Moral Católica La moral no es una jaula ni una prisión que quita la libertad. El conjunto c onjunto de reglas, prohibiciones y mandatos que propone, sirve por el contrario para custodiar la libertad, para que el hombre pueda alcanzar, como individuo y como c omo comunidad, su plena realización. Como las reglas de la salud tienen como fin el garantizar nuestro bienestar físico, así las normas morales son las condiciones necesarias para conducir a la persona al pleno desarrollo de sus capacidades de conocimiento y de amor. omemos omemos como ejemplo las reglas establecidas por la justicia. !i se respetan, se sirve en una sociedad ordenada y pacífica. !i, por el contrario, no son respetadas se dan gravísimos abusos, como robos, homicidios, discordias, enga"os, egoísmos de todo tipo, etc. #tro ejemplo significativo lo ofrecen las normas para conservar el medio ambiente. !i son respetadas, entonces el medio ambiente ayuda al hombre a vivir feliz. En caso contrario pueden derivarse consecuencias tan graves que pongan en peligro la misma e$istencia humana. Las reglas, como se ve, no obstaculizan sino que facilitan y favorecen la consecución de los resultados que nosotros deseamos. Comprendamos así las palabras de %es&s' (!i quieres entrar en la vida, observa los mandamientos( )*t. +, +-.
Las acciones humanas 1. ¿Qué es la moral católica?
La moral católica es el conjunto de las normas que ense"an al hombre cómo debe comportarse para vivir seg&n /ios, y así realizarse así mismo y alcanzar despu0s de esta vida la felicidad eterna del 1araíso.
2. ¿Es posible resumir en pocas palabras la enseñanza de la moral católica?
!e puede resumir en pocas palabras la ense"anza de la moral católica diciendo que la cosa m2s importante, es m2s, la &nica cosa verdaderamente importante es vivir, vivir, crecer y perseverar hasta el final en la gracia de /ios, observado los mandamientos y evitando el pecado, sobre todo el pecado mortal, para merecer así la felicidad eterna. . ¿Es di!"cil practicar la moral católica?
La moral católica es e$igente y comprometida, porque nos propone un ideal altísimo, el de vivir como hijos de /ios, pero somos ayudados en nuestro camino por los ejemplos de 3uestro !e"or %esucristo, de la 4irgen *aría y de los !antos, y sobre todo por la gracia del Espíritu !anto que nos da en los sacramentos y podemos siempre pedir en la oración. La dificultad del empe"o es despu0s compensada por aquella gratificación, paz y alegría interior que derivan de la conquista de todo gran ideal.
La moral se ocupa de las acciones humanas. Las verdaderas acciones humanas son aquellas que dimanan de la libre voluntad del hombre. 51ero el hombre es verdaderamente libre6 Ciertamente sí, inequívocamente' puedo querer una manzana o una pera, o tambi0n no querer nada. Los distintos condicionamientos )familia, escuela, costumbres en la mayoría de los casos no quitan la libertad, pero la pueden limitar. 1or 1or lo tanto es necesario afirmar que la libertad de base permanece, y todos tenemos la e$periencia, no obstante los condicionamientos, de que podemos obrar seg&n nuestro arbitrio. 7dmitiendo, pues, que la verdadera acción humana es aquella que es libre, la moral no mira si nuestra acción es importante o no, si es eficaz o no, si es aplaudida o no. Lo que cuenta para la moral es si la acción que estamos realizando es buena o mala. /ecir por tanto que las acciones son morales o inmorales equivale a decir que las acciones son buenas o malas. m alas.
2. ¿Es posible resumir en pocas palabras la enseñanza de la moral católica?
!e puede resumir en pocas palabras la ense"anza de la moral católica diciendo que la cosa m2s importante, es m2s, la &nica cosa verdaderamente importante es vivir, vivir, crecer y perseverar hasta el final en la gracia de /ios, observado los mandamientos y evitando el pecado, sobre todo el pecado mortal, para merecer así la felicidad eterna. . ¿Es di!"cil practicar la moral católica?
La moral católica es e$igente y comprometida, porque nos propone un ideal altísimo, el de vivir como hijos de /ios, pero somos ayudados en nuestro camino por los ejemplos de 3uestro !e"or %esucristo, de la 4irgen *aría y de los !antos, y sobre todo por la gracia del Espíritu !anto que nos da en los sacramentos y podemos siempre pedir en la oración. La dificultad del empe"o es despu0s compensada por aquella gratificación, paz y alegría interior que derivan de la conquista de todo gran ideal.
La moral se ocupa de las acciones humanas. Las verdaderas acciones humanas son aquellas que dimanan de la libre voluntad del hombre. 51ero el hombre es verdaderamente libre6 Ciertamente sí, inequívocamente' puedo querer una manzana o una pera, o tambi0n no querer nada. Los distintos condicionamientos )familia, escuela, costumbres en la mayoría de los casos no quitan la libertad, pero la pueden limitar. 1or 1or lo tanto es necesario afirmar que la libertad de base permanece, y todos tenemos la e$periencia, no obstante los condicionamientos, de que podemos obrar seg&n nuestro arbitrio. 7dmitiendo, pues, que la verdadera acción humana es aquella que es libre, la moral no mira si nuestra acción es importante o no, si es eficaz o no, si es aplaudida o no. Lo que cuenta para la moral es si la acción que estamos realizando es buena o mala. /ecir por tanto que las acciones son morales o inmorales equivale a decir que las acciones son buenas o malas. m alas.
odas odas las par2bolas de %es&s, en particular la del buen samaritano )Lc. +8, 98ss, indican cu2les son las acciones buenas que se han de hacer, y cu2les las malas que se han de evitar. evitar. #. ¿$e %ué acciones se ocupa la moral?
La moral se ocupa de las acciones humanas, es decir, de aquellas acciones que q ue el hombre realiza con conciencia y deliberación, y que por lo tanto implican su libertad y su responsabilidad. &. ¿Qué es la libertad?
La libertad es la capacidad, arraigada en la razón y en la voluntad, de obrar o no obrar, obrar, o bien, de hacer una cosa en vez de otra. Ella pone a la persona p ersona en condición de dirigirse a sí misma. '. ¿E(isten !actores %ue pueden mermar la libertad ) la responsabilidad del hombre?
La libertad y la responsabilidad del d el hombre pueden ser disminuidas o anuladas por la ignorancia, por la violencia, por el temor y por varios condicionamientos psíquicos o sociales. *. ¿La i+norancia aten,a siempre la responsabilidad de una culpa?
La ignorancia aten&a y hasta quita la responsabilidad de una culpa en la medida en que ella misma no esa culpable. culpab le. -. ¿ambién las pasiones disminu)en la responsabilidad?
Las pasiones, esto es, aquellas emociones o movimientos de la sensibilidad que empujan a obrar o a reaccionar de modo instintivo, disminuyen la responsabilidad sólo cuando son padecidas involuntariamente, de ordinario aumentan la responsabilidad. /. ¿Cu0l es el in!luo de los h0bitos sobre la responsabilidad?
Como las pasiones, así tambi0n los h2bitos pueden disminuir o aumentar la responsabilidad seg&n que sean sufridos involuntariamente, o bien cultivados voluntariamente. 1. ¿En base a %ué podemos decir %ue una acción humana es buena o mala?
La bondad o no de una acción humana depende de tres factores' del objeto, de las circunstancias y del fin. 11. ¿Qué es el obeto?
El objeto, o contenido, es el bien, verdadero o presunto, sobre el que recae directamente la acción. 12. ¿Qué son las circunstancias?
!on las diversas situaciones que se unen al objeto, o contenido, modific2ndole en una cierta medida el valor moral. 1. ¿Qué es el !in?
El fin, llamado tambi0n intención, es aquello a lo cual tiende el hombre al realizar una acción determinada. 1#. ¿En %ué modo estos tres !actores act,an para %ue una acción humana sea buena o mala?
1ara que una acción determinada sea moralmente buena deben ser buenos los tres factores. 1or el contrario, para que sea m2s o menos mala basta que sea m2s o menos malo uno solo de ellos. 1&. ¿3o es cierto %ue lo %ue cuenta es sólo la intención?:na intención buena
no puede jam2s hacer bueno aquello que en sí mismo es malo. El fin no justifica los medios.
1'. ¿4a)5 pues5 acciones %ue am0s es l"cito realizar5 ni si%uiera con las meores intenciones?
En el caso en que el objeto o contenido de la acción sea intrínsecamente malo jam2s es lícito quererlo, ni siquiera con las mejores intenciones' por ejemplo, jam2s es lícito, en ning&n caso, matar a un inocente. 1*. ¿Qué es la conciencia?
La conciencia es el juicio de la razón mediante el cual la persona valora si la acción que va a realizar, o que ya ha realizado, es buena o mala. 1-. ¿Cómo se puede cali!icar la conciencia? La conciencia puede ser verdadera
)recta o falsa )errónea. 1/. ¿Qué si+ni!ica esta distinción?
La conciencia es verdadera o falsa seg&n que su juicio concuerde o no con la verdad objetiva de la ley moral. 2. ¿Es siempre pecado ir contra la conciencia?
!í, es siempre pecado. ; el pecado es grave si el objeto o contenido de la acción es juzgado como grave. 21. ¿6i se si+ue la propia conciencia 7) por tanto si es de buena !e85 pero se realizan de hecho acciones obeti9amente malas5 se comete pecado?
!e comete pecado cuando se es culpable de la propia ignorancia y de la consiguiente incapacidad de dar una correcta valoración de las propias acciones. ; esto ocurre a menudo, porque no todos se preocupan de instruirse y de educar su conciencia. 22. ¿Cómo se educa la propia conciencia?
!iguiendo y profundizando la ense"anza de la
=uien se encuentra en la duda de conciencia, antes de obrar debe esclarecer la duda. %am2s es lícito realizar una acción si se duda que sea pecado.
