Regimen de visibilidad y reparto de lo sensible, la querella Jacques Rancière contra Deleuze: utopía, emancipación y alcances político-estéticos
Dr. Dr. Adrián Cangi - Universidad de Buenos Aires Resumen
Este texto se centra en el desacuerdo acerca de una imagen del pensamiento entre Rancière y Deleuze para aordar la relaci!n contemporánea entre est"tica y pol#tica. El prolema $los!$co en el %ue se sostiene el deate es la %uerella sore las nociones de inmanencia y singularidad %ue articulan para Deleuze su propia imagen del pensamiento& mientras %ue Rancière considera estas nociones como un aandono de los principios de utop#a y emancipaci!n destinados a la integraci!n de los an!nimos en el reparto de lo sensile. 'os prolemas de este deate se encuentran en un programa %ue cruza $loso(#a y literatura& donde ad%uiere relevancia Bartleby, el escribiente de escribiente de )erman *elville.
Disagreement in t!e distribution o" t!e sensitive bet#een Jacques bet#een Jacques Rancière Rancière and Gilles Deleuze $bstract
+,is essay centers its analysis in t,e t,e disagreement aout t,e image image o( t,e t,oug,t eteen Rancière and Deleuze to approac, t,e contemporary relations,ip eteen est,etics and politics. +,e p,ilosop,ical prolem in ,ic, is sustained t,e deate is t,e %uarrel aout t,e relations,ips o( immanence and singularity s ingularity t,at articulate (or Deleuze its on image o( t,e t,oug,t& ,ile Rancière considers t,is notions as an aandonment o( t,e principles o( utopia and emancipation destined to t,e integration o( t,e anonymous in t,e distriution o( t,e sensitive. +,e prolems in t,is deate is (ocused in a program t,at crosses p,ilosop,y and literature& ,ereBartleby, ,ereBartleby, the scrivener o( o( )erman *elville ac%uires relevancy. %alabras clave
Est"tica& pol#tica& inmanencia& singularidad& reparto de lo sensile& emancipaci!n& utop#a. &ey#ords
Est,etics& politics& immanence& singularity& distriution o( t,e sensitive& emancipation& utopia.
$ntecedentes de la querella Rancière ' Deleuze
El di(erendo o la %uerella es el espacio de una tensi!n en el %ue la $loso(#a se are a la di(erencia y extrema extrema sus posiciones. Rancière es un polemista agudo y un especialista en di(erendos. En el movimiento de su ora traza un con/unto de %uerellas e/emplares sostenidas en una tradici!n de emancipaci!n pol#tica %ue a(ecta el reparto de lo sensile0. Entre sus contemporáneos (ranceses (ra nceses discute con Badiou& 'yotard y Deleuze acerca de una imagen del pensamiento y a trav"s de ellos con la tradici!n occidental del pensamiento $los!$co1. Rancière valora a Deleuze por su experimentaci!n $los!$ca y por su compromiso con la (aulaci!n cr#tica de una imagen del pensamiento %ue se centra en la pregunta %u" es pensar. El desacuerdo entre amos gira sore otra pregunta 2puede desmontarse del pensamiento emancipatorio la identi$caci!n& normatividad y representaci!n cr#tica de la relaci!n entre la ,istoria de la $loso(#a y de las artes y la ,istoria en general3 A partir de esta pregunta se distriuyen los análisis %ue prometen iluminar los prolemas contemporáneos de la relaci!n entre est"tica y pol#tica. En el movimiento de tres textos Rancière %uerella %uerella a Deleuze sin de/ar de reconocer sus aportes4 52Existe una est"tica en Deleuze36 7889:& 52De una imagen a otra3 Deleuze y las edades del cine6 70;;: y 5Deleuze& Bartley y la (!rmula literaria6 70;;<:<. Rancière piensa %ue la imagen del pensamiento de Deleuze está atravesada por contradicciones y %ue su pensamiento termina atrapado en una l!gica contraria a sus deseos. El prolema $los!$co en el %ue se sostiene el deate no es la oposici!n entre r"gimen representativo representativo y r"gimen est"tico como identi$caci!n de las artes sino en las nociones de inmanencia y singularidad %ue sostienen la imagen del pensamiento de Deleuze. =ociones %ue Rancière Rancière considera propias de un aandono de los principios de utop#a y emancipaci!n para la trans(ormaci!n del movimiento de la ,istoria con vistas a una integraci!n de los an!nimos en el reparto de lo sensile. +al +al vez& ,asta pueda decirse %ue amos $l!so(os creen %ue se trata de conectar la dimensi!n del acontecimiento y de la vida de los an!nimos& 0
para encontrar los s#ntomas de una "poca a trav"s de los detalles #n$mos y e/emplares de los persona/es y $guras est"ticas capaces de presentar en la super$cie las capas suterráneas de un tiempo& para reconstruir mundos a partir de sus vestigios. +al vez& por%ue amos aceptan de distintas (ormas la ruina de la representaci!n aierta por el r"gimen est"tico %ue des,ace la correlaci!n entre tema y modo de representaci!n como v#nculo entre acontecimiento e ,istoria& aun%ue mantengan una distancia cr#tica para pensar la noci!n de acontecimiento con relaci!n al principio de contradicci!n y a la valencia negativa %ue tal noci!n acarrea en el movimiento dial"ctico. +al vez& por%ue amos despliegan distintas imágenes del pensamiento respecto de a%uello %ue entienden por emancipaci!n. Estos prolemas se encuentran en el deate en un programa %ue cruza $loso(#a y literatura donde ad%uiere relevancia Bartleby, el escribiente de )erman *elville. Rancière critica a Deleuze aun%ue parece separarlo de las antinomias del modernismo. Realiza la cr#tica conservando la noci!n de representaci!n como el acto de producir una (orma visile como e%uivalente& oscilando para ello entre los reg#menes po"tico y est"tico. >e desplaza entre Arist!teles y )egel4 no aandona el principio de relaci!n entre lo sensile y la acci!n? tampoco& la idea de %ue el esp#ritu (uera de s# presenta un sensile separado de sus conexiones ordinarias& donde el esp#ritu no se conoce a s# mismo sin un pensamiento categorial %ue exprese un sensile ,eterog"neo. >u propia pol#tica de lectura dedicada a se@alar las contradicciones de Deleuze en las apreciaciones de las oras %ue aorda se trans(orma en la ,erencia de las categor#as de su propio modelo anal#tico. Como estrategia cr#tica Deleuze desmonta lo sensile apresado en las categor#as& los (alsos prolemas y diálogos %ue producen torpes eclecticismos y cual%uier modo de autoritarismo escondido en los universales. >us prolemas son los márgenes de liertad en los dispositivos productores de saer-poder y las reservas de singularidad cr#tica-expresiva en las oras %ue aren la percepci!n con vistas a un puelo %ue vendrá. Cree %ue en los márgenes de liertad y en las nuevas percepciones se con$guran modos de (raternidad %ue permiten relaciones de resistencia para trans(ormar la experiencia su/etiva respecto de las (ormas %ue el poder ad%uiere en los distintos dispositivos ,ist!ricos. Rancière de$ne el presente como un momento post-ut!pico en el entrelazamiento entre arte y pol#tica con vistas al reparto de lo sensile. Esto %uiere decir %ue en las prácticas de (aricaci!n de lo sensile& en 1
