HANNAH ARENDT: EDUCACION Y NATALIDAD Por: CAROLINA MELO La educación ha sido una gran batalla donde la mercantilización de esta termina siendo primera en la lista de prioridades. Hanna nos introduce a un pensamiento crítico en el que la garantía de evolución está relacionada con el nacimiento, la llegada a un mundo nuevo y diferente, el nacimiento del ser. La educación es acción y como tal es solo la actividad, el movimiento, la fusión de la palabra y el discurso lo que permite que el ser se desarrolle en un mundo con posibilidades de renovación. Hanna nos habla de la pluralidad como condición básica humana, donde la acción se nos da sin mediación y revela nuestro yo y quienes somos ante los demás. Es la pluralidad el permiso y la posibilidad de ser diferentes y entendernos, de comunicarnos1. Es la acción quien nos adentra en el mundo y nos inicia en el comienzo del aprendizaje, en la capacidad de poner algo en movimiento. La acción es creación de novedad, debe ser objeto de un aprendizaje y por tanto de una cierta imitación. La educación no debe ser un sistema de esclavos, la educación debe ayudar a ser felices y a ser libres2 Hanna plantea la imposibilidad entre la relación de la educación y la fabricación, la negación de que la educación tenga un punto final, como terminar un producto. El trabajo de la fabricación se realiza bajo la guía de un modelo, de acuerdo con el cual se construye el objeto y es aquí cuando se procede a manipular y reprimir. La Fabricación es un proceso reproducible donde la pieza averiada se reemplaza por una igual, la formación tratada como producto estandariza el nivel de conocimiento, la cantidad de información que se debe tener, es la finalización de un proceso que no debe terminar. Primo Levi hacía una observación: “Los monstruos existen pero son demasiado pocos para ser realmente peligrosos, mas peligrosos son los hombres comunes, los funcionarios listos para creer y obedecer sin rechistar” La educación como fabricación solo puede entregarnos seres prefabricados. Es aquí donde evaluar este esquema de la educación se hace necesario porque esta debe hacer parte de lo esencial, de lo que prevalece todo el tiempo, de esa esencia en el ser humano, esa que permite nutrir el alma de acontecimientos y de hallazgos a diario, de ese saber en su entera simplicidad. La educación fabricada solo puede dotarnos de seres que se mueven como una gran maquina. Es triste pensar en aquellos idiotas instruidísimos para hacer daño, para arrancar la alegría y para acabar con ese gran principio que es el sentido común. Tal vez Hannah Arendt no lo diga como un reproche, pero aquí quiero recriminarlo. Es 1.Arendt Hanna Natalidad y Educación “No solo expresamos un contenido, sino que somos capaces de atribuir estados intencionales tanto a nosotros mismos como a los demás. Poseemos una radical capacidad atributiva de asignar intenciones, deseos, creencias a los demás como base de su vida mental y espiritual, y a través de esta vía nos hacemos capaces de entenderlos y de comunicarnos” 2 Martín Descalzo JL. Razones para la alegría Una Fábrica de monstruos educadísimos.
indignante saber que la educación sea usada para elaborar productos, para estar al frente de grandes misiones con fines políticos, para hacer parte del sistema en desarrollo sin importar pasar por encima de otros. Grandes médicos, personas competentes, con estudios, ingenieros, llevaron a cabo una barbarie en el holocausto nazi; asesinaron hombres, mujeres, niños y hasta recién nacidos, crearon una brecha de discusión en la historia donde algunos llegan a admirar el poder de la educación como formación de fabricación y otros nos preguntamos si realmente la educación reduce los grados de barbarie de la humanidad, que pueden existir monstruos educadísimos.3 Hanna nos habla de la educación donde el objetivo es la natalidad, ese momento donde el recién llegado es acogido y debe ser acompañado y recibido en términos de ética.4 Hanna explica la importancia de el entorno, las estructuras de acogida, donde la familia, la comunidad educativa y la comunidad política puede funcionar o no. “El niño es un recién llegado. Ante él, el educador tiene una doble responsabilidad: es responsable de su desarrollo y es responsable de una cierta perpetuación del mundo al cual hay que introducir, hospitalariamente al educando. Tanto el niño como el mundo deben ser mutuamente protegidos”. La Natalidad es la etapa fundamental del ser humano, donde éste se encuentra a la expectativa de ese nuevo mundo. Es el recién llegado quien nos brinda la oportunidad del cambio, de la mejora, de hacer realidad algunos sueños, el momento de ser libres, de mostrar que la educación no se debe encaminar a la fría productividad. La educación donde el maestro aprende del estudiante, donde se abre a este y permite ese nacimiento, ese reencuentro con el conocimiento, ese desarrollo de un ser bondadoso; esa educación que ahora está echada a un lado, la educación de principios como decía Martín Descalzo: “Me asombra que aun se siga enseñando todo menos lo esencial: el arte de ser felices, la asignatura de amarse y respetarse los unos a los otros, la carrera de asumir el dolor y no tenerle miedo a la muerte, la milagrosa ciencia de conseguir una vida llena de vida. Al final siempre es lo mismo: al mundo le ha crecido, como un flemón, el carrillo del progreso y de la ciencia intelectual, y sigue subdesarrollado en su rostro moral y ético. Y la clave puede estar en esa educación que olvida lo esencial y que luego se maravilla cuando los muchachos la mandan a hacer puñetas”
3 Martín Descalzo JL. Razones para la alegría Una Fábrica de monstruos educadísimos. 4 Arendt Hanna Natalidad y Educación “Ética es amor; es eros. Es tensión entre lo dicho y lo
que queda por decir, entre lo visible y lo invisible. Y la ética también es negación, es crítica”.