La ley Divina La ley divina se expresa en los mandamientos de Dios y en los preceptos de la Iglesia. Los mandamientos y los preceptos son la síntesis concreta de todo lo que el hombre debe hacer o evitar para adquirirla las virtudes, conquistar la verdadera libertad y alcanzar el Sumo Bien. Dios ha dado su ley para que el hombre no se engae sobre lo que es su verdadero bien. ! menudo sucede que las personas no quieren entender para no tener que hacer el bien, es decir, encuentran muchos argumentos para "usti#icarse, y hacer aquello que es m$s #$cil y c%modo en vez de lo que es "usto. &ada mandamiento o precepto contiene una parte positiva 'las (ordenes( que se deben cumplir) para realizar el bien, y una parte negativa 'las (prohibiciones( que se deben observar) para evitar el mal. Los mandamientos se pueden comparar con la (receta del m*dico(. +l m*dico en su prescripci%n compendia su ciencia manda lo que debemos hacer e indica lo que debemos evitar para adquirir y mantener la salud y el bienestar #ísico. !sí, Dios con los mandamientos prescribe lo que debe ser cumplido y prohíbe lo que debe ser evitado para que alcancemos y conservemos nuestra salud y belleza interior, con#ormes a la dignidad humana y a nuestra adopci%n de hi"os suyos. -esucristo, que es (el camino, la verdad y la vida(, es el maestro que nos ensea c%mo deben ser observados de modo per#ecto los mandamientos y los preceptos. 139. ¿Qué es la ley de Dios?
+s el camino que Dios nos indica para conducirnos a la plena realizaci%n de nosotros mismos, y a la consecuci%n del #in de nuestra vida que es la #elicidad eterna. 140. ¿Cómo se divide la ley de Dios?
La ley de Dios se divide en ley natural y ley revelada. 141. ¿Qué es la ley natural?
+s aquella ley en el coraz%n de todo hombre que nos manda ante todo hacer el bien y evitar el mal. +lla ordena, pues, obrar siempre segn la raz%n para alcanzar los bienes #undamentales del hombre, o sea, la conservaci%n de la propia existencia, la procreaci%n y la educaci%n de los hi"os, la bsqueda de la verdad, sobre todo la verdad de Dios y la construcci%n de una sociedad humana basada en la "usticia. 142. ¿Qué es la ley revelada?
+s la ley promulgada por Dios en el !ntiguo y en el /uevo testamento. 143. ¿Qué añade la ley revelada a la ley natural?
!ade esencialmente los dos preceptos de la caridad enseados por -ess 0 !mar$s al Seor tu Dios con todo tu coraz%n, con toda tu alma y con todas tus #uerzas. 0 !mar$s a tu pr%"imo como a ti mismo. 144. ¿Dónde est sinteti!ada toda la ley divina" tanto la natural #omo la revelada?
La ley de Dios est$ sintetizada en los diez mandamiento. ! ellos se aadieron despu*s los preceptos de la Iglesia.
>racia
La :racia >racia es palabra que denota la belleza, la bondad, el encanto, el reconocimiento )la lengua espa"ola tiene una palabra bellísima' ?gracias@.
1ara la fe cristina la gracia encierra todos estos significados y mucho m2s' designa el amor que el !e"or manifiesta por todos los hombres. al amor culmina en el don que /ios hace de su propio Aijo %esucristo, el cual se hace hombre para que los hombres lleguen a ser hijos de /ios y herederos de sus bienes, llamados a habitar en su misma casa, el 1araíso. La gracia, esto es, la vida divina en nosotros, es ofrecida por /ios generosamente, no se niega nunca a nuestras oraciones, y en la justa medida nos socorre en nuestras necesidades. Los hombres tienen un solo deber' el de acogerla. 7un cuando pueda parecer increíble, a menudo el hombre no acepta este don maravilloso del amor de /ios. 1ero /ios insiste y nos repite a cada uno de nosotros como al 1ueblo de
La gracia es un don sobrenatural mediante el cual /ios nos hace partícipes de su vida trinitaria. '#. ¿Cómo se di9ide la +racia?
La gracia se divide en santificante y actual. '&. ¿Qué es la +racia santi!icante?
La gracia santificante es un don permanente y sobrenatural, es decir, superior a las posibilidades de la naturaleza, que eleva y perfecciona nuestra alma haciendo que seamos hijos de /ios y herederos del cielo. ''. ¿Qué es la +racia actual?
La gracia actual es una intervención de /ios que mueve al alma hacia el bien sobrenatural6 '*. ¿;or %ué se llama actual?
!e llama actual porque no es una cualidad permanente, sino una ayuda transitoria. '-. ¿4a) al+una relación entra la +racia santi!icante ) las tres 9irtudes teolo+ales?
La gracia santificante est2 siempre acompa"ada de las tres virtudes teologales y de los dones del Espíritu santo. '/. ¿Es 9erdad también lo contrario5 esto es5 %ue las tres 9irtudes teolo+ales est0n siempre unidas a la +racia?
3o, lo contrario no es siempre cierto, porque tambi0n quien est2 privado de la gracia santificante puede conservar la fe y la esperanza, mediante las cuales con la ayuda de la gracia actual puede comprender el camino de retorno a /ios, es decir, de la plena conversión. *. ¿La +racia santi!icante es compatible con el pecado mortal?
La gracia santificante no es compatible con el pecado mortal, que se llama precisamente (mortal( porque, haciendo perder la gracia santificante, destruye la vida sobrenatural del alma. *1. ¿Qué es la usti!icación?
La justificación es el pase del estado de pecado al estado de gracia. *2. ¿Cómo 9iene la usti!icación?
En quien no est2 bautizado la justificación viene a trav0s de la fe que conduce al sacramento del bautismo. 1or el contrario, en el caso de un pecador ya bautizado la justificación viene mediante el sacramento de la 1enitencia o Confesión.
*. ¿Qué si+ni!ica la e(presión< =estar en +racia de $ios=?
(Estar en gracia de /ios( significa poseer la gracia santificante, es decir, tener el alma libre del pecado mortal. *#. ¿Es importante 9i9ir la +racia de $ios?
4ivir en gracia de /ios, y en particular morir en gracia de /ios, es la &nica cosa verdaderamente importante para el hombre. *&. ¿Cómo se llama el don por el cual el hombre obtiene morir en +racia de $ios?
El don por el cual el hombre obtiene el morir en gracia de /ios se llama (perseverancia final(. *'. ¿Cómo se puede obtener la perse9erancia !inal?
El gran don de la perseverancia final puede ser obtenido con la oración humilde y confiada, hecha confiando sobre todo en la intercesión de la Dienaventurada 4irgen maría, a la cual pedimos a menudo que interceda por nosotros (en la ora de nuestra muerte(. **. ¿Qué es el mérito?
El m0rito es un cierto derecho de recibir una recompensa por las propias acciones. /ios concede gratuitamente este derecho a quien est2 en estado de gracia, por el cual las acciones buenas realizadas por el hombre merecen un aumento de la gracia misma y, si el hombre persevera hasta el final, la vida eterna. *-. ¿Qué es la santidad cristiana?
La santidad cristiana es aquel estado en el cual el hombre, habiendo así alcanzado la plena conformación con Cristo, vive la caridad de manera perfecta bajo la guía del Espíritu !anto.
Objetivos de la educación ética y moral Los objetivos de la educación ética y moral están nucleados alrededor de los conceptos de autonomía y autorrealización: •
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Una tarea indeclinable de la escolaridad en todos sus niveles debe ser el desarrollo de la autonomía en los alumnos. Formar personas capaces de pensar por si mismas, de actuar por convicción personal, de tener un sentido crítico, de asumir responsabilidades requiere reconocer sus capacidades para asumir los valores, actitudes, normas que le trasmiten los dierentes ámbitos de socialización, al tiempo que se reconoce su capacidad de apropiarse activamente de estos contenidos culturales y recrearlos y construir nuevos valores. !e trata de avorecer el desarrollo de una conciencia moral autónoma, subrayando el proundo arrai"o y dependencia del ser #umano del conte$to cultural en el cual se orma, al tiempo que se reconoce su capacidad de razonamiento, de abstracción que le permite tomar distancia de esto que le es dado, y asumirlo críticamente a partir de valores y principios que #acen reerencia a contenidos universalizables% un ejemplo de estos contenidos son los derec#os #umanos. La practica educativa dentro de la escolaridad ormal debe permitir al joven el desarrollo, la diversiicación, la coordinación, la jerarquización, la toma de conciencia de sus motivaciones en relación con la actividad escolar, con su vida social, con su uturo trabajo, y el papel que allí tiene su propia determinación y la orientación a partir de un sentido y una si"niicación muy personal, respecto a lo que es una vida buena, una vida deseable% debe capacitarlo y posibilitarle la construcción de proyectos de realización personal, empezando por un proyecto dentro de su vida escolar y avanzando #acia un proyecto laboral y proesional y de orma más amplia un proyecto de vida. La vida escolar requiere un trabajo permanente alrededor de un proyecto ético, que #a"a conscientes a todos los participantes de la necesidad de unos criterios, unas normas, unas actitudes que avorezcan la convivencia y permitan el desarrollo de unos propósitos comunes y otros individuales % la vida democrática empieza por casa. La construcción de una sociedad democrática abarca todos los ámbitos de la vida social y nos implica en nuestra vida personal, persona y laboral. La b&squeda del consenso alrededor de unos mínimos #ace parte de la construcción de la comunidad educativa. 'sta construcción no parte de cero, retoma (y este es uno de los aprendizajes), parte de unos valores que nos #an aportado distintas sociedades desde los "rie"os, #asta la ilustración pasando por el aporte de al"unas reli"iones y los desarrollos culturales de distintas comunidades indí"enas y otras culturas no occidentales, no suicientemente reconocido% aporte que debe ser apropiado y reconstruido. *alores como el respeto mutuo, la cooperación, la reciprocidad, la equidad, la libertad, la solidaridad, la democracia, el sentido de la responsabilidad y cuidado de uno mismo, de los otros, de la naturaleza, etc. La educación ética y moral en todas sus ormas y en todos los momentos debe tener como uno de sus ines la luc#a contra la doble moral que separa y coloca en oposición lo que se dice y lo que se #ace % doble moral que tiene tanto peso en nuestra vida social y que "enera de un lado escepticismo y rec#azo de parte de nuestros jóvenes #acia todo lo moral, en su conjunto % y de otro "enera también un acilismo, dado que la educación moral se resuelve mediante una predica
que #ace el adulto (padre de amilia o maestro), o se reduce a unos enunciados que se consi"nan en un te$to o se queda en un documento que contiene el +proyecto de educación moral de la institución. 'l lo"ro de una co#erencia y consecuencia entre la teoría y la práctica es uno de los retos más "randes de la educación en su conjunto. •
'l reconocimiento de la inte"ridad del ser #umano, de un sentido proundo de totalidad en todas sus e$periencias y maniestaciones es una e$i"encia de la educación moral% admitir que sólo con ines analíticos es posible separar lo co"nitivo, lo aectivo, lo intuitivo, lo racional, etc. Las demandas, e$i"encias, e$pectativas de la vida social tienden a ra"mentar al individuo. La escuela debe buscar #acer un reconocimiento de la persona en la sin"ularidad y sentido de unicidad que tienen todas sus e$presiones y todas sus vivencias, debe luc#ar contra todas las prácticas que tienden a la #omo"eneización. La construcción de la escuela como proyecto multicultural requiere del reconocimiento de la dierencia, la pluralidad y la sin"ularidad, al tiempo que se trabaja sobre las desi"ualdades, en b&squeda de la equidad, en términos de una educación que avorezca la i"ualdad de oportunidades.
