Re-Descubra la Fe de Myles Munroe
Liderazgo 1
REDESCUBRIENDO LA FE
1. ¿Cuáles son las diez cualidades de la Fe en el Reino de Dios y como puedo aplicarlos a mi vida?
El Reino de Dios funciona por la Fe, y sin la Fe nada funciona en Reino. Pues también vivimos por ella. Cuando Dios creo al hombre en su naturaleza se encontraba la Fe, vivía por Fe, sin embargo el ingreso del pecado a su vida por medio de la desobediencia hizo nacer la duda y el temor, disminuyendo la Fe, quedando como maldición de generación. Vivir por la Fe va más allá de lo tangible, engloba aspectos profundos de la naturaleza del hombre (mente, corazón y espíritu) en una vida de verdad. La Fe es la característica particular del Reino de Dios y de sus ciudadanos. Dios no quiere que nos dejemos llevar por las circunstancias, circunstancias, por muy críticas crít icas que estas parezcan, el desea hijos que las resistan y vivan por la Fe. Veremos diez cualidades esenciales que caracterizan caracterizan a la Fe del Reino de Dios. a. La Fe de Dios es firme e imperturbable en las tormentas
Tenemos un claro ejemplo en la vida de Job, un hombre que atravesó terribles pruebas, perdiéndolo todo, y que a pesar de ello, su Fe e integridad no se alejaron de él. Cómo podemos confirmar si nuestra Fe es verdadera: si te encuentras atravesando por problemas, angustias, crisis, etc. y ello te afecta pero no al punto de darte por vencido y no creer que Dios tiene el control de esa situación. Puedes estar seguro de que Fe se está desarrollando. Recuerda que toda circunstancia por muy mala que parezca es pasajera. Muchas veces no entendemos las cosas de Dios, o porque tenemos que pasar por experiencias, sin quizá creer merecerlas. Es parte de los misterios de la vida, solo confiemos de que Dios, D ios, es Dios en nuestras vidas. b. La Fe del Reino confía en el conocimiento omnisciente de Dios y no en nuestro conocimiento limitado.
Al cuestionarnos de muchas cosas y no encontrar respuestas, reconocemos nuestras limitaciones, limitaciones, no lo sabemos todo. Sin embargo el egoísmo, la soberbia, la incredulidad y la desesperación son trampas que nos envuelven y nos llevan a tomar decisiones equivocadas. Al no confiar en Dios, y confiar más en las fuerzas de uno mismo, no permitimos que la mano poderosa del omnipotente intervenga en nuestros
Janeth Borda Díaz
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deseos y necesidades. Si sabemos que no lo podemos todo, reconozcamos con humildad nuestras limitaciones y depositemos nuestra confianza en el creador. c. La Fe del Reino está más allá de nuestro entendimiento
Debemos reconocer y aceptar que las cosas no están a nuestra medida, nuestra capacidad es limitada para someterla. La sociedad actual, pretende con la tecnología y los avances de la ciencia, destronar el poderío de Dios, al inventar cosas por doquier, siendo muchas de ellas nocivas para el ser humano. Si el mundo se está destruyendo, es por su misma causa, es irónico, pero la soberbia y egoísmo del hombre lo hace así. d. La Fe del Reino es recompensada tras las prueba
Job, quien atravesó por unas duras pruebas, y por mantener su Fe e integridad, Dios lo recompensó, devolviéndole el doble de lo que antes tenía. Dios nos lleva de gloria en gloria y de victoria en victoria siempre y cuando nos someteos a su voluntad, vivimos confirme a su palabra. Si uno se encuentra atravesando por problemas, puede que Dios este probando su Fe ahora. No se aleje de la voluntad de Dios y confié en él, que irá no sólo en su ayuda, sino que recompensará su fidelidad y su Fe en él. e. El Rey recompensa la Fe del Reino
Dios recompensa la fidelidad si te mantienes firme en tu Fe, a pesar de las circunstancias adversas, hasta de las personas que tú puedes considerar confiables; y sabes esperar en el tiempo de Dios, entonces tu recompensa no te será ajeno. Confía plenamente en Dios, sólo en él, que es omnisciente y omnipotente. f.
