t~
~"'eafuta<,
~·d
21 N,'l pues. uru boniu obra , un párrafo de Mathicu . solo forrrl21 , puede ser falsamcme in·
38 3 382
ani<~•.
3.
INTERPRETACIONES
Si es cierto que en el arte contemporáneo hay una rertorne~aW. que se ignora, d ebemos p repararnos a ver reflejada esta JP'rlor,u,;;z:::: forma de malentendidos en las declaraciones de principio de de críticos. Siempre ha resultado fácil sustituir la carrerá ~ fenomenología detrás de su sombra por el ready-made de cualquier u, pode metafísica generalmente antigua y f:~rniliar. Surrealismo, cst&ic¡ de la información y zenismo tachista son sólo algunos de los ej~ Uamativos; aJ menos tienen el mérito de unir estrechamente una ditcr. minada forma o escuela de arte a una filosofía bien definida. CorrieQ, cemente: las apologías y las críticas asimilan sin ningún cipo de CÓizl, plicaciones el arte moderno o bien a un solipsismo más o menos tz, presionista, o bien a un platonismo de las esencias (se sabe adeftds que la filosofía de Husserl ha tropezado con malentendidos aná1ogos~ G. Duthuit, en la antología L 'lmage en souffraqce, se propone (lt. mosrrar que la~ dos interpretaciones, que transforma en reproóes ;( ~astenta.'"l gracias a un «idealismo• común, inconcebible con la na~. leza del arte. No han faltado las profesiones de fe solipsistas. Outhuit cita esta frase del pintor americano Clyfford Srill: cLas exigencias de la comunJ. cación son sólo p resunción e impudicia 22:.. Pero si el tachismo es un mensaje ÍilcomunicabJe, la abstracción geométrica y el esencialismo CU• bista son también, para Duthuit, cpintura sin diálogo» 23• Sería acm¡. do decir. como Duthuit a los jóvenes americanos, que si su arte sólo a expresión, deberían confiar más en los «t:spejismos»: cde no ser así, la experiencia despertaría en nosotros un solo eco, un solo gesto, siempJt o casi siempre el mismo, igual que, en su creación espontánea, una planta reproduce siempre la misma flor» 2~; igualmente se le podttan reprochar a Brancusi, como una inconsecuencia de su platonismo y una facilidad comprometedora, l:tS alusiones figurativas de sus esculruw, alusiones tan ajenas a esas formas puras como el reflejo del vigilante
]~ 2•
Op. Cll • • l. p. 99. l bíd.. 11. p . 20. Op. crt.. l. p. 66.
· b., de . . . , d artista en arusta (y taro ICD de invenctón en mvenoon, e_ d por caminos oe' 1) xima lo meJOr que pue e, . en escue a ' se apro . . alidad en el acto de la pmtura; a la mtenla~n, de una Idea del huevo Preferentemente, B . . no son as unagenes . . ufi huevos d e rancusi d G. tu no son hilos de hterro ms ~rnismo que las figduras e_ ta~.tfe~iones concretas, siempre .rcpeu~•t.menre adelgaza os-, SJno d poco importa si platómco o y repulidas, por nuestro esco. ' de poseer el huev~~lo de ler Jempr modemes, ha tra~ado Merleau-Ponty, en su arl:, . . del arte contemporanco la interpretaoon. exprestonJ.Sta t t . mutandis, para la vale 1gualmente , mu a u , . lC Malraux, y su ~espuesta . roo de la abstracción gcomewca: ~~erpretación sohpSJ.Sta del tachis ob!Zma muy diferente al del retoro? pintura moderna plantea un pr , roo estamos entados en lo u~ lo individual: el pro~lema de saber co Queda por ver si, en la prácu~ por lo más propio que tenemos-... d Ziegenfuss. que veía en el -'·la objeción r~ulta ~ndada. A~:;~~~ t~rica (el impe~iali.smo de_la 1C abstracto la ilustr~CJdn de uf: propla intención subjenva y gratuita ·~inJd estética, la tes~s e que od los ue reprochan a los modernos ~ía estetizar cualqUier cosa):Ut . os qser mal comprendidos: su ar. sub)"etivisroo los condenan L u:mdp~'alo que se quiera -se transfor~ . .d - e S" !ar:?. e es · d • no nene senu o, ast qu d- 1. los abstractos fueron oentos e ·"1iá en ed ecorad OJO--. Des e entonces algu . cl d tados· hasta el punto que: ,cccs considerados c?fr!O decora -~ ~e ten~imron por creerlo y preentre los geomemcos cspeci en , :dieron ser utilitari~ o úules 2). . ante diálogo de sordos? Evident~¿Pero. hay _q~e restgnar~e a se~~~bar con él sería la de ba~er a~ -xnce la wndJOon necesarta para_ arbiuario» la ex.istenoa deltn~ contra el falso dilema cplatomsmo o . amente Duthuit lamenta su :r;mundo en. el qu~ _nos encerra:~~i ~~~~or y el mundo ~terior que ": Ira de conststenCJa. c~l mu~d de los objetos y adhenrnos a ellos -:..-os permite a la vez diferdenc!darnos o A partir de ahora se pl~te~ ·d edar re uci es a cer · · · rfi 1e linn tem o que qu , 1 de ocupar el arte en una supe tc l cuestión de saber que ugar pue
b
l)
. Ktacioncs sociológicas acctc:a ~e que se Habría mucho que deár sobre las mterp , co. Pc:ro el sociologismo lOuoduce
1 nuc ar€¡lte5is la obra en _el '-fle ~ter:"~~"" lo oue . por supuesto. no lo des· :ooga e P d l cvoluctón un ta_•lOo ·e - -u" d 'no a uí Waltd BEN)AAIIN. en su a~em '-•;¡;¡¿1,;cmprc. romo m~or . e a el(:_.....
,
:ilifica, pero nos unptdc lu!:'-f -~·tdad ~ica• (en Discursos interrum{Jr!';J·. ~~ .U obra de arte en su repr uctJ t \ del hcdlo de que la reproduco n tn Twrus, 2. • edición, 1982, pp. l~-60. parted truido d c2Ura• de la .ob;¡ de ~e• ~on·
ll.
b difusión de innumerables dob_letcs han .es
objct~
nallCÍa; de ahí, según_ él ,_~~ catda ure·
c_<>~~~r';:~:tfu~d~d~~b
y~a ~~id;nf~ncx~
.,nida en de especificidad 16Üble _de~~:ic: (¿;,~c~:a noción de consumo bdanal Y ':a~!~ 1 con'c:lusiones que ¡Kfl(floa Brccht es inútil señalarlo. se opone ~".lD!~ ones ) w BENSI: (Piakalwdt, ~rrlca a .b del auge de los muscos y repr uw , _;., al c~d: el ccfccto• sus· ,,.¡ raux 1 a a . . ·ó d 1 ane contcmponnw 1 ~ngart 19~2) cnuevé una astml1.:I.CI ni e tación a la representación; todo se vue ve · · · m21 a la obra a prcs.!n ~-• ancías ·auye, ¡nra_bt~n Y_ para · d be ser·en un .JDivcrso de sc
1
y sac:U
385
384
•
:=;
mirada de este tipo• 26• Si es cierto, como pretende Mcnt:aUH'c\rit;o::ll
Cézann~ pinta e~ percibir. y si lo es como lo pretende Jean
pd transforma el mundo que experimento. en cel• mundo a s~.
que permite captar un objeto como SJ fuera caJ?tado al mJSmo que.los inform~tas de~imitan una realidad original en la p0 y desde orro punto de vis~ por d otro. El eqUJvalente de este sarruenro no se diferenaa de las cosas, hace más de sesenta "'-U1JtS:~>hiA'lc~ :; en pintura es la idea del público y del efecto que. hay que p_rod~ ane se m~eve, a sus·anchas o no, en esta superficie limitada 27; : en él. En d momento en que el. artis~ ha conso~d? la. cona~naa In~xp!Jca.blem_ente, Je~n. Paulhao no se contenta con dejar e1 ~a como ajena, la pintura ~o~o mscCCl6n en un cl!~lto mtenc1onal d<: la_ 1~tencwnal1dad artJStlca en el estado en que lo describió · · Jugar a la idea de la fabncac16n de las obras. A deCII verdad, parepnnc1p10. Después de haber dicho cómo el informalista mima ~:ue todo lo que se ha tirado por la puerta puede e~rrar ~resta ~e~ Y__nos administra la realidad orÍ!;Ínaria de la que parece estar~ . : la referencia, la obra e incluso la belleza (t~b1~n la totersub¡eus1on , Paulhan se crea un contradictor ex machina: cQue si su~ ,!ad ha sido, a veces, el camino para un desltzamie_n~o fuera de la ~orre~to, el suceso que ~escu~re usted no sólo debe tener lugar ca ca ;JoSofía de Husserl). Sólo u!'l tipo .de efectos escapa fa~eote a esta mten~r y en su mente smo, .sunultáneamente en las cosas.,. I:.t r~ .'IOS(Cuencia: el efecto negauvo , el unpacto de l_as obras ywlemas o no, ta esta hsta: en efecto las m1crofotos de tejidos orgánicos o de ~ ~ p<>r su novedad no se parecen a nada con<~1do. Los mve~tores que se parecen ;nuch? a obras cont~mporáne~ .. Pero ~~s ~os de 1"tt ~rían considerarse absol':ltos.y que nuestro s~glo ha productdo .e n un aparecer as~, suswu)·t:ndo a la 1ndiferenc1aaón ongmma de la coa • -¡jrncro increíble, desde P1cab•a a Rothk?, se mcluyco en la gr~ ru~a c1a y su ob¡eto que se ~a en la vivencia, una pretendida analogía ¡ la vuelta reflexiva del arte sobre_sí mJSmo, ~ro produc~n stmultaesuuctu~a . entre el ob¡eto (en sí) y el acto intencional de la pio~ t11Tlente cosas con las que se uop1eza; la capaadad consoente de un (su.breptlclamente transformado de nuevo en copia de un cmoddo · :rccro está presente en ellos, como e~cl~da, y llega a compr~nder por tenou~· ¿Se trata s?lo ~e un J;>r~texro negligente paca p~eseorar al~ -chazo. Cuando el impacto quede astffillado, la obra apre_odida y conbellas .otos, o, de iCOOla socrat!ca ? o, como un hbro que comienza rmda en método, d~ap:ueódn el ~fecto, ya sólo quedar2 romo aporpor J{lón .,:~:~::! d~ •:2da uno de estos mven~~res , lo acertado de su refiecHemos,., ¿de una de las misteriosas elegancias de Paulhao? ¡.6n: un valor que en principio no se dlf1gc a un tercero. No he~os :JSpasado el umbral de una intersubjetividad que susten~ ~1 senudo. 4. LA RECUPERACIÓN DEL SENTIDO Y DE LA OBRA Casi siempre, los pimor~s. deseosos d~ retener y ~an~tt~ a los es;tCtadores un sentido defimao, a ser pos1ble con_temdo o mdicado p~r Puesto que no hay que confiar demasiado en que las metafísicas ;n 1írulo, y que al mismo tiempo conserve el regLSrro de fo~mas Y poslorros medios otorguen sentido ab extra en la cpimura de la pintll.l':D 7 v.lidades abierto por la abstracción sal~n del paso. por la 1d~ ~e una comprende que el reproche de solipsismo parezca alcanzar al ane Qfllunicacióo con los objet~ , por debaJO o .por enCL~ de las tmagenes decno por su pun~o débil: Los críticos y más todavía los artistas, acepo . del plano que separa la coocien~ del arus~ del ob¡eto oarural . ~ta to al~nos extremiStas aluv~s. se 1~ hao ingeniado para demostrar que 1rccncia, que permite evitar la od1osa el~ón corre mundo exten_?r el se_n_u~o surg.e de 1~ pr~m1sas mJSmas de la abstracción. Sin embargo, . mundo interior, puede tomar en Bazaroe la forma de un moruses dif1al baceno en termtnos que prolonguen la analogía que se ha of>. ':!O somero!9; o en Zao Wou-ki, con mayores reservas, la de un~ exservado h as~a este mome~to ~on la reflexión fenomenológica. nñísima monadología de conciencias piot~ras JO. Se e.?cue~u_ao eJcmcuesuón de !a conc1enc1a del orro no existe mienrras la obra sea :los análogos fácilmente; uno de los m_eJ?!CS y mas J?roJUmo a la • • ~"'i··:,••.,,.....c-· - -- • -~.. ~ - 1 1 fi · 1 rl ~·:- ~....... u"'"' u ...... u ~. o. . ;;. ccnccnc!:l <:¡!!e a ormu.a y qu~ pu~ ~ S(f -meriencia concreta del pimor nos lo surrurusuao las lecnones. de Klee md1feren~c:mente la de_su ~uto~ o .1~ d~l .espectador, ya que no hay -n-la Bauhaus, muy bien publicadas segú:1 !os 1-puntes del artiSta ~ sus comparacton entre conc1enc1as n1 pr1V11cgto en el Erlebnis. Se sabe que ~umnos, delimitados con otros textos y acompañados. de una pdt~u_Ia el paso. del cmundo para mí,. al cmundo intersubjetivo,. es un mOITlal· •ntcra de ilusrraciones JI . El pensamjento de Klee osc1la en un vaJven to cruCial y más bien difícil para la fenomenología zs. La inrersubjethi·
db
rr::.
l:a
Op. cit., 11, p. 128. Esq . . ~em~u:urnos much? .el pcnsanuento de Grorges Duthuic. Cada vez que inwcs· uga un anlSta m.rcc:'tando pos111vameme definir su estudio. describe con aáeno, y coo d t:Ucnto que nadte 1gnora, los aspectos de una gestión que en conjunto le parece impoSible y absurda . 28 <:!'· MERI.uu·_!'o~. cSur la Phénoménologie du bngage•. en Aues ti• Colloqu mle1?14ttonal de phenomenologte ( 19)1 , París, 19)2. p. 104). ZG
27
386
:~ N ow J:Jr la peint11re tl'a11¡ourtl'hsú, París. 1953. p. 65 :
387
que nunca es gratuito, entre un naturalismo amplio y una ... Mantiene que ~a soledad no le va a la pintura Ysus líenidealista del lenguaje pictórico como creación pura. -·"'1l'''"·-·'d0 d 11 Empieza sus clases hablando del caos, de las fuerzas cos:au.~lill.l roe han· convenct e e _o.• sus Mecanumes • · de la. fi'IZJcinaJion con Lapoujade culrruna Yo aJ que engloban y que se orienta en cUas; incluso el El b "do En resumen. su razonamtento se muestra . d . . . . so re e 1senu . . . ifi lenaparece aquí como una espeac e pnnopto c6smíco, . la pinrura dice, uene que stgn ~~~ P?rque u 0 , arte como un caso especial de crecimiento orgánico. · ' eal'dad de cosa cUl.Slgnificante-, sena en esto un panvitalismo que garantice, por decreto dd rc~~~~~d;~~n~~~:~ ~o ~uede signifi~ por m:ruo de la fi. municación universal y el sentido de las formas creadas libre y. Y ya que apariencia y semejanza han quedado vactas paran:· neamente. Felizmente, no hay nada de eso. Ya que se . 'aru.de la menor sugestión de semej~za se CJCP?ne ya ato os mediatamente que el arte es conocimiento y chace ver· («die hr;,wes q~e se le han hecho a la figuraoon) ¿~ dooddsurge er gibl nichl SichtbtiTes wieder, sondem macht sichtban). El arte ~ $rrp ntido> Del hecho de que la obra, reductd2. al gra o ~ero e fi. · posee a ..-:ar de wdo una presenaa, una las formas, sus propiedades de orientación, emoción, energía y las- ;e.
·1
1 1
¡·
N
.r
1
n Cf. ta.mbi~n c:l inteligente ensayo, mucho menos dogmático, de Jean-Louis I'EitRIEll. eLe p:¡ysagisme ooo figu~lif•, en Art tle Fracu, Ul , 1963. pp. 342-348. H Loe. ú t., Jupra, n. 4 de este a.pítuJo. 388
" Op. ú t .. pp. 122·1 23. ·\ fóítl.. p . B .
389
0
Jet
Ni
IV ÉTICA
\
Así pu~. el arte del que ha~lábamos,,si bien intenta cbr sigo.i6ca. ciones defimdas a sus obras parnculares, solo esopa a la contradicci&a para refugiarse <:n el postulado imposible. Esto viene provocado~ toda su tendenaa le lleva a superar las cObras.-, a las que un ~ntidoa.. carnado otorgaría una permanencia inaceptable. Los observadora 11 menos la mayoría de los que hemos átado (Malraux, l..apoujadt Paulhan , Merleau-Ponty) están de acuerdo en verificar que la ob11 ~ no es, hoy en día, una culminación, sino un momento. Se pintan lt· ríes, no lienzos; se juzga a un artista por su evolución más que por lo que expone !6, Por vez primera, sin duda, hemos empleado en este actícu.lo·Ja pa. labra juzgar. Resulta (aunque no es el lugar de preguntarnos :por~) que wdo Jo que ha perdido la obra aislada se ha trasladado a la scnc f a la .:volución; d juici" crícico ya sólo es posible ante ~tos conjuntes, Si bien un lienzo abstracto no tiene sentido por sí solo, so pena de wj. ver a caer en la creferencia•, la evolución de lo abstracto o, como se dj. ce, sus búsquedas siempre lo tienen. Es clo Informal• según Paulban, f no tal o cual obra informlll lo que delimita y esclarece oblicuamente la realidad amenazada por la idea. Podríamos intentar sugerir que darte moderno, que parece haber terminado con las obras de arte en d scoti. do clásico, construye sin embargo desde hace unos cincuenta aAos una enorme y magnífica catedral que se ha desarrollado a través dd tiempo.
[1963]
1 !6 MERLEAU-Po!!om'. Le langage indire&t... , p. 2128: .y en cuanto a esos modcmo& que ofre
390
XXll
EL TEMA DEL LOCO Y LA IRONÍA HUMANISTA
La imagen del loco, equívoca como tantos grandes súnbolos y pro,ccciones colectivas , es en cuaJquier C2SO un iilStrumemo de auto.:omprensión. Unas veces provoca _ri~_ porque presenta una especie de modelo redurido e inof<"n~ivo de una antihumanidad exorcizad:~.; otea!: JllVit:~. a la meditación socrática y se presenta ante los m~s lúcidos ccmo ~ •Jn espejo de su verdadera naruraJeza. En ambos casos -y en ouos 1ntermedios- esta figura de la indignilaJ haminis, obsesiva para los íOOtemporáneos de aquellos que habían hecho de la dignitas hominis b piedra angular de su filosofía, ilustra y resume toda una anuopología que tuvo una gran acfuaJidad en el Renacimiento. Es fácil construir la antítesis esquemática: por una parte, el Hombre de los neoplatónicos, el hermeneuta inspirado en la Creación, el ser rsencialmente libre y lúcido, depositario por naturaJeza de tod.s las rrrdades fundamentaJes, y capaz de manifestarlas o actuaJizarlas por el razonamiento y el estudio o por la adivinación y el Vüdo de !2 im2g!nación, o por la accesit, o incluso por la acción práctica; por otra parte, el Hombre ciego, dominado por sus necesidades, y tan loco que necesariamente tiene que considerar como locos a todos los que lo están menos que él. La iínc:a Jivisoú;. ~mre ~r~s dos concepciones del hombre no coincide en absolulO con la frontera enue cuJtura humanista y cuJrura popular: primero porque sería muy difícil trazar una frontera de este tipo, y además, porque Alberri, Erasmo y Rabelais, emre ouos muchos, han dado una gran importancia a la antropología del loco. Sin embargo, el desarrollo, d apogeo y d declive del tema del loco coincide exactamente, en el tiempo, si no en el espacio, con las fases correspondientes de la historia del humanismo. Nuestro propósito será d de mostear de qué manera asimila el tema del loco el humanismo, y d de evidenciar, entre la risa de la farsa y la ironía del lucianismo, una continuidad reveladora de los progresos de una manifestación bastante nueva de la conciencia de uno mismo.
