Manuel Muñoz Isla Estudiante de 4° año de Pedagogía Media en Historia y Geografía Universidad San Sebastián.
La educación Nazi como método de formación Ciudadana. Resumen. La educación racista impartida en Alemania bajo el régimen nazista tiene como base la formación ciudadana, basada en una exaltación de la raza aria como superior, tomando en consideración todos los aspectos de la educación, en asignaturas como la Historia y la Filosofía es más explícito a la hora de generar la base idónea en los jóvenes alemanes para implementar esta ideología, pero también se utilizó a las matemáticas en este servicio. Es por aquello que afirmamos que la educación racista fue uno de los pilares fundamentales del régimen Nazi, utilizándola como formación de ciudadanos, por ende es ideal comprender comprender el rol que tiene la educación y el análisis del contexto histórico en el que se encontraba la sociedad alemana. Para estos objetivos, la revisión y análisis de fuentes primarias, como el texto de Adolf Hitler, Mi Lucha son esenciales, al igual que revisar bibliografía para entregar una descripción de nuestros conceptos claves.
Conceptos Claves: Nazismo, Educación, Conductismo, Formación Ciudadana, Racismo.
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Contenido
Índice.
N° de Página.
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1. Índice
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2. Introducción
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3. Contexto Histórico
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3.1 La República de Weimar 3.2 El Ascenso del Nazismo 4. Nazismo
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4.1 Concepto e Importancia de Hitler
4.2 La sociedad alemana frente al Nazismo 4.3 Las características del Nazismo
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5. Educación Nazi
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5.1 Formación Ciudadana
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5.2 Conductismo y la Educación Nazi
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5.3 La Educación Racista
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6. Conclusión
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7. Bibliografía
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2. Introducción. Una de las características más importantes del nazismo fue la manipulación, a base de la propaganda y la educación, de la ideología de los ciudadanos. Desde pequeños, los alemanes eran educados para convertirse en verdaderos nazis. La importancia de estudiar un tema relevante dentro de la historia occidental, como lo fue el Nazismo, es la forma en que utilizo varios aspectos de la vida de los alemanes, estableciendo casi un nuevo paradigma de leyes sociales, que criticables o no, lograr convertir a Alemania en la década de 1930 en una de las grandes potencias del mundo. Uno de estos métodos de manipulación es la educación, en donde afirmamos que la educación alemana fue uno de los pilares fundamentales del régimen nazi, ya que se utilizó como método de formación ciudadana, concepto de ciudadanía que tiene claras diferencias con lo que conocemos hoy al respecto, una de las diferencias tangibles es la capacidad que tiene hoy comparándolo con este estado totalizador
un estado liberal
son las libertades humanas y el
respeto a los derechos de los humanos, cuestiones casi inexistentes en el régimen nazi. Un propósito de nuestra investigación es analizar cuáles eran las circunstancias en las que se encontraba la sociedad alemana para que el régimen nazi implementara de forma eficaz, a través de la educación, ideas racistas, base de la formación ciudadana, por lo que realizaremos un recorrido por la historia alemana, desde la derrota en la Primera Guerra Mundial, que trajo consigo la caída del Imperio Alemán y la creación de una república, hasta la instalación definitiva del Nacionalsocialismo como ideología única y a Hitler como su líder máximo. El presente trabajo se guiara por diferentes tópicos, uno de ellos es revisar el concepto de nazismo, sus características principales, la importancia de Hitler y su relación directa con la sociedad. Después haremos un repaso por lo más importante del método empleado en la educación para implantar en los niños y jóvenes las ideas nazis, como asignaturas como la historia o la filosofía
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eran fácilmente manipulables, pero como incluso las ideas racistas llegaban desde las matemáticas. Se ha hecho una gran revisión bibliográfica, que ha dejado en claro que el tema del nazismo, en nuestros días, sigue siendo importante en las investigaciones historiográficas.
