MENTE, CUERPO Y DESTINO KATSUMI TOKUHISA
MENTE. CUERPO Y DESTINO Título en japonés: KOKORO to KARADA to UNMEI
D.R. KATSUMI TOKUHISA
—El autor nació en la Ciudad de Kochi, Japón, en 1910. Ingresó a la Facultad de Medicina de Okayama, en 1937. Se especializó en Ginecología y Obstetricia, y se doctoró en 1942. Fue Director Clínico del Hospital Internacional Koan, en Manchuria, hasta el término de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente es Director Vicepresidente de Seicho-No-Ie, Movimiento Metafísico que cuenta con más de diez millones de seguidores en el mundo. Siendo un gran amigo de México, el Dr. Katsumi Tokuhisa nos visita por séptima vez. Tres de ellas acompañando al Dr. Masaharu Taniguchi, Fundador y Presidente de Seicho-No-Ie, su distinguida esposa y otras personalidades del Movimiento. Con este motivo, y en prueba del más profundo agradecimiento por su labor en favor de todos los países de América, MEXICO SEICHO- NO-IE SHIYUKAI publica su pequeña grande obra, “Mente, Cuerpo y Destino”, uno de los más prácticos inst ructivos de nuestra época
para que el hombre logre ser el amo de sí mismo y el arquitecto de su propio destino. Refiriéndose a su vida, dice el autor: "Yo, que como científico, estudié medicina y recibí incluso, instrucciones para llegar a ser un médico especialista, ni en sueños imaginaba dejar la medicina para convertirme en un hombre al servicio de la Fe. Sin embargo, cuando olvidado de los títulos y las apariencias, caminaba en línea recta la senda que creía correcta’, advertí que me había vuelto un creyente al servicio de Dios...” EL MISTERIO DE LA MENTE: SUS PALABRAS TRANSFORMAN SU PERSONA Las palabras que usted, amable lector, está empleando tan despreocupadamente todos los días, o las canciones que suele cantar, están ocasionando profundas y poderosas influencias sobre su vida. ¿Sabe el lector hasta qué punto?, ¿Qué hacer, entonces, si esto tuviera una profunda relación con el destino de toda su vida?. Son innumerables los ejemplos de infelicidades y desgracias cuya causa es una mente caprichosa o voluntariosa, una mente que odia a los demás. Por el contrario, hay casos de personas que se volvieron bellas, como si se tratase de otra gente, sólo con el cambio de su estado mental. Este libro aclara el "misterioso mecanismo de la mente", el cual controla todos los fenómenos de la vida, tales como dificultades en las relaciones humanas, enfermedades, belleza física. etc.
INDICE PREFACIO
7
INTRODUCCIÓN (Por el re-editor)
9
DOMINEMOS EL DESTINO POR MEDIO DE LA MENTE Existen varias “formas” en la mente
14
Su rostro es su presentación
20
El “rostro” y el “cuerpo” son una sola cosa
24
La sonrisa del médico
27
El cuerpo es una copia
31
La mente es el volante
34
El pijama produce el deseo de dormir
38
Sembremos buenas semillas
42
El poder de la palabra
47
La estructura de la palabra es muy delicada
51
Primero decidamos en la mente
59
LA “FELICIDAD" CON LAS PROPIAS MANOS La vida es una sucesión de problemas
63
Resolvamos los problemas difíciles con entusiasmo
65
Dentro de cada uno existe una fuerza infinita
67
Que hacer para producir la fuerza máxima
70
La “felicidad” está en la “preparación espiritual" con que se encara el problema 73 MISTERIOSA "ORGANIZACION” DE LA MENTE Dominar el "cuerpo”
76
Decidamos con firmeza
81
El rostro se transforma Para dominar la mente
85 90
Si uno cambia, la otra persona también cambia
95
La medicina del espíritu
99
Vencerse a sí mismo
103
PREFACIO “Me gustaría demostrar, por lo menos una vez, toda la fuerza que poseo". Esta es una aspiración que todos tenemos. Sin embargo, "¿Cómo puedo yo demostrar todas las capacidades que poseo?" - En conexión con esto, parece ser que son pocos, relativamente, los individuos que saben cómo hacerlo, y es algo lamentable. Aun cuando el hombre intente demostrar toda su capacidad, él no vive aislado: vive como miembro de la sociedad. Por eso es menester que de expresión a su fuerza en el seno de la sociedad; esto es, dentro de una vida en comunidad con otros hombres. Por consiguiente, siempre que desplegamos una acción, se presenta inevitablemente el adversario, y el resultado dependerá de la forma en que ese adversario se oponga a nuestra acción. Con el fin de demostrar íntegramente sus capacidades, el hombre precisa, antes que nada, dominarse perfectamente a sí mismo. Sólo entonces podrá mover al opositor a su talante, se trate de una o de varias personas; únicamente entonces podrá decir que ha llevado a cabo una demostración total de sus potencialidades. No podemos dominarnos a nosotros mismos, sino a base de grandes sacrificios. Pese a que alguien piense, por .ejemplo; "Quiero dejar el cigarrillo", no consigue hacerlo; y, si piensa: "Quiero dejar la bebida", tampoco lo logra. Tales cosas ocurren a menudo. No pudiendo, pues, dominarse a sí mismos, de acuerdo con sus deseos, los hombres reconocen lo absurdo de querer dominar a los demás. Y lo aceptan, pero no se resignan. ¿Por qué ocurren cosas semejantes? Todo ello se debe solamente a la falta de capacidad en "el modo de emplear" la "mente humana". La fuerza motriz de la acción humana es la "mente". "La mente se manifiesta como acción, a través del cuerpo, y es la acción la que construye el destino". Este es un hecho concreto. Por tanto, para poder poner de manifiesto toda nuestra capacidad, es necesario que conozcamos la "mente" a la perfección; la "mente", que es la fuerza motriz. Al mismo tiempo, es necesario conocer "la
manera de emplear la mente". Es en esto que tenemos que ejercitarnos. Como médico que ha tratado a multitud de enfermos, por experiencia propia sé cuán importante es corregir la mentalidad del paciente, con objeto de curarlo de su aflicción. Habiéndome internado en el mundo de la religión y teniendo trato con personas que sufrían por causa de los más diversos problemas de la vida, llegué a descubrir también que sus problemas se resolvían mediante el cambio mental. Además, las personas que no poseían preocupaciones especiales, se mostraban muy contentas de haber sido orientadas en la manera de usar la mente, y de haber sido equipadas para demostrar satisfactoriamente toda la capacidad de que eran poseedoras. Varias veces estuve fuera del Japón y, no sólo con japoneses sino también con extranjeros, obtuve iguales resultados al doctrinarlos con respecto al uso de la mente. Este libro es una exposición de la "manera de emplear la mente", y está basado en los buenos resultados que obtuve con su aplicación en decenas de miles de personas. Lo público con el sincero deseo de que cada uno de los lectores consiga ser "feliz", domine su propio destino y avance en la vida alegremente, desenvolviendo al máximo sus capacidades. Por último, vaya mi profunda gratitud para todos aquellos que me ayudaron en la elaboración de esta obra. Katsumi Tokuhisa. Tokyo. 13 de mayo de 1967.
INTRODUCCIÓN (POR EL RE-EDITOR)
Amigos y hermanos todos, comparto con Uds. Este librito maravilloso escrito por Katsumi Tokuhisa, “Mente, Cuerpo y Destino”; en el que básicamente se comprenderá de manera sencilla y didáctica que la Mente gobierna nuestro destino; y si queremos gobernar nuestro destino, es menester gobernar nuestro cuerpo mental primero. Así mismo; que la mente es responsable de lo que somos y expresamos en cada existencia; tengamos o no consciencia de ello; y si deseamos fervientemente cambiar nuestro mundo, primero hay que cambiar nuestra mente, tomando el control de ella; y que para eso, tenemos que enfocar nuestros esfuerzos en manifestar gradualmente nuestra verdadera esencia o “Jisso” o Presencia de Dios Yo Soy o Santo Cristo Propio o Ángel Solar o Llama triple (Como mejor lo podáis entender), desde nuestro interior hacia el exterior. Pero mejor veamos lo que nos dice el autor, sobre todo esto; y recuerde que, las negritas, el subrayado y las citas antecedidas con EM y entre paréntesis son de mi autoría: “La mente, es propiedad del individuo; por ello puede ser moldeada en la forma que
desee el propio individuo. Hay quienes declaran que su mente es así por nacimiento, y en consecuencia no podrán modificarla hasta la muerte. Tales personas no cambian, simplemente porque no lo intentan, pues, por cuenta propia moldean su mente en una forma determinada y piensan, al mismo tiempo, que no es posible cambiarla ”. “Quien posea un ‘corazón luminoso y feliz’, poseerá un rostro ‘feliz y luminoso’. La
persona con un ‘corazón triste’ poseerá una cara triste. Cuando el rostro está sonriendo, todo el cuerpo está sonriendo al mismo tiempo. Entre todos los seres vivos, el hombre es el único que ríe. Si el hombre deja de reír se vuelve un ser de categoría animal, igual que un gato o un perro. Así como dice el proverbio, la felicidad llega al hogar en que está presente la risa, el hombre solamente podrá volverse feliz si ríe mucho. En el hombre, el acto de reír desde el fondo del corazón es señal de que su alma está completamente libre de cualquier estorbo, y esto es algo realmente pletórico de felicidad”.
“La acción del hombre está determinada por la ‘mente’. Lo que ha sido ideado en la “mente” se manifiesta como acción. Elegir una escuela, seleccionar un amigo, ingresar en
una empresa, optar por un oficio, elegir cónyuge, es determinado por el plan o itinerario, trazado en la ‘mente’ del propio individuo”. “La mente se transforma en‘acción’, y de acuerdo con esa acción se forma el propio
medio ambiente. En consecuencia, puede decirse que el medio ambiente de cada quien es creado por su propia mente. Lo que fue ideado en la mente se manifiesta en forma. Habiéndose imprimido en la mente lo que apareció en forma, esa impresión mental se manifestará nuevamente en forma; ésta, a su vez será registrada una vez más por la mente, y otra vez lo que fue registrado por la mente aparece en forma. A esta repetición de la misma cosa, se da el nombre de hábito”. “El fundador del Rearme Moral, Frank Buchman, dice así: El pensamiento se vuelve
acción: la acción genera el hábito; el hábito forma el carácter: el carácter decide el destino. En el SEIMEI NO JISSO (LA VERDAD DE LA VIDA) se enseña la verdad fundamental, que afirma: Solamente lo que es reconocido (registrado) llega a existir; por lo tanto, la clave para romper el círculo vicioso y crear un nuevo destino está en conocer la verdad siguiente: Solamente lo que es reconocido (aceptado) llega a existir, y solo restaría servirse de ella en la práctica”. “Si empleamos por largo tiempo estas dos leyes mentales:‘Lo que fue ideado en la
mente, se manifiesta’, y ‘sólo lo que es reconocido (concienciado) llega a existir ’ (EM:
¡Exactamente, lo que se pregona en Rahma, pero con otras palabras: ‘Creer para crear’ y ‘decretar o concienciar para concretar ’!); podremos abrir el camino hacia un nuevo destino. Por lo tanto, para servirse de esta ley, la mejor conducta será idear buenas cosas en la mente. Puesto que ‘lo que fue ideado en la mente’ toma forma, al diseñar buenas cosas en la mente se producen buenas cosas en la forma; esto es evidente ”. “La mente construye el ambiente; el ambiente, a su vez, influye sobre la mente; ésta
crea de nuevo el ambiente, y nuevamente, este ambiente influye a la mente. El único punto en que este círculo puede ser destruido se haya en no reconocer (advertir o aceptar) el mal ambiente, y sólo de esta manera se puede lograr una solución definitiva. Dicho de otro modo, ‘reconocer’ (aceptar, advertir, concienciar, contemplar) es lo mismo que
‘plantar la semilla en la mente’; por lo tanto, ‘p lantar la semilla en la mente ’ es ‘idear
pensamientos en la mente ’”. “Por mucho que se practique la autosugestión; si algo no existe en el interior de
usted, no podrá usted extraerlo. Si es posible, mediante la autosugestión, manifestar algo, es porque srcinalmente ya existe en su interior. ¿Y; qué es exactamente, lo que existe en nuestro interior? – ‘Creemos que, como hijos de Dios, poseemos en nosotros mismos una posibilidad infinita y que, mediante el poder creador de la palabra, lograremos un estado de libertad absoluta’. SER HIJO DE DIOS, DICHO EN OTRAS PALABRAS, SIGNIFICA: SER POSEEDOR, EN SU SER INTERNO, DE INFINITAS POSIBILIDADES”. “Dios nos dio a cada uno de nosotros, incondicionalmente, la posibilidad infinita;
pero si no tenemos conocimiento de esa posesión, ésta no se manifestará. Solamente lo que se reconoce llega a existir; por consiguiente, por más que exista en su interior la ‘posibilidad infinita ’, sólo se manifestará aquella fracción de esta posibilidad infinita que
sea reconocida”. “ESTE MUNDO SE MANIFIESTA EXACTAMENTE COMO CADA UNO DESEA . Cuando
hagamos uso del poder de la palabra, debemos hacerlo creyendo que ya hemos logrado la realización de la condición anhelada, aún antes de haberlo concretado (EM: Es la certeza que surge de la FE que debemos tener cuando creamos algo y decretamos su materialización. EL CACHORRO DE PERRO, ES PERRO; EL CACHORRO DE GATO, ES GATO; EL HIJO DE DIOS, ES DIOS. O sea; cuando usted se persuade de que es un hijo de Dios, esto es, de que usted y Dios son uno, un solo cuerpo, una sola mente; todo lo que usted afirme se puede lograr; pues, ¿Qué hay que no pueda lograr o alcanzar el hijo de Dios o Dios mismo?. Por lo tanto, reconocer con profundidad y certeza que es usted un hijo de Dios, constituye la única fuerza motriz capaz de extraer su máxima capacidad mental y usted va dominando, a su entera satisfacción, su destino”. “Cuando una persona decide en su mente:‘Soy un hijo de Dios’, su vida se modifica
de acuerdo con la firmeza de esa convicción, de ese reconocimiento. (EM: Nótese la
importancia de anteponer Yo a Soy, que es usado al menos en un 95% en todos los libros de la Filosofía Seicho-No-Ie; y ahora reflexione: ¿Se imagina Ud. lo que sucedería si a ese 95% de las afirmaciones citadas en Seicho-No-Ie, se le antepone el nombre de
Dios? – Es decir; si Ud. afirma o decreta categóricamente desde Su propia Alma “Yo Soy…”, en vez de “Soy…”). “Lo que gobierna el destino de una persona es la mente de esa persona, y la decisión
de esa mente está al exclusivo cargo de su dueño; por lo tanto, el único responsable de su destino es la propia persona, y ella es quien precisa dominarlo. El Dr. Masaharu Taniguchi nos enseña que esta vida; esto es, la vida terrena, es como una escuela: una escuela para perfeccionar nuestra alma. Nacemos en la tierra para, a través de la vida terrena, pulir nuestra alma. Por consiguiente, jamás debemos huir de los diversos problemas con los cuales nos enfrentamos en nuestra vida aquí en la tierra, pues ellos son problemas que sirven para perfeccionar nuestra alma. Por tanto, cuando se hace frente a problemas difíciles, mientras más se solucionen tales problemas, más se va descubriendo la fuerza que está enterrada en su interior. En otras palabras, los problemas difíciles desempeñan la importante función de desenterrar la fuerza infinita de cada uno. Nuestra vida no es la vida individual, no es la vida humana vivida por el individuo; es ‘la Vida de Dios vivida por Dios’. Sabedor de esto, avanzar en línea recta, firmemente convencido de que progresará infaliblemente, y es el vivir que permite asir la ‘felicidad’ con las propias manos ”. “Fue Freud quien investigó científicamente esa misteriosa organización de la mente,
en la cual existen estas dos tendencias concomitantes. Freud descubrió que en la mente del hombre existen dos actividades: a una la llamó consciente, y a la otra, subconsciente. El consciente es la voluntad que está presente ahora en la mente. El subconsciente es la voluntad que, aun cuando pertenece a la propia persona, pasa desapercibida ante esa persona. Ese subconsciente es el que gobierna casi todas las acciones del hombre; por eso es preciso conocerlo perfectamente. Por lo tanto, para volverse un gran atleta o un gran deportista o un gran profesional, etc. es necesario vencer esta prueba mental de vencerse a sí mismo. De modo análogo, lo que fue decidido en la ‘mente’ también debe entrenarse y practicarse repetidas y repetidas veces, y sólo después conseguirá ejecutarlo como se desea”.
MEIREM.
DOMINEMOS EL DESTINO POR MEDIO DE LA MENTE
EXISTEN VARIAS FORMAS EN LA MENTE LAS CIEN FACETAS DE LA MENTE
"Ella es persona de gran corazón”. "¡Cómo es pequeño el corazón de él! Estas son palabras que escuchamos en cualquier lugar. "Ella tiene un corazón que jamás se impacienta”. "¡Qué sujeto más intratable! Tiene un corazón demasiado irritable”. A menudo escuchamos este tipo de expresiones. En nuestras conversaciones, esto no nos llama particularmente la atención; pero, si lo reflexionamos bien, resulta algo en verdad interesante. "Gran corazón”, "corazón pequeño”, "corazón paciente”, "corazón impaciente”, son expresiones que se refieren a la mente.
Fundándonos en esto, podemos sacar en conclusión que hay diversas calidades en la mente: grande y pequeño; paciente (dilatada) e impaciente (corta, encogida). O, ¿será que alguien habrá visto realmente un "corazón grande”, un "corazón pequeño”, "un corazón dilatado o un "corazón corto"? “Esa persona es burda (gruesa)"; "Esa otra es una fina persona ”. Estas declaraciones, de igual modo, se refieren a la mente, por cuya razón se ve que en la mente también existe la densidad. "No hay persona que sea tan dura"; "Él es muy maleable”. Aquí, no se está hablando de músculos; lo dicho tiene también relación con la mente.
“Aquella persona es cuadrada”; “Él es esférico”.