393
.!
b:LslaJ.llC::
p v-.v -.v •• •
losiooes de clocura• eran_b"d en muchas oca(;iert~en~e todo caso. fueron ~~f! ¿:ncilio de Basilea I. LA UCENCIA DB. LOCO ' 0 cor;;; ~a d~ París en 12~ 2 h~eclive se explica en parte por_ (.6 · de di' a toda Franela. Su - -,- h cho nacer habían ~o- \ . . . H 5 se exten o . ue las hablaD e tras denva- ' La producCión cómtca de la Edad Med1a es, en una apl 1 ' de ue las tendenoas _q uas expresiones Y 0 . 0 yoría, de una calidad que no podemos por menos que consi 16. hc'~ es~ialmente en d s1gl~('· ~ egos de los hombres salva¡es.J baca; a menudo supone simplemente hundirse: guardando un~ iltla ~· farsas de teatro y los bal ~Y !u0 es deliberadamente fa~e 1 de precauciones, en un estado de licencia casi ilimitada o de i
W:: e;::
'esca
!'
d_-
!
Jr{í.
j ¿,
J
395
394
1
\
1 1
r
e~Fr~;t;:~ac::C~~cu1:ci~~~C:c·i:;:~e¡;es:~J~~vv:!gaz h
e . espropostto y el disparate eran a men d 1 To gwe a reckonÜtg longer leis11re 1 cra.e, miento excesivo de alusiones u o e resultado de un ~ This blind malter tro11bleth my wit. Freud ha demostrado ue re_tru~nos que se nos CSCaJ>a.n. niosa intenta e . . .q tecruca del retruécano y la salida • ., n prmapiO ccamuflar.. una mere , d d ~ Aquí está, en dos versos, la sustancia de la doctrina que podemos ~a operaaon pierde algo de su realidad El -anctl u osa, qUe·ea ,binar sucintamente el platonismo cristiano, y que constituía entonces ocos de la Edad Media tenía tamb"' · . mas_posero de tod015 q alienado mental o al simple d ~e.n que mgeruarselas para imitar IJ ~ra muchos simples creyentes y para muchos humanistas eruditos, la menre lo que se le pasaba por ~a~~tu, para ~oder_enu_nciar impune,. 1crdad íntima y esencial del cristianismo. Hemos observado frecuentemente los estrechos lazos corre Adán o sacaba era a costa de una es i za. La sau~acaóo Inmediata (hascun), la Muerte y la Locura. Burdach, ~acando un partido desmetenía que ser a la vez el ton~ ~Jdbu1~dobla71ent~ de la coocjer:!: Por un lado el desenfreno l que . o u e IZa como máscara. !Uf2do de las indicaciones que le suminisrraba un célebre diálogo del tcría; por el otro la vigilanc·;~ ' a c~mli pb.Jcencl.a en h bajeza o 1;. ,_· ;¡ombre con la. Muerte, el Ackermann aus B6hme1l, relacionaba a los d l"d ... que uu za a m· . .....,. ucs con el humanoc; post!Jetruquista. En cualquier caso es cieno que el e 1 ad de la parodia: esta dualidad : aseara o que verifica .la bumanismo cristiano, aspirando a iluminar a los fieles y a puriiicar la mcn.tal que sea le impid- . al• .nseparable de Jo cómico por .ele . • ... Siempre canzar e1 ge: d . • fe. se sentía aliado de los autores y predicadores que invit:aban a medinecesartamenre el primer germen de la ironía a o cero, e lll~od~ tar sobre la muerte, sobre el destino común de los hombres y sobre la Desde un punto de vista b . · Jocura• dd "apego a la materia. El conocimiento de sí mismo, es decir, entre el loco ~stúpido y el lo.::r~~e e~erno, s; h_a hecho la distiñc:i6a ~o es siempre válida: cuando. u~al lO. n la pracuca, esta dasificaaiSQ !Obre todo el conocimiento de la condición humana como tal, era desde siempre para los humanistas, h tarea principal de los hombrn ~~solentememe a Salomón ocol gr<;>sero como Marcolfo coiitCSta SI nos reímos d- Mar olfi y _prov~ a nsa, nos resultaría difícil d....:. ¡.chascun•, nuestra humanidad común, era un poco, fuera de Italia, '" C O O SI nos retmo 'J C d .,.... d o comun de un el equivalente del Hombre, glorificado por Jos humanistas del Sur). El viliano triunfa fi s con e . a a vez que el senti. arma espiritual del loco, la ironía que efectúa el distanciamiento, les la_ his~~r~a ~esid~ precisamente en r~f~~;~~~ber de los ~octores, la de sciVía a Jos moralistas de todo tipo precisamente para denunciar la loe que el vtUano no es ru 52· bto nt tromco, smo que está com J cura o la ceguera que eran la condición normal de la vida en el mundo. cloco natmal,. es decir del ali pdetamenre «loco... Salvo en el caso dcl . - Igual · ' que con los ena o o del tonto ' con qUJenes · 1.2 ambiv~::P.cia de los deseos del alma encarnada responde a la ambilos reyes se d tveman '!!ilt!mo crr,h:~rlo oor Bur km ~nan~ Y monstruos (El Triunfo de MaJa" 1valencia de la locura; el tira y afloja es tan constante y tan corriente que y en ou; a los S~halks g . atr !reune en un carro a los locos D2tural~ un jeu des fées representado en 1561 en Amberes por la cámara de reo ocos voluntarios) h q_ue .. d e a 1guna manera,narren la figurad J 1 . • ay 9ue recoooca, 1rórica de Henogenbosch pudo m..:>strar al· Rey de las hadas curando a los locos ordinarios por d don d~ !a locura completa. El humanista, por IIIUCJonal: es a la vez estúpid oco uene una ambivalencia coos. su parte, tenía que curar a la gente por el método conuAiio. ra~or de su propia conducta ~- sa 10, ~a~o de sus instintos y esptt. n_a)cs. no se t_endrá en cuco~ su 1 ~ues, SI ~ay que d~ifi~ar a los perso. Todo esto explica suficientemente lo que hay de válido en la tesis Clón de pantcipación y distan _g a~o de mteli~e~cla, smo la dosifica. de Burdach. El autor del Ackumann aus Bohmen, un alemán que vive hechos y gestos cada vez a una a_arrue~to ~ue Sltua lo cómico de sus w Bohemia hacia 1400, interesado por la cultura humanista de la y de la mera ironía. dislatJaa diferente del mero desenfreno cancillería de Praga, en contacto también con las corrientes wyclefitas o prchussiras dónde se expresaba un deseo de religi0n más íntima y más : . Ello explica un poco e - J clara, no ignoraba ni la ironía estudiantil (parece haber conocido espeCJalmence los de los país~ J~e os ~ombres del Renacimiento y espe· d~rc~bían de tan buen grado la o~~aJó~~ 1fs, bentre 1450 Y 1550.- cialmente el Speculum stullorum de Nigel Wireker, clérigo inglés del siglo XJII) ni la piedad cmoderna• (su oración por el alma de su mujer a ma en el cuerpo ba · 1 e o m re en el mundo o • JO e aspecto esenciaJmente cómico de ~ hace caso omiso de los santos intercesores o del Purgatorio) ni, por su-
e
saJ
b"
396
397
1
pues~o. la obsesión por la Muerre; cien años después en ---·~..... predicador hurnanist:l Gciler von Kaisersbcrg, d amigo de podrá utilizar d Ackermann como texto de sus sermones, había hecho con la Nave tk loJ /OCQJ. Tendremos que volver sobre d papel dd humanismo; es· te insistir primero sobre la asociación entre la Locura, la Muene Implica una visión profundamente pesimista y umverso na así: humano. Uno de los diálogos de Salomón y M~teC<>tto
cú~.
ae~>entgaJI\acla
1 , j
¿
Por u lut ch1ZU11n mort Q11~ n11J " 'i 11 tliport ~ áit Slllenwtu
1
Qui U 1~1 nf el OTt lh rolou y¡,~ 11 lort MtZTCOI/i r~
cristian~
~~siglo
. . . dd rasgo sorprendente, y ante todo universal • la fuerza mdOSIva b. 1 conciencia del bien como un manera dolorosa. e conce lC. a bo vinculan de una ford y sm • con Jeroouno , . Bos. res plan or qu_e vaga sm . fururo . buido derum Luciano especial al arc!tl~umantst:~do de la piedad popular de los habt· d pimor provu~aano pers . da mística renana. de Windshelm y ~e anttcuarandes exhibiciones de locos y espe· \ Por lo general, a traves de 1~ ~ ómo se llega a la cooduslón universales a la manera ;nedle , ' es l~o Ahí radica quizás ~a ~e que el mundo enterodeslta_ ~1 rdes» nav~ tk loJ locOI. El propio principales razones ~ exJtO ~, de su coave• como imagen del no insistió en una tmerp~et:lc~oo ue sus sucesores no se hayan do; por elJo es m~ notono au; Pierre Riviere (1497, tres años .,.n·U\.••uv. La traducciOn franc~ de 1 capítulo 1 estos versos: ::spués de la edición alemana) aoa e en e }e sui.J des gr111tJ folz mmglllls Sur ¡q mer áu monde profontle
e~
¿Qué sincero no se sentía en XV cvil orr.. (sucio)? XVI, la Mona de Erasmo se vanaglonaba de ser la úmca que man. tJt.:rJe a l?s hombres con vida. Si no esnwieran lec~. se m~tarian,; Eva como ·JSSe Bade, en su Gran/ neJ,tkJ fioU.er (1501) na~erepresenta de locos allevada por La mJSma Muerte aparece. en algunas danzas macabras, vestida de \f~dre Toma, y sitúa ~a Calfapl~~~~~s:a cristiano por la ::~ificaaE·óo loco; no sólo cuando se Lleva a un Joco desesperado -lo cual está de r;.,bJos· se pone de re eve e . .d e tienen su ra.LZ en va acuerdo con la ley del género: la Muerre va vestida como aquel a quien ic"'tas o vicios según los aoco seno la de la Iglesia o de la rapta, es «SU» muene- sino también, a veces, cuando busca a un ca. cuerpo, la Esta. oa:e;:a;r{viene de un anónipcUán (Danza macabra de la Bibliateca de Heit!elbetg, impresa hacia )l]vación. segun una Idea f~enordor de Braot había recogido, yendo 1465) o a una reina (Dtmza mac®ra de Holbein); el Tnunfo de¡, los años _60)_. q~e e td~tra to en el capírulo cVoo faJsch uod M_uerte de Brueghd la muestra vestida de Joco en varias escenas epis6. JlO, de aJiá de las mdlcaclones e tex • d1cas. Una vez, siempre en HoJbein, el Joco sigue dócilmente y embe. d xschiss•. de trineos o, como en d Bosco, e aJ esqueleto que viene a por éi; ese ciego por excelencia, ni siYa se trate de naves o de barcas' odo es la idea de vehículo: ces· quiera sabe dónde Jo llevar.. . d h t salido· hacia el pa1S , d e Ja~Ja, · m carro e eno, ¡o que, imporut ante hemos Incluso sin que intervenE:! la Muerte, las imágenes del mundo ció. ...... os embarcados•. Segun Bran , '1 La u'ru'ca salvación es la sabldu..... d llegar a e . 1 · co., tal y como nos las presentan Jos grandes ironistas del RenacirnieQ. 1 perecemos todos antes e d fine en el último capítulo, como uctto, son de un pesimismo a menudo atroz. Los escritos morales de 1Jber. rÍl , que na~almente el autor e me sobre lo que es y lo que hace' ti suministran una especie de espejo de la locura como hay pocos en fa dcz: el sabio se pregu~ta Bcoosta~:C:en buen ejemplo de ello al contarse literatura. Sus invectivas contra elos hombres. en general son aún lo más 1" no se cree nunca sabio ( rant sopon.aule a uusa de su misma gene!alidad; los numerosos disCUISOs wn insistencia en~e. los locos!). d ta filosofía o religión eotr_e el contra las mujeres, calcados de innumerables antecedentes en la litera~- ., 1 _iS1 ~·"'" Pf!,. maceo e es . . ''·.,.,., Es raa1 a üai '-•v•· • - · - · · En reaüdad este Utluuv l 1 la locura como VICIO. • tura religiosa o profana, sorprenden por su sinceridad demasiado evimundo como a ocura Y · · cns·tiano· quizá haya que re1 Entre los ataques casi obligarorios en cualquier moralista que se . . e_omo concepto es tan VIeJO . el p atomsmo tradu·o el primer• verso d e 1salmo LI1 preCJ~ (contra el clero, en el Pontifex; contra el lujo cmoderno., en él montarlo hasta San )~ro~o. que 1 ando el sentido de la palabra hay algunos que parecen dicrados por el imperativo de tLlll) por Dixit ~!mpzem zn cor;:¿¡;~;:;onado más que el de inumaa cualquier precio (CaniJ, sobre los vicios de los AntiguÓs) hebrea naval ser~a: el de ruzn o aJ a panir del siglo Xlll, se represeny crtttcas en las que el amor y el desprecio reciben un tratamiento análo. En las ilustraCiones de. es~e ~ m o' .d d loco (H. W . Janson ha logo (sobre los filósofos en el Momu1). A través de la lecrura, ese pesiaJ mnpzem vestt o e . 1 d laría frecuentemente iJ'd d d los predicadores contra los JUgares e 5 e r en la asimilación del loco hecho notar que la host 1 a Ed . Cr:tpder, Proverks ázctom popukires, París, 18.31. p . 200. ' ¡ IOdo cipo ha debido tener aligo _qu)eE:elas psicomaquias ~e los pórtidisfrazado al pecador por exce encla .
~n d
~1
l~as
~;~
:cnsibiJi~ad).
~
le~do
den~e. Deic~~hia) des~ificar
~'
398
\.
399
s~ón
' 1 . o se hace desvalijar por ellas; es al misfi!O ' cnam~rados, y e .nusmel rvortador oo involucrado que enunCia e1 e¡emplo a cv1tar Y CSr--· moralidad del juego.