las %ue se vinculan maneras de ,acer y modos de ser& ,ay un aandono del principio de emancipaci!n. A partir de esta idea& estalece dos l#neas cr#ticas en las %ue cuestiona& por un lado4 a $l!so(os e ,istoriadores y por otro4 a artistas& curadores& cr#ticos y gestores culturales de museos. En relaci!n con una serie de $l!so(os e ,istoriadores& sostiene %ue se@alan en el arte una potencia singular de presencia& aparici!n e inscripci!n %ue rompe con lo ordinario de la experiencia. A$rma %ue esta posici!n puede leerse de dos (ormas4 o ien como una potencia singular de la ora %ue instaura un ser comn anterior a toda (orma de pol#tica particular& o ien como una radicalizaci!n en la ora de la idea de lo sulime como separaci!n irreductile entre la idea y lo sensile. Una idea comn atraviesa estas dos visiones4 la comunidad se levanta sore la ruina de las perspectivas de emancipaci!n pol#tica a las cuales el arte estuvo ligado en una de las lecturas del modernismo. >e tratar#a de una comunidad "tica %ue revoca todo proyecto de emancipaci!n colectivo en tanto principio sensile de esperanza orientada ,acia el (uturo. Rancière %uerella a Badiou y a 'yotard vinculándolos& por pensar a las artes en un encuentro con lo tro 7 dea o >ulime:& en el %ue "stas no se separan de la est"tica& salvo para inclinarlas ,acia la indistinci!n "tica. En relaci!n a una serie de artistas& curadores& cr#ticos y gestores culturales de museos indica %ue ven la radicalidad art#stica y la utop#a est"tica a igual distancia& en tanto la sustituyen por un arte modesto en su capacidad para trans(ormar el mundo y para la a$rmaci!n singular de sus o/etos. >us propuestas no pasan de micro-situaciones apenas distinguiles de a%uellas de la vida cotidiana& presentadas de un modo ir!nico y ldico& más %ue cr#tico y denunciante. Apuntan a recrear lazos entre los individuos& a suscitar modos de con(rontaci!n y a activar (ormas de participaci!n nuevas. A$rma %ue esta posici!n micropol#tica rec,aza las pretensiones de autosu$ciencia del arte al igual %ue los sue@os de trans(ormaci!n de la vida a trav"s de "ste. >in emargo& no de/a de reconocer %ue el arte construye en esta modalidad espacios y relaciones para recon$gurar material y sim!licamente el territorio de lo comn. Rancière %uerella a Bourriaud y la l#nea del arte llamada 5relacional6 por%ue no se separa de un principio de realidad %ue usca anclarse al presente& aun%ue conserve una pluralidad cr#tica en diálogo con una multiplicidad de pasados culturales. Rancière parece realizar el deate de (ondo con Deleuze& acerca de la relaci!n entre arte y pol#tica en el reparto de lo sensile& por%ue en la <
%uerella entorno a Bartley& Deleuze extrema un modo de disoluci!n de las l!gicas de comprensi!n del mundo con vistas a otro r"gimen signi$cante. Reparto de lo sensible
En el pensamiento contemporáneo el nomre 5est"tica6 no designa una disciplina o una divisi!n de la $loso(#a sino una idea del pensamiento o una imagen del pensamiento. =o es un saer sore las oras& aun%ue no lo excluye& sino un modo de pensar lo sensile y la potencia del pensamiento. Rancière y Deleuze podr#an partir de este presupuesto y acordar %ue la ora de arte es un ser de sensaci!n compuesto de perceptos y a(ectos %ue determinan un modo de ser espec#$co. El prolema radica en saer si a%uello %ue otorga un principio de composici!n a la ora y a la imagen del pensamiento es la pertenencia a una ,istoria de las (ormas representativas o a la sola (uerza del estilo. ara analizar el movimiento del pensamiento de Deleuze& Rancière cruza en los textos citados una proposici!n proveniente de la tradici!n $los!$ca con otra emergente de la cl#nica. Es cierto %ue Deleuze sigue la idea de =ietzsc,e de %ue el arte es una gran salud %ue trans(orma las impotencias de una vida en rasgos de expresi!n en la ora y %ue el cuerpo expresivo es inseparale de los rasgos de un estiloF. ara Rancière la ora conserva como (orma pol#tica la idea proveniente de la Poética de Arist!teles de ser la imitaci!n de una acci!n y entonces& la acci!n de representar un e%uivalente %ue la vuelve viviente en tanto %ue un sistema de acciones %ue (unciona como un organismo. Esto corresponde al ncleo del r"gimen representativo. >in emargo& nunca olvida %ue en el r"gimen est"tico la ora es la potencia ,eterog"nea de un ser de lo sensile singular en desconexi!n con lo ordinario. Esto e%uivale a decir %ue al r"gimen representativo se le opone el r"gimen est"tico. En su imagen del pensamiento insiste una tensi!n entre e%uivalencia normativa y autonom#a expresiva para evaluar el reparto de lo sensile. ara Deleuze la ora responde a la autonom#a de sus rasgos expresivos& %ue articulan lo involuntario y lo voluntario ,asta independizarla de lo orgánico y de la m#mesis& en tanto %ue sus cualidades como $guras est"ticas traen a la presencia un puelo por venir desde un r"gimen singular de los procedimientos expresivos. 'a ora mantiene en la l!gica de Rancière una relaci!n entre una ley exterior ,ist!rica y una ley de composici!n interna para integrar a los an!nimos. 'a ora en la l!gica de Deleuze es expresi!n de los rasgos en
su autonom#a singular %ue are a nuevas percepciones ,ist!ricas y a nuevos modos de ser& en tanto %ue responde a un dispositivo art#stico %ue posee una ,istoria de sus procedimientos (aricados en el %ue se plantean prolemas y se los resuelve segn sus leyes internas. Deleuze sigue el diagrama de las (uerzas de des$guraci!n orgánica4 (uerzas no orgánicas y no ,umanas %ue (orman parte de los rasgos de expresi!n. >e opone a una est"tica orgánica de lo ello y a una est"tica de lo sulime %ue mantendr#a una desigualdad entre lo sensile y la idea. 'os rasgos expresivos aut!nomos del estilo %ue Deleuze encuentra en la literatura& el teatro& la pintura& el cine y la msica son principios de de(ormaci!n de los clic,"s 7doxa& opini!n& $guraci!n:. El arte expresa una anomal#a %ue descompone el sentido comn y el uen sentido mientras compone un ser de sensaci!n. 'o sensile puro o incondicionado resulta inseparale para Deleuze de la repetici!n expresiva condicionada como di(erencia e$ciente material. 'a ora es un proceso de (ormaci!n de ritmos y $guras cuyo o/etivo ltimo es conservar la di(erencia e$ciente y provocar una conversi!n sensile de los cuerpos. 'a $gura est"tica original es considerada como la (!rmula de una trans(ormaci!n. Deleuze no piensa a la $gura ni como una alegor#a ni como un s#molo ni como una e$gie sino como un (en!meno %ue es la cara visile de un procedimiento del pensamiento. Rancière ,a tratado de mostrar lo contrario con respecto a los ritmos y a la $guraG. Deleuze sostiene %ue los dispositivos& procedimientos y $guras expresivas en un r"gimen singular presentan la potencia ,eterog"nea simultáneamente& orgánica e inorgánica& consciente e inconsciente %ue rene cuerpo y concepto. 