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3. Contexto Histórico. 3.1 La República de Weimar. Tras la derrota sufrida por Alemania durante la Primera Guerra Mundial, extinto el imperio y sumida la nación germana en una terrible crisis económica, todavía tendría que enfrentar enormes cambios sociales y políticos durante los primeros treinta años del siglo XX. En noviembre de 1918, Guillermo II, emperador de Alemania se vio obligado a abdicar dejando sin liderazgo a una golpeada nación. Dos meses después, en la ciudad de Weimar, tuvo lugar una asamblea nacional constituyente para celebrar elecciones, en las que se decidió, perdido el imperio, fundar la República de Weimar, con la idea de constituir la primera democracia parlamentaria germana. En febrero, asamblea eligió a Friedrich Ebert para ocupar el cargo de presidente de la república. La naciente república estuvo constituida por una mayoría parlamentaria de tendencia socialdemócrata, con presencia del Partido Democrático Alemán y el Partido centralista. Con todo, la república de Weimar era una nación muy frágil en términos políticos, enfrentándose a grandes dificultades económicas propias de una posguerra. Pese a ser, de manera oficial, una democracia, la república de Weimar heredó las viejas formas monárquicas, al grado que el cargo del gobernante era de presidente del imperio (Reich) con facultades propias de un emperador. Con todo, la joven república estaba condenada al fracaso cuando, medio año después, tuvo que enfrentar la firma del Tratado de Versalles. Tras la firma del tratado, Alemania se vio restringida en todos sentidos, con buena parte de sus territorios perdidos, deudas de guerra y estrictas prohibiciones respecto a su política exterior. Todo ello contribuyó a exacerbar el espíritu nacionalista de los alemanes que se sentían humillados tras la firma de dichos acuerdos. La peor parte era la prohibición sobre la posible unificación de Austria con Alemania.
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Con los tratados de Locarno en 1925, la situación cambió y Alemania, ya más recuperada en el plano económico, comenzó a ser tratada de manera igualitaria en el campo de la política internacional. En 1926, la república de Weimar fue aceptada como miembro de la Sociedad de las Naciones, antecesora de la actual ONU. Esta década fue particularmente brillante para la república: las artes, la ciencia y la cultura alcanzaron un punto altísimo. Estados Unidos había a apoyado financieramente la reconstrucción alemana durante los años veinte, pero esta ayuda llegó a su fin cuando en 1929 Norteamérica vivió una de las peores crisis económicas de su historia. El golpe repercutió en el mundo y particularmente en la frágil república de Weimar. Los años del fin se acercaban: en marzo de 1930, Hermann Müller, del partido socialdemócrata, encabezó el último gobierno mayoritario tuvo una disputa con los demás partidos que no lograban llegar a acuerdos en temas de empleo. Estos desacuerdos fueron la causa del desmoronamiento político. Tras la ruptura de esta unión partidista conocida como “gran coalición”, le sucedió en el poder un gobierno burgués liderado por Heinrich Brüning, del Partido Alemán del Centro, que sostuvieron en el poder al mariscal Paul von Hindenburg, como presidente del Reich. En
septiembre
de
1930,
el
parlamento
(Reichstag)
tuvo
elecciones
y
sorpresivamente el partido nacionalsocialista (NSDAP) fue uno de los que más votaciones obtuvieron. Su guía, un oscuro pero carismático líder llamado Adolf Hitler se había popularizado atrayendo las simpatías de la clase trabajadora y cierta ala burguesa a la que le gustaban sus radicalismos de derecha. Los socialdemócratas se sintieron presionados y modificaron estatutos para permitir la presencia del partido de Brüning en el gabinete y frenar, de alguna manera, la presencia de la derecha radical en el poder. Sin embargo, muchos de los nuevos estatutos limitaron el poder del Reichstag y los partidos de derecha e izquierda, antiparlamentarios, ganaron adeptos y
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simpatizantes. Hitler se presentó a sí mismo y a su partido, como la única alternativa a los “peligros” del marxismo.
