Introducción al estudio de la pareja humana (Sarquis) Capítulo 4
El enfoque de los procesos psíquicos y de las relaciones sociales desde una óptica evolutiva ha sido de vital importancia para las ciencias humanas de éste siglo. Surge el concepto de Ciclo de vida Familiar, donde son claves los planteamientos de Erik Erikson sobre el desarrollo psicosocial, quién propone que en cada etapa se hacen presentes ciertas fuerzas contradictorias que generan una crisis particular, cuya resolución (que nunca es completa) proporciona una base mínima para enfrentar con éxito la tarea que se asumirá en la fase siguiente. Éste modelo es empírico y sirve al clínico como una orientación, sin embargo desde un punto de vista sistémico la estabilidad de un sistema se produce a través de fluctuaciones que se dan dentro de ciertos valores críticos, si éstos son sobrepasados se produce una “escapada del sistema” que significa la
imposibilidad de recuperar el orden anterior. Éste es el mecanismo que está a la base de toda crisis cri sis normativa y no-normativa. Algunos procesos procesos involucrados involucrados en la evolución de de la pareja pareja
Hay ciertos procesos característicos de la vida de a dos y que conforman la llamada Crisis nuclear de la pareja, que es determinante, suele suceder en las primeras fases del ciclo de la vida familiar y tiende a repetirse en distintos momentos. Hay un esquema de 4 fases para analizar éstos procesos: 1. Luna de miel: el encantamiento encantamiento inicial. Primer momento en la estructuración de la pareja que se caracteriza por la idealización del otro y/o del amor, la anulación de todo elemento agresivo del otro, o tro, y tendencia a la fusión. Se levantan y refuerzan fronteras con el resto del mundo. 2. Reacciones precríticas. Bajo la promesa que el otro es aquello que nos falta y no sabíamos que buscábamos, buscábamos, hay un deseo de mantener el enamoramiento y con ello aparecen reacciones del sistema, lo usual es externalizar toda la agresión hacia un tercero (ella es buena, lo malo es su familia). 3. Crisis. Se introduce el proceso a través de la decepción, la idealización ya no puede ser mantenida y aparecen síntomas ambivalentes. ambivalentes. La crisis se relaciona directamente con el tipo de elección realizada; se pone en duda el valor del otro, quién tenía la misión de ayudar en la confirmación de sí mismo y el propio valor, por lo que la crisis de la pareja es también una crisis relativa a la propia identidad. 4. Reacciones postcríticas. Después del desencanto quedan tres alternativas: la separación, la triangulación de la díada o la reorganización del vínculo, ésta última es la más difícil de alcanzar. Conceptos centrales en la teoría del ciclo vital
El concepto de etapa involucra dos dimensiones estructurantes del comportamiento: a. Un conjunto de capacidades y funciones que emergen de acuerdo a procesos biológicos y psicológicos, que determinan una psicogénesis particular particular y de este modo una jerarquía de las etapas. b. Se incluye una dimensión ambiental-social, que alude al tipo de estimulación ambiental que cada persona recibe en cada etapa y que roles sociales ha de asumir, además de las normas y patrones que la sociabilización le exige. Otro concepto importante es el de tareas del desarrollo, que son responsabilidades del crecimiento que todo individuo debe enfrentar desde su nacimiento hasta su muerte. Las tareas se configuran a partir de estímulos
internos y externos. Y además las tareas son acumulativas, es decir completar una posibilita la realización de la siguiente. Cuando un sistema se ve enfrentado a cambios abruptos y/o a situaciones de estrés, se gatillan ciertas reacciones para superar la crisis:
Estado de emergencia: Se intensifican al máximo los recursos con que se cuenta. Estado de crisis: se activa cuando se agotan los recursos con que se contaba inicialmente, por lo que hay que encontrar una nueva forma de organización y generar nuevos recursos.
