.
.-.
/;
= ífibros Hol.r»
10
antiguos
jgurcclono
:
=
T«l itttDttl
PURCHASED FOR THE
UNIVERSITY OF TORONTO LIBRARY
FROM THE
CANADÁ COUNCIL SPECIAL GRANT FOR
CATALÁN LANGUAGE
&
LITERATURE 68
Digitized by the Internet Archive in
2009
with funding from
Ontario Council of University Libraries
http://www.archive.org/details/historiadelreydeOOjame
HISTORIA mi mi
m
mm
i,
EL CONQUISTADOR.
mm i
-,
:k;
*¿
r e n o-f -
^¿U'.
//
ir
r
;
HISTORIA DEL
BU
Di ARAGOU
— JM, lOJ\QWJMST'AM>OWt, í^írila íu
Lcinosm por
el
mismo monarca
TUADUCIDA AL CASTELLANO Y ANOTADA
l'dtt
f^/^aUane ^/oYv/j
W ^/vn/ont'j áe ¡ffiafixitc/i.
.
.
:
-
-
falencia» Librería de
Doña Rosa lopez.
1848.
DP A 513 Es propiedad.
c
M2
~")
Barcelona
;
Imprenta de
la Sra.
V.
é
H. de
MAYOL.
JJ-J
obras que continuamente salen á luz
El interés de las diversas él
resultado de las lecturas que en
el
dia
mas en boga
están
¡meden llevar siempre la estimable cualidad de ser pues ¡x>r su
misma
esencia interesará
conozcan
los ([ite la
efecto
mas
tigar
el
,
forman
menor grado de
ó
una
Merece, sin embargo,
escepcion
puede considerarse como ciencia sus efectos
,
mayormente
si se
sucesivo de acontecimientos
pintura
fiel
sirviendo
,
esa
lo
no
,
en general:
materia de aquellas solo á
y aun cuando esta sea sublime
allá del carado que
mayor
la
titiles
los
que
,
no pasará su
dediquen á inves-
se
misma sublimidad. la historia; pues aun cuando
especial
,
son de utilidad general
atiende á que no
que la forma,
es
si
solo
un cuadro
que además una
de la marcha y progreso de los pueblos en cada siglo, por consiguiente , su exactitud de tipo para que pueda
deducirse cuál sea la importancia de las cosas en sus diferentes periodos. Así vemos se
deduce de
filosóficas
cias
y
,
ella
ya
:
,
pues
,
que todo tiene relación
la entidad de las ideas
políticas
las instituciones.
;
las
costumbres,
,
ija
con la historia ó
sean religiosas
las bellas artes
,
,
ya
las cien-
;
INTRODUCCIÓN.
(')
Esto nos sugiere una
favorable consecuencia
mas aun
publicaciones históricas siempre son útiles, y
ña otra circunstancia
La
su recomendación.
plo
,
podrá
mas como
en
historia especial
que
la
,
idiomas, que bastará
para que
esta sola circunstancia
la estudien
costumbres
general
razas ó
,
la busquen
cualquiera que sea
sabios,
los
los
abundancia
tal
de noticias y exactitud respecto á invenciones
con interés y
forman
sí solas
intere's
podrá tener, acaso,
,
las
acompa-
si las
enlazan con
se
llama de
se
que
:
de un pueblo, por ejem-
parte de sucesos que
la
decir,
es
,
de aquellas que por
,
historia particular
en
ser rica
de otros ¡mises
especial
á saber
,
pais á
el
que pertenecieren.
Las crónicas que con tanta profusión medios las
manado
que ha
general
embargo de considerarse como verdaderas
sin
,
mer lugar
porque
,
personajes
pueda deducirse refieren
el
hállase
,
utilidad
esto
:
lo
esa
especiales
la época
,
sobremanera en se
hace pesada
decimos
por
,
mirando
,
mas, atendiendo de su aparición
la época
sencillez
lo
es
carácter, y que acaso sin esta cualidad,
,
á que
se
inútil,
á hechos insigni-
referirse
las crónicas
que
del
,
minuciosidad
cierta
ellas
en ptri-
,
á determinadas épocas ó
cuadro ó aspecto general de
misma minuciosidad y
na su
de la historia
filosófico
porque
,
general histórica;
remontándonos á
solo
fuentes de
mas que fondo
que mas de ana vez ficantes
la perfección
tan
refieren
se
y luego
,
tiempo
desde tal
pueden mirarse comunmente como
solo
,
escribieron en los siglos
se
bajo
el
aspecto de
á su esencia y debemos confesar que solo
que forma su verdadero
no seria para nosotros ame-
lectura.
Otra observación no menos interesante hay que hacer de las crónicas sus autores
,
y
es
,
sobre
muchos de
:
veracidad que puede esperarse de
la
estos ó
respecto
amigos ó servidores del perso-
son
naje principal, ó se supone ser sencillos monjes, ajenos cu su tiempo del conocimiento de la política ó
en
hechos
los
saber
:
;
de
lo
que resulla
cuando escriben
los
taja á la del hecho, que
cacion del hecho se
es
mas
bien de la
de esta
influencia
la siguiente notable diferencia
,
á
primeros, la esplicacion déla causa aven-
es
el
efecto
:
cuando
mas que detallada
,
los
segundos,
y la causa por
la espli-
lo
común
ignora.
Tiende
,
pues, nuestro
grande estima
la crónica
objeto
que
aprobar que
se hallase libre
de
seria
una obra de
esos necios
que
ins-
INTRODUCE piran ana gran parle, rw todat no obstante
que
,
aun
,
cuando
que acabamos de apuntar
mucho
tienen que
qué
gurar género
superior á cuantas
obra
tal
fs
;
»/
de cada país.
Jaime
I).
faltas
nuevamente han
los
las historias generales
historia del rey
la
las
merecen gran concepto
en lo (Irmas
.
de una de
resientan
se
Algunas hay
conocidas.
de las
,
agradecer á sus autores
cuidado de compilar
Al publicar
7
i'»\
no oacüamos en ase-
,
han
se
compuesto de so
pues, dejando aparte las consideraciones justas que move-
;
rían á sa
autor á darle
de crónica
historia eon
preferencia al
contesto de inspirar recelo alijuno
está su
bien libre
,
nombre de
el
:
antes al contrario, merece tanta consideración, en nuestro concepto,
Conquistador
la historia del
que, mas
,
marse insigne monumento de saber
La primera cendencia de
hechos que relata; pues
los
Es paña en
es
ante todo
,
medios
parte que en tan gloriosa empresa cupo á
pao
tendrán mas
la
ludio
estraños. Eslo
general ello
junto con
,
exacto de la época
empacho
,
que
el
que
carácter el
que no
se
pre-
y
como
nota en toda la histo-
interés de esta se
es
,
el
independencia y de la resolución
mire como de utilidad
tales circunstancias
dibujado en
perfectamente ,
la
Península á todos sus dominadores
y cuando no bastaran
la de hallarse
de Aragón,
adelante han de tener lugar
la
el
D. Jaime, hace que ;
los reyes
consideran tales empresas como
si se
lanzó de
se
sin enterarse de
son ya de sí sucesos de grande importancia;
infalible del espíritu de
que luego
ria de
,
guia de las que mas
\¡
un mocil con
,
,
idea
D. Jaime. Ja conquista de Mallorca y
y en especial á nuestro
de Valencia y Murcia
la tras-
,
mal podría darse un a
siglos
los
mereciera lla-
,
de verdad y de gloria.
circunstancia de tal libro
dL(LÍa_rccon^í
,
que libro
poco
reinado de D.
;
pues
Jaime
(
tal
bien
como
bastaría para
,
libro
podemos otros
sores) absorvió en su tiempo toda la preponderancia
canzar una nación conquistadora,
tal
el
cuadro
decir sin
de sus suce-
que puede al-
como Aragón, alentada por
emprendedor desús naturales, y con ventaja á las otras, por lo que toca á fuerzas marítimas é índole guerrera. Además* la época de D. Jaime es caracterizada por otra circunstancia, admiel
espíritu
rable respecto al tiempo
éñque aparece
y
á
ocup aban á l asjigbenimus^orelcspíritu afianzamiento de cía
y seguridad
poderes del
las instituciones,
las tareas militares
de conquista
tal
es el
que adquieren forma, import(m=
y la creación del verdadero equilibrio Estado ,
;
que
cutre
los
INTRODUCCIÓN.
9
Por
lo
que (oca á veracidad
pechosa en algunas crónicas
mejor que en riador
á
ol iwjpcrsonas
d
;
nadie necesita
Sin esto
,
revelan su carácter
de que fué la
halagar
aun
,
mano
para
sirven del rey
primera en
;
dedúzcase la segunda
callando
en
posible
lo
obra
daremos cuenta á
,
las
,
el
que trazó
pocas alabanzas que hace
los cuales
,
otros
en
el
de su
escritores
decurso de
por medio de notas.
bondad
la
la certeza
la
,
paso que
al
,
mas y mas
hechos que
y de
los lectores
Ya que hemos hablado de
(pie
modo con que habla
del
ciertos
posteriormente nos han revelado la
infalibles
y no la de un estraño
,
de
,
como que
,
con justicia
refiere
,
enrobustecer
obsérvese la
padre
ocular y citando
pues no teme con las alabanzas disgustar á na-
:
propio
histo-
es el
particulares de cada personaje
esta historia sí
testigo
sos-
es
en la política, esplica y deslinda las
dos pruebas hay
,
mismo héroe
como
,
puede admitirse
historia
ella el
nadie debe
ni á
verdadero mérito die.
como supremo
y en los rasgos
,
En
hechos
los
como hemos dicho
,
ninguna
en
,
Jaime.