Estas expresiones (empleadas en japonés) también aluden a lamente. “Tienes un corazón sumamente estrecho”. “Tórnate poseedor de un corazón más amplio”. Por lo visto parece ser que, en relación con la mente, existen hasta las características de espacio. Por otra parte, también decimos: “Persona delicada” o, bien, “No hay persona tan áspera”. “No conozco persona con un corazón tan abierto”. “Tienes un corazón cerrado”. ¿Será que existe una puerta dentro de la mente? “Fulano es dueño de un cálido corazón”. “No conozco individuo más frío”. Por lo que se ve, en lamente también existe la temperatura. Además, en la mente existe la coloración. En japonés, para indicar a una persona perversa, decimos: "Ese sujeto tiene un vientre negro”. Por supuesto, esto también se refiere a la mente, pues claro que nadie puede ver las entrañas de otra persona. Por otro lado, se dice “corazón fogoso o incandescente” (al rojo vivo), o “corazón inmaculado” (blanco): es decir, que parece haber el color bermejo y el blanco en el corazón. Decimos: “Aquella persona es recta” y, también, “el carácter dé ese fulano es sinuoso”, y hasta “él es muy enrevesado”. Estableciendo la comparación con un arma blanca, decimos: “Persona cortante” o, “aquel tipo es como una navaja que hubiese perdido el filo”. Recordando una ventana, se dice: “Mi corazón es límpido”: “su corazón está nublado”. Cual si se tratara de una bolsa, decimos: “Aquel fulano es muy cerrado” o, “tú eres muy abierto”. “Ella es bonita, pero espinosa”, decimos, y parecería que aún las espinas suelen nacer en la mente. “Corazón noble”, “corazón inmundo”, son frases que a menudo empleamos. “Es una persona muy franca”; “es difícil conversar con una persona tan pegajosa”. Parece que existen corazones con aglutinante.
Decimos: “Persona de pensamiento rápido” y, también, “persona paciente”. Se dice, “embotamiento mental” y, por otra parte, “corazón vacilante (fluctuante)”.
Ríe, llora, violento, amable, poderoso, humilde. . . mil y unas facetas.
LA MENTE SOBREPASA LOS CINCO SENTIDOS Cuando era yo estudiante, tenía un compañero en extremo religioso que, por el menor motivo, metía a Dios en la conversación. Yo, que no creía en Dios, le replicaba: “Si Dios existe, tráelo aquí y muéstramelo para escupirlo.”. Tal manera de pensar niega todo cuando los ojos, los oídos, la nariz, la boca y la piel, es decir, los cinco sentidos, no pueden percibirlo. Si fuese legítima la conclusión de que todo aquello que no puede ser percibido a través de los cinco sentidos, no tiene existencia, entonces lamente tampoco existiría, pues no puede ser vista, ni oída, ni olida, ni gustada, ni tocada en forma directa. No obstante, en todo hombre vivo lamente existe. Y es justamente por el hecho de poseer una mente, que el “hombre está vivo”. A pesar, pues, de que es imposible reconocer directamente su existencia por medio de los cinco sentidos, la mente existe.
A mayor abundamiento, resulta interesante comprobar que la invisible mente adopta formas tales como “grande”, “pequeña”, "larga”, “estrecha”, etc. “Es una persona radiante”. “Aquella persona es oscura”. Estas expresiones, por supuesto se refieren a lamente, con lo cual podemos deducir que en la mente existe igualmente la luminosidad. Refiriéndonos a otra cosa, decimos “ánimo fuerte” o “débil del ánimo”. Es decir, también en la mente hay “fortaleza” o “debilidad”. “Esa persona es de una gran profundidad”. Con esto, al parecer, lamente incluye hasta la profundidad. A veces decimos: “Me duele el corazón” o, de otro modo, “corazón lacerado”. “El corazón de aquél está podrido” y, expresamos con esto una condición sumamente grave. Por más bello que sea un maquillaje y vistoso que sea un traje; no poseerá valor alguno quien tenga un corazón corrupto. Si el corazón estuviese podrido, incluso comenzaría a despedir un mal olor, y la gente diría: “Ese individuo huele mal”.
LA MENTE ES LIBRE COMO EL AGUA Razonando así, podemos ver que es en verdad interesante el que la mente, la cual no puede ser vista con los ojos, ni puede ser oída con los oídos, ni puede ser tocada con el tacto, ni puede ser olida con la nariz, ni puede ser saboreada con la lengua, posea diversas “formas”, “aspectos” y “colores”. Hay una expresión budista que dice: “siendo amorfo es, al mismo tiempo, polimorfo”. Si lo "amorfo”, esto es, lo que no posee ni forma ni aspecto, produce formas y aspectos infinitos, eso significa que aquello que no posee una forma definida será capaz de dar srcen a un número infinito de formas y aspectos. Puesto que la mente no tiene forma ni aspectos definidos, puede afirmarse que posee un número prácticamente infinito de formas y aspectos. En virtud de que el agua no tiene una forma definida, sea ésta esférica o cúbica, por ejemplo, adopta la forma de una esfera si es vaciada en un recipiente esférico, y se vuelve cúbica cuando se introduce en un recipiente cúbico. Del mismo modo, lamente, que no
posee morfología fija, puede asumir todas las formas. La mente, además, es propiedad del individuo; por ello puede ser moldeada en la forma que desee el propio individuo. Hay quienes declaran que su mente es así por nacimiento, y en consecuencia no podrán modificarla hasta la muerte. Tales personas no cambian, simplemente porque no lo intentan, pues, por cuenta propia moldean su mente en una forma determinada y piensan, al mismo tiempo, que no es posible cambiarla. Empero, como no existe srcinalmente una determinada morfología en lamente, bastará que una persona piense en cambiarla para que esto sea posible.
EL AMOR PURO DA MAS BELLEZA A LA FISONOMIA
SU ROSTRO ES SU PRESENTACION
EL BARÓMETRO DE LA MENTE
Esta "mente” invisible, intocable, que no sabemos dónde se encuentra; es decir, esta "mente que no podemos reconocer por medio de los cinco sentidos, se manifiesta a través del "cuerpo”. Y, en el cuerpo, la parte donde mejor se manifiesta la "mente” es el rostro. Cuando conversamos con alguien, de cosas alegres, reímos. Pero, en los momentos en que la plática es aburrida, ponemos en seguida cara de desinterés. En otras palabras, cuando el "corazón” está contento, al momento el rostro se manifiesta radiante y, cuando el "corazón” está aburrido, en el acto se torna inexpresivo. Esto nos demuestra que l e "corazón” se manifiesta de inmediato en la "cara”. Sobre la “cara” de una persona se estampa fielmente el “corazón” que corresponde a ese momento. Por esta razón, al ver la "cara” de una persona pode mos conocer su "corazón”. De aquí, la posibilidad que tenemos de conocer por medio de la "cara”, la cual percibimos a través de los sentidos, al "corazón", el cual no podemos advertir mediante los sentidos.
LO QUE DICE MEY USHIYAMA La persona que pasa muchas horas al día pensando: “soy alegre, soy alegre”, moldea "un rostro que espontáneamente irradia alegría”. Independientemente de la forma de los ojos, de la nariz y la boca, lo que determina cómo se han de manifestar y expresar ante las demás personas los ojos, la nariz y la boca, es el “corazón” de la persona. Mey Ushiyama, famosa autoridad en cuestiones de belleza, en su libro El Camino
de la Felicidad, escribe lo siguiente:
“En relación a la belleza, existen varios tipos, dependiendo del punto de vista: belleza que irradia vida, belleza que irradia amor, y belleza que irradia inteligencia”. Antiguamente se pensaba que la belleza procedía del momento mismo del nacimiento, y la persona que nacía con un rostro poco agraciado estaba condenada a ser infeliz toda su vida. Parece ser que aún hoy día, las madres sufren pensando que si han de dar a luz una niña, ésta tendrá que ser de bonita cara, pues de otra forma será infeliz.
Por más sudor que se derrame
La formación del rostro se debe al nacimiento, y aunque exista la cirugía plástica no es posible cambiarlo totalmente, a voluntad del hombre. Ahora bien: el hombre posee inteligencia, raciocinio "y sentimiento, los cuáles se reflejan en el rostro, y de acuerdo con la expresión facial, que es manifestación de lo que guarda el corazón, el rostro va cambiando activamente. Si se trata de una cosa estática, como es el rostro de una
muñeca, la forma de da nariz y de los ojos quedaría determinada a partir del nacimiento, y la belleza o la fealdad se conservarían definitivamente impresas, pero el rostro del hombre tiene vida. El rostro es el espejo que refleja el carácter del hombre. Según sea la expresión de la cara, un mismo rostro puede verse feo o hermoso. Desde épocas remotas se ha dicho que el mismo diablo a los dieciocho, y la serpiente misma a los veinte exhiben en esa edad una belleza indescriptible. Es una
belleza en la cual mora el esplendor de la fuerza vital. Por otro lado, las mujeres de edad mediana presentan una belleza serena, donde brilla la experiencia, que no se observa en la mujer joven. Esto acontece porque, tanto el rostro como el cuerpo del hombre son distintos de una escultura, poseen capacidad de expresión, poseen maleabilidad y, de acuerdo con la voluntad, pueden cambiar lo mismo en expresión facial que en la conducta”. Así está escrito en el libro citado. El rostro del hombre no es una escultura ni es un muñeco; el rostro humano tiene vida. Mey Ushiyama cuenta en su haber una larga experiencia en Cosmetología, ha hecho varios viajes fuera del Japón, y ha escrito estas palabras como conclusión de sus observaciones. Por consiguiente, son palabras de un valor inestimable.
LA MENTE ANTES QUE EL CUERPO Hay personas que creen que el arte cosmético consiste en dispensar diversos cuidados al rostro, por su lado externo; sin embargo, una gran autoridad en cuestiones de belleza afirma que el arte de la Cosmética depende del corazón". Personas hay que, por más bonitos ojos y hermosa nariz que posean, nos causan una impresión desagradable y, en modo alguno, nos parecen bonitas. Por otra parte, hay quienes a pesar de no ser poseedoras de ojos y nariz bellos, nos dan la impresión de ser hermosas. “Esta fea cara la recibí de mis padres. No puedo ser feliz porque ellos me dieron esta fea faz. . . Qué bueno sería si me hubieran proporcionado un rostro be llo. . . ” Hay ciertas personas que así se lamentan, odiando a sus padres. Tales personas creen que su rostro humano es una cosa carente de movilidad, igual que el de un inerte muñeco o el de una escultura. El rostro de la gente tiene vida, es un rostro susceptible de ser moldeado
en la forma que se quiera, de acuerdo con la propia voluntad. La persona que pasa muchas horas del día manteniendo un “corazón" hermoso, tiene muchas horas diarias para moldear la “belleza” en su rostro. El rostro de la persona cuyo corazón pasa el día refunfuñando insatisfecho, termina por volverse un rostro “enseriado” y “duro". Quien posea un “corazón luminoso y feliz”, poseerá un rostro “feliz y luminoso”. La persona con un “corazón triste” poseerá una cara triste. Estas cosas suceden naturalmente, mientras muchas personas se olvidan del “corazón” y sólo se preocupan por embellecer el exterior del rostro. El rostro de las personas que están pensando constantemente en cómo engañar a los demás; muestran en su semblante un dejo de sagacidad. Las personas despreocupadas presentan una “cara de despreocupación”. La gente apresurada nos hace sentir cansancio con el simple hecho de verle la cara. Las personas de vigoroso espíritu hacen ver en sus semblantes la idea de fuerza. Por lo tanto, si el hombre se preocupa por su "figura”, es importante que mantenga siempre limpio, bello, alegre y grandioso su “corazón”, el cual en todo momento está moldeando la expresión facial. En el libro SEIMEI NO JISSO (LA VERDAD DE LA VIDA), el Maestro Masaharu Taniguchi nos enseña: “La célula es el barro, el corazón es el escultor, y la obra es el cuerpo. Cada uno de nosotros es un elemento dotado de poderes plenos e ilimitados, que tiene el derecho de moldear su cuerpo en la forma que desee”.
EL “ROSTRO” Y EL “CUERPO” SON UNA SOLA COSA
LA RESPONSABILIDAD AL ROSTRO
Después de los cuarenta, el hombre debe responsabilizarse de su propio rostro”. Estas son palabras muy conocidas, dichas por Abraham Lincoln, decimosexto Presidente de los Estados Unidos. Hace tiempo, en una conferencia dada por el Dr. Shinzo Koizumi, llegué a saber en qué condiciones Lincoln las profirió. A raíz de haber asumido Abraham Lincoln la presidencia, un amigo le sugirió el nombre de cierta persona para un cargo de ministro. Lincoln declinó aceptar diciendo que esa persona no era recomendable. El amigo quiso saber por qué, y Lincoln respondió: "No me gusta su cara, no sirve”. El amigo replicó entonces en los siguientes términos: “Qué absurdo que usted rechace al ministro propuesto, diciendo que no le gusta su cara”. Entonces Lincoln explicó: “El hombre, pasados los cuarenta años, debe ser responsable de su propia cara”. Pienso que Lincoln pudo responder en esa forma, y con tal convicción, porque sabía perfectamente que el rostro de una persona es la expresión de la “mente” de esa persona. Desde el momento mismo del nacimiento, todos los días, durante cuarenta años, la persona va moldeando las expresiones de su propio rostro; por consiguiente, su rostro no es responsabilidad de los demás, y es necesario que el propio individuo se responsabilice de él. Un rostro moldeado por la propia mente durante cuarenta años, ya no puede decirse que sea el mismo que fue recibido de los padres.
Siempre que viajo al interior del Japón, observo lo siguiente: el rostro de los niños de uno o dos años, en nada difieren del de los niños nacidos en la ciudad. Sin embargo, cuando esos niños alcanzan la edad de cinco o seis años, los del interior tienen un aire campesino, y los de la ciudad un aire citadino. En esto se ve que es la mente la que esculpe la faz, y no es el rostro srcinal recibido de los padres, el que crece.
TODO EL CUERPO RÍE Cuando el corazón está alegre, el rostro ríe. La mayoría de las personas piensan que en tales momentos sólo el rostro es el que ríe. Muchos creen que "reír” sólo lo hace la cara, y no tiene mucha relación con las demás partes del cuerpo. “Reír” no sólo lo hace el rostro: no obstante, no hay quien piense de ordinario que también manos y pies ríen simultáneamente. Si alguien piensa que la “risa” pertenece únicamente al rostro, y es independiente del resto del cuerpo, debería serle posible sonreír con la faz y encolerizarse con los pies, pero eso es algo imposible. Es de suma importancia que usted se percate de esto, y comprenda perfectamente este hecho. Cuando el rostro está sonriendo, todo el cuerpo está sonriendo al mismo tiempo. Tanto el estómago como los intestinos, tanto el corazón como los pulmones, los riñones, las manos, los pies, los cabellos, las uñas, la sangre, también están riendo. Y, por el contrario, cuando la fisonomía está entristecida, también todo el cuerpo está triste. El estómago, los intestinos, el corazón, los pulmones, la hipófisis, la tiroides, los ovarios, los testículos están igualmente tristes.
SOLO AHÍ ESTÁ EL MAL Por tanto, comprendiendo que no se puede separar la expresión de la cara, de la expresión del cuerpo, se comprende que existe una íntima relación entre la expresión facial y la salud del cuerpo. El libro SEIMEI NO JISSO relata que había un tuberculoso que no reía de ninguna manera y siempre estaba con una cara muy sombría, por lo que un instructor de Seicho-No-Ie, al ir a visitarlo lo hacía reír mucho, y con eso se alivió. Como yo estaba ejerciendo la medicina en esa época, pensé en experimentar también. Encontré
un tuberculoso que jamás reía, tenía una cara muy triste como si quisiera decir: “Yo Soy tuberculoso”. Examinando al enfermo, le pregunté en esta forma: “¿Dónde está su mal?” “Sufro del pecho”, me respondió con una grave expresión, y entonces pregunté: “¿Tiene el señor algún mal en el rostro?” “No; en el rostro no tengo ningún mal”. “Ah. . . El señor está tuberculoso, y es posible que el pecho no esté bien; pero si en el rostro no tiene nada el señor, intente sonreír. No hay necesidad de que su rostro se mantenga así de sombrío, haciéndole compañía al pecho, ¿No es así?” Así le dije, pero el paciente no quería saber nada de sonrisas. Mirándome de soslayo, hacía una cara como si quisiese decir: “Soy un tuberculoso y mi enfermedad es grave. ¿Cómo puedo sonreír?” “¿Por qué pone esa cara de aflicción? ¡Sonría!’’. Así le dije dos o tres veces, y entonces el enfermo intentó esbozar una sonrisa en una de las mitades del rostro, más no consiguió sonreír a placer. Se comprende que eso era muy natural, pues de un modo repentino se le había pedido que sonriera a un enfermo que había guardado cama por espacio de dos o tres años, sin haber experimentado una sola alegría, preocupado únicamente por su enfermedad y totalmente falto de esperanza en la vida. Debido a la inactividad, los músculos y la piel de la cara se hallaban casi paralizados, como las piezas de una máquina enmohecida. Diariamente, al practicarle el examen, le relataba historias alegres y graciosas, en una tentativa de hacerlo sonreír. Después de cinco o seis días, el enfermo llegó a sonreír y la tuberculosis se mejoró rápidamente. Cuando ejercía la medicina tuve varios casos concretos, de rápidas mejorías por hacer reír a los pacientes e infundirles un sentimiento de alegría. Esto se debe a que cuando se tiene una expresión facial de tristeza, con un ánimo abatido, repitiéndose que se está tuberculoso, los pulmones también, con toda seguridad, tienen una expresión de tristeza. Cuando el rostro está riendo, los pies también están riendo al mismo tiempo, pero observando únicamente los pies, no notaremos la expresión sonriente. De la misma
manera, cuando el rostro muestra una expresión de tristeza, los pulmones también están con una expresión de tristeza. Por consiguiente, cuando el rostro empieza a reír despreocupadamente, es señal de que también los pulmones empiezan a reír libres de preocupaciones. Nada, pues, hay de misterioso en que hasta la tuberculosis se cure con rapidez.
LA SONRISA DEL MÉDICO
MUCHO CUIDADO EN SONREÍR “Por el hecho de haber ingresado a Seicho-No-Ie, ¿Qué es lo que le causa a usted mayor alegría?” Si alguien me hiciera esta pregunta, le respondería: “Es el hecho de haberme vuelto capaz de reírdesde el fondo del corazón”.
¡Reprobado! el médico que esté sonriente.
Desde pequeño poseía yo una naturaleza muy alegre: pero, por otro lado, era también muy nervioso.
