RB-Ángel de Nieve

Ronica Black - Ángel de Nieve

Traducción – Martha Martha Lo 2018

ÁNGEL DE NIEVE

(SNOW ANGEL) POR RONICA BLACK TRADUCIDO POR: MARTHA LO 2018

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Sinopsis Maggie Douglas disfruta de su vida solitaria en las montañas. Ella escribe sus libros, ama a su perro y disfruta del consentirse de vivir en la base de San Francisco Peaks en el norte de Arizona. Herida por una antigua amante en su pasado, mantiene mantiene a la gente a raya raya y mantiene su vida simple ... Ellie Falcon es peligrosamente hermosa e infinitamente famosa. Su vida está regida por su agente, su trabajo y un calendario interminable de apariciones. Ella protagoniza el programa programa número uno en la televisión, tiene el mundo al alcance de la mano, pero está desesperadamente sola y desesperada por escapar ... Una noche nevada las une de una manera que nunca podrían haber imaginado. ¿Pueden ambas dejar ir el pasado y dejar entrar al amor?


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Prólogo Los escalofríos se habían detenido. Ella no sabía lo que significaba, pero sabía que era malo. No podía sentir sus manos o pies; la sensación de tenerlos se había ido hace mucho tiempo. Había regresado al SUV, pero se había tardado mucho. Ahora estaba débil, apenas capaz de pararse. Su mano tenía problemas con la puerta. La fatiga se asentó sobre ella como una tranquila canción de cuna, una manta pesada que prometía paz y calidez. Solo quería dormir, cerrar los ojos y desaparecer. Caer, caer como una hoja a la deriva. Incapaz de abrir la puerta, cayó de rodillas. La nieve era profunda y estaba segura de que volvería a caer. El viento infestado de hielo asaltó su rostro como miles de agujas, dejándola entumecida y casi congelada. Se había arriesgado y había perdido. Había visto la nieve, sabía que iba a seguir cayendo, sin embargo, había cruzado la puerta de todos modos. Era la primera nevada de la temporada;¿Qué tan malo podría ser? Se había hecho la pregunta una y otra vez. Incluso cuando sus neumáticos se hundieron y se negaron a moverse. Pero la realidad pronto había penetrado. Y había estado equivocada. Completamente equivocada. Trató de pararse una vez más. Un último intento y cayó contra el SUV. Usó el vehículo para levantarse. Sus dedos estaban rígidos y casi inútiles mientras buscaba a tientas la puerta. Probó con las dos manos y jaló tan fuerte como pudo. La puerta hizo clic y se abrió. Ella quería gritar de alegría, pero no tenía la fuerza. Lo único que podía hacer era empujar la puerta y meterse dentro. Se sentó durante un largo momento en el asiento del conductor mirando afuera hacia la nieve. Tenía que cerrar la puerta, pero no estaba segura de poder hacerlo. "Una vez más," murmuró. Extendió la mano y casi se cayó. Lo intentó de nuevo y logró colocar dos dedos alrededor del reposabrazos. reposabrazos. Jaló lo mejor que pudo, y la puerta se cerró, pero no del todo. Se reclinó y respiró. La puerta ahora estaba bloqueando el viento y la nieve, y eso era todo lo que importaba. Intentó encender el SUV de nuevo. Nada. Ella había golpeado algo justo antes de que el vehículo se detuviera. Una roca, un tronco, no estaba segura. Solo sabía que no tenía calefacción, ni teléfono, ni esperanza.


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Ni siquiera podía encender su teléfono. Estaba completamente completamente sin batería porque había olvidado olvidado cargarlo. El día que se le olvidó, fue el día que más lo necesitaba. Ella miró la blanca pared de nieve en el parabrisas. El vaho de su aliento le recordó que todavía estaba viva. Pero así era como terminaría. La pesadez de sus párpados ganaría y se quedaría dormida y moriría. Lo sabía y lo aceptaba. Su destino estaba sellado. Iba a quedarse dormida y no despertarse. Caer, caer, caer.


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Capítulo Uno Maggie Douglas redujo la velocidad de su moto de nieve y se detuvo cerca de su cabaña de troncos. Preparar el sendero era un arduo trabajo, y por lo que acababa de ver en su teléfono celular, no sirvió de nada. Otra tormenta estaba llegando después de esta, así que no tendría necesidad de subir por el sendero hasta el estacionamiento del hospedaje de esquí donde guardaba su auto. Nadie saldría en esto. Se subió los lentes de protección y se ajustó el cuello térmico. Se quitó un guante con los dientes y revisó su teléfono nuevamente para asegurarse del clima entrante. Vibró en su mano, y el nombre de su amigo Frank apareció en la pantalla. Respondió rápidamente, preguntándose si si su vecino lejano lejano necesitaba ayuda. ayuda. "Frank, cómo estás?" Ella apagó el motor para escucharlo mejor. "Maggie, gracias a Dios." "¿Pasa algo?" Frank tenía setenta años, y aunque todavía se movía como si fuera tan fuerte como un buey, a menudo se preocupaba por él solo en su cabaña. "Sí. Querido Dios, sí. Maggie, necesito tu ayuda. ¿Estás en tu casa?" "Sí." Miró hacia el sol menguante. Tenía tiempo de llegar a él antes de que oscureciera, pero tendría que volver a casa en la oscuridad y la tormenta. La idea la inquietaba, y sabía que tendría que quedarse en su casa. "¿Puedes revisar el camino?" Maggie estaba perpleja. El camino que conduce a sus propiedades debe estar cerrado. Lo mantenían cerrado durante la temporada de nieve. "¿No está cerrada la puerta?" "Creo que ella podría haber entrado antes de que la cerraran. Oh Dios, espero que no."


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"¿Quién es ella?" El pulso de Maggie comenzó a acelerarse cuando la idea de alguien varado la alarmó. "No puedo decirte eso." "¿Disculpa?" "No puedo decirte quién es ella. Si no está atascada y sabes quién es ella ... aw, maldita sea, odio esto. Ella quiere que su paradero se mantenga en secreto. Es una amiga muy querida y me pidió usar mi cabaña por unos días. Le dije que sí, por supuesto, como siempre hago, y se suponía que debía llegar antes de la tormenta, pero debe haberse entretenido. Creo que trató de conducir en lugar de ir al hospedaje a buscar la moto de nieve. Como dije, ella no quiere ser vista. De todos modos, no he tenido noticias suyas y no he podido contactarla. Su teléfono celular va directamente al buzón de voz y no está contestando el teléfono de la cabaña." Maggie no tenía idea de lo que estaba pasando con la mujer, pero sabía que la situación no era buena. "Iré por el camino, pero necesito hacerlo ahora." "Gracias, Maggie. Gracias. Llámame tan pronto como puedas." La razón le decía que no podía llegar allí y regresar antes de que oscureciera, pero su impulso para ayudar a alguien que lo necesitaba era más fuerte. Además, Frank sabía dónde estaba y pediría ayuda si era necesario. Se metió el teléfono en la chaqueta, se bajó los lentes y se puso el guante. Encendió el motor y despegó rápidamente, agradecida de haber preparado el sendero la mayor parte del camino. Ella trató de mantener un rastro a lo largo l argo del camino para revisar la puerta de vez en cuando como medida de precaución. Había ayudado a más de un extraño que se encontraron varados. Maggie esperaba que esa no fuera la situación hoy. Mientras aceleraba, su mente regresó a la llamada telefónica. ¿Quién era la mujer misteriosa? ¿Por qué no podía saber su nombre? ¿Y por qué estaba tratando de llegar a la cabaña de Frank en medio de una tormenta de nieve cuando Frank ni siquiera estaba allí para darle la bienvenida?


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Las respuestas no llegaron. Casi como si su mente estuviera siendo tan tímida con ella como lo había sido Frank. Parecía que tendría que esperar y ver. Maggie observó el paisaje blanco y austero. Los árboles estaban cubiertos de nieve, luchando para moverse en las ráfagas del viento. Salvo por su máquina, sabía que estaba completamente silencioso, apagado por el blanco caído. El silencio era lo que más amaba. La pesada paz presionando sobre los árboles, encerrando todo. Fue lo que la había atraído a esta montaña. Y esta noche, al parecer, puede haber atraído a alguien más también. Redujo la velocidad mientras se acercaba a la zona que no había compactado. Comenzó a desplazarse de izquierda a derecha, buscando un vehículo. Siguió adelante lo mejor que pudo, preocupada por las rocas y cualquier otra cosa que no estuviera bien cubierta en la nieve. Su trineo de montaña era nuevo, y maniobraba agradablemente en nieve profunda y polvorienta, pero pero aún tenía que preocuparse preocuparse por golpear golpear cosas. Ella entrecerró los ojos y aminoró la marcha. Vio lo que parecían agujeros en la nieve. A medida que se acercaba, los reconoció como huellas profundas. Alguien estaba afuera. Ella gritó y disminuyó, siguiéndolas. El viento empujaba, pero continuó, rezando para que no encontrara un cuerpo boca abajo en la nieve. "¡Hola!" Vio algo adelante. Aceleró, las huellas llevándola directamente a eso. Su corazón comenzó a acelerarse mientras consideraba cuánto tiempo podría haber estado estado allí la mujer. mujer. Se detuvo de golpe al lado del SUV cubierto. La nieve que lo envolvía era gruesa, lo que significaba que la persona había estado atascada por un tiempo. Apresuradamente, se quitó los lentes, se bajó de la máquina y quitó con la mano el hielo, buscando la manija de la puerta. "¿Hola?" Ella gritó. Golpeó la ventana y se dio cuenta de que la puerta no estaba cerrada del todo. Respiró hondo y la abrió, esperando encontrar un cuerpo o a alguien inconsciente. Pero en cambio se encontró con una cara blanca dura. Una que reconoció de inmediato.


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"Ellie Falcon." Ella sacudió la cabeza con incredulidad, vio los ojos de Ellie girar y cerrarse, y al instante entró en modo de rescate. "¿Puedes oírme?" Maggie sostuvo su rostro. Luego presionó por el pulso en su cuello. "Frank," Ellie dijo, abriendo los ojos. "Frank lo sabe." Maggie encontró un pulso débil debajo de la piel helada. Sus labios estaban azules y cristales de hielo pegados a sus pestañas, cejas y cabello. "¿Cuál es tu nombre? ¿Me puedes decir tu nombre?" Sus ojos rodaron de nuevo. "Ellie." "Bien, ahora, Ellie, estás herida? ¿Estás sangrando en algún lado? ” Ellie la miró aturdida. "No." Maggie hizo un escaneo rápido y luego envolvió sus brazos alrededor de ella y la sacó del vehículo. La puso de pie, pero a Ellie le resultó difícil ponerse de pie. Maggie la abrazó y luego examinó sus manos desnudas. "¿Puedes sentir algo?" Ellie no respondió. "Ellie, quédate conmigo." Maggie le sostuvo la cara, necesitando que se concentrara. Ella no estaba temblando, y Maggie sabía que tenía que recuperarla rápidamente. Pedir ayuda estaba descartado porque no podían llegar tan rápido como Maggie podía llevarla de regreso a su casa. Ella necesitaba calor, y Maggie podía proporcionar eso. "¿Puedes apretar mi mano?" Nada. XWPColección: Página y Facebook

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Sus ojos se cerraron y luego se abrieron como si se sobresaltaran. "¿Marco? Marco, no puedo hacerlo. No puedo." Estaba débil. Moverla sería un desafío. Maggie buscó dentro de su abrigo su teléfono celular. Ellie manoteó y mal pronunció algo. "No," dijo. "No — no no llames. No les digas que estoy aquí." Maggie la estudió de cerca. "Por favor," Ellie dijo. "No les digas." Maggie estaba incrédula. Pero entendió el extraño comportamiento de Frank. La levantó suavemente y caminó hacia la moto de nieve. Ellie era pequeña y ligera en sus brazos. La colocó en la moto de nieve y luego se puso delante de ella. "Voy a llamar a Frank." Marcó y cuando él respondió le dio las noticias. Él se sintió aliviado de que ella la había encontrado, pero muy preocupado por su estado. Maggie se despidió y se desabrochó el abrigo. Se giró y ayudó a Ellie a ponérselo con cuidado, sabiendo que la calentaría mucho mejor que las capas de ropa delgada que llevaba puestas. Después de subir la cremallera, arrancó la moto de nieve, se puso los guantes, se puso los lentes y aceleró lentamente. "¿Puedes sujetarte a mí?" Preguntó, girando la cabeza hacia un lado para hablar. Ellie dijo algo que no entendió, algo sobre Marco. "Está bien," Maggie dijo. "Vamos a irnos ahora. Apóyate en mí y rodéame con tus brazos." Ellie lo hizo, aunque no con mucha fuerza. Maggie arrancó cuidadosamente, siguiendo el rastro que había hecho. "Aguanta, Ellie," Maggie susurró. "Aguanta."


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Capítulo Dos Ellie Falcon se apoyó contra la mujer y cerró los ojos. Una máquina zumbaba debajo de ella, de alguna forma la tranquilizó. Hermoso rostro. La mujer tenía. Ojos penetrantes. Como Irlanda. Ella amaba Irlanda. Quería comprar un lugar allí. ¿Por qué no estaba en Irlanda? ¿Dónde estaba otra vez? Se obligó a abrir los ojos. El blanco la rodeaba, y algunas motas comenzaban a caer como pequeñas almohadillas. Suave, Suave, silencioso, helado. Ella podía dormir ahora, solo caer, quedarse dormida. La mujer se aseguraría de que ningún animal la alcanzara. Marco estaría enojado, su mina de oro se habría ido, pero ella estaría en paz. ¿Donde estaba ella? Frank lo sabía. Frank sabía que ella estaba allí. ¿Por qué ella no? Trató de concentrarse. Nieve, sí. Había nieve. Árboles No No era Irlanda. ¿Por qué estaba pensando en Irlanda? La mujer, sí. La mujer. ¿Quién era ella? ¿Frank la envió? ¿Lo hizo Marco? Oh, Dios, él venía a buscarla? Seguramente lo haría ahora. Tendría que volver sin interrupción. Sintió ganas de llorar, pero fue demasiado esfuerzo. Entonces dejó escapar un gemido de terror. "No me lleves de vuelta. Yo-yo no quiero irme." Pero las palabras fueron simplemente murmuradas. Una petición sin relevancia. Ella estaba débil, demasiado débil para luchar. "No falta mucho," la mujer le gritó. Ellie la agarró con fuerza, asegurándose de que fuera real. Podía sentir el calor de su cuerpo contra su mejilla. Quería arrastrarse dentro de ella donde hacía calor. Y dormir. Sí. ¿Donde estaba ella? Lo sabía hace un segundo. Doblaron una esquina y subieron un poco. Aflojó su agarre y miró mejor. Se estaban acercando a una cabaña de troncos. Parecía ser de dos pisos. Las sillas del telesquí colgaban en la distancia. Se derrumbó contra ella otra vez, incapaz de mantener su cabeza en alto.


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Cabaña de madera. Calor. Montaña. Nada más vino. Sus Sus ojos se cerraron cerraron de nuevo. ¿Marco estaría esperando adentro?

Capítulo Tres La nieve cayendo erosionaba la cara de Maggie mientras se desplazaban, el viento azotaba y empujaba. Los dientes de Maggie castañeteaban, y trató de no imaginar lo que el frío le estaba haciendo al ya frío cuerpo de Ellie. Cuando se sintió cómoda, aceleró y los árboles pesados pasaron volando, dos o tres a la vez. Tuvieron que escalar, gradual pero constante, paralelo a la montaña. Cuando la cabaña apareció a la vista en una extensión plana de terreno, Maggie intentó sonreír con alivio, pero no pudo. Estaba demasiado preocupada por Ellie. El cielo era ahora gris oscuro, la noche avanzaba a pesar de su difícil situación. De alguna manera, habían regresado justo a tiempo. La suerte estaba de su lado. Se detuvo al lado de la casa y apagó apag ó el motor. Ellie colgaba como una muñeca de trapo detrás de ella. Maggie se quitó los lentes y se bajó de la máquina con cuidado. Cuando tuvo un buen equilibrio, nuevamente la levantó y la llevó hacia los escalones. Ella los había limpiado antes, pero ya estaban cubiertos nuevamente. "¿Puedes subir los escalones?" Bajó a Ellie y la sostuvo por los hombros. Ellie hizo un pequeño ruido y se hundió en el último escalón. "¿Está Marco?" Maggie se inclinó hacia adentro. "¿Disculpa?" "¿Marco está adentro?" "No. No hay nadie aquí."


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Ellie pareció relajarse. Sus ojos, que eran parecidos a los de un ciervo y de un negro brillante, parecían más suaves. Maggie la dejó un momento para ir a cubrir su moto de nieve con una lona. Cuando regresó, la ayudó a pararse, luego la giró suavemente y la abrazó por la cintura. "Pisa con cuidado. Uno a la vez." Maggie la ayudó a apoyarse, y lo tomaron lento, uno por uno. Cuando llegaron a la cima, Maggie vio a su corgi galés (Raza de perro), Lincoln, pateando la ventana en el vestíbulo. Ellie se inclinó hacia ella, y Maggie abrió la puerta. Lincoln hizo su habitual habitual baile emocionado. "Ahora no, chico. Ella necesita ayuda." Avanzaron unos pasos y Maggie la ayudó a sentarse en el banco de madera. Tan rápido como pudo, le quitó las botas de montaña y su propio par de Sorels (Marca de calzado). Luego abrió la puerta de la casa. El calor del interior intentó penetrar la piel de Maggie, pero no parecía poder hacerlo. Se movieron más adentro, dirigiéndose a la habitación. El cuerpo de Maggie comenzó a tensarse con el peso extra, y se estremeció de frío. Andar sin su abrigo grueso le había afectado, y solo podía imaginar cómo se sentía Ellie. Nunca tuvo la desgracia de estar atrapada en la nieve. Esperaba que nunca lo hiciera. Su gran habitación la recibió con su chimenea de piedra y una cama tamaño king. Se las arregló para llevar a Ellie a la cama donde la ayudó a bajar con cuidado. Envió un mensaje a Frank con la palabra hogar y luego se arrodilló para quitar los calcetines de Ellie. Se había puesto varios pares, pero eran tan delgados que habían sido casi inútiles en el frío. "¿Puedes sentir esto?" Los pies de Ellie eran delicados y helados, pero Maggie no vio ninguna señal de congelación. Soltó un suspiro de alivio, masajeó los pies de Ellie un poco más para que la sangre fluyera, luego se levantó para ayudarla a quitarse la chaqueta. Ellie intentó ayudar, pero Maggie le dijo que estaba bien que se relajara y lo hizo, dejando que Maggie continuara. Maggie arrojó a un lado la chaqueta que le había puesto y luego abrió la cremallera de la chaqueta interior de Ellie. Se sentía húmeda, y Maggie sintió XWPColección: Página y Facebook

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que su frente se fruncía por la preocupación. Después de arrojar la chaqueta a un lado, hizo una pausa cuando sus manos se detuvieron en la parte inferior de su suéter. "Necesito quitarte esta ropa mojada." Parecía llevar un suéter y luego varias camisetas. Maggie la miró a los ojos, y Ellie asintió con la cabeza. Maggie levantó el suéter y las camisetas y las sacó. Ellie tembló un poco, evitó el contacto visual y pareció enfocarse en sus manos donde estaba intentando abrirlas y cerrarlas. Ella no intentó quitarle el sujetador, que era de encaje rojo, y Maggie se obligó a apartar los ojos y fue al tocador, donde sacó una camiseta térmica y una sudadera. Llevó ambos a la cama y ayudó a Ellie a ponérselos. "Tenemos que quitarte los pantalones," Maggie dijo. Ellie llevaba jeans, y estaban casi congelados. Ellie la miró por un momento y luego asintió de nuevo. Intentó quitarse los pantalones, pero pero no pudo. Maggie lo hizo por ella, suavemente, con cuidado. cuidado. "¿Puedes pararte o quieres recostarte?" Ellie se apoyó contra Maggie y se levantó. Maggie se tragó el nudo en la garganta y bajó los jeans. Mantuvo la vista abajo y se arrodilló para ayudar a Ellie a salir de ellos. Luego se levantó y la acomodó de nuevo sobre la cama. Ella notó las bragas a juego pero desvió su mirada. Entró en su armario y trajo el par de pants más pequeños que tenía, junto con ropa interior térmica. Maggie se arrodilló y maniobró para ayudar a Ellie a hacerlo. Cuando terminó, la ayudó a ponerse unos gruesos calcetines. Se puso de pie y la miró. Ellie todavía estaba prácticamente flácida, pero su rostro no se veía tan pálido y el azul en sus labios estaba disminuyendo. "¿Lista para meterte bajo las mantas?" "Sí," Ellie dijo y se puso de pie con cuidado una vez más. Maggie jaló hacia atrás el edredón de pluma de ganso y las sábanas de franela y Ellie se metió, nuevamente apoyándose en Maggie. Ella hizo un pequeño ruido e inhaló profundamente profundamente mientras se relajaba. Maggie la cubrió e intentó no darse cuenta de lo hermoso que su cabello negro se veía contra el blanco de su XWPColección: Página y Facebook

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cama. En cambio, se puso a trabajar, quitándose su propia camisa Henley y la camiseta de abajo y se puso dos nuevas. Normalmente, no se cambiaría frente a un extraño, pero Ellie ya había cerrado los ojos, y solo parecía justo teniendo en cuenta que Ellie había tenido que hacerlo. Maggie agradeció a las estrellas en lo alto que la había encontrado porque seguramente se habría congelado hasta morir con su ropa ligera. Maggie se quitó los pantalones de nieve y sacó un par de pantalones de franela y calzoncillos largos. Se puso ambos y arrojó más troncos en el fuego voraz. Lincoln se paró a sus pies y movió su cola cuando ella lo miró. Ella sabía que él quería subirse a la cama. "Vamos," dijo, señalando con la cabeza hacia Ellie. Lincoln corrió, saltó y se acurrucó al lado de sus pies. Maggie la miró dormir. Estaba agarrando las mantas contra su pecho, y sus labios se movían como si dijera una oración suave. Maggie le tocó la frente. Todavía estaba fría y sus manos aún se sentían congeladas. Con cuidado, retiró las mantas y se metió, sabiendo que su propio calor corporal era la mejor manera de calentarla. Se acomodó junto a ella, y Ellie se giró, la abrazó y se estremeció. Maggie las cubrió y respiró profundamente, tratando de relajarse. Pronto su respiración se sincronizó. Maggie se permitió pensar libremente, sentir libremente. Ella había estado en modo de rescate desde la llamada telefónica. Funcionando a toda máquina, buscando y adaptándose y reaccionando. Ahora estaba estaba quieta. Ahora tenía que esperar para ver si Ellie iba a estar bien. Su pequeño cuerpo estaba frío y débil contra el de ella. Se veía tan tranquila, como un ángel. Un ángel de nieve. Nunca ni en un millón millón de años podría haberse imaginado imaginado este escenario. escenario. Sin embargo, aquí estaba ella. Ellie Falcon, casi congelada hasta la muerte en sus brazos. Se sentía extraño, pero no solo porque era Ellie Falcon. Era porque habían pasado años desde que tuvo a alguien en su vida. Recordó cómo habían pasado los años, al principio dolorosamente dolorosamente lentos, pero luego pasaron volaron rápidamente mientras se adaptaba a estar sola. Y hubo una época no hace mucho tiempo cuando las lágrimas le habían obstruido la


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garganta al pensar en estar sola. Pero no ahora. Ahora era fuerte y estable, y en este momento, alguien la necesitaba. Ese alguien era Ellie Falcon. Maggie ladeó su cabeza y la estudió. Siempre la había encontrado atractiva, y disfrutaba de su programa cuando lo encontraba por casualidad, pero se dio cuenta de que no sabía mucho sobre ella. Su belleza era radiante, incluso más en persona. Era como si los escultores antiguos la hubieran creado, afligidos por la perfección de su tarea. Era clásicamente bella con pómulos altos, labios carnosos y una sonrisa torcida que cautivó a millones. Y cuando se reía, se iluminaba desde adentro hacia afuera. Ella realmente era una en un millón. "Solo descansa," Maggie dijo. "Estás abrigada y a salvo." Y cuando las palabras salieron salieron de su boca cansada, cansada, cerró los ojos ojos y se fundió contra contra ella.