4.2 Ética y Educación -odo acto educativo encierra un comportamiento ético, toda educación es ética y toda educación es un acto político, no solo por el ejercicio ormativo en sí mismo, sino por sus consecuencias. 'l propósito undamental de toda educación es preparar para el mundo de la vida. 'llo implica abarcar dos dimensiones de acción o de comportamiento: el mundo de la vida desde el cuidado y la atención de uno mismo, y el mundo de la vida desde el cuidado y la atención a los demás o lo que "enéricamente llamamos, desde la anti"ua recia : el cuidado de la ciudad. La subjetividad en consecuencia se abre a las dos dimensiones, antes se/aladas, la subjetividad individual o el autoconocimiento y la autoestima personal y la subjetividad colectiva o el autoconocimiento y la autoestima, como parte de un todo, desde los dierentes niveles de la interacción social.(01) -oda educación si"niica para el educador como para el educando la recepción o transmisión de un saber social previamente e$istente, que más allá de su especiicidad técnica o de su utilidad práctica, viene car"ado de un sentido conte$tual. -odo saber responde a representaciones colectivas que, en mayor o menor "rado, incorporan pulsiones valorativas sobre el mundo objetivo y subjetivo. 2or ello, para el educando, todo acto educativo implica una relación de universal #eteronomía. 's un ejercicio de socialización en el que nos incorporamos al torrente de un mundo ya e$istente, car"ado de contenidos, de jerarquías, de escalas valorativas y de evidentes y apreciables n&cleos morales, normativos, unas veces represivos, otras, permisivos. La actividad educativa no es solo un acto unilateral de transmisión o de incorporación pasiva de saberes y conocimientos. La educación es también un proceso mediante el cual el propio sujeto crea y recrea los sentidos del conocimiento. !i esto acontece con los conocimientos de las llamadas ciencias naturales y e$actas, donde es posible una mayor ormalización de los métodos y los objetos de conocimiento, mayor es el jue"o de reinterpretación y si se quiere de libertad en relación con saberes que condensan representaciones sociales, tradiciones culturales, reerencias éticas, morales y normativas, donde el
estatuto de le"alidad cientíica y objetiva es de suyo más problemático y alible , puesto que cae en el campo de la comprensión de los sentidos. 3ás que el carácter especíico que #emos se/alado al conocimiento social y a la auto representación del mundo moral que elaboran los "rupos #umanos, el conocimiento de un sentido ético y moral del mundo pasa, en mayor o menor medida, por un "rado de apropiación, validación, adecuación, rec#azo y construcción #eterodo$a de sentidos propios y personales del comportamiento moral y ético: de al"una manera pactamos con las creencias de nuestros mayores. 2or muy pasiva y repetitiva que parezca una conducta moral, su ortaleza está más dada por la interiorización, por el reconocimiento íntimo de su validez, justeza o pertinencia, antes que por la mera repetición mecánica. 2or muc#o que nos ima"inemos el comportamiento más #eterónomo posible de un joven o de un adulto, #abrá momentos en el que rente a situaciones cambiantes, el sujeto en cuestión, tendrá que tomar una decisión con un "rado mínimo pero e$istente de elección voluntaria, de convencimiento y de pasión, es decir, en otras palabras, con un "rado rudimentario de conciencia subjetiva del trance en el que se #alla. -rance en el que tiene que ele"ir entre los comportamientos posibles y las consecuencias esperadas. !i reconocemos ese complejo cuadro de condiciones conte$tuales, autobio"ráicas, intrasubjetivas, culturales e #istóricas sabremos que siempre se nos presentarán dos dimensiones de nuestro actuar ético y moral: 2rimera, el balance y ajuste de cuentas con los n&cleos éticos y morales que nos son dados, lo que nos viene de auera, es decir, rente aquello ante lo cual, en mayor o menor medida, seremos #eterónomos. !e"unda, la airmación pro"resiva de un actuar en el mundo con base en principios y má$imas, ruto de nuestra propia elaboración individual, es decir, la capacidad de ser autónomo, autore"ulado y responsable e imputable &nico de nuestros propios comportamientos prácticos. 4mbas dimensiones requieren construir una personalidad moral o una subjetividad de cierto talante y de cierta ortaleza o ánimo para enrentar el mundo y batirse con el Sapere aude5antiano. 's lo que los espa/oles si"uiendo a 6rte"a y asset, llaman “ tener la moral en alto o estar moralizado ante la vida”. !omos una especie ética por dos razones muy elementales: Una, por que nos movemos en un mundo con un "rado de libertad, ininitamente mayor que cualquiera de las otras especies. 7o somos esclavos de los determinismos ísicos o bióticos, tenemos capacidad de respuesta ante situaciones inesperadas, nos adaptamos e innovamos. !omos la especie menos acabada de #acer y por lo mismo más abierta a muy variadas posibilidades de desarrollarse, de completarse o intentar #acerlo mediante la libertad de esco"er y de rectiicar.(08) 9os, somos la &nica especie que tiene que dar cuenta de sus actos y justiicar su conducta. (0) La ética y la moral, son in#erentes a nuestras vidas como personas y como miembro constitutivos de una sociedad.
El lugar de la educación ética y moral !i antes airmamos el carácter ético y moral de todo acto educativo, a#ora airmamos la especiicidad de la educación ética y moral como aquella que se ocupa justamente de ormar y preparar a la persona como sujeto moral para que pueda construir y ejercer su condición de ser #umano en el mundo. 'n esto, justamente estriba la importancia trascendental de toda educación especíicamente ética y moral. 2ero, en ello radica también la e$cesiva demanda de resultados que se le #ace a ella misma. !i la educación ética y moral prepara para la vida, es necesario reconocer que el arte de la vida escapa a cualquier in"enua pretensión de ser ense/ado como por ejemplo, se ense/a a #ablar, a caminar, o, a sumar o restar. 'n la esera más trascendental de nuestra propia constitución y autoormación como especie por ortuna no #ay certezas, ni recetas salvadoras. 7o e$iste una &nica vía para la ormación del sujeto moral, ni tampoco una senda se"ura para el lo"ro de la elicidad tanto individual como colectiva. 2or ortuna, lo que e$iste ante nosotros es un campo de m<iples posibilidades que nos emplaza a ser creativos, a arontar las incertidumbres con todo lo problemático que puedan ellas tener y a reconocer el límite de nuestras posibilidades. La educación ética y moral debe ser colocada en su sitio. 7o se le pueden pedir mila"ros o que salte por encima de su propia sombra. !e le debe pedir que aronte el problema de ser y estar en el mundo, que no eluda responsabilidades, que se ije metas y objetivos , pero que sobre todo, reconozca el carácter #umano, demasiado #umano que la comporta. La educación ética y moral desde lue"o no es responsabilidad e$clusiva ni de los maestros, de al"una área curricular especíica, ni del resto de la escuela, de la amilia. !in embar"o, la educación moral debe tener claramente deinido el lu"ar que ocupa en el seno de las prácticas ormativas y educativas de la sociedad. La educación en valores éticos y morales ata/e directamente tanto a la educación ormal, como a la inormal y a lo no ormal. 'n relación con la educación ormal, la ormación en valores éticos y morales, de suyo debe ocupar un lu"ar central en el mundo de la escuela. 7o obstante, por su naturaleza, en la medida que se ocupa de los comportamientos de la vida, ella no se debe limitar a un simple lu"ar en el currículo. -anto en el currículo e$plícito como en el oculto, como en cualquier otro lu"ar o tiempo donde se ten"a vida individual o colectiva, se presentan las situaciones, moral y éticamente si"niicativas. 'n todo lu"ar donde se viva en conte$tos éticos y morales , a#í debe estar la educación ética y moral. 'se es el verdadero sentido de la transversalidad y universalidad de la preocupación ética y moral dentro de la vida educativa. ;on la ética y la moral pasa un poco con lo que acontece con el idioma, aprendemos castellano% en una clase determina pero en las restantes clases, en los recreos, en la ila y a&n en solitario, #ablamos y pensamos en castellano% sino manejamos con una destreza mínima nuestra len"ua com&n, poco y nada podremos aprender en los demás campos del conocimiento. <"ualmente, el actuar ético y moral esta presente a lo lar"o y anc#o de la escuela y toda actuación o circunstancia, por insi"niicante que sea, es susceptible de un tratamiento ético y moral. 7o obstante todo lo anterior, en la estructura curricular