3.2 El Ascenso del Nazismo. La estrategia tendría resultados: en las votaciones de 1932, los nazis obtuvieron la mayoría en el Parlamento y el ala conservadora logró convencer a Hindenburg, segundo presidente de la República, de darle la cancillería al ya políticamente poderoso Hitler. Heindenburg cedió, creyendo que con un parlamento multipartidista, Hitler estaría controlado. El 30 de enero de 1933 se nombró Káiser (canciller) a Adolf Hitler, quien al poco tiempo cambió su título por el Führer (conductor) del Tercer imperio (Reich) acabando con la efímera República de Weimar. El ascenso al poder de los Nazis provocó el fin de la Republica Weimar, una democracia parlamentaria establecida en Alemania después de la Primera Guerra Mundial. Siguiendo el nombramiento de Adolf Hitler como canciller, el estado nazi (también referido como el Tercer Reich) rápidamente se transformó en un gobierno en el cual los alemanes no tenían ningún derecho básico garantizado. Después de un incendio sospechoso en el Reichstag (el Parlamento alemán), el 28 de febrero de 1933, el gobierno promulgó un decreto que suspendió los derechos civiles constitucionales y creó un estado de emergencia en el cual decretos oficiales podían ser promulgados sin confirmación parlamentaria. En los primeros meses de la cancillería de Hitler, los Nazis instituyeron una política de “coordinación”, el alineamiento de individuos e instituciones con los mismos objetivos de los nazis. La cultura, la economía, la educación y la ley, todos vinieron bajo control de los nazis. Una propaganda extensiva fue usada para difundir los objetivos e ideales del gobierno. Con la muerte del presidente alemán Paul von Hindenburg en agosto de 1934, Hitler asumió los poderes de la presidencia. El ejército prestó juramento de lealtad personal a Hitler. La dictadura de Hitler dependía sobre su puesto
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como Presidente del Reich (director del estado), Canciller del Reich (director del gobierno), y Fuehrer (director del partido nazi). Según el “principio Fuehrer”, Hitler estaba fuera del estado legal y él mismo determinó cuestiones de política. Hitler determinó la legislación doméstica y asuntos exteriores. La política exterior de los nazis fue guiada por la creencia racista que Alemania era biológicamente destinada a expandir al este por fuerza militar y que una población ampliada y racialmente superior debería establecer una autoridad permanente en Europa oriental y en la Unión Soviética. Aquí las mujeres tenían un papel importante. La política de población agresiva del Tercer Reich animó mujeres “racialmente puras” a tene r cuantos niños arios posibles. Dentro de este sistema, las personas “racialmente inferiores”, como los judíos y los gitanos, serían eliminadas de la región. La política exterior de los nazis se dirigió desde el inicio para hacer una guerra de aniquilación contra la Unión Soviética, y los años de paz del gobierno nazi fueron pasados preparando el pueblo alemán para la guerra. En el contexto de esta guerra ideológica, los nazis planearon y llevaron a cabo el Holocausto, el asesinato masivo de los judíos, que eran considerados el enemigo “racial” principal.
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4. El Nazismo. 4.1 Concepto e importancia de Hitler. El nazismo es comprendido como una ideología principalmente política, sin dejar de lado lo económico y por sobre todo lo social (Hoffman, 1991). Fundada por Adolf Hitler en la década de 1920, en gran medida como consecuencia de la humillante situación que había sido puesta Alemania tras la firma del armisticio que dio fin a la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Versalles. Este tratado impuso a Alemania unas condiciones tan drasticas -casi vengativas- que hacia que el pais tuviese que destinar un enorme porcentaje de sus ingresos nacionales al pago de daños e indemnizaciones, principalmente a Francia y Gran Bretaña, con lo cual resultaba imposible recuperarse economicamente
despues del
desastre que la guerra habia significado. Más allá de las dificultades que entrañaran los dispositivos legales, la República de Weimar “carecía fatalmente de legitimidad desde el principio. Fueron la Asamblea Nacional y el gobierno revolucionario los que aprobaron los términos del Tratado de Versal les (…) La propaganda nazi pudo aprovechar el descontento general con [éste] para convencer a muchos de que el carácter democrático y los orígenes revolucionarios de la República estaban fatalmente vinculados a la humillación nacional” (Evans, 1991). Es sobre este campo que germinarán los pequeños
grupos nacionalistas radicales. “El movimiento nazi comenzó su andadura formal en Münich el 9 de enero de 1919, con la fundación del Partido Obrero Alemán por el mecánico ferroviario Anton Drexler.” (Evans, 1991). Surge como partido
de extrema derecha en la convulsión de la Baviera de la revolución y reacción de posguerra. En 1920 cambia su nombre por el de Partido Obrero Nacional Socialista Alemán, buscando el apoyo de los trabajadores, combinando ideas de anticapitalismo, pangermanismo y antisemitismo. Adolf Hitler ingresa al partido el 12 de setiembre de 1919. Gracias a su capacidad oratoria, ganó protagonismo para convertirse en agosto de 1921 en dirigente principal del partido. “Según algunos oyentes, proyectaba un hechizo hipnótico sobre su audiencia: la
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asistencia a uno de sus mítines producía a menudo una exaltación que sólo podía compararse con la conversión religiosa” (Evans, 1991) .