Capítulo Cuatro Ellie despertó al movimiento. Parpadeó varias veces, sus ojos se ajustaron a la luz gris. Un perro le lamió la barbilla y agitó una cola. Ella le tocó la cabeza y se sentó. La habitación parecía familiar, pero no podía decir por qué. Estaba en una casa de troncos; podría decir por las paredes. A su izquierda había una chimenea de piedra con una alfombra de estilo del sudoeste colocada delante. La madera cortada estaba apilada a la izquierda de la chimenea. Frente a ella había una hermosa cómoda antigua y a su derecha dos puertas. Una de ellas ellas estaba entreabierta entreabierta y debía conducir a un pasillo pasillo de algún tipo y la otra supuso que era un armario. Miró hacia su izquierda y vio otra puerta en el rincón, rincón, a la izquierda de de la cómoda. Un baño. baño. Ella balanceó sus piernas sobre la cama y se paró con cuidado. Sus piernas temblaban un poco y decidió no intentar llegar al baño. En cambio, se sentó y acarició al perro. Era un corgi, una raza que siempre había hab ía adorado. Le encantaban las patas cortas y las orejas suaves.


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Su corazón se aceleró un poco más rápido mientras continuaba mirando a su alrededor, tratando de ubicar dónde estaba. No era la cabaña de Frank. La suya no era tan espaciosa y sus muebles no eran antiguos. Escudriñó la repisa sobre la que apenas el fuego crepitaba. Una pintura colgaba del centro flanqueada por libros a cada lado. Ella reconoció reconoció la serie como como una de sus favoritas. "Donde sea que esté, no puede ser malo," dijo. Intentó de nuevo ponerse de pie, y esta vez logró hacerlo sin temblar. "¿Ellie?" Ellie se giró y vio a una mujer entrar justo en la puerta. Era alta, tal vez alrededor de 1.72 mts. con una constitución atlética. Ellie rápidamente observó su cabello corto y ondulado y sus penetrantes ojos. Se sintió débil y volvió a sentarse en la cama. "¿Mmm?" No estaba segura de qué decir. ¿Quién era esta mujer? "¿Como te sientes?" Ellie se lamió los labios secos. "¿Dónde está Marco?" Seguramente él estaba allí. Su corazón se hundió ante la idea. La mujer entró, aunque lentamente. Se paró al pie de la cama como si Ellie fuera una criatura salvaje y se asustara fácilmente. "Mi nombre es Maggie Douglas," dijo. "Estás en mi casa. Nadie más está aquí." Ellie se encontró con su mirada. "Maggie," dijo. Vio el verde de sus ojos entonces. "Irlanda." "¿Disculpa?" Ellie apartó la mirada, avergonzada. "Nada." Su mente se aceleró. "¿Por qué estoy aquí? ¿Quién sabe dónde estoy?” "Te encontré en tu SUV. Estás en Flagstaff. En la base de San Francisco Peaks." XWPColección: Página y Facebook

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"Arizona," Ellie dijo. "Iba a la casa de Frank." Maggie asintió y sonrió un poco. Ella metió sus fuertes manos en sus jeans holgados. Ellie esperó que llegara el susto, la ansiedad de estar con un extraño en un lugar extraño, pero no sucedió. De hecho, se sentía razonablemente calmada e incluso un poco ... agitada. Se aclaró la garganta, insegura de lo que eso significaba o de dónde venía. Maggie se sentó. "Estás bien. Estás a salvo. Y solo Frank sabe que estás aquí." Ellie miró hacia el fuego menguante. Era una buena noticia y se sintió tan aliviada que casi rompió a llorar. Pero ella nunca mostraba emociones frente a las personas. No una emoción real de todos modos. "Gracias," dijo. "Por ayudarme." "No hace falta que agradezcas," Maggie dijo. Ellie dejó escapar un suspiro. "Estaré fuera de tu camino tan pronto como pueda." Tan pronto pronto como pudiera pudiera pararse y caminar. caminar. "No estoy preocupada por eso. Eres bienvenida aquí todo el tiempo que necesites.” Hizo una pausa y luego se levantó para acercarse a una ventana. Ellie podía ver la nieve desde donde estaba sentada. "Por el aspecto de las cosas te quedarás uno o dos días por lo menos." Ellie se levantó, un poco asustada. Este no era su plan. Ella quería estar en la casa de Frank. Necesitaba estar en la casa de Frank. Sola. Maggie continuó. "Puede que se detenga en algún momento, pero la tormenta está aquí para quedarse por un tiempo." "¿Estás diciendo que estoy atrapada aquí?" Ellie se sintió caliente con irritación. A ella no le gustaba perder el control. La aterrorizaba. Lo cuál era exactamente por lo que necesitaba escapar en primer lugar. Había perdido el control de su vida y estaba girando locamente fuera de control. XWPColección: Página y Facebook

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Maggie se volvió y la miró como si fuera golpeada. Sin embargo, se recuperó rápidamente y sonrió como para tranquilizarla. "Estamos a merced del clima aquí." Ellie negó con la cabeza. "¿No puedo llegar a la casa de Frank durante esa pausa?" Maggie pareció incrédula. "No estoy segura de que se detenga. Incluso si lo hiciera, sería arriesgado. El camino a su casa está cubierto de nieve, y tendríamos que palear para abrir el camino una vez que lleguemos. Sin mencionar ponerte en marcha una vez que entremos. Para cuando hayamos hecho todo eso, la tormenta probablemente me atraparía en mi camino de regreso." "Entonces estarías atrapada conmigo?" "Sí." Ellie se pasó una mano por el pelo. Mataría por un largo baño caliente y un chai latte. "No me gusta esto," dijo. "Este no era mi plan." Maggie miró hacia otro lado, pareciendo un poco nerviosa. "Lo siento." Cruzó la habitación hacia la puerta. "Voy a preparar el desayuno. ¿Hay algo que necesites?" Ellie quería pedir ayuda, pero nunca hizo tales cosas. Trató de nunca mostrar debilidad de ningún tipo. Así que negó con la cabeza y se sentó en silencio, deseando como el infierno que su vida fuera diferente.


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Capítulo Cinco Maggie salió de la habitación sintiéndose un poco perdida. Ellie obviamente estaba molesta, y no estaba segura de cómo hacerla sentir a gusto. Había rescatado a algunos otros antes — excursionistas que habían quedado atrapados en una tormenta, otros automovilistas atascados en la carretera — y y todos habían estado extremadamente extremadamente agradecidos. Ellie solo tenía que quedarse por un día más o menos, tal vez un poco más, luego podría llevarla al alojamiento de esquí donde esperaba su vehículo o podría intentar llevarla a la casa de Frank. Sintió que su teléfono vibraba mientras se dirigía a la cocina. "¿Hola?" "Maggie, es Frank. ¿Cómo estás?" Ella se debatió en cómo responder. "Bueno, físicamente, creo que estamos bien. Ellie está está sana y salva, y ambas descansamos descansamos un poco." "Bien, bien." Maggie miró por la ventana cercana. La débil luz se filtraba y el viento silbaba un poco mientras presionaba contra la casa. "Escucha, Frank, creo que ella está realmente incómoda por estar aquí." "Ella quiere su privacidad. Insiste en eso. Siempre lo ha echo." "Sin embargo, esta no es una situación promedio. Va a necesitar quedarse aquí por un tiempo. Está la tormenta y su estado es frágil. No creo que haya comido en mucho tiempo. Está un poco ... " "¿Demacrada?" Maggie suspiró. "Parece que necesita comida y descanso." "Usualmente lo hace. A veces aparece como un saco de huesos."


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"¿Está sobrecargada de trabajo?" "Yo diría que si. Pero rara vez habla de eso. Como dije, ella es muy privada." "¿No tiene familia? ¿Gente que se preocupe por ella? ¿No estarán preocupados?” "No creo que tenga familia. Nadie con quien ella esté cercana de todos modos. En cuanto a las personas que se preocupan, ella generalmente les dice que irá a otra parte. Y generalmente los mantiene a raya usando ese teléfono celular suyo. Normalmente está pegada a eso." "¿Amigos?" "Tiene muchos de esos, pero de nuevo creo que mantiene a todos a distancia. Siempre insiste en que nadie sepa dónde está realmente." "¿Alguna vez apareció en una tormenta antes?" Él pareció pensarlo un momento. "No, nunca en una tormenta. Pero apareció sin avisar una vez. Justo de la nada en la puerta de mi casa, viéndose como un cadáver andante." "¿Cuando fue eso?" "Cuando solicitó el divorcio." "¿Ella estaba casada?" "Sí, pero nunca habló de eso." Maggie le dio las gracias y se despidió. El viento silbaba y el cielo ahora era negro azulado contra la nieve que caía. Se apartó de la ventana. ¿Quién era Ellie Falcon? ¿Se había vuelto a casar?¿Tenía hijos? Lo único que sabía era que Ellie era la estrella del programa número uno en horario estelar. Su rostro estaba en todas partes. Vallas publicitarias, autobuses, revistas. Maggie vivía en una remota cabaña de montaña y veía muy poca televisión, pero incluso ella sabía quién era Ellie Falcon. Vio las revistas en el supermercado. Los anuncios de maquillaje y productos de belleza. Ellie estaba en todas partes. Y ahora parecía que no quería estar en ninguna parte. XWPColección: Página y Facebook

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Maggie puso una tetera en la estufa. Su propio cuerpo estaba caliente de nuevo, pero sentía frío por dentro. Inquieta. Algo extraño estaba pasando y ahora estaba atrapada en eso. Cosas como esta no debían pasarle a ella. Se había protegido de las personas y del drama que traían consigo. Había dejado todo y se mudó aquí por la paz. Ahora parecía que el problema la había encontrado una vez más. Y una vez más, venía unido a una bella mujer. La tetera silbó, y vertió el agua caliente en dos tazas. Desenvolvió su bolsa de té de canela y la sumergió dentro. Permitió que la inmersión la hipnotizara por un rato. Luego tomó un sorbo cuidadoso y se dirigió a la habitación con la otra taza. Llamó a la puerta y Lincoln levantó la cabeza de la cama. Él observó a Maggie, pero no se movió. "Veo que ya elegiste," dijo en voz baja. Él movió la cola y apoyó la barbilla. Maggie entró y caminó tranquilamente hacia la cama. Ellie estaba despierta, pero acostada de lado frente al fuego. "Pensé que te gustaría un poco de té." Ellie se giró un poco para mirarla. Se sentó. "Gracias." Maggie se acercó a ella, le tendió la taza y luego se entretuvo con el fuego. Ellie sorbió en silencio detrás de ella. Una vez más, el viento aullaba, y Maggie sabía que insinuaba el problema por venir.

Capítulo Seis "Maldita sea." Ellie se levantó, pero todavía se sentía tan débil. Maggie se giró del fuego. El perro ladró, y Ellie soltó otra maldición. "Guau, guau." Maggie dejó su taza en la chimenea. Suavemente, colocó sus manos sobre sus brazos.


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Ellie se apartó de ella, sacudiendo la cabeza. "Estoy bien, de verdad." Maggie parecía preocupada. "¿Cuándo fue la última vez que comiste?" Ellie se rió, pensando que la pregunta era ridícula. "No hace mucho tiempo." "¿Cuánto tiempo?" Ellie abrió la boca, pero se detuvo antes de hablar. ¿Cuánto tiempo había pasado? Había conducido directamente desde Los Ángeles. Nunca se arriesgó a volar a Flagstaff porque podía ser encontrada fácilmente de esa manera. La casa de Frank era su escondite privado. "No lo recuerdo." A decir verdad, no había comido mucho últimamente, y más de una persona se había dado cuenta. Ella simplemente no tenía ganas de comer cuando estaba estresada. "Creo que necesitas comer y descansar mucho," Maggie dijo, sosteniendo su mirada. Ellie desvió la mirada, incapaz de mirar hacia las profundidades verdes. Maggie era cautivadora, y quería mirar pero no podía permitírselo. Sabía que le gustaría demasiado. "No pedí tu opinión," dijo, tratando de distanciarse. Maggie dejó caer sus manos, obviamente nerviosa por el comentario. "No quise molestarte." Ellie se dejó caer en la cama. Jaló del suéter que llevaba puesto y luego luchó por quitárselo. Lo arrojó a un lado y tocó la ropa interior térmica que tenía puesta. "Esta es tu ropa?" "Sí." "¿Dónde está la mía?" "Están en la lavadora. No es lo suficientemente abrigadora para este clima." XWPColección: Página y Facebook

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"Lo harán bien." "¿Disculpa?" "Prefiero mi ropa." Maggie dio un paso atrás, y Ellie pudo sentir la tensión que estaba causando. Sabía que sonaba como una idiota, pero tenía que hacerlo. Por ambas. "Te las traeré cuando estén secas." Ellie no respondió. Solo deseaba poder estar en algo familiar. Algo que fuera suyo. "Sé que estás muy cansada y débil — " "Estoy bien." Ellie la miró con feroz determinación. Estaba poniendo una cara valiente. Fingiendo que estaba bien cuando era todo menos eso. Las mejillas de Maggie estaban enrojecidas y parecía parec ía que se estaba mordiendo el labio inferior. Ellie tragó con dificultad, notando de nuevo cómo su belleza la conmovía. Maggie habló mientras retrocedía hacia el pie de la cama. "Solo te puse esos para calentarte. Estabas Estabas sufriendo sufriendo de hipotermia." hipotermia." "Estoy bien ahora." "Todavía necesitas permanecer abrigada." "Estoy bien." Maggie comenzó a hablar, pero pareció cambiar de opinión. Dio media vuelta para alejarse, pero justo antes de llegar a la puerta, Ellie gritó, incapaz de contenerse más. "Espera." Dios, odiaba ser tan débil. Absolutamente lo odiaba. XWPColección: Página y Facebook

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Maggie se detuvo. "¿Sí?" Ellie exhaló con frustración. "Necesito orinar." Maggie se volvió para mirarla. "Está bien." Rodeó la cama y le tendió el brazo. Ellie estaba avergonzada. Demasiado avergonzada para mirarla. Sin decir una palabra, la tomó del brazo y se deslizó fuera de la cama. Ella tembló y titubeó, y Maggie la atrapó rápidamente, sosteniéndola en sus brazos. Ellie sintió su fuerza, y una ráfaga de calor la atravesó. No había sido abrazada por una mujer en más de veinte años, y hace mucho tiempo las sensaciones sensaciones recorrieron su cuerpo y su mente. Dejó escapar un pequeño sonido, uno de placer, miedo, no no estaba segura. "¿Estás bien?" Ellie asintió rápidamente. "Vamos a caminar muy despacio," Maggie dijo. "Muy cuidadosamente. Agárrate fuerte." Maggie las giró hacia el baño. Con una mano alrededor de su cintura, Maggie las guió lentamente. Ellie tuvo problemas al principio, colocando la mayor parte de su peso contra Maggie, pero cuanto más se alejaban, más fuerte parecía volverse. Era como si sus músculos estuvieran despertando, junto con el resto de ella, que parecían haber estado dormidos durante años. "Estaré bien," dijo cuando llegaron al marco de la puerta. Maggie estaba indecisa; Ellie podía verlo en ella. "De verdad," dijo. "Estaré bien." Puso su mano sobre el brazo de Maggie. "Gracias." "Estaré aquí si me necesitas." XWPColección: Página y Facebook

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Capítulo Siete Ellie se empujó y entró al baño, cerrando la puerta detrás de ella. Maggie oyó que la cerradura se enganchaba y se movió hacia la chimenea para jugar con los troncos. Entendía la situación de Ellie y lo incómoda que debía sentirse, pero no era exactamente un ogro o una persona hostil. Ellie podría haber sido encontrada por algo peor. Mucho peor. Maggie terminó con el fuego y se sentó en la mecedora deslizante. Sabía que Ellie probablemente quería que la dejaran en paz, pero no podía arriesgarse. Se sentaría y esperaría, se aseguraría de que volviera a la cama, y luego le daría algo de privacidad. Por fin, la cerradura se abrió y Ellie se detuvo en la entrada. "Estoy bien," dijo, pero estaba claro que no. Dio un paso y Maggie corrió hacia ella. La atrapó cuando colapsó. "Te tengo," dijo. Luego, rápidamente, la levantó en sus brazos y se dirigió a la cama. Ellie no protestó, no habló. Simplemente se acurrucó contra ella y la miró a la cara. "Aquí vamos," Maggie dijo, bajándola. La cubrió y luego se enderezó, sin saber qué hacer consigo misma. "Lo siento," Ellie dijo, con los ojos brillantes. Una pequeña pared se había derrumbado, y Maggie se preguntó si alguien la había visto así alguna vez. "No hace falta." Maggie sintió el impulso de tocar su mano para tranquilizarla, pero no quería arriesgarse arriesgarse a molestarla. molestarla. "¿Cuánto tiempo estaré tan ... débil?" Una lágrima intentó deslizarse por su mejilla, pero se la secó como si estuviera enojada con su presencia. Maggie vio la vulnerabilidad cruda, y de repente entendió. Ellie tenía miedo de ser débil. Perder el control. De necesitar ayuda.


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Ella se sentó a su lado. "Has pasado por mucho. Va a tomar un poco de tiempo para que te sientas sientas como tú otra vez." "Odio sentirme así." "No pasará mucho tiempo," dijo, sonriendo un poco. Consideró la condición de Ellie y supo que su situación actual era causada por algo más que el clima frío. "¿Pasa algo más? ¿Estás en algún tipo de problema?” Ellie se tensó, apretando las mantas de la cama. "Nadie sabía que me estaba yendo, y no tengo mi teléfono. Estoy segura de que me estarán buscando." "¿Te gustaría usar mi teléfono? Puedo ir a buscarlo por ti." Ellie se volvió para mirar hacia otro lado. "No." "¿Estás segura?" Una sensación de ansiedad se apoderó de Maggie. Ella no entendía por qué Ellie no se pondría en contacto con alguien. "Sí." Ella siguió mirando hacia otro lado, y Maggie sintió que había ido demasiado lejos. Sabía que era hora de ir a terminar el desayuno. La dejó en silencio, lágrimas una vez más llenando sus ojos.

