Universidad Abierta Para Adultos.
Nombre: Eury Ramón.
Apellidos: Ureña Checo.
Matrícula: 15-7189.
Asignatura: Educación Para la Paz y Formación Ciudadana.
Profesor: Josefa Pérez.
Trabajo: Tarea V y VI.
Introducción.
En esta unidad trato lo que es la práctica educativa de los Derechos Humanos en la educación primaria y la importancia de esta, así también trato lo que es la ordenanza 3-99 y la asignatura de Moral y Cívica en la escuelas y colegios del país y la importancia de esta asignatura para la formación ciudadana.
Bienvenid@s a nuestra quinta semana de trabajo, en esta ocasión debatiremos sobre los derechos humanos.
-Lee y analiza el texto La práctica educativa de derechos humanos en educación primaria de la autora Alma Delia Torquemada González y realiza una reseña crítica sobre la misma.
El texto explica la enseñanza de derechos en educación básica, Un aspecto relevante en la enseñanza de los derechos humanos, tal y como lo plantea Chávez (1986), Es importante destacar que la Comisión Nacional de Derechos
Humanos a través de organizaciones como la UNICEF (1992) ha tratado de promover el reconocimiento de los derechos de los niños, con el propósito de que tanto individuos como instituciones fomenten el respeto y actitudes positivas. En la medida en que los profesores reflexionen sobre el tipo de valores y antivalores que tienen lugar en su práctica educativa cotidiana, explicitando además, el tipo de derechos que están promoviendo, se podrán planificar situaciones de enseñanza concretas destinadas al conocimiento y práctica de los mismos.
La escuela tiene como misión fundamental la transmisión de valores sociales y morales, y a ello se ha dedicado por largo tiempo con mucha más intensidad que a la transmisión de conocimientos. Asociar la educación a los derechos humanos podría parecer una práctica absurda, En México, existe un alto índice de quejas por maltrato infantil en diversos estados de la República Mexicana.
En el texto se muestra claramente como figuras importantes de la educación plantean sus puntos de vista en relación a la educación. Estos planteamientos ponen de manifiesto la necesidad de reconocer la formación de valores como un objetivo prioritario en la educación actual, esencialmente la primaria. La problemática educativa en México afecta directamente, porque la formación en derechos humanos no es aún clara, ya que educar en derechos humanos resulta para algunos necesarios; sin embargo, las dificultades comienzan cuando se trata de poner en práctica esos derechos e inscribirlos en el espacio de la escuela.
-Define la ordenanza 3-99, comenta como se enseña la asignatura de Moral y Cívica en nuestras escuelas. Visita una escuela y dialoga con dos de sus docentes sobre la misma. La ordenanza 3-99 que modifica los Artículos Nos. 19,23 y 24 de la Ordenanza No.1’95 que establece el currículo para la Educación Inicial, Básica, Media,
Especial y de Adultos del Sistema Educativo Dominicano. En la misma en el Art.7 Se dispone que la enseñanza de la asignatura Educación Moral y Cívica se les asigne a los profesores con formación en el área de Ciencias Sociales. Según Alfredo Cruz Polanco Miembro de la Cámara de Cuentas de la República; además de las asignaturas básicas, como la Lengua Española, las ciencias matemáticas, naturales y las sociales, se nos enseñaba “Moral y Cívica”, que hoy
nos ha resultado verdaderamente básica en la vida. Hasta al final de la década de los 70s, los profesores de la educación pública y privada, se entregaban por completo a sus obligaciones; eran personas totalmente íntegras, pues se esmeraban en enseñarnos los más sanos valores morales, familiares, patrióticos y espirituales que hoy brillan por su ausencia. Nos enseñaban a cantar, además del himno nacional, los que rinden homenaje a la bandera, a los Padres de la Patria, a la escuela, a las Madres, a la Verdad y al regocijo escolar. También nos enseñaban el cuidado del medio ambiente y de los recursos naturales; los derechos y deberes del ciudadano. Esto es sumamente importante, pues en los momentos actuales, sólo exigimos los primeros pero no queremos cumplir con los segundos. Nos enseñaban, además, cómo comportarnos en sociedad, el respeto a las personas mayores, a nuestros padres, a las autoridades; las reglas de urbanismo, los buenos hábitos de la conducta humana: la pulcritud, la decencia, la humildad, la vocación al servicio, la honestidad, la responsabilidad; a cuidar y preservar los bienes y recursos del Estado; a defender nuestra soberanía, nuestro idioma; las reglas de cortesías, la higiene personal, el ornato, el respeto a los valores y símbolos patrios, impregnándonos siempre, de que al Estado se va a servir, no a servirse y de que las cosas se adquieren a base del trabajo tesonero. En fin, cómo ser un ciudadano correcto. Según algunos maestros desde que fue excluida la asignatura Moral y Cívica de las escuelas públicas y de los colegios privados, se ha incrementado la falta de los valores en nuestro país, lo cual puede comprobarse por los niveles de inseguridad; por los actos de corrupción pública y privada; por la violencia intrafamiliar, por la
falta de Transparencia y de Rendición de Cuentas de los funcionarios públicos; por la doble moral prevaleciente, el irrespeto a las leyes, a los valores y símbolos patrios; por la paternidad irresponsable; por el incremento del narcotráfico, el lavado y el sicariato; por el afán desmedido y desenfrenado de acumular fortunas y de enriquecimiento ilícito; por el saqueo de nuestros ríos, arroyos y a la deforestación despiadada de nuestros bosques; por el mensaje negativo que se le envía a nuestros jóvenes cuando se ponen en libertad a personas involucradas en hechos delictivos por “Jueces Interinos”; por el irres peto a nuestras autoridades, a
nuestras sanas tradiciones y costumbres; por el dispendio y malversación con que se manejan los recursos y los bienes del Estado dominicano, etc. En la medida que aumenta la población del país, en esa misma medida habría que reforzar la enseñanza de la Moral y Cívica en nuestras escuelas públicas y colegios privados, pues el grado de desarrollo de los países no se mide solamente por las grandes obras y cosas materiales que se hayan logrado, ni siquiera por el crecimiento económico alcanzado. Se mide por el nivel educativo, científico, cultural, moral y cívico, así como por los índices de calidad de la salud exhibidos por sus ciudadanos.