'a inmanencia como l!gica de la sensaci!n contiene en (orma inseparale lo incondicionado 7lo inorgánico o la potencia apática: y lo condicionado 7lo orgánico o la potencia del pathos: en los procedimientos creadores de ritmos y $guras. 5Est"tica6 es el nomre de un pensamiento (aricado como expresi!n %ue da cuenta del (en!meno como presencia e irrupci!n en tanto l!gica de la sensaci!n. Rancière percie en esta imagen del pensamiento contradicciones por%ue su propia orientaci!n& acu@ada entre Arist!teles y )egel& piensa la est"tica como la ,istoria de las (ormas en la %ue insiste la coincidencia entre el espacio de la representaci!n art#stica y el espacio de una presentaci!n del esp#ritu a s# mismo en lo sensile. )egel en las Lecciones sobre la estética pens! la ora como la estaci!n del esp#ritu (uera de s# %ue presenta un sensile separado de las conexiones ordinarias& donde el esp#ritu no se conoce a s# mismo sin un F
pensamiento en (orma de categor#as %ue expresan un sensile ,eterog"neo& como lo ,emos se@alado anteriormente. Deleuze no practica una $loso(#a moderada4 no es ni un ecl"ctico complaciente ni un er#stico contemplativo. =o de/a de se@alar %ue de Arist!teles a )egel la ,istoria de la $loso(#a occidental concie la oposici!n como prolema9. De la contradicci!n de Arist!teles Hen la %ue todo t"rmino medio está excluidoH a la contradicci!n en )egel Hen la %ue la dinámica de la realidad como pensamiento de la ,istoria y del mundo están comprometidosH se sintetiza una modalidad de la meta(#sica occidental incapaz de conceir lo opuesto como otro. =ietzsc,e se@ala %ue la tradici!n presenta a lo opuesto en (unci!n de lo id"ntico& raz!n por la cual no aparece lo otro sino un alter ego de signo contrario. 'a reacci!n conduce lo otro a s# mismo. Esta ilusi!n de la raz!n no permite construir di(erencias4 el resentimiento impide la novedad y (avorece la supremac#a del pasado sore el provenir. =ietzsc,e reconoce %ue el arte es acontecimiento en cuanto produce la ,istoria como lo más propio de la voluntad de poder#o. 'a experiencia de la expresi!n art#stica en el movimiento entre =ietzsc,e y )eidegger introduce un conIicto más radical %ue el dial"ctico (undado en la l!gica de la contradicci!n. >e trata del prolema de la di(erencia %ue pone en cuesti!n el privilegio del su/eto y las l!gicas %ue lo ,an sostenido desde Arist!teles 7principio de identidad& de no contradicci!n y de tercero excluido: ,asta )egel 7l!gica de la contradicci!n %ue a(ecta al pensamiento& a la voluntad y al sentimiento ,umanos:. Cuando pensamos en )eidegger& la noci!n de di(erencia tiene su ra#z en la teolog#a aun%ue la l!gica %ue piensa al >er es racional y mundana su/eta al m"todo (enomenol!gico8. 'a noci!n de di(erencia piensa al >er como ser más allá de la tradici!n meta(#sica %ue ,a pensado en occidente al >er como sustancia& su/eto& esp#ritu& materia y voluntad. Deleuze sigue el camino de la di(erencia e$ciente& a/eno al prolema de la identidad y di(erencia en )eidegger& como reconocimiento de %ue el cuerpo y el concepto resultan inseparales para pensar la potencia singular de los actos de creaci!n reuniendo el plano ontol!gico y emp#rico. El rec,azo de la racionalidad aristot"lica y ,egeliana nada tiene de una posici!n 5m#stica6. =o se trata de volver a un plano indi(erenciado ni de sumirse en las identidades ya constituidas sino de radicalizar una orientaci!n del pensamiento %ue liere la di(erencia apresada en las categor#as como invenci!n para desmantelar las G
máscaras conservadoras tanto como las (uerzas reactivas del ni,ilismo. Esta l#nea %ue indaga en la di(erencia como una conIictividad más pro(unda del pensar y del ,acer no rec,aza la tradici!n del pensamiento sino %ue la trans(orma apropiándose de "sta. Deleuze cuestiona la categor#a de contradicci!n por%ue la noci!n de di(erencia e$ciente o real %uedar#a atrapada en "sta como un centro desprovisto de movimiento e(ectivo. Desde otro punto de vista Jittgenstein; dice %ue el sistema proposicional de la contradicci!n constituye el 5orde externo6 de un 5centro desprovisto de sustancia6 dominado por la tautolog#a. 'a contradicci!n y la tautolog#a están 5vac#as de sentido6. >i para Deleuze la contradicci!n realiza el (also movimiento del pensamiento& para Jittgenstein la contradicci!n es siempre (alsa y no ense@a nada. )acer el movimiento del pensamiento para Deleuze excede como di(erencia e$ciente a la dimensi!n proposicional del lengua/e& aun%ue la contenga como r"gimen de signos& siendo "sta la %ue (unda para Jittgenstein el l#mite de lo pensale. Rancière no puede separarse de la tradici!n aristot"lico-,egeliana por%ue la orientaci!n cr#tica de su pensamiento está (undado en la contradicci!n y es a partir de esta categor#a %ue organiza su imagen del pensamiento. >u análisis del pensamiento de Deleuze en el dominio de la est"tica y la pol#tica utiliza esta matriz para llamar mascarada a la relaci!n entre ontolog#a y expresi!n en la %ue 5nada se concluye aparte de la identidad del poder in$nito de la di(erencia y de la indi(erencia del n$nito6& %ue culmina en 5un di(erimiento interminale de la (raternidad prometida6. Como e/emplo& el Bartley %ue presenta Deleuze& para Rancière no pasa de una 5ilustraci!n caricaturesca6 de un mundo de la liertad (raternal y de la ca#da de las máscaras. Deleuze cree %ue entre la indi(erencia y la in/usticia& la (raternidad es el nico movimiento posile en tanto %ue desmonta /erar%u#as e iguala (rente a lo comn sin suprimir la di(erencia constituyente. >u pensamiento ,ace de la pol#tica un gesto primero %ue nada tiene de un (ondo destructivo. >u prolema es la invenci!n de nuevas composiciones y relaciones. Deleuze inscrie la pol#tica en el ser y de ese modo ,ace del ser una apuesta pol#tica. =ada ,ay en el mundo %ue no sea el resultado de un proceso de di(erenciaci!n y actualizaci!n. 'a pol#tica no es una regi!n entre otras sino %ue coincide con el surgimiento y devenir del ser. or ello Deleuze y Kuattari dicen 5la práctica no viene luego de la instalaci!n 9
de los t"rminos y sus relaciones& sino %ue participa activamente en el trazado de l#neas& a(ronta los mismos peligros y las mismas variaciones %ue ellas6. ara Deleuze& 5antes %ue el ser& está la pol#tica60. De modo %ue la pol#tica trata del ser en tanto %ue ser. or ello ,ay una ontolog#a en la ora de Deleuze inseparale y simultánea a la expresi!n est"ticopol#tica. >!lo la pol#tica se vuelve revolucionaria cuando una (orma de pensar y de ,acer liera unas (uerzas %ue implican modos de vida sensiles. (magen del pensamiento
