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Descripción: Barcelona, Gedisa
Escrito por Fernando Vera AbarzúaDescripción completa
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Arendt Hannah-Περί βίαςFull description
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Artigo de Renata Torres Schittino - O totalitarismo segundo Hannah ArendtFull description
FilosofíaDescripción completa
Descripción: Eichmann En Jerusalem Arendt Hannah
!reguntas son inc(modas !ero nacen$ !or uer-a$ de nuestras actu actual ales es conv convic icci cio ones nes en este este tema.
Verdad Verdad y política HANNAH ARENDT
1
2o que otorga a este lugar común su mu alta verosimilitud todav"a se !uede resum resumir ir con con el anti antigu guo o adag adagio io lati latino no 3iat 3iat iust iustit itia ia$$ et !ere !ereat at mundus$ 4,ue se haga justicia desa!are-ca el mundo5. A!arte de su !ro#a#le creador 63ernando 7$ sucesor de 8arlos 9:$ que lo !ro'ri( en el siglo ;97$ nadie lo ha usado sino como una !regunta ret(rica< )se de#e hacer justicia cuando está en jueg juego o la su!e su!erv rviv iven enci cia a del del mundo+ El único gran !ensador que se atrevi( a a#ordar el meollo del tema ue 7mmanuel =ant$ quien osadamente ex!lic( que ese 4dicho !ro rovver# er#ial.. l... signi'ca$ en !ala#ras llanas< >la justicia de#e !revalecer$ !revalecer$ aunque todos los los !"caro ross del mundo ndo de#an morir en consecuencia>5. /a /a que los hom#res no !ueden tolerar la vida en un mundo !rivado !or com!leto de justicia$ ese 4derecho humano se ha de considerar sagrado$ sin tomar en cuenta los sacri'cios que ello exija de las autoridades est esta#lecidas.. s... sin sin tomar en cuenta su s !osi#les consecuencias "sicas5 6?:. )*ero no es a#surda esa res!uesta+ )Acaso la !reocu!aci(n !or la existencia
El tema de estas refexiones es un lugar común. Nadie ha dudado jamás que la verdad la !ol"tica nunca se llevaron demasiado #ien$ nadie$ !or lo que o s%$ !uso nunca la veracidad entre las virtudes !ol" !ol"tticas icas.. &iem! iem!re re se vio vio a la mentira como una herramienta necesaria justi'ca#le no s(lo !ara la actividad de los !ol"ticos los demagogos sino tam#i%n !ara la del hom#re de Estado. )*or )*or qu%+ qu%+ ),u% ),u% sign signi' i'ca ca esto esto !ara la naturale-a la dignidad del cam!o !ol"tico$ !or una !arte$ !ara la naturale-a la dignidad de la verdad de la veracidad$ !or otra+ )Está en la esencia misma de la verdad ser im!otente$ en la esencia misma del !oder ser ala-+ )/ qu% clase de !oder tiene la verdad$ si es im!otente en el cam! cam!o o !ú# !ú#lico lico$$ que más más que ninguna otra esera de la vida humana garanti-a la realidad de la existencia a un ser humano que nace muere$ es decir$ a seres que se sa#en surgidos del no0ser que al ca#o de un #reve la!so desa!arecerán en %l otra ve-+ *or *or último$ )la verdad im!otente no es tan desde1a#le como como el !ode !oderr que no !res !restta atenci(n a la verdad+ Estas @
no está antes que cualquier otra cosa$ antes que cualquier virtud o cual cualqu quie ierr !rin !rinci ci!i !io+ o+ )No )No es evidente que si el mundo 00único es!acio en el que !ueden manie maniesta starse0 rse000 está está en !eligro !eligro$$ se convierten en sim!les quimeras+ )Acaso no esta#an en lo cierto en el siglo ;977 cuan cuando do$$ casi casi con con unanim unanimida idad$ d$ declara#an que toda comunidad esta esta#a #a o#li o#liga gada da a reco recono noce cerr$ según las !ala#ras de &!ino-a$ que no ha#"a 4ninguna le más alta alta que la segu seguri rida dad d de suB suB !ro! !ro!io io ám#i ám#ito to5+ 5+ 6C: 6C: &in &in duda duda$$ cualquier !rinci!io trascendente a la mera exis existe tenc ncia ia se !ued !uede e !one !onerr en lugar de la justicia$ si !onemos a la verdad en ese sit sitio 003" 003"at at verit erita as$ et !erea ereatt mundus00$ 00$ el anti ntiguo adagio suena más ra-ona#le. &i entend entendem emos os la acci acci(n (n !ol"t !ol"tica ica en t%rm t%rmin inos os de una una cate catego gor" r"a a medi medios os0' 0'n$ n$ incl inclus uso o !ode !odemo moss lleg llegar ar a la conc conclu lusi si(n (n s(lo s(lo en a!ariencia !arad(jica de que la mentira !uede servir a 'n de esta#lecer o !roteger las cond condic icio ione ness !ara !ara la #úsq #úsqued ueda a de la verdad$ como se1al( hace tiem!o Ho##es$ cua l(gica incansa#le nunca racasa cuando de#e llevar sus argumentos hasta extremos en los que su carácter a#surdo se vuelve o#vio6:. / las mentiras$ que a menudo sustituen a medios más violentos$ #ien
!ueden merecer la consid considerac eraci(n i(n de herram herramient ientas as relat lativam vamente nte inoc nocuas en el arse arsena nall de la acci acci( (n !ol" !ol"ti tica ca.. &i se reconsid sidera el antiguo dich dicho o lati latino no$$ resu result lta a un tant tanto o sor! sor!ren rende dent nte e que que el sacr sacri' i'ci cio o de la verdad en aras de la su!er u!ervvivenc encia del mundo ndo se considere más útil que el sacri'cio de cualquier otro !rinc rincii!io o virt virtud ud.. ien ientras !odemos negarno rnos incl ncluso a !lan !lante tear ar la !reg regunt unta de si la vida ser"a digna de ser vivida en un mundo !rivado de ideas como justicia li#ertad$ curiosamente no es !osi#le hacer lo mismo con res!ecto a la idea idea de verd verdad ad$$ al !are !arece cerr mucho menos !ol"tica. Está en juego la su!ervivencia$ la !erse !erseve vera ranc ncia ia en la exist existen enci cia a 6in suo suo ess esse !ersever evera are:$ ningún mundo humano dest destin inad ado o a su!e su!era rarr el #reve reve la!so de la vida de sus mortales ha# ha#itante ntes !odrá so#rev revivir vir jamás si los hom#res se niegan a hacer lo que Her(doto ue el !rimero en asumir conscientemente< legein ta eonta$ decir lo que existe. Ninguna !ermanencia$ ninguna !ersev severancia en el existi stir$ !ued !uede e conc conce# e#irs irse e siquie siquiera ra sin sin hom#res deseosos de dar testimonio de lo que existe se les muestra !orque existe. ?
no está antes que cualquier otra cosa$ antes que cualquier virtud o cual cualqu quie ierr !rin !rinci ci!i !io+ o+ )No )No es evidente que si el mundo 00único es!acio en el que !ueden manie maniesta starse0 rse000 está está en !eligro !eligro$$ se convierten en sim!les quimeras+ )Acaso no esta#an en lo cierto en el siglo ;977 cuan cuando do$$ casi casi con con unanim unanimida idad$ d$ declara#an que toda comunidad esta esta#a #a o#li o#liga gada da a reco recono noce cerr$ según las !ala#ras de &!ino-a$ que no ha#"a 4ninguna le más alta alta que la segu seguri rida dad d de suB suB !ro! !ro!io io ám#i ám#ito to5+ 5+ 6C: 6C: &in &in duda duda$$ cualquier !rinci!io trascendente a la mera exis existe tenc ncia ia se !ued !uede e !one !onerr en lugar de la justicia$ si !onemos a la verdad en ese sit sitio 003" 003"at at verit erita as$ et !erea ereatt mundus00$ 00$ el anti ntiguo adagio suena más ra-ona#le. &i entend entendem emos os la acci acci(n (n !ol"t !ol"tica ica en t%rm t%rmin inos os de una una cate catego gor" r"a a medi medios os0' 0'n$ n$ incl inclus uso o !ode !odemo moss lleg llegar ar a la conc conclu lusi si(n (n s(lo s(lo en a!ariencia !arad(jica de que la mentira !uede servir a 'n de esta#lecer o !roteger las cond condic icio ione ness !ara !ara la #úsq #úsqued ueda a de la verdad$ como se1al( hace tiem!o Ho##es$ cua l(gica incansa#le nunca racasa cuando de#e llevar sus argumentos hasta extremos en los que su carácter a#surdo se vuelve o#vio6:. / las mentiras$ que a menudo sustituen a medios más violentos$ #ien
!ueden merecer la consid considerac eraci(n i(n de herram herramient ientas as relat lativam vamente nte inoc nocuas en el arse arsena nall de la acci acci( (n !ol" !ol"ti tica ca.. &i se reconsid sidera el antiguo dich dicho o lati latino no$$ resu result lta a un tant tanto o sor! sor!ren rende dent nte e que que el sacr sacri' i'ci cio o de la verdad en aras de la su!er u!ervvivenc encia del mundo ndo se considere más útil que el sacri'cio de cualquier otro !rinc rincii!io o virt virtud ud.. ien ientras !odemos negarno rnos incl ncluso a !lan !lante tear ar la !reg regunt unta de si la vida ser"a digna de ser vivida en un mundo !rivado de ideas como justicia li#ertad$ curiosamente no es !osi#le hacer lo mismo con res!ecto a la idea idea de verd verdad ad$$ al !are !arece cerr mucho menos !ol"tica. Está en juego la su!ervivencia$ la !erse !erseve vera ranc ncia ia en la exist existen enci cia a 6in suo suo ess esse !ersever evera are:$ ningún mundo humano dest destin inad ado o a su!e su!era rarr el #reve reve la!so de la vida de sus mortales ha# ha#itante ntes !odrá so#rev revivir vir jamás si los hom#res se niegan a hacer lo que Her(doto ue el !rimero en asumir conscientemente< legein ta eonta$ decir lo que existe. Ninguna !ermanencia$ ninguna !ersev severancia en el existi stir$ !ued !uede e conc conce# e#irs irse e siquie siquiera ra sin sin hom#res deseosos de dar testimonio de lo que existe se les muestra !orque existe. ?
2a historia del conficto entre la verdad la !ol"tica es e s antigua com!leja$ nada se ganará con una sim!li'caci(n o una denuncia moral. A lo largo de la historia$ los que #uscan dicen la verdad ueron conscientes de los riesgos de su tareaF en la medida en que no interer"an en el curs curso o del del mund undo$ se ve"a ve"an n cu#i cu#ier erto toss !or !or el rid" rid"cu culo lo$$ !ero !ero corr"a !eligro de muerte el que or-a#a a sus conciudadanos a tomarlo en serio cuando intenta#a li#erarlos de la als alsed edad ad la ilus ilusi( i(n$ n$ !orq !orque ue$$ como dice *lat(n en la última rase de su alegor"a de la cave cavern rna$ a$ 4)no 4)no lo mata matar" r"an an$$ si !udieran tenerlo en su s manos...+5. El conficto !lat(nico entre el que dice la verdad los ciudadanos no se !uede uede ex!li x!lica carr con con el adagi dagio o latino ni con ninguna de las teor"as !osteriores que$ im!l"cita o ex!l"citamente$ justi'can la mentira otras transgresiones si la su!ervivencia de la ciudad está en juego. En el relato de *lat(n no se menciona ningún enemigoF la maor"a viv"a !ac"'camente en su cueva$ en mutu mutua a com! com!a1 a1"a "a$$ como como mero meross es!ect es!ectado adores res de imágen imágenes$ es$ sin entrar en acci(n !or consiguiente sin ninguna amena-a. 2os miem#ros de esa comu comuni nida dad d no ten" ten"an an moti motivo voss !ara considerar que la verdad
quienes la dec"an eran sus !eor !eores es enem enemig igos os$$ *lat *lat(n (n no ex!l ex!lic ica a el amor amor !erv !erver erso so que que sent sent"a "an n !or !or la im!o im!ost stur ura a la alsedad. &i !udi%ramos enrentarlo con alguno de sus !osteriores corades en el cam cam!o de la 'l 'lo oso" so"a a !ol" !ol"ttica ica 00con Ho##es$ que sosten"a que s(lo 4tal verdad$ no o!oni%ndose a ningún #ene'cio ni !lacer humano$ es #ienvenida !or !or todo todoss los los hom#r om#res es5$ 5$ una una a'rmaci(n o#via que$ no o#stante$ le !areci( de la su' su'cien cientte im!o im!ort rta ancia ncia como como !ara terminar con ella su 2eviatán00$ !odr"a estar de acuerdo acerca del #ene'cio del !lacer$ !ero no con la a'rmaci(n de que no exis xist"a ninguna clase de verdad #ienvenida !or todos los hom#res. Ho##es$ !ero no *lat(n$ se consola#a con la existencia de una verdad indierente$ con 4temas5 !or los que 4los hom#res no se !reocu!an5$ !or ejem!lo la verdad matemática$ 4la doctrina de las l"neas las 'guras5$ que no inter'ere 4en la am#ici(n$ el #ene'cio o la !asi(n humana5. / continúa Ho##es< 4*ues no !ongo en duda$ que$ de ha#erse o!uesto al derecho de dominio de cualquier hom#re$ o al inter%s de los dominadores$ la doctrina según la cual los tres ángulos de un triángulo de#en ser iguales a dos ángulos de un C
cuadr uadrad ado o hu# hu#iera iera sido sido no a dis! dis!ut utad ada$ a$ sino sino su!r su!rim imid ida a de ra"- quemados todos los li#ros de geometr"a en la medida del !oder de aquel a quien interesara5.6G:
dierenciados siem!re únicos 00de los que la doctrina de las idea ideass !lat !lat(n (nic ica a es un ejem ejem!l !lo o nota#le00 !or los que los hom#res$ desde tiem!os inmemoriales$ trataron de !ens !ensa ar con con rac raciona ionali lida dad d más allá de los l"mites del conocimiento humano.