I).
siempre
relata
,
causas
de
la
que
,
esencial del libro, preciso se
hace no menos que demos noticia de la exactitud de la copia que
publicamos y de lebrada siendo
percances del original.
los
del monasterio
biblioteca
intendente ó comisario
de Francia,
se lo llevó
,
regio
Poblcl
sin
que
,
duda
,
una copia
'
( ,
descalzos de esta ciudad, y por éilíimo
Guardábase otra copia en la cual
el
de
,
los
valencianos
hacer de ella
cuidado (¡uista
,
tina edición
además
,
Vt'-.be el
D. Jaime.
del
rey
el
)
pasó á poder
la cual
de
los
carmelitas
biblioteca pública actual.
D. Felipe II;
la que se
,
di-
sesenta y siete años
en la biblioteca del Escorial
creyeron justo ,
De
Va-
archivo del maestre racional de
dia
rey
ala
mas
,
por
desprenderse
al
y fué laudable su
efectuó en
ioo7
celo
,
teniendo
,
de imprimir la parte que corresponde á la con-
de Valencia en un cuaderno suelto
formar parle
')
el
existe en el
haberla querido poseer ella
Marca
este al
,
,
hasta que
fué del de Monserrat.
lo
D. Jaime, en I3i3 canónigo de Lérida D. José Besora de
lencia
la ce-
de esta provincia por
después de la muerte de del
,
este en
así lo aseguran Sayol, que fué historiador
:
de aquel monasterio, y Scrra cho original sacóse
de
Existía
tomo que también
,
que por
imprimieron de
Diccionario de escritores catalanes, pur I.
lo
común
los
suele
prwilegws
Amat
,
artículo:
|\
dé tal ciudad. Ahora bien el
comparada
;
se
la
de 1557 y, por lo que toca á
adjunto á
los privilegios
siquiera en lo
El idioma
ejemplares
de esta ciudad
mas mínimo que
en
mismo en que
el
casi todos sus
la
que embellecen
edad media una
tanto, que en la
halla
escribió
lo
dé
en todas
es
rey
el
,
Aragón la
lengua de
donde
las
estaba
que
se
y
fecundos, que acaso trazaron
el
Los diferentes pareceres que
tal
hablaba en
otra de la* prin-
es
pues era
el
lemosin en
y privilegiadas
era donde
primer modelo de
mas
,
floreció
mas
los genios
la perfecta
alegan en varias
se
en
parte que correspondía
mas queridas
hablaba
se
copias y
las
que
donde volaban hacia iodos regiones
literatura y de
sía.
escrito
esta preciosa historia,
los países
d cuaderno
<"/<
las otras, sin alterai
nombre. Tal cualidad
al primitivo reino de este
con
,
hállase que son todas en-
.
á excepción de
,
biblioteca
la
Valencia,
copiaron de
se
corte
la
dominio*
en
su precioso texto. se
este
tiempo mas en boga en
cipales
unas
>¡ue las
copia que se guarda en
guarda
la edición
teramente iguales y
'.)
C< l«'\.
con la que
iragon
archivo de
R0D1
I
poe-
naciones para
disputarse la preferencia respecto á la cuna y cultivo de tal idioma,
duda que
son la mejor prueba de su importancia. Su orinen no hay
romano migar mas ó menos cultivado en los países que se hallan a ambos huios y mas próximos al Pirineo ; y así vemos,
es el
cuando
que aun
se
notara alguna
una y otra parte, con todo tiempos á <¡ue nos referimos
las
se
obras que en la
por
la
misma
cense coetáneas
mismo pais se
,
ó
,
,
podemos
hablaba en
los
capital de
los
el
lenguaje
de
la etimología, y hasta las
Francia
mismas.
las
que
creer
el
En
los
lenguaje pro-
,
pues son
infinitas
se
guardan
con celo
idioma
;
sin
embargo, ya
condes de Barcelona y reyes de Ara-
por otras causas que
escritas en el
ediciones que en ,
,
escritas en dicho
á obras de
vencerse de ello, no
les
,
dominación de
gón en Provenza
que
fondo
consideraba como una lengua poética
desde aquellos tiempos sea
el
son generalmente
de todas sus voces
radicales
venzal
,
entre
diferencia
es
fácil citar ó
escritores provenzales
,
deducir
,
otras dehijos del
idioma que llamamos lemosin
igual al
,
demás dominios de dicha corona. Para con-
hay mas que buscar
Francia
se están
tal
comparación en
haciendo de
lemosinas y catalanas de aquellos siglos,
las poesías
y
las rica$
provenza-
en cuya
laudable
empresa ha llevado dignamente la bandera Raynouard , como puede verse en su
dours.
Léxi^ue Román, y en su Choix des poésies des trouba>
INTRODUCCIÓN.
Ü't
dan lugar á
Tales cálculos nos
mada fue'
creer
de grande importancia
Por
Aragón.
corle en
lo
lengua
la
lla-
llamadas latinas
,
generalizó y adoptó por len-
se
esto
vez, B. Jaime
tal
,
mas nacional
de la idea de darle un carácter las
que
solo
que además puesta en mayor grado
si
,
de pulidez y riqueza á medida que
mire
no
(cuyo nombre lomarla del territorio así llamado)
lemosina
gua de
,
dio siempre
le
que hicieron asimismo todos
demás
los
,
al
paso
llevado
,
de ponerla
nombre de catalana
el
,
desde su tiempo
escritores
acá; y por eslo también , desde el siglo del mismo rey vensc con mayor profusión obras de todas clases catalanas y lemosinas , al ,
paso que va decayendo en adelante y luego desapareciendo la lla-
mada
Hay
lengua provenzal.
Raynouard no
lisa
nunca de
lenguas neolatinas que citamos
lana
,
y á la provenzal
Pero
dominios de Aragón y
que por
unión de
la
nombres para designar
la
que
se
rey Felipe
el
admiró en tan
se
las dos
provincias de
las
vado algún la
V
coronas
Aragón
dio
se le
en virtud de
,
que
llamara
se
el
primer golpe de
golpe que repitió
,
y antiguos usos de habia conser-
los cuales se
tanto hasta principios del siglo
mas
pasado
,
cultivo de
el
lengua lemosina.
En
dia
el
parece de ferentes
que
se
,
lo
se
habla un lemosin tan corrompido que
que
fue':
cada provincia
y cada cual ha ido
hablan en sus fronteras
bemos por qué contingencia serva puro
en
dos
diferentes paises, hasta
al quitar los privilegios
,
las
que,
habló por tantos siglos en
muerte por la preponderancia castellana fuerte
,
pues á la lemosina la llama cata-
,
uso ha introducido
el
,
comunmente lengua lemosina á los
tales
esto
lengua de trovadores.
,
como fuere
sea
,
que notar además sobre
el
lemosin
,
tal
,
tiene
tomando ;
que en
como
se
el
modismos y acento di-
voces de los
pudiendo
sombra
ni
otros
casi asegurarse
idiomas ,
no sa-
único punto donde se con-
hablaba en
medios,
los siglos
es
algunos pueblos cercanos á las montañas de Prades y en otros
de la ribera de Ebro.
Bajo camos
estos antecedentes
la
,
tal vez se
nos acusará porque no publi-
obra original con todas sus bellezas de lenguaje
,
en vez de
que presentamos y en la cual podrá conocer el lector Que no nos ha fallado trabajo pero aquí debemos hacer una re-
la traducción
:
flexión
,
en fuerza de la cual no solo esperamos perdón
ma* aplauso por nuestra
idea.
En
los paises
donde
el
,
si
que ade-
gobierno
no
INTRODUCCIÓN. puede costear
las publicación»is científicas
11 los
,
que
las
dan á luz
solo
¡incdcn hacerlo ó arriesgando sus caudales ó confiando en la afición del público á (ales obras
nuestro buen celo:
produce
lo
;
lo
segundo
primero nos es
dudoso
,
es
imposible
,
á pesar de
en razón de los efectos
'/"<•
preponderancia de que últimamente hemos hablado y la falta de conocimientos respecto al antiguo y verdadero idioma ; el la
único medio
,
de consiguiente,
<¡ue
nos queda,
ción popularizando ú nuestro héroe
modo
creemos conseguirla mejor
,
,
es el
de mover
la
afi-
y esta popularidad de ningún
que con la traducción que publi-
camos. Si conseguimos nuestro objeto, entonces veremos un camino abierto
y seguro para publicar
el
original de tan preciosa historia
,
con
lo
que creemos pagar un justo tributo á la esclarecida memoria de nuestro invicto político y guerrero César aragonés
bien
un admirador suyo
,
que, como dijo
muy
peleaba escribiendo y escribía peleando.
Dice
Señor quiso que
palabras
que
liedlos
mas aunque
:
se hallan
que de nada
apóstol Santiago,
el
el
la fé sin las
se
sirve la ic sin las obras;
viesen cumplidas en nuestros ,
cuando ambas
No
bastaba, pues,
obras nada valga
reunidas producen fruto acepto á Dios.
que fuesen buenos nuestros principios, sino que debían mejorarse,, no contentándonos con mis
la
le, con
creer en nuestro
Criador y en
obras, y con rogar á su Madre que intercediese
con su
lli¡<>
para que nos perdonase las taitas de que nos reconocíamos culpable.
La
dadera
lé
que teníamos no era suficiente para alcanzarnos
salud
pero
;
todas las cosas
,
nuestro Señor Jesucristo
,
la
ver-
que es sabedor de
sabia que nuestra vida había de ser tan larga, que
añadiríamos ala
buenas obras; y otorgónos por ende tanta gracia y merced, que á pesar de todos nuestros peca-
<<>n
ella
dos mortales y veniales
fe las
no permitió; que cayésemos en ninguna
,
tentación ni que recibiésemos ningún daño
,
debiésemos
del que
avergonzarnos en nuestra corle ni en ningún otro lugar
y quiso además que no muriésemos antes de que todo esto se hubiese verificado. él \
Eran tantas
las
mercedes con que nos favorecía
;
,
que por
nos honraban de palabra y por obra nuestros mismos enemigos, si á las veces nos enviaba alguna enfermedad , hacíalo á modo
de castigo, como padre con su hijo; pues, según dice Salomón, no quiere bien sin
¡i
embargo, no
su hijo lo
hizo
el
que no quiere castigarle
:
el
Señor,
nunca de manera que á Nos resultase
,
grave daño. Agradccíamoslc
daba dos
y se lo
,
pues, entonces
,
agradecemos también ahora
grada Escritura: Omnls laus canta
gloria
la
cumpliéndose
y así quiso
;
que dice
lo
fin
de nuestros dias se
fé.