En 52De una imagen a otra3 Deleuze y las edades del cine61 Rancière se@ala una orientaci!n del pensamiento de Deleuze ,acia la 5autonom#a de la imagen6. Autonom#a en (avor de las ad,erencias sutiles entre imágenes %ue valora la ruptura de los enlaces causales del movimiento y considera una temporalidad independiente del movimiento. 'a discontinuidad y lo imprevisto presentan un desa/uste de los encadenamientos sensorio-motores y una relaci!n de la imagen en s# ,asta su propia in$nitud. En el pensamiento de la autonom#a de Deleuze domina el intervalo en la continuidad y la emancipaci!n de los rasgos expresivos como di(erencia e$ciente %ue cuestiona la causalidad. Esto supone un deilitamiento de la causalidad y un re-encadenamiento 5cristalino6 del mundo como imagen sostenido en el movimiento del par actualLvirtual. 'a novedad del planteo de Imagen-movimiento e Imagentiempo consiste en una posici!n %ue excede al cine para orientar la imagen del pensamiento $los!$co. El prolema de la autonom#a de la imagen se con(ronta con los l#mites de la m#mesis y de la concepci!n del organismo como (orma. Deleuze traza un diagrama del pensamiento %ue se liera& siguiendo la l!gica de la di(erencia e$ciente& de las tesis antiguas de Arist!teles y de las modernas de )egel. Busca la autonom#a de una (orma %ue siente y piensa& como con/unto de lo %ue es y aparece& dando lugar a la anomal#a de los rasgos expresivos en los l#mites de la identi$caci!n normativa mim"tica e irreductiles a la (orma orgánica. De este modo desvincula la potencia singular de los procedimientos concernientes a la ,istoria de las artes de una ,istoria general& en tanto %ue la (unci!n del arte es la ruptura ,ist!rica por medio de los procedimientos expresivos. Esto no signi$ca %ue el dispositivo de (aricaci!n art#stica y %ue los procedimientos de cada arte no tengan una ,istoria y %ue sus e(ectos no trans(ormen la ,istoria. ara Deleuze& entre otros e/emplos originales& es 8
el caso de 5Bartley el escriiente6 el %ue autonomiza los rasgos expresivos y presenta un principio colectivo de enunciaci!n revolucionaria. El $l!so(o de$ne la est"tica como el dominio de la (aricaci!n de posiles originales en consonancia con Bergson y con *arx& pero valora la invenci!n de una imagen por venir emergente de rasgos expresivos aut!nomos como potencia singular (rente a una imagen representativa de carácter normativo y orgánico. or ello dice& en colaoraci!n con Kuattari& %ue 5los universos del arte no son ni actuales ni virtuales& son posiles como categor#as est"ticas6<. De este modo la est"tica es el dominio de los rasgos expresivos %ue emergen de la invenci!n y (aricaci!n de posiles lierados como excedentes inorgánicos del organismo. 'os rasgos expresivos aut!nomos son los procedimientos& %ue como un r"gimen de signos& aparecen como categor#as est"ticas. 'a autonom#a de la imagen emerge de un principio radical. Deleuze no valora la imagen como duplicado sino como identidad de la materia-luz %ue irrumpe como aparecer. 'a imagen es la cosa en s# compuesta de rasgos de expresi!n o signos capaces de recrearlos. >iguiendo a Bergson& Deleuze piensa la imagen como una modulaci!n de la materialuz por la cual pasan en todos los sentidos las modi$caciones %ue se propagan en la inmensidad del universo. or ello el cine es el lugar de las cosas del mundo y es el nomre del mundo como invenci!n. Claro está %ue no se trata de una invenci!n del esp#ritu como dole imaginario de las cosas del mundo. +ampoco de una pasividad pura sin dispositivos y procedimientos ,ist!ricos. Esto %uiere decir %ue la imagen como invenci!n de movimiento y duraci!n re%uiere de una comprensi!n simultánea de naturaleza emp#rica y trascendental. 'a dimensi!n ontol!gica sostenida en la (!rmula 5empirismo trascendental6 signi$ca para Deleuze una orientaci!n del pensamiento& %ue a$rma %ue los ,áitos y creencias en el espacio 7dimensi!n emp#rica: entran en relaci!n de composici!n con la invenci!n espiritual de conceptos en el tiempo 7dimensi!n trascendental:. 'a di(erencia trascendental orienta una trans(ormaci!n de la imagen del pensamiento en la repetici!n emp#rica. 'a di(erencia emp#rica modi$ca las condiciones de invenci!n trascendental. Esta relaci!n ontol!gica es un compuesto inseparale e inmanente para pensar el reparto de lo sensile. +al reparto pone en relaci!n de modo 5plástico6 dos dimensiones irreductiles entre s#4 el cuerpo y el concepto. or ello puede decirse %ue la imagen existe en s# como materia-luz en movimiento y %ue es un ;
posile (aricado por un dispositivo ,ist!rico con procedimientos singulares %ue crea categor#as est"ticas. 'a autonom#a de la imagen del pensamiento es presentada por Deleuze como una l!gica de la sensaci!n4 l!gica %ue rene la identidad de materia-luz y los signos como rasgos expresivos %ue componen las imágenes. De este modo plantea la composici!n de dos planos %ue en la ,istoria de la $loso(#a resultan incomposiles y los rene como un mixto ligado por una s#ntesis disyuntiva o s#ntesis de ,eterog"neos& entendida como una verdadera operaci!n del %ue está 5(orzado6 a pensar para resolver un prolema %ue lo as$xia en la ,istoria de su presentaci!n. Este mixto 5emp#rico trascendental6 se propone desaratar la oposici!n entre una (#sica del mundo y una psicolog#a del su/eto. nterrumpe cual%uier dualismo tendiente a oposiciones asolutas para mantener un principio de oposiciones dinámicas relativas. 'os motivos de la unidad& de la agrupaci!n& de la composici!n no son para Deleuze del orden del consenso del valor comn por%ue percie all# una pore (atiga del pensamiento. 'o %ue tiene valor sint"tico es una di(erencia e$ciente& como lo es la de toda creaci!n& %ue rene los ,eterog"neos %ue se separan en (orma irreductile y separa los dualismos super$ciales %ue se renen en (orma relativa. 'a cr#tica de Rancière separa el mixto pensado por Deleuze y en(renta sus partes componentes por oposiciones asolutas orientando la imagen del pensamiento ,acia la s#ntesis de un movimiento dial"ctico cuyo germen es la contradicci!n. 'as de Deleuze y Rancière son dos imágenes del pensamiento irreductiles una a la otra& y sin emargo por igual potentes y productivas en los dominios est"tico y pol#tico. resentada la imagen del pensamiento de Deleuze y su concepci!n de la imagen& de nada sirve %ue el e/e cr#tico de Rancière se sostenga sore la contradicci!n cuando esta (orma del movimiento del pensamiento ,a sido expl#citamente criticada en t"rminos l!gicos por Deleuze y reemplazada por una l!gica de la composici!n sostenida en s#ntesis disyuntivas y en $guras parad!/icas más cercanas a su /uicio a la di(erencia e$ciente como movimiento real. El (ondo de la %uerella es dar cuenta del movimiento material del mundo. *ovimiento& %ue de dos modos distintos& persigue l!gicas de pensamiento en(rentadas. El prolema radica en cuál de ellas resulta posile para alcanzar el movimiento material en el %ue se implican cuerpo y concepto.
