Congregación de los Sagrados Corazones
COLEGIO SS.CC. RECOLETA SECUNDARIA
SS. CC. RECOLETA 2009: “Una comunidad ss.c c. en constante formación integra a ser!icio ser!icio de "er#$
%istoria& 'eografia ( Econom)a Econom)a * + ,- ,aura ,eende / Caros ,eado ,eado ores
CONTROL DE LECTURA
¿CUÁNDO SE JODIÓ EL PERÚ? CAPACIDADES A TRABAJAR:
Identifica, explica y analiza los principales planteamientos del autor. Interpreta el sentido y significado de las ideas del autor.
INDICACIONES DE TRABAJO:
La primera lectura debe apuntar a captar la idea general del texto. La segunda se destina a la ubicación y registro de nuevos términos. Consulta el dicciona diccionario rio y escribe escribe el signific significado ado de por lo menos menos 20 palabras palabras cuyo signifi significado cado desconozcas, elaborando adems una oración con cada una de ellas. !ste traba"o deber entregarse el viernes 13 de novie!re y ser evaluado como parte del control de lectura, en la capacidad #ane"o de Información. La tercera debe caracterizarse por el subrayado de las ideas ms importantes. $e recomi recomiend enda a la organ organiza izació ción n de la lectur lectura a por por subt% subt%tu tulos los y la elabo elabora ració ción n de pe&ue'os res(menes. !ntre el " # 13 de novie!re se dar respuesta a las dudas &ue tengan respecto al tema le%do
ec1a de contro de ectura: ue!es& 19 de noviembre FUENTE
DELGADO$ %as&ing'on )*++0. -Cundo se "odió el er(/ !n !n &ué momento se "odió el er( )Compilación. )Compilación. Lima. !ditorial #illa atres.
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(CU)NDO SE *ODI+ EL ,ER- INTRODUCCI+N CUESTIONES GRA/ATICALES 0 OTROS GNEROS Carlos #illa atres, intelectual acucioso, fino conocedor de peruanidades, pregunta abrupta abrupta y contund contundente entement mente1 e1 -Cun -Cundo do se "odió "odió el er(/. er(/. 3un&ue 3un&ue la respuest respuesta a pueda pueda necesitar una ms o menos larga meditación previa y se exprese, después, con relativa amplitud, esta pregunta malsonante parece sencilla y directa. $in embargo, tal vez no sea as% y, en su presunt presunta a simplicid simplicidad, ad, escond esconda a reticen reticencia cia y segundo segundos s planos planos mereced merecedores ores de atención. La pregunta consta de solo tres términos1 un sustantivo con su art%culo, un verbo en form forma a refl reflex exiv iva a y un adv adverbi erbio o compl omplem emen enta tari rio. o. !l adv adverbi erbio o no ofre ofrece ce may mayores ores complicaciones, su (nica función es precisar el alcance temporal del verbo. Los otros dos términos si tienen una densidad analizable. !mpecemos por el sustantivo1 -&ué debemos entender por el er(/ !s una nación, evidentemente, y, en este sentido, no 4ay ning(n problema1 definir y caracterizar al er( es tarea fcil y, por a4ora, ociosa1 el ser del er( no est en cuestión, al menos para comprender rectamente la pregunta. Lo &ue ofrece alguna dificultad es su fi"ación en el devenir 4istórico1 -desde cundo existe el er(/ Como nación inde indepe pend ndie ient nte e o autó autóno noma ma,, aun& aun&ue ue solo solo sea sea form formal alme ment nte, e, el er( er( exis existe te desd desde e su independencia, en *52* o en *526, seg(n se prefiera optar por la proclama de $an #art%n o por la capitulación de 3yacuc4o, vana sutileza &ue no interesa discutir a&u%. ero la autonom%a pol%tica y el gobierno propio, si bien constituyen el desidertum de una nación &ue no los posee, no son condiciones imprescindibles para su existencia. La nación "ud%a, por e"emplo, no los tuvo en absoluto y, 4asta 4ace poco, careció incluso de un territorio y, durante muc4os siglos, anduvo diseminada por el mundo. !n este sentido, como nación, el er( colonial del siglo 78III, salvo la dependencia pol%tica de !spa'a y la relativa estabilidad gubernativa, el er( colonial del siglo 78III no parece muy diferente del er( republic republicano ano de las primera primeras s décadas décadas decimon decimonónic ónicas1 as1 sus ms importan importantes tes instituc institucion iones es económic económico9so o9socia ciales, les, como la esclav esclavitud itud y el tributo tributo ind%gen ind%gena, a, son las mismas. mismas. or eso, muc4 muc4os os 4ist 4istor oria iado dore res s y soci sociól ólog ogos os cont contem empo por rne neos os cree creen n &ue &ue el movi movimi mien ento to de independencia no significó un beneficio para los sectores ms grandes de la población peruana cuya situación ms bien empeoró a partir de la emancipación. !n cierto sentido, el er( colonial del siglo 78III fue ms progresista &ue el er( republicano del siglo siguiente1 empezó a dise'arse y tomar cuerpo una conciencia de la nacionalidad: el er( como nación, en sus caracter caracter%st %sticas icas geogr geogrfica ficas, s, económic económicas, as, art%stic art%sticas as y sociale sociales s fue ampliame ampliamente nte 2
(CU)NDO SE *ODI+ EL ,ER- INTRODUCCI+N CUESTIONES GRA/ATICALES 0 OTROS GNEROS Carlos #illa atres, intelectual acucioso, fino conocedor de peruanidades, pregunta abrupta abrupta y contund contundente entement mente1 e1 -Cun -Cundo do se "odió "odió el er(/. er(/. 3un&ue 3un&ue la respuest respuesta a pueda pueda necesitar una ms o menos larga meditación previa y se exprese, después, con relativa amplitud, esta pregunta malsonante parece sencilla y directa. $in embargo, tal vez no sea as% y, en su presunt presunta a simplicid simplicidad, ad, escond esconda a reticen reticencia cia y segundo segundos s planos planos mereced merecedores ores de atención. La pregunta consta de solo tres términos1 un sustantivo con su art%culo, un verbo en form forma a refl reflex exiv iva a y un adv adverbi erbio o compl omplem emen enta tari rio. o. !l adv adverbi erbio o no ofre ofrece ce may mayores ores complicaciones, su (nica función es precisar el alcance temporal del verbo. Los otros dos términos si tienen una densidad analizable. !mpecemos por el sustantivo1 -&ué debemos entender por el er(/ !s una nación, evidentemente, y, en este sentido, no 4ay ning(n problema1 definir y caracterizar al er( es tarea fcil y, por a4ora, ociosa1 el ser del er( no est en cuestión, al menos para comprender rectamente la pregunta. Lo &ue ofrece alguna dificultad es su fi"ación en el devenir 4istórico1 -desde cundo existe el er(/ Como nación inde indepe pend ndie ient nte e o autó autóno noma ma,, aun& aun&ue ue solo solo sea sea form formal alme ment nte, e, el er( er( exis existe te desd desde e su independencia, en *52* o en *526, seg(n se prefiera optar por la proclama de $an #art%n o por la capitulación de 3yacuc4o, vana sutileza &ue no interesa discutir a&u%. ero la autonom%a pol%tica y el gobierno propio, si bien constituyen el desidertum de una nación &ue no los posee, no son condiciones imprescindibles para su existencia. La nación "ud%a, por e"emplo, no los tuvo en absoluto y, 4asta 4ace poco, careció incluso de un territorio y, durante muc4os siglos, anduvo diseminada por el mundo. !n este sentido, como nación, el er( colonial del siglo 78III, salvo la dependencia pol%tica de !spa'a y la relativa estabilidad gubernativa, el er( colonial del siglo 78III no parece muy diferente del er( republic republicano ano de las primera primeras s décadas décadas decimon decimonónic ónicas1 as1 sus ms importan importantes tes instituc institucion iones es económic económico9so o9socia ciales, les, como la esclav esclavitud itud y el tributo tributo ind%gen ind%gena, a, son las mismas. mismas. or eso, muc4 muc4os os 4ist 4istor oria iado dore res s y soci sociól ólog ogos os cont contem empo por rne neos os cree creen n &ue &ue el movi movimi mien ento to de independencia no significó un beneficio para los sectores ms grandes de la población peruana cuya situación ms bien empeoró a partir de la emancipación. !n cierto sentido, el er( colonial del siglo 78III fue ms progresista &ue el er( republicano del siglo siguiente1 empezó a dise'arse y tomar cuerpo una conciencia de la nacionalidad: el er( como nación, en sus caracter caracter%st %sticas icas geogr geogrfica ficas, s, económic económicas, as, art%stic art%sticas as y sociale sociales s fue ampliame ampliamente nte 2