El Rey concede y sostiene la Fe del Reino
Nosotros no podemos tener Fe genuina por nuestra propia cuenta, ya que nuestra naturaleza pecadora lo impide. Es Dios quien nos da la Fe, pues en él se origina. Dios aparte de otorgarnos la Fe, también lo sostiene y lo lleva al perfeccionamiento a través de las pruebas. La Fe debe ser probada, como el oro al fuego intenso para destacar su verdadero valor. g. La Fe del Reino es más poderosa que la sangre
La Fe del Reino habla del amor a Dios por sobre todas las cosas, por encima de nuestros padres, hermanos, esposos e hijos, incluso de la vida misma. Janeth Borda Díaz
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Recordemos el primer mandamiento “Amaras a Dios con todo tu coraz ón, con todo tu mente, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” y después amarás al prójimo… Eso refleja la Fe y la confianza que le tenemos que dar a Dios por
sobre todo, por más amor que le tengamos a nuestras familia, propiedades, carreras, etc. Dios nos pide amarlo y a colocarlo a él por encima de todo ello, porque el Dios y merecedor del primer lugar. h. Las pruebas purifican la Fe del Reino
La Fe necesariamente tiene que ser probada, por ello es que la Fe no basta con decirla ni declararla, hay que aplicarla y llevarla a la práctica en nuestras vidas. Tu vida de Fe te ayudará a hacer frente a las dificultades y a soportar las pruebas. La Fe sin obras está muerta, no sirve de nada. Las personas que poseen la Fe del Reino reciben con alegría las pruebas, porque logran entender que las pruebas purifican su Fe y las ayuda a madurar. ¡Todo tiene un propósito! i.
La Fe del Reino no le teme a las pruebas
Aquellos que tienen la Fe del Reino no le temen, porque reconocen que el propósito de Dios les sirve para madurar su Fe. Es común en los creyentes a travesar por pruebas, forma parte de la vida, pues vivimos en mundo pecaminoso y caído. Pero si vemos con los ojos de la Fe, las circunstancias no nos afectaran, por el contrario nos alegraran, porque veremos la gloria de Dios en medio del problema y con ello sus recompensas. j.
La Fe del reino confía el futuro a Dios
Las personas con las Fe del Reino quizá no conocen el futuro, pero saben que su futuro está asegurado para la eternidad. Confían por Fe que su futuro está en las manos de Dios y que él tiene el control de todo.
2. ¿Cómo aplicaría la valentía de la Fe del R eino a su vida?
La valentía es una característica principal de la Fe del Reino, porque los ciudadanos saben que las circunstancias no son absolutas, sino que dependen de un Dios que tiene todo bajo control. Los antiguos hombre de Dios necesitaron de mucho valor para encomendarse a lo que Dios les había ordenado, y sobre todo creer en ello para obedecer.
Janeth Borda Díaz
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La valentía es importante en la práctica de la Fe, porque la Fe del Reino forma parte de una vida llena de pruebas, sufrimientos y dificultades, y necesitamos valor para afrontarlas. La clave de no perder la Fe está en depositarla en Dios, en el creador de todo, aquel que hace todo lo maravilloso y no en los milagros y prodigios que realiza; sucede que nos emocionamos ante un milagro, pero no en quien hace tal proeza. Lamentablemente no conocemos todo lo engloba la Fe del Reino, y ante ello creemos de que si tenemos Fe, todo será bendición, prosperidad y cosas nuevas. Nos olvidamos que también es una vida de desafíos, que se debe aceptar necesaria para perfeccionar nuestra Fe. Por esta razón los ciudadanos del Reino son conocidos por la manera cómo afrontan las pruebas de su Fe y no por las bendiciones que reciben de Dios. Las bendiciones, señales y milagros son temporales, pero la Fe durará para siempre. La Fe del Reino es una vida que se vive por Fe de principio a fin. La Fe penetra la actitud del corazón, moldea nuestra perspectiva y guía nuestras decisiones. Y sobre todo la Fe del Reino permanece, aun cuando se haya acabado la esperanza. Por ello es que la Fe nos sostendrá y nos dará la victoria final. Afrontemos la prueba por muy dura que sea, incluso si es la prueba de la muerte. Cuando tenemos Fe nada nos puede derrotar, ni separar de nuestro Rey ni de las fuerzas gloriosas de su Reino.