Considerando, pues,
bre
meditando
;
nita gloria
lo
que
ras
,
ciendo
estoes,
fin
al
y angustias
Nos
en
para que hasta
,
el
nuestra
hom-
y lo que es el
de este siglo y
Señor
se
la infi-
el
;
otro reparte
el
;
á los
de
convencidos
verdad
la
Omnía prceterewU prceter amare esto es , que todas las cosas de este mundo son perecedeque todo ha de perderse menos el amar á Dios y cono-
y
,
la
se verificase
mundo
es este
Sa-
palabras de
que desean y proconsiderando además cuan grande es el poder
que en
palabras de
las
Deum
que nos
conformasen nuestras obras con
de Dios y estremada nuestra flaqueza de
,
apóstol Santiago
el
las futilezas
curan alcanzarla
Señor que
el
las
fine canitur
¡n
castigo
porque conocemos que
,
daba para nuestro bien. Recordamos
lo
el
Escritura:
la
;
,
por último
,
que esta era
primera y única verdad
la
;
hi-
cimos propósito de conformar nuestro pensamiento y nuestras obras
mandamientos
con
los
este
mundo
nos dice en lipsum
jéramos crificio
et
,
,
del
Salvador
para conseguir su reino evangelio
el
el
Qui
crucem suam
tollaí
que
:
y de dejar
, ,
me
sequatur me
,
notables mercedes que
rante
nuestra vida
,
y
muy
el
que es como
,
la
di-
el sa-
me-
particularmente en los últimos años la
suya
;
cuáles
ayuda del Señor poderoso
dejamos por memoria este
libro
;
y para que los
hombres conociesen después de nuestra vida mortal nidad verdadera
si
Señor nos habia otorgado du-
quisimos abnegar nuestra voluntad por
sido nuestras obras con la
él
abneget seme-
,
de su propia voluntad. Por todo esto, teniendo en las
lo
que
lo
que quiere seguirle debe hacer desde luego
moria
que
vanidades de
cumpliendo con
vult venire j>ost el
las
,
habían
que es Tri-
que será
á los
leyeren un testimonio de las muchas gracias que Dios nos
ha dispensado
hemos hecho poderoso.
,
,
y á todos un ejemplo para que hagan lo
poniendo toda nuestra confianza en
el
que Nos
Señor todo-
TORIA
CAPÍTULO
Ks sabido que nuestro abuelo
do negociaciones con
el
el
rey don Alfonso había enlabia-
emperador de Constantinopla
de este soberano
sarse con la hija
I.
;
(1) para
ca-
pero á pesar de los tratos acor-
dados entre ambas partes, pasó nuestro abuelo á contraer matrimonio con doña Sancha, hija del emperador de Castilla (2). El
de Constantinopla
,
que ignoraba este enlace
,
envió su hija
al
rey
de Aragón, conde de Barcelona y marqués de Provenza , acompañada de un obispo y dos ricoshombres (3). Llegados todos á
Manuel Comncno I, que subió al trono en 1 1 13 y murió en 1180. Su bija Eudoxia fué la que desposada primeramente con Mfonso el Casto señor de de Aragón contrajo después matrimonio con Guillermo VIII (1)
,
,
Mompeller. Alfonso VII de León y II de Castilla , hijo de doña Urraca y de Raimundo conde de Borgoña ascendido al trono en 1126, coronado empera(2)
,
,
dor en 1135 y muerto en 1157. Era este un título con que (3)
magnates en Castetilla y Aragón. La voz Rico ha conservado aquí la misma acepción que nia antiguamente en el idioma teutónico, de donde procede; pues Rik sigpoderoso : y así Teodorico Theod-rik nificaba en aquella lengua , valiente Theod, pueblo, nación) Alanco valia lo mismo que poderoso en la nación se distinguían algunos
,
,
;
(
ó All-rik quería decir, enteramente ó muy poderoso {All, todo; y adverbialraente, del todo) etc. Mas adelante se dio á este vocablo, con sus derivados y compuestos, una significación distinta, aplicándolo solamente al que posee muchos bienes de fortuna. Los Ricos -hombres en Aragón ponían en sus ,
escudos de armas un caldero en señal deque mantenían en campana crecidas tropas, y usaban estandarte particular ó señera, por lo que se les llamó también Ricos-hombres de señera. Algunos había que se llamaron de Naturaleza
,
y estos eran
gobernaron príncipe,
el
los
descendientes
de
aquellos nobles
antiquísimos que
reino en aquel tiempo en que no se habia elegido aun nuevo
después
Lunas. Azagras
,
de
la triste
y son los Cómeles, los Foccs Entenzas y Lizonas.
pérdida de España
Urreas, Alagónos, Romeos,
;
,
HISTORIA
JO)
Monpeller, sorprendióles
noticia del casamiento de dort Alfonso
la
con doña Sancha de Castilla;
ciudad y sus dominios
,
á
de su consejo
cómo deberían condu-
Guillermo que reuniria á
y cuando los hubo juntado
;
había en
ciudad
la
,
que pues Dios
emperador Manuel
la hija del
monarca de
cristiandad
la
por mujer, y no
habia hecho merced de que
le
,
que era en aquellos tiempos
,
se hallase entonces
la
Cuando
estos oyeron
de los mensajeros que su desconsuelo
,
tomase
la
dejase restituirse
metido que en caso de no
,
él
ma-
donce-
la
efecto les habian sido enviados
al
boca
doblóse
de su señor hubiese de casar-
la hija
rogaron encarecidamente á Guillermo
,
estados
propuesta del de Monpeller de
la
por ver que
tivado aquel viaje
que
que acompañaban á
con quien no fuese rey ó emperador
él valia la
,
en sus
me-
el
dejase partir bajo ningún pretesto. Así lo
nifestó Guillermo al obispo y nobles
se
los
fueron todos de pare-
,
abandonada del esposo con quien debia casarse
lla.
señor de aquella
sazón
ricoshombres como caballeros y cuantos hombres de pro
así
,
la
para que les dijese
en aquel trance. Respondióles
cirse
jor
saber qué hacerse, acudieron
sin
de Monpeller, que era
á Guillermo
cer
y
según
,
le
correspondía
;
y
que por Dios y por cuanto á su patria , pues ellos le habian pro,
verificarse el
matrimonio que habia mo-
por mar ó por tierra
la
devolverían otra vez á
su padre. Guillermo y los de su consejo se obstinaron en su propósito
;
y conociendo los enviados del
daba otro recurso
,
pidieron que a lo
gún plazo para'resolverse. Se te dia
;
pero como
ellos
les
emperador que no
menos
se les
la
que-
concediese al-
concedió entonces hasta
vieron que
les
el siguien-
voluntad de los de
Mon-
peller debia forzosamente cumplirse
,
procuraron sacar almenos
mejor partido de aquel matrimonio
,
estipulando que
ja
que de
él
el
el
hijo ó hi-
naciese fuese señor de Monpeller durante su vida. Tal
fué la contestación que enviaron á Guillermo
más que para que no pudiese
;
manifestándole ade-
eludirse este pacto
,
debia obligarse
mediante juramento y homenaje , y hacer (pie lo jurasen asimismo todos los hombres de Monpeller mayores de diez á cumplirlo
años.
Conformóse Guillermo
celebróse
el
matrimonio
,
,
con
acuerdo de los de su consejo
y de él nació con el tiempo una hija
quien pusieron por nombre María.
,
;
á
Dt
1).
17
JAIME.
CAPITULO
II.
Años adelante quiso nuestro padre don mencionada aquella
ciudad
Guillermo de Monpeller
de
hija
con
la
que era señora de
,
su territorio: ajustáronse, pues, I"- tratos
todo
j
Pedro casarse
don Pedro todos que dona María aportase en dote aquellos dominios, j Be verificó <'l matrimonio. Asi Be \ió ensalzada la dignidad real la bija de Guillermo y nieta del emperaestipulando
¡i
¡i
dor de Constantinopla.
CAPÍTULO
111.
Mientras vivía aun su primera esposa, contrajo
nuevo matrimonio con una dama de de cuyo padre no recordamos
nombre
el
uno llamado En
enlace cuatro hijos:
Castilla
(
;
)
1
el
de Monpeller
llamada
doña Inés,
y tuvo de este segundo
Guillermo como su pa-
dre, que fué señor de Peyollá durante su vida; otro
En Bergu-
En Bernardo Guillermo á quien Nos heredamos y casamos con la hija de En Poncc Hugo, hermano de otro Hugo,
ño
otro
;
,
conde de Ampurias, llamada Juliana, y que por parte de madre era del linaje de los Entcnzas y otro finalmente , que tenia por ;
En
(I)
Aquitauia, cu
honraron
cia se
con
esta clase
al
el
algunas veces, y
las provincias confinantes
principio los nobles
Ena
de
ó
Aa
decía:
asi se
;
lo
con
el
reino de Valen-
En
y las señoras de
y en
el título
de
porque la E de En y de Rey Nanfos síncopa de ,
2V
En
se
suprimía
Alfons ó
En
mismos soberanos usaron muchas veces de este de Valencia cuando nombran á los reyes que el señor dicen precedieron á lo unión de Castilla y la Cotona de Aragón En Jaime I el señor En Pedio II el señor En Martin. Los condes de Barcelona del mismo modo habían usado de este prenotado En ó Den que igualmente lomaron después los magnates ó nobles de la mas alta jerarquía. Alfonso. Efectivamente
los
,
dictado. Los antiguos fueros
:
,
;
;
,
Mas
adelante, así estos
tado
En
danos
,
como
los reyes
prefirieron el
Don, dejando
el
dic-
para los generosos, dt que usarou también algunas veces los ciuda*
tanto de Valencia
Madramany Supone
el
como de Cataluña.