estudiado y discutido por los intelectuales criollos agrupados, principalmente, en la $ociedad de amantes del pa%s. !n el siglo 7I7 no se contin(an estos estudios, la actividad intelectual decrece y la conciencia de la nacionalidad se difumina. !n el 78III, as% mismo, se 4izo palmaria la realidad fracturada del er( con la rebelión de ;(pac 3maru. 3maru. 3mbos fenómenos, fenómenos, la reposada indagación peruanista de los intelectuales criollos y la violenta insurrección ind%gena ind%gena son compleme complementar ntarios ios aun&ue aun&ue,, paradó paradó"ica "icament mente, e, puedan puedan parecer parecer opuesto opuestos1 s1 el prim primer ero o se mani manifi fies esta ta como como una una acti activi vida dad d inte integr grad ador ora, a, el segu segund ndo o pose posee e un mati matiz z segregacionista. !ste er(, dibu"ado ya con cierta claridad en el siglo 78III, esencialmente es el mismo de los otros siglos coloniales, el 78II y el 78I, aun&ue no se 4aya producido en ellos un con"unto de reflexiones acerca de la nación. ero los caracteres bsicos de la nacionalidad son idénticos1 población, territorio, organización social, religión, lengua"e. Con respecto a la lengua o lenguas 4abladas en el er(, cabe a&u% 4acer una digresión. La con&uista y el virreinato significaron la destrucción del imperio incaico y su cultura1 murió buena parte de su poblaci población, ón, muc4os muc4os monument monumentos os fueron fueron derruido derruidos, s, sus prctic prcticas as religios religiosas as perseg perseguida uidas s y castigad castigadas, as, sus usos, usos, costumb costumbres res e instituc institucion iones es desapa desapareci recieron eron o sufrier sufrieron on cambios cambios radi radica cale les: s: pero pero sus sus leng lengua uas, s, espe especi cial alme ment nte e el &uec &uec4u 4ua a cuz& cuz&ue ue'o 'o,, fuer fueron on no solo solo cons conser erva vada das s sino sino,, tamb tambié ién, n, me"o me"ora rada das1 s1 ad&u ad&uir irie iero ron n escr escrit itur ura, a, fuer fueron on estu estudi diad adas as cient%fi cient%ficame camente, nte, se imprimie imprimieron ron gramtic gramticas as y vocabul vocabulario arios, s, se enri&ue enri&ueció ció su expresi expresión ón literaria con la aparición de nuevos géneros literarios y la traducción al &uec4ua, o al aymara, de textos textos caste castella llanos nos y latino latinos. s. !ste !ste perfe perfecc ccio ionam namie iento nto del del &uec &uec4ua 4ua y de las lengu lenguas as abor%genes abor%genes desapareció desapareció con la emancipación: emancipación: la colonia, en este sentido )y no solo en éste, fue me"or para el pueblo indio &ue la rep(blica. !ste caso de las lenguas 4abladas en el er( nos revela &ue los acontecimientos 4istóricos no son simplemente buenos o simplemente malos, &ue en ellos confluyen dialécticamente aspectos positivos y aspectos negativos: nos revela, adems, &ue durante el régimen colonial, aun&ue fuera soterrada o inconsciente, obraba una fuerza integradora peruanista.
peruanidad es el Inca =arcilaso de la 8ega en sus Comentarios reales de los Incas. !l sentido de esta obra es n%tido1 &uiere sentar las bases éticas y racionales para la integración de los aportes culturales del imperio incaico y de la !spa'a con&uistadora en una nueva realidad nacional, armónica y distinta. La obra y la personalidad de =arcilaso 4an merecido, alternativamente, elogios y diatribas: (ltimamente, parece desarrollarse una nueva etapa censoria, ya no determinada por la veracidad o falsedad de su copiosa información sino por el carcter ideológico de su discurso 4istórico1 se escudri'an los meandros de la sicolog%a mestiza del Inca y se analiza con recelo su condición social marginada y doblemente aristocrtica: como resultado de estos exmenes minuciosos se decide, por e"emplo, &ue los elogios de Luis !. 8alcrcel y otros indigenistas estn totalmente descaminados pues el indigenismo de =arcilaso es muy diferente del indigenismo contemporneo. ;odo esto puede ser verdad, sin embargo importa poco apreciar el sentido vigente de su pensamiento. >o importan los marbetes de indigenista, colonialista o aristócrata &ue se le pueden aplicar a =arcilaso: ms all de las deformaciones, errores, limitaciones y estilizaciones &ue se puedan encontrar en su obra, es evidente &ue su an4elo ms %ntimo y ms poderoso era conseguir &ue en el er( se fundieran armoniosamente la cultura espa'ola y la cultura ind%gena. ?ue la forma pol%tica por él concebida, para la plasmación de su ideal de concordia y armon%a fuera un imperio espa'ol ecuménico y cristiano, resulta realmente algo accesorio, es simplemente la ineludible su"eción del Inca a los l%mites ideológicos de su época. Lo cierto es &ue en su obra se 4allan las ra%ces de lo &ue, ms tarde, se llamar%a peruanidad y &ue sus ideas ms profundas solo alcanzaran cabal desarrollo tres siglos después, en las lecciones dialécticas de #aritegui o en el verbo poético de @osé #ar%a 3rguedas. !n los Comentarios reales aparece ya el er( con sus caracter%sticas bsicas, con sus 4ondos problemas y aparece, también, un proyecto de solución a su fractura esencial &ue, en I%neas generales, sigue siendo vigente. !l er(, como palabra y como realidad desgarrada, aparece en el siglo 78I. >ada nace de la nada y as% el er( inicial es la trasformación de una nación entonces existente1 el ;a4uantinsuyo. !ste imperio trasfirió al er( naciente dos elementos esenciales de la nacionalidad1 la población y el territorio: y, "unto con ellos una serie de usos y costumbres, conocimientos y creencias, técnicas artesanales y modos de producción agr%cola, ciudades y caminos, una lengua general y varias lenguas particulares o dialectos, un rico acervo art%stico. 3l comenzar el siglo 77, los 4istoriadores, sociólogos y ensayistas de cu'o conservador, como Aiva93gBero y los =arc%a Calderón, cre%an &ue 4ablar del legado &uec4ua a la cultura peruana era 4ablar en términos ar&ueológicos: pensaban, realmente, &ue el pasado incaico estaba definitivamente muerto y &ue ninguna de sus con&uistas culturales ten%a ya validez: se e&uivocaban de medio a medio1 la lengua &uec4ua y la comunidad ind%gena, la m(sica, las danzas y las artesan%as andinas o las antiguas técnicas agr%colas pre4ispnicas ten%an plena validez, predicamento y utilidad para la mayor%a de la poblacio peruana. !l er( es 4eredero de las civilizaciones abor%genes y esa 4erencia segu%a obrando en los a'os de la rep(blica aristocrtica y sigue obrando en la actualidad. 3l 4ablar del er(, podemos remontarnos, con toda "usticia, al imperio incaico cuya cultura, y aun su 4
4istoria, nos son bastante conocidas. ero el imperio incaico fue también 4eredero de otras civilizaciones, de otros imperios, el de uari o el =ran C4im(, o el de C4av%n o ;ia4uanaco. La 4istoria de los or%genes es siempre as%: como e"emplo podr%a bastar el de uizinga cuando estudia el Aenacimiento y va retrocediendo de siglo en siglo )el cin&uecento, el &uatrocento, el trecento, el duecento cuando &uiere rastrear los or%genes de ese movimiento art%stico. Lo mismo podr%a pasarnos con el er( y, buscando sus or%genes, podr%amos ale"arnos grandemente en el tiempo y en el espacio, 4asta llegar a la era paleol%tica y al estrec4o de e4ring y a(n ms atrs. ero no 4ay &ue buscar lo imposible, si bien alg(n rasgo de la cultura peruana actual puede provenir del paleol%tico, o poco menos, sus caracteres esenciales provienen del imperio incaico, el cual, en todo caso, 4ab%a 4eredado las creaciones de civilizaciones anteriores, y cuya 4istoria y cultura conocemos con relativa amplitud mientras &ue de los imperios precedentes, aparte de los datos &ue nos brinda la ar&ueolog%a, solo tenemos memoria de alg(n raro mito o leyenda. ay algo esencial &ue, aun&ue 4eredado de los incas, era un legado de culturas anteriores, nos referimos a la organización social, al ayllu andino &ue los gobiernos posteriores a la con&uista combatieron o marginaron y &ue 4a conseguido subsistir 4asta 4oy, aun&ue se debe reconocer &ue, en las ultimas décadas, su poder%o y extensión se 4an visto grandemente mermados1 al parecer la reforma agraria, en este sentido destructor, y en breve tiempo consiguió muc4o ms &ue los virreinatos, dictaduras y rep(blicas aristocrticas durante cuatrocientos a'os. !xaminemos a4ora el otro término1 -&ué &uiere decir, exactamente, se "odió/ !n una encuesta intelectual y seria, este verbo sorprende por su ofensiva vulgaridad. !s una groser%a o: como ms graciosamente se dice en el er(, una lisura. ay un primer 4ec4o curioso1 muc4os diccionarios no la registran, a pesar de &ue se trata de una voz antigua, de origen latino. >o la 4e encontrado en los diccionarios &ue mane"o en mi casa, seguramente por&ue todos 4an sido editados antes de *+D0: as%, no la 4e 4allado ni en el e&ue'o Larousse ni en el 8ox: tampoco est en la enciclopedia ?uillet en oc4o vol(menes, editada en *+ED: ni en mi enciclopedia $alvat, en diez vol(menes, &ue ciertamente es algo antigua, de *+*6, pero es una obra rica en refranes, paremias, frases colo&uiales y voces de "erga o german%a y &ue, por otra parte, consigna vocablos ms vulgares o procaces. !n el propio diccionario de la 3cademia !spa'ola no apareció 4asta la ultima edición y eso explica &ue no estuviera en otros prontuarios, los cuales suelen basarse en el repertorio académico para las voces comunes y solo recurren a otras fuentes para los nombres propios, los términos técnicos o cient%ficos y el léxico de la "erga o german%a. !n ediciones posteriores a *+5E, como el e&ue'o Larousse de *+55, s% aparece este término procaz. !s sumamente curioso &ue la palabra "oder, ampliamente usada en !spa'a y 3mérica, desde 4ace siglos, no 4aya figurado en el vocabulario de la 3cademia !spa'ola de la Lengua, ni en otros diccionarios conocidos y de consulta frecuente: sin duda, la ordinariez, te'ida de ruda sexualidad del vocablo en cuestión resultaba demasiado 4iriente para los castos o%dos y al&uitarada moralidad de los académicos espa'oles. !n fin, aun&ue algo tarde, la 3cademia 4a reconocido la existencia de esta palabre"a, y Ie 4a dado el visto bueno, 5