Capítulo Ocho Ellie se sentó por un rato antes de tocar su comida. Todavía estaba tan cansada. Tan benditamente cansada. Así no era como había imaginado su escapada. Se suponía que debía estar escondida en la cabaña de Frank, mirando fijamente a un fuego rugiente, disfrutando del silencio. Pero en cambio estaba aquí, en la casa de una desconocida, débil y confundida, a merced de su anfitriona. ¿Quién era esta mujer? Esta Maggie? Ellie revolvió, llevándose el tenedor a los labios. Huevos revueltos y tocino de pavo. Casi sabían tan bien como como el rollo de canela fresco. Tomó otro bocado y


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suspiró. Todo sabía bien, malditamente bien, y de repente, su apetito regresó con toda intensidad. Una imagen vino entonces. Ella estaba dentro del SUV, con las ventanas cubiertas de nieve. Tenía hambre, se congelaba y temía morir. Podía sentir el viento furioso tratando de alcanzarla. Anhelándola como ella había anhelado la comida. No podía recordar cuánto tiempo había estado atrapada allí. Una noche de seguro. Una noche oscura y aterradora. Ellie apartó el pensamiento y tomó otro bocado. Ella había sobrevivido. Estaba fuera ahora. Abrigada. Alimentada. Pero estaba a salvo? Maggie parecía bastante inofensiva, pero pero uno nunca podía podía saber de las personas. personas. Nadie más sabía dónde estaba ella. Se había asegurado de eso. Pero ahora podría ser su su perdición. Aun así, Maggie no parecía del tipo de causar daño. Tenía ojos amables. Oscuros y ricos como los campos en Irlanda. También olía bien, fresca y limpia, como una ducha fresca. Ellie recordó su fuerza suave, la firmeza de sus músculos, la facilidad con que la había levantado. Ellie intentó apartarlo como si pensara en el SUV, pero no pudo. Maggie estaba en el pasillo, cerca. Ellie estaba en su casa y tendrían que interactuar. Tendría que mantener la distancia y tener cuidado de no ser demasiado amistosa. Pero el pensar en ella ... lo conservaría para si misma. A ella le gustaba bastante. Y no había nada de malo en el pensamiento. Era cómo había llevado esto tan lejos sin enamorarse de otra mujer. Miró su ropa limpia al pie de la cama. Se la había puesto lo mejor que pudo mientras estaba en el SUV. Recordó el frío que había sentido. Ineludible. Penetrante. Cómo hubiera dado cualquier cosa por calidez. Ahora, allí estaba saturada de ello, y se mostraba obstinada, como una niña insolente, e insistía en ponerse su propia ropa. Terminó su desayuno y colocó la bandeja sobre la mesita de noche. Tocó la ropa suave que tenía puesta. Era cálida y cómoda, y una poderosa sensación de alivio la invadió, y lloró. Los sollozos vinieron vin ieron inesperados y completamente involuntarios. involuntarios. Ella estaba a salvo. Estaba abrigada. Estaba XWPColección: Página y Facebook

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viva. Podía sentir sus manos y sus pies. Podía sentir las cálidas lágrimas corriendo por su rostro. Y todo se lo debía a esta mujer. A esta Maggie. Esta persona que no conocía. conocía. Pero no quería deberle su vida a nadie. No quería dejar entrar a nadie. A nadie. La gente solo quería. Ellos querían, querían, querían. Ella no podría manejarlo. Ya no. Entonces cómo se suponía que manejaría a Maggie? Ella estaba en su casa, en su ropa, comiendo su comida. Tendría que interactuar con ella. Agradecerle. Ser agradecida. Y estaba agradecida. Pero simplemente no podía lidiar con eso. Solo quería estar sola. Se enderezó y se secó los ojos. Maggie no podía verla así. Ella nunca dejaba que nadie la viera así. Tenía que ser Ellie. Ellie Falcon. Tenía todo bajo control. Era buena, glamorosa, perfecta. Si mostraba tristeza, la gente se asustaba. La acorralarían como abejas locas. ¿Qué pasa? Oh Dios mío. Qué horrible, lo siento mucho. Oh, déjame arreglarlo. Maldita sea, alguien lo arreglara. Llama a alguien y que arregle esto; ella tiene una cita en quince. El conductor está esperando. Maldita sea, alguien lo arreglara.

Ella respiró hondo y trató de calmarse. Un golpe en la puerta la sobresaltó. "¿Todo bien?" Maggie estaba sosteniendo una taza humeante. "Sí, solo estaba — " " Se detuvo, sin saber qué decir. Podía mentir, poner una cara perfecta como siempre lo hacía. Pero algo en los ojos de Maggie la detuvo. "Creo que estoy abrumada." Ofreció una pequeña sonrisa, sintiéndose un poco mejor al decir la verdad. Maggie le tendió la taza. "El café finalmente está listo." Ellie asintió. Maggie entró, colocando la taza sobre la mesita de noche. "No es nada lujoso." XWPColección: Página y Facebook

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"Gracias." "No hay problema." Estaba parada frente a ella, pareciendo un poco incómoda. Ellie notó sus jeans, su suéter grueso y su pelo ondulado. Lo llevaba corto pero espeso en la parte superior. El tipo de cabello por el que podrías pasar los dedos. La idea hizo retroceder a Ellie. La emocionó, pero también trajo miedo y rechazo. Nuevamente se limpió las mejillas. "Gracias por encontrarme. Y gracias por dejarme quedarme." "No hay necesidad de agradecerme, en serio." "Si hay." Maggie pareció sonrojarse un poco. "De nada." Ellie se preparó, esperando la reacción a la que estaba acostumbrada. Las preguntas, la admiración, el intento de acercarse. Pero Maggie simplemente simplemente sonrió. "¿Comiste lo suficiente?" Era una pregunta tan simple, sin embargo, a Ellie le costó encontrar palabras. "Si, gracias." "¿Necesitas algo? Te traeré más agua." Ellie miró a su alrededor. "Estoy bien." Maggie levantó la bandeja. "Te dejaré descansar entonces. Llama si necesitas algo." "En realidad, me preguntaba si podría leer ese libro de allí arriba." Ella asintió con la cabeza hacia la repisa. "No he leído el último, y soy adicta a esa serie. ¿Sabías que están haciendo una película?” Maggie solo la miró como si no pudiera hablar. "¿Te gustan esos libros?"


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Ellie sonrió. "Sí." Maggie parpadeó. "Uh, sí, puedes leerlos. Cualquiera de ellos. Tengo más arriba. Libros eso es. Una biblioteca completa en el desván." Ellie se sintió iluminarse. "Puedes echar un vistazo cuando te sientas mejor." "Gracias, lo haré." Sus ojos se encontraron y se demoraron por un largo momento. Y entonces Maggie se disculpó y dejó sola a Ellie. Ellie se sintió aliviada por la falta de intrusión, pero también estaba sintiendo más que un poco de curiosidad acerca de la mujer que la había salvado. Se levantó con cuidado, cogió el libro y se metió en la cama. Jaló del edredón y se acomodó para leer. ¿Podría llegar a conocer a Maggie mientras mantenía la distancia? 

Ellie se despertó en la oscuridad y el sonido del viento aullando. Podía escuchar el viento tratando de penetrar, tratando de llegar hasta ella para consumir sus huesos. Se enderezó y se aferró al suave material en sus manos. Buscó el SUV pero no pudo orientarse. Las ventanas no eran visibles, la pila de ropa había desaparecido. Su corazón palpitaba con fuerza mientras su respiración se aceleraba con pánico. Se aferró por algo cercano pero solo encontró el material blando. Algo se movió a sus pies. Una criatura. Ella soltó un grito. Su cabeza golpeó algo sólido y se estremeció de dolor. La criatura se estaba moviendo. Caminaba por sus pies y piernas. Gritó de nuevo. La luz atravesó sus ojos, y otro grito se atrapó en su garganta. Tiró del material con tanta fuerza que sus brazos ardieron. Se giró apartándose de la luz y esperó el ataque. "¿Ellie?"


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Ellie se estremeció. La voz era suave, como si estuviera flotando en un sueño. "Ellie, estás bien?" Algo le lamió sus manos y abrió los ojos. Un corgi galés se sentó mirándola. "¿Ellie?" Ellie se volvió y localizó la voz. "Maggie." El nombre salió de su boca. "Sí." Se sentó en la cama junto a ella, con el rostro lleno de preocupación. Ellie se sonrojó de vergüenza. "Yo — yo yo no sabía dónde estaba." "Eso me pasa a veces." "Pensé que todavía estaba allí afuera. En el SUV." Maggie le tocó la mano. "Estás a salvo ahora." El gesto fue tan amable y tan tranquilo en presencia, que el corazón de Ellie revoloteó. Para cubrirlo, soltó una pequeña carcajada y movió la mano para rascarse la cara. "Creo que me estoy volviendo loca." Su memoria la inundó, y recordó la cabaña, el perro, y cómo se había pasado el día leyendo y descansando. Maggie había sido muy amable, preparando sus comidas y revisándola. "Confundida, sí. Loca, no." Ellie vio sus ojos profundos y su pelo rizado. Maggie había estado dormida. Dormida en su pijama de franela. "Lamento haberte despertado." Trató de no mirar, pero le gustaba mucho la forma en que se veía Maggie. Toda acogedora y cálida como una cama tentadora. Ellie quería arrastrarse y acurrucarse.


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"No estaba durmiendo bien de todos modos. Estoy un poco preocupada por esta tormenta." Su mirada se movió más allá de Ellie hacia las ventanas. El cristal negro parecía amenazante, como si ocultara algo siniestro más allá. "¿Vamos a estar bien?" Maggie la miró rápidamente, pero evitó mantener el contacto visual. "Estaremos bien." Se levantó como si estuviera enojada consigo misma por decir algo. "No hay nada de que preocuparse." Ellie buscó respuestas en su rostro, por lo que no estaba diciendo. Pero no encontró ninguna. Maggie le dio un masaje de su perro. "Le has caído bien." "Él es lindo." "Espero que te guste porque no parece que vaya a irse de tu lado pronto." Sonrió entonces, y Ellie casi perdió el aliento al ver cómo se iluminaba su rostro. Llegó a sus ojos y los hizo brillar. "Él está bien." Le devolvió la sonrisa, y por un momento, sintieron una relación entre si. Ellie desvió la mirada primero, y Maggie se alejó. "Bien, entonces te dejaré dormir." "Buenas noches." Maggie caminó hacia la puerta. "Buenas noches." La dejó con la luz encendida. La dejó sentada allí sola con una sonrisa. Ellie amaba al perro. Él hizo un pequeño gruñido cuando giró su cuello hacia ella para más afecto. "Parece que somos tú y yo, chico." Ella alcanzó la luz pero cambió de opinión. En lugar de eso, apartó las mantas y se levantó con cuidado. Segura de que tenía la fuerza, caminó silenciosamente hacia la cómoda. Una foto en blanco y negro de una mujer joven estaba en un marco tallado en madera. Ellie examinó a la joven y pensó que podía ver un parecido. Giró el marco y levantó la tapa trasera. Encontró un nombre escrito con tinta en la parte posterior. Abigail, escrito en cursiva. Ellie regresó la tapa trasera y colocó la foto donde la encontró. Lentamente, XWPColección: Página y Facebook

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abrió un cajón. Una pila de cartas estaba atada con una cinta roja. Ellie las miró por un largo momento, debatiéndose. Quería leerlas, saber más sobre Maggie, pero pensó en sí misma y en lo importante que era la privacidad. Cerró el cajón y dejó la cómoda. Se dirigió hacia la chimenea que ardía lentamente con brasas incandescentes. Podía sentir su calor a un metro de distancia. Miró la repisa y se paró junto a la chimenea de piedra para examinar el contenido. Había dos relojes de repisa antiguos a juego, ambos parecían estar funcionando, jarrones a juego, que sabía que también eran antiguos, y un conjunto de velas blancas y gruesas. Pero lo que realmente llamó su atención fue la pintura de arriba. Era un paisaje lleno de verdes ricos y variados marrones. Parecía la propiedad de Frank en el verano. Estaba tan bien hecho, tan vívido, que quería extender la mano y tocarlo. Encontró la firma cerca de la esquina inferior. Stacy Kimball. Ellie nunca había oído hablar de ella, pero le gustaba tanto la pintura que sabía que la buscaría después. Después de mirarlo un rato más, se volvió y se acercó a la cama. Era grande, tamaño King con suaves mantas de franela blanca y un edredón blanco de plumas de ganso a juego. Las mantas eran gruesas y suaves, con tela de retazos blancos y grises. Pasó las yemas de los dedos por las mantas y se sentó junto a la mesita de noche. Ella deseaba tanto mirar adentro. ¿Qué tenía Maggie allí? Sintió el mango en el cajón superior. ¿Debería abrirla? Sabía que una vez que lo hiciera no habría marcha atrás. Sabía que luego leería las cartas y reflexionaría sobre todo lo que podría encontrar. Dejó caer su mano. Una cálida lengua asaltó su mano. Se sacudió con sorpresa. El perro se sentó a su lado, lamiéndose los labios y moviendo su cola. "Jesús." Se derrumbó sobre la almohada y miró al techo. Casi había invadido la privacidad de alguien. El disgusto la llenó. Recordó la ocasión en que había entrado cuando la sirvienta estaba revisando su propio cajón de la mesita de noche. Había estado tan furiosa que la había acusado, vociferando y gritando. Resultó que la mujer había estado llevándose pequeños artículos a lo largo de su empleo de un año y vendiéndoselos a los fanáticos. "¿Qué me pasa?" Ella acarició la cabeza del corgi mientras se acomodaba a su lado. Sin pensarlo más, abrió abrió el libro que había estado leyendo leyendo y lo hojeó para encontrar encontrar XWPColección: Página y Facebook

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el lugar. Lo abrió a la última página donde estaba la biografía del autor. Lo leyó rápidamente y luego se sentó, el corazón palpitando. Ella había leído la misma biografía en numerosas ocasiones, pero nunca antes había pensado en ello. La autora, cuya foto nunca había visto, se mantenía esquiva, y solo decía que vivía en el norte de Arizona con su perro Lincoln, un corgi galés. ¿Podría Maggie ser la exitosa de ventas elusiva? ¿La misma autora que leyó ávidamente? Extendió la mano y leyó la etiqueta con el nombre del perro. Lincoln. Ellie se cubrió la boca para sofocar un grito de pura sorpresa. "Mierda." Apagó la lámpara y se deslizó debajo de las mantas. Su corazón acelerado, casi latiendo sobre sí mismo. ¿Podría Maggie ser Abigail Forrester? Forrester? Cerró los ojos e hizo que su corazón se desacelerara. Primero la atracción física y ahora esto. Todo era un poco demasiado. Tal vez demasiado. Si quería saber sobre Maggie, solo tendría que preguntar. Solo esperaba que ella no volviera a interrogarla. Porque por ahora, no tenía respuestas para darle.

Capítulo Nueve Maggie se despertó con otra alerta meteorológica en su teléfono. La tormenta había disminuido pero parecía ser solo por un breve tiempo. Los vientos y las nevadas regresarían a primera hora de la tarde. Seguían alentando a las personas a permanecer adentro hasta nuevo aviso. Parpadeó contra contra la luz de la mañana. Ella había dormido en el dormitorio de invitados, y le llevó un momento orientarse. Sabía que tenía que levantarse y volver a encender las chimeneas para obtener más calor, pero no quería dejar los confines de la


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acogedora cama. Luego recordó a Ellie, y jaló de las mantas y se dirigió al pasillo. El silencio colgaba en la casa, espeso y pesado. Aminoró la velocidad mientras se acercaba a la puerta del dormitorio principal. Con cuidado, colocó su oreja contra ella. Más silencio. Dio un golpe rápido y abrió la puerta. Lincoln se levantó desde el pie de la cama. Su cola se meneó mientras ella entraba. En silencio, se acercó a la cama para ver a Ellie. Ella estaba durmiendo de lado, acurrucada en las mantas como si nunca las dejaría ir. Maggie contuvo el aliento mientras miraba su hermosa cara. Ellie parecía tan serena, tan angelical. Maggie quería mirarla así por toda la eternidad. Nunca había visto algo tan hermoso. Dejó escapar un suspiro y se dio la vuelta para alejarse. Lincoln se quedó en la cama, insistente. Era extraño no tenerlo pisándole los talones todo el tiempo. Ella nunca antes lo había visto tan cautivado con nadie. Tan silenciosamente como como entró, salió de la habitación y se dirigió a la cocina. Sacó el tocino de pavo y unos huevos y comenzó a preparar el desayuno. Sabía que Ellie estaría hambrienta cuando se despertara. Pensó de nuevo en ponerse en contacto con alguien, hacerle saber a alguien que Ellie estaba allí y que estaba a salvo. Seguramente alguien la estaba buscando, preocupado por ella. Pero no sabría a quién llamar y no quería traicionar los deseos de Ellie. Abrió el refrigerador otra vez y sacó el jugo de naranja. Se sirvió un vaso y bebió un sorbo mientras revolvía los huevos. Había buscado información de Ellie en su teléfono anoche mientras estaba acostada en la cama. Ella era una actriz galardonada con el premio Emmy, famosa filántropa, viajera mundial, portavoz de numerosas fundaciones y productos. Era una persona muy importante. Una persona que la gente definitivamente echaría de menos. Entonces por qué estaba aquí? ¿Porqué ahora? ¿Y por qué estaba sola? Ellie no había mencionado a un marido actual, ¿quién era Marco?


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"Buenos días." Maggie se volvió, sorprendida. Ellie estaba caminando, y el color en su rostro parecía vibrante, saludable. "Buenos días." Ellie se abrazó a sí misma y Lincoln trotando pasándola hacia la cocina donde estaban sus cuencos. Él lamió alegremente un poco de agua. Maggie dejó su jugo. "¿Café? ¿Jugo?" ¿Jugo?" "Jugo, por favor." Maggie le sirvió un vaso y se lo tendió con una sonrisa. "¿Dormiste bien?" Ellie tomó algunos sorbos y sonrió. Pareció pensar en su respuesta cuidadosamente. "Finalmente." "Bien. Realmente lo necesitabas." Ellie no respondió. Parecía estar perdida en sus pensamientos. "Hay una bata en el armario del dormitorio." Maggie se dio la vuelta para terminar los huevos. Los puso en un plato. Podía sentir que el silencio pesaba mucho, pero continuó cocinando, dándole a Ellie algo de espacio para su comodidad. La gente debe hacerle preguntas todo el tiempo. Tal vez necesitaba algo de silencio. Maggie se giró con el plato y su jugo en la mano. "¿Quién es Stacy Kimball?" Maggie dejó caer el plato y sintió que sus rodillas se debilitaban. Se agarró de la encimera por apoyo. Stacy. ¿Cómo sabía ella sobre Stacy? Maggie luchó por

respirar, avergonzada

por su reacción. Ellie estaba a su lado, ayudándola a enderezarse. "Lo siento mucho."


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"Los huevos." Maggie no podía creer que los hubiera dejado caer y roto el plato. Había hecho un desastre. desastre. Giró la cabeza mientras mientras se movía para coger la escoba. "Espera, espera." Ellie se mantuvo firme hacia ella. "No " No te preocupes por eso." Maggie se quedó quieta, consciente del toque de Ellie. Era fuerte y eso la sorprendió. Ellie podría ser pequeña, pero aún era poderosa. Provocó una descarga de adrenalina a través de ella. "No quise molestarte." Ellie apretó el antebrazo de Maggie. Maggie forzó una sonrisa. "No lo hiciste. Quiero decir — estoy bien." — estoy "No mientas." Ellie lo dijo tan suavemente que Maggie inclinó la cabeza para mirar sus labios. "Yo — " "No." Ellie puso un dedo en su boca. "Por favor, no mientas. No puedo soportarlo." Maggie la miró a los ojos. Ella temblaba de vulnerabilidad y de deseo. "Ella significa algo para ti," Ellie dijo. Bajó la mirada. "Siento haberme entrometido." Lentamente, Lentamente, se alejó, dejando a Maggie sin aliento. Ellie encontró la escoba y el recogedor. Se arrodilló y limpió el desastre mientras Maggie se quedaba parada, incapaz de moverse. "No necesitas hacer eso," Maggie dijo finalmente. Ellie tiró el desastre y devolvió el recogedor y la escoba. Luego abrió el refrigerador para agarrar más huevos. Estaba parada junto a la estufa, lista para cocinar. "Tal vez deberías sentarte. sentarte. Todavía te ves pálida." Maggie tragó contra la garganta g arganta ardiente. Casi dijo que estaba bien, pero recordó las palabras de Ellie. "No he escuchado su nombre pronunciado en mucho tiempo." Su aliento tembló mientras confesaba.


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Ellie no se volvió, sino que se quedó muy quieta. Maggie observó la parte posterior de su cabeza, rezando para que no hiciera contacto visual. Se sentía completamente abierta, completamente expuesta. Era lo que más evitaba y aquí le estaba ofreciendo su interior a una desconocida. "Ella debe haber sido muy especial." "¿Cómo — ?" ?" El nombre había salido de la nada, sorprendiéndola completamente. "La pintura," Ellie dijo. "La que está sobre la chimenea en tu dormitorio." dormitorio." Maggie sostuvo su jugo y bebió con cuidado. La acidez de él la trajo de vuelta al ahora. "Por supuesto." "Me gusta," Ellie dijo, partiendo un huevo en el sartén. "No puedo dejar de examinarla." "Ella era — es es — muy muy talentosa." Ellie movió los huevos con una espátula. "Puedes preguntarme," dijo. "Pregúntame cualquier cosa que tengas en mente." Maggie casi negó tener una pregunta. Miró hacia la encimera. Parecía más fácil para ambas hablar de espaldas. "¿Quién es Marco?" Oyó a Ellie detener su movimiento. Maggie esperó un momento y luego retrocedió, sabiendo que se había sobrepasado. "Lo siento. No debería haber preguntado." Ellie suspiró. "Él es mi manager." Maggie se terminó su jugo, sus nervios todavía superándola. "¿Por qué lo preguntas?" Estaba revolviendo de nuevo y sacando el tocino de la sartén.


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Maggie se puso a su lado, tendiéndole un plato nuevo. "Estabas hablando de él. Cuando te encontré." Ellie depositó los huevos y el tocino en el plato y Maggie los llevó a la mesa de la cocina, donde ya tenía preparados los platos y los cubiertos. Se sentaron una frente a la otra, y Maggie se encontró con sus ojos. Su ritmo cardíaco se aceleró y tuvo que obligarse a desviar la mirada. "¿Qué dije?" Ellie preguntó. Maggie vaciló. "Por favor no digas que no te acuerdas." "Está bien," Maggie suspiró. Ellie era intensa e insistente de una manera que nunca había experimentado. "Dijiste que no podías hacerlo más." Maggie sabía que había dado con algo. Ella no presionó. En cambio, dio un mordisco e intentó parecer tranquila. Ellie dio dos bocados y masticó lentamente. Se veía triste, ansiosa, con el ceño fruncido. Maggie no estaba segura de qué decir. Era obvio que Ellie estaba molesta, y estaba molesta consigo misma por haberlo causado. "Él me hace trabajar hasta la muerte," dijo finalmente después de tragar. "Me vende, sigue presionando y presionando." Maggie se quedó mirando sus ojos brillantes. Una lágrima cayó, una y luego otra. "Ellie, lo siento mucho." "No." Levantó la mano en señal de protesta. "No lo lamentes. No lo estés ni mucho menos.” Se secó las lágrimas y respiró hondo. "Te garantizo que me está persiguiendo en este mismo instante." "¿Es por eso que estás aquí?" Maggie preguntó.