Nobleza de Aragón, pág. 142. mismo autor no haberse introducido el ,
unirse esta con Aragón, donde s« usaba ya antes de
Don cu Cataluña tal
époej.
O
hasta
18
HISTORIA
nombre Torlosela Guillermo respondía pa
,
y fué educado en
señorío de Monpeller
tener su derecho y lograr (pie
se halla inserta
hijos de
tilico
bían ser
madre
la
En Guillermo
pa-
romana para
sos-
la
Por
favorable sentencia ella
declaró
el
pon-
de Monpeller y de doña Inés de-
como engendrados en
,
primera esposa de Guillermo
,
CAPÍTULO
adulterio,
y adjudicó á nues-
Nos aquel disputado
reina doña María y á
la
obtuvo
,
las decretales.
tenidos por ilegítimos
viviendo todavía tra
en una de
el
como heredero suyo fuésemos Nos
declarada señor de aquellos dominios
que
causa ante
la
corle
la
nuestro padre.
ser ól varón le cor-
pero llevada
;
mi madre en
y habiéndose presentado
,
corte de
mayor pretendió luego que por
el el
la
señorío.
IV.
Contemos ahora de qué manera fuimos engendrado, y cómo aconteció nuestro nacimiento. Es de saber primeramente , que nuestro
dre
la
En Pedro desamaba
padre
reina
en Lates y
;
la
bre llamado
pero sucedió una vez reina en Miraval
En que
sus ruegos
aquella en que
,
,
nuestra
á
ma-
que hallándose nuestro padre
se presentó á aquel
Guillermo de Alcalá el
sazón
á la
,
el cual
rey fuese á reunirse con
ambos estuvieron juntos
,
un ricohom-
pudo conseguir con la
quiso
reina. el
La noche
Señor que Nos
fuésemos engendrado (1). Así que nuestra madre se sintió emba-
(1)
Omilc don Jaime en su
historia cierto suceso
muy
conserva tradición y el cual afirman varios cronistas,
curioso de que se
medio de juntase el rey don
relativo
al
que se valieron los cónsules de Monpeller para que se Pedro con su esposa lo que consiguieron por la agudeza de cierto caballero en vez de otra dama de que supo introducir en la cámara real á la reina Monpeller que el rey esperaba. El cronista Muntancr al hablar de las súplicas que hicieron los cónsules al caballero, pone en boca de aquellos las que vos que li digáis que vos Perquc nos vos pregara siguientes palabras havets acabat, que ell haura la dona c que vendrá á ell tot segretarnent á li sua cambra. Mas no vol que llura hi haja per res , per eo que per ningú sia vista: e de acó haurá ell gran plaher. E cora ell será gitat e tot hora haura dcspatxada la cort, vos vendréis á nos aci al lloch del consolat de ,
,
:
Muntpesllcr el
mismo
e
,
nos scrern los
XII
cronista en el cap.
ció tuyt cnscraps.
E
el
cuidavu teñir de prop la
V
consols clls
,
etc.
— Cap.
IIÍ.
—Y
luego continúa
estegucren defora agcnollats ea ora-
rey e la regina foren en lur deport quel senyor rey
dona de qui era >namorat
E
com fo alba
los
DI razada
nacimiento, en casa de
se verificó nuestro la
Purificación
en brazos; y
que
al
Nos
pasar
clérigos
el
como
la
¡í
Santa María
de
iglesia
de que debiésemos estar
lleváronnos
:
umbrales del templo, acertaron
los
\ís-
l¡i
estaban cantando los maitines, sucedió
se
Deum ¡audamus
Te
Tornamira,
los
Señora (1). Luego de nacido,
Nuestra
d<-
enviónos nuestra madre allá
19
en donde, por voluntad de Dios,
trasladóse á Monpeller,
,
pera de
JAIME.
l>.
que tuviesen ninguna
sin
,
entonarlos
;1
noticia
Fuimos en seguida presentado
allí.
¡i
San
Fermin; y aconteció también que al entraren la iglesia, se estaba cantando el Benedictus Dominas Dcus Israel. De vuelta en casa, llenaron de alegría á nuestra madre tan buenos pronósticos man;
dó luego fabricar doce cender todos á
la
al
nombre de un
el
fué
el
de san Jaime
este el
apóstol
,
nombre ,
y por
gracia de Dios, nos llamamos Jaime. Así venimos
la
mundo descendiendo de
tro padre.
hízolos en-
,
Nuestro Señor de que nos pondria
mayor tiempo:
del que durase
Nos, por
de igual peso y tamaño
vez, dio á cada uno
é bizo voto á Dios
esto,
cirios
madre y
nuestra
Obra de Dios pareció que
los tratos
do nuestro abuelo para tener por mujer
á
Manuel
el
cumplidos después con
se viesen
Pedro con doña María, borrando
del rey
En Pedro
nues-
que babia entabla-
una bija del emperador
En
casamiento del rey
así la falta
que primeramente
se
babia cometido.
Sucedió
cabo de poco tiempo
al
daba encima de piedra que cayó
que por una
cuna donde Nos estábamos
la
lado de la cuna
al
,
,
,
trampilla
nos
pero no fué
la
que
tiraron una
voluntad
de
Dios que entonces muriésemos.
prohomens
ma
ces en la
gina
,
e tuyt
fots e prclats ,
maravcllas
c
,
agenollarense
de merce vostra
,
,
c
homens de
e e
:
religio
,
dones cascú ab son ciri to-
e
é lo senyor rey
salta tantosl sobre lo Hit
digucren en plorant:
e
,
era en pres
lo Hit
ab la re-
lespasa en la
ma
Senyor, merce sia de gracia,
que vejats quius jau de prop.
E
la regina
drenas,
e
:
e
lo
comptarenli tot co que havien tractat. E lo senyor que pui.r que axi era que plagues á Deu fos cumplit lur cnteni-
senyor rey conech la rey dix
,
entraren la cambra
,
e
,
tnent. (1)
De
las varias fechas
que indica el mismo don Jaime en su historia, y se deduce que su nacimiento fue el dia 1.°
de otros testimonios auténticos de febrero de 1208.
,
IIISTOI(l\
"2(1
capítulo
Fué nuestro padre habido en España y sus bienes
el
tan
;
y.
mas
rey mas cortés y liberal y dadivoso
,
que gastó sus rentas
buen caballero como ninguno en
;
que hubiese
afable
el
mundo
,
y de
tan señaladas prendas, que la brevedad de este escrito no nos per-
mite contarlas.
CAPÍTULO
En
cuanto á
la
reina nuestra
buena había en
el
mundo
honrarle vez
,
madre
era ella
,
;
basta decir
,
,
que
temerosa de Dios
,
si
mujer
amiga de
y dotada de tantas perfecciones, que por decirlo de una
hombres que conocian
era estimada de todos los
,
VI.
amó
sus
virtu-
Señor y tanta la gracia que le otorgó , que en Roma y fuera de Roma ha merecido ser llamada la reina santa. Sana á muchos enfermos que toman en vino ó agua des.
Fué
tanto lo que
raeduras de
en
apóstol.
el
piedra de su sepulcro
la
la basílica
la
de San Pedro
Con razón
,
pues
,
y está sepultada en
,
junto á santa Petronila
hemos dicho que
,
Roma
la hija
,
del
fué cosa de milagro
que después de haber prometido nuestro abuelo don Alfonso tomar por mujer á
doña Sancha de
promesa en
monio con
emperador, y de haberse luego casado con Castilla , quisiese el Señor que se cumpliese la
la hija
la
del
persona de nuestro padre
la nieta del
el
poco de haber Nos nacido
territorio
(1)
contrayendo éste matri-
emperador de Constantinopla.
CAPÍTULO
Á
,
de Cajcasona
Carcassez y Bidarrez
,
,
Y1I.
Simón de Monfortc
y Beziers (1) y
dice
el testo
:
la
,
que poseía
parte de
corrupción de
atino-bárbaros Carcasscnsis ó Carcas s o nensis y Bitcrrcnsis, signaba lo perteneciente á las citadas ciudades.
los
Tolo-
dos adjetivos
con que se de-
—
DE s.i
que
ganado
liüliiii
nuestro padre,
educarnos;
á
manifestaba
el
éste,
pidió «pie
le
y
cual accedió
l<>
¿i
JAIME.
Francia
de
rev
el
I).
nuestra persona para
entregase
le
Pedro, Gado en
amor que
<-l
le
de Montarte. Mientras nos bailábamos en poder de
naturales ofrecieron repetidas veces
l«»s
hacer alianza con
quiso
,
de aquel territorio ñáronle siempre
,
;
mas como
era
él
franco
negándole por obra
don Pedro el señorío
¡i
doblez
sin
\
,
enga-
hablan ofrecido de
lo <[ue le
En Guillermo de Cerrera, Arnaldo de Castellbó y En Dalmacio de Crexell , sabemos que le dijeron mas de una vez:
palabra. Por
castillos y nuestras
Señor, aquí tenéis nuestros
de ellas, nombrad vuestros bailes
que
tro padre verificar lo
le
;
—
pedían
villas
,
y luego cuando quería nuesdecíanle:
,
— Señor, ¿cómo
podéis cebar de nuestras casas á nuestras pobres mujeres?
que tanto nosotros como tad ?