con las siguientes acepciones1 * fornicar: 2 molestar, fastidiar: F ec4ar a perder, destrozar, arruinar: 6 inter"ección de enfado, irritación o asombro. La 3cademia anota &ue, en su tercera acepción suele usarse en forma reflexiva: es as%, en forma reflexiva y con el significado de ec4arse a perder o arruinarse, como se presenta en la pregunta &ue estamos tratando de responder. !l verbo "oder es transitivo y perfectivo: esto (ltimo merece una explicación previa y una discusión posterior. or su valor semntico, los verbos se dividen en imperfectivos y perfectivo: los verbos imperfectivos &ue ello llama permanentes, expresan una duración ilimitada o incompleta, es decir expresan acciones continuas &ue no deben necesariamente terminar para &ue se produzcan: verbos imperfectivos son, por e"emplo, saber, &uerer, conocer. Los verbos perfectivos, llamados por ello desinentes, expresan una duración limitada cuya acción termina cuando decimos &ue se produce, como1 salvar, disparar, morir. >aturalmente, no todos los verbos pueden ser clasificados, a priori, como perfectivos o imperfectivos: generalmente depende de las circunstancias, del contexto gramatical o sicológico, &ue la acción expresada sea de una clase u otra. 3s%, el verbo comer es perfectivo en1 #e com% una empanada: y es imperfectivo en1 !st gordo por&ue come muc4o. !l verbo "oder, como el verbo comer, es generalmente perfectivo y en la pregunta planteada parece funcionar de esa manera. -Cundo se "odió el er(/ alude, casi con toda seguridad, a un momento determinado de la 4istoria peruana, al oncenio legui%sta, a la guerra con C4ile o a la con&uista: podr%a contestarse con una fec4a ms o menos precisa1 el a'o de *5D+ o el 25 de "ulio de *52*. ero a&u% no acaba la discusión. !xiste otro aspecto de la acción verbal &ue, aun&ue no parece venir al caso, vale la pena considerar1 el de los verbos frecuentativos o iterativos, usados para indicar acciones &ue se repiten, como1 tartamudear o picotear. Casi evidentemente, "oder no es un verbo frecuentativo: sin embargo, la evidencia puede ser enga'osa. !xaminemos el caso próximo del verbo terminar, ms perfectivo todav%a, si as% puede decirse, &ue el verbo "oder: recuerdo, al respecto, unos versos de @aime =il de iedma al final de un 4ermoso y conocido poema suyo y &ue cito de memoria, acaso, no muy exactamente1 De todas las historias de la historia, la de España, sin duda, es la más triste porque termina mal.
;erminar es un verbo usualmente perfectivo, pero en este texto no lo es. odemos afirmar &ue el imperio Aomano o el ;a4uantinsuyo terminan mal por&ue ambos imperios desaparecieron, efectivamente: en cambio, !spa'a es una nación &ue existe actualmente, su 4istoria no 4a terminado. -?ue significan entonces, los versos de =il de iedma/ La 4istoria es un proceso, en cierto modo, discontinuo y en el cual podemos observar etapas, a veces contradictorias: en el caso espa'ol podemos distinguir1 la !spa'a visigótica, la !spa'a arabizada, la monr&uica de los Aeyes Católicos, la imperial de los 3ustrias, la borbónica, la de la Aestauración, la de la dictadura... Cada una de esas etapas constituye un proceso 6
4istórico, una 4istoria particular. Lo &ue &uiere decir =il de iedma en su poema es &ue cada etapa de la 4istoria espa'ola, 4a terminado mal.
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$in embargo, esta pregunta &ue resulta eficaz, adecuada y pintoresca en una obra literaria, resulta a todas luces, malsonante y c4abacana en un traba"o serio, de tipo ensay%stico, donde se &uiere explicar, con la mayor serenidad y ciencia posibles, el problema o los problemas &ue a&ue"an al er( desde 4ace siglos y &ue, actualmente, parecen 4aber alcanzado su punto ms cr%tico. La repetición continua del verbo "oderse, o de sus ad"etivos y sustantivos derivados, puede volver cómica o c4ocante la respuesta y trabar la libre elaboración del discurso o su lectura. or este motivo, después de 4aber examinado, con cierta extensión, el término "oder, lo reemplazaré de a&u% en adelante, por un sinónimo fracturarse &ue, como dir%a don ?ui"ote, me parece sonoro, significativo y nada grosero.
DE LO TERRI2LE UE ES SER CONUISTADO !l er( atraviesa, en este momento, una crisis muy dura. odemos preguntamos1 -cundo se originó esta crisis/ Las respuestas pueden ser varias1 cuando triunfó el 3A3, en *+5K, o durante el gobierno militar del general 8elasco: o en el segundo gobierno del ar&uitecto elaunde: o es el resultado de la crisis capitalista mundial, desencadenada a partir de *+D0. ero antes de esta crisis 4ubo otras1 la del primer gobiemo de elaunde, la &ue dio fin al odri%smo, la del estado de derec4o bustamantista, la de los (ltimos a'os del legui%smo y as%, sucesivamente. Cada una de estas crisis tuvo una causa o varias causas y se procuró remediar mediante diversos métodos &ue, momentneamente pudieron paliarlas, pero nunca llegaron a ser una cura radical. !n realidad estas crisis fueron coyunturales y las soluciones &ue se buscaron para resolverlas fueron siempre coyunturales, también: por deba"o de ellas 4ab%a una crisis ms 4onda y permanente, soportada a lo largo de siglos y &ue 4ab%a venido siendo ignorada o soslayada por gobernantes y pol%ticos, por ideólogos e intelectuales. $olamente a partir de este siglo se 4a empezado a escudri'ar los or%genes, alcances y posibilidades de solucionar esta crisis. !l pensador &ue inició el estudio y correcta delimitación del gran problema peruano, de su fractura medular, fue =onzles rada &uien percibió, por primera vez en las esferas intelectuales, la importancia fundamental del pueblo y cultura ind%genas, en tanto &ue desde'aba a la almibarada Lima, considerada entonces la cima y esfera del er(, pues a ella llegaban y desde ella se difund%an los modelos occidentales &ue guiaban la vida pol%tica, económica y cultural del pa%s.
igualmente sangrientas: ms grave fue la intromisión de un nuevo pueblo en el territorio incaico, no muy numeroso, pero s% pu"ante, bélicamente fuerte y con gran capacidad de movimiento: este pueblo, estas gentes venidas del otro lado del mundo, desorganizaron la sociedad ind%gena, desarticularon su producción agr%cola, cambiaron sus 4bitos alimenticios y atentaron contra la salud publica al portar consigo, inconscientemente, nuevas enfermedades para las cuales los indios no ten%an defensa1 se produ"eron epidemias de viruela y sarampión, por e"emplo, &ue diezmaron a los naturales del pa%s. 3 esto se sumaron los maltratos, las 4umillaciones &ue llevaron al suicidio a muc4os indios y, en todo caso, disminuyeron el nivel de vida, la vitalidad natural de la población ind%gena. ;odo esto, con ser grave, no fue lo peor. La gran fractura se produ"o, principalmente, en los campos económico y social. La econom%a incaica, de naturaleza autr&uica y autónoma, y exceditaria, 4ab%a alcanzado un estado floreciente gracias al alto desarrollo de la agricultura, conseguido en milenios de domesticación de un territorio dif%cil. @ustamente las dificultades geogrficas, la diversidad de climas o pisos ecológicos, permitieron una producción variada y, después del %mprobo traba"o de nivelar las tierras abruptas de la costa, un sabio sistema distributivo aseguró a los pobladores del ;a4uantinsuyo alimentación suficiente y e&uilibrada. >i la agricultura ni el sistema de distribución fueron, ciertamente, creación de los incas, como pretend%a la leyenda imperial de #anco Cpac y #ama cllo, recogida en la crónica de =arcilaso: en el transcurso de siglos, los pueblos ind%genas, obligados por la naturaleza misma del pa%s en &ue viv%an, desarrollaron la agricultura y unos métodos de distribución basados en la reciprocidad. La con&uista espa'ola, el virreinato posterior y la rep(blica subsiguiente fueron destruyendo, continuamente, esta rica y e"emplar cultura agr%cola: si no la ani&uilaron totalmente fue por&ue eso 4ubiera significado ani&uilar al er( mismo. ero la agricultura de"ó de ser el e"e de la econom%a y, en cambio, se dedicaron las energ%as nacionales al desarrollo de la miner%a. Los minerales &ue se extra%an, principalmente el oro y la plata, los ms buscados y apreciados, no se utilizaban internamente, se exportaban a la metrópoli. !n cambio, se importaban productos manufacturados y, también, alimentos. !l er( de"ó de ser una región autr&uica y se convirtió en un pa%s cuya econom%a funcionaba sobre la base de la importación y la exportación: pero, adems, esto es lo ms grave, de"ó de ser autónomo y pasó a ser un pa%s dependiente. La violenta trasformación de la econom%a, a partir de la con&uista, estuvo acompa'ada por una igualmente violenta alteración del orden social.