cos de las catedraJes, la virtud Prudencia debía ir ac<>m]paiiad~~ldl: cio: fue una nueva ocasión de darle a StuitiJia, la locura, un.:..... moraJ negativo. L2s escenificaciones de locos como la Nave de:~.; 1 transformaban f.icilmc:nte en catálogos de vicios; y era UD2 ~ imagina~ tanto en los escritos sobre la locura como en los grabada~ pinturas, ccuracioocs• de esa enfermedad por operaciones Wl2s ~ mágicas (exorcismo), simbóljcas (destilación, cremación). otns--. de la triste práctica médica que debía durar hasta el siglo XIX: baal glaciaJ y apaJearuemo (la Na"enbeschwiirung de Mwner, 1H2 la extracción de la cpic:dra de la locura., representada entre otros ~G Bosco y Brueghel, parti~pa en aJgo de las tres_; para el ar:tista, 1ca1a la ventaja de ser en sí rrusma una locura y de struar el cOnJunto de la imagen en el plano irónjco que le corresponde. Sin embargo, b. curación por excelencia de la locura se logra.1 ~ que repetirlo, por el conocimjento de sí mismo; ~e ignoro a mí JDG, mo• dice, en el Flck de Brueghel el loco que se ffil!a en un ~o.&. pejos y lentes son desde Eulenspiegel los atributos constantes ~el ~ en ocasiones los vende a mismo. cumpliendo su papel de ironista, Ei ciego :!parece a menudo en compañía del loco, aunque sólo sea por la que faci lita la Íarsa, como en bs hiswri~ de Ealempiegcl o d~. Go. nella; el terrible amo de Laz:;.;::!!.:;, <:a.Topo~ y engañado, no necesita un segundo plano simbólico para imprimirse en nuestr~ memorias, pero los Ciegos de Brueghel representan claramente una nnagcn de la humanidad. Las dos inteprctaciones de stultitia come condición unjversal de la humanidad y como vicio o enfermedad que hay que curar, p~édct~ fundarse iguaJmente en el platonismo cristiano, pero difieren mucho en d plano de la expresión concreta: en la primera, el loco está intuiti. vamentc identificado con el hombre corriente: en la segunda, tiende a convenirse en una encarnación grotesca de lo antihumano. En ese últi. mo sentido, el loco, el bufón, el enano, el toNo y el monstruo son todos igualmente instrumentos de una catarsis por la repugnancia o poc el desprecio. El Mendigo de AJberti (en el Momus) sirve ya para crista· lizar esos semimjemos; el cura Arlotro se complace en la deshonra C'..!:!.!"!do, :t! conve~ con 51.1 arzob~po. n~c~ un chiste acerca del fiml de su padre en las gaJcras. El humor picaresco, pasado más de un siglo, explotará ampliamente este filón, en un contexto sociaJ que se prestaba mucho más a ciJo (M. Bawllon). Sin embargo, precisamente como en la picaresca, el abandonarse a la ignomioja o a las pasione~ puede resultar una crítica de los que se abandonan. El análisis de H. Hanckcl sobre las representaciones dd loco en las escenas erócicas o en las sátiras del amor en d Renacimjento ha mostrado aJ personaje grotesco aJternativameme. o a veces simulti· neamentc, burlador y burlado. Se arrastra en compañía dd mono, de· ua.S de Venus, y sin embargo, por medio de glosas obscenas desrrutifia el amor cortés de los jovenzuelos; ayuda a las jóvenes a robar a los
. ., ti . almente fuera del campo eróEsta última ve_rifica.cton se ap ca~:~kd llam~ crnciliadores entre la . a todo¡ un upod de ~':e~~ los acontecimientos y sacar de ellos y e cspccta o_n. anti a esenciaJ como las otras , lccción_es una fu~o~o~ ~~~i~e esp~o la humanidad y_encar,"6 cxamtnadas hastaEl . b. d Esopo ---•avo sentencioso, ob¡eto de ·;¡~lo "ofrah o ¡oro a o ' QU l UJ?an . d 1 cólera de los que desenmascara, l risot~da u~versal y _b~anc~ 1 ~O:o sabio•. es decir, el loco glosador el pruner e¡~~plo_clástc<_> e . 1 clowos de Shakespcare (que _pene~ulí su acepc.ton mas comente • os bufones de rcauo aJ upo de ~en por su ~énero.,., en tan~o q~ glosador su for~a última e l •nfrahumamdad grotesca) an tJOh•idable: . . d marco a nuestra clasificación de los lofn !os llrnneds qüue s~en 1 entaria-disranci:unicnto irónico), el loco :os (la polarlda ccncla vo u . los orros y les h:tce ctomar ~tosador inte~iene como el :;::~err:v~a (Der Wamer Narr es el :oociencia•. St ll~ga antes e lítica •de Hans Sachs, 1545); si llega ·iulo de una bo¡a volandera ~ . El bufón del rey es uadicional.cspués. sa~ fruto de la cxpe~e~~~;~encia su mejor consejero; gene;¡cnte conse¡ero del rey, Y _co 1 sabios de profesión • el que :¡!mente, en las coofrontac~ondes c_on os~ final el sabio tiene necesa' alunf a es e'l • porque es el mas espterto. Olmente _q~e declararse_ loco¡ 1 diferentes aspectos de este tercer tiEs fácil• lustrar con e¡cmp os os J-c b··c~~-· de !os reyes · d 1 momento en q1..1e "' w v ..~J ¡JO de loco. ~ parur e os rotescos se les otorgó el v:;.lor de deiu~ron algo disu nto a los tont 1 m~ndo ocultaba (C-Qwcr, Con!11 a sus dueños verdades que t "bo e onc~¡·os de una maravillosa . . 1390) se les atrt uyeron e ~ •r,JJO a"!antzs, . Y ka h advirtiendo a Leopoldo de Habsburgo e . .""da en 1315 por la derroprudenoa (Kuom -von Stoc ·ntes d,.~ la camoana conua losdisu1zos • termt. . .... . - ,_ _, ---- t ....,...... nr~ ... • 1 una hacta 1 )'fV, ca ~-.n... ··-~--¡¡de Morgarten). En la trage _a a . jmjlar discretamente con dr la muerte de San Juan Bauusra pe:¡~,~~ :rdad a Herodes. La polébs locos. u::adicionaJ:s.aJ pr<_>~eta que lfamente el tema del loco que • eomica relig10sa o pohuca uultza arop · ¡ a librar bataJla . d. d d· Murner vtene. como oc0 , . mo los otños, tce 1a ver a · 1 .:::r~ •"" del tosco vtlla· h .. , · Skclton toma a m...,.. ..... ¡! grossen lut heme en n~rren, dad es aJ cardenal Wolscy. Más de no Colyn doute para decu culatrdo ver . nes simbólicas de los Palacios una vez, e1 loco aparece en as ecoraoo dr Justicia. .. d se haya terminado pensando El hecho un poco_pat:adó¡~cd~ que 1 que dice Ja última palabra Y que el ser humano mas vtl y n tcu o es e
400
401
I
::o
:rt
!I
t
. d bocar directamente en la verdadera moraltzante para c:scm la más acertada sobre los asuntos de Estado, justicia o moral de un Erasmo. fácilmente por el qéffitQ.ambiguo que se les da a los a;~~-~~~i El Joco no cree en el honor caballeresco oí militar (sus , serán de paz, economía, protección a los pobres); se burla LA IRONÍA HUMANiSTA dades sociales y más que nada de las p retensiones de los sabios. . do sentimiento de la opacidad de lo car~jza contra las iJusjones que produc~ la_ belleza, sobre todo la dé las En el siglo xv. un dererrruna son lo que son reina en t': muJeres, y contra la trampa de los sc:numsemos nobles. Es siempre bll )' la primacía absolu~ de l:as ;~ q~iterario en la filosofía nonupoco Sancho Panza, el loco glosador que acompaña al c:loco 'D2tulllt la.s formas del n~ruraJ~o artJSUf~ :oncepció¿ dramática de la PaDon Q~ijotc:. Nada más ló~ico que rc:p~esc:ntarlo desprovisto de tOdas y en el ámbtro rehgtosode~ 1imperativo obsesivo de b las cualidades que dc:nunCLa como vaosdades engañosas: por clJO a del o oc, y enmeple¡·o es esencialmente poque. exaltab la necesidad Marcolfo tan feo, grotesco y mal hablado. (En un principio, este.. COQo 1 rte Todo este co tactón so re a ~uc: iado cómodo ha hecho, a veces, q~ tradictor de Salomón era probablemente un rey pagano que acababa a la evasión soñadora y eones por convertirse, o un demonio vencido por el sabio. Más adelante Jt "~~lar. y un esquemat~O ~as . convinió en el loco triunfador, algo así como los ruablos del teatroJdi. · le ~o~~ere con~rano al ~s~o:J~~ealista y formalista del h~J.~mgouco mternactonal y a g . lejos de oponerse al caudal co· gioso terminaban siendo bufones y clowns: el Adversario del ordCo. De hecho, la culrura humarus ta, lar se esforzó sobre toderrotado y obligado a amoldarse al desprecio con el que se le ronsidc. d llamarse la cu1tuca popu • ' ca, roma su revancha en el plano de la risa.) ·-. ·ún de lo que pue e da tarla prolongarla. Un Erasmo Las historias y farsas del tipo del cuento de Andersen sobre el nuao ~ en los países del Nort~, ~n a psentirJ¡c:ntos con las gentes scntraje del Errperador son muy representativas del humor del loco des. \l!llparre infmitamente mas td~c7ro con las de la suya. Se sabe lu.sta .!la~ de su época qut:. un [)~nsdado l:t digr.idad que le corrc:spooa ra a m~t¡~cador. En l~s ~iglos ;,.,.-v y XVI e.;taban at?Piiat?cnte ext:ndidZ l as vulgares de qué manera ha arTJbusdas a locos snsJgnes, como el padre AmJS o T!U Euleospiegd: se1 ·ué punto el hum:>rusmo a y a las_ engul . d d s.' - •=··~ •.k l tipo de trataba sobre todo de pinturas invisibles para todos los que no ten1an '¡]S senrimientos• nacionales d . d uopsezos a pte a uupu..·f' ..c'ormado s1n emasta os . . . , _,-1- · ecida y c:fsloso ta origen legítimo; pero podemo5 hacer entrar aquí también la astucia.de :1"1nSl' . d w· d hetm en CC:1tgson ...,uou . los exhibidores de reliqwas que fingían que sólo aceptaban ofrendas l de los habttant~~ e ·~ si oláscicos y d c:fariseísmo• de l_os -~· de las mujeres honradas. Till representa u n bonito número de desmi:x. ,!e Cristo• (la bosuhdad haCia os_~· hemos sugerido antes una simili· tificación frc:mc: a Jos ciudadanos de Magdc:burgo reunidos para·vmo :iJS pudo servir como factor comdu l), c:il ofía de los burgueses del Nor1 Chascun• e a u os , , volar desde lo alto de la alcaldía: cEstáis todos más locos que yo -Jcs ·üd entre Adan y e e . . anistas italianos; resulta aun'~ una continwdad entre ta lidecía-, ya que si alguno de vosotros me hubiera dicho que sabía "VV- :r y la dí'gnitas homznu de los hum. fícil establecer un paralelo y ~~ ocas•~~ el lucianismo d<" Alberti o lar, no lo hubiera creído•. ' Con trucos de este tipo, el loco humilla a los sabios del mundo, in. :crarura popular del loco, :;a to o n , elu idos naturalmente: los doctores y teólogos. La Nave de loJ locoJ ~ úa.smo. . tas como pedagogos, vulgarizadores, pródiga en djscursos contra la erurucióo y la .¡curiosidad· del saber 1 Profesionalmente los humaniS ' d también como predicadores, polemistas, hombres de leuas, a menu o úblico bastante amplio del libresco u otro~ ; en el capítulo LXVI, dirigido contra los viajeros, destt· estaban mucho más en cont~ct? con ucasonpde necesidad las costumbres ca una mención a los locos que salen con sus buques para probar que la . conocer e tmttar en . . d _.J:-'es tierra es redonda; p:c.ajc qü-= tic:r:e su inr~rfs , ya que se escribió en que apeen d leron a . 1 doctos de las umverstda es ffiCUJCY"4J • de dos . -d·rnos como cuando nos e:o. re~· 1494. El primer capírulo, Von unnutzen Biichem, presenta al autor c_o. mentales que h media ·¡·¿ d pue e sorpteu ~ . • . ' 1 l:m 'Aveces su versan 1 a bal. hebreo al catOI:ii;;;.. .....,-· mo un Biichemarr. Esta idea que triunfó y se convirtió en un lugar 1 . 1ca JSta que ense-no' ·¡¡osa,. -tas Levsr~ 1 mos de que E , e 1 más necia y c:maravt común de toda la literatura del loco, se parece más a una confesión pú· . bo duJO por otra parte. a . . d al roa blica que a un verdadero rasgo de autoironía. Brant no condena Jo que jio da Vtter ' ua_ . , B bo d 'Antona en estancias ¡u eo- e : oovda caballer~sca ltahana, oarnas• oc: su ~ación.) En d campo mas está haciendo -buscar satisfacciones ilusorias en la lectura y redacción nas cpara el disfrute de 1~ d , . la ~lite cultural y el pueblo de libros- , sino que se acusa de un defecto meramente externo, ficiJ. · la literarura corruca, .J: 'ó de f 1 ¡oncreto e as arsas } . d ntánc:arnentc: por la trawCJ o d memc: corregible y que además ya ha sido ridiculizado por Luciano: d ·gnorantc: se encon traban um fios c:spod 1 os en la iglesia h:asta e\ ftnal de poseer libros que no leía. El socratismo de Brant y sus imüadorc:s es d' O las JeStas e OC · • d \ ' los ,· u. c:gos de es . ru tan tes d d 1 humanismo lnerano e os . 1 más avanza os e b b del siglo XVI; 1os cucu os . ponían y representa an o ras h íses Bajos, las Cámaras de retónca, com
se
d
l
l
• Cap. l. 27. 110· 11 2.
402
403
edificantes seguidas de farsas (sotternies) interpretadas por tidos de locos. Después de todo, se comprende que en la lectura simul ' una obra italiana mflucnciada por Luciaoo y una wtología de . ~ francesas se pongan constantemente de mwifiesto analogías· y c:iue!d Momus de Albeni, por ejemplo , haga pensar tanto en los ct~ntos corrigt"n el Magnifoah, cuyo prototipo era maese Aliboron , como.~ Dando Mareschal de la antología Trepperd. Momus en la mesa. ~b dioses ~iviniendo a Júpit~r con paradojas recuerda mucho a Jos pad¡. tos :;.nuguos, pero aun mas, sobre todo en su papel de coQS(:jero · ~Jc. tradicionales y leg~darios locos de los reyes. ' Si bien las ocupaciones profesionales y las costumbres del ambbtt hacían que los humanistas estuvieran abiertos a la cultura popular y~ particular. a lo cómico de la clocura•, la adopción del tema dd loco.a¡ t~bién .e~ ellos una cuestión ideológi~a, más exactamente de cpláro. rusmo cnstJano•. Al menos en una ocas1ón, en la obra maestra dcl¡E nero, el FJogio de la locura, se ha explic:1do esto muy claramente.·&: mos subrayado que el loco como imagen de la humanidad y el mundo co..,o gig~tesca l~ur:~ ~ó!o pu~den comprendersr- ~n esta perspesti,a. El Encomtum Monae presenta la locura como fuerza motriz y cor.serva. dora de todo nuestro universo material; Holbein, en un dibujo, en t01 márgenes del volumen, corona al propio Cristo con un gorro de loto por haberse encarnado. El texto encierra un razonamiento más sutil:~ el mundo entero está loco, la conducta loca se vuelve normal , y cl q~ se ~parta de ella está dos veces loco; de ahí la conclusión epiatónica si. gu1ente•:
..
llge_douamtn el illud, fJicitaJem í.hrirlian()rum, qllam 101 lahonbus apet•lll, mht! ;Útud uu quam imaniae Iluitílituque genus quoddtrm ... lam pnmum il/11tl /l!!p1!111odum Chrolianis ~on~enil cum PlmoniciJ. animum immenum dltgalum'(lle
Con 1:1. enc:~nudora ambigüedad de sus pal:l.bras y la aJrura d~ el FJogio de la locura se relaciona con los prototipos populaies mas o menos como el Orlando furioJo con los Reali di Frtmcia. A un hombre culto del siglo XVI, y a un humanista más que a ninguno,~le .
1r~n ía,
• s Ed . Frobcn. 1532. p. 316. Trad. francesa E. Rcnaudcr. CEuvruchouiú. Paríss. {., pagana 14.
404
La jmnnc:ible olvidar el largo entrenamiento en la imitación
( eso r-. d 'ó El h . ~ ~tiruye de hecho lo esenctal de su e ucact o. UJ;namsta
t
·.....traba muy a gusto con dos culturas diferent~. la cl~ca y la_cru ~. y al contrario que los doctos de la ~d. Mec;lia. sabta IllUY bten ~ diferentes. Le reportaba una. a.rnpliactón ~~pechada de la ( .JCocia. y el despe~ del ~ntido hist?rico• rela.uvlSta .. ~~-el pt: , vista puramente lttera.no, le era postble pasar _d_e la urutacto~ de t ' na la de Plauto o al ejercicio escolástico cpartSl.Oo•; la conOCJda :Zidad de los retóricos y sofiStas wtiguos era por sup~esto menor suya. Léanse por ejemplo, en el Momus, los _tres diSCUrsOS succ J,rc la existencia de los dioses: el del ftJ6sofo, tnventa~o por M01 continu;¡,ción la pretendida respuesta de Momus, que untta al d1 ~celoso ignorante y adversario de los filósofos; finalmente. ~a del Jc (a ftlosofía por Hércules. El Momus entero es una colecoon ~e [ios a veces deslumbrantes: el razonamiento naturalista '! médic iJcrnócrito disecando un pájaro al la~o d~ Apo~o que diSeca un bolla para hacerse pasar por Herácltto; tnmediatarnente ~espu rntrevista lucianesca de Ca.ronte con Gelaste. Tod? esto encrena i1J:1.UO sentidos simultáneos; y qued_an aún el _disc~so al pueb Momus exiliado, ronvertido en eStOICO .revoluCionano ; y la av~t ~ún el estilo de Apuleyo, de los ba.t;tdtdos que atacan a un ftlo ,los que hace huir la estatua tic un dtos oculta en una g_ruta. La es tan variada que no deja naturalmente sacar ~onclustones, y cx1raño que este tratado de política ~ea en resu:md~ cuentas ext d2mente conservador. Alberti, a qwen se ha defimdo como el ¡ teÓrico de la moral burguesa (Sombart), parece desear un sol fuerte que reine con autOridad sobre un pueblo pia~oso y obe< En todo caso, la novedad de las clocuras• bumarustas no pet dámbito de la moral práctica, sino que consiste, al meno~ en 1~ rei en el desarrollo muy rico del germen de ironía contemda oc:< me,nte en toda la literatura popular que le sirvió de modelo. S blrgo, la misma idea de ironía parecía en la époc:a de un refina mtclectual extremado que sólo personas muy cultivadas eran _cap sentir. El testimonio de Tomás Moro sobre el efecto produCido Fhistola e virorum obscurorum es sin duda ex2gerado, pero no ~r revelador6 : Epistolae Obicurorum Virorum operae precium eJI ritkre quantopere pkzc hu1. et doctÍJ ioco el inr/oclu rmn, qut; dum ritkmuJ, p ulant nderi stilun ruem illi non tkfendunl, sed graPilqte settlentiarum dieunt compensatum tt ,.¿, vagina p ulcherrimum gladium. Utüram fulJlel indiluJ libe/lo aliui titulu :•tra centrum atmoJ homines studio stupidi non senswenl nasum qllamqUII• 'OnJico longioren.
Moro se divierte con la idea de que la posteridad podría eq1 ¡lgún día sobre la intenc;ón iróni::a de Crotus y de Hutten ... ' Cana a Erasmo del 31 de ocrubrc de 1516: cd. Allcn. n. 481.
405
1.
11. 3
sofo cultivado no tenia manifiestamente fe racionalista en ~l pero coofi~ma co~ ello la verificación de que la evolución de de lo c?rruco ha suJo _muy lenta en la Europa cristiana, y ha· remdo q ue ~ rcmve~tada poco a poco por Jos duda mucho mas influenaados por el burlón Luciano que por 1 ..,. e , ta P~tón. . _emrada ~unfal de_~ciano en la cultura humanista sc:hizd med~o de Al ~u. que reabtó la dedicatoria de dos de sus Primet lar duwones lar~nas (b del Sacrificio por Lapo da Castiglioocho ~':!' Y la ,del Elogzo ~ Úl mOJCII por Guarino, en 1440). Se sabe ¡'0 n -... bertJ debe a _Luoano, y por qué la lntercoenale VirtuJ pudo P : : : fan.te ~anro ttempo por una obra del softsta clásico. Una segunda1ota.a: unantsmo fue co;Dtem~ránea de Erasmo y apareció en su dri Ql' Eras_m_o, Moro Y Pu~e~er lo tradujeron, Erasmo y también 1-luCUlo: escnbteron Coloqu_w~ luaancscos. Si queremos darnos cuenta de~ etap~ del,descubnmtento de la ironía, basta con comparar un ~ dbe n_Jvel aun popubr, como Úl nave de IOJ locos, con el humor ~ ertJ Y Erasmo. .e 111' B~an;:. a pesar de su fecha tardfu . puede ~en·ir de punto ·d¡~~~ P:ua _el la l~ura del mundo es objeto de sermón más que de ironl:a· p_rop•a a~touonía es sólo un ejemplo edificante de examen de co •• la cla. Prec~ameme, Hanckel ha subrayado su oposición diame~ o: Era:mo, aunq~e. sólo sea por este punto capital: para Brant es ·la sabi. duna la q~e dmge el mundo; y para Erasmo, la locura. , , AJberu ~o- habla en prirn~ra ~e~o,?a_, pero su postura es mucho ?las _comple¡.. Y_ en rons~cuenoa mas uonzca. E! ejemplo de Mempo k mspua el conoado dogw del mendigo, quizá su página más bella ti rar•am~nte {!'fomw, iib. 11): al i~al que el cínico y el loco, e1 go e~ hbre, :~e amolda al despreno de tod os y por supuesto Paga 1~ miSma m_o_ned~ a_los q~e lo desprecian. S~ c:a rte•, cuyos,princip': l t~enea la ~tdenaa mmediar~ de los r~onamientos geométticos,•lo si· rua P_?r ~nnm~ ~e t~as las mcunstannas, de las tiranías y las cadstro. ~es publt~. ~~ SJqwera padece: en eso es único, y deja ajúpiter pérua. tJ~o la envtdla_ de_ sus. c~legas. Duerme a la luz d el día, ea la pbza .:._ publica, co~ el c~o :u aue: ¿qué rey !><: atievciÍ,;. 4 tamo? EJ celogw.. ~ JCónico a m~dias. En Delia fomiglia, uno de los interlocut?res pred1ca el desprecio de los cargos públicos y c.los honorcs:»t, pero rectbe _u_na respuesta moderada y razonable. El patricio Alberti.oo pued: ~dnuur, a P<:_Sar de tod~ ~~ a~miracióa por Luciano, la pobreu del Cinte~ Y su desden po!,la ov1hzanón ; en ocasiones llega a dirigir 1s burla lu~~csca contra Dwge~es, presentado como patán colérico. ¿Pero, a quten creer? _En 1~ c~esuón del cinismo como en la de la filosofD en ge~er~l. Albertt se hm!ta a po_n~r a los adversarios espalda contra a · palda, e mduso el platorusmo crtsttano, que sin embargo es la baSe: de
e
meb::
7
Ed F .