Deleuze procura distinguir los mixtos mal compuestos %ue con(unden la intensidad con la sensaci!n. 'a noci!n de intensidad arrastra en la percepci!n emp#rica una mezcla impura entre determinaciones %ue di$eren de naturaleza. 'a intensidad excede lo emp#rico de los niveles de sensaci!n vividos en (avor de una raz!n trascendental capaz de con/urar las ilusiones %ue pueden arrastrar sus e(ectos. >e trata de no con(undir di(erencias de grado entre sensaciones vividas con di(erencias de naturaleza entre intensidad y sensaci!n %ue se constituyen como germen de los (alsos prolemas. En la duraci!n s!lo ,ay di(erencias de naturaleza mientras %ue en el espacio ,ay di(erencias de grado. 'a intensidad es una noci!n %ue pertenece a la duraci!n y las sensaciones vividas al espacio. Deleuze recupera para pensar el reparto de lo sensile un 5empirismo superior6& uniendo a Mant y a Bergson& para poder reunir en la duraci!n vivida el elemento gen"tico de la intensidad como e(ecto en las sensaciones emp#ricas. Rancière se mantiene en el plano de las sensaciones emp#ricas sin aandonar la 5pensatividad6 categorial gen"tica del esp#ritu %ue se presenta a s# mismo aun%ue parece cuestionar la disoluci!n dual entre praxis y teor#a en la idea de un empirismo superior. Deleuze y Rancière polemizan su posici!n (rente al marxismo. El de Deleuze& te/ido (raternalmente con Kuattari& es completamente opuesto al de Alt,usser& tradici!n en la %ue se ancla el de Rancière. ara Deleuze la ilusi!n depende del mundo %ue ,aitamos como apariencia y %ue nos exige un pensamiento inventivo %ue con/ure el aandono de la duraci!n al servicio del espacio vivido como experiencia material. ara Rancière la ilusi!n depende de un movimiento del pensamiento como construcci!n ,ist!rica del espacio material %ue ,aitamos como apariencia y %ue nos exige una relaci!n dial"ctica entre los lengua/es ,ist!ricos de las prácticas sensiles y la ,istoria en general. El tránsito %ue Deleuze en(renta en la constituci!n de su imagen del pensamiento es el paso de la cualidad a la cantidad como prolema ontol!gico y pol#tico. Desplaza el prolema del epicentro de )egel ,acia Bergson y sostiene %ue 5la noci!n de multiplicidad nos liera de pensar en t"rminos de Uno y *ltiple6. ncorpora la distinci!n capital entre di(erencias de grado y di(erencias de naturaleza. 'a di(erencia de grado es una multiplicidad de 5orden6 y se expresa en exterioridad? la di(erencia de naturaleza es una multiplicidad de 5organizaci!n6 y se expresa en interioridad. 'a dial"ctica de )egel resulta incapaz de conceir di(erencias de grado o de naturaleza y determina el ser por la 0
negaci!n. Deleuze indica %ue el proceso real del ser nada tiene de un movimiento negativo de determinaci!n& %ue al $nal es una (alsa noci!n de di(erencia. 'a noci!n de di(erencia e$ciente& de causalidad y productiilidad& conecta para Deleuze& a Duns >coto con Bergson& con el a(án de mostrar %ue la causa ontol!gica (undamental dee ser interna a su e(ecto. 'a causa e$ciente& por su naturaleza interna& puede sostener al ser como causa sui. De Duns >coto y la causa e$ciente a >pinoza y la causa sui& se are Hcon las cr#ticas a la causalidad externaH la posiilidad de la di(erencia interna en Bergson. Di(erencia %ue se separa de la de lat!n por el principio de $nalidad de este ltimo. 'a di(erencia e$ciente e interna de Bergson (rente a la di(erencia $nal de lat!n produce para Deleuze el reencuentro con >pinoza& en tanto la di(erencia como causa sui sostiene la dinámica interna de la univocidad. El prolema del plano de inmanencia un#voco es %ue contiene simultáneamente di(erencias contingentes 7accidentales: y di(erencias sustanciales 7en s#:& pero a%uello %ue le importa a Deleuze es conceir la di(erencia interna como tal& como di(erencia pura& elevando la di(erencia al nivel de lo ilimitado. 'a vida rota y Iuye por una dinámica de la di(erencia en s#4 la cosa di$ere de s# inmediatamente sin causa $nal ni teleolog#a. 'a producci!n de la di(erencia e$ciente como di(erencia inmanente excede cual%uier $nalidad externa. 'a Ciencia de la lógica de )egel es cuestionada por un principio capital4 una causa exterior a su e(ecto no puede ser necesaria& y el proceso de mediaci!n& en una dial"ctica de contradicci!n& depende necesariamente en el opuesto de una causalidad externa. Ante la di(erencia astracta& Deleuze a$rma la di(erencia e$ciente e interna. 5Esta cominaci!n& dice Bergson& de dos conceptos contradictorios no puede presentar ni una diversidad de grado ni una variedad de (ormas4 es o no es6. ara Bergson algo contingente y astracto se vuelve generalidad en )egel4 el movimiento negativo %ue no contiene ni grados ni matices s!lo puede ser astracto para en(rentar las dinámicas reales. 'a autocreaci!n de la vida %ue rota y Iuye no es determinaci!n sino di(erencia. 'a ontolog#a positiva de Bergson contiene lo imprevisile y& para Deleuze& est"tica y pol#ticamente& esto a$rma un pluralismo de la composici!n de multiplicidades (rente a un pluralismo del orden determinado. Duns >coto& >pinoza y Bergson le permiten a Deleuze desplazarse de la $loso(#a del Estado de )egel& sostenida en la l!gica de lo Uno y lo *ltiple& ,acia otros modos de composici!n pol#tica de las relaciones (raternales. 1
'a s#ntesis disyuntiva %ue Deleuze plantea como relaci!n entre ,eterog"neos conserva el plano material entre t"rminos como di(erencia e$ciente y con/ura cual%uier causa exterior a su e(ecto para pensar est"tica y pol#ticamente. 'a l!gica de las contradicciones %ue Rancière plantea como relaci!n entre opuestos& sostenida en una causalidad externa necesaria para %ue exista el proceso de mediaci!n& mantiene un v#nculo entre lo material y lo astracto en el movimiento del pensamiento. El desacuerdo está centrado en lo contigente y astracto de ,erencia ,egeliana %ue opera en el pensamiento de Rancière& en tanto movimiento negativo %ue introduce en los análisis sore Deleuze una contradicci!n %ue no contiene ni grados ni matices para en(rentar las dinámicas reales. Donde Deleuze ve en la causalidad externa de la contradicci!n un (also prolema para pensar el movimiento& demasiado general para comprender la di(erencia e$ciente& Rancière descrie contradicciones como con(usi!n y oscuridad met!dica para comprender por mediaciones las relaciones entre materia y (orma. En el pensamiento (ranc"s contemporáneo esta %uerella expone la oposici!n %ue zan/a una tradici!n entre >pinoza y Descartes. 'a tradici!n de Rancière es cartesiana por%ue separa los mixtos met!dicamente sin de/ar de aordar la 5pensatividad6 de las imágenes& la de Deleuze es spinozista por%ue no separa los mixtos para interrogar la identidad materia-luz como 5pensatividad6 de las imágenes. En el intervalo del acto de creaci!n productor de rasgos expresivos Deleuze percie el mixto material y espiritual en el %ue es posile una l!gica de la sensaci!n y un aorda/e anal#tico del sintiendum. 'as imágenes provenientes de las artes son tratadas como acontecimientos y ordenamientos de la materia luminosa. Acontecimiento de la materialuz en movimiento y de la (aricaci!n de una potencia singular. Una dimensi!n está implicada en la otra componiendo la l!gica de la sensaci!n. Como los signos son los rasgos de expresi!n %ue componen a las imágenes& se trata de ordenarlos segn series %ue indican su pertenencia a dispositivos& procedimientos ,ist!ricos e invenciones estil#sticas %ue dislocan la causalidad ,ist!rica. 'a comple/idad del argumento de Deleuze radica en desaratar las contradicciones y el respeto /erár%uico de la m#mesis& la norma y la representaci!n de la ,istoria de la raz!n de lo sensile. )mancipar lo sensible