sus leyes, s%mbolos y atributos, &ue es patrimonio de una pe&ue'a minor%a, y un er( mayoritario y despose%do. $us intereses se contraponen, sus ideales y sentimientos son diferentes. Conciliarlos es una tarea dif%cil sino imposible. -Cómo se desarrollo y se 4a mantenido una sociedad seme"ante escindida e in"usta/ ;oynbee 4a dic4o &ue una clase social llega al poder cuando tiene soluciones eficaces &ue ofrecer a la comunidad para resolver sus problemas. !se es el caso de los incas1 sobre la base secular de una rica agricultura y un sistema distributivo cimentado en la reciprocidad, ampliaron las fronteras del imperio, perfeccionaron y extendieron los caminos ya existentes, aumentaron el n(mero y tama'o de los tambos o reservorios de alimentos para los per%odos de escasez, me"oraron las técnicas agr%colas. ;oynbee agrega &ue cuando una clase dominante ya no tiene soluciones eficaces &ue ofrecer, continua e"erciendo el poder pol%tico solo por la fuerza de las armas: tal vez, los incas 4ubieran llegado a ese extremo con el tiempo, pero en el momento de la con&uista manten%an su capacidad creadora y constructiva, aun&ue su poder%o bélico se viera disminuido por la reciente guerra civil entre uscar y 3ta4ualpa. !l caso de los con&uistadores espa'oles es distinto1 ellos &ue no ten%an ninguna solución eficaz &ue ofrecer para los problemas del pueblo peruano, empezaron a e"ercer el poder directamente por la fuerza de las armas y en vez de remedios novedosos para vie"os problemas, tra"eron problemas nuevos. M esa fue la 4erencia &ue de"aron1 los virreyes &ue los sucedieron siguieron e"erciendo el poder por la fuerza de las armas. ;odos los debates "ur%dicos y teológicos &ue se suscitaron en !spa'a, acerca de la legitimidad de la con&uista, fueron solamente la cobertura de esa spera realidad. La rep(blica, en este sentido, 4a sido lo mismo &ue el virreinato1 las clases dirigentes siempre 4an tenido como (ltima razón de convencimiento, la pólvora y las balas. or eso la debilidad de los gobiernos democrticos en 3mérica Latina, cuando muestra: alguna inclinación populista, cuando amagan, de alg(n modo, el poder económico de la clase dominante, son fcilmente derribados por un golpe militar. 8olviendo al caso especifico del er(, lo cierto es &ue no estamos ante una nación 4omogénea. !n el er( coexisten dos er(es, uno so"uzgado por el otro. $us culturas son diferentes: a veces, se tocan y compenetran: generalmente se repelen. Cada uno de esos er(es tampoco es unitario u 4omogéneo, posee diversos estratos, entre los cuales 4ay diferencias sutiles o profundas. 3 pesar de esto, principalmente en los (ltimos a'os, algunos intelectuales y pol%ticos 4an sostenido &ue el er( es un pa%s mestizo: se trata de una tesis enga'osa, portadora de cambiantes ideolog%as. !n alg(n momento, 4ace casi un siglo, pudo representar un pensamiento progresista: a4ora encarna un tipo de especulación ms bien reaccionario. La verdad es &ue dif%cilmente se puede afirmar &ue el er( sea un pass mestizo.
los pre"uicios de la sociedad a la cual pertenec%an: si se ayuntaron con las indias fue solamente para satisfacer sus 4umanos apetitos sexuales: llegaron a convivir con las mu"eres ind%genas, probablemente y en muc4os casos, las amaron, pero (nicamente como a concubinas: en cuanto pudieron se casaron con espa'olas. !l mestiza"e racial fue, también, una forma de dominación, de con&uista. Lo mismo sucede con el mestiza"e cultural1 los con&uistadores impusieron drsticamente su propia cultura. Cuando fue necesario para sus fines de dominación, destruyeron elementos culturales ind%genas1 la religión ind%gena, en primer lugar, fue implacablemente perseguida y eliminada: las leyendas, las tradiciones, la memoria del pueblo incaico, guardadas celosamente por los amautas, desaparecieron también: muc4as técnicas agr%colas y de otros ordenes, as% como su maravillosa organización social, fueron marginadas, deformadas o destruidas también, lo &ue no solo atentó contra la identidad india sino &ue aceleró la mortandad iniciada por la con&uista. !n algunos casos, cuando era imprescindible para la subsistencia de los propios espa'oles o para me"orar su imperio sobre el territorio y la población nativa, determinados elementos culturales e instituciones ind%genas fueron permitidos o conservados o, incluso, me"orados por los con&uistadores y entonces s% se realizó un proceso de mestiza"e. !"emplo principal%simo de este tipo de procesos es el de la lengua o lenguas ind%genas: los espa'oles no solo las conservaron sino &ue las perfeccionaron, especialmente el &uec4ua y el aymara1 les dieron un sistema de escritura, las estudiaron cient%ficamente, publicaron vocabularios y gramticas. $i bien postergaron, y, a la larga, destruyeron, algunas artesan%as y artes, tra"eron otras nuevas &ue vivificaron la producción art%stica peruana en un fecundo proceso de mestiza"e: as% introdu"eron los instrumentos de cuerda &ue enri&uecieron la m(sica vernacular: o las técnicas de la pintura al fresco, al temple y al óleo, en cuyo uso destacar%an pronto los artistas indios, pues la creciente demanda art%stica de iglesias, palacios, fiestas y ceremonias, y la imposibilidad de contar con el n(mero suficiente de maestros espa'oles para satisfacerla, 4izo necesario el concurso de los indios en el e"ercicio de estas artes. Caso especial es el de la literatura, de la cual, por otra parte, conozco un poco ms y sirve magn%ficamente para comprender los l%mites y alcances del mestiza"e.
la literatura tradicional y el esp%ritu ind%genas. !s cierto &ue en algunos cronistas oriundos del er(, =arcilaso o =uamn oma por e"emplo, se percibe la presencia de una sensibilidad india o un pensamiento indio, como en el caso del cronista cuz&ue'o &ue 4emos se'alado ya, pero esto se realiza en un plano conceptual, no en el estrictamente literario. 3un&ue el Inca =arcilaso exalta el pasado incaico y la excelencia de su cultura, en vano buscar%amos a través de sus elegantes y e&uilibradas clusulas renacentistas, una 4uella &uec4ua. 3simismo, resultar%a pedestre atribuirle una influencia literaria nativa a la sugestiva in4abilidad lingB%stica y retórica de =uamn oma. tro gran escritor cuz&ue'o posterior, el gran !spinoza #edrano, descendiente de indios y &ue contribuyó grandemente al mestiza"e en la literatura &uec4ua, escribiendo obras originales suyas o traduciendo poemas de 8irgilio a su lengua materna, cuando escribe en castellano lo 4ace castizamente, bien cuando emplea una armoniosa prosa renacentista en el 3pologético en loor de =óngora, bien cuando despliega un rico y recargado lengua"e barroco en los sermones de la >ovena maravilla. !n los duros a'os de la con&uista, cuando se produc%an feroces y despiadadas matanzas de naturaleza, desmintiendo el propósito evangelizador de los con&uistadores, se produ"eron singulares debates teológico9"ur%dicos acerca de los indios y la acción con&uistadora. $olo faltó discutirse si los indios ten%an o no ten%an alma. $i se lee con cierto detenimiento, la vasta literatura colonial peruana, desarrollada a lo largo de tres siglos, parece casi evidente &ue no la ten%an, al menos no se la ve por ninguna parte. ;odav%a en *+0K, en su admirable Carcter de la literatura en el er( independiente, primera 4istoria amplia y razonada de la literatura peruana, @osé de la Aiva93gBero sosten%a &ue la cultura pre4ispnica no pod%a tener ninguna influencia en el desarrollo literario del er(, ni si&uiera en los temas, pues si es verdad &ue existió una importante civilización &uec4ua, eso 4ab%a sucedido en un pasado remoto, esa cultura estaba completamente muerta y enterrada, su valor era puramente ar&ueológico. !n otras palabras1 los indios 4ab%an tenido alma, pero ya no la ten%an. !I acceso de la cultura y el esp%ritu indios a la literatura peruana fue lento, traba"oso y aun no 4a culminado.
el Canto a @un%n de @osé @oa&u%n lmedo: en uno de los prrafos de su cr%tica, censura la dilatada intervención de uaina Cpac. -?ué tengo yo &ue ver con los indios/ Ie pregunta ol%var al poeta lmedo, secretario y amigo suyo. ol%var tiene absoluta razón1 los caudillos emancipadores nada ten%an &ue ver con los indios.