Varios autores muestran un rasgo destacable del debate que se ha dado en en seno de la historiografia a el lugar que desempeñó la personalidad y la actuación de Adolf Hitler en el fenómeno del nazismo; contraponiendo los análisis que ponderan a los líderes políticos por sobre las condiciones estructurales vigentes en las sociedades, a la hora de dar explicaciones tentativas a los procesos históricos. En palabras del investigador Norbert Frei (1993): “Los intencionalistas interpretan al Tercer Reich como una dictadura totalitaria determinada básicamente por el poder ilimitado (despótico) del Führer; según ellos Hitler pudo desarrollar el programa político que ya había anunciado en Mi lucha, de un
modo previsible.
Los
estructuralistas remarcan la existencia de grupos de poder que compiten entre sí, que habrían obligado a Hitler a asegurarse una y otra vez su poder a través de pactos y de la constante radicalización de sus posiciones. La investigación no ha dejado lugar a dudas sobre los paulatinos resquebrajamientos y dispersión del poder a lo largo de la guerra, así como tampoco ha dejado lugar a dudas de que la carismática fuerza aglutinante de Hitler le permitió tener de su parte prácticamente hasta último momento al sistema y a la sociedad alemanas.”
4.2 La sociedad alemana frente al Nazismo. Escribió el propio doctor Konrad Adenauer que: “el Nacionalsocialismo no hubiera accedido al poder en Alemania, si no hubiera encontrado en amplias franjas de la población, un terreno cultivado para su dosis de veneno. No es correcto decir que los altos militares o los grandes industriales fueron los únicos culpables. Amplias franjas del pueblo, del campesinado, de las clases medias, de los
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trabajadores e intelectuales, carecieron de una correcta actitud intelectual” (Goodrick-Clarke, 2005)
Los estudios de Norman Cantor
(1973) se detienen en la incapacidad del
Gobierno de Weimar para inspirar confianza en la mayoría de los segmentos de la sociedad alemana. Sus instituciones eran depositarias de las frustraciones producto del Tratado de Versalles, la inflación y las reparaciones a las potencias aliadas. Era determinante su incapacidad para lograr la creación de mística alguna. “En Alemania el republicanismo no tenía raíces ni tradiciones a las cuales recurrir. En la historia alemana no había barricadas que pudieran servir de inspiración al Gobierno; ni himnos republicanos, ni divisas como „libertad, igualdad, fraternidad . Todas las tradiciones alemanas iban a repelo del ‟
republicanismo”. (Cantor, 1973)
El desprecio carcomía a la República, como andamiaje incapaz de inspirar lealtad o entusiasmo. Un pueblo alemán políticamente desilusionado halló en el Nazismo el ideal de la empresa común; una nueva dignidad. Muchos activistas del movimiento nazi, eran personas que en tiempos normales, se hubieran mantenido al margen de la política y de la vida pública, sino hubieran sentido amenazada su vida familiar, convicciones religiosas y normas morales. “El carisma de Hitler ofreció a quienes todavía no estaban vinculados estrechamente a un entorno político aglutinador la oportunidad de encontrar la integración y la seguridad en unos momentos de gran crisis política, social, económica y cultural” (Evans,
1991) Ante los trabajadores, Hitler insistiría conque la lucha de clases era un fraude invento de judíos y bolcheviques. Su propia experiencia le demostraba que el espíritu de lucha, la tenacidad y la fuerza de voluntad bastaban para sortear cualquier obstáculo; y se constituirían como base de la doctrina política, que inculcó a sus seguidores, homogeneizándolos. “El hombre alemán era un Prometeo sin cadenas; y en la conquista estaba la prueba de la virtud. Tal era su credo: confianza en sí mismo, deseo de triunfar; la ruta burguesa el éxito, hinchada hasta lo grotesco” (Cantor, 1973)
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Aparece interesante la puntualización de Evans sobre la capacidad de trascendencia generacional del régimen. Los veteranos sin trabajo y los estudiantes alienados llevaban su agua al molino del nazismo. “Lo que el nazismo ofrecía era una versión modernizadora y actualizada de los resentimientos nacionalistas radicales en la que el deseo de cambio dinámico y renovación de los jóvenes pudo combinarse con el anhelo de orden, autoridad y estabilidad de los ancianos”. (Evans, 1991)