Antes de entrar en la religión no reía yo mucho. La profesión de médico es, de manera general, una profesión que no permite reír en exceso. El paciente nos busca cuando se encuentra en una situación de sufrimiento debido a la enfermedad y, con mayor razón si se trata de una condición de vida o muerte, el médico que practica el examen debe mantener una expresión seria. En los momentos de dolor de otros, si el médico practicase los exámenes riendo despreocupadamente, el enfermo montaría en cólera y con una mirada fulminante diría: Me hallo en un estado de gran sufrimiento; ¡dé jese de chanzas!” También por esto el médico tiene que poner una cara de circunspección, mostrando así su compasión al enfermo. Por lo que se refería a mí, médico de señoras, la prohibición de reír durante las consultas era mucho más rigurosa todavía. A un ginecólogo le está terminantemente prohibido reír durante las consultas. Recién terminado el curso de facultad, cuando empecé a frecuentar el Departamento de Ginecología, la primera observación que el profesor Yagui nos hizo fue la siguiente: Ustedes, que van a ser ginecólogos, deben ejercer un cuidado especial al examinar a una paciente: jamás podrán reír. El ginecólogo, a diferencia de los otros médicos, es buscado por pacientes que le revelarán secretos que ni a los padres osan revelar. Por tanto, es preciso examinarlas poniéndose en el lugar de ellas. Si el médico ríe al practicar el examen, la paciente podrá pensar por asociación que está siendo objeto de risas por ser portadora de alguna anormalidad y sentirse muy incómoda. Por eso, tengan mucho tacto al atender los problemas tan delicados, y piensen en la paciente para no herir sus sentimientos”. Cuando lo pienso ahora, entiendo que hacer los exámenes poniéndose en el lugar de la enferma, es una actitud de “amor” del médico para la paciente, y es algo maravilloso. Las palabras del profesor Yagui me tocaron profundamente, y a partir de entonces me esforcé para no reír en cuanto ingresé al servicio en el 'hospital de la Facultad.
DEJANDO DE REIR A partir de esa época me fui olvidando del acto de reír y hasta en mi casa, después de regresar del hospital, fui disminuyendo el número de risas. Habiendo pasado de 8 a 10 horas en el hospital, sin reír, no era posible reír tan pronto como llegaba a casa y veía el rostro de mi esposa. Prosiguiendo en semejante rutina, sin alegría, alejado del acto de reír durante cuatro años, mi propia vida acabó volviéndose un tanto sombría. Hasta que un día, al encontrarme gravemente enfermo, mi madre me obligó a leer el SEIMEI NO JISSO (LA VERDAD DE LA VIDA). En el libro encontré escrito lo siguiente: “Entre todos los seres vivos, el hombre es el único que ríe ”. Si el hombre deja de reír se vuelve un ser de categoría animal, igual que un gato o un perro. Así como dice el proverbio, la felicidad llega al hogar en que está presente la risa, el hombre solamente podrá volverse feliz si ríe mucho. En los momentos mismos de mal humor, si se entrena continuamente a reír, mirándose en un espejo, se volverá capaz de reír desde el fondo del corazón”. Al leer estas palabras me sentí muy entusiasmado, tomé prestado un espejo de mi madre, e inicié los entrenamientos para reír. Pero mis músculos estaban como enmohecidos por el hecho de haber pasado cuatro años casi sin reír. Sin embargo, después de unas tres semanas de entrenamiento me fue posible reír alegremente. Mi vida se transformó por completo, me volví alegre, y solamente cosas buenas me ocurrían desde que me volví capaz de reír desde el fondo del corazón. Así fue como me torné un hombre verdaderamente capaz de reír.En el hombre, el acto de reír desde el fondo del corazón es señal de que su alma está completamente libre de cualquier estorbo, y esto es algo realmente pletórico de felicidad.
LA RISA ES LA ESENCIA VITAL DE LA VIDA
EL CUERPO ES UNA COPIA
EL APETITO ESTÁ GOBERNADO POR EL ÁNIMO
La mente se imprime en la fisonomía. No podemos pensar en el cuerpo y en la cara separadamente, por consiguiente, la mente se imprime en todo el cuerpo. Ni una sola parte del cuerpo, desde los cabellos hasta la punta de los pies, deja de ser manifestación de la “mente” de una persona. El correr, y el ejercicio violento, exigen mucho del corazón; por eso, las personas que poseen un corazón débil no pueden practicar ejercicios violentos: tal cosa dicen los médicos. Pero, aun permaneciendo acostado, esto es, sin correr, si la persona lleva un susto, el corazón late de prisa. Por el simple hecho de ver el rostro de la persona amada, el corazón se dispara, y ante una situación de pavor se siente que el corazón deja de latir. También con el apetito se verifica algo semejante; ¿no es entonces lo mismo? Por más saludables y vigorosos que sean el estómago y los intestinos, si piensa que la comida está sucia, o se encuentra irritado, y también en momentos de tristeza, su apetito desaparece. Si para mitigar la sed estuviera yo tomando muy a gusto una taza de té, y en eso viniera alguien a decirme: “Señor, creo, será mejor que no tome usted ese té”, es claro que no me sentiría tranquilo. "¿Por qué?” “No es nada, pero… hace un rato un niño que jugueteaba por aquí cerca. . . se hizo pipí en el té”. Al oír eso, el té, que hasta ese momento tomaba yo con deleite me dará náusea y lo vomitaré. El resto del té, lejos de ser delicioso, simplemente no podrá pasar por mi garganta. El té que hasta ese momento bebía, y el té que me dijeron contenía pipí
de niño, son el mismo té; pero sólo por el hecho de haber oído decir que contenía pipí, se desvaneció todo el deseo de tomarlo. El té no sufrió cambio alguno; tampoco cambió mi lengua: un simple cambio de la ‘mente”, la cual sabe ahora que ese té contiene pipí de niño, hace cambiar el sabor del té.
Querido dentro de ese té...
Si un matrimonio se encuentra saboreando placenteramente las delicias de una comida ligera, y por cualquier motivo los cónyuges empezaran a disputar, el sabor de la comida desaparecerá repentinamente. “¡Mira, mujer! ¡No quiero saber más de ti! Vete, en buena hora. . . “Así gritando, rojo de cólera, aun cuando el marido continúe comiendo, no le sabrá sabroso. En suma, cuando estamos dominados por la ira, se altera tanto el sabor como el apetito. Por ejemplo, cuando estamos tristes debido a una desilusión amorosa, perdemos completamente las ganas de comer aún aquellas cosas que siempre nos gustaron.
EXACTAMENTE DE ACUERDO CON LA CREENCIA En consecuencia, por más saludable que sea el aparato digestivo de una persona» por más medicina que tome para el estómago, perderá totalmente le apetito si no se
halla en condiciones de buena estabilidad emocional, esto es, si por ejemplo se encuentra malhumorada. Lo que ocurre, cuando se está de mal humor, es que la actividad de los intestinos y del estómago se retarda, se vuelve morosa. Lo mismo ocurrirá con un luchador, por más vigoroso que sea: no conseguirá desplegar toda su fuerza cuando se halle en un estado de inadecuada disposición mental. Por bueno que sea un pitcher lanzando la pelota en el juego de béisbol, no logrará ejecutar buenas jugadas si se hallare mentalmente indispuesto. Cuando por televisión presenciamos una competencia deportiva, a menudo escuchamos a los comentaristas decir: “El problema de este atleta es cuestión de fuerza de voluntad, pues técnicamente es muy capaz. . .” La clave que decide si un atleta consigue o no desenvolverse suficientemente, durante una competencia, es la fuerza que posee, y ésta se basa en el problema mental del atleta. De igual manera, la persona que posea un cuerpo saludable, a fin de conservarlo siempre sano, tendrá que tomar en cuenta la importantísima fuerza mental. Es conocido lo que leemos en los libros de Medicina Psicosomática: “Entre las personas que sufren a menudo del aparato digestivo, abundan aquellas que son nerviosas y voluntariosas”. Las personas que sufren de molestias digestivas frecuentes, se quejan mucho de la comida prefiriendo sólo ciertos alimentos, y detestando otros. En cambio, las personas que comen de todo, con agrado, son aquellas que poseen estómago e intestinos saludables. Hay personas que dicen: “Es una extravagancia decir que las enfermedades se curan con la creencia en Dios. ¡Eso es una superstición!” Pero, si comprend emos que, “la mente influye sobre el cuerpo”, también comprenderemos que sea lógico lo siguiente: “Al transformarse la mente, también se cura la enfermedad”. Por consiguiente, al creer en Dios y cambiar el proceso mental, esta transformación influye sobre el cuerpo y la enfermedad se cura de modo natural. Y no basta que se crea en Dios, si no ocurre un cambio en la mente, la enfermedad no se curará. Por tanto, si decimos que la fe en Dios cura la enfermedad, habrá personas que vean en esto una superstición; pero, si decimos que con la creencia en Dios y el consiguiente cambio mental, se efectúa la curación de la enfermedad, esto resulta lógico.
LA MENTE ES EL VOLANTE
¿QUÉ ES LA PROFECÍA?
En el mundo ocurren muchas cosas misteriosas. A veces encontramos personas que poseen la facultad de ver con anticipación los acontecimientos que se realizarán al día siguiente o un año más tarde. Tratándose de un fenómeno que todavía no ha sucedido, debería ser imposible el conocerlo; pero el fenómeno resulta muy interesante, pues los hechos ocurren exactamente en la forma que esas personas vaticinan. En el Volumen I, capítulo IV de SEIMEN NO JISSO (LA VERDAD DE LA VIDA), se hace una referencia pormenorizada sobre esta cuestión. Se consigna el caso de una escena vista durante un sueño, la cual ocurre al día siguiente en exactamente la misma forma; y también se menciona el hecho de que una joven francesa, llamada Reine, vio en estado de trance, con un año de anticipación, el estallido de la Primera Guerra Mundial. Es cosa sumamente importante para la vida, el hecho de poder ver anticipadamente, los incidentes que ocurrirán en el futuro. No importa que un acontecimiento ocurra al día siguiente, de todos modos es realmente interesante poder saber por anticipado lo que ocurrirá. Cuando nos referimos a “ver con anticipación”, este “ver" no quiere decir “ver” con los ojos físicos, pues los ojos están cerrados y se ve con los ojos de la mente. En otras palabras, es posible ver en el mundo de la “mente”. Y sólo porque es factible ver en el mundo de la “mente”, es posible ver un acontecimiento futuro todavía no consumado. Como un acontecimiento futuro, todavía no ha ocurrido, no puede ser visto con los ojos
físicos; pero sí en cambio, puede ser visto por la mente”, sedebe a que en algún lugar del "mundo de la mente” ya se ha consultado, pues toda cosa absolutamente inexistente no podrá ser vista ni siquiera por la mente. En otras palabras, si existe la posibilidad de ver y conocer con la mente, determinado acontecimiento futuro, es porque antes de su ocurrencia ya se ha realizado en el "mundo de la mente”. Y es posible verlo a través de la "mente”, porque ya está formado en el mundo de la "mente”, y ya existe en el “mundo de la mente. Una cosa no existente, no puede ser vista ni prevista. Esto significa que los sucesos que ocurren en el mundo fenomenal, todos son manifestaciones visibles de acontecimientos formados previamente en el mundo de la mente.
LO QUE DETERMINA LA ACCIÓN Si en este mundo fenomenal se manifiestan las cosas que ya han sido cumplidas en el mundo de la mente, llegamos a la conclusión de que, para dominar el propio destino, en primer lugar es necesario dominar la propia mente. No se trata sólo de la propia suerte, pues para dominar el destino de una nación, que es una reunión de muchos individuos, es preciso dominar la suma de las mentes de todos los hombres que constituyen la población de ese país. Y en relación con la suerte, o destino de toda la humanidad, también es necesario dominar en primer lugar la "mente de la hu manidad”, antes de que se manifieste en formas. De la misma manera, para hacer un viaje, con muchos días de anticipación a su realización, se hace un itinerario "mental”, en el cual se consignan las fechas, el medio de transporte y el alojamiento. Llegado el momento, se lleva a cabo el viaje de acuerdo al itinerario preestablecido. La acción denominada viaje queda determinada por el itinerario previamente establecido en la “mente”. Por tanto, las acciones de los hombres son determinadas por lo establecido en el mundo de la “mente”. Además, este itinerario lo hace el propio individuo, Asimismo, suponiendo que se trate de un itinerario establecido por otra persona, si usted lo acepta será el mismo que usted estableció. Cada pequeña acción del hombre se va acumulando y va formando el gran destino de ese individuo, por cuya razón debemos tener mucho cuidado al hacer cada una de las
cosas pequeñas. En tales condiciones, si quisiéramos hacer de nuestro destino un algo radiante y alegre, debemos hacer que cada una de nuestras acciones, sean radiantes y alegres. Para lograr que nuestras acciones sean radiantes y alegres, en primer lugar, necesitamos hacer que nuestra “mente” se torne radiante y alegre, la cual es la fuerza motriz creadora de acciones. Si la “mente” se vuelve radiante y alegre, y crea itinerarios radiantes y alegres, éstos se manifestarán en el mundo de la forma y crearán un destino alegre y luminoso. La acción del hombre está determinada por la “mente”. Lo que ha sidoideado en la “mente” se manifiesta como acción. Elegir una escuela, seleccionar un amigo, ingresar en una empresa, optar por un oficio, elegir cónyuge, todo, en fin, es determinado por el plan o itinerario, trazado en la “mente” del propio individuo. “La mente decide la acción”. Si no se conoce profundamente este hecho, tampoco se consigue que el destino se vuelva radiante y alegre.
POR LA MENTE NACE LA ENFERMEDAD Y POR LA MENTE SE CURA
EL PIJAMA PRODUCE EL DESEO DE DORMIR
LO QUE HACE QUE LA MENTE DECIDA
La mente se transforma en “acción”, y de acuerdo con esa acción se forma el propio medio ambiente. En consecuencia, puede decirse que el medio ambiente de cada quien es creado por su propia mente. Hasta ahora, sólo se decía que la “mente” se manifestaba en el medio ambiente; pero el psicólogo W. James dice: Se dice que se ríe porque se está alegre, sin embargo, por el contrario,“cuando se ríe se alegra uno”. Esto quiere decir lo siguiente: es verdad que la “mente” se manifiesta en la “forma”: pero también es verdad que la “forma” influye sobre la “mente”. Es un hecho evidente que se ríe cuando se está alegre; pero también es verdad que si siempre estamos sonriendo, nos volvemos alegres. Si nos sentamos derechos, el espíritu también adquiere firmeza y solidez; si nos sentamos descuidadamente, el espíritu también se afloja, debilita. Cuando nos ponemos el pijama, sin quererlo surge el deseo de dormir, y no se piensa en irse de paseo con pijama. Si nos vestimos de frac, sentimos el deseo de ir a un lugar diferente, y no pensamos en lavar el baño así vestidos. Como se ve, realmente la forma influye sobre la mente.
EXACTAMENTE COMO SE RECONOCE O ACEPTA EN LA MENTE Por lo tanto, lo que fue ideado en la mente se manifiesta en forma. Habiéndose imprimido en la mente lo que apareció en forma, esa impresión mental se manifestará nuevamente en forma; ésta, a su vez será registrada una vez más por la mente, y otra vez lo que fue registrado por la mente aparece en forma. A esta repetición de la misma cosa, se da el nombre de hábito . El hábito construye ideas fijas, tales como:
“Mi destino es ruin’’; “mi inteligencia es débil’’; “mi cuerpo está debilitado’’, y todo esto tiene la tendencia a manifestarse en forma, como si se tratase de un destino inalterable. El fundador del Rearme Moral, Frank Buchman, dice así: "EL PENSAMIENTO SE
VUELVE ACCIÓN: LA ACCIÓN GENERA EL HÁBITO; EL HÁBITO FORMA EL CARÁCTER: EL CARÁCTER DECIDE EL DESTINO”. En SEIMEI NO JISSO (LA VERDAD DE LA VIDA) se enseña la verdad fundamental, que afirma: "Solamente lo que es reconocido (registrado) llega a existir” . Esta enseñanza fundamental es una de las verdades de mayor importancia para determinar el destino de una persona. Por ejemplo, para quien piensa: “soy infeliz”, la infelicidad se manifiesta. Al ver esa infelicidad, se piensa: "¡Soy verdaderamente infeliz!”, porque hubo el reconocimiento o impresión de la infelicidad por parte de la mente, nuevamente la infelicidad se manifiesta en forma. Si el hombre es dominado por el medio ambiente, se debe a que reconoce (o acepta) este medio ambiente. Hay personas que dicen: “Si soy efectivamente infeliz, ¿No es lógico que piense que soy infeliz?”. Sin embargo, al reconocer o aceptar que la infelicidad es infelicidad, ésta nuevamente se materializa como hecho, y jamás podrá deshacerse el círculo vicioso entre la mente y el ambiente. La clave para romper el círculo vicioso y crear un nuevo destino está en conocer la verdad siguiente: "Solamente lo que es reconocido (aceptado) llega a existir”, y servirse de ella en la práctica.