ormal debe #aber un claro lu"ar para dedicarse, especíicamente a estudiar todo lo relacionado con la ormación ética y moral. La presencia transversal de la educación ética y moral como su presencia especíica en un lu"ar del currículo, tiene orzosamente que reorientar al"unos contenidos curriculares de áreas pró$imas o aines. 'stamos #ablando en concreto del necesario apoyo que deben brindar a la ormación ética y moral, materias como la #istoria, la "eo"raía o los temas de ilosoía, sicolo"ía, economía, educación se$ual, educación ambiental, las mismas clases de reli"ión y las cátedras de democracia. !in embar"o, aunque #ay que "arantizar el conocimiento pro"resivo de los conceptos undamentales en ética y moral, es tanto o más importante poder adelantar la rele$ión conjunta de los #ec#os y los sucesos de si"niicación moral, en el momento y en el lu"ar que sea necesario. 9esde lue"o, un campo crucial para el ejercicio de la educación ética y moral es el relacionado con el clima moral de la institución educativa, no solo en la actividad académica convencional, como en la elaboración y vi"encia de: el 2royecto 'ducativo osé 3aría 2ui", bellamente deinen el oicio del docente en la artesanía de la educación moral: “ ¿Y los profesores cómo lo hacemos? Es decir, cómo nos situamos en eso. la mejor metáfora es la del aprendiz. Es decir, los profesores ni van a llenar el sujeto ni van a esperar sentados la maduración de este sujeto, ni lo van a poner en las condiciones eperimentales del la!oratorio. "a idea de tra!ajo supone #ue ha$ unas personas% $ aprendices está en plural % #ue van a aprender a construirse, #ue se van a construir as& mismos, pero se van a construir a s& mismos constru$'ndose ellos, pero es verdad #ue con la a$uda de tutores $ a propósito de un tra!ajo, de una tarea, $ esto ha de funcionar a la vez. Entonces el tutor, ciertamente #ue es al(uien #ue da (u&a, pero #ue no elimina el tra!ajo imprescindi!le #ue de!e realizar el aprendiz. Y el aprendiz hará piezas malas, $ hará piezas cada vez mejores, $ en este sentido entendemos #ue podr&amos reco(er, pues, una mejor idea de lo #ue puede hacer un educador en el ám!ito de la educación moral.” (0?) 'star en el mundo con sus implicaciones éticas y morales le acarrea a todo ser #umano el tener que moverse en un jue"o complejo de intereses, sentimientos, convicciones, creencias, costumbres, tradiciones, #ábitos, ormas de ser y de #acer, es decir, en pocas palabras: autoreerencias y #eteroreerencias. La vida se torna compleja, cada vez es menos llamativa la idea de despreocuparnos de ella o de no tomarla en serio. 'n respuesta a lo anterior aparecen una serie de demandas a la educación en "eneral y a la educación ética y moral en particular% resulta más ur"ente que nunca conocernos y conocer nuestro entorno. ;on ello, desde el punto de vista ético y moral se #ace necesaria una esera co"nitiva: conocimiento del mundo, de nosotros mismos, de los otros, de nuestros intereses, y sobre todo, conocimiento del conocimiento que nos #abilita para representarnos un estatuto del mundo y actuar en
él. La otra esera de la ética y la moral es la de los estados aectivos, empatías y antipatías que movilizan las pasiones y los estados sentimentales uertes o débiles. ;omo las dos eseras de la vida ética y moral e$isten unidas e inseparables, aparece la necesidad de pensar, sentir y actuar y dar cuenta, en mayor o menor medida, #acia los otros o #acia nosotros mismos de una parte no despreciable de nuestros pensamientos, sentimientos y de nuestros actos. La educación o la ormación ética y moral requiere ser vista como un todo sin detrimento de sus dierentes y necesarios niveles: co(nitivo ( uso de la razón en el conocer y en el establecer un orden y sentido del mundo de dierente "rado de universalidad e inmutabilidad) del cual se sea responsable, el afectivo (autoestima, las pulsiones sentimentales, amores y odios), la educación #abitual o há!ito ( predisponernos para actuar de determinadas maneras con cierta le$ibilidad como re"ularidad) orjar carácter o construir manera de ser ante cada una de las situaciones concretas del mundo.
4.3 Contexto Escolar La cultura escolar y la educación etica y moral
el !utoritarismo Ex"l#cito al $o%isma de la emocracia.
9e otro lado, y sin desconocer los "randes avances en este sentido, sabemos que la teoría muc#as veces se aleja o contradice las prácticas, o que la realidad desi"ura los ideales y utopías que con "randilocuencia se e$presan en los debates. 's así como el autoritarismo, el trato irrespetuoso, las prácticas peda"ó"icas pasivas, la ausencia de un espíritu investi"ativo y cientíico, continua siendo preocupación de todos los que estamos deseosos de lo"rar para el país una educación a tono con el espíritu de la época. ;on otros matices y otros contornos, la discusión si"ue siendo la misma . obierno escolar, consejos estudiantiles, personero de los estudiantes, manual de convivencia, posibilitarían el ejercicio de las prácticas democráticas en las escuelas. @ien sabemos la distancia que #ay entre esta utopía y la realidad. Las normas no producen los cambios, indudablemente estos requieren de un proceso de asimilación e interiorización que necesariamente provocará conlictos personales y "rupales. -odo cambio conlleva traumas, y más tratándose de tradiciones y prácticas tan aianzadas en nuestra cultura escolar. (@astaría recordar el trauma que causó en el ma"isterio la implantación de la mal llamada promoción automática.) !umamos #oy cuatro a/os de e$periencia en el trabajo de #acer realidad la ley de educación, sin duda #ay avances, pero las investi"aciones a&n nos #ablan de ormas de autoritarismo disimulado, de democracias ormales, de prácticas irrespetuosas de maniestaciones de avoritismo, de evaluaciones arbitrarias, de estancamiento académico. ;on una ac#ada y un discurso democrático se ocultan realidades que los contradicen. La escuela tradicional #a mantenido una preocupación por la disciplina, la vi"ilancia y el orden, que responde a una ormación moral undamentada en la imposición de valores, normas y pro#ibiciones, que obstaculizan el libre desarrollo de la personalidad de los estudiantes y, por lo tanto, su autonomía. 'jemplos de esto serían las e$i"encias, muc#as veces irracionales rente al uniorme, al corte de pelo, el maquillaje, o al tratamiento rente a los comportamientos se$uales de los jóvenes. ;onstruir una escuela en la que cada uno de sus miembros ten"an la oportunidad de e$presar y de que se ten"an en cuenta sus ideas, iniciativas, propuestas y sentimientos, implica ante todo un cambio de mentalidad, un cambio de actitud, supone concebir la democracia como una orma de vida, como parte de nuestra orma de ser y de relacionarnos con los demás , es sentirla, es convivir con ella , en la b&squeda de #acerla cada día más perecta. La construcción de una cultura escolar democrática, es al"o más que la utilización de los espacios, mecanismos y procedimientos que le #a otor"ado la ley para el ejercicio de la democracia. .
&acia la Construcción de una Escuela 'oderna. 7uestra ;onstitución política y nuestra realidad, #acen claras demandas a la escuela, se requiere de instituciones capaces de ormar a los ciudadanos modernos, autónomos, responsables y solidarios que se comprometan con la construcción del país que queremos los colombianos. 'sas subjetividades no podrán ser ruto más que de instituciones libres y abiertas, deliberantes y plurales, críticas y comprometidas con la sociedad que las alber"a. La escuela, deberá ser parte activa en la construcción del destino compartido de los colombianos, en ella y a partir de ella los espacios de diálo"o y deliberación p&blica podrán ser ampliados y cualiicados, #aciendo real y viva la posibilidad de la democracia. .
La escuela deberá ser también un espacio de encuentro multicultural , y de m<iples saberes, en la que ten"an cabida todas las corrientes del pensamiento, todas las teorías y la sabiduría popular, y donde el inconormismo propio de la juventud encuentre canales para su e$presión y transormación en proyectos viables de superación individual y colectiva. 4l aco"er las iniciativas e ideales de la juventud, la escuela se convertirá en el espacio más propicio para el prota"onismo de las nuevas "eneraciones. 9e esta manera concebimos la escuela moderna, ormadora de sujetos autónomos, bienvenidas todas las nuevas tecnolo"ías que puedan ayudar en este proceso, pero a&n sin ellas, estamos convencidos que allí, en el más apartado lu"ar de nuestro país, en el que la electricidad y el teléono si"uen siendo servicios de lujo, podrá e$istir una escuela pensante y un docente crítico y comprometido, que #a"a posible este sue/o.