DE LAS GUERRAS ,RECA*A/ARUINAS La con&uista &ue fracturó el er( fue relativamente rpida, sobre todo si se tiene en cuenta la inmensa diferencia numérica entre con&uistadores y con&uistados. !s verdad &ue los espa'oles aventa"aban enormemente a los indios en armamento, técnicas e implementos militares, pero eso no lo explica todo: 4ay otro motivo para el rpido derrumbamiento del imperio incaico1 la guerra civil entre uscar y 3ta4ualpa, terminada poco antes y &ue lo 4ab%a debilitado muc4o, pues no solo 4ubo gran cantidad de muertos sino &ue la nobleza dirigente del Cusco 4ab%a sido grandemente mermada: por otra parte, los espa'oles contaron fcilmente, como aliados, con los vencidos por 3ta4ualpa. 3nte este panorama -no podemos pensar &ue la fractura del er( se inició en la guerra civil entre uscar y 3ta4ualpa/
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!fectivamente, la guerra civil entre las panacas del Cusco y ?uito parece un signo claro de la declinación del imperio incaico, el primer paso de una disolución &ue no tardar%a en producirse, aun&ue no llegaran los espa'oles. Aecordbamos 4ace poco a ;oynbee, cuando afirma &ue una clase social llega al poder cuando tiene soluciones para los problemas del pa%s: ;oynbee agrega &ue cuando esa clase 4a perdido su poder creador y no tiene soluciones &ue ofrecer, se mantiene en el poder por la fuerza de las armas, lo &ue presta un creciente poder%o a los e"ércitos y desemboca en guerras civiles &ue debilitan al estado y faciIitan su con&uista por un invasor extran"ero. 3 pesar de las apariencias no es este el caso de los incas. !n primer lugar, la guerra civil entre uscar y 3ta4ualpa no es la culminación de un proceso: la monar&u%a incaica no ten%a un sistema 4ereditario, como en la !uropa de ese tiempo, y la muerte de un inca daba lugar a conflictos de sucesión, aun&ue no siempre tan graves. !n segundo lugar, el imperio incaico no llevaba, a la sazón, sino cien o doscientos a'os de existencia y se 4allaba en el apogeo de su fuerza creadora1 la agricultura, la ar&uitectura, el sistema vial, la producción artesanal, el con"unto de su cultura atravesaban un per%odo de esplendor. !l episodio bélico entre uscar y 3ta4ualpa fue solamente una de las muc4as guerras en el er( pre4ispnico. !l predominio &uec4ua era reciente, antes 4ubo otros imperios1 uari, el =ran C4im(, C4av%n... &ue 4ab%an, asimismo, suscitado grandes guerras &ue produ"eron, naturalmente retrocesos parciales en determinadas naciones indias, pero &ue no atentaron mayormente contra el progreso del pa%s, cuya población no disminuyó, y, por el contrario, paulatinamente fue aumentando. Las guerras civiles o de con&uista, en el er( pre4ispnico, pudieron significar trastornos momentneos, pero no produ"eron fracturas ni da'os insalvables en el desarrollo de la econom%a y de la sociedad. !sto se debió a &ue todas las civilizaciones del antiguo er( part%an de la misma base1 la agricultura: cuales&uiera fueran los antagonismos provocadores de una guerra o una rebelión, la econom%a agr%cola era preservada celosamente: en el caso de guerras de prolongada duración, durante las temporadas de siembra o cosec4a, cuando el traba"o agr%cola se volv%a intenso y necesitaba el concurso de toda la población, la guerra se suspend%a para &ue los combatientes pudieran traba"ar la tierra.
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La agricultura pre4ispnica, como resultado de experiencias acumuladas, de manera continua durante milenios, llegó a un grado de progreso &ue, aun 4oy, parece asombroso. Los antiguos peruanos no solamente perfeccionaron los sistemas de riego, de abonos, de nivelación de tierras, de selección de especies productivas, de rotación de cultivos sino &ue, seg(n investigaciones (ltimas, los incas aplicaron verdaderos sistemas cibernéticos, muy complicados, para aprovec4ar con la mxima eficiencia la gran diversidad de microclimas &ue ofrece la geograf%a andina. Los métodos agr%colas mas tecnificados &ue se usan en el er( de 4oy no 4an conseguido igualar, ni muc4o menos, la rica y variada producción alimenticia incaica: por el contrario, cada vez se 4ace ms evidente &ue con estos métodos cient%ficos no podr resolverse el grave problema nutricional por el &ue atraviesa el pa%s. La agricultura no puede ser calco sino creación 4eroica, como la realizada por los indios. Las guerras en el er( pre4ispnico no tuvieron el carcter destructor de la econom%a y de la cultura &ue s% tuvo la con&uista espa'ola. or esta razón no puede considerarse &ue el origen de la fractura, &ue 4a escindido al er( durante varios siglos, pueda situarse en la guerra civil entre uscar y 3ta4ualpa, aun cuando s% pueda ser verdad &ue esa guerra debilitó al imperio incaico y facilitó la con&uista espa'ola. or otra parte, esto no &uiere decir &ue el ;a4uantinsuyo fuera un imperio ideal, "usto y magnnimo, como en la leyenda brotada de las pginas garcilasistas, ni &ue su evolución ulterior, sin la intervención espa'ola, 4ubiera significado un mayor perfeccionamiento de esa especie de socialismo agrario &ue constitu%a su basamento económico y social. Las (ltimas investigaciones ar&ueológicas y documentales indican &ue los incas avanzaban por el camino &ue conduce al gran estado esclavista. >o de"an dudas, al respecto, instituciones como el yanacona"e, de origen incaico, aun&ue desarrollado en la colonia y vigente después de la independencia: la división en clases era muy notoria cuando llegaron los espa'oles y abundaban las muestras de propiedad privada acumulada &ue tend%a a aumentar. Los imperios pre4ispnicos se 4ab%an formado sobre la base de las comunidades o ayllus, de esp%ritu igualitario, a"enos a la propiedad privada acumulable, &ue nacieron en épocas remotas y crecieron y se fortalecieron debido a la naturaleza dif%cil del territorio, con su enorme variedad de microclimas: sólo el traba"o en com(n y la reciprocidad permitieron desarrollar una alta cultura en esta región de la 3mérica del sur. Las diversas culturas, surgidas en los 3ndes o en la costa del er(, se fundaron sobre las comunidades, pero el avance de las técnicas y el me"oramiento de la producción generaron excedentes &ue permitieron la aparición de castas dirigentes, religiosas y militares, las cuales fueron gradualmente aumentando su poder. !l 15
camino 4acia el estado esclavista se 4ab%a iniciado. odr%a pensarse &ue la con&uista espa'ola (nicamente aceleró ese proceso: sin embargo, la 4istoria no fue tan sencilla. Los espa'oles implantaron la esclavitud abierta y los reg%menes de servidumbre, es verdad, pero eso no fue lo mas grave para el er( y su población ind%gena. Lo realmente grave fue &ue se destruyó su econom%a agraria, tan dificultosamente desarrollada y perfeccionada, para reemplazarla por una econom%a minera &ue cambio al er(, fracturó su sociedad y lo convirtió de nación autosuficiente en colonia dependiente, 4asta 4oy.