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ara Rancière 5est"tica6 no designa una teor#a del arte en general sino un r"gimen espec#$co de identi$caci!n y de pensamiento de las artes4 un modo de articulaci!n entre maneras de ,acer& (ormas de visiilidad de esas maneras y modos de pensamiento de sus relaciones. Este r"gimen espec#$co es inseparale de un reparto de lo sensile en la distriuci!n& en la 7re:partici!n de lo comn y en las partes exclusivas. Reparto de espacios& tiempos y de (ormas de actividad. )ay pues en la ase de la pol#tica& una est"tica. Es decir& (ormas de visiilidad de prácticas del arte y el lugar %ue ellas ocupan en lo %ue ,ace a la mirada de lo comn. 'as artes comparten con las prácticas de emancipaci!n posiciones y movimientos de cuerpos& (unciones de la palara& reparticiones de lo visile y lo invisile. El arte es pol#tico por la distancia %ue toma respecto de sus (unciones& por la clase de espacios y tiempos %ue instituye& por la manera en %ue recorta el tiempo y puela el espacio. 5Est"tica6 trata sore la competencia para ver y la cualidad para decir sore las propiedades de los espacios y los posiles del tiempoF. Rancière valora la presentaci!n de espacios y tiempos %ue el arte produce. +ami"n el orden causal del mundo y el mundo como representaci!n de e%uivalentes& donde se /uega el orden mim"tico y su normatividad en todas sus (ormas& para %ue en su distancia cr#tica el esp#ritu se presente a s# mismo. =o parte de la di(erencia e$ciente de un procedimiento del arte sin considerar el principio de normatividad ,ist!rico del sistema representativo. Como si nos di/era %ue para perciir el excedente resulta necesario seguir considerando el tema y su relaci!n con los modos de representarlo& tanto como los g"neros y las (ormas de expresi!n. *ientras la /erar%u#a del edi$cio mim"tico (unciona perdura un r"gimen espec#$co de identi$caci!n %ue permite perciir sus variaciones ,ist!ricas. El movimiento de la ora considerada re%uiere pensar una ley exterior y una ley interior. 'a ley exterior proviene en el lengua/e de la tradici!n de la /erar%u#a de los representados. 'a ley interior parte de los dispositivos de los %ue surge el lengua/e y de la composici!n %ue demuestra la singularidad de su propia potencia. El prolema est"tico y pol#tico %ue dirime la %uerella entre Rancière y Deleuze es el de la emancipaci!n. Nste comienza& por parte de Deleuze& con la anulaci!n de la /erar%u#a de la representaci!n. 'a ora %ue no representa se auto-presenta y se demuestra en su autonom#a singular. *ientras Rancière valora la relaci!n de cu@o aristot"lico contenido(orma& Deleuze parte de la noci!n nietzsc,eana (uerza-(orma. Es el
vira/e %ue se desplaza de la m#mesis al estilo. Esto no niega %ue Ranci"re valore los rasgos estil#sticos& pero los conduce a categor#as propias de su matriz conceptual en tensi!n entre el r"gimen representativo y est"tico. 'a potencia singular de presencia& aparici!n e inscripci!n %ue rompe con lo ordinario de la experiencia parte de la noci!n de estilo. El estilo& tal como lo entiende el pensamiento entre =ietzsc,e y Deleuze& es un procedimiento %ue rene lo consciente y lo inconsciente& lo voluntario y lo involuntario& la ,istoria y el devenir. Cuestiona el edi$cio mim"tico y su normatividad por%ue anula las /erar%u#as y las mediaciones propias del sistema representativo. Es una ruptura expresiva 5pura6 por%ue se auto-presenta sin representar y demuestra en s# su autonom#a singular %ue se sustrae de cual%uier universalizaci!n. Deleuze opone el procedimiento de expresi!n como potencia singular a la seme/anza mim"tica como normativa mediadora de la representaci!n de e%uivalentes y a los rasgos aut!nomos su/etos a categor#as a priori del esp#ritu . 'os actos de creaci!n del arte son el dominio de lo posile (aricado inmanente sostenidos en la potencia del estilo como procedimientos de expresi!n. >on excedentes %ue pertenecen a una l!gica de la sensaci!n %ue trae a la presencia a%uello an no pensado o sentido. 'a invenci!n del estilo en arte es un procedimiento o (!rmula %ue presenta un posile (aricado como una 5,istoria natural6G desligada de los encadenamientos de causa y e(ecto& de m#mesis y categor#as a priori. El procedimiento como estilo evoca una zona anterior a la meta(#sica de la representaci!n4 paisa/es %ue piensan y $guras no ,umanas %ue sienten. Rancière está en lo cierto cuando piensa %ue para Deleuze el arte es el dominio de un pasa/e de un r"gimen signi$cante a otro. >e trata del pasa/e de la l!gica causal de las contradicciones a la l!gica parad!/ica de los márgenes de inde$nici!n y de los excedentes expresivos. or ello puede decirse %ue el procedimiento es rasgo %ue se emancipa de la representaci!n4 (!rmula %ue presenta otro r"gimen signi$cante. 'a emancipaci!n del estilo no se encuentra en la identi$caci!n normativa sino en el rasgo expresivo %ue cuestiona cual%uier unidad orgánica del arte y cual%uier ,erencia del mundo como voluntad y representaci!n en ene$cio de lo universal. ara Deleuze el rasgo expresivo es potencia singular emancipada y desligada del encadenamiento percepci!n-acci!n y de la atm!s(era orgánica mim"tica. El rasgo expresivo como potencia singular se materializa en F
persona/es conceptuales y en $guras est"ticas. >i ien ,ay relaci!n entre "stos& Deleuze di(erencia unos de otras4 los persona/es conceptuales operan sore un plano de inmanencia %ue es una imagen del pensamiento->er 7nomeno: y las $guras est"ticas lo ,acen sore un plano de composici!n como imagen del universo 7(en!meno:. Deleuze y Kuattari escrien 5*elville dec#a %ue una novela comporta in$nidad de caracteres interesantes pero una nica Oigura original como el nico sol de una constelaci!n de universos& como principio de las cosas& o como el (aro %ue saca de la penumra un universo oculto69. Bartley8 es una imagen del pensamiento->er y una imagen del universo& reunidas en (orma simultánea& y por ello alcanza para Deleuze el estatuto de persona/e conceptual y de $gura est"tica. Rene el nomeno y el (en!meno en la materialidad de una (!rmula lingP#stica %ue indica un (uncionamiento pragmático. A/eno se encuentra Deleuze de la tradici!n romántica a la %ue lo conduce tanto Rancière como Badiou0;. >i ien considera la relaci!n entre lo orgánico y lo inorgánico& usca una 5concrescencia6 propia de una meta(#sica de la materia más cercana a J,ite,ead y >imondon& y a una pragmática sostenida en una l!gica de los dispositivos y los procedimientos operatorios ligada a )enry y Jilliam Qames. En el proceso de (ormaci!n de la ora 7gestaltung: la (orma es inseparale de las (uerzas %ue la constituyen. En 5Bartley el escriiente6 de )erman *elville& no es una (áula la %ue cuenta la metamor(osis de un persona/e sino %ue un persona/e& al reunir nomeno y (en!meno como (uncionamiento de un rasgo expresivo& presenta la trans(ormaci!n de la lengua y del mundo como (áula. Deleuze no piensa en >c,open,auer sino en =ietzsc,e& aun%ue reconoce %ue *elville s# lo ,ace al introducir la anomal#a de Bartley como la de un inocente santo idiota. Un poco de es%uizo(renia en la neurosisS >e trata de un persona/e %ue se sustrae de toda particularidad llevando la voluntad a su l#mite. Una voluntad de nada es la pre$guraci!n de un excedente demon#aco. Esta a$rmaci!n está más cercana a =ietzsc,e %ue a >c,open,auer& en tanto arrastra un ni,ilismo activo. 'a vida en el persona/e /usti$ca e impulsa todas las zonas oscuras %ue escapan a la raz!n su$ciente. 'a vida conserva su misterio y no tiene necesidad de ser /usti$cada. or ello Deleuze aorda el principio enigmático aun%ue no aritrario de la (!rmula a trav"s del persona/e en una s#ntesis plástica %ue contiene la relaci!n (uerza-(orma. En la potencia de (ormaci!n de la ora& *elville considera lo indi(erenciado a-signi$cante como un ritmo in,umano %ue atraviesa la G
