los medios de comunicación también pueden modelar respuestas apropiadas de una forma muy eficaz. Por ejemplo, en un estudio de Friedrich y Stein (1973), un grupo de niños preescolar observo durante 30 minutos diarios y durante cuatro semanas un programa de televisión que destacaba conductas prosociales como la cooperación, la simpatía y compartir cosas. Posteriormente, estos niños pusieron en práctica más conductas socialmente apropiadas y menos agresión que otros niños que habían contemplado los programas con un contenido agresivo (Batman y Superman) durante el mismo período de tiempo. ¿Y qué ocurre con aquellas situaciones en las que el modelo predica un conjunto de valores morales, pero practica otro distinto? Bryan (1975) reviso las investigaciones al respecto y encontró una conclusión irrefutable: cuando los niños escuchan a un modelo que dice una cosa pero que hace otra distinta, tienen más tendencia a imitar lo que el modelo hace que lo que el modelo dice. En otras palabras, si desean ser eficaces, los modelos deben practicar lo mismo que predican.
PROCESOS NECESARIOS PARA QUE SE PRODUZCA UN MODELO EFICAZ De acuerdo con Bandura (1969, 1973, 1977, 1986), son necesarios cuatro procesos para que un individuo pueda modelar con éxito la conducta de otra persona: atención, retención, reproducción motriz y motivación.
ATENCIÓN Para poder imitar adecuadamente una conducta, lo primero que se necesita es prestar atención al modelo y, especialmente a los efectos relevantes de la conducta modelada. Por ejemplo, si Marta desea aprender cómo se hace Swing de golf, necesita observar cómo se coloca el jugador, cómo sitúa sus piernas, cómo sujeta el palo, etc. Por supuesto que prestar atención a aspectos irrelevantes del modelo o de su conducta, por ejemplo. Cómo se aclara la garganta o que sus calcetines están desparejados, no resulta de ninguna utilidad. Todavía recuerdo a mi profesora de francés, que nos daba clases en 5º curso de primaria durante una hora a la semana. Siempre llevaba el mismo vestido de lana verde oscuro que, desgraciadamente, se volvía de un color turquesa en las zonas manchadas de sudor. Todavía recuerdo cómo mi atención quedaba prendida de aquellas manchas turquesas, fascinada de que un vestido de lana pudiera cambiar tan drásticamente de color debido al sudor humano. En efecto, yo estaba prestando atención a mi modelo, pero no, no aprendí demasiado francés, ya que no preste atención a los aspectos importantes del modelo. 7
RETENCIÓN Y el segundo paso necesario para aprender de un modelo es recordar la conducta que se ha observado. Una manera muy simple de recordar lo que se ha visto es ensayar, esto es, respirar una y otra vez lo que queremos recordar. Por ejemplo, en un estudio de Weiss y Klint (1987), se pidió a un grupo de estudiantes que recordara una secuencia de acciones (andar hacia tras, galopar, dar una voltereta, y saltar) que tenían que hacer sobre el suelo del gimnasio. Los alumnos recordaban esa secuencia mucho mejor sí de les decía que repitiesen, o ensayasen esos movimientos. Según Bandura, las personas almacenaban tanto representaciones verbales (tales como las instrucciones paso a paso que describen las acciones que se han de hacer) como imágenes visuales de las conductas que se han observado. Dichos códigos mnemotécnicos verbales y visuales actúan como guías cuando es necesario realizar la conducta que se ha observado, tanto si se hace inmediatamente como pasado un tiempo. Existe una considerable cantidad de investigaciones cuyos resultados indican que el aprendizaje a partir de una modelo es más sencillo si se enseña a los aprendices a establecer códigos mnemotécnicos para las conductas que observan. Por ejemplo, en un estudio de Gerst (1971), un grupo de alumnos tenían que aprender cierta cantidad de signos manuales del lenguaje de sordos. Aquellos alumnos a quienes se les pidió que describiesen verbalmente las señales o que estableciesen imágenes mentales de las mismas, las recordaron mejor que un grupo de control que no había recibido instrucciones. Por su parte, otros alumnos a quienes se había pedido que estableciesen etiquetas verbales para describir los movimientos de la mano, recordaron las señales todavía con mayor precisión. Por lo tanto, los profesores pueden recurrir a proporcionar códigos mnemotécnicos a sus alumnos para que mejoren su aprendizaje. Por ejemplo, en un estudio de Rosenthal, Alford y Rasp (1972), los aprendices recordaban mucho mejor las acciones que realizaba un modelo cuando éste describía de manera simultánea lo que estaba haciendo. El almacenamiento de la información en la memoria, así como las diferentes maneras en que se puede almacenar esta información, son temas que se han sido más estudiados por los teóricos cognitivos que por los teóricos sociocognitivos.