4.3 Las características del Nazismo Entre sus principales características, como las plantea Hoffman, son las de; un Régimen
totalitario,
suprimiendo
derechos
y
libertades
individuales;
Militarización del País, a causa del sentimiento de venganza y revanchismo hacia quienes los habían humillado luego de perder en la Primera Guerra Mundial; Racismo y Antisemitismo, sosteniendo que la raza aria o indoeuropea era la única raza superior por proceder de antiguos griegos, romanos y germanos y que era de total urgencia limpiarla de toda sangre no aria, en especial la de los judíos; Imperialismo, olvidando todo lo pactado en el Tratado de Versalles, los nazis ordenaron armar a la población, establecer el servicio militar obligatorio y cumplir con la anexión del Espacio Vital Alemán, que incluía territorios en la Cuenca del Ruhr, Austria y Checoslovaquia, Polonia. Tal fue el éxito de este regimen totalitario fascista que: “Sin el triunfo de Hitler en Alemania no se habría desarrollado la idea del
fascismo como movimiento universal, como una suerte de equivalente en la derecha del comunismo internacional, con Berlín como su Moscú. Si Alemania no hubiera alcanzado una posición de potencia mundial de primer orden, en franco ascenso, el fascismo no habría ejercido una influencia importante fuera de Europa” (Hobsbawm, 1994)
Tal triunfo se explica, en palabras de Richard Evans (1991) por tres factores importantes, a partir de los cuales describir y explicar el ascenso y triunfo del nazismo en Alemania:
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El primero de estos refiere al poder carismático de Führer, Adolf Hitler. El segundo subraya la debilidad política de la República de Weimar y sus defensores. El tercero encuentra en la crisis del capitalismo surgida en 1929, un incentivo para soluciones dictatoriales a los problemas económicos.
A estos tres factores, se incluirá a la educación.
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5. Educación Nazi. 5.1 Formación Ciudadana. Los nazis sabían que la educación era lo que garantizaba el control absoluto ya que “adiestraban” a los niños para tener jóvenes con entrenamiento militar y con entendimiento y obediencia a la ideología nazi. (Rodero Anton, 2004) Por eso se impartía una educación especial,
basada en la formación de un
ciudadano ideal, si tomamos en cuenta que el estudio en si del ciudadano es una preocupación reciente, de hecho, el ciudadano, la nación, las elecciones, el régimen representativo, la igualdad ante la ley, los derechos del hombre, y muchos otros elementos constitutivos de nuestros modelos políticos actuales son realidades nuevas. Pero no debemos dejar de lado, que para Hitler y su ideología, la razón fundamental de su educación era la formación de ciudadanos ideales, capaces de enfrentar de manera óptima las necesidades requeridas desde el Estado, por lo que es un elemento de vital importancia para entender los procesos que viven los países. En la investigación no logramos encontrar un concepto ideal de formación ciudadana que tenga relación con el Nazismo en sí, ya que como mencionábamos, el estudio sobre la ciudadanía es algo reciente, pero al contextualizar este concepto reciente con la ideología nazi, encontramos la perspectiva de Dueñas (2001), quien entiende la ciudadanía, como un concepto formado por diversas dimensiones, las cuales dan origen a diferentes modos de ejercerla; esta puede ser política, social, individual, emancipatoria, cultural y comunicacional. Con esto, entenderemos a la ciudadanía siempre ligada a un contexto histórico particular que determina una serie de valores, actitudes y principios éticos que guían la manera en que el individuo actúa y se desenvuelve en un espacio social. Bajo estas circunstancias, vemos claramente reflejado la hipótesis de nuestro trabajo al mencionar que la educación fue uno de los pilares del régimen Nazi, ya que se utilizó como método de formación ciudadana, ya que como lo explica el autor, busca entregarle al individuo una serie de valores, actitudes y principios
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éticos que guiaran la manera en que las personas se desenvolverán en la sociedad, ahora nos falta dilucidar que método se utilizó para llevar a cabo este ciudadano ideal.
