El período haitiano en su primera parte fuera además de cambios sociales e institucionales, de notable crecimiento económico. Durante la ocupación haitiana, se consolidaron las nuevas relaciones de producción que se venían gestando desde el siglo XVIII. Se pueden definir las nuevas relaciones como de pequeña propiedad mercantil precapitalista, y fueron dominantes en general durante el transcurso del siglo XIX. Fue con la ocupación haitiana que el nuevo modo de producción se hace plenamente dominante, al liquidarse la esclavitud, repartirse tierras a quienes no la tuviesen, liquidarse lo fundamental de las rentas feudales, limitarse sensiblemente al poder social y político de los hateros y fomentarse el desarrollo de la agricultura. Las medidas agrarias de Boyer lo que hicieron fue precipitar y profundizar un proceso que se estaba desarrollando desde hacía mucho tiempo, que era la formación del campesinado propietario como sector social fundamental del país. Las medidas de Boyer no fueron extremadamente revolucionarias en la parte española en la medida en que gran parte de la población tenía acceso a la tierra, pero sí fueron suficientemente revolucionarias en la medida en que implicaban la plena propiedad del campesino y la erradicación de los lazos de dependencia personal y económica frente a la clase dominante de parte de los esclavos, los libertos y los campesinos en general. 0sea, a partir de Boyer la tierra dejó de ser un monopolio de la clase dominante para aprovechar el plus producto generado por los productores directos, fueran libres o esclavos. Esto implica que los cambios socio-económicos producidos con la ocupación haitiana fueron mucho más allá de la abolición de la esclavitud (contrariamente a lo que dice la historiografía tradicional que considera como la única medida innovadora Para el año 1827 la situación se tornó crítica para el gobierno debido a la resistencia de los ciudadanos a pagar impuestos decretados por Boyer, quien apeló luego al recurso de emitir papel moneda iniciándose así un proceso de devaluación del gourde haitiano, el cual era la moneda oficial en ambos lados de la isla. Al mismo tiempo esta situación aumentó el descrédito internacional del gobierno. La crisis crónica del modelo se basaba en el hecho de que los pequeños campesinos no tenían medios ni interés en desarrollar renglones mercantiles regulares, ya que no tenían mano de obra, ni recursos técnicos, financieros, etc. Se veían explotados por los comerciantes, razón por la cual producían para el mercado lo imprescindible para procurarse algunos artículos manufacturados provenientes del exterior. La ausencia de una clase dominante agraria moderna y la fragmentación de la propiedad, junto a la rusticidad tecnológica, causaron la inexistencia del mercado interno y una pobreza crónica generalizada.
En el plano económico: • Confiscación y reparto de: a) todos los terrenos que no pertenecieran a particulares; b) los bienes muebles e inmuebles y todas las rentas territoriales y sus respectivos capitales que otrora fueran propiedad de la Corona española, así como los que eran propiedad de la Iglesia Católica; c) todos los bienes muebles e inmuebles de las personas que habían emigrado antes y después de la unificación. • Obligatoriedad de todo nuevo propietario de tierra (que como mínimo tenía derecho a 76.8 tareas) de dedicarla al cultivo de frutos de exportación y de los víveres necesarios para su subsistencia. • Adscripción de todos los trabajadores agrícolas a la tierra; no podían dedicarse a otra actividad sin autorización previa. Sus hijos también estaban obligados a dedicarse a la agricultura, debiendo contar con un permiso especial para poder ir a la escuela. En principio, todos los que no fueran funcionarios del gobierno o tuvieran una profesión reconocida debían dedicarse a la agricultura. • Prioridad dada a los cultivos de café, cacao, caña de azúcar y añil, los cuales debían ser explotados según el sistema de grandes plantaciones al modo francés. • Prohibición de la crianza de puercos o el establecimiento de hatos en extensiones de terrenos menores a aproximadamente 380 tareas de tierra. • Suspensión del pago de los sueldos que los sacerdotes y miembros del cabildo eclesiástico recibían del Estado. • Prohibición a los dominicanos de dedicarse al intercambio comercial. Sólo podían mercadear las personas de origen extranjero, los ciudadanos de origen haitiano y los representantes de casas comerciales internacionales. El dominicano que quisiera dedicarse a dicha actividad debía juramentarse como ciudadano haitiano.
Introducción Para iniciar este trabajo, el cual lleva el nombre “Situación económica durante la dominación Haitiana”, daremos una breve biografía de Boyer y así conocer de su gobierno. Jean Pierre Boyer, en 1822 sofoco un intento independentista de Santo Domingo. Durante su gobierno abolió la esclavitud y firmo un pacto con Francia, donde se exilio al ser derrocado en 1849. Hablaremos de sus medidas económicas durante la ocupación a nuestro territorio. La primera y más importante de estas medidas fue la abolición de la esclavitud. Este acto de Boyer afectó a una población de aproximadamente unos 8 a 9 mil esclavos. Concomitantemente se determinaron repartos de tierras a los ex-esclavos y a aquellos que carecieran de ellas de entre las tierras del dominio del Estado. Igualmente, Boyer procedió a la confiscación de las tierras y otras propiedades de la iglesia, así como de los ausentes que no regresaran en determinados plazos.
Bibliografía Quisqueyavirtual.edu.do Martínez, Juan Francisco. Historia Critica Dominicana