Teología Moral Fundamental Pbro. Pascual Correa
Introducción al estudio de la Teología Moral Introducción Objetivo: Conocer la importancia, la naturaleza y los servicios de la teología. Contexto: La Iglesia católica, hoy enfrenta muchos y muy graves problemas. En nuestro caso, cómo hablar de valores morales en una sociedad, en un mundo llamado post-moral. Cómo presentar el Evangelio en un mundo llamado moderno y post-moderno. Cómo dialogar con un mundo cada vez más plural. En este contexto planteamos los problemas.
Cuestiones: ¿Qué importancia tiene hoy el estudio de la teología? ¿Por qué es importante el estudio de la teología para un futuro sacerdote? ¿Qué es la teología? ¿Cuál es la naturaleza de la teología? y finalmente ¿Cuáles son los principales servicios que debe prestar una buena teología?
Breve respuesta: El Concilio Vaticano II (1965), en una constitución llamada Gaudium et spes, spes, No. 4 dijo unas palabras que causaron mucho impacto en ese tiempo: “nos “ nos encontramos en un período nuevo de la historia, que se caracteriza por cambios profundos y acelerados ”. Después de 40 años, los documentos del magisterio han radicalizado esta expresión. Dicen que hoy no sólo vivimos una época de cambios, como dijo la Gaudium et spes, spes, sino que hoy vivimos un cambio de época; eso nos debe hacer reflexionar a todos, a la iglesia, en nuestras predicaciones y en los estudios. En ésta nueva época, las palabras claves son: modernidad, post-modernidad, globalización, relativismo, pluralismo, etc. Son algunos de los fenómenos de hoy. Ahora bien , no es fácil adaptarse a un cambio de época; a la iglesia, en su conjunto, le está costando mucho cambiar y entrar en la nueva época cultural; muchos cristianos continuamos pensando y actuando como si nada estuviera pasando en el mundo.
Principios didácticos: La motivación es la llave de oro de la enseñanza y del aprendizaje. Nada se aprende por saltos; lo superior exige lo anterior. Nada se aprende si no me interesa. Nada se aprende si no satisface. Nada se aprende si no es a intervalos.
Método del curso: en la clase va a haber exposición por parte del maestro. Al final o durante la clase es libre el cuestionamiento. Después, por cuenta propia, va a hacer una síntesis de la clase; de todas las lecciones. El examen semestral vale %50 y los apuntes %50. Además, también individualmente se va ha hacer una reseña de un libro de moral: entre 2 o 3 páginas; con el fin de entregarlo cada semestre.
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Instrumentos El más grande moralista, después del Concilio Vaticano II, se llamó Pbro. Bernard Häring. Él escribió la ley de Cristo, Cristo, después escribió una obra llamada libertad y fidelidad en Cristo, Cristo, y el Tomo I se llama los fundamentos de la moral . El Pbro. H. Fuchs fue maestro durante casi 40 años sobre esta materia en la universidad Gregoriana, e hizo unos apuntes llamados sed del Señor . Otro de la Gregoriana es el Pbro. Demmer escribió un libro que se llama siguiendo las huellas de Cristo, curso de Teología moral fundamental . También, después del Concilio, el moralista más reconocido, el que más ha escrito sobre moral es el Pbro. Marciano Vidal, con su obra moral de actitudes, actitudes, el tomo I es la moral fundamental; después escribió otro libro, la nueva moral fundamental . Viviendo el padre Häring, hizo la reseña del libro de Marciano, teniendo muy buena opinión sobre el tema.
Libros de Texto: Moral de la persona, persona , J. Román Flecha, Sapientia Fidei. El nuevo rostro de la moral, Eduardo López Azpitarte. La vida cristiana, Teología moral fundamental , Gaspar Mora.
Necesidad del estudio de la Teología ¿Por qué es importante hoy el estudio de la Teología? Hoy contemplamos con asombro a nuestro alrededor grandes cambios culturales, que se llaman cambio de época. época. En el mundo de hoy han surgido nuevos paradigmas, nuevos modelos de interpretación de la realidad; tenemos, por ejemplo la globalización, el pluralismo cultural y religioso, los problemas de la cultura de la muerte: aborto, eutanasia, guerra, terrorismo. En el campo religioso ha aparecido lo que se llama pluralismo llama pluralismo religioso, religioso, muchas sectas y movimientos religiosos en nuestro alrededor, muchos problemas económicos y pol´8ticos, y la Iglesia tiene que dar respuesta a todos estos problemas. La Iglesia y el mundo de hoy necesitan sacerdotes y seminaristas santos y sabios. Hoy se exige, de los sacerdotes, un nivel de calidad, una excelente formación intelectual, filosófica y teológica; el mundo de hoy exige sacerdotes a la altura de los tiempos, capaces de afrontar y resolver los interrogantes del hombre1. El Papa Benedicto XVI, en su última visita a Australia, les decía a los jóvenes: “Ustedes “ Ustedes son los profetas de la nueva época, el sacerdote de hoy, el sacerdote joven, tiene este llamado a ser profeta de esta nueva época, y para eso, requiere una sólida formación teológica. Los estudios, ciertamente, no son lo más importante en la formación sacerdotal, pero no son algo secundario en la vida del seminario. La verdadera teología se relaciona, está relacionada profundamente, con la formación humana, espiritual y pastoral ”. ”. Dice Pastores Dabo bovis No. 52: hay que contrarrestar una corriente moderna muy difundida entre sacerdotes y seminaristas, hay que contrarrestar la idea de reducir la seriedad de los estudios. Si se dice que Saber es poder , el 1
Cfr Pastores Dabo Vobis, No. 56.
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desarrollo de los pueblos los vemos en los países en desarrollo, comienza por la educación; la renovación de la iglesia, la renovación de los presbiterios y la pastoral, tiene que comenzar con una renovación Teológica. El estudio de la teología es el fundamento sólido de la espiritualidad, y prepara a los futuros sacerdotes a realizar su ministerio pastoral, a llevar a cabo la nueva Evangelización2, y hoy podríamos añadir, teniendo en cuenta la conferencia de Aparecida, nos ayuda a realizar, llevar a cabo, la tarea, la grandísima tarea de la misión continental o LA GRAN MISIÓN, en América Latina. El pluralismo, cultural, ideológico, religioso y moral, es un hecho. Este pluralismo exige la capacidad de discernir; el sacerdote ejercerá su ministerio en un mundo pluralista, en un mundo crítico, en un mundo cada día más indiferente, en un mundo más agresivo. Esto, sin duda, exige del sacerdote mayor preparación Teológica. Existe una afinidad muy grande entre la Teología y el ministerio sacerdotal. El sacerdote es responsable de la predicación de la Iglesia, ejerce, aún sin saberlo, un verdadero ministerio Teológico. El tercer milenio, que estamos comenzando, exige sacerdotes bien preparados para realizar la inculturación del Evangelio, en los así llamados Areópagos modernos, donde no está presente Cristo (el mundo de los intelectuales, de los universitarios, de los profesionistas, etc.). Generalmente se piensa que la pastoral sólo es cuestión de métodos, de organización y de recursos, se olvida que en el fondo, la pastoral es un problema Teológico, cada uno realiza su ministerio según las ideas teológicas que tenga su cabeza, es evidente. No se puede renovar la pastoral con viejas ideas. No se puede cambiar l pastoral si primero no se renueva la Teología. Toda pastoral refleja la imagen que el pastor tiene de Cristo y de la Iglesia. El Seminarista no puede contentarse con una formación intelectual prevalentemente práctica y culturalmente reducida, sin una fuerte formación teológica, iniciada en el Seminario, y continuada después en la formación permanente del presbiterio, será imposible prestar un servicio a la comunidad Cristiana n servicio a la nueva evangelización, ser verdaderos Discípulos misioneros de Jesús. Jesús . Es, pues, evidente la necesidad, no sólo la conveniente, el estudio de la Teología (La filosofía es un estudio eminentemente pastoral, sin la filosofía es muy difícil entender lo profundo de la cultura moderna, y sería una pastoral muy superficial).
¿Qué es la Teología? Etimología Etimológicamente, Teología viene de dos palabras griegas, y Theos y Logos. (Theos) significa Dios, y Logos tiene un significado amplio de palabra, sentido, razón, conversación, estudio, tratado. tratado. Entonces sería “Tratado “ Tratado de Dios”. Dios”. La Teología es la ciencia de Dios. El “de” puede tener dos sentidos, es muy problemático. En sentido objetivo, significaría la ciencia que tiene por objeto a Dios, o ciencia sobre Dios; Dios como objeto, conocimientos sobre Dios, y generalmente en eso se detiene la cuestión. Pero tiene un sentido subjetivo, que es más importante. “De” en sentido posesivo, y 2
Pastores Dabo Vobis, no. 51.
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significaría la ciencia de Dios, pero en sentido posesivo; el conocimiento que Dios tiene de Sí mismo, y que libremente, gratuitamente, ha querido manifestar, revelar a los hombres (una persona tiene sus secretos, sus conocimientos; se conoce a sí mismo y en la comunicación comunica lo que él quiere, pero sus conocimientos más profundos, sus intimidades, ¿a quién se las revela? A los amigos). Si Dios no se hubiera revelado, no lo conoceríamos. Por medio de la filosofía, el conocimiento por la sola luz de la razón, el hombre pude conocer a Dios, pero al Dios Absoluto, pero al Dios de la Revelación no.}
Definición Un documento de 1965, sobre la formación Teológica en los seminarios la define así: “Es la reflexión científica y sistemática que hace el creyente sobre la revelación y la fe”. Reflexión que hace un creyente. La Teología no es una simple historia de las religiones, es reflexión del creyente, sólo uno que tenga fe puede hacer teología, porque sólo el creyente acepta la Revelación como Palabra de Dios, y sólo el creyente tiene la fe; el no creyente, el que no tiene la fe y no acepta la Palabra de Dios, sobre qué reflexiona. Por eso un no creyente puede hacer historia de las religiones, puede ser un experto en fenomenología, psicología de la religión, pero no Teología. La Teología es reflexión sobre la fe en dos sentidos: El contenido de la fe. La fe como acto: el acto con el que yo creo, la fe es un acto humano, con la que el hombre le cree a Dios. La Teología no es ni un fideísmo ni un racionalismo. La teología es reflexión a la luz de la Palabra de Dios y a la luz de la razón humana. Así como se dice la gracia supone la naturaleza, de la misma manera, la fe supone la razón; ya lo decía san Agustín: “El mismo acto de fe, no es otra cosa que el pensar, el acto de fe es un pensar con el consentimiento de la voluntad. Todo el que cree piensa, piensa creyendo y cree pensando, porque, lo que se cree, si no se piensa, es totalmente vacío, no vale nada”. El Papa Juan Pablo II, en la encíclica Fides et Ratio, comienza diciendo en el número primero una bella imagen: “la fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva a la contemplación de la Verdad ”3. El Papa Benedicto XVI dice: “La Teología debe armonizar e integrar la fe y la razón, la mente y el corazón, la vida y el pensamiento, porque cuando la Teología es pura ilusión, no dura mucho, pero cuando se descuida la dimensión espiritual, se crea un racionalismo enrarecido y frio”. La fe también tiene sus razones para creer, la fe e s un acto razonado, es un acto humano sensato, inteligente y responsable, aunque por otro lado, el hombre no vive sólo de conceptos e ideas, vive también de imágenes y de sentimientos. Dice Hans Küng: “la fe sería algo a medias si afectara sólo al entendimiento y a la razón, y no al hombre completo, incluido su corazón”; la Teología es a la luz de la fe, pero también es un acto humano, implica todas las facultades humanas. Es reflexión científica y sistemática. Se dice que la Teología es un conocimiento científico, pero hay que completar la frase, es una ciencia muy especial; no es ciencia como las ciencias empíricas, no es ciencia también como es ciencia la filosofía, es una ciencia muy especial. Es 3
Fides et Ratio, Juan Pablo II, No. 1.
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ciencia en sentido análogo: se dice que es ciencia porque es un sistema de conocimientos, porque tiene métodos científicos, tiene categorías científicas y argumentaciones científicas; en ese sentido es una ciencia. Pero en otro sentido no es una ciencia: en las ciencias empíricas, el objeto como se dice es empírico (se puede tocar, medir, tocar), en la Teología, Dios no es una realidad empírica, Dios no es una cosa, Dios no es una parte del universo. A veces dicen: la ciencia prueba que Dios no existe, porque no lo puede tocar, y es cierto, a Dios no lo pueden tocar. Otra razón por la que es análogo, tampoco es ciencia, porque en las ciencias humanas, el objeto de la ciencia se encuentra en el mismo nivel del entendimiento; en cambio en la Teología, que tiene por objeto a Dios, no tiene a Dios en el mismo nivel del entendimiento. Dios es el absolutamente Trascendente. La teología es ciencia en sentido de que es una ciencia muy modesta, es una ciencia que escucha obedientemente la Palabra de Dios.
Los servicios de la Teología ¿Cuáles son, según el magisterio de la Iglesia, los principales servicios que debe prestar la Teología? La Teología debe estar al servicio de la Revelación. La Sagrada Escritura es, y debe ser, como el alma de la Teología. Además, como veremos, una de las fuentes de la Teología ciertamente es la Revelación. Sería imposible intentar hacer una Teología sin la Palabra de Dios4. La Teología proviene y conduce a la fe5. Es necesario insistir en esta verdad, la teología debe estar al servicio de la fe, y hay que insistir de manera especial a los que se inician en el estudio de la Teología, la Teología nace, crece, se alimenta y tiene como espacio vital la fe. El teólogo, ante todo, es un hombre de fe, que reflexiona sobre su propia fe. El punto de partida y de llegada a la meta es la fe. Estudiamos Teología porque somos creyentes, y estudiamos Teología porque queremos ser mejores creyentes. El teólogo no es un mero filósofo, lo incluye, ni un historiador de las religiones, sino un creyente. Pretender hacer teología sin fe, sería pura especulación, sería una paradoja, una aberración. Citando a un autor muy grande del Siglo XX, Carl Ranher decía hacia el 1970: “El cristiano de mañana, sin ninguna excepción, será un místico o simplemente no podrá ser cristiano ” él entendía por místico tener la experiencia de Dios, la Teología al servicio de la fe. La Teología está al servicio de la oración 6. La Teología y la vida espiritual se refuerzan mutuamente. San buenaventura decía “nadie crea que le basta la lectura sin la unción, la especulación sin la devoción, la ciencia sin la caridad, el estudio sin la gracia divina”. Santo Tomás decía lo mismo, pero con otro pensamiento él aprendía más viendo su crucifijo que estudiando todos los libros de su biblioteca. La Teología debe ser una verdadera escuela de oración; sin la oración, la Teología pierde su corazón, está vacía. Para ser un buen teólogo, se requiere mucho estudio, pero sobre todo, mucha oración. Una bella definición de Teología podría ser esta: la Teología es un estado permanente de oración. Balthasar (teólogo suizo) es el que más ha insistido en esto; en la modernidad – decía Balthasar – la Teología y la 4
Cfr . Pastores Dabo bobis, No. 24. Cfr . Ibíd., No. 6. 6 Cfr. Ibíd., No. 53. 5
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Revelación se han desarrollado independientemente, en detrimento de ambas. La Teología debe hacerse de rodillas en el reclinatorio, y sentado en el escritorio. La Teología debe estar al servicio de la santidad 7. La formación intelectual debe integrarse en un camino espiritual marcado por la experiencia de Dios. Los teólogos orientales (ortodoxos) distinguen el conocimiento meramente teórico sacado de los libros, el conocimiento intelectual y otro conocimiento experiencial, la experiencia y el gozo de sentir a Dios. Conocer a Dios significa entrar en comunión con Dios, ellos insisten mucho en esto, así como no se puede hablar de un alimento que nunca se ha probado; de la misma manera, quien no ha experimentado a Dios en su vida, se vale la expresión, quien no ha saboreado a Dios, no puede hablar de Dios. Hablar de Dios sin su experiencia es como hablar del sabor de una comida sin haberla probado nunca. Miguel de Cervantes en el Quijote, dice: las letras sin la virtud son perlas en el muladar; la Teología sin la santidad es una perla en el muladar. La vocación del teólogo es ser cada día más santo. Juan pablo II, en sus elocuciones, insistió en la prioridad de la oración y de la santidad. La Teología debe estar al servicio de la vida; y esto no es ni ha sido fácil, con mucha frecuencia la Teología, al igual que con la fe, se separa de la vida. El CV II dice: “el divorcio entre la fe y la vida es uno de los errores más graves de nuestro tiempo”. El Concilio puso el dedo en una herida muy dolorosa de la Teología en tiempos de la modernidad. Es más fácil encerrarlo y hacer Teología en un mundo abstracto. Von Balthasar puso el dedo en la llaga, la Teología moderna está marcada, en gran medida, por un profundo sisma entre la doctrina, la vida; entre la vida y la Teología; entre la Teología y la biografía del ser cristiano. Los Teólogos deben tener en cuenta siempre la historia concreta, la historia en que los hombres sufren, en la que los hombres aman, oran y en ocasiones se odian. Cuando la Teología se aparta de la vida, pierde su función. La Teología debe estar al servicio del hombre y del mundo . “La primera dirección de la Teología es la palabra de Dios, pero la segunda dirección es el hombre” 8. La Teología debe prestar atención especial a la situación social y cultural del mundo moderno, en esto son de gran utilidad las ciencias del hombre 9. Carl Ranher, el Teólogo más influyente del siglo XX, fuente de inspiración del Concilio Vaticano II, tal vez hoy, a muchos jóvenes estudiantes de Teología, les resulte una persona extraña, lejana y desconocida, pero debe ser servir de modelo para todo estudioso de la Teología. Carl Ranher actualizó la Teología, hizo interesante la Teología, y cuál fue su secreto, él hizo Teología tratando de responder a las preguntas vitales de su tiempo, preguntas que casi siempre eran preguntas muy incómodas, preguntas muy difíciles y agresivas, en ocasiones preguntas terriblemente profanas, y así consiguió cerrar el sisma entre la Teología y la vida; entre la Teología y la biografía de los hombres. Él unió la Teología a la biografía mística del cristiano sencillo y ordinario, él hizo una Teología biográfica, una Teología que responde a las preguntas de su tiempo. Y hoy la Teología va por otro camino, por desgracia. La Teología debe estar al servicio de la Iglesia, porque es una reflexión sobre la fe, hecha por el Teólogo, que es miembro de la Iglesia10. No se puede hacer verdadera Teología fuera de la Iglesia, y mucho menos 7
Cfr . Ibíd ., No. 53. Ibíd ., No. 54 9 Cfr . Ibíd ., No. 52. 10 Cfr. Ibíd ., No. 53. 8
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contra la Iglesia. Una cosa debe quedarnos clara, la Teología no es un asunto privado, es eclesial. Y tanto la Iglesia como la Teología, se necesitan mutuamente. La Iglesia necesita la Teología para evitar muchos errores: el fanatismo, supersticiones, sincretismos; una Iglesia sin Teología es una Iglesia muy ingenua, pero también a la inversa, una Teología sin dimensión pastoral es una Teología estéril. La Teología debe estar al servicio de la pastoral . La Teología y la pastoral son dos dimensiones de la misma cosa. La Teología, toda verdadera Teología, así como es escuela de oración y santidad, debe tener como objetivo final la pastoral. Es falsa la alternativa entre teología y pastoral; generalmente se piensa que la pastoral es cuestión de medios, programas o recursos, pero la pastoral, en el fondo, se sustenta en una sólida Teología. No se puede llevar una pastoral nueva con ideas viejas. La Teología debe estar al servicio de la pastoral. La Teología debe estar al servicio de la inculturación . Esto no significa una mera adaptación, ni es una mezcla. La inculturación significa encarnar, que el evangelio penetre vitalmente en el corazón de las culturas11.
¿Quién es un teólogo? La importancia del teólogo en la iglesia. El Papa Pablo VI, perfiló la figura y la función del teólogo como un ministerio altísimo, como una delicada misión, y una de las funciones más altas al servicio de la Iglesia. Más aún, es una ayuda necesaria e indispensable para la Iglesia. Sin la Teología, la pastoral sería ingenua. Sin la Teología, le faltaría a la Iglesia un auxilio precioso. La Teología es un trabajo difícil, arduo, que cansa, y exige mucha paciencia. Pablo VI describía así el perfil del teólogo: un cristiano enriquecido con un carisma especial para profundizar la Revelación desde la fe; es un católico científicamente competente, que con un método Teológico busca la inteligencia de la fe para el bien de todo el pueblo de Dios bajo la guía del magisterio de la Iglesia. Se distingue, hablando científicamente, los teólogos y un estudioso de la teología. Teólogo es una palabra muy pretencioso, pues son los verdaderos investigadores de la Teología, y estudiante de Teología son los que profundizan su vida a conocer e investigar los trabajos de los verdaderos teólogos.
La crisis ética en el mundo Introducción Objetivo: presentar a grandes rasgos un panorama general de la crisis moral en el mundo moderno. Contexto: nuestra época se caracteriza por una profunda crisis moral. Hoy se habla de la crisis de Dios como crisis moral.
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Cfr. Ibíd ., No. 55.
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Cuestiones: ¿Qué se entiende por crisis cuando hablamos de crisis moral? ¿En qué consiste la crisis moral? ¿Cuáles son sus principales manifestaciones? Y ¿cuáles son las lecturas y los orígenes o causas de la crisis moral? El hombre, se ha dicho, es un animal ético, de la misma manera que se dice animal racional , podemos decir que es un animal racional ético. Esto quiere decir que el hombre, en su vida, no procede por meros instintos o respuestas a estímulos, sino que el hombre, en su vida, se guía de una manera libre y responsable. El hombre es una realidad moral, lo moral es un elemento esencial del ser humano. El hombre es, ontológicamente un ser moral. Esto lo han expresado de distintas maneras grandes pensadores a través de la historia; por ejemplo, Don Javier Xubiri, uno de los grandes filósofos españoles modernos dijo: “el hombre es un ser constitutivamente moral ”, y otro filósofo de los grandes de la ética, Don José Luis Alburen, habla de la realidad constitutivamente moral del hombre y de la moral como estructura humana. Podemos concluir diciendo que de la misma manera que el hombre es un ser racional es un ser moral.
La realidad de la crisis moral Es evidente que nuestra cultura vive una profunda crisis moral en el sentido más genérico de crisis. Es una realidad que pocos se atreven a negar. Y ésta consiste no sólo en un relajamiento de las costumbres, sino principalmente en la incertidumbre moral, en el no saber, a ciencia cierta, qué es lo que se debe hacer (por ejemplo el aborto en México). La crisis es tan profunda, que ha cambiado la manera de relacionarse el hombre consigo mismo, con los demás y con Dios. Frederick Nietzsche profetizó el colapso de toda la moral como una consecuencia de la muerte de Dios. Él anunció la muerte de Dios. Esta “profecía” de Nietzsche, desgraciadamente se ha cumplido, el tiempo le ha dado la razón. Hace ya muchas décadas que nuestra cultura occidental está sufriendo una crisis moral. Tan es así que a muchos les molesta oír hablar de moral. La crisis es tan profunda que muchos abogan por una desaparición de la moral; otros abogan por una pequeña moral, que es precisamente la corriente post-moderna. En qué consiste esa pequeña moral : El hombre post moderno renuncia a todo compromiso a largo plazo; una moral que insiste en la autorrealización personal; una moral muy individualista, se dice que la crisis del siglo XX fue una crisis de individualismo y narcisismo; un hombre que sospecha de todos los conceptos universales, el hombre post-moderno no cree en las grandes cosmovisiones del hombre y de la vida, dicen ellos que no creen en los meta relatos de la vida, no hay verdades absolutas y universales, el hombre no puede alcanzar verdades absolutas y universales, debemos contentarnos con un pensamiento débil, con verdades fragmentarias y pasajeras, verdades débiles, pequeñas verdades; un hombre post-moral , hoy ha revivido de nuevo el sueño de la inocencia. Esta pequeña moral, moral fragmentaria, con estas características, es la moral del hombre postmoderno o post-moral . Uno de los más grandes hombres que ha tenido México, Don Octavio Paz, que no era católico, en su libro tiempo nublado hablaba de una profunda revolución cultural, y hablaba de una profunda crisis moral de nuestra cultura. Somos glotones insaciables, se ha apoderado de nosotros la cobardía, hemos abdicado a la responsabilidad, ha disminuido la vitalidad, se viven muchos años, pero son años cansados, nuestro hedonismo es culto a la imagen, voyerismo, nuestra pornografía es visual, el
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panorama espiritual es desolador, el placer está al servicio del comercio. Otro premio nobel ruso, Solyenitzin, decía: “la decadencia moral de occidente es notable, ha tenido el Occidente un avance técnico muy grande, pero no un avance de humanidad, se trata de un paganismo Occidental. La Decadencia moral de Occidente es evidente, materialismo, consumismo, injusticia, corrupción y cultura de la muerte.”
Hermenéutica de la crisis moral Introducción Antes de hacer una lectura de la crisis moral, es necesario clarificar algunos conceptos.
Fenómeno Moral Fenómeno moral significa un conjunto de problemas, tradiciones, costumbres morales y códigos socio-culturales, que reflejan el ethos (moralidad) de un pueblo o una época.
Paradigmas Se habla hoy mucho de paradigmas. Esta palabra tiene su origen en un filósofo de la ciencia, Küng. Los paradigmas son modelos que sirven a la comunidad científica para resolver problemas y encontrar soluciones.
Horizonte de Globalidad Cuando analizamos la crisis moral, hablamos de grandes constelaciones de problemas, no de pequeños problemitas. Se verán los problemas como formando conjuntos, o como se dice también, mega tendencias del mundo actual, que constituyen verdaderos desafíos.
Crisis Es una palabra que tiene muchos significados, que con mucha frecuencia utilizamos de manera equívoca, que tiene una profunda carga emotiva, y que se presta a muchas manipulaciones. Etimológicamente viene del griego , que significa juicio, decisión, elección o un cambio importante y decisivo. La Real Academia Española, define la crisis como un cambio muy importante en el proceso originario, y que da pié a una dificultad especial. Los grandes cambios en la historia, en lenguaje Marxista, son cambios dialécticos. En sentido genérico, crisis significa un cambio profundo en relación al mundo tradicional. Tenemos que hacer notar que originariamente crisis es un término ambivalente, las crisis pueden ser buenas y otras malas, pero el concepto en sí mismo no es negativo.
Actit ud es an te la cr isis Ante éste hecho que significa cambios profundos y radicales, caben, sintetizando, tres actitudes fundamentales.
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Pesimismo integral: es la actitud que identifica la crisis con una negación, juzga la crisis
como si siempre y necesariamente fuera una catástrofe. Crisis es sinónimo de decadencia, de maldad y de desintegración. Optimismo ingenuo: cuando se juzga a priori que las crisis son siempre positivas. Necesariamente las crisis son sinónimo de crecimiento. Honestidad intelectual: se admite que las crisis son necesarias en la vida humana. Las crisis son un “preciso histórico” (necesarias en la vida). las crisis son ambivalentes, ni siempre son negativas ni siempre son positivas a priori, pueden ser buenas por ser una oportunidad de crecimiento, pero también pueden ser malas por conducir al hundimiento. Por lo tanto, admitida esta ambivalencia, hay que analizar en concreto cada crisis, analizarla con realismo, honestidad y en todas sus circunstancias, y juzgadas en el horizonte de la neutralidad. Esta es la postura más indicada.
Lecturas de la crisis moral Introducción Todos están de acuerdo en que en Occidente vivimos una crisis moral, así lo dicen grandes pensadores católicos y no católicos, y así lo afirman los últimos papas: Juan Pablo II en Veritatis Splendor , Benedicto XVI insiste mucho en el relativismo moderno; pero no todos estamos de acuerdo en la interpretación de esta realidad.
En clave de Desmoralización, Vacío moral y confusión Desmoralización El representante de esta primera clave, es nada menos que el gran filósofo Ortega y Gasset, en su libro, la aparición de las masas dice: “Está naciendo un tipo de hombre masa, con una tremenda y radical desmoralización, el hombre se ha quedado. Está naciendo un hombre sin vida, sin tareas sin programas en la vida”. El término desmoralización puede tener diferentes significados: en sentido emocional equivale a desánimo, desaliento; en sentido filosófico significa pérdida del sentido de la vida; en sentido socio-cultural, degeneración y decadencia moral en la sociedad. En todos esos sentidos hay que interpretar la desmoralización.
Vacío En esta línea encontramos a otro filósofo español, Don José Luis Aranguren, que dice que estamos atravesando un período difícil de crisis moral, la evacuación de contenidos morales, el vacío de contenidos morales, ha conducido a la pérdida del sentido moral. Y hay grandes vacíos de moralidad en el mundo moderno, existe una refracción, rechazo de la moral, hay un desfondamiento, una devaluación de la ética tradicional
Confusión Es la que hace el Papa Juan Pablo II en su encíclica Veritatis Splendor , donde en general hace una lectura negativa de la situación actual; dice que la crisis actual es una crisis de valores, y esta crisis se desemboca con la confusión de valores. El hombre ya no encuentra respuesta a las preguntas
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fundamentales, ya no sabe, con frecuencia, quién es él, no sabe de dónde viene ni a dónde va 12. La crisis es muy grave y universal, porque alcanza las relaciones con Dios, se manifiesta en el secularismo. Hoy muchos piensan y viven como si Dios no existiera. Hay una descristianización de pueblos que antes eran muy cristianos. Hay una decadencia un oscurecimiento del sentido moral, un eclipse se los principios y valores ético.
Patética Moral Involución moral El representante de esta lectura es un moralista, Antonio Orterano, Español, y él dice que la crisis moral hay que interpretarla en clave de involución. Ciertamente hay muchas cosas positivas en la época actual, el hombre moderno tiene conocimientos científicos y técnicos muy avanzados, el éxito económico en determinados países, la facilidad práctica, un sentido muy fino de dignidad, de igualdad, de libertad y defensa de los derechos humanos. Pero, en general, prevalece lo negativo. Inmoralidad.- hay un aumento cuantitativo del mal . Hoy hay más guerra, abortos, secuestros, etcéteras. Permisividad.- muchos comportamientos que antes no se toleraba al público en la vida social, y hoy se hace en plena luz del día y en la calle sin la condenación de nadie. Amoralidad.- está naciendo un tipo de hombre incapaz de vida moral. La falta de reflexión, vive en pura exterioridad, sólo le interesa lo material, el consumo; en éste hombre difícilmente puede nacer el sentido moral. Amoralidad
Permisividad
Inmoralidad
Orfandad de la Moralidad Esta lectura la hace Marcial, en su libro moral de actitudes Tomo I, Nueva moral fundamenta, y Orientaciones éticas para un tiempo de crisis. Él no desconoce el lado oscuro de la crisis, pero insiste más en lo positivo, dice que nos encontramos en una época de orfandad moral, en una época sin valores, pero que esto no significa que el hombre haya perdido su capacidad moral; e interpreta la situación actual como una oportunidad de crecimiento. 12
Juan Pablo II, Veritatis Splendor .
