La adolescencia síntoma de la pubertad. Te invito invito a reflexionar reflexionar a partir partir de lo que que dice Alexandre Alexandre Stevens Stevens en sus artículos: artículos: “La adolescencia, síntoma de la pubertad” y “”Cuando “ ”Cuando la Adolescencia se prolonga”. Stevens parte de un hecho. En el cuerpo del niño se han producido transformaciones, hay algo que es real y de lo l o cual no se puede hacer nada para impedirlo. Hay modificaciones en el cuerpo del sujeto, lo que lleva a repercusiones en el psiquismo del niño. Este fenómeno no puede ser descrito solamente desde el aspecto fisiológico pues hay peculiaridades propias del ser humano que complejizan la situación. Por un lado el ser se r humano no se encuentra con los fenómenos físicos de una manera directa, en bruto, sino que está mediada por el discurso. Todas las expresiones que provinieron de sus padres y las personas que rodearon al niño, proveyeron de significados que le permitieron al niño articular su experiencia. En este cuerpo, efecto del significante existe una realidad pulsional, como una carga de energía que busca un objeto. Es un cuerpo fraccionado, dividido en las pulsiones que desarrolló Freud: Pulsión oral, anal, fálica, genital. A este cuerpo fragmentado Lacan llama ”a”. Además, y este es el segundo aspecto, Lacan desarrolla lo que se llama el estadio del espejo, lo que nos llevará a la noción de cuerpo como imagen. Para entender esto, pensemos en el niño recién nacido que recibe a partir de los sentidos un sinnúmero de informaciones. Cómo organizarlas de tal manera que no lo dejen varado en una sensación caótica de su propio cuerpo? Es donde interviene el otro, la madre, el padre, las personas que lo rodean y le hacen gestos de agrado, desagrado, sonrisas... Estos gestos no son indiferentes para el niño, a partir de la mirada del otro el niño va organizando un esquema corporal. Stevens agrega que en la imagen como cuerpo se experimenta el sentimiento vital, eso que llamamos autoestima, que es en definitiva el e l sentimiento que estamos vivos en nuestro cuerpo. Ahora bien, qué es lo que pasa con el advenimiento de la pubertad? Esta imagen de cuerpo que tenía el niño se desmorona, entonces tiene la tarea de reconstruir su imagen. Sin embargo algo acá sucede desde el lado de la significación. Por más respuestas que vengan del otro, estas palabras dejan al púber insatisfecho. Como sostiene Stevens, “las palabras fallan para nombrar este surgimiento”. Una alumna adolescente de tercer año a ño de polimodal mientras hablábamos de estos temas, me confiaba sus primeras impresiones cuando tuvo la primera menstruación. Contaba que tenía mucha culpa, que culpaba a su madre, que se sentía sucia, y por más que le habían explicado lo que le pasaba y que era natural, sin embargo esas palabras no bastaban para que su sentimiento se ntimiento de malestar llegue a su fin.
Por esta razón el sujeto encuentra la aparición de un real ante los cuales los significados que provienen del otro no cierran, hace que el sujeto encuentre la ausencia de una respuesta elaborada sobre el sexo. Lacan hace una afirmación bastante aventurada pues sostiene la hipótesis de que “no hay relación sexual”. Esto pareciera que no es así pues desde los orígenes de la humanidad los seres humanos nos hemos arreglado para estar juntos entre sí y dejar descendencia. Pero, si analizamos concretamente las formas en que los seres humanos estamos entre sí, nos damos cuenta que no es simple. En cambio, en los animales, no pasa lo mismo. Ellos tienen la información genética necesaria para poder acceder al otro sexo. Hay un saber en lo real que permite la relación. Sin embargo en el ser humano esto no es así. La información genética que tenemos no aporta muchas ideas a la hora de acceder al otro sexo. Este acceso está siempre mediatizado por Otro del discurso, por una cultura, por alguien que posibilite el acceso al otro sexo. Para ilustrar esta ideas, traigo a colación el siguiente fragmento de Estela Gurman (2003): “Germán 17 años, viene hablando de sus dificultades para relacionarse con las minas. No sabe como hacer, como hablarles, oscila entre el desprecio y el temor hacia las mismas, simultáneamente le preocupa la relación con su papá, tampoco a el puede acercarse sin prevención. Por esos días, cuestión no habitual, relata un sueño, que es el siguiente: sueña que va con el papá a un partido de fútbol, a un clásico que precisamente se había jugado en esos días y al que no asistió por los temores del padre acerca de los riesgos ya que G. Iba con algunos amigos. En el sueño van los dos solos y entran por una puerta que sirve de acceso a la