*or su!uest esto que existe ste una una dierencia decisiva entre el axioma matemático de Ho##es la norma verdadera !ara la conducta humana que$ se consi nsidera era$ el 'l(so l(soo *lat(n trajo de su viaje al mundo de las ideas$ aunque el griego$ conv conven enci cido do de que la verd verda ad matemática a#r"a los ojos de la mente a todas las verdades$ no era consciente de ello. El ejem!lo de Ho##es nos !arece más o menos inoensivoF est estamo amos incl inclin inad ado os a asumi sumirr que la mente humana siem!re será ca!a- de re!roducir axiomas como el que dice que 4los tres ángulos de un triá triáng ngul ulo o suma suman n dos dos ángu ángulo loss rectos5$ concluimos que quemar todos los li#ros de geometr"a no tendr"a un eecto radical. El !eligro ser"a mucho maor con res!ecto a las a'rm rma aciones nes cient" nt"'casF de ha#er tenido la historia un giro distinto$ todo el desarrollo cient"'co moderno desde alileo a Eins instein !odr"a r"a no ha#e ha#erse rse !rod !roduc ucid ido o. *or ciert cierto o que que la verd verdad ad más más vuln vulner era# a#le le de este ti!o ser"an esos m%to m%todo doss de !ens !ensam amie ient nto o mu mu
2a %!oca moderna$ que cree que la verdad no está dada ni revelada sino que es !roducida !or la mente humana$ desde sde 2ei#niasign( verdades matemáticas$ cient"'cas 'los('cas a las es!ecies comu comune ness de verd verdad ad de ra-( ra-(n n distinta de la verdad de hecho o act actua ual. l. Isar Isar% % esta esta dist distin inci ci(n (n !or !or moti motivo voss de conv conven enie ienc ncia ia$$ sin discutir su legitimidad intr"nseca. 8on el deseo de desc descu# u#ri rirr el da1o a1o que !ued uede hacer el !oder !ol"tico a la verdad$ miramos hacia estos asun asunto toss !or !or causa ausass !ol" !ol"ttica icas más que 'los('cas $ !or tanto$ !odemo !odemoss no !regun !reguntar tarnos nos qu% es la verdad contentarnos con tomar la !ala#ra en el sentido en que la gente la suele entender. &i !ensamos en verdades de hecho 00en verdades tan modestas como el !a!el que durante la Revoluci(n Rusa tuvo un hom#re llamado TrotsJi$ que no a!arece en ningún li#ro de historia sovi%tico00$ de inmediato advertimos que son mucho más
vulnera#les que todos los ti!os de verdad de ra-(n tomados en conjunto. Además$ a que los actos los acontecimientos 00el !roducto invaria#le de los gru!os de hom#res que viven actúan juntos00 constituen la textura misma del cam!o !ol"tico$ está claro que lo que más nos interesa aqu" es la verdad actual. El dominio 6!ara usar la misma !ala#ra que Ho##es:$ al atacar la verdad racional$ excede su cam!o$ !or as" decirlo$ en tanto que da #atalla en su !ro!io terreno cuando alsi'ca los hechos o es!arce la calumnia. 2as !osi#ilidades de que la verdad actual so#reviva a la em#estida ero- del !oder son mu escasasF siem!re corre el !eligro de que la arrojen del mundo no s(lo !or un !er"odo sino !otencialmente !ara siem!re. 2os hechos los acontecimientos son cosas mucho más rágiles que los axiomas$ descu#rimientos o teor"as 00aun las de maor arrojo es!eculativo00 !roducidos !or la mente humanaF se !roducen en el cam!o de los asuntos siem!re cam#iantes de los hom#res$ en cuo fujo no ha nada más !ermanente que la !resuntamente relativa !ermanencia de la estructura de la mente humana. Ina ve!erdidos$ ningún esuer-o racional !uede devolverlos.
,ui-á las !osi#ilidades de que las matemáticas euclidianas o la teor"a de la relatividad de Einstein 00 menos aún la 'loso"a !lat(nica00 se re!rodujeran a tiem!o si sus autores no hu#iesen !odido transmitirlas a la !osteridad tam!oco sean mu #uenas$ !ero aun as" son mucho mejores que las !osi#ilidades de que un hecho de im!ortancia$ olvidado o$ con más !ro#a#ilidad$ deormado$ se vuelva a descu#rir algún d"a.
2 Aunque las verdades !ol"ticamente más im!ortantes son las verdades de hecho$ el conficto entre verdad !ol"tica se !lante( articul( !or !rimera ve- con res!ecto a la verdad !ol"tica. 2o o!uesto de un juicio racionalmente verdadero es el error la ignorancia$ como !asa en las ciencias$ o la ilusi(n la o!ini(n$ como ocurre en la 'loso"a. 2a alsedad deli#erada$ la mentira llana$ desem!e1a su !a!el s(lo en el cam!o de los juicios o#jetivos$ se dir"a signi'cativo$ o más #ien extra1o$ que en el largo de#ate so#re el antagonismo entre verdad !ol"tica$ desde *lat(n hasta Ho##es$ nadie al !arecer jamás creera que la mentira organi-ada$ tal como la G
conocemos ho en d"a$ !odr"a ser un arma adecuada contra la verdad. En *lat(n$ el que dice la verdad !one su vida en !eligro$ en Ho##es$ que a lo ha convertido en autor$ reci#e la amena-a de quemar sus li#rosF la !ura mendacidad no es una salida. El so'sta el ignorante$ más que el mentiroso$ ocu!an el !ensamiento de *lat(n$ cuando esta#lece la distinci(n entre error mentira 00es decir$ entre 4 eKdos involuntario voluntario500$ resulta sintomático que sea mucho más duro con las !ersonas que 4se revuelcan en la ignorancia #estial5 que con los mentirosos6L:. )&er"a !orque la mentira organi-ada$ que domina el cam!o !ú#lico$ a dierencia de la mentira !rivada que !rue#a suerte en su !ro!io dominio$ aún no se conoc"a+ Tam#i%n !odemos !reguntarnos si tiene alguna relaci(n con el hecho asom#roso de que$ exce!tuado el -oroastrismo$ ninguna de las grandes religiones incluera la mentira como tal$ distinta de 4dar also testimonio5$ en su catálogo de !ecados graves. &(lo con el surgimiento de la moral !uritana$ que coincidi( con el nacimiento de la ciencia organi-ada$ cuo !rogreso de#"a asegurarse en el terreno 'rme de la veracidad credi#ilidad a#solutas de cada
cient"'co$ las mentiras !asaron a considerarse altas graves. &ea como sea$ en t%rminos hist(ricos$ el conficto entre verdad !ol"tica surgi( de dos modos de vida diametralmente o!uestos< la vida del 'l(soo$ como la entendieron !rimero *arm%nides des!u%s *lat(n$ la vida de los ciudadanos. A las siem!re cam#iantes o!iniones ciudadanas acerca de los asuntos humanos$ que a su veesta#an en un estado de fujo constante$ el 'l(soo o!uso la verdad acerca de las cosas que$ !or su !ro!ia naturale-a$ eran !ermanentes$ de las que !or tanto se !od"an derivar los !rinci!ios adecuados !ara esta#ili-ar los asuntos humanos. En consecuencia$ la ant"tesis de la verdad era la sim!le o!ini(n$ que se iguala#a con la ilusi(n$ esta mengua de la o!ini(n ue lo que dio al conficto su intensidad !ol"tica$ !orque la o!ini(n no la verdad está entre los !rerrequisitos indis!ensa#les de todo !oder. 4Todos los go#iernos descansan en la o!ini(n5$ dec"a Mames adison$ ni siquiera el go#ernante más autocrático o tirano !odr"a llegar jamás al !oder$ menos aún conservarlo$ sin el a!oo de quienes tuvieran una mentalidad semejante. *or la misma causa$ cuando en la esera de los asuntos humanos L
se reclama una verdad a#soluta$ cua valide- no necesita a!oo del lado de la o!ini(n$ esa demanda im!acta en las ra"ces mismas de todas las !ol"ticas de todos los go#iernos. Este antagonismo entre verdad o!ini(n se ve mejor ela#orado en *lat(n 6so#re todo en orgias: como el antagonismo entre la comunicaci(n #ajo la orma de 4diálogo5$ que es el discurso adecuado !ara la verdad 'los('ca$ #ajo la orma de 4ret(rica5$ !or la que el demagogo 00como dir"amos ho00 !ersuade a la multitud. En las !rimeras eta!as de la Edad oderna todav"a se !ueden encontrar huellas de este conficto original$ !ero mu !ocas en el mundo en que vivimos. *or ejem!lo$ en Ho##es todav"a hallamos una contra!osici(n de dos 4acultades o!uestas5< un 4ra-onar s(lido5 una 4!oderosa elocuencia5F el !rimero está #asado 4so#re !rinci!ios de verdad$ la otra so#re o!iniones... so#re las !asiones e intereses de hom#res que son dierentes muta#les5.6: ás de cien a1os des!u%s$ en el &iglo de las 2uces$ esas huellas no ha#"an desa!arecido totalmente $ donde el antiguo antagonismo so#revive aún$ el %nasis se ha des!la-ado. En t%rminos de 'loso"a !remoderna$ la
magn"'ca rase de 2essing 004&age jeder$ Oas ihm Pahrheit dQnJt$ und die Pahrheit sel#st sei ott em!ohlen5 64Deja que cada hom#re diga lo que cree que es verdad deja que la verdad misma quede encomendada a Dios5:00 ha#r"a signi'cado llanamente< el hom#re no es ca!a- de la verdad$ todas sus verdades$ a$ son doxai$ meras o!inionesF !or el contrario$ !ara 2essing signi'ca#a< demos gracias a Dios !or no conocer la verdad. 7ncluso cuando está ausente la nota de jú#ilo 00el criterio de que !ara los hom#res$ al vivir en com!a1"a$ la rique-a inagota#le del discurso humano es in'nitamente más signi'cativa de maor alcance que cualquier 9erdad única00$ la certe-a de la ragilidad de la ra-(n humana !revaleci( desde el siglo ;9777 sin dar lugar a quejas ni lamentaciones. 2o !odemos com!ro#ar en la grandiosa 8r"tica de la ra-(n !ura de =ant$ donde la ra-(n se ve llevada a reconocer sus !ro!ias limitaciones$ como tam#i%n lo o"mos en las !ala#ras de adison$ que más de una ve- su#ra( que 4la ra-(n del hom#re$ como el hom#re mismo$ es t"mida cautelosa cuando o#ra !or s" sola$ adquiere 'rme-a con'an-a en !ro!orci(n al número con que está asociada5.
6: 2as consideraciones de este ti!o$ mucho más que nociones acerca del derecho individual a la ex!resi(n !ro!ia$ jugaron un !a!el decisivo en la lucha$ al 'n más o menos victoriosa$ !ara o#tener li#ertad de !ensamiento !ara la !ala#ra ha#lada e im!resa.
ausencia. 7ncluso clasi'ca la necesidad de comunicaci(n del hom#re$ su inca!acidad !ara ocultar sus !ensamientos callar$ entre los 4errores comunes5 que el 'l(soo no com!arte.6S: *or el contrario$ =ant a'rma#a que 4el !oder externo que !riva al hom#re de la li#ertad !ara comunicar sus !ensamientos en !ú#lico lo !riva a la ve- de su li#ertad !ara !ensar5 6la cursiva es m"a:$ que la única garant"a !ara 4la correcci(n5 de nuestro !ensamiento está en que 4!ensamos$ !or as" decirlo$ en comunidad con otros a los que comunicamos nuestros !ensamientos as" como ellos nos comunican los suos5. 2a ra-(n humana$ !or ser ali#le$ s(lo !uede uncionar si el hom#re !uede hacer 4uso !ú#lico5 de ella$ esto tam#i%n es verdad en el caso de quienes$ aun en un estado de 4tutelaje5$ son inca!aces de usar sus mentes 4sin la gu"a de alguien más5$ !ara el 4estudioso5$ que necesita de 4todo el !ú#lico lector5 !ara examinar controlar sus resultados.6@:
&!ino-a$ que aún cre"a en la inali#ilidad de la ra-(n humana que a menudo reci#e equivocadamente el t"tulo de cam!e(n de la li#ertad de !ala#ra de !ensamiento$ sosten"a que 4cada hom#re es$ !or irrevoca#le derecho natural$ due1o de sus !ro!ios !ensamientos5$ que 4el entendimiento de cada hom#re es suo las mentes son distintas como los !aladares5$ de lo que conclu"a que 4es mejor garanti-ar lo que no se !uede anular5 que las lees que !roh"#en el li#re !ensamiento s(lo !ueden desem#ocar en la existencia de 4hom#res que !iensen una cosa digan otra5 $ !or consiguiente$ en 4la corru!ci(n de la #uena e5 en 4el omento de... la !er'dia5. &in em#argo$ &!ino-a nunca exige li#ertad de !ala#ra$ el argumento de que la ra-(n humana necesita comunicarse con los demás $ !or tanto$ ser !ú#lica en #ien de su !ro!ia integridad #rilla !or su
En este contexto$ la cuesti(n del número mencionada !or adison tiene es!ecial im!ortancia. El des!la-amiento desde la verdad racional hacia la o!ini(n im!lica un !aso del hom#re en singular hacia los
hom#res en !lural$ lo que a su ve- im!lica un cam#io desde un cam!o en el que$ dice adison$ nada cuenta exce!to el 4ra-onamiento s(lido5 de una mente$ hacia un ám#ito donde la 4uer-a de la o!ini(n5 se determina !or la con'an-a individual en 4el número de los que$ su!one el sujeto$ tienen las mismas o!iniones5$ número que$ dicho sea al !asar$ no está necesariamente limitado a las !ersonas contem!oráneas. adison distingu"a aún esta vida en !lural$ que es la vida del ciudadano$ de la vida del 'l(soo$ !or la que esas consideraciones 4de#"an ser desechadas5$ !ero esta distinci(n no tiene una consecuencia !ráctica$ !orque 4una naci(n de 'l(soos es tan !oco !ro#a#le como la ra-a 'los('ca real que quer"a *lat(n5.6@@: Dicho sea de !aso$ se !uede se1alar que la idea misma de 4una naci(n de 'l(soos5 ha#r"a sido una contradicci(n en los t%rminos !ara *lat(n$ cua 'loso"a !ol"tica entera$ incluidos sus a#iertos rasgos tiránicos$ se unda en la convicci(n de que la verdad no se !uede o#tener ni comunicar entre los integrantes de la maor"a.