UCRONIAS COLONIALES 0 E/ANCI,ADAS 3un&ue entremos en el reino movedizo y enga'oso de la ucron%a, no puede negarse &ue la gran fractura del er(, producida por la con&uista, pudo reducirse o soldarse en diversos momentos de su 4istoria. ubo voces &ue as% lo proclamaron, desde el mismo siglo 78I: y 4ubo, también, débiles y fallidos intentos de procurar alg(n remedio. !l discurso del Inca =arcilaso de la 8ega, del &ue 4emos 4ablado ya, significó un elevado ideal de armon%a, un an4elo %ntimo de &ue las dos naciones antagónicas del er(, la india y la espa'ola, confluyeran solidariamente en la formación de una nueva nacionalidad integrada a un reino cristiano universal, pero no se'aló un camino franco, un método eficiente para alcanzar esa concordia y armon%a. #s eficacia tuvo la prédica ardorosa y turbulenta del padre Las Casas, pues consiguió &ue la corona espa'ola promulgara las Leyes de Indias para proteger a los indios de los abusos del con&uistador y garantizar la subsistencia de las naciones abor%genes en las diversas latitudes americanas. >aturalmente, esta benéfica legislación pudo promulgarse no solo por&ue obedec%a a muy altos ideales 4umanitarios sino, también y acaso principalmente, por&ue constitu%a una necesidad pol%tica y económica. !I propio =onzalo izarro, &uien se opondr%a al cumplimiento estricto de las Leyes de Indias, ped%a a sus secuaces ms sanguinarios &ue no se excedieran en la matanza de naturales por&ue, dec%a, esta tierra sin indios no vale nada. ara la corona espa'ola y para el virreinato del er( el tributo ind%gena constitu%a una entrada importante, fue un impuesto muy "ugoso, incluso después de la independencia. ero los con&uistadores espa'oles y sus 4erederos &ue, con el nombre de PencomiendasG, se 4ablan repartido una buena porción de las tierras de labranza, con los indios &ue en ellas traba"aban reducidos a la condición de siervos, se opusieron al cumplimiento de las nuevas leyes &ue limitaban las atribuciones de los encomenderos, anulaban la servidumbre y tend%an a li&uidar las encomiendas al declarar &ue no eran bienes 4eredables. Cuando llegó el primer virrey al er(, con el encargo de poner en vigencia las ordenanzas del Conse"o de Indias y se empe'ó en 4acerlas cumplir, la oposición devino en rebeld%a y fue encabezada por =onzalo izarro &uien, primero, depuso al virrey y, posteriormente, lo a"ustició. !l rey envió al clérigo La =asca, con el cargo de acificador, para reducir a los rebeldes. La =asca, con energ%a, discreción y sagacidad ma&uiavélicas consiguió, mediante diversas promesas, &ue buena 16
parte de los rebeldes se pasara al bando del rey y derrotó, finalmente, a =onzalo izarro en la batalla de 7a&uixa4uana. !n esta guerra estaba en "uego no solo la aplicación de unas leyes favorables a los indios sino también, la autoridad del rey sobre el er(, es decir su condición de colonia dependiente de !spa'a: esto (ltimo era lo &ue ms interesaba al rey y a su enviado, como se vio en el resultado final de la contienda.
india, 4asta l%mites verdaderamente intolerables &ue 4icieron estallar la rebelión. !n esta oportunidad no 4ubo un ma&uiavélico pacificador La =asca &ue buscara alg(n medio de conciliación sino un sanguinario visitador 3rec4e para &uien, como para el ya legendario coronel Custer, el me"or indio era un indio muerto. La rebelión de ;(pac 3maru, de todas maneras, fue una lección 4istórica &ue los pol%ticos y gobernantes, antes y a4ora, pudieron 4aber aprovec4ado y &ue, lamentablemente, no aprovec4aron aun&ue, algunas veces, la efigie y el nombre del caudillo &uec4ua fueron vanamente utilizados. La revolución emancipadora no fue tampoco una solución de la gran fractura. orteamérica. La escisión del pa%s continuó igual &ue en la colonia o fue a(n ms grave1 los indios empezaron a sufrir una mayor opresión. !n los comienzos de la guerra libertadora, se volvió a 4ablar de los indios, de su gran pasado y las excelencias de la cultura incaica. oco antes de la independencia, como 4emos se'alado, los intelectuales de la Ilustración se preocuparon por estas cuestiones: en las pginas del #ercurio eruano 4ay varias referencias al imperio incaico, a su 4istoria legendaria, a sus monumentos, as% como también se 4abla de los indios contemporneos, de sus costumbres, m(sica y canciones. Los ideólogos de la emancipación, aun&ue fuera solo de una manera retórica, como en el famoso discurso de @osé
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La independencia derivó en una mayor opresión de los indios. Curiosamente, una revolución &ue se inspiraba en los ideales de libertad, igualdad y fraternidad, oprimió y despo"ó ms cruelmente al pueblo andino &ue la monar&u%a absolutista espa'ola. !n *525, se convocó a un congreso constituyente en el cual se discutió la condición de los indios, sometidos a(n a tutela como en la época del virreinato: los conservadores defend%an el paternalismo colonial: los liberales proclamaban &ue los indios eran personas iguales a los dems ciudadanos, blancos o mestizos, deb%an gozar de todos los derec4os legales, como los de elegir y ser elegidos, de comprar, vender e 4ipotecar tierras y otros bienes: triunfaron los liberales y, a los pocos a'os de 4aber ad&uirido todos sus derec4os, los indios 4ab%an perdido la mitad de sus tierras. La ad4esión a los ideales de libertad no siempre es inocente: debemos recordar, una vez ms, la frase de madame Aoland1 QLibertad, cuantos cr%menes se cometen en tu nombreR. 3cabada la independencia, el republicano siglo 7I7 fue pobre en ideolog%as y en realizaciones.
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UNA DEREC4A UE NOS 4UNDE 0 UNA I5UIERDA A LA DERI6A
nacional y la amenaza creciente de los grupos terroristas, en la actualidad, muc4os sectores y partidos pol%ticos convocan a la unidad nacional para salvar al pa%s: esa unidad, por el momento, no pasa de ser una pura gesticulación verbal sin contenido. !n este sentido, resulta aleccionadora la experiencia reciente del partido 3prista &ue llegó al poder después de sesenta a'os de actividad y frustraciones: cuando ganó las elecciones presidenciales y parlamentarias, en *+5K. La crisis &ue se 4ab%a iniciado en el primer gobierno del ar&uitecto elaunde y se acrecentó en los regimenes militares de 8elasco y #orales erm(dez, se 4ab%a vuelto incontenible en el segundo gobierno belaundista: el 3A3 empezó a gobernar con buen pie1 consiguió contener la inflación y reducir los intereses bancarios, estimulando de esta manera la industria y aumentando la exportación y el ingreso de divisas al pa%s. !l 3A3 esperaba &ue los industriales reinvirtieran las ganancias &ue la nueva pol%tica económica les 4ab%a permitido obtener, lo &ue dar%a lugar a un incremento mayor de la industria y las exportaciones, un acrecentamiento del a4orro y del consumo, y, eventualmente, el me"oramiento de otros mbitos de la econom%a nacional: sin embargo, los capitalistas de la industria peruana pensaron de otro modo y se embolsillaron simplemente las ganancias o, me"or dic4o, las depositaron en bancos de #iami o $uiza y no reinvirtieron nada. !ste 4ec4o simple revela muy bien el carcter peculiar del capitalismo peruano. !l capitalismo norteamericano, para tomar un e"emplo, inme"orable, es completamente distinto y se conduce de otra manera: en los !stados Hnidos el enri&uecimiento de cual&uier ciudadano o empresa significa el enri&uecimiento de todo el pa%s, por&ue las ganancias obtenidas circulan por la nación y la fortalecen. !n el er(, por el citado caso de los industriales y otros &ue podr%an aducirse, las ganancias de los capitalistas no enri&uecen a la nación, por&ue buena parte de Ias ganancias se depositan en bancos extran"eros, enri&ueciendo, ms bien, a los pa%ses &ue reciben esas ganancias. $e calcula &ue los depósitos de capitalistas peruanos en la banca a norteamericana o europea sobrepasan los veinte mil millones de dólares, superando largamente a la agobiante deuda externa &ue soporta el er(. tro e"emplo pe&ue'o, pero igualmente aleccionador, es el del valle del A%mac. !l er( pre4ispnico fue esencialmente agr%cola: en esa época, las poblaciones grandes o pe&ue'as se Ievantaban en terrenos eriazos, no cultivables. Los espa'oles, en cambio, fundaron y edificaron sus ciudades en los terrenos pIanos de los valles agr%colas, costumbre &ue 4a subsistido 4asta 4oy, como lo demuestra el crecimiento (ltimo de la ciudad de Lima. !l valle del A%mac es pe&ue'o: pero, 4asta 4ace pocos a'os estaba bien aprovec4ado por una agricultura y una ganader%a de excelente rendimiento y organización &ue ayudaba al sostenimiento de la población capitalina: la ciudad, cuyas industrias y población empezaron a incrementarse aceleradamente, desde la finalización de la $egunda =uerra #undial, pudo 4aberse extendido por los terrenos estériles &ue se 4allan al norte y al sur del valle cultivable: pero los terratenientes atendieron tan solo a sus ganancias inmediatas y convirtieron rpidamente las tierras sembradizas y productivas en blo&ues de cemento y pistas de asfalto: se enri&uecieron ellos, sin duda, mientras el er( se empobreció al perder para siempre unas tierras fruct%feras: las aguas del r%o A%mac, abundante en los meses estivales de crecida, se pierden in(tilmente en el mar y si antes nutr%an unas tierras benéficas, a4ora solo producen 21
inundaciones y desastres. !s penoso &ue algo seme"ante 4aya ocurrido en un pa%s necesitado de tierras labrant%as y aguas de regad%o. !s penoso y revelador de lo dif%cil &ue resulta unir a todos los peruanos en una tarea com(n &ue va a favorecer el progreso del er( entero, pero &ue no dar ganancias suculentas e inmediatas a los sectores del pa%s. La digresión introductoria a este capitulo 4a sido algo larga, aun&ue no esté dems ni sea in(til en un traba"o como este. or lo pronto, pienso &ue resume, ponderadamente, las dificultades &ue ofrece la reducción de la gran fractura peruana. !l cambio no est a la vuelta de la es&uina como, ingenuamente se pensó alguna vez. 3simismo, permite apreciar lo problemtico &ue ser unir a los sectores derec4istas de la sociedad peruana en un traba"o de integración nacional &ue no les significar%a ganancias atractivas e inmediatas y, ms bien, puede significar una merma en su poder%o económico y pol%tico, aun&ue no necesariamente vaya a empobrecerlos.