(!rmula lingP#stica I !ould pre"er not to. O!rmula %ue expresa una (unci!n l#mite en su condici!n agramatical. 5ese a ser una construcci!n normal& suena como una anomal#a6. or ello Deleuze piensa 5la presencia sorda de la ins!lita (!rmula6 a trav"s del ritmo como musicalidad& en tanto %ue el ritmo es un tiempo implicado en la materialidad lingP#stica y en la $gura& y no una extensi!n temporal o una duraci!n continua. 'a (!rmula de Bartley I pre"er not to, #pre$ero no6& dice a secas una positiva sustracci!n de la acci!n mientras a$rma 5pre(erir#a ,acer otra cosa6& comporta una tensi!n de duraci!n %ue se explica a s# misma implicándose a s# misma. +ensi!n parad!/ica& en tanto %ue la duraci!n vivida no se resuelve ni como negaci!n total ni como a$rmaci!n induitale. Contagiosa y desoladora& la (!rmula no se limita a rec,azar a%uello %ue el original monoman#aco Bartley pre$ere o no pre$ere& sino %ue llega a ,acer imposile lo %ue ,asta entonces ,ac#a. Bartley avanza y se retira en su mismo transcurrir ,asta crear una zona de indeterminaci!n. Expresa una l!gica extrema donde alcanza la presencia algo inexpresale %ue escapa al conocimiento y a la psicolog#a& una pura pasividad paciente ,asta >er en cuanto ser y nada más& manteniendo a todo el mundo a distancia. >e trata de la elegancia de un gesto no relacional (uera de s# %ue persevera en su ser. Un negativismo %ue excede toda negaci!n. =o se trata de una concepci!n de la msica o del silencio %ue a(ecta a la escritura proveniente de >c,open,auer sino del tiempo del ritmo del 5outlandis,6 inventado por *elville en el ingl"s como lengua in,umana propia de $oby %ic&, %ue expresa un tiempo de la presencia incomprensile %ue desnaturaliza la lengua. *ero tic local en la lengua %ue anuda msica po"tica y silencio del persona/e. 'a (!rmula are un vac#o en el lengua/e y en las acciones& desconecta las palaras de las cosas y las acciones de las palaras. Expone al desnudo al an!nimo y al parricida (rente al ,acer mecánico %ue termina trans(ormándolo en un rasgo in(orme. 'os rasgos de expresi!n se escapan de la (orma. El rasgo emancipado como ritmo en la lengua y en el gesto del persona/e es una anomal#a contra la ley& y se acerca a lo %ue Bergson llam! tensi!n de duraci!n y *aldiney& cronotesis0. Esto %uiere decir %ue el estilo es ritmo temporal %ue orienta el sentido del persona/e sin representar. >ore todo en su $/eza vagaunda en la o$cina del aogado. Deleuze no piensa la concepci!n per(ormativa de la ora ,acia una l!gica de lo 5sim!lico6 se@alada por )egel y tampoco lo ,ace ,acia el 9
5carácter6 en lugar de la 5acci!n6 como motor de la (áula po"tica %ue retoma la oposici!n de Arist!teles. 'a emancipaci!n del rasgo expresivo por el estilo revela %ue el componente a-signi$cante del ritmo excede en la materialidad lingP#stica y en la $gura a cual%uier ,omologaci!n con la idea de carácter. Bartley& como percepto y a(ecto sensile& es una anomal'a %ue descentra un pensamiento del su/eto y desmonta la imagen de la representaci!n como sustancia esencial. Bartley es un ritmo lingP#stico y un modo c!mico de un rasgo expresivo emancipado %ue de/a caer sore un (ondo trágico la máscara de la ilusi!n. Deleuze percie en esta 5$gura original6 una constelaci!n de multiplicidades materiales y un principio de las cosas %ue se sustrae a$rmativamente al dualismo en (avor de la ,orizontalidad del mundo y sus relaciones. En este sentido& el ersona/e conceptual es un acontecimiento material del orden del nomeno y la Oigura original& un acontecimiento (aricado del orden del (en!meno. Bartley& como Taratustra& ocupan simultáneamente el dole lugar de ersona/e y Oigura al unir el plano del concepto con el universo del percepto y a(ecto creado. Ese dole lugar rene un pensamiento sin imagen con una imagen del pensamiento. 'a (!rmula de la expresi!n de Bartley coincide con el surgimiento y devenir del ser por%ue rene nomeno y (en!meno& pero a$rma en la sustracci!n parad!/ica %ue antes %ue el >er está la pol#tica. =o una pol#tica dionis#aca de la disgregaci!n sino una pol#tica %ue reconoce en la práctica (raternal una comunidad de individuos %ue se suleva contra las particularidades %ue contraponen a los individuos entre s# y contra lo universal en nomre de la trascendencia y la caridad. ol#tica %ue no desconoce %ue en la espalda de todo pensamiento occidental está la vergPenza de ser ,omre y en el ,orizonte inmediato la inseparale relaci!n dramática entre "tica y estrategia pol#tica00. 'a (raternidad s!lo se produce entre almas originales %ue gozan de una nueva percepci!n. 5A,& Bartley& a, ,umanidadS6& son palaras de aogado. Bartley casi catat!nico se sustrae de la caridad y de la $lantrop#a para no residir en la des,onra aun%ue para ello tenga %ue perseverar en estado de desoediencia civil.
$dri*n +angi
Ensayista. Dr. en >ociolog#a 7UB: y Dr. en Oiloso(#a y 'etras 7U>:. >e desempe@a como pro(esor e investigador en la Universidad de Buenos Aires& Oundaci!n Universidad del Cine& Universidad =acional de Avellaneda y 8
Universidad =acional de 'a lata. ro(esor titular regular de 5Est"ticas contemporáneas6 7U=DA:. Dicta seminarios de Doctorado en su especialidad en distintas universidades nacionales y extran/eras. )a sido ecario del C 7nstituto de Cooperaci!n eroamericano: para la realizaci!n de estudios en Est"tica en la Universidad Complutense& Espa@a y de la OAE> 7Oundaci!n para o Amparo da es%uisa do Estado de >Vo aulo: para la realizaci!n de estudios posdoctorales& Brasil. Autor de (illes %eleu)e. *na +loso"'a de lo ilimitado en la naturale)a singular & Wuadrata-Bilioteca =acional 70;;:. repara los liros uerellas contemporneas. nsayos de stética y Pol'tica, $ax /tirner. Inmanencia y pol'tica 7en colaoraci!n: y (uy %ebord. Cr'tica de la apariencia 7en colaoraci!n:. Dirige /unto a Ariel ennisi la colecci!n de ensayo /uperposiciones. Biblioteca de +loso"'a e imagen& 'etran!mada 7Buenos Aires:& las colecciones de $loso(#a Pensamientos locales eIntempestivos& Wuadrata y Bilioteca =acional 7Buenos Aires:& la colecci!n de pensamiento pol#tico Posiciones& Wuadrata 7Buenos Aires: y la colecci!n de $loso(#a Incidentales& Oondo de Cultura Econ!mica& 7Buenos Aires:. otas