5.2 Conductismo y la educación Nazi. Esta educación, en la cual tenían las mismas asignaturas que actualmente se ven en los colegios pero con un enfoque diferente, por ejemplo, en historia se les enseñaba que Alemania había perdido la Primera Guerra Mundial por deslealtad de los judíos; en ciencias aprendían las características físicas que probaban que la raza aria era superior; en geografía aprendían que para que los ciudadanos tuviesen espacio suficiente tenían que conquistar más territorios. En educación física debían desarrollar su fuerza y la capacidad de soportar el sufrimiento, esta materia era una de las más importantes pues definía si el muchacho continuaba o no en el colegio, en matemáticas los ejercicios iban encaminados a sembrar el odio. A las niñas se les educaba para ser madres y esposas. A los judíos se les excluía de la educación. (Rodero Anton, 2004) Para tales contenidos, el método de enseñanza recurrente en la educación nazi era el Conductismo, que es una rama de la psicología que estudia el comportamiento mediante conductas observables en respuesta a estímulos no necesariamente consientes, El manifiesto de Watson (1913) comienza diciendo: “La psicología, tal como el conductista la ve, es una rama puramente objetiva y experimental de las ciencias naturales. Su objetivo teórico es la predicción y el control de la conducta. La introspección no es parte esencial de sus métodos ni depende el valor científico de sus datos de la prontitud con la que se presten a interpretación en términos de conciencia. El conductista, en sus esfuerzos por lograr un esquema unitario de la respuesta del animal, no reconoce divisoria entre el hombre y éste. La conducta del hombre, con todos sus refinamientos y complejidad, es sólo una parte del esquema total de investigación del conductista”.
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Hay una frase muy conocida de Watson, que da cuenta de sus fuertes convicciones, dice:
“Denme
cien
chicos
sanos
y
mediante
inadecuado
condicionamiento, podré hacer de ellos, de uno un sacerdote, de otro un ladrón, de otro un artesano eficaz” . Queda claro que estaba realmente convencido de
que el ambiente y la educación en general, logran influir en forma determinante sobre las personas. Esta concepción, plantea problemas respecto de cómo entender el tema de la libertad humana, los valores, la responsabilidad y la ética, temáticas recurrentes en el tipo de educación y la formación ciudadana que planteaba el régimen nazi. Pero, a mi juicio, la etapa del conductismo que se acerca más a lo desarrollado por la educación alemana es el condicionamiento clásico. Pavlov, uno de sus máximos referentes, nos plantea que tal es el condicionamiento que se puede ejercer sobre un individuo, que se llega a lograr entender cómo se condicionan y se pueden condicionar ciertos aprendizajes, a través de un proceso de estímulo y respuesta. (Camacho, 2002) Es de sobra conocido que las escuelas nazis educaban políticamente a los niños para que no estuvieran en contra de Hitler con asignaturas como la historia o la filosofía, muy fácilmente manipulables, pero ¿de verdad era posible usar también una asignatura como las matemáticas con ese objetivo? Pues sí, y nada mejor que ver un ejemplo de la época: "Un loco cuesta cada día 4 marcos, un inválido 5'5 marcos, un criminal 3'5 marcos. En muchos casos, un funcionario no cobra más que 4 marcos, un empleado 3'6 marcos, un aprendiz 2 marcos. Calculad cuánto cuestan anualmente los 300000 locos y epilépticos de Alemania. ¿Cuánto se ahorraría el estado si estos individuos fueran eliminados? ¿Cuántos préstamos de 1000 marcos podríamos conceder a matrimonios si pudiéramos economizar ese dinero?" (Sin Referencia)
El mensaje que hay tras ese sencillo problema de matemáticas está claro, plantar una semilla de odio hacia todo lo que "sobraba" en la Alemania nazi. De esta forma, se conseguía que los jóvenes se indignaran ante el alto precio que
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costaba mantener a enfermos mentales o parados, y que, al mismo tiempo, pensaran que si éstos eran eliminados, este dinero se podría invertir en fines que los beneficiaban a ellos, como concediendo préstamos a jóvenes matrimonios. Es natural que con este tipo de argumentos, los estudiantes y jóvenes, empezaran a desarrollar el odio del que hacían gala sus gobernantes, por lo que podemos evidenciar que desde muy pequeños, los líderes de la Alemania Nazi empleaban el condicionamiento a sus alumnos.