cancha, solamente ellos entran por esa puerta. Pero resulta que esta puerta ofrece un obstáculo al que hay que atravesar, el padre le ayuda a sortear el obstáculo y lo conduce a la cancha. Recuerda que de niño algunas veces fueron a ver jugar un partido a esa misma cancha, la del sueño. Quien sino el padre podría operar para orientarlo en el camino hacia la cancha y su entrada en la misma?. Pero esto como se efectúa, bastan las palabras?. En el sueño hay elementos significantes que apuntan a esa función, la función de la palabra, insiste la presencia de una boca. Pero también describe una puesta en acto de lo que podríamos pensar casi como un rito iniciático, el papá lo ayuda a saltar el obstáculo, a entrar en la cancha.” Pero, qué hace el adolescente frente a este vacío, a este agujero? Stevens, siguiendo a Lacan nos indica que el sujeto construye un síntoma. En Lacan hay dos concepciones del síntoma. En la primera enseñanza de Lacan el síntoma tiene una estructura significante. Está en lugar de otra cosa. Por ejemplo, hay un caso clínico de un chico con Síndrome de Déficit Atencional. En el aula el chico
no podía quedarse quieto, golpeaba a sus compañeros, no hacía su tarea, se paseaba de un lado para el otro. Indagando el vínculo que se establecía con los padres, el analista descubrió que el padre mantenía una relación primaria con su hijo. Lo veía como un rival que le quitaba el amor de su esposa, motivo que lo llevaba a tener actitudes agresivas con su hijo. Si el niño no encontraba su lugar era porque en sus relaciones vinculares el padre no le daba un lugar. El síntoma se convierte en significante de esta problemática familiar. Al final de la enseñanza de Lacan, el síntoma deja de tener este aspecto simbólico, para ser teorizado como un modo de goce del sujeto. El goce está relacionado con ese lugar del sufrimiento al cual la pulsión se aferra y que en cierta manera hay un disfrute por parte del sujeto. Este es unos de los descubrimientos importantes del psicoanálisis y que desacredita muchas ilusiones que nos hacemos los sujetos. Tomemos el caso de Maradona, por ejemplo. El “potro” Rodrigo le dedicó una canción y al final de la misma habla de una batalla que tiene que librar. Sin embargo, trascendiendo el mito que representa Maradona, la realidad es que él está cómodo como es, con sus adicciones y con su comportamiento que llega al escándalo. Esto lo podemos extender a diferentes situaciones que vivimos en la escuela en el contacto con los adolescentes, y que hace muchas veces que por más que hablemos o recurramos a otros recursos es difícil que algunos de ellos abandonen sus adicciones. Volviendo al artículo de Stevens, este escribe que ante el imposible de la relación sexual, el adolescente organiza un posible para él de una relación con el goce y este es su síntoma. Si es cuestionable esta hipótesis es por que connota que todos aquellos que atravesamos la adolescencia lo hicimos a partir de un síntoma. Pareciera ser que todos estamos en el nivel de la patología. Pero no es así, el síntoma puede ser una respuesta estabilizante para el sujeto, cada uno da su respuesta a la experiencia de lo real por la cual atraviesa, elige sus ideales, su modo de vida, su propio goce. Un síntoma se convierte en patológico cuando incomoda al sujeto, cuando lo lleva a preguntarse, por qué repite determinadas cosas, por qué le pasan tales otras, qué cosas personales están implicadas en eso que vive. Stevens se pregunta sobre el real que atraviesa el adolescente y recurriendo a Lacan ve que el concepto de real tiene tres acepciones: La primera acepción hace referencia a una discordancia entre las identificaciones imaginarias y las simbólicas. Del lado de las identificaciones imaginarias, la imagen de cuerpo tiene que modificarse por la aparición de los caracteres sexuales secundarios. La reconstrucción de esta imagen es problemática. Del lado de las identificaciones simbólicas el adolescente debe separarse de la figura