'l(soo las o!iniones de la calle a han desa!arecido. Ni la verdad de la religi(n revelada$ que los !ensadores del siglo ;977 aún toma#an como una molestia maor$ ni la verdad del 'l(soo$ desvelada al hom#re en su soledad$ inter'eren a en los asuntos del mundo. 8on res!ecto a la !rimera$ la se!araci(n de 7glesia Estado nos dio !a-$ con res!ecto a la segunda$ hace tiem!o que dej( de reclamar su dominio$ a menos que nos tomemos con seriedad las modernas ideolog"as como 'loso"as$ lo que es #ien di"cil$ a que sus adherentes hacen declaraciones a#iertas de que se trata de armas !ol"ticas consideran irrelevante el tema de la verdad la veracidad. &i !ensamos en t%rminos de la tradici(n$ !odr"amos sentirnos autori-ados a concluir de este estado de cosas que a se ha -anjado el antiguo conficto$ en !articular que ha desa!arecido su causa originaria$ el choque de la verdad racional con la o!ini(n. &in em#argo$ !or extra1o que resulte$ no es %ste el caso$ !orque el choque entre la verdad actual la !ol"tica$ que se !roduce ho en tan gran escala$ tiene al menos en algunos as!ectos rasgos mu similares. ientras que
En el mundo en que vivimos$ las últimas huellas de este antiguo antagonismo entre la verdad del S
!ro#a#lemente ninguna %!oca anterior toler( tantas o!iniones diversas en asuntos religiosos o 'los('cos$ la verdad de hecho$ si se o!one al !rovecho o al !lacer de un gru!o determinado$ se saluda ho con una hostilidad maor que nunca. /a se sa#e que siem!re existieron los secretos de EstadoF todos los go#iernos de#en clasi'car cierta inormaci(n$ no transmitirla al !ú#lico$ el que revela#a secretos siem!re ue tratado como un traidor. Este tema no tiene que ver con mi ex!osici(n. 2os hechos que tengo en mente son de !ú#lico conocimiento$ no o#stante la misma gente que los conoce !uede situar en un terreno ta#ú su discusi(n !ú#lica $ con %xito a menudo con es!ontaneidad$ convertirlos en lo que no son$ en secretos. ,ue des!u%s se !rue#e que su aseveraci(n se considera tan !eligrosa como$ !or ejem!lo$ se consider( la !r%dica del ate"smo o alguna otra herej"a$ !arece ser un en(meno curioso$ su signi'cado se ahonda cuando lo encontramos tam#i%n en !a"ses que so!ortan el dominio tiránico de un go#ierno ideol(gico. 67ncluso en la Alemania de Hitler en la Rusia de &talin era más !eligroso ha#lar de cam!os de concentraci(n de exterminio$ cua existencia no era un
secreto$ que sostener a!licar !untos de vista 4her%ticos5 so#re antisemitismo$ racismo comunismo.: &e dir"a que es aún más inquietante el de que$ en la medida en que las verdades actuales inc(modas se toleran en los !a"ses li#res$ a menudo$ en orma consciente o inconsciente se las transorma en o!iniones$ como si el a!oo que tuvo Hitler$ la ca"da de 3rancia ante el ej%rcito alemán en @S o la !ol"tica del 9aticano durante la &egunda uerra undial no ueran hechos hist(ricos sino una cuesti(n de o!iniones. En vista de que esas verdades de hecho se re'eren a asuntos de im!ortancia !ol"tica inmediata$ lo que aqu" está en juego es algo más que la qui-á inevita#le tensi(n entre dos ormas de vida dentro del marco de una realidad común comúnmente reconocida. 2o que aqu" se juega es la !ro!ia realidad común o#jetiva %ste es un !ro#lema !ol"tico de !rimer orden$ sin duda. En vista de que la verdad de hecho$ aunque mucho menos a#ierta a la discusi(n que la verdad 'los('ca$ con entera evidencia al alcance de todos$ a menudo !arece estar sujeta a un destino similar cuando se ex!one en la calle 00es decir$ a que se la com#ata no con mentiras ni alsedades @
deli#eradas$ sino con o!iniones00$ !odr"a ser útil mientras tanto rea#rir el antiguo al !arecer o#soleto tema de verdad rente a o!ini(n. 8onsiderada desde el !unto de vista del que dice la verdad$ la tendencia a transormar el hecho en o!ini(n$ a desdi#ujar la l"nea divisoria entre am#os$ no es menos desconcertante que el antiguo dilema del hom#re vera-$ tan #ien ex!resado en la alegor"a de la caverna$ cuando el 'l(soo$ a su regreso del solitario viaje al cielo de las ideas !erdura#les$ !rocura comunicar su verdad a la multitud$ con el resultado de verla desa!arecer en la diversidad de !untos de vista$ que !ara %l son ilusiones$ caer hasta el es!acio incierto de la o!ini(n$ de modo que en ese instante$ cuando está otra veen la caverna$ la verdad misma se muestra en la ormulaci(n del doJeUV moi 64me !arece5:$ las dWxai mismas que ha#"a es!erado dejar detrás de una ve- !ara siem!re. &in em#argo$ el narrador de la verdad de hecho está en !eor situaci(n. No vuelve de ningún viaje a regiones que est%n más allá del cam!o de los asuntos humanos ni !uede consolarse con la idea de que se ha convertido en un orastero en este mundo. De
una manera similar$ no tenemos derecho a consolarnos con la idea de que la verdad de esa !ersona$ si es verdad$ no es de este mundo. &i no se ace!tan los sim!les juicios o#jetivos de esa !ersona 00verdades vistas !resenciadas con los ojos del cuer!o no con los de la mente00$ surge la sos!echa de que !uede estar en la naturale-a del cam!o !ol"tico negar o tergiversar cualquier clase de verdad$ como si los hom#res ueran inca!aces de llegar a un acuerdo con la !ertinacia inconmovi#le$ evidente 'rme de esa verdad. &i %ste uera el caso$ las cosas ser"an aún más deses!eradas de lo que *lat(n dec"a$ !orque la verdad de *lat(n$ hallada actuali-ada en soledad$ !or de'nici(n trasciende al cam!o de la maor"a$ al mundo de los asuntos humanos. 6&e !uede entender que el 'l(soo$ en su aislamiento$ ceda a la tentaci(n de usar su verdad como una norma que se ha de im!oner en los asuntos humanos$ es decir$ !ara igualar la trascendencia inherente de la verdad 'los('ca con la mu distinta clase de 4trascendencia5 !or la que los metros otros !atrones de medida se se!aran de la multitud de o#jetos que de#en medir$ tam#i%n !odemos entender que la maor"a se resista a esa norma$ a que en @@
realidad se deriva de un es!acio que es ajeno al cam!o de los asuntos humanos cua conexi(n con %l s(lo se justi'ca !or una conusi(n.: 2a verdad 'los('ca$ cuando entra en la calle$ cam#ia su naturale-a se convierte en o!ini(n$ !orque se ha !roducido una verdadera metX#asij eYj allo g-Vnoj$ no s(lo un !aso de un ti!o de ra-onamiento a otro sino de un modo de existencia humana a otro. *or el contrario$ la verdad de hecho siem!re está relacionada con otras !ersonas< se re'ere a acontecimientos circunstancias en las que son muchos los im!licadosF se esta#lece !or testimonio directo de!ende de declaracionesF s(lo existe cuando se ha#la de ella$ aunque se !rodu-ca en el cam!o !rivado. Es !ol"tica !or naturale-a. 2os hechos las o!iniones$ aunque de#en mantenerse se!arados$ no son antag(nicos entre s"F !ertenecen al mismo cam!o. 2os hechos dan origen a las o!iniones$ las o!iniones$ ins!iradas !or !asiones e intereses diversos$ !ueden dierenciarse am!liamente ser leg"timas mientras res!eten la verdad actual. 2a li#ertad de o!ini(n es una arsa$ a menos que se garantice la inormaci(n o#jetiva que no est%n en
discusi(n los hechos mismos. En otras !ala#ras$ la verdad actual con'gura al !ensamiento !ol"tico tal como la verdad de ra-(n con'gura a la es!eculaci(n 'los('ca. *ero )existen hechos inde!endientes de la o!ini(n de la inter!retaci(n+ )Acaso generaciones enteras de historiadores 'l(soos de la historia no han demostrado la im!osi#ilidad de esta#lecer hechos sin una inter!retaci(n$ a que en !rimer lugar ha que rescatarlos de un !uro caos de acontecimientos 6 los !rinci!ios de elecci(n no son los datos o#jetivos: des!u%s ha que ordenarlos en un relato que se !uede transmitir s(lo dentro de cierta !ers!ectiva$ que no tiene nada que ver con los sucesos originales+ &in duda$ %stas muchas otras incertidum#res de las ciencias hist(ricas son reales$ !ero no constituen una argumentaci(n contra la existencia de la cuesti(n o#jetiva ni !ueden servir !ara justi'car que se #orren las l"neas divisorias entre hecho$ o!ini(n e inter!retaci(n$ o como una excusa !ara que el historiador mani!ule los hechos como le !la-ca. Aun si admitimos que cada generaci(n tiene derecho a escri#ir su !ro!ia historia$ s(lo le reconocemos el derecho @?
a acomodar los acontecimientos según su !ro!ia !ers!ectiva$ !ero no el de alterar la materia o#jetiva misma. *ara ilustrar este asunto$ como una excusa !ara no seguir !or más tiem!o con %l$ recordemos que$ durante los a1os veinte$ cuenta la historia$ !oco antes de morir$ 8lemenceau manten"a una conversaci(n amistosa con un re!resentante de la Re!ú#lica de Peimar so#re el !ro#lema de qui%n ha#"a sido el cul!a#le del estallido de la *rimera uerra undial. 4)En su o!ini(n$ qu% !ensarán los uturos historiadores acerca de este asunto tan engorroso controvertido+5$ !reguntaron a 8lemenceau$ quien res!ondi(< 4Eso no lo s%$ !ero s% con certe-a que no dirán que Z%lgica invadi( Alemania5. Aqu" nos interesan los datos rudamente elementales de esa clase$ cua esencia indestructi#le ser"a evidente aun !ara los más extremados so'sticados creentes del historicismo. Es verdad que se necesitar"a mucho más que los gemidos de los historiadores !ara eliminar de las cr(nicas el hecho de que en la noche del de agosto de @S@ las tro!as alemanas cru-aron la rontera #elga< se necesitar"a nada menos que el mono!olio del !oder en todo el
mundo civili-ado. *ero ese mono!olio del !oder está lejos de ser inconce#i#le$ no es di"cil imaginar cuál ser"a eldestino de la verdad de hecho si los intereses del !oder$ nacionales o sociales$ tuvieran la última !ala#ra en estos temas. 2o que nos lleva otra vea la sos!echa de que !uede ser !ro!io de la naturale-a del cam!o !ol"tico estar en guerra con la verdad en todas sus ormasF !or consiguiente$ volvemos a la !regunta del motivo !or el que incluso un com!romiso con la verdad de hecho se siente como una actitud anti!ol"tica.
