La Reflexoterapia es la práctica de estimular estimular puntos reflejos sobre los pies (Reflexología). La teoría de la Reflexología proviene de la Acupuntura. La medicina tradicional china afirma que hay una corriente energética en el ser humano que la denomina el Chi, o la fuerza vital, que circula por unos canales llamados meridianos, que recorren el cuerpo desde los pies a la cabeza y desde la cabeza a las manos. Por lo tanto todo bloqueo emocional produce un desequilibrio en el cuerpo energético con el riesgo de provocar un desajuste en las funciones orgánicas y como resultado una enfermedad. Con la Reflexología podemos masajear y estimular esos nudos buscando activar nuevamente la energía y regenerar las células restaurándose así el equilibrio natural del cuerpo. Su beneficio es integral y holísticos, abarca la totalidad de la persona, su parte física, mental y emocional. Logra un equilibrio entre los órganos y éstos a su vez sobre las funciones urogenitales, sexuales y reproductoras y la liberación de las tensiones físicas y psicológicas relacionadas con el hígado, páncreas y vesícula biliar.
Todo ello tiene sus efectos sobre el Sistema Simpático y Parasimpático.
Por lo tanto es una técnica que podemos aplicar en temas de envergadura como lo es la impotencia o disfunción eréctil. Son tantas las situaciones de responsabilidad, presión o estrés que puede vivir el ser humano en la sociedad, en su familia o en su trabajo que le impiden llevar una vida sexual armoniosa. En algunos casos no se atreve a dialogar con su pareja por temor a no ser comprendido, o por sentimiento de culpabilidad o confusión al creer que por ese motivo puede perder a la otra persona. Esta situación de angustia puede provocar un bloqueo emocional que aumente su malestar generado por la impotencia. La incapacidad para alcanzar o mantener una
erección suficiente satisfactoria.
que
permita
una
relación
sexual
Esto puede tener importantes consecuencias llegando a afectar su autoestima. Hace tiempo se pensaba que la disfunción eréctil o impotencia, se debía sólo a causas psicológicas o a la edad, hoy sabemos que en la mayoría de los casos el problema es físico aunque también tenga su matiz emocional. Nuestro cuerpo está provisto de terminaciones nerviosas en toda la superficie, siendo los pies y las manos los que ocupan una área más amplia respecto a las demás partes del cuerpo. Es una terapia que actúa esencialmente a nivel fisiológico. La Reflexología aplicada en la pareja fomenta un intercambio de energía similar a las que se pr oduce durante las relaciones sexuales, logrando de esta forma ofrecerle el apoyo emocional y lograr el bienestar de ambos, siendo importante la comprensión y el dialogo. Practicar los ejercicios de Reflexología para el sexo estimula a ser amoros@, afectuos@..., aunque no siempre acabe en una relación sexual plena. El estímulo provocado por el masaje activa la liberación de susta ncias como la endorfina, que induce a un estado de bienestar y placer. Un masaje con tu pareja, es incitante y te prepara para la intimidad, relajándote y despejando la mente de preocupaciones, lo que te permite desconectar. En sí misma la Reflexología no te excita, pero puede ayudar a sentirse segur@ y cómod@ con la pareja. Se sugiere realizarlo previamente a las relaciones sexuales, durante unos 15 minutos de duración comenzando por, sujetar un pie de la pareja entre las dos manos, sin ninguna idea preconcebida, esto llevará a relajarse y despejar la mente de preocupaciones, al mismo tiempo que se ejerce un gesto amoroso.
Masaje en las siguientes zonas:
Plexo Solar: Se ejerce un presión con el pulgar sobre el punto reflejo, se mantiene brevemente y se suelta, este efecto es relajante. La Pituitaria: Ayuda a equilibrar las hormonas y sentirte bien. El Cuello y la Garganta: Para relajar cualquier tensión de esta zona. El corazón: Para estimular la circulación. El pecho, el tórax, los Pulmones y el diafragma: Ayudan a relajar la respiración y aumentar la producción de hormonas. Las glándulas suprarrenales: Favorecen el equilibrio hormonal y energético. Las gónadas: Para equilibrar las zonas sexuales y estimularlas. La columna: Favorece la circulación y la relajación.
Finalizamos del mismo modo que comenzamos, sujetando el pie con las dos manos unos momentos, concentrándose en ese instante.