de su padre y elegir sus ideales de otra manera que identificándose con el padre. Es cuando aparecen fijaciones del adolescente en otros modelos de adultos. La segunda acepción de real en Lacan habla de un encuentro. Tomando dos categorías aristotélicas como es la tyché (azar) y automaton (la repetición) Lacan habla de lo real como aquello que siempre se repite. Es el encuentro con lo que ya conocemos, y la sabiduría popular lo expresa con la frase: “tropecé de nuevo con la misma piedra”. La tyché, en cambio es otro tipo de encuentro. Es el encuentro con lo nuevo, con aquello que no conocemos. En la pubertad se da este tipo de encuentro con lo nuevo, con aquello que no se organizó previamente. En la última enseñanza de Lacan lo real es la ausencia de relación sexual, que ya desarrollamos. En el instinto ya está el código para acceder al otro, pero esto que es simple y directo en los animales, en el hombre, al estar marcado por el discurso, al ser un sujeto hablante, no es tan simple. Necesita recurrir a Otro, que le muestre el camino. En conclusión lo real de la pubertad es “la irrupción de un órgano marcado por el discurso ante la ausencia de un saber sobre el sexo, ante la ausencia de un saber sobre lo que puede hacer frente al otro sexo. Cada uno tendrá que inventar su propia respuesta.” (STEVENS,1998:34) ¿CUAL ES LA DIFERENCIA ENTRE PUBERTAD y ADOLESCENCIA? Pubertad y adolescencia son dos términos que a veces se confunden. Esta confusión es absolutamente normal, pues ambos conceptos están estrechamente unidos. Definimos la pubertad como una etapa en la que los órganos sexuales primarios inician su madurez y empiezan a aparecer los secundarios. Debemos añadir que, con ella, comienza esa fase más amplia llamada adolescencia.
A la pubertad la podemos considerar un fenómeno biológico por el cual el cuerpo experimenta una serie de transformaciones sexuales que permiten la procreación. La adolescencia se deriva de la pubertad, ya que es la respuesta psíquica y social originada por los cambios corporales. Pero la gran diferencia entre una y otra etapa es que en la pubertad se descubre el sexo y durante la adolescencia se da un paso más allá, es decir, se ponen en práctica los descubrimientos anteriores, aparecen las fantasías sexuales, los genitales se definen...
Algunos jóvenes tienen ya sus primeras relaciones sexuales completas, marcando un límite muy difuso entre su comportamiento y el de los adultos. Si la pubertad se convierte en algo similar a un juego exploratorio en el que prima el
instinto, en la adolescencia ese juego va volviéndose poco a poco más consciente. Sobre la adolescencia se ha escrito mucho y las definiciones han cambiado a lo largo del tiempo. Antiguamente, se la asociaba a una etapa de transición desde la irresponsabilidad hasta la responsabilidad. Hoy en día estamos más cerca de creer que se trata de una época de tránsito desde la infancia hasta la edad adulta, en la que los jóvenes, además de consolidar las transformaciones físicas iniciadas en la pubertad, construyen su propia personalidad. Es pues, un tiempo de cambio, de descubrimientos, en el que el pensamiento, las emociones o los sentimientos están a flor de piel.
La adolescencia tiene su punto de partida con la pubertad. Lo que no está tan claro es cuándo acaba la etapa adolescente.
Tanto la pubertad como la adolescencia coinciden en la fecha de inicio, fácilmente identificable, ya que los cambios corporales son visibles. Lo que no está tan claro es cuándo acaba la etapa adolescente. Algunos especialistas fijan la edad final del adolescente alrededor de los diecinueve años, pero esta cifra puede cambiar en función de diversas variables, como son la educación, la autonomía económica, etc. Parece evidente que, en nuestra sociedad, la adolescencia se ha alargado en los últimos años, debido a que los jóvenes dedican más tiempo a los estudios y se independizan a una edad más tardía. Hay que recordar que la adolescencia, tan familiar entre nosotros, no es un concepto universal, puesto que en algunas sociedades primitivas los niños se trasforman en adultos de la noche a la mañana, por medio de ritos.
Durante la adolescencia se da un paso más allá, es decir, se ponen en práctica los descubrimientos anteriores, aparecen las fantasías sexuales, los genitales se definen...
EL DIALOGO MAS DIFÍCIL De nada sirven las recriminaciones que se hacen a una chica porque su manera de vestir o de maquillarse parece demasiado provocativa.
Del mismo modo que el púber se siente extraño consigo mismo a causa de los cambios físicos que experimenta, algo parecido le ocurre con su entorno familiar,
que le exige ahora otras normas y otras pautas de conducta. Es habitual, pues, que trate de rebelarse contra las imposiciones de los padres ya sea con sus salidas nocturnas, desafíos al frío, conductas temerarias y disfunciones fisiológicas (inapetencia, obesidad, fatiga.) Ante estas conductas lo más recomendable es que los padres recurran al diálogo con su hijo, que le den razones y explicaciones sobre la conveniencia de seguir las normas que se le imponen. Sin embargo, hay que evitar ser severos y vengativos, y es igualmente importante no guardar resentimientos inútiles, ya que estos comportamientos solamente conseguirán complicar la relación, y no siempre será fácil ponerles remedio.