Toda persona afronta crisis a lo largo de su vida, y estos cambios discontinuos, que atentan contra la homeostasis del sistema, posibilitan la aparición de nuevos patrones interaccionales, sentando así las bases para una nueva estructura individual o familiar. Estas crisis llamadas normativas suelen ocurrir justo antes de producirse el paso de una etapa vital familiar a la siguiente. Las crisis no normativas son aquellas que remecen el funcionamiento tradicional de una familia, ya que involucran cambios inesperados para la etapa de desarrollo que atraviesan. Ambos tipos de crisis llevan a la familia a desarrollar nuevas funciones, hasta que se asuman los roles apropiados al nuevo status. Fases del ciclo evolutivo marital y familiar
El ciclo vital familiar se divide en fases, que se superponen unas con otras, incluso en algunas familias no evolucionan en la dirección que el modelo predice. a. Período de galanteo y elección de pareja: Es una fase de ensayo y prueba, donde se desarrolla la identidad de independencia en relación a la familia de origen y hay un desarrollo del yo social. La formación de pareja implica una exclusión en cuanto a otras posibles relaciones y a la familia de origen, por lo que es esperable que se presenten temores, cuando el joven no es capaz de superar los temores puede llegar a aislarse o a aceptar relaciones estereotipadas, formales o superficiales. Respecto de esto hay que considerar que muchas veces algunas personas no logran independizarse de la familia de origen, o por el contrario se escoge prematuramente una pareja en un intento de librarse de la red familiar. b. Matrimonio y consolidación de la pareja: la tarea de esta fase es la construcción y consolidación de un “nosotros”. Hacia el interior la pareja debe regular la distancia, lograr un ajuste en lo sexual y dividir
las funciones. Hacia el exterior hay que reordenar las relaciones con la familia extensa y con los amigos. Durante esta etapa la elaboración de pautas es esencial para expresar y resolver conflictos, y la pareja debe lograr armonizar los estilos y expectativas de ambos. Cada miembro de la pareja debe abandonar ciertos aspectos de su identidad; la personalidad se reestructura con las discusiones entre los dos y el desarrollo personal se impulsa por la vida en común. Durante esta etapa suele ocurrir la crisis de desencantamiento. c. La llegada de los hijos: Suele ser una fase muy crítica ya que es un cambio drástico tanto para el matrimonio como para el individuo. La pareja debe reorganizarse para enfrentar las nuevas tareas y elaborar nuevas reglas en el sistema familiar. Un problema común en esta fase es que los padres traten sus problemas a través del hijo; si los cónyuges enfrentan deficiencias al enfrentarse a una nueva situación suelen darse coaliciones. Cada nacimiento modifica la situación anterior y hace surgir problemáticas nuevas que se suman a las previas. d. Comienzo de la escolaridad: Otro período crítico es el ingreso del hijo mayor al sistema escolar, primera
de otras personas sobre sus hijos. Escolaridad y éxito son conceptos asociados, los padres se prueban a sí mismos a través de las calificaciones de sus hijos. e. Período intermedio del matrimonio: Es probable que el estatus de la familia en esta etapa esté más consolidado, quedando menos objetivos externos por los que esforzarse. Surge una crisis en los cónyuges relacionada con la evaluación de lo realizado hasta ese momento y el darse cuenta que queda un tiempo limitado por delante para lograr lo que se han propuesto en la vida. Esto da paso a una segunda crisis de identidad, dónde hay menos disposición para subordinar sus intereses a los del matrimonio o la familia. Además el ingreso de los hijos a la edad juvenil necesita una revitalización de la coalición parental junto con una renegociación de las reglas en la familia. f. Cuando los hijos se van: La partida del primer hijo pone a la familia en dos situaciones: “una plataforma de despegue” y “un nido vacío”. El matrimonio debe elaborar una nueva relación como