LA DIFICULTAD ES EL ESMERIL QUE PULE EL ALMA
SEMBREMOS BUENAS SEMILLAS
SI NO ES RECONOCIDO EN LA MENTE
Supongamos que alguien introduce, sin decírmelo, la cantidad de 10 000 pesos en el bolsillo de mi saco. Mientras no descubra esos 10 000 pesos, no pensaré que soy dueño de ese dinero; a pesar de que ese dinero sea mío, será lo mismo que no poseerlo. En el instante mismo en que descubra los 10 000 pesos dentro del bolsillo, y los reconozca o tenga conciencia de ellos, será cuando me vuelva poseedor de 10 000 pesos. Cuando se percibe o advierte, es cuando la cosa reconocida empieza a tener existencia. De manera análoga a cosa tan evidente como ésta, mientras no experimentamos una situación real, no asimilamos verdaderamente. A continuación relato un incidente que me aconteció hace ya algún tiempo, cuando hube de comprar cierto artículo. Se trataba de una compra de 17 o 18 mil yens, por lo que llevé más o menos 20 mil yens. Elegí el objeto, resolví comprarlo y, después de ordenar el paquete, me dirigí a pagar. Ya en la caja, por más que buscaba, no encontraba un billete de 10 mil yens. Muy aturdido busqué en todos los bolsillos, pero no lo encontré. Delante del gran paquete ya hecho, pasé momentos de verdadera humillación. Sentía que mis oídos se ponían rojos y calientes como fuego. No sabía si era cólera o vergüenza lo que sentía; era una sensación singularísima. Con gran dificultad dominé la humillante situación; devolví el artículo, y muy abatido di mis excusas por no haber encontrado el dinero. En el camino de regreso a casa, pasé cerca de una hora muy enardecido de furia. "¿Qué habrá pasado con el billete de 10 mil yens? ¿Me lo habrán robado por el camino? Estoy seguro de haber puesto ese billete en la cartera. . . Durante todo el
trayecto de vuelta a casa fui reflexionando obsesivamente. También pensé que mi esposa podía haber sacado de mi cartera ese billete, habiendo olvidado el decírmelo. Por esto, apenas entré en la casa, de inmediato le pregunté, pero ella me dijo que no sabía nada. Pasados algunos momentos, resolví revisar nuevamente los bolsillos, y en esta nueva búsqueda encontré el billete, muy bien doblado, dentro de la bolsa de la solapa, lugar en que no solía guardar el dinero. Me sentí tan mezquino en aquel momento, que no sé siquiera cómo describirlo. Me sentí grandemente avergonzado de haber dudado de otros durante todo el trayecto de regreso de la tienda, y de haber supuesto que alguien me había escamoteado el dinero. Advertí lo mezquino que fui al enfurecerme tan violentamente. Fue una vergonzosa experiencia que pasé porque, inconscientemente, puse el dinero en el bolsillo que normalmente no uso y, olvidándome de eso, pensé que ya "no lo poseía", poseyéndolo realmente. Sentí verdaderamente, en carne propia, cómo pudo ser que poseyendo 10 mil yens, si no me percato de ello, es lo mismo que no poseerlos. Mediante esa humillante experiencia pude asimilar firmemente la "ley de la mente”, que dice: “Solamente lo que es reconocido (advertido) llega a existir”. Si empleamos por largo tiempo estas dos “leyes mentales”: “LO QUE FUE IDEADO EN LA MENTE, SE MANIFIESTA”, Y “SÓLO LO QUE ES RECONOCIDO (CONCIENCIADO) LLEGA A EXISTIR” (EM: ¡Exactamente, lo que se pregona en Rahma, pero con otras palabras: “Creer para crear” y “decretar o concienciar para concretar” !); podremos abrir
el camino hacia un nuevo destino. Lo que la mente ideó, se manifiesta en formas materiales, y este proceso de manifestación no puede ser interrumpido y desviado de su curso. Por lo tanto, para servirse de esta ley, la mejor conducta será idear buenas cosas en la mente. Puesto que “lo que fue ideado en la mente” toma forma, al diseñar buenas cosas en la mente se producen buenas cosas en la forma; esto es evidente. Por otra parte, sabedores ya de que, “solamente lo que es reconocido llega a existir”, por mala que sea la suerte actual, a efecto de vencer esta situación, será preciso no reconocer (no aceptar) la adversidad actual, diciendo, por ejemplo: “Mi ambiente es ruin”, o “Me persigue la mala suerte”. Si nos hallamos en una situación adversa, y
reconocemos: “Mi situación es mala”, este reconocimiento o percatación se con vertirá en semilla mental, la cual llegará a existir; consecuentemente, se manifestará una situación más adversa todavía. Lógicamente, por malo que sea el ambiente actual, no se debe aceptar. Al reconocerlo, se tomará real y se manifestará en el mundo de la forma; por eso no podemos reconocer ni aceptar el mal . Precisamente este es el punto de capital importancia. LA MENTE CONSTRUYE EL AMBIENTE; EL AMBIENTE, A SU VEZ, INFLUYE SOBRE LA MENTE; ÉSTA CREA DE NUEVO EL AMBIENTE, Y NUEVAMENTE, ESTE AMBIENTE INFLUYE A LA MENTE. El único punto en que este círculo puede ser destruido se haya en no reconocer (advertir o aceptar) el mal ambiente, y sólo de esta manera se puede lograr una solución definitiva.
LIBERTAD DE PENSAR En el hombre existe la libertad de pensar: “tengo salud”, aun cuando se encuentre gravemente enfermo, para no reconocer (aceptar) la situación actual. De la misma manera, si se halla dentro de una situación de gran penuria, tiene la libertad de pensar: “Soy un hombre rico”. Y lo importante es que eso no cuesta ni un tostón siquiera, y puede ser puesto inmediatamente en práctica. La “libertad de pensar” cualquier cosa, esto sí es la libertad verdadera: un privilegio sólo concedido a los hombres. Puesto que solamente llega a existir aquello que se reconoce, precisamos comenzar en primer lugar, por evitar reconocer o advertir las cosas malas. Aun hallándose en un estado de infelicidad, es importante crear un pensamiento que afirme: “Soy feliz”. Este procedimiento es lo que constituye el sembrar buenas semillas en la mente. “En pleno infortunio me ordena pensar que soy feliz. Deje de decir tan enorme disparate. ¿Cómo es posible poner en práctica tamaña quijotada?...”. A menudo encontramos personas que así se expresan, y nos atacan diciendo: “Reconocer el mal como mal, eso es únicamente la llave que determina la realidad”. Sin embargo, no es posible que el bobo se vuelva inteligente, si reconoce al bobo como bobo.
Lo que se desea en la mente se manifiesta.
Supongamos que un médico se dispone a tratar a un enfermo. Ningún médico será capaz de decir, apoyándose en la idea de que es bueno decir la verdad, después de examinar al enfermo, algo por ejemplo así: “Óigame bien: usted ya no tiene posibilidad de ser curado. Nada adelantaríamos con medicinas e inyecciones. En todo caso, y sólo para descarga de mi conciencia moral, le pondré esta inyección. Así, también ganaré un poco. . .” En caso de que el paciente se hallara en estado grave, el médico procurará dar ánimos al paciente, diciéndole: “Con esta medicina y estas inyecciones, seguramente se aliviará usted”. Dicen que si la realidad es grave, debe informarse que la realidad es grave. Sin embargo, el médico sabe más que nadie cómo es peligroso para el enfermo decirle cosas que le hagan perder el ánimo. Por esto, aun cuando sepa que no se ajustan a la verdad, le dirá palabras para alentarlo. Las buenas palabras ha cen nacer en el otro “buenos pensamientos” y estos le proporcionan esperanzas optimistas.
“Solamente lo que se reconoce llega a existir”; por lo tanto, la cosa más importante es el “reconocer” (o advertir). Y este “reconocer” es un problema de la mente.
SEMBRAR LA SEMILLA Dicho de otro modo, “reconocer” ( aceptar, advertir, concienciar, contemplar) es lo mismo que “plantar la semilla en la mente”. En resumen, “plantar la semilla en la mente” es “idear pensamientos en la mente”. La mente se manifiesta en formas; por esta razón, si no se sembrasen buenas semillas en la mente, no habría motivo para que se materializaran buenas formas. Una cosa que todavía no existe en la realidad, se corporificará en forma cuando sea ideada como pensamiento dentro de la mente; en otras palabras, si fuera sembrada en la mente, esto es, si fuera reconocida en, la mente como totalmente realizable, antes de aparecer en la realidad. El tren, el automóvil, el avión, son manifestaciones en el mundo de la forma, derivadas de pensamientos que antes fueron creados en el mundo de la mente. Para ejemplificar, la mente es la tierra y el pensamiento es la semilla. Si se quiere trigo, es preciso sembrar trigo; si se quiere nabo, es necesario sembrar nabo. De la misma manera, si se piensa edificar un destino feliz, será imperativo que se siembren buenos pensamientos (semillas) en la mente (terreno).
EL PODER DE LA PALABRA
PODER EFICAZ
Se comprende que, al sembrar buenas semillas en la mente, se presentará un buen destino" por esto es necesario abrigar buenos pensamientos en la mente. Sin embargo, en una situación pletórica de infelicidad, pensar que “soy feliz’ es un procedimiento realmente difícil. Y no sólo eso, pues aunque se entienda intelectualmente que es mucho mejor proceder de esta manera, la práctica resulta bastante difícil. A cualquier persona que hasta el momento ha estado acostumbrada a pensar, “soy dé escasa inteligencia ", a pesar de que le aconsejemos pensar, “soy inteligente”, el cam biar repentinamente de modo de pensar será para ella una cosa muy difícil. Entonces, ¿Cómo se debe proceder para conseguir pensar en aquello, cuando sabiendo que es lo mejor, no se puede pensar así? - En el libro “LA VERDAD DE LA VIDA” Volumen XXIV, ESTÁ ESCRITO QUE DEBEMOS IMPLANTAR EN NUESTRA MENTE LOS PENSAMIENTOS, MEDIANTE EL PODER DE LA PALABRA(EM: Decretar para concretar) . Especialmente a aquellos que empiezan, se les enseña a plantar las semillas llamadas pensamientos utilizando el método autosugestivo de Coué. Consiste este método en repetir varias veces la misma cosa. Esto se convierte en sugestión, y con el tiempo se llega a sentir realmente lo que se está diciendo. Esto es una manera muy fácil de implantar en la mente la simiente del pensamiento. Es un método en el cual una persona se dice a sí misma, en voz baja, lo suficiente como para que sólo la propia persona escuche, en un tono de bastante confianza, repetidamente por más de veinte veces, una misma cosa. Por consiguiente, en plena desgracia, dígase a usted mismo, repitiendo muchas
veces, lo siguiente: Soy feliz; soy feliz; soy feliz. Hay quien piense que este método no es más que una sugestión sin gran valor, el cual hace a una persona creer hipotéticamente en aquello que está repitiendo; pero tal pensamiento es un grave error. Este es un método que lleva a la persona a percibir la verdadera felicidad existente en su yo íntimo, esto es, un método que produce el reconocimiento. Y es solamente lo que se reconoce, aquello que llega a existir. Puesto que ésta es la ley de la mente, en aquellos casos en que ocurren desgracias sucesivas la atención de la persona propende o siente inclinación por esa infelicidad, se olvida de que en la realidad es feliz y esclaviza su mente a los acontecimientos infortunados que aparecen frente a sus ojos; por esto vive pensando, "soy infeliz; soy infeliz”, y como consecuencia, exactamente cómo piensa se materializarán más infelicidades. Por tanto, sin importar que ocurran algunos pequeños acontecimientos desagradables, se procede de tal modo que uno mismo se obliga a reconocer, a base de repetición: "En verdad soy feliz, en verdad soy feliz”. Este reconocimiento, esta aceptación, se torna en la semilla mental y la felicidad se manifestará.
LA FUERZA QUE EXTRAE El fundamento de Seicho-No-Ie es la verdad de que el hombre eshijo de Dios”; por consiguiente, no hay razón para que el hombre, siendo hijo de Dios, esté enfermo, sea infeliz, sea tonto o esté pobre. Advirtiendo o aceptando que el hombre es un hijo de Dios; reconociendo que soy un hijo de Dios, que soy feliz, que soy rico, que soy fuerte, que soy inteligente, y que esto es lo natural, todo se manifestará exactamente de acuerdo con mi reconocimiento, y seré feliz, rico, sano e inteligente . Aquellos que aún no se percatan de esta naturaleza esencial del hombre, esto es, aquellos que no perciben que, por naturaleza, él es rico, sano e inteligente, difícilmente creerán en nuestras palabras, porque en la forma todavía no se manifiestan esas cualidades. Es por esto que, como un recurso; para que tales personas puedan aceptar o reconocer esas cualidades, se ha proyectado el método de autosugestión de Coué. Ahora, bien: Por mucho que se practique la autosugestión; si algo no existe en el interior de usted, no podrá usted
extraerlo. Si es posible, mediante la autosugestión, manifestar algo, es porque srcinalmente ya existe en su interior .
“¡Soy feliz!, ¡Soy feliz!”
¿Y; qué es exactamente, lo que existe en nuestro interior? – Para responder a ello, veamos – En el artículo V de las "Declaraciones de Seicho- No-Ie”, leemos: "Creemos que, como hijos de Dios, poseemos en nosotros mismos una posibilidad infinita y que, mediante el poder creador de la palabra, lograremos un estado de libertad absoluta”.SER HIJO DE DIOS, DICHO EN OTRAS PALABRAS, SIGNIFICA: “SER POSEEDOR, EN SU SER INTERNO, DE INFINITAS POSIBILIDADES”.
POSIBILIDADES INFINITAS Dios nos dio a cada uno de nosotros, incondicionalmente, la posibilidad infinita; pero si no tenemos conocimiento de esa posesión, ésta no se manifestará.
Solamente lo que se reconoce llega a existir”; por consiguiente, por más que exista en su interior la “posibilidad infinita”, sólo se manifestará aquella frac ción de esta posibilidad infinita” que sea reconocida . Si por ejemplo, alguien me diera la cantidad de diez millones de yens, y yo sólo fuera capaz de encontrar cien mil de esos diez millones, seré poseedor de una riqueza de cien mil yens, y el resto será igual que si no existiese. De manera semejante, Dios nos dio a cada uno de nosotros una posibilidad infinita, pero si reconocemos sólo una pequeña fracción de ese todo, esto es, no nos percatamos de él en su mayor magnitud, parecerá entonces que tenemos una pequeña capacidad. Por esta razón Seicho- No-Ie enseña el valor del “poder de la palabra”, para que usted mismo sea capaz de manifestar esas “infinitas posibilidades”. No debemos emplear malas palabras para con nosotros mismos; debemos estimularnos a nosotros mismos con muy buenas palabras y, por medio del poder de la palabra, debemos percibir las infinitas posibilidades que ya existen en nosotros, y hacer que éstas se manifiesten cada vez más, para abrir ante nosotros un nuevo y maravilloso destino.
LA ESTRUCTURA DE LA PALABRA ES MUY DELICADA
PENSAMIENTO, VOZ Y EXPRESIÓN
Conocemos ya el principio de que el destino se determina de acuerdo con el “pensamiento” que se sembró en la “mente”, y también que lo que siembra este pensamiento en la mente es lapalabra. Podemos, por tanto, concluir que es lapalabra la que gobierna el destino del hombre. Surge entonces la siguiente cuestión. “¿Qué es la palabra?" En el libro “LA VERDAD DE LA VIDA”, Volumen I, está escrito: “En Seicho-No-Ie se da el nombre de palabra a todos los tipos de vibraciones, inclusive a aquellas que son inaudibles al oído humano, tales como las ondas etéreas (hertzianas y similares), y las ondas mentales; sin embargo, en nuestra vida práctica, el pensamiento, la palabra hablada y la expresión fisonómica, constituyen las palabras que más pesan en la determinación, ya sea buena o mala, de nuestro destino. Como podemos ver, para nosotros palabra significa esas tres Formas: pensamiento, palabra hablada y expresión fisonómica. Por tanto, buenas palabras crean el buen destino, significa, en último análisis, que los buenos pensamientos, las
buenas palabras habladas y las expresiones fisonómicas son las que forman un buen destino. Cuando se dicen buenas palabras, éstas se vuelven la fuerza creadora de los buenos pensamientos, y los buenos pensamientos crean buenas expresiones fisonómicas; luego los tres integrantes constituyen un cuerpo único. En estas condiciones, si hubiera falla de
cualquiera de estos tres, componentes, ya no sería la palabra verdadera. Comprendiendo perfectamente esto, y procurando siempre mejorar estos tres integrantes, podremos hacer florecer un destino feliz. En un sentido estricto, “palabra” se refiere a la palabra hablada, y este sonido, sin que nos percatemos, va produciendo enormes consecuencias; por esto es importante que no hablemos de cosas malas. Especialmente, las malas palabras muchas veces repetidas, son captadas por los oídos y van a constituir las semillas de la mente, y a la postre producirán un mal destino .
TANTO ORÓ POR UNOS CABELLOS NEGROS Cuando en Seicho-No-Ie decimos: “ESTE MUNDO SE MANIFIESTA EXACTAMENTE COMO CADA UNO DESEA”, hay personas que protestan con vehemencia, diciendo: “¡Eso es absurdo! Jamás acontecen las cosas como las pienso. Sin embargo, a esas mismas personas todo les acontece tal como piensan; si no, analicemos: ellas creen que las cosas “nunca acontecen como piensan” y por esto mismo, de acuerdo con su creencia “las cosas no les suceden como ellas piensan”. Cierta señora, cuyos cabellos habían encanecido hasta la mitad, oró fervorosamente de la siguiente manera: “Bondadoso Dios: haz que mis cabellos se pongan negros”. Y, en poco tiempo, sus cabellos se pusieron totalmente blancos. Es muy probable que a las personas que les haya sucedido algo semejante reclamen a Dios, diciendo que Dios no atendió sus súplicas; pero el mal está en la forma de hacer la oración, y no es que Dios sea malo. ¿Por qué pudo ocurrir esto? Cuando se pidió en oración: “haz*que mis cabellos se pongan negros’’, existe, a priori, el pensamiento: “porque mis cabellos están blancos. Este pensamiento se halla fuertemente impreso en la mente. Aun cuando este pensamiento no haya sido manifestado en palabras, el hecho de orar pidiendo que los cabellos se tornen negros, engendra el hecho de que se grabe todavía más en la mente, el pensamiento: “porque están blancos, porque están blancos”. Por consiguiente; cuando hagamos uso del poder de la palabra, debemos hacerlo creyendo que ya hemos logrado la realización de la condición anhelada, aún antes de haberlo concretado (EM: Es la certeza que surge de la FE que debemos tener cuando
creamos algo y d ecretamos su materialización).
Algunas personas dicen que parece una broma tonta el que digamos palabras como si ya se nos hubiera hecho realidad una cosa que, en verdad, todavía no se manifiesta. Sin embargo, la semilla es para sembrarse en un terreno donde nada existe aún, a efecto de manifestar aquello que todavía no se materializa.
LA EXTRAÑA FUERZA QUE POSEEN LAS CANCIONES Por las razones expuestas, también debemos tener mucho cuidado con las canciones. Las canciones son cantadas muchísimas veces y, sin que se advierta, las palabras dichas van constituyendo pensamientos que, como semillas, se siembran en la mente de quien las canta. Cierto matrimonio joven, que vivía muy satisfecho al principio de su casamiento, después de un lapso aproximado de un año, comenzó a hablar de separación, sin que en apariencia existiera una razón plausible. Se buscó la causa de aquel deseo de separación y se llegó a la conclusión siguiente. El esposo era un gran aficionado a la guitarra y tenía el hábito de cantar todos los días, al llegar de su trabajo, acompañándose de la guitarra. Se investigó, entonces, qué género de música prefería, y se descubrió que gustaba de las canciones de despedida” sólo de las cuales conocía trece variedades, ylas cantaba una tras otra con profundo deleite. Así fue como, sin saberlo; nació en el matrimonio el deseo de la separación. Una vez sabido esto, quedó demostrado que el poder de la palabra, junto con el hecho de cantar repetidas veces “canciones de despedida”, llegó a sembrar en la mente de los cónyuges la semilla de la “separación”. Habiéndoseles explicado con toda claridad estos mecanismos, dejó el esposo de cantar “canciones de despedida”, y el matrimonio volvió nuevamente a ser feliz. Aunque cómica y aparentemente falsa, esta es una historia verdadera. El hecho de que el matrimonio volviera a la antigua armonía, al hacer a un lado las canciones, es prueba de que llegaron a hablar de separación, debido al hábito de cantar repetidamente esas canciones.
Exceso de "canciones de despedida".