.
e . pe11egrini y R. Spong3oo, Florencia, 406
1946. pp. 340· 349.
lquier concepción de b locura y la ~biduría,_puede ponerse en ~uen el discurso del ateo (MomuJ, lib . .JI): ¿~ la muerte es u~ bten ' grande, por_qué los dioses no ~o _han quendo _para ellos IDISJ!l~? La sátira amifilosófica de AJberu s1gue p crtenCCJeodo a la trad~a~n teatro cómico antiguo (y en absoluto a la de los defensores cnsnasin embargo, lP.Ismo la sitúa desde el princ~pio en la irorua pura ,desencarnada. Tot ~m undique_ Stultitae fo:nm abundat {~~~~~1-·: 11
1
nec mil/e De11UJcnlz ad tantoJ mus JU!fecennt: quamquam illu zpm · · nmum alío Democnio foret opu1... La postura d el burlón
,ueda de antemano minada por su pro¡;>ia l~gi~a. Una novedad de ~mo con respecto al género de los ElogJ?S corrucos con el, que s_e co-
:~Ccta su Moria, es la de hacer hablar en prunera persona; as1, nadJe ~a ~si lo que critica ~o es, de he~o, al~bado P?r el autor (Era:mo m -
~ca esra posibilidad en su Prefaoo), y SJ su elogJO es tal en real1dad; d_e l((ho, la Locura se describe a sí misma como fuente de todos los vl;105. pero también de la religión más pura, al igual que de la burda su:>erstición del pueblo. r Lo cómico grosero del descaro voluntario ~ ha tr~sform_ado_ en lfOOÍa y auroironía a través de una serie de reflexJOnes y dist~~~~e~ :os sucesivos, ·hasta !legar a acerc2.fse a ese punto de ::~nrradicoon -~~ :na que es propio de la conciencia pura, dd cogito. E.xtst~ una pos•btjjdad extrema en la que la ironía no es más que l_a presenaa de !lna con¡jencia, presencia cuyo símbolo, como es sab1do, es la S?nnsa. Para Brant, el tema inicial indiscutible era el autor co~ su librería y su público al _que educ.a r; para Alberti, t<1o podía cucsttonar~, men~ 1~ dos tentaaones contractas que caractenzaban a su persona¡e: la d•gmdad filosófica y ia dignidad burguesa; en Erasmo, nada subsiSte aparte Jc la sonrisa. . . , . Conviene aún JOdtcar expresamente algunos lurutes del alcance de este ensayo: .,
.
.
-
_ La autocompr~nston de la que da tesumo~JO lo c~mtco del ~oco en el Renaormento (y que se resume, en .o esenaal, en la 1dea del platonismo cristiano) no es váJida más qu~ _para un sector particular del pensamiento humamsta y deJa vtsJon popular _del mundo; ei neoylatonjsmo, por no. citar más que est~ e~, ~plica una ~tropologJa bastante diferente y otros pnnnptos ae hermenéutica. . . - El análisis preceden~e se basa oe_?ct~meme en l_os mve~es de lo cómico o d~ la c~nnenoa en lo co~co. No conaerne m al valor artístico o ltterarJO de las _o~ras constderadas (puede hacerse arte importante con una _conun~ad muy bur_d a: como lo de~uestra el ejemplo del lazarillo), m a los procedu:ruent?S• narraoón, etcétera. & puede perfectamente someter ta.s m1~ obras a un análisis diferente, y se desembocaría <.n conclusiOnes de otro orden sobre la imagen del hombre qu.; encierran; las profundas 407
,,
! 1'
¡
posible el diario realmente filosófico, pero basta con admitir que . áisp.• dPero la respuesta verdadero. es manifestarse; a partir de ese momento el diario es4110 ral: soy un bruto: ~s equ~voc habéis hechoyamiestá de a res, principio una manera válida para descubrir la esencia. ~~ i ti . : 4'Soy ese1avo de mt bautlSfllO. H b' sido condenado por d arco Este postulado ha conducido muy lejos al existenciaJismo. ltqu¡l6. ::.Mis heficho la vu:.ru:; ·p;et:n:te que su conciencia de se:_ un lo tiene importancia un corolario: que la manifestación de la Verdad Un so ISma con . las señales de su dccaon: subjetiva no es un monólogo cualquiera, sino un monólogo de~ ;~humildad. sería; preos~e~;; salvado. Vosotros sois f~o Ser verdadero, es representar un papel (rodo Jo que es verdad lt '(Siia, un negro. ero pue es una ilusión y Rín . - s feroces avaros ... • muescra en la escena del mundo); se podría, más o menos, decir ClUr esotros, man~aco ~ 'la caridad será para mí la herm~ ser verdadero es ser ficticio. . Gbe: c¿Me he equt~éad~~d6n por haberme alimentado de lluerte? En fin , pt P Desde Descartes (larvatus prodeo), todos los filósofos cuyo Pensa miento es un diario camuflado o no, viven ensayando personajes, l' vamos •. . la salvación graruita: «H.e recibido en el ce cordemos el diálogo de Jean:Jacques con ~ousseau , los seudónimos
Rt:
rar:
d';;
j
unajo~~lla.
(,as
l!na sería que el Evangelio no sirve para él: «Sacerdotes, profesores, m:~~mrados, os equivocáis entregándome a la justicia, Nunca he perte· neo do a este pueblo; nunca he sido cristiano [... ] no tengo el sentido 410
nnrm~. de., inf; . nde irón 'camente a un veoo de un r-d 1 Esie.pas~¡e. que respo de ca:.id~d· se refiere. es cieno. ~ mra 11USJon. muene miSieHosa. oh hermana r de la poesía como C!!~do de gram ingcl•. d ~nc: pero prcc~a;;'~:c S:r~ad:masiado largos para ser cilad<"'· po paree • abun~an rcxdros l c~p~ulo .,.,;!he dc:l infierno•. IOOO cJ COffil<"nZO C
411
lfti1Pftltll dt todos Jos que había conocido. 0>lpe _de gracia '":'""'v•'liiMil· • un poco la asunción de mi buen amigo.• (Delirios I. cEI esposo in~cnco como un santo su mortificaCión. Es c~nal.•} Por otra panc, este artificio es uno de los mejores indicios de 1e CIOGYínj6 aJ Otden. sino que digió el Orden como última dd libro y de su continua mascarada: Rimbaud no consiente
auta~upnvión lógica. de su postura fuera de la ley. . que en representar sus gestos, risas , palabras a través de la máscara Sin ~mlwgo . a pesar de su apariencia literaria, Una Jc su cco'?pañ~o de infierno•; y ese compañero sigu~_sicndo él: conf~,¡ ;.¡;,.o no era. hisrór!c~e?tc, un ad~ós a la literatura; está d ;indosc, tmpaacnrándosc, deslumbrado por los espeJtsmOS de su arrutndé que Rimb:aud escubw aun, despues, algunas Ilumi'nacione~ (no olvidemos que el arte poético de Rimbaud pretendía ante todo hahbt de l:a publicación. por su cuenta, deJa T~mporada e umbrarse a sí mismo), mueno de sed, llegando hasta el final en el una compn de Gocthe Y Shakcspe_ar~: 1~ histonadores tienen ~ruebií ~precio de sí mismo, impuro y delirante. En estas páginas, Rimbaud, de codo 11po con1ra rd~ps?)· Nt stgurcra su~?c un adiós a la~ ~rcrariamente, sólo existe a través de los ojos de Vcrlaine, pero ese ..,_bundl : en los ~nos stgu tentes, . Rimbaud VlaJÓ más que nu \'(rlaine no es aquí más que un doble -o con mayor exactitud, una ~mcu6. en los rróptcos, d acto anuburgués por excelencia,. una ~ ~tad- de Rimbaud. Es la ilustración perfecta del célebre: eYo es .«ió~ . (IX dónde procede C?tonces ese carácter definitivo de un~ ¡~ro• . • Clcrato en plena lransformactón? Generalmente se le considera cprofi' . CXb )' . en cfeno, los sueños se parecen mucho a lo que su autor · _ en• . ill VlVJ;6 1 contr nuaoón; pero senc amente es que sus confesiones lJevan 6 li,r;anl el ~~sulra~o. el_sentido de lo q~e _cuentan. y sólo pueck · • En el fondo, la historia de Una temporada en el infierno podría ser porque no son _mas suenos que relatos; m aerras, ni falsas, sino ~ kvada al plano de la abstracción pura, como si fuera un análisis del f:~:amcnlc · ficoones. , .mago•. En medio del infierno, es todo poderoso: cPoseo todos los talentos. Aquí no hay n2die y hay alguien [ ... 1¿Quieren cantos negros, Ja.nzas de hLlríes? ¿Quieren que desaparczc:1 . G~e bt=::::e eil bt:SC~ dt"l 1nillo? ¿Quieren? Fabricaré oro, remedios:.. Pero esta magia es solipsisu: eMe callaré: poetas y visionarios tendrían envidia. Soy mil veces el r-:o _exi~re el yo d_c esta confesión. ¿Quién es? cSin servirme. para lla· m2s rico, seamos avaros como el mar•. Todo está contenido en estas pada nt stqutera de rru cuerpo, y. más ocioso que un sapo he · ·d • . , VCVI O P!,1r bbras; los dones del evidente• no pueden compartirse. Ni siquiera Vcrt od as partes. N o h ay u_na f,am¡Jia de Europa que no conozca .• ÚnJci. wne, la virgen loca, se atreve a esperar que su amigo le será ficl , no sa~eme algu!:as notas bto~ráficas aparecen como leitmotive: la admin. be 5Í subirá realmente ca un cielo.. , y sólo por bravuconería le dice: eTc · c!6n del nmo por cel mtratable presidiario sobre el q 1 ·d · . . . . ue se aeaa comprendo•. La alquimia del verbo dibuja magníficamente uno de los s1empre e ~res1 to•; la expenenCJa SIStemática de la cahcración dé 'to. ¡spectos de la espera: el delirio cultivado Ucva, de descubrimiento en dos, losJ senudos• para ampliar las fromeras de la rvll"<:~~ LoS d OS urucos , · descubrimiento, a la desesperación del chombrc•, y después, cuando la capttu os en que cla ausencia de las facultades descriptivas 0 insuúéti. conina de las formas y colores se desgarra, al innegable sol en eJ coravas• no es co~pleta, se llaman precisamente Deliños (igualmente 0 zón de las tinieblas: d!n fin, oh felicidad, oh razón, aparté del cielo el ~r el contracto, en la fiebre dmanre su última enfermedad Rimba~d a.zur, que es neg ro, y viví [ ... 1 Por mera alegría, yo adoptaba una SI ha~ que creer a su hermana Isabel, clo mezclaba todo y 'con~>' expresión bufa y extraviada hasta lo posible: · Es_evidentemente un ser imaginario que cuenta su re~pqrada en c:i mherno. · ·
inclusoE
:J
r--....
d Iksde el_comienzo, d!ge para presentarse una galeria de ~. ce ~mes• sonados: peregnno en Tierra Santa, leproso merccnarío ~CUJ~. se ve ahora o en el futuro forzado, colono, negr~ scmetido aÍ auu~mo cuando los Blancos desembarcan (Mala sangre). Encar a Ver~atne que lo cuente: cEs un demonio, sabéis, no es un homJ:n ~V~Ja todo el decorado de que mentalmente se rodeaba; vestidos aJes, n;ucbles; les p~estaba armas, otro aspecw. Veía wdo Jo que k co~mov~ •. como hubtcra querido crearlo para él• cno sabe wch qUJerc VJvtr sonámbulo. ¿Su bondad y su caridad ~olas le darían J·~: re~ho en el mundo real?. cQuizás un día desaparecerá maravillosamUJte, pero yo tengo que saber, SJ. e'1 d e be remontarse a un CJelo, . que yo
rom:
412
J
Flle esl relrou~ée! Quoi? L'élmuté. C'estla mer mélü A" soleil. • [ ¡u hemos t«obtado! 1 ¿Qué? U. t>tcmidad. 1 Es d m:u junto 1 con el sol.l
Pero, a la vez, en este limite extremo, la belleza, a partir de ahora sin forma, y a la que se Uama promesa de felicidad , está necesariamenre obligada a cumplir su promesa. cLa Felicidad era mi fatalidad . mi remordimiento, mi gusano ( ... 1 ¡La Felicidad! Su djeme, dulce a la muerte, me advertía aJ cantar del gallo - ad matutinum en que ChriJ-
413
lo que continúa La , · más somb. nas.•. No sabemos ya tus veniten las ciudades ,
pasó. Hoy sé saJ~dar 1 p~ma la y se
f~licidad
condu~e
clasifi~ lall~~-
d~ir
~~~~~~~·u rnejor dicho, de varios seres, creados; La temporada en el infierno
-u·..q~.a. E'~'identemen~.
eotgmáticarnente: · ¿Quiere que queda
libro absaacto. se uata de un caso excepcional . El elemento ficticio
fawones imaginaS? Putdt ,.,;'· eon algun ==mo, tnttt ouo •desa
;.ueM
f!
ll,.¡dO··tern~oraJ
del relato; que, por oua parte, la reprobación no estar pensada más que por un réprobo si su punto de vista es ficticio- de ahí las máscaras; que igualmente la conaadición o la falsa situación de ese adiós escrito a la literatura (que en es la situación falsa de cualquier literatura como tal, solo que y más llamativa) lleva consigo artificios como la confesión 11.:u~·"..~... el equívoco enue el plano moral y artístico, etc. ; que por , si un fragmento autobiográfico tiene que ser al mismo tiempo crítica de lo imaginario, no puede ser ni mero relato ni mera me-
<-En ouo tiempo, si tccuerdo bien · · • .l se abríw. en d que todos 1 . . mi_vuh er2 un festLn en d que todos los U . os vtnos coman . na noche , senté a la Bcllcu en mis rodillas - Y la [... 1H2.Sta que úiúm~cntc cr énd . . - ~nconuc amarga-. y la clave del m úguo festín d ey . - orne en ma ulumo he pensado u 'd d . o e quiza recobraré d apetito cara a es esa clave. ¡Esta inspiración prueba que he ~ñad O.•1
=·
od
No habría ninguna dificultad . . . . .., que se ha hecho con el precedent~)a ua_nsc~lbues hte t~merario (ip¡t por supuesto, de moment . en termmos egeliaoos; se~ embargo, no todas estas condiciones favorables pueden ser acci!ación de la belleza con 1 ~:ces_avoslde un concepto. Pero está~ Por d mero hecho del lenguaje, la confesión y especialmente te, y el intento fi lm a 1 anCla, e rebelarse porque no es .... t:..:.::..c• . . , ma ente vano de s t ' . 1 ..~. cOnfesión del pen<:arniemo en vías de elaboración, resulta ya siempre l.H~>!la cnrnclet;;. del ser . ' • us atuu a _por la caridad, 'd G h vr:z reflexión absuac
1 1
1 1 t
1
·r
unf:h_
~
u~ar•,
H b-
',
raa que hacer aquí un comentauo · d enustado . ' la~2 Loaimposrble. largo de la admirable págioa'tÍDI·
El comcxro no pcrmire en mi o . . . ptm6n. mrerprcrar csra expresión mis renuncia a la esperanza de .1 . vo •cr a encontrar b ccb•·e dd anúguo festín •.
414
tS
del diario filosófico. Q. E.D.
[ 19~9]
que_~ 415
t \
l
XXIV
.,íe2.meme, ni siquiera en primer lugar, a objetos individuales; me opio, en a~.da vivencia de las formas más generales que sirven de APROPIACIÓN Y ALIENACIÓN co preamor a las vivencias futuras 2 • Por eUo, el historicismo está plícito en la vivencia y mi permanencia e identidad se presentan cosujeto de mis experiencias distribuidas en el tiempo. Es decir, la permanencia e identidad de los objetos, en d mundo 61onádico• o para mí, están igualmente ligadas al ctener•, al habilus: ;~responden a la posibilidad que tengo de encontrar esos objetos Jénticos, en una palabra, a un horizonte de aplicación de los marcos ,tablecidos por la Ursliftung de su primer conocimiento (IV, § 33). El primer hecho, irreductible y más bien rillsterioso del habilus sig-;fica en suma que la proposición ctengo• implica cpuedo volver a en.Jiltrar•, y cpuedo volver a encontrar-. implica cpermanencia• e ciden;dad• tanto del yo como de los objetos. Pero esas relaciones sólo son 1\"ersibles en la Eigenheitssphiire, en el ámbito de lo que es directal. El EGO Y SU ESFERA :¡cnre correlativo a mi conciencia; en el mundo intersubjetivo, La per;¡anencia y la identidad, incluso Las de mi propio pasado, ya no van ne Desde . .dsiemprt.d d, h tradición filosófica ha uru·do 1as J·d eas de,....,.. JPdas al hecho de que puedo volver a encontrarlas: he olvidado defi~ nc:a e 1 enu a ; la fc,lomenología obliga a aneJÜonarles r-.....q. termmo, o ::Jejor dicho como primero cl ten como te.:rtr ;¡livamente una parte considerable de lo que d otro ha podido cono_cr p0r ~:. _Para Husserl, la permanencia origi~aJ 1 e~ · · Este esbozo, muy toscamente apruximadc, pone de relieve las re~onzome potencial d e lo indefinidarnem;sre~tfbre~a;¡:;!~noa ~~ lCiones esenciales entre los d~tiotos aspectos del tener: el tene1 más ~ nue~o· v?lver_a esta evidencia, volver a encontr~la e re P.u~ .nmediato, el habitus, es cpropiedad-. constitutiva dd yo; pero si es viJl~el f~r mlcb em e bleibende Habe (Cart. Med. , lJI § i{)~~~~ ocncía, en cuanw horizonte de posibilidades, el habitus es cposeído-. C\1 eneJa efunda-. (IIiftet) en mí al ' . qwtt que Husserl llama HabitualiJiit o dJ~ ~rmanen~e, l!na «propiedad. lJmO facultad o poder (ctengo-. se empareja con cpuedo-.). Propiedad y ca, Habitus. Haber reconocido :U e e punto e _viSta de su P~ -osesión aparecen como aspectOs diferentes del tener: en la propiedad ha reconocido· al ha be d - ~od, es ser desde ese msrame, el que lo ~ ac~rca a la cualidad, o incluso a la cualidad específica, y por últi• r ca qum o-. por , d · 1 . o una convicción, se ha adquirido al' . asi _ ear o, una evJ~eoc:U no al ser (es lo que expresa en alem~n . la serie Figentum-Eigemchaft(IV, § 32). ~~opiedad inseparable de ~::C~~nu~;) uod ·~ropieda~. 5genheit); la posesión acerca el tener a lo virtual -cen potencia.- de J posibilidad . o de manera más :unplia del poder (facultas; en alemán: cuando se de :'ermogen ). Por poner ejemplos extremos: las propiedades del triánguHusserl - al . . ta o, cya no se es eiiDJSmo-.. cEI yo -
F
~~~ ~ad~~;¡~~a!o ~; c~mt~í~rución;
re~i~~e cun~ ~=
• ¡,.z~
l
f'rrwn.;.'n
Analinndo b manera en que cualquier percepción o conocimiento remi1en a sus
O~nu akllller Genem ""' /eh nch a/¡ ulenl h S b bt. iJJ 1llllr
'"' 1-Jxorlo ":
J.
rt ¡\f.-d. IV § 32).
e en u unu voeibndtJ
41 6
lch geformu Vorgegebe11hetlen J&heinen, wenn l:Jrgkerten anregen (Cart. Med. , TV, § 38).