REPRODUCCIÓN MOTRIZ El tercer proceso implicado en el modelado es la repetición de la conducta que ha mostrado el modelo. Cuando un individuo no puede reproducir la conducta que ha observado, quizá debido a su inmadurez física, su falta de fortaleza o su incapacidad, evidentemente este tercer proceso no puede producirse. Por ejemplo, un niño con dificultades de articulación nunca será capaz de pronunciar correctamente la palabra sasafrás, por muchas veces que escuche pronunciar esta palabra. De la misma manera, un niño pequeño observa como su hermano mayor chuta con fuerza una pelota para 8
lanzar un penalti, todavía no dispone de la coordinación muscular suficiente para imitar ese lanzamiento. La reproducción de una conducta a la vez que se está observando, facilita el aprendizaje, al menos por dos razones. Por una parte, permite el aprendiz codificar esta conducta no solo e forma verbal y visual, sino probablemente también de manera motriz; esto es, en términos de las acciones específicas necesarias para ello (Cohen. 1989). Es más, al reproducir una conducta en presencia del modelo, los aprendices pueden obtener retroalimentación sobre la mejor manera de mejorar lo que están haciendo. Por ejemplo, cuando los niños que siempre han tenido problemas con las matemáticas tienen que aprender a dividir, la posibilidad de practicar y de obtener una retroalimentación inmediata sobre su trabajo, ofrece resultados muy superiores que cuando no tienen tal oportunidad.
MOTIVACIÓN El último ingrediente necesario para que se produzca el modelado es la motivación; los aprendices desean demostrar lo que han aprendido. Por ejemplo, muchas personas que han crecido en nuestra sociedad han tenido múltiples oportunidades de observar un modelo en la televisión que ponen una pistola en la nuca de alguien y le dice: “Levanta las manos” (o algo por el estilo) afortunadamente hay pocas pers onas dispuestas a repetir esa conducta al menos con una pistola autentica. Si bien los padres y los profesores suelen ser modelo para los niños, estos no reproducen todas las conductas que observan en ellos. Por ejemplo, aunque mis hijos reproducen mi forma de responder el teléfono, por alguna razón no se sienten impulsados a repetir otras conductas como comer coliflor o fregar el suelo. Los niños solo reproducen conductas cuando están motivados para ello. En definitiva los cuatro procesos propuestos por Bandura que son esenciales para que se reproduzcan el modelado, son la atención, la retención, la reproducción motriz y la motivación. Debido a que estos procesos pueden variar entre las personas, cada una reproducirá de manera distinta la misma conducta. Por ejemplo, Marta y María podrían prestar atención a aspectos diferentes del saque de su profesor de Tenis: es posible que Marta se centre en la posición del profesor mientras que María atiende más a la forma en que está sujeta la raqueta. También es posible que ambas almacenen imágenes diferentes, de manera en que Marta recuerde que el profesor está mirando a la red mientras que María recuerde su posición con el hombro izquierdo dirigido a la red. Puede ocurrir que Marta sea más fuerte, pero que María este más motivada para aprender a jugar Tenis. El resultado final será que ambas realizaran de manera diferente el mismo saque. Por otra parte, estos cuatro procesos no solo producen diferencias individuales en las conductas modeladas, sino que la ausencia de uno de ellos puede impedir que se produzca el modelado.