3. ¿Cómo motivaría a una persona con pruebas a que desarrolle su Fe?
En medio de la tormenta, del caos, de la incertidumbre, lo único que nos da la esperanza para surgir, es nuestra Fe. Requerimos de la Fe para mantener una visión optimista de lo que en medio pueda ser adverso. Dios permite las pruebas en nuestra vida porque, porque aparte de perfeccionarla, también revela la calidad y profundidad de esta. Recordemos que Dios no permitirá pruebas que vayan más allá de nuestra capacidad de afrontarlas, pero sea prudentes, no confundamos las pruebas que viene de Dios, con las consecuencia de nuestros actos, seamos diligentes. Son dos cosas muy diferentes, las pruebas de Dios edifican, pero las “autopruebas”
destruyen la vida. Cuando empecemos a entender la naturaleza real y el poder de la Fe de Reino, nos daremos cuenta de que la Fe del Reino des imparable. Nada podrá detener a quienes confían en el Señor. Debemos mantener la confianza en Dios aun cuando no podamos verlo todo. Esto requiere que caminemos por lo que creemos, no por lo que vemos confiando todo el tiempo lo que no podemos ver en las manos de aquel que ve y conoce todo. Es por eso que vivir por Fe significa confiar que Dios nos ayudará a superar los sufrimientos aun cuando nuestra situación parezca desesperada. Él nos abrirá el Janeth Borda Díaz
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camino cuando ningún camino parezca posible. Así que no te dejes llevar por el pánico cuando no entiendas lo que sucede. Dios entiende y está en el control. Debemos estar listos para todo lo que se nos atraviese y confiar plenamente en Dios, no importa lo que pase. La Fe del Reino afronta los problemas y las aguanta a pesar de las circunstancias, confiando en la victoria, porque su confianza está en Dios, quien nunca no fallará.
4. De un testimonio personal reciente de cómo ha redescubierto su Fe?
Hace dos meses egresé de mis estudios universitarios, culminándolos, gracias a Dios con mucho éxito, al principio tuve mucho miedo porque me iba a enfrentar a una realidad difícil, respecto al ámbito laboral, a pesar de que ya contaba con cierta experiencia que me permitiría trabajar. Me preocupaba mucho el tema de mi bachiller y posteriormente mi título, porque era consciente de que en este contexto competitivo es necesario contar con esos credenciales para poder aspirar a un trabajo. Sabía que tenía que hacer algo pero no sabía por dónde empezar. Iniciar algo independiente sería algo descabellado pues no contaba de respaldo económico, ni asesores en ello, (o bueno así lo creía antes) entonces empecé a buscar un trabajo, y le pedía a Dios que sea uno especial, un regalo de él, donde yo me sienta bien, realizada, en el aspecto profesional y económico, y sobre uno que me permita glorificar su nombre. Pasaron los días y nada, no hallaba ninguno que cumpliese con aquellas características, a la semana me llamaron en uno, cumplía con todo, pero el horario de trabajo interrumpía alguno de mis servicios en la iglesia, esa situación me intranquilizaba y no me sentí bien, decidí no aceptarlo, pero por ello también me entró un sentimiento de angustia y culpabilidad, porque me urgía trabajar, la responsabilidad con mi familia estaba en medio. Cuando le dije a mi padre acerca de mi decisión de no aceptar el trabajo, su actitud fue de desagrado, pero le dije que ya llegaría uno de Dios. Al siguiente día, de dicho acontecimiento, me llamó una amiga, que