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Los orígenes/factores de esta situación Introducción La cultura de la Modernidad Es conveniente entender, tratar de valorar el sentido de la crisis que estamos viviendo, y es necesario esforzarnos en descubrir cuáles son los factores que están originando esta situación. Si no conocemos los factores del origen, no podemos entender esta situación. El primer origen hay que encontrarlo en la cultura de la modernidad. Hablamos de la modernidad en sentido cultural. Mucho se ha escrito ya sobre la modernidad, sobre la ilustración, sobre su impacto en la religión y en la ética. El acento que definió la modernidad ilustrada es, sin duda, el giro antropocéntrico. Antes todo giraba en torno a Dios, pero ahora la interpretación es ahora en el hombre, en el lugar donde estaba Dios, ahora está el hombre. El hombre es la medida de todas las cosas (Protágoras). Para la modernidad, el centro o punto de referencia y la meta, es el hombre y no Dios. La modernidad se define también por dos valores fundamentales, la razón y la libertad. La razón entendida en sentido amplio, la razón científico técnica, y uno de los postulados de la modernidad es la sacralización de la ciencia y de la tecina, el único modo válido de conocer la realidad es el método científico: todo lo que no sea objeto de la ciencia y no se conozca por la ciencia, no tiene sentido. Dios no es objeto de la ciencia ni se puede probar por la ciencia, por lo tanto no existe. En la filosofía de lenguaje, Wittgenstein llevó esto a su máxima expresión, sólo tiene sentido lo que se puede verificar por la ciencia, lo que no se puede verificar por la ciencia no tiene sentido, por lo tanto no debemos hablar de tonterías; Dios no puede ser verificable de la ciencia, por lo tanto no tiene sentido, y como conclusión, lo más sensato sería no hablar de Dios. Esto tuvo repercusiones muy graves en el campo de la religión y de la ética. Lo mismo, al exaltar la autonomía de la libertad, se considera a Dios enemigo del hombre. Como si fuera una alternativa total, y si así son las cosas, sin duda hay que optar por el hombre. Kant fue el primero que exigió la autonomía, cuando dice que el hombre siempre se había comportado como menor de edad, que ha llegado el momento de atreverse a crecer, a pensar como adulto y a decidir como adulto; la moral debe ser absolutamente autónoma, el hombre no debe estar subordinado a nada ni a nadie, ni siquiera a Dios; por tanto, la cultura de la modernidad ilustrada ha tenido consecuencias muy graves, tanto en el campo de la religión como en el campo de la ética. Si la ciencia es la única que tiene derecho a fundamentar la realidad, y si los juicios morales, los valores morales no son verificables porque nos son empíricos, no pueden considerarse científicos. Para muchos la moral es simplemente le resultado de un proceso emotivo.
La cultura de la post-modernidad Cando hablamos de post-modernidad, no nos referimos a una época histórica, no es un concepto cronológico, Post-modernidad es un concepto cultural, y curiosamente no quiere decir lo que indica la etimología (lo que viene después de la modernidad). La postmodernidad es alejamiento de la modernidad, es el desencanto de la modernidad, más aún, es la crítica a la Modernidad.
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El desencanto de los meta relatos La modernidad no cree ya en las grandes cosmovisiones, en las grandes interpretaciones del mundo, de la realidad, en las verdades absolutas; la post-modernidad afirma que las verdades son relativas, son pequeñas, son débiles; cada uno puede elegir su propia verdad.
La tolerancia Si no hay nada absoluto y definitivo, si cada quien tiene su propia verdad, la única forma para vivir, para una convivencia pacífica, será la tolerancia. Aceptar la verdad del otro, cada uno tiene su propia verdad, y nadie tiene derecho a imponerle a otro su propia verdad. La tolerancia es en la filosofía, un presupuesto fundamental de la democracia.
El escepticismo Si nada es absolutamente cierto, si no hay verdades definitivas absolutas, si todo es relativo, todo esto crea un clima de incertidumbre y escepticismo. Si todas las verdades son pequeñas y provisorias, ¿dónde fundamentar la verdad?
La crisis de Dios Frederick Nietzsche, en el Libro V de la Gaya Ciencia, en 1886 escribió: “el mayor de los acontecimientos recientes es que Dios ha muerto. La fe en el Dios cristiano ha perdido su credibilidad, y empieza a proyectar sus primeras sombras sobre Europa”. Hoy la crisis de Dios se ha extendido a todo occidente, principalmente de los países europeos, y la crisis no es sólo de la Iglesia Católica, sino de todas las grandes religiones. Se trata de una crisis profunda de Dios, que afecta a la humanidad entera. En los países descristianizados, la palabra “Dios” ya no aparece como un término importante, ya no aparece substancial en el lenguaje del mundo secular, la misma palabra Dios, ha perdido su poder comunicativo; para muchos, resulta como el recuerdo de un mito pasado, hoy predomina el lenguaje de la ciencia, y como decía el Papa Benedicto XVI: “ da la impresión de que el hombre moderno ya no tiene necesidad de Dios para vivir ”. El mismo Nietzsche, cuando profetizó la muerte de Dios, cuyas sombras se extenderían por toda Europa, también profetizó, como una consecuencia de la muerte de Dios, la muerte, el colapso de toda la moral europea; y el tiempo le ha ido dando la razón. Vivimos, ciertamente, cualquiera que sea la lectura, un tiempo de agotamiento moral.
Naturaleza, objeto y fuentes de la Teología Moral Introducción Objeto Estudiar la naturaleza, el objeto, las fuentes y la división de la Teología Moral.
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Nexo Después de haber estudiado la necesidad del estudio de la Teología, en el primer tema, y después de haber estudiado la realidad de la crisis moral, el agotamiento moral de nuestro tiempo, vamos ahora a dar un paso adelante. Vamos a estudiar las siguientes cuestiones: ¿Cuál es el origen de los términos: ética y moral? ¿Qué es la teología Moral. Cuáles son sus fuentes? ¿Cómo se divide la teología Moral? ¿Cómo se relaciona con otras ciencias?
Respuesta breve Conocer la etimología de una palabra, siempre es muy importante, porque nos ayuda a descubrir el sentido originario, porque las personas se van desgastando con el tiempo; y nos ayuda a devolverle a las palabras su sentido original. Ética y moral , son dos términos que usamos continuamente en nuestra conversación diaria, y sin embargo, su significado no es muy claro, los usamos en diferentes sentidos. Basta preguntar qué se entiende por ética y qué por moral, e inmediatamente descubrimos una diversidad de opiniones.
El origen de los términos Ética y Moral Ética Sócrates fue el creador, tanto del término ética, como de la ciencia ética. La palabra Ética, viene de Ethos (), costumbre. Ethos tiene dos formas de escribirse y dos significados y . Ethos, escrito con “E” larga, en la poesía griega, significaba los pastos y guaridas, las guaridas donde habitaban y se criaban los animales. Después designaba la residencia de los seres humanos, y finalmente cambió de significado, significaba carácter, temperamento, personalidad, talante, en una palabra, la disposición fundamental de una persona ante la vida, sus actitudes morales, sus disposiciones y virtudes, y éste fue el significado más antiguo de la palabra Ethos; en cambio, ethos, con “e” breve, significaba hábitos o costumbres, pero éste significado no era ni el más importante ni el más antiguo. El significado más antiguo, como hemos visto, es con el significado de residencia, morada, modo de ser, carácter, actitudes morales. Por lo que grandes estudiosos de la filosofía y de la ética, en tiempos recientes, han luchado, han abogado por un retorno al uso antiguo de ética, nos haría mucho provecho volver al significado antiguo de ética, pues es un significado más rico, así lo dijo Heidegger, y José Luís Aranguren, pues él dice dos cosas: Éthos, en griego, tiene como significado más antiguo el de morada, carácter, modo de ser, actitudes morales, y la ética debe volverá su antiguo significado.
Moral Cicerón, así como Sócrates fue el creador tanto de la palabra como de la ciencia ética, en Roma, fue Cicerón quien introdujo la palabra moral , y la ciencia moral ( filosofía morum) la filosofía de las costumbres, y tradujo la palabra Éthos, que tenía dos significados, por MOS, que en singular significa costumbre; y desde ahí viene la corrupción y empobrecimiento de la palabra, y la palabra castellana moral , viene de la palabra latina mos, moris, de costumbres.
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Significado de ética y moral: en el mundo clásico, se entendía por Ética, el estudio filosófico de los fundamentos y deberes de la vida moral, la teoría filosófica sobre la moralidad. En cambio Moral , se entendía a la aplicación de la teoría filosófica a los casos concretos. Hoy, muchos autores, cuando hablan de ética, se refieren a la reflexión filosófica, a la reflexión meramente racional. Y moral lo restringen al estudio Teológico. Otros autores, como lo hacen Marciano Vidal, dicen que son sinónimos: ética y moral, por tanto, para distinguirlas, hay que ponerles un adjetivo. Se puede decir ética filosófica y ética Teológica; Y también se puede usar moral filosófica y moral Teológica. Hay que saber que hay diferentes y variados modos de usar los términos, y hay que estar atentos para descubrir en qué sentido lo utiliza cada uno de los autores, pues todos son respetables.
La filosofía moral, ética filosófica ¿Qué es la ética filosófica? ¿Cómo se relacionan la ética filosófica y la Teología Moral? Una muy buena definición es dada por un gran filósofo católico francés, Joseph De Finance, que la define así: “Ética filosófica es una ciencia categóricamente normativa de los actos humanos a la luz de la razón natural.” Otros dicen: “Es una disciplina filosófica que estudia racionalmente la conducta humana, es una reflexión crítica sobre el hecho de la vida moral.” La ética filosófica es una ciencia especulativamente práctica, que orienta la acción humana, porque reflexiona sobre los principios que deberían guiar un obrar concreto. La ética filosófica es una disciplina filosófica que estudia racionalmente la conducta humana. Una palabra que se incluye en todas las definiciones es la ciencia. Esto es que es un conjunto sistematizado de conocimientos, que tiene sus categorías y métodos científicos, pero es una ciencia filosófica, no es una ciencia empírica. Categóricamente significa que la ética regula, orienta y guía la conducta humana de manera concreta. Normativa, la Ética es ciencia normativa, es una ciencia de deberes, de imperativos, de obligaciones, y no es una ciencia meramente descriptiva, sino que dice lo que se debe hacer. La sociología, por ejemplo, es puramente descriptiva. A la luz de la razón natural. De ninguna manera entra aquí la Revelación, sin la Palabra de D ios.
Niveles En la ética filosófica, podemos distinguir varios grados o niveles de reflexión, que es necesario conocer para no simplificar las cosas.
Nivel de reflexión pre-crítica Toda persona adulta, por el mismo hecho de ser persona, es un ser moral; y sin ninguna reflexión explícita, sino que de una manera espontánea, puede distinguir el bien del mal y reflexiona sobre lo que es bueno y lo que es malo.
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Ética descriptiva En sentido estrictísimo, no debería llamarse ética, pues la ética es ciencia normativa, no descriptiva. Es la ciencia positiva, es decir, empírica, que estudia los hechos morales, individuales y colectivos. Este nivel de reflexión lo hacen las ciencias positivas con el método propio de las ciencias positivas: estudian los comportamientos morales como hechos.
Ética normativa Ésta sí es ética en sentido estricto, pues es una disciplina filosófica desarrollada de modo racional y sistemático, que reflexiona sobre los valores y las normas que deben orientar la conducta humana.
Meta-ética Es la reflexión moral racional (filosofía) que estudia los fundamentos últimos de las normas y de los sistemas morales. Todavía más, en sentido estricto, la meta-ética, analiza el aspecto lingüístico, el lenguaje específico mediante el cual se expresan los valores y las normas.
Ética aplicada Se define como la aplicación de la ética a cuestiones prácticas concretas. Es importante resaltar aquí dos aspectos: La aplicación práctica; y las cuestiones concretas.
¿Qué es la Teología Moral? Introducción El término Teología Moral , nació en una época muy tardía, en los albores de la edad moderna. El protestantismo no usa este término, ellos prefieren hablar de Ética Teológica.
Descripción13 El CV II, en Optatam Totius número 16, nos dice cómo debería ser la Teología Moral: “Es la ciencia Teológica que tiene por objeto explicar, de manera científica y bíblica, cómo vivir responsablemente la vocación cristiana en los diversos campos de la vida y cómo producir frutos de caridad para la vida del mundo”.
Definición Durante siglos, predominó una definición de la moral clásica, y es representativa la del Padre Noldin: “Teología Moral es la ciencia de los actos humanos en cuanto nos conducen al último fin”. Sin duda esta definición es verdadera, otra cuestión es si es la definición más adecuada. Otras definiciones modernas definen así: Gaspar Mora: “La Teología Moral es una parte de la Teología que tiene por objeto estudiar el aspecto moral de la Revelación, e intenta entenderlo y formularlo adecuadamente”. José Román Flecha: “es el estudio del comportamiento humano responsable, orientado hacia el bien, considerado a la luz de la Revelación y de la fe”. Ángel Rodríguez: “la Teología Moral es una parte de la Teología, que t iene como objeto propio la inteligencia de la vida de los fieles en Cristo”. 13
OT, 16.
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Fuentes y métodos de la Teología Moral Fuentes ¿De dónde extrae la Teología Moral sus conocimientos? La Teología Moral, como todas las ciencias Teológicas, debe tener sus propias fuentes, y las fuentes de la Teología Moral son dos: la primera fuente es la Revelación, que en primer lugar, la Revelación es Jesucristo, la Palabra del Padre. La Revelación la encontramos en las Sagradas Escrituras y en la Tradición Apostólica; la segunda fuente, el saber Teológico es también un esfuerzo humano por entender y profundizar Teológicamente la fe. La fe supone la razón, por eso, la segunda fuente de la Teología Moral es la Razón humana, las ciencias humanas. En concreto se trataría de la filosofía, de las ciencias humanas como psicología, sociología, antropología cultural, el derecho. En este sentido, la Teología Moral debe reconocer la importancia de estas ciencias, y siempre tr atar de enriquecerse de sus resultados.
Método ¿Qué métodos se han utilizado y se pueden utilizar para construir la Teología Moral? Hay varios métodos. Los más importantes son dos, que no son exclusivos, no es una alternativa, sino que son complementarios. El primero se llama método deductivo o descendente. El siguiente método es el método inductivo o ascendente. Este segundo tiene tres pasos; éste método lo inició el Cardenal Cardayan en la pastoral de los jóvenes obreros, ver, juzgar y actuar : ver la realidad, juzgar esta realidad a la luz de la palabra y actuar. Al primer paso, el ver , se le llama “medición socio-analítica”, es un análisis social y científico. Al segundo paso, juzgar , se le llama “iluminación hermenéutica”, y al tercer paso, el actuar , se le llama “mediación práctica”. Éste método es muy usado en América Latían. Lo usaron Medellín, Santo Domingo, y ahora en la conferencia de Aparecida, una de las grandes discusiones fue el método.
Relación de la Teología Moral con otras ciencias Filosofía moral Existe una relación muy estrecha. Diríamos, usando términos filosóficos, las dos ciencias tienen el mismo objeto material, la conducta humana, sin embargo, estas no se identifican, sino que se relacionan, porque tienen diferente objeto formal. La ética filosófica es reflexión racional, estudia la conducta humana a la luz de la razón natural, ciencia categóricamente normativa de los actos humanos a la luz natural. En cambio, la Teología Moral es una reflexión iluminada por la fe.
Teología Dogmática Durante muchos siglos, la Teología no estaba dividida como hoy. Después de muchos siglos, por motivos didácticos, pedagógicos y prácticos, se empezó a hacer la división.
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No se debe hacer la distinción como a veces se hace. El Dogma estudia lo que debemos creer y la Teología Moral lo que se debe hacer. Ni se puede decir que la Teología Dogmática es una ciencia teórica positiva, y la Teología Moral es una ciencia práctica Lo más correcto es que: las dos son ciencias Teologías, la relación sería una dialéctica indicativoimperativo; en este sentido la Teología Dogmática estudia los misterios revelados en sí mismos, eso sería el indicativo; en cambio, la Teología Moral, traduce el indicativo en imperativo, lo que se debe hacer .
Derecho Canónico Esta distinción es muy importante, porque durante muchos siglos las identificaron, y no sólo las identificaron sino que, el Derecho Canónico suplantó a la Teología Moral, por ejemplo en el tratado de sacramentos. Esto explica por qué el CV II en Optatam Totius No. 16 dice que se debe de renovar la Teología Moral. La Teología Moral, según el texto citado anteriormente, tiene por objeto estudiar la excelencia de la vocación cristiana y la obligación de dar frutos de caridad para el mundo . En cambio, el Derecho Canónico trata de las leyes positivas de la Iglesia. Indudablemente se relacionan, pues las leyes canónicas nos obligan en conciencia, pero no se identifican.
Teología Espiritual Esta distinción es muy importante, porque durante muchos siglos se separaron demasiado. Se decía “la Teología Moral estudia las obligaciones, la Teología Espiritual los consejos Evangélicos ”. Diríamos que se distinguen, no en cuanto que una habla de la santidad y la otra no, pues las dos lo hablan, sino que la diferencia es de grado, de intensidad. La Teología Moral habla de la vocación a la santidad, la Teología Espiritual estudia el proceso, el camino, los medios para santificar.
Teología Moral Fundamental Moderna Introducción Objetivo: estudiar la necesidad, la naturaleza y las tareas de la moral fundamental. Ya definimos qué es la teología Moral en la lección pasada, ahora bien, la Teología moral se divide en dos grandes apartados: la Teología Moral Fundamental, y la Teología (s) Moral concreta.
Cuestiones ¿Por qué se dio el cambio de la Moral general a la Moral Fundamental? ¿Qué es la Moral Fundamental? ¿Cuáles son las tareas de la Moral Fundamental? ¿Cuántos apartados tiene la Moral Fundamental?
Breve respuesta Toda construcción Moral debe justificar, debe responder a tres preguntas, ¿Cuál es tu fundamento? ¿Cuál es tu valor? ¿Cuáles son tus contenidos?
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¿Qué es la Teología Moral Fundamental? Historia de moral General El antecedente más remoto de la moral general lo encontramos en San Agustín, cuando él hablaba de un discurso ético general y de un discurso ético especial. En el medio-evo, se recuerda a un señor llamado Alano de Lille, de la escuela de Chartre, que escribió un primer tratado de moral general. Después, Santo Tomás de Aquino dividió la Teología moral en moral general y la moral especial, y esta doctrina de Santo Tomás siguió vigente varios siglos después de él. Pudiéramos decir, por citar una fecha, hasta el Concilio Vaticano II. La moral general estudiaba los principios prácticos necesarios para solucionar los casos morales concretos. Por eso, si estudiaba eso, muchos le llamaron tratado de principiis.
Paso de la Moral general a la Moral fundamental Se suele considerar a un gran moralista alemán, Franz Böckg, como el creador o iniciador de la Moral Fundamental. Ese paso se dio no por simple moda, sino por necesidad. Durante muchos siglos vivimos una época llamada de cristiandad, la religión cristiana era aceptada por todo el mundo, en este tiempo no se sentía la necesidad de justificar la moral, pues todos la daban por supuesto, en cambio, los tiempos han cambiado, hoy vivimos en una sociedad secularizada y post-moderna. El cristianismo no es ya la religión de todos. El cristianismo tiene que justificar su presencia ante los demás. Durante muchos siglos, la sociedad era mono-cultural; hoy, en cambio, vivimos en una sociedad pluralista en todos los sentidos. La moral cristiana no tiene ya el monopolio en el campo moral. También, durante muchos siglos, la Teología sólo utilizaba como medio de reflexión la filosofía, se ayudaba sólo de la filosofía, y todavía más la aristotélico-tomista. Hoy el método teológico es interdisciplinario, y además, como vimos, el auxilio de todas las ciencias humanas. Con éste método, en esta época de método interdisciplinar, la moral tiene necesidad de justificarse. La renovación de la Teología Moral comenzó en el siglo XIX en una universidad alemana muy famosa, la de Tubinga. Culminó en el CV II, y el padre Franz Böckg fue el primero en hablar de una moral fundamental en sentido estricto. Es necesario hablar de una moral fundamental en vez de una moral general. El cambio no es sólo del nombre, es una nueva forma de hacer teología, es un nuevo paradigma teológico.
Definición Es la ciencia que trata de justificar y de fundamentar críticamente la moral, es decir, una reflexión sobre los fundamentos racionales, bíblicos y teológicos de la moral evangélica. La Teología Moral Fundamental tiene como objetivo prioritario justificar críticamente los fundamentos de las opciones éticas. La Moral Fundamental trata de mostrar la racionalidad del saber moral La Moral Fundamental debe mostrar que la persona es un ser moral, porque si la persona no fuera un ser moral, no podríamos fundamentar la moral. No existiría ningún fundamento para la moral.
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La Moral Fundamental tiene que estudiar los fundamentos de la ciencia moral, por ejemplo: sus fuentes y sus métodos. La Moral Fundamental tiene que responder preguntas difíciles, ¿Dónde se funda la moral? ¿Puede existir una moral sin Dios? ¿Existe una moral cristiana?
Apartados ¿Cuáles son los grandes apartados de la Teología Moral Fundamental? La Moral Fundamental tiene tres grandes apartados: 1) la cuestión moral; 2) la fundamentación de la moral; 3) estudio de las categorías morales básicas, como el acto moral, la conciencia moral, la norma moral, el pecado, la conversión, etcétera. En su segundo libro, el Pbro. Marcial Vidal dice que la moral fundamental se divide en dos intereses temáticos, y señala simplemente la fundamentación de la moral y el estudio de las categorías morales básicas
La experiencia moral, base de la ciencia moral La cuestión moral La cuestión moral, primera parte de la moral fundamental, estudia fundamentalmente dos cosas. La primera, la persona es un ser moral, y segunda, qué es lo moral.
Tesis La persona es un ser moral; si la persona no fuera un ser moral, no se le podrían imponer obligaciones. La moral fundamental estudia, en primer lugar, la configuración ética de la persona, para llegar a la conclusión de que el ser humano es un ser moral, que la persona es esencialmente moral, que el ser humano es estructuralmente moral, porque es un ser libre y responsable. Lo ético o moral, es un elemento esencial de la persona, de la misma manera que decimos el hombre es un ser racional, debemos decir que el hombre es un ser moral. Cuando decimos elemento esencial, es aquel sin el cual una cosa no puede ser lo que es, sin racionalidad no puede haber persona, si falta el elemento moral, no puede haber persona; lo moral es un elemento esencial óntico, que pertenece a la estructura de la persona.
¿Por qué decimo que la persona es un ser moral? Porque así lo demuestra la misma experiencia moral del hombre. Lo moral es una experiencia primaria, original y espontánea del hombre. Lo moral hunde sus raíces en la experiencia moral común a todos los hombres en todos los hombres existe un saber moral espontáneo, y este saber moral espontaneo, esta experiencia moral espontanea común a todos los hombres es la base de la ciencia moral. Lo ético-moral es una realidad omnipresente, la encontramos en toda la vida y en todas las actividades del hombre. Nuestro lenguaje ordinario está lleno de expresiones éticas; la sociedad está llena de normas para salvaguardar el bien común. Lo ético es una experiencia espontánea originaria, común a todos los hombres, pre-científica, omnipresente. Esta experiencia moral del hombre, con todas esas características, es y debe ser el fundamento de la ciencia humana. Aristóteles en su ética a Nicómaco, hizo un gran esfuerzo por no perder contacto con
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las opiniones morales de los hombres de su tiempo. Él siempre estuvo convencido de que en esas opiniones morales se contiene una parte substancial de la verdad, es decir, Aristóteles estaba convencido de esta experiencia moral y no quiso perder el contacto con la misma. Santo Tomás de Aquino afirma que el estudio de la ética no parte de cero; la ciencia ética presupone la experiencia moral espontánea como es la experiencia del bien y del mal, y da una razón muy aparentemente simple: “sólo quien ha saboreado un alimento puede decir a qué sabe; sólo quien ha experimentado el perdón podrá entender y podrá hablar del perdón; sólo quien ha experimentado el amor podrá convertirlo en objeto de estudio”. Lo mismo vale para la moral: sólo podrá hablar de moral quien ha tenido la experiencia de lo moral. Kant, uno de los grandes exponentes de la ética moderna, concede gran autoridad al saber moral espontaneo de los hombres, el hombre es un ser esencialmente moral, porque así nos lo dice nuestra misma experiencia moral.
Las ciencias confirman la existencia de lo moral No sólo la experiencia moral nos muestra que el hombre es un ser moral, sino también las ciencias nos confirman la existencia de lo moral.
Psicología Freud asumió una postura negativa ante la moral: él sostenía que el hombre está constituido por impulsos ciegos. La búsqueda instintiva del placer (lívido) y la fuga de los dolores físicos es innata. La persona es totalmente pasiva, está dominada por el juego de fuerzas instintivas. Por tanto, él negó de principio la ética. Erick Fromm, judío alemán, siempre sostuvo, contra la opinión de Freud, siendo también psicoanalista, que la psicología debe aportar bases positivas a la conducta moral, que el psicoanálisis no puede omitir el problema ético, que las normas morales no son irracionales, que los juicios de valor que damos en la vida condicionan nuestra salud mental. Por tanto, concluye él que el divorcio entre la psicología y la ética es reciente, desde Freud, los grandes humanistas de la ética, fueron los filósofos y los psicólogos. Alport, Royers, Maslow, Frank, psicólogos humanistas, afirman que la persona es capaz de vida moral, porque la persona siempre busca darle sentido a su vida. existe la necesidad existencial de darle sentido a la vida, y de concretizarlo mediante un proyecto o programa de vida, y este programa de vida que contiene la orientación más profunda de nuestra vida es libre y es responsable, y es necesario para la realización de la persona.
Antropología cultural La antropología cultural ha descubierto un hecho de máxima importancia para nosotros. No hay en la actualidad, ni ha habido en la historia de un pueblo, una pequeña cultura, en el que no haya existido un ethos moral. Las normas pueden ser muy diferentes, en algunas culturas normas muy elementales, pero lo importante es que no hay, ni ha habido una cultura sin este ethos moral. Esto quiere decir que lo moral que comprende motivaciones, costumbres, valores y normas son un universal cultural. Lo moral ha existido y existe en todas las culturas.
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La filosofía también confirma la existencia del hecho moral El Papa Juan Pablo II En su encíclica Veritatis Esplendor , afirma que ningún hombre puede eludir las preguntas éticas fundamentales (qué debo hacer, qué está bien y mal, qué es el bien y el mal). El hombre es un ser capaz y obligado a vivir moralmente. Y esta capacidad y obligación dimanan de su propio ser. Uno de los principios universales más evidentes es que el hombre debe realizar siempre el bien y evitar el mal
Hume La presencia de lo moral en la persona sólo se puede negar de mala fe. La conciencia moral nos impone su autoridad. La conciencia moral deja sentir su peso axiológico en todas nuestras acciones.
Análisis fenomenológico de la experiencia moral El hombre es un ser luminoso, es decir, se conoce a sí mismo. En cambio las cosas, los objetos son ciegos, no se conocen a sí mismos; los objetos viven en la ignorancia permanente de sí mismos. La persona es un ser auto transparente a sí mismo, se ilumina a sí mismo con la luz de su espíritu, en cambio, los seres son opacos, obscuros, no tienen esa luz para iluminarse a sí mismo, permanecen en la obscuridad. La persona es un ser que no sólo existe, sino que habla, dice yo soy , por eso hay quien diga que después de la palabra Dios, le sigue el yo; en cambio los objetos son seres mudos, no tienen palabras, no pueden hablar ni decir yo soy . La persona es dueña de sí misma, la suidad , propiedad de sí mismo. En cambio, los objetos no se pertenecen a sí mismos, son alienables. El ser humano, la persona, no sólo existe, sino que está encargada de su propio ser. En cambio las cosas no han recibido ese encargo de su propio ser. El hombre, encargado de sí mismo, debe realizarse; siente ese imperativo que nace de sí mismo, esa obligación de realizarse, construirse, hacerse. En cambio, las cosas no sienten esa obligación de hacerse a sí mismos, al contrario, las cosas son hechas y modificadas por los demás. Finalmente, el hombre, está encargado de su propio ser, debe realizarse y llegamos hasta el fondo, pero no de cualquier manera, debe realizarse en libertad y responsabilidad, y eso de ver realizarse en libertad y responsabilidad es lo moral. En cambio las cosas ni están encargadas de sí mismas ni pueden realizarse a sí mismas, sino que están determinadas por leyes físicas.
Heidegger Heidegger decía, en su sistema filosófico, que la cuestión fundamental de toda filosofía era la cuestión del ser , y él distinguía el ser y los entes. Las cosas son entes, el hombre, la persona, es un ser, y es un ser distinto de los entes porque la persona es capaz de preguntarse por sí misma. El hombre es un existente privilegiado que puede decir Yo soy , el hombre es un ser inconcluso, inacabado, que tiene la tarea de terminarse, de hacerse, construirse. La primera tarea de hombre, su primer compromiso, es hacerse cargo de sí misma. El hombre, decía Heidegger, es el pastor de su propio ser.
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Karl Ranher Él, después de muchas disquisiciones filosóficas, nos dio una definición de persona: Ser que consciente y libremente se posee, y que se construye en un horizonte de libertad y de responsabilidad, comprometiéndose consigo mismo, con los demás y con Dios.
Paul Ricaer Lo moral no es un accidente, sino un componente intrínseco de lo humano.
Xabier Zubiri El hombre no es un ser de estímulo simplemente, un ser que se adapta pasivamente al ambiente. El animal es un ser de estímulos, el hombre debe justificar su propio ser y su propia conducta, por tanto, concluimos, el hombre es un ser moral. Lo moral es el elemento definitorio del humano.
Negación del hecho moral Introducción Nosotros sostuvimos y reflexionamos sobre la realidad de la persona como un ser moral, pero no todos están de acuerdo, vivimos en un mundo pluralista, la negación de la dimensión ética del hombre es muy reciente, pero ya se venía preparando desde el positivismo del siglo XIX, el hombre no es un ser ético. Podemos englobar esta negación en tres grandes tendencias:
Negación del sujeto ético Hay algunas corrientes filosóficas que gozan de cierta actualidad en los últimos años, que se sitúan en la línea del pensamiento anti-moral.
Antropología anti-humanista: esta corriente afirman que el hombre no es un sujeto, que el hombre es un objeto, que el hombre no es el sujeto de la historia, que hay que reducir a cenizas el mito del hombre. Althuser. Jean Monod: en su libro el azar y la necesidad , sostiene, como buen positivista, que el único saber válido es el científico, y saca estas conclusiones: todo es materia y fruto del azar, no existe ni el alma ni existe Dios. Por tanto, no existe la ética orientadora del bien y del mal. La ética debe ser sustituida por la ciencia. Anti-humanismos: esta línea engloba a muchos científicos; el hombre sólo es un animal, así lo afirman científicos biólogos, etólogos, entre el animal y el hombre no hay ningún salto cualitativo; el hombre pertenece a la jerarquía zoológica. Por tanto no hay lugar para la ética. La vida no obedece a principios morales, la ética está grabada en la constitución genética del hombre. Skinener: no existe la libertad, es una mera ilusión que seamos libres, no existe ningún hombre sujeto dueño de sus actos. Los actos humanos no son otra cosa que respuesta a los estímulos externos. Todas estas corrientes niegan que el hombre sea un ser moral. En la discusión moderna, las cosas no están fáciles.
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Incapacidad de imponer un deber al hombre La pregunta sería esta: ¿podemos conocer el bien? Existen muchas corrientes que niegan esta posibilidad, y si no podemos conocer el bien, será imposible una vida moral.
Reduccionismo: representado desde el siglo XVI por Hume. Nosotros utilizamos frecuentemente un principio que nos parece evidente, el obrar sigue al ser; Hume se opuso a este principio diciendo que las categorías axiológicas no pueden deducirse de las categorías ontológicas, el obrar es una categoría axiológica, sigue al ser, que es categoría ontológica. Eso es dar un paso en falso, sacar falsas conclusiones de una premisa que es de otro orden. Ética analítica: que ha dominado casi todo el siglo XX. Es hija del neopositivismo y su patria es la Gran Bretaña. La tesis central de la ética analítica es que la ética no es ni puede ser un discurso moral. La tarea de la ética es sólo analizar los conceptos, sólo ver la relación que hay entre los conceptos, sólo analizar el lenguaje ético; para el hombre, la ética, no puede prescribir nada. La tarea de la ética es sólo analizar el lenguaje. El filósofo moral sólo debe preocuparse por analizar la lógica de los términos empleados, pero la ética no tiene carácter normativo. Ahí encontramos el positivismo de Russell, el primer Wittgenstein, el intuicionismo moral, el emotivismo ético de Stevenson. Anti-cognitivista: Stevenson, nacido en 1910, autor de una Teoría ética llamada emisionismo, dice que no podemos conocer la verdad moral. La moralidad es subjetiva, depende de los sentimientos y emociones de cada persona, el juicio moral no tiene ninguna base racional. Los juicios morales no se pueden verificar por la ciencia, son proposiciones no verificables, por tanto, carecen de sentido. Decisionismo: de Hare, que parte de la filosofía analítica del lenguaje; su punto de partida es el neopositivismo, y él afirma que los juicios morales no son verificables. No se puede verificar lo moral, por tanto los juicios morales no tienen ningún sentido, la moralidad sólo es fruto de la decisión.