+#tulo original del *anuscrito del Autor4 5Di(erendo por el reparto de lo sensile entre Qac%ues Rancière y Killes Deleuze6. 0RA=CXRE& Qac%ues& Le partage du sensible& ar#s& 'a Oari%ue& 0;;;& cap. y . Rancière dice 5llamo reparto de lo sensile a ese sistema de evidencias sensiles %ue al mismo tiempo ,ace visile la existencia de un comn y los recortes %ue all# de$nen los lugares y las partes respectivas. Un reparto de lo sensile $/a entonces& al mismo tiempo& un comn repartido y partes exclusivas. Esta repartici!n de partes y de lugares se (unda en un reparto de espacios& de tiempos y de (ormas de actividad %ue determina la manera misma en %ue un comn se o(rece a la partici!n y donde los unos y los otros tienen parte en este reparto6. El reparto de lo sensile supone un comple/o de relaciones entre pol#tica y arte. A partir de esta noci!n concie el arte como un (en!meno posile (aricado productor de espacio& tiempo y (ormas de visiilidad espec#$cas& %ue rene maneras de ,acer y modos de ser %ue entrelazan pol#tica y est"tica. En relaci!n con esta dimensi!n de lo sensile de$ne tres reg#menes de identi$caci!n del arte4 ético7mediado por la pregunta acerca de las imágenes %ue impide %ue el arte sea identi$cado como tal:& poético o representativo 7de$nido por la identi$caci!n del ,ec,o de las artes en la pare/a poiesisLmimesis& valorando la representaci!n organizada por la mimesis en las maneras de ,acer& de ver y de /uzgar& considerando el acto de representar no s!lo como el de reproducir sino como el %ue da un e%uivalente: y estético 7indicativo de la identi$caci!n de las artes por las 0;
maneras de ser sensile& en las %ue se valora la desconexi!n de lo ordinario y la potencia ,eterog"nea singular:. 1 $alaise dans l0esthéti1ue& ar#s& Kalil"e& 0;;<& cap. . Rancière %uerella a Badiou 7Petit manuel d0inesthéti1ue& ar#s& >euil& 889: y a 'yotard 7L0inhumaine. Causeries sur le temps& ar#s& Kalil"e& 899: en 5'as antinomias del modernismo6 por presentarse con modos te!ricos pos-ut!picos& siendo ,erederos& de distintas (ormas& de los reg#menes de identi$caci!n del arte antes presentados. En particular discute con Badiou %ue la identi$caci!n est"tica en su caso está anudada a la autonom#a de cada una de las artes dedicada a mostrar la potencia inmanente y singular? %ue su posici!n en la contemporaneidad aparecer#a como la (orma de(ensiva del arte moderno destinado a revelar lo espec#$co de cada arte más allá de una categor#a cognitiva uni$cada? %ue su noci!n llamada 5inest"tica6 como de(ensa de lo moderno no de/a de ser un platonismo de lo mltiple %ue estalece un dole movimiento4 ,ace /usticia actual contra lat!n y su ley de lo Uno y valora a lat!n por la radicalizaci!n de un principio anti-mim"tico? %ue su estrategia intenta preservar las verdades discretas y su valor educador sostenido en la potencia de la dea como singularidad del procedimiento est"tico. En particular discute con 'yotard por%ue conduce con su pol#tica de lectura de Mant a la vanguardia a atestiguar acerca de la miseria del su/eto& de la ca#da de una raz!n activa como consciencia de la trans(ormaci!n del mundo y ,acia una idea de la ley moral como ley de ,eteronom#a? por%ue piensa el porvenir sin una responsailidad legisladora respecto del gusto y por%ue desresponsailiza a los artista con relaci!n a la cuesti!n de lo no presentale? por%ue presenta la autonom#a radical como promesa de emancipaci!n pol#tica y social en la medida en %ue lierando todas sus potencias como arte logra producir o/etos %ue di$eren del estatuto de o/etos de consumo. < RA=CXRE& Qac%ues & 5Existe-t-il une est,"ti%ue deleuzienne6& en (illes %eleu)e. *ne vie philosophi1ue& Eric Alliez 7ed.:& ar#s& 'es empYc,eurs de penser en rond& 889? La 2able cinématographi1ue& ar#s& >euil& 0;;& 5cap. 6? 5Deleuze& Bartley and t,e literary (ormula6& in 3he 2lesh o" 4ords& >tan(ord& >tan(ord University ress& 0;;<. BURRAUD& =icolas& sthéti1ue relationnelle& ar#s& 'es presses du r"el& 88. F DE'EUTE& Killes& Proust et les signes& ar#s& UO& 8F Présentation de /acher-$asoch& ar#s& UO& 8FG? 5a"&a. Pour une littérature mineure 7con O"lix Kuattari:& ar#s& *inuit& 8G? /uperpositions 7con Carmelo Bene:& ar#s& *inuit& 8G8? 2rancis Bacon6 Logi1ue de la sensation, 0 vols.& ar#s& Nditions de la DiZ"rence& 89? Cinéma 7. L0Image-mouvement & ar#s& *inuit& 891? Cinéma 8. L0Image-temps, ar#s& *inuit& 89? Péricl9s et :erdi& ar#s& *inuit& 899? L0;puisé& seguido de uad, 3rio du 2antacht und 0
3r?ume 7de >amuel Bec[ett:& ar#s& *inuit& 880. En todos los análisis %ue Deleuze realiza sore literatura& pintura& teatro& cine y msica sostiene este principio %ue rene inmanencia y expresi!n& y %ue comparte con )enry *aldiney& autor de Penser l0homme et la "olie, ar#s& Q"r\me *illion& 88G. G RA=CXRE& Qac%ues& 5Existe-t-il une est,"ti%ue deleuzienne6& op. cit. En este texto indica %ue la $gura es pensada como alegor#a o e$gie. C(. 5Deleuze& Bartley and t,e literary (ormula6& op. cit. En este texto indica %ue la $gura es pensada como s#molo. El prolema de la di(erencia e$ciente como (ormaci!n de ritmos y $guras en Deleuze es pensada por Rancière como una l!gica r#tmica del orden de la msica. En los textos de análisis literario& cuando Deleuze introduce la noci!n de msica& está pensando en la composici!n de un ritmo inmanente al proceso de (ormaci!n de la sintaxis %ue presenta las $guras como de(ormaci!n. =unca son alegor#as& e$gies o s#molos sino anomal#as o rasgos excedentarios a las categor#as. 9 DE'EUTE& Killes& %i@érence et répétition, ar#s& UO& 8F9. En este liro es donde Deleuze alcanza su más claro rec,azo al prolema de la contrdicci!n. 8 KRE>C)& Qean& La invención de la di"erencia ontológica. Aeidegger después de /er y tiempo& Buenos Aires& 'as cuarenta& 0;;. ; J++KE=>+E=& 'udig& 3ractatus lógico-philosophicus& 'ondres& )arcourt& Brace ] Company& 800. er4 .<1 y <.
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modos distintos y re%uerir#a un texto en s# mismo sore las imágenes del pensamiento %ue pone en /uego. 9 DE'EUTE& Killes y KUA+AR& O"lix& u0est-ce 1ue la philosophie& op. cit. y Killes Deleuze& 5Bartleby ou la "ormule6& en Criti1ue et clini1ue& ar#s& $inuit & 881. Un texto resuena en el otro para recuperar la idea de una nica Oigura original %ue excede a la noci!n de carácter. 8 C(. Killes Deleuze& 5Bartleby ou la "ormule6& op. cit. 0; BADU& Alain& Petit manuel d0inesthéti1ue& ar#s& >euil& 889. Badiou sostiene %ue la imagen del pensamiento de Deleuze responde a un es%uema romántico %ue piensa el arte como encarnaci!n manteniendo una relaci!n con lo in$nito ca!tico más %ue con cual%uier otra. Existe cierta orientaci!n comn en la lectura %ue tanto Badiou como Rancière realizan de Deleuze respecto de su pertenencia a un es%uema romántico& aun%ue mantengan entre s# di(erencias radicales en el modo de aordarlo. =o es poco importante el tratamiento %ue Deleuze realiza de la relaci!n orgánico-inorgánico %ue proviene de Oic,te y >c,elling& aun%ue su (orma de apropiaci!n pragmática diri/a el prolema en otra direcci!n %ue el romántico. 0 _' E'BAR+& eter vertigem por um +o& >. luminuras& 0;;;. ál elart aorda el prolema del ritmo entre Bergson y *aldiney& para se@alar la existencia de un ritmo %ue orienta el sentido sin representar. 00 RA=CXRE& Qac%ues& $alaise dans l0esthéti1ue& op. cit& cap. . Rancière prolematiza un deate central en la contemporaneidad entre "tica y pol#tica 75El vira/e "tico de la est"tica y de la pol#tica6: a partir del cual se reconstruye el ncleo de nuevas %uerellas en nuestro presente. Revista bservaciones .ilosó/cas - 0 1 2 343
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