Por la misma razón, cuando en la juventud se cantan únicamente “canciones de bandidos”, se acaba por crear en quien los canta, el deseo de volverse un bandido. Yo mismo, allá por mis 16 o 17 años, gustaba mucho de las “canciones de los arrieros asaltantes” y, sin darme cuenta, las cantaba repetida mente, hasta que tuve la experiencia de querer, seriamente; volverme uno de aquellos arrieros asaltantes. Cuando le gusta a usted una canción, esto significa que su mente se sintoniza con las vibraciones de esa canción, y justamente se canta porque se establece la sintonía y, cuando la acción de cantar se repite, las palabras que componen la canción van moldeándose en forma de pensamientos dentro de la mente, y esto a su vez se manifestará en formas fenomenales. Por consiguiente, cuando una persona canta una y otra vez canciones tristes, con la excusa de que le gustan, el destino de ella se vuelve verdaderamente triste, de acuerdo con la letra de la música. Por esta razón, jamás debemos cantar canciones que contengan palabras indebidas (EM: Ha tener cuidado entonces con las canciones modernas de rap, ‘perreo’, rock pesado; y otros que viene alienando y desfigurando a nuestros adolescentes) .
SE PROHÍBEN TAMBIÉN, LAS PALABRAS DE COMPASIÓN Como hemos visto, cuando pronunciamos las palabras que escuchamos, en primer lugar se constituyen en pensamiento dentro de nuestra mente y, en segundo lugar, se manifiestan en forma de destino. Por consiguiente, de ninguna manera debemos dirigir palabras indebidas a las personas que viven a nuestro rededor. Especialmente con aquellas personas que pasan la mayor parte del tiempo en nuestra compañía, como es el caso de nuestros familiares, nuestros amigos y nuestros compañeros de trabajo, se corre el grave peligro de influir en la suerte de ellas, pues, si les dirigimos repetidamente palabras indebidas, les creamos pensamientos exactamente iguales a las palabras, y tales pensamientos se convierten en las semillas de la mente. Cuando decimos a alguien: “No existe persona con más mala suerte que tú", podremos pensar que estamos consolando al prójimo; pero, al repetir varias veces ese tipo de consolación, acabamos haciéndole creer, realmente, “Soy una persona de mala suerte”, y al final esto arruina, en verdad, su destino. Se trata, pues, verdaderamente de algo aterrador. Decir muchas veces a un hermano: “Entre los hermanos, tú eres el más tonto”, hará que él acabe por pensar realmente así: “Yo soy untonto” y, por último, surgirá en su vida una condición que verdaderamente manifestará el estado de tontería. Cuando, entre los hermanos, haya alguien que parezca un poco carente de inteligencia, deberá decírsele: “Tú eres inteligente; tú eres el más inteligente”. Mediante el poder de la palabra, deberá hacérsele pensar: “Yo soy inteligente”. En suma, el sembrar lasemilla llamada, “soy inteligente, constituye el verdadero amor. Hay personas que dicen: “Decir que el bobo es bobo, es decir la verdad. ¿Qué mal hay en ello?” Sin embargo, por llamarle bobo al bobo, dado el poder de la palabra, acaba éste siendo bobo en definitiva. Principalmente con aquél que parece bobo, hay necesidad de sembrarle, a través del poder de la palabra, la semi lla: “Soy inteligente”. Hay personas que tienen el vicio de decir: "Soy débil de nacimiento. Si una persona débil dice que está débil, se vuelve todavía más débil. Las personas que se dicen débil de nacimiento, casi siempre son personas que arbitrariamente piensan que lo son y, aun cuando nosotros, los médicos, comprobamos que no son débiles en modo alguno, ellas
mismas deducen en su mente que son débiles.
SOY DÉBIL DE NACIMIENTO Una muchacha de 24 años fue a consultarme en cierta ocasión, a cada cosa que yo le decía, cual si padeciese de un automatismo, me contestaba: "Mi cuerpo es débil de nacimiento". Como su insistencia en contestar que era "débil de nacimiento”, resultaba enfadosa, le dije: "Quiero hacerle una pregunta, señorita. Usted dice que es débil de nacimiento; pero ¿Quién decidió esto?" "Nadie en especial. Soy débil desde que nací”. "Si nadie decidió que usted es débil de nacimiento, no me explico entonces porque se volvió débil. ¿Por qué se siente débil?" “Es que nací de ocho meses. Por eso. Hasta ese momento comprendí los motivos que tenía esa muchacha para repetir, como un vicio, que era débil de nacimiento. Interrogándola adecuadamente, supe que había nacido de ocho meses, es decir; un poco antes de lo normal. Por el hecho de haber nacido prematuramente, su madre pasó grandes penalidades para criarla bien. Por lo que ella recordaba, supe que su madre tenía el vicio de decirle: “Tú eres débil, pues naciste de ocho meses”. Es lógico, pues, que la chica estuviese pensando obstinadamente: “Soy débil de nacimiento”. La madre debe de haber dicho esas palabras por amor a su hija; sin embargo, hacer que la hija pensara que su cuerpo era débil, tendría la consecuencia de debilitar realmente el cuerpo de la hija. Si usted ama verdaderamente a su hija, o hijo; y desea que ésta sea fuerte, no deberá emplear palabras como esas. UN AMOR FALTO DE SABIDURÍA, ES EN MUCHAS OCASIONES HASTA MALÉFICO PARA EL SER AMADO .
NO BASTA LA DEDICACIÓN Personas hay quienes afirman que, para realizar cualquier cosa, bastará con poner
una extraordinaria dedicación en ellas, para que todo vaya bien; sin embargo, quien no conozca las leyes, por más que se dedique con toda su buena voluntad, en nada conseguirá un buen éxito. Una persona que no sepa manejar, por más que se agote en la dedicación, no conseguirá poner en marcha el automóvil y, si por casualidad lograse arrancarlo, acabaría atropellando a alguien. Si una persona que nada entiende de televisión, quisiera arreglar un televisor descompuesto y se dedicara intensamente a repararlo, no conseguiría arreglar el desperfecto, y sí en cambio, hasta podría descuidadamente tocar el condensador y lastimarse. Como vemos, una dedicación que desconozca las leyes, no podrá ser provechosa. Sin un conocimiento de las leyes de la mente, por más que un hombre se dedique, pensando en llegar a ser feliz, su esfuerzo será infructuoso. Una persona que piense que su cuerpo es débil, deberá repetir, como si se tratase de un automatismo: ¡Soy fuerte, soy fuerte!” Y las personas quelo rodeen también deberán decirle repetidamente: “Tú estás sano…” Esto hará que la persona se vuelva saludable. Es una actitud propia de quien no conoce las leyes de la mente, el decir al hijo: “Estudia; estudia, porque tú eres unburro… Así es como mediante el poder de la palabra, se arruina al hijo, induciéndole la sugestión, por el uso de malas palabras. Una esposa que diga, por ejemplo, repetidas veces a su marido: “Por favor, ten más cuidado; tú siempre has sido muy negligente”, hará que su esposo termine siendo un auténtico desvalido. Del mismo modo, todos esos pequeños términos que a diario usamos, debemos emplearlos conociendo a fondo el poder de las palabras, si no, por más que nos esforcemos, en impulsar el progreso y mejoría del esposo, la esposa, y los hijos, estaremos yendo en una dirección que podría resultar perjudicial.
EXTRACTANDO AL MÁXIMO Es muy bueno decir constantemente: “Soy inteligente ”, “Soy sano”, “Soy de buen carácter”, pero, resumiendo todo eso en un fundamento único se dice así: “Yo soy un hijo de Dios” (EM: Nótese la importancia de anteponer Yo a Soy, que es usado al menos en
un 95% en todos los libros de la Filosofía Seicho-No-Ie; y ahora reflexione: ¿Se imagina Ud. lo que sucedería si a ese 95% de las afirmaciones citadas en Seicho-No-Ie, se le antepone el nombre de Dios? – Es decir; si Ud. afirma o decreta categóricamente desde Su propia Alma “Yo Soy…”, en vez de “Soy…”) .
EL CACHORRO DE PERRO, ES PERRO; EL CACHORRO DE GATO, ES GATO; EL HIJO DE DIOS, ES DIOS. O sea; cuando usted se persuade de que es un hijo de Dios, esto es, de que usted y Dios son uno, un solo cuerpo; todo lo que usted afirme se puede lograr ; pues, ¿Qué hay que no pueda lograr o alcanzar el hijo de Dios o Dios mismo?. De la misma manera que canta el KANRO NO HOOU (Lluvia Nectárea de Doctrinas Sagradas): “Cuando Dios se revela; es Bien, es Justicia, es Misericordia; por sí se instala la Armonía, se ajusta cada uno en su respectivo lugar y no hay disensiones, no hay quien hiera a su prójimo, no hay quien padezca enfermedades, no hay quien sufra, no hay quien sea miserable”, se hace realidad ese mundo que es exclusivamente, el Bien; en el cual no hay contiendas ni discordias, y tampoco enfermedades, sufrimientos ni pobrezas. Por lo tanto, reconocer con profundidad y certeza que es usted un hijo de Dios, constituye la única fuerza motriz capaz de extraer su máxima capacidad mental y usted va dominando, a su entera satisfacción, su destino.
PRIMERO DECIDAMOS EN LA MENTE
“LAS HECHICERAS DEL ORIENTE”
Aquello que se repite innumerables veces en forma de “palabra”, se transforma en convicción. Tener el ideal firmemente determinado en esa convicción, es la cosa más importante para que manifestemos la forma deseada (EM: Es el concepto más sencillo de lo que significa decretar; y mejor aún si parte desde el Alma o Yo Superior). Leí un libro escrito por el técnico Daimatsu, del equipo femenino de voleibol del Japón, el cual se consagró campeón olímpico, y cuyas atletas fueron cono cidas como “Las Hechiceras de Oriente”. Mucho me emocionó esa lectura. En primer lugar, el técnico Daimatsu decidió en la mente lo siguiente: “Formaré un equipo femenino de voleibol, que será el mejor del mundo”. A continuación, informó sobre su decisión a las componentes del equipo: “Seremos los primeros del mundo”. Luego, las atletas también decidieron en sus mentes: “Seremos las mejores del mundo”. Después, se pensó en la forma de entrenamiento y en las tácticas del juego necesarios para que llegaran a ser campeonas mundiales, y pusieron en práctica lo que fue decidido. Únicamente porque había la firme y ardiente decisión de volverse las “mejores del mundo”, en cada una de las atletas, fue posible que ellas se dedicaran a los arduos entrenamientos nocturnos, de cinco a siete horas, después de un día de trabajo, de las 8 de la mañana a las 4 y media de la tarde, como empleadas normales de empresa, durmiendo solamente cinco horas diarias. Creo que si no hubiera existido esa decisión: “seremos campeonas”, el régimen de arduos entrenamientos no hubiera podido seguir adelante. Dicen que durante el adiestramiento en ‘zambullidas’, las atletas quedaban con el cuerpo cubierto de equimosis (magulladuras).
Las atletas no desistieron, y continuaron así hasta lograr la victoria final porque había en sus mentes la decisión: “Nos volveremos las mejores del mundo’’; y sabían que para tornarse realmente en las mejores del mundo precisaban realmente someterse a aquellos rigurosos entrenamientos. En general se dice que el equipo Nichibo se volvió campeón olímpico porque se sometió a arduos entrenamientos; pero yo diría que éste se volvió el mejor del mundo porque sus componentes primero resolvieron en la mente: “Seremos campeonas", y fue por esto que se entrenaron tan esforzadamente.
Nichibo — vencedoras por la mente
UNA VISIÓN FUNDAMENTAL DE LA VIDA Cuando estamos a punto de iniciar algo, sea lo que fuere, antes que nada necesitamos decidir firmemente esa cosa en nuestra “mente”. Habiendo adopta do primero, la firme decisión de “llegar a ser un gran pianista”, debo decidir en seguida qué será necesario hacer para concretizar esta decisión. A mí me ocurrió que decidí convertirme en médico; fue por ello que ingresé a la facultad de medicina. Aquél que
decida llegar a ser un buen administrador, tendrá que delinear los pasos a tomar para alcanzar su meta. Antes que otra cosa, afirme usted muy claramente la siguiente visión fundamental de la vida: “Soy un hijo de Dios” (EM: Insisto; mejor aún si afirmo “Yo Soy hijo de Dios”). Es sumamente importante reconocer con absoluta claridad esta imagen srcinal del hombre: EL HOMBRE ES UN HIJO DE DIOS; y a continuación, decir en lo más profundo de la “mente”: “Soy un hijo de Dios”, y “en mí residen posibilidades infinitas”. Pro cediendo en este modo, en seguida decidirá cómo deberá vivir, qué tipo de vida deberá observar. Cuando una persona decide en su mente: “Soy un hijo de Dios”, su vida se modifica de acuerdo con la firmeza de esa convicción, de ese reconocimiento . Un hombre que a sabiendas de que es un hijo de Dios, siente a veces deseos de vivir una vida no correspondiente a la de un hijo de Dios, apoyándose en la justificación de que sólo lo es un poco, demostrará que aún no posee la convicción firmemente asentada de que es un hijo de Dios. Tales deseos surgirán en él, porque no se ha reconocido a sí mismo como verdadero hijo de Dios; esto es, no ha resuelto verdaderamente, que es un hijo de Dios. La decisión que una persona adopte verdaderamente en su mente, jamás dejará de manifestarse como acción. Mientras eso no se manifiesta, es señal de que no hubo una decisión auténtica. ‘Decidir en la mente”, es cosa que no cuesta siquiera un tostón, y no precisa de ninguna ayuda de otros; es algo que usted puede realizar enteramente solo. Razonando así, llegamos a la comprensión de que, lo que gobierna el destino de una persona es la mente de esa persona, y la decisión de esa mente está al exclusivo cargo de su dueño; por lo tanto, el único responsable de su destino es la propia persona, y ella es quien precisa dominarlo.
LA "FELICIDAD”, CON LAS PROPIAS MANOS
LA VIDA ES UNA SUCESION DE PROBLEMAS
LA “FELICIDAD” CON LAS PROPIAS MANOS
Muchas personas piensan que la “felicidad” es una cosa que inesperadamente, alguien nos trae. Yo también, antes de conocer Seicho-No-Ie, pensaba de esta manera. Por esto, si algún amigo se volvía “feliz”, sentía gran envidia y así murmuraba: “Ese descarado es un sujeto de suerte”. Semejante sentimiento; esto es, que se siente celos por la “felicidad de un amigo”, analizado de otra manera significa: “Aquel descarado tiene suerte, y yo tengo mala suerte”. En consecuencia, esto lleva a reconocer su propia mala suerte, y se menosprecia a sí mismo, viviendo entonces una vida sin alegría. La encrucijada que hace la vida "feliz” o “infeliz”, está en la manera como se resuelve un problema cuando este surge al frente.
LA VIDA ES UNA SUCESIÓN DE PROBLEMAS De hecho, como bien se dice; la vida es una sucesión de problemas. El profesor Seki, nuestro profesor de Anatomía, nos decía cuando éramos estudiantes: “Siempre que estoy investigando, respecto de un problema de estudio dado, vivo con el pensamiento ligado a él día y noche, y vivo con la impresión de que estoy siendo perseguido por ese problema. Después de varios años, cuando resuelvo el problema, me invade un sentimiento de alegría por haber llegado al fin; mas, a esas alturas; y preciso hacer frente al problema
siguiente. Probablemente pasaré mi vida siempre perseguido por los problemas de investigación. Esto se refiere al trabajo; pero, en relación con la familia, los amigos, la escuela, el empleo; en fin, en cualquier lugar, la sucesión de varios problemas es la vida.
Los problemas existen para ser resueltos
RESOLVAMOS LOS PROBLEMAS DIFICILES CON ENTUSIASMO
NO ES BUENO HUIR SIEMPRE
Lo más importante para hacer "feliz” la vida, es no buscar huir de los problemas que surjan adelante, por más difíciles que sean. Con la disculpa de que el problema es difícil, si huye de él, ese problema quedará almacenado sin solución, y cuando se acumulen muchos, esos problemas harán sufrir su corazón. Quien dice no querer presentar exámenes, porque los exámenes de admisión son muy difíciles, y de esa manera vive esquivándolos, sin presentarlos, no podrá jamás volverse universitario. A pesar que sean difíciles, es necesario presentar los exámenes de admisión, y ser aprobado en ellos, para convertirse en universitario.
ESCUELA LA TIERRA El Dr. Masaharu Taniguchi nos enseña que esta vida; esto es, la vida terrena, es como una escuela: una escuela para perfeccionar nuestra alma. Nacemos en la tierra para, a través de la vida terrena, pulir nuestra alma. Por consiguiente, jamás debemos huir de los diversos problemas con los cuales nos enfrentamos en nuestra vida aquí en la tierra, pues ellos son problemas que sirven para perfeccionar nuestra alma . Si los profesionales de la lucha libre poseen esos voluminosos músculos, es porque practican constantemente, a base de arduos esfuerzos, ejercicios de levantamiento de pesas con tamaños que las personas comunes no consiguen levantar. Si ellos dijeran que es muy cansado levantar esos enormes pesos, y se ejercitasen con una cosa ligera, como
un lápiz por ejemplo, no hay duda alguna de que jamás conseguirían esa gran musculatura. Como los músculos son visibles, esto se comprende fácilmente. El alma, sin embargo, que es invisible a los ojos, se desarrolla grandemente al afrontar y resolver, uno a uno, los problemas que parecen muy difíciles de ser resueltos. Lo mismo acontece también con el entrenamiento espiritual.
DENTRO DE CADA UNO EXISTE UNA FUERZA INFINITA
NO SE DESANIME
Cuando enfrentamos algún problema de difícil solución, pensamos: “¡Qué barbaridad!; este problema tan difícil no lo puedo resolver; ¡estoy perdido!”. En muchos casos, esto se debe al hecho de que no hemos tenido que resolver, hasta entonces, esta clase de problemas. Cuando se adquiere una vez la experiencia y se resuelve, la segunda vez se vuelve mucho más fácil dar con la solución. Al enfrentarse a un problema difícil, lo importante es, en primer lugar, tener plena confianza en “soy capaz de resolver infaliblemente este problema”. Pero, si cree que existe algún punto dentro del problema, que no sea capaz de solucionar por sí solo, debe acudir con el padre, madre, hermano o hermana mayor, una persona más experta que usted o con un buen amigo. Quien le va a ayudar además de acreditarle confianza, debe ser la más capacitada, para darle la orientación más adecuada para solucionar el problema. Y tomando en cuenta ese consejo, debe actuar por sí solo. No debe pensar que por el hecho de recibir orientación de otra persona, no fue el solucionador del problema. No importa de quién haya recibido la orientación, el problema es suyo, por eso, al final de cuentas, es usted quien lo resuelve. Todos los hombres, sin distinción, poseen en su interior una fuerza inagotable; pero hay muchas personas que no son conscientes de poseer esta fuerza infinita . Cuando surge un problema, a primera vista sin solución, si se hace un esfuerzo decidido por resolverlo, la fuerza que está en su interior como presencia desconocida, comienza a
manifestarse.
Hasta conseguirlo, ¡no desistiré!