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Aún con todo esto, todavía no haremos nada a menos que estemos motivados a imitar; es decir, a menos que tengamos buenas razones para hacerlo. Bandura menciona un número de motivos: * Refuerzo pasado, como el conductismo tradicional o clásico. * Refuerzos prometidos, (incentivos) que podamos imaginar. * Refuerzo vicario, la posibilidad de percibir y recuperar el modelo como reforzador. Nótese que estos motivos han sido tradicionalmente considerados como aquellas cosas que “causan” el aprendizaje. Bandura nos dice que éstos no son tan causantes como muestras de lo que hemos aprendido. Es decir, él los considera más como motivos. Por supuesto que las motivaciones negativas también existen, dándonos motivos para no imitar: * Castigo pasado. * Castigo prometido (amenazas) * Castigo vicario. Como la mayoría de los conductistas clásicos, Bandura dice que el castigo en sus diferentes formas no funciona tan bien como el refuerzo y, de hecho, tiene la tendencia a volverse contra nosotros.
EFECTOS DEL MODELADO SOBRE LA CONDUCTA
El modelado enseña conductas nuevas. Las personas pueden aprender conductas completamente nuevas observando a los demás realizar estas conductas. Por ejemplo, escuchando e imitando los sonidos que hacen otros, es posible aprender a pronunciar palabras nuevas. Y observando la manera en que tu padre golpea la pelota para lanzar un penal, y siguiendo sus instrucciones verbales (“apoya el pie izquierdo junto a la pelota y golpea con el em peine”) un niño puede aprender a lanzarlo. El modelado influye sobre la frecuencia de conductas previamente aprendidas. Como se ha dicho más arriba, las personas tienen más probabilidad de realizar las conductas que han aprendido cuando ven que otras personas han sido reforzadas por realizar estas mismas conductas, en otras palabras, el reforzamiento vicario ejerce un efecto facilitador. De manera inversa, las personas mostraran menos tendencia a realizar conductas que han observado castigar en otras personas, en otras palabras, el castigo vicario ejerce un efecto inhibido. 10
El modelado puede animar la ejecución de conductas prohibidas. En ocasiones, cuando las personas observan un modelo a realizar una conducta que previamente se había considerado como prohibida o inadecuada y sobre todo cuando se refuerza al modelo por realizar esa conducta, muestran una fuerte tendencia a realizar dicha conducta. Se trata de situaciones en que el reforzamiento vicario tiene un efecto desinhibido (ya que conductas previamente inhibidas vuelven a producirse) por ejemplo, los estudios de Walter y sus colaboradores, un grupo de adultos vio una película rebosante de agresión y de violencia (rebelde sin causa), o bien una película neutra, y después se les pidió que administraran “descargas eléctricas” a otras personas. (ni que decir tiene que esas personas eran cómplices del experimentador y no recibían realmente ninguna descarga, pero se comportaban como si la recibieran). Las personas que habían visto la película violenta tenían más tendencia a administrar descargas eléctricas más frecuentes e intensas que los no la habían visto. Aparentemente, la película había desinhibido conductas agresivas previamente aprendidas. El modelado incrementa la frecuencia las conductas similares, cuando una persona observa a un modelo que realiza una conducta determinada, puede que esa persona realice conductas similares aunque no sean idénticas a los del modelo. Por ejemplo, un chico que observa a su hermano mayor jugar al baloncesto, pero que no tiene todavía su estatura, puede intentar destacar en el futbol. Cuando yo estudiaba bachillerato, hubiera dado mi alma para ser animadora del equipo, pero no tenía las capacidades atléticas necesarias para ello.
