Introducción a la Psicología Laura Elizabeth León Alonso Marzo 14 de 2017 Reseña
Sanmartín, J. (2000) El agresivo nace El violento se hace. En: La violencia y sus claves; Barcelona; Editorial Ariel. 11 – 25. 25. Este capítulo aborda la tensión existente ex istente entre violencia y agresividad, dos palabras que son usadas comúnmente como sinónimos, sin embargo e mbargo Sanmartín en su texto logra descifrar el verdadero origen y evolución de estos conceptos. El autor inicia exponiendo los resultados de una investigación que le costó varios años, con el fin de mostrar de una manera clara y concisa sus argumentos, para ello comienza su texto con la descripción de la población estudiada, que en este caso son los Kung, los cuales hacen parte del pueblo san; quienes fueron considerados durante un tiempo como una simple variante de orangutanes asiáticos, por lo que sufrían maltratos de todo tipo. Desde este mismo instante se empieza a notar como la violencia nos lleva a tratar al otro como un animal y no como una persona, empero, el autor resalta que a mediados del siglo XX en los años sesenta, se realizaron expediciones que demostraron que los Kung, poseían una forma de vida que incluso según Sanmartín, podría ser envidiada por más de uno. La manera en la que vivían los Kung les permitía ser un pueblo en el que la agresividad era mínima, y por ende se consideraban como un pueblo feliz; a raíz del planteamiento hecho por el autor surge una gran interrogante, ¿Por qué en los Kung, la agresividad era mínima?, para esto Sanmartín (2000) afirma “No es, en definitiva, que los kung no fueran de natural n atural agresivos. Es que sus prácticas educativas y, en general, su forma de vida y organización social incidía sobre su agresividad reduciéndola a mínimos” (p.19). Al aclarar esto se deduce fácilmente que, para Sanmartín, todos somos de naturaleza agresiva, y que esta agresividad esta intervenida por la cultura, así pues esta cultura puede coartar nuestra agresividad, como se ve reflejado en el caso de los Kung, pero a la vez esa misma cultura puede alterar la agresividad natural y convertirla en violencia.
Teniendo en cuenta lo dicho por Sanmartín en el texto, se puede empezar a demarcar la diferencia entre violencia y agresividad, para el autor el ser humano es agresivo por naturaleza, y esto es algo inevitable, pero la violencia es algo que se determina por la cultura, es por esto que de cierto modo podemos decir que la violencia es evitable, ya que si se cambian aspectos de la cultura podríamos suprimir esos factores que nos motivan a desarrollar un a conducta violenta, por ejemplo en el texto se habla de las armas, las cuales desestabilizan las relaciones interpersonales y por ende fomentan la violencia, por lo que si se pudieran eliminar las armas de nuestra cultura, disminuiríamos nuestro nivel de violencia, ya que estaríamos quitando un instrumento que lo único que hace es atrofiar continuamente nuestra agresividad natural y convertirla en violencia. El problema propuesto por Sanmartín, es bastante extenso y aborda una gran cantidad de temas que están correlacionados entre sí, no obstante el texto nunca pierde de vista los temas agresividad y violencia, y esto permite que el lector observe como estos temas están relacionados con muchos más aspectos de los que la persona se puede imaginar; el texto aborda de una buena forma la tensión mencionada, ya que, además de presentar los conceptos, nos motiva a echarle un vistazo a nuestra sociedad actual en busca de rastros violentos. Y si hacemos eso conscientemente, los resultados llegan hacer escalofriantes, ya que notamos que casi todo está lleno de violencia, el mundo en el que estamos viviendo lo único que hace es hipertrofiar nuestra agresividad natural, hasta el punto que solo basta con salir de tu casa, y caminar unas cuadras, para encontrar miles de conductas violentas, que se repiten una y otra vez ante tus ojos, sin que nadie diga o haga nada. Sin embargo, el agresivo nace y el violento se hace, así que sabiendo esto, una nueva alternativa surge, en la que podemos modificar nuestra cultura, para así algún día llegar a ser una persona kung.