l
417
1ie
/llJue/1 werJen. affizieren unJ ZJJ
r·
1
b~é.n de que puede quedarse en el paso del yo trascendental al p!IlCO. El tener tiene caracteres temporales: lo propio de la JH'nt~.•, .......,~. ~e cr~ un pasado! es decir, un en-sí siempre cya aquí» para ctencta poseedora (sm que esta Stiftung haya sido el objeto intencioQa do de. un presente d~ concienci_a: aq~í radica uno de los aspectos tan dtScutlda paradOJa d~~ habllus. St el lado cpropiedad» correspoade al pasado, ~ll~do c~st~n· cor~esponderá al futuro: las formas-~Datto del. reco~ocJmtento mterv1enen s1empre en un Vormeinen anticipador y st es aerto, como decía Husserl, que el futuro es cel futuro d ~ pasado.. ~. el pasa~o ~lo es capaz de constituü ese futuro porqu~~ fundado las chabttualJ?ades~ siem~re prospectivas. Por otra Parte; d pasado, en cuant? en-~1 pose1do, es Igualmente el pasado de mi futuro· puesto que :U eXIStenaa ya aq~í consiste en el hecho de que yo ~ retornar a .el. en consecuencta de la prospección con la que estf compromeudo. . Otra particularidad d~l ~e~er en el as~o temporal (particularidad qu~ ~r otra parte v~ qut.z a l1gada a la pnmera) es la disociación·que l~e\a a ca.bo e.mre la tde:-~tld~d de.lo permanente u ~bjetiva,. y la idcn. ~dad. ~lStónca» o de la v1venna. En el primer sentido, habiJ111 e tde':lt~~:td forman un círcul.? análogo a1 de la intención y su objeto: Ja postbift~ad cd: retor~~ a el», por la que el habitus constituye la pcr. manenoa, esta. con~aonada por la identidad de (aquello) a lo q vuelvo; y esta 1denudad no es definible. más q~e por el habitus vuel~e a encontrarla. En el segundo sentido, la Identidad es sólo J d la Stiftung: a .ésta la iden~co a través de la densidad del tiempo,~ ~uga: en el tl~~po» (Ze.ttstelle) en el que ha tenido lugar. Mientras la J?e~udad ~ObJetiva.. ~ stempre completa en la vivencia, por el recono~ m"e.mo dt.recto (graCJas a lo dado .de a~tem~o h~birualizado) dd olr Jeto Jntenoonal permanente, la 1dent1ficaaón htStórica es mediara puesto qu~ no se pode~ volver a ~ivir Ja Stiftung como si fuera sól~ presente . sm anular el uempo haaendo coincidir presente y pasado• . Estas do~ formas d~ i~entidad corresponden a dos formas de solida: ~~d.ad.con ~~ p~a.do, 1nd.1cadas antes: la identidad histórica responde a la Imborrable ,. aJ nec~o a~ que soy y ~ré siempre el que ha vivido un n:tomem? .prectSo; la 1d~~t1dad de lo permanente responde a la eviden. oa adqumda o a 1~. deastón tomada, que sin duda me penenecen pero que pu:do tachar t'gu~ que. el objeto permaneme puede dejar de existir). Ast pues, es. ~a dtSttnclón de tener -o de la manera de tener los momemos de ~~ tJempo- la que determina la distinción en la identi- · dad; .la correlacJón tener-identidad queda a salvo. Sm embargo, otra pregunta sigue en pie: ¿hasta dónde llega la ana·
deh
1
i 1
q: J
1
Man~S!:~,c. j¡P· 13 4
G" en
1:
IIJUm,
ci§udo ¡:.oc G . BRANo. Welt, !t:h """ Zeit 111uh llltven1/le,tJi&hta 24 (
. BRAND . loe. c11.
418
entre el tener del habitUJ correspondiente al yo puro, con sus dos propiedad y posesión (o cualidad y poder, o pasado y futu!o). tener de las cdisposiciones• o crasgos ~e carácter• del yo ~mpír1co? dos p lanos están claramente diferenCiados: Hu~rl pr~~~ que el o la capinión» fundada (guhftet) en cualqwer ~ectSJOn oto~ conciencia pertenecía al yo pwo y no debe confunduse con las dis\lSiciooes habituales de mi persona). · Hablando en términos generales, lo que distingue los dos as~tos ti yo es, como se sabe, el hecho de que están plant~dos respectivapor la actitud de la cpsicología pura• y por la acurud natural. El h usserliano corresponde al calma• tal y como surge en la auto. de la móna.da 6; la disposición y el carácter emp!rico sólo ~ecen en u na perspectiva exterior de entrada, y sólo es postbles des:ués del paso al punto de vista intersubjetiva. E~ l~s d.os planos, es n10ifiest~ote necesario dar la vuelta por una obJeuvaoón para que, ' frente a mí mismo, perciba mi tener; es fácil comprender esta porque la experiencia directa del habitu~ llev~ía implícita ~ tener de mi tener, y así sucesivament~ hasta e~ inf!filtO. Empíricamente, Las huellas de cual9wer expert~ncta fund~dora se 11¡el•teil Jispvsiciones actes de convtrmse eu propt~d~de~: dtspong~. ,ara cualquier experiencia futura, de I?S ~are~ _sumtrustrad~ por ~IS · · · pasadas y lo que llamo rrus dtSpostcJones no es smo la u~ característica con la que empleo esos marcos, o la tendenoa .•,..,••,..,nt,.. a empltlrlos. El paso de esas tendencias a I?S ~asgos de~ :ícter• se opera por sí solo, o bien por simple profund1zact6~ y arratgo b: tendencia de prever siempre lo peor, por ejemplo), o bten por la :omplejidad creciente del pasado ~isponibl.e qll;e. se escalona (como 11 cdisposición» permanente a camb1ar de disposJCtón. -o por el ron· tDtio a mantenerla- es un crasgo de carácter-)1. La pnmera puerta del ) Hussw., ltken ll, pp. 111 y ss., a propósiro d( la.s opiniones p~mancm~ d( un 1Uj(to: Man11 l:Jmn sie in gewtisen Sinne habirual ne.n!'en; es h~tklrsu:h '!ber '!'fht 11m m:e11 gewohnheitsm4mgen .IWbitus als ob das emP_ITUt he Sllb¡ect reate f?isposúK»wr ..: ctui ftnen wiirtk. Der HabztiiJ, u m den es srch h~n IMndelt, gehórt_ mt ht Zllm. empt· "&lm • sontkm z11m reinen kh. Dú !den tiJa~ des rairen !ch liegt n~&ht n11r dmin, dass .ÚJ /eh (wietkr das mne [cb) tm Hinblidc ,.,.¡ jcd.:; :agit!' mi.ck tz!s dar identischt: le~ des cogilo erfassen Ú!Jn; vielmehr: ich btn auh dtznn tmd a P':'on .darselbe /eh, so· fmt i&h in meiner Stellung11ahme notwtmdtg Koftsequen:r. _ibe "' ~rnen hesttmmten l!lfn; jetk cne11e• SteUungMh~ sllftet eme .kletbt:nde cMetnllng•. Sm ~bargo. la a · pa-i(nci~ intana pued( sa du((taJn(ntC uulizada por la fenom(nologaa como filoso· fa uascxndemal. puc:sto qu( el yo psicológico es •el mismo• qu( d )'O tnS<:md~ntal: Hu=rl. ms. K Ill , l. pp. 23-2~ . ciudo por BiAND. op. ut., pp. ~·101. 6 La ddinición dd alma (O b psicologi2 uascrodcnral pura (reme brne1f·P1Jcholo· f.e) romo eine ,¡, tkr MoMtÚ ri&h 110Uziehende SelbJtob¡ehiPierrmg denelbe11, K en· CU(ntra en las Medtt«iones ct1Ttesianas, V. § H .. 7 5( podría desarrollar una objeción partr(ndo. d( la existencia ~el carácta hereda· :lo, bastante difícil de expliar d~( el punto d( VISa. froom(nol~gtro. Hu~ . que !o 10.a. como «(ffigrm• par(tt habe!S( dado cu(na. Qu( yo sepa, aun no K tu lnt(ntado •r:solva csu probkma.
419
,
'
llli~- ~ -c~~espon~ente ~
pasguado~·
ode<,empírico fu ' Ja -correspondiente biJus_..em .prop"•· • tener dispostcton · ·,pu
P"'~ ~l
cuand~
~~-unidad
~·
propdlO, a f:Zgenhe~lssphiire. y sin embargo es en la ~o o hqu.e ~ Q en . . . ben etl;sphb, d on e se orcunscnbe completar su descripción un pnntlplo el Y0 ~ue tiene• y hay ,.,. SITIJAOÓN Y TAREA piación. para conocer la functón exacta de la '~"' No sólo « ngu los habiJ .U d . ' • !1'1>- El mundo, romo algo apropiado en un• Figenspbiire que tendria· tengo rnmbión "" mism"UJ engen a os por m u opS'hl<, J>O
oonsti~ti ~ne?0"
",¡, (Be'tand~j'k)
wt" 1 !;.¡""
~
(Bo:Í.ve';l" ·!J:· "'¡;u,;'
c~n res~cto ~ 1ic-tac _en~?· u=ond<~xpe·"~ ". d 0~, ~a la~
(~o
. '!t
Menschen mlf de m Forlschrill der ph ~- e"e~ • . mm ergibt Jtch ... tÚzJJ die Seda Út lkwegung ihreJ eigenen seeluchen ¡;;t::í/n oguchen ForJch.m g in ei;;~ merhlfir4itt Erkenntnü verwandelt .;,h m· I!J geralen. Denn jede neue lran~·n J._.J_ d. · - m ,.. esensnotwend. ú 11 · · ·~, IIOU6H er memchlrchen Su/e... War , der Me hí,l? h Z11 e!ner &rerchenmg tkJ Q h.Ull lranszen dentalen Fonchung . al/ n~c " kert _m rr Perdech WIZT. enthiille i&h ¡, smd. mil jerkr 71euen Enthd!un eJfürr:e:J.': he hat Jeme tramzendentalen Kardale, n &strm'!'ungen du Memchen in W.lt e Ke"!ensch~nfoncher. deJ Psycholognr, 111!61 schon zm Werk .Jtehmtk lramzenden~: me poJttrre Psychologu. die nicht iihertlit mungm des Menschen u d der Well ftelJ.qchologu veifiigt, -Únn JI! Jok he &stit.· 10 BRAND • 11 e,. ""'"en. ~ • ' espcaalmcnre d párrafo 4 . 11 . Cll ., § 4, p. 60.
Je,
a
420
\
11 Loe. cit., § 19. pp. 178 y 180. 1! Acera de la apropiación como facultad, véase Hussm. ms. C 4. p . 22. qur me (>)obligado 2 ci~r aquí ~gún la traducción del libr~ de IIR.~'-ll (p . 6-l). Tullo ero. la PI· ., rntro la quale ro Jono m rapporto al monda. Jtgnifica: non un ~mro ro. e, dr fronte ad t so. una molk plicitii di eueri pri111 di ro. bensr, U. tutti e prim:1 di Julio, i11 ogni perce· :z:il. in ogr.i 1111ere, uno sforzo dell'w , un agire, un pourt. uc. Sobre l:a actualidad y •'bre d presente como estado de vigilia, 'iasc Brand . § 18 14 Los dos verbos son poco apropiados: 1ftgir traduce la acürud rcalisla y decrdir d
Jc1lismo.
421
lo sobrepasa s~ultáneameme hacia los horizontes que esa visión' c?mo perspecnv:a; en el seno de la reducción fenomenológica 1 ·.{Jaíit nón n.o. es antenor a la elección i~ten_cionaJ de la toma de con~i: ~ la denstón de esta toma de conaenaa ~o. es anterior a la situa~t problem_a .para comprender una u otra VJStón, no es deducirla gr~N las co~dta?nes .encontradas en el mundo, sino dilucidar su tele~' y su hJStona~ co.n el elemento d~ habitualidad implicada. · "'P , Lo que stgnifica que cu~qwer profundización tiene como f¡ mas o meo~ presente el horuome global de las intenciones aprop:t: ras, ~ktermmado por lo que JJevo conmigo (mi pasado) y por el p de v~ta que ocupo (~o ~ctual-(:'ara-mí). Estoy defmido de antem unto cada mstante, en mt Eigenhezls~Phifre•. por mi situació:: entendid:: esa manera, con lo 9ue de transttona uene. Cualquier intención ne un estatus del SUJeto, que acrúa aJ estar involucrado· incluso )supo. ~ d_: cobs~rvador indiferente.. es aceptado siempre en 'virtud dee alesta· tnteres mediato. Por otra parte cualquier aproniación contribu g(iod ' , d ' .. · r ye a e. fi n1rse r_nas uramente porque lo adqumdo entra como elem t 1 aJ · · . ento ..~. ua o vtrru en mlS srtua~JO~es o adquisiciones futuras. Así pues ~-~rmanen~e y los yo rr~~onos están formados por el movimieo~: na los honzontes
t!;.
':in:
Pe~o la sucesión de cdecciones .. o cdecisiones" de la coocicnci1 aprop1ad?ra n_o se hace según una lógica rigurosa y previsible. No c::úgo de una snuac1ón en otra sólo por la inercia del pasado y por J fu ~desperta~ora" .de la~ Yivencias actuales. Por ejemplo, puedo r:rra:::. me de .la sttuac1ón en que est~y y_cambiar de plano: es Jo que ocurre en el sennllo hecho de la comurucaoón por medio del lenguaje y como lo ha o~~ervado Merleau-Pomy~ en. la designación muda. Puede oaurit ta:nbJen qu.e l~ roma de conaenoa repentina de una realidad arranque a esta d~ mt Elg,ensphiire, de_su relación con el centro cyo": este desper. tar pue~e. cu c1 ~:So ex.:cpac?;J de! ".'értigc perla altura, determitur hasta mt percepc10n del espaao 16 . La experiencia más corriente de un 11 l.ulo·eJiranüzzio,u Es evidente . . romprc:ndenc como si i~ r d que . 1~ obscrvaaones amenoccs no debco 16 ~ t • P Karan un erermmLSmo de loas propias miras P«Sp«tÍY2S lle82 y-:a ~~~:~i:::r ~tc:same_me, de la otcr~obia: d alpinista eng2nchotdo a la pared~ complcro irrum en 12 pacJ_o e~ su fU/':'' como ttnrro. El es¡ne~o, en sí. entero por en conscc~enc,·a ~1 - co~cncJa del su¡eto, que siente que d -centro dd espliCÍO> • . ' aq11t, esta en otra pane Ir,¡· s •' - d' ¡e en el espacio. la desap:uic'ón d 1 . a JO. u~ne 1a per Jda dd punto de aocb· rusc abajo (p,u;¡ ir a reunirse: e cquJv ente ~Jal dd yo: de ahí la tentación de ticedee a l:a temac16n Los niñC:on e1aqllí) Y d mJedo. que no es d de resbalar, sino d ck mundo estt dond- ·" - ' q~ encuentran perf«ramente natural que el centro del • cuos cstan suum nnr0 1 • · d 1 1 la acrofobia con c1 temor ' al .r-· ~ vcm~o e a a rura No puede comp2nl'SC: :une ru qUJcr peligro. smo con los trastornos de conducta dd
ai
422
becho consciente cque no deja integrar:. es la del re':"or~e~Ho : la fal: ahí.. presente. cen persona~ en mJ conaenCJa y en .m' plSado, como un trozo de real1dad maproptable: no J?Uede concebuse ~entidad entre el que soy para mí y el que ha comeudo la falta de la que me arrepiento 17 • • • • • La paradoja de lo no-apropiado cen" au conaencta remtte nccesañarnente a la paradoja de la intersubj~tivi?ad . En efect~. en un ~ato p0r encima de la EigenJphare, la connenaa no es apr~ptado~a; nen: la extraña facultad de verse ya, no sólo cdesde fuera,., smo mas específiC1mente por los ojos de un yo ajeno o bien parti~ar o formal y general. La ascensión a la intersubjetividad descentralua d mundo de la cOnciencia; el interlocutor en un diálogo, la fata que se ha vuelto refi)Ordimiemo, el vacío (o cualquier otra horrible~ insoP_?rtable p resencia) que catrae" hacia el vértigo, son aquis al mJSmo nempo que son ~cometida cestá
¡//ís.
. .
En consecuencia cmi situación• puede comprenderse pnnctpalmen1e en dos sentidos: o bien como el mundo apropiado, que tiene r.elación con las elecciones, o decisiones de mis futuras tomas de co~e~ cia; o bien como el mundo intersubjetiva en el que soy una cone~encta cnt;c otras conciencias, y en el que me esperan problemas que resolver l' deberes. La frontera móvil entre estas dos ::cepcicnes es la frontera de mi tener inmediato. Para llegar a ccmprender, partiendo de esw, el probl~ma d: la alienación, conv.iene c~nsi?~rar esta fronte~a y ~u transgresión .baJO el aspecto de tareas del t~dlVlduo. Tar~ y strua~1ón son cor~dau~os: estando definida la situaaón (en el pnmer senudo) por el 1nteres que me ~ 1orno por eUa, es decir por d hecho que me afecta, es evidente que me exige una actitud qut' le corresponda. -:aunque sólo sea ~a del c:spectador neutro, si mi interés es m~ra c~nostdad, contemplación o dJStanciamiento 05tentoso- . Toda sttuaCJón comprende a la vez una autodefinición del yo, una actitud acorde con esta autodefinición, y la wea o bien de adoptar simplemente esta actitud, o bien de actuar, segú~ lo que exige; en una palabra: cualq':lÍer situación me asigna un papel. Soy mi cuerpo. tengo que tener cu1dado con ese coche; ~engo una determinada opinión política, tengo que t~mar una determmada posLura ante los acontecimienros; sov un asalanado, etc. Esta corrda1 ción en cieno sentido es el ego cogitÓ cogtialum de ia pr~. ~-..h;j~ e deber. cYo" no puedo ser pensado sin lo que ctengo... es dear, en el
j
1
mdividuo. que sabe que lo mir211 (y se: siente c:allh para algui~n ajtno) o con los vénigos mtdectuales, cuando la im~ginaci6n, n~turalmenre egocénmca. se ve supcr~l2 pot d pensamiento cabsuacro•. . . . 11 Véoase la acdenre descri¡xi6n dd rtmordimiemo )' anepcnrlmJento en.d l1bro de V. jAN'KfllVITOi '. Lz m1111"3iu &OII.scie~ce_ {París. 1939). Husserl con su pccultar ane dd lcngu~je, ha deg1do d nombre: de (ITiijiaond~ ¡nra d dolor d~ .n~ poder ser lo qu~ soy. Esta palabra apresa muy bien en d caso particular del wnoraumemo, la prtscr1aa de un escollo inamoviblt en mi concitn
423
ansf: . , d las ureas y las finalidades , la paralelamente_ a ~a tr ~Faaon tr:duce la autodefmición por el
sentido más fue.ne de la palabra, c.lo que me importa• en cada to; y lo que me importa, me exige,.según mi papel, cacruar · del
d
k
m ·
424
425
'1 1
ambiente equilibrio que, si llegara a realizarse, suponci?~a la ~ ., L.-- b"' la apropiación acabada, mortal, de un yo conv......:.._ · n nvn1 tende , su propiedad, correspond ena , a ~02. al"ie02.aóo · ~·CQ icdad scg6Q ba de Hegel : obcdeciéndo~e s~lo a f!lÍ miSmo,_ estaría cornPkt¡, mente d eterminado; y la culmmaaón mtsma de ffiJ personalidad IDt reducir~ a cosa. . . . . · Por otra parte. ese proceso mealizablc queda limitado a la I!iga.. sphlir~. Por la rraruición hacia el mundo imersub_jetivo,_se crea un tipo nuevo de s~tuaciones, que rompe con ~~ pasado tnmedia~o. En efecto, transición J1bre: l?uesto que va acompanada P?r un cambio d e petspec. tiva: pero uanstCJón cuyo resultado es la creaaón de ccuerpos ~ en la conciencia. ¿Esos cuerpos extrañ~ inician ac~o ~na alie~aci6n de ot~o tipo? Ya no se tra_tar~ en esta. ocasJÓn de hundtmJento, smo de escl_avnud. El Cl· so que strve como eJemplo es d de la promesa y la fiddtdad. Gabrid Marcd ha mostrado que la promesa no puede ser explicada en el nhtl de los ~stados de_conciencia•: suponiendo que mi disposición cambi~ emn: la hora d~l JUramento y l_a hora en que _ten~o q~e mantenerlo, nada puede o~ligarme :J. la fid~ltdad , _Y nada la JUS!.lfic~na. a r.o sa
Jr'c!