CARACTERÍSTICAS DE LOS MODELOS EFICACES Las personas más adecuadas para servir como modelos o simbólicos para los demás, tienden a poseer algunas de las siguientes características: El modelo es competente. Los individuos considerados como personas competentes y capaces tienen mayor probabilidad de ser imitados por los demás. Por ejemplo, una persona que quiere aprender a jugar el tenis tendrán más tendencia usar la técnicas de un jugador famoso que la de un amigo que apenas sabe colocar la pelota en el campo contrario. Y, un estudiante que quiera aprender a redactar adecuadamente, mirar más el trabajo de alguien que recibe buenas calificaciones, que el otro compañero que suele suspender. Incluso los niños de tres años son capaces de distinguir entre las conductas eficaces e ineficaces que han observado en otra persona y muestran más tendencia a imitar aquellas que han producido resultados indeseables. El modelo tiene prestigio y poder. Las personas que tiene un elevado estatus, respeto y poder, ya sea dentro de un pequeño grupo o en un ámbito social más amplio, tiene más probabilidad de servir como modelo. Un niño tiene más tendencia a imitar la conducta de un líder o de una famosa estrella de rock, que la de del bufón de la clase o la de una 11
vieja gloria de rock. Por ejemplo, Sasso y Rude enseñaron a un grupo de niños (en los cuales unos eran populares y otros no), métodos dirigidos a iniciar interacciones sociales apropiadas con compañeros que tenían discapacidad física. los niños que vieron a sus compañeros populares interactuando con niños discapacitados, mostraron más tendencia a imitarlos que aquellos que vieron hacer la misma conducta niños impopulares. El modelo se comporta de una manera estereotipadamente apropiada a su sexo. Los varones tienen mayor más tendencia a reproducir conductas congruentes con los estereotipos masculinos, mientras las mujeres hacen lo propio con los estereotipos femeninos. Por ejemplo, en estudios en que los niños observaban a modelos adultos de ambos géneros comportarse de manera agresiva, los chicos tenían más tendencia que las chicas a imitar conductas agresivas, presumiblemente, debido a que la agresión es un rasgo que suele asociarse con los varones más que con las mujeres. La conducta del modelo resulta relevante para la situación del observador. Los individuos tienen más tendencia a reproducir conductas que tienen valor para ellos mismos. Por ejemplo, como mi hija reproducía muchos de mis comportamientos, excepto mi forma de vestir. En pocas palabras vino a decirme que sería el hazme reír del pueblo que si se vistiese como ella.
AUTORREGULACIÓN DE LA CONDUCTA: EL AUTOSISTEMA Las personas tienen un condicionamiento sobre su propia conducta. Los procesos son cognitivos y en conjuntos se conocen como autosistema (estructura y subsunciones cognoscitiva para percibir, evaluar y regular la conducta).” En el marco de la teoría del aprendizaje social, un autosistema incluye estructuras cognoscitivas y subfuncional para percibir, evaluar y regular la conducta, no un agente psíquico que controle la acción”. La gente logra autorregular sus emociones tan bien como su conducta. Los acontecimientos de la vida seguramente contribuyen a nuestra felicidad o tristeza, y otras emociones, pero también podemos sentir de manera diferente por los procesos internos de la autorregulación. Bandura m advierte que los individuos con frecuencia no logran regular su propia conducta de forma que estén de acuerdo con los altos estándares morales. Explotan a otros, comenten actos agresivos. Este es un problema de desligadura moral. Madura afirma que las sociedades deben ejercer control social para complementar el poco confiable autocontrol moral de los individuos.
TERAPIA Bandura critica la terapia que solo se basa en hablar. En lugar de ello, la psicoterapia debería aplicar de manera completa los principios conocidos del aprendizaje. Demostró la eficacia de las intervenciones terapéuticas basadas en los principios del aprendizaje social para el tratamiento de fobias en los adultos y en los niños. Hubo procesos cuando los pacientes observan modelos, en vivo o filmados que no mostraban temor a las serpientes. En comparación con un condición controlen la cual no hubo mejoría en los sujetos no tratados, la desensibilizacion sistemática también fue eficaz, aunque en menor grado, en 12
algunas medidas de resultados. Los avances producidos por la terapia permitieron que los sujetos hicieran cosas que no podían hacer antes, como ir de excursión a áreas en las que encontraran serpientes. Otros estudios confirman que las terapias basadas en el principio del aprendizaje son eficaces para tratar diversas fobias, incluyendo la agorafobia. Autoeficiencia: Bandura propone la Autoeficiencia como constructo teórico para explicar la efectividad de varios tipos de terapias para los temores y la conducta de evitación. Autoeficacia significa creer “que uno puede organizar y ejecutar determinados cursos de acción requeridos para tratar con situaciones prospectivas”. La terapia tendría éxito si aumenta la Autoeficiencia. Bandura afirmo que “que los tratamientos que son más eficaces se basan en un modelo que confiere poder.
DISCUSIÓN Albert Bandura tuvo un enorme impacto en las teorías de la personalidad y en la terapia. Su estilo lanzado y parecido al de los conductistas les pareció bastante lógico a la mayoría de las personas. Su acercamiento orientado a la acción y a la solución de problemas era bienvenido por aquellos que les gustaba la acción más que filosofar sobre el ello, arquetipos, actualización, libertad y todos los otros constructos mentalistas que los personólogos tienden a estudiar. Dentro de los psicólogos académicos, la investigación es crucial y el conductismo ha sido su acercamiento preferido. Desde los últimos años de los 60, el conductismo ha dado paso a la “revolución cognitiva”, de la cual Bandura es con siderado parte. La psicología cognitiva retiene el sabor de la orientación experimental del c onductismo, sin retener artificialmente al investigador de comportamientos externos, cuando precisamente la vida mental de los clientes y sujetos es tan obviamente importante.