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#aritegui desplegó una gran actividad en el periodismo, en el estudio de la realidad peruana, en la publicación de libros y revistas, en la pol%tica: lamentablemente murió muy "oven y el partido comunista no tuvo otro l%der tan carismtico y de tan alta talla intelectual: por eso, aun&ue importante en la vida pol%tica del pa%s, el comunismo no llegó a ser un partido mayoritario y su intervención en diversas coyunturas, nunca fue decisiva. !l partido aprista si tuvo, desde sus comienzos, un gran apoyo popular, un electorado numeroso y una militancia bien organizada.
oportunidad no de resolver la fractura del er(, pero si de ec4ar las bases para su futura solución. acia *+E6, 4ubo otro suceso 4istórico remarcable, aun&ue no fuera de gran magnitud, ni convocara muc4a gente, ni durara muc4o tiempo, ni produ"era cambios o trastornos apreciables1 los movimientos guerrilleros en el lado oriental de la cordillera andina.
distribuir la producción sino &ue impuso modelos colectivistas r%gidos, administrados por una burocracia incapaz. La nacionalización del petróleo y de algunas minas parece muy discutible, pero no desde un punto de vista conservador sino desde una mira progresista. $e nacionalizaron los pozos de ;alara donde ya no 4ab%a petróleo y las minas de Cerro de asco donde tampoco 4ab%a cobre: pero no se tocaron las ricas minas de ;o&uepala. 3lgo similar ocurrió en el sector pes&uero: pero, en este caso, la nacionalización sirvió para salvar a los capitalistas &ue estaban, prcticamente, &uebrados. Los partidos conservadores 4an clamado contra el sobredimensionamiento del estado, insinuando &ue la nacionalización de industrias y empresas constituyó un intento de socializar al er(: la verdad es lo contrario, las nacionalizaciones fueron procapitalistas1 en los casos mencionados y en el anterior del anco opular, el estado compró empresas &ue se 4allaban en muy mal estado, al borde de la &uiebra. Casi lo mismo ocurrió con la reforma agraria, el agro peruano ven%a declinando en su producción y en su importancia económica, nacional e internacionalmente, tal como ocurr%a en otros pa%ses del ;ercer #undo, desde la posguerra. #ediante la reforma se proporcionó capitales a los terratenientes para &ue los invirtieran en la industria y en las finanzas, principal mente en Lima, como ocurrió efectivamente. ;odo esto no &uiere decir &ue la pol%tica económica del gobierno militar fuera mala: &uiere decir, simplemente &ue no tuvo carcter ni matices socializantes. Como 4ec4os positivos &ue se pueden abonar en la cuenta de ese gobierno, cabe mencionar &ue se produ"o una estimulante movilización de capitales, un relativo crecimiento de la industria, la ampliación de las relaciones internacionales del er(: también se produ"o un crecimiento de los sindicatos y de la actividad sindical. o estuvo mal &ue as% sucediera, en un principio, pero a partir de a4%, la iz&uierda no debió conformarse con obtener nutridas representaciones parlamentarias sino reflexionar profundamente en los problemas del pa%s, nutrirse con las ideas y sentimientos populares, organizar a sus electores, y de esa manera, elevar el nivel de la conciencia popular facilitando la formación de un partido socialista sólido y un frente de iz&uierdas 4omogéneo: lamentablemente no lo 4izo as%, se limitó a repetir frases y consignas y cayó en un caudillismo menudo, en rencillas 25
comineras: el resultado final 4a sido &ue las altas votaciones de 4ace unos a'os se diluyeran y la importancia pol%tica de la iz&uierda se viera mermada. La iz&uierda peruana puede y debe tener, todav%a, un papel influyente en la vida nacional y ser un factor valioso en la solución de sus problemas inmediatos y de su fractura secular: pero debe cambiar, radicalmente, el rumbo. ienso &ue después de la escisión de Iz&uierda Hnida en dos frentes desavenidos, y aun antes, sus dirigentes debieron pensar &ue lo ms sano era no participar en las elecciones presidenciales de *++0 y dedicar todas sus energ%as a 4acer lo &ue no se 4ab%a 4ec4o, a andar el camino &ue no se 4ab%a andado. Como di"era #ariategui1 la revolución peruana no debe ser calco ni copia sino creación 4eroica, frase &ue se 4a repetido muc4o sin &ue se la 4aya comprendido bien ni, menos todav%a, aplicado cabalmente. >o se limitó #ariaregui al acu'amiento de una frase feliz, la puso denodadamente en prctica1 se dedicó al estudio minucioso y tenaz de la realidad peruana, a la propaganda racional de ideas renovadoras, a la creación de una conciencia popular y a la organización de un partido socialista dotado de solidez doctrinaria y capaz de una acción co4erente. #ariategui adoptó el pensamiento marxista y se ad4irió al comunismo internacional, pero cuando fue necesario supo apartarse de una ortodoxia &ue desconoc%a las urgencias vivas de la realidad peruana, como lo demuestran sus tesis (ltimas y la forma en &ue se marginaron sus ideas, después de su muerte por el propio movimiento comunista. #ariategui tuvo clara conciencia de &ue el marxismo no es una receta sino un método de anlisis y &ue la acción socialista no debe ser la aplicación de una fórmula dogmtica sino la marc4a por los caminos &ue la realidad abre y determina. Hn e"emplo de como traba"ar eficientemente, lo puede encontrar la iz&uierda peruana no en un partido pol%tico sino en una agrupación religiosa1 los sacerdotes y laicos congregados por la ;eolog%a de la Liberación &ue conviven con el pueblo en comunidades campesinas y urbanas marginales, ayudan a resolver sus tribulaciones, analizan sus problemas en investigaciones razonadas, protestan, por los abusos &ue sufren, examinan al contexto nacional en &ue estn inmersos publican libros y revistas excelentes. $u propósito no es pol%tico, no pretenden ganar unas elecciones: simplemente, &uieren acercarse a la divinidad por el camino &ue les parece ms corto, ms fecundo: y, en ese empe'o, coinciden con #ariategui en el afn de estudiar la realidad nacional y propagar Ideas de renovación y cambio. Cabe subrayar &ue, como lo 4an proclamado muy expl%citamente, esos laicos y sacerdotes no pretenden 4ablar por los pobres sino desde los pobres, con el propósito final de &ue los pobres 4ablen por si mismos. Hna iz&uierda verdadera debe traba"ar con los pobres, con los despose%dos en tareas concretas y en reflexiones generales. !n alg(n momento as% lo 4a 4ec4o, en 8illa !l $alvador, por e"emplo, enfrentando los problemas de desnutrición y falta de traba"o mediante la creación de comedores y talleres populares: lamentablemente, ese traba"o no fructificó en otros traba"os similares o mayores ni en la elaboración de una doctrina y un plan de acción pol%tica para todo el pa%s. legarse a la realidad en el pensamiento y el traba"o diario no es fcil y puede llevar a conflictos con la l%nea del partido, como lo e"emplifica magistralmente ertoIt rec4t en su pieza didctica La decisión, donde un activista pol%tico es "uzgado y condenado debido a &ue, en vez de cumplir 26
estrictamente las consignas partidarias se dedicó a socorrer a la gente necesitada )ayudó a unos sirgadores agotados a arrastrar un barco, o defendió a un obrero in"ustamente atropellado por la polic%a. La disyuntiva entre doctrina y acción disciplinada, por una parte, y realidad y sentimiento 4umanitario, por otra, no debe soslayarse. 3mbas fuerzas tienen &ue contrapesarse continuamente.