Por tanto, cuando se hace frente a problemas difíciles, mientras más se solucionen tales problemas, más se va descubriendo la fuerza que está enterrada en su interior. En otras palabras, los problemas difíciles desempeñan la importante función de desenterrar la fuerza i nfinita de cada uno.
EL CONSEJO TAMBIÉN ES IMPORTANTE El Sr. Oho, como beisbolista un excelente bateador, entrena de continuo bajo la vigilancia de su entrenador, y de éste recibe diversos consejos. Por muchas orientaciones que el jugador Oho reciba, ellas no significan, en modo alguno, una disminución para su
valor personal; en cambio, debemos elogiarlo porque obedece humildemente los consejos buenos, pues por buenos que sean los consejos, quien los pone en práctica es el atleta Oho. De la misma manera, para nosotros es importante, en nuestra vida, que al enfrentar cualquier problema recibamos consejos de varias personas y los pongamos en práctica. Cuando se oye un consejo y se conoce la manera de proceder, y se pone en práctica lo que se aprendió, uno percibe el hecho de que dentro de sí existía esa fuerza que hasta entonces había permanecido ignorada. También a mí, muchas veces me aconsejaron que escribiera yo un libro; pero como yo pensaba que en mí no había capacidad para escribir, no lo hacía. Sin embargo, fueron tan frecuentes las invitaciones para publicar algo, que resolví escribir, y entonces supe que yo también era capaz de escribir un libro. La capacidad de escribir existía latente en mí, mas quien me hizo percibir eso fue un buen amigo con más experiencia. El hombre, sea quien sea, posee en su interior una fuerza infinita que él mismo desconoce. En consecuencia, es i mportante que se enfrente valientemente al problema, sea cual fuere su naturaleza, con una fuerte convicción de que la fuerza necesaria para resolverlo se halla dentro de él. El beisbolista Oho que cité antes, no era desde el principio el excelente jugador que hoy conocemos. El acumuló entrenamiento sobre entrenamiento, hasta extraer de su interior la fuerza que estaba latente en sí mismo.
QUE HACER PARA PRODUCIR LA FUERZA MAXIMA
SÉ QUE POSEO MÁS...
Hay personas que dicen: "Tengo la impresión de haber entendido que el hombre es poseedor de una fuerza infinita; pero esa fuerza infinita no se manifiesta a satisfacción; ¿Qué debo hacer? - Para producir esa fuerza infinita es conveniente emplear el poder de la palabra. Aun cuando se manifieste ante nuestros ojos un acontecimiento muy
indeseable, es preciso creer firmemente que eso no es sino una condición transitoria para llegar a ver cosas mucho mejores, que con eso se va a mejorar, que en el mundo creado por Dios no es posible que existan cosas malas y, mediante la fuerza de la palabra, hacer que esa creencia se vuelva una realidad. A continuación, quiero presentar la experiencia de la señorita S., relatada en la carta que me fue enviada por su padre.
EN BUENA HORA SE TERMINÓ EL NOVIAZGO "Mi hija S. había ingresado al Renseikai (Seminario de Estudios de Seicho-No-Ie) para jóvenes, en la Escuela de Entrenamiento Espiritual de Tobitakiyu. Una vez fue novia de un joven durante algún tiempo; pero tuvieron que romper el noviazgo. A propósito del rompimiento, conversando en cierta ocasión al respecto, me dijo lo siguiente: “Dios hizo que mi noviazgo terminase, porque existe otro joven mucho mejor. En el futuro surgirá, para mí, mi cara mitad mucho mejor. Esto es lo que pienso y así rezo de continuo mientras pedaleo en la bicicleta, cuando voy y vuelvo del trabajo.
Pasados seis meses, un hermoso día, inesperadamente una tía de Tokyo nos trajo la noticia sobre la boda. Supe, se trataba de un joven, muy buena persona; se comprendieron muy bien y todo resultó armónico. Era un joven de 24 años que, entre muchos candidatos, fue escogido para el cargo de director de una sucursal en la negociación de un pariente nuestro. Ahora ellos están viviendo muy felices, y están esperando recibir un hijo de Dios. Muchas gracias”.
SER OPTIMISTA Al leer esta carta sentí una gran alegría. Normalmente, una joven que está de novia y, después de algún tiempo ve deshecho el noviazgo, piensa con toda probabilidad: "Soy una desdichada. Soy una joven a quien no quieren los muchachos. En vista de que estuve de novia, y el noviazgo no resultó, ¿Qué van a decir los otros? - Pienso que andarán diciendo por ahí que mi noviazgo se deshizo, acaso porque soy una joven con defectos; que soy una muchacha que nadie tomaría por esposa. Soy una infeliz, y quien me hizo desgraciada fue el hombre que rompió el noviazgo”. Y, de esta manera, por sí misma decidiría que es desdichada, que está perdida y, aparte de eso, incluso odiaría al joven. Estas cosas acontecen muy a menudo. Cuando se afronta un problema desagradable y difícil, como es el caso de un rompimiento entre novios, la actitud mental con que se recibe el problema es la que construirá la suerte que vendrá en seguida. La señorita S., cuando se vio cara a cara con semejante problema, creyó y oro de esta manera: “El rompimiento de mi noviazgo con aquel muchacho, ocurrió porque existe para mí un mejor muchacho. Infaliblemente se presentará ante mí, mi cara mitad mucho mejor”. Así oraba fervorosamente, siempre que podía, tanto cuando se dirigía hacia el trabajo, como cuando de él regresaba.
ORACIÓN PARA MEJORAR EL DESTINO Esta es una oración muy eficiente para dominar eldestino, y está basada en la “ley de la mente”.
1.
En las realizaciones de Dios, jamás existe el mal. Confiando en Dios,
infaliblemente se logrará la mejoría. 2.
Dentro de mí está Dios. Soy hijo de Dios, y soy uno con Dios. Por
consiguiente, no hay posibilidad de que me ocurra ningún mal. 3.
No importa que a mí me parezcan las cosas difíciles, dolorosas y
desagradables; ellas son las señales precursoras de que con toda seguridad se presentarán mejorías (progresos). Los fenómenos que parecen acontecimientos malos, son estados transitorios de los errores que están desapareciendo. 4.
Aun cuando enfrente yo un acontecimiento que parezca inmensamente
difícil, dentro de mí está Dios — la Posibilidad Infinita —; por eso soy capaz de resolverlo infaliblemente. 5.
A pesar de tener presente ante mis ojos una situación muy difícil, si oro
fervorosamente sólo cosas buenas — esto es, mentalizando continuamente el mundo creado por Dios, que es exclusivamente el Bien— con toda seguridad se manifestarán cosas buenas. La señorita S. nos enseña a través de su experiencia que, por medio de estos cinco pensamientos, una persona puede hacer que se exteriorice la fuerza infinita de su interior.
LA “FELICIDAD” ESTA EN LA “PREPARACION ESPIRITUAL” CON QUE SE ENCARA EL PROBLEMA
LA FELICIDAD VIENE DE LA PREPARACIÓN ES PIRITUAL
Cuando aparece un problema, según sea la preparación espiritual que se posea para enfrentarlo, vendrá la felicidad o la infelicidad. Siendo la vida una sucesión de problemas, cuando se manifiesta un problema, sea el que fuere, si la preparación espiritual para enfrentarlo fuera una buena preparación espiritual, como en el caso de la
señorita S., a través de ese problema se podría conseguir la felicidad. En el caso de la señorita S., si ella se hubiera menospreciado a sí misma, no digo ya si se hubiera degradado totalmente, pero si se hubiera abandonado a un sentimiento de auto menosprecio, hubiera terminado odiando a otro, acusándolo de su infelicidad, con lo cual ella se habría vuelto más desdichada, y enviaría al otro, pensamientos de odio; haciendo que el otro también se volviese infeliz. Por lo tanto, la felicidad o infelicidad no están contenidas, intrínsecamente, en los problemas con que nos topamos: están en la preparación espiritual que va a encarar el problema. En otras palabras, el problema no se
encuentra en el exterior, pues, antes que eso; es un problema que se halla en la mente del individuo.
VER SOLAMENTE LA FAZ ILUMINADA Hay personas que se vuelven desdichadas por causa de una enfermedad, y hay
personas que hacen de la enfermedad una oportunidad para volverse “felices”. Yo soy de aquellos que, habiendo enfermado, tuve la oportunidad de entrar en contacto con Seicho-No-Ie y me volví “feliz”. Personas hay que, diciendo haber sido despedidas de un empleo, viven amargadas, y se vuelven “infelices”. Sin embargo, existen otras que, por el hecho de haber sido cesadas de un empleo, por el contrario, se tornan “felices” al haber conseguido empleo en una mejor empresa. Hay personas que se volvieron “infelices” por haber sido víctimas de un incendio; mas hay otras que, por el hecho de haber sido víctimas de un incendio, se levantaron con todo aplomo y seriedad, y consiguieron mayores éxitos. Por consiguiente, sea cual fuere el problema surgido, es importante sustentar una firme convicción como ésta: “Con esta condición voy a mejorar todavía más. En el mundo creado por Dios, jamás puede surgir una cosa mala. Lo que aparentemente es malo, es la imagen del momento en que se están apagando todas mis pasadas ilusiones. Con absoluta certeza, todo mejorará. Con esto, todo va a mejorar”. Y, en tales momentos, más que nunca, deberá decir para usted mismo esas palabras, empleando la “fuerza de la palabra”. Un renombrado pensador americano, el profesor G. Clark, dice así: “El momento supremo para el pensamiento humano, es el primer paso hacia Dios”; y también dice: “Mala noticia, es buena noticia’. En el Artículo V de las “Normas de Conducta, del Practicante de Seicho-No-Ie”, está escrito: “Siempre ve, únicamente, la faz iluminada de las personas, de los contecimientos a y de las cosas; y jamás veas el lado oscuro”. Y, en el Artículo VII, dice así: Considera la Vida de Dios, la vida del hombre, y avanza creyendo siempre en la infalible victoria”. Por lo tanto, como se ve; nuestra vida no es la vida individua l, no es la “vida humana” vivida por el “individuo”; es “la Vida de Dios” vivida por “Dios” . Sabedor de esto, avanzar en línea recta, firmemente convencido de que progresará infaliblemente, que infaliblemente vencerá, es el verdadero modus vivendi de Seicho-No-Ie, y es el vivir que permite asir la “felicidad” con las propias manos .
MISTERIOSA "ORGANIZACION” DE LA MENTE
DOMINAR EL “CUERPO”
EL MISTERIO DEL “CUERPO”
Hay personas que piensan, que el “cuerpo" es una “aglomeración" de materia, llamada aire o alimentos, por el hecho de que el “cuerpo" se mantiene vivo respirando aire y comiendo alimentos. Sin embargo, el cuerpo" no es una cosa resultante de la aglomeración de materia.
Si fuese reunión de alimentos.
Si fuera el cuerpo un aglomeramiento de materia, al variar la comida el “cuerpo" debería modificarse. No obstante, no importa que se coma solamente papas, o
únicamente calabazas, o exclusivamente maíz, no por esto el rostro se modifica. Si el rostro se modificara al alimentarse sólo de calabazas, o cuando sólo comiese papas, entonces, podríamos decir que el cuerpo humano es una aglomeración de alimento. Ahora bien: si el rostro es el mismo, independientemente del alimento que se ingiere, ello es prueba de que el cuerpo humano no es una aglomeración de materia. Aun cuando se coma cualquier cosa, esto no quiere decir que la comida irá a constituir directamente una parte del “cuerpo”. El alimento será totalmente des truido, y de ese producto se absorberá lo que fuese necesario y esto será integrado al “cuerpo”; lo que no fuese necesario será lanzado fuera, como heces excrementicias. Es probable que los lectores estén pensando que ya saben todo esto, pero reflexionemos un poco más profundamente.
¿SERÁ EL “CUERPO” UN AUTÓMATA? Destruir el alimento y absorber de él lo que es necesario, dicho así, parece la cosa más evidente: sin embargo, ¿Quién es el que realiza el trabajo de seleccionar lo que es necesario, y lo que no es? - Pensamos que es un trabajo natural que realizan los intestinos. Pero esos intestinos ¿De quién serán? y ¿Qué será la naturaleza?. Reflexionando así, vemos que es un asunto de veras difícil, que no comprendemos. Los intestinos de cada uno de los lectores, sin que los lectores lo perciban, realizan de modo natural ese trabajo. Y no son los intestinos de otro, son sus propios intestinos. Por lo tanto, deben de estar bajo su propio control. Son una parte del propio “cuerpo”, por eso deben estar bajo el control del propio individuo. No obstante, aunque no se piense: Espera. . . ¿Qué parte de la calabaza debo desechar, y qué parte debo aprovechar?” - Sin que se sepa, es decir; en forma natural, se realizará la selección y la absorción. Como vemos, aun cuando el individuo no lo advierta, existe una actividad que mueve maravillosamente los intestinos, el estómago, los pulmones, el corazón. Quien gobierna esas actividades es el sistema nervioso vegetativo (también se llama sistema nervioso involuntario). Y el sistema nervioso trabaja sin descanso, aun cuando estamos dormidos por la noche.
EL MISTERIOSO SUBCONCIENTE Cuando se da un nombre como el de sistema nervioso vegetativo, se queda uno con la impresión de que ha comprendido todo. Pero este sistema nervioso vegetativo es controlado por una mente que no aflora a la conciencia del propio individuo. A esta mente que, siendo del propio individuo, no es percibida por él; a esta mente verdaderamente misteriosa se da el nombre de subconsciente o mente subconsciente.
Bajo control de la mente consciente y de la mente subconsciente
Ese sistema nervioso vegetativo, ese sistema nervioso que trabaja aun cuando el individuo no sea consciente de ello, está igualmente controlado por la mente subconsciente. Esta “mente” (subconsciente), no obstante, es una “mente” que desempeña actividades diferentes de las de la mente (consciente) que sí aflora a la conciencia: de la mente que se conoce conscientemente. El sistema nervioso vegetativo, está controlado por aquella “mente” escondida. Coma lo que coma, tiene la misma cara que ayer (aunque en rigor hay un cambio de instante a instante). Quien realiza el trabajo de absorber de los alimentos, los elementos
necesarios, y dispone de tal modo que el rostro del individuo de hoy, sea el mismo que el de ayer ante los ojos de terceros, es la mente. Si por casualidad la mente dejara de funcionar, el “cuerpo” se desorganizaría totalmente. Para conocer verdaderamente la relación entre la “mente” y el “cuerpo”, es de suma importancia tener un conocimiento de la “mente” en el sentido amplio, es decir, que incluya tanto al consciente, como al subconsciente. El bebé, en general, hace popó algún tiempo después de mamar la leche materna. ¿Saben los lectores por qué?
RELACIÓN ENTRE LA MENTE Y LA DEFECACIÓN Cuando usted ve un ‘chamoy’ o un limón, la boca se le hace agua; aun cuando no lleven a su boca esos alimentos. La razón es que, al ver una cosa que parece ácida, se crea en nuestra mente el pensamiento parece ácida, y esto provoca una reacción en la boca como si de hecho, estuviéramos saboreando esos alimentos. Una cosa semejante ocurre en una criatura que bebe la leche materna. Cuando la leche de la madre entra en la boca del bebé, inmediatamente su estómago comienza a trabajar, preparándose para recibir la leche. Habiendo empezado a funcionar el estómago, el intestino delgado entra en actividad, pues sabe que poco después la leche llegará hasta él, debido a que ya llegó al estómago. Habiendo entrado en actividad el intestino delgado, por turno, el intestino grueso comienza su actividad, sabedor de que es preciso estar preparado, pues el intestino delgado ya comenzó a trabajar. Como se ve, cuando la leche entra en la boca, en seguida comienzan a trabajar escalonadamente el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. Debido a la actividad del intestino grueso, se efectuará una expulsión de excremento. Por consiguiente, a la hora en que la criatura defeca, después de terminar de mamar, será cuando el intestino grueso comience a funcionar, después de haber entrado en actividad, uno después de otro, el estómago y el intestino delgado. Empleando este efecto, es posible habituar a la criatura a satisfacer sus necesidades fisiológicas en un lapso de 5 a 10 minutos, después de ser amamantado.
El “cuerpo” humano, como se ve, es controlado por una “mente’’ que posee una coordinación. Es por esto que, a menudo, vemos niños de 2 a 3 años pedir a sus mamás, en plena comida, que los lleven al baño. Ese es el mismo mecanismo que observamos en el bebé. Sin embargo; el adulto, debido a la inconveniencia y lo incómodo de ir al baño a cada comida, decide en su mente ir una vez al día, y termina imponiendo ese hábito al cuerpo. El hábito es, al final de cuentas, una decisión de la mente, transformada en automatismo.
DECIDAMOS CON FIRMEZA
EL COMIENZO ES PENOSO, PERO...
Aquello que fue decidido en la mente, aun cuando al principio sea un tanto penoso, si se practica persistentemente por largo tiempo, dejará de ser penoso; cuando se vuelva una cosa rutinaria, entonces habremos creado un hábito. El hábito de visitar el baño una vez al día, porque así es más conveniente para nuestra vida adulta en sociedad, fue decidido en la mente. Pero, en el caso del bebé o el niño, como no han adquirido tal hábito, reclaman ir al baño cuantas veces toman alimento, y aún en plena comida. Desde el punto de vista fisiológico del cuerpo humano, o de la actividad de la mente, es posible que el bebé o el niño que sienten el deseo de ir al baño cada vez que comen, tengan toda la razón. No obstante, cuando se consigue el hábito de satisfacer con una visita diaria al baño, el cuerpo llegará a sentir esto como natural, sin ningún sacrificio y, es al final de cuentas; porque la mente domina al cuerpo. Por consiguiente, antes que nada; es importante que el hombre “decida en la mente”. Si usted quiere crear el hábito de levantarse temprano, será preciso, en primer lugar, que lo decida usted en su mente, con toda firmeza , de la manera siguiente: “Quiero levantarme temprano por la mañana”. Se trata, en suma; de tomar por iniciativa propia esa firme decisión. Aquí surge una pregunta: si una persona que tiene el hábito de levantarse tarde, hace la decisión en su mente, ¿Podrá de inmediato empezar a levantarse temprano? - Yo respondo: Las personas que logren decidir firmemente en sus mentes, podrán levantarse temprano. Pero debido al hecho de que el cuerpo está habituado a dormir hasta tarde, al principio podrán sentirse grandes dificultades. También, al principio se tiene la impresión de que será uno vencido por esta tremenda
dificultad que opone el “cuerpo”, el cual quiere dormir. Por esto; al principio es necesario persistir con denuedo y soportar esa dificultad.