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Ellie miraba por la ventana, viendo cómo el viento soplaba rocíos de nieve de los pesados árboles. No se giró para mirarla. Parecía perdida en su propio mundo. "Quería alejarme. Necesitaba escaparme ¿Eso está tan mal?” "No." Maggie apenas podía hablar. Su voz era débil por la emoción. Sabía exactamente cómo se sentía Ellie. "No lo es." "No le dirás a nadie verdad?" Se giró, la miró fijamente con ojos penetrantes. Maggie negó con la cabeza. "Sé que mi paradero valdría mucho dinero — " " "No me interesa el dinero." Ellie continuó mirándola. "¿En qué estas interesada?" "En asegurarme de que estés bien." Ellie tocó su vaso de jugo. "¿De verdad?" A Maggie no le gustó que las preguntas se volvieran hacia ella. No le gustaba estar bajo el microscopio de nadie, especialmente el de Ellie Falcon. Tenía un poder sobre ella, y la estaba asustando muchísimo. Algo en sus ojos, sus expresiones, la forma en que parecía sentir todo. Todo eso se combinó y atacó su caparazón. Buscando grietas, una forma de entrar. Sabía que no se detendrían hasta que encontraran una forma de infiltrarse. "¿Qué quieres decir?" Se movió y tomó otro bocado. El movimiento ayudaría a desviar su mirada. "Tu nobleza. El caballero blanco viniendo a mi rescate. Honesta, directa, de buen corazón. Todo Todo suena muy muy bien, pero es verdad? verdad?” ¿La estaba felicitando o insultándola? Tomó un trago e intentó calmar su acelerado corazón. "Supongo que tendrías que preguntarle a alguien que me conoce." "¿Como Stacy?" XWPColección: Página y Facebook

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Maggie se encontró con su mirada con una feroz propia. Ellie estaba empujándola, tanteándola. Estaba buscando algún tipo de reacción. Maggie ya le había mostrado demasiado. "Si puedes encontrarla, puedes preguntarle." Se levantó y recogió su plato. Cruzó la cocina y comenzó a limpiar. Sabía que Ellie estaba molesta y estaba pasando por muchas cosas. Entendía su necesidad de estar atenta. Pero causar daño, eso era otra cosa completamente diferente. diferente. "Lo siento." Ellie estaba parada detrás de ella, y Maggie decidió no darse la vuelta para mirarla. Prefería que simplemente se fuera. "Estoy sufriendo y me siento tan — no no sé — perdida. perdida. Me desquité contigo y lo siento." Maggie lavó las dos fuentes y los cubiertos. Los colocó en el secador de platos y comenzó con la espátula. Todavía podía sentir a Ellie detrás de ella. "Lamento estar aquí. Lo siento — " " "Tu presencia aquí no es un problema." Maggie cerró el grifo y se volvió para secarse las manos. Su tono era asertivo y firme. No iba a dejar que alguien entrara a su casa y la lastimara con el pasado. A ella no le importaba quién era esa persona. Ellie cerró la boca como si cambiara de opinión para hablar. Se veía frágil de nuevo. Y pequeña. Maggie sabía que sería tan fácil levantarla y llevársela, pero desechó la idea. No podía dejar que que su atracción por ella ella la superara. "Por favor quiero que sepas cuánto lo siento. No quise lastimarte —“ "¿No es así?" Ellie negó con la cabeza. "No." "Porque me pareció bastante claro." "No, por favor no pienses eso." XWPColección: Página y Facebook

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Maggie salió de la cocina y se dirigió a la sala de estar. Se ocupó con el fuego. Oyó que Ellie la seguía. "Maggie, me confundes." Maggie soltó una carcajada. Le lanzó a Ellie una mirada furiosa. "Ahora esa es una nueva." Ellie no titubeó. "Lo digo en serio. Eres tan amable y valiente, y no lo sé, tan malditamente buena. Tengo problemas para creerlo. Sigo esperando que tú — " " "¿Qué?" Ella apuñaló un tronco, cada vez más molesta. "Todo el mundo quiere algo mío. De mí. Todos quieren una pieza." Maggie se enderezó, mirando al fuego. "No soy todo el mundo." Ellie se adelantó para pararse a su lado. Extendió sus manos para sentir el calor. "Me estoy dando cuenta de eso." "No voy a preguntar nada de ti. No quiero nada." "¿Por qué no?" Maggie la miró y vio la inocencia en la pregunta. "Porque tengo todo lo que necesito." "Pero estás sola." Maggie se encogió de hombros. "¿Eso no te molesta?" "No." "¿Nunca?" "Estoy acostumbrado a eso." "No creo que pueda acostumbrarme acostumbrarme a eso." XWPColección: Página y Facebook

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"Sin embargo, arriesgaste tu vida para alejarte y estar sola." Ellie bajó las manos. "No te impresiono verdad?" Maggie la miró de nuevo, buscando sus motivos en los ojos. Cuando no vio ninguno, decidió ser sincera. "No." "No lo creo." "¿Es ese tu problema conmigo?" "No estoy acostumbrada a que me traten como a una persona." "Eres solo una persona." "Sé eso. Tú lo sabes. Pero — " " "¿Sí?" "Nada. No importa. Simplemente no estoy acostumbrada a gente como tú." t ú." "Y yo no estoy acostumbrada a gente como tú." "Supongo que no." Ellie se alejó. Maggie la observó caminar tranquilamente hacia el pasillo donde desapareció.

Capítulo Diez Ellie regresó a la habitación sintiéndose exhausta. Su corazón revoloteaba en su pecho con ansiedad, como lo hacía cada vez que tenía una escena difícil. Y cada vez que no estaba segura de si podía hacerlo, lograrlo, ir a por todas. Pero siempre lograba salir adelante. Esto, sin embargo, se sentía diferente. Esta era una persona, no una escena. Ella había lastimado a Maggie. Lo había visto en su cara. Parecía como si alguien la hubiera abofeteado. Y lo hizo. La había abofeteado verbalmente con Stacy.


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Ellie cerró la puerta suavemente detrás de ella antes de meterse en la cama. Un rasguño vino de la puerta, y se levantó para dejar entrar a Lincoln. Él se dirigió hacia la cama y se acomodó. Ellie cerró la puerta y se unió a él. Se extendió a su lado y le acarició la cabeza. Adoraba la suavidad de sus orejas y el suave ritmo de la respiración en el que ambos caían. ¿Por qué había lastimado a Maggie? ¿Por qué se había entrometido entrometido con Stacy? Lo odiaría si alguien se lo hubiera hecho. Entonces por qué le había hecho eso a Maggie? Porque quería saber. Y ahora que lo hizo. Maggie había estado enamorada de Stacy. Ella rodó sobre su espalda para mirar el techo. Maggie era gay. Ahora lo sabía y se sentía como el infierno. La gente siempre tenía tanta curiosidad por ella, y hacían todo lo posible por descubrir algo personal. Aquí ella se lo estaba haciendo a otra persona. Jugando juegos con sus emociones para descubrir información. Se sintió asqueada. ¿Podría Maggie alguna vez perdonarla? Debería? "No merezco el perdón," susurró mientras acariciaba a Lincoln. Él respondió lamiéndola y empujándola para que continuara. "¿Qué me pasa?" ¿Por qué me importa si Maggie es gay? Se sentó y presionó su palma contra su estómago. Estaba revoloteando. Y sabía la razón del por qué. "No." Ella negó con la cabeza, pero su corazón comenzó a galopar en su pecho. Se sentía atraída por ella. Tan en serio. "Oh Dios." Se deslizó fuera de la cama y corrió al baño. Se inclinó y se echó agua helada en la cara. Cuando se obligó a mirarse al espejo, vio a una mujer que no había visto en años. Una mujer atraída por otra mujer. Una mujer tan cautiva con otra que iría a los confines de la tierra por estar con ella. Vio a una mujer que creía haber dejado atrás hace mucho tiempo.


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"No puedo. Ahora no." Pero su reflejo no cambió. Se mantuvo firme. No habría ninguna negación en su corazón. Un hombre no podría ahuyentarlo. Un trabajo no podría mantenerlo a raya. Cuando sentía por una mujer, no había forma de detenerlo. "Pero lo he hecho tan bien," se dijo a sí misma. Pero esto era real y estaba sucediendo. Y sabía lo que tenía que hacer. "Tengo que salir de aquí." Salió del baño sin secarse la cara. Lincoln levantó su cabeza mientras ella abría el armario y comenzaba a ponerse capas de ropa. "Tengo que irme." Se puso un traje de esquí sobre su ropa. Se sentó y se puso unos gruesos calcetines de lana. Encontró un cajón de guantes y gorros. Cuando estuvo lista, se dirigió a la cama y besó a Lincoln. Luego abrió la puerta con cuidado. Caminó por el pasillo, los oídos captando por el ruido. Cuando estaba a medio camino de la sala de estar, oyó algo. Se detuvo y escuchó atentamente. Venía de la habitación a su derecha. Sin hacer ruido, se acercó y echó un vistazo por la puerta parcialmente cerrada. Maggie estaba sentada en un gran escritorio antiguo, escribiendo en una computadora portátil. Sus dedos se movieron tan hábilmente, tan rápido, que Ellie pudo ver que lo había estado haciendo durante años. Ellie la observó murmurar para sí misma mientras trabajaba. A veces se detenía y miraba por la ventana el blanco brillante. Entonces continuaría sin interrupción durante largos períodos de tiempo. Ellie quería saber desesperadamente lo que estaba escribiendo. Si ella fuera realmente Abigail Forrester. Pero ahora sabía que nunca lo sabría. Capturó su forma, sus manos trabajando. Dedos largos y delgados, manos y brazos fuertes. Estudió la fuerza en sus hombros, el fuerte ángulo de su mandíbula. La forma en que su espeso cabello a veces caía sobre sus ojos, haciendo que pasara sus manos a través trav és de él, estableciendo la luz del sol en los reflejos. Ellie quería pasar sus manos a través de él. Cepillarlo lejos de sus penetrantes ojos. Quería tocar su piel aceitunada y acariciar suavemente sus labios carnosos. Quería besar esa boca mientras se abría con un gemido de placer.


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Ellie casi hizo un ruido de deseo. Rápidamente, se alejó de la puerta y continuó su objetivo. Tenía que irse y ahora. Encontró el camino hacia la puerta, a través del cuarto del vestíbulo. Allí encontró botas de nieve, varios pares. Se sentó en el banco y se puso un par. Eran demasiado grandes, pero servirían. Luego se levantó y se puso un abrigo grueso. Subió la cremallera y se aseguró de que sus guantes y su gorro estuvieran bien ajustados. Luego miró las raquetas de nieve. Agarró un par y miró hacia atrás. Lincoln la estaba mirando. "Lo siento, chico." Abrió la puerta y jaló. El porche estaba despejado, pero los escalones estaban cubiertos. Había una pala para cavar, pero no tenía tiempo, y temía que Maggie oyera el ruido. Se giró, escuchando un rasguño. Era Lincoln. Estaba pateando la puerta. "Lo siento, amigo." Ella le lanzó un beso y se dirigió cuidadosamente hacia los escalones. Calmó sus nervios lo mejor que pudo y respiró en el frío. Dio un gran paso hacia la nieve y medio caminó, medio se deslizó abajo por los escalones. Cuando llegó al final, se tranquilizó y calmó su acelerado corazón. El frío le recordó el SUV y casi se asustó. Sabía que no debería estar fuera, pero tenía que intentarlo. La casa de Frank no estaba lejos y el clima estaba bien en este momento. Si pudiera llegar, estaría bien. Se metió en las raquetas de nieve, se las abrochó y se dirigió hacia la casa de Frank. Caminar era incómodo al principio, pero pero pronto lo dominó dominó y se movió lo más más rápido que pudo. Ella se mantuvo en lo que parecía un camino cubierto de nieve reciente. Sabía que Maggie la encontraría fácilmente, pero temía caminar hacia el bosque. Había experimentado la congelación hasta casi morir y temía una experiencia similar. "Entonces qué demonios estoy haciendo aquí afuera?"


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Siguió empujando, esperando que su intento de lograrlo diera resultado. Solo tenía que llegar antes de que Maggie notara que se había ido. Si llegaba a la casa de Frank, podría demostrar que estaba bien. Encontraría la llave escondida, entraría y encendería un fuego en la gran estufa de leña. La cabaña de Frank no era tan grande ni tan bonita como la de Maggie, pero Ellie podía arreglárselas. Solo tenía que esperar que pudiera lograrlo y que Maggie mantendría su ubicación en secreto. Maggie no parecía del tipo de venderla. Parecía creerle cuando dijo que no quería nada de ella. Mientras el frío cortante atacaba, pensó que tal vez podría haber tratado de confiar en ella. "No era ella lo que me preocupaba." Mientras hablaba luchaba por respirar. El viento estaba aumentando y el sol estaba cubierto de nubes. Le ardían las piernas, casi tanto como sus pulmones. La elevación le estaba pasando factura. Y la cabaña de Frank estaba más arriba en la montaña. Se detuvo y miró hacia arriba. Todavía no podía ver el lugar. Podría haber jurado que estaba más cerca. Siempre había sido capaz de ver el techo de Maggie desde el porche de Frank, Frank, y siempre había admirado admirado la casa y se se preguntaba quién vivía vivía en ella. Entonces dónde estaba la casa de Frank? Se inclinó e intentó recuperar el aliento. Tenía que hacerlo. Tenía que lograrlo. Miró al cielo y vio que los nubarrones se hacían más fuertes. La nieve comenzó a caer mientras parpadeaba. Mierda. Tenía que moverse. Continuó, todo en ella gritando por misericordia. Sus manos temblaban, no por el frío sino por la debilidad. No había terminado su desayuno, y no estaba completamente recuperada. Mierda. ¿En qué estaba pensando? Sus rodillas se sentían como gelatina, y cada vez era más difícil salir de los agujeros que estaba creando. Dio un paso y pensó en la cara de Maggie. Dio un paso nuevamente y se perdió en sus ojos ardientes. Se cayó hacia adelante ad elante y pensó en su sonrisa, su boca llena y su su ondulado cabello oscuro. oscuro. XWPColección: Página y Facebook

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"Tengo que seguir adelante." Trató de levantarse, pero se hundió en la nieve. No iba a lograrlo, pero tampoco podría sobrevivir a Maggie. "Oh, Dios." Rodó sobre su espalda y cerró los ojos mientras la nieve la asaltaba. Ella se dejó caer. Solo dejarse caer, caer, caer. Estaba demasiado débil d ébil para regresar. Demasiado débil para continuar. Maggie. Se acurrucó sobre su costado. Ella quería a Maggie. No podría luchar contra eso. Ella la deseaba. "Oh, Dios." Estaba tan débil que sonrió en la nieve. No importaba ahora. Ella podía admitirlo. admitirlo. "La quiero." Ella se rió. Histérica. Estaba histérica. Cerró los ojos otra vez y escuchó un ruido en la distancia. Fue constante, zumbando. Estaba demasiado cansada para preocuparse. Comenzó Comenzó a temblar y quería desesperadamente desesperadamente dejar de sentir. El frío era demasiado feroz. El mundo se volvió brumoso. El blanco se borró en el olvido. Se acostó de espaldas y cerró los ojos. Se sentía tan bien, tan segura, tan tranquila. "¡Ellie!" Llamó una voz como si estuviera al final de un túnel. Un motor zumbaba. Abrió los ojos y vio que la moto de nieve se detenía a su lado. Maggie saltó, se quitó los lentes y se arrodilló junto a ella. "Ellie, Jesucristo." Jesucristo." Ellie se concentró en su rostro e intentó extender la mano y tocarla. "Maggie." "¿Estás herida?" Maggie la estaba observando con ojos salvajes. "Tienes frío otra vez. Vamos.” Maggie la levantó con lo que parecía una gran facilidad. Ellie se derritió en ella, acariciando su cuello. "¿Puedes montar?" Maggie la sentó en la máquina y la vibración volvió a despertar los sentidos de Ellie. Ella asintió. Maggie le quitó las raquetas de nieve y se subió. Luego dio XWPColección: Página y Facebook

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media vuelta y aceleró, y Ellie estaba una vez más indefensa, inclinándose hacia ella, abrazándola lo mejor que pudo. Pensó en luchar contra eso, pero estaba demasiado cansada y la presión del fuerte cuerpo de Maggie se sentía ... bien. Montaron en silencio, y Ellie estaba fría y cansada de su caminata. Estaba sorprendida de lo lejos que había llegado. Maggie había tenido que recorrer un buen camino para para alcanzarla. Disminuyeron la velocidad cuando llegaron a la cabaña y Maggie estacionó cerca de la casa donde había estado la última vez. Apagó el motor, arrojó las raquetas de nieve a un lado, y se bajó. "¿Estás bien?" Le ofreció su mano. Su cara estaba roja por el viento y el frío, y Ellie se dio cuenta de que no había usado sus lentes en el camino de regreso. Ellie tomó su mano, pero se sintió avergonzada. Había hecho algo realmente estúpido. De nuevo. Y ahora Maggie tuvo que venir a rescatarla una vez más. Maggie la tomó de la mano y la ayudó a ponerse de pie. La abrazó mientras subían los escalones. Ellie casi se derrumbó cuando entró al vestíbulo y sintió el calor de la casa. Se apoyó en la pared mientras Maggie se arrodillaba para quitar la botas de ambas y luego se levantó y quitó sus chaquetas. "Vamos a calentarte." Maggie la acercó y la condujo al dormitorio principal. La ayudó ayudó a meterse a la cama cama y le desabrochó el traje de nieve. Traté de llegar a la casa de Frank, ” Ellie dijo mientras Maggie suavemente le quitaba la ropa. “

"Lo sé." "Pensé que podría lograrlo. Realmente lo hice." Maggie la ayudó a pararse. Sus ojos se habían calmado, pero todavía mostraban preocupación. "Necesito quitarte esto. Estás empapada."


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Ellie asintió e intentó hacerlo ella misma, pero sus manos temblaban demasiado. Maggie la detuvo con su propia mano. "Déjame." Maggie jaló hacia abajo. Ellie se sostuvo de los hombros mientras salía de él. "Lo siento." Maggie la miró a los ojos, buscando. Pero en lugar de hablar, retiró las mantas y la ayudó a acostarse. Luego se quitó su ropa de invierno y se metió en la cama junto a ella. Ellie saltó un poco con sorpresa, pero Maggie solo la acercó más, respirando sobre su cuello. "Nuestro calor corporal te calentará." Ellie no podía creer lo que estaba sucediendo. Maggie la estaba sosteniendo en sus brazos. Y ella se sentía tan malditamente bien. Tan malditamente malditamente caliente. Ellie gimió de placer y se acurrucó más cerca. El cuello de Maggie estaba húmedo de sudor y Ellie quería probarlo. Quería sentarse a horcajadas en su pierna y presionar la suya entre las de Maggie. Pero yacía muy quieta, rezando para que Maggie no pudiera sentir su acelerado corazón. "¿Por qué te fuiste?" Maggie preguntó. Ellie cerró los ojos, preguntándose por qué diablos se había ido. Había sido para huir de Maggie, pero ahora no podía imaginar querer estar en otro lugar. Estaba allí en sus brazos y se sentía tan maravilloso. maravilloso. "Sé que dijiste que querías ir a la casa de Frank, pero por qué? ¿Por qué irte así? ¿Por qué ponerte en peligro?” Ellie parpadeó ante su ímpetu. Estaba agradecida de no poder ver su rostro porque sabía que la verdad la habría habría delatado. "Yo — " " "Si soy yo puedo desaparecer." "No." Ellie dejó escapar un suspiro de pánico. El calor entre ellas estaba creciendo, y Ellie estaba empezando a extasiarse. "¿Dije algo para molestarte?" XWPColección: Página y Facebook

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"No." Ellie no pudo soportarlo más. Tenía que moverse o estallaría de deseo. "Solo necesitaba estar sola." Maggie relajó su agarre. No habló por un momento. "Puedo dejarte sola." Maggie comenzó a alejarse, pero Ellie la tomó del brazo. "No. No lo hagas.” Su corazón latió con fuerza cuando Maggie la miró a los ojos. "Pero acabas de decir — " " Ellie luchó por encontrar las palabras. "No me refiero a ti. No tú." Maggie estaba buscando en su rostro. "No entiendo." Ellie tembló pero no por el frío. Estaba cálida ahora. Caliente. Su sangre palpitaba contra su piel. La boca de Maggie la llamaba. La atraía. No podía mantenerlo adentro por más tiempo. "No quiero que me dejes sola." Maggie tragó y su pulso saltó en su cuello. "De acuerdo." Una lágrima resbaló por la cara de Ellie, y se odió por eso. Odiaba que llorara cuando estaba herida. "Quiero que todo el mundo me deje a solas ... pero no tú." Maggie extendió la mano y apartó la lágrima. El contacto hizo que Ellie respirara temblorosamente. temblorosamente. "Entonces por qué te fuiste?" "Porque si." Maggie la miró tan llena de inocencia y vulnerabilidad que casi aplastó su corazón. Otra lágrima vino y luego otra. Su garganta se apretó y ardió. "Porque te quiero. Y eso me aterra por completo."


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Ellie temblaba toda, tratando de contener sus emociones. No había dicho esas palabras en veinte veinte años. No se había sentido así en veinte años. Y todo se precipitó de vuelta en un instante. Cerró los ojos, incapaz de aceptar la reacción de Maggie. No podía mirarla ahora, no con todo su corazón expuesto. Ella sería capaz de ver todo. Sintió a Maggie respirar, largo y lentamente. Sintió que su corazón latía fuertemente debajo de su antebrazo. Y luego con otro largo aliento, la sintió temblar. Ellie abrió los ojos. Maggie la estaba mirando con lo que Ellie reconoció como puro deseo. Otro largo suspiro y luego la mirada desapareció, perdida en el abismo de la tristeza. Ahora había miedo. Pánico. Una pared apresuradamente construida. Ellie conocía esa mirada, esa sensación de caer demasiado rápido sin saber si había una red. Sostuvo a Maggie con más fuerza al sentir que se alejaba. "Tengo que ir a preparar una cena temprana. Necesitas algo caliente." Ellie la dejó moverse, pero la agarró del brazo. "Yo — " " "No, por favor," Maggie dijo, incapaz de sostener su mirada. "No tienes que decir nada." "Si tengo." "Sal cuando te sientas descansada. La cena será en aproximadamente aproximadamente una hora." "Maggie. Lo siento." Maggie se detuvo, dejando que sus manos cayeran a lo largo de sus costados. "No necesitas disculparte." "Creo que debo."