3 8uando se dice que la verdad de hecho o actual$ como ant"tesis de la racional$ no es antagonista de la o!ini(n$ se ormula una verdad a medias. Todas las verdades 00no s(lo las distintas clases de verdad de ra-(n sino tam#i%n la de hecho00 se contra!onen a la o!ini(n en su modo de a'rmar la valide-. 2a verdad im!lica un elemento de coacci(n$ las tendencias a menudo tiránicas$ tan lamenta#lemente visi#les entre los !roesionales veraces se !ueden generar en la tensi(n de vivir ha#itualmente #ajo alguna clase de com!ulsi(n$ más que en un allo de carácter. Muicios como 4la suma de los ángulos @C
de un triángulo es igual a dos rectos5$ 4la tierra se mueve alrededor del sol5$ 4es mejor surir un da1o que hacerlo5$ 4en agosto de @S@ Alemania invadi( Z%lgica5 son mu distintos !or la orma en que se lleg( a ellos$ !ero una veconsiderados verdaderos reconocidos como tales$ com!arten el hecho de estar más allá del acuerdo$ la discusi(n$ la o!ini(n o el consenso. *ara quienes los ace!tan$ esos juicios no var"an según el gran o escaso número de los que sustentan la misma tesisF la !ersuasi(n o la disuasi(n son inútiles$ !orque el contenido del juicio no es de naturale-a !ersuasiva sino coactiva. 6As" es como *lat(n$ en Timeo$ tra-a una l"nea entre los hom#res ca!aces de !erci#ir la verdad los que mantienen o!iniones r"gidas. Entre los !rimeros$ el (rgano que !erci#e la verdad no[jB se activa a trav%s de la instrucci(n$ cosa que$ !or su!uesto$ im!lica desigualdad de la que se !uede decir que es una orma suave de coacci(nF los segundos de#en ser s(lo !ersuadidos. 2os !untos de vista de los !rimeros$ dice *lat(n$ son inamovi#les$ en tanto que siem!re se !uede !ersuadir a los segundos de que cam#ien sus criterios.:6@?: 2o que cierta ve- se1al( ercier de la Rivi%re acerca de la verdad matemática se a!lica a todo ti!o de verdad< 4Euclide est un v%rita#le des!oteF et les
v%rit%s g%om%triques qu\il nous a transmises$ sont des lois v%rita#lement des!otiques5 64Euclides es un verdadero d%s!ota$ las verdades geom%tricas que nos transmiti( son lees verdaderamente des!(ticas5:. Dentro de la misma actitud$ unos cien a1os antes$ 9an root 00!ara limitar el !oder del !r"nci!e a#soluto00 ha#"a insistido en que 4ni siquiera Dios !uede lograr que dos más dos no hagan cuatro5. 8on esa rase no quer"a su#raar la limitaci(n im!l"cita de la omni!otencia divina$ sino que invoca#a la uer-a coactiva de la verdad rente al !oder !ol"tico. Estas dos o#servaciones ilustran el as!ecto que orece la verdad en la !ers!ectiva !ol"tica !ura$ desde el !unto de vista del !oder$ la !regunta es si el !oder !odr"a de#er"a controlarse no s(lo mediante una constituci(n$ una carta de derechos diversos !oderes$ como en el sistema de controles #alances$ en el que$ según dec"a ontesquieu$ 4le !ouvoir arr%te le !ouvoir5 64el !oder detiene al !oder5: 00es decir$ mediante actores que surgen del cam!o !ol"tico estricto !ertenecen a %l00$ sino tam#i%n mediante algo que viene de uera$ que tiene su uente en un lugar que no es el cam!o !ol"tico que es tan inde!endiente de los deseos anhelos de la gente como lo es la voluntad del !eor de los @
tiranos. 9ista con la !ers!ectiva de la !ol"tica$ la verdad tiene un carácter des!(tico. *or consiguiente$ los tiranos la odian$ !orque con ra-(n temen la com!etencia de una uer-a coactiva que no !ueden mono!oli-ar$ no le otorgan demasiada estima los go#iernos que se #asan en el consenso recha-an la coacci(n. 2os hechos están más allá de acuerdos consensos$ todo lo que se diga so#re ellos 00todos los intercam#ios de o!ini(n undados en inormaciones correctas00 no servirá !ara esta#lecerlos. &e !uede discutir$ recha-ar o ado!tar una o!ini(n ino!ortuna$ !ero los hechos ino!ortunos son de una to-udeirritante que nada !uede conmover$ exce!tuadas las mentiras lisas llanas. El !ro#lema es que la verdad de hecho$ como cualquier otra verdad$ exige un reconocimiento !erentorio evita el de#ate$ el de#ate es la esencia misma de la vida !ol"tica. 2os modos de !ensamiento de comunicaci(n que tratan de la verdad$ si se miran desde la !ers!ectiva !ol"tica$ son avasalladores de necesidad< no toman en cuenta las o!iniones de otras !ersonas$ cuando el tomarlas en cuenta es la caracter"stica de todo !ensamiento estrictamente !ol"tico.
El !ensamiento !ol"tico es re!resentativoF me ormo una o!ini(n tras considerar determinado tema desde diversos !untos de vista$ recordando los criterios de los que están ausentesF es decir$ los re!resento. Este !roceso de re!resentaci(n no im!lica ado!tar ciegamente los !untos de vista reales de los que sustentan otros criterios $ !or tanto$ miran hacia el mundo desde una !ers!ectiva dierenteF no se trata de em!at"a$ como si o intentara ser o sentir como alguna otra !ersona$ ni de contar ca#e-as unirse a la maor"a$ sino de ser !ensar dentro de mi !ro!ia identidad tal como en realidad no so. 8uantos más !untos de vista diversos tenga o !resentes cuando esto valorando determinado asunto$ cuanto mejor !ueda imaginarme c(mo sentir"a !ensar"a si estuviera en lugar de otros$ tanto más uerte será mi ca!acidad de !ensamiento re!resentativo más válidas mis conclusiones$ mi o!ini(n. 6Esta ca!acidad de 4mentalidad am!lia5 es la que !ermite que los hom#res ju-guenF como tal la descu#ri( =ant en la !rimera !arte de su 8r"tica del juicio$ aunque %l no reconoci( las im!licaciones !ol"ticas morales de su descu#rimiento.: El !roceso mismo de ormaci(n de la o!ini(n está determinado !or aquellos en cuo lugar alguien !iensa usando su !ro!ia @G
mente$ la única condici(n !ara a!licar la imaginaci(n de este modo es el desinter%s$ el hecho de estar li#re de los !ro!ios intereses !rivados. *or consiguiente$ si evito toda com!a1"a o esto com!letamente aislada mientras me ormo una o!ini(n$ no esto conmigo misma$ sin más$ en la soledad del !ensamiento 'los('coF en realidad sigo en este mundo de interde!endencia universal$ donde !uedo convertirme en re!resentante de todos los demás. *or su!uesto$ !uedo negarme a o#rar as" hacerme una o!ini(n que considere s(lo mis !ro!ios intereses$ o los intereses del gru!o al que !ertene-co. &in duda$ incluso entre !ersonas mu cultivadas$ lo más ha#itual es la o#stinaci(n ciega$ que se hace evidente en la alta de imaginaci(n en la inca!acidad de ju-gar. *ero la calidad misma de una o!ini(n$ como la de un juicio$ de!ende de su grado de im!arcialidad. Ninguna o!ini(n es evidente !or s" misma. En cuestiones de o!ini(n$ !ero no en cuestiones de verdad$ nuestro !ensamiento es genuinamente discursivo$ va de un lado a otro$ de un lugar del mundo a otro$ !or as" decirlo$ a trav%s de toda clase de !untos de vista antag(nicos$ hasta que !or 'n se eleva desde esas !articularidades hacia
alguna generalidad im!arcial. 8om!arado con este !roceso$ en el que un asunto !articular se lleva a cam!o a#ierto !ara que se !ueda verlo en todos sus as!ectos$ en todas las !ers!ectivas !osi#les$ hasta que la lu- !lena de la com!rensi(n humana lo inunda lo hace trans!arente$ un juicio de verdad tiene una o!acidad !eculiar. 2a verdad de ra-(n ilumina el entendimiento humano la verdad de hecho de#e con'gurar o!iniones$ !ero estas verdades nunca son oscuras aunque tam!oco son trans!arentes$ está en su naturale-a misma la ca!acidad de so!ortar una dilucidaci(n !osterior$ as" como en la naturale-a de la lu- está que so!orte el esclarecimiento. Además$ en ningún otro !unto esa o!acidad es más evidente ni más irritante que cuando nos enrentamos con los hechos con la verdad de hecho$ !orque no ha ninguna ra-(n concluente !ara que los hechos sean lo que sonF siem!re !ueden ser diversos esta molesta contingencia es literalmente ilimitada. A causa de la accidentalidad de los hechos$ la 'loso"a !remoderna se neg( a tomar en serio el cam!o de los asuntos humanos$ im!regnado !or el carácter actual$ o a creer que cualquier verdad signi'cativa se !odr"a descu#rir alguna ve- en la 4accidentalidad melanc(lica5 @L
6=ant: de una secuencia de los hechos que constituen el curso de este mundo. Ninguna 'loso"a de la historia moderna consigui( hacer las !aces con la to-ude- intrata#le e irracional de la !ura actualidadF los 'l(soos modernos idearon todas las clases de necesidad$ desde la dial%ctica de un mundo del es!"ritu o de las condiciones materiales hasta las necesidades de una naturale-a humana !resuntamente invaria#le conocida$ !ara que los últimos vestigios del al !arecer ar#itrario 4!odr"a ha#er sido de otra manera5 6que es el !recio de la li#ertad: desa!are-can del único cam!o en que los hom#res son li#res de verdad. Es cierto que mirando hacia atrás 00o sea$ con !ers!ectiva hist(rica00 cada secuencia de acontecimientos se ve como si las cosas no !udieran ha#er sido de otro modo$ !ero eso es una ilusi(n (!tica$ o más #ien existencial< nada !odr"a ocurrir si la realidad$ !or de'nici(n$ no destruera todas las demás !otencialidades inherentes$ en su origen$ a toda situaci(n dada. En otras !ala#ras$ la verdad de hecho no es más evidente que la o!ini(n$ esto ha de estar entre las ra-ones !or las que quienes sustentan o!iniones encuentran relativamente ácil desacreditar esta verdad como si se tratara de una o!ini(n más. *or otra
!arte$ la evidencia actual se esta#lece mediante el testimonio de testigos !resenciales 00sin duda !oco 'a#les00 !or registros$ documentos monumentos$ todos los cuales !ueden ser el resultado de alguna alsi'caci(n. En el caso de una dis!uta$ s(lo se !uede invocar a otros testigos$ !ero no a una tercera más alta instancia$ a la conciliaci(n en general se llega !or v"a maoritaria$ es decir$ tal como en la conciliaci(n de dis!utas de o!ini(n$ un !rocedimiento !or entero insatisactorio$ a que no ha nada que evite que una maor"a de testigos lo sea de testigos alsos. *or el contrario$ #ajo ciertas circunstancias$ el sentimiento de !ertenencia a una maor"a !uede incluso !ro!iciar el also testimonio. En otras !ala#ras$ en la medida en que la verdad de hecho está ex!uesta a la hostilidad de los que sustentan la o!ini(n$ es al menos tan vulnera#le como la verdad 'los('ca racional. Antes o#serv% que el que dice la verdad de hecho está$ en algunos as!ectos$ en !eores condiciones que el 'l(soo de *lat(n$ que su verdad no tiene origen trascendente ni siquiera !osee las cualidades relativamente trascendentes de !rinci!ios !ol"ticos como la li#ertad$ la justicia$ el honor el valor$ todos los cuales !ueden ins!irar la acci(n humana @
maniestarse en ella. Ahora veremos que esta desventaja tiene consecuencias más serias que las !ensadas anteriormente$ consecuencias que se re'eren no s(lo a la !ersona del hom#re vera- sino tam#i%n 00 esto es más im!ortante00 a las !osi#ilidades de que su verdad so#reviva. 2a ins!iraci(n la maniestaci(n de las acciones humanas !ueden no ser adecuadas !ara com!etir con la evidencia a!remiante de la verdad$ !ero en cam#io s" lo son$ como veremos$ !ara com!etir con la !ersuasividad inherente a la o!ini(n. 8it% antes la rase socrática 4es mejor surir un da1o que hacerlo5 como ejem!lo de un juicio 'los('co que concierne a la conducta humana $ !or consiguiente$ que tiene im!licaciones !ol"ticas. 2o hice en !arte !orque esta sentencia se ha convertido en el !rinci!io del !ensamiento %tico occidental$ en !arte !orque$ hasta donde tengo noticias$ sigui( siendo la única !ro!osici(n %tica que se !uede derivar directamente de la ex!eriencia 'los('ca es!ec"'ca. 6El im!erativo categ(rico de =ant$ el único com!etidor en este cam!o$ se !uede des!ojar de sus ingredientes judeocristianos$ que undamentan su ormulaci(n como un im!erativo en lugar de una mera !ro!osici(n. &u !rinci!io #ásico es el axioma de la no contradicci(n 00el ladr(n
se contradice !orque quiere guardar como !ro!iedad sua los #ienes que ro#a00$ este axioma de#e su valide- a las condiciones de !ensamiento que &(crates ue el !rimero en descu#rir.: 2os diálogos !lat(nicos nos dicen una otra ve- que el juicio de &(crates 6una !ro!osici(n$ no un im!erativo: sona#a a !aradoja$ que con acilidad era reutado en la calle$ donde una o!ini(n se o!one a otra o!ini(n$ que &(crates era inca!a- de !ro#ar demostrar su valide- no s(lo ante sus adversarios$ sino tam#i%n ante sus amigos disc"!ulos. 6El más uerte de estos !asajes se encuentra en el !rinci!io de 2a re!ú#lica6@C:. Des!u%s de un vano intento de convencer a su antagonista Tras"maco de que la justicia es mejor que la injusticia$ lauc(n Adimanto$ disc"!ulos de &(crates$ dicen a su maestro que su argumento no ha#"a sido convincente. El maestro admira la argumentaci(n de los j(venes< 4&in duda ha#%is ex!erimentado algo divino !ara que no os haáis !ersuadido de que la injusticia es mejor que la justicia$ cuando sois ca!aces de ha#lar de tal modo en avor de esas tesis5. En otras !ala#ras$ esta#an convencidos antes de que em!e-ara la discusi(n$ todo lo que se ha#"a dicho !ara a!oar la verdad de la !ro!osici(n no s(lo no ha#"a @
conseguido !ersuadir a los no convencidos sino que ni siquiera ha#"a tenido la uer-a necesaria !ara reor-ar sus convicciones.: Encontramos en los diálogos !lat(nicos todo lo que se !ueda decir en esta deensa. El argumento !rinci!al es el de que !ara el hom#re$ que es uno$ es mejor estar en conficto con todo el mundo que estar en conficto en contradicci(n consigo mismo6@:$ un argumento que tiene mucha uer-a !ara el 'l(soo$ cuo !ensamiento caracteri-a *lat(n como un silencioso diálogo consigo mismo cua existencia$ !or consiguiente$ de!ende de un intercam#io constantemente articulado consigo mismo de una !artici(n0en0dos de la unidad que$ de todos modos$ %l es$ !orque una contradicci(n #ásica entre los dos interlocutores que sostienen el diálogo refexivo destruir"a las condiciones mismas de la actividad 'los('ca6@G:. En otras !ala#ras$ como el hom#re lleva dentro un interlocutor del que nunca !odrá li#erarse$ lo mejor que !uede ocurrirle es no vivir en com!a1"a de un asesino o de un alsario. Además$ a que el !ensamiento es el diálogo callado que se !roduce entre el sujeto su o$ ha que tener el cuidado de mantener intacta la integridad de ese com!a1ero$ !orque en caso contrario se !ierde !or com!leto la ca!acidad de !ensar.