LA CUESTIÓN ES EL GRADO DE LA DECISIÓN Cualquier persona que se decida a crear un nuevo hábito, tendrá que ser objetivamente; afectada por un sufrimiento o una incomodidad. Sin embargo, el que venza o se deje vencer por aquel sufrimiento, dependerá de la fuerza de la decisión inicial. En otras palabras, ello depende de si la persona ha impreso firmemente en su mente, su decisión; o si la bosquejó vagamente. Si la decisión fuera bastante firme, el sufrimiento será pequeño y desaparecerá pronto. De cualquier modo; si no se deja vencer por el sufrimiento y continúa soportándolo por algún tiempo, en breve el sufrimiento acabará por completo y se tornará en una cosa natural. Por esto es que, tratándose de horas de sueño, existen personas que dicen sentirse embotadas cuando no duermen de ocho a nueve horas y otras, en cambio, que la pasan muy bien con cuatro o cinco horas de sueño, y dicen sentirse atolondradas cuando duermen más horas. Todo esto es según el hábito de cada quien. Por consiguiente, lectores, poseer buenos hábitos es de suma importancia para toda la vida . Hay personas que piensan que es muy doloroso, y cosa que exige mucho esfuerzo, el adquirir buenos hábitos; pero tal cosa depende de si se es capaz o no de gobernar uno mismo, la propia “mente”. Aunque se quiera llegar a ser un gran jugador de béisbol, no bastará para conseguirlo el poseer un físico privilegiado y óptimas cualidades. Si no decide usted en la propia mente: "Me volveré un gran jugador”, no llegará a ser un gran jugador. Aun cuando alguien dijera a otra persona: “Tú tienes cualidades para llegar a ser un gran jugador de béisbol; debes practicarlo”, si la persona aludida contestase: "¡No me gusta el béisbol; por eso no lo practico!”, y no sintiera el deseo de convertirse en un jugador de béisbol, jamás llegará a serlo. Por todo lo anterior, antes que otra cosa, lo más importante es decidir firmemente en su mente.
GIMNÁSTICA ASESINA, AÚN PARA HOMBRES El entrenador Daimatsu, del mejor equipo femenino de voleibol, del mundo, decidió en su mente formar el equipo más poderoso del mundo, y transmitió esa decisión a las atletas, las cuales, a su vez, decidieron la misma cosa. Por ese motivo ellas pudieron someterse a los más arduos entrenamientos, pues éstos eran imprescindibles para materializar tal decisión. Conversando con el maestro de educación física Asakura, quien auxilió al entrenador Daimatsu en la formación del equipo Nichibo, llegué a saber cómo fue de violento el régimen de entrenamiento de las atletas. Dicen que existe una gimnasia demasiado violenta, ideada por un preparador físico de un equipo de béisbol profesional. Debido a su rudeza, esa gimnasia es conocida como gimnasia asesina.
Cualquier persona normal, después de 10 a 15 minutos de practicar esa gimnasia, queda completamente mareado y no es capaz de mantenerse de pie; pero las atletas de Nichibo eran capaces de practicarla durante 4 horas ininterrumpidas. Me informaron que en cierta ocasión, los atletas masculinos de cierta universidad, entrenaron junto con ellas y practicaron la misma gimnasia. Después de 30 minutos, todos ellos se hallaban tan
agotados, que no lograban siquiera mantenerse de pie. Las chicas pudieron soportar un entrenamiento tan violento, que los mismos atletas masculinos no soportaron más de 30 minutos, durante 4 horas, porque en la mente de todas las integrantes del equipo Nichibo existía la firme resolución de volverse campeonas mundiales, y sabían que todos aquellos rudos entrenamientos eran necesarios para alcanzar ese objetivo. Cuando observamos las actividades humanas, debido a que solamente el cuerpo es visible, muchas veces nos olvidamos de la “mente”, la cual no podemos ver; empero, no debemos olvidar que, si el cuerpo se mueve, es porque la mente lo está guiando. Si los lectores pensaran en llevar a cabo alguna cosa, será muy importante, en primer lugar, que la decidan en su mente con toda nitidez y firmeza. Una vez tomada esa decisión, los caminos a seguir para alcanzar el objetivo que fue decidido irán apareciendo paulatinamente. Si delineamos claramente el objetivo, dentro de nuestra mente, y decidimos con firmeza caminar hacia él, el cuerpo obedientemente, acompañará a la mente.
EL ROSTRO SE TRANSFORMA
PARA VOLVERSE HERMOSA
Cierta señora preguntó una vez a la señora Mey Lishiyama, renombrada especialista en el Arte de la cosmética, lo siguiente: “¿Qué es necesario para volverse bonita?’’ Yo estaba muy interesado en escuchar qué tipo de respuesta daría la señora Mey Ushiyama. Entonces, ella respondió: "Para volverse bonita, lo más importante es decidir volverse bonita”, La señora Mey Ushiyama respondió exactamente como yo habría respondido, por lo cual me quedé muy sorprendido. “Para volverse bonita, es fundamental decidir volverse bonita; es muy importante comprender estas palabras. Para que el físico se vuelva bello, es preciso decidir, en primer lugar en la mente, volverse hermosa; y tomar esta “decisión de tornarse bonita”, sólo es posible cuando hay una mente que piensa: “Soy capaz de volverme bonita”. Esta decisión: ‘Soy capaz de volverme bonita”, es posible cuando existe el “pensamiento que afirma: Soy una criatura que posee, srcinalmente, la capacidad de volverse bonita”. Y este “pensamiento”, sólo es posible, en último análisis, cuando existe en el fondo de la mente el pensamiento” que dice: “Yo soy bonita”. Por lo tanto, “decidir volverse bonita” se transforma, a fin de cuentas, en pensar: “En verdad, yo soy bonita”. Pero, por otra parte, la persona que tenga en su pensamiento lo siguiente: “Yo soy fea; no tengo posibilidad de volverme bonita”, por más que piense en volverse bonita, creerá: “¡Ah!, esto no m archa; yo no tengo posibilidades", se dejará vencer y no será capaz de resolver con firmeza: "Voy a volverme bonita”.
El Dr. Masaharu Taniguchi, hasta ahora, ha salvado a muchísimas personas, enseñándoles la manera de hacer vivir en la vida diaria estas dos verdades: “El hombre es un hijo de Dios”, y “Tanto el cuerpo como el ambiente, están totalmente gobernados por la mente”.
EXTRAÑO PODER DEL ROSTRO El hombre es hijo de Dios; por esto, srcinalmente, cualquier hombre es hermoso. Ningún hijo de Dios fue creado feo. Es muy importante antes que nada, que esto se crea muy firmemente, en el fondo de la mente. Cuando se cree en esto, debido al hecho de que el físico se encuentra a merced de la mente, la belleza llega a manifestarse . Decir persona bonita, no quiere decir aquella cuya forma de rostro es bonito. Por más bella que sea la forma de los ojos, de la nariz, de la boca, etc., hay personas que no nos parecen bonitas, y otras que nos lo parecen, a pesar de que no poseen individualmente, bonitos ojos, bonita nariz, bonita boca. Esto ocurre porque el “corazón” se manifiesta en la cara. Finalmente, la persona bella es la persona de hermoso corazón . Decidir: “Voy a volverme una persona hermosa”, es resolver: “Voy a volverme una persona de hermoso corazón”.
HASTA PARECÍA OTRA PERSONA Una misma persona puede usar trajes de colores vivos y trajes de colores sobrios. En cuanto al peinado, también puede usar el estilo que desee. Por lo que hace al maquillaje, vemos personas que usan colores inconvenientes y a veces, hasta se ven feas, a pesar de poseer un rostro estéticamente bello. Esto, finalmente, se debe a que, tanto el vestir como el maquillarse son manifestaciones de su mente, y piensan que tal o cual cosa es lo bello. A menudo pensamos que una persona se ve más bonita sin maquillaje; pero, lo más probable, es que ella piense lo contrario. En consecuencia, en el maquillaje se halla manifestada la mente de la persona. Entre las personas que nos visitan en la Escuela de Entrenamiento Espiritual de Tobitakiyu en Tokyo, hay muchas de ellas que cuando llegan, dan la impresión de ser un
poco malévolas o de malos instintos. Cuando, después de diez días de estudios, estas mismas personas regresan a sus hogares, son totalmente distintas y hasta cambian de manera de vestir, así como de maquillarse, y se van felizmente transformadas en otra persona. Hasta sus fisonomías cambian totalmente. No es que cambie la forma del rostro: si bien la forma del rostro es la misma, puesto que cambia la mente, también cambia radicalmente la fisonomía, dándonos la impresión de haberse transfigurado el rostro. Cuando la mente cambia, cambia igualmente su concepto en relación con la belleza; por esta razón, el modo de maquillarse usado hasta ese momento, el cual se creía hermoso, se vuelve indeseable y la persona empieza a maquillarse para vivificar su belleza innata. Se narra, incluso, la historia verídica de un hombre que, después de diez días de estudios, volvió a su hogar con el corazón repleto de sentimientos de gratitud, y cuando dijo: “muchas gracias” con las manos en actitud de oración, le preguntaron en casa: "¿Quién es usted, señor? - Tan grande era la transformación de su fisonomía y actitud, comparada con las de diez días antes, que hasta los miembros de la familia no lo reconocían. Este es un ejemplo auténtico de un caso en que la persona se volvió completamente diferente, como si se tratase de una nueva persona, tanto en fisonomía, como en actitud; debido a que la mente se transformó de manera radical.
EL ARTISTA ES UN BUEN EJEMPLO Un ejemplo muy bueno de esto, es el caso del artista o el actor. Cuando el actor hace el papel de un joven, pone de manifiesto la idea del joven, y la misma persona, cuando desempeña el papel de un viejo, nos da la impresión de un verdadero anciano. Este fenómeno de versatilidad se da en una misma persona por que cuando desempeña el papel de joven, transforma su mente en una mente de joven; y, cuando desempeña el papel de viejo, transforma su mente en la de un viejo; y ajustando su cuerpo al papel determinado, actúa o se comporta de acuerdo con el papel. Cuando hace papeles de villano, hace una cara y adopta las actitudes de un verdadero villano; y, cuando desempeña el papel de una buena persona, hace la cara y toma la actitud de un buen hombre. Cuanto mejor sea el actor o artista, es más capaz de identificarse con el papel que le fue atribuido. Identificarse es tornarse poseedor por
medio de la mente, de los mismos sentimientos de la persona que se está representando. En suma, sólo porque el artista es capaz de identificarse con la mente de la persona, cuyo papel le fue confiado, es que consigue dar expresión en su rostro y actitudes de los
sentimientos del individuo que personifica. Un mismo artista, cuando piensa en representar el papel de un villano, muestra la fisonomía y actitudes de una persona maligna; y cuando piensa en realizar el papel de una persona bondadosa, su fisonomía y actitudes proyectan a una buena persona. Si comprende bien estos hechos, quien piense en volverse bonita deberá, antes que nada, afirmar así dentro de su mente: “Soy hija de Dios; por tanto, en mi interior, con absoluta certeza, existe la belleza. Si externo esa belleza, infaliblemente me volveré hermosa; por tanto, externaré esta belleza y, sin duda alguna, me volveré bonita". Después de tomar esta decisión, deberá visualizar en su mente su imagen, ya pletórica de belleza. Además, debe decir para sí misma, muy repetidas veces: “Soy hija de Dios; por tal motivo, soy hermosa". El hombre será exactamente, aquello que decida ser en su mente.
PARA DOMINAR LA MENTE
POR QUÉ NO LO CONSIGUE
“Pienso en levantarme temprano, pero no lo consigo". "Pienso en estudiar; mas no consigo estudiar de ninguna manera”. Con frecuencia oímos estas expresiones. Siempre que pensamos realizar alguna cosa, sin conseguirlo, nos sentimos muy mal. “¡Voy a estudiar!” Si así piensa usted, y logra estu diar, conforme a sus deseos, siente mucha alegría, para usted no existe el sufrimiento. Sin embargo, cuando existe la voluntad que expresa: “Voy a estudiar”; mientras no se consigue estudiar, se sufre mucho. ¿Por qué acontecen esas cosas? ¿Nunca ha pensado en lo interesante que es todo esto? Puede usted tener la seguridad de que la voluntad que dice: “Voy a estudiar”, existe. Sin embargo, si en realidad no consigue estudiar, ello se debe a que también existe la voluntad que dice: “No quiero estudiar”. Sabemos bien que “La mente domina la acción del hombre”. Por lo tanto aunque piense en estudiar, se puede dar cuenta que el hecho de no poder hacerlo, se debe a que como en realidad no ha estudiado, la mente que no quiere estudiar lo está dominando. Sin embargo, la otra mente está pensando “Quiero estudiar”. Por consiguiente, en esta dualidad, se ve que es muy complicada la organización de la mente.
LOS DOS YOES “Esa persona es muy buena; pero no me es simpática”. Estas palabras, también se oyen a menudo. No obstante, si se trata de una persona buena en verdad, nada debería impedir que fuera agradable y gustara. ¿Por qué entonces, ella no consigue que la
quieran bien? Además, en japonés se dice: “Al que no le gusta es a mi gusano; pero, ¿En qué parte del hombre se encuentra talgusano? - El gusano o subconsciente mora en el corazón del hombre e independientemente de lo que su propia mente piensa, “se pone contento y se disgusta ”. Esto es un misterio de la organización de la mente. Pero, pensándolo bien, es una lástima que el hombre sea derrotado por el gusano que mora en su interior. Pensamos en llevar a cabo algo, pero existe otro yo que estorba y no nos deja realizarlo: Esto quiere decir que existen dos yoes. En otras palabras, quiere decir que en nosotros existen las acciones de dos voluntades distintas. “Quiero estudiar”, y “Sin embargo, no lo consigo”, son dos voluntades. “Es una buena persona”; pero “no me es simpática”, también son dos voluntades.
LAS INVESTIGACIONES DE FREUD Fue Freud quien investigó científicamente esa misteriosa organización de la mente, en la cual existen estas dos tendencias concomitantes . Hace cerca de setenta años, Freud descubrió que en la mente del hombre existen dos actividades: a una la llamó consciente, y a la otra, subconsciente. El consciente es la voluntad que está presente ahora en la mente. El subconsciente es la voluntad que, aun cuando pertenece a la propia persona, pasa desapercibida ante esa persona . Resulta un hecho de verdad interesante que seamos poseedores de una “mente” que no percibimos, a pesar de ser nuestra mente. Ese subconsciente es el que gobierna casi todas las acciones del hombre; por eso es preciso conocerlo perfectamente. No importa que exista el c onsciente que dice “Voy a estudiar”: Si existe el subconsciente que dice, “No quiero estudiar” ; apenas se piense en querer estudiar, no se conseguirá hacerlo. Al decir; “Es una persona muy buena; pero a mi gusano no le simpatiza”, este gusano también es el subconsciente. Cuando se encuentre usted con alguien por primera vez, si siente usted una primera impresión sumamente desagradable, y aún llega a pensar: “Es una persona muy antipática”, cierre los ojos y reflexione con serenidad. Seguramente descubrirá usted,
alguna semejanza con alguna otra persona conocida que le es antipática. Si no la encuentra entre sus conocidos, quizá se trate de una semejanza con algún tipo de la televisión o el cine que no le gusta a usted. Usted mismo se hallará completamente ignorante de quién pueda ser esa persona indeseable (esto es: ella estará oculta); pero, en el fondo del corazón, se encuentra nítidamente grabada, y cuando usted encuentra a alguien que tenga cualquier semejanza con ella, inmediatamente siente antipatía por él.
Deseando agradar a la persona que nos gusta.
PSICOLOGÍA DEL QUERER AGRADAR En nosotros, los seres humanos, existe la voluntad de “desear agradar a la persona que nos gusta, que amamos”. Sentimos deseos de hacer cosas que agraden a las personas que nos gustan, y, por el contrario, no sentimos la voluntad de hacer cosas que causen alegría a quienes no nos gustan. A veces actuamos a propósito en este sentido, pero la mayoría de las ocasiones ejecutamos nuestras acciones impensadamente. Cuando pensamos que no nos gusta una determinada persona, sin que lo percibamos, inconscientemente; sin esperarlo, terminamos haciendo cosas que le
desagradan, y esto es la actuación del subconsciente.
LAS CAUSAS DE LAS COSAS INDESEABLES Habiendo comprendido esto, muchas cosas nos vienen al pensamiento. Piensen ustedes en las cosas para las cuales se juzgan a sí mismos ineptos. Las cosas para las cuales no tenemos aptitudes, son cosas que no nos gustan. Existe un antiguo dicho que expresa: “Mientras más nos gusta una cosa mejor la realizamos”. En él se expresa muy bien la mente humana. La materia ue q se nos dificulta, es generalmente la que no nos gusta. Además son frecuentes los casos en que se siente antipatía por el profesor de esa asignatura. Cuando antipatiza un profesor, no hay la voluntad de darle gusto; en consecuencia, para desagradar al profesor, no se aplica uno adecuadamente. En el caso de una materia que no le guste, si el profesor actual le es simpático, investigue si entre los profesores anteriores que le enseñaron la misma materia no hubo alguno que le fuese antipático. Si antes hubo un profesor antipático, es posible que usted haya desarrollado una animadversión por la materia, y es por eso que aunque ahora le simpatice el profesor, la materia no le agrada. Por consiguiente, cuando a uno le antipatiza un profesor de determinada asignatura, no mejora su aplicación en ella. Yo, igualmente, no era bueno en Literatura, esto se debió a que en la escuela primaria mi lectura era deficiente, por cuya razón el maestro me amonestó una vez, y desde entonces la Literatura se volvió para mí una materia despreciable. Después en la secundaria, tuve un profesor muy interesante y diferente, que me elogiaba mucho. Por eso, quise mucho a ese profesor y me olvidé de mi profesor de primaria que siempre me regañaba. Desde entonces Literatura fue una de mis materias favoritas. Cuando llegué a ser adulto, comprendí que mi maestro me había amonestado porque quería que yo me volviera bueno en lectura; sin embargo, cuando era yo niño aborrecí el hecho de que me hubieran llamado la atención. Si usted aborrece actualmente a algún maestro, por el hecho de que lo haya reprendido o amonestado, sepa que ese profesor sólo pensó en transformarlo en un buen alumno. Ahora bien, como se trata de
una cosa ya pasada, recuerde aquel momento y perdone usted a su profesor, haciendo las paces con él desde el fondo de su corazón; de esta manera su adelanto en esa materia será mucho mejor. Sabiendo de este modo, que aún en el adelanto y aplicación que logremos en una asignatura escolar, existe o influye la actuación del subconsciente; podemos saber en qué medida este subconsciente, es decir, la “mente”, está actuando en nuestras relaciones con los amigos y en nuestras diversas relaciones en el trabajo.