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"No lo hagas." Salió de la habitación sin decir una palabra, dejando a Ellie sola en la cama.

Capítulo Once Maggie trató de armarse de valor contra la encimera de la cocina, pero estaba fallando miserablemente. Su cuerpo todavía temblaba y su piel ardía de deseo. Había estado tan cerca de besarla. A un simple latido de distancia. Pero la razón la había vencido. Ellie era famosa, huyendo y fugaz. Maggie no podía tener un romance relámpago con ella. Se habría ido en días, si no antes. ¿Y entonces qué? No, Maggie no podía permitirse el lujo de hacerse eso a sí misma. No creía en las aventuras de una sola noche. No entendía cómo la gente lo hacía. Abrirse así y luego cerrarse de nuevo como si no significara nada. No, no era para ella. ella. Se apartó de la encimera y se ocupó en preparar la cena. Todo el tiempo recordando lo que había sucedido. Su corazón todavía estaba acelerado y su cuerpo vibraba, por lo que abrió su favorito Joseph Phelps Cabernet Sauvignon, sirvió un poco en una copa y bebió unos sorbos abundantes. Luego encendió el estéreo y encontró a Julie London en su lista de reproducción. Se calentó con el vino y comenzó a relajarse. Sus pensamientos, sin embargo, permanecieron en Ellie, y decidió hacer que la estancia de Ellie fuera lo más agradable posible y luego se despediría e intentaría olvidarla. Consideró esto mientras comenzaba a preparar el chile de pavo. Olvidar a Ellie sería imposible. Se estaba engañando a sí misma por pensar lo contrario. Pero tenía que intentarlo. Picó las cebollas de la tabla de cortar y la puso en la sartén. Luego comenzó con los pimientos, picarlos y luego deslizarlos en el sartén donde los revolvió.


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Se detuvo y tembló nuevamente al recordar las palabras de Ellie. "Te quiero." Ella había estado tan seria, tan vulnerable. Maggie sabía que probablemente no pronunciaba las palabras a menudo. Había estado demasiado sensible. Incluso había caminado por la nieve para evitar tener que decirlas. Tal vez Ellie estaba realmente sola, igual que ella. De manera deliberada pero inevitable. Maggie terminó de cocinar los pimientos y las cebollas y las vertió en la cacerola. Revolvió el contenido mientras ajustaba la hornilla. Luego agregó los tomates guisados y los frijoles. Bebió un sorbo de vino mientras se ocupaba de dorar el pavo picado y agregó el chili sazonado con un poco de agua. Cuando eso estuvo terminado, lo agregó a la olla, lo mezcló todo, ajustó la hornilla nuevamente y la cubrió con la tapa. "Huele bien." Maggie se giró para encontrar a Ellie recién duchada y vestida con un par de jeans y uno de los suéteres de Maggie. Era Era holgado en su pequeño cuerpo, pero la vista emocionó emocionó a Maggie de todos todos modos. modos. "Espero que no te importe," Ellie dijo, tocando el suéter. "Para nada." Maggie ya estaba sonrojándose un poco del vino, pero sintió que se calentaba más al ver a Ellie en su suéter. Ellie hizo un gesto hacia la olla. "¿Qué estás haciendo?" "Chili de pavo." Maggie se sirvió más vino y luego levantó una copa hacia Ellie. "¿Cabernet?" Ellie se acercó. "Por favor." Maggie le sirvió un poco y luego sonrió, pero todavía estaba nerviosa como el infierno. Se recordó a sí misma respirar profundamente, pero temía marearse y XWPColección: Página y Facebook

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caerse. En cambio, se aferró a la encimera, temerosa de estar cerca de Ellie por miedo a tomarla tomarla en sus brazos brazos y llevársela a la habitación. "Me muero de hambre," Ellie dijo mientras tomaba un largo sorbo. "¿Te importa si voy a revisar el desván?" Maggie casi dijo seguro, pero luego recordó sus premios y otros artículos que mantenía allí. Se sabría su secreto. Pero ya le había dicho a Ellie que podía ir. "Por supuesto que no." Ellie sonrió. "Gracias." Dejó su vino y cruzó la sala de estar hacia las escaleras traseras. Se abrió paso y desapareció. Maggie tomó su copa y fue a sentarse junto al fuego. Todo su mundo estaba siendo sacudido, y ella no estaba segura de qué hacer al respecto. Más importante aún, no estaba segura de querer hacer algo al respecto. Lincoln entró trotando a la habitación y luego subió las escaleras traseras para seguir a Ellie. Maggie levantó su copa hacia él, se rió un poco, y luego se reclinó para relajarse. Decidió dejar que su mundo girara a su alrededor.

Capítulo Doce Ellie se detuvo y se quedó mirando una vez que llegó al piso superior. El desván era enorme y espacioso, con grandes ventanas horizontales que mostraban la nevada. Los libreros se alineaban en las paredes, y cuando accionó el interruptor de la luz, las lámparas de banquero verde rozaron los rincones con luz. Caminó asombrada, tratando y fallando en adivinar cuántos libros tenía Maggie en la biblioteca. Lincoln pronto se unió a ella, y él corrió hacia una silla de cuero en una esquina y se acurrucó en una bola en el cojín. Ellie pasó las puntas de los dedos por los lomos librero tras librero. Esperaba encontrar mayormente mayormente ficción, como en su propia biblioteca, una colección de lo que ya había leído, pero en cambio encontró conocimiento en todo


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momento. Libros de anatomía, ciencia, medicina forense, psicología, bioarqueología, genética, medio ambiente, gobiernos, historia, física y un librero completo dedicado a la época victoriana. Junto a eso había un escaparate de libros antiguos. Poe, Dickens, Bronte, Collins, Hardy, Wilde y más. Sabía, sin abrir el caso que eran objetos de colección y muy valiosos. Pensó en Abigail Forrester y en cómo su personaje principal estaba obsesionado con el Londres victoriano. Su ritmo cardíaco se aceleró cuando llegó a un librero dedicado exclusivamente exclusivamente a los libros de Abigail Forrester. Ellie escaneó los libros y sabía con certeza que todos los libros que Abigail había escrito alguna vez estaban allí. Y luego sus ojos se posaron en el siguiente librero. Los premios se alinearon en los dos estantes superiores, y supo antes de leer el nombre que era cierto. Maggie era Abigail Forrester. "Oh, Dios mío." Su mano fue a su pecho. Todos los premios decían Abigail Forrester. "Es ella. Es realmente ella. ” Se dejó caer en una otomana. La escritora que la había conmovido como ninguna otra era Maggie. No podía creerlo. De todas las personas en el mundo que la encontraron, Maggie había sido la indicada. "Increíble," le dijo a Lincoln, quien levantó la cabeza. Ellie se puso de pie, trató de prepararse y luego bajó las escaleras. Tenía mucho que necesitaba decirle a Maggie.

Capítulo Trece "¿Cómo te sientes?" Maggie preguntó mientras Ellie bajaba las escaleras con Lincoln. Ella se veía bien, pero sus ojos habían cambiado. Eran menos cautelosos de lo que habían sido antes. Ahora estaban más plenos, más intensos. Y tan exquisitamente exquisitamente hermosos.


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"No estoy segura." Recuperó su copa de vino y se sentó en el extremo opuesto del sofá de Maggie. "Maggie, no sabes cuántas veces me has salvado de volverme completamente loca." "¿Disculpa?" "Eres Abigail Forrester." Maggie tragó saliva. Sabía que estaría expuesta. Ahora aquí estaba ella en el momento, y no estaba segura de cómo se sentía. Luchó contra el pánico. "Sí." Ellie sonrió y dejó su vino sobre la mesa de café. Juntó sus manos. "Esto es tan increíble. No tienes ni idea. Ni idea de cuánto significa tu trabajo para mí. Siento que te conozco." Y luego, tan pronto como lo dijo, se detuvo, y una expresión de terror apareció en su rostro. "Oh Dios mío. Lo siento mucho. La gente me dice eso todo el tiempo, y nunca sé qué decir aparte que agradecer. Y ahora aquí te lo estoy diciendo." Se frotó la sien. "Maggie, he entrado y he arruinado por completo tu pequeño y tranquilo mundo." Maggie estaba desconcertada por todo lo que había dicho. Se sentía expuesta y emocionada. Odiaba pensar que Ellie pensaba que había arruinado algo. "No has hecho nada malo, Ellie." Ellie la miró por un largo momento y luego miró afuera por la ventana. Nevaba de nuevo y el viento aullaba entre los árboles, la tarde clara era un recuerdo lejano. Julie London cantaba sobre el amor, y Maggie deseó que el vino fuera más fuerte. "Siento que lo hice." Se pasó las manos por el pelo. Todavía estaba algo húmedo, y Maggie juró que podía oler el champú desde donde estaba sentada. "No lo has hecho." "Yo solo — tus palabras me han conmovido. Tus historias me han llevado lejos cuando más lo necesitaba. No puedo explicarte lo agradecida que estoy contigo, por todo. Tu escritura, tu rescate, tu amabilidad. ¿Cómo podré pagarte alguna vez?”


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Bésame.

Maggie no pudo evitar sonreír ante la idea. Lo cubrió rápidamente bebiendo más de su vino. Ellie lo vio y se abalanzó. "¿Qué fue eso?" Maggie se hizo la inocente. "¿Qué fue que?" "Tienes una hermosa sonrisa. Además de una mente hermosa." Su mirada era tan penetrante como sus palabras. Maggie se sintió derretirse. Rápidamente, se levantó y se dirigió a la cocina. Sacó platos y vació el chili para las dos. Esperó a que Ellie la siguiera o hablara, pero ninguno de los dos pasó. Tal vez podrían cambiar el tema ahora. Esperaba Esperaba eso. Espolvoreó queso sobre el chili, tomó dos cucharas y servilletas, y caminó hacia el sofá. Puso el de Ellie sobre la mesa y mantuvo el suyo en sus manos mientras regresaba a su asiento. "Realmente no te gusta hablar de ti, ¿verdad?" Ellie sonrió maliciosamente mientras alcanzaba su plato. Maggie sopló sobre un bocado, dijo, "No," y luego se lo metió para masticar. "¿Por qué no?" Ellie también sopló un bocado antes de comérselo. "¿No podemos simplemente olvidarlo?" Ellie negó con la cabeza. "No. Quiero saber." "¿Y siempre te sales con la tuya?" "Cuando estoy decidida." Maggie se rió. "Supongo que estoy en problemas entonces." "No tienes ni idea." Ambas comieron un poco más, y Maggie otra vez bebió su vino. XWPColección: Página y Facebook

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"Todavía no has respondido," Ellie dijo. "Guau, de acuerdo." Maggie tragó saliva. "No me gusta hablar de mí porque me hace sentir incómoda." "¿Por qué?" "No lo sé." "¿No te gustas tú misma?" Maggie se rió un poco y jugó con su comida. "Me gusto bien." "¿Te preocupa que otros no lo hagan?" Ellie estaba metiéndose en ella, y Maggie se sentía impotente bajo su mirada. "Maggie, eres maravillosa." maravillosa." Maggie se retorció. "Simplemente acéptalo." Ellie le ofreció una sonrisa suave, y luego se desvaneció lentamente mientras estudiaba estudiaba la cara de Ellie. "Alguien te ha lastimado verdad? Te hizo sentir que no eres suficiente." Maggie se giró para mirar por la ventana. Respiró profundamente, sus emociones en aumento. Ellie lo sintió. "Entiendo. Me ha pasado lo mismo. Y sé cómo te sientes en este momento. Abrumada, fuera de control, completamente vulnerable." "¿Cómo lo sabes?" Maggie preguntó, con voz débil. "Porque siento lo mismo." Ambas se callaron por un momento. Maggie se encontró con su mirada y vio la verdad.


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"No tenemos que hablar de eso," Maggie dijo. Por favor, no podría soportar más. Sus paredes cuidadosamente construidas se estaban desmoronando, una tras otra. "Necesito hacerlo. Necesito explicarlo.” Ellie estaba ahuecando su copa y mirándola como si le dijera el futuro. "Estuve casada," dijo. Maggie escuchó en silencio. "No fue un buen matrimonio. Fue para el espectáculo. Rara vez lo vi, y cuando lo hice, fue difícil. Llevamos vidas separadas." separadas." "Te divorciaste ¿no?" A Maggie no le gustó el dolor que vio en sus ojos. "Lo hice. Pero ahora tengo la presión de salir y, sinceramente, no quiero hacerlo." "¿Puedo preguntarte por qué no quieres salir?" Ellie pasó la punta de su dedo por la parte superior de la copa. "Porque la persona que quería quería se casó hace años." años." Maggie dejó que eso se asentara, y lo sintió por ella. No solo el murmullo del deseo sino también su corazón y el mundo en el que vivía. Entretenía a millones, pero ella era tan triste. "Lo siento." "Tú entiendes. Sé que lo haces. Lo vi en tu cara." Ellie la miraba con esos ojos brillantes, atrayéndola. atrayéndola. Maggie se aclaró la garganta. "Sí." "Pero no quieres hablar de eso." "No — no no quiero." "Es muy doloroso ¿no?" XWPColección: Página y Facebook

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Maggie se obligó a respirar. "Sí." Ellie se quedó mirando hacia el fuego. "Ella era mi compañera de cuarto en la universidad." Maggie no habló; solo la miraba, deseando desesperadamente desesperadamente sostener su mano. Pero no se atrevió a moverse. Al tocarla, sabía que la enviaría sobre el borde y no podría podría detenerse. "Me enamoré tan fuerte y tan rápido. Ella me tuvo en el momento en que entró por la puerta." puerta." Maggie tomó un sorbo de vino, dejó el plato y cruzó las piernas. El aire estaba cargado de pasiones de antaño. Esperó con la respiración contenida. "Ella me tomó por completo. En cuerpo y alma. Nunca había sentido algo así antes o después." Ellie tenía una mirada lejana en sus ojos, el fuego reflejado en sus iris. "Ella suena especial." Ellie sonrió, pero fue una sonrisa nostálgica. "Lo era. Mucho. Tan apasionada, llena de vida. Audaz. Era todo lo que quería alcanzar y tener para mí. Estaba maravillada por ella." El vino había saturado el cuerpo de Maggie, y ahora se derramó en su psique. De repente, no estaba tan asustada. De repente, quería estar más cerca de ella. Ellie se encontró con su mirada, y Maggie juró que podía leerla. Su intención era potente y se filtraba a través de su piel. Pero Ellie no se movió. Simplemente se quedó mirando. Los segundos transcurrieron, espesos y pesados. "¿Alguna vez has querido tanto a alguien que literalmente duele?" Ellie dijo. Maggie tragó saliva. "Sí."


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"Quieres todo, todos de ellos. Quieres tocar, probar, inhalar. Consumirlos de todas las maneras posibles." Maggie podía sentir su corazón latir en sus oídos. "Sí," dijo. Ellie colocó su copa de vino sobre la mesa de café. Se movió para pararse frente a ella. Sus ojos mantuvieron cautiva a Maggie. "Sé que lo sabes. Y lo estás sintiendo ahora mismo.” Cogió la copa de vino de la mano de Maggie y la colocó junto a la suya. "Yo — " " "Shh," Ellie dijo. "No quiero que hables. Quiero que mires." Se deslizó el suéter por encima de su cabeza. La mirada de Maggie se posó en sus pechos desnudos, pequeños y tensos. "¿Estás viendo?" Maggie asintió. Todo su cuerpo ardía mientras tocaba suavemente su piel con sus ojos. La mirada de Ellie la estaba consumiendo mientras se desabrochaba los jeans y dejaba que cayeran de sus caderas al piso. Ella los echó a un lado con facilidad. No llevaba ropa interior. Luego se pasó las manos por el torso hasta los pechos. Rozaron ligeramente los pezones de color rosa, endureciéndolos al momento. "¿Me quieres?" Preguntó con voz ronca. Maggie apenas podía respirar. Se había derretido en el sofá. "Sí," susurró. Se movió hacia ella y se sentó a horcajadas sobre su muslo, presionando hacia adentro. "Bien," dijo. Arqueó su espalda mientras movía su centro contra ella. "Ahora quiero que sientas." Ella tomó las manos de Maggie y las colocó sobre su cuerpo. Maggie inhaló bruscamente ante la sensación increíblemente suave de ella. Vio como la carne de gallina se alzaba en ella mientras pasaba sus manos XWPColección: Página y Facebook

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arriba y abajo, acariciándola suavemente. Ellie la quemaba con la mirada mientras se movía de nuevo, meciéndose contra su muslo. Gimió, y su piel cremosa se sonrojó en su pecho y sus mejillas. "Bésame," dijo. "Bésame o voy a venirme por toda tu pierna." Se inclinó mientras Maggie alzaba las manos hacia su cabello. Se unieron con fuego, los labios presionados y las lenguas buscando. Maggie gimió con un ansía que no sabía que tenía. Se sumergió en ella una y otra vez, y Ellie gimió en ella, amándola. "Sí," dijo mientras anudaba sus propias manos en el cabello de Maggie y jalaba. Se sentó encima de ella, con la boca abierta con un deseo desapasionado, ojos ardientes hacia ella. "Bésame como si fuera la última noche sobre la tierra." Soltó su agarre y bajó para otro beso. Rodeó los labios de Maggie con los suyos, chupando y tirando con los dientes mientras su lengua probaba y provocaba. Maggie Maggie hizo lo mismo a cambio, y lucharon, ambas buscando el dominio. Maggie pasó las uñas por la espalda cuando comenzó a moverse otra vez. Ellie se arqueó hacia ella, apartando la boca para gemir. Maggie tomó un ansioso pecho en su boca y chupó. Ellie gritó y jaló de su cabeza, con la mano en el pelo, sosteniéndola contra ella. "Sí," susurró. "No ha," jadeó, moviéndose más rápido, "ha sido tocado en tanto tiempo — " Maggie sabía que estaba cerca de llegar al clímax. Se apartó y colocó sus manos en sus caderas, inmovilizándola. "No," dijo. Ellie se quedó quieta, con el pecho agitado. Se veía tan hermosa con el deseo rozando su piel y oscureciendo sus labios. "No de esta manera." Maggie la apartó y se puso de pie. La levantó rápidamente y la puso en el sofá. Luego se arrodilló ante ella y le separó suavemente las piernas. Ellie no habló, no dijo una palabra. Simplemente sostuvo su mirada y pasó sus dedos por el cabello de Maggie.


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Maggie envolvió sus brazos alrededor de sus piernas y la acercó más. Le besó el muslo, la mordió suavemente. Ellie apretó su agarre y sostuvo su espalda fuera del sofá. Estaba anticipando, adolorida, y Maggie lo sabía. Se movió al otro muslo y subió más ... más cerca. Ellie se desplomó contra el sofá mientras se quedaba quieta. "Por favor," dijo. Maggie bajó a su carne sedosa y se deleitó. Ellie gritó y se meció contra ella. "Oh Dios," dijo y condujo a Maggie aún más arqueando su espalda y mordiéndose el labio inferior. Su sabor era dulce, como el néctar de una mariposa, y Maggie disfrutó de ello, girando su lengua alrededor de su clítoris. "Maggie," Ellie jadeó. "Tómame. Tómame en tu boca." Maggie lo hizo, y todos los músculos del cuerpo de Ellie se tensaron a la luz del fuego. Se mecía y mecía, con la cabeza echada hacia atrás, el cuello grácil tenso, la boca abierta pero silenciosa. Maggie la abrazó con fuerza tanto en sus brazos como en su boca. La chupó y presionó con su su lengua. Cuando se vino, gritó largo y fuertemente, su voz ronca por la tensión. Sus dedos se clavaron en el cabello de Maggie y la sostuvo firme mientras sacudía los efectos duraderos del orgasmo. Por fin, ambas se calmaron y Maggie la soltó delicadamente. Se desplomó sobre su muslo y la observó. Ellie yacía flácida, el pecho todavía se levantaba con alientos irregulares. Cuando miró a Maggie, se incorporó y la jaló hacia ella. Sostuvo su rostro y la miró a los ojos. "Gracias," dijo tan suavemente que Maggie apenas la escuchó.