5.3 La Educación Racista. Esta educación basada en el racismo y antisemitismo, estaban planteadas en el texto en el cual Hitler dejo en claro sus ideas, (Mi Lucha, 1924), "La culminación de toda labor educacional del Estado racista consistirá en infiltrar instintiva y racionalmente en los corazones y los cerebros de la juventud que le está confiada, la noción y el sentimiento de raza. Ningún adolescente, sea varón o mujer, deberá dejar la escuela antes de hallarse plenamente convencido de lo que significa la puridad de la sangre y su necesidad.". Acá se evidencia lo que el Führer quería para su estado, infiltrar instintivamente en los corazones y
cerebros de los jóvenes alemanes las ideas del racismo y antisemitismo. Durante años, antes de convertirse en canciller de Alemania, Adolf Hitler estuvo obsesionado con ideas sobre la raza. En sus discursos y en sus escritos, Hitler difundía su creencia en la "pureza" racial y la superioridad de la "raza germana", lo que él llamaba una "raza aria superior". Declaró que su raza debía permanecer pura para poder tomar el control del mundo algún día. Para Hitler, el ideal "ario" era rubio, de ojos azules y alto. (Rodero Anton, 2004) Cuando Hitler y los nazis llegaron al poder, estas creencias se convirtieron en la ideología del gobierno y se difundieron en pósteres exhibidos públicamente, en la radio, en las películas, las aulas y los periódicos. Los nazis comenzaron a poner en práctica su ideología con el apoyo de científicos alemanes que consideraban que la raza humana podía ser mejorada mediante la limitación de la reproducción de aquellas personas que consideraban "inferiores". A partir de
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1933, a los médicos alemanes se les permitió realizar esterilizaciones forzadas, cirugías que hacían imposible que las víctimas tuvieran hijos. Entre los blancos de este programa público se encontraban los romaníes (gitanos), una minoría étnica que contaba con una población de alrededor de 30.000 en Alemania y personas discapacitadas, entre otras, quienes tenían problemas mentales, así como aquellos que habían nacido sordos y ciegos. También fueron víctimas unos 500 niños afro-alemanes, la descendencia de madres alemanas y soldados de las colonias africanas pertenecientes a los ejércitos aliados que ocuparon la región del Rin alemán después de la Primera Guerra Mundial. Hitler (1924) y otros líderes nazis consideraban a los judíos no como un grupo religioso, sino como a una "raza" venenosa que "vivía a costa" de otras razas y las debilitaba. Después de que Hitler llegara al poder, los maestros nazis en las aulas de las escuelas comenzaron a aplicar los "principios" de la ciencia racial. Medían el tamaño de la cabeza y el largo de la nariz, y registraban el color del cabello y los ojos de sus alumnos para determinar si los estudiantes pertenecían a la verdadera "raza aria". Los estudiantes judíos y romaníes (gitanos) muchas veces eran humillados durante este proceso.