— Con
ellas
sabéis
dejaban de cumplirle sus ofrecimientos
tales razones
mujeres que hallar podian fácilmente de
¿No
haremos todos siempre vuestra Nolun-
mostrábanle sus hijos, sus esposas, sus parientes
mudar
apoderaos
;
y
como
él era
y las
muy
mas hermosas
liviano
contentarse con
propósito y
:
lo
,
hacíanle
que
ellos
querían.
CAÍTILO VIH. Hallábase Simón de Monforle en cientos á mil caballeros
estaba con
él
y nuestro padre
,
en guerra
,
que en
aquella ,
sazón
llevando
en
Aragón don Miguel de Lucia, don Blas-
don Ladrón y don Gómez de don Miguel de Rada, don Guillermo de Puyo y don Aznar
co de Alagon ,
Pardo
,
marchó sobre aquel lugar
su compañía á los nobles de
Luna
Murct acompañado de ocho-
,
,
don Rodrigo Lizana
con otros de su meznada
no recordamos ahora
;
(
1
,
) ,
y á los catalanes
y
muchos cuyos nombres
En Dalmacio de Crexell, En
Entiéndese comunmente por meznada una compañía de gente de armas que servia bajo el mando del rey, de algún ricohombre ó caballero (1)
En
nombre
compañías sueltas mercenarias levantadas por cualquiera pero no así en Aragón donde las caballerías de meznada ú meznaderias constituyen nobleza de donde provino la división de caballerías de meznada que daban los reyes, y de honor que conferian los ricoshombre? su? caballeros. principal.
otros países se ha aplicado
tal
a las
,
;
,
;í
¿2
HISTORIA
Hugo
Mataplana, En Guillermo de Ilorta y En Bernardo de
(le
embargo, todos
Castellbisbal. Sin
don Gómez
estos caballeros, á excepción de
de D. Miguel de Rada y de don Aznar Pardo
,
algunos de su meznada que murieron honrosamente en todos volvieron
espaldas y abandonaron
las
rey en
al
con
,
campo,
el
la refriega.
Don Ñuño Sánchez y En Guillermo de Moneada, hijo de Guillermo Ramón y de Guillerma de Castellví , enviaron mensaje al rey para que
los esperase
ron en
pero
;
La noche que precedió
la batalla.
do folgando
rey no quiso hacerlo
el
rey don Pedro
el
,
de
y así no se halla-
,
combate habíala pasa-
al
modo que
según nos contaron
,
después su repostero Gil, que se hizo luego religioso del Hospital, y algunos otros que
en pié
tenerse lio
á
1 ).
(
,
presenciaron
lo
hubo de
y
Antes de trabarse
oyó misa no pudo
cuando
,
mientras se decia
sentarse
evange-
el
lucha habia el de Monforte propuesto
la
don Pedro un convenio; pero nuestro padre no quiso admitir ninconde Simón y los confesáronse y comulga-
gunas condiciones. Desesperanzados entonces que con ron
se hallaban dentro
él
de Muret
,
el
resueltos á salir al encuentro á don Pedro, prefiriendo morir
,
honrosamente en Embistieron
pues
,
nar
la batalla
por
sí,
campo
el
que no encerrados dentro de
como
y
;
,
las
conservarse
ni
peleando cada ricohombre
,
contra ley de armas; tanto por esto
en que estaban
,
el
rey don Pedro
No
(1)
faltará quizás
muy
padre
En
esta
el
pecado
batalla
la divisa
mu-
que han
Nos seguiremos siem-
quien cslrafíe en boca de
los deslices del
como por
siguiendo
,
tenido siempre los de nuestro linaje y que
minuciosa de
,
quiso Dios que fuesen rotos.
padre
rió nuestro
plaza.
rey no supieron orde-
tropas del
unidas
la
un
hijo
la
relación tan
pero antes de censurar por ello á don
;
tro siglo, á pesar de la desmoralización
costumbres de la época. En nuesque se le achaca ni hay quien os-
tente públicamente sus concubinas,
quien
Jaime
,
deben tenerse
bastardo
eran
,
en cuenta
las
ni
,
piense ennoblecerse con ser
por ilustre que pueda ser su bastardía
muy comunes
nas católicas
,
los siglos
medios.
En
el
no tuvieron reparo en añadir
mismo don Jaime
embargo, ambas cosas
Padre M. Florez, en sus Rei-
un largo catálogo de amigas de
hay
ilustres personajes
de bastardo
en
sin
:
á
los reyes
de Castilla
:
sus firmas la calificación
que tuvo sin contar otras su y Cuiilcnna de Cabrera y su Teresa Gil de Vidaurc no podia tener por faltas muy notables las que de su padre nos cuenta, ni podia creer que perjudicase su buen nombre con rcfcrirlar. cuando eran de todos ya sabidas. ;
por
lo
,
,
,
,
,
;
;
DE pre
:
morir ó vencer
(
1
I).
.1
,
,
mu:.
í'.\
Mientras tanto quedámonos Nos en Car-
).
casona en poder del conde
que nos educaba
,
de aquel
y era señor
lugar.
CAPÍTULO
de Murcl y continuando aun franceses, quisieron tenernos en su poder nues-
Poco tiempo después de la
guerra contra
IX.
los
batalla
la
tros naturales, y enviaron
don Ñuño Sánchez
á
y á
En Guillermo
de Cardona, padre de Raimundo Folch, en embajada cencio tercero, para que por entredicho ó de otra á
Simón de Monforte
á
que
al
papa Ino-
manera oblígase
entregase nuestra persona
les
ya que
,
éramos su señor natural y no les había quedado de don Pedro ningún otro hijo legítimo, Inocencio , que era el mejor pontífice que desde cien años atrás hubiese ocupado
(1)
Guillermo de lúdela en su crónica en verso de
bigenses refiere
muerte del rey don Pedro
así la
El bos reís d' Arago
Ab
E
1'
orne de Tolosa
Que anc
E E
coms
ni
i
son
anc non saubon mot,
van
E'
E
1,
trastuit
cscrida
fo si
:
mieia
E
s
Después de
ora
lai
se
guerra de los al-
:
,
corregutz
luit
non fon de ren creutz francés son vengutz
tro' ls
on fon
— Eu so*
malamcnt
Que per 1'
en
que
,
es vas lor atendutz
ni rcis
,
la
cant los ag perecubutz
,
companhos
petits
Apóstol
la silla del
1
reis
rcis!
—
Mas no
e nafratz é ferutz
la térra s' es lo
;
conogutz i
es cntcndulz
,
,
sanes espandutz
cazee mortz aqui totz estendutz.
la batalla
,
quiso
el
de
Monforte que
le
mostrasen
el
cadáver
de don Pedro, y derramó sobre él abundantes lágrimas, por ver el desastroso fin que habia tenido tan apuesto caballero. Fuélo, efectivamente, don Pedro, él por mucho tiempo grata memoria. Acontemuerto á los 13 de setiembre de 1213, y al cabo de cinco años le siguió su enemigo el conde Simón quien después de haber desertado de
y sus subditos conservaron de ció su
,
la
cruzada á
la
Tierra Santa, fué
contra los albigenses El que desee mas
,
,
nombrado
jefe
de
la
que
se
emprendió
y murió en el sitio que puso á Tolosa en 1218.
noticias
sobre
aquella
guerra, batalla de
Murct,y
muerte de don Pedro, consulte, á mas de la citada, las crónicas latinas de Guillermo de Puy-Laurens y Pedro de Vaux-Sernay y la historia de todos aquellos hechos escrita en lemosin por un anónimo, y que se halla continuada en el tomo 3." de la Historia de Lenguadoc. ,
HISTORIA
24 hallaba dotado
de natural ingenio y versado en todas
apremiantes mensajes
tan
envió cartas tan ejecutivas y
las ciencias,
conde,
al
que este hubo de acceder á nuestra entrega. Lleváronnos, pues , los franceses hasta Narbona, y allí salieron á recibirnos multitud de nociudadanos de Cataluña, á
bles y
sazón que
la
años y cuatro meses. Acordaron desde
Nos teníamos
luego nuestros
confiar nuestra educación al cuidado de Guillermo de
Osona
natural de
seis
naturales
Monredon
,
que residía en Monzón y era por aquel tiempo
,
maestre de los templarios en Aragón y Cataluña.
el
CAPÍTULO X. Después de esto
,
resolvieron en nuestro
nuevo que mandaron fabricar para Nos
,
nombre
el
cada reino
,
que con
sello
convocásemos cortes de
catalanes y aragoneses para la ciudad de Lérida
curriesen
,
,
con-
á las cuales
abades y ricoshombres de y diez síndicos de cada ciudad , con poder bastante arzobispo
los
,
obispos
para consentir y aprobar lo que
las
,
cortes acordasen (1).
Compa-
Las cortes de Lérida en que don Jaime fué jurado rey de Aragón son primeras catalano-aragonesas de que hallamos mención auténtica en la
(1)
las
historia
sin
:
no debe creerse que esta institución se organizase pues atendida su composición, en la que entraron ya abades caballeros y representantes de las ciudades debia
embargo
entonces súbitamente nobles
,
obispos
,
,
;
,
,
de traer origen de tiempos muy anteriores. Esplicar este y los progresos de tal institución prestaría materia para muebas páginas, y asi hemos de contentarnos con lijeros apuntes.