Teoría cognoscitiva Su tesis fundamental es la siguiente: existe el bien y se puede conocer.
Intuicionismo More dice, en oposición de Stevenson, que todo hombre, reflexionando sobre sí mismo, y descubre por medio de una intuición que esta ordenado a hacer el bien y evitar el mal. Explicando más, More dice que esta intuición no es ciega, es una intuición intelectual, es una intuición universal, y es una intuición original, que nos da una evidencia cognoscitiva.
Carol Wojtyla En Polonia se desarrolló una escuela que habla de la experiencia moral. En el hombre existe una experiencia moral absolutamente original, y es original porque es distinta de todas las demás experiencias; es una experiencia no ciega, es una experiencia cognoscitiva, y es una experiencia del bien moral y del mal moral. La persona experimenta dentro de sí misma la experiencia de lo moral. La persona es un ser moral y como ser moral que es, la persona es el fundamento de la moral, que es lo que nosotros queremos encontrar en la moral fundamental.
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La relación de la moral con las demás ciencias Valor de las ciencias positivas El progreso de las ciencias positivas permite al hombre conocerse mejor e influir directamente sobre la vida y sobre la sociedad. El Concilio Vaticano II, en la Gaudium et spes, reconoció gran importancia a todas las ciencias, reconoció los avances de las ciencias positivas o empíricas, y dice que el progreso científico nos permite conocer mejor la naturaleza y al hombre 14, por tanto, el diálogo de la Teología Moral con las ciencias positivas no sólo es necesario, sino de gran actualidad. Así, por ejemplo, la psicología nos ayuda a conocer mejor la interioridad del hombre, la sociología nos ayuda a comprender mejor el entorno social de la vida humana; por tanto, dice el Papa Juan Pablo II, hay que reconocer y emplear suficientemente en el trabajo pastoral, no sólo los principios Teológicos, sino los descubrimientos de las ciencias profanas, sobre todo de la psicología y de la sociología.
Imperativo La Teología Moral debe recabar la información de las ciencias humanas, para conocer mejor a la persona, y conocer mejor cómo debe ser su conducta, y subrayamos debe, es una obligación, no sólo un consejo o exhortación.
Diferencias Sin embargo, existen grandes diferencias entre las ciencias positivas y la ciencia moral, debe haber diálogo respetuoso, pero no identificación. Cada ciencia debe de mantenerse dentro de los límites de su propia metodología. Las diferencias son: Las ciencias positivas, como su nombre lo dice, son ciencias empíricas, son ciencias verificables basadas en la experimentación y en la observación de los datos, en cambio, la Teología moral no es ciencia empírica, es ciencia de valores, es ciencia filosófica y Teológica, que se mueve en otro nivel, es ciencia porque estudia el significado y el valor de la conducta humana. Las ciencias positivas estudian los hechos, es decir, el cómo es la realidad. Son ciencias descriptivas, en cambio, la Teología moral es ciencia imperativa, es ciencia de valores y de deberes, no sólo nos habla del ser, sino de lo que debe ser. El hombre moderno tiene una mentalidad científica, se ha creado y educado en ese ambiente, y el privilegio de las ciencias positivas es tener experiencia directa de la realidad. De ahí viene gran parte de su prestigio. El hombre moderno tiene una mentalidad científica, de ahí que sufre el fetichismo de la estadística, quiere convertir la estadística en norma de conducta, lo que se llama moral de consensos o moral democrática, y esto trae gravísimas consecuencias, y es lo que estamos viviendo hoy: una consecuencia negativa, es el olvido de la metafísica de la filosofía. Creer que la mayoría del consenso puede hacer la verdad, lo cual es falso; la verdad es la adecuación de la mente con la realidad. Lo que está en discusión, es, en el fondo, el concepto de verdad.
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GS 44.
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Lo moral y lo normal no siempre se identifican. Normal en sociología significa que la mayoría de las personas actúan así; normal en sociología dice en relación a las costumbres; en cambio moral significa en relación a la conciencia, los valores y normas. Pueden darse y de hecho se dan muchos comportamientos que son normales, pero no son morales. El diálogo entre la moral y la sociedad es muy necesario, pero delicado delicado y difícil; existe la tentación muy frecuente frecuente que los científicos pueden imponer la moral.
Relación de la moral con algunas ciencias en especial Sociología Existe, y debe existir, una conexión necesaria, una estrecha relación, pero no se identifican. Las semejanzas son de que la sociología nos ayuda a conocer el modo de actuar de los grupos y de los pueblos, nos ayuda a conocer las costumbres de los pueblos, pero hay grandes diferencias: la estadística trata de hechos, en cambio, la Teología moral da juicios de valor; otra diferencia es que la sociología es ciencia teórica, mientras que la ética es ciencia práctica; la sociología es ciencia descriptiva, en cambio, la Teología moral es ciencia prescriptiva, ciencia de imperativos; la sociología, en concreto la estadística, habla de cantidades, en cambio, la Teología moral es ciencia de cualidades, no cantidades; finalmente, una cosa es la normatividad sociológica, desde el punto de vista sociológico la “normalidad” de los hechos, en cambio, la Teología moral habla de la bondad o maldad de los actos.
Psicología Ciertamente, debe haber una conexión muy estrecha entre estas dos ciencias, el moralista debe de conocer lo más que pueda la psicología. Mucho debemos a los estudios de la psicología, las dos ciencias tratan del comportamiento humano, el psicólogo nos ayuda a conocer el origen y los condicionamientos c ondicionamientos de los comportamientos, debe haber relación, pero no identificación. Hay diferencias entre la psicología y la moral: la psicología es ciencia empírica, en cambio, la moral no es ciencia empírica, es ciencia filosófica, es ciencia normativa y de valores; v alores; también la psicología estudia los actos humanos en relación a la conciencia psicológica, en cambio la Teología moral estudia los mismos actos humanos, pero en relación a la conciencia moral, por tanto, debe haber una colaboración muy estrecha, pero teniendo en cuenta la distinción. Cuando no se tienen claras las distinciones, se cometen graves errores, existe al tentación de que el confesor quiera hacerle al psicólogo, pero también a la inversa.
Jurídico Existe una conexión muy estrecha, porque las dos ciencias tratan de la conducta humana, las dos ciencias son reguladoras de la conducta, tanto el derecho como la Teología moral, sin embargo, aunque se parecen, hay diferencias: el derecho prescribe el comportamiento por su conformidad o disconformidad con la ley, en cambio, la moral juzga los comportamientos en relación a la conciencia. No se identifican el lícito jurídico y el lícito moral, deberían de serlo, el ideal sería que lo lícito jurídico fuese lícito moral; el lícito jurídico siempre está garantizado por el poder del estado, en cambio, lo moral, no tiene ninguna garantía externa, más que el poder de tu propia conciencia y a través de tu conciencia a Dios.
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Concluyendo, es muy importante la relación entre las ciencias naturales y la Teología moral, es necesaria, siempre y cuando se conserven las debidas condiciones, se relacionan pero no se identifican.
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El Evangelio del Reino de Dios Introducción Objetivo Descubrir en la Sagrada Escritura, cuáles son las exigencias fundamentales ético-religiosas ético-religiosas de Jesús
Contexto Estamos hablando de moral fundamental, que trata de fundamentar, racionalmente la moral. En el tema anterior, insistimos en la parte racional, ahora, en estos temas que vienen vamos a reflexionar, insistir en la moral Bíblica. La Sagrada Escritura debe ser el alma de la Teología Moral15, la Teología moral debe nutrirse más de la Sagrada Escritura16. La moral de los Padres de la Iglesia fue una moral muy bíblica, después siguieron lo que se llamó las sumas para confesores y las instituciones morales, morales, y disminuyeron la presencia de la Sagrada Escritura en la Teología Moral. Gracias a Dios, desde el Siglo XIX, en Alemania, en la universidad de Tubinga, comenzó la renovación de la Teología Moral, y comenzó introduciendo de nuevo la Sagrada Escritura en la Teología Moral, así se introdujeron temas como Reino de Dios, Seguimiento de Cristo, Caridad, Discipulado, Discipulado , y este movimiento iniciado en el Siglo XVI culminó en el Concilio Vaticano II.
Cuestiones ¿Qué importancia tuvo para Jesús la predicación del Reino de Dios? ¿Cuáles son las exigencias éticoreligiosas fundamentales de Jesús? ¿Cuáles son las exigencias del Reino de Dios? La Sagrada Escritura, lo hemos repetido en varias ocasiones, es y debe ser el alma de la Teología Moral. La Teología Moral debe estar más nutrida de Sagrada Escritura, ahora bien, el Papa Pablo VI hizo una distinción muy importante al exegeta: “al “al especialista de la Sagrada Escritura le corresponde estudiar y analizar críticamente los textos de la Sagrada Escritura, y el moralista, que de ordinario no es un especialista en Sagrada Escritura, debe recibir de buen grado, los resultados de los exegetas o es pecialistas en Sagrada Escritura”. Escritura”.
Hermenéutica y Teología Moral Acceso a la Sagrada Sagrada Escritura Escritura El acceso a la Sagrada Escritura no es fácil para la Teología moral, está llena de muchas cuestiones difíciles, por ejemplo: las normas que se encuentran en la Sagrada Escritura son diferentes a las normas que existían en los pueblos circunvecinos, por ejemplo el precepto “no ma taras” taras” está presente en las demás culturas y pueblos, no es exclusiva de la Sagrado Escritura. ¿Qué añade la sagrada Escritura a la Moral humana? ¿Qué valor tienen hoy las normas morales de la Sagrada escritura que fueron escritas en otro tiempo y en otra cultura? ¿Cómo dar el paso de la moral bíblica a los problemas morales modernos? 15 16
DV 24 OT
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¿Jesús fue un moralista? En sentido académico, lo que se entiende hoy por maestro de Teología moral, Jesús no fue un moralista; su mensaje no es un tratado sistemático de Teología moral, el mensaje de Jesús fue eminentemente religioso. Ahora bien, en otro sentido más profundo, que el meramente académico, Jesús fue un moralista en sentido profundo, su predicación contiene exigencias morales fundamentales, la predicación de Jesús es normativa para los que quieran ser sus discípulos, y los Evangelios nos ofr ecen la experiencia religiosa, vivida por Jesús de Nazaret.
¿Qué no ofrece la Sagrada Escritura? La Sagrada Escritura, evidentemente, no es un texto de Teología moral, pero sí nos ofrece grandes orientaciones, grandes horizontes, grandes perspectivas de Teología moral. Por ejemplo: en el Antiguo Testamento nos habla de la Alianza, la moral cristiana debe ser una moral de Alianza; Un tema frecuente en los Evangelios es el seguimiento de Cristo, el discipulado; Aparece también la vocación universal a la santidad, sobre todo en las bienaventuranzas y San Pablo; Jesús nos habla del precepto fundamental de la caridad, y hoy en nuestro caso, nos habla del Evangelio del Reino. De todas estas grandes orientaciones, ciertamente se derivan exigencias morales. En la Sagrada Escritura no encontramos un recetario de normas morales. Hay muchos elementos propios de la Sagrada Escritura, nos habla de la verdad de Dios y de Cristo, nos presenta una visión Cristiana del hombre y del mundo, y de todo esto, indudablemente se deducen consecuencias morales.
El mensaje central de Jesús Importancia Conocer cuál fue el mensaje central de Jesús es de máxima importancia para nosotros, porque si el Reino de Dios fue lo centra del mensaje de Jesús, la Iglesia Católica, si quiere ser la Iglesia de Cristo, tiene que predicar el Reino de Dios; se discute mucho la identidad del sacerdote, en qué debe predicar principalmente le sacerdote, pues lo mismo que predicó Jesús, a saber, el Reino de Dios.
Expectativas en tiempos de Jesús ¿Qué tipo de Mesías esperaban los judíos en tipo de Jesús? Había muchas expectativas, como los Fariseos, que esperaban al Mesías del Reino de Dios como el cumplimiento perfecto de la Ley; los zelotes o zelotas, esperaban un Mesías político, que viniera a instaurar una Teocracia política 17; otros son los apocalípticos, que son espiritualistas, que esperaban un Mesías que nos trajeran un nuevo cielo y una nueva tierra después de este mundo, fuera de este mundo; finalmente, Juan el Bautista, que hablaba del Mesías del Reino de Dios como un juicio divino inminente.
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Palestina era súbdito del imperio Romano, entonces querían un mesías político que viniera a liberar a Israel de la servidumbre, y esa tentación ha existido siempre en la historia, hacer de Cristo un político.
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Jesús no se dejó encasillar en ninguno de estos esquemas, su manera de hablar del Reino de Dios, trasciende todas las expectativas. El mensaje de Jesús fue muy original, diferente de las expectativas que existían en su tiempo.
Centralidad del Reino de Dios ¿Cuál fue el mensaje central de Jesús? Jesús comenzó su ministerio predicando la llegada del Reino. San Marcos sintetiza el mensaje de Jesús de esta manera: “Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Reino de Dios.”, San Marcos describe el comienzo de la vida pública de Jesús con estas palabras: “El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca, convertíos y creed en el Evangelio” 18 , y San Mateo resume la actividad de Jesús de esta manera: “recorría toda galilea enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino”19, y San Lucas: “ para esto he sido enviado, he sido enviado para anunciar el Reino de Dios”20. El Sacerdote debería decir lo mismo; y lo mismo que dijo San Marcos y Mateo, debe de recorrer templos y comunidades proclamando el Evangelio del Reino.
Anotaciones a los textos Se cree que estas palabras no son un compendio originario de Jesús, que no son las mismas palabras de Jesús (Ipsisima verba Iesu) pero sí son un sumario, un resumen que hicieron los Evangelistas a partir de la historia, y sintetizaron el Evangelio. Evangelio se ha traducido como buena noticia, esto es verdad, sin embargo, la traducción queda muy por debajo de la grandeza del Evangelio. El término Evangelio formaba parte del lenguaje de los emperadores romanos, que se consideraban señores salvadores y libertadores del mundo de sus súbditos, y así, todas las proclamaciones que hacía el emperador se llamaban evangelio, y lo que procedía del emperador era un mensaje salvador y no una mera noticia; esto porque los emperadores se tenían como dioses, reclamaban ese derecho como dioses, lo que ellos anuncian al pueblo era evangelio21. Los emperadores, sin serlo, se tenían por dioses, en labios de Jesús, esas palabras, Evangelio, adquiere toda su verdad, pues Jesús realmente es Dios, su mensaje tiene toda la autoridad de Dios. En labios de Jesús, realmente el Evangelio es mensaje de salvación. En este sentido, como se dice hoy, el Evangelio no es lenguaje meramente informativo, no simple comunicación, sino lenguaje operativo y eficaz. No son los emperadores sino sólo Jesús el que salva, por eso sus palabras son realmente Evangelio. San Mateo usa una expresión diferente a San Marcos. San Marcos dice “El Reino de Dios”, mientras que San Mateo usa “Reino de los cielos”, para no usar el nombre de Dios, que era sagrado22. El Reino de Dios, es el mensaje central de Jesús, es el núcleo de su predicación, es el contenido central del Evangelio, como dicen algunos autores “el Reino de Dios, es el asunto principal de Jesús”.
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MC 1, 14. Mt 4, 23. 20 Lc 4, 43. 21 Jesús de Nazaret , S.S. Benedicto XVI. 22 Mt 4, 17 19
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Estas palabras, además de ser el mensaje central, el núcleo, el corazón, el resumen de lka predicación de Jesús, son frases lapidarias, sintéticas, programáticas; diríamos que constituyen un ideario de vida cristiana. Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios, anuncia un momento de gran importancia en la historia milenaria de la humanidad. Lo que antes había sido sólo una promesa, el antiguo testamento es el tiempo de la promesa, Jesús lo anuncia como una realidad. La estadística prueba que estas palabras, Reino de Dios, fueron pronunciadas por Jesús; en el Nuevo Testamento, aparece 122-130 la palabra. De todos esos números, 99 veces aparecen en los Evangelios Sinópticos, y 90 veces en boca de Jesús. 31
Es curioso cómo esta expresión, habiendo ocupado tanta importancia, sobre todo en los Evangelios sinópticos, en los otros escritos del Nuevo Testamento, no ocupa el mismo lugar que ocupó en los Evangelios.
Las parábolas ¿Cómo habló Jesús del Reino de Dios? Jesús habló del Reino de Dios por medio de parábolas, al mero estilo oriental. Habló del sembrador que siembra la semilla, del reino de Dios, que es como el grano de mostaza y la levadura 23, habló del Reino como la semilla que crece sin que nadie lo sepa24, como un tesoro escondido o perla preciosa, como una viña25, como el trigo y la sisaña26, se parece a una red. San Lucas reúne tres parábolas muy estimadas por la historia de la Iglesia, la oveja perdida, la dracma perdida y el hijo prodigo.
¿A quién está destinado el Reino de Dios? El reino de Dios está destinado a todos los hombres y todas las naciones. Jesús revela un corazón inmenso, capaz de abrazar a todos los hombres. El Reino no tiene límites ni raciales, ni sociales, ni espaciales ni temporales; con esto Jesús rompió el nacionalismo Judío dominante en su tiempo. En principio, pues, ningún hombre queda excluido al llamado al Reino de Dios. En la parábola del banquete de bodas, se invitan a todos los que encuentren. El Reino está destinado a todos los hombres, sólo el que quiera auto-excluirse, el que no quiera aceptar el reino de Dios, el que no quiera aceptar las condiciones para aceptar el Reino de Dios, quedará fuera.
¿Quiénes son los predilectos del Reino de Dios? Son los pobres, de una manera especial 27, a los necesitados, despreciados28. Nadie está excluido, pero sí preferencia pertenece a los pobres y pequeños, a los que lo acogen con un corazón humilde. Él mismo, en la sinagoga de Nazaret, dice: “el Espíritu de Dios me ha ungido, y me ha enviado a enseñar la buena nueva a los pobres”. Las bienaventuranzas los declaran, a los pobres, dichosos, pues de ellos es el Reino 23
Mt 13 Mc 14, 16. 25 Mt 20, 1ss 26 Mt 13 27 Mt 5, 3. 28 Lc 18 24
de los cielos. En el himno de júbilo, dice: te doy gracias padre, porque has revelado estas cosas a los pobres y sencillos, y se las has ocultado a los ricos y sabios. En el catecismo dice que desde el pesebre hasta la cruz, Jesús conserva el amor a los pobres.
El Reino de Dios Jesús nunca definió, expresamente, lo que era el Reino de Dios, Él suponía que sus oyentes, que conocían todo el Antiguo Testamento, ya tenían una idea del Reino de Dios, porque el Reino de Dios era objeto de promesa. En la Sagrada Escritura no hay ninguna definición del Reino de Dios. En la Sagrada Escritura, sólo hay descripciones del Reino de Dios que tenemos que conocer nosotros leyendo todo el Nuevo Testamento. El término Reino de Dios, en el Antiguo Testamento, casi no aparece. La expresión más próxima al Reino de Dios es el Reino del Señor , pero la expresión más utilizada en el Antiguo Testamento es la Realeza de Dios. Nosotros estamos acostumbrados a hablar del Reino de Dios, pero parece que la expresión más apropiada sería hablar del Reinado de Dios, porque la palabra Reino, sugiere algo localizable, como un territorio, algo geográfico, un pueblo donde YHWH ejerce su poder. Reino de Dios, en sentido bíblico, no es ni territorio ni lugar ni espacio donde reina Dios, significa más bien, un acontecimiento, una función. Dios mismo que se hace presente en el mundo, y actúa de una manera decisiva y nueva en el mundo. Recogiendo esos elementos de todo el Nuevo Testamento, principalmente de los Sinópticos, Reinado de Dios significa la soberanía de Dios que gobierne el mundo. El acontecimiento por el que Dios es Rey y Señor. Significa que el mismo Dios ejerce su poder real entre los hombres. Significa que Dios, por medio de sus acciones, manifiesta su poder definitivamente en el mundo. Reino de Dios es la personificación de la esperanza mesiánica, el cumplimiento de tales esperanzas. La liberación de las injusticias, de las esclavitudes y opresiones que sufría el pueblo de Dios. En una palabra, pudiéramos decir que el Reino de Dios es la superación de todas las alienaciones humanas, la destrucción del pecado, la destrucción de todos los males físicos, sociales y morales, para decirlo así: Dios, con su poder, sana la creación. ¿Quién es el Reino de Dios? El Reino de Dios, tiene un rostro y un nombre muy concreto. Nos dice Juan Pablo II en su encíclica Redemptoris missio, el Reino de Dios no es una teoría, el reino de Dios es una persona, y esa persona es Jesús. Jesús personifica el Reino de Dios, Él es el Reino de Dios en persona; de otra manera, se identifican el mensajero del Reino, Jesús, y el Mensaje del Reino, que también es Jesús. Los signos: Jesús acompañó sus palabras con muchos hechos. Se reveló con palabras y obras, con numerosos milagros, prodigios que manifiestan que el Reino de Dios ya está presente. “Si yo expulso a los demonios, curo a los enfermos y perdono los pecados, quiere decir que el Reino de Dios ya ha llegado a ustedes”. Características del Reino de Dios: Universal: está destinado a todos los hombres, principalmente a los pobres y marginados, preferentemente mas no exclusivamente.
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Liberación y salvación integral: no cabe ningún espiritualismo, abarcando a toda la persona humana en todas sus dimensiones, físicas y espirituales. Jesús perdona los pecados y cura las enfermedades. Gracia fundamental: se nos ha dado como un don gratuito, absolutamente. Gracia es aquello que no pertenece a los elementos esenciales del hombre, no es una exigencia del hombre, el hombre no tiene ningún derecho a reclamarlo, sólo recibirlo agradecido con las manos abiertas a Dios. Es gracia de Dios, el hombre no puede fabricarlo con la ciencia ni con la técnica, no es un derecho, ni está sujeto a cálculos humanos. Hay una expresión que nosotros utilizamos con mucha frecuencia, pero hay que entenderla en su sentido, hay que construir el Reino de Dios; en un sentido amplio significa reconocer el Reino de Dios, favorecer el crecimiento del Reino de Dios en el mundo, trabajar por tratar de quitar todos los obstáculos que impiden el crecimiento del Reino de Dios, pero con humildad, ya que es gracia.
La dialéctica del Reino de Dios Problema En la predicación de Jesús hay expresiones donde se habla del Reino de Dios como ya presente, pero también encontramos en la misma Sagrada Escritura, expresiones a futuro. Lo mismo en muchas parábolas, como la del grano de mostaza, la red y los peces, entonces el problema está en si el Reino de Dios es presente o no es presente todavía.
Soluciones La más sencilla es la Teoría psicológica, que es ingenua y mal intencionada. Jesús, a causa de su entusiasmo, mezcló el presente con el futuro (Jesús se alocó). Durante muchos años, los liberales en el tiempo de la ilustración decían que, no hay que hacer tanto esfuerzo, Jesús sólo pronunció las palabras en presente, las de futuro son una creación de los Apóstoles. Schweitzer, gran escriturista alemán, con la escatología consecuente, dice que Jesús esperó el Reino de Dios como algo inminente, predicaba el Reino de Dios, pero que llegara durante su propia vida, y los Apóstoles estaban muy entusiasmados, pero se equivocó rotundamente, pues no llegó el Reino de Dios, tan no llegó que al pobre Jesús lo prendieron, lo azotaron y crucificaron, y el Reino de Dios no apareció por ninguna parte, entonces los Apóstoles, para salir de ese apuro, crearon todas esas expresiones y expectativas del Reino de Dios al final del mundo, pero Jesús se equivocó. Dodd, escriturista Ingles, en su escatología realizada dice lo contrario: el reino de Dios no tiene futuro, el Reino de Dios es algo presente, el Reino de Dios ya se realizó en la persona de Jesús. Bultmann, uno de los más grandes escritoristas del siglo XX, en su Escatología existencial , se dejó influenciar de la filosofía existencialista de Heidegger, por eso hace una interpretación existencialista de la Sagrada Escritura, él dice que el Reino de Dios es algo que está siempre presente, en la última hora de cada persona, en ese momento es interpelado por la palabra de Dios, y tiene que dar una decisión. Lo que Jesús dijo o hizo no tiene mucha importantica, hay que desmitologizar la teología del Nuevo
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Testamento; lo único importante es la llamada, la interpelación que nos hace la Palabra de Dios y la decisión que debemos dar en la fe. La teoría dialéctica de Cullmann Jeremías, otro de los grandes escrituristas, y los católicos sigue esta teoría, pues dice que las dos proposiciones, tanto las que hablan del pasado como de presente y futuro, son históricas, hay que mantenerlas, no hay que borrar ninguna de las dos, lo que pasa es que hay una dialéctica entre el presente y el futuro en este sentido: el Reino de Dios ya está presente, pero todavía no está consumado, vino en Jesús, pero se consumará al final de los tiempos.
Las exigencias del Reino de Dios Si recordamos el texto de Marcos 1, 14, cuando Jesús anuncia el Reino de Dios, esto quiere decir que Jesús pone dos condiciones indispensables para entrar al Reino de Dios, de manera que si no se dan esas condiciones no se puede entrar al Reino de Dios. Estos elementos son la conversión y la fe.
La conversión La primera condición indispensable para entrar al Reino de Dios es esta, la conversión, así lo dice Marcos 1, 14, y San Pedro, cuando le preguntan después de un discurso, qué tenemos que hacer, Pedro responde que convertirse y bautizarse, confesando que Jesús es el Mesías para el perdón de los pecados29, por lo tanto, es una condición indispensable, imperdonable ni se puede suplir. Todos estamos llamados al Reino de Dios, el Reino de Dios es como un tesoro, una perla escondida, pero hay que recibirlo como los niños, con humildad y con conversión.
Definición La Sagrada Escritura no da definiciones, en el Lenguaje extra bíblico, conversión se dice , que significa darse cuenta, reconocer, cambiar de mentalidad, de sentimientos, de propósitos y de decisiones, en una palabra, lamentar lo indebido. En los profetas viene de un término “sub” que alude a la imagen de un hombre que equivocó el camino, va por un camino equivocado, pero de pronto recapacita, se da cuenta que va por un camino equivocado, lo corrige y vuelve al camino correcto. Por tanto, en sentido bíblico, significa retomar el buen camino, volver atrás, dejar el camino equivocado, apartarse de la mala conducta y del pecado, para volver a Dios. La meta de la conversión es volver a Dios. En este sentido, la conversión es obediencia a la voluntad de Dios, abandono de todos los falsos ídolos y confiar totalmente en el Señor. En los Evangelios sinópticos, el término aparece con mucha frecuencia, pero lo utilizan en el sentido que tenía en el Antiguo Testamento de “sub”, por tanto, conversión no significa en primer lugar actos rituales, significa que el hombre va por mal camino, lo reconoce, y pone en tela de juicio su modo de vivir, cambia de criterios en su vida, busca un nuevo estilo de vida, abandona la autosuficiencia y vuelve hacia Dios.
Cualidades de una buena conversión Es una gracia de Dios: el hombre se arrepiente, porque Dios, con su gracia, le da la posibilidad de convertirse, y se trata de una gracia actual (ilumina el entendimiento y mueve la voluntad para 29
Hch 2, 39.
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que el hombre pueda volver a Dios). El hombre, sin la gracia, no puede arrepentirse. Nadie puede venir a mí si mi Padre no lo atrae30. La conversión es obra de Dios, pero también esfuerzo del hombre. No es Dios el que se convierte, sino el hombre, la conversión es obra de Dios, y fatiga del hombre. La conversión para que sea verdadera, tiene que ser sobre todo interior, del corazón, los profetas condenaron el ritualismo vacío. El Señor condenó fuertemente el fariseísmo. También debe ser exterior, no bastan las puras buenas intenciones, dice el Señor, el árbol se conoce por sus frutos. El que cumpla la voluntad del Padre, entrará en el Reino de los Cielos. La conversión no es puro subjetivismo. La conversión es fruto del amor. Por un lado es signo del amor de Dios, lo vemos en el Padre que siempre espera al hijo pródigo, y cuando regresa no lo reprocha ni castiga, lo abraza con amor; pero es también signo de amor del pecador, al que mucho ama, mucho se le perdona, es fruto del amor y comporta dolor. Lo tenemos claramente en la parábola del hijo pródigo: “me levantaré, iré a mi Padre, y con mucha vergüenza le diré no soy digno de llamarme hijo tuyo”. Es personal. Nadie puede convertirse por otro, no se puede transferir, es una decisión personal e inmediata. Como la exigencia del Señor al joven rico del Evangelio. Es humilde. Sólo los humildes se convierten, tanto la presunción como la auto-justificación, son contrarias a la conversión, y reproducen la imagen del Fariseo. La conversión sólo es posible en la medida en que el hombre reconoce humildemente su vida pecaminosa e implora la misericordia de Dios. Universal. Todos, sin ninguna excepción, tenemos necesidad de convertirnos, porque todos somos pecadores. Quien diga que no tenga pecado, es un mentiroso31. La conversión tiene como meta volver a Dios. La conversión no es una introversión, ni se trata de volver sobre nuestro centro personal , como dicen los orientales, eso sirve y es benéfico en muchas ocasiones psicológicamente, esto no es conversión, pues conversión es la meta de la conversión. La conversión es liberadora, porque Dios desenmascara nuestro pecado, nos quita la máscara para que veamos lo que somos. Dios saca al pecador de su hipocresía, lo libera de los ídolos y de las mentiras, lo hace una nueva creatura. El hombre convertido es un hombre resucitado. La conversión es totalizante, es un proceso que requiere mucho esfuerzo, ya que requiere cambios radicales del sustrato existencial de la vida, cambiar nuestro mundo de valores, cambiar nuestros criterios intelectuales, religiosos y morales, inclusive cambiar nuestros sentimientos, la conversión provoca una crisis radical, exige romper esquemas antiguos, es un cambio interior, una transformación del corazón, una conversión de nuestros sentimiento, pensamientos y deseos, en una palabra, exige cambiar la raíz emponzoñada de donde nacen nuestros pecados32. La conversión debe actualizarse siempre, siempre debe crecer, porque siempre está expuesta a retrocesos y a cambios, siempre está en procesos y debe tender a lo definitivo.
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Jn 6 San Juan. 32 Método Teológico, Lonergan. 31
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Creer en el Evangelio Condición La segunda condición, según la voluntad del Señor, para entrar al reino de Dios, es la fe; creer en el Evangelio. Se trata de una condición, al igual que la conversión, una condición absoluta, indispensable, una condición universal, y una condición intransferible. Sin la fe, no es posible entrar al Reino de Dios.