*ara el 'l(soo 00o más #ien !ara el hom#re en la medida en que es un ser !ensante00$ esta !ro!osici(n %tica so#re hacer surir el mal no es menos cierta que la verdad matemática. *ero !ara el hom#re como ciudadano$ como ser que o#ra com!rometido con el mundo la !ros!eridad !ú#lica más que con su !ro!io #ienestar 00incluida$ !or ejem!lo$ su 4alma inmortal5$ cua 4salud5 de#er"a estar !or encima de las necesidades de un cuer!o mortal00$ el juicio socrático no es verdadero. uchas veces se se1alaron las desastrosas consecuencias que !ara cualquier gru!o tendr"a el hecho de em!e-ar a seguir$ con toda seriedad$ los !rece!tos %ticos derivados del hom#re en singular$ a sean socráticos$ !lat(nicos o cristianos. ucho antes de que aquiavelo recomendara !roteger el cam!o !ol"tico de los !rinci!ios !uros de la e cristiana 6los que se niegan a hacer el mal !ermiten a los malvados 4hacer todo el mal que quieran5:$ Arist(teles advert"a en contra de !ermitir que los 'l(soos tuvieran cualquier intervenci(n en asuntos !ol"ticos. 6A los hom#res que !or motivos !roesionales han de !reocu!arse tan !oco !or 4lo que es #ueno !ara ellos mismos5$ no se les !uede con'ar lo que es #ueno !ara los demás$ menos que nada el @S
4#ien común5$ el inter%s terreno de la comunidad.6@L:
&in em#argo$ como la verdad 'los('ca lleva en s" un elemento coactivo$ !uede tentar al hom#re de Estado en ciertas condiciones$ tanto como el !oder de la o!ini(n !uede tentar al 'l(soo. *or ejem!lo$ en la Declaraci(n de la 7nde!endencia$ Me]erson dec"a que ciertas 4verdades son evidentes !or s" mismas5$ !orque quer"a !oner el acuerdo #ásico entre los hom#res de la Revoluci(n más allá de toda dis!uta discusi(nF como axiomas matemáticos$ de#"an ex!resar las 4creencias de los hom#res5 que 4de!enden no de su !ro!ia voluntad$ sino que siguen involuntariamente las evidencias !ro!uestas a su entendimiento56@:. 8on todo$ al decir 4consideramos que estas verdades son evidentes !or s" mismas5$ aunque no uera totalmente consciente de ello$ conced"a que el juicio 4todos los hom#res ueron creados como iguales5 no es evidente !or s" mismo sino que necesita del acuerdo del consenso$ admit"a que la igualdad$ !ara tener im!ortancia en el cam!o !ol"tico$ no es 4la verdad5 sino una cuesti(n de o!iniones. De otra !arte$ existen juicios 'los('cos o religiosos que corres!onden a esta o!ini(n 00como el que dice que todos los hom#res son iguales ante Dios$ ante la muerte o en la medida en que !ertenecen a la misma
2a verdad 'los('ca se re'ere al hom#re en su singularidad $ !or tanto$ es a!ol"tica !or naturale-a. &i$ no o#stante$ el 'l(soo quiere que su verdad !revale-ca ante las o!iniones de la maor"a$ surirá una derrota tal ve- de ella dedu-ca que la verdad es im!otente$ una !erogrullada que equivale a que un matemático$ inca!a- de cuadrar el c"rculo$ se quejase de que el c"rculo no sea un cuadrado. *odr"a sentirse tentado$ como *lat(n$ de hacerse o"r !or algún tirano con inclinaciones 'los('cas$ en el aortunado mu !oco !ro#a#le caso de que tuviera %xito$ !odr"a undar una de esas tiran"as de la 4verdad5 que conocemos en es!ecial a trav%s de las diversas uto!"as !ol"ticas que$ !or su!uesto$ en t%rminos !ol"ticos son tan tiránicas como las otras ormas de des!otismo. En el a!enas menos im!ro#a#le caso de que su verdad se im!usiera sin el auxilio de la violencia$ sim!lemente !orque los hom#res están de acuerdo con ella$ la sua ser"a una victoria !"rrica. En tal caso$ la verdad de#er"a su !redominio no a su !ro!ia uer-a sino al acuerdo de la maor"a$ que !odr"a cam#iar de !arecer al d"a siguiente sostener alguna otra cosa< lo que uera verdad 'los('ca se convertir"a en mera o!ini(n. ?
es!ecie de animal rationale00$ !ero ninguno de ellos tuvo jamás ninguna consecuencia !ol"tica o !ráctica$ !orque el elemento nivelador$ a sea Dios$ la muerte o la naturale-a$ trasciende está uera del cam!o en que se !roduce la relaci(n humana. Esas 4verdades5 no están entre los hom#res sino !or encima de ellos ninguna de esas cosas está detrás de la moderna o antigua ace!taci(n de la verdad$ so#re todo de la de los griegos. ,ue todos los hom#res haan sido creados iguales$ no es evidente !or s" mismo ni se !uede !ro#ar. 2o creemos !orque la li#ertad s(lo es !osi#le entre iguales$ creemos que las alegr"as grati'caciones de la li#re com!a1"a han de !reerirse a los !laceres dudosos del dominio. Estas !reerencias tienen la máxima im!ortancia !ol"tica$ a!arte de ellas ha !ocas cosas !or las que los hom#res se dierencien más !roundamente entre s". &u calidad humana$ estar"amos tentados de decir$ sin duda la calidad de todo ti!o de relaci(n entre ellos$ de!ende de esas elecciones. No o#stante$ se trata de una cuesti(n de o!iniones no de la verdad$ como admiti( Me]erson$ mu en contra de su voluntad. &u valide- de!ende del acuerdo consenso li#reF se llega a ellos a trav%s del !ensamiento discursivo$ re!resentativo$ se
comunican !ersuasi(n
a trav%s de la la disuasi(n.
2a !ro!osici(n socrática 4es mejor !adecer el mal que hacerlo5 no es una o!ini(n sino que !retende ser una verdad$ aunque se !ueda dudar de que alguna ve- haa tenido una consecuencia !ol"tica directa$ es innega#le su im!acto en la conducta !ráctica como !rece!to %ticoF s(lo disrutan de un reconocimiento maor las normas religiosas$ que son a#solutamente vinculantes !ara la comunidad de creentes. )Este hecho no entra en clara contradicci(n con la generalmente ace!tada im!otencia de la verdad 'los('ca+ /$ en vista de que sa#emos !or los diálogos !lat(nicos qu% !oco !ersuasivo resulta#a el juicio de &(crates !ara amigos enemigos !or igual cuando el maestro trata#a de !ro#ar su valide-$ de#emos !reguntarnos c(mo !udo o#tener su alto grado de ace!taci(n. Es evidente que se ha#rá de#ido a un ti!o de !ersuasi(n !oco ha#itualF &(crates decidi( a!ostar su vida !or esa verdad$ !or ejem!lo no cuando se !resent( ante el tri#unal ateniense sino cuando se neg( a evitar la sentencia de muerte. / esta ense1an-a mediante el ejem!lo es$ sin duda$ la única orma de 4!ersuasi(n5 de la que es ca!ala verdad 'los('ca sin caer en la !erversi(n o la ?@
distorsi(n6@:F !or la misma causa$ la verdad 'los('ca !uede convertirse en 4!ráctica5 e ins!irar la acci(n sin violar las normas del ám#ito !ol"tico s(lo cuando consigue hacerse mani'esta a la manera de un ejem!lo< es la única o!ortunidad que un !rinci!io %tico tiene de ser veri'cado con'rmado. *or ejem!lo$ !ara veri'car la idea de valor !odemos recordar el com!ortamiento de Aquiles !ara veri'car la idea de #ondad nos inclinamos a !ensar en Mesús de Na-areth o en san 3ranciscoF estos ejem!los ense1an o !ersuaden !or ins!iraci(n$ de modo que cada ve- que tratamos de cum!lir un acto de valor o de #ondad$ es como si imitáramos a alguien$ imitatio 8hristi o de quien sea. A menudo se se1ala que$ como dec"a Me]erson$ 4un sentido v"vido duradero del de#er 'lial se im!rime con maor e'cacia en la mente de un hijo o una hija tras la lectura de El re 2ear que !or la de todos los secos li#ros que so#re la %tica la divinidad se haan escrito56@S:$ que$ como dec"a =ant$ 4los !rece!tos generales a!rendidos de sacerdotes o de 'l(soos$ o incluso tomados de los !ro!ios recursos$ nunca son tan e'caces como un ejem!lo de virtud o santidad56?:. 2a ra-(n$ como lo ex!lica =ant$ es que siem!re necesitamos 4intuiciones... !ara veri'car la realidad de nuestros
conce!tos5. 4&i son !uros conce!tos del entendimiento5$ como el conce!to de triángulo$ 4las intuiciones reci#en el nom#re de esquemas5$ como el triángulo ideal$ !erci#ido s(lo !or los ojos de la mente no o#stante indis!ensa#le !ara reconocer todos los triángulos realesF sin em#argo$ si los conce!tos son !rácticos$ reeridos a la conducta$ 4las intuiciones se llaman ejem!los56?@:. /$ a dierencia de los esquemas$ que nuestra mente !roduce !or s" misma gracias a la imaginaci(n$ estos ejem!los se derivan de la historia de la !oes"a$ a trav%s de las cuales 00como se1alara Me]erson00 4se a#re !ara nuestro uso un cam!o de imaginaci(n5 com!letamente distinto. Esta transormaci(n de un juicio te(rico o es!eculativo en verdad ejem!lar 00una transormaci(n de la que s(lo es ca!a- la 'loso"a moral00 es una ex!eriencia l"mite !ara el 'l(soo< al esta#lecer un ejem!lo 4!ersuadir5 a la gente de la única orma en que !uede hacerlo$ em!ie-a a actuar. Ho$ cuando casi ningún juicio 'los('co$ !or atrevido que sea$ se tomará lo #astante en serio como !ara que !onga en !eligro la vida del 'l(soo$ aun esta rara o!ortunidad de con'rmar en lo !ol"tico una verdad 'los('ca ha desa!arecido. &in em#argo$ en ??
nuestro contexto es im!ortante tener en cuenta que tal !osi#ilidad existe !ara el que dice la verdad de ra-(n$ !ero no existe en ninguna circunstancia !ara el que dice la verdad actual que en %ste$ como en otros temas$ está en !eor situaci(n que antes. No s(lo los juicios o#jetivos no contienen !rinci!ios !or los cuales los hom#res !uedan actuar$ que !or consiguiente resulten mani'estos en el mundoF su contenido mismo se resiste a este ti!o de veri'caci(n. Alguien que dice la verdad de hecho$ en el im!ro#a#le caso de que quisiera a!ostar su vida !or un acontecimiento !articular$ cometer"a una es!ecie de error. 2o que quedar"a mani'esto en su acci(n ser"a su valor o qui-á su to-ude-$ !ero no la verdad de lo que ten"a que decir ni tam!oco su !ro!ia credi#ilidad. )*or qu% un mentiroso no i#a a sostener sus mentiras con gran valor$ so#re todo en !ol"tica$ donde !uede estar motivado !or el !atriotismo o !or otra clase de leg"tima !arcialidad de gru!o+
4 2o que de'ne a la verdad de hecho es que su o!uesto no es el error ni la ilusi(n ni la o!ini(n$ elementos que no se refejan en la veracidad !ersonal$ sino la alsedad deli#erada o mentira. 8laro está
que el error es !osi#le$ e incluso común$ con res!ecto a la verdad de hecho$ en cuo caso este ti!o de verdad no se dierencia de la verdad cient"'ca o de ra-(n. *ero la cuesti(n es que$ con res!ecto a los hechos$ existe otra alternativa$ la alsedad deli#erada$ que no !ertenece a la misma es!ecie de las !ro!osiciones que$ acertadas o equivocadas$ no !retenden más que decir qu% es una cosa !ara el sujeto o c(mo se muestra esa cosa a %l. In juicio o#jetivo 00Alemania invadi( Z%lgica en agosto de @S@00 adquiere im!licaciones !ol"ticas s(lo si se !one en un contexto inter!retativo. *ero la !ro!osici(n o!uesta$ esa que 8lemenceau$ aún !oco amiliari-ado con el arte de volver a escri#ir la historia$ considera#a a#surda$ no necesita contexto !ara tener signi'cado !ol"tico. 8on toda claridad$ se trata de un intento de cam#iar la cr(nica como tal es una orma de acci(n. ^tro tanto ocurre cuando el alsario$ que no !uede hacer que su mentira se im!onga$ no insiste en la verdad evang%lica de su juicio !retende que se trata de su 4o!ini(n5$ que reivindica #asándose en su derecho constitucional. 8on recuencia hacen esto los gru!os ?C
su#versivos$ en un !ú#lico !ol"ticamente inmaduro$ la conusi(n resultante !uede ser considera#le. 2a atenuaci(n de la l"nea divisoria entre la verdad de hecho la o!ini(n es una de las muchas ormas que !uede asumir la mentira$ todas ellas ormas de acci(n. ientras el em#ustero es un hom#re de acci(n$ el vera-$ a diga verdades de ra-(n o de hecho$ no lo es de ningún modo. &i el que dice verdades de hecho quiere desem!e1ar un !a!el !ol"tico !or tanto ser !ersuasivo$ en la maor"a de los casos tendrá que extenderse considera#lemente !ara ex!licar !or qu% su !articular verdad es la mejor !ara los intereses de determinado gru!o. As" como el 'l(soo o#tiene una victoria !"rrica cuando su verdad se vuelve dominante en los medios de o!ini(n$ el que dice la verdad actual$ cuando entra en el cam!o !ol"tico se identi'ca con algún inter%s !arcial con alguna ormaci(n de !oder$ com!romete la única cualidad que !odr"a hacer que su verdad uera !lausi#le< su veracidad$ garanti-ada !or la im!arcialidad$ la integridad$ la inde!endencia. Es di"cil que haa una 'gura !ol"tica más ca!a- de des!ertar sos!echas justi'cadas que la del vera- de
!roesi(n que ha descu#ierto alguna eli- coincidencia entre la verdad el inter%s. El em#ustero$ !or el contrario$ no necesita de tan dudosa acomodaci(n !ara a!arecer en la escena !ol"ticaF tiene la gran ventaja de que siem!re está$ !or as" decirlo$ en medio de ellaF es actor !or naturale-aF dice lo que no es !orque quiere que las cosas sean distintas de lo que son$ es decir$ quiere cam#iar el mundo. Toma ventaja de la innega#le a'nidad de nuestra ca!acidad !ara la acci(n$ !ara cam#iar la realidad$ con esa misteriosa acultad nuestra que nos !ermite decir 4#rilla el sol5 cuando está lloviendo a cántaros. &i en nuestro com!ortamiento estuvi%ramos tan com!letamente condicionados como algunas 'loso"as hu#iesen querido que estuvi%ramos$ jamás ha#r"amos !odido concretar ese !eque1o milagro. En otras !ala#ras$ nuestra ha#ilidad !ara mentir 00!ero no necesariamente nuestra ha#ilidad !ara ser veraces00 es uno de los !ocos datos evidentes demostra#les que con'rman la li#ertad humana. *odemos cam#iar las circunstancias en que vivimos !orque tenemos una relativa li#ertad res!ecto de ellas$ de esta li#ertad se a#usa a ella se !ervierte con la mendacidad. &i ?