Los (etos de la Educación y de la )edagog#a en 'ateria de Educación Etica y 'oral. La Formación 'tica y 3oral debe ser asumida por la escuela como un reto tendiente a "enerar cambios en las relaciones que se dan dentro de la escuela para dotarla de un nuevo sentido, #acer un ejercicio de deconstrucción=reconstrucción cultural, para deinir qué se debe cambiar y qué debe permanecer dentro de la escuela que tenemos, en la perspectiva de construir colectivamente nuevos modelos de convivencia social basados en una nueva cultura escolar. 9ic#o reto debe llevar así mismo a +pensar la institución educativa como laboratorio social en la cual se propicien e$periencias para el reconocimiento del otro, la aceptación de la diversidad cultural, la tolerancia, la b&squeda de modelos de convivencia y la ne"ociación como mecanismo para el tratamiento de los conlictos, en la perspectiva de la concertaciónA(0B) 9ebe reconocer el carácter pluri=étnico y pluricultural del país, permitir la convivencia de las diversas culturas, así como las diversas concepciones y maneras de ver y entender el mundo. 'llo e$i"e pensar los contenidos y la peda"o"ía adecuada a los dierentes sectores de población, elaborandolos mediante la ne"ociación cultural, con el in de que la educación adquiera sentido a&n para los "rupos étnicos o sociales más desavorecidos. 9ic#a perspectiva comporta otro importante reto para los educadores, en el sentido de comprometerse en la construcción de comunidad peda"ó"ica en el ámbito de la escuela, de lo local, lo re"ional y nacional. 'llo )implica superar las !arreras esta!lecidas entre los epertos $ los t'cnicos #ue se formaron como ela!oradores del pensamiento peda(ó(ico $ los docentes considerados como ejecutantes $ practicantes de la llamada peda(o(&a oficial. Es necesario esta!lecer puentes entre los primeros $ los se(undos, con el ánimo de construir esa comunidad #ue se a!ra a m4ltiples concepciones $ eperiencias peda(ó(icas) 152. 9e esta manera el acto peda"ó"ico deja de ser un acto privado para convertirse en objeto del debate entre los docentes de la institución educativa. 4sí mismo la educación debe comprometerse con llevar al seno de la escuela el debate ético que #a recuperado una "ran actualidad, para inda"ar por el tipo de ciudadanos y de proyecto ético que quiere ayudar a ormar, en el proceso de construcción de una sociedad civil uerte y or"anizada, cimentada en los valores de la democracia, la justicia, la solidaridad, la paz, el respeto por el medio ambiente, el respeto por los derec#os #umanos y el desarrollo de los seres #umanos, como mínimos para ase"urar la convivencia democrática.
'n este sentido la rele$ión debe relejar el carácter plural y poliónico de este debate y debe permitir que los miembros de la comunidad educativa ten"an la oportunidad de conocer las distintas concepciones sobre la ética que concurren a la discusión, para que sean ellos quienes determinen con cual concepción y cual proyecto ético se comprometen.
4.4 Curr#culo y Educación Ética y 'oral 4.4.* Curr#culo Oculto y Curr#culo Ex"l#cito 'n las sociedades primitivas el proceso de socialización se llevaba a cabo a través del contacto directo de las nuevas "eneraciones con el mundo de los adultos. Coy en nuestras sociedades, los procesos de apropiación de los productos sociales se #acen más complejos, la amilia, los medios de comunicación, la calle, la ciudad, las dierentes or"anizaciones sociales, la escuela, el "rupo de pares, participan en la tarea de ormar al #ombre. -odas estas instancias sociales, a su manera, educan a los miembros de su comunidad. 'spacios educativos que al"unas veces se contradicen y desautorizan entre ellos mismos, #aciendo de este acto educativo compartido, un n&cleo conlictivo. 9ebido a su carácter sistemático e intencional, la escuela ocupa un lu"ar especial en el proceso de coni"uración de la individualidad y en el desarrollo de la socialización, sin embar"o no puede reemplazar los otros ámbitos que se constituyen como competencia rente a su labor. 2ero además no puede olvidarlos. Lo que sucede en las aulas escolares tiene una uerte relación con lo que sucede en otras eseras de la sociedad. -odo traspasa sus paredes : conlictos, ideolo"ías, intereses, valores etc. Las ronteras de la escuela van más allá de sus estrec#os linderos, y lo que en ella sucede no podrá ser interpretado sino a la luz del marco socio #istórico y cultural en el que cobran sentido sus prácticas y sus políticas educativas. Dué papel cumplen entonces las instituciones educativas en esta tarea de socialización E ;ompartiendo la idea de que la escuela no es un espacio neutral , sino que por el contrario tiene un uerte sentido político e ideoló"ico, la sociolo"ía de la educación nos #abla de dos unciones aparentemente paradójicas del aparato educativo : eproducción y esistencia, reproducción en cuanto la institución reproduce los contenidos de la cultura social, y resistencia en tanto permite la creación de nuevos valores y contenidos culturales. Los planteamientos que parten de la sociolo"ía de la educación y de la sicolo"ía, #an llevado al terreno peda"ó"ico la discusión entorno a los procesos de socialización que tienen lu"ar en la escuela. ;ontradiciendo las posturas instrumentales de la educación que desconocen el papel ormador de las prácticas e interacciones sociales que tienen lu"ar en el espacio escolar, diversas disciplinas sit&an en un primer plano la característica interactiva y comunicativa de la educación, aduciendo que los estudiantes no solamente aprenden teorías y conductas a partir de los contenidos e$presados en los planes de estudio, sino también y principalmente, como consecuencia de las interacciones sociales de todo tipo que tienen lu"ar en el centro educativo.(0G) 9urante las décadas de los B1 y H1 nuestro país vivió el apo"eo de la educación instrumental y la prevalencia de una concepción cientiicista de la educación, que convertía al maestro en un mecánico,
ajeno a las preocupaciones por el sentido , las intencionalidades y inalidades de la ormación de los estudiantes. La crítica a esta visión instrumental de la educación, colocó sobre la mesa la discusión sobre la dimensión oculta del currículo, dimensión sin la cual #oy día son impensables los procesos peda"ó"icos. 4unque la razón de ser de la escuela está en el ejercicio peda"ó"ico, sus alcances van muc#o más allá. !u condición de ámbito en el que se entrecruzan la cultura que trae el ni/o desde su amilia y "rupo social, con la cultura académica y la cultura de la cual son portadores los demás inte"rantes de la institución, #acen de ella un complejo espacio de interacciones sociales. Fusión de tradiciones e #istoria, saberes, retos, ideales y metas a alcanzar. + 'n las aulas y en los centros #ay al"o más que comunicación de conocimientos de +alta cultura , allí se desarrolla todo un proceso de socialización de los alumnos, y los contenidos del currículo real son los de esa socialización(0I)
Curr#culo Oculto y Educación 'oral ;on recuencia los documentos sobre educación plantean unas "randes metas que no lle"an más allá de las pá"inas del te$to. !in ir muy lejos nuestros 2royectos 'ducativos
2ero a pesar de lo problemático que puede ser iniciar esa +revolución cultural en las mentes y en las aulas, creemos que es este el &nico camino coniable para lo"rar las transormaciones radicales que nuestra escuela requiere. !omos conscientes de que será un proceso lento, los cambios culturales tienen ese ritmo, sabemos por lo tanto que no podemos esperar resultados inmediatos, pero es esta la &nica orma de que las propuestas de educación y en particular las de ormación moral, incidan realmente en la e$periencia de los estudiantes, de la comunidad educativa y de la sociedad en "eneral. J's pertinente abordar el campo del currículo e$plícitoE sin duda si, pero siendo conscientes que con el mejor y más ino de los dise/os no se lo"rará muc#o, si paralelamente no se trabaja en la e$plicitación de los valores que subyacen a las practicas cotidianas de la escuela, buscando de esta manera apro$imar lo maniiesto a lo real. 'n otras palabras, no vale la pena quedarse en la retórica de lo moral, ni llenar la escuela de actividades o eventos que de orma aparente indiquen que se está ormando moralmente. 2odrá #aber muy buenas intenciones , pero corren el ries"o de no trascender más allá de la actividad (campa/as ecoló"icas, jornadas de la democracia, conerencias de ormación ciudadana). !i las propuestas curriculares e$plícitas no se li"an a procesos de transormación cultural en el que estén involucrados todos los miembros que intervienen en el proceso de ormación moral de las escuelas, las propuestas peda"ó"icas quedarán en el nivel de las buenas intenciones.
Lo moral en la vida cotidiana de la escuela Ca #abido cierta tendencia más o menos "eneralizada a reducir lo moral a ciertos momentos o espacios de la vida escolar : problemas relacionados con la se$ualidad, conlictos interpersonales, problemas de violencia, robos etc. 'n contraposición a esta concepción, es necesario comprender que lo moral está presente en todos los ámbitos, espacios y maniestaciones de la vida escolar. -an morales son las actitudes de los proesores con sus alumnos y viceversa, como las ormas de llamar la atención de las ni/as, como la manera como la proesora de preescolar arre"la y or"aniza su aula de clase, como el trato autoritario del rector, como el uso de los aretes y el pelo lar"o de los muc#ac#os, como los #ábitos de orden y puntualidad. 'n el aula la maestra o el maestro, encontrarán la más diversa variedad : unos alumnos tímidos, otros e$trovertidos, unos líderes, otros sumisos, unos ávidos de conocimiento, otros apáticos, unos a"resivos, otros condescendientes, unos colaboradores, otros independientes. 'stará el que no quiere a la proesora, la que lle"a orzada a la escuela, el que lle"a eliz, el que no se e$presa, la que quiere ser modelo, el que se opone a todo, la sociable, el que se ape"a a la proesora, el que impone el desorden, los que orman pandilla, en in una especie de microcosmos rico y complejo. K es en esa amplia "ama de maniestaciones que se coni"ura uno u otro clima moral en la institución. K es también a partir de el que se tendrá que pensar la propuesta ormativa. !obre esa multiplicidad de e$presiones de lo moral, en donde se entrecruzan sentimientos, actitudes, preerencias, intuiciones, "ustos, sentidos, ideales, si"niicados, acciones, saberes, intereses, costumbres, #ábitos etc, es necesario construir el posible papel del docente, reconociendo las diversas demandas que le #acen los ni/os y la institución, y planteándole la pre"unta sobre su desempe/o como educador moral.
'stas demandas serán de diversa índole, al"unos alumnos requerirán aecto, otros solicitarán orientación, otros pedirán que les ayuden a clariicar sus conlictos, otros demandarán que les ayuden a construir sus propios criterios. Unos necesitarán de una se/al de complicidad, otros una se/al de aprobación, otros querrán que los escuc#en otros que los acompa/en, unos que les reconozcan sus cualidades, otros que avalen sus iniciativas. 's la comprensión del complejo entramado social de la escuela, lo que le permite a la maestra o el maestro acercarse al cómo encontrar las estrate"ias más viables y pertinentes a su conte$to.