¿Qué es la fe? En el Antiguo Testamento, la palabra fe viene de la raíz aman (amen), que significa apoyarse, en este caso, apoyarse en Dios, sentirse seguro en Dios, confiar en Dios, y ser guiados firmemente por Él. Decir Amén, es lo mismo que decir creo. Nosotros por nuestra mentalidad occidental, llegamos a ser muy racionalistas, y esto se ha reflejado en el concepto de la fe, pues en muchas ocasiones reducimos la fe a conocer, lo cual no es exacto, en el Evangelio se habla de los demonios que conocían a Dios. En la Sagrada Escritura, la fe bíblica tiene muchos aspectos, muchas dimensiones, pues es un acto muy rico, que incluye el entendimiento, la voluntad y los sentimientos. Dichas dimensiones son: 1) la fe tiene un aspecto cognoscitivo o confesional; 2) la fe es confianza en Dios, depositar toda nuestra vida en Dios, poner nuestra vida en las manos de Dios, fiarse de Dios33; 3) la fe significa obediencia, Abraham obedeció a Dios, San Pablo nos dice que la fe es “obediencia al Evangelio”; 4) la fe es participación en el conocimiento que Cristo tiene de su Padre34, y Jesús nos lo ha dado a conocer(el Hijo, que es el único que conoce al Padre, nos lo ha dado de conocer). La fe es un conocimiento del Padre; 5) la fe es germen de la visión beatífica: en este mundo vemos a Dios como en un espejo, de manera obscura, la fe no es una evidencia, ni tampoco un grito de alegría ante la presencia de Dios, la fe es esencialmente obscura, pero en el cielo, veremos a Dios, cara a cara35. La fe sólo durará en esta vida. En el Antiguo Testamento, sin negar ninguno de los cinco aspectos, el que más resalta es el de confianza en Dios, en el Nuevo Testamento, sin negar tampoco ninguno de los cinco, el que resalta más es el aspecto confesional, confesar que Jesús es el Señor. El Concilio Vaticano II, en la constitución Dei Verbum, describe la fe de la siguiente manera: “por la fe, el hombre se entrega entera y libremente a Dios, le ofrece el homenaje total de su entendimiento y de su voluntad, asintiendo libremente a lo que Dios le revela”.
Incredulidad El Antiguo Testamento no conoce el término ateísmo teórico, nos habla de la incredulidad, y nos dice cosas muy graves de la incredulidad, pues es una potencia maligna y perversa, arrastra a los hombres a la corrupción, es el misterio de iniquidad, es el mal por excelencia, de tal manera que lo peor que le puede suceder a una persona es la incredulidad. La fe es gracia de Dios, es una virtud infusa, y es un compromiso humano. La fe siempre debe ejercer, y ser objeto de nuestra oración “Señor, creo, ayuda mi incredulidad, aumenta mi fe”. 33
Fiar es un verbo más fuerte que confiar. Cfr . Jn 1 35 Cfr . 1° Cr 13 34
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La fe no es en primer lugar, un acto (acto de fe), sino una virtud, y una virtud es una actitud permanente. La fe debe ser una actitud permanente que informe toda la vida cristina. La fe no es algo que se adquiere de una vez para siempre, debe cultivarse e intensificarse siempre, pues nada hay más peligroso para un hombre que una fe perezosa. La fe puede intensificarse, pero también puede enfriarse y perderse, sólo permanecerá viva cuando se confirma cada día en decisiones concretas. Nuestra fe debe ser continua constante, alegre y orante, probada, vigilante y siempre en lucha. La fe es un presupuesto de la vida moral. Muchos definen la moral así: la moral cristiana es la mediación práctica de la fe. 37
El encuentro con Jesucristo vivo, punto de partida necesario de la moral cristiana Introducción Objetivo Señalar con insistencia y firmeza que el punto de partida de la moral cristiana es la unión con Cristo, el encuentro con Jesucristo vivo.
Contenido Acabamos de ver que el centro de la predicación de Jesús fue el Reino de Dios, y que el Reino de Dios exige absolutamente la conversión y la fe. El encuentro con Jesucristo vivo y la fe se identifican. Creer en Jesús es lo mismo que encontrarse con Jesucristo vivo, por lo tanto, se sigue hablando de la fe.
Problemas ¿Qué importancia tiene el encuentro con Cristo para la vida moral? ¿Qué significa encontrarse con Cristo? ¿Qué nos enseña la Sagrada Escritura sobre el encuentro con Cristo? ¿Qué nos enseña el Magisterio de la Iglesia sobre el encuentro con Jesucristo?
Respuesta breve El encuentro con Cristo vivo, es la raíz, la fuente, el fundamento y es el punto de partida del discipulado y misión, y por tanto, de la vida moral. Seguir a Jesús, encontrarse a Jesús, creer en Jesús y ser cristiano es la misma realidad, tan es la misma realidad que no nos quepa ninguna duda: sin encuentro con Cristo, no puede haber cristiano. El encuentro con Cristo es el punto de partida de todo un proceso que abarca: conversión, discipulado, comunión, solidaridad y misión.
Encuentro con Dios en el Antiguo Testamento Preámbulo Nos dicen nuestros obispos mexicanos, en una carta, de las mejores que han escrito, el encuentro con Cristo a la solidaridad con todos, (105-112) la mayoría del pueblo mexicano, tiene una fe muy grande en
Cristo; esta fe es fruto de la primera evangelización y de una serie de procesos de formación posteriores. Esa fe en Cristo, como si fuera una sabia, ha impregnado la vida, cultura y las expresiones de nuestra identidad nacional. Sin embargo, muchos católicos que recibieron el don de la fe en el bautismo, hoy no tienen una adecuada formación cristiana; no participan de manera estable en la vida comunitaria de la Iglesia, no se comprometen suficientemente en la transformación de la sociedad. Su fe influye muy poco en su vida laboral, profesional, reducen la fe en cuestiones privadas. Algunas comunidades cristianas, dan la impresión de que carecen de un encuentro con Jesucristo vivo. La fe se vive como una tradición familiar y social. Es necesario y es urgente atender prioritariamente a estos católicos, para que maduren su fe y profundicen su encuentro con Jesucristo. La fe nunca puede suponerse, en la catequesis es preciso partir de la experiencia del encuentro con Jesucristo vivo.
Ejemplos Abraham36 Abraham es nuestro padre en la fe. Hace algunos cuatro mil años, un día, un Dios nuevo, distinto del dios lunar al que adoraban sus padres, en un lugar llamado Harán, vino al encuentro de Abraham el Señor, y lo invitó a iniciar la aventura de la fe. Éste es el primer encuentro entre un Dios y un hombre llamado Abraham, que nos consigna la Biblia, y la iniciativa del encuentro viene siempre de Dios. Es el primer llamado, Dios entra de improviso en la vida de Abraham, y Abraham creyó y confió en el Señor.
Moisés37 Aquí tenemos otro encuentro de Dios con un hombre llamado Moisés, un encuentro íntimo, personal, el Señor lo llama por su nombre, y Moisés, en una actitud receptiva ante el misterio divino responde: “heme aquí para hacer tu voluntad”; un profundo acto de fe. la escritura también nos narra con riqueza de detalles, el encuentro del Señor con Moisés, el gran liberador de su pueblo, y aparece también la fe muy grande de Moisés.
Encuentros con Cristo en el Nuevo Testamento Introducción Los Evangelios nos narran muchos encuentros de Jesús con hombres y mujeres de su tiempo. En Iglesia en América, Juan Pablo II introdujo el término de encuentro con Jesucristo vivo, camino para la conversión, la comunión y la solidaridad. Estos encuentros con Cristo tienen elementos comunes: un proceso de renovación, de comunión, de solidaridad y de misión.
Los primeros discípulos Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios.». Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: « ¿Qué buscáis?» Ellos le respondieron: «Rabbí - que quiere decir, “Maestro” - ¿dónde vives?», Les 36 37
Gn 12, 1-9. Ex 3, 1-6.
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respondió: «Venid y lo veréis.» Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Era más o menos la hora decimal. 38 Así nos narra San Juan el encuentro de Andrés y su hermano Simón Pedro con el Señor. Se habla primero de un seguimiento físico, pero después de un encuentro personal. Jesús es el que toma la iniciativa, su pregunta es la que provoca el deseo de seguirlo, y muy sintéticamente el Evangelio dice que fueron, vieron y se quedaron aquel día con Él. Éste es uno del encuentro más significativo del Evangelio. El pasaje está lleno de detalles: Jesús agotado del camino se sentó junto al pozo, una samaritana llega a sacar agua, Jesús se hizo el encontradizo e inició el diálogo “dame de beber”, y la mujer muy extrañada contesta “cómo tú siendo judío me pides de beber a mí que soy una samaritana”, Jesús replica “si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva”, y termina el Evangelio con la confesión de la Samaritana “Señor, veo que tú eres un profeta, dame de esa agua”, y Jesús contesta “Yo soy el Mesías”. Aquí tenemos también un buen ejemplo de una mujer que llega al encuentro con Cristo, y la Samaritana pasa del encuentro al anuncio39. También en el encuentro con Zaqueo, el Señor toma la iniciativa llamándolo por su nombre, sale al encuentro y le pide alojamiento, y Zaqueo cree en el Señor, se encamina a la conversión y hace serios compromisos de conversión ante el Señor. María Magdalena y otras mujeres van muy de mañana al sepulcro creyendo encontrar un cadáver, pero el Señor sale a su encuentro y le pregunta “Mujer, ¿por qué lloras?”, y ella, con sinceridad confiesa su incredulidad. Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro»40. Gracias al encuentro del Resucitado con María Magdalena, ésta supera el desaliento y la tristeza causada por la muerte del maestro, y al encuentro con Jesús sigue el anuncio, la misión, ya que Jesús le envía a anunciar a los discípulos que Él ha resucitado. Por eso la tradición ha llamado a María Magdalena la Apóstol de los Apóstoles. Después de todo el camino de encontrar y reconocer al Señor Resucitado, los discípulos que iban por Emaús, fueron con los demás discípulos y narran su experiencia: se sentó a la mesa, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se los dio; los mismos gestos que hizo en la última cena. Entonces se les abrieron los ojos y reconocieron al Señor. Lo conocieron en la fracción del pan 41. El Relato de Emaús nos enseña cómo podemos descubrir hoy al Señor y encontrarnos hoy con Él. Él toma la iniciativa, nos busca, camina con nosotros, conoce nuestras necesidades, nos anima y nos descubre el misterio de su presencia como los discípulos de Emaús, nosotros podemos encontrarnos con el Señor en la Lectura de la Palabra de Dios y en la Sagrada Eucaristía. El Papa Benedicto XVI, en su discurso de apertura a la conferencia de aparecida, termina con una oración muy bella, basada en este pasaje.
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Jn 1, 35ss Jn 4, 5-42. 40 Jn 20, 11ss 41 Lc 24, 13ss 39
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Este pasaje es uno de los encuentro con el Señor que han tenido un influjo más decisivo en la historia del cristianismo. La conversión de Saulo en el camino de Damasco, Saulo, el futuro Pablo, el Apóstol de los gentiles, junto con San Pedro, son los más importantes de la Iglesia, y es el mayor misionero que ha tenido la Iglesia. Ahí, en su encuentro con el Señor, tuvo lugar un cambio radical en la existencia de Saulo, recordemos que él era un perseguidor de cristianos, y ahí se convirtió en un apóstol apasionado del Señor. El mismo San Pablo nos narra su misma experiencia extraordinaria como si fuera una revelación del Hijo de Dios, y si le preguntáramos a san Pablo cuál fue el acontecimiento más importante de su vida, ciertamente nos respondería el encuentro con Cristo en el camino de Damasco, ahí se convirtió en testigo de la resurrección.42 40
Encuentro con Jesucristo en la Iglesia Ya vimos cómo encontraron esos grandes personajes bíblicos al Señor, pero a nosotros nos asalta una pregunta ¿dónde encontramos hoy a Jesús? La respuesta es muy sencilla y muy clara, hoy encontramos a Jesús en la Iglesia, la Iglesia es el lugar del encuentro con Jesús. Y es precisamente en la Iglesia, porque ella es la prolongación histórica del Señor, o como se dice el CV II en la Lumen Gentium, la Iglesia es sacramento de Cristo. La Iglesia es la presencia permanente y definitiva en el mundo de forma visible e histórica de la voluntad salvífica de Dios para los hombres. ¿Qué lugar ocupa la Santísima Virgen María? La exhortación Iglesia en América, nos dice que por medio de María nos encontramos con Jesús, y nos da un principio Teológico, pues María es un camino seguro para encontrar a Cristo. La Virgen ha ocupado un lugar relevante en toda la vida de la Iglesia, empezando desde el nacimiento de la Iglesia. Después en Aparecida, hace una aplicación muy concreta por medio de Santa María de Guadalupe, porque la aparición de la Santísima al indio San Juan Diego tuvo una repercusión importantísima en América; la Virgen de Guadalupe es un ejemplo de evangelización plenamente inculturada, desde entonces, la fe en Jesucristo forma parte en nuestra historia y configura la identidad de nuestra nación.
Lugares de encuentro con Cristo Primero en la Sagrada Escritura, pues Cristo está presente en la Sagrada Escritura, leída, profundizada, meditada y hecha oración; a Cristo lo encontramos en la Sagrada liturgia, ya que el concilio Vaticano II, en la constitución de Sagrada Liturgia, y después en la encíclica Misterium fidei , nos habla de muchos modos de presencia: sacramentos, palabra, asamblea; pero dice que sobre todo está presente bajo las especies Eucarísticas, el modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular y eminente43. Un tercer lugar de encuentro con Cristo son los pobres, con los que Cristo se ha identificado 44. Se afirma que en la presentación del Juicio final que la medida, el criterio o parámetro de lo que seremos juzgados en primer lugar será sobre el amor a los pobres. Esta idea tiene su origen en un discurso del Papa Pablo VI en 1965 al clausurar el Concilio Vaticano II, diciendo que en el rostro de cada hombre, especialmente 42
Hch 9, 3-30 Ap. 12 44 Mt 25 43
si se ha hecho trasparente por sus lágrimas y dolores, podemos y debemos reconocer el rostro de Cristo. Los obispos mexicanos, en su carta del encuentro con Cristo a la solidaridad con todos, hacen una verdadera revisión de vida, un acto de contrición. Los pobres integran la mayor parte de la comunidad católica de nuestro país, y todos debemos corresponder con gratitud por la adhesión y fidelidad que han mantenido hacia la Iglesia católica; si la Iglesia los ha abandonado, ellos no la habían abandonado, pero hoy la empiezan a abandonar. En muchas ocasiones los hemos olvidado y les hemos fallado a los pobres, este tipo de pecados claman al Cielo, ese olvido y esa falla es un pecado grave. Todos , creyentes y no creyentes, debemos pedir perdón por las omisiones y faltas que hayamos cometido contra los más pobres. El cristianismo ha perdido la sensibilidad por el sufrimiento y las víctimas45. 41
Conferencia de Aparecida Sin duda, la clave principal para leer el documento de Aparecida es el encuentro con Jesucristo vivo. No sólo se dice así en la lectura del documento, sino que el mismo papa Benedicto XVI le dio este título a la conferencia, que más o menos era el que habían propuesto los obispos, él le llama encuentro con Jesucristo vivo, discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos tengan en Él vida. Pero el punto de partida lo dijo en la apertura, es el encuentro con Jesucristo vivo.
Proceso de formación de los discípulos y misioneros El documento de aparecida trata de esta cuestión del número 276 en adelante, y esto es fundamental ahora en la Gran Misión. Este apartado es una de las partes más logradas y más ricas de todo el documento de Aparecida, se ve que lo hicieron gente que realmente sabe mucho de esto. En este apartado se describe el itinerario formativo de los discípulos y misioneros, pero nos dice una palabra que no debe pasar por alto, el itinerario formativo del seguimiento de Jesús hunde sus raíces en el encuentro con Jesucristo vivo. Nadie podrá ser discípulo y misionero si no se ha encontrado con Cristo. Encuentro con Jesucristo Vivo: quienes serán discípulos y misioneros de Jesús deben encontrarse en primer lugar con Él. Este encuentro debe renovarse constantemente ya que sin encuentro con Cristo no hay fe ni cristiano, mucho menos discípulos y misioneros de Jesús. Conversión: es la respuesta inicial de quien ha escuchado al Señor con admiración y se ha encontrado con Él. Discipulado: la persona madura en el conocimiento que se ha encontrado con Jesús y se ha convertido en Él, necesaria y espontáneamente se convertirá en su discípulo Comunión: no puede haber vida cristiana si no es en comunidad, no se puede ser discípulo si no es en comunidad, pues el discípulo es un co-discípulo. Misión: el discipulado, quien se ha encontrado realmente con el Señor y se ha convertido en su discípulo no tendrá otra cosa que compartir con los demás la alegría de su encuentro. “La misión es inseparable del discipulado” 46.
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Memoria Pasionis, Metz Ap 278
El seguimiento de Jesús
-Discípulos y misioneros de JesúsIntroducción Objetivo Estudiar en la Sagrada Escritura el tema del seguimiento de Cristo para descubrir su importancia en la Teología Moral.
Contexto Nos encontramos estudiando temas bíblicos porque la Sagrada Escritura debe ser el alma de la Teología, ya que ésta debe cimentarse en la Sagrada Escritura, y ésta la rejuvenece, a la Teología. Ya hemos estudiado dos temas bíblicos. Recordemos que el Papa Benedicto XVI tituló la conferencia de Aparecida como Discípulos y misioneros de Jesucristo… y el documento de Aparecida tiene cuatro apartados dedicados al seguimiento de Cristo que empiezan desde el número 129 en adelante; pudiéramos decir que hasta el número 153.
Cuestiones ¿Qué importancia tiene en la Teología Moral el seguimiento de Cristo? ¿Cuáles son las características de los discípulos de Jesús? ¿A quién se le llama discípulo de Jesús? ¿Qué relación existe entre discipulado y misión?
Respuesta breve La moral cristiana, si de verdad quiere ser cristiana, tiene que ser una moral de seguimiento de Cristo. La Teología moral tiene que ser moral de seguimiento. El Papa Benedicto XVI, dice que el discipulado y misión son como las dos caras de la misma moneda. El Catecismo de la Iglesia Católica trata la parte moral en la Tercera parte, titulada la vida en Cristo, y en el número 1694 nos dice que siguiendo a Cristo, los cristianos pueden ser imitadores de Dios. La moral Cristiana tiene que ser moral de seguimiento porque la persona de Jesús debe ser fundamental para la moral cristiana, pues Él es el modelo, porque la vida de Jesús es una moral narrada, porque los fundamentos de la moral nacen del texto vivo de la persona de Jesús. El Evangelio que narra la vida, mensaje y actividad de Jesús tiene un fundamento normativo para nosotros, los cristianos.
Importancia de discipulado en la vida de la Iglesia Categoría bíblica decisiva El seguimiento de Jesús en la Sagrada Escritura es una categoría bíblica de gran densidad Teológica, es tan importante esa categoría en la Sagrada Escritura que constituye una fórmula breve, un catecismo y resumen, y la clave interpretativa de todo el cristianismo. El discipulado es uno de los temas centrales del Evangelio y de la espiritualidad cristiana. La perfección, la santidad cristiana consiste precisamente
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en eso: en el seguimiento de Cristo47. Según el Nuevo Testamento, ser cristiano consiste e ser discípulo o discípula de Jesús. Ser cristiano y ser discípulo se identifican.
Tradición En los primeros siglos de la Iglesia, cuando se conservaba toda la frescura del Evangelio, discipulado sintetizaba la esencia de la espiritualidad cristiana. Los padres eran conscientes de que ser discípulos de Cristo era absolutamente indispensable para la salvación. En la tradición fue un tema central. Sin embargo y por desgracia, durante muchos siglos, podríamos toda la edad media y la edad moderna, la categoría del discipulado pasó a un segundo lugar. 43
Renovación Gracias a Dios, Él dirige la Historia. En la universidad de Tubinga, en Alemania, en el siglo XIX, fue redescubierta la importancia que debe tener la categoría seguimiento de Cristo en la Teología moral. Ser cristiano es igual a ser discípulo de Jesús. No hay moral cristiana sin seguimiento de Jesús. Mucho de la renovación post-conciliar se debe a esta categoría. El Padre Herin, comienza su libro ley de Cristo, con esta pregunta ¿Cómo seguir a Jesús en nuestros días? Lo cual es la pregunta central de la moral.
El seguimiento de Cristo en la Sagrada Escritura Antiguo Testamento En el Antiguo Testamento no estaba revelado el misterio de la Santísima Trinidad. El pueblo de Israel era un pueblo eminentemente monoteísta, por lo tanto aún no se revelaba la persona de Jesucristo, por tanto no podemos hablar de seguimiento de Cristo. En el Antiguo Testamento se habla de seguir al Señor, que significa caminar con fidelidad y prontitud detrás de YHWH. Israel es el pueblo que sigue a su Señor48. En el desierto, YHWH, de día y de noche, iba siempre delante de su pueblo, y el pueblo lo seguía como a su guía. En cambio, en sentido negativo, la idolatría consistía en seguir a otros dioses.
Nuevo Testamento Cómo en el Nuevo Testamento se revela el misterio de la Santísima Trinidad, y se revela la divinidad de Jesús como segunda persona de la Santísima Trinidad, el seguimiento de Jesús alcanzó su más alto significado. El verbo seguir aparece 90 veces en el Nuevo Testamento (25 en Mt, 18 en Mc, 19 en Lc, Hechos de los Apóstoles, en Pablo y Apocalipsis). Siempre significa expresamente, el seguimiento de Jesús. Significa de varias maneras seguir a Jesús, ir detrás de Él, ir con Él, estar con Él o junto a Él, ir a donde Él va, estar cerca de Él y subordinación. Además del verbo seguir , el Nuevo Testamento utiliza acompañar , caminar, ir detrás de Cristo. Seguir a Jesús en los Sinópticos, significa también un hecho físico, caminar con Él, hacerse itinerante como Jesús que iba de aldea en aldea predicando el reino de Dios, pero el 47 48
Secuela Cristi. Dt 13, 5.
seguimiento no se agota en lo físico, sino principalmente, en que los discípulos viven en comunión con Jesús, quieren ser como Jesús, configurarse con Él, y quieren ir interiorizando cada día más y más sus enseñanzas. Este carácter discipular, se realiza en todas sus dimensiones cuando se entiende como adhesión fiel a Jesús. Por eso se dice, con toda razón, que seguir a Jesús y unirse a Cristo se identifican, y parece, a diferencia de lo que vimos en el tema anterior, que no eran las mismas palabras de Jesús, parece que estas palabras, tienen su origen en el mismo Jesús Histórico, o al menos se acuñó esta expresión a partir de la experiencia de los primeros discípulos. Una cosa es cierta, sin seguimiento no es posible la fe.
Los discípulos de Jesús Jesús tuvo discípulos Para los contemporáneos de Jesús era muy común que a un doctor de la ley lo siguieran algunos discípulos. Muchos judíos piadosos, al llegar a la edad de los 13 años escogían como maestro a un doctor de la ley, y se empeñaban en ser admitidos como discípulos para aprender sus enseñanzas, por eso hoy nadie se atreve, ni los exegetas más radicales, se atreve a negar que Jesús, durante su vida, tuviera muchos discípulos. Jesús no fue un solitario como los esenios; Jesús no se fue al desierto para vivir en la soledad apartado siempre, mucho menos un misántropo; Jesús vivió en medio de grandes multitudes. Tan pronto comenzó su vida pública, se le unieron pescadores, gente de dudosa reputación, gente humilde, gente carente de cultura y de bienes materiales. Todo el movimiento comenzó cuando algunos pescadores en el lago de Tiberíades fueron llamados pro Jesús. Escucharon su llamada, lo siguieron y se decidieron a ir a vivir con Él. Los Evangelistas nos presentan muy bellas estampas de Jesús, rodeado de grandes multitudes; el pueblo lo buscaba, lo admiraba, quería escucharlo y que curara a sus enfermos. Todo comenzó con un encuentro con Jesús, y quedaron tan impactados de su persona que abandonaron todo y se decidieron a seguirlo. El documento de Aparecida, 267, describe con palabras parecidas lo que es un discípulo: es discípulo alguien que, apasionado por Cristo, a quien reconoce como maestro, obedece y se deja guiar por Él. Dentro de todas estas grandes multitudes que lo seguían, eligió a un grupo más pequeño, al grupo de los doce, que hoy llamamos los doce Apóstoles. Jesús tuvo todos los rasgos de un maestro, así lo reconoció la gente, y así se dirigía a Él la gente llamándolo Rabbí, maestro. Mucha gente lo reconoció, lo consideró un profeta, y Jesús, de una manera directa o indirecta, reconoció que era un profeta.
La realidad de los discípulos de Jesús Introducción Ya vimos que los rabinos y los profetas como Juan el Bautista, tenían sus discípulos, por tanto el que Jesús tuviera discípulos no era ninguna novedad. Sin embargo, examinando bien las cosas, descubrimos que hay grandes diferencias entre los discípulos de Jesús y los discípulos de los rabinos y de los profetas. Que eran totalmente originales y distintos de los anteriores. La conferencia de Aparecida desarrolla este tema: la vocación de discípulo misionero (IV 129-153, dividiendo en 4 apartados).
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Características de los discípulos de Jesús Jesús es el que elige a sus discípulos 49. El maestro es quien elige y quien acepta al que Él quiere, el llamamiento lo hace Jesús, y aquí encontramos la primera novedad muy grande, porque en la antigüedad, o los discípulos elegían a los maestros, en cambio Jesús inicia el discipulado con una elección, a diferencia de los rabinos, Él elige a los que van a seguirlo. Encontramos ejemplos muy claros en la Sagrada Escritura. En cada caso, Jesús toma la iniciativa y llama a los discípulos. No sólo llama, sino que la palabra de Jesús hace al discípulo, lo constituye: así como en el principio del mundo Dios creó el mundo con su palabra Hágase, Hágase, de la misma manera las palabras de Jesús Sígueme hacen al discípulo. Ser cristiano y ser llamado por Cristo de identifican. En la vocación, la primacía la tiene siempre la llamada del Señor. No es un derecho. A diferencia de los rabinos y de los profetas, la llamada de Jesús es definitiva, no es provisional. Los discípulos de los rabinos y de los profetas los seguían por un tiempo, terminado el tiempo regresaban a su casa. En cambio, el discipulado de Jesús no es provisional, no es un periodo pasajero, es para toda la vida, permanente, para que asimilen, se configuren con su estilo de vida. Jesús exige una respuesta inmediata. La llamada de Jesús no tolera dudas, dilaciones, vacilaciones. Hay que recordar aquel pasaje del Evangelio donde aparecen varias llamadas, uno le pide que lo deje ir primero a enterrar a su padre, otro le pide que le permita despedirse de sus familiares, y la reacción de Jesús es tajante, el seguimiento no tolera condiciones ni tardanzas, por eso los discípulos le dicen que lo han dejado todo y le han seguido 50. Esto quiere decir que el discípulo debe crecer en fidelidad. Jesús elije para unirse íntimamente a su persona, para convivir con Él. No llama a sus discípulos para que aprendan la Ley, ni tampoco para realizar ritos ocultos extraños, sino para que vengan, lo siguán y estén con Él 51. Por eso, el discípulo debe compartir la misma vida del Maestro, debe aprender la comunión de veda con el maestro. La adhesión a su maestro debe ser íntima, fiel, leal, obediente e inquebrantable. Sólo así, mediante la comunión de vida, el Espíritu Santo, poco a poco, va configurando al discípulo con el maestro, que es camino, verdad y vida. la formación del discípulo tiene como meta la identificación con el maestro; tener los mismos sentimientos que Cristo Jesús52, llegar a una profunda y onda identificación con Él, lo que quiere decir una experiencia profunda de su persona. Así es como el discípulo va caminando poco a poco hacia la santidad, va madurando poco a poco su vocación y va tomando consciencia poco a poco de la tarea misionera. La respuesta debe ser libre. Jesús toma la iniciativa, Él llama, pero la invitación a seguirle es libre. Jesús quiere hombres libres, no esclavos. Jesús no quiere una convivencia con Él, como conviven los siervos con el amo; Jesús quiere que convivan con Él como amigos y hermanos, y el amigo ingresa a la casa de Jesús, a su vida, a su familia. La respuesta que pide Jesús de sus discípulos debe ser libre, consciente, hecha con el corazón.
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Lc 18, 22. Mt 4, 20 ss 51 MC 3, 14. 52 Fil 2, 5 50
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Jesús enseñaba con autoridad. Aquí radica una gran diferencia, pues los rabinos y los profetas no enseñaban en nombre propio, sino en el nombre de Dios; además, los discípulos discutían con ellos su doctrina. En cambio Jesús habla con una autoridad que nadie había visto antes, y sus enemigos se enojan con Él, y Jesús no se retracta. Él implícitamente, habla con la misma autoridad de Dios, por eso a Jesús no se le discute, sólo se le oye, oye , se puede rechazar o aceptar la doctrina, pero los discípulos no tenemos derecho a modificar la doctrina de Jesús. Con los rabinos, sus discípulos podían convertirse en maestros, en cambio, el discípulo de Jesús nunca podrá convertirse en maestro. Dice una una bella frase de San Agustín: “en “en la escuela de Cristo, todos somos discípulos”. discípulos ”. Nadie puede asumir ninguna función que no le corresponde de maestro. La vocación de Jesús es una vocación definitiva, los discípulos de los rabinos eran provisionales, seguían a sus maestros durante algún tiempo, inclusive podían cambiar de maestro. En cambio, la llamada de Jesús no es temporal, no es provisional, sino que es para toda la vida, para siempre; es una vocación definitiva. La llamada de Jesús es irrevocable, el discípulo nunca quedará exonerado de seguir a su maestro. Radicalismo de Jesús. Las exigencias que Él pone a sus discípulos son radicales. radicales. Hay que compartir la vida, la misión y la suerte del maestro. maestro. “si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncia de sí mismo, cargue su cruz y me sigua” sigua ”53. Esto quiere decir que Jesús exige una disponibilidad incondicional, incondicional, una decisión radical para romper con todo to do el pasado. Quien sigue a Jesús tiene que llevar su cruz cada día como un condenado hasta la muerte. Quien sigue a Jesús debe abandonar todo, es una opción radial, abandonar casa, abandonar ciudad, abandonar todo lo que sea necesario para seguir al Maestro. Inclusive llega a decir el Señor: “si alguno no me ama más que a su propia vida, la perderá, el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que la pierda por mí y por el evangelio, ese la salvará”. Jesús muestra cuál es el costo de ser su discípulo. Hay que jugarse el todo por el todo. Hay que relativizar todos los valores del mundo, porque el único absoluto es el reino de Dios. Hay que sacrificar todo por el Reino. La llamada de Jesús despoja al discípulo de sí mismo, lo hace enteramente disponible, lo desliga de toda atadura, le exige una opción radial, lo posibilita para tomar la cruz. Así es como aparece el costo de ser discípulo de Jesús: tomar la cruz, lo cual significa estar dispuesto a ir a llegar hasta las últimas consecuencias, incluso incluso la muerte, como lo está el maestro. El discípulo de Cristo, no sólo los religiosos, no sólo los clérigos, todos los fieles, está llamado a la santidad, a practicar las bienaventuranzas del Reino, a vivir el mismo estilo de vida que el maestro, a una obediencia filial al Padre P adre como Jesús que dice que su comida es hacer la voluntad de su Padre, y sobre todo, tener en su corazón el mandamiento nuevo, el mandamiento del amor. Todo discípulo es un misionero. Jesús envió a los suyos a anunciar el Evangelio, y a este envío se le llama misión54. El discípulo participa de la misión del Maestro, Jesús eligió a los suyos para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar55. De ahí se sigue como consecuencia, consecuencia, lo que dice la 53
Mc 8, 34. Mt 28, 19. 55 Mc 3, 14. 54
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conferencia de Aparecida, repitiendo las palabras del Papa: “ser discípulo y misionero no son dos cosas distintas, sino dos caras de la misma moneda”. Discípulos y misioneros en comunión. “Que todos sean uno, como Tu y Yo somos uno” 56. El discípulo misionero siempre debe vivir en comunión con Cristo y con sus hermanos, así lo dice la alegoría de la vid y los sarmientos57. Esto quiere decir que el discipulado y la misión siempre suponen la pertenencia a una comunidad. El discípulo-misionero está llamado a vivir en comunidad. La vocación al discipulado siempre es comunitaria, pudiéramos decir que es una convocación a la comunión. No hay discipulado sin comunión ni discipulado sin misión. En ocasiones, cuando se habla del encuentro con Cristo, del seguimiento, de la misión y comunión, se entiende como si fueran pasos sucesivos. No es la forma más correcta de entenderlas, porque si así fuera, no aparecerían muy claras las conexiones internas que hay entre ellas. Hay que entenderlas como formando parte de un todo, hay que mostrar la relación intrínseca entre el discipulado, misión y comunión.