Aunque a veces parezca lo contrario, no es cierto que los chicos ignoren los consejos que se les dan.
EN BUSCA DE PRIVACIDAD
La imaginación creativa es el principal recurso que tienen los púberes para crearse una realidad autónoma y diferente de la de su niñez y de la que le ofrecen los padres. Por ello, construyen su propia realidad imaginaria a través de diversas actividades, como, por ejemplo, el diario íntimo, el rincón personal, las nuevas aficiones, o la pasión por la ficción o por la poesía Todos estos intereses requieren soledad o compañías escogidas Precisamente, el culto a la amistad es típico de esta edad. Los amigos se extrañan, se disculpan, se sinceran A esta edad, los chicos prefieren, por supuesto, el control de los amigos que el que ejercen los padres, a los que sienten como si les estuvieran sometiendo a una verdadera persecución Por ello, no es bueno que los padres invadan la habitación del chico sin su permiso, ni que entren en el baño mientras ellos lo ocupan, ni que lean sus cartas o registren sus armarios. Hay que empezar a gestar una relación de confianza mutua que sólo se irá conquistando con paciencia, tolerancia y tiempo.
No es bueno que los padres interfieran en las conversaciones telefónicas de su hijo con los amigos Sólo cuando no se le pregunte tendrá ganas de explicar de qué ha estado hablando.
Es posible que los chicos que se sienten incomprendidos y controlados eviten su casa llegan más tarde de lo previsto, rehuyen la compañía paterna y puede que incluso se fuguen por una noche o varias horas.
Muchas adolescente suelen preocuparse por lo que consideran un desfasaje en su desarrollo físico en comparación con otras adolescentes de la misma edad. Esta creencia, de que algo no esta funcionando, suele traer graves problemas en la autoestima y desde allí, en la personalidad que se fortalece durante este periodo. Aquí, información sobre el desarrollo femenino, para aliviar dudas y esperar la maduración física con calma.
¿Qué es la adolescencia o pubertad? La adolescencia constituye una etapa de la vida en la que se suceden una serie de cambios no sólo a nivel físico, sino también a nivel emocional, social y del desarrollo intelectual. Es un período en el que comienzan a experimentarse e incorporarse cambios interiores, búsqueda de la identidad; cambios exteriores y corporales, desarrollo sexual; etapa de intercambio con el medio que los contiene. Si bien no hay un criterio unánime, en general se demarca la adolescencia como el periodo comprendido entre los diez y los veinte años, siendo este periodo a su vez subdivido en tres etapas:
• Adolescencia Temprana (10 a los 13 años)
• Adolescencia Media: (14 a los 17 años)
• Adolescencia Tardía: (partir de los 18 años).
La mujer y la pubertad En la adolescencia se hacen notorias las diferencias físicas que caracterizan a cada sexo, se producen cambios físicos notables, se desarrollan los caracteres sexuales secundarios y aparece la posibilidad de procrear; este proceso está determinado por fenómenos biológicos.
Si bien no existe un momento exacto y general para el comienzo y desarrollo total de los caracteres femenino, en general las niñas pueden empezar a desarrollar los brotes de senos a los 8 años de edad, con un desarrollo completo de ellos entre los 12 y los 18 años. El crecimiento del vello púbico (así como también el vello de la axila y de la pierna) comienza típicamente alrededor de los 9 ó 10 años de edad y alcanza los patrones de distribución adulta alrededor de los 13 ó 14 años. La menstruación o primer periodo ocurre alrededor de 2 años después de notarse los cambios iniciales de la pubertad y puede suceder hacia los 10 años o, a más tardar, hacia los 15 años. Entre los 9.5 y los 14.5 años se presenta un crecimiento rápido simultáneo en la estatura, que alcanza el punto máximo alrededor de los 12 años.