es tentaci(n !oco menos que irresisti#le !ara el historiador !roesional caer en la tram!a de la necesidad negar de orma im!l"cita la li#ertad de acci(n$ tam#i%n es casi igualmente irresisti#le la tentaci(n que el !ol"tico !roesional siente !or so#restimar las !osi#ilidades de esa li#ertad tolerar de orma im!l"cita la alsa negaci(n o la distorsi(n de los hechos. &in duda$ en lo que res!ecta a la acci(n$ la mentira organi-ada es un en(meno marginal$ !ero el !ro#lema es que su ant"tesis$ el mero relato de los hechos$ no conduce a ninguna acci(n< en circunstancias normales$ se decanta !or la ace!taci(n de las cosas tal como son. 6Esto$ desde luego$ no im!lica recha-ar que de la divulgaci(n de los hechos !uedan hacer un uso leg"timo las organi-aciones !ol"ticas o que$ en ciertas circunstancias$ los asuntos o#jetivos llevados a la atenci(n !ú#lica !uedan !ro!iciar reor-ar no !oco las demandas de los gru!os %tnicos sociales.: 2a veracidad jamás se inclu( entre las virtudes !ol"ticas$ !orque !oco contri#ue a ese cam#io del mundo de las circunstancias que está entre las actividades !ol"ticas más leg"timas. &(lo cuando una comunidad se em#arca en la mentira
organi-ada !or !rinci!io no únicamente con res!ecto a los !articulares$ la veracidad como tal$ sin el sost%n de las uer-as distorsionantes del !oder el inter%s$ !uede convertirse en un actor !ol"tico de !rimer orden. 8uando todos mienten acerca de todo lo im!ortante$ el hom#re vera-$ lo se!a o no lo se!a$ ha em!e-ado a actuarF tam#i%n %l se com!romete en los asuntos !ol"ticos !orque$ en el caso !oco !ro#a#le de que so#reviva$ ha#rá dado un !aso hacia la tarea de cam#iar el mundo. &in em#argo$ en esta situaci(n !ronto se encontrará en inc(moda desventaja. Ha#l% antes del carácter contingente de los hechos$ que siem!re !odr"an ha#er sido distintos$ que !or tanto no tienen !or s" mismos ningún rasgo evidente o veros"mil !ara la mente humana. 8omo el alsario tiene li#ertad !ara modelar sus 4hechos5 de tal modo que concuerden con el !rovecho el !lacer$ o aun las sim!les ex!ectativas$ de su audiencia$ lo más !osi#le es que resulte más !ersuasivo que el hom#re vera-. Es mu cierto que !or lo común tendrá la verosimilitud de su ladoF su ex!osici(n será más l(gica$ !or decirlo as"$ !orque el elemento ines!erado 00uno de los rasgos so#resalientes de todos los hechos00 ha ?G
desa!arecido misericordiosamente. No s(lo la verdad de ra-(n$ según la rase de Hegel$ reivindica !ara s" el sentido comúnF la realidad$ con mucha recuencia$ inringe la entere-a raciocinante del sentido común tanto como inringe el !rovecho el !lacer. Ahora de#emos volver nuestra atenci(n al en(meno relativamente reciente de la mani!ulaci(n masiva de hechos o!iniones$ como se hi-o evidente en la tarea de volver a escri#ir la historia$ en la ela#oraci(n de la imagen en la !ol"tica gu#ernamental concreta. 2a tradicional mentira !ol"tica$ tan !rominente en la historia de la di!lomacia en el arte de go#ernar$ en general se reer"a a verdaderos secretos 00datos que jamás se hac"an !ú#licos00 o #ien a intenciones$ que de todos modos no tienen el mismo grado de 'a#ilidad que los hechos consumadosF como todo lo que ocurre dentro de cada !ersona$ las intenciones son sim!les !otencialidades$ lo que se !ens( como una mentira siem!re !uede terminar siendo verdad. *or el contrario$ las mentiras !ol"ticas modernas se ocu!an con e'cacia de cosas que de ninguna manera son secretas sino conocidas de casi todos. Esto es o#vio en el caso de
volver a escri#ir la historia contem!oránea ante los ojos de quienes son testigos de ella$ !ero tam#i%n es verdad cuando se !retende crear una imagen$ caso en que$ una ve- más$ todo hecho conocido !ro#ado se !uede negar o desde1ar si da1a la imagen$ !orque a dierencia de un retrato antiguo$ se su!one que la imagen no mejora la realidad sino que la sustitue de manera total. racias a las t%cnicas modernas a los medios masivos$ ese sustituto es mucho más !ú#lico que su original. 3inalmente nos enrentamos con hom#res de Estado res!eta#les que$ como De aulle Adenauer$ ueron ca!aces de construir sus !ol"ticas #ásicas en tan o#vios 4no0hechos5 como el de que 3rancia uera uno de los vencedores de la última guerra $ !or tanto$ una de las grandes !otencias$ 4que la #ar#arie del nacionalsocialismo ha#"a aectado s(lo a un !orcentaje relativamente !eque1o del !a"s56??:. Todas estas mentiras$ lo su!ieran o no sus autores$ contienen un elemento de violenciaF la mentira organi-ada siem!re tiende a destruir lo que se haa decidido anular$ aunque s(lo los go#iernos totalitarios de manera consciente haan ado!tado la mentira como !aso !revio al asesinato. 8uando TrotsJi su!o que nunca ha#"a ?L
desem!e1ado un !a!el en la Revoluci(n Rusa$ tuvo que ha#er com!rendido que se ha#"a 'rmado su sentencia de muerte. Es o#vio que resulta más ácil eliminar a una 'gura !ú#lica del registro hist(rico si es !osi#le eliminarla del mundo de los vivos. En otras !ala#ras$ la dierencia entre la mentira tradicional la mentira moderna en la maor"a de los casos se iguala con la dierencia entre el ocultamiento la destrucci(n. Además$ la mentira tradicional s(lo se reer"a a ciudadanos !articulares nunca ten"a la intenci(n de enga1ar literalmente a todos$ !ues se dirig"a al enemigo s(lo a %l !retend"a enga1ar. Estas dos limitaciones restring"an el da1o infigido a la verdad hasta un !unto que$ visto en !ers!ectiva$ nos !uede !arecer casi inoensivo. 8omo los hechos siem!re ocurren dentro de un contexto$ una mentira limitada 00es decir$ una alsedad que no intenta cam#iar el contexto en su totalidad00 desgarra$ !or as" decirlo$ la tela de lo actual. 8omo todo historiador sa#e$ se !uede detectar una mentira locali-ando incongruencias$ agujeros o las l"neas de los remiendos. En la medida en que la estructura en su conjunto se mantenga intacta$ la mentira se
mostrará !or 'n como si lo hiciera !or s" misma. 2a segunda limitaci(n se re'ere a los que están com!rometidos con la im!ostura$ que sol"an !ertenecer al c"rculo restringido de los estadistas di!lomáticos$ que entre s" aún conoc"an !od"an !reservar la verdad. No eran !ersonas que ueran a resultar v"ctimas de sus !ro!ias alsedadesF !od"an enga1ar a los demás sin enga1arse a s" mismos. Es o#via la ausencia tanto de estas circunstancias atenuantes como del viejo arte de mentir en la mani!ulaci(n de los hechos a la que ho asistimos. )8uál es$ !ues$ el signi'cado de estas limitaciones$ !or qu% se justi'ca que las llamemos circunstancias atenuantes+ )*or qu% el enga1o a medias se ha convertido en una herramienta indis!ensa#le en el negocio de la creaci(n de una imagen$ !or qu%$ !ara el mundo !ara el mismo alsario que se enga1ara con sus !ro!ias mentiras$ ser"a !eor que el mero hecho de enga1ar a los demás+ In alsario no !odr"a !resentar mejor excusa moral que la de que$ !or ser tanta su aversi(n a la mentira$ tuvo que convencerse a s" mismo antes de !oder mentir a los demás$ es decir que$ como Antonio en 2a tem!estad$ ha#"a tenido que ?
4convertir en !ecadora a su memoria$ !ara dar cr%dito a su !ro!ia mentira5. / !or último$ tal ve- sea lo más inquietante$ si las modernas mentiras !ol"ticas son tan grandes que exigen una com!leta acomodaci(n nueva de toda la estructura de los hechos 00la con'guraci(n de otra realidad$ !or decirlo as"$ en la que entren sin grietas$ #rechas ni 'suras$ tal como los hechos entran en su contexto original00$ )qu% es lo que im!ide que esos nuevos relatos$ imágenes 4no0 hechos5 se conviertan en sustituto adecuado de la realidad de lo actual+ Ina an%cdota medieval ilustra lo di"cil que !uede ser mentir a los demás sin mentirse a s" mismo. Dice el relato que ha#"a un !ue#lo en cua atalaa noche d"a un centinela monta#a guardia !ara advertir a la gente en caso de que se acercara el enemigo. El centinela era hom#re dado a hacer #romas !esadas una noche hi-o sonar la alarma !ara meter un !oco de miedo a los ha#itantes del !ue#lo. Tuvo un %xito a#rumador< todos corrieron a las murallas el último en llegar ue el !ro!io centinela. El cuento sugiere que$ en gran medida$ nuestra ca!taci(n de la realidad de!ende de que com!artamos el
mundo con nuestros semejantes$ que se requiere una gran uer-a de carácter !ara no a!artarse de lo no com!artido$ sea verdad o mentira. En otras !ala#ras$ cuanto más %xito tiene un alsario$ más !ro#a#le es que caiga en la tram!a de sus !ro!ias elucu#raciones. Además$ el #romista autoenga1ado que demuestra estar en el mismo #ando que sus v"ctimas resultará mucho más 'a#le que el em#ustero des!iadado que se !ermite disrutar de su jugarreta desde uera. &(lo el autoenga1o es ca!a- de crear una a!ariencia de 'a#ilidad$ en un de#ate so#re hechos$ el único actor de !ersuasi(n que a veces tiene una !osi#ilidad de ser más uerte que el !lacer$ el temor el #ene'cio es la a!ariencia !ersonal. El !rejuicio moral corriente suele ser más #ien duro con la mentira cruel$ en tanto que$ !or lo común$ se mira el a menudo mu desarrollado arte del autoenga1o con gran tolerancia !ermisividad. Entre los !ocos ejem!los de la literatura que se !ueden citar como contrarios a esta valoraci(n ha#itual está la amosa escena del monasterio en el !rinci!io de 2os hermanos =arama-ov. El !adre$ un mentiroso em!edernido$ ?