El seguimiento de Cristo en la Iglesia primitiva El llamamiento El llamamiento, la vocación de Jesús a ser discípulo-misionero, se dirigió a todos, es universal; así lo entendió ya la primera comunidad cristiana, que, como aparece en el libro de los hechos de los apóstoles, llama discípulos a los creyentes58. Cada uno debe seguir a Jesús en su propia vida.
¿Cómo seguir a Jesús hoy? Ciertamente, no podemos seguirlo de una manera física como le hicieron los primeros discípulos. La muerte puso término a la vida de Jesús. Hoy existe otra forma de seguimiento, pero eso sí, nos debe quedar muy claro a todos que nadie de nosotros se engañe, los cristianos del siglo XXI debemos entender muy bien que sin seguimiento de Cristo no hay cristianismo. Un teólogo protestante víctima del Nazismo, Bonhöffer, escribió unas cartas desde la prisión y decía que sin seguimiento de Cristo, el cristianismo se convierte en una gracia barata. Siempre existe y existirá el peligro de querer crear una religión burguesa, así lo dice un teólogo católico, Pbro. Juan Bautista Metz, es decir, una Iglesia incapaz de seguir a Jesús. Si la Iglesia fuera más evangélica, si la Iglesia siguiera a su Señor, si la Iglesia viviera el radicalismo r adicalismo evangélico no necesitaría ser tan rigurosa legalmente.
Proceso de identificación con Cristo El discípulo está llamado a identificarse, configurarse con su maestro, lo cual es un proceso que tiene diversas fases; se pueden señalar las siguientes: 1. La fe que introduce al creyente en el ámbito del conocimiento de Jesús 2. La conversión, no sólo del entendimiento y voluntad, sino del corazón. San Pablo nos exhorta a
poner el corazón en las cosas de arriba59. 56
Jn 17, 21. Jn 15. 58 Hch 6, 21. 57
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3. Libertad Cristiana. El vértice y culmen del creer se sitúa en la libertad, pero en una libertad para
el bien, porque el que obra el mal, no es libre, el que obra el mal es esclavo del pecado60. 4. Tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús. El mensaje moral de Jesús debe incrustarse en toda la vida, en la razón, voluntad y libertad, y en la vida afectiva. Los cristianos deben revestirse de entrañas de misericordia, bondad, mansedumbre; tener los mismos sentimientos que Cristo Jesús: amar a las personas y al mundo como Cristo ama61. La moral cristiana consiste, precisamente en esto, el seguimiento de Cristo. Vivir la vida como la vivió Cristo, traducir en el plano ontológico y a nivel existencial, la novedad del reino de Dios. Esta es la novedad del mensaje moral del Nuevo Testamento.
Documento de Aparecida Discípulos y misioneros Discípulos y misioneros, clave central de interpretación Discípulos-misioneros
El precepto fundamental del Amor (Caridad) Introducción Objetivo Descubrir en la sagrada escritura que el mandamiento del amor, el precepto de la caridad, debe ser el centro, la norma suprema y el fin de toda la Teología Moral
Contexto Vamos a estudiar otro tema de Moral bíblica. Vimos ya el mensaje del Reno de Dios, vimos los discípulos de Cristo, y ahora veremos el precepto fundamental de la caridad, porque, como lo hemos repetido, la Sagrada Escritura debe ser el alma de la Teología, y la Teología Moral debe nutrirse de Sagrada Escritura.
Cuestiones ¿Qué importancia tiene la caridad para la vida cristiana y para la Teología Moral? ¿Por qué la Caridad es la síntesis de la vida moral Cristiana?
Breve respuesta La importancia de la caridad en la Teología Moral es máxima, porque para la Teología Moral, la caridad es el centro, norma suprema y el fin. El seguimiento de Cristo se resume en la caridad, pues lo que nos hace discípulos es la fe, la esperanza y la caridad. Nos dice San Juan, que cita el Papa Benedicto XVI, Dios 59
Col 3, 2. Jn 8, 34. 61 Pb 3, 12. 60
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es Amor, y quien permanece en el Amor permanece en Dios 62. Estas palabras expresan con mucha claridad que el corazón de la fe cristiana, que la imagen cristiana de Dios, que el camino para llegar a Dios es el Amor. Estas palabras son una formulación sintética de la existencia cristiana. La historia, se dice, es maestra de la vida. el que vive sin historia comete muchos errores, y esa es precisamente una característica del hombre moderno. La historia nos enseña que en las épocas en que se ha olvidado en que la caridad es el precepto principal de la moral, se ha empobrecido. Cuando se olvida esto, la ética también se empobrece, y ha caído en un lamentable legalismo.
Antiguo testamento En el antiguo Testamento ya se encuentran estos dos preceptos: el del amor a Dios y el del amor al prójimo63. El pueblo de Israel tenía muchos preceptos; se dice que eran 613 preceptos, 248 positivos y 365 negativos. Por eso en el Judaísmo siempre existió el esfuerzo de prescribir todas las leyes de la ley mosaico en un solo principio. Hillel, hacia el año 20 a.C. declaró como principio unitario la regla de oro en su forma negativa, “No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti ”. Otro gran intérprete de la ley, Akiba, dijo que toda la ley se resumía en el amor al prójimo, y que había que distinguir preceptos mayores (amor a Dios) y menores (prójimo), pero no pudieron resolver esta cuestión.
Nuevo testamento Existe, a través de toda la historia de la Iglesia, la firme convicción de que el gran acto de Jesús en el campo moral fue la predicación del mandamiento fundamental del amor a Dios y al prójimo, y que hizo de este mandamiento la base de toda la moral cristiana. Para la conciencia cristiana de todos los tiempos, la caridad es la máxima exigencia moral64. El mensaje de San Juan, el último de los evangelistas, es muy claro y simple: toda la vida cristiana se reduce a dos cosas, creer y amar, y compendia el precepto de Dios de varias maneras. Debemos creer en el nombre de Jesucristo y amarnos los unos a los otros como Él nos ha enseñado. La Teología de San Juan sobre la caridad es muy profunda. La Iglesia ha visto en él, a través de los siglos, al gran predicador del amor. Aunque en él no se encuentra el precepto como en los sinópticos, está en otra manera. Su precepto es que creamos en el nombre de su Hijo, y nos amemos mutuamente conforme el mandamiento que Él nos dio. La característica principal, el signo del discipulado, es el amor fraterno: ámense como yo los he amado, en esto conocerá el mundo que son mis discípulos. El amor fraterno es un precepto, y es un precepto nuevo65. Ámense como yo les he amado66. Si así nos ha amado Dios, así tenemos que amarnos nosotros. El amor fraterno es signo y garantía de la unión con Dios67.
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1° Jn 4, 16. Dt 6, 5; Lv 19, 18. 64 Mc 12, 28ss; Mt 22, 34ss; Lc 10, 25 65 1° Jn 2, 7; Jn 13, 34. 66 Jn 3, 74. 67 1° Jn 4, 7ss 63
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San Pablo no recoge textualmente la doctrina de Jesús el mandamiento de amor y al prójimo. Sin embargo, la teología paulina sobre el ágape es sumamente rica; basten estos ejemplos. El amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones; Cristo me amó, por eso ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; toda la ley se compendia en este precepto, ama a tu prójimo como a ti mismo 68. Los preceptos de la segunda tabla del decálogo se resumen en el amor al prójimo como a ti mismo. La ley de Cristo se cumple ayudándose a llevar mutuamente las cargas; el amor es el valor supremo 69. Sin embargo, el capítulo trece de la primera carta de Pablo a los Corintios, que se reconoce como el himno sobre la caridad, dice que no sólo los cristianos, sino también los no cristianos, que es lo más bello que se ha escrito sobre el amor. Pablo enumera las tres virtudes teologales, pero nos dice que la fe acabará, al igual que la esperanza, en el cielo sólo permanecerá la caridad, que es la más grande de todas las virtudes. A pesar de las diferencias reaccionales de cada uno de los evangelistas y de los escritores sagrados, hay una unidad sustancial de contenido. En el fondo está la enseñanza histórica de Jesús sobre el mandamiento del amor.
El mandamiento del amor, centro de la ética de Jesús El mandamiento del amor es el centro de la ética de Jesús. Es muy frecuente llamar y considerar el mandamiento del amor como el mandamiento nuevo; así lo clasifica San Juan 70, pero si observamos con un poco de atención, este mandamiento en parte es nuevo y por otra parte no. Una lectura imparcial del texto de los sinópticos, nos muestra que Jesús coincide con lo que pensaba y creía el letrado judío en la valoración del precepto del amor. Por tanto, Jesús habla del amor a Dios en un contexto Judío y comprensible para los judíos. El mandamiento del amor, centro de la ética de Jesús, hay que ubicarlo dentro del contexto de la ética y ley judía. Cuando se le pregunta a Jesús cuál es el mandamiento más grande de la Ley, Jesús contestó con una oración que los judíos debían de recitar todos los días, la oración llamada Shemá, que era una oración que los judíos recitaban al comienzo y al final del día: Escucha Israel, el Señor es nuestro Dios; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Sin duda alguna, el mismo Jesús rezaba aquella oración de los judíos por las mañanas y por las tardes. Tal vez el texto como se encuentra en los sinópticos, fue construido por el redactor, pero según la mayoría de los investigadores, la respuesta de Jesús es auténtica. El contenido representa realmente lo que pensaba Jesús.
Contexto judío del mandamiento del amor Introducción Hay tres grandes grupos de enunciados que nos permite entender el contexto judío en el cual Jesús predicó el mandamiento del amor. 68
Rm 5, 5; Gl 2, 20: 5, 14. Gl 6, 2; Rm 5, 5.; 1° Cor 8, 1. 70 Jn 13, 24. 69
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1. Tradiciones judías sobre el amor a Dios: Una carta del año 132 a.C., carta de Aristeas, decía así:
“Sólo hay un Dios, y su poder se manifiesta en todas las cosas, porque en cada lugar sobreabunda su poder ”. Otro documento de Filón dice: “Queremos grabar en nosotros el primero y santo mandamiento de confesar y adorar a un sólo como Dios supremo”. El pseudo focílides: “sobre todas las cosas honra a Dios, después a tus padres”. Un último testimonio de Josefo: “como primer principio del pueblo judío, se considera el que dice que Dios es dueño del universo”. 2. Tradiciones judías del amor al prójimo: en las tradiciones encontramos las interpretaciones de los rabinos, que nos ofrecen ideas importantísimas sobre la solidaridad, sobre lo que se llama la regla de oro. Principalmente tenemos de dos granes rabinos, que gozaron de gran prestigio en Israel. Hillel, 20 a.C. después de hacer prosélito a un pagano al pueblo judío dijo: “lo que no quieras para ti, no se lo hagas a tu prójimo, esta es la doctrina legal, anda y apréndetela ”. Otro gran rabino Akiba (†135 d.C.) dijo: “es un gran principio general de la Tora” sobre la caridad al prójimo. 3. Tradiciones judías que combinan el amor a Dios y el amor al prójimo: las exhortaciones éticas del libro de los jubileos del siglo II a.C., que según sus tradiciones Noé, Abraham y Jacob dirigen a sus descendientes, yuxtaponen el amor a Dios con el amor al prójimo. El testamento de los doce patriarcas recoge el doble mandamiento del amor en series parenéticas 71. El testamento de Daniel: “amar al Señor en vuestra vida entera, y amaos los unos a los otros con corazón sincero”. El del rabino Meier: “todo el que se ocupa de la Tora, se hace amigo y predilecto de Dios. Alguien que ama a Dios y ama a las creaturas, alegra a Dios y alegra a las creaturas”.
Novedad del precepto del amor Jesús, en su predicación del Reino de Dios, en muchas ocasiones habló del Dios del amor, habló de la compasión, perdón, ayuda a los necesitados. Su lenguaje era el lenguaje del profeta del Reino de Dios, y presentó el mandamiento de la ley del amor como la ley fundamental y lo decisivo.
El amor a Dios y el prójimo es lo central, importante y decisivo El cristianismo primitivo se inserta en el pensamiento judío. Jesús en su respuesta al doctor de la ley, cita tanto como el libro del Deuteronomio como del Levítico, pero da un paso adelante sobre los enfoques judíos. Jesús proclama que el mandamiento del amor es el resumen, síntesis y lo decisivo de toda la ley. Jesús afirma que Dios no da lugar a otros Señores, que el mandamiento del amor a Dios es lo absoluto, que el amor es el centro de toda la ética cristiana.
Jesús establece una estrecha conexión entre el amor a Dios y el amor al prójimo Los judíos daban gran importancia a los dos mandamientos, pero nunca los habían hecho inseparables. Jesús hace una unión íntima e indisoluble entre los dos preceptos; son inseparables, no es posible amar a Dios y desentenderse del hermano, no es posible vivir en el templo y olvidar a los que sufren, el amor que excluye al prójimo es una mentira. Lo que va contra el amor al prójimo va contra el amor a Dios. Jamás los judíos pensaron que Jesús le diera tanta importancia a este precepto del amor al prójimo, que lo elevara a un nivel tan alto, de tal manera que lo uniera indisolublemente al amor a Dios. 71
Cuando se exhorta para hacer el bien.
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Jesús no confunde el amor a Dios con el amor al prójimo No los confunde como si fueran la misma cosa. Hace una unión inseparable entre ellos, pero no los funde en un sólo mandamiento. El amor a Dios no puede quedar reducido al amor al prójimo, ni el amor al prójimo significa por sí mismo que ya se ame a Dios. La primacía absoluta la tiene el amor a Dios, no puede ser reemplazado por nada porque es el primer mandamiento.
Importancia singular al amor al prójimo En el mandamiento de Jesús, el amor al prójimo adquiere una importancia singular. Jesús no se limita a recordar el mandato del libro del levítico, sino que va más allá, lo explica dictando lo que se llama la regla de oro: esta regla ya existía en el judaísmo, no era desconocida por los judíos, peor estaba redactada en forma negativa “no hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti”; el amor al prójimo se reduce a no hacer daño al prójimo. En el libro de Tobías (siglo II a.C.) leemos “no hagas a nadie lo que no quieras que te hagan a ti ”, en cambio Jesús dicta la regla de oro, pero de una manera positiva: “trata a los demás como quieres que ellos te traten a ti ”, es una novedad de Jesús.
El amor a los enemigos La experiencia de los contemporáneos de Jesús era la experiencia de la opresión romana, de los abusos de los poderosos, y ellos esperaban la venida de un Mesías que viniera a liberarlos de esa situación, por eso el mensaje de Jesús “amar a vuestro enemigos”, les parece realmente un absurdo, choca frontalmente con su mentalidad y sus esperanzas, porque todo en aquel ambiente en que vivían los invitaba a odiar a los enemigos de Dios y a los enemigos del pueblo. No sólo era el ambiente, sino el odio a los enemigos incluso era un signo de celo por la justicia de Dios.”Señor, cómo no voy a odiar yo a los que te odian y despreciar a los que se levantan contra ti; los odio con un odio implacable”, esta expresión pertenecía al grupo de los Esenios de Qumrán, era una especie de sus mandamientos: amar todo lo que Dios quiere y odiar todo lo que Dios rechaza, era una regla de su congregación. Según Flavio Josefo, al entrar en la comunidad de los esenios, formulaban el terrible juramento odiar a los injustos y luchar a favor de los justos, más aún en Qumrán se excluía de la comunidad a los cojos, ciegos, sordos y mudos. El libro del Levítico expone en términos terribles la teología de un Dios violento, que dirige la historia con su poder destructor. “si camináis según mis preceptos, la espada no los traspasará 72 […] perseguiréis a vuestros enemigos que caerán ante vosotros al filo de la espada” . Platón en uno de sus principios decía que se hiciera el bien a los amigos y el mal a los enemigos, en cambio Séneca encontramos una exhortación sorprendente: si quieres imitar a los dioses, haz el bien a los ingratos. Jesús, en cambio, comienza a hablar Para los oyentes de Jesús, el amor a los enemigos, les resultaba no sólo extraño sino absurdo. En tiempos de Jesús, en una primera etapa, cuando se hablaba de amor a los enemigos, sólo se entendían los que eran miembros del pueblo de Israel; en un segundo momento, prójimo se extendía también a todos los prosélitos (paganos) que se convertían al pueblo de Israel y se circuncidaban; y sólo hasta un último momento, el concepto prójimo adquiere un sentido universalista, se refiere a todos los hombres. 72
Lv 26, 3. 6ss.
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El amor a Dios es una respuesta En este sentido, no somos nosotros los que primero hemos amado a Dios, y porque amamos a Dios, Él nos ama. La realidad es lo contrario, puesto que es Dios quien nos ha amado primero 73. El amor a Dios es una respuesta: nosotros amamos a Dios porque Él nos amó primero74.
La verdadera originalidad La verdadera originalidad del Nuevo Testamento no consiste en nuevas ideas, sino en una persona; Jesucristo, de carne y de hueso, Él es el Amor encarnado de Dios75. Tanto amó Dios al mundo que le entregó su propio Hijo. Por eso se dice que Jesús es el rostro humano del amor divino. 53
Cómo yo los he amado Jesús dice: “en esto conocerá el mundo que son mis discípulos”. Esto quiere decir que el modelo, la medida, ideal o el paradigma del amor a Dios y el amor al prójimo es el amor con el que Cristo nos ha amado. Este es un ideal infinito e inalcanzable. El corazón humano, sin la ayuda divina, nunca podrá amar el corazón humano como lo ha amado Cristo.
Los grados del amor "Ama a los demás como Dios te ama" "Ama a los demás como amas a Cristo" "Trata a todos como quieras que te traten a ti" "No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti"
La regla de oro formulada en sentido negativo “no hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti ” es la base de los grados. Esta expresión contiene un alto contenido humano, pero si nos fijamos, la ponemos en la parte más baja, porque ¿Quién es la medida del amor? Es el hombre mismo. Este mandamiento viene expresada en sentido negativo. El siguiente es la misma regla de oro, pero expresada en sentido positivo: “haz a los demás lo que quieras que ellos te hagan a ti”. Es un precepto de ley natural, no se necesita la Revelación para conocer un precepto como éste. El criterio del amor, sigo siendo yo, pero lo ponemos en un grado más alto que lo anterior por estar expresado en sentido positivo. Estos mandamientos son ley natural. Los siguientes niveles son por la Revelación. El hombre, por la sola luz de la razón, no podría elevarse a estos niveles tan altos.
El tercer nivel dice así: “ama a los demás como amas a Cristo”. Tenemos la descripción del Juicio final, donde unos serán llamados a la compañía de Jesús, los que vieron a Cristo en todos aquellos que estaban desnudos, enfermos, encarcelados, etc. Lo que hacen a los demás, lo hacen a Cristo76.
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1°Jn 4, 10 Deus Caritas Est 17. 75 Deus Caritas Est 12ss. 76 Mt 25 74
El nivel más alto es: “ama a los demás como Yo (Dios) os he amado” 77. Éste es un ideal realizable sólo en partes, pero es un ideal totalmente inalcanzable. Por esto, la virtud de la caridad es una virtud infusa. Mediante la caridad o por la caridad Dios nos capacita a amar como Él nos a amado. La virtud de la Caridad es sobrenatural y divina, porque es una participación del amor divino. Mediante la Caridad, Dios transforma nuestro corazón a imagen de Su Corazón; mediante la Caridad, Dios despierta, crea en nuestro corazón los movimientos de Su Amor. Por eso, San Bernardo, en una bella expresión, llega a decir así: “la medida de nuestro amor a Dios, es amarlo sin medida ”, y si nosotros debemos amar a los demás como Dios nos ha amado, por esto, la medida de nuestro amor a nuestros hermanos es amarlos sin medida. La Caridad es la más grande de todas las virtudes. 54
“Como a ti mismo”
Significado Primero, en sentido negativo, no se trata de un amor egoísta, ni de un amor encorvado sobre sí mismo, ni se afirma que yo sea la medida del amor, sino que se refiere a el amor que todo hombre debe tener a sí mismo, porque no todo amor a sí mismo es malo, es malo el amor egoísta, pero el amor a sí mismo no sólo es necesario, sino es indispensable para alcanzar la madurez y el desarrollo humano y cristiano. No es verdad que el amor a sí mismo y el egoísmo se identifiquen. No se trata de una alternativa entre el amor a sí mismo o a los demás; más aún, sólo puede amar a los demás quien se ama maduramente a sí mismo. El amor maduro a sí mismo es condición indispensable para poder amar a los demás. No se identifican el amor a sí mismo y el egoísmo, no necesariamente, porque la persona egoísta, en el fondo, de verdad no se ama a sí misma; parece preocuparse de sí misma, pero en realidad no se ama. El egoísmo es narcisismo, la persona volcada totalmente sobre sí misma, y ese sí, el egoísmo y narcisismo, no sólo hace incapaz de amar a los demás, sino también hace incapaz de amarse a sí mismo. El egoísta y narcisista es incapaz de amarse a sí mismo. En el fondo, dice Erick Fromm, el egoísmo y el narcisismo son una hostilidad reprimida y una compensación oculta. ¿Por qué el hombre debe amarse a sí mismo? Porque el hombre fue creado por Dios como un fin en sí mismo, fue creado a imagen y semejanza de Dios, Jesús derramó su sagre por el hombre, y llegaríamos a lo máximo, si Dios me ama, sería el más grande de los absurdos que nosotros no le amáramos. Eso sí, hay que huir del egoísmo y del narcisismo, pero nunca del amor a sí mismo.
Caridad política La relación entre la caridad y la justicia es un problema muy actual78. El hombre actual prefiere la justicia a la caridad, porque con mucha frecuencia tenemos una imagen falsa de la caridad, como limosna. También en la historia, en muchas ocasiones, se cometen verdaderas injusticias en nombre de la caridad. Una cosa es cierta, sin justicia no hay caridad 79. Ese error es el que quiere corregir el título. Pues 77
Jn 15, 20. Juan Pablo II, la Iglesia de la Eucaristía. 79 Pio XI, alocución de Diciembre de 1927. 78
el adjetivo “política” pretende resaltar la incidencia social de la caridad. La afirmación la caridad es política, la dijo Pio XI; habla también de caridad como caridad política80. La caridad y la fortaleza política deben ser actitudes de compromiso político del cristiano 81. No puede dársele el nombre de caridad a lo que no se ha cumplido por justicia 82. Una caridad que priva al hombre de su salario justo no es caridad. No es justo recibir por limosna lo que se debe por caridad. La caridad se extiende a todos los campos de la justicia. En 1971, en el sínodo de los obispos sobre la justicia en el mundo dice que el amor cristiano hacia el prójimo y la justicia no se pueden separar; el amor implica una exigencia absoluta de Justicia. 55
La moral renovada según el Vaticano II Introducción Objetivo: estudiar cómo nació, qué es y qué características debe tener la Teología Moral Renovada. Contexto: después de haber estudiado algunos temas bíblicos, vamos ahora a ver un tema histórico. Vamos a estudiar un poco de historia de la moral, principalmente el Concilio Vaticano II.
Cuestiones: ¿Cuáles han sido las grandes etapas de la historia de la moral? ¿Dónde nació y cómo se preparó la renovación del Concilio Vaticano II? ¿Cómo debe ser, qué características debe tener la Moral Renovada?
Breve Respuesta: el término Moral Renovada, es lo mismo que decir Moral Post-conciliar .
¿Qué importancia tiene el estudio de la historia de la moral? La historia de la Teología Moral como un tratado o disciplina, es muy reciente, los moralistas comenzaron a estudiarla a partir de la Segunda Guerra Mundial (1950 ss). El estudio de la Moral es absolutamente indispensable si se quiere conocer el nacimiento, orígenes, causas y evolución de la Teología Moral. Se hará un breve recorrido de los momentos más importantes de la historia de la moral
La Teología Moral de los Santos Padres ¿Qué importancia y qué características tiene la Teología Moral de los Padres de la Iglesia? Los santos padres, en cuestiones morales, se contentaron con transmitir y comentar el Evangelio de Cristo. Ellos no se preocuparon por hacer un cuerpo doctrinal organizado. En ocasiones, se contentaron con reunir instrucciones morales tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.
80
Cuadragésimo anno, Pio XI. Gaudium et spes, 75. 82 Divinis Redemptoris, 50. 81
La predicación moral de los Apóstoles, en especial la de San Pablo y san Juan, tuvieron gran influencia en los santos padres, ya que para ellos, el centro, la norma y la finalidad de la Teología moral es Cristo. La ley del cristiano es la ley de Cristo, la vida moral se presenta como imitación y seguimiento de Cristo. San Agustín: de los grandes pensadores de la Iglesia. San Agustín ocupa un lugar privilegiado en la historia de la moral. Ocupa un puesto de primer plano en toda la historia de la moral. Su autoridad e influencia es reconocida hasta nuestros días, aunque no dejó un tratado de moral sistemática, debemos ver en él “si no al más grande, por lo menos a uno de los mayores moralistas de todos los tiempos. Él estudió cuestiones básicas de la moral, como la gracia, la libertad, el Reino de Dios, la ley eterna, la relación entre fe y obras…”83; además, San Agustín es un modelo para nosotros en el empleo de la Sagrada Escritura en la moral, pero no sólo estudió la Sagrada Escritura, sino los grandes pensadores paganos, principalmente Platón, Plotino y la ética estoica. Como un profundo psicólogo, describió el desarrollo y el dinamismo vital de la vida moral cristiana. Dejó muy claro que no son los actos externos lo importante de la moral, sino la disposición moral del corazón; y es conmovedora la descripción que hace San Agustín sobre los afectos. Un gran conocedor. Finalmente, sus aportaciones a la Teología Moral son: Cristo muerto y resucitado: centro de la vida moral. La gracia: absolutamente necesaria para la vida moral84. Estudio de la ley eterna: fundamental para entender el proyecto de Dios sobre el mundo. Ley eterna: tomada de los estoicos, que dice así: “la ley eterna es la ley última de moralidad, ningún fruto es bueno si no nace de la raíz de la caridad”. La moral se centra en la caridad, a tal punto que la caridad es la forma de todas las virt udes.
Teología Moral del Siglo VII-XII La época que transcurre del año 600 al año 1200 aproximadamente, es una época pobre e infecunda para la moral. Lo más característico de este tiempo es el nacimiento de los libros penitenciales; primero en Irlanda, luego en Alemania, Francia y España. Los monjes Irlandeses, en el siglo VI divulgaron la penitencia privada, que incluía la confesión y una penitencia determinada, entonces se sintió la necesidad de que los libros penitenciales tenían la penitencia tarifada. Las tarifas estaban indicadas para uso de los confesores en los llamados libros penitenciales. Los libros penitenciales son libros que contienen instrucciones muy concretas para guiar al confesor en la imposición de la penitencia otorgada de las diversas especies de pecados. En sentido muy amplio podemos decir que los libros penitenciales son los antecedentes más remotos de los libros de texto de moral. Hacer la historia de los libros penitenciales es muy difícil.
83 84
Luis Verecke. Jn 15: “sin mí NADA podeis hacer”.
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Teología Moral de los Siglos XII-XIII Santo Tomás de Aquino no hizo un tratado autónomo de Teología Moral, independiente de todo su pensamiento Teológico, pero ciertamente ocupa un lugar importantísimo en sus comentarios a la Sagrada Escritura, en los comentarios filosóficos y Teológicos y en las llamadas cuestiones disputadas. Se encuentra sobre todo en la suma contra gentiles y la suma teológica. La moral de Santo Tomás representa la síntesis más grandiosa de Teología moral que jamás se haya intentado. En la segunda parte de la suma Teológica trata cuestiones de moral, partiendo del hombre como imagen de Dios. Aristóteles influyó grandemente en Santo Tomás con su ética a Nicómaco, pero todavía influyó más la obra de San Agustín. Analizó los actos humanos, los hábitos o actitudes, conocidos como virtudes, los pecados, la ley y la gracia, la felicidad eterna, pero el centro de su moral es la imitación y seguimiento de Cristo en la vida moral por medio de los sacramentos. Articuló su Teología moral sobre las virtudes Teologales y cardinales. Dice que la prudencia es la virtud más importante. Tiene estudios importantísimos sobre la conciencia moral, sobre la ley natural, sobre el derecho natural, sobre la ley divina y la ley de la gracia. Un papel importantísimo tuvo para Santo Tomás de Aquino la Ley Nueva (la ley del espíritu según San Pablo).
Teología Moral en los siglos XIV-XV Nominalismo Santo Tomas llevó la moral a un grado de perfección muy alta, pero vinieron Guillermo de Ockham con el nominalismo85, después Juan Buridano, Alberto de Sajonia; ellos centraron todo su interés en lo singular, en el individuo, y esto los llevó a una casuística, un legalismo, ambos terribles. Otro punto característico de la moral nominalista es el principio de voluntarismo, que aparentemente encierra muy buenas intenciones, pero no es lo más correcto, ya que es bueno lo que Dios quiere, entonces todas las cosas son buenas.
Suma para confesores La suma para confesores floreció en los siglos XIV y XV, y contienen todo lo que necesita un sacerdote en su ministerio para una rápida formación (moral, derecho, liturgia, pastoral, dogma). Las sumas comenzaron a difundirse en el siglo XIV-XV, entre las más notables tenemos la de San Antonino, la suma silvestrina, y la más famosa de todas, la de San Raimundo de Peñafort. Todavía no nacía la Teología moral como un tratado autónomo.
La Edad de oro del Siglo XVI en España – Salamanca – El siglo XVI, principalmente en España, es considerado como el siglo de oro. El mismo papa Juan Pablo II, en la encíclica fides et ratio, le dedica grandes elogios a la escuela de Salamanca, que significa la cumbre de la Teología Moral durante esos siglos. Con grandes Teólogos como Francisco de Vittoria, llamado el 85
Niega los universales.
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creador del derecho internacional, tenemos a Melchor Cano, Bartolomé Medina, Domingo Soto; grandes Teólogos del Siglo XVI. Otro acontecimiento importante de este siglo, hasta ese momento, a finales del siglo XV, la suma de Santo Tomás se convirtió en el libro de Texto de todas las universidades, porque antes el libro de texto más divulgado en todas las universidades era el libro conocido como las sentencias de Pedro Lombardo. En el Siglo XVI, nació la Teología Moral como ciencia independiente. Los motivos fueron: tal vez el segundo concilio más importante en la historia de la Iglesia fue el de Trento; el más grande Vaticano II. Entre los muchos temas que trató el concilio de Trento, habló de los sacramentos, entre ellos, el sacramento de la reconciliación, y dicho concilio exigió que la confesión de los fieles fuera íntegra. Esto significa que se deben confesar todos los pecados mortales y veniales no perdonados de los que se tiene conciencia en ese momento. Esta disposición exigía cambios en la Teología Moral, exigía sacerdotes preparados moralmente para celebra dignamente el sacramento de la reconciliación exigido por Trento.
Las Instituciones Morales El concilio de Trento publicó un decreto original sobre la penitencia donde exigía la penitencia íntegra. Estas prescripciones requerían mayor conocimiento de parte de los confesores. Se sintió la necesidad de una nueva enseñanza moral. Por eso, a los estudios universitarios se añadió un curso sobre los casos de conciencia. El concilio de Trento decretó la fundación de los seminarios. Hacia el año 1600 aproximadamente, Juan Azor publicó el primer volumen de las así llamadas “Instituciones Morales”. Libros de texto eminentemente casuísticos, para la moral en los seminarios. A estos libros se les llamó posteriormente como libros de Teología Moral. Estos libros seguían como tema el decálogo. Había mucha casuística, y también había una mezcla muy grande de Teología Moral y de Derecho Canónico. Se escribieron mucho de estos libros, y después fueron llamados como “manuales de teología moral ”, los cuales llegaron hasta el concilio vaticano II.