fue mi compañera de la universidad, y me ofreció trabajar con ella, en un consultorio psicológico que ella iba a abrir, como una empresa independiente y yo trabajaría como Psicóloga. Para mí fue una sorpresa, el trabajo iba más allá de mis expectativas, cumplía con todo y más de lo que yo pedía, de medio tiempo y rechazarlo en ese momento, hubiese significado para mí, perder una gran oportunidad. Pero ello implicaba algo; como el negocio era nuevo, los ingresos de este serían a largo plazo, pues de dependen de la publicidad y la promoción que se haga, y con ello el servicio de los pacientes, entonces mi remuneración dependía de ello también. No quería perder esa oportunidad, pero tampoco quería arriesgarme a no atender pacientes o atender muy pocos, tenía en claro que los primeros meses no sería fácil, porque es un nuevo negocio, quizá no atendería a ningún paciente y por ende tampoco percibiría ningún dinero. Tenía que pensar en Janeth Borda Díaz
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un plan “B”, ¿Cómo haría? Si me va bien o mal. Pero era más mis ganas de no
perder la oportunidad, que acepte, cuando lo hice, sentí mucha paz, sentí una plena seguridad de que no era una equivocación, quería arriesgar, soy una hija de Dios, de un Dios omnipotente, que tiene el control de mi vida, y de toda circunstancia. Dios me hizo sentir esa seguridad , sentí en mi corazón una palabra “no tengas miedo, yo estoy contigo, tú puedes”. En esa semana de decisiones me llega otra
propuesta de trabajo, un trabajo de cuatro horas y con buen pago, y dije gracias Dios, porque este es mi plan “B”. En ese momen to cuadraron muchas cosas, trabajaría en las mañanas en el consultorio y en las tardes en el otro trabajo, ya tenía la seguridad de que pase lo que pase con el consultorio, me vaya bien o mal, mi segundo trabajo me iba a respaldar económicamente y lo mejor de todo no se ve afectado mi servicio a Dios. Y actualmente está sucediendo ello. Si bien el trabajo en el consultorio ahora es escaso, por la poca atención de pacientes, estoy convencida, que es cuestión de esperar y trabajar para cosechar lo que hemos sembrado, tengo Fe de que Dios se glorificara en todo lo que me proponga.
5. Elabore un conclusión sobre la lectura de este libro y como aplicará una Fe que vence al mundo.
El misterio forma parte de lo que hace que la vida valga la pena vivirla. No vamos a entenderlo todo, pero basta con que Dios lo entienda para sentirnos seguros. Siempre vamos a afrontar por diferentes circunstancias, bueno o malas, no pretendamos creer de que si vivimos una vida en cristo, estaremos protegido en una burbuja lejos del mundo. Por el contrario, si somos cristianos, vivimos en medio del mundo en caos nuestra lucha será más fuerza, recordar que el camino hacia cristo es sólo para valientes. Es una manera de desarrollar nuestra Fe, la Fe del Reino, la clave está en Romanos 12:2, renovemos nuestra mente, cambiemos nuestra manera de ver las cosas. Cuando empecemos entender que las adversidades de la vida, son sucesos que nos ayudan a madurar y lo mejor de todo, a perfeccionar nuestra Fe, esa Fe que nos ayudará a afrontar los problemas, soportar las dificultades, y a ver la gloria de Dios en medio de ello. Hay que tener presente de que somos hijos de Dios, un ser omnipotente y omnisciente, triunfaremos siempre y cuando creamos y depositemos nuestras confianza en él con esa Fe del Reino.
Janeth Borda Díaz