La
como decimos
corte ó las cortes,
ahora,
no fueron en su principio mas que el consejo de los proceres que rodeaban al rey ó caudillo, y á quienes convocaba éste para que como tribunal de justicia
decidiesen los pleitos y cuestiones que entre ellos mismos se suscitaban,
ya facultades legislativas , y así vemos que don llamón Bercnguer convocó á los magnates para ordenar los Usajes de Cataluña. Á medida que las clases medias fueron adquiriendo alguna im-
Posteriormente fueron adquiriendo
portancia
,
y que los grandes feudos
de
la
corona se fueron subdividiendo,
aumentóse el número de los que á ellas concurrieron, y por lo mismo creció hasta que habiendo adquirido notable también la fuerza de esta institución influencia los concejos de las ciudades, tuvieron también entrada los síndila concurcos de las mismas. Á pesar de esto y en los primeros tiempos rencia á cortes era mas bien que un derecho una obligación de los subditos, y así vemos que en casi todas las enfeudaciones de algún territorio hay continuada la cláusula quod tcncatis venire, ad curiam y aun hemos visto carta-puebla del siglo XII en que se halla impuesto el mismo deber á los :
,
,
:
;
,
vecinos de
la
nueva población.
!
DE
Sancho que esperaban usurpamos
Ion
-•»
JAIME.
todos los convocados, mentor
recieron •
l>.
Fernando y
«Ion
ej
el
conde
reino, y todos nos pres-
taron juramento de guardar nuestra persona y nuestros dominios,
de defendernos en todo trance contra cualquiera. El arzobispo
y
Abarcas y puliente nuestro, fué el que llevándonos en brazos nos presentó á las cortes desde el palacio que hay ahora de sillería y era entonces de madera, por la
Aspargo, que era
donde
ventana
linaje de los
del
está
hoy
cocina en que
la
da de comer á los
96
Luego de prestado juramento maestre del Templo se nos llevó
comensales de palacio.
se disolvie-
ron
á
cortes
las
y el
,
Monzón
,
donde estuvimos dos años y medio continuos. Cuando esto acontecía, teníamos ya empeñadas todas nuestras rentas de Aragón y Cataluña en manos de judíos res
1
(
) ,
y
sarracenos
modo que al
tas para
y nuestros
hono-
que consistian entonces en ochocientas caballerías
habia nuestro padre dado ó vendido todos
de
;
llegar á
menos
Monzón no bastaban
mantenernos un
dia:
¡
,
los
ciento y treinta
;
siquiera nuestras ren-
tan esquilmado y empobrecido se ha-
llaba nuestro patrimonio
CAPÍTULO
XI.
Mientras nos hallábamos en Monzón cialidades entre
don Atórela
,
los
bandos y parricoshombres aragoneses. Don Pedro Añones, se suscitaron
don Gimeno de Urrea, don A. Palazin
don Bernardo
,
don Blasco Maza y otros ricoshombres y caballeros cuyos nombres no recordamos, siguieron al conde de Rosellon don de Benavente
,
Sancho {%) y al contrario , don Pero Ferrandez de Albarracin, don Rodrigo Lizana y don Blasco de Alagon se declararon por don ;
Ducangc y Carpenticr observan que la palabra honor no solo significa si que además cualquiera posesión en general que igualmente que los caballeros podían adquirir los plebeyos. Marquilles dice que universalmente todos los bienes inmuebles se decían en Cataluña honores, y lo mismo observan los demás comentadores de la costumbre feudal y de las constitu(1)
feudo
,
,
,
ciones de Cataluña.
Fué don Sancho hijo tercero del conde de Barcelona don Ramón Be(2) renguer IV y de doña Petronila reina de Aragón y poseyó el condado del Rosellon por habérselo donado su hermano mayor dun Alfonso ó Ramou II, llamado el Casto que fué el primer monarca que rigió el reino unido. ,
;
,
í
fimoiu.v
26
Fernando.
Don Pero Gornel
aun tierras
ni
al
uno como
gón
,
mas
los personajes
discretos y notables de todo Ara-
en gran manera de aquellos trastornos que habían
Venían de vez en cuando
á
venios en
de uno y otro partido, y cada uno de por
sí
nos insta-
sobrevenido en los
muy jóvenes, y seguían tan pronto Don Gimeno Cornel era ya muy viejo,
otro partido.
al
so dolia
Monzón
no poseían
Antilloii
honores, por ser
como uno de
y
don Nales de
y
el
reino.
ba para que saliésemos del castillo, y declarándonos por
ayudásemos con nuestro nombre y autoridad
los suyos,
con-
á destruir á sus
trarios.
CAPÍTULO
Cumplidos
los
nueve años de edad
XII.
y viendo
,
nernos por mas tiempo encerrados dentro de
conde de Provenza
al
en libertad
:
(
el 1 ), resolvió
de
los
de su tierra
,
Provenza.
ro antes de partirse
el
recibió el de Provenza un mensaje
el
,
Como
conde
ocultamente del
lo sacarían
,
lo
propusieron
lo
quiso hablar con
Nos
nos alegrábamos de su viaje. Al dia siguiente
lió del castillo
otros
en compañía de Pedro Auger
dos escuderos
rida disfrazados para te á Salou
,
;
caminaron toda
no ser reconocidos
embarcáronse en
la galera,
la ,
,
castillo
cumplieron ,
al
;
á pesar la
,
y
pe-
de
separa-
anochecer sa-
que era su ayo
noche
;
,
revelónos el
que en medio del doloroso sentimiento que nos causaba ,
ni
reino nuestra presencia.
secreto y nos despedimos todos con el llanto en los ojos
ción
Nos
diciéndole que en determinado dia tendrian dis-
puesta en Salou una galera se lo llevarían á
,
la fortaleza ni á
maestre del Templo dejarnos
que bien había menester
Siete meses antes de verificarlo
que no podia ya te-
pasaron
,
y de
por Lé-
llegaron la noche siguien-
y se dirigieron á Provenza.
Tenia entonces dicho conde dos años y medio mas que Nos.
(1)
te
de
Ramón Bercnguer V de los
condes de Barcelona.
Provenza, primo de don Jaime
y
descendien-
,
HF.
.U1MI
Ii.
CAriTDU Al saber sin su
los
noticia
,
templarios que
VTi
XIII.
conde de Provenía había partido
el
conocieron que tampoco
podía ser
les
mucho
nuestra permanencia. Pesóle también
¡«I
provecho
d<-
conde don Sancho^
mayormente cuando supo que el de Provenía se había ido con los que eran de su bando en Aragón y asi quiso Inego alzarse con el ;
reino. Sabiendo
Pero Ferrahdei
pues, Nos sus intentos
, ,
á
don Rodrigo Lizona
En Guillermo de Cervera ellos
enviamos mensaje á los de
,
su
de
salir
allí
«Ion
¡i
bando
para que acudiesen á buscarnos á
,
zón, porque estábamos resuelto á
dos
.
\
¡í
Mon-
de cualquier modo; y to-
nos prometieron ampararnos y ayudarnos con todo su poder.
Don Sancho
juntó luego- á todos sus partidarios, y para infundiraliento y despreciando nuestras fuerzas , díjoles que prometía
les
Aragón
entapizar de grana toda cuanta tierra ganásemos en
de
Cinca
el
(
1 ).
tes de
amanecer
mitiva
,
,
En
esto
,
salimos
y alcanzamos en
que nos dijeron que
Nos de Monzón el
conde
el
puente
se hallaba en
das sus fuerzas, esperándonos para trabar
mas que nueve años
á los
la
allen-
cierto dia
an-
de nuestra co-
Selgua con to-
batalla.
No
teníamos
y por miedo al combate en que pensábamos entrar, quiso un caballero prestarnos una cota lijera á la sazón
para que nos
la
vistiésemos. Estas fueron nuestras primeras armas.
Llegamos aquel
mos
al
siguiente
haciendo
así
,
dia á
Berbegal
en Huesca
nuestra
,
primera
ningún contratiempo
sin
entra-
,
y llegamos finalmente á Zaragoza, visita
al
reino de Aragón
la
cual
este
paño
,
llenó de júbilo á todos nuestros subditos.
(1)
El original dice perset vermell
porque vendría de Persia.
En
el
,
mismo
y
quizás
sentido de
llamaron
paño
lo
así
tadores Raimundo de Miraval y Gerardo de Luc, pues dicen,
Mantel non es de perset y
el
segundo
iu"
:
Del perset vermeill per
saia.
de
saia
á
usaron el
los
tro-
primero
:
HISTORIA
ÜS8
CAPÍTULO XIV.
Hallándonos en Zaragoza con don Pero tros
se
,
Ferrandez y los nuesnos dio noticia de que don Rodrigo Lizana tenia preso á
don Lope de Alvero
mismo don Rodrigo
pariente del
,
con una hija de don Pelegrin de Atrocillo
don
rogaron que
Gil nos
tar á
don Lope
desafío
,
se
les
,
el cual
y casado
hermano
y su
diésemos consejo y ayuda para liber-
puesto que don Rodrigo lo prendiera sin previo
;
había apoderado de su
castillo
y
de Alvero
villa
,
le
y
había quitado mas de mil cahíces de trigo, sin contar
el
habia causado
Reprobaron
semejante desafuero todos caso
y sarracenos de
á los cristianos
los
y los de nuestro consejo
;
la villa.
aragoneses qne tenían noticia ,
tásemos á don Lope los
de aconsejar á
ni
fueron de dictamen que atacásemos á don Rodrigo
,
daños que
,
hiciésemos que
é
vero con un fundíbulo
(
á los dos días de estar la
1
mente
donde
Acaudillaban
fuesen resarcidos todos
máquina disparando allí
poner
sitio á
Lizana
,
liber-
,
pues
,
,
sobre Al-
hicimos fabricar en Huesca
que
)
que don Rodrigo habia dejado á
le
habían causado. Marchamos
se le
,
rindiéronse ya
;
y
los
de guarnición. Fuimos seguidapreso don
se hallaba
Lope.
encargadas de defender aquel lugar
las fuerzas
del
pues Nos por nuestros pocos años
no nos hallábamos en estado de aconsejarnos otros
daño que
,
don
Pero Gómez y otro caballero cuyo nombre no recordamos. Era en el mes de mayo montamos nuestro fundíbulo , y al anochecer del :
dia siguiente
,
cuando se habían disparado
noche y mil de dia
,
Mandamos entonces y dispusimos
el
pada y lanza
,
dras
el
causaba
(1)
a quinientas piedras
de
tuvimos abierta espaciosa brecha en
el
muro.