Renovación de la Teología Moral en el siglo XIX El hecho más significativo del siglo XIX fue la difusión en los seminarios de la Moral de San Alfonso María de Ligorio86. Es significativo por que influyó en muchos moralistas del siglo XIX y del siglo XX, entre ellos los grandes clásicos de la Teología Moral, el P. Palimieri, P. Baliemiri, P . Vermech, P. Noldin, P. Yagnicot y el P. Zalba.
Renovación Durante el Siglo XIX se desarrolló una nueva Teología Moral, esta nació en la más grande universidad del mundo, de Tubinga, Alemania. Ahí encontramos el fermento de la renovación de la Teología Moral. Sus grandes renovadores fueron: Pbro. Sailer (†1832), el cual presentó la Teología Moral teniendo como centro la Caridad; Pbro. Hirscher (†1865), que poso como idea central el Reino de Dios.; Pbro. Jochan
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Fundador de los Redentoristas. Considerado como patrono de los moralistas.
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Magnus (†1893) que puso como idea central el cuerpo de Cristo; Weber, que puso como centro de su moral a Cristo, al igual que Pbro. Lirseman.
Antes del Concilio Hacia 1950-1960, la Teología moral experimentó la influencia del movimiento Bíblico. La Renovación litúrgica y la renovación de la Patrística. Durante estos años encontramos grandes moralistas como: Pbro. Gillmann, que en 1952 escribió un libro clásico hasta nuestros días, cuyo título es el primado de la caridad; Pbro. Thils, que en Francia escribió mucho sobre un género nuevo, la Teología de las Realidades terrenas (de todas las actividades se teologizaba), pero principalmente la hizo sobre el progreso; Pbro. Häring, que en 1954 escribió una obra que se tradujo a 11 idiomas, la ley de Cristo. Este libro es el símbolo de la Moral renovada. Él construyó su moral desde esta idea central, la ley de Cristo, Cristo es nuestra ley. En este ensayo de teología moral, incorporó elementos bíblicos, patrísticos, y una cosa novedosa, la filosofía del personalismo. Pero él, en ese tiempo, no abandonó del todo la estructura de las instituciones morales, ya que está escrita según el decálogo. Él insistió en la idea de que la Moral Cristiana tiene que ser moral del seguimiento de Cristo.
Preparación del Concilio Al Papa Juan XXIII, que no tenía fama de ser un gran intelectual a pesar de ser doctor en historia, un hombre bueno, él, en la preparación del concilio, convoca a ciertos obispos y les encarga ciertos esquemas. Ellos iban a ver un documento de moral, que se iba a llamar De Ordine Moralii , que se lo encargaron a dos moralistas, el Pbro. Herth y el Pbro. Guillón, que habían sido formados en las instituciones morales. Ellos presentaron una Teología moral de acuerdo a las instituciones morales, que fue rechazado por los obispos. Sigue el concilio sin ese documento, y el concilio Vaticano II, sin tener ningún documento sobre la moral, marca el fin de la moral casuística. Sin embargo, sí hay un cambio radical en la moral. “[…] Aplíquese un cuidado especial en perfeccionar la teología moral, cuya
exposición científica, más nutrida de la doctrina de la Sagrada Escritura, explique la grandeza de la vocación de los fieles en Cristo, y la obligación que tienen de producir su fruto para la vida del mundo en la caridad [… ]” 87 Después del Concilio Vaticano II, se ha perfilado un nuevo modelo de Teología Moral que, convencionalmente, se le reconoce en la Iglesia con el nombre de Moral Renovada o Moral Postconciliar .
La Moral según el Concilio Vaticano II El Concilio dice: “téngase un cuidado especial”; se trata de un imperativo, una orden, no es sólo una recomendación, lo cual quiere decir que los padres conciliares no estaban muy contentos con la moral pre-conciliar. La exhortación es un mandato a construir una nueva moral, de ahí e término moral renovada. 87
OT 16. Que por cierto el padre Herth prepara ese número.
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“Nutrida con mayor intensidad de la Sagrada Escritura”; porque como vimos, las instituciones morales eran poco bíblicas, por eso el concilio dice que hay que devolverle a la moral su dimensión bíblica, de tal manera que la Sagrada Escritura sea el cimiento, el alma y la inspiración de la Teología Moral88. Deberá mostrar, la Teología Moral, la excelencia de la vocación. esto quiere decir que el objeto de la Teología moral no es estudiar los actos humanos en primer lugar, las leyes y normas no son el primer objeto de la Teología Moral, pero se debe mostrar la excelencia de la vocación. esta frase significa un cambio radical en la historia de la moral; la Teología Moral es una ciencia muy noble, tiene como objeto material y formal la vocación cristiana, más aún, el prisma, horizonte, la primera categoría de toda la Teología moral es la vocación. sólo así el seguimiento de Jesús se convertirá en tema fundamental. La Moral cristiana es una moral de vocación, su contenido principal no es la ley, sino la vocación. Vocación de los fieles en Cristo. Fieles viene de la palabra fe, y la fe no es en primer lugar un acto, si hay actos, pero en primer lugar, la fe es una actitud dialógica-existencial , es una opción fundamental que informa toda la vida cristiana. La fe es la respuesta del hombre a la automanifestación y auto-donación de Dios, una respuesta a la palabra de Dios. Por eso, en San Pablo encontramos unas expresiones muy fuertes: estar en Cristo o vivir en Cristo. Estas expresiones se encuentran 164 veces, y “estar en Cristo” significa que Cristo es el centro vital del Cristiano, que es la energía del cristiano, es tan íntima la unión entre el cristiano y Cristo, que san Pablo habla casi de una sustitución. “Y su obligación de producir frutos de caridad para la vida del mundo”. El Concilio usa una expresión bíblica (“dar frutos”) y el primer fruto es la caridad, la Teología Moral tiene que ser una Teología de Caridad, y no una caridad individualista, subjetiva, introvertida, sino una caridad orientada al mundo, por eso habrá que poner de relieve siempre la dimensión pública de la caridad, insertar el Evangelio en la cultura, y descubrir que la Caridad no es una conjunción, es un pre-supuesto, la caridad es criterio verificador de la fe. “la Moral estudia el camino por el que el hombre, creado a imagen de Dios, y
recreado en Cristo, tiene progresivamente a su realización plena, según las 89
exigencias de su misma vocación”
“La Teología moral debe tener una exposición científica, alimentada con mayor
grado con la doctrina de la Sagrada Escritura, ha de iluminar la excelencia de la vocación de los fieles en Cristo, y su obligación de producir frutos en el amor para la 90
vida del mundo.”
88
DV 24. Documento de Formación para los futuros sac erdotes 90 Veritatis Splendor 29. 89
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La vocación Etimológicamente La palabra vocación viene de una palabra latina vocatio, que significa llamada, y del verbo latino vocare, que significa llamar.
Sentido amplio-general Significa llamada, destino, futuro, porvenir, una especie de afición oculta, que se convierte en una imperiosa necesidad de hacer algo en la vida. 61
Sentido amplio-religioso Para muchas personas, sobre todo en la religiosidad popular, la vocación es algo sagrado, a la que sólo tienen acceso los religiosos y sacerdotes.
Sentido psicológico Un conjunto de actitudes, gustos y habilidades para hacer algo en la vida. Se equipara un tanto a profesión.
La vocación según el concilio Vaticano II Descripción El Concilio Vaticano II, se dice que usa el término vocación 123 veces, y que aparece en 8 documentos, principalmente Lumen Gentium, Gaudium et Spes, Presbiterorum Oridinis, Optatan Totius, Cristus Dominus, Apostólicam Actuositatem y Perfecte Caritatis. Pero curiosamente, el Concilio nunca da una definición de vocación, sólo nos señala los elementos esenciales de la vocación: Vocación es igual a llamada. Vocación es igual a respuesta.
Vocación-Misión. Vocación dentro/para la comunidad.
Vocación es la llamada que Dios hace a los miembros del pueblo de Dios, dentro de la comunidad, para confiarles una misión al servicio de la Iglesia, y que exige una respuesta obediente y confiada a la Palabra de Jesús.
División La vocación se divide, en primer lugar, en vocación escatológica o trascendente, y segundo en vocación histórica terrena. La segunda se subdivide en vocación humana y vocación cristiana. La vocación cristiana se divide en vocación laical, vocación a la vida consagrada y vocación al sacerdocio ministerial ordenado.
Escatolócia Vocación
Humana
Laical
Cristiana
Vida Consagrada
Histórica Terrena
Sacerdocio Ministerial Ordenado
Escatológica Trascendente Es el futuro, el porvenir absolutamente último, más allá del cual no hay otro último de la humanidad, de la historia y del mundo. Se llama trascendente porque no se refiere a los individuos, sino a toda la humanidad, y se llama escatológica porque es la absolutamente última. La Filosofía de la historia conoce muchas respuestas, desde las respuestas antiguas que todavía circulan en la modernidad, interpretaciones cíclicas de la historia, el eterno retorno. Según la Revelación, nos dice el apóstol San Pablo, en la carta a los Efesios 1; y en Colosenses 1 que Dios nos eligió desde antes de la creación del mundo, y que nos creó para reunir todas las cosas en Cristo. Por tanto así lo creemos, porque Dios nos lo ha revelado: el futuro de la humanidad será Cristo, el mundo fue creado en Cristo, teniéndolo como modelo a Él, fue creado por y para Él. Al final, Cristo será todo en todos. El Padre Tailard de Charlanne, dialogó mucho con la ciencia moderna, y elaboró su pensamiento en relación con la evolución, y nos dice que Cristo es el Alfa y Omega, Principio y Fin; también habla de Cristo génesis Cristo finalización: el mundo alcanzará su finalidad en Cristo.
Histórica Terrena Es la vocación individual que va realizando el hombre en la historia, en esta tierra, para alcanzar su destino. Por eso se dice que la vocación escatológica se va realizando en esta historia en un largo y doloroso proceso, y que las vocaciones históricas son los caminos para realizar la vocación escatológica.
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Vocación humana. El hombre está llamado a perfeccionarse a sí mismo. 1. El Papa Paulo VI, en su encíclica populorum progressio, en el número 14, escribió estas palabras:
“el hombre está llamado a desarrollarse, porque la vida humana es una vocación ”. Esto quiere decir que hay una vocación que todo hombre, sin ninguna excepción, por el mismo hecho de ser hombre, debe realizar. La vocación humana no es privilegio de algunas personas, es universal; no hay ningún hombre que no tenga vocación humana, por el hecho de ser persona. Porque la persona al nacer, no nace ya terminada, no nace ya concluida, perfecta, sino que la persona debe hacerse, debe construirse, realizarse continuamente durante toda la vida. Por eso se dice que el hombre es un proyecto, que el hombre nace como una semilla, que el hombre es un abanico de posibilidades en la vida, que el hombre está abierto a la esperanza. Ya decía Píndaro: “hombre, se lo que eres” y Paul Sartre lo expresa:”El hombre es lo que hace de sí mismo“, y el Papa Juan Pablo II en la encíclica Veritatis Splendor se atreve a usar esta expresión: “el hombre es creador de sí mismo”. De aquí se siguen consecuencias muy grandes. 2. existe una bella metáfora de un psicólogo americano, Progoffy, el cual desarrollando esta idea, utiliza una bella metáfora: el roble está latente en el fondo de una bellota. Con esta metáfora quiere expresar que el hombre nace con muchas posibilidades humanas y espirituales latentes en su corazón, que el hombre está llamado a hacer realidad todas estas posibilidades, así como de una pequeña bellota puede nacer un roble frondoso, de un pequeño niño puede hacerse un gran hombre. El hombre debe recrearse continuamente. La vida es un desafío y una tarea. La obligación más grande de la vida es hacerse a uno mismo. El ser humano está llamado a perfeccionarse porque dentro de su corazón lleva una fuerza originaria que lo impulsa a crecer. La persona es un ser emergente, siempre debe sacar fuerzas de sí mismo, y un ser trascendente, diariamente debe ser mejor que el día anterior. Estos grandes psicólogos humanistas, descubrieron la relación que existe entre la creatividad y la madurez humana; si yo no tengo creatividad no avanzaré mucho en la madures humana. La vida humana es deseo, hay que querer vivir. La vida es anhelo, camino. Los grandes enemigos de la vida son el presentismo propio de la modernidad (contentarnos con vivir el presente), o todavía más, el fatalismo, abandonarse a la mediocridad y a la despersonalización. El hombre está llamado a perfeccionar la imagen de Dios que lleva en si mismo; la vocación humana es muy alta. En la Sagrada Escritura tenemos innumerables ejemplos de vocación. Pudiéramos citar la vocación de Abraham en Gen12, es llamado por Dios para ser padre de un gran pueblo. La vocación de Moisés en Ex 3, el Señor lo llamó para salvar a su pueblo de la esclavitud. La vocación de 1Sam 3, que es elegido para conducir al pueblo de Israel. En los profetas la vocación de Jeremías 1, antes de formarte en el vientre de tu madre te conocí, antes de que salieras del vientre de tu madre te consagre como mí profeta. Tenemos la vocación de Isaías 6, la vocación de Saúl 1Sam 15 y el NT la virgen María es elegida para ser la madre de Jesús, así lo describe San Lucas en la anunciación Lc 1 26-37. El mismo Jesús Lc 4,18 describe su propia vocación el Espíritu
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del señor esta sobre mí, me ha enviado… y después tenemos también la vocación de cada uno de los apóstoles hasta terminar con la vocación de San Pablo. 3. ¿En qué consiste la maduración? La maduración es un proceso, no un acto; un proceso que consiste en el manejo correcto de nuestros pensamientos, de nuestras emociones y nuestras conductas; es un proceso de humanización y de conquista de la libertad, es un esfuerzo de conquistarse a sí mismo. Uno de los grandes errores es dar por supuesto que somos dueños de nosotros mismos. Un esfuerzo por conquistarse a sí mismo a través de la iluminación de la inteligencia y el fortalecimiento de la voluntad. 4. Concepto polivalente de maduración. Ha sido un gran avance de la ciencia el haber descubierto que el concepto de maduración es polivalente; corporal, mental, salud, energía vital, intelectual, desarrollo de nuestras capacidades mentales, resolución de problemas, maduración afectiva, expresión de sentimientos, comunicación afectiva, madures sexual, identidad sexual, capacidad para relacionarse con el otro sexo, madures social, para moverse dentro de un grupo, habilidad de creencias, tener claro el sentido de la vida y madurez de auto-conocimiento; el hombre es un misterio, que nunca terminará de conocerse a sí mismo. Don Quijote le decía a su compañero Sancho: “Hay que voltear los ojos a sí mismo en la vida, porque conocerse a sí mismo es más difícil de lo que puedas imaginar”. Esto es necesario, y con el sarcasmo de Don Quijote, para “no ser como aquella rana que quiso ser tan grande como un buey y reventó”. Hoy día se habla de madurez en siete sentidos. Auténtica madurez no se debe hacer individualmente, son “vasos comunicantes”. Se habla de madurez como vasos comunicantes, y se habla de siete inteligencias (Howard Gagner en 1961). Existe la inteligencia: Lingüística: la que se utiliza en la lectura de los libros, uso del lenguaje, comprensión de palabras; como prototipos están los comunicadores y poetas. Lógico-matemática: propia de ingenieros y científicos, que se usa en la lógica y resolución de problemas. Musical: la que se utiliza en el canto, la belleza en los instrumentos, que se da en los compositores y grandes intérpretes. Espacial: tener buena orientación en la vida, disposición de sus muebles en su propio espacio, es la propia de los arquitectos y pilotos. Inestética: deportes, bailes y control corporal. Interpersonal: implica relación con otras personas, para comprender y casi adivinar los deseos y estados de ánimo de la otra persona; son los grandes líderes. Intrapersonal: capacidad de utilizar todos mis recursos para bien de mí mismo. Existencial: tener, haberle encontrado sentido a la propia vida, a la muerte. “El hombre está llamado a perfeccionarse a sí mismo ”
El hombre está llamado a ser Señor del mundo. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza (Gen 1, 26). Esto quiere decir que le encargó el dominio de la creación, lo hizo corona, culmen y sima de la creación; por medio de la ciencia y la técnica. La fe, ciencia y técnica no están reñidas, la técnica clarifica la fe; desde el más humilde técnico hasta el más
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alto científico cumplen su vocación. Bergos decía que “Dios nos creó creadores”; Marcel Legos decía de otra manera: “el hombre, estructuralmente posee una vocación creadora”. El hombre está llamado a ser representante y lugarteniente de Dios en la tierra. El hombre debe ser peregrino del cielo pero constructor del mundo (Puebla). El cristiano que falta a sus obligaciones temporales, falta a sus deberes con el prójimo y para con Dios y pone en serio peligro su salvación eterna (GS 43).
El hombre está llamado ser hermano de los demás hombres. Dios no nos creó para vivir en la soledad, Dios nos creó para convivir con los demás. El mismo Dios Trino, es convivencia. La filosofía moderna, la antropología, ha insistido fuertemente en que el hombre es un ser sociable, que es un ser relacional, un ser que debe encontrarse con el “Tú” y crear ámbitos dialógicos; así lo hizo Ferdinand Hebner, creador de la antropología Teológica. El Concilio Vaticano II, en dos números, dice que: Dios no creó al hombre como un solitario. Finalmente “el hombre sólo encontrará su plenitud en la entrega sincera de sí mismo a los demás ”. Dios ha querido que los hombres formen una sola familia y se traten como hermanos.
El hombre debe ser hijo de Dios El hombre esta llamado también a ser hijo de Dios. Dios Padre nos eligió desde antes de la creación del mundo para ser sus hijos, desde toda la eternidad hemos sido elegidos 91. El hombre sólo vive en plenitud cuando reconoce libremente y confía en su creador92. El hombre está llamado a reconstruirse a ser señor del mundo a ser hermano de los demás hombres y a ser hijo de Dios.
La vocación cristiana La vocación cristiana y humana no son dos vocaciones realmente distintas, son más bien dos planos de la misma vocación divina. Dios nos creó personas para ser sus hijos. Sin embargo, en la literatura Teológica, la vocación cristiana es la vocación por excelencia. En la Sagrada Escritura tenemos innumerables ejemplos de vocación, como ejemplo Abraham, que es llamado por Dios para ser padre de un gran pueblo 93; Moisés, que fue llamado para salvar a su pueblo de la esclavitud94. Samuel, que es elegido para conducir el pueblo de Israel 95. En los profetas, la vocación de Jeremías, que antes de ser formado en el vientre de su madre, Dios lo conoció, y lo consagró como profeta96. Isaias que es mandado 97, Saúl 98; en el Nuevo Testamento, la Virgen María es elegida para ser la Madre de Jesús99. El mismo Jesús describe su propia vocación: “El Espíritu del Señor está sobre mí, me
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Efe 1. GS 19. 93 Gn 12. 94 Ex 3. 95 1° Sam 3. 96 Jer 1. 97 Is 6. 98 1° Sam 15. 99 Lc 1. 92
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ha enviado…”
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. También tenemos las diversas vocaciones de los apóstoles, hasta terminar con la vocación de Pablo de Tarso. ¿Cuál es el fundamento de la vocación cristiana? Es el sacramento del Bautismo, pero no sólo el bautismo; después, durante toda la vida, nos va llamando el Señor, por los demás sacramentos. Por eso se dice que la vida cristiana es esencialmente vocacional. La vocación bautismal es la vocación fundamental, y es la base de todas las demás vocaciones. Todas las demás vocaciones son concretizaciones de vivir la vocación cristiana, son profundización de la vocación cristiana, pero no son anulación o destrucción de la vocación cristiana. La iglesia es como un cuerpo, donde hay muchos miembros, muchas funciones y muchos carismas101. Si quisiéramos presentar de una manera analógica las vocaciones, son como un círculo concéntrico que contiene otros círculos.
¿Cuáles son las características de la vocación cristiana? Dada la riqueza de la vocación cristiana, es necesario subrayar diversos aspectos que nosotros llamamos características de la vocación cristiana: La vocación cristiana es absolutamente gratuita. Esto quiere decir que viene de Dios, es un regalo de Dios. Nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a la vocación cristiana. Dios nos ha elegido primero. Es absolutamente personal. Dios nos llama a cada uno por nuestro nombre, y nos llama a una vocación específica en la vida, según nuestras propias capacidades, habilidades y carismas. Es vocación comunitaria, no masiva. Dios llama siempre dentro de la comunidad y al servicio del pueblo de Dios. Es una vocación interna. Consiste en una transformación del núcleo personal del hombre. La vocación cristiana da a todos los cristianos la misma dignidad fundamental. Entre todos los miembros del pueblo de Dios, existe una misma dignidad fundamental; diferentes funciones sí, pero la misma dignidad fundamental. Todos tenemos al mismo padre, al mismo Dios, hemos recibido el mismo bautismo. La vocación cristiana es una llamada a ser discípulos misioneros de Jesús. Todo cristiano, comenzando por el sacramento del bautismo, y después por los demás sacramentos, es Apóstol y Misionero por vocación. Apostolado y misión son las dos caras de la misma medalla. El cristiano participa de la misión de la Iglesia102. Es vocación a la santidad. “sed perfectos como mi padre celestial es perfecto” la voluntad de Dios es vuestra santificación103. Esta es una de las características que es necesario resaltar con mayor insistencia, porque no todo tenemos conciencia vida de esto. Con m ucha frecuencia se cree o se creyó que sólo los religiosos estaban llamados a la santidad, que los sacerdotes le hicieran la lucha hasta ver a dónde podían, y los laicos, mientras no se condenaran, les iba bien. Hay una vocación universal a la santidad 104. Todo cristiano está llamado a la santidad, y a la santidad 100
Lc 4, 18. Cor 102 El 18 de Agosto se inauguró la gran misión, el 13 de Noviembre se lanzó la misión nacional. 103 Efe 4. 104 CVII 5. 101
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perfecta, según el estado de vida donde se encuentre. La santidad perfecta consiste en imitar, seguir y configurarse cada día más a Cristo, hasta conseguir la perfección del Hijo de Dios. Con ocasión del fin del segundo milenio, Juan Pablo II escribió una carta Novo milenio ineunte, donde dice una cosa importantísima, hoy que nosotros vivimos en un mundo técnico-pragmático, donde confiamos casi absolutamente en los medios y en la programación, pero la programación pastoral debe ponerse bajo el signo de la santidad. La tarea primaria de la Iglesia es acompañar a los cristianos por el camino de la santidad. La iglesia es casa de la santidad. La vocación al ministerio sacerdotal es esencialmente llamada a la santidad 105.
División de la vocación cristiana Lo veremos en eclesiología
La Teología moral del siglo XXI El Concilio Vaticano II marcó el fin de una época, y Optatam Totius maraca el inicio de la nueva moral post-conciliar. Es necesario un retorno de las fuentes de la Teología, tanto evangélicas como patrísticas. La Teología moral debe tener como alma la Sagrada Escritura. Una moral de caridad. El Señor nos dijo que es el precepto fundamental. La Teología, además de mostrar la excelencia de la vocación cristiana, debe mostrar la obligación de producir frutos de caridad para la vida del mundo106. Una moral científica. La Teología moral debe recuperar su estatuto Teológico, que sea una verdadera ciencia en sus métodos, en sus categorías, en su relación con totas las demás ciencias, una ciencia interdisciplinar107. Una moral Cristo-céntrica, que tenga como centro a Cristo, que su ley sea la Ley de Cristo, y que consista en el seguimiento de Cristo. Vocación de los fieles en Cristo. Una moral profética, evangelizadora y misionera. Ciertamente la Teología moral debe ayudar a formar confesores, pero no sólo eso, la Teología moral debe ser profética, Kerigmática, evangelizadora y misionera. El buen confesor no es el que regaña, el que evangeliza desde el confesionario. Una moral de la persona y al servicio de la persona. El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. La moral debe ser personalista, humanizadora, ayudar a la planificación de la persona. Una moral en diálogo con la modernidad y la post-modernidad; no una moral cerrada, ni de getto, no temerosa del mundo o siempre peleando con el mundo. Hay que escrutar los signos de los tiempos, y los signos de los tiempos son hoy la cultura de la modernidad, la cultura de la
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PDV. OT 16. 107 Ibid. 106
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post-modernidad, un mundo multicultural, globalizado108. Una moral inculturada, es decir, una moral que trate de llevar los valores del Evangelio al corazón de las culturas. Una moral con incidencias sociales. Para producir frutos de caridad para la vida del mundo. Por esto la moral no puede cerrarse en el individualismo. Lo social proviene de lo íntimo de la fe, la promoción humana es dimensión privilegiada de la nueva evangelización, y predicar un Evangelio sin implicaciones sociales y políticas es mutilar el Evangelio 109. Una moral de solidaridad. La solidaridad debe ser una categoría muy importante de la Teología Moral de nuestro tiempo. El Papa Juan Pablo II le dedicó en 1987 una encíclica “ Solicitudo Rei Sociallis”, en la que nos dice que debe estar en el núcleo de la Teología Moral, porque es una virtud muy cercana a la Caridad110. Una moral samaritana. Es decir, una Iglesia que tome partido, que haga una opción por los pobres y por los excluidos dentro del sistema de la globalización. Una moral para tiempos de globalización en una sociedad pluralista. Esto quiere decir que la moral debe responder a las situaciones del mundo moderno, un mundo multicultural y un mundo totalmente globalizado.
La fundamentación de la Moral Introducción Objetivo: estudiar el problema de la fundamentación de la Moral. Contexto: nuestro curso se llama Teología Moral Fundamental , y dijimos que tenía tres grandes apartados (la cuestión moral, la fundamentación de la Moral y las categorías morales básicas). En este tema estudiaremos la fundamentación de la Moral, que es el núcleo y corazón de la moral fundamental. Este tema es un tema de ética filosófica, pero por las consecuencias que tiene para la Teología Moral, es también un tema de Teología Moral. Problemas: ¿Cuál es el fundamento de la moral? ¿Dónde se fundamenta la Moral? ¿Cuál es el fundamento último de la Moral? ¿Puede existir una Moral sin Dios? ¿Cuál es el modelo más indicado para fundamentar la Teología Moral; el modelo heterónomo, autónomo o el modelo Teónomo? Respuesta Breve: el Papa Juan Pablo II, nos dice que el mundo moderno se ha inclinado decisivamente por la autonomía, por el modelo autónomo; que la modernidad y postmodernidad acentúan al hombre y la razón humana frente a Dios. Una moral que exalta al hombre, exalta la libertad, la razón, pero que excluye a Dios111.
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GS. Puebla, 558. 110 SRS 38-40. 111 Veritatis Splendor . 109
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Los modelos de fundamentación Definición En la historia de la humanidad, han existido diferentes modelos para fundamentar la moral. Modelo es un esquema teórico y práctico, que da unidad y coherencia a muchas formas de comprender y vivir la moral.
División Fundamentalmente son tres modelos: el modelo heterónomo, el de autonomía absoluta, y el modelo Teónomo, también llamado “autonomía relativa”.
Método ¿Qué métodos existen o han existido para estudiar esos modelos? Existen dos métodos: uno histórico, que es muy amplio; necesitaríamos hacer una historia de todas las tendencias de moral para poder esquematizarlas. Existe otro método, el método sistemático; consiste no en recorrer la historia, sino en agrupar los sistemas morales formando conjuntos.
Modelo heterónomo Kant El término heterónomo tiene su origen en Kant. Heteronomía se contrapone a autonomía. Para Kant, autonomía es la moral que se funda en la voluntad humana, en cambio, Heteronomía es la moral que se funda en algo o en alguien distinto a la voluntad. Sin embargo, hoy se usan en otro sentido estos términos. Hoy se entienden en un sentido mucho más amplio.
Sistema mágico tabuísitco Esta mentalidad predominó en los pueblos antiguos, pero todavía subsiste. La palabra Tabú es una palabra de origen polinesio. Tabú es una cosa o una persona, generalmente una cosa, cuyo uso o contacto con ella está absolutamente prohibido a la persona, porque el Tabú encierra y es una realidad maléfica; la violación o contacto con el tabú desencadena automáticamente consecuencias maléficas contra el hombre. La violación con el tabú no tiene nada que ver con la libertad y la responsabilidad, la sanción o castigos son automáticos. El fundamento de la moral no está en la persona, está en el tabú. Las cosas no tienen moralidad en sí mismas.
Moral voluntarista Se le llama también como “moral o ética autoritaria”, es un sistema que pone el origen de la moral en la voluntad del legislador. Este sistema afirma que la moralidad no se funda en la persona, es bueno o es malo lo que manda la autoridad. El último criterio de moralidad es la autoridad. El legalismo consiste en hacer el criterio último de moralidad la ley y no la persona.
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Sistema sociologísta Este sistema es muy común en nuestros días, ya que es antiguo y moderno; su tesis fundamental es que la moral no se funda en la persona, sino en la sociedad o la cultura. Más aún, la moral es un producto de la sociedad. Lo que diga la sociedad que es bueno, es bueno; lo que diga la cultura que es bueno, es bueno. A este sistema se le llama también “positivismo sociológico”.
Sistema utilitarista De origen anglosajón, en Stuart Mill. El fundamento de la ética no es la persona, sino que es bueno lo que es útil, y es malo lo que no es útil. A este sistema se le llama pragmatismo, o consecuencialismo. Lo bueno y malo depende de la utilidad. Pero tiene muchos inconvenientes: ¿útil o no útil para quién? Y un problema más difícil es ¿cómo saber, con qué criterios conocer lo que es útil o lo que es inútil? Ningún moralista católico puede admitir ninguno de estos sistemas.
Sistema eudemonismo Eudemonismo viene del griego que es felicidad; el fundamento último es la felicidad. Hay que elegir los valores que hagan al hombre feliz. Cabe decir que en el eudemonismo tiene muchas formas:
Hedonismo Es una forma de eudemonismo, pero sólo se busca la felicidad sensible. El fundamento de la moral es la felicidad sensible.
Eudemonismo racional En la antigüedad, Aristóteles decía que la felicidad del conocimiento, en la razón; no era tan burdo como la felicidad sensible.
Eudemonismo escatológico El último fin; la felicidad última que es Dios. El fundamento de la moral es la felicidad última, escatológica, que es Dios. Este eudemonismo escatológico ha tenido grandes partidarios en la moral católica: Santo Tomás puso como valor supremo, criterio último de la moralidad, el último fin: es bueno lo que nos conduce al último fin, lo que no, es malo; pero no sólo Santo Tomás, las instituciones morales112: por ejemplo el Pbro. Noldin, en cuyo texto es el más difundido, dice así, que es la ciencia de los actos humanos en cuanto nos conducen al último fin. Todavía más, todos los catecismos, y el de la Iglesia Católica sigue esta tendencia del eudemonismo escatológico. El criterio último de moralidad es el último fin. El hedonismo no puede ser aceptado por ningún teólogo católico, el racional ya no se usa, ha dejado de existir. En cambio, el eudemonismo escatológico, es el más común.
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Libros ya vistos que llegaron hasta el vaticano II.
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Modelo de autonomía absoluta ¿Cuál es el fundamento último de la moral? Este modelo afirma que el hombre es el fundamento único, exclusivo y último de la moral, sin ninguna relación con Dios; le podríamos llamar a este modelo como “humanismo ateo”.
Kant Kant realizó una verdadera revolución en el campo de la ética filosófica cuando en la Crítica de la razón práctica centró toda la moral en el deber, y él abogó por una ética autónoma. Él eliminó toda fundamentación de la moral distinta de la persona, porque eso sería Heteronomía. Y no sólo eliminó los fundamentos humanos, sino que también eliminó el fundamento último, es decir, eliminó a Dios, porque si Dios fuera el fundamento último de la moral, la moral sería heterónoma, se fundaría en algo distinto de la persona, y una moral heterónoma es inconcebible e inaceptable. Pero no todo es negativo, él tiene unas reflexiones éticas con un contenido humanista muy grande y muy profundo, que lo ha conservado la tradición como un tesoro. Cuando habló del reino de los fines, Kant estableció estos principios: “Obra de tal manera que uses siempre a la humanidad tanto en tu propia persona como en la de los demás, siempre como un fin, y nunca como un medio”. “La persona es un fin en sí misma y no es un medio”. “la persona tiene dignidad, no tiene precio como las cosas, por eso la persona no se puede comprar ni vender”. Sin duda, aunque sea una fundamentación atea, de autonomía absoluta, sus criterios contienen un grado de humanismo muy alto.