El maestro como %ormador moral Cemos visto como a través de mensajes implícitos y e$plícitos, la escuela lo"ra en sus alumnos ciertos aprendizajes y comportamientos planiicados y no planiicados, currículo oculto que es el telón de ondo en el que se van coni"urando unos si"niicados y valores de los cuales el "rupo de proesores y alumnos no son plenamente conscientes. !i la escuela en su conjunto educa, el maestro con sus actuaciones también lo #ace. 3uc#os de ellos se convierten en modelos para los estudiantes, otros al contrario despiertan un claro rec#azo. 'sta selección que #acen los alumnos de sus proesores es una de las razones que debe llevar a rele$ionar al docente sobre su papel como educador. !e educa no solo con el discurso, también con la orma en que este se e$prese, con el tono, con la vitalidad o el des"ano, con los énasis y las declinaciones, con los ademanes y "estos, en in con todo lo que se #ace y se deja de #acer. Los estudiantes se convierten así en los primeros jueces de sus proesores, cuestionando su co#erencia entre la teoría y la práctica y entre sus dierentes ormas de e$presión. Un proesor que en su discurso #able de compromiso cuando nunca tiene tiempo para sus alumnos, o que constantemente llame la atención sobre la importancia de obrar con criterio propio cuando siempre se le ve doble"ado rente al rector, pondrá a tambalear cualquier propuesta de educación moral por más cuidado que se #alla tenido en su elaboración. + 'l estudiante recibirá mensajes contradictorios en caso de que un proesor dedicado a ense/ar la di"nidad #umana, si"uiese utilizando en su len"uaje los prejuicios raciales, los estereotipos acerca de determinados "rupos culturales, los lu"ares comunes acerca de la inerioridad o incapacidad de autonomía de la mujer etc.(1) 'sta realidad deberá llevar al docente a rele$ionar sobre su propia ormación moral, sobre sus actitudes, comportamientos y prácticas que aectan directamente la labor educativa, participando de ese modo en el mismo proceso de ormación moral de los alumnos, #aciéndose consciente de la necesidad de ser cada día una mejor persona, di"na de credibilidad y en quien sus alumnos puedan depositar su conianza. 'n palabras de 4n"elo 2apacc#ini diríamos que +el maestro debería enrentar con su ejemplo y práctica diaria las inluencias ne"ativas del medio en el que se desenvuelve el estudiante, y la escuela debería uncionar como un laboratorio para aprender, e$perimentar y construir una comunidad distinta.
4.4.2 Com"onentes y +mbitos de la educación ética y moral '$istirían m<iples maneras de abordar las dierentes dimensiones que inte"ran la persona moral. 'n el presente documento #emos optado por considerar los si"uientes componentes: conocimiento, conianza y valoración de si mismo% autorre"ulación% autorrealización% et#os para la convivencia% identidad y
sentido de pertenencia% sentido crítico% ormación ciudadana% conciencia de derec#os y responsabilidades% competencias dialó"icas y comunicativas% capacidad creativa y propositiva% juicio y razonamiento moral% sentimientos de vinculo y empatía% y actitudes de esuerzo y responsabilidad. 'l interés se #a centrado en #acer un des"lose de estos componentes desde la intención de aportar en la construcción de una propuesta de educación ética y moral. !e #a buscado deinir componentes o ámbitos que sean relativamente áciles de apre#ender e inda"ar en el conte$to escolar. ;orresponde a los maestros en cada conte$to, completar la enumeración de otros componentes si lo cree necesario, establecer prioridades, jerarquizar, etc. !e intenta evitar las tradicionales separaciones entre lo aectivo y lo co"nitivo o entre lo individual y lo social, entre juicio, sentimiento y acción. ;onsideramos que la educación ética y moral se puede llevar a cabo mediante dos "randes vías. 2or un lado encontramos todo el trabajo de aula y el tratamiento de esta educación a partir de lo que se #a denominado curricularizar la educación en ética y moral, y donde es necesario or"anizar un plan de estudios con temáticas y estrate"ias determinadas. 'l objetivo undamental es "enerar un espacio para abordar las dierentes dimensiones del desarrollo ético=moral de los individuos, esto implica pensar qué tipo de elementos son importantes para que tanto maestros como estudiantes participen de él. 'sta tarea se debe realizar a partir de lo que #emos denominado: área especiica y otras áreas curriculares, entendidas como:
,rea Es"ec#%ica;omo su nombre lo indica se trata de construir un área dentro del plan de estudios. 2roponemos unos contenidos y estrate"ias, que desde lue"o podrán ser ampliados o adaptados de acuerdo a las necesidades y requerimientos de las instituciones escolares y las respectivas comunidades educativas.
Otras !reas Curriculares: ;reemos que todo proyecto educativo en si mismo es un proyecto ético, debido a que se preocupa por la inte"ralidad del ser #umano, por tal motivo las dierentes áreas y de acuerdo a su especiicidad deben contribuir a ortalecer una educación ética. 9entro de sus temas se debe permitir la discusión y la rele$ión de las dimensiones del sujeto moral. La otra vía es la que se #a denominado desde distintas corrientes peda"ó"icas como transversalidad. Una educación ética y moral debe atravesar todo la vida escolar, todos los campos disciplinares, permear los distintos ámbitos escolares. 'n esa línea, se deben aprovec#ar e involucrar las vivencias de la escuela que develen y evidencien el +;urrículo 6culto . 'n esta vía, se propone la necesidad de desarrollar cuatro "randes ámbitos:
ivencias y momentos "edagógicos
La idea es construir una serie de actividades o eventos peda"ó"icos que comprometan la vida de la institución y atraviesen todo el conte$to escolar, la responsabilidad de estas actividades o eventos peda"ó"icos es de todos aquellos que intervienen en el acto educativo 'stos eventos peda"ó"icos deben implementar oros, jue"os de simulación, dilemas morales, aceptación de roles. 'n otras palabras, consideramos que a dic#a educación se le puede dar sentidos desde los dierentes proyectos como son% educación en medio ambiente, educación se$ual, educación en ciencia y tecnolo"ía, educación en arte y estética, que pueden ayudar a direccionar el sentido de la educación ética y moral. o mejor atravesarlos. 4l "enerar estos campos, espacios o eventos, las dierentes áreas del conocimiento y los proyectos, desde su óptica, tendrán que decir y proponer. 'stos espacios deben involucrar conceptos como la ne"ociación cultural, el diálo"o de saberes, la b&squeda de consensos sin discriminar los discensos, el reconocimiento de los conlictos y de la vida cotidiana en la escuela.
/obierno escolar 2ara el buen desarrollo de una educación ética y moral debe e$istir un ambiente que permita unas condiciones para el desarrollo de la convivencia, la democracia, y el buen desempe/o de los dierentes estamentos de la comunidad educativa. 'l "arantizar condiciones de acuerdo a las posibilidades de las distintas instituciones es "enerar a la vez espacios propicios para el desarrollo de los ni/os y jóvenes. !e debe involucrar los desarrollos de los 2'< en relación al obierno 'scolar, el 3anual de ;onvivencia, el ;onsejo 'studiantil, y otros mecanismos de participación escolar.
ida Comunitaria2rocesos de intervención en nuestras comunidades, es una manera de involucrara a la escuela con la vida y problemas de nuestro conte$to, es lo"rar ampliar la vida escolar, #acia la cuadra, la calle, el barrio etc.. !e debe inda"ar sobre cómo relacionar escuela=amilia y comunidad, en tanto responsables del acto educativo y como espacios undamentales donde se desarrolla la esera de la socialización de los ni/os y ni/as, de losMlas jóvenes.
ida social 'ste ámbito busca e intenta relacionar las temáticas de ética y moral desarrollados en la institución escolar con los "randes problemas sociales, económicos y políticos que se dan a nivel nacional e internacional. 'l objetivo es "enerar una educación sensible a los temas nacionales y con una perspectiva universal que sea capaz de analizar y rele$ionar sobre situaciones éticas y morales en los anteriores niveles y sea consecuente por la preocupación de la que oet#e airmaba: +7ada de lo #umano me es indierente.
4.4.3 La evaluación en la educación ética y moral
La evaluación en el ámbito de la educación ética y moral requiere de una mirada y un tratamiento especial, pues los contenidos y las dimensiones que abarca #acen de ella un campo sui "eneris, en él se pone de presente el ser #umano como totalidad en sus aspectos co"nitivos, emotivos, aectivos, sociales, etc., y en donde por lo tanto también, se interrelacionan todas las prácticas y dimensiones de la vida escolar. 'sta característica #ace que la evaluación en esta área sea un proceso complejo como complejos y diversos son los procesos, contenidos y maniestaciones morales. !iendo imposible la objetivación y por lo tanto la cuantiicación en este campo, y ajenos a la intención de reducir esta labor a la ormulación de unas caliicaciones que den cuenta de los conocimientos que los estudiantes #ayan lo"rado en cuanto a normas o valores, consideramos que la tarea evaluativa deberá orientarse #acia la comprensión, interpretación y análisis evaluativo de los distintos aspectos y contenidos que se presentan en la vida cotidiana de la institución educativa. ;onsiderada así la evaluación en el área de ética y valores, ella deberá orientarse con criterios tales como:
Es un "roceso contextuali0ado e integral 9ado que los #ec#os y maniestaciones #umanas sólo adquieren si"niicado y sentido dentro de un conte$to cultural determinado, y en situaciones particulares, el proesor y la proesora deberán reconocer el medio, las situaciones y condiciones especíicas en el que los alumnos se #an venido desarrollando y en el que la escuela se #a ido coni"urando. 4sí las prácticas, comportamientos, juicios o acciones de los estudiantes deberán analizarse a la luz de ese amplio marco de reerencia. !e #ace entonces necesario aprovec#ar las distintas situaciones y momentos de la vida escolar para analizar con los ni/os y las ni/as los problemas y conlictos que se presentan, precisando con ellos las razones, las responsabilidades propias y las de los otros, las alternativas de solución, etc. 2ropiciando así la construcción de criterios morales autónomos. 9e esta orma, la evaluación estará presente el todos los ámbitos y espacios de la vida escolar (en las áreas curriculares, en el "obierno escolar, en los recreos, en las actividades transversales, etc) constituyéndose así en un proceso inte"ral, no sólo porque permea toda la institución sino porque tiene en cuenta la inte"ralidad y sin"ularidad de los sujetos implicados. La maestra y el maestro deberán partir del presupuesto de que cada ser es &nico y de que la educación ética y moral no supone la #omo"enización. 7o podrá e$istir un sólo patrón para evaluar a los estudiantes, y en este sentido se deberán considerar y respetar las individualidades.