LAS SO/2RAS DEL SENDERO 3nalizar el movimiento $endero Luminoso no es tarea fcil. ;odos, en el er(, se 4an visto afectados de alguna manera por sus acciones. Hnos lo ven con franca simpat%a: otros lo estiman con ciertas reticencias: muc4os lo abominan con todas sus fuerzas: y 4ay &uienes lo temen y no se atreven a opinar, ni en favor ni en contra. La simpat%a, la admiración, el odio o el miedo no permiten un "uicio sereno, imparcial, ob"etivo acerca de $endero Luminoso. !ste movimiento armado solo podr estudiarse con ecuanimidad después del siglo 77I. !n el momento actual, los rboles no de"an ver el bos&ue, seg(n reza un vie"o proverbio: y, adems, la turbulencia de Ias pasiones desencadenadas a favor o en contra de $endero impiden una meditación limpia y sosegada. ?uiero, de todos modos, llevar a cabo una reflexión ponderada acerca de $endero Luminoso, evitando en lo posible los "uicios arbitrarios y libres de toda pasión. !n la apreciación del fenómeno senderista se 4an cometido muc4os errores. or e"emplo, para citar (nicamente un e"emplo ilustre, el expresidente elaunde 4a dic4o repetidamente &ue la acción terrorista de $endero Luminoso obedece a inspiración fornea: &ue los peruanos son benévolos por naturaleza y la violencia les es a"ena. 3severación profundamente e&uivocada: en el entendimiento del expresidente, el recuerdo de las guerrillas &ue se levantaron durante su primer gobierno, &ue s% tuvieron modelos y alg(n tipo de inspiración provenientes del extran"ero, 4a pesado, sin duda, y lo 4a llevado a pensar, apresuradamente, &ue $endero Luminoso era un movimiento similar, sin tener en cuenta las notorias diferencias en las técnicas insurgentes, las tcticas guerrilleras y la estrategia general. Como 4emos indicado ya, las guerrillas del sesenta, teniendo por modelo la revolución cubana, &uisieron crear unos focos guerrilleros desde donde se 27
expandiera la revolución y fracasaron por&ue lo 4icieron en un momento inoportuno, sin preparación adecuada, y sin conocer bien el terreno donde iban a actuar. La acción de $endero Luminoso, en cambio, no imita modelos extran"eros, la e"ecutan provincianos en territorios &ue conocen a plenitud y entre campesinos con los cuales se 4an relacionado en varios a'os de traba"o previo: adems, cuando inician sus operaciones el er( lleva ya diez a'os de una crisis económica &ue agobia a la población sobre todo en las provincias y en el campo, y &ue tiende a acentuarse. Hna (ltima diferencia entre ambos movimientos se ve en los resultados1 las guerrillas fueron aplastadas casi al nacer, $endero lleva diez a'os de actividad continua. La primero &ue se nota al analizar el movimiento de $endero Luminoso es la originalidad de sus técnicas y tcticas: llama, por e"emplo, la atención el 4ec4o de &ue generalmente no 4an reivindicado como suyos los actos terroristas &ue comet%an: este tipo de terrorismo silencioso, &ue sepamos, no 4ab%a ocurrido en ninguna otra parte. $endero no 4a seguido ning(n modelo extran"ero en sus diversos tipos de acción ni 4a recibido, al parecer, ayuda extran"era en dinero o armamentos: por esa razón, sobre todo en los primeros a'os, su armamento y su instrumental 4an sido escasos, pobres y primitivos. !n cuanto a la ideolog%a, $endero tiene, ciertamente, una base marxista, pero no posee ning(n nexo visible con alg(n movimiento marxista actual, ni menos con ning(n gobierno socialista o comunista. $u marxismo es muy curioso: en sus pocas declaraciones y textos existentes, los maestros &ue $endero reconoce son1 #arx, Lenin, #ariategui, $talin y #ao ;se ;ung. $e debe notar &ue cuando inicia su acción armada, las l%neas pol%ticas de $talin y #ao 4an sido ya desec4adas en la Hnión $oviética y en C4ina. $endero rec4aza acremente lo &ue denomina el revisionismo soviético, de Trusc4ev en adelante, as% como el revisionismo c4ino de ;eng $iao ing: y nunca demostró simpat%a por la revolución cubana. Lo &ue ms sorprende en el movimiento senderista es su par&uedad ideológica, la ausencia de un pensamiento teórico de relativa amplitud, co4erencia y solidez: y también su desprecio por la propaganda y difusión de sus ideales. obreza de armamento bélico y de armamento conceptual parecen ser las caracter%sticas iniciales de $endero Luminoso. !l movimiento senderista es esencialmente pragmtico y, al parecer, no Ie 4a dado importancia al desarrollo de un pensamiento teórico como fundamento de la acción revolucionaria. or esta razón su vinculación con #ariategui no es convincente y, tal vez, no va ms alI de la frase del pensador marxista peruano &ue 4an tomado como nombre distintivo: en su actuación pol%tica. ;res son las preocupaciones principales de #ariategui1 desarrollar reflexiones profundas y anlisis certeros de la realidad peruana, difundir sus ideales y crear un gran partido socialista: pensamiento, propaganda y organización pueden ser las tres palabras &ue sinteticen la obra de #ariategui. >ada de esto Ie interesa a $endero. Le interesa solamente la acción revolucionaria, la violencia revolucionaria. #ariategui, ciertamente, como comunista convicto y confeso, y admirador de la revolución rusa, defiende la violencia revolucionaria: pero la violencia no es para él el origen del proceso revolucionario, es su culminación, cuando ya no &ueda otra salida y el vie"o régimen se aferra 28
a un poder &ue ya no Ie pertenece. ara $endero, el orden 4istórico debe ser distinto1 la violencia es el acontecimiento previo a la formación de un gran partido. Lenin y #ao ;se ;ung, muc4o ms &ue #ariategui, son los maestros le"anos de $endero Luminoso. Lo son de un modo peculiar &ue examinaremos enseguida, limitndonos al caso del l%der soviético, para no extender demasiado este traba"o. Lenin, como #ariategui, desplegó una ingente labor teórica, propagand%stica y organizativa, antes de la revolución de octubre. 3lgunas simples menciones bastan para corroborarla1 su participación en los congresos socialistas de *+0F, en ruselas y en Londres: y en la conferencia de raga, *+*2, donde se separaron bolc4evi&ues y menc4evi&ues: la fundación de los periódicos IsOra, &ue dirigió personalmente, y ravda,&ue inspiró desde le"os: la publicación de estudios filosóficos tan importantes como materialismo y empirocriticismo, o de anlisis de la realidad de su pa%s y de la 4istoria contempornea como !l desarrollo del capitalismo en Ausia, y !l imperialismo (ltima etapa del capitalismo. >ada seme"ante les 4a preocupado a los I%deres de $endero Luminoso: lo &ue les interesa en Lenin no es su vasto traba"o preparatorio previo sino sus conclusiones revolucionarias finales1 después del fracaso de la revolución de *+0K, Lenin se dio cuenta de &ue el socialismo necesitaba una vanguardia firme, capaz de desencadenar una revolución victoriosa en el momento preciso. 3 esa tarea se dedicó con empe'o, desde *+0K y los acontecimientos Ie dieron la razón en *+*D. $endero &uiere 4acer lo mismo, aun&ue sin 4aber atravesado las mismas fases 4istóricas y en una realidad social muy distinta: acaso sea un error, aun&ue tal como suele desenvolverse la 4istoria, no me atrever%a a afirmarlo muy categóricamente. $i bien el desarrollo del capitalismo en Ausia y, consecuentemente, del proletariado, no era tan considerable como en otros pa%ses europeos, el movimiento sindical ruso era muy poderoso y Lenin decidió apoyarse firme y exclusivamente en él.
en el er(, ba"o un gobierno capitalista o en un proceso revolucionario constituyen una cuestión espinosa &ue no es del caso examinar a&u%. Lo importante es &ue 4emos precisado el modelo le"ano del movimiento senderista1 la revolución rusa. La forma en &ue se adaptó ese modelo es muy peculiar y original. Las premisas en &ue se basa $endero parecen ser las cuatro siguientes1 * la acción violenta es el sustento de los cambios revolucionarios. 2 para iniciar la revolución no es necesario crear previamente un gran partido de masas: F el proletariado conduce dictatorialmente el proceso revolucionario desde sus comienzos, y, 6 el medio campesino es el lugar donde se inicia la revolución. ?ueda claro &ue la violencia es el origen y sustento de la revolución: no culmina un traba"o ideológico y propagand%stico &ue agrupe a las mayor%as traba"adoras y oprimidas del pa%s: por el contrario, la violencia es considerada como la me"or forma de organizar el proceso de trasformación socialista expandido por toda la nación. !sto es muy singular y su vinculación con el marxismo, incluso en su fase o aspecto leninista, no se percibe claramente. $% se ve &ue es una concepción opuesta a la de @osé Carlos #ariategui. -or &ué esta exaltación de la violencia, este culto a la violencia/ !n la respuesta a esta pregunta est el &uid del movimiento senderista. !I marxismo, el leninismo y el mao%smo solamente son, para decirlo con una rancia frase literaria, la 4ermosa cobertura del senderismo. ermosa cubierta &ue encubre un impulso nebuloso, tal vez irracional, pero dotado de su propia lógica, &ue discurre muy profundamente, deba"o de las palabras, de los programas pol%ticos, de las ideolog%as, y &ue proviene de la entra'a serrana y campesina del er(. !n el mbito de la sierra peruana, en otras ocasiones 4istóricas se 4an producido rebeliones campesinas, insurgencias ind%genas de extremada violencia, como las de @uan $antos, ;(pac 3maru, el 3mauta 3tusparia y muc4as otras ms, de menor magnitud acaso, pero igualmente iracundas. !stas rebeliones, a veces, se apoyaban en una ideolog%a determinada: otras veces eran la pura y simple protesta desesperada contra una opresión insoportable.