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6. Conclusión. Al concluir esta investigación, debemos mencionar la importancia que aún tiene el seguir otorgando interrogantes a un tema central que marco la vida, en varios aspectos de la sociedad, no solo alemana, sino mundial como lo es el nazismo y su líder, Adolf Hitler, quien criticable o no sus ideas y el método de llevarlas a cabo, es uno de los grandes ideólogos y oradores de la historia occidental. Con respecto al contexto histórico de mi investigación, deja en claro que cuestiones como el Tratado de Versalles, que dio fin a la Gran Guerra, es un factor relevante en la posterior concepción de la ideología nazi en la sociedad alemana, la cual contribuyo enormemente en la propagación de estas ideas, claro con un poco de manipulación, pero no del todo, por lo que podemos concluir que es incorrecto solo llamar culpables a los altos jefes militares nazis de las barbaries de su régimen. Con respecto al tema central de mi investigación, podemos afirmar que gracias a la bibliografía revisada, nuestra hipótesis es correcta, ya que la educación fue uno de los pilares fundamentales del régimen nazi, en la formación de ciudadanos ideales para el Tercer Reich. Desde muy pequeños, con textos como DER GIFTPILZ, que es un libro de cuentos infantiles, que constituye una clara propaganda antijudía en el que se emplea la forma de cuento para llegar hasta la audiencia más joven e inculcarles el sentimiento racista propios de los nazis, el cual debe estar presente en el ciudadano alemán, el cual además, debía ser capaz de enfrentar de manera óptima las necesidades requeridas desde el Estado. Otra conclusión de nuestro trabajo, es que el método de enseñanza que utilizo el régimen nazi para educar a su sociedad fue el una rama del conductismo llamada condicionamiento clásico, y la utilización de todas las asignaturas que veían en las escuelas, incluso la matemática.
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Y el tercer punto en cuestión sobre la educación es el racismo, el cual era objetivo la labor educacional del estado alemán, que consistía en infiltrar instintiva y racionalmente en los corazones y los cerebros de la juventud la noción y el sentimiento de raza. La pregunta que me nace después de finalizada esta investigación es entender como una persona, demostrando tener una gran oratoria y convencimiento en sus ideas, logra transformar a casi toda una sociedad, quizás fue el contexto histórico el que le ayudo, pero de una u otra forma, las ideas que planteo Hitler hace más de 90 años, siguen estando presentes en nuestra sociedad, no con la violencia de los nazis, pero si conservando ideas conservadoras que no van en ayuda de cumplir el derecho más importante de la humanidad, la libertad.
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7. Bibliografía. Camacho, J. (2002). Apologia del Conductismo. Madrid. Cantor, N. (1973). La era de la protesta. Oposición y Rebeldía en el siglo XX. Madrid: Alianza Editorial. Dueñas, C. (2001). ¿Como promover la ciudadania juvenil? Los Grupos y asociaciones juveniles como un espacio de educacion ciudadana. Santiago:
Disponible en : www.interjoven.cl. Evans, R. (1991). Ascenso y Triunfo del Nazismo en Alemania en "Europa en Crisis" (1919 - 1939). Madrid.
Frei, N. (1993). Reflexiones sobre el Nacionalsocialismo. Ediciones Trilce. Goodrick-Clarke, N. (2005). Las oscuras raíces del Nazismo. Buenos Aires: editorial Sudamericana. Hitler, A. (1924). Mi Lucha. Hobsbawm, E. (1994). Historia del Siglo XX. Buenos Aires: Critica. Hoffman, S. (1991). Ensayos sobre la Guerra y la Paz. Buenos Aires: Jano y Minerva. Rodero Anton, E. (2004). Conceptos y Tecnicas de la propaganda y su aplicacion. Salamanca, España: Universidad Pontificia Salamanca. Watson, J. (1913). La Psicologia tal como la ve el conductista. Psychological Review. Núremberg, Alemania (1935) DER GIFTPILZ (El hongo venenoso) Traducción y edición, Ana María Tapia‐Adler. COPYRIGHT © UNITED STATES HOLOCAUST MEMORIAL MUSEUM, WASHINGTON, D.C.
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