Es un "roceso "ermanente !i el interés de la evaluación se centra más en los procesos que en los resultados, la evaluación deberá ser parte de la labor cotidiana de los maestros. Las maniestaciones diarias de los alumnos son parte de ese análisis que ellos deberán #acer para ir comprendiendo las ormas como los estudiantes se van constituyendo en sujetos morales. 4ctuaciones contradictorias, e$presiones inesperadas, posiciones
autónomas o #eterónomas, comportamientos, conlictos, problemas, etc, todas estas e$presiones deberán #acer parte del análisis individual y colectivo. La evaluación comprendida de esta manera no tiene ni momentos ni espacios especíicos, es parte constitutiva del proceso de ense/anza=aprendizaje y por lo tanto no puede ser considerada como un ane$o o elemento independiente. 7o es una actividad que se #ace a <imo momento para presentar los inormes de lo"ros de los estudiantes, ni muc#o menos para sancionar, es ante todo un proceso rele$ivo y autorrele$ivo que en si mismo educa y proporciona criterios para continuar evaluando las acciones, los contenidos, los juicios. ;oncebida así, la evaluación se constituye en un eje central del proceso educativo que re"ulará de una u otra orma su desarrollo. equerirá por lo tanto de muc#a atención, pues de la manera como se #a"a, dependerán en "ran parte los lo"ros que la institución alcance en la ormación moral de sus miembros y en la democratización del establecimiento. 7o supone esta postura el que no puedan e$istir momentos en el que de manera deliberada se #a"a un corte, se eval&en de manera "lobal los procesos y se tomen decisiones al respecto.
Es un "roceso "artici"ativo La evaluación deberá ser un proceso de participación individual y colectiva a distintos niveles, en el que interven"an los dierentes prota"onistas. 'l diálo"o se convierte así en la #erramienta undamental para que tanto los proesores, las directivas, y personal administrativo, como los estudiantes, amplíen su comprensión sobre los problemas de la convivencial escolar, la manera como sus comportamiento individuales, aectan la vida escolar, el sentido de sus prácticas, acciones, comportamientos, etc. 'n este proceso de análisis colectivoesencialmente %ormativo1 se irán construyendo nuevos criterios, sentidos y miradas sobre el mismo proceso evaluativo y educativo.
$u"one un "roceso de autoevaluación La autoevaluación en el campo de lo moral reviste una importancia particular. La rele$ión individual rente a los propios comportamientos, valoraciones o acciones son las que van a permitir que el sujeto, mirándose al espejo, conronte la co#erencia entre la teoría y la práctica, entre sus juicios morales y sus acciones morales. ;onsideramos este ejercicio, parte undamental del proceso de ormación, ya que en él, el ni/o y la ni/a se #acen conscientes de la responsabilidad que tienen en el proceso de construcción de su propia personalidad, #aciéndose due/os de si mismos, autoconstituyéndose en sujetos morales y permitiendo que por si solos identiiquen sus avances, sus lo"ros diicultades o limitaciones.
$u"one el uso de di%erentes instrumentos La diicultad de objetivar los procesos implicados en la educación ética y moral debido a su carácter inapre#ensible y complejo, conlleva la necesidad de buscar dierentes uentes, procedimientos e instrumentos para lo"rar #acer evaluaciones lo más certeras e imparcialmente posibles. 'l trabajo consistirá entonces en un esuerzo por reco"er, inte"rar y cruzar inormación, de tal manera que se posibilite una comprensión más rica de las dierentes situaciones de la vida escolar, evitando absolutizar las miradas parciales de los maestros o alumnos.
9e esta orma cabrán aquí toda la "ama de posibilidades: entrevistas, cuestionarios, c#arlas inormarles, debates colectivos, relatos, narraciones, jue"os, análisis de cuadernos, conrontaciones en "rupo e inclusive instrumentos de tipo cuantitativo como los test, que de al"una manera podrían dar cuenta del avance de los procesos.
iene un car+cter "ros"ectivo La inormación obtenida y el análisis que de ella #a"an los docentes y los estudiantes en su práctica evaluativa, no sólo serán un valioso dia"nóstico de la situación, sino que se constituirán en reerentes insustituibles para la toma de decisiones, la b&squeda de nuevos caminos y la reormulación de los planteamientos curriculares y de las prácticas escolares. La evaluación como mirada de uturo permitirá al ni/o y al adulto encontrarle alternativas y soluciones a sus diicultades, vislumbrar nuevos rumbos y planear acciones individuales y de "rupo.
Formación ética del docente
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Ética- de%inición y caracter#sticas a e%inición;omo todo saber la ética puede ser analizada etimoló"icamente, investi"ando sus raíces lin"Nísticas, ética es proviene de la palabra "rie"o '-C6! que si"niica en nuestro idioma AmoradaA, AresidenciaA, A#abitaciónA% la acepción mas conocida y diundida del vocablo et#os se presenta a partir de 4ristóteles, li"ado a un conocimiento llamado precisamente ética. !e"&n esta acepción, et#os si"niica temperamento, carácter, #ábito, modo de ser. 9e acuerdo con el si"niicado etimoló"ico, Otica seria una teoría o un tratado de los #ábitos y las costumbres. La Otica resulta estar cimentada sobre la estructura misma de la persona y esa estructura si"niica su propia #abitación o su morada, por tal razón la ética no puede alterarse o cambiar a menos que se altere o cambie la estructura de la persona, lo cual equivaldría, o a que dejara de ser lo que es, o a que dejara de e$istir. 'n este punto resulta muy ácil ver la coincidencia que #ay entre la deinición nominal y la deinición real de la ética% el cual es el #ombre construyendo sobre sí mismo, la persona #umana #aciéndose su personalidad sobre la base de su ser personal. 'l #ombre no puede #acerse a espalda de su realidad por eso la ética es un paso o una mirada #acia lo real, es descubrir la realidad y apropiarse de ella y #acer que el querer y el obrar personal se conorme con esa realidad% solo así el #ombre será bueno y se #ará el bien a sí mismo. esumiendo toda ciencia tiene un objeto de estudio llamado campo de investi"ación. 9e acuerdo con esto, puede airmarse que Otica es la ciencia ilosóica encar"ada de estudiar o rele$ionar sobre la moral, pero como la moral tiene un carácter #umano y social, puede ampliarse esta deinición se/alando que: La Otica es la disciplina ilosóica que estudia el comportamiento moral del #ombre en sociedad. b Caracter#sticas "a 'tica es una ciencia: 2orque e$plica las cosas por sus causas y no por ocurrencias de momentos o intuiciones producidas. La ética es un conocimiento cientíico, juz"a el bien y el mal pero e$plicando la razón de tales juicios. "a 'tica se capta con la razón: 'n cuanto ciencia que es, tiene un carácter eminentemente racional, esto si"niica que la ética no es producto de la emoción o del instinto, tampoco es el resultado de la intuición del corazón. !on acultades #umanas y como tales &tiles dentro de su propio terreno. La or"anización racional de ellas es un actor poderoso en la penetración de la ética. La ética tiene como ór"ano e instrumento básico la razón.
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"a 'tica es una ciencia práctica: 'stá #ec#a para realizarse en la vida diaria. 's una saber para actuar y cumple su inalidad cuando se encarna en la conducta #umana, aprender ética es aprender para la vida. "a 'tica es una ciencia normativa: 9a normas para la vida, orienta la conducta práctica, diri"e, encauza las decisiones libres del #ombre. La ética estudia lo normal más no estudia lo normal de #ec#o, sino lo normal de derec#o, lo que debe suceder, lo establecido como correcto de un modo racional. Lo normal de #ec#o es lo que suele suceder, lo que estamos acostumbrados a constatar y lo normal de derec#o es lo que debería suceder aunque no suceda siempre. c 5iveles de la ética 6l(unos autores se7alan dos niveles de 8tica9 La Otica crítica, la cual es propiamente teórica% y se encar"a de determinar cuales Aopiniones o creencias morales son validas y la Otica aplicada, también llamada normativa y consiste en "uiar la conducta para decidir cual es la decisión mejor entre las posibles de realizar en una situación concreta. 9e acuerdo al normativismo, la Otica no se propone comprobar lo que es, sino determinar lo que debe ser% ella se encar"a de suministrar las re"las y normas de conducta que #an de se"uirse. El sujeto de la ética
9e este esquema se analiza los si"uientes puntos: "a persona :umana como sujeto de 'tica9 la ética es el arte de #acer mejor nuestra propia persona% es como una elevación que yo #a"o de mi, mismo a través de mis acciones% no es un #acer cosas #acia uera sino que es un obrar A#acia adentroA, del que va resultando mi propia realización. !i alta la capacidad de conocer, o si alta la capacidad de poderse decidir libremente, un ser de tales condiciones esta uera del campo de la ética. 'l sujeto de la ética es un ser que no se conunda como especie, un ser individual, separado de los otros, que ten"a una respuesta para sus actos, es decir, capaz de adquirir ciencia, de saber en la practica acerca de si mismo. 7o se trata de una mezcla, sino que se trata de un solo ser en el que se unden la espiritualidad, la racionalidad y la materialidad. 's un ser al que al"o le toca #acer, un ser con posibilidades, que es como decir un ser libre% es un ser que no es del todo perecto, es decir un ser que tiene un in, es el ser en cuyo pereccionamiento y acabamiento el mismo tiene parte undamental. 4 eso es lo que se llama A2ersona CumanaA% por ello decimos que la persona #umana es sujeto de la ética. ;or#u' la persona es capaz de realizar conductas 'ticas : una conducta ética contribuye al alzamiento de la persona como tal, a la ormación de la personalidad del #ombre, a la transormación del #ombre. La ética es ciencia perectiva de la persona a través de sus actos propios, solo un ser que se domine a si mismo podrá tener actos propios% el ser personal es el &nico que puede dominarse a si mismo, debido a su especiica estructura y conormación y a la orma tan intensa como se pertenece% por esta razón solo la persona es el &nico ser capaz de asumir para si conductas éticas y de lo"rar para si, en consecuencia, su propia perección. "a estructura de la persona humana, su morada9 podemos decir que los elementos que constituyen la estructura esencial son la libertad, la voluntad y el conocimiento, al amparo de ellos la persona decide que #acer consi"o misma. La voluntad, cuando se decide a actuar, #a sido conormada por la razón que muestra al"o como, &til, #onroso o necesario% pero para que la razón conozca se #a necesitado antes otro acto de voluntad que consiste en querer conocer, es como si se dijera% act&o porque quiero y quiero porque conozco y sobre todo conozco porque quiero conocer. 3orando, viviendo, e$istiendo, #abitando o residiendo en esa estructura y operando como lo #emos dic#o, es como es y se #ace la persona% por eso decimos que el yo personal en una estructura que es esencialmente libre, radicalmente racional, es !U 36494. El ser humano9 JDué es el #ombreE JDué es lo mas #umano en el #ombreE 's decir, JDué es lo que #ay de más real en élE ;uando #ablamos de un #ombre lo deinimos como un animal racional, y es por el carácter racional que adquiere su dierencia especiica con respecto a los demás animales.