armáronse todos
la
hueste
el asalto
;
,
juntóse
ataque. Peleaban los unos cuerpo á cuerpo con estiraban los ballesteros
fundíbulo la
5
;
y era tan recia
máquina
,
que
Fundíbulo ó fonebol
guerra para arrojar piedras
,
al
dice
gruesas
continuaba arrojando pie-
pelea y tanto el estrago que
la
ver don
como
muy
,
el
Gómez
á
original,
parecida
muchos de
era á
los
su-
una máquina de ella ó acaso igual
y creemos que seria el mandron ó almajanech, que mencionamos mas adelante, y que á nuestro entender era también una especie de trabuco. ¡
DE yos heridos y que
el castillo
mas, embrazando
el
vida
eil
entre
mitad
el
pobo
;
armado de todas ar-
cabeza con berrado ca-
la
se colocó torno quien desprecia la
,
brecha, donde
la
(le
cubierta
,
evpada
la
£9
JAlMi:.
debía perderse
escudo
pacete y blandiendo
I).
minas que habían amontonado
y
nuestro fundíbulo. Databa BU tanto ces, á pesar
batalla, sin
hasta que
tros se hubiese atrevido á escalarla;
nombre no recordamos de
disparos de
los
muy practicable, ninguno
brecha
la
la
fijo
las rodillas
hundió hasta
se
de
nues-
los
un escudero cuyo
aunque nos parece haber sido don
,
observando que menguaba algún tanto
Pero Garcés de Alfaro,
el
empuñando la espada, comenzó á trepar al muro afirmando los pies como mejor podia, y sin que lograse estorbárselo don Pero Gómez, que ardor de
pelea, vestido el camisote, puesto el capacete y
la
medio sepultado gar. Tras
el
hallaba
entre
ruinas, no pudo moverse de su lu-
las
escudero siguieron los demás de
dó por nuestro se
allí
allí
prisionero.
su amigo don aquella guerra
castillo
el
la
hueste
rescatando á don Lope de Alvcro que
,
Don Rodrigo
Lizana acudió entonces á
Pero Ferrandez de Azagra para que ,
y así que-
,
se apartase
de Nos
de modo que
,
y
le
le
acogiese en
ayudase en Santa
Ma-
como don Pero seguia antes nuestras partes cuando Nos entramos en Aragón , avínose luego con don Rodrigo, se separaron ambos de Nos, y desde aquella
ría
de Albarracin
;
así
hora en adelante nos causaron cuanto rio,
don Pedro Ahones y
y se hallaron en
después de nuestro
de su partido se habían unido
toma de
la
don Gimcno Coruel
los
,
tío
daño pudieron. Al contra-
aquellos dos
que era
el
mas
castillos.
En
ilustre personaje
á
Nos
cuanto á
de Aragón
don Fernando, declaróse también por Nos
y por los nuestros.
CAPÍTULO XV.
Por aquel tiempo se trató de casar con don Pedro Ahones á sobrina de don
Gimeno y hermana de don Pero Cornel
entretanto, llegado ya
el estío,
;
y
la
Nos
juntamos de nuevo nuestra hueste
marchamos sobre Albarracin. Pusimos sitio desde luego ala torre del Andador , estableciéndonos en un terromontero que la do)
HISTORIA
TU)
minaba
y
;
estuvimos cerca de dos meses
allí
manchón que asestaba
fabricar un
gunas estacadas que resguardasen
habiendo dispuesto
contra
sus tiros el
,
torre
,
y al-
Entre castellanos,
fundíbulo.
aragoneses y navarros habia á lo menos en
la
ciento y cin-
la villa
cuenta caballeros, mandados por don Pero Ferrandez, que era se-
En nuestra compañía se En Guillermo de Cer-
ñor del lugar, y por don Rodrigo Lizana. hallaban don Gimeno y don Pero Cornel ,
don Pedro y su hermano don Pelegrin Abones, don Guillermo de Poyo, padre del otro Guillermo que está con Nos v
era
don Vales
,
,
mientras escribimos este libro
Zaragoza, Calatayud
hombres que nos
,
;
Daroca
y además,
las
ciudades de Lérida,
Todos
Teruel (1).
y
los ricos-
servían llegaban apenas á ciento y cincuenta ca-
y como Nos éramos un niño que no teníamos mas que once años , debíamos obrar en todo con consejo de los ricoshomballeros
;
bres que nos acompañaban
bíamos gobernar nuestra
semos almenos
pues justo era que ya que Nos no sa-
;
tierra ni dar consejos
que nos
á los
los
daban
don Pero Ferrandez que
rientes de
daban noticia á
los sitiados
á otros
Los amigos y pa-
Nos.
á
escuchá-
,
se hallaban entre los nuestros
de cuanto ocurría en
el
campamento,
entraban y salían de noche y de dia , y les abastecían continuamente de ballestas y vituallas ; de modo que , á excepción de don
Pedro y don Pelegrin Ahones y de don Guillermo de Poyo, todos los demás nos servían tan mal y tan falsamente como les era posible. Así fué
como
don Guillermo de Poyo haciendo su
éste y
media noche salieron ,
ban vieron
ficar
fundíbulo
,
la
multitud que
les
atacaba
,
cuando
pues,
á eso
de
con todos los caba,
y con teas en-
acometiendo los
,
que con
don Pe-
á
ellos esta-
descmparáronlos
,
siendo
muerte de don Guillermo y don Pelegrin , que comas pundonorosos , no quisieron abandonar su puesto. Ardió,
pues,
(1)
el
don Guillermo de Poyo. Cuando
causa de
mo
,
escuderos y cuanta gente pudieron reunir
legrin y á
así
vela
los sitiados á la estacada
cendidas se dirigieron contra
don Pe-
á
mandron. Estaban
legrin le tocaba estar de guardia en el
lleros
noche en que
los sitiados supieron la
el
la
fundíbulo sin que ninguno de
El original dice cranhi las ciutats de
con esto los síndicos de las mismas
roas probable lo último.
ó
la
hueste acudiese á impe-
Ignoramos si quiere signiaunque nos parece sus milicias etc.
,
)
DE
Cuando
dirlo.
gañado
H
JAIME.
I».
de nuestro consejo vieron que se nos había en-
los
que éramos tan
y
:
mal Bervido de nuestros hombres (1
),
mu' levantásemos <-l sitio. No tuvimos mas recurso míe hacerlo , pues había dentro en la plaza tantos ó mas fueron
parecer
«le
caballeros de los que
Nos contábamos para
sitiarla
no teníamos
y
,
siquiera quien nos aconsejase en nuestra corta edad.
CAPÍTULO XVI.
Año
medio después de haber sucedido
y
doña Berenguela
reina
Fernando
Leonor. Además de
el
las referidas
doña Berenguela Alfonso
quien nos casamos, tuvo Alfonso otros
bueno que demos aquí alguna que casó con ca
,
noticia.
rey de Francia Luis
el
que fué con
el
,
la
don Alfonso y madre de don matrimonio con su hermana doña
de León llamado también
del rey
de Aibarracin
hija del rey
,
propuso
nos
,
lo
,
que fué mujer
,
Leonor
y doña
,
con
,
hijos, de los cuales
Fueron
estos
tiempo reina de Portugal
;
el
doña Blanca,
:
hijo de Felipe
será
;
doña Urra-
infante
don Fer-
nando; y otro llamado don Enrique, que llegó á ser rey de Castilla, por haber
primero premuerto á su padre don Alfonso. Don
el
rique murió luego de un tejazo con que
estaba jugando con otros muchachos
como
si
dos ejércitos
fueran
,
al
esto pasó el reino á
hirieron en
repartidos en
y habiéndose
suyos en una altura á manera de castillo,
Con
le
,
cabeza
dos cuadrillas
colocado con los
recibió el golpe
allí
doña Berenguela
él
la
En-
(
2).
para trasmitirlo luego
rey don Fernand.ode Castilla (3).
(1)
Usamos
la
palabra
hombre, en su acepción anticuada de subdito ó
vasallo. (2)
El rey don Enric trevellaba con sus mozos, é finólo un mozo con una
non por su grado, c murió ende Vi días de junio, en MCCLV. ( Anales primeros de Toledo pág. 400. Don Alfonso VIII entre los de. León, y III de Castilla, tuvo en su es(3) posa doña Leonor de Inglaterra algunos otros hijos pero todos ellos muriepiedra en
cabeza día de martes era la
,
,
,
:
ron en
la infancia.
Doña Berenguela, que ya como regente ya como propie-
gobernó por mucho tiempo en Castilla, estuvo casada con don Alfonso IX de León; y de este matrimonio nació el rey don Fernando el Santo, de taria,
quien aquí se
trata.
HISTORIA
\'>
CAPÍTULO Antes de tomar por mujer á á los
de nuestro consejo
XVII.
y todos fueron de dictamen
,
nuestro padre no habia dejado otro hijo que
nos joven
,
para que
si
salir el
conde don Sancho
don Fernando
,
hijo del
,
,
siendo
de
por enferme-
cosa de que se horroriza-
conde de Barcelona
él
en
y nuestro tio al
reino,
nuestra niñez mientras
tales razones
matrimonio con los
,
don Alfonso, aspiraban ambos
estábamos en Monzón. Movidos de
Castilla
debíamos casar-
,
y habian intentado ya alzarse con
el
,
que pues
;
hijo del rey
que contrajésemos
,
,
dejásemos almenos descendencia y reino de nuestra casa mayormente cuando
ban solamente con pensarla
el
Nos
aconteciese que muriésemos
dad ó por algún tósigo qne nos diesen
no hubiese de
Leonor, consultamos
reina doña
la
la hija del
nos instaron para
,
rey don Alfonso de
primeros en inducirnos á
En Gimeno
ello
En Guillermo de Cervera, que eran nuestros principales consejeros , En Guillermo de Moneada , que murió en Mallorca , y Cornel y
algunos otros cuyos nombres se han borrado de nuestra memoria.
