Lo sacro y lo violento, aspectos problemáticos del desarrollo en Colombia Orlando Fals Borda
El éxito de una acción política está dado, en cuanto más grande sea su conocimiento y su adaptación a las costumbres locales. Con esta frase el autor nos infiere a una forma de promulgar las leyes para garantizar su cumplimiento, citando por ejemplo, el caso de la industrialización en América Latina, la cual recibe un gran apoyo de su estructura económica, mediante diversas leyes. Remitiéndonos el autor en principio, a darnos una presente definición sobre el empleo del poder, mediante una participación social más amplia, complementándose con varias hipótesis sobre la aparición de la violencia en zonas rurales, como respuesta política, a aquellos esfuerzos hechos para preservar aspectos de un antiguo orden, ligado al sacro. Al hablar de este antiguo orden, se habla de un desposamiento del estado y la iglesia, para mantener un orden social y un control político, y nos remite a dos obstáculos, para la supervivencia de esta: 1) La interferencia de lo sagrado en procesos sociales, y 2) la ética de lo ultraterrenal.
Durante la colonia, el gobierno era autoritario y clasista, todo giraba en torno a la iglesia y el ayuntamiento, en sí, centros misioneros para aquellos indios, que tienen alma, al contrario de los negros, y hay que instituirlos. En estos centros misioneros, el sacerdote de “x” comunidad, era el que dominaba, simplemente por el hecho de haberse ganado el afecto de los indios, conllevando a que se convirtieran en señores con un gran poder, y que al opinar, pesara más que un funcionario del gobierno. Llevándonos a que, la iglesia en el país, tuviera, indirectamente, el mando absoluto. Pero al paso del tiempo, se comenzó a hablar de la llamada secularización, en esta el mestizo ya no tiene el pensamiento de sus antepasados, este mestizo ahora confía en el hombre mismo, y cuando se nota, actualmente, que a un trabajador se le trata como un indio primitivo, es solo una supervivencia de actitudes de la colonia, llamase “el paternalismo”, al indio se le consideraba un menor de edad, y debía ser protegido, pero que se fue acabando como antes pude nombrarlo; la personalidad el campesino tuvo un gran giro , ya no son hombres ignorantes, ahora ya saben actuar con dignidad y saben que no tiene que depender de amos. Esto sucede, gracias a la secularización, la cual la podría resumir en la siguiente frase: “la comunidad no busca ya su centro en la iglesia, lo busca en la escuela”.
Entrando en la ética de lo ultraterreno, el autor nos habla, de aquellos conquistadores que nos trajeron la imagen del Cristo, sufriendo y luego siendo recompensado en la gloria eterna; este complejo sería implantado en los grupos sociales, diciéndonos que, el campesino, en vez de realizar un esfuerzo en el campo, se contenta con dejar la solución en manos de dios. Este sentimiento nos remontaría a que, aquel camino de salvación y recompensa, es tan sufrido, como el mismo que sufrió Jesucristo, considerando la religión, como una “anestesia” al sufrimiento.
Durante la época Liberal, las técnicas seculares se apresuraron y surgieron en un abrir y cerrar de ojos. Aquello que fue reformas, en cuanto a la educación, universidades, seguridad etc… provoco reacciones en los conservadores, logrando una atmosfera tensa, entrando en un conflicto agudo. Hasta el momento en que los liberales, encontraron un dirigente, una persona que podía socavar todo lo que anhelaban, Jorge Eliecer Gaitán. Gaitán era el retrato del cambio social que querían, y a la vez incautaba temor en los que creían que no había mejor camino que mantener la tradición. Cada día Gaitán se fue convirtiendo en el símbolo de la nueva Colombia, más fuerte y más prometedor; hasta que llego el día que lo asesinaron, y ante esta acción surge la siguiente pregunta: ¿Quién se beneficiaba con la muerte de Gaitán? Una posible respuesta sería, y creo que por obvias razones, personas o grupos que querían contener el movimiento Gaitanista, o mejor dicho, los conservadores.
Aún con esto, el ímpetu y el alma del movimiento Gaitanista siguió siendo fuerte, aunque sabían que el reloj no podía dar machar atrás, estaban intranquilos. Llegado el momento, en que el gobierno conservador empleo la violencia, surgieron las primeras guerrillas, la mayoría de autodefensa, pero también algunas, intentando derrocar el gobierno, e instaurar el programa que hubiera sido el alma de Gaitán. Por tanto, conservadores utilizaron la violencia para acabar con la violencia, y los liberales respondieron con violencia.; lo cual pronto se salió de control y engendro un fenómeno político: un violento surgimiento de un pueblo sin sentidos, cruel y caído. Al momento en que se fue el dirigente liberal, todas aquellas energías que iban acumulándose, aquellas esperanzas, se fueron tornando amargas, produciendo solo destrucción, todo saliéndose del molde.
Aquella violencia, que se ejercía después del asesinato de Gaitán, solo era ejecutada por gente perdida, que seguían siendo pobres e ignorantes, que no tenían la forma de dar un paso a la revolución social, que fueron perseguidos, y como respuesta a esto acudieron a la “paternalización”, para de esta forma poder sobrevivir, pero algunos de ellos, aún guardaban mucho rencor dentro, y fueron conformando grupos guerrilleros. Sucesivamente fue surgiendo, de entre ellos, un nuevo temor, que el autor le da el nombre de “hijos de la violencia”, descritos como, desarraigados, adaptan normas en torno a la violencia, volviendo enteramente vagabundo, no respeta el binomio hombre-tierra, perdiendo la idea del campesino poco a poco, y dejándose llevar por el instinto, que cae en simples ansiedades sexuales y tendencias patológicas, considerados, por ellos mismos, como víctimas de la sociedad conservadora.
En la mente de los guerrilleros, socaban preceptos de secularización, en la que la escuela y la biblioteca fuesen de gran importancia para estos, no construían primero una iglesia, hacían una escuela, siendo esta última preciada, aún por el mismo Gaitán, tornando una fuerte oposición acabar con el status quo que querían mantener los conservadores, al margen de la guerra. Entrando a lo que se llamaría “Institucionalización de la violencia, justificando la violencia como medio para gobernar el país, pero como se ha visto anteriormente, se intenta resolver La violencia con más violencia, y no da ningún resultado, ya que, primara siempre el individualismo, que se aprovecha de La violencia para sus intereses. No se puede pretender resolver La violencia, con gastos en el Ejército nacional. Ya que esto se consideraría un obstáculo, junto con los arreglos políticos, ya que simplemente eluden y enturbian los problemas sociales. Se intenta simplemente echar por la borda la carga de La violencia, y ante esto, el pueblo responde expresando su descontento y tambaleando el gobierno.
En sí, y dando por finalizado, lo violento acabo con el precepto colonizador de lo sacro, pero a un precio demasiado alto, dejándonos como solución, la respuesta a descubrir la forma en cambiar las armas por instrumentos constructivos, para poder llegar a una sociedad mejor.
Universidad Autónoma de Colombia Facultad de Ciencias Humanas Historia Javier Francisco Pilonieta Electiva I (Violencia Colombiana)