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Maggie la besó y sintió el temblor de su cuerpo agotado. Ellie le devolvió el beso como si estuviera probando a Maggie por primera vez. Gimió ligeramente con obvio placer antes de alejarse. "Te quiero, Maggie." Maggie la miró a los ojos y vio su alma. Su alma dulce, bella y apasionada. "Te quiero en todas las formas posibles. Quiero darte lo que te has estado negando por tanto tiempo." "Quiero hacer lo mismo por ti," Maggie dijo. Ellie dio una sonrisa torcida. "Acabas de hacer un gran trabajo." "Amé cada segundo." Ellie acarició su mejilla con su pulgar. "Ven aquí." Se levantó y jaló suavemente de Maggie de la mano. Ellie extendió las mantas sobre la alfombra frente al fuego. El corazón de Maggie comenzó a acelerarse nuevamente mientras la miraba. Su cuerpo ágil era fuerte, más fuerte de lo que Maggie había pensado. Se movió con facilidad, y sus músculos se flexionaron en su espalda mientras arrojaba cojines del sofá sobre la manta. "Estás haciendo un nido de amor," Maggie dijo. Ellie se quitó el cabello errante de su cara mientras sonreía. "Lo estoy. ¿Te importaría unirte a mí?” Pasó una mano juguetona por el abdomen de Maggie mientras se apresuraba a pasar junto a ella para apagar las lámparas. Regresó a las mantas y se sentó, poniéndose bajo un pesado vellón. Se apoyó sobre un codo. "Necesito a alguien que me mantenga caliente." Dio unas palmaditas en el espacio junto a ella. Maggie grabó la imagen y las palabras en su mente. Quería recordarlas para siempre. Quería recordar cómo se sintió en ese momento para siempre. XWPColección: Página y Facebook

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Se movió hacia la alfombra y tiró de la manta. Ellie la recibió con un cálido y suave beso mientras las cubría a ambas, insistiendo en que Maggie se acostara de espaldas. "Quiero tocarte en todas partes," dijo mientras acariciaba su rostro. Maggie sintió que su mano se deslizaba sobre su suéter y su camiseta para acariciar su abdomen. Inhaló ante el toque, tan delicado, como una pluma besando su piel. piel. "¿Cuánto tiempo ha pasado?" Ellie preguntó. "¿Desde que te han tocado?" Maggie estaba hipnotizada por sus ojos. "Años." "¿Cuántos?" Ella sonrió a sabiendas. "Sé que sabes. Tú lo sabes todo. El día que ella se fue, qué llevaba puesto. Todo ello." "¿Como sabes eso?" "Porque recuerdo lo mismo. Cada detalle. Algo así se queda contigo." Maggie nunca se había sentido más expuesta o más comprendida que en ese momento. "Ocho," dijo. La mano de Ellie se deslizó más hacia arriba. "Digo que hagamos un nuevo recuerdo. Algo tan increíble que supere lo viejo. Qué te parece?" "Me parece realmente bien." "¿Realmente bien?" Ellie se rió. "Es difícil hablar cuando me tocas." Ellie se movió sobre ella, deslizando su muslo entre las piernas de Maggie. Su mano seguía provocando y acariciando, ahora sobre su sujetador. "Bueno, es una pena. Me gusta oírte hablar." Maggie sintió una oleada de emoción en su centro cuando Ellie la besó y se meció sobre ella. Maggie palmeó sus firmes nalgas y gimió cuando Ellie deslizó su lengua en su boca para explorar y luego dominar. Nunca antes la habían besado tan vehementemente. Hizo que le diera vueltas la cabeza en XWPColección: Página y Facebook

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dulce delirio. Y aunque su pasión era edificar y romper todas las paredes que había trabajado tan duro para construir, sintió que se relajaba desde sus huesos hacia afuera. Su esqueleto se derritió, sus músculos se calentaron agradablemente, y su piel se despertó y se abrió, como una flor que se abre al calor del sol. Ella quería ser amada. Quería ser tocada. Y quería que Ellie fuera la que lo hiciera. Dejándose soltar por completo, Maggie pasó sus uñas por el cuerpo desnudo de Ellie, reclamándola. Ellie apartó la boca y gimió sin aliento. "Me gusta eso," dijo, con los ojos en llamas. "Hazlo otra vez." "Sigue besándome así y lo haré." "Si sigo besándote así, me vendré otra vez por toda tu pierna." "¿Y eso sería algo malo?" Maggie preguntó, amando la idea de eso. "Lo sería porque se supone que es tu turno ahora." "¿Nos estamos turnando?" Maggie pasó las uñas por la espalda de nuevo juguetonamente. "No sé cómo me siento siento al respecto." "¿No?" Ellie se tensó bajo sus manos, obviamente adorando la sensación de eso. Se mordió el labio inferior con placer. "No creo que se te deba negar el placer en ningún momento." "¿No?" "Absolutamente no." Maggie deslizó las yemas de los dedos por su cuerpo hasta las nalgas, donde apretó y animó a Ellie a balancear sus caderas una vez más. "Maggie," Ellie susurró. "¿Sí?" "Será mejor que te detengas o — " "


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"¿O qué?" Maggie presionó su muslo más firme en ella. Adoraba la expresión de su rostro mientras se transformaba de determinación en puro éxtasis. "Oh Dios." "Quiero que te vengas," Maggie dijo. "Primero por toda mi pierna y luego por toda mi cara." "Oh, Dios, Maggie. Voy a correrme. Voy a correrme." "Correte, Ellie. Correte por mí." Ellie cerró los ojos y se movió más rápido, más fuerte. Maggie entrelazó sus dedos y la sostuvo mientras se movía. Ellie se enderezó y la manta cayó. La luz del fuego iluminaba su piel e infundió un cálido aliento sobre sus pezones fruncidos. "Eres tan hermosa, Ellie." "No, tú lo eres. Tú eres la razón por la que me corro.” Abrió los ojos y la miró fijamente y luego explotó con el orgasmo. Se tensó y estalló, se tensó y estalló. Maggie miró con asombro, empujando hacia atrás con las manos, los dedos entumecidos por el fuerte agarre de Ellie. "Maggie," dejó escapar cuando comenzó a ralentizar. "Maggie." "Estoy aquí." "Te necesito," dijo. Se detuvo y se derrumbó sobre ella. "Te necesito en mi vida." Su corazón palpitaba con fuerza contra el pecho de Maggie, y Maggie la abrazó suavemente. No estaba segura de qué qu é decirle en respuesta a su confesión. ¿Lo decía en serio? ¿O fue el orgasmo hablando por ella? Maggie se sintió tan bien que decidió que no importaba. Todo lo que importaba era Ellie y el momento en que se encontraban ahora. Ellie yacía inerte sobre ella, con la espalda fría por el sudor. Maggie la abrazó y escuchó su respiración lenta junto con su ritmo cardíaco. Cuando se movió, lo hacía lánguidamente y con una sonrisa torcida. Sus ojos deslumbrados en


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un estado de ensueño. Se veía absolutamente absolutamente agotada. Absolutamente Absolutamente hermosa. "Me siento tan viva en este momento. Tan viva y malditamente bien." Ella besó a Maggie suavemente. "Diría que me siento casi perfecta, pero falta una cosa." "¿Cuál es?" Maggie quería darle todo. Quería que esa mirada permaneciera en ella para siempre. Se levantó y se sentó a horcajadas sobre el muslo de Maggie. "Tú." "¿Yo?" "Necesito sentirte, probarte." Levantó el suéter de Maggie y se lo quitó rápidamente por encima de la cabeza. Su mirada se posó en el sujetador de Maggie mientras sus manos acariciaban suavemente su abdomen. "Quiero ver tus senos, tomarlos en mi boca." Trazó besos ligeros a lo largo de su piel desnuda. Cuando llegó al sujetador, lo jaló sobre los pechos y se lo quitó por la cabeza. Maggie estaba muy quieta, con los pechos fruncidos en el aire frío. Ellie la estaba asimilando. Devorándola con sus ojos. "Dios mío, Maggie," dijo. Luego se arrodilló y le besó ligeramente los pechos, con cuidado de rodear los pezones. Respiró delicadamente sobre ellos, haciendo que Maggie se tensara. Ellie pareció disfrutar la reacción. "Dime que quieres." Maggie luchó por respirar, por las palabras. "Te quiero." "¿Qué quieres que te haga?" Se detuvo y la miró, su pelo ligeramente cosquilleando la adolorida piel de Maggie. "Dime, Maggie." "Quiero que me beses."


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"¿Dónde?" Maggie tocó su pezón y Ellie sonrió. Tomó su firme carne en su boca y giró su lengua alrededor de él. Maggie soltó un pequeño grito y entrelazó sus manos en su cabello. "¿Así?" Ellie preguntó mientras continuaba. "Mmm. Más." "¿Más qué?" Maggie tiró de su cabeza, haciendo que se detuviera y la mirara. "Dime, Maggie. Quiero oírte decirlo.” Sopló en su pezón húmedo y lo sacudió con la lengua. Maggie nunca había expresado sus necesidades antes. Nunca había tenido una amante a la que le importara lo suficiente como para preguntar. "No tengas miedo." De De nuevo, sopló sobre ella y lo acarició acarició con su lengua. La sensación se disparó al centro de Maggie y curvó los dedos de sus pies. "Chúpame," Maggie dijo, casi ronca de deseo. Ellie se rió maliciosamente. "Oh, eso valió la pena la espera. Quiero oírte decir eso una y otra vez." Ella sostuvo su mirada mientras bajaba y la tomaba en su boca. La chupó larga y duramente, y Maggie le clavó las uñas en la espalda y se elevó de las mantas. "Ellie," dijo. Ellie gimió en ella y luego se movió al otro pecho donde hizo lo mismo. Sostuvo el pezón abandonado firme entre sus dedos, haciendo que Maggie gritara. "¿Te sientes bien?" Preguntó mientras tiraba suavemente con los dientes.


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"Sí, sí." Maggie apenas podía hablar. Todo pensamiento racional la había abandonado, y cada terminación nerviosa estaba ahora entre sus muslos y palpitando. Ellie se movió más abajo, pellizcando sus pezones una última vez antes de que sus manos encontraran el botón en sus jeans. Maggie levantó las l as caderas cuando Ellie le desabrochó y luego jaló de los pantalones y se los quitó. Ella sonrió ante su ropa interior negra a juego y también le quitó eso. "Así es el cielo," dijo, sentándose sobre sus rodillas entre las piernas de Maggie. "Tan jodidamente hermoso." Pasó las yemas de sus dedos arriba y abajo de sus piernas. "Maggie, eres toda una mujer. Y ahora eres toda mía." Empujó sus piernas más separadas y bajó para besar sus muslos. Maggie tembló, incapaz de no hacerlo. Ellie se movió con cuidado, deliberadamente. Trazó su lengua arriba y abajo y se detuvo solo para respirar sobre el centro adolorido de Maggie. "¿Estás bien húmeda, Maggie?" La besó ligeramente, y Maggie se sacudió con anticipación. Suavemente, la abrió y exploró con sus dedos. "Ah, sí. Muy húmeda. ” Se deslizó dentro de ella, y Maggie casi se incorporó ante el ardiente placer que se disparó a través de ella. "Ellie," soltó. "Sí, Maggie. Dime. ¿Se siente bien?" "Sí." "¿Quieres más?" "Sí." Ellie empujó más adentro, y Maggie no pudo evitar balancear sus caderas. "Ellie," dijo de nuevo. "Ellie, follame." "Mmm, haré algo mejor que eso."


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Se echó aplanada sobre las mantas y enterró su boca en el centro de Maggie, tomando su clítoris hinchado adentro y chupando mientras la follaba con sus dedos. Maggie gritó de puro placer. Arqueó la espalda y agarró las mantas en sus manos. Se impulsó en Ellie, incapaz de detenerse. Dijo su nombre una y otra vez, perdida en un mundo de placer. Era un túnel que la jalaba, abrazándola con fuerza, inevitable. Quería que permaneciera, que avanzara más y más, hasta que estuviera tan adentro, que se la tragara entera. "¡Ellie!" Se tensó cuando sintió el túnel cerrándose a su alrededor. "¡Oh Dios, Ellie!" Explotó de adentro hacia afuera, rompiéndose en la luz del fuego como un millón de pedazos de vidrio. Vio como los pedazos se disparaban hacia el techo, brillando b rillando en naranja y amarillo por el fuego. Cuando cayeron lentamente, como plumas flotando hacia el suelo, dejó que su cuerpo y su mente se desvanecieran por completo. Cerró los ojos y los pedazos besaron su piel como pequeños copos de nieve. "Ellie," dijo. "Ellie." Descansaron en silencio, solo respirando. El fuego crepitó y las calentó como una provocación. Maggie pasó sus manos por el pelo de Ellie, y cuando abrió los ojos, la habitación parecía más grande y los objetos parecían más claros. Los colores aparecieron. Los detalles se agudizaron. "Me siento realmente bien," dijo. Ellie gimió. "Si lo haces." "No, quiero decir que realmente me siento bien." bi en." "No has sentido nada todavía," Ellie dijo. "No puedo imaginar más," Maggie susurró. "Ha pasado tanto tiempo." t iempo." "¿No?" "Dame unos segundos para recuperarme." recuperarme."


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"Empezaré a contar." Maggie se rió y la atrajo hacia ella. Se besaron largo y suavemente, y a Maggie le resultaba difícil imaginarse tener que dejar ir alguna vez. Apartó el pensamiento y la abrazó más fuerte, besándola más profundamente. profundamente. Por ahora, ella estaba en sus brazos y eso era todo lo que importaba.

Capítulo Catorce Ellie se despertó lentamente, soñando una vez más que estaba en la nieve y congelada. El frío filtrándose a través de su piel y en sus huesos. Se estremeció incontrolablemente e intentó desesperadamente gritar pidiendo ayuda. Se incorporó sobresaltada, jadeante y desesperada por asimilar lo que la rodeaba. Estaba en una habitación grande, y a su izquierda había una gran chimenea de piedra. "Maggie." Recordó y se giró para encontrarla durmiendo junto a ella, acurrucada de costado. Ellie sonrió, pero luego se abrazó a sí misma por el frío. El fuego estaba apagado, y se estaba congelando debajo de la manta. "Maggie." Dijo su nombre suavemente y la sacudió con cuidado. Maggie se movió y gimió. "Maggie, me estoy congelando." "¿Qué?" Ellie le sonrió cuando abrió los ojos. "Vamos, vámonos a la cama." Ellie la besó rápidamente rápidamente y luego se levantó. levantó. Alcanzó la mano mano de Maggie. Maggie se enderezó y la tomó, poniéndose de pie. Le devolvió la sonrisa, y Ellie juró que nunca había visto algo más hermoso. Sus ojos brillaban y su espeso cabello ondulado estaba despeinado y adorable.


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"Dios, te quiero ahora mismo," Ellie dijo, apretando su culo firme. Maggie la atrajo para un beso profundo. Agitó a Ellie como si fuera el primer beso otra vez. Habían pasado horas haciendo el amor la noche anterior, pero su cuerpo todavía estaba deseoso. Ellie gimió. "Date prisa o te tomaré en el sofá." Maggie se rió. "Hace mucho frío." "Qué lástima." Corrieron por la cocina y hacia el pasillo. Ellie le ganó, aunque sabía que Maggie la había dejado. Ella corrió hacia la cama, donde saltó y se acurrucó bajo las mantas mantas de franela. "Date prisa, la cama está fría." Pero Maggie se dirigió a la chimenea. Ellie la vio hacer un fuego enorme, observando su hermoso cuerpo en toda su fuerza y belleza. "Eres como una estatua," Ellie dijo. "Como " Como una diosa." Maggie se giró tímidamente, pinchando el fuego con un atizador. Ellie se rió, conmovida por su humildad. "Dios mío, si realmente supieras lo guapa que eres, el mundo estaría en un gran problema." Maggie se sonrojó y devolvió el atizador. "Detente." "No voy a parar." "Por favor." Se arrastró hasta la cama y la besó. "Mmm, lo consideraré por otro beso." Maggie sonrió, a un centímetro de distancia de su boca. "¿Sí?"


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"Sí." Maggie la besó de nuevo, esta vez más tiempo y más duro. Ellie se acomodó en la cama, dejando que Maggie tomara el control. Maggie maniobró bajo las mantas y se deslizó sobre ella. Estaban de nuevo piel contra piel, y Ellie gimió de pura satisfacción. Se agarró a su espalda y arqueó su cuello mientras Maggie devoraba su piel, mordisqueando y lamiendo a lo largo de su cuello y hombro. "Sabes tan bien," Maggie dijo. "Tu olor, me está volviendo loca." "¿Mis feromonas?" Ellie se rió y luego su aliento se contrajo de deseo cuando Maggie mordisqueó de nuevo detrás de su oreja. "Sí. Si pudiera embotellarlo ... esto aquí mismo ... " Le mordió suavemente el costado del cuello. "Moriría feliz." Ellie suspiró y besó su cuello a cambio, mordisqueando su sensible piel. Maggie respondió presionando su muslo entre las piernas de Ellie y balanceándose. Ellie Ellie se movió con ella, amando la sensación resbaladiza de Maggie sobre su muslo. "Correte conmigo," Ellie dijo. Maggie se movió más rápido y la besó más profundamente. Ellie sintió que sus músculos se movían bajo sus dedos. Le clavó las uñas mientras ambas alcanzaban la cresta. "Ellie," Maggie jadeó, con los ojos llenos de calor y pasión. "Me corro." Ellie sostuvo su cara. "Sí, cariño, correte." Y Maggie se derramó, su cuerpo sacudiéndose con el orgasmo. Ellie se corrió un segundo más tarde, mirándola profundamente profundamente a los ojos. "Tan — hermosa," hermosa," dijo mientras su voz daba paso a gritos de placer. Maggie se balanceó larga y duramente, extrayendo el orgasmo para ambas. Cuando finalmente se calmó, se relajó y cayó sobre Ellie con el corazón acelerado. Ellie la abrazó con fuerza, sin querer soltarla. XWPColección: Página y Facebook

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Le encantaba la forma en que se sentía, tan fuerte y cálida. Tan suave pero tan dura. Cerró los ojos y pensó en el mañana y al día d ía siguiente y al día siguiente. Una lágrima caliente se deslizó por su mejilla, y su respiración se estremeció en su apretado pecho. Maggie rodó para recostarse a su lado. Tocó su mandíbula con el dorso de sus dedos. "¿Qué es?" Preguntó. Ellie mantuvo los ojos cerrados. No podía soportar mirarla por miedo a derrumbarse por completo. "Tengo que volver." Solo decir las palabras en voz alta le desgarró el interior como un cuchillo que le cortaba desde el estómago hasta el esófago. Sintió que los dedos de Maggie abandonaban su rostro. Se movieron hacia su mano donde la apretaron. "Lo sé." "¿Qué vamos a hacer?" Ellie no podía soportar la idea de dejarla. Ahora no. Jamás. Acababa de encontrarla. Maggie guardó silencio, y Ellie se estremeció con nuevos sollozos. "Oh Dios, no quiero volver." Maggie la atrajo hacia sus brazos. Le acarició el pelo de la cara. "Está bien. Todo va a estar bien." "Maggie, no quiero dejarte." "Lo sé. No quiero que te vayas tampoco." "¿En serio?" Ellie abrió los ojos. "De verdad." Maggie sonrió. XWPColección: Página y Facebook

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"Estaba segura de que te sentirías aliviada después de todos los problemas que causé." "Creo que necesitaba un pequeño problema en mi vida." Se inclinó y la besó suavemente. Ellie se fundió en ella, deseando simplemente perderse en ella. "Me haces sentir muy bien. Tan segura.” Maggie la observó de cerca, deslizando el pulgar por sus sus labios. "Me haces haces sentir viva viva otra vez." Ellie sonrió. "Me alegro." "¿Tienes que irte de inmediato?" Ellie le besó las yemas de los dedos. "Ellos me encontrarán. Probablemente ya estén entrando en pánico." "¿Qué harán?" "Venir a buscarme." "¿De verdad? ¿Incluso si les dices que no?” "No puedo decirles que no. Estoy bajo contrato. Mucha gente depende de mí. Si no trabajo, nadie trabaja." Maggie suspiró. "Quería alejarme por unos días. Sólo algunos. Necesitaba un escape. Una salida temporal de lo común. Pero siempre supe que tendría que volver." "¿Cuándo puedes tomar un descanso?" "No por semanas." "¿Y entonces qué? ¿Firmas otro contrato y haces todo de nuevo? Eres miserable, Ellie." Ellie miró hacia otro lado, los ojos de Maggie buscando demasiado, viendo demasiado. "No sé qué hacer." XWPColección: Página y Facebook

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"¿Qué harías si tuvieras las cosas a tu manera? ¿Seguirías haciendo el programa?” Ellie miró al techo. La pregunta de Maggie era buena. Una en la que había pensado mucho mucho últimamente. Pero lo que ella quería parecía tan imposible, tan fuera de su alcance que no se había atrevido a pronunciar el sueño en voz alta. "¿Ellie?" Ellie se volvió para mirarla. Maggie parecía tan preocupada, tan seria con sus pensamientos. pensamientos. Ellie sabía que podía decírselo. "Dejaría el programa." Cerró los ojos mientras pensaba. "Me compraría un lugar lejos de todo. En algún lugar como aquí. Viviría allí con mi esposa y haría una película al año si tuviera suerte. El resto ... mi manager, etc. Los dejaría a todos atrás." Maggie le tocó el pecho y besó ligeramente su hombro. "Suena bien." "¿Lo hace, no?" "Sí." Ambas guardaron silencio por un momento. Entonces Maggie habló. "¿Por qué no lo haces?" "¿Estás bromeando?" Pero Maggie parecía seria. "No." Ellie se sentó. "No puedo, Maggie." Maggie se apoyó en un codo. "¿Por qué no?" "Porque tengo una imagen, una marca. Trabajé duro para eso. Por no mencionar el programa. Es el número uno. Soy la actriz mejor pagada en televisión. La gente diría que estoy loca por dejarlo."


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"Estás preocupada por otras personas," Maggie dijo. "Puedo entender eso." Sostuvo su mano otra vez. "He pasado los últimos ocho años de mi vida preocupada por otras personas." personas." Ellie sintió que se relajaba un poco ante las palabras suaves. Apretó la mano de Maggie. "Pero creo que ambas necesitamos cambiar eso." Ellie parpadeó. "Pero, Maggie — " " "Las dos somos infelices, Ellie. Estamos dejando que otras personas y lo que ellos puedan pensar dirijan nuestras vidas. No sé sobre ti, pero me siento bien hoy. Lo mejor que me he sentido alguna vez. Y eso es todo debido a ti. Porque entraste en mi vida. Me gustara o no, entraste y me despertaste de este triste y profundo sueño. No quiero volver a dormir, Ellie. Quiero mantenerme despierta. Y para hacer eso, tengo que dejar de preocuparme por otras personas y vivir mi vida como quiero. Creo que es hora de que hagas lo mismo." "No es tan t an sencillo," Ellie dijo. "Tengo demasiada responsabilidad." responsabilidad." "Tu primera responsabilidad es contigo misma, Ellie. No lo olvides." Ellie miró sus manos entrelazadas. "Ven " Ven conmigo." Maggie no habló por un largo momento. "Ellie, no puedo ser tu secreto." "No sería así. Yo — " " "Tendría mi propia casa cerca, ¿verdad? Y vendrías cuando pudieras. Iríamos a las mismas fiestas, a los mismos eventos, pero no estaríamos juntas. Tendríamos Tendríamos miradas robadas, momentos secretos. Pero nunca habría suficiente tiempo. Nunca." Ellie sintió su boca abrirse. "¿Cómo lo sabes?" "Porque tengo un amigo que estaba con una celebridad. Fue un infierno para él. Y finalmente, no funcionó."