Sartre Él no escribió ningún sistema moral, sin embargo, en su pensamiento sí se encuentra una visión de la moral. Una de sus ideas fundamentales es: “la existencia humana se identifica con la libertad. La libertad es la sustancia de la que está hecho el hombre”. Lo hemos puesto en la autonomía absoluta porque da el principio supremo de la moral, que es la libertad del hombre, una libertad que es absoluta. Esto quiere decir que no tiene ninguna relación con Dios.
Fromm Él propone una ética humanista. Afirma lo siguiente: “el hombre es capaz de conocer y realizar la verdad – pero el fundamento absolutista es el siguiente - el hombre, por sí mismo, y sólo el hombre, puede determinar y ser el criterio de lo bueno y de lo malo; es bueno lo que es bueno para el hombre, y será malo lo que es malo para el hombre”. Se trata de una ética antropocéntrica, pues en el hombre radican todos los valores. Nada hay superior ni más digno que el hombre, y el hombre sin ninguna relación con la trascendencia.
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Nueva Generación de Filósofos morales en España Victoria Camps En un libro escrito hacia 1983, la imaginación ética, con un tono prudente, respetuoso y claro, pero severo y firme, dice que en la modernidad la ética ha venido a sustituir a la religión, que mediante las virtudes públicas se puede construir una ética laica.
Esperanza Guisan Ella, en un tono muy diferente, diríamos que con una mentalidad y sentimientos muy anti-clericales, se preocupa por justificar la necesidad de una ética independiente de los dogmas religiosos.
Fernando Sabater Él también se proclama humanista, pero ateo y anti-clerical, él rechaza todas las morales religiosas. El fundamento único y último de la moral debe ser y es la voluntad humana individual. El Papa Juan Pablo II, en la encíclica Veritatis Splendor , le dedica un estudio muy amplio a este tipo de moral: (pensamientos entre los números 36 y 37) El anhelo y el deseo de autonomía es un anhelo legítimo del hombre, y pertenece a la mejor tradición del pensamiento católico. El concilio habla de la legitimidad autonomía de lo temporal113. La autonomía es buena, pero en nuestros días se ha extendido por el mundo una tendencia filosófica que exige una autonomía absoluta, y esta tendencia ha dejado sentir su influencia también en el campo de la Teología moral católica. La autonomía absoluta es inaceptable. No se puede olvidar que la razón humana depende de la sabiduría divina. No se puede olvidar que Dios es el Autor último de la moral. Por lo tanto, estas tendencias de autonomía absoluta son contrarias a la doctrina perenne de la Iglesia, que siempre ha sostenido que Dios es el Autor y el fundamento último de la moral.
Fundamentación Teónoma – Autonomía Relativa – Este modelo, en términos sintéticos, afirma que la moral se funda próximamente, es decir, que el fundamento próximo de la moral es la persona, pero el fundamento último de la moral es Dios.
La persona, fundamento próximo de la moral La persona es el lugar adecuado de la moral. Estas palabras equivalen a lo que había afirmado, la moral tiene como fundamento próximo a la persona. Hay dos niveles de la persona como fundamento de la moral, uno es a nivel de estructura y otro de contenido.
Estructura La persona es una realidad moral. La persona tiene una dimensión moral esencial, de la misma manera que se dice que el hombre es un ser racional (lo cual es verdadero, pero incompleto) se puede y se debe decir que el hombre es un ser moral, que la persona, ontológicamente, constitutivamente, esencialmente y estructuralmente, es una realidad moral. Lo moral es un elemento esencial de la 113
GS 36.
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persona, o es un accidente, no es algo secundario en la persona. Pero también significa a la inversa, lo moral sólo puede darse en la persona. En los animales no hay moralidad, ni en las cosas. Lo moral debe entrar siempre entre los elementos que definen al hombre. Lo moral es un rasgo definidor de la persona.
Contenido La persona es el centro y la meta de la moral, es el punto de arranque y de convergencia de todos los valores morales.
Sagrada Escritura En el libro del génesis 1, 27, se lee: “dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”, esto significa que el hombre es el culmen, la sima y la corona de toda la creación.
Estoicismo Séneca, entre los estoicos, hacía esta afirmación: “el hombre es una cosa sagrada para el hombre”, y Protágoras decía que: “el hombre es la medida de todas las cosas”.
Santo Tomás de Aquino “Todas las cosas están ordenadas al hombre, en cambio, el hombre no está ordenado a nadie, porque la relación del hombre a Dios no es de medio a fin, sino la relación de un fin inferior a un fin superior”.
Kant “El hombre es un fin en sí mismo. La persona es el centro de todos los valores morales”.
Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes 12 “Creyentes y no creyentes están de acuerdo en una verdad, que el hombre es la cima de todos los
valores, el centro y culmen de la creación”.
Personalismo moderno Se llama personalismo precisamente porque ponen al centro a la persona. Don Javier Xubiri, el último de los grandes filósofos católicos, dice que la persona es un absoluto relativo, o si se quiere, el hombre es una forma finita de ser Dios. Karl Rahner dice que la persona tiene un valor absoluto, pero se explica que absoluto no en el sentido de infinito, ya que ese es sólo Dios, sino absoluto en sentido de incondicional, que no se puede manipular ni instrumentalizar. Finalmente Leonardo Boff dice que después de Dios, nadie es tan grande ni tan sagrado como el hombre.
Momento Teónomo de la Moral La persona es el fundamento próximo de la moral, pero el fundamento último de la moral es Dios. A esto le llamamos el momento Teónomo, o modelo Teónomo, que equivale también a la autonomía relativa, no autonomía absoluta.
Significado Dios es el fundamento último de la moral, la moral es humana, pero no puramente, la moral es una moral religiosa, la razón humana, en última instancia, depende de la sabiduría divina, el hombre es una realidad creada. El hombre es una realidad contingente, causada, que el fundamento de su realidad no
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se encuentra en sí misma. Así decimos que el hombre goza de autonomía, pero una autonomía participada de la autonomía absoluta de Dios.
Fundamentación en factores religiosos Hay otros moralistas que siguen otro camino al buscar la fundamentación última de la moral, y la fundamentan directamente en factores religiosos. Este método tiene ventajas y desventajas. Ventajas que aparecen clara e inmediatamente el carácter religioso de la moral, pero una desventaja es que el método es válido para los creyentes en Dios, pero no tiene valor para los no creyentes. Este método es seguido por varios moralistas y teólogos, pero no es aceptado por todos. Conviene que lo conozcamos. Fundamentan la moral inmediatamente en factores religiosos. Un moralista italiano, que fue rector de la academia Alfonsiana, Domingo Doménico Capone, en su corso de moral fundamental, insiste en la tesis de que la fundamentación de la moral debe ser cristológica y sacramental. El entonces cardenal Rátzinger, insiste que de ninguna manera desprecia la racionalidad, es decir la autonomía, pero el fundamento de la moral es y debe ser la intencionalidad, el dinamismo de la fe. en la Teología protestante, Luteranos y Calvinistas, que niegan la existencia de la ley natural, ellos fundamentan la moral inmediatamente factores religiosos, y así, entre los moralistas luteralos, como Tillich, Thilicke, Karl Barth, dicen que la moral debe fundamentarse en la interpelación que en cada momento de la vida nos hace la palabra de Dios. En el momento en que Dios nos llama e interpela a un cristiano. En ese mismo momento, la interpelación de la palabra de Dios se convierte para él en un mandamiento, y esa interpelación de la palabra de Dios exige una respuesta, exige la decisión de la fe.
El sujeto de la vida moral – Antropología moral – Introducción Objetivo: estudiar y hacer presentar una descripción general del sujeto de la vida moral (presentar una síntesis de la antropología moral) Nexo: nuestro curso se llama moral fundamental, y hemos visto la cuestión moral, la fundamentación moral y el estudio de las categorías morales básicas. Cuestiones: ¿Quién es el sujeto de la vida moral? Esta pregunta es de máxima importancia en la Teología moral, porque del concepto que tengamos de la persona, del sujeto de la vida moral, depende en gran parte la concepción que nosotros tengamos de la vida moral. El sujeto de la vida moral es el hombre integral. El hombre integral es el protagonista de la vida moral, pero añadimos el hombre integral, creado a la imagen y semejanza de Dios, creado en Cristo, caído en el pecado original y redimido por Cristo. El discípulo y misionero de Jesús; en ese sentido, la vida moral cristiana no es algo extrínseco, ajeno al cristiano, sino la expresión de su misma vida.
Definiciones generales Antropología: ciencia que estudia la naturaleza, vida y situación del hombre en el mundo. o División:
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Ciencias positivas: sociología, economía, biología. Es la antropología que estudia al hombre con métodos experimentales, que estudian diversos factores o sectores del hombre, y que tratan de responder a la pregunta cómo es el hombre.
Antropología filosófica: estudia al hombre con métodos filosóficos, no empíricos. Trata de conocer qué es el hombre, es decir, su esencia y su naturaleza. Antropología Teológica: es la que estudia al hombre integral a la luz de la razón humana y de la palabra de Dios. 75
Estas no se oponen ni se excluyen, pero tampoco se identifican, pero deben ser complementarias. La antropología Teológica, debe tener en cuenta toda la antropología filosófica, y toda la antropología empírica.
La época de los humanismos Humanismos Se dice que hoy vivimos un cambio tan profundo, que equivale a un cambio de época, y es necesario insistir, que el cambio se da en lo externo y en lo interno. Ahora bien, el hombre de hoy se encuentra en el centro de todos los humanismos. Vivimos una época llamada antropocéntrica. El hombre es el centro de atención de nuestro tiempo, por eso se llama de un giro antropológico. La cuestión primordial del hombre, hoy día, es la cuestión del hombre, porque el hombre es un ser problemático y problematizador. El hombre es el único que puede hacer preguntas, y se pregunta por sí mismo, por el mundo y por Dios. Más aún, el hombre mismo es una pregunta que debe contestársela y que nunca podrá contestarla definitivamente.
Hombre, ser paradójico Decía Juan Pablo II, que nunca en la historia de la humanidad se había escrito tanto, ni se había hablado tanto del hombre como en nuestro tiempo. Vivimos la era de los humanismos, el tiempo del antropocentrismo, pero paradójicamente nuestra época es la época de las más grandes angustias del hombre sobre su propia dignidad y destino. Gabriel Maciel dijo algo parecido, que nunca se había escrito como el hombre como hoy, pero nunca se había sabido tan poco del hombre como hoy. Pascal hace una descripción muy aguda y fuerte, el hombre es una realidad paradójica, si el hombre se ensalza, yo lo humillo, y si el hombre se humilla, yo lo ensalzo. El hombre es una caña quebrada y azotada por el viento, una caña muy frágil, pero es una caña que piensa. Es una paradoja viviente, frente al infinito es una nada, frente a la nada, el hombre es todo. Su condición es ambigua en medio de todo y de la nada. El hombre tiene a la verdad y ama la mentira; vive en el mundo y anhela la eternidad; es muy limitado y sueña con la infinitud; el hombre oscila entre la libertad y los determinismos, ni somos tan libres como creemos ni tampoco tan esclavos como a veces se dice. El hombre tiene hambre de eternidad y se aferra al tiempo, es una tención entre el todo y la nada. Sin embargo, el hombre supera infinitamente al hombre. Esta es la condición de los hombres: ni todo ni nada. El hombre ni es bestia ni ángel, sino un hombre con grandezas y miserias. El hombre es una quimera, un caos, un monstruo y prodigio, lleno de
contradicciones. El hombre es el juez de todas las cosas. Un imbécil gusano de la tierra. Depositario de lo verdadero, pero cloaca de incertidumbres y errores. Somos la gloria del universo y su mismo desecho. Pascal acaba diciendo que esto no es pesimismo, es la realidad. Esto mismo lo confirman otros autores. El hombre tiene una dignidad muy grande, fue creado a imagen y semejanza de Dios, es hijo de Dios, fuimos redimidos por la sangre de Cristo y templos del Espíritu Santo, pero también lleva clavado en su corazón la concupiscencia, que es tendencia al pecado.
Desde la fe También si nos analizamos a la luz de la palabra de Dios, descubrimos esas contradicciones, esas fuertes tendencias opuestas dentro de nosotros, por un lado el hombre fue creado por Dios, elevado al orden sobrenatural, fue creado en estado de gracia y de amistad con Dios, y sin embargo, gracias al pecado original, existe en nosotros la concupiscencia, la tendencia permanente al pecado, que San Pablo lo vivió y expresó de una manera casi dramática: pobre de mí, soy esclavo del pecado, no sé qué me pasa, quiero hacer el bien y no puedo, en cambio, no quiero hacer el mal, y lo hago. Es el misterio de la iniquidad que habita en mí.
Pobreza instintiva del hombre Biológicamente el hombre es un ser muy pobre, deficitario; es muy indigente frente a la naturaleza. Más pobre que los animales. La hormiga conoce la forma de hacer su hormiguero, la abeja la fórmula para hacer su colmena, en cambio el hombre no conoce la fórmula para hacer su vida. decía Herder: “para los animales, la naturaleza ha sido una madre pródiga, en cambio, para el hombre, debido a la pobreza de sus instintos, la naturaleza es una madrastra, el hombre es un huérfano desnudo, cobijado únicamente con su propia piel, pero por el otro lado, la pobreza instintiva del hombre queda sobre compensada por la inteligencia y la liberta.
Condenada por desconfiar Carlos Días empieza diciendo así: para el desconfiado absoluto, el infierno son los otros, en cambio, para el que confía en los demás, los otros son el cielo. El hombre es un desadaptado, un violentador y devastador que acumula en su vida fechorías sobre fechorías. Tanta es la soberbia del hombre que sólo puede provenir de un degenerado. En lugar de conformarse con lo que es, inventa y manipula con destreza demoniaca instrumentos para dominar a los demás. El león y el tigre debieran ocupar el rango superior en la escala de las criaturas, y no el hombre; no son los fuertes los que aspiran al poder, son los débiles los que aspiran al poder, y lo alcanzan con artimañas, mezcladas de astucias y de delirio. El hombre es un desequilibrado, el animal más inmundo vive mejor que nosotros. Cómo no reconocer que una rata os lleva ventaja precisamente porque es rata y nada más. El hombre es un animal depravado, no ha podido convertirse en ángel inocente, y se ha convertido en una bestia. Por esto, siempre vive angustiado, enfermo e insatisfecho114. El hombre, por ser hombre y tener conciencia, ya es, respecto al burro o al cangrejo, un animal enfermo, la conciencia es una enfermedad. A qué felicidad puede aspirar
114
Cioran y Unámuno.
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el hombre, que es un lobo para el hombre 115. Un hombre cordero ante un lobo: si la naturaleza te ha formado cerdo, revuélcate en el fango, incapaz de disfrutar de una felicidad más elevada116. Para el desconfiado, la virtud y la verdad son el arte de parecer honrado, generoso, magnánimo; eso no es verdad, es pura ambición disfrazada, pereza anímica, sumisión fingida, amor propio. Según Hobbes, en la naturaleza humana encontramos tres causas de disputa: competitividad, desconfianza y el deseo de la fama. Competitividad: Nadie se conforma con la idea de ser más débil que los demás. Hasta el más débil quiere dominar al fuerte con todos los medios, por eso usa la astucia; la guerra es inevitable. La desconfianza: muchos llevan armas por la noche para defenderse de los demás, todos cerramos la puerta al salir de casa y escondemos nuestras propiedades, esto es un signo de desconfianza en los demás. El deseo de la fama: el deseo de prestigio ante los demás. Schopenhauer dice que miles de hombres que transitan pacíficamente ante nuestros ojos, son otros tantos tigres y lobos cuyos colmillos están inmovilizados por un bozal, por eso cuando se les quita este bozal, toda persona tiembla ante ellos. El móvil principal en el hombre es el egoísmo que despierta descontento, cólera, odio y deseo de destruir, el egoísmo desborda todo el mundo. El mundo, aunque parezca estético, es un museo de caricaturas, un manicomio, un albergue de bandidos. Según Floger, tres cosas bastarían para alcanzar la felicidad: ser imbéciles, egoístas y gozar de buena salud. El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del verbo encarnado, y un teólogo de mediados del siglo pasado, Romano Guardinni, decía que quien no conoce a Cristo, no puede conocer al hombre117. El papa Juan Pablo II decía, desde su encíclica Redemptor hominis, el diálogo de la Iglesia con el mundo debe centrarse en el hombre. El hombre es un enigma, un misterio que hunde sus raíces en el misterio de Dios, su creador, y en el corazón de cada hombre existe un hueco tan grande que sólo Cristo puede llenar. El hombre es, en latín, un ser abscónditum118 , se puede definir, pero detrás de su rostro está siempre el misterio. El hombre es más de lo que podemos saber de él. Jamás podremos desentrañar toda la profundidad del misterio del hombre. Sólo en el cielo podremos conocernos como Dios nos conoce.
La persona humana como sujeto moral ¿Quién es el sujeto de la vida moral? Es la persona integral. Integral quiere decir la persona en todas sus decisiones y en todas sus dimensiones. Somos seres humanos, sujetos éticos porque somos personas que decidimos. El sujeto último de la vida moral es el ser humano, que es una realidad moral. Somos sujetos de acciones morales porque somos seres morales. ¿Siempre se ha tenido en cuenta en el estudio de la moral que la persona humana es el sujeto ético? Desgraciadamente no, los tratados tradicionales de moral fundamental, estudiaban los actos morales de una manera muy reducida, porque estudiaban el acto pero no el sujeto del acto. Este ha sido uno de los cambios más importantes del Concilio, el giro antropológico moderno. Hoy día, la mayoría de los autores comienzan el estudio del acto moral con un análisis fenomenológico de la persona, ejemplo: el padre 115
Hobbes Marqués de Sade. 117 Gaudium et spes 22. 118 Escondido. 116
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Herin, es el que más ha insistido en la importancia del estudio de la persona como sujeto moral; en el estudio de la persona que responde a la llamada de Dios, y presenta toda su teología moral desde una óptica personalista.
El hombre, un ser personal No tratamos en este tema de hacer un estudio completo de antropología ni filosófica y ni Teológica, sólo tratamos de señalar algunos aspectos importantes de la persona como sujeto moral. La experiencia radical del “Yo”
Cuando nos analizamos, cuando vemos hacia nuestro interior, en el núcleo de nuestra vida, nos experimentamos como un “Yo” personal. No hay otra experiencia más radical que ésta. Este “Yo” personal está a la raíz de todo lo que hacemos y todo lo que somos. Ejemplo: cada uno de nosotros sabemos que fuimos niños adolecentes, y ahora más maduros, pero en el fondo hay la identidad de un “Yo”, y también hay la experiencia de un mismo “Yo” en todo lo que hacemos. Hay un “Yo” que da unidad y continuidad a la propia vida. la experiencia del propio yo está a la base de toda nuestra vida.
Auto-conciencia y decisión Toda persona, generalmente, es consciente de los actos que realiza, pero no sólo tiene conciencia del exterior o de lo que hace, sino que es auto-consciente, es decir, es consciente de lo que hace, dice, es. La persona no sólo es alguien que sabe, sino que él sabe que sabe. La auto-conciencia, iluminarse con la propia luz de su espíritu, no es algo secundario, sino algo esencial constitutivo de la persona. Pero no sólo tengo conciencia de mi mismo, sino que tengo conciencia de que soy dueño de mí mismo. se experimenta en el silencio y en la introspección la auto-posesión. Analizamos esto para llegar a esta conclusión, porque la persona es auto-consciente y dueña de sí misma, puede decidir. La persona actúa conscientemente, y decide sobre sí mismo y de los demás porque es dueña de sí mismo.
El concepto persona Los filósofos griegos, a pesar de toda su sabiduría, no pudieron llegar a un concepto claro y preciso de persona. Para Platón, el hombre, era un alma encerrada en un cuerpo, para Aristóteles, un caso particular de lo genérico. El mérito de haber elaborado un mérito de persona, le pertenece a la Iglesia, a la filosofía. Así lo reconocen aún filósofos marxistas. La primera definición clara de persona la tenemos de Boecio: “la persona es una sustancia individual de naturaleza racional”. Muchos siglos después, Santo Tomás de Aquino, inspirado en Boecio, precisó la definición: “un subsistente distinto, en una naturaleza intelectual”. Subrayan elementos esenciales de la persona. ¿Pero estas definiciones son completas? No. Todo es perfectible. Son definiciones muy esencialistas o naturalistas, sólo se fijan en la naturaleza, y sobre todo, son definiciones que no tienen en cuenta otro elemento necesario de la persona, la relación. En la edad moderna, principalmente a finales del siglo XIX, principios del XX, nació una nueva corriente de antropología filosófica, se reconoce como el iniciador de esta corriente a un filósofo llamado Ferdinand Ebner, que difiere de los antiguos, poniendo de relieve otro aspecto: los antiguos insistían un concepto muy esencialista e individualista de persona; Ebner inició lo que se conoce como la
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“antropología dialógica”, definiendo la persona como una relación, hizo una escuela que todavía perdura. Marcel decía, por ejemplo, persona es un modo especial de ser en relación, Bruner: persona es una relación substancial o una sustancia relacionada, otros autores también toman esta definición Ebneriana, dicen que la persona es un ente en relación, capacidad de autoconocimiento, autoposeción, autocomunicación y trascendencia. Karl Ranher da una definición: el hombre es un ser que, consciente y libremente, se posee, y que se realiza en un horizonte de responsabilidad y de libertad, en dialogo consigo mismo, con el mundo y con Dios.
El hombre es un ser unitario El hombre es una unidad El sujeto de la vida moral, el protagonista de la vida moral, es el hombre integral creyente, con su dignidad, sus valores, sus caídas y sus dramas que vive en la vida, pero hay que descartar todo dualismo antropológico119. Ese dualismo es fuente de muchas desviaciones duales y ascéticas, la división de cuerpo y alma. Debemos superar toda especie de dualismo, el hombre no es un compuesto, ni siquiera una yuxtaposición, o aquella expresión “el alma es como el jinete, y el cuerpo es el caballo”. El pensamiento antropológico moderno afirma la unidad substancial de la persona. Hay que reafirmar la unidad totalizante del hombre, tanto en su ser como en su actuar. Esta afirmación debe ser una afirmación básica de la Teología moral. El hombre integral unitario es el sujeto de la vida moral.
Santo Tomás Ya santo Tomás veía que en la Sagrada Escritura no se encuentra ningún dualismo. La antropología semita, del pueblo de Israel, es totalmente unitaria, no como la dualista platónica. Para el pueblo de Israel, Soma o cuerpo, designa a todo el hombre en su dimensión terrena y en su apertura al mundo, y Psique o espíritu, designa a todo el hombre, no son partes. Por esto Santo Tomás dice: “afirmamos la unidad substancial del hombre con diversidad de dimensiones”. Lo único real es el hombre uno y total. El hombre no es un agregado de sustancias, mucho menos un compuesto de realidades físicas preexistentes que dan como suma al hombre. El alma y el cuerpo son principios metafísicos, no sustancias completas del hombre.
El hombre es unidad no homogénea Sin ser un compuesto, tiene dos dimensiones diferentes, una corporal y otra psíquica; el hombre no es ni pura materia ni puro espíritu. El hombre es una realidad físico-psíquica. Es una realidad heterogénea. Esto aparece en cuatro principios: El hombre es un ser corpóreo, pero es más que su cuerpo, trasciende su cuerpo y no se reduce sólo a su cuerpo (vs materialismo). El hombre es un ser espiritual, pero es más que su alma, trasciende su alma y no se reduce a pura alma, es corporal también (vs espiritualismo).
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El hombre es un compuesto.
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El hombre no es la suma de cuerpo y alma, sin embargo si tiene dos principios metafísicos. No tiene dos principios físicos, sino metafísicos. La corporeidad y lo psíquico. El hombre es el único viviente anímico corporal, psicofísico, o en nuestro lenguaje limitado, un “sujeto encarnado”.
Las propiedades del ser personal Individualidad: la persona se auto-limita y se auto-afirma. En esto se distingue de las cosas. La persona no es un simple caso de lo universal. La persona es algo inédito, un caso único en el universo, inderivable e indeducible del otro. La persona goza de individualidad en su ser y en su obrar. Interioridad: la persona, a diferencia de las cosas, tiene interioridad, no es pura exterioridad; las cosas tienen un afuera y un adentro, pero no interioridad. El hombre tiene un rostro y un corazón, un centro interior desde donde se construye su interior y consciencia. Así, una persona, por mucho que se manifieste con sus amigos en el encuentro y en sus palabras, siempre tiene un centro secreto, recóndito de su individualidad, que puede guardar en secreto, conocido sólo por sí mismo. el “Yo”, en su esencia más profunda, encierra siempre un misterio insoldable, que puede revelar, y lo revela de acuerdo al grado de confianza en los demás, pero que también puede guardar con un santo pudor. Unidad: Toda persona, a pesar de pertenecer a la especie humana, se diferencia de los demás por cualidades especiales, es un ser singular, inconfundible, indescifrable, irrepetible e insustituible. Ser estructurado: los elementos de la persona están ordenados, no es una simple mezcla de elementos caóticos sin ninguna conexión, sino que forman una unidad. Luminoso: la persona es transparente a sí misma, se puede iluminar con su propio espíritu. No es un ser obscuro, que vive en la ignorancia total de sí mismo. es capaz de pronunciar palabras, dueña de sí misma, capaz de hacerse presente en el mundo. Inacabado: la persona es un ser inacabado e inacabable, la persona desborda toda objetivación, no cabe en ningún concepto, son limitadas. Además, el hombre está llamado a desplegar continuamente sus posibilidades, a realizarse y a construirse, a ser un proyecto en la vida. por esto se dice que la persona es una aspiración constante hacia la superación. Innumerable: la persona no es un número que se puede sumar con otros hombres; si cada persona es un caso único y absoluto, no lo puedo sumar. El hombre siempre es mucho más de lo que podemos saber de él. Dignidad: no tiene precio, no se puede comprar ni vender, no se puede manipular ni tratar como un medio, debe tratarse como un fin. La dignidad es una cualidad por la que la persona merece de sí mismo y de los demás respeto, amor y veneración, y el fundamento último de la dignidad humana es la imagen de Dios que cada uno de nosotros llevamos en nuestra persona.
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La opción fundamental Introducción Objetivo: estudiar la importancia, historia y naturaleza de la opción fundamental. Nexo: la teología moral fundamental tiene tres grandes apartados: la cuestión moral, la fundamentación de la moral y el estudio de las categorías básicas de la moral. Ahí nos encontramos en el tercer tema; vamos a estudiar el comportamiento moral, el acto moral o acto humano. En este tema seguimos estudiando las categorías básicas de la moral. La primera de ellas, la opción fundamental. 81
¿Cuáles son las manifestaciones del comportamiento moral del cristiano? ¿Qué importancia tiene la opción fundamental en la vida moral? ¿Qué es la opción fundamental? Las manifestaciones del comportamiento moral son tres: la opción fundamental, las actitudes o virtudes y los actos.
Estructura de la acción moral humana Niveles de profundidad Las personas realizamos en nuestra vida muchos tipos de actos, unos son meramente biológicos, otros son preponderantemente instintivos, y otros son propiamente morales. También constatamos que la vida moral no se limita a meros actos externos, sino que comporta una realidad ética más profunda. Podemos distinguir tres niveles de profundidad: los actos, las actitudes y la opción fundamental. La más importante es la última, ya que es la que sostiene los otros niveles que son más superficiales.
Terminología básica El término opción fundamental tuvo su origen en Francia, cuando Jackes Maritain estudió a Santo Tomás. El primer término fue “pre-decisión”, una decisión que las influye a todas. Después se utilizaron muchos términos; otros le llaman “orientación profunda de la voluntad”, otros “dirección profunda de vida”, otros “elección fundamental de vida”, otros “proyecto existencial o programa de vida”, otros le llaman orientación fundamental. El más común es “opción fundamental”. Opción fundamental hace alusión, remite a una elección particular que se da en el nivel más profundo del hombre.
La opción fundamental es una categoría básica de la vida moral Es tan grande su importancia que se ha convertido en el punto de partida y el hilo conductor de la Teología moral post-conciliar, de toda la moral cristiana contemporánea, y ocupa hoy el lugar que ocupó en Santo Tomás el último fin. El padre Herin centró la teología moral en el seguimiento de Cristo; el padre Fuks en “ser del Señor”, el padre Demmer en “seguir las huellas de Cristo”. Es pues, una categoría no secundaria, sino la categoría básica de la teología moral renovada.
Es la categoría básica de la moral renovada porque es el punto de referencia de toda la vida moral. Esto no es una exageración. La opción fundamental da unidad y consistencia a toda nuestra vida, expresa la relación entre los actos y la persona, y nos ayuda a entender muchos conceptos de la vida cristiana: la conversión, la vocación, el pecado, el seguimiento de Cristo.
La importancia del corazón El término, opción fundamental, desgraciadamente fue olvidado durante muchos siglos de la tradición moral; hoy gracias a Dios, se encuentra en el lugar que le corresponde, y la raíz de la opción fundamental es el corazón en sentido bíblico, que es el nivel más profundo de la persona, no es lo que viene de fuera lo que contamina al hombre, sino lo que nace del corazón. El lugar donde hay que ubicar la opción fundamental es en el corazón.
Necesidad de un proyecto ético Toda persona madura tiene un proyecto moral. Ninguna persona podrá vivir sin un eje y sin un centro que unifiquen, den consistencia y resistencia a toda su vida y sus acciones. Sin un proyecto ético, jamás se podrá alcanzar la maduración personal. Sin un proyecto ético, la persona está condenada a una perpetua inmadurez, porque viviría una desorientación profunda. Por eso, hoy aún los grandes psicólogos humanistas, insisten en la necesidad de un programa de vida que unifique y estructure nuestra vida.
Fundamento del proyecto ético Se hace a partir de la atracción de un mundo de valores que la persona experimenta como válido y suficiente, y preferente para ordenar su vida, pero no se trata de un razonamiento frio y lógico, se trata de una experiencia. Se trata de algo que se experimenta como algo que vale la pena de vivirse, como algo digno y valioso que merece entregarle mi vida. Además de la atracción del mundo de valores, indudablemente, la revelación, la palabra de Dios y la fe, nos ayudarán mucho a construir nuestro proyecto de vida.
Desarrollo histórico de la opción fundamental Sagrada Escritura El término “opción fundamental”, no se encuentra explícitamente en la Sagrada Escritura, pero si se encuentra el significado. La encíclica veritatis splendor así lo dice. Nos señala algunos ejemplos donde está presente la opción fundamental: en el Antiguo Testamento en la antigua alianza; en el Nuevo Testamento, según la carta a los Hebreos 120, Jesús comenzó su vida diciendo: “he aquí que vengo para hacer tu voluntad ”, “mi voluntad es hacer la voluntad de mi Padre”121, en Getsemaní: “no se haga mi voluntad sino la tuya”, la Virgen María en la Anunciación, en los otros ejemplos cuando se recita diariamente el padre nuestro decimos: “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.
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Heb 10, 19. Jn 4, 34.
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San Agustín San Agustín no usó nunca, explícitamente, el término “opción fundamental”, pero en sus escritos hay muchos elementos valiosos sobre este tema, por ejemplo él dice que en la última instancia, lo que destruye o construye a la persona es el amor. La dirección de nuestra vida depende de una alternativa: amar a Dios hasta el olvido de sí mismo, o por el contrario, amarse a sí mismo hasta llegar a la negación de Dios. El hombre sólo alcanza su existencia auténtica cuando, ayudado por Dios, le entrega todo su corazón.