· d
_..,sigue con_fi_ar más en sus apropiaciones pas:1~~ _(en d momento de la deastón de obedecer) que en la aproptaoon prescme, cuando • a situación análoga a la d e 1 pasad o 1e impone, · · con_1a ~ma ~gen~. anular la adhesión de antaño. En_ ese caso ~a ob_cd.ienaaconunuada una alie_n aci6o tipo: lo que el SUJeto. ~a stdo ltbremeote se vuelve ,nua su libertad presente y le hace priStOnero. . Menos difícil de comprender desde fuera, pero semeJant~ en cuanto ~fondo, es la alienación p~tidista (el hombre se vuelve m~paz del Juerzo de li_b ertad ne~csaiiO para comp~ender al ~dvcrsano ~a flicarlc las mismas medi~as que a su p~Opio campo) , o _la autOJUS~ ,c:ión del egoísta sentenooso: supone stempre d agotamtento de la h~rtad el estado en que el individuo ya no puede comprender nada, ~tnpr~meterse a nada porque ya está comprometido por entero, como ~1 a cosa, en d mundo al que pertenece n. . . La alienación total en el extremo de la aprop1aoón: es la fórmula Jlle abarca todos los tipos que hemos considerado. Responde~ una verhd de experiencia cotidiana, al conocido di~ema de cualqoter moral: 1Cgarse a ir hacia la alienación, creservar_ su libertad•, _es condenarse_al 'IC"pt icismo inactivo; ce0r_npro~eter su liberta~• ~ ar_ncsg~ a la ahe~ación, a la ceg'..!era por .meres e por la convtcaon tdeologtca. No se wcde imaginar ningún valor, nin~n deber, que pu~.d~ ~apar a esJ dificultad, y que, en consecuenCia, puedan pr~n~use a ~odo~ ~on 'lila tranquilidad; valores y deberes , basados en struaoones stn Pfl':ll~ ¡ios, no pueden ser invocados para elegir entre val?res .Y deberes. Um_-¡mente en )a responsabilidad -el hecho_ de sen_urse m_v~lucrado por ;¡¡acción- se puede buscar la eventual saltda hacta una ene:;. en l_a_que 1 libertad sería a la vez inagotable (el imperaúvo de la responsabilidad :xcluye de entrada la alienación) y si~mpre vuelta a afi~mar (el ser r~ ronsable no es ya más que Jo corrclauvo de su ac_to co~derado ~on _sus ;onsecuencias previsibles m2s lejanas). ~ero la sunetrn de esta mdiCanón no engañará a nadie acerca de las dificultades de una moral que se ~cgaría a decirnos de qué debemos hacernos responsables. :"(Tia!
2
r
11961] ___ _
21 En la pr.íctio, la obcd•t:ncia c~t:ga rit:udt: ~it::np!~ ~ ~ra~~rsc:_ en l~_ac~t~d ms cómoda de la alienación pwidista ; ·dormimos nut:sm conacnoa.o. _En reaud..';' :::.. cosas son adem25 peores aún: 12 idt:<>logí:l sirve. con sorprcndentt: KgUiar!
contrarJO e aquello a lo que uno se compromete 20• "10 1.2 hiStoria. rt:eieme 0 no, da c¡¡ntos ejt:mplos. y e1 fcnómt:no es 12.n frcroeme y u m· Y. sin embargo, puede ocurrir que uno se aJjcne conscientemente:, mal. hasra en las idt:<>logías menos 1ocali1anas. qut: se cs1á obligado a prosar que cual· a causa de la _obediencia ciega que se vuelve contra su principio. El es· :¡uter fidelidad ucnde a dcsmt:mir sus propias raz~cs. ~ suvc a fin dt: cue_mas para pectador no tnvolucrado puede preguntarse siempre cómo un sujeto xrmirir dcsmcnurlas. Escc ~ un asp«ro que se olv1da a menudo. y con mouvo, en la ~írica de la milnif¡cación
22 A GoRZ La mora/e de thutozre (París. 19~9). define la alit:mción como una dcs'IUIÓn de la libenad por las propias condiciones de su prie1io. 1.2 ilusión de 1~ h~nad 20 Las difi~ultades prácriC25 de un rt:conocimiemo del dert:cho a la objt:ción de con· .part:ec de este modo como c:scncial y la alienac:16n se encucnaa auda a ~ cooc~enc1~ en· c•enc•a son t:vldt:nces, pao no me part:et: menos evidc:,1tt: d dt:bcr dt: una danocrxia nñosa. Quiú esta conccp<1ón es inevi1able si se: partt: de un punto dt: VISra soCiológiCo e conscwence de haet:r todo lo posible para resolverlas res¡xundo su pnndpio. h•scórico: lo es menos en nueStro contexto
426
427
XXV
de cuentas la moral seguía siendo instaurada. la existencia de un a
LOS ÚMlTES DE L_~ MORAL ~ASCENDENTXt (e-n colaboracwn con Ngo ueng Hien)
,ori moral que pudiera ser disúnto permite el camino de Ja falsa ana:(Ía con las leyes naturales, como se refleja con gran nitidez al final de 'Cnlica de la razón práctica. Una moral desmitificada sería pues, en resumen, lo que Husserl llaía trascendentaJ 2 • Primero vamos a intentar mostrar cómo creemos 11c debería estar fundada; a continuación examinaremos en qué medi· . es posible, o mejor aún, cuáles son sus límites; y cómo deduciremos nas lo figuramos), que es a la vez necesaria e imposible, sacaremos las 1111secuencias de esta situación. ESQUEMA DE UNA MORAl TRASCENDENTAL
"'
El eleme neo m~tico en las concepciones corriemes de la mor~ de ·resum1rse en la ., tdea hde que ha sido instaurada·, en este contextoPllt· po. co •mpona phor ~u¿en, ombre, grupo o dios; eJ mico es el semel iu , d ::1 y••c nos :!. "a" 1adn e! ;>rofesor Castelli r - ·n ·, tmp · . J-I111 . . _ . u • srauracwn _ 1tea'"'' marena d e moral , conungenoa y dualismo 1 • cnaturalm~nte• humano) y eJ orden moraJ Centrfue ed OrCiJen na~ra) (o 1 al f, . . on n e e conrcntdo L a mor ' que Olzosamenre Siempre es instituido de una u otra . uc ra , con d hecho de la moral· v esta confu ·- d b mane. rrasladar el ámbiro de la mor;l·a la ht'scor· smo 1 esef!ll oca, o bien en . 1a o a a socto ogía 0 b· . su~ner 1a ex1Slencta de valore~ que se justificarían por sí so.los ~en gu_n ugar_, se comprueba que la moral mítica vive sobre un · · se. presltamos y falsas_anal?gías: con el derecho (la idea de ley) a se;te de tuca eza (la necesidad tnevicable la valid b 1 ' con ~ ~ :reacionis_t~ (la instauración com¿ creación~zs;ms~ ~~~~;,)on la religt6n D~s~Ju[icar esra moral no significa dcsmixrificar . . ¡ue SI elJm_JOanos la instauración bajo todas sus form~<.¿uc~~~~ dccu o~s~cuenCJas, no por ello la encregamos sin defe a y - . as sus altsta de tipo nietzscheano o al cálculo bentha;;:ist~ udna tnuca ~IU· . Para que pueda eY.istir una moral sin mito tiene qeueas ~~ndtaJasl . ltsma naturaleza de ia CUllli •1 . - ' '--· _, _ _; s ~~ e a :ndría hasta cierto p : '-'" \1" ~ ..... .... :: 0!!:!. forma ~•t'mprc na ins,tauración unro, ongenes contm¡:;enres que equivaldrían a nato ). ~ eso, preferentemente, sm acudir a cun princi io 0 • a ~n «tnsttnto ?atura!., que siempre sería reducible por d~1 mascaramJento natural ISla o sociologista, demostrando con eUo que a
°
1
Enn ucstr2 opmt "6 n, un intento aún válido n . e m~cho.s :IS¡>ecto.s par2 rd2c10112t d 6meno mor2l con la n~tur..leu mism., d 1 11csc NGO nmc Hicn .r.a htlo h e a conoencu 5( debe a Frrdéric !Uuh. Coo~'q"l! di! Lour·arir. no~iemere d:Of~~tor21e_ de Frédéric Rauh• (en 12 Rl!vul! fJIJikr ~rdo de l2 mor:~.l trascendem21 que : qu~mterpreu la obr2 de ese ftl6so(o en el 2 :sivo. )' volveremos 2 S(rvirno.s d _qur ~ ISCute. Este 2nículo no.s seri útil en lo vo 2lfcctor. e 'arras e sus rde-as para no tener que remitir de
428
Nuestro punto de partida podría ser una reflexión sobre la noción usserliana de tener y habitusl . Todo lo que la conciencia adquiere se 12ce, en la medida en que es adquirido, elemento constitutivo de mi xrsona, ce-presente, cuando la situación lo permite o lo exige, en mis ~quisiciones y mis decisiones futuras•. De este modo todo acto de con· :iencia es, en grado v:?.riable , un acto de autodefmición del yo, a la vez :¡:15Ívamt!ntc, porque está hcc.:ho con lo adquirido de mi persocalidad ionstiruida, y activámcme, porque conrribuye a definirse para mis ac!OS futu ros. La autodefinición es el reverso no observado de todos mis l((OS intencionados y los acompaña constituyendo, cuando ha lugar, jlOf adquisiciones, o mejor dicho, por apropiaciones s:1cesivas, un yo :ada vez más estructurado). En segundo lugar, los actos por los que la conciencia percibe y al mismo tiempo crea una situación y que, por supuesto, son autodefini· 1
2 HUSSERL, Kroú. § 26 (pp. 100 y ss.): kh ulbst gl!brauchl! diU Wort •trannenden t.i• in einem wC'itesten SinnC' fiir diU ... Motiv... des Riickfragms ntJCh der letztm Que/le Jiu Erkmntnisbildungen, du Sichbw'nnens di!J Erkl!nnmden auf Iich selhst und uin trkLnnendeJ Leben, in welch~?Z a/11! ihm gl!lll!ntkn wisunscb:¡ftlichm Gebiltk zweckrirrg geschehen, als Erwerbl! aufbewahrt undfrá verfiigbar gl!worden Jinu' "'"¡ werd~n . P:ua aplic21 d término •trascendental•, a i2 moral. habría que ampli21 un poco más l2 xrpci6n husscrli2na. que ¡nrece rC'dtKida 2quí sólo :~.1 conocimiento. Sin embargo, la wntinu2ción dci ,c,¡;:c ::i~:k> ¡rrmitC' esa amplifinci6n · Raddal nch 111/Sunrkend, LSI es J~J Mottv einer rem 11111 dtl!ser Qt~elle begriindeten, a/Jo h:z:b~griindl!len Univenalphrlosophie. Dieu Que/le hat dm Ttiel kh-ulbst mil merium geJamten wirklichen tmd ramógltchm Erkmntnislehen, schliesslich memem konkrell!n Lebm iiberhaupt... l npra, cap. XXIV cApropiaci6n y altenaoon•. . 4 Vfase. por C'jemplo. HussERL, Krisis, § 28, n. 1 de l2 p. 111: Aber die Erkenntnú vbuhaupt, al/e Wertgeltungen und Zwecke iiberhaupt, smd als m 11nu-ur Ahi11Ífi# er· w;rbml! zuglúch vuhllrTmdl! Eigewuhaften 11nserer selbst alr kh-Sub¡d:te, als Ptrso· 11m, in der rl!jll!:al11!n Emstdlung tKJrjindhar als unser l!lgen•s Sl!tn aul11U1Chend. , Es evidentC' que persona y pc~u.lid~d. en la:; líne:tS de 2uiba, no signific:m sólo. ni primariamente l2 pmon2lidad diferC'nciOil o bien, sino 1odo d conjunto de la persona, tncluyC'ndo los car2cttrC"' diferenciales. o bic-n uno u ouo aspecto, que lo mismo puede 1c:r común (.yo en cumro que tengo cuerpo•) como pun1u2l y difC'I'cnciOil (•yo en cumro que esto~ escribiendo e:1e 2IIkulo•).
a.
429
'1 1' 1
1 ndo en una situación (Oft)OC'\J d . determinada)•SOQ ...... t•tlllll!l.aD~tr lll de-finiciones e m~ tareas. Cualq~ si. . . ..._ 1"1dtntrmcnce en un .grado ~ar~able.• Ufia: tarea l>all d . ..__,ra C'Cl e-lb (ure~ reórcca. practica, unagmaria, scg(iq 4r a. ut\üfJónl Esra tarea no es moral necesar~ C'tt que palabra, para un deber: CStt ....tP lo que \C luce o se u ene.que: hacer (corl_ler una lllatl. t~IC"f •"" uhd de . la ~oncienc~a (~;seguu un SUdio). l. ~.u ,le ll conn cncca a la s.nuacJOn sea cual sea. Se ~~-..,~~~~~ ftl \JIU l"f'•ll~J !IIIIdad en Ja medida en que se enttetruz¡
El paso siguiente hace tme~wu ,.,. ... , . o, el acto por d que llego a muarme a mi miSmo y a muar ~ ".v desde un punto de vista exterior a mí c:formalmente ~1 pumo de _viSde otro•. Esta capacidad de cambiar d p~~o ?e VISta es prop~ y oc.ial de la conciencia (de buena gana La asunilartamos a la rdlenón, ~acto doble fundamental de .dis~~iarse ~e la si~ación ~ V?lve~- a ,!1; sería impensable una co~lCienaa mefl~nv~). La tmersubjetrvaaon .uoduce toda una nueva sene de factores mdispensables en la deduc· ~o uascendental de la moral , o inciUS? de de~en.tos cproto-morales•: :.oda la posibilidad del en-sí de los ob¡etos y obJetivos morales y lapo~ilidad de los valores; es el fundamento de la crí~ic~ de los a.ctos ....,.10 loo!b 101 crfr 1 <"n~ IJ cm re ddefinicioncs, ¿soy el que debe realizar Según nuestra opinión, en ~ca fase s_e .d.euene la co~utuaón de la llc- hn hu \ O} uno y otro, ya que las dos tareas están 10w.moral directamente accestble al anállSlS de cualqwer acto_de con· S"llillf...illt'l ._., mb•. f><"rH m• elección dirá cuál de las dos personas ~ocia. La moral desmitificada o Lrascenden~ que busc~os uene que ;/•~nllllfl ww .. huimmcr (t• cual de las dos soy, según mi opinión ac. -odct desa.rrolJarse -si efectivamente es postble como ststema- a J?ar· . . fWd\lhtf•lll("nlc ) . ~ de aquí. Habia que demostrar, pues, cómo la t~ea se hace ob~~ t.Wd...t 1.. •ou• no ocurren neces~namente de una manera tan ,Sn o deber y la finalidad valor; cómo la respoosabiltdad queda obJeU· -~-o.c••. ~ lu, · .rr. 1,, b:t' !ante fu{JI como para no interferir sin ;¡da; cómo la intersubjetividad se concreta al. pertenecer a un grupo o . ...... ' " ..., '" " r.>c•m•cwra, con muchas ouas. Dt: ello se deduce :n lJresencia del cprójimo•. Habría que co?~tderar, en t~as estas de· 1t ........ o(m ,fr b ¡x-rsonal1dad por apropiaciones sucesivas rrminaciones, la parte de Jos factores emptricos, comparaod~la c~n el wu tt.U•IIfKJIIfln . que además también es variable; algt1nos :spacio en que pueden aauar las variactones de Las m.orales histón~- o r•llil'l'-""'• ..., ,fur.mcr :~lgún riempo más profundos que ottos y su :mpíricamente dadas. Se podría, finalme~~e, c?nsiderar la OGCton ~,..., :· u "'" d 111\'cl en el que se sirúen. . mire de una moral cpura• como prolongacton duecta de 1~ factores '""nv n , ,ui•¡Lucr :tCio de conciencia implica una aurodefini. i: ~., " ,fuc .. lrrJ H Ú~ al yo definido así en una situación que ¡~oco-morales indicados; se basaría úni~ente ~n .aucodefrntaones tan (Onscientes• y, en consecuencia, tan rncersubjettvas como fuera po· !fb t ~~.al m .. •nc• •rrmpo . y que tiene como correlato una tarea. 1.a ¡ble. ~,...,J.,.! .Ir 1.... ~~ ' '" ) . en consecuencia, de las situaciones y las No cabría aquí desarrollar raJ construcción. Pero al menos·hay que w.r~ tt\tfn.lt. ' Jtnr rJ:ua la esrratificación, vari:1.ble además, de las .odicar dos puntos sobre los que descansa el caráct~~ ttascendenraJ ~el ktnn , ..... medro de ras que se defme la persona 6. 1u~ hace ~ala. El_ primero conc.iern.e la responsabtl.I ?ad y su r~laaon no \(' h~ wuado explícitamente ni de moral ni de otra :on la concienCia áel yu .:o:npro:neudo. En esta nocton, lo que un~~ .....,...,'" . Gnw a'flCntr ' ' h~ hablado de la naturaleza de h conciencia :¡ no es la idea de una instancia cante la cual• se es responsable, m Sl1 h.n,¡, e .. t. u11 • b \ reme ro~.mo en los actos calificados de mor2l~ q~iera la cuestión de saber si la hay; el _paso a la intersubjetividad ht'ultt" '''"'" rn Jquellos que se califican de morales. Sin em.nttoducirá necesariamente ese cpunto de VISta del ncr?• que ~on su .gehtm.., rnwnr rJcl bs ruA;ones protomorales . por así decirlo de :lCralidad difusa puede muy bien jugar el pal?d ?e msta.noa. Lo tm· ~~ 1 lif '"l• •nulul•cb d. que volverán a aparecer- en el mvd pro· .-~ft1t ponam~ es 1;1 idea del objeco (cosa o ser o realczaoón) P?r el que se es ·csponsable. La responsabilidad ~r:lblrce un lazo de .uruón entte yo y ligo en d mundo, lazo que se exuende can.co al pasaao como.2:' futuro 1 ~ mu, llmphfiado, lo hemos dado a entender. Por ponc:r uo mprevisible; dicho de otro modo, el objeto de responsabilidad ha ,.,_.. ,... : ... ..: ·::~;~,¡:.,P:c1c smf t.r~ orgullo (o lo que c.s más ~gnifrcativo. ,cr. mtrado como raJ en mi autodefinición {proto-moral o moral, según el ..... llf ... _ _._ ,..,._.,, ,...,., (uunmdo e J pan am1 '"d· un colega ~que WIO raso). La primera condición para cualquier responsa~ilidad y, .t:.f! co~e· f .,·. und compaurota • ..... OM, &. -.t.{.,.. !(on , , , •ues . e .•e c.sa amr !a· e (Se: rucrpo o de: c:sa Da· ruencia, cualquier moralidad es, pues, una espeae de clarividencia: .. ~ ·, I 1 u na m uacron que se Stence como autémia aurvn .. ~~ ~~ • .~ a ratr¡ jl<'r 1 J • -,cengo que saber exactamente lo que soy y hasta qué punto soy respon..,_. .._,., ..... """"'' son• a a _que corresponde c.sc: semimiemo. Es que de sable para este objeto en mis elecci.ones entre mis ~eas a 1~ largo de taltll M ._ ..., ' "'" m,,;;;,:ou~a fUSIIIIU cló~dmcmal i~justifiC2ble se ha adjudicado bs e 1 co t ttrVJ ad ha tnu.nfado o fracaslldo. codo el futuro implicado. Esta lucidez y la corrdauva fiddrdad para
~~::t:
c-mplc;Hi~mos ~ta
.......
