LO TRÁGICO Y LO CÓMICO Mientras que el sentimiento estético se mantiene plácido en lo bello, llega a la excelsitud con lo sublime y al gozo con la gracia; y con lo feo, lo grotesco y lo ridículo se identifica con lo que tiene de desagradable la vida misma, la realidad humana es su aspecto doloroso "punza agudamente, dice Farré, por introducir en el alma su afilado aguijón". El hombre se empeña afanosamente por afirmar su personalidad ante un destino que cree inmutable, se enfrenta a las fuerzas ineludibles de la naturaleza que sustraen sus propios valores y lo entregan a la adversidad, pero en medio del dolor que le produce la conciencia de su finitud e impotencia ante la muerte, en medio de sus debilidades se yergue valerosamente y se enfrenta al destino. He aquí la tragedia. Lo trágico trágico es la tensión tensión existente existente en la conciencia conciencia como resultado resultado de dos alternativa alternativass que tienen tienen vida autónoma autónoma e independient independientee y omnipotenci omnipotencia; a; el hombre sabe que tiene que optar por una, aunque sabe también que le acarreará una existencia trágica o bien la muerte. Lo trágico es la categoría estética que mejor expresa la esencial condición del hombre y lo enseña a conocerse en el despliegue de pasiones que describen tanto su grandeza como su mezquindad. Hegel afirma que lo trágico está constituido c onstituido por tres elementos: Conflicto, Conflicto, sufrimien sufrimiento to y un fin desdichado; desdichado; aunque este últim últimoo no es necesario, necesario, sí existen en la tragedia los dos primeros elementos, antinomia a que se ve sometido el hombre, y un intenso dolor resultado de las frustraciones provenientes de la incapacidad humana para realizarse íntegramente. Lo trágico va unido a la desolación y la muerte, pero también es producido por la lucha del hombre consigo mismo para decidir el camino que ha de seguir; lo trágico trata de responder responder simbólicam simbólicamente ente al enigma enigma de la vida, el hombre lleva en sí mismo mismo sus dolorosos dolorosos problemas problemas y en el arte expresa expresa mediante mediante lo trágico trágico aquello aquello que no puede formular de otra manera. El arte enfoca el problema de la realidad por diferentes caminos, intenta penetrar en la realidad de la vida humana, en la realidad realidad de las relaciones entre entre el hombre y el mundo y sus eternas eternas dificulta dificultades, des, y lo logra en la tragedia. tragedia. Lo trágico trágico es es una categoría categoría que por poner el dolor cerca a lo humano, conserva todavía una gran dosis de elevación propia de lo sublime. sublime. En lo auténticament auténticamentee trágic trágicoo nunca nunca falta falta la dignidad, dignidad, jamás se renuncia renuncia a la grandeza, es inseparable de la sublimidad, si se alejara de ellas llegaría hasta el extremo opuesto, resultaría cómico. A través de la tragedia, según Aristóteles, se podría llegar a la catarsis, es decir, la purificación mediante emociones que impactan. Lo trágico ha sido expresado en el arte por infinidad de artistas: Miguel Angel en la Piedad, Goya en El fusilamiento, Picasso en Guernica, para no citar sino a unos cuantos, y en nuestro medio artístico: Clemento Orozco en los murales del Hospicio Cabañas, Gabriel Flores en su cuadro La guerra y la paz, ambos en Guadalajara; Amado Nervo en La raza de bronce y Mariano Azuela en Los de abajo. Si lo trágico produce dolor, lo cómico tiende a suscitar risa, a divertir; en todos los tiempos, sin dejar de ser ridiculizante ha sido una formidable arma de combate. Lo cómico resulta del aspecto trágico de la vida contemplado desde un punto de vista jocoso. La comicidad ha surgido del instinto de imitación natural en el hombre, de su genio mímico espontáneo y
universal, de su necesidad de alegre expansión, de su inclinación a burlarse de los defectos e imperfecciones de los demás. Produce, en opinión del sociólogo Mendiete y Núñez, una especie de catarsis social. El artista cuando expresa comicidad está alerta a todo lo que la vida tiene de limitado, insignificante o discordante y lo transforma por virtud del arte en algo humorístico, cómico, capaz de provocar la risa en forma espontánea. Lo cómico se expresa a través de todas las artes: pintura, escultura, literatura, danza, teatro y música sobre todo cuando va acompañada de letra a propósito; pero por su propia naturaleza, donde ha encontrado su mejor expresión es en el dibujo. En Grecia se hizo resaltar lo cómico en la escultura exagerando rasgos de personajes conocidos. En la pintura, Daumier y Orozco lo expresaron magistralmente; en la literatura, en su soneto A una naruz Francisco de Quevedo resaltó burlescamente lo desproporcionado de una nariz, precisamente. En el teatro, lo cómico pertenece al género llamado astracán; en a danza podría mencionarse la danza michoacana de Los viejitos; en la música, la parodia. Brota la comicidad en todas partes y siempre bajo aspectos sumamente similares, consiste en la exageración de ciertos rasgos físicos, defectos, aspectos morales, actitudes de una persona o bien, las costumbres de una época o un pueblo realizados con una intención satírica y hasta cruel. La comicidad se encuentra desde Grecia, donde músicos ambulantes, danzarinas callejeras, adivinos y agoreros provocaban la risa de los espectadores con las imitaciones que hacían de ciertos personajes; en Roma, los payasos divertían con sus discursos burlescos. En la Edad Media y un después, los cómicos son los bufones que divierten caricaturizando a sus amos. En la India, China y Japón, la caricatura se manifestó a través de la mímica exagerada. La comicidad se expresa en la caricatura, que encuentra sus características esenciales a finales del siglo XVIII y se perfecciona con el desarrollo de las artes gráficas; tiende, como se ha dicho, a representar clases sociales, sobre todo políticos, símbolos, costumbres, épocas o pueblos y su éxito radica, paradójicamente, en el parecido extraordinario que se logra con el modelo a pesar de la exageración de sus características; lleva propósitos de crítica festiva, aunque en ocasiones ha llegado a ser sumamente mordaz; su contemplación provoca invariablemente la risa. El sociólogo citado considera que la caricatura de carácter no político "constituye un verdadero archivo de documentos sociológicos de valor inapreciable, porque contribuye a esclarecer la historia social de diversos países en las diferentes épocas de su vida". La expresión de lo trágico provoca una dolorosa emoción, la expresión de lo cómico produce una gozosa reacción; en ambos casos el arte cumple su objetivo: mostrar la vida en todos sus aspectos.