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La inteli"encia y la voluntad son de ran"o superior y deinitorio del ser #umano, su actuación por lo tanto es más delicada que la parte material de él. Duizás por esa razón sea más laborioso, más costoso, el crecimiento intelectual y espiritual que el meramente bioló"ico. Un ser A#umanoA es razón y materia, una materia que constituye su animalidad, una materia que es A#umusA, es decir, Acapa értil de la tierraA, o sea Auna tierra értilA que se unde con la espiritualidad, vertiéndose toda en ella y ella en esta. ;uando esa tierra deja de ser ecundada, cuando pierde su ertilidad, le sucede lo que a cualquier tierra, que se convierte en un lodo estéril, inerte, lodo muerto, tierra muerta, un cuerpo muerto. 'l A#umusA #a muerto, el #ombre #a muerto% precisamente el término A#umanoA se reiere a esta realidad. 'l ser #umano es perecto como ser personal #umano, pero de a#í a que sea todo lo que puede ser y debe ser #ay una "ran distancia. 9e la manera como el #ombre, pariendo de su ser racional dado, pueda lle"ar a ser y deba lle"ar a ser, se"&n su ser racional, o de lo que es lo mismo, del pereccionamiento del #ombre, idea ética por e$celencia. Ética "ro%esional a e%inición y objetivos La ética proesional está constituida por el conjunto or"ánico de derec#os y obli"aciones morales, deriva sus inalidades y normas especíicas, de la condición básica de persona en armonía con los ane$os que implican e$i"encias del bien com&n. 'l objetivo de la ética en el terreno de la práctica proesional, es principalmente, la aplicación de las normas morales, undadas en la #onradez, la cortesía y el #onor. La Otica tiene entre otros objetos, contribuir al ortalecimiento de las estructuras de la conducta moral del individuo. b (e6uisitos "ro%esionales Un proesional debe ejercer su trabajo de manera apropiada, ya que éste tiene un in social, que consiste en atender adecuadamente cada una de las necesidades que la sociedad debe satisacer, para contribuir así al bien com&n. 'stos trabajos pueden estar relacionados con salud, educación, justicia, comunicaciones, se"uridad y otras necesidades. 'stos son los requisitos esenciales para cumplir adecuadamente con el ejercicio de una proesión:
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con un ;ódi"o de Otica de obli"ada observancia, dado que toda amenaza al mismo es una amenaza al espíritu de la or"anización, y en particular a la 6r"anización 'ducativa donde se desenvuelve proesionalmente. 'n una sociedad donde la crisis de valores es rese/ada y apuntalada casi a diario, las prácticas antipáticas en contra de la or"anización son modos se"uros de a"ravar las desi"ualdades y la mar"inación social. Los ;ódi"os de Otica , se pueden presentar como elementos de equidad, que se relejarán en la 6r"anización social, la ;ompetitividad, la -ransparencia y la '$celencia en el desempe/o de unciones y prestación deservicios. La ética, tiene como objeto la interpretación de lo que está bien y lo que está mal en la conducta #umana. 'n este sentido, tenemos tres clases de actos: 8P. 4quellos que el #ombre debería #acer. P. 4quellos que no debería #acer y ?P. 4quellos que puede #acer o dejar de #acer. 8.32 )rinci"ios y normas éticas en la gestión docente. a )rinci"ios éticos ;rincipio de coherencia: implica el procurar una cada vez mayor sintonía entre lo que cree y lo que #ace la persona. La co#erencia es el intento serio y permanente de que los propios actos coinciden con la escala de valores en que la persona cree no se trata tanto de de lo que la persona dice, sino de lo que la persona cree como verdadero (no es la co#erencia de otras personas, sino la suya propia). -oda opción personal que supon"a una inco#erencia conciente, implicara un proceso de desinte"ración de la personalidad ética y su consi"uiente rustración. ;rincipio de li!ertad : implica que la persona deba ir realizando en orma conciente responsable, y lo mas independiente posible sus opciones, de modo de irse #aciendo due/o de la propia vida. La libertad personal es el resultado de un proceso mediante el cual la persona va asumiendo su vida y a partir de su realidad concreta la va conduciendo #acia lo que quiere construir de si mismo. 'n esta proceso de irse #aciendo due/o real de su propia vida la persona deberá enrentar muc#os condicionantes indebidos, internos y e$ternos. 's así necesario que la persona enrente todos los condicionamientos indebidos de modo que sus opciones corresponden a lo que quiere #acer de si. ;rincipio de ecuanimidad9 este principio reiere a la justicia para si mismo, e implica la pro"resiva toma de conciencia de la propia realidad, ponderando adecuadamente sus limitaciones y posibilidades. 'l camino de realización personal no es voluntario, es decir no es suiciente con desearlo y poner todo de si para poder alcanzarlo. 's necesario también tomar en cuenta seriamente las posibilidades personales y del conte$to para que sea viable el camino emprendido. 's mas, será incluso necesario desarrollar una verdadera estrate"ia de vida que permita un desarrollo real en las condiciones concretas en que se encuentra la persona. La tarea ética personal consiste en Alle"ar a ser lo que se puede con lo que se esA.K este criterio se aplica tanto a la "lobalidad de la vida, como a cada una de las opciones que va conormando. 2retender menos de lo que realmente es posible, si"niica deslizarse #acia la mediocridad personal. 2or el contrario, pretender más de lo aquí realmente es posible. !i"niica condenarse a la rustración personal. b 5ormas éticasLas normas éticas tienen la unción de "uiar el actuar cotidiano de la persona de modo que sea #umanizante. Las normas éticas se constituyen en reerentes permanentes, y la persona los puede ir inte"rando como parte de sus #ábitos y actitudes, convirtiéndose en virtudes. Las normas éticas que debe se"uir la persona en su actuar son: "a norma de intimidad : implica que la persona debe siempre respetar su interioridad, su proundidad, la riqueza que el mismo construye. -oda persona constituye una ori"inalidad &nica e irrepetible, que simultáneamente se descubre a si mismo y se construye a si mismo .'lla es condición de posibilidad de su propia realización. 2or ello, necesita respetarse en toda sus dimensiones, especialmente en aquellas que reieren a su n&cleo de sentido e identidad.
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2ara la persona no puede ser ácil aceptarse tal cual es, pero un intento sistemático es le &nico camino que e$iste para lle"ar a ser plenamente si mismo. ocente con la Sociedad9 el é$ito proesional del proesor depende, del apoyo que le preste el medio social. Oste, a su vez, va a depender del "rado de conianza que el proesor le inspire, esta conianza deriva de su conducta como proesional y como ciudadano. 'l proesor, en cierto modo, es un ciudadano se/alado, puesto que es el blanco de una observación constante en lo que ata/e a su comportamiento total. !us pasos, actos y opiniones, son continuamente observados por el medio social. -odas sus acciones p&blicas y privadas tienen repercusión social, pues van a relejarse en la conianza que la sociedad deposita en él. -oda la vida el proesor pertenece a la sociedad. Lo que otros proesionales pueden llevar a cabo impunemente no le es permitido al proesor, que está sometido a la crítica permanente de todos sus actos. !us opiniones, concepciones y convicciones son tenidas en consideración y discutidas pudiendo ser ve#ículos de conlictos amiliares y también sociales. 'l proesor es el representante de la amilia y de la sociedad en lo que ata/e a la educación de las "eneraciones de ni/os y adolescentes. 's el continuador directo de los padres en lo que #ace a la acción educativa de los #ijos, tiene compromisos morales para con la amilia en el sentido de educarlos, convirtiéndolos en colaboradores conscientes y eicientes en el plano de la vida #o"are/a% por todo esto el proesor no puede desconocer a la amilia del alumno en sus aspectos aectivos, social y cultural. Leer más: #ttp:QQRRR.mono"raias.comQtrabajosBIQdocente=enseanza=ormacion=eticaQdocente=enseanza= ormacion=etica?.s#tmlSormacionaSi$zz?"41L$m98
$.$% &eme'an!as y di(eren#ia entre éti#a y moral
+l uso de la palabra 1tica y la palabra 2oral est$ su"eto a diversos convencionalismos y que cada autor, *poca o corriente #ilos%#ica las utilizan de diversas maneras. 3ero para poder distinguir ser$ necesario nombrar las características de cada una de estas palabras así como sus seme"anzas y di#erencias.