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Ellie no estaba segura de qué decir. ¿Así es como sería? No quería dejar a Maggie al margen. Ella se merecía algo mejor. "Pero te quiero," dijo. "Quiero verte." "Ven aquí," Maggie dijo. Ellie se deslizó a su lado, más lágrimas corrían por su rostro. "Quiero verte ahora mismo," Maggie dijo, secándole las lágrimas. "Pensemos solo en el ahora, ¿de acuerdo?" Ellie lloró sobre su hombro y se dejó envolver en sus fuertes brazos. Maggie rodó sobre ella y la besó dulcemente. Tan cálida, tan suave. Dejó a Ellie sin aliento. "Maggie, te quiero," Ellie dijo. "Yo también te quiero." Maggie la besó de nuevo, más profundamente. Era gentil, suave. Sus manos bajaron a las muñecas de Ellie. Entrelazó sus dedos y llevó los brazos de Ellie por encima de su cabeza. Maggie la sostuvo allí y pasó su lengua lengua por los labios labios de Ellie. "No más lágrimas." Los labios de Maggie se movieron más abajo, bajando por su cuello hasta su pecho. Soltó las manos de Ellie y bajó las suyas por su cuerpo. Su mano izquierda encontró el pezón ansioso de Ellie donde lo pellizcó ligeramente, enviando un rayo ardiente y caliente entre sus piernas. Los dedos de Ellie se enredaron en su pelo, y abrió las piernas, dando la bienvenida a la otra otra mano de Maggie. Maggie. Maggie rozó las puntas de sus dedos por su centro y luego la abrió con los dedos cuidadosamente. Ellie suspiró cuando descubrió su destreza y luego gritó cuando se introdujo suavemente. "Maggie," dijo, arqueándose en su mano. "Oh, Dios." Apretó los ojos cuando Maggie le envolvió el pezón y chupó. La chupó y la folló en un ritmo demencial hasta que Ellie se retorcía de euforia debajo de ella. "Por favor, Maggie," suplicó con voz ronca. "Llévame lejos."


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"Estoy aquí," Maggie dijo. "Quédate conmigo." Ellie se removió en ella. "Maggie," jadeó. "Mírame," Maggie dijo. "Cuando te corras." Ellie abrió los ojos y sostuvo su cabeza. La miró fijamente, tan intensamente, tan apasionadamente, que sintió que se estaba entregando toda ella, a Maggie en ese momento. "Llévame," dijo. "Llévame, Maggie." "Te tengo," Maggie dijo. "Correte por mí." Ellie la atrajo más cerca. "Lo estoy," dijo. "Lo estoy. Me corro. Oh Dios, Maggie, me corro.” Entonces estalló y haciéndose añicos directo en Maggie, entregándose a ella hasta el último pedacito. "Tómame." Se derritió contra la cama y abrazó a Maggie con fuerza. Siguió diciendo las palabras una y otra vez hasta que se desvanecieron con lo último de su orgasmo persistente. "Te tengo," Maggie dijo, rodando hacia un lado l ado para sostenerla en sus brazos. Ellie se acurrucó y se relajó. No se había sentido tan segura, quería esto por muchos, muchos años. Y nunca había confiado completamente en su compañera de cuarto como lo hizo con Maggie. "Shh," Maggie le susurró al oído. "Duerme. " Duerme. Te tengo." Los ojos de Ellie se cerraron. Respiró profundamente e inhaló el aroma de Maggie. Se durmió sabiendo que nunca se había sentido tan bien.


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Capítulo Quince Maggie la sostuvo por un largo rato. Estudió su rostro angelical mientras dormía, deseando que la imagen se grabara en su memoria para siempre. Sabía lo que sentía, lo que quería decir, pero sabía que era demasiado pronto, demasiado bueno para ser verdad. ¿Podría ser realmente así de bueno? La intensa atracción, la pasión ardiente, el entrelazamiento de las almas. ¿Se atrevería a pensar que es de verdad? Besó su cálida mejilla y se alejó con cuidado. Metió el edredón a su alrededor y se levantó de la cama. Decidió que era de verdad. Era lo más verdadero que alguna vez había sentido. Lincoln la siguió mientras se ponía unos pants y una bata de franela y se dirigía a la cocina. Encendió el café y se sentó en su sillón en la sala de estar. La nieve se había detenido y el cielo estaba claro, aunque gris. El blanco en el suelo y en los árboles se veía suave y ondulante. Como montones de minúsculas plumas. En cualquier otro momento, sacaría a Lincoln a jugar mientras despejaba los escalones y las puertas. Pero en este momento todavía estaba perdida en Ellie, cargada de felicidad y cargada con una tormenta de preocupaciones que aún no podía ver, pero sabía que estaba por llegar. "¿Qué voy a hacer cuando se vaya, muchacho?" Verificó el clima en su teléfono. La tormenta se había despejado. Habría cielos soleados durante los próximos días. El corazón de Maggie se hundió. La tormenta, aunque problemática, había sido su cómplice, su razón para permanecer juntas. juntas. Ahora se había ido y Ellie podía podía irse. Maggie intentó apartar la idea, pero no sirvió de nada. Miró por la ventana, deseando que Ellie pudiera quedarse para siempre. Estaba reflexionando acerca de la idea cuando sonó su teléfono. La sobresaltó y supo que se trataba de Ellie. Nadie más la había llamado tan temprano. Levantó el teléfono y respondió. "Hola."


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"¿Maggie?" Era Frank y parecía angustiado. "Hola, Frank, qué está pasando?" "¿Sigue Ellie contigo?" "Sí." "Tienes que decirle que llame a su manager. Inmediatamente." Maggie se movió, cada vez más incómoda en más de un sentido. "¿Por qué?" "La están buscando y están apanicados. Están conmigo y no puedo mentirles más." "No mientas, Frank. Diles que está bien." "Contrataron investigadores. La han rastreado hasta mí y ya no sé qué más decir." "Frank, diles la verdad. Ella está bien. Está a salvo." "Vienen por ella, Maggie." "¿Qué quieres decir con qué vienen por ella? Ella está bien. Solo necesita unos días para descansar." "La quieren ahora." "Bueno, diles que no. Ella quiere estar aquí. Necesita estar aquí." "No van a escuchar. Van en serio. Y me amenazaron y ya no puedo hacer esto. Sé que Ellie es una amiga muy querida, pero ya no puedo tratar con esta gente." "Frank, solo diles — " " "No puedo hacerlo, Maggie. Simplemente no puedo. Dile a Ellie ... dile a Ellie que lo siento.”


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"Frank. Frank?" Pero la línea se cortó. Maggie intentó llamarlo, pero la línea fue directamente al correo de voz. Ellie tenía razón. Su gente estaba viniendo. Y nada los iba a detener. Regresó al dormitorio y contempló la cara tranquila de Ellie. ¿Cómo podría vivir así? ¿Todo lo que había pasado? No es de extrañar que se sintiera tan sola, tan utilizada. Nunca tuvo un momento de paz sin que alguien la quisiera, quisiera algo de ella. Maggie quería cerrar las puertas y mantenerla sana, salva y amada. Quería quedarse dormida en sus brazos todas las noches y despertarse con su rostro todas las mañanas. Quería extender su mano y sentir su corazón en su pecho y ponerse a ritmo ritmo con su suave respiración. respiración. Ella la quería. Maggie se metió en la cama junto a ella, se acurrucó cerca e inhaló el olor a champú de su pelo. Ellie estaba durmiendo suavemente, pero hizo un pequeño ruido de placer cuando Maggie la abrazó. Ella estaba a salvo por ahora. Y ahora era todo lo que tenían. Maggie cerró los ojos, pidió un deseo y se quedó dormida con ella. Maggie se despertó sobresaltada. Lincoln ladraba, sus garras arañaban el suelo de madera mientras corría por el pasillo. Ellie se movió y Maggie se sentó. "¿Qué es?" Ellie preguntó, frotándose los ojos. Maggie no podía hablar; el nudo en su garganta demasiado grande. Un fuerte ruido como de drone vino desde afuera. Sonaba como si estuviera en la parte superior de la casa. El rostro de Ellie se cayó. Maggie extendió la mano y la tocó, su corazón se aplastó ante la vista. XWPColección: Página y Facebook

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"Son ellos," dijo, con los ojos llenos de lágrimas. Maggie asintió, una lágrima ardiente se deslizó por su mejilla. Ellie la abrazó ferozmente y sollozó. "Lo siento mucho," dijo. "Lo siento mucho." Maggie la abrazó, tratando de no sollozar. "No tienes nada de qué lamentarte." Lincoln regresó a la habitación, ladrando y armando un escándalo. Saltó a la cama, tratando de alertarlas y se fue por el pasillo otra vez. Maggie se sintió enojada entonces, violada. ¿Qué les dio a esta gente el derecho? "Voy a ocuparme de eso." Besó a Ellie en la mejilla y corrió a la sala de estar. Se cubrió los oídos mientras miraba el helicóptero negro cernirse afuera de su ventana. La nieve voló en una neblina nublada cuando aterrizó a unos cien metros de distancia. "No." Se apoyó en el vidrio y deseó que desapareciera. Pero el sonido de las cuchillas giratorias continuó y se abrió una puerta, saliendo dos hombres y una mujer. Se arrodillaron y tropezaron con la nieve. Maggie corrió de vuelta a la habitación. Ellie estaba vestida y mirando al fuego. "Me tengo que ir," dijo. Maggie se quitó la bata y se apresuró a ponerse unos jeans y una sudadera. "No, aún no." "Maggie." "No puedo." Maggie rodeó la cama y le besó las manos. "Todavía no." Se volvió y salió rápidamente de la habitación. Un golpeteo provino de la puerta del vestíbulo. Los golpes continuaron, y apretó los puños mientras se acercaba a la puerta. Recogió a Lincoln y abrió la puerta. Tres caras intensas la miraron fijamente, y el helicóptero chisporroteó hasta un silencio en la distancia. XWPColección: Página y Facebook

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"Srta. Maggie Douglas? "¿Quién quiere saber?" Lincoln gruñó en sus brazos. "Estamos buscando a Ellie Falcon. ¿Está ella aquí?" "¿Quién quiere saber?" Uno de los hombres sonrió con fuerza. "Srta. Douglas, si tiene a Ellie allí, le sugiero que la saque de inmediato.” El secuestro es un delito federal," el otro hombre dijo.

“

"¿Secuestro?" "Sí, retener a una persona en contra de su voluntad — " " "Nadie está reteniendo a nadie en contra de su voluntad. ” ¿Quién diablos era esta gente? "¿Dónde está ella?" La mujer preguntó. Dio un paso hacia la puerta, y Maggie dio un paso adelante, atajándola. "Todavía no me has dicho quién eres. La invasión a la propiedad privada también es un crimen." El primer hombre la miró con frialdad. "Soy Marco Di Palma. Manager de Ellie. Esta es Liz Martinez, su abogada, y este es Bill Haggerty, investigador privado." Maggie miró a los ojos de cada uno de ellos. "Así que estás insinuando el secuestro, pero envías a un abogado, a un manager y a un investigador principal?" Maggie se burló. "No debe ser un caso serio de secuestro. De lo contrario, tendrías al FBI por toda la casa." "Estamos tratando de mantener este perfil tan bajo como sea posible." "Ya veo. Más fácil para ti de esa manera, ¿verdad? Menos explicaciones que hacer cuando ella te dice que no quiere que la encuentren.”


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"Maggie," Ellie dijo por detrás. Maggie se volvió y la encontró con aspecto pálido y tembloroso. Se había puesto su propia propia ropa a excepción excepción de la sudadera universitaria de Maggie. Maggie. "Ellie, mi Dios." Marco se abrió paso hacia adentro. Él la agarró y la atrajo para un fuerte abrazo. Era un hombre pequeño, un poco más grande que Ellie. "He estado muy preocupado. Todos han estado muy preocupados." "Estoy bien," dijo. Ella no le devolvió el abrazo. "No he estado fuera tanto tiempo." "No deberías haberte ido en absoluto. Y sin decírselo a nadie, Ellie realmente, sabes lo peligroso que fue eso? ” Él la sostuvo de los brazos y luego la abrazó de nuevo. Maggie se sintió mal viendo el intercambio. No se sentía real. Él no se sentía real. "Ellie, qué pasó? ¿Esta mujer te mantuvo cautiva? ” La abogada se abrió paso bruscamente y miró a Maggie con con disgusto. Ellie miró a Maggie en disculpa. Las lágrimas llenaron sus ojos. Pero con la misma rapidez se las tragó. "Esta es Maggie Douglas. Mi amiga." Un dolor agudo apuñaló el corazón de Maggie. Ella ya no podía mirar a Ellie. Dolía mucho. "Ella me salvó," Ellie agregó. "¿Oh?" La abogada de repente cambió su tono. Se acercó a Maggie y le ofreció su mano. "Creo que un agradecimiento está en orden." Ella sonrió, pero no llegó a sus sus ojos. "No es necesario." Maggie se sintió como una extraña en su propia casa mientras los tres hablaban. Ellie respondió con la menor cantidad de palabras posible, sus ojos quemaban quemaban la piel de Maggie. Maggie solo podía mirar de vez en cuando. Los ojos dolidos de Ellie parecieron atravesarla.


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"Cariño, tenemos que volver. La producción ya ha perdido un día. Todos están indignados. Steven está a punto de cagarse. Esta pequeña aventura tuya está costando mucho dinero. Y te perdiste el rodaje de L'Oréal durante el fin de semana. Pero no te preocupes. Lo arreglaré. Salgamos de aquí. ” Trató de enderezarle su sudadera con capucha. La sudadera universitaria favorita de Maggie. Ellie se veía tan bien incluso si era un poco holgada. "¿De quién es esto?" "Mía," Maggie dijo con firmeza. "La ropa de Ellie está en su vehículo, que está cubierto de nieve. Eres bienvenido de ir por ella. La motonieve está afuera.” Maggie sabía que él no se atrevería. Pero no pudo evitar presionarlo. Quería Quería que él se fuera fuera de su casa. Él miró a Maggie de arriba abajo rápidamente, y una mirada conocedora pero desagradable le cruzó por la cara. Él apretó los brazos de Ellie. "Nos preocuparemos por eso más tarde. Ahora mismo tenemos que llevarte al aeropuerto. El Dr. Burnam está allí, listo para echarte un vistazo. Tenemos el jet listo, y volveremos volveremos a Los Ángeles en muy muy poco tiempo." tiempo." Él la acompañó a la puerta. Le lanzó a Maggie una mirada de completa devastación y Maggie descubrió que no podía hablar. Su garganta estaba ardiendo con lágrimas. Ellie gesticuló gesticuló una despedida y salió de su casa y de su vida. Maggie se quedó mirando impotente. La abogada se metió en su línea de visión. Parecía seria, la sonrisa se había ido. "Necesito que firmes este documento," dijo, tendiéndole una hoja de papel. "¿Disculpa?" "Es un contrato de confidencialidad. Establece que todo lo que pasó aquí será confidencial." "Por supuesto que será confidencial." "Me alegra oírte decir eso. Entonces no te importará firmar el contrato."


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Maggie ya había tenido suficiente. "Fuera de mi casa." Apretó la mandíbula y sintió que su rostro se encendía de ira. "Srta. Douglas —“ "¡Fuera de mi casa!" La abogada se sacudió ante el tono y luego se apresuró a salir de la casa. Maggie cerró la puerta tras ella y luego se dirigió a la sala de estar. Llegó a la ventana justo cuando el helicóptero se ponía en marcha. Ellie estaba agachada bajo el brazo de su manager mientras se acercaba. Y justo antes de que entrara, miró hacia atrás. Maggie Maggie colocó su mano sobre el cristal de la ventana. Ellie se secó las lágrimas y luego entró en el helicóptero. Maggie se volvió entonces, incapaz de mirar. Escuchó al helicóptero elevarse y volar por encima. Tenía los hilos de su corazón, y justo mientras se rompían y caían a la tierra, ella cayó de rodillas y lloró.

Capítulo Dieciséis Ellie se despertó justo antes de que las persianas se alzaran para dejar entrar la luz de la mañana. Música suave y clásica sonaba a través de los altavoces de la casa, y podía oler el omelet que Bianca le estaba preparando a través de las puertas cerradas. cerradas. Rodó y se escondió debajo de su edredón. Su mano buscó debajo de su almohada y recuperó la sudadera de Maggie. Se la llevó a la cara e inhaló, luego se aferró a ella mientras el sueño amenazaba con alcanzarla una vez más. En su mente, vio la cara de Maggie, la expresión de conmoción y tristeza mientras se alejaba. Como si le quitaran la vida con cada paso que daba Ellie. El dolor penetrando en su corazón ya menguante, cavando más y más profundo. No sabía cómo iba a sobrevivir. Se preguntó si Maggie todavía estaba sintiendo lo mismo. Se limpió una lágrima obstinada y rodó para buscar su teléfono en la mesita de noche. Las persianas se alzaron y la televisión


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cobró vida con CNN. Desplazó sus contactos en busca del nombre de Maggie. Gracias a Frank, ella tenía su número. Presionó para llamar, y su corazón se aceleró como lo anticipó. ¿Maggie respondería esta vez? ¿O tendría que dejar otro mensaje de voz? Ya había dejado tres, y cada vez que Maggie no respondía, su corazón se hacía añicos un poco más. El teléfono sonó y sonó. El corazón de Ellie se hundió con cada timbrazo. Estaba a punto de colgar cuando escuchó una voz. "¿Hola?" Ellie se sentó, con la mente acelerada. "Hola. Ma —“ Pero sabía que no era Maggie. La voz era demasiado profunda. "Maggie no está disponible," dijo la voz. "Realmente necesito hablar con ella, por favor. Dile que es Ellie." Agarró su teléfono con fuerza, desesperada por alcanzarla. "Lo siento, pero está durmiendo. Realmente necesita su descanso. ¿Puedes llamar más tarde? ” "Lo he intentado varias veces. Ella no ha devuelto mis llamadas." Hubo una pausa. Entonces un suspiro. "Ellie, soy Mark, el hermano de Maggie." Ellie se levantó, alarmada. "Oh. ¿Se encuentra bien?" Otro breve silencio. "Para ser honesto, no, no lo está." Ellie se dirigió a los grandes ventanales y contempló la enorme vista del jardín. "¿Qué es? ¿Qué pasa?” Mark se aclaró la garganta y tartamudeó como si no estuviera seguro de si debía compartir.


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"Ellie, sé que eres una persona ocupada, una persona famosa, y tienes muchas cosas que hacer. Pero llamarla y dejarle estos mensajes de voz llenos de lágrimas y luego no responderle cuando te devuelve la llamada ... realmente le está afectando." Las rodillas de Ellie se debilitaron. "¿Qué? Maggie me llamó? lla mó? ¿Cuando?" "Te ha llamado varias veces." Ellie sintió que su cara ardía de ira. "¿Con quién ha hablado?" "No lo sé. Gente. Gente que prometió darte el mensaje." "Maldita sea." Ellie quería tirar el teléfono al otro lado de la habitación. "Mark, tienes que creerme. No tenía idea de que me hubiera llamado. He estado tratando de contactarla por días. Por favor, necesito hablar con ella." "Tal vez esta no sea una buena idea," él dijo. "Tu gente obviamente no quiere a Maggie en tu vida. Todo esto la está matando. Tal vez deberías dejarla ir. Por su bien." Ellie no dudó. "No. No la voy a abandonar. Quiero a Maggie en mi vida. No me importa nadie más. Ahora por favor, déjame hablar con ella." "No creo que esta sea una buena idea. Mi hermana, es muy frágil. Muy privada. Creo que todo esto solo va a causarle dolor. Pero la despertaré. Espera un segundo." Ellie se paseó por la habitación mientras esperaba, su mente dando vueltas. "¿Ellie?" La voz de Maggie sonaba atontada y ronca. "Maggie. Oh Dios, Maggie. Es tan bueno escucharte." Las lágrimas vinieron y su garganta se sintió débil. "Te he extrañado mucho." "Yo también te extraño." "¿Estás bien? Mark me dijo que me has estado llamando, pero te juro que no lo sabía. No lo sabía."


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"Ellie ... está bien. No importa. Vives en un mundo diferente." Ellie se dejó caer al suelo. "No, no hagas esto. Por favor, Maggie." "Ellie, cómo podríamos estar juntas? Si ni siquiera te dan un mensaje telefónico —“ "Maggie, ven a verme. Necesito verte. Hay una función benéfica mañana por la noche. Muchos escritores estarán allí. Tu agente —“ "Ellie ... Ellie, no lo hagas. Necesitamos — solo solo — " " "No, Maggie. No puedo. No lo haré. No te dejaré. Acabo de encontrarte. Te quiero en mi vida. Por favor, Maggie. Danos una oportunidad. Dame una oportunidad." "Ellie — " "Por favor. Si sientes algo por mí, danos una oportunidad." "Es porque tengo sentimientos por ti que estoy haciendo esto." Ellie rompió a llorar. "Maggie. Maggie." "No quiero que sufras," Maggie susurró. "Por favor no sufras por mi culpa." "Oh Dios, Maggie. Lo haré, lo hago. Tienes mi corazón." Se produjo el silencio. Ellie podía oír su respiración. "Desearía poder tocarte ahora mismo," Ellie dijo. "Deseo eso también. Lo deseo más que nada." "Entonces no te rindas." "Tengo que irme," dijo con evidente dificultad. "No puedo hablar. Necesito llorar." "Te amo," Ellie dijo. "Maggie, te amo."