El desarrollo de los senos
Los senos comienzan a formarse durante el desarrollo fetal, con un engrosamiento en la zona del pecho. El desarrollo es continuo y las glándulas mamarias, influenciadas por las hormonas, se activan en la pubertad. En este periodo pueden destacarse cinco etapas en el desarrollo de los senos:
Etapa 1: en la preadolescencia solo la punta del pezón muestra alguna elevación. ♦
Etapa 2: aparecen los “capullos”, los senos y pezones crecen, la aureola que bordea al pezón se oscurece y agranda. ♦
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Etapa 3: crece el tejido glandular y los senos aumentan algo su tamaño
Etapa 4: la areola y el pezón se agrandan más y se levantan y forman un segundo montículo sobre el resto del seno. ♦
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Etapa 5: el seno adulto esta maduro, se redondean y los pezones sobresalen.
Pubertad, Adolescencia Y Crecimiento - La Evolución Física De Los Adolescentes La pubertad entra dentro de la adolescencia caracterizada por crecimiento con maduración de las gónadas. Sería el desarrollo de los órganos genitales. Aparición de vello, barba, cambio de voz - caracteres sexuales secundarios aumento de la talla corporal (crecimiento de los huesos largos). Comienzo de la soldadura de algunos cartílagos de los huesos que son parte del crecimiento.
Entonces, la pubertad es el comienzo de la adolescencia, y ésta es el período entre la infancia y la edad adulta.
La sociedad ya lo deja de considerar un niño, pero todavía no le da el status o rol de adulto.
Con esto se puede expresar que los límites de la adolescencia dependen de los criterios de la sociedad en donde viven los jóvenes. En la sociedad primitiva, la adolescencia dura unos días y el joven comienza a tener responsabilidades y a ocupar labores de trabajo como los adultos.
La adolescencia es un período de formación social con un período de metamorfosis dinámica total. Aclarándolo mejor sería:
•Cambios en la estructura física, endocrina, etc. •Integración a las estructuras de la sociedad •Disminución de su dependencia familiar, y esto se podría desglosar en: ◦
Separación psicológica de sus padres y familia.
◦
Adquisiciones de conductas para amar y gratificaciones eróticas
◦
Elegir su carrera del futuro, profesión o trabajo
Organizar paulatinamente su identidad, con los elemnteos de responsabilidad, autodominio, cuidarse a sí mismo, honradez, integrarse a la sociedad. ◦
Crecimiento:
En la adolescencia hay un brote de crecimiento óseo. Los varones, desde los 13 a los 16 años aumentan su altura entre 3 a 4cm por año, pudiendo en ocasiones seguir aumentando dos centímetros más. Aumenta el peso corporal en más de 20 kilos.
Las mujeres aumentan de altura entre los 12 y los 14 años entre dos y tres centímetros por año, madurando más precozmente que los varones de la misma edad. A la misma edad, las mujeres parecen ser la madre de los varones.
A los 18 años se completa el crecimiento, pero algunos varones pueden crecer un par de centímetros más, y las mujeres un poco menos.
Un adolescente es un ser humano que ha recibido un sello de reglas que obran sobre él. Dichas normas e instituciones ponen en juego un complejo juego de fuerzas y contrafuerzas que se hacen sentir sobre el ser humano, y a veces es difícil de entender lo que es justo o injusto. Ante la maduración del adolescente, hombre o mujer, a medida que va transformándose biológicamente, aumentan más sus problemas.
El proceso evolutivo de separación de la adolescencia se resuelve en carios planos que se puede denominar conciliación con su pasado. Corresponde a su trabajo evolutivo de diferenciación e integración psicofisiológica que el adolescente debe ejercitar. Dicha diferenciación incluye la inegración de los impulsos, sentimientos, emociones y motivaciones del adolescente en el encuadre de sus mecanismos de defensa (represiones, proyecciones, sublimaciones, etc.) y su identidad de los ambientes. Todo esto con dificultades por la irrupción de elementos hormonales, el impulso sexual agresivo y la falta de objetos certeros que alcanza a recibir.
Todos sus impulsos, que necesitan una descarga que no tiene el cauce adecuado, deben ordenarse dentro de sus estructuras de defensa. Ello dificulta
por momentos su identidad, y deja de ser salida, que prolonga entonces su identidad sexual madura.
Una de las razones de estos artículos es entender que para el adolescente de hoy, no todo debe ser permitido, y menos aún servido en bandeja. Abstenerse de muchas cosas y no tener todo lo que se desea es empezar a saber elegir. Padecer es abstenerse. Es la autolimitación que significa su autorealización. Cuando ésto rige por los padres, luego se regirá así el adolescente. Él debe saber que posee la capacidad de sentirlo así, de ser el formador de su felicidad, éxito, desgracias, etc