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CONCLUSION Albert Bandura tuvo un enorme impacto en las teorías de la personalidad y en la teoría del aprendizaje. Su estilo lanzado y parecido al de los conductistas les pareció bastante lógico a la mayoría de las personas. Bandura consideraba que podemos aprender por observación o imitación. El aprendizaje observacional sucede cuando el sujeto contempla la conducta de un modelo, aunque se puede aprender una conducta sin llevarla a cabo. En este caso, los niños por pura imitación del adulto llevan a cabo esa conducta, todo esto pasa, cuando se posee un modelo a seguir; un niño tiende a imitar las costumbres de sus padres o adultos y esto no se puede evitar ya que es un instinto innato. Además, si estos niños están acostumbrados a un ambiente violento, si sus alrededores son así, tienen más posibilidades de responder con una forma violenta y por tanto, de repetir esa conducta. La teoría del modelismo es crucial en educación ya que hoy en día los profesores somos vistos como modelos por nuestros alumnos , por ende , nuestros alumnos tienden a imitarnos continuamente, sin haber un proceso de enseñanza- aprendizaje intencionado por el docente o sin que el profesor se percate de ello. En el método experimental, el procedimiento estándar es manipular una variable y luego medir sus efectos sobre otra. Todo esto conlleva a una teoría de la personalidad que dice que el entorno de uno causa nuestro comportamiento. Bandura consideró que est o era un poquito simple para el fenómeno que observaba (agresión en adolescentes) y por tanto decidió añadir un poco más a la fórmula, sugirió que el ambiente causa el comportamiento; cierto, pero que el comportamiento causa el ambiente también. Definió este concepto con el nombre de determinismo recíproco: el mundo y el comportamiento de una persona se causan mutuamente. Más tarde, fue un paso más allá. Empezó a considerar a la personalidad como una interacción entre tres “cosas”: el ambiente, el comportamiento y los procesos psicológicos de la persona.
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GLOSARIO Autoeficacia: uno puede organizar y ejecutar determinados cursos de acción requeridos para tratar con situaciones prospectivas. Autosistema: estructura y subsunciones cognoscitiva para percibir, evaluar y regular la conducta. Aprendizaje Vicario: Aprender al observar a otros sin ser directamente recompensado. Determinismo Reciproco: reconoce que el ambiente influye en la conducta, como siempre ha sugerido el conductismo. Estándares para la conducta: Un contexto social que transmite valores positivos para los estándares elevados lleva a los niños a interiorizar dichos estándares. Identificación: Los enfoques psicoanalíticos hacen hincapié en la identificación con los padres como la base para buena parte del desarrollo de la personalidad. Modelo de la Agresión: los niños aprendían respuestas agresivas al observar modelos adultos. Proceso de atención: Observación de la conducta .No se aprende nada que no sea observado. Procesos de retención: Recordar No todo lo que se observa se retiene. La retención ocurre por medio de las representaciones en la imaginación y mediante la codificación verbal, la cual puede ser mucho más eficiente Proceso de reproducción motora: Hacerlo Ser capaz de realizar lo que se ha visto hacer al modelo, las conductas modeladas deben entonces ser reproducida posteriormente a partir de lo que se recuerde de su codificación. Proceso motivacional: Desearlo Decidir si vale la pena comportase como lo hizo un modelo.
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BIBLIOGRAFÍA Ardila, R. (1985). Psicología del Aprendizaje. (18ªed).: Siglo XXI México DF.; México Diane E. Papalia, Sally Wendkos Olds &Ruth Duskin Feldman (2010). Desarrollo Humano. Undécima Edición. Mc Graw Hill Bandura, A. & Ribes, E. (1978) Modificación de la Conducta. México DF., México. Trillas. http://socialpsychology43.lacoctelera.net/post/2008/07/21/aprendizaje-social-teoriasalbert-bandura
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