!regunta al starets< 4),u% de#o hacer !ara salvarme+5$ el monje res!onde< 4Ante todo$ _jamás te mientas a ti mismo`5. DostoievsJi no a1ade ninguna ex!licaci(n ni ela#oraci(n. 2os argumentos en avor del axioma 4es mejor mentir a los demás que enga1arte a ti mismo5 se1alar"an que el mentiroso des!iadado tiene conciencia de la distinci(n entre verdad als"a$ de modo que la verdad que esconde de los demás todav"a no ha quedado !or com!leto uera del mundo$ sino que ha encontrado en el alsario su último reugio. El da1o hecho a la realidad no es com!leto ni de'nitivo$ !or la misma ra-(n$ el da1ohecho al em#ustero mismo tam!oco es com!leto ni 'nalF esa !ersona ha mentido !ero no es una mentirosa. Tanto esa !ersona como el mundo al que enga1a no están más allá de la 4salvaci(n5$ !ara usar las !ala#ras del starets. El carácter com!leto el !otencialmente 'nal$ desconocidos en tiem!os anteriores$ son los !eligros que nacen de la moderna mani!ulaci(n de los hechos. Aun en el mundo li#re$ donde el go#ierno no ha mono!oli-ado el !oder de decidir decretar cuáles son los elementos actuales que son los que no son$ las organi-aciones con
gigantescos intereses han generali-ado una es!ecie de marco mental de raison d\%tát$ que antes se restring"a al manejo de los asuntos exteriores $ en sus !eores excesos$ a las situaciones de o#vio e inminente !eligro. / la !ro!aganda nacional de los go#iernos a tiene a!rendidas más que unas !ocas triqui1uelas de los m%todos de las !rácticas em!resariales. 2as imágenes ela#oradas !ara el consumo interno$ distintas de las mentiras que se destinan al adversario extranjero$ !ueden convertirse en realidad !ara todos $ en !rimer lugar$ !ara sus !ro!ios a#ricantes$ que mientras aún se encuentran en la tarea de !re!arar sus 4!roductos5$ se ven a#rumados !or la mera idea del !osi#le número de v"ctimas. &in duda$ los que originaron la imagen alsa que 4ins!ira5 a los disuasores ocultos todav"a sa#en que quieren enga1ar a un enemigo en el cam!o social o en el nacional$ !ero el resultado es que todo un gru!o de !ersonas$ e incluso de naciones enteras$ !uede orientarse en una red de enga1os con la que los l"deres quieran someter a sus o!ositores. 2o que !asa des!u%s es casi automático. El gru!o enga1ado los enga1adores mismos ?S
suelen esor-arse$ so#re todo$ !or mantener intacta la imagen de la !ro!aganda$ esta imagen se ve menos amena-ada !or el enemigo !or reales intereses hostiles que !or los que$ dentro del !ro!io gru!o$ han conseguido esca!ar de su encanto e insisten en ha#lar de hechos o acontecimientos no acordes con esa imagen. 2a historia contem!oránea está llena de ejem!los en los que quienes dicen la verdad actual se considera#an más !eligrosos e incluso más hostiles que los o!ositores mismos. Estos argumentos contra el autoenga1o no se de#en conundir con las !rotestas de los 4idealistas5$ sea cual sea su m%rito$ contra la mentira como algo en !rinci!io malo contra el antiguo arte de enga1ar al enemigo. *ol"ticamente$ lo !rimordial es que el arte moderno del autoenga1o es ca!a- de transormar un tema exterior en un asunto interno$ as" como un conficto internacional o intergru!al revierte so#re el escenario de la !ol"tica interna. 2os autoenga1os !racticados !or am#as !artes en la %!oca de la guerra r"a son demasiados como !ara enumerarlos$ !ero es o#vio que constituen un ejem!lo a!ro!iado. 2os cr"ticos conservadores de la democracia de masas con recuencia
di#ujaron los !eligros que esta orma de go#ierno acarrea a los asuntos internacionales$ sin mencionar$ no o#stante$ los !eligros !eculiares de las monarqu"as o de las oligarqu"as. 2a uer-a de sus argumentos está en el hecho innega#le de que$ en condiciones !lenamente democráticas$ el enga1o sin autoenga1o es im!osi#le !or com!leto. En nuestro actual sistema de comunicaci(n mundial$ que a#arca un am!lio número de naciones inde!endientes$ ninguna de las !otencias existentes es lo #astante grande como !ara dis!oner de una 4imagen5 segura. *or consiguiente$ las imágenes tienen una ex!ectativa de vida más o menos #reveF !ueden estallar no s(lo cuando la suerte a está echada la realidad rea!arece en !ú#lico sino antes$ !orque los ragmentos de los hechos !ertur#an sin cesar arrancan de sus engranajes la guerra de !ro!aganda entre imágenes enrentadas. &in em#argo$ ese camino no es el único$ ni siquiera el más signi'cativo !or el que la realidad se venga de los que se atreven a desa'arla. 2a ex!ectativa de vida de las imágenes a!enas si !uede aumentarse de manera categ(rica aun #ajo un go#ierno C
mundial o alguna otra versi(n moderna de la *ax Romana. 2a mejor ilustraci(n de ello está en los sistemas relativamente cerrados de los go#iernos totalitarios las dictaduras de !artido único$ que !or su!uesto son con gran dierencia las entidades más e'caces !ara !roteger las ideolog"as las imágenes del im!acto de la realidad de la verdad. 6Esa correcci(n de las cr(nicas nunca es segura. En un inorme de @SCG$ encontrado en el Archivo &molensJ$ nos enteramos de las inconta#les di'cultades que rodean este ti!o de em!resa. *or ejem!lo$ )qu% 4ha#r"a que hacer con los discursos de Uinoviev$ =amenev$ RiJov$ Zujarin et alii en los congresos del *artido$ en los !lenos del 8omit% 8entral$ en el =omintern$ los congresos de los soviets$ etc%tera+ ),u% hacer con las antolog"as so#re marxismo... escritas o editadas en conjunto !or 2enin$ Uinoviev... otros+ ),u% hacer con los escritos de 2enin editados !or =amenev+... ),u% se !odr"a hacer en los casos en que TrotsJi... ha#"a escrito un art"culo en un número de 7nternacional 8omunista+ )Ha#r"a que con'scar toda la tirada+56?C:. *reguntas com!lejas$ sin duda$ !ara las que no ha res!uestas en el Archivo.: El !ro#lema es que
tienen que hacer cam#ios constantes en las alsedades con las que sustituen la historia realF las circunstancias cam#iantes exigen la su!lantaci(n de un li#ro de historia !or otro$ el reem!la-o de !áginas en las enciclo!edias li#ros de consulta$ la desa!arici(n de ciertos nom#res !ara incluir otros desconocidos o !oco conocidos antes. / aunque esta inesta#ilidad !ersistente no d% se1ales de lo que !uede ser la verdad$ es en s" una se1al$ mu !otente$ del carácter enga1oso de todas las declaraciones !ú#licas relativas al mundo de los hechos. A menudo se se1ala que la consecuencia del lavado de cere#ro más cierta a largo !la-o es una !eculiar clase de cinismo$ un recha-o a#soluto a creer en la veracidad de cualquier cosa$ !or mu #ien undada que est% esa veracidad. En otras !ala#ras$ el resultado de una consistente total sustituci(n de las mentiras !or la verdad de hecho no es que las mentiras vaan a ser ace!tadas en adelante como verdad$ la verdad se diame como una mentira$ sino que el sentido !or el que esta#lecemos nuestro rum#o en el mundo real 00 la categor"a de verdad contra alsedad está entre los medios mentales !ara conseguir C@
este
'n00
queda
destruido.
*ara este !ro#lema no ha remedio. No es más que la otra cara del inc(modo carácter contingente de toda la realidad o#jetiva. /a que todo lo que ha !asado de verdad en el cam!o de los asuntos humanos !odr"a ha#er sido de otra manera$ las !osi#ilidades de mentir son ilimitadas$ esta ausencia de limites contri#ue al !ro!io racaso. &(lo el em#ustero ocasional conseguirá adherirse a una alsedad !articular con una 'rme-a inconmovi#leF los que ada!ten las imágenes los relatos a las circunstancias siem!re cam#iantes se encontrarán fotando en un hori-onte a#ierto de !otencialidad$ desli-ándose de una !osi#ilidad a otra$ im!osi#ilitados de a!oarse en ninguna de sus !ro!ias construcciones. En lugar de conseguir un sustituto adecuado de lo real de lo actual$ transorman los hechos acontecimientos en esa !otencialidad de la que surgieron en un !rimer momento. El signo más seguro del carácter actual de los hechos acontecimientos es !recisamente esta to-uda !resencia$ cua contingencia inherente desa"a$ !or último$ todos los intentos de una ex!licaci(n conclusiva. *or el
contrario$ las imágenes siem!re se !ueden ex!licar hacer admisi#les 00lo que les da una ventaja momentánea so#re la verdad de hecho00$ !ero nunca !ueden com!etir en esta#ilidad con lo que sim!lemente es !orque resulta que es as" no de otro modo. *or este motivo$ ha#lando en t%rminos meta(ricos$ la mentira coherente nos ro#a el suelo de de#ajo de nuestros !ies no nos !one otro !ara !isar. 6En !ala#ras de ontaigne< 4&i la als"a$ como la verdad$ no tuviera más que una cara$ sa#r"amos mucho mejor d(nde estamos$ !orque !odr"amos dar !or cierto lo o!uesto de lo que el em#ustero nos dice. *ero el reverso de la verdad tiene mil ormas un cam!o ilimitado5.: 2a vivencia de un tem#loroso movimiento fuctuante de todo lo que sirve de #ase !ara nuestro sentido de la direcci(n de la realidad está entre las ex!eriencias más comunes más intensas de los hom#res que viven #ajo un go#ierno totalitario. *or tanto$ la innega#le a'nidad de la mentira la acci(n el cam#io del mundo 00es decir$ la !ol"tica00 está limitada !or la naturale-a misma de las cosas a#iertas a la acultad de acci(n del hom#re. El a#ricante de imágenes se equivoca cuando C?
cree que !uede antici!ar los cam#ios mintiendo acerca de los asuntos o#jetivos que todos quieren eliminar de alguna manera. 2a undaci(n de las aldeas *otemJin$ tan grata !ara los !ol"ticos !ro!agandistas de los !a"ses en v"as de desarrollo$ nunca lleva a la creaci(n de una cosa real sino s(lo a una !rolieraci(n !ereccionamiento del enga1o. Ni el !asado 00 toda verdad actual$ !or su!uesto$ se re'ere al !asado00 ni el !resente$ en la medida en que es una consecuencia del !asado$ están a#iertos a la acci(nF s(lo el uturo lo está. &i el !asado el !resente se tratan como !artes del uturo 00es decir$ se vuelven a su antiguo estado de !otencialidad00$ el cam!o !ol"tico queda !rivado no s(lo de su uer-a esta#ili-adora !rinci!al sino tam#i%n del !unto de !artida del cam#io$ del que sirve !ara em!e-ar algo nuevo. 2o que se inicia entonces es el constante moverse revolverse en la esterilidad total$ algo caracter"stico de muchas de las nuevas naciones que tuvieron la mala suerte de nacer en la era de la !ro!aganda. ,ue los hechos no están seguros en manos del !oder es algo evidente$ !ero la cuesti(n está en que el !oder$ !or su naturale-a misma$ jamás !uede
!roducir un sustituto de la esta#ilidad 'rme de la realidad o#jetiva que$ !or ser !asado$ ha crecido hasta una dimensi(n que está más allá de nuestro alcance. 2os hechos se a'rman a s" mismos !or su terquedad$ su "ndole rágil se suma$ extra1amente$ a su gran resistencia$ la misma irreversi#ilidad que es el sello de toda acci(n humana. En su o#stinaci(n$ los hechos son su!eriores al !oderF son menos transitorios que las ormaciones de !oder$ que surgen cuando los hom#res se reúnen con un 'n !ero desa!arecen tan !ronto como ese 'n se consigue o no se alcan-a. Este carácter transitorio hace que el !oder sea un instrumento !oco 'a#le !ara conseguir una !ermanencia de cualquier clase$ !or eso no s(lo la verdad los hechos están inseguros en sus manos sino tam#i%n la no0 verdad los no0hechos. 2a actitud !ol"tica ante los hechos de#e recorrer$ !or cierto$ la estrecha senda que ha entre el !eligro de considerarlos como resultado de algún desarrollo necesario que los hom#res no !ueden evitar 00 !or tanto no !ueden hacer nada con res!ecto a ellos00 el !eligro de ignorarlos$ de tratar de mani!ularlos #orrarlos del mundo. CC
5 En conclusi(n$ vuelvo a los temas !lanteados al !rinci!io de estas refexiones. 2a verdad$ aunque im!otente siem!re derrotada en un choque rontal con los !oderes esta#lecidos$ tiene una uer-a !ro!ia< hagan lo que hagan$ los que ejercen el !oder son inca!aces de descu#rir o inventar un sustituto adecuado !ara ella. 2a !ersuasi(n la violencia !ueden destruir la verdad$ !ero no !ueden reem!la-arla. / esto es válido !ara la verdad de ra-(n o religiosa$ tanto como !ara la verdad de hecho$ mucho más o#viamente en este caso. Ina o#servaci(n de la !ol"tica desde la !ers!ectiva de la verdad$ como la aqu" !resentada$ signi'ca situarse uera del cam!o !ol"ticoF es el !unto de vista del hom#re vera-$ que !ierde su !osici(n 00 con ella la valide- de lo que tiene que decir00 si trata de intererir directamente en los asuntos humanos ha#lar el lenguaje de la !ersuasi(n o de la violencia. A esta !osici(n a su signi'cado en el cam!o !ol"tico de#emos volver ahora nuestra atenci(n. El !unto de vista exterior al cam!o !ol"tico 00uera de la comunidad a la que !ertenecemos de la com!a1"a de nuestros iguales00 se
caracteri-a con toda claridad como uno de los diversos modos de estar solo. Entre los modos existenciales de la veracidad so#resalen la soledad del 'l(soo$ el aislamiento del cient"'co del artista$ la im!arcialidad del historiador del jue- la inde!endencia del investigador de hechos$ del testigo del !eriodista. 6Esta im!arcialidad di'ere de la de la o!ini(n cuali'cada$ re!resentativa$ antes aludida$ !orque no es adquirida dentro del cam!o !ol"tico sino inherente a la !osici(n del extra1o que ejerce esas ocu!aciones.: Estos modos de estar solo se dierencian en muchos as!ectos$ !ero com!arten la im!osi#ilidad de un com!romiso !ol"tico$ de la adhesi(n a una causa$ mientras cualquiera de ellos se mantenga. *or su!uesto que son comunes a todos los hom#resF como tales$ son modos de la existencia humana. &(lo cuando uno de ellos se ado!ta como una orma de vida 00e incluso entonces jamás se vive la vida en soledad$ inde!endencia o aislamiento com!letos00 es !osi#le que entre en conficto con las demandas de lo !ol"tico. Es #astante natural que tengamos conciencia de la naturale-a no0!ol"tica de la C