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La línea hizo clic y se cortó. Ellie se abrazó y se meció. Un golpe sonó desde la puerta. "Srta. ¿Ellie?" Bianca dijo. "El desayuno. ¿Quiere jugo esta mañana?” Ellie siguió meciéndose. "Saldré enseguida." Sabía lo que tenía que hacer. Tenía que poner una cara valiente, fingir que estaba bien. Lo hacía todo el tiempo. Tenía que continuar. Incluso si se estaba muriendo por dentro. Se levantó, se miró el rostro en el espejo, respiró temblorosamente y abrió la puerta. Bianca parecía parecía pálida. "Srta. Ellie, está bien? ” Ellie sonrió. Su mejor sonrisa plástica. "Estoy bien. Y sí al jugo." Se dirigió a la cocina. Su cuerpo funcionaba, su boca sonreía, pero su corazón, su corazón lo había dejado en el dormitorio. Roto y hecho jirones, tirado en el suelo. "Ellie, te ves maravillosa." Ellie se puso de pie y posó, la mano en la cadera. Puso su mejor sonrisa. La función benéfica era algo que apoyaba, algo de lo que estaba orgullosa. El Proyecto Teen Write se trataba de adolescentes en situación de riesgo que encontraban su voz a través de la escritura. Le encantaba conocer a los chicos, y para más de unos cuantos, hacer sus sueños realidad a través de la publicación. "Ellie, por aquí." La función benéfica era algo bueno, y ahora ella necesitaba cosas buenas. La despedida de Maggie la había rasgado de par en par y la había obligado a mirar dura y seriamente su vida. Las cosas necesitaban cambiar, y estaba decidida a asegurarse de que lo hicieran. "Por aquí, Ellie." Se giró cuando las cámaras destellantes, capturándola desde todos los ángulos. "Ellie, justo aquí. Hermosa, bonita sonrisa." "Ellie, cómo has estado?" Ella siguió sonriendo. "¿Sin cita esta noche?" Una imagen de Maggie la apuñaló, y casi se derrumbó. Pero se recuperó rápidamente, parándose más erguida, sonriendo más brillante. XWPColección: Página y Facebook

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"Ellie, es verdad que te ausentaste sin permiso? ¿A dónde fuiste?" La pregunta le dolió, pero no lo demostró. Ella era una actriz y una muy buena. "Eso es todo, amigos." Su manager, Marco, sonrió, la tomó del codo y la condujo adentro. Ellie se relajó un poco al estar lejos de las lentes, pero se aseguró de apartar el brazo lo más rápido posible. "Está bien estar molesta," él dijo. "La puta osadía de preguntarte eso ahora mismo." Ella lo miró con incredulidad. "No estoy molesta por la pregunta." Siguió caminando, lista para un maldito trago. Marco la alcanzó, poniéndose a su lado. "¿Qué? ¿Todavía estás enojada conmigo? Ellie, te lo dije, es por tu propio bien. Ella te lastimó, ves? Te salvé de más angustia. Solo estoy pensando en ti, cariño.” Ellie se detuvo y lo miró a los ojos. "¿Cómo sabes que ella me lastimó? Hiciste algo con mi teléfono, no es así? ” Sonrió maliciosamente, tan contenta de haberse comprado uno nuevo. "Tenemos que hablar, Marco. Ahora no. Pero pronto. Las cosas van a cambiar. Pero ahora mismo quiero que te alejes de mí. Muy lejos." Entró en el gran salón de baile del hotel y fue directamente al bar. "Whisky, del bueno. Solo." El barman estaba nervioso; era evidente en sus temblorosas manos. Cuando le entregó la bebida, se disculpó. Ellie se tomó el whisky y devolvió el vaso. "Relájate," dijo. "No mordemos." "Es bueno saberlo," él dijo, dándole una tímida sonrisa. Ella hizo un gesto para que le diera otro, se lo bebió y lo dejó para dirigirse a un grupo de personas que conocía bien. Abrazó a sus conocidos de hace mucho tiempo y entabló conversación. conversación. Ninguno de ellos mencionó el incidente de que ausentó sin permiso aunque seguramente lo habían


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escuchado. Ella estaba agradecida, no estaba lista para hablar de eso con nadie. El whisky ayudó a facilitar la conversación y calmar sus nervios. Se movió de un grupo en otro, dando abrazos y agradeciendo a todos por su apoyo. Abrazó a los escritores adolescentes, los felicitó por su publicación. Estaba emocionada por la joven que acababa de vender su guión. Su vida cambió para siempre, y conmovió profundamente a Ellie. Cogió a la joven de la mano y jaló de ella hacia un grupo de escritores que conocía. Pero se detuvo en seco cuando escuchó su conversación. "Te estoy diciendo que ella está aquí. Años de clandestinidad y ahora está aquí de repente," dijo Clyde Banks su amigo. "No puedo creerlo. ¿Porqué ahora?" Ellie se acercó, y su corazón comenzó a acelerarse. "Disculpa, pero de quién estás hablando?" "Ellie, hola." Clyde le dio un beso en la mejilla. Los otros escritores hicieron lo mismo. La mayoría los conocía, pero algunos no habían sido presentados. Miró Miró a Clyde buscando buscando una respuesta. respuesta. Parecía avergonzado. "No quise sonar — " " Ellie la desestimó. "¿Quién?" Él miró más allá de ella y asintió. "Bueno, ella. Abigail Forrester." Ellie sintió que su corazón palpitaba con fuerza. Ella tembló. "¿Estás bien?" Se tocó su frente. "Sí, bien, gracias." Se dio la vuelta para encontrar a Maggie parada sola cerca de la barra, vistiendo un traje pantalón negro a medida con una blusa de perlas. "Oh, Dios mío," Ellie dijo, demasiado conmovida para mantenerlo en silencio.


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"¿La conoces?" Clyde preguntó, su mirada siguió la de ella. Ellie se apoyó contra él. "Conocerla," dijo. "Estoy enamorada de ella." Clyde le tocó la mano. "Entonces ve a ella," dijo. "Le haremos compañía a tu joven amiga." Ellie no podía apartar los ojos de Maggie. "Sí," dijo mientras se alejaba. Respirando hondo, cruzó el piso rápidamente y se colocó detrás de ella. Maggie estaba acunando una copa de vino tinto. "Viniste," susurró, tan emocionada que pensó que estallaría toda a la vez. Se cubrió la boca con una mano temblorosa, tratando de controlarse. Maggie se quedó quieta. Giró su cabeza hacia un lado. "No podía mantenerme alejada. No podía decirte que no." Ellie se acercó, enganchó su dedo meñique con el de Maggie. "Ya veo." Inhaló bruscamente, el aroma de Maggie encendió un fuego interno. El deseo creció rápidamente y apretó su dedo. "Me alegra que estés aquí." Maggie se quedó sin aliento cuando Ellie se acercó. "Estoy nerviosa," Maggie susurró. "Lo sé," Ellie dijo. "Sé lo difícil que esto es para ti." Con destreza, pasó la punta de sus dedos por el centro centro de la mano de Maggie. Maggie. "Ellie," suspiró, emocionada por la sensación. "¿Qué?" "Será mejor que te alejes de mí antes — " " "¿Antes que qué?" "Antes de que pierda el control y te tome en mis brazos." Ellie unió sus manos. "No quiero alejarme de ti. Quiero quedarme aquí." XWPColección: Página y Facebook

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"La gente lo verá." "No me importa." Ellie tiró de ella y se quedaron cara a cara. Ellie tomó su otra mano y la apretó. "Es tan bueno verte, sentirte." Maggie sonrió. "Está muy muy cerca de que se me pare el corazón." Se miraron la una a la otra durante un largo y lánguido momento. Ellie se acercó y le tocó los labios carnosos, acarició su mejilla con el dorso de sus dedos. "Te ves tan hermosa." Maggie tembló, tomando su mano y besándola. "No tan hermosa como tú con ese vestido." Ellie se sonrojó, amando la forma en que Maggie la hacía sentir. Cuando sus ojos estaban puestos en ella, se sentía como la mujer más querida en el mundo. "Ellie, Ellie, qué diablos estás haciendo?" Ellie se dio vuelta, sobresaltada, solo para encontrar a Marco corriendo hacia ella, su rostro contorsionado por la ira. "La gente está preguntando por ti," dijo, negándose a mirar a Maggie. "Y estás aquí teniendo un jodido desfile del orgullo gay." Ellie se estremeció como si la hubiera golpeado. "¿Qué demonios comenzó, pero Maggie lo empujó, parándose entre ellos.

—

"

Marco intentó mirar a su alrededor, pero Maggie no se lo permitió. Él parecía nervioso, enojado, como un animal enjaulado. "Ellie, no me hagas esto," lo escuchó decir. "Sáquenla de aquí." Ellie apartó a Maggie a un lado. "Tú eres de quién me estoy deshaciendo, Marco. Estás despedido. ” Apretó la mandíbula junto con sus puños.


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El impacto de sus palabras lo golpeó. "No puedes hacer eso. Ellie, tenemos años. Eras una mocosa adolescente cuando te conocí. Yo te hice. No puedes hacer esto." "Puedo y lo hice. Ahora lárgate de aquí.” Ella había esperado hacer esto en privado, pero justo en ese momento, le importaba un carajo si todo el mundo lo veía. Él tropezó hacia atrás. "¡No puedes hacer esto, Ellie! ¡No puedes hacer esto!" Ellie le hizo señas a seguridad, que estaban observando el intercambio de cerca. "Acompáñenlo y asegúrense de que no vuelva a entrar." "Sí, señora." Maggie le tomó la mano y le dio un suave apretón. "¿Estás segura de despedirlo?" "Nunca he estado más segura." "No puede lastimarte verdad?" Ellie se rió. "Tuve una pequeña charla esta mañana con mi nuevo abogado." "¿Nuevo abogado también?" "Sí." Ellie se volvió para mirarla. "Limpié la casa. También se han ido algunos otros." Agarró la mano de Maggie. "Ahora bésame antes de que me desmaye por puro deseo." deseo." Maggie buscó sus ojos, y Ellie pudo ver cómo su pulso se aceleraba cerca de la base de su cuello. "Está bien," Ellie dijo, diciéndolo en serio. "¿Estas segura?" "Sí. ¿Tú lo estás?" Maggie le tocó la cara. "Sin miedo, cierto?" XWPColección: Página y Facebook

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Ellie sonrió, y sintió que se iluminaba todo su ser. "Sin miedo." Maggie se inclinó y la besó, y Ellie sintió el calor subir y bajar por su espina dorsal, y luego rebotar en su cuerpo. Gimió en rendición, impotente para moverse, para pensar, para racionalizar. Todo lo que podía hacer era sentir. Y fue maravilloso. Y cuando finalmente se separaron, Ellie oyó algo extraño. Se giró desconcertada y vio a sus invitados aplaudiendo. Estaban sonriendo, saludando y aplaudiendo. Maggie se sonrojó y se aclaró la garganta. "Creo que se reveló el secreto." "Creo que sí." Ellie la abrazó y Maggie le devolvió el abrazo. "¿Qué te hizo cambiar de opinión?" Ellie preguntó, mirándola. "Algunas cartas viejas de mi madre." "¿En serio?" Recordó las que había visto en el cajón de su cómoda. Las atadas con cinta roja. "Ella me escribió mucho después de que Stacy se fue. Me dijo que tenía que seguir confiando, seguir intentándolo. Darle a la gente una oportunidad." "Y no escuchaste," Ellie dijo. "No, no lo hice. Estaba demasiado asustada. Pero en su última carta, antes de morir, dijo que el amor me encontraría nuevamente, pero que tenía que ser lo suficientemente suficientemente valiente para dejarlo entrar." Ellie le sonrió. "¿Lo eres, Maggie? ¿Eres lo suficientemente valiente?" Maggie la atrajo más cerca. "Por ti, lo soy." Se mordió el labio inferior. "Estoy enamorada de ti, Ellie." Un calor la superó, y Ellie sintió que podía alejarse flotando. "Abigail Forrester, te quedarás conmigo esta noche?" Maggie no dudó. "Sí." XWPColección: Página y Facebook

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Ellie se rió. "¿Alguna vez lo hiciste en la parte trasera de una limusina?" "No puedo decir que lo haya hecho." "Tanto te espera, Maggie Douglas." Tomó su mano y jaló. "Venga. Hay personas que se mueren por conocerte." "¿Las hay?" "Oh, si. Tú eres la comidilla de la noche." "Apuesto a que sí." Maggie se puso a caminar junto a ella. "Apuesto a que sí." "Déjalos hablar, déjalos babear, déjalos desmayarse por completo. Te tengo a ti, y eso es todo lo que importa."

Capítulo Diecisiete La moto de nieve corrió por el camino de regreso a la casa. Maggie se quitó los lentes y bajó la polaina del cuello. Quería sentir el viento helado en su cara. Acababa de compactar el sendero nuevamente después de una nevada reciente, y le dolía el cuerpo por la energía gastada. Una agradable ducha caliente sonaba maravilloso, pero eso no era lo que más ansiaba. Esta noche, Ellie venía, y Maggie apenas podía esperar. No la había visto en tres semanas, y el video chat no era lo mismo que abrazarla y tocarla. Hablar por teléfono hasta altas horas de la noche les hacía daño a ambas. Ellie estaba cansada del rodaje y a menudo tenía llamadas a las seis de la mañana. Y Maggie apenas podía mantener los ojos abiertos el tiempo suficiente para escribir una oración, y mucho menos su meta diaria de palabras. Y ahora que había hecho una aparición pública, su popularidad estaba en alza, y su agente ya la estaba molestando sobre hacer una gira de promoción para el nuevo lanzamiento. Pero estaba tratando de tomarlo con calma. Un día a la vez. Le gustaba acostumbrarse al agua antes de zambullirse de cabeza. Su agente, sin embargo, no parecía gustarle esa analogía.


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Y luego estaban los rumores sobre su relación con Ellie Falcon. Hollywood era un hervidero, y Ellie estaba siendo invadida por paparazzi donde quiera que iba. Había hecho una declaración pública sobre cómo había comenzado a salir, pero había dejado los rumores de lesbianas en paz, por respeto a Maggie. Ella había dicho que quería hacerlo de la manera correcta y no en el calor de los rumores fuera de control. Eso solo avivaría el fuego. Maggie estaba bien con lo que sea que eligiera hacer. Sabía que su relación no sería privada por mucho tiempo. Pero planeaba aprovecharlo al máximo mientras durara. Aminoró la velocidad mientras se acercaba a la casa. Lincoln apareció en la ventana del vestíbulo, moviendo la cola. Maggie apagó el motor y jaló de la lona sobre la máquina, luego crujió sobre la nieve mientras se dirigía hacia la puerta. Pero justo antes de que su mano alcanzara el pomo de la puerta, escuchó un sonido que pensó que nunca más volvería a oír. Fue el rápido golpeteo de las palas del helicóptero. Se giró y se protegió los ojos cuando el helicóptero negro apareció a unos cien metros de distancia, y rozó la nieve en un aterrizaje cuidadoso. Ella sonrió abiertamente cuando la puerta se abrió y una pequeña figura con el pelo negro azabache descendió. Maggie arrojó sus lentes y guantes, y corrió escalones abajo hacia la nieve. Ellie saludó con la mano y sonrió, se dirigió hacia ella llevando dos bolsas. Maggie la levantó en sus brazos en el momento en que la alcanzó. "Mmm, no esperaba esto," Maggie dijo, besando su cuello, su mejilla y luego su boca. Ellie cayó inerte contra ella. "No podía esperar hasta esta noche." "Me alegra que no lo hicieras." Maggie la bajó y levantó las bolsas. Más allá de ellas, el helicóptero se alzó del suelo y se elevó hacia el cielo. Lo vieron desaparecer en el sol. "Deja las bolsas," Ellie dijo. Maggie se detuvo. "¿Qué?" Ellie se volvió y le dio una sonrisa astuta. "Deja las bolsas. Quiero ser lo único que cargues." XWPColección: Página y Facebook

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Maggie sonrió y las dejó caer en la nieve. Levantó a Ellie del suelo de nuevo en un abrazo y luego ambas corrieron hacia los escalones. "Han pasado tres semanas," Ellie suspiró mientras Maggie abría la puerta. "Lo sé." Ellie entró, tirando de Maggie mientras se agachaba rápidamente en el vestíbulo, quitándose los zapatos. "Demasiado tiempo," dijo. "Sí." Entraron a la sala de estar, y Ellie se paró frente al sofá. "Enciende un fuego," dijo. Maggie vio el deseo rozar sus altos pómulos. Podía sentirlo en la forma en que su aliento se había acelerado y oírlo en la forma en que su voz había bajado. Ella no intentó objetar ni sugerir la habitación. Sabía lo que ambas necesitaban, y tenía que suceder ahora. Maggie se dirigió a la chimenea donde arrojó tres troncos secos y encendió algo de leña. Lo avivó durante varios minutos, asegurándose de que estuviera brillante y fuerte. fuerte. Cuando se volvió, volvió, su aliento quedó atrapado en su su garganta. Ellie estaba desnuda, de pie junto al sofá, esperando. Extendió una mano. "Ven acá." Maggie caminó hacia ella, incapaz de apartar los ojos de su hermoso cuerpo. Ellie tomó su mano y la atrajo hacia sí. "Levanta tus brazos," dijo. Maggie lo hizo. Ellie comenzó a desnudarla, sin soltar su mirada. Cuando quitó la camisa y el sujetador, desabrochó los pantalones de esquí y bajó para quitar las capas restantes. Todavía mantuvo su mirada mientras le quitaba las bragas y rozaba las las yemas de los dedos dedos por los lados de las piernas cuando cuando una vez más se puso de pie. "Siéntate," dijo, colocando su mano en el centro del pecho de Maggie. XWPColección: Página y Facebook

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Maggie se dejó caer en el sofá y estiró la mano hacia ella, desesperada por sentir su suave piel. "No, sin tocar." Ellie le sujetó las muñecas a los costados mientras se sentaba a horcajadas sobre ella. "Ellie," Maggie susurró. "No, tienes que esperar." La besó ligeramente en la mandíbula, lamió su cuello, y luego jugueteó con sus labios, tirando suavemente de ellos con los dientes. "¿Te portarás bien?" Los ojos de Maggie se cerraron mientras su cuerpo despertaba y ansiaba. "No lo sé." Ellie se retorció contra ella, esta vez mordiéndole el cuello y pasándole la lengua por la oreja. "Necesito que te portes bien," le dijo. "Mantén tus manos a los lados." "¿Qué pasa si no puedo?" Maggie se estremeció cuando su cuerpo se electrificó de la cabeza a los pies. "Entonces serás castigada." "Mmm, y cuál sería mi castigo?" "No podrás tocarme en absoluto durante todo un día." d ía." Maggie gimió. "¿Ves? Así que sé una buena chica y mantén tus manos aquí." Maggie apretó los puños con frustración. "De acuerdo." Ellie soltó sus muñecas. "Bien." Se movió y se sentó a horcajadas sobre su muslo desnudo, bajando su centro cálido c álido y húmedo sobre ella. e lla. Inhaló bruscamente, y cuando abrió los ojos y se concentró en Maggie, Maggie juró que sus pupilas se habían dilatado.


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"Ahora mírame." Agarró los hombros de Maggie y se arqueó, frotándose contra su pierna. "Mmm," dijo. "Te sientes muy bien." "No puedo hacer esto," Maggie dijo. "Necesito tocarte." Ellie se lamió los labios mientras se movía. "Todavía no, amor. Todavía no." Se inclinó y le besó el cuello, la mandíbula y luego la boca, hundiendo la lengua y tomando el control. Maggie estaba indefensa debajo de ella, con el cuerpo vivo y zumbando, pero de algún modo derritiéndose en el sofá. "Ellie," suspiró. "Sabes tan bien," Ellie dijo. Le pasó las manos por su pecho hasta sus senos llenos, donde le acarició los pezones, endureciéndolos. Maggie se arqueó hacia ella y gritó, la sensación recorriéndola, curvándole los dedos de los pies. Ellie siguió bajando para tomar un pezón en su boca. Lo chupó con fuerza, y le tomó todo a Maggie no tirarla en el sofá y devorarla. "Ellie, joder." "Eso es, Maggie. Siente." Se apartó, se balanceó con más fuerza contra su pierna y sostuvo sostuvo los pezones de Maggie suavemente suavemente entre sus sus dedos. "Ahora, mírame correrme," dijo. Se movió más rápido, deslizándose a lo largo de su piel, manteniendo cautiva a Maggie en más de un sentido. Y luego de repente, se sacudió, pellizcó los pezones de Maggie, echó la cabeza hacia atrás y se corrió. Maggie apretó las manos con tanta fuerza que le dolieron. Observó su hermoso cuerpo retorcerse en éxtasis, observó como se tensaba su delicado cuello, su pulso acelerado, su rostro sonrojado. Cuando sus gritos se volvieron roncos y su cuerpo se aquietó, se colocó unos mechones de cabello detrás de las orejas y miró a Maggie con ojos voraces. XWPColección: Página y Facebook

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Ella era una criatura salvaje, del tipo que no podías domesticar. Del tipo que tenías que darle libertad e independencia, ofreciéndole todo el amor que pudieras. Si se quedaba, sería porque se sentía segura y amada. Maggie quería que ella sintiera esas cosas. "Te amo," Maggie dijo finalmente. Ellie se mordió el labio inferior y se inclinó para tomar su mano. Puso la palma de Maggie Maggie en su corazón. "¿Sientes "¿Sientes eso?" Preguntó. Preguntó. "Sí." "Eso es por ti. Eso es lo que quería que sintieras. Tienes mi corazón, Maggie Douglas." Ella se inclinó y la besó. Tan cálida, tan suave, Maggie podía sentir sus células fundirse en una sola. Maggie la abrazó, sosteniéndola suavemente, pasando sus dedos por su lisa espalda. "Te amo," Ellie dijo. "Quiero estar siempre aquí, en tus brazos." Maggie le echó hacia atrás el pelo, acarició su mandíbula. "Siempre voy a estar aquí. Justo a tu lado." Ellie sonrió y luego su mirada se puso seria. "¿Qué es?" Maggie preguntó. Ellie inclinó la cabeza. "Me pregunto quién ganará en la carrera hacia el dormitorio." Maggie la acercó más, la giró para que estuviera boca arriba y se rió. "No habrá ganadora," dijo. "Porque no puedo esperar ni un segundo más." Se besaron larga y profundamente, profundamente, y cuando sus dedos se encontraron encontraron húmedos y buscando, Maggie Maggie supo que había había encontrado el cielo. cielo. Ellie apartó su boca y suspiró cuando entró en Maggie y Maggie entró en ella. Se movieron una contra la otra, ambas gimiendo de placer. Maggie la besó profundamente, profundamente, sin querer querer estar en ningún otro otro lado.


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"Ellie, te amo," dijo mientras se acercaba al clímax. Ellie gritó y la miró fijamente a los ojos. Maggie nunca había visto algo más hermoso. Nada en el mundo era más hermoso que su ángel de nieve. Nada.

Fin


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RB-Ángel de Nieve

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