Santo Tomás de Aquino Tampoco usó literalmente el término, pero nos da muchos elementos. Dice: que el hombre, al llegar al uso de la razón, mediante el primer acto libre, verdaderamente moral, se dirige a Dios o en contra de Dios, y que esta elección original configura positiva o negativamente todo nuestro ser.
Sören Kierkegaard Fue el primero en la época moderna en subrayar la importancia en la vida de una decisión profunda, porque según él, en esta elección profunda, la persona se determina a sí misma desde los estratos más hondos de su voluntad. Esta elección profunda es factor de alienación o negación. Esta elección profunda, original y existencial, es la que orienta toda nuestra vida y se encuentra presente en todos nuestros actos. Esta doctrina de Kierkegaard fue la que hizo posible que después de la segunda guerra mundial (1945) se pudiera hablar, tanto en la filosofía como teología y psicología, de la opción fundamental.
Existencialismo El existencialismo contribuyó en gran manera al desarrollo de la doctrina de la opción fundamental, de varias maneras; en primer lugar, con sus estudios sobre sus categorías básicas del existencialismo, sobre existencia, sobre la persona, sobre el proyecto de vida, sobre el “aquí y ahora”, esos criterios nos ayudan mucho a entender la opción fundamental. También el existencialismo insistió mucho en un nuevo concepto: “hacerse a sí mismo a través de decisiones personales”. También el existencialismo afirmó que la realización de la persona es el resultado de una elección profunda. Es muy clara la esencia de la filosofía existencialista en lo que ahora se llama el teorema de la opción fundamental.
Psicología humanista Esta corriente, con grandes psicólogos como Erickson, Alport, Franc, contribuyó a la aparición de la opción fundamental: Es necesario un proyecto general de vida para poder madurar, la necesidad de un proyecto general de vida; nuestros actos no están aislados, no son actividades aisladas, nuestros actos se insertan en el dinamismo general de vida de la persona; también se insiste en que las elecciones de fondo son las que determinan y orientan nuestra vida; la persona debe ser valorada en primer lugar por la orientación de su vida antes que por sus actos, porque el proyecto de vida es el que da estabilidad, consistencia y continuidad a nuestra vida.
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Erickson dice que la persona sólo madura cuando es capaz de hacer una elección estable de vida; Alport dice que para madurar es necesario hacer un proyecto de vida.
Jacques Maritain Filósofo francés y profundamente tomista, que retomó la doctrina de Santo Tomás, y él ya utilizó la palabra ”opción fundamental”, y dice que la opción fundamental coincide con la primera elección, con el primer acto moral libre que hace un niño al llegar a la edad de la razón.
Teología Dogmática Fue la que puso en circulación el término del teorema de la opción fundamental. Algunos dice que el término nació primero en la Teología dogmática, por ejemplo cuando en el tratado de gracia se estudiaba el tema de la “psicología de la gracia”. Un Teólogo Alemán llamado Franzen, insiste mucho en la psicología de la gracia. Otro tema donde aparece el término es el de si “¿se pueden salvar los ateos? ¿Cómo se pueden salvar los ateos?”; Dios concede al hombre la grac ia de una opción fundamental aunque ellos no sean conscientes de ella. Otros hablaron de opción fundamental cuando estudiaron el tema de la “justificación”. Fue muy famosa en la teología dogmática la explicación que dieron dos teólogos: Flick y Alsegui, sobre el pecado original: consiste en una opción fundamental negativa, una opción fundamental contra Dios. La Teología fundamental se basó en estos modelos filosóficos, psicológicos y Teológicos, y ahora, la mayoría de los moralistas hablan de la opción fundamental.
Magisterio de la Iglesia ¿Qué enseña el magisterio de la Iglesia sobre la opción fundamental? El camino ha sido difícil.
Declaración de persona humana En 1975, la Sagrada congregación para la doctrina de la fe, publicó un documento con el título de persona humana, era un documento sobre cuestiones de ética sexual, y este documento es el primer documento del magisterio que se ocupó de la opción fundamental, pero más bien es positivo que hable de la opción fundamental, pero fue para señalar los peligros de esta doctrina. En el número 10 del documento, dice que el término “opción fundamental” puede tener significados equivocados, por ejemplo confundirla con la opción final; o también insistir tanto en la opción fundamental que de hecho se olvide y no valore suficientemente los actos concretos. Querer hacer una moral de pura opción fundamental; otro equívoco es negar que un solo acto concreto es suficiente para cambiar la opción fundamental.
Reconciliación y penitencia Es una exhortación apostólica del papa Juan Pablo II del año 1 984. Habla de la opción fundamental, pero primeramente para señalar sus riesgos. Los riesgos señalados son: decir que sólo hay pecado mortal cuando se da una opción fundamental negativa explícita; la mayoría de las veces es implícita.
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Veritatis Splendor Es una encíclica de Opción Fundamental total, encíclica del papa Juan Pablo II. La tercera cuestión del capítulo II de la VS, toda se refiere a la relación entre la opción fundamental y los actos concretos. La expresión más utilizada en esta encíclica es “opción fundamental”122. La orientación de la encíclica es más bien crítica, dice que hay muchos teólogos que no entienden bien el término “opción fundamental”, sobre todo porque separan entre la opción fundamental y los actos concretos. Al final, el papa Juan Pablo II, en el número 67, reconoce la importancia de una elección fundamental en la vida que compromete la libertad a nivel radical ante Dios; tiene fundamento en las enseñanzas bíblicas.
Bases antropológicas de la opción fundamental Pre-Decisión La filosofía ha contribuido mucho a la comprensión de la opción fundamental con el término “pre decisión”, empleado por un filósofo alemán, Hengstenberg: él quería expresar que hay una decisión previa, que es la matriz de muchas decisiones posteriores. Al mismo tiempo, dice Coret que hay una orientación de la libertad hacia el bien o hacia el mal que condiciona todas las elecciones particulares.
Grados de realización No todos los actos que realizamos en la vida tienen la misma intensidad y profundidad; hay grados de comprometerse con los valores. La persona se expresa de distinto modo, en diverso grado y en diferente nivel. Hay actos que en nuestra vida son rutinarios, y otras decisiones que son realmente profundas y maduras.
Historia personal Cada uno de nosotros teneos nuestra historia y vamos haciendo nuestra historia. En cierto sentido somos el resultado de nuestra historia, de lo que hemos hecho a través de nuestra vida. esto quiere decir que nuestros actos tienen unidad y continuidad, que forman un devenir personal una historia de la persona, y la persona es el protagonista de su propia historia. La persona toma su vida en sus manos y la construye o la destruye.
Horizonte de significados También llamado “cosmovisión”. Cada uno de nosotros tiene su manera propia, visión propia del mundo y de la vida, del universo y personas. Horizonte de significado significa nuestro modo de ver la vida. Ese modo personal de ver la vida no es sólo teórica, nuestro modo de ver la vida orienta nuestra vida, cada quien vive de acuerdo a cómo ve y entiende la vida.
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En el número 65 aparece 5 veces, en el número 66 una vez, en el 67 seis veces, en el 68 dos veces, y en el 69 cuatro veces; utiliza también el término “elección fundamental” en el 66 y 67, también de “elección radical”, y “orientación fundamental” y “opción primordial”.
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¿Qué es la opción fundamental? Preámbulo La opción fundamental es una opción tan rica que no puede definirse por género y diferencia123, se trata más bien de una descripción fenomenológica. Etimológico: opción viene del verbo optar que tiene más fuerza que el verbo elegir , y que se aplica en el campo de la conducta. Opción fundamental quiere decir que se trata de los estratos más profundos de la persona, no a las decisiones periféricas superficiales, sino al nivel más profundo de donde brotan las decisiones más profundas de nuestra vida
Definición La opción fundamental es una decisión por la cual el hombre, libre y radicalmente dispone total de sí mismo, y determina su relación con el último fin que es Dios.
Anotaciones 1. La opción fundamental nace del núcleo decisional operativo de la persona, es una opción de
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fondo; a través de ella, la persona se auto-determina, y tiende hacia las metas que se ha creado como creado de vida. La opción fundamental no es una decisión categorial (concreta), sino trascendental, no es sobre actos externos, sino que la persona decide sobre sí misma como persona 124. Una decisión trascendental, que responde en primer lugar a la pregunta ¿qué quiero ser? Y en un segundo momento ¿qué quiero hacer de mí mismo? En este sentido, mediante la opción fundamental, la persona dispone de sí mismo como un todo. La opción fundamental es una auto-disposición de la persona. La persona no decide sobre un objeto externo, sino que decide sobre sí mismo como sujeto, no como un objeto. Se trata de la libertad fundamental125. La opción fundamental es un proyecto de vida, una orientación vocacional que mira a la raíz de la persona, es decir, en primer lugar al ser antes que al hacer. La opción fundamental se da en la conciencia trascendental. La conciencia categorial es aquella por la que la persona toma conciencia de un acto o de un objeto externo distinto de la persona; la conciencia trascendental es aquella por la que la persona toma conciencia de sí misma y de sus actos. Pero es atemática, esto quiere decir que no es conceptual, no se puede conceptualizar, no siempre es una conciencia refleja, no es tampoco explícita; entonces la conciencia de la opción fundamental es obra de la conciencia trascendental, pero no siempre conceptual ni explícita. la opción fundamental es una decisión totalizante y totalizadora: totalizante porque la persona decide de sí misma como un todo; totalizadora porque abarca toda la vida, sus dimensiones y sus actos.
Lo requerido para una definición en sentido estricto. ¿qué quieres ser tú mismo? 125 Lo categorial decide sobre algo externo, lo trascendental es cuando decide sobre sí misma. 124
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7. La opción fundamental se relaciona con el concepto bíblico del corazón. En la Sagrada Escritura,
el término corazón tiene un significado muy diferente del occidental, pues el sentido semita de corazón es el “centro de donde nace toda la vida”, “centro donde se unifica todo el ser y el actuar de la persona”, es el manantial de donde brotan los pensamientos, sentimientos, vida religiosa y moral. El corazón es el punto focal íntimo, desde donde la persona se abre a los demás. El corazón es la meta hacia donde tienden y donde convergen todos los caminos de la vida. el padre Herin dice así: la opción fundamental es una decisión del corazón, y es una decisión sobre el propio corazón. Así es cuando la persona llega a la existencia auténtica, porque cuando la persona pierde su capacidad de amar, pierde lo más valioso de sí mismo, su corazón; así entendemos la frase de San Agustín “ama y haz lo que quieras”, porque el que ama siempre haces el bien. 8. La opción fundamental es el alma de todas las decisiones singulares, categoriales, tanto de las más importantes como de las menos importantes. Dicho de otra manera, la opción fundamental es el alma de toda nuestra vida y actos.
Categorías afines a la opción fundamental Ideal Un ideal es un mundo de valores, conjunto de valores que se presentan tan atractivos y deseados que se convierten en motivaciones y energía para vivir y dar un rumbo determinado a la vida. Se trata de una elección preferencial por un determinado mundo de valores, y así el ideal es como un foco que orienta toda mi vida. Es como la sabia de toda la vida, el ideario de mi vida, lo que unifica todas mis decisiones, el motor de la vida, lo que equilibra mi personalidad, el antídoto contra la mediocridad y la clave del éxito. Por esto se dice que el ideal es el secreto de los héroes, santos y triunfadores de la vida, y que sin ideales, la vida es rutinaria, cansada, anémica y mediocre; en cambio, con ideales la persona es entusiasta, su vida es fecunda, y tiene muchos impulsos para superarse, por eso el secreto de la pedagogía es dar ideales a la persona, porque una persona sin ideales no tiene motivaciones ni fuerzas para actuar.
Proyecto de vida El proyecto de vida es un bosquejo anticipado de mi vida que existe en mi mente antes de realizarla
Intensión fundamental Se refiere a una intencionalidad, a una orientación profunda que condiciona toda la vida de la persona y determina su personalidad.
Opción fundamental cristiana Se puede definir así: la opción fundamental cristiana es el acto cumbre de la voluntad por el cual la persona acepta con todas sus consecuencias al Señor Jesús. De manera constante, comprometida y eficaz, y orienta toda su vida hacia el señor conocido y aceptado por la fe.
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La opción fundamental cristiana se identifica con la caridad: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, mente y fuerzas. La opción fundamental se identifica con el seguimiento radical de Cristo bajo el poder del Espíritu: el que quiera venir en pos de mí, tome su cruz y sígame, el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, ese la ganará. En una palabra, la opción fundamental se identifica con la existencia auténticamente cristiana
Manifestaciones de la opción fundamental Introducción El objetivo es estudiar algunas cuestiones relacionadas con la opción fundamental. El nexo es que ya hablamos en el tema anterior de la importancia de la historia y de la naturaleza de la opción fundamental, vimos cómo la opción fundamental, en primer lugar, es la pregunta fundamental del hombre, y en segundo tiempo es una cuestión sobre el ser. Estas preguntas son porque el hombre no sólo es hombre por naturaleza, debe serlo también por vocación. Santo Tomás de Aquino decía “Ego sum hommo mea voluntate”. El hombre es hombre por su propia voluntad. Esto es lo que queremos decir cuando decimos que la vocación humana es la vocación básica y más radical, es la vocación genérica principal, y las demás vocaciones son concretizaciones de la vocación humana. ¿Cuáles son las principales manifestaciones de la opción fundamental? ¿Qué relación existe entre la opción fundamental y los actos concretos? ¿Cuándo nace la opción fundamental? ¿Todo hombre hace su opción fundamental en la vida? ¿En qué nivel de conciencia se da la opción fundamental? ¿qué grado de madurez humana se requiere para hacer una opción fundamental?
Necesidad de la opción fundamental La opción fundamental es necesaria en nuestra vida porque nuestros actos no son actos aislados, sin ninguna relación entre sí. No son como las bolitas de un collar, unidas simplemente por un hilo que las yuxtapone y vincula. Nuestros actos forman una vida, y es precisamente la opción fundamental la que da unidad a toda nuestra vida. nuestra vida es como el cauce de un rio que se forma por múltiples afluentes, y lo que les da unidad es la opción fundamental. Nuestra existencia es temporal, no es estática. Decía San Agustín: “el hombre es un ser temporal que sólo existe en el tiempo”. Es precisamente la opción fundamental la que le da unidad a nuestra vida a través del tiempo, y es la que dirige nuestros actos a través del tiempo. En todo acto humano, uno verdaderamente humano, hay una motivación, aquello por lo que realizamos un acto, existe también una intensión, lo que queremos alcanzar a través de nuestros actos, y finalmente existe la ejecución, la realización del acto; es la opción fundamental la que establece el nexo necesario entre las motivaciones, intención y ejecución. Es la opción fundamental la que alimenta de manera especial las motivaciones de los actos.
¿Todo hombre hace su opción fundamental en la vida? Existen diferentes respuestas a estas preguntas, dos que podríamos llamar los radicales extremos: la primera radical dice que hay muchas personas, más aún, la mayoría de las personas que nacen y mueren
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sin hacer nunca una opción fundamental, lo cual sería realmente dramático; en el otro extremo, también radical, dice que todos los hombres, a través de su vida, hace una opción fundamental, y una opción fundamental madura. La solución parece ser más bien intermedia, no hay que dramatizar tanto las cosas como algunos que afirman que la mayoría de los hombres vivimos y morimos sin haber hecho una opción fundamental, pero tampoco ser tan ingenuos y decir que todos los hombres hacen una opción madura en la vida. La solución parece ser esta: existen diversos grados de opción fundamental, hay opciones muy maduras, otras más o menos maduras y otras muy poco maduras. Lo mismo hay que tener en cuenta que hay algunas opciones fundamentales explícitas y otras implícitas. Hechas estas distinciones, la solución más prudente parece ser la siguiente: no todos los hombres hacen una opción fundamental madura y explícita, pero eso sí, toda persona sana, adulta y normal, sin duda hace una opción fundamental implícita, aunque no sea muy madura. El ideal sería que todo hombre hiciera una opción fundamental madura y explícita, que fuera creciendo y madurando a través de toda su vida.
¿Cuándo nace la opción fundamental? Introducción Como sucede en otras muchas cuestiones de la vida, no es fácil determinar el momento exacto en que se tomó la decisión, no son cuestiones de geometría. Existen dos opiniones opuestas, no radicales. Durante mucho tiempo predominó la doctrina de Santo Tomás de Aquino, según el cual todo hombre, al llegar el uso de la razón (7 años), hace una opción fundamental por Dios o contra Dios. El primer acto moral del niño al llegar el uso de la razón, determina su posición ante Dios. Muchos teólogos han seguido y siguen esta postura, el derecho canónico en la práctica también sigue esta teoría, y la práctica sacramental, que no es una definición dogmática pero tiene mucho valor, impone la confesión antes de la primera comunión. En el otro extremo, en los últimos años, debido a la pedagogía, muchos cuestionan esta doctrina, porque dicen que un niño no tiene la madurez psicológica suficiente para hacer una opción tan seria como es la opción fundamental, por eso, los que se inclinan con esta tendencia dicen que la opción fundamental no aparece antes de la adolescencia, sino cuando el adolecente se pregunta por sí mismo, su moralidad, cuando viene la crisis religiosa y moral. Existe una tercera tendencia intermedia que parece ser más lógica, parte de los mismos principios que la anterior: hay diversos grados de madurez, las madura, poco maduras e insipientes, y hay opciones fundamentales implícitas y explícitas, por tanto no tenemos que dividir tan radicalmente así las cosas, se puede decir que la primera opción fundamental implícita, inmadura, germinal, aparece desde la niñez, la edad de la razón; en cambio, la opción fundamental explícita, madura, aparece en una edad más tardía, que debe ir madurando durante toda la vida. Entonces la importantica de la vida moral del niño tiene una importancia muy grande, es la que recibe de la familia y la escuela, porque la opción fundamental no nace por generación espontánea ni automáticamente al llegar a determinada edad, se va gestando desde la niñez, de ahí la importancia de
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la educación en los valores y de la educación de la conciencia moral del niño. La opción fundamental es el fruto de una larga y silenciosa maduración en el tiempo. La experiencia nos enseña que el niño, desde pequeño, comienza a ser pequeñas e insignificantes opciones, y que de la educación y el ambiente en que se eduque, depende la opción fundamental.
¿Puede un sólo acto dar inicio o cambiar la opción fundamental? La respuesta es afirmativa pero condicional. Un solo acto grave, libre y consciente puede dar origen a la opción fundamental, lo mismo que a la inversa, un acto grave libre y consciente puede cambiar la opción fundamental. Un acto leve (pecado venial) no cambia la opción fundamental, pero sí la debilita, y la puede ir debilitando poco a poco que llegue el momento que cambie la opción fundamental. El padre Herin dice que es como la enfermedad, que si no la atendemos, empieza pequeña pero puede conducir a la muerte.
¿Puede existir al mismo tiempo dos opciones fundamentales contrarias? Es imposible que existan al mismo tiempo dos opciones fundamentales contrarias. Afirmarlo sería una verdadera contradicción, por ejemplo, nadie puede estar al mismo tiempo en gracia de Dios y en pecado mortal; nadie puede ser al mismo tiempo amigo de Dios y enemigo de Dios; por tanto, no puede existir al mismo tiempo dos opciones fundamentales contrarias.
¿Puede darse un cambio continuo y frecuente de opción fundamental? Si se toma en serio lo que es la verdadera opción fundamental, es imposible, tanto desde el punto de vista psicológico como desde el punto de vista Teológico un cambio frecuente de opción fundamental. Un cambio frecuente significaría primero que no se ha tomado en cuenta y en serio la opción fundamental, y segundo, dice el Padre Flick que si alguna persona viviera esta situación, eso significaría dos cosas, que la persona no se ha convertido de verdad, ya que una persona convertida de verdad no vive esa situación; un segundo puede significar que sus errores o un posible error no es un pecado mortal. No es posible un cambio continuo y frecuente de opción fundamental.
Valoración de los Actos Particulares ¿Qué relación existe entre los actos particulares y la opción fundamental? Ciertamente, aunque no se identifican los actos particulares con la opción fundamental, debe haber una relación muy estrecha: la opción fundamental es la raíz última de todos los actos particulares. Los actos concretos, en última instancia, reciben su moralidad de la opción fundamental. Los actos particulares deben comprenderse siempre a la luz de la opción fundamental, deben interpretarse siempre en clave de participación, en el sentido de que los actos particulares participan de la riqueza de la opción fundamental. Los actos concretos nacen y tienen su raíz última en la opción fundamenta, si bien expresan la opción fundamental, no siempre ni necesariamente expresan toda la opción fundamental. Esto es claro si caemos en la cuenta de que hay muchos actos concretos que no se realizan con
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suficiente conocimiento o con suficiente libertad. Un acto que no se realiza con suficiente conocimiento o con suficiente libertad, no expresa ni compromete necesariamente toda la opción fundamental.
Madurez humana y opción fundamental La opción fundamental, que es una decisión que la persona hace sobre sí misma sobre lo que quiere ser y hacer en la vida, es una decisión tan seria, grave e importante que no sería posible realizarla con una psicología infantil o demasiado inmadura. En sentido positivo, la opción fundamental es tan seria y tan profunda que lógicamente requiere un grado suficiente de madurez humana y cristiana para realizarla. En concreto, lo indispensable de esa madurez requiere que haya un conocimiento, no perfecto, pero sí suficiente de sí mismo. Quien no se conoce a sí mismo, no puede hablar de madurez. El conocimiento de sí mismo, según toda la historia, constituye el principio de la sabiduría, pues mientras una persona no sepa quién es y qué quiere hacer en la vida, lógicamente no podrá hacer una opción fundamental, no podrá disponer de sí misma. Conocerse a sí mismo es una tarea muy difícil en la vida. La persona se engaña a sí misma fácil y frecuentemente, con cuanta frecuencia conocemos las cosas, muchas cosas, pero tenemos un escaso conocimiento de nosotros mismos. Es necesario, para hacer una opción fundamental, un grado suficiente, no perfecto, de conocimiento de sí mismo, pues cómo podrá construir una vida auténtica y fecunda quien vive engañándose a sí mismo y a los demás. La mayor mentira no es la que decimos a los demás, la mayor mentira es la que la persona se dice a sí misma. Un grado un conocimiento suficiente de sí mismo. conocer las propias limitaciones y posibilidades, el hombre es limitado tanto en sus posibilidades. Esto es necesario para no comprometerse ni más ni menos de lo que uno puede hacer en la vida. Hay que tener una idea, lo más exacta posible de lo que se puede hacer en la vida, hay que evaluar habilidades, posibilidades (físicas, mentales, materiales, sociales y espirituales). la capacidad de cambiar y re-estructurar la personalidad. Una persona que se cree perfecta, que siempre se disculpa, que encuentra explicación de todos sus errores y equivocaciones, que no admite ninguna corrección, que cree que no hay nada que cambiar en su vida, no es capaz de hacer una opción fundamental. Decía Garaudi, que quien no es capaz de cuestionar sus propias certidumbres, no es capaz de cambiar. la capacidad de elegir. El ser humano, por naturaleza, es libre; la libertad es su máximo privilegio, para ser libres nos liberó Cristo, no se dejen de nuevo esclavizar, nos dice el Señor. Más aún, el ser humano es el único que tiene la capacidad y el derecho de elegir su propia vida. Dios ha puesto nuestra vida en nuestras manos. Nadie puede quitarnos el privilegio de elegir nuestra vida. sin embargo, por otro lado, existe el miedo a la libertad, ya que hay personas tan indecisas que no son capaces de decidir, que prefieren que otros decidan por ellos. El miedo al fracaso, inseguridad y presiones de otras personas las paralizan. La persona debe atreverse a decidir, ya que siempre existirá el riesgo de la equivocación, pero quien o se atreve a correr ese riesgo, no se atreve a vivir, y lógicamente, sin la capacidad de elegir, no es posible la opción fundamental.
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La responsabilidad. La persona no sólo tiene libertad, sino también responsabilidad, no sólo realiza actos, sino que es responsable de sus actos, debe hacerse cargo de las consecuencias de sus acciones. Quien no es capaz de asumir la responsabilidad de sus acciones, no es capaz de hacer una opción fundamental. Firmeza y flexibilidad. Difícil equilibrio de lograr en la vida, por un lado hay que tener la suficiente fortaleza, firmeza y resistencia para no cambiar fácilmente de opinión, se dice que todo cambio rápido casi siempre es falso, se requiere de suficiente seguridad, firmeza y fortaleza. Pero también, y aquí está lo difícil, conjugar la firmeza con la flexibilidad, para no pecar de terquedad; la firmeza no es lo mismo que la terquedad. Dice un refrán: ni tercos como una mula ni volubles como una gelatina. Decidir en base a los valores y no a los caprichos. Las verdaderas decisiones fundamentales sólo se hacen en base a los valores que nos atraen en la vida. todos tenemos nuestro mundo, nuestro código y jerarquía de valores, pero eso sí, una opción fundamental echa por puros caprichos o intereses sería muy infantil y muy peligrosa en la vida. en la vida hay verdaderas decisiones, cuando se hacen en valores y convicciones, pero por desgracia puede haber también opciones fundamentales enfermizas e inauténticas: son aquellas que se hacen en base a caprichos, intereses, mecanismos de defensa o segundas intenciones.
El arte de tomar buenas decisiones en la vida Introducción Objetivo: estudiar el arte y proceso de tomar buenas soluciones en la vida. Contexto: la opción fundamental es una decisión en la vida, por eso existe una conexión entre el arte de tomar buenas decisiones en la vida y la opción fundamental. Hoy existen estudios científicos muy valiosos sobre el arte de tomar decisiones correctas en la vida. Ciertamente en nuestra vida hay decisiones sencillas, y éstas requieren un mínimo de atención. En este tema no nos referimos a esas decisiones, sin embargo en nuestra vida hay grandes decisiones que requieren un máximo de análisis y de atención. Todos y cada uno de nosotros pasamos los días tomando decisiones ordinarias, pero hay algunas decisiones que influyen en toda nuestra vida, marcándola. Problemas: ¿porqué estudiar el arte de tomar buenas decisiones en la vida? ¿En qué consiste este proceso? ¿Cuáles son las principales leyes para tomar una buena decisión en la vida? ¿Sabemos el arte de tomar decisiones? ¿Cuáles son las cualidades principales de un buen tomador de decisiones? Breve respuesta: Nuestra vida depende de las decisiones que tomemos en ella. Si tomamos una decisión buena, la vida será buena; una errada, será una vida errada. Por eso se dice que la toma de decisiones es una herramienta importantísima, ya que de la calidad de las decisiones que tomemos en la vida dependerá nuestro éxito o nuestro fracaso.
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Definiciones ¿A qué se le llama “toma de decisiones”?
Es la selección de acciones entre diferentes alternativas . Proceso a través del cual la persona elige la acción que debe seguir como respuesta a un problema. Proceso durante el cual la persona debe escoger entre dos o más alternativas
¿Qué importancia tiene saber tomar decisiones en la vida? La importancia es grandísima, ya lo dijimos, nuestra vida depende de las decisiones que tomemos, de la calidad de nuestras decisiones depende nuestro éxito o fracaso. Las decisiones son, utilizando una comparación, el motor de nuestra vida. que desencadena todo un proceso: señalar metas, escoger recursos para realizar nuestra decisión. Lo peor de todo sería permanecer en un estado constante de indecisión.
¿Qué lugar ocupa al toma de decisiones en la planeación? No se identifican, la toma de decisiones sólo es un momento de la planeación. Diríamos que es el punto de partida de la planeación. La toma de decisiones es la parte esencial del proceso de elaboración de objetivos de metas y de recursos.
¿Cómo tomar buenas decisiones? Constatación Casi nadie o muy pocas personas conocen el método a seguir para resolver problemas y tomar decisiones maduras. La mayoría lo hacen sin método, teniendo en cuenta sólo sus hábitos y experiencia. Otras personas simplemente eluden los problemas, no los resuelven. En muchas ocasiones confiamos en intuiciones, sentido común o corazonadas. Sin duda esto no es lo mejor, hay que conocer los criterios, hay que conocer el proceso de cómo se debe resolver un problema y tomar una buena decisión.
Criterios 1. No aceptar problemas que no nos corresponden. Hay problemas que no son nuestras y
decisiones que no nos corresponden, por lo cual hay que aceptar únicamente los problemas que nos pertenecen por derecho o por la función que desempeñamos. Hay que saber cuáles problemas nos tocan a nosotros y cuáles no, es un signo muy grande de maduración. Nadie tiene derecho a meterse en la vida de los demás. 2. Tomar conciencia del problema es el primer paso lógico para encontrar una solución. Hay que identificar, diagnosticar el problema, el proceso comienza por el reconocimiento de los problemas. 3. Analizar con objetividad los problemas. Tener la suficiente información y la suficiente capacidad para analizar, y analizar significa despedazar el problema, críticamente. Hay un adagio que dice: “un problema bien planteado es la mitad de la solución”; en cambio, un problema mal planteado nunca se resolverá o se resolverá mal. Hay que poner en una especie de balanza
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todos los pros y contras que existan, considerar todas las circunstancias, genera una tormenta de ideas, busca todas las alternativas posibles para la solución, y una vez hecho esto, decide en base a los valores, no a caprichos ni a prejuicios. Libertad. No permitas que otras personas ejerzan presión ni violencia sobre ti, que te obliguen a decidir en una determinada dirección, hay que buscar consejos e información, pero no dirección. Las decisiones tienen que ser en conciencia, estrictamente personales y responsables. No llevar nunca prisa en la vida. si una persona resuelve siempre de manera rápida y sin reflexionar, tiene un hábito muy peligroso, y cometerá muchos errores en la vida. lógicamente, las decisiones trascendentales y más importantes en nuestra vida, requieren de mayor reflexión. No hay que examinar dos problemas al mismo tiempo. Por mucha habilidad que se tenga, es muy difícil resolver varios problemas a la vez, lo más seguro es que sea en detrimento de los dos. Lo mejor es examinar y tomar una sola decisión. Hay que evaluar todas las alternativas posibles, no excluir de antemano ninguna, y en el proceso hay que ir desechando poco a poco, de manera gradual, las alternativas menos probables. Aceptar el riesgo de decidir. En los problemas serios es conveniente pedir una opinión a las personas que gocen de tu mayor con fianza, que tengan un ascendiente sobre ti, que te ayuden a no olvidar ningún detalle importante, pero acepta el riesgo de decidir. Decimos “riesgo” porque en la toma de decisiones y solución de problemas, no existe nunca la evidencia perfecta. Incluir siempre una segunda solución a tu problema. Toda decisión debería incluir siempre otra alternativa. Es lo que se dice hoy: “construir varios escenarios para estar siempre preparados en caso de que suceda algo inesperado”. Todo problema tiene muchas soluciones posibles, y no sólo hay muchas soluciones, sino que siempre hay mejores soluciones. Mientras más posibilidades existan, la solución será mejor.
Una vez tomada la decisión, debe ponerse inmediatamente en práctica. Hay que desarrollar las actividades que vayan encaminadas a realizar la decisión, y cuando una decisión está mal tomada, debe corregirse inmediatamente. Hay un adagio latino que dice: “el error debe corregirse cuando se detecta”. Ciertamente se necesita valor personal para admitir que tomamos mal una decisión, y necesitamos valor moral para corregirlo, pero esto es lo que distingue a un niño de un adulto. Controlar los resultados para ver si la decisión ha sido correcta, si hay algo que modificar o buscar lo que nos pueda ayudar a mejorar nuestra decisión. Evaluar.
Etapas en la toma de decisiones ¿Cuáles son las principales etapas en el proceso de tomar decisiones? 1. Identificación y diagnóstico de problema: en esta fase inicial, reconcomemos el problema que
deseamos solucionar, y una vez que hemos identificado el problema procedemos a realizar el diagnóstico para realizar las acciones pertinentes. 2. Generación de soluciones y alternativas: una lluvia de ideas, buscar encontrar muchas soluciones y muchas alternativas. Se pueden formular muchas hipótesis.
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