,..,..,_>"i'
b
• a. ",
,
•q.,.-
u..., .,..,. •
thc.,,,
n.r-...:; '"
1
430
431
1
~1
con uno mismo estin presentes en cualquier responsabilidad au sea egoísta; además, son insepara~les de una visión ctítia sobre~ mismo que supone, ya lo hemos dich_~. la fase d~ la i_masubjeti~ Práclicamente, faltar a una ~~ponsabd1dad asunuda v1ene asa cdesc~t' cirsc• (negar una autodcfimaón como persona responsable para tal • cual _cosa). e inuodu~ir en la c_onciencia un y~ indeleble _que 00 se 0 q_uendo ser. (Ese y~ J~compauble con d con¡unto de m 15 autod~ CJoncs es el rcmord1mJe~to 7 . ) • En scgu~do lug~,. SJ ~~paso al mvel moral propiameme dicho hac~ ~or '.: mrersub¡envac~on, debemos esperar que el grado de intcr~ sub¡cu~aCJon sea una medtd~ adecuada para la moralidad 0 a1 menos Jrl vema verf'o. para 1~ moral1~~d trascendental. Hablando formatmen: tc, _sc uatara_de una oc~ ~abilidad para adoptar un pumo de vista ex. tcr~o~ (para ¡uzgarse a s1 ~o y ~ompr~der al ou o). La estrttbcz d( esptntu es en esto el obstaculo pnmordial ; M. Ott acaba de recordar que para ~nhoeffer la tontería no era moralmente indiferente. La c:xj. geno a eqUJvale. ~o cuamo al cont_en!do de las t?mas de co~ci~cia y d( las tareas correla~Jvas, a una ampliaaón progresiVa: la conoenoa aguda de. que la mayorta ~e _las c?Sas que atañen al otro ctieflen qu~ ver con. m1go:o, entra en m1 muac_IOo como persona. ~ direrción de ia mon.J trasce~dental pue~e defirurse en_to:~ces por la mtersubjetivación del yo apropiador, es ~eCJr por una luodez cada vez mayor y por la fidelidad al yo a~todefimdo co~o condición de base, y por la autodefmición progresivamente arnpl1ada en ~:
LíMITES DE LA MORAL TRASCENDENTAL
.
Supongamos ahora esta construcaón de la moral trascc:nde~t~ He: a h~ta s~ últi~as con~enc;ias. Naturalmente no mcluma ~~ ~ligaaones m sanaones:o, ru SJqwera _(al r;nenos como dc~entos pn:;l!ios) valores autónomos. Una coooenc!a _puede estar ligada. sola,cn~e por aque~l~ p~ lo que se ha constitUid? responsable; la Jnter~noón sólo es )1ota ba¡o la forro~ de _una especte de as~cto mor~l .(re jbido 0 llevado) para toma_r conarooa de los comprom~os adqumdos paca situar sus niveles, evitando de ese modo las negaoonc:s Y:emo~ ~rnieotos; como mucho se pueden provocar tomas ~e conCJenu~ m~ ¡.11plias, pero no ajenas a su contexto (puesto que v1olar la conoenaa :( ouo equivale a negarse a comp~ender). Naturalmente, una moral definida de este modo carece del menor ut:ficiente político. 12 ~tervenc;ióo del derecho, de las costumbres .Y t tantas formas de pres16n SOCial como complementos de la moralJ:.td. viene motivada, sin duda al~ . por la naturaleza de las cos_as; Y , no es necesario que la moral tCÓ~I~ dé ~ ~s complem_emos rnas de ~ que les corre~;- 0 nd,. y qu'= se rm~9ue 1m1tando _por ~Jemplo_ el de!(ho con sus ideas sobre la ley, sanoon y valor, es mev1table, Sto cm,¡rgo, que el daecho tom~ prestad~ de la_ r:nor~ una parte de su se:undo plano ideológico -rncluso s1 1~. uti!J~ac~o~ que de ella hace, .Jbre todo con la noción de_ rc~(babtlidad ¡undtca, _puede repugnar :.:>r tgual a Ja razón y al scnnmtento. Sólo hemos guendo recordar, co:K> primer punto de la investigación 50bre Jos l~tes d~ la moral trasrndcmal, qu~ esta moral no podría ~e~ar a cremar• ma~ que en con !Iliones extenores completamente utoptcas. .. Pero la prueba de fuego de un~ moral fun~a_d:'- e~ !a desmtttfi~ .ón de las morales concretas (es de~. en un analtSlS cnuc~ y en la evlxnciación de una estructura) consiSte naturalmente pnmero en la , 0 frontación con la experiencia común. . ., , . En primer lugar se observará que nuestra defimoon ~el md1ce ~e 10ralidad como índice de conciencia, desde luego demastado arnpl~a , rre el riesgo de aplicarse a aCLV!> ¡¿¡¡ dl·.-er!:~ }' ,l,.jados del ámbitO 1 La aperienci2 muesua que en los casos mis complc1os y claros del cooflic1o de 1u onsiderado como moral, como la conducción de un coche en una 1arcas. se. c;ncuemran enfrc:m2das normalmemc un2 responsabllid2d corúorme 2 uru 2~~odeftmctón ~refunda .Y pcrma.neme. con ou2 que proviene de un2 autoddinici6n fu. iUdad de intensa circulación . Dicho de otro modo, nos falta una gntva )' s~pcrfictal. Es <:vtdeme que 12 dro:i6n que se indina por l2 primera 1:uca 21 pre- ~eza: si la moralidad est2 bien caracterizada por esta reducción tras~rn~ meJor l2 coherenci2 del yo y ev11ar. por lo general d remordliTÚemo. 1cndrá' la llpl· rndental r-o está todavía bien definida, y no se excluye que se deba neno2 de un «~ebcr penoso. y~ prcscnw-á a primera vis1a y an1e d examen como mo· :¡cer ínte,rvenir una delimitación exterior y empírica del objeto de la ralmeme supeno!· De hecho b 2p2riencia pude ~r engaños• Alguien que ·h~ querido mducta moral (el otro como persona), o ta.J?~ién un principio ~d~en~r Y se ~2 dcfmrdo profundameme ). Qllle lodO• como miembro de una casta poogJ· r:n~r12r. puede vcrse confrom2do 2 cdcbcrcs penosos. que le contrarían en~ aulo- 11o, un a pn.ori material , como d rcconoctmtento de la colcgtal1dad e rn rcroncs meno:. profundas. f2 que son menos mor2ies. l.ll(Juso en oprnión del ..c:ole :t las conciencias. Fundamentalmente, el fallo se debe a gue en la que d ifi ..., · m, 1os asrv-r¡os r-- . . e sr mrsmo. que sacr IC2. Y es que l2 coherenna cooSJgo mismo no a lnstrucción de la moral trascendental se encuentra al ouo pnmero baas que un CIIIerro forrml e unpcrf«lo, que exige 5C1 complcudo como lo indicaremos 2 conunuacrón. · l el aspecto formal , LOmo una especie de experiencia mental , un
fase.
:ffi
432
433
cp_unto de vista exterior sobre mí y sobre los objetos de mi En el plano de las motivaciones de la conducta moral, volvcrc:Uiv;, .. mientras que en la moral vivida entra como una persona cu mundo., t'ntrar una dificultad bastante semejante a las que hemos encontraban pas~do ~ser los míos, y que ha pasado a ser un elem!:Oastultae ~en el plano de la apcriencia. Como construcción, la moral trascenprop•a s~ru_acJ~n. La moral ttascenden~ como sistema supone de mi dJC21 no contempla ni Las razones ~r L~ que u_na ~rsona c:s lo que lnter~ubJeU~aclón f~r~al ~ueda estar ligada de manera contio112qUt lt \ni las razones de sus tomas de conae';loa _sucesivas y de ~us compr~ cesana a la l~tersubJ~DvacJón del contenido, o que cl recooocimT ~. 'fl15· Ha quedado claro que la conc1enoa crea o modifica las SIde! «
se;
aeach
"ICral de las mom ltCiones v riene que remiürlo a Marx. Nictzsche. Frc:ud u ouO! dcsmJlrtl· ik2dores.
434
435
--------
1
explica por otr?- parte. Lo mismo ocurre con la ampliación de No obstante sigue nunteniéndosc por en ter~ la dificult2:d lógtca. ciencia, ese movimiento por el que se distancia de sí misma y onformidad 0 no conformidad de una suc~tón de dcc.ts1on~ con jeto para crear una nueva situación sobrevolando aquella en la ~o no tematizado y además enriquecido conunu~ente o_ ~odificaencuentra. En la medida en que la conciencia es reflexión, es por esas mismas decisiones, no puede ser con~tda (temau~ente miento cuya forma completa es la intersubjetivación. Así p ues oo) más que por el resultado obtenid~; ahora b1en, la d~fimaon de dujéramos a una tendencia más fundamental (antagonista de cfidelidad• implica que esta conformtdad o ~o. conforrrudad figure dente) no se podría olvidar, como en el caso precedente, que los elementos (tematizados 0 no) de la dcc.JSlón a t_o";l~· Sólo en dencia supone necesariamente lo que sin embargo explica. casos excepcionales se hace flagrante la contra~Jccton; ciJo no Dicho de otra forma: el movimiento que lleva a la · tmpide viciar la moral trascendental en el plano ló~ICO: . . :.us formas más propiamente conscientes, no es sin duda causa En segundo lugar, a medida que se amplía la connenoa, la ob¡euembargo, no podría tener una causa diferente a sí mismo; su DlOiiYa. y la universidad dd componarniento mor~ se van (ya lo hemos ción _no puede ser_ sino su reverso. Ahora bien,_la ~oral transcendCIIt2) reforzando progresivamente. Est~ enu~aado, _que parece una co?cJerne nec~sanamente el anverso, la conaencta transparente a si verificación práctica es en realidad ms?Steru~lc. En efecto, miSma; de aht su aparente mala fe. • qué oua cosa que no~ 1~ objetividad y L~ uruversalid~d alcanzad~ -crmite medir la intersub¡euvaaón? La amplitud del honzonte no esta ~~ relación necesariamente con el número de personas con las que se · ,. roa grupo 0 frente a las que uno se siente responsable. Una mor~ de . EJ debate vuelve a iniciarse, siguiendo el mism~ esquema y con d e ta no es superior a una moral de madre de ~arnilia. la unive~tdad n:usmo. re~l~a~o . en un tercer ~lano, cuando cxammamos la cohaa¡. objetividad morales son cualitativas, fu?aón de una det~rmmada oa lógtca del siStem~ de la r.:oraJ t~asce~denta1. Este o:x:uner. se ~ C!I t-lasticic!ad Y apertura de espíritu; lo 4 ue vt('ne ~ querer_d~tr ~ue se dos puntos: ~1 habtltii la JOt~noonaltdad. . : t:üden por la intersubjetivación aun cu~ndo la ~~tersubjetlvaaon _no La parado¡a del habzJuJ consiSte en que es mo~serva~le. Lo adq~. !;;eda ser definida más que por ellas. Este nuevo cuculo es aquel, ~ten do P';l~d~ reve~arse co~o t~ en el a~to en el que mtervtene: pero ru_su l~nocido, de cualquier intencionalidad trascendente: lo que se uene adqu~Ioón ,_ n1 s~ ex1s~en~a cdurl1l_le~te• pueden _ser_el objeto d e run. ~e alcanzar está presupuesto por ci acto q~e !o alcanza, pero no g:una ~ntenoón m de nm~n conoct~Je~uo. Ello stgmfica que la estn- ~ede estar concebido más que como correlativo a ese acto. nficaoón de los compromJSOs y apropiaciones del yo no puede conocu- · se nunca directamente, o en otras palabras, que mi autodefinición no es tal, más que cuando está en juego. cSerme fiel a mí mismo• o dlC· JI CONO.USION garme• son, pues, hablando rigurosamente, calificaciones impropüs, · · que sólo cobr~ semi~o dcspu~s. cuando co~prúcbo que al ckgu ta! o Esta larga crítica de una moral d_e 1~ que apcn~_hemos esbozado los cual compromtso, he tntroductdo o no en m1 pasado un yo en contra· 'lSgos positivos. nos deja ante La s1gutente sttuaoon: dicción dolorosa con lo que pretendía ser, y que no puedo evitar prt, d · ·- d d- mitificar la tender ser todavía. - No hay que volverse ateas en 1a easton e ..s
tia
r
En realidad, la cuestión no se plantea en absoluto con tanta clarid:1d, ya que un rornprnmi.~ lo suficientemente profundo como pa1a . do se conoce 1n · d uectamc:ntc . estar a menud o actual¡za por. e 1 recuCfido de sus actualizaciones -«aprendemos a conocernos•- . El caso de los compromisos formales en los que el yo que se uata de preservar y k · ' · · a toconunuar esta- como depositado en una fórmula verbal y ofreodo das las miradas, es más claro aún, pero accesorio y a menudo disc:u· tibie . E~ e_J fondo, el he0o de ser di_ el a uno mismo• significa ~as~ consenumJento actual y stempre conunuado a una toma de conac:nm, también ella misma actual y continua; precisamente el mito de la fidt· !~da? ca uno mismo• como a una norma exterior (en c~nsecuencia ~L~Lmda•) es uno de los que la moral tcascendemaJ uene que dc:smJ· uficar.
436
moral . ., . al d tal no puede Pero la soluoon alternanva! 1a mor trascen en ·,. d 'oast ah· e .. - -~ ~;~m" r omo c;tstema En el plano emputco e 1a · ¡· · ~ · .. ~ - - . · . · 1 existencia social Y la expenenCla mor~. edn ela1 P ~o PSJ~o dgtr de Las motivaciones Y en ~1 plano lógtco e co eredncJfua e das · ~ · · presupone Siemr.re un reverso que que a era e áettmctones, · r alcan~e. . 1 En consecuencia , hay que entenderla c~mo _un~ prácuca: la re_fle'l ñón sobre. la moral vivida de tal o cual sujeto tndtvJdual o colecuvo. ~La reflexión se propone volver a llevarla a su fund~ento, ha~erla "'plícira y ofrecerle c1 apoyo de un punto de ~ista críuco. lnmedtata· •llente se obser·a que las objeciones que se_de~1vaban de la ~onfromar ón enue la mural trascendental y la expcnenaa moral comun desapa·
¡
m
recen en cuanto~ consider~ a I.a primera .~ncillamente ~omo un anG;. sis de los datos de la c:xpcnenaa moral vJVJda, que no nene D«csidad de fundar. De igual m~~a. el pro~lema general de la motivación de los vires a urgo de la deas1ón consciente desaparece entonces p~ paso a cuestiones de la misma naturaleza pero m2s precisas, PrúUQ. mente interesantes y, en principio, solubles: ¿cuáles son las ~ ciones oscu!as que puedo y debo conocer~ en mí ~rt;~o. o las que d otro deber12 aprender a conocer por m1? Las obJeciones lógicas se borran más fácilmente aún, puesto que no contemplan más que cl sistema y no d ejercicio crítico. En resumidas cuentas, persiste una ligera perplejidad, y at:We a la naturaleza de un método de reflexión que no puede reivindicar una base sistemática autónoma e irreprochable. La desmitificación de la moral puede hacerse y es útil, pero no tiene ningún derecho p~ Ín'fO. cae una moral desmitificada; o si se quiere. el edificio de una moral desmitificada sólo existe como una sombra un poco inconsistente dctds de una desmitificación necesaria. La desmitificación no ofrece d pro. yecto de un pensamiento total, sino la dirección de un ejercicio. Incluso supor.iéndolo acabado, el sistema de la moral trascendental no O:Jede servir más que como !a esc-.Ja de Wittger.stein , que hay qU(: SU· bír y arrastrar tras de sí.
¡¡:
438
11.\ ZZO. úúl:z de Simó11 el Ma'•lin. San Marcos (uas ~~ rcs·1urado). Foro de Pcr01u.
v.IIZ/JJ. Emgmas de Sa11 Fralltros santos. Milán. San Berna• (sacristía). Fo10 de Pcroni.
6
5. L. CoSTA, Alegorúz de /Q poesía (ca. 1505), París, Louvre (lienzo: 1.58 x 1,93).
6.
ANóNIMO 511'•'-'S, jesús enlre los Doclores. Asís, iglesia mferior (fresco). Fow de Giraudon .
N. J>Jzzow. San Gregono, Padua, Eremirani (fresco). Fmo de Alinari.
Fig. 3 · - Dise¡:no trauo dalla Nl<Ú
1.
9
8. P. Ucau.o. sinopia. Esquema de construcción en perspectiva de La Nalividad. Aorencn. San Manino alla Scal2. 9. P. Uccmo. Esquema rcsliroido de La NaJividad de San Manino aUa Scala (según Paau). 10. P. Ucau.o. Prukla de /11 Comunión de !OI Apóstofu (detalle): •la profanxi6n de la hostia•. Urbino. fotO Sopraimendaa, Aorcncia.
12
11.
M .\50U!'O, F11ndaetón tÚ San la Matiz
Nípoks. ~lusco N2cional Fo10 Alon:ui .
la Ma]OT.
12. Andre-a. 01 Gusro (?). Cnslo ) los apóJtoles en el Templo. Filaddfi2 (col. Johnson). Foto Baucchi.
1 '
1
16
1•
••
., M
p
-J-L. 1 ~~~ -
- 1
e !~_;~ ~~~ """""3J >l1L-...:»:...__c===...':r-== 1'
l'!J"'' .!~/ UJtra wtmo (trad. d~ Viuubso por Mrl:in. 1~21 f o ¡¡ 1.
11
S
e •~arrJn••J.