SI UNO CAMBIO, LA OTRA PERSONA TAMBIEN CAMBIA
SI SE TRATA DE LA PERSONA AMADA
Como antes dije, el hombre desea agradar a las personas a quienes ama. Gusta de hacer cosas que agraden a las personas que ama. Aun cuando para él constituya un sacrificio, si la persona amada se siente contenta, no se niega a realizar aquel sacrificio. Pero, por el contrario, a las personas que le disgustan trata de ponerlas en situaciones embarazosas, llevando a cabo actos que les desagraden. Si ve que una persona que le es antipática está contenta, se siente de mal humor. Si asiste a un partido de béisbol y logra la victoria el equipo de su predilección, se siente muy contento; pero si vence el equipo contrario no siente alegría alguna. Cuando un jugador por el que siente simpatía, batea un hit, se siente regocijado; pero, cuando en una situación comprometida ese mismo jugador sufre un strike out, se siente apesarado (apenado) y entonces comienza a odiar al pitcher contrario. ¿Por qué acontecen estas cosas? - Ocurren porque tenemos la impresión de ser uno con la persona que nos gusta o en otros términos, con la persona que amamos. En consecuencia, lo que agrada al otro, también agrada a uno. Cuando se ama a una persona, desaparece la impresión de ser personas diferentes y se tiene la impresión de ser una sola persona. Cuando el jugador de béisbol, por quien se tiene predilección, batea un home-run, se siente tanta alegría como si uno mismo hubiera logrado ese home-run. En el sumo (deporte japonés), también ocurre la misma cosa. Cuando vence nuestro
luchador favorito, se siente uno muy eufórico, como si uno mismo fuese el vencedor. Es por esto que existen simpatizadores apasionados que pierden el apetito cuando su equipo predilecto sufre una derrota. Es porque sienten los pesares del fracaso como si ellos mismos hubieran perdido.
INICIATIVA DE AMAR Como se ve, el hombre es influenciado fuertemente por las personas que le gustan y por las personas que no le gustan. Aquél que tiene muchas personas a las cuales quiere, es persona que posee mucha gente con la cual le gustaría ser agradable. Quien tiene muchas personas queridas, como es persona a la que le gustaría agradar a mucha gente, se vuelve una persona gentil y bondadosa con muchas personas. Las personas con quienes usted se comportó gentilmente, se sentirán contentas y llegarán a gustar de usted, que fue quien las hizo sentirse a gusto. Por eso, ellos también procurarán agradarle a usted. Cuando usted ama a un congénere, y le proporciona alegría, él también lo amará a usted y procurará proporcionarle alegría. Por consiguiente, si usted da alegría a alguien, esa alegría volverá a usted, partiendo de esa persona. “¡Estoy fastidiado, no encuentro alegría en nada!”. Las personas que dicen así, son personas que piensan únicamente en ser amadas por los demás, y obtener de ellos la alegría. Son personas que sólo piensan en recibir; por esto yo los llamo “mendigos espirituales”. Si piensan únicamente en “recibir” alegrí a, y jamás se preocupan en “dar” alegría, se eclipsan o se les retiran las personas que les dan alegría. Es por esto que ya “no sienten alegría en nada” y se hallan fastidiadas. Si alguien desea vivir una vida llena de alegría, debe en primer lugar, volverse una persona que dé alegría y felicidad a los padres, a los hermanos, a los amigos. Una vez que se convierta en persona que provoque la alegría de cada una de las personas a su alrededor, esas personas que están contentas procurarán retribuir esa alegría .
LA FUERZA DE UN SIMPLE SALUDO Lo que a continuación relato, ocurrió cuando me hallaba en Brasil.
Cuando se habla de veneración o piedad filial, hay personas que consideran que eso es cosa del pasado; sin embargo, el saludar a los padres, dándoles los “buenos días”, al momento de levantarse, es un acto de veneración filial. El decir por la mañana, con una sonrisa en la cara: “Buenos días“, ocasiona a los padres una gran felicidad. Puesto que todos los hijos quieren a sus padres, al ver el rostro alegre de ellos, los hijos también se sienten bien, pues toman como suya la alegría de los seres amados. Por lo tanto, decir por la mañana, con una sonrisa en el rostro: “Buenos días” a los padres, aun cuando parece a primera vista decirlo para beneficio de los padres, no es así en realidad, es para que su propio corazón se sienta alegre y contento. Después de haber dicho esto en una conferencia, pasados dos o tres días, fui abordado por una jovencita nisei del Brasil, de más o menos 18 años, que en un japonés tartajeado, vino a mostrarme su gratitud de la siguiente manera: “Hasta ahora, nunca había dicho ohayo-gozaimasu a mis padres, al levantarme por la mañana. Luego de oír su conferencia, a la mañana siguiente, después de lavarme la cara fui en busca de mis papas y, manifestándoles reverencia, les dije: ohayo-gozaimasu. Entonces, mis padres, sonrientes y muy contentos, me respondieron: ohayo-gozaimasu. Al ver el rostro sonriente de mis papás, yo también me sentí tan contenta que hasta lloré. Después que ocurrió eso, hoy mismo advertí que mi sinusitis, la cual no había mejorado ni con la cirugía, no me permitía percibir los olores, lo que me hacía estar siempre de mal humor, se encontraba completamente curada. Ahora me siento muy despejada y mi cabeza está aliviada. Estoy tan feliz y contenta, que por eso vine a manifestarle mi agradecimiento”. Yo también me sentí muy contento.
LA FELICIDAD NACE DE LAS RELACIONES HUMANAS Para que una persona se vuelva alegre y feliz, en primer lugar debe decidirse a dar alegría a las personas que se encuentran a su alrededor, y poner en práctica esa decisión. Cuando se proporciona alegría a otra persona, esa alegría retorna a quien la da; por eso, mientras mayor sea el número de personas que le simpaticen a uno, y proporcione alegría
a más personas, mayor será la alegría que regrese a uno mismo y su vida se llenará de alegría y felicidad. El hombre podrá vivir una vida muy feliz, cuando piense de la siguiente manera: “Soy amado y bien estimado por un gran número de personas”. Para ser amado y bienquerido por un gran número de personas, es necesario adoptar la iniciativa de simpatizar y amar a un gran número de personas. Lectores: a partir de este momento, convirtámonos en personas bondadosas con todas y cada una de las personas que nos rodean, y démosle alegría a cada una de esas personas. Habiendo logrado esto, espontáneamente la vida se volverá radiante, alegre y placentera.
LA MEDICINA DEL ESPIRITU
NO ES EL CUERPO EL CORROMPIDO
Cuando hablamos de alguna enfermedad, habitualmente pensamos que alguna parte del cuerpo es la que se encuentra mal. La enfermedad es, de acuerdo con la escritura japonesa, un padecimiento de la mente y no un padecimiento físico. Hasta hace unos veinte años, el médico, al examinar al enfermo, sólo veía la parte física. Yo también, en la facultad sólo aprendí cosas relativas al cuerpo y no aprendí nada con respecto de la mente, como método para examinar al enfermo. Cuando un enfermo consulta al médico, éste verifica su pulso, lo ausculta, lo percute, le hace análisis de sangre, ordena radiografías, agota todos los medios científicos para obtener el diagnóstico; pero todo en el campo físico: nadie le examina la parte espiritual. En el tratamiento, también le receta medicinas, inyecciones, lo somete a intervención quirúrgica, todo tendiente al tratamiento del físico; nadie le hace un tratamiento del espíritu. Tanto el médico, como el enfermo, cuando se habla de enfermedad, piensan que es problema del cuerpo. ¿Será verdad que la enfermedad es únicamente del cuerpo, y no tiene que ver nada con el espíritu?
LA INFLUENCIA DEL ESTADO MENTAL Aun cuando una persona tenga muy buen aparato digestivo, cuando se halla indispuesta no puede comer. Supongamos que en momento de gran apetito, cuando una persona se dispone a comer un platillo predilecto, se presenta un muchachito mocoso que primero se limpia la nariz con la mano y luego la pasa sobre el plato. En tal caso será
difícil sentir el deseo de comer. Cuando pensamos que la comida está sucia, no conseguimos comerla. También sucede que, cuando estamos enojados o coléricos, la comida pierde su sabor. A los enfermos del corazón, los médicos les recomiendan que guarden “reposo absoluto”, y dicen que si no se mantiene un absoluto reposo, el corazón no se alivia. Sin embargo, el corazón late de prisa cuando una persona se lleva un susto, y también se acelera cuando se enoja. Por consiguiente, para obtener la tranquilidad del corazón, es importante mantener el cuerpo en reposo; pero también es importante la tranquilidad de la mente.
LA REVOLUCIÓN DE LA MEDICINA Cuando leemos libros de medicina, éstos nos informan que para curar cualquier enfermedad es necesaria la tranquilidad mental; pero no nos enseñan cómo debemos hacer para mantener al enfermo en un estado de tranquilidad mental. Quien haya presenciado demostraciones de hipnotismo, creo que comprenderá de inmediato a qué voy a referirme a continuación. Cuando se hace que una persona hipnotizada apoye sus manos en una pared, y se le dice: “¡Mira!, tus manos están pegadas a la pared”, ella será incapaz de retirar sus manos del muro. Esto es en verdad muy interesante: No se usó adhesivo alguno, ni existe, desde el punto de vista científico, razón alguna para que no pueda despegarse; no obstante, una vez que se le ha dicho: “¡están pegadas!”, si en su mente cree que “están pegadas”, la persona no conseguirá desprenderse. Esto es algo verdaderamente interesante.
“iMomento!, es para acá”.
Aun cuando, científicamente, sus manos no se encuentren pegadas, si la persona piensa en su mente que lo están, se presenta una situación en que parecen estar pegadas. Dicho en otras palabras: La mente se manifiesta con gran poder en el cuerpo; esto es: “la mente domina al cuerpo”. Esta es la conclusi ón a que llegamos. A partir de esas observaciones, más recientemente ya, se llegaron a estudiar científicamente las relaciones entre el cuerpo y la mente. De estos estudios, se sacó en conclusión que, para curar una enfermedad resultan incompletos los métodos empleados hasta entonces, de examinar y tratar únicamente el físico, descuidando por completo la mente. Especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, procedente de los Estados Unidos nos llegó una nueva medicina, la llamada Medicina Psicosomática, la cual nos enseña la necesidad de cuidar simultáneamente de la mente y el físico, a fin de curar la enfermedad del hombre. Esto es una revolución en la medicina.
CAMBIANDO LA VISIÓN DE LA VIDA Aún son muchas las personas que dicen: “Si las enfermedades se curasen con la fe en Dios, no habría necesidad de escuelas médicas, ni de médicos, ni de hospitales”. Y en
verdad, yo también era uno de los que así razonaban. Yo, que ejercía la medicina, quedé muy confundido, pues, si con la fe en Dios iban a ser curadas las enfermedades, ¿Qué sería entonces de mi profesión?. Aquellas personas que afirman no poder creer cuando se dice que las enfermedades se curan con la fe en Dios, pienso que podrán comprenderlo si les decimos lo siguiente: “La enfermedad se curaporque, debido a la creencia en Dios, ocurre una transformación en la mente”. Si es un hecho que la mente posee gran poder y dominio sobre el cuerpo, entonces es lógico que se realice la curación cuando se hace una transformación en la mente. Es muy natural que las condiciones físicas se normalicen en una persona que posea el hábito de encolerizarse por cualquier cosa, y que con la fe en Dios llegue a sentir por todas las cosas gratitud y no se enoje más. Para una persona débil, más importante que tomar medicinas, es cambiar su modo de emplear la mente. La mente que acostumbra refunfuñar, la menté que siempre está triste, la mente que se encoleriza con facilidad, la mente que odia a los demás, acarrea al cuerpo influencias maléficas ; esto es lo que ha quedado claramente comprobado con los experimentos de la Medicina Psicosomática. Por lo tanto,si mantenemos una mente siempre alegre y luminosa, no nos enfermamos . Ocurra lo que ocurriese, es de suma importancia creer lo siguiente: “Con esto, ¡Todo va a mejorar!. En el mundo creado por Dios, nada existe que sea malo; por consiguiente, todo va a mejorar”; y mantener la mente siempre serena, alegre y luminosa .
VENCERSE A SI MISMO
EL CASO DE LA GIMNASTA KEIKO IKEDA
En cierta ocasión entrevistaron en la televisión a la gimnasta Keiko Ikeda, que se consagró campeona japonesa por nueve veces, y en las Olimpíadas, también obtuvo diversas clasificaciones. Lo que más me llamó la atención de sus palabras, fue el hecho de que ella se hubiera vuelto la mejor gimnasta del Japón, gracias a los entrenamientos básicos que, con gran perseverancia, realizaba todos los días. Parecerá una cosa natural; pero, entrenar diariamente durante tres horas y, en temporadas más intensas, hasta durante ocho horas, y continuar ese entrenamiento diario por más de diez años, es posible únicamente cuando existe una dedicación y una resolución muy grande. Ella informó que el descanso de dos o tres días altera tanto la condición atlética, que son necesarias de dos a tres semanas, para volver a la condición normal. Si un atleta no entrena diariamente, no le es posible conservar su técnica en la mejor forma. “Los agricultores —dijo la gimnasta Ikeda—, para obtener buenas cosechas, necesitan conservar la tierra en buenas condiciones, aun cuando no esté sembrada. En mi caso, análogamente, mi vida diaria la vivo para mantenerme en condiciones de ejecutar la mejor gimnasia. En lo que se refiere a comer, por ejemplo, no como por gusto, sino para mantener mi cuerpo en el mejor estado”. Aprendí mucho de sus palabras. Ella tiene la convicción de que es la mejor gimnasta del Japón, y procura vivir siempre disciplinándose para mantener su forma en las mejores condiciones. Para ella, el sueño, la alimentación, la vida entera, convergen a un objetivo único; esto es, ejecutar una buena gimnasia. No comete ninguna extravagancia, como nosotros, que decimos: “Esto está muy sabroso, voy a repetir el plato”.
EN SUMA, ES UN “JUEGO DE LA MENTE” Si la gimnasia es un movimiento del “cuerpo”, basta con entrenar al “cuerpo”. Así podrá parecerle a cualquiera, mas vemos que no es así; que es importantísimo la “preparación espiritual” que disciplinará al “cuerpo”. Para poder alcanzar la óptima condición, al practicar la gimnasia, es preciso controlar la propia vida diaria por medio de la mente. Por muy cansado que esté el “cuerpo”, y se tenga el deseo de descansar en un determinado día, la voluntad férrea que no se dejará vencer por el cansancio del “cuerpo”, y lo hará entrenar, esla mente. Antes pensaba yo que la gimnasia era un adiestramiento del “cuerpo”; pero, mientras escuchaba las palabras de la gimnasta Ikeda, fui comprendiendo que, para volverse una gimnasta, es preciso adiestrar la mente. Para terminar, dice la gran gimnasta: “Finalmente, pienso que, en cualquier actividad, es imperioso ven cerse a sí mismo”. Este “vencerse a sí mismo” es, en suma, “vencer la mente que quiere holgazanear, la mente mañosa, la mente engañadora, la mente indecisa”. Como vimos por las palabras de la gimnasta Ikeda, la misma gimnasia, que es un “juego del cuerpo”, es, en último análisis, un “juego de la mente”. Para convertirse en un buen atleta es importante tener un “cuerpo” privilegiado; no obstante, todavía es más importante la "mente” que resiste los entrenamientos necesarios para retirar todas las aptitudes latentes, y que conduce a la vida entera en la dirección de lograr las mejores condiciones para ejecutar la gimnasia. Sólo quien posee esta "mente vigorosa que vence a la mente que quiere haraganear", es quien logrará ser un atleta de primera clase. Por lo tanto,para volverse un gran atleta o un gran deportista o un gran profesional, etc. es necesario vencer esta prueba mental de vencerse a sí mismo.
EL OBJETIVO HASTA EL FIN Sea como fuere, aun existiendo inicialmente la comprensión "debo hacerlo así", y la decisión “¡voy a hacerlo así!”, practicar con el cuerpo es una cosa difícil. Por ejemplo, un niño que quiere andar, al principio no consigue andar; se cae muchas, muchas veces; y
poco a poco, va consiguiendo andar. De modo análogo,lo que fue decidido en la "mente” también debe entrenarse y practicarse repetidas y repetidas veces, y sólo después conseguirá ejecutarlo como se desea . Sin embargo, si consigue realizar una vez algo y, satisfecho con esto, se dedica a haraganear, nuevamente se volverá incapaz de realizarlo. Cierta ocasión enfermé y fui obligado a guardar cama durante cerca de dos meses. Cuando se guarda cama durante dos meses, hasta un adulto se vuelve incapaz de andar. Necesité entrenarme como un niño, para nuevamente poder andar. Lo mismo ocurre con las cosas que diariamente hacemos sin ninguna dificultad; si dejamos de practicarlas, nos tornamos incapaces de hacerlas. En el entrenamiento del "cuerpo” también es necesario, en primer lugar, adoptar una firme resolución en la mente, y persistir en esta resolución sin la cual no se conseguirán buenos resultados. Por consiguiente, cuando nos fijamos un objetivo, lo más importante es tener siempre en la mente este objetivo, y es preciso ejercitarse sin parar hasta alcanzar el objetivo. Esto, finalmente, es un problema de la mente.
CONOCER LAS “LEYES DE LA MENTE” He tocado, hasta aquí, diversas cuestiones relativas a la “mente y al “cuerpo”. Hicimos observaciones desde varios ángulos, de las relaciones entre “mente” y “cuerpo”, existentes en este proceso de concretización del plano diseñado, y persistentemente conservado en la mente, proceso en el cual el “cuerpo” es utilizado como instrumento. Cuando los lectores deseen manifestar concretamente su ideal, será importante comprender bien esta relación de carácter científico entre la “mente” y el “cuerpo”, y aplicar en la práctica ese conocimiento. Esta relación científica entre la “mente” y el “cuerpo” fue descubierta por el Dr. Masaharu Taniguchi, y se explica minuciosamente en Seicho-No-Ie, llamándole “las leyes de la mente”. Mientras no comprendamos estas “leyes de la mente”, y no las apliquemos; en todo lo que hagamos derrocharemos grandes esfuerzos y pequeños serán los frutos. Por lo tanto, con la lectura repetida y atenta del libro SEIMEI NO JISSO (LA VERDAD
DE LA VIDA), espero que hagan de estas “leyes de la mente” una propiedad suya y, aplicándolas en la vida práctica, conseguirán externar la fuerza infinita que está en el interior de cada uno, pues se trata de una dádiva de Dios, y de esta manera inicien una vida plena de felicidad.
- FIN -
MENTE, CUERPO Y DESTINO Primera edición de 5,000 ejemplares, Se terminó de imprimir el 12 de septiembre de 1974, En los talleres de Impresora de Industria y Comercio, S. A. Lucas Alamán 138, México 8, D. F.
Formación y Arte Fernando Corona A. Alberto Ruiz C. Supervisión Hiroko Hayashi H.