pareja, deben permitir que sus hijos tengan sus propias parejas y su propia vida, deben aprender a ser abuelos y a causa de esto deben modificar todo el funcionamiento del hogar. En estos momentos de la familia pueden surgir trastornos, debido a la falta de tolerancia a la separación, que pueden presentar tanto padres como hijos. g. La vejez, el último tiempo compartido: La vejez se asocia a la jubilación del marido y al retiro de la vida activa, van muriendo los viejos amigos y el mundo al que se estaba familiarizado va cambiando. En este momento la pareja suele unirse con mayor fuerza, sin embargo el pasar tanto tiempo juntos trae dificultades relacionadas con las exigencias de adaptación que se requiere. Si muere uno de los cónyuges, el otro debe entregarse al cuidado de otra persona, generalmente la familia debe lidiar con esto. La forma que los jóvenes cuiden a los viejos define el modelo con que se cuidara de ellos cuando envejezcan, pues el ciclo vital se renueva sin fin. Criticas al modelo del ciclo vital familiar
Hay fuertes críticas a este modelo enfocándose en los cambios demográficos y culturales imperantes, fundamentalmente los patrones de fertilidad, mortalidad y relación conyugal. El modelo de ciclo vital familiar excluye en su propuesta un importante y cada vez más creciente número de personas, en especial a las familias que no tienen hijos, y los grupos familiares que experimentan divorcio, segundad nupcias y matrimonios seriados. Según los autores que proponen las críticas el divorcio y la constitución de nuevas familias se ha convertido en un difundido fenómeno sociocultural y una experiencia humana decisiva, muy común y estresante que tiene un impacto evolutivo. Rice & Rice plantean un abordaje alternativo cuyas características principales son: a. Ser menos dependiente de la presencia de niños en el sistema familiar. b. No basarse en la presencia e interacción de los miembros originales del sistema c. No considerar como supuesto que el desarrollo exitoso de una familia requiere del paso de una fase a la siguiente sin quiebres en las relaciones, y de la crianza del primer hasta el último hijo. Éste modelo alternativo presenta dos temáticas centrales a todo desarrollo humano : la intimidad y la identidad. Es multilineal, es decir, no supone la ocurrencia de una secuencia rígida de tareas y fases críticas en el proceso de desarrollo. Además la temática individual y familiar aparecen entrelazadas, por lo que proponen considerar tanto el matrimonio, como el divorcio y el volver a contraer matrimonio, como importantes eventos del ciclo vital que tienen el potencial de favorecer así como de impedir el desarrollo de las personas.
A las estructuras anteriormente mencionadas se suman otras como : las familias encabezadas por un solo padre, las parejas recién casadas de la tercera edad, las familias que presentan carreras duales y/o doble entrada material. Todas estas estructuras conllevan importantes variaciones en la dinámica familiar que impone nuevas demandas a cada miembro y a sus interacciones lo que aumenta la posibilidad de conflicto en el ámbito del poder en la pareja y en la familia. Otras transformaciones demográficas son : aumento de la longevidad y el período de fertilidad, el aumento en la edad que las personas deciden casarse. Los cambios en los patrones e mortalidad han aumentado las expectativas de vida y también han hecho que la muerte se vuelva un evento más predecible. Por lo que la experiencia de muerte en periodos más tempranos de la vida se vuelve aún más difícil, generando intensas crisis (no normativas) en la familia. Aportes del ciclo vital familiar
El hecho de que los profesionales de área de la salud mental y específicamente los psicólogos conozcan el período evolutivo de la familia con sus consiguientes tareas y problemáticas, ayuda al terapeuta a comprender en mayor medida un sinnúmero de procesos que atraviesan los miembros de la familia. Las familias recorren un proceso de desarrollo, que si es perturbado trae como consecuencia el sufrimiento y una serie de síntomas psicopatológicos en sus miembros. El síntoma es una señal que la familia enfrenta dificultades para superar una etapa del ciclo vital. Minuchin señala que cuando una familia consulta, es porque el sistema se ha atascado, en un lugar donde el apego a las reglas más o menos funcionales en su momento inhibe la respuesta al cambio. Una de las metas de la terapia es hacer que la familia cree nuevas modalidades que reemplacen las previamente existentes. Lo que debe tener en cuenta la idiosincrasia específica de cada sistema familiar y enmarcarse dentro de cada situación en particular. Consideraciones finales
El terapeuta debe comprender los mecanismos que subyacen a la evolución de los sistemas en general. Conocer el modelo del ciclo evolutivo puede ser de gran importancia para que los profesionales de la salud hagan prevención: preparando a las familias para enfrentar las crisis y tareas que las distintas fases implican