>1~110" Pro1~CIO
•.,,, .l'.ml>ll<'ffllr.J
para un esccnano ~n Tufft' /,· L 111 Foto lnstllut d'Art P~ris
Jgana dd lrbro \' d~ o. ~d S \'~rubnus •tJ.S 1 dibuJOS al mar· .:.. G B da Sangallo. ¡ Brbho1eca \'a1i
;•"r'. f.Jt11d10
•. ·ro dt! Vrtr•tlno ¡· d,· /.; "¡" de lo> f'<" nJa• • u, Oficio-
@.-
~--
¡- Franccsco 01 GIORGIO. T~atro .mllguo. m:muscrito, AorC'noa. Bibli01C'C2 l..:lurC'fi
Gio••anni CARmO. T~alro ,mllguo con g.:zfuiJ p.:1r.:1 T. S.~R'\\'" .\. •Oc c1• ita tu Vcronac ampl itudinc•. Vcrona. 1~40 18
~Jp~ct.iculo ,;¡ntzguo. en
17
NOTA BIOGRÁFICA
La nota que sigue la redactó Roben KwN con visras a obtener un visado para Canadá el verano de J96j.
-
Naddo el 9 de septiembre de 1918 en TimuoiZTa, /Uim.tmÍ/1. Estrulios de mtdúüra 1936-1937 en Cluj (IO¡manÍt1); de filosofo 1937-1938 en 14 -···~~···~"" 11iumm11 ti! Pr"g11; de denúfiJ 1938-1939 en BuC~~Test {101manÍt1). Entre 1939-1945, primero hice eisen~icio milttiiT regultZT, dupuiJ d !rfJÓ¡¿jo obliglllopva los juam, a ronti1111J1&ión, fint1iÍZi:llit11111íber~i6n de R;¡manÍ/1, p11rticipé como en 14 g11erra en H11ngrÍt1 y ChecosÚJ#at¡uia. E1t 1947, obtu11e 111 licen&iaJura de filosofo en la Univem"t/4d de Buci1Ttii, y por conuna bec11 del Gobiemo frllfl(;is con 14 que vme a Pri. Me declaro refugiado en la Jf:í,un•era de 1948, trfiJ lo cul, 11 petúión del gobierno rumano me es retir11da 14 beca. pernumecido hfiJta hoy sin nacionl1iidad. De 1948 a 1962, he ,¡.üJo de dfiJes y ejercido diJtintor oficiar, obtenienda en 19J3 diploma de estudios ruperiores de estética en la Sorbona (por un trab11jo sobre tcchnt en la tradici6n, destk Plat6n a Giordano Bruno), y en 19J9, un dipkJma de 14 É&ole :; Hautes études, IV• secci6n, ron una edici6n criltca de la Idea de l.o1114%%o (no pllbli- - - - - - - -- -- - - - - -- -- - - - - - - - - --_:ia), e4bonu4 PI1TI1 el profeJor André Chartel. De 19J4 a 19J8, fui secretario del histovlor Augustür RentZIIdtt, profesor honor11no del Col/ige de Franct y. de 1958 11 1962, hborador técnico del prcfesor Maree/ &taillon, hispanista, admmútratlor del Collige 1 Frt11tct. Desde 1962 soy investigador adj11nto del Centre nationl1i de la Recherche scientifire. habiendo trahajirtlo IllcesiPamente en stn índice de los manuscritos de LeoniUdo y 1 una ediú6n crítica dd Oc scuip•w•, de C::::."'!~'! (IW4). con lln grupo de la Écolt -:1iq11e des Hautes itutks (Se"ión IV). Me han tnsoítatlo como profesor de historia dtl arte tn 111 Uni~rsidad de Monlrtt1i IT3 el ClffSO t96J-19(56.
!'uro lJt,flRIO. T~atm de Marull us Drahad ' p • 8 bl · " ' · ~ns. ' IOl t"CJ NacJonal
A su vueha a Europa en d verano de 1966. esraba b«2do a partir de ocrubre por la ntversidad Ha.rvard en la "illa 1 Tatti de Florencia, asistió a la atásuofe del 11ilnio ne en wiembre. En marzo pronunció un:a confcrenci:a en la Universidad de Friburgo de BrisIIYÍa sobre d ConcÍ4rlo CtZmpestre de Giorgione y hacia mediados de abril prescnr6 una onenci:l a los d'ellows• de la villa ! Tallt sobre los n_?.ipcs o cTarocchi• llamados cdc imtcgna•. que eran objeto de sus investigaciones El sábado siguiente. 22 de abril. se le liContró mucno en 1"1 valle de Scuigna.no, con esta sencilla nota en el bolsillo: Robert lkin, 49 1111ni, Yil1 dei Nen' 18. Si lratra tli 11n Sllictdto.
441
BIBUOGRAFfA DE ROBERT KI.EIN
confes!ion, fiCtion: a ptopos de la "Saisoo en cnfcr"•, úz Jimisliu fi/osofica. Archmo Ji Filosofo, 19)9, o.• 2, pp. 10Hll. ·'éu.it déja dan.s Tacite•. C/1/b Pmrofllm4, n .• l. abril 19)9, pp. 3~·38. ~ns&,
~
'cnfer de FJCin•. u-esimo eJ erolerismo, Ani JJ V Co~r'HgtiO tlllenllaioule Ji JIU di tlf1U111Üir'ci (Obcrbofen, septiembre de 1960). Archmo Ji ji/o10fo, 1960, n."' 2·3, páginas 47-84. J crisc de la Rena.issance iralicnnc•. Cnliqllt, XVI. 1960, pp. 322-340. ; pcnl& ligur& de 12 Rcnaissancro, Diogi~re, o.• 32, pp. 123·138. 1an
~
humaniste1 ct la scicoce• , Bib/ioJhir¡flt J'H11-isme el Ret~itÜJ41fU, XXIII, 1961, páginas 7-16. VI cr illusion•, le probl~mc psychologique•, M m Fr1111ce, l. 1961. pp. 433-436. ~~ Sa110mzro/e, París, 19)6 (uad. iw., 1960). 1om~i~ Gauri~ o.o pcrspcctivc., The Art_BJI~¡;,, XIJU : _196_1. PP: 211·23~. L ~~ Je lhumtmume, (con André Olastd), Brwdas, 1963 (u2d . in . \ppropaoon et al1Enauono, en Fílruofoz Jelúlllm~P.JO/ft e mJuu tsulmziJe, Archz1 al /Jtrlum Art, JJ00- /600: S
l.e_lrociJ
t·¡
ce
y
x.xv.
AltTtcUtOS
?61
19f2
~o1e1
.Sur la signifiatión de la symh~ da :artso, Rert~e J'esthilir¡ll~, V,
) , pp. 8-!!l. 19 2 19
!956
sur la fin de l'im2gc•. Alli Jel Collor¡11io ürtemnionJe 111 Demitiruzion~ e •mfll4gine (Roma, enero de 1962), Archmo Ji Fikuofo•. 1962, n."' 1-2, pp. 123-121!.
963
•l'imaginarion comme vétcmem de l'áme · )6. .?!me Soul2ge1• (rcscib). Art Je Frtmc~. 1963. pp. 384·38) , cConsidér21Íons sur les 1958 fondcmems de l'iconographieo, en Ú'mnfellfÍU e mulizio•e, Atli Je/ J/1 Colloqt~io •u forme et l'intdligibb, en Ummun'mo e Simbolismo Au' tkJ IV C t1rlen11zzionJe sul/iz Temaliu Jd/iz Jemiliz=iot~e ( 10.16 de enero de 1963). Archi· r~onalt di St11dt Umanütiú (Venecia, 19-11 sq>úcmbre d' 19) 8) :a-::nolnln'll.1· río di Fi/osofi, 1963. n ."' 1-2, pp. 419-436. gmas 103·112. e · • 19)8 , pi· ,Yumanisrne, conscieoce his1ocique et scntiment national• (con Andté Chastd), Diogi· •ÚI GV:'Iuatio, d~ /¡¡ RenllÚsmru. aJtjéurJ'ót~i, nota final:al2 recd' 6n d Burdhard ne, 44, 1936. pp. 3-20. 1 ' :!.'urbanismc u1opiquc de Filarete a Valcntin Andrcu•. Actes Ju Collor¡11t Ütlem:ttt'oiiiÑ Pa.rJS, 19)8. pp. 295·313. JCJ eJ. 111r les MIO/Jier i liz Re~rllÚsm"e (Bruselas, :abril de 1961). 1963. pp. 209-230. 1959
.J • . •Agustín Rc:anudct " in mem · .. R les . OCI:am • , ene Res ti11Jes t't41ttllnes 19S9 ¡>p H-61 .scpl gouvrrncu11 de l 'ar1 " .sclon Lomuzo•, Arte fombart/4, ) , ~p. Ín-~ . ,\'muve etlc 1h8ue de la Renaissmcc• (con Hcnri Zcrncr). en el libio Le liet~thiátr¡¡/ 19 9 de /iz RenllÜJ4nu, París, 19)4, pp . 49-60.
rv.'
•
442
1
443
1' · h · -r · · · • • -'-/IV rAllA- • ct attcnuon au tc:c mque•. en 'ecnru e ~ansti.Cil, n.th <~e '-"""'ftiW inter En Renaiwmce News: . . . thc R · y 1 mrúonale sulla tetmJtiu Je/Ja dimitiz=ziou (Roma, 7-12 de enero de 1964), ~1 . 1960. pp. 237-240: Edgard WINO, ~ MystcncS 10 CIUlSWKC•, a c. vio di Filosofo, 1%4. n ."'· 1-2, pp. 363-372. 19)8. •Mort de l'art ou mort de l'~ruvre?•, Preu·us, o . • 196. 1964, (>p. 29-30. cHum~isme et Rcna.issa.ncc• (bibliograilll con Andrt Chastd), L 'ltrfomuzJion á'hisloirt En Memm de France: de lart, 9. 1964, pp. 222-225. , · . Panofsky F · Saxl eSa., d Mec&rmcrkungen zum Untcrgang de! Bildes•. Kerygma und Mythos, VI, 1%4, pp. 61~· pp. 588-594: Raymond KusANSKY • Erwín Ph'l h. n~\ . ' an l%4 lancholy. Studies in thc Hist01y of Natural 1 osop y. e Jgton an •. · 'Art
•L
t:n
1965
• En Ze1't s&hnifit fi-r 11 Kunstgeschitche · eSpirito peregrino•. Revue d'éludes italiennes, número especial: Dante el les m•th • • " es,:XJII. 1960. pp. 284-286: Edgas WINO, cPagan Mystctles · 10 . thc RenaJSSanCe •. Ya XI. 1965, p¡>. 197-236. eles limites de la monle ua.scendcntale• (con Ngó tieng Hi¿n) en Demitizuzione e mo- le , 1958. . , . rak, Atti del V Colloquéo intermrzionale sJ problem4 de la demiliz.uziou (Ro.:xv, 1962, pp. 85-87: Etwin PANOFSKY, élbc lconography of Cortegg•o S ú.roera d• san rtlll, 7- 12 de enero de 1965), Aahivio di Filosofo, 1965. n.os 1-2. pp. 269-279. Plolo•. Londres, 1961. . _ cla méthode iconogtaphique et la sculpture des tombcaux•. Men11re de Fr~. 196~,J(VI , 1963. pp. 190·192: Ande( O!Asm.. cAn ct Humani.SillC a Flo((:oce au temps piginas 362-367. de I.aurent le Magnifique•, París, 1959. cL'humanisme ct les scicnces de la Narurc•, BuUetin de l'lmtitut de philosophie, XIV, 1965. pp. 19-27. En Biblro1hique d'Humanúme el RenaiSllmce:
;x,
1958, pp. 240-242: Tomma.sso ÚMPANEll.A. «Mag12 e grazia. (Thcologicorum li· bcr XIV) a cura di RortlllnO Amcrio•, Roma, 19~7. 0 clcso · WB'Ohl$1' c:nhl~minés.~~ xvd·~ieclc:d• .dL'a;'!.· " : 145, ene~ho~ebc1967Co . po. ll-~~~ )1-~2.;;.: 1'))8. pp. 603-60G: Tom:nasso CI.MP~ . ciX Sancta Monotriadc: (ThcologÍCO· e 1e .' 101 e~._~cn .... ralo oo~ un as vtorgtonc zugcsc 11e ne ocert úl
1967
99
15
9
Graz. 1959. . d ¡• p - 1959 XXXV. 1961. pp. 655-656: Domingo RrCART. cjua~ de Vald6 y el pensamiento religio- ,.XI. 1959. pp. 6B-655: Enri~o Ct.snw, eLe démoruaque ~ ~t•,. aus, · so e:.:rcpco en los siglos XV! y XVII~. Lawrc:ncc, 1958. · Q(J. 1959. pp. 645·646: G . RABusE. cDcr kosrmsche Aufbau der Jenscnsw chc Dantes•, XXXVI, 1962, pp. 602-60S: cMoni~rismo, Barocco, Rococo. Conccni e rermini• (Con- Colonia-Graz, 1958. . . . . vegoo lnternazionalc, Roma, 21-24 de abril de 1960, Ponencias y debates), Ro- \XII. 1960. pp. 423-425: Eugenio A..'IAGrru-'E. cll coocc:tto d1 Rinaswnento amaverso •1 rtlll, 1962. XXXVII. 1963. pp. 312-313: H . A . tono VAN Ga.ou. cThe cwo l\cfowt.dions in ÜH: 16th. cenruty. A stud y of t hc rdigious aspc:ctS and conscquc:nces of Renaissancc and HumanÍSm•. la Haya. 1961. XXXVll, 1963, pp. 488-490: Renaro l'oGGIOU. cTeoria dell'artc d 'avanguasdia•. Bolonía, 1962. XXXVUI. 1964. pp. 148-150: Maurice PoUET, cJohn Skdron• (c. 1460-1529). cConui· bution a l 'h isroire de la prércnaissance anglaisc •. Pasís, 1962. XX:XfX. 1965. pp. 641-642: Don Camcron AuEN, cDoubt's bound les.; sea. Skepticism and faJth in the Renaisnncc•, Bahim01c , 1964. XXXIX. 1965. pp. 642-645: Coreado VJVANll, cl..otta política e pace religiosa in Fraoce fra Cinque e Sciccnto•. Turín, 1964. Xl, 1966. pp. 141- 142: Edmondo Qo:-.'E. cFede e ragione ndla storia., Bolonia. 1963.
444
Medio Evo (V·X scc.)•. ·Milán-N:ípoles, 1958. . . . . . . 1960, pp. 4n-427: cEgidio Qa 'v'i:obu, S.:cch.o;-.:: : !..:~!!!!! d-: i lltM K hebtaiCIS. mediu . a cura di Fransois Sccret•. Roma. 1959. 2 vols. . u(JII, 1961 , pp. 118-180: cGiovanni Rucdlai cd il suo Zibaldooc. 1: " 11 Zíbaldone Qu2 • rcsimal~"- a cura di Alcssandro PerOSb, Londres. 1960. . . OOLI, 1961. pp. 180-182: cUmancsimo cd esoterismo. Ani dd V Convcgno mtcrn:IZIO· nale ui Studi Umanistici., Padua. 1960. C
Q{ll,
rum hbcr XVI ). Roma . 1960. otlll, 1961. pp. 425-427: P. Ross1. cCiavis univmalis. Arti mnemoniche e logica combmatoria da Lullo a Lcibniu•. Milán-Nipolcs. 1960.
445
' 1 !;· XXIII. 1961. pp . 646-649: Fnnco SINONE, .n Rinascimento francese. Studi e Turln, 1961. 'll XXN, 1962. pp . 268-271 : cTrattati d'ane del Cinquecento. Fra Manierismo e cOOti-"or forma . A cura di Paola Barocchi•, vols. 1-II, Bari, 1960-1961. •.r¡. · XXIV. 1962. pp. H3-H6: Eugenio GARIN, cl.a cultura filosofica del Rinascimentoit1 liano. Richerche e documentÍ•, Florencia, 1961. -::'! 1. XXIV. 1962, pp. 502-504: Georg WEISE, cl'ideale eroico del Rinascimento italiano su e premesse umanistiche•, Nápoles. 1961. ·-:"' · ~ XXV, 1963. pp . 258-260: Neal Ward G!LBERT, cRenaissance Concepts of Method 1 Nueva York, 1960. XXV, 1963, pp. 260-261 : cTrattati d'ane del Cinqueccnto, Fra Manierismo e Conuori forma. A cura di Paola Barocchi•, vol. III, Bari, 1962. XXV, 1963, pp. 630-631 : T. Ku.NICZAY. cProblemc der ungarischen Spauenaissánce Stoicismus und Manierismus en cRenaissance und Humanismus in Mittel- und Osteuropa•. Berlín, 1962. XXV, 1963. pp. 631-633: cRudolf and Margot Wittkower: Born under Saturn•; Lon. drcs, 1963. XXV. 1963, pp. 629-630: Giovanni SANTINEUO , clcon Battista Alberti. Una visione estetica del mondo •• Florencia, 1962. XXVI. 1964, pp. 487-488 : Fran~ois SECRET, eles kabbalistes chrétiens de la Renaissan.
ricerch~
Í NDI
1,
e E.
rocAM-
177 BURCK-
187
él
ce•, París, 1964.
.
XXIX. 1967, ¡..p. 717-718: Franco S!MONE, •Per uro~ st
Critiqu~:
187 189 191 198 200 202 205 205 1
PRESENTA ~IñN por
·
André CHASTEL · · · · · · · · · · · · · · · · · .. . ..
"' - '
l.
SPIRITO PEREGRINO .... · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
l.
úz capa mítica y el cuerpo suiil . .. . ... . · · · · · · ·
La capa mágica . .. ... . _. .. . : . .. ~ ···· ········· La capa médica y !a pncofis~o!ogta · · · · · ·: · · · · · IV . Teoría naturalista del «spmto» y doctnna del a·mor . . . . . .. . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · V. Doctrinas poéticas del amor . ........ · . · · · · · · · ll.
TTT lll.
u.
LA IMAGINACIÓN COMO VESTIMENTA DEL ALMA ilN ivír.R.SILIO FICINO Y EN GIORDANO BRUNO · · · · · · · · · · · · · · ·
l.
Imaginación y conocimie!lto . ._. : .... · · · · · ·_. · · La interpretación metafísica: spmtus phantasltcus
El cuerpo sutil y el desti~o del alma ... · . · · · · · · ll . La imaginación y lo parttcul~r .... . .. · · · · · · · · · III. !.a imagen como cuerpo_ suttl .. . . . . : . . .. . · · · · · La imagen entre lo _Particular ~ ~o umversal ... · · El simbolismo en PICo de la Mtrandola y en Bruno IV. . . . . . . . . . . . . . . . . •••
446
210
7
KAS
PENSAMIENTO Y SÍMBOLO EN EL RENACIMIENTO
XVII, 1961, pp. 570-571: Víctor-l. TAPIE, ele Baroquc•. París, 1961. XVIII. 1962, pp. 382-383: Maurice SERRUUAZ, cl'impressionnisme•. París, 1961. XIX, 1963. pp. 283-284: cPascal e Nietzsche•, antología publicada por E. Castelli, Archivio di Filosofo, 1962, n . • 3. XXI , 1965, pp. 787-789: cDemitizzazione e morale•; un coloquio sobre la desmitifica· ción de la moral, Archivio di Filosofo, 1965, n.• 2.
los se-
447
•
••
•••
•
••
o
•
•
o
•••
•
•••••
29
RSPECTI-
217
30 37
217 237 249
41 44 52 lENTO .
60
s tablas
60 64
'odo del
70 72 75 77 79 80
255 257 260 264
~NO
...
269
mo ...
z69
1 ......
272
1