verdad $ de manera !otencial$ aun de su naturale-a anti!ol"tica 003iat veritas$ et !ereat mundus00 s(lo en caso de conficto$ hasta aqu" he venido su#raando este as!ecto del asunto. *ero con esto !osi#lemente no está todo dicho$ !ues quedan uera ciertas instituciones !ú#licas$ instauradas sostenidas !or los !oderes esta#lecidos$ donde$ contrariamente a todas las normas !ol"ticas$ la verdad la veracidad siem!re han constituido el criterio más alto del discurso del em!e1o. Entre ellas encontramos ante todo las instituciones judiciales$ que como rama del go#ierno o como administraci(n de justicia inde!endiente están #ien !rotegidas ante el !oder social !ol"tico$ tal como todas las instituciones de ense1an-a su!erior$ a las que el Estado con"a la educaci(n de sus uturos ciudadanos. Hasta donde la Academia recuerda sus antiguos or"genes$ de#e sa#er que se und( como la o!osici(n más determinada e infuente de la !olis. &in ninguna duda$ el sue1o de *lat(n no se hi-o realidad< la Academia jamás se convirti( en una contra0 sociedad no tenemos noticias de que las universidades haan intentado en algún lugar
hacerse con el !oder. *ero lo que *lat(n jamás lleg( a so1ar se hi-o verdad< el cam!o !ol"tico reconoci( que necesita#a una instituci(n exterior a la lucha !or el !oder$ además de la im!arcialidad que requer"a en la administraci(n de justiciaF !orque no tiene gran im!ortancia que esas sedes de ense1an-a su!erior est%n en manos !rivadas o !ú#licas< en cualquier caso$ no s(lo su integridad sino tam#i%n su existencia misma de!enden de la #uena voluntad del go#ierno. uchas verdades inc(modas salieron de las universidades muchos juicios ino!ortunos salen una otra ve- de los tri#unalesF estas instituciones$ como otros reugios de la verdad$ quedaron ex!uestas a todos los !eligros derivados del !oder social !ol"tico. No o#stante$ las !osi#ilidades que la verdad tiene de !revalecer en !ú#lico mejoraron$ desde luego$ !or la mera existencia de entidades como %sas !or la organi-aci(n de los estudiosos relacionados con ellas. 8asi no se !uede negar que$ al menos en los !a"ses que tienen go#iernos constitucionales$ el cam!o !ol"tico reconoci($ aun en casos de conficto$ que está mu interesado en la existencia de hom#res e instituciones so#re los cuales no ejer-a su CG
infuencia. Ho se !asa !or alto con acilidad esta signi'caci(n aut%nticamente !ol"tica de la Academia$ a causa de la situaci(n de !rivilegio de sus escuelas !roesionales de la evoluci(n de sus de!artamentos de ciencias naturales$ donde$ ines!eradamente$ la investigaci(n !ura ha dado tantos resultados decisivos que$ a largo !la-o$ resultaron ser vitales !ara el res!ectivo !a"s. Es !osi#le que nadie !ueda negar la utilidad social t%cnica de las universidades$ !ero esta im!ortancia no es !ol"tica. 2as ciencias hist(ricas las humanidades$ que 00se su!one00 investigan$ vigilan e inter!retan la verdad de hecho los documentos humanos$ tienen una relevancia !ol"tica maor. 2a transmisi(n de la verdad actual a#arca mucho más que la inormaci(n diaria que #rindan los !eriodistas$ aunque sin ellos jamás encontrar"amos nuestro rum#o en un mundo siem!re cam#iante$ en el sentido más literal$ jamás sa#r"amos d(nde estamos. 8laro está que esto tiene la máxima im!ortancia !ol"ticaF !ero si la !rensa llegara a ser de verdad el 4cuarto !oder5$ tendr"a que ser !rotegida del !oder gu#ernamental de la !resi(n social incluso con más cuidado
que el !oder judicial$ !orque esta im!ortant"sima unci(n !ol"tica de a#astecer inormaci(n se ejercita desde uera del cam!o !ol"tico$ ha#lando en t%rminos estrictosF no ha$ o no de#er"a ha#er$ ninguna acci(n o decisi(n im!l"citas. 2a realidad es dierente de la totalidad de los hechos acontecimientos$ es más que ellos$ aunque esta totalidad es de cualquier modo im!revisi#le. El que dice lo que existe 00l-Vgein t +Wnta00 siem!re narra algo$ en esa narraci(n$ los hechos !articulares !ierden su carácter contingente adquieren cierto signi'cado humanamente ca!ta#le. Es #ien cierto que 4todas las !enas se !ueden so#rellevar si las !ones en un cuento o relatas un cuento so#re ellas5$ como dijo 7saJ Dinesen$ que no s(lo ue una de las grandes narradoras de nuestros d"as sino que tam#i%n 00 era casi única en este as!ecto00 sa#"a lo que esta#a haciendo. *odr"a ha#er a1adido que incluso la alegr"a la dicha se vuelven so!orta#les signi'cativas !ara los hom#res s(lo cuando !ueden ha#lar so#re ellas narrarlas como un cuento. Hasta donde es tam#i%n un narrador quien dice la verdad actual origina esa 4reconciliaci(n con la realidad5 CL
que Hegel$ el 'l(soo de la historia !ar excellence$ com!rendi( como el 'n último de todo !ensamiento 'los('co$ que sin duda$ ue el motor secreto de toda la historiogra'a que trasciende la mera erudici(n. 2a metamorosis de una materia !rima de !uros acontecimientos que el historiador$ como el novelista 6una #uena novela no es una sim!le decocci(n o una !ura antas"a:$ tiene que llevar adelante está mu cerca de la trans'guraci(n que logra el !oeta en la dis!osici(n o los movimientos del cora-(n$ la trans'guraci(n de la !ena en lamento o del jú#ilo en ala#an-a. 8on Arist(teles$ !odemos ver que la unci(n !ol"tica del !oeta es la concreci(n de una catarsis$ una lim!ie-a o !urga de todas las emociones que !odr"an a!artar al hom#re de la acci(n. 2a unci(n !ol"tica del narrador 00historiador o novelista00 es ense1ar la ace!taci(n de las cosas tal como son. De esta ace!taci(n$ que tam#i%n !uede llamarse veracidad$ nace la acultad de ju-gar !or la que$ tam#i%n en !ala#ras de 7saJ Dinesen$ 4al 'n tendremos el !rivilegio de ver volver a ver$ eso es lo que se llama el d"a del juicio5. No ha duda de que todas esas
unciones !ol"ticas relevantes se reali-an uera del cam!o !ol"ticoF exigen alta de com!romiso e im!arcialidad$ una li#eraci(n res!ecto de los intereses !ro!ios en el !ensamiento en el juicio. 2a #úsqueda desinteresada de la verdad tiene una larga historiaF su origen 00algo mu caracter"stico00 es !revio a todas nuestras tradiciones te(ricas cient"'cas$ incluida la de !ensamiento 'los('co !ol"tico. 8reo que se !uede remontar al momento en que Homero decidi( cantar las ha-a1as de los troanos tanto como las de los aqueos$ exaltar la gloria de H%ctor$ el enemigo derrotado$ tanto como la gloria de Aquiles$ el h%roe del !ue#lo al que el !oeta !ertenec"a. Eso no ha#"a ocurrido antesF ninguna otra civili-aci(n$ !or mu es!l%ndida que hu#iera sido$ ue ca!a- de mirar con los mismos ojos a amigos enemigos$ a la victoria a la derrota$ que desde Homero no se reconocieron a como norma última del juicio de los hom#res$ aunque sean últimas !ara los destinos de las vidas humanas. 2a im!arcialidad hom%rica tiene ecos en la historia griega e ins!ir( al !rimer gran narrador de la verdad o#jetiva$ que se convirti( en el !adre de la historia< Her(doto nos dice en
C
las !rimeras rases de su relato que lo escri#e 4!ara evitar que$ con el tiem!o$ los hechos humanos queden en el olvido que las nota#les singulares em!resas reali-adas$ res!ectivamente$ !or griegos #ár#aros... queden sin realce5. Aqu" está la ra"- de la denominada o#jetividad$ esta curiosa !asi(n$ desconocida uera de la civili-aci(n occidental$ !or la integridad intelectual a cualquier !recio. &in ella jamás ha#r"a nacido ninguna ciencia. 8omo he tratado de la !ol"tica desde la !ers!ectiva de la verdad$ es decir$ desde un !unto de vista exterior al cam!o !ol"tico$ no he mencionado ni siquiera al !asar la grande-a la dignidad de lo que ha en ella. Ha#l% como si el de la !ol"tica no uera sino un cam!o de #atalla de intereses !arciales confictivos$ donde s(lo cuentan el !lacer el !rovecho$ el !artidismo el ansia de dominio. En resumen$ trat% la !ol"tica como si o tam#i%n creera que todos los asuntos !ú#licos están go#ernados !or el inter%s el !oder$ que no existir"a un cam!o !ol"tico si no estuvi%ramos o#ligados a atender las necesidades de la vida. 2a causa de esta deormaci(n es que la verdad de hecho choca con la !ol"tica
s(lo en ese nivel inerior de los asuntos humanos$ tal como la verdad 'los('ca de *lat(n choca#a con la !ol"tica en el mucho más alto nivel de la o!ini(n el acuerdo. Desde esta !ers!ectiva$ seguimos inconscientes del verdadero contenido de la vida !ol"tica$ de la alegr"a la grati'caci(n que nacen de estar en com!a1"a de nuestros iguales$ de actuar en conjunto a!arecer en !ú#lico$ de insertarnos en el mundo de !ala#ra o#ra$ !ara adquirir sustentar nuestra identidad !ersonal !ara em!e-ar algo nuevo !or com!leto. &in em#argo$ lo que aqu" quiero demostrar es que$ a !esar de su grande-a$ toda esta esera es limitada$ que no a#arca la totalidad de la existencia del hom#re del mundo. Está limitada !or las cosas que los hom#res no !ueden cam#iar según su voluntad. &(lo si res!eta sus !ro!ias ronteras$ ese cam!o donde tenemos li#ertad !ara actuar !ara cam#iar !odrá !ermanecer intacto$ a la ve- que conservará su integridad mantendrá sus !romesas. En t%rminos conce!tuales$ !odemos llamar verdad a lo que no logramos cam#iarF en t%rminos meta(ricos$ es el es!acio en el que estamos el cielo que se extiende so#re nuestras ca#e-as. C
Ho##es que toda esa #úsqueda de la verdad ser"a contra!roducente si sus condiciones s(lo esta#an garanti-adas !or alsedades intencionales. Entonces$ todos !odr"an resultar tan mentirosos como el Arist(teles de Ho##es. A dierencia de esta invenci(n de la antas"a l(gica de Ho##es$ el verdadero Arist(teles era lo #astante sensato como !ara marcharse de Atenas cuando tuvo miedo de correr el mismo destino que &(cratesF no era tan malo como !ara escri#ir lo que sa#"a also$ ni tan estú!ido como !ara resolver el !ro#lema de la su!ervivencia destruendo todo aquello !or lo que lucha#a. 5. 7#id.$ ca!. ii. 6. Es!ero que nadie vuelva a decirme jamás que *lat(n ue el inventor de la 4mentira no#le5. Esta creencia se #as( en una mala inter!retaci(n de un !asaje crucial 6@c: de 2a re!ú#lica$ donde *lat(n ha#la de uno de sus mitos 00un 4cuento enicio500 lo cali'ca como eKdos. 8omo esta !ala#ra !uede signi'car 4'cci(n5$ 4error5 4mentira5$ de acuerdo con el contexto 00cuando *lat(n quiere distinguir entre error mentira$ el idioma le o#liga a ha#lar de eKdos 4involuntario5 4voluntario500$ se !uede inter!retar$ con 8ornord$ que el texto quiere decir 4osado im!ulso de invenci(n5$ o con Eric 9oegelin 6^rder and Histor< *lato and Aristotle$ Iniversidad del Estado de 2uisiana$ @SG$ vol. C$ !. @L: se !uede inter!retar como un !asaje de intenci(n sat"ricaF en ningún caso se de#e entender como una recomendaci(n de mentir$ tal como nosotros entendemos la mentira. *lat(n era !ermisivo con res!ecto a la mentira ocasional destinada a enga1ar al enemigo o a las !ersonas insensatasF es 4útil... #ajo la orma de un remedio... reservado a los m%dicos$ mientras que los !roanos no de#en tocarlos5 el m%dico de la !(lis es el go#ernante 6CS:. *ero$ en contra de la alegor"a de la caverna$ en estos !asajes no se !lantea ningún !rinci!io. 7. 2eviatán$ conclusi(n$ !. C?. 8. The 3ederalist$ núm. S. 9. Tratado teol(gico0!ol"tico$ ca!. ?. 10. 9%ase 4Phat is Enlightenment+5
NOTAS 1. Este ensao naci( de la !resunta
controversia surgida tras la !u#licaci(n de Eichmann in Merusalem. &u 'nalidad es !oner en claro dos temas distintos$ !ero conexos$ de los que no tom% conciencia antes cua im!ortancia !arec"a trascender a la ocasi(n. El !rimero se re'ere a la cuesti(n de si siem!re es leg"timo decir la verdad$ de si creo sin atenuantes en lo de 3iat veritas$ et !ereat mundus. El segundo surgi( de la enorme cantidad de mentiras que se usaron en la 4controversia5< mentiras res!ecto a lo que o ha#"a escrito$ !or una !arte$ res!ecto a los hechos so#re los que inorma#a$ !or otra. 2as siguientes refexiones !rocurarán a#ordar am#os asuntos. Tam#i%n !ueden servir como ejem!lo de lo que ocurre con un tema mu t(!ico cuando se lo lleva a la #recha existente entre el !asado el uturo$ que tal ve- sea el lugar más adecuado !ara cualquier refexi(n. El lector encontrará una #reve consideraci(n !reliminar acerca de esa #recha en el *r(logo. 2. *a- eterna$ a!%ndice @. 3. 8ito el Tratado !ol"tico de &!ino-a$ !orque es notorio que incluso este autor$ !ara quien la li#ertas !hiloso!handi era el verdadero 'n del go#ierno$ tuvo que ado!tar esa !osici(n tan radical. 4. En 2eviatán 6ca!. L:$ Ho##es ex!lica que 4la deso#ediencia !uede castigarse leg"timamente en quienes ense1an contra las lees incluso 'loso'a verdadera5$ !orque 4el ocio es la madre de la 'loso'a la re!ú#lica es la madre de la !a- el ocio5. )/ no se deduce de esto que la re!ú#lica actuará en #ien de la 'loso'a cuando su!rima una verdad que socava la !a-+ *or tanto$ el hom#re vera-$ !ara coo!erar en una em!resa tan necesaria !ara su !ro!ia !a- de cuer!o alma$ decide escri#ir lo que sa#e que 4es 'loso"a alsa5. *or esto$ Ho##es sos!echa#a de Arist(teles más que de nadie$ !orque 00dec"a00 4escri#"a su 'loso"aB como algo acorde con la religi(n de los griegosB !ara reconocerla$ !or temor al destino de &(crates5. Nunca se le ocurri( a