Cediendo á
mujer
á
tales instancias
,
nos fuimos á Agreda para recibir por
doña Leonor.
CAPÍTULO Poco tiempo después recibimos de Santa María de
sia
del
la
huerta
XVIII.
la
orden de caballería en
de Tarazona
,
oyendo
allí la
Espíritu Santo, y ciñiéndonos luego la espada, que
de encima de
la
mesa
del altar.
Entrábamos á
la
la igle-
misa
tomamos
sazón en los trece
edad tuvimos que estar aun por espacio de y por falta de uno en compañía de la reina , sin cumplir con ella lo que todo años
,
marido
está obligado á cumplir con su mujer.
CAPÍTULO XIX. Celebrado ya nuestro
Aragón y Cataluña
,
matrimonio
,
entramos con
donde era de ver como todos
la
los
reina
en
ricoshom-
bres se desvivían por alcanzar nuestra privanza, para que nos
de-
;
33
JAIME.
1>K D.
jásemos guiar por sus eonsejos. Don Ñuño Sanclioz, hijo del conde
En Sancho Koscllon
,
á quien
,
GonQent
padre
dado
li;il)ia
Cerdaña por durante
\
En Guillermo
amistad con se
nuestro
condados de
los
bu vida
tenia estrecha
,
de Moneada; pero por un altercado que
promovió entre dicho don Nufio
de Cervelion no quiso darle, tratá-
-ubre un azur terzuelo que
el
ronse mal de palabra, y
dijo el de
le
En Guillermo de Gervellon
\
Moneada que no
yaque
tenia
contaren adelante con su amistad. Respondióle don Ñuño que tampoco contase lla
hora
mo
con
él
la
suya
que no
,
fiase
en
,
al
contrario
En
para
Monzón de
esto
que acudían á
,
los
una
trescientos caballeros á
En
Ñuño,
de su liando,
v
don
En
que habíamos convocado
Templo llamada Valcarca don Pedro Abones con los de su bandel
Monzón. Cuando Nos
dería se reunieron en Castellón del Puente de
paso don
Guiller-
Guillermo de Moneada y
las cortes
villa
mientras que don Fernando y
Monzón para
á
En
que juntar pudiéramos, se encaminaron con
los
íbamos de Lérida
que desde aque-
con don Fernando y don Pedro Ano-
se alió
,
nes y los de su partido.
Pero Ferrandez
y
,
por su enemigo. Convínose entonces
lo tuviese
de Moneada con don Pero Ferrandez y
Ñuño
él
pidiéndonos (pie
no queríamos su deshonra
celebrar le
— Señor,
cortes
,
saliónos al
diésemos consejo y ayuda,
su muerte.
3
las
— ¿Qué deshonra
si
es esta,
En Guillermo de Moneada y don Pero Ferrandez se dirigen contra mí: vos sabéis muy bien que son ahora mis enemigos mañana estarán en Valcarca con mas don Ñuño ?
Ic
dijimos.
repuso
;
:
de trescientos caballeros
conmigo
,
sé
;
que llevan intentos de trabar batalla
ó de dirigirme almenos tales ultrajes, que por lo que
bonra vale no pueda yo dejarlos ñor
,
mucho
será que
no muera, ó que no
que sea mil veces peor que esto sucedía
sin respuesta
la
él
afrenta que recibiera
que
110
pudiese
1
puertas
,
causen
tal
,
se-
afrenta,
años
,
le
manifes-
pero que
contábamos con un medio para
alisársele el
la villa
permitan entrar de dia
respondo
nos unia
;
poniendo en
si
y que por el estrecho tendríamos por propia cualquiera
Así que lleguemos á Monzón,
mas notables de
y
— Nos, que cuando
los catorce
tamos que nos dolíamos mucho del caso parentesco que con
me
misma muerte.
acabábamos de cumplir
;
mi
,
,
daño ó deshonra que tanto temia. le
dijimos, convocaremos á los
—
hombres
y les daremos orden para que cierren las
ellas
ni
guardianes
y gente armada
de noche á ningún ricohombre
que no ni
caba-
—
HISTORIA
•í í
llero sin
nuestro especial permiso
mas de dos
entre nó pueda llevar Asi se verificó. el
caballeros en
Cuando don Ñuño oyó nuestras
medio que habíamos adoptado para
dijo ra
aun en este caso,
y
;
que nos
lo
agradecía en
probarle cuánto
el
amábamos
le
que
([uc el
su compañía.
palabras, y conoció
salvar su honra y la nuestra,
alma
,
que esto
y
solo bastaba pa-
pues por nuestra mediación había
,
podido salvarse de tan inminente riesgo. Comparecieron efectiva-
mente En Guillermo de Moneada y don Pero Ferrandcz , con todas sus fuerzas, y asimismo don Fernando y don Pedro Abones pero ;
ni
unos
ni otros
pudieron entrar
bíamos ordenado. Viendo resolvieron volverse dirse con
y
;
don Ñuño
ellos
como
,
que no podían lograr su propósito,
al
paso habian empezado á descome-
hubimos de impedirlo
,
haríamos costar cara cualquier injuria queá
honrado don Ñuño
número que Nos ha-
sino en aquel
,
diciéndoles que
él le hiciesen.
les
Así quedó
y vieron sus enemigos burlados sus intentos.
,
CAPÍTULO XX. Entramos después en Aragón
,
En Guillermo
y
de Moneada se
fué á juntar sus partidarios en Cataluña. Al saberlo don
do Nos nos hallábamos en Huesca con «onde don Sancho
la
reina
,
Ñuño, cuan-
vinieron
y nos manifestaron que Guillermo de
,
intentaba entrar en
él
y
el
Moneada
Rosellon para hacer mal á dicho conde, cor-
el
habia dado y que Nos debíamos recobrar después de su muerte. Nos rogó don Ñuño que le riendo
l;i
tierra
que nuestro padre
le
otorgásemos nuestra amistad y que le ayudásemos para que no sufriese daño ni mengua , pues ni él ni su padre tenían otro pariente
que Nos en todo Aragón
á ceder lo justo á cualquiera
diónos (pie
,
bajo
esta
esperaba y confiaba parientes
y
,
ni
Cataluña
que tuviese de
promesa
,
,
él
fuésemos su
y
él
estaba
alguna queja.
valedor, como
ya que á Guillermo de Montada
amigos para dañarle, y
él
pronto
no tenia otros
le ,
Pilo
sobraban
sino
Nos,
que pudiesen favorecerle; asegurándonos luego su perdón para de Foces y para don Blasco Maza, y que en cuanto á lo (pie poseia en Rosellon, que le habia sido dado por nuestro padre por \!<>
durante su vida su
derecho
á
,
estaria siempre
dispuesto á dar cumplidamente
Guillermo de Moneada
y á
cualquiera otro
«pie
tu-
B18T0RIA riese algo
que redamarle. En
eada que do hiciese daño
Ayalrí, de cuya
Moneada
servir
guarda
expedición
nuestras
proyecto; entró en Rosellon con
su
asalto
de
un
«¡i^iillo
llamado
encargado Jazperto de Barbera
la
villa, é hizo
prisionero en
mencionado Jazperto. Viendo que
al
de Mon-
corrióse luego hasta Perpiñan, obligó
;
habitantes á abandonar
•u->
Lejos de hacer cuso de
ImIu.i
se
don Nuíio
;i
al
don Sancho, ya que este habia asegu-
¡i
deudos; apoderóse por
todos sos
para
de esto, escribimos
vista
rado ante Nos otorgarle justicia. cartas, realizó el de
¡»
¡i
aquella
En Guillermo de
Moneada habia despreciado nuestros mandatos haciendo daño
á
don Ñuño y entrando en Rosellon, convocamos nuestras huestes de Aragón , nos dirigimos contra 61, y les tomamos á él y á los de su linaje y demás valedores suyos ciento y treinta fuerzas entre torres y castillos, entre otros Ccrvellon, del cual nos
en
trece dias.
Fuimos seguidamente
En Guillermo
nos esperaron
allí
á
poner
apoderamos
Moneada
sitio á
y
,
de Moneada, don Pero Cornel,
don Rodrigo Lizana, don Vales deAntillon y En Bernardo de Santa Eugenia, hermano de En Poncc Guillermo de Torredel. Teníamos
Nos en
aquella sazón catorce años, é iban en nuestra compañía
el
conde don Sancho, don Ñuño, don Fernando, don Pedro Aliones,
don Ato de Foces, don Artalde Luna, y muchos otros de nuestra meznadá de Aragón, hasta cuatrocientos caballeros; siendo á lo
mas ciento
Pedimos entonces
llo.
que
y treinta los
del castillo de
á
Moneada
En ;
se habían
Guillermo que nos diese
pero
ra estado dispuesto á dárnosla le
recogido dentro del casti-
él si
nos contestó
,
la
que
de otra manera se
potestad (1
si
la
)
bien hubie-
pidiéramos,
habíamos causado entonces tanto daño marchando sobre
él
con
nuestra hueste, que no debia ya ni quería hacer tal entrega. Asen-
tamos
,
pues
donde
villa
,
nuestro campamento
se celebra
el
mercado
en una loma que domina ,
y
allí
á
la
estuvimos por espacio
de tres meses poco mas ó menos. Si no hubiera sido por los víve-
que con
dinero de los aragoneses que se hallaban dentro, y ayuda de los que seguiau á Nos , sacaban de nuestro mismo ejér-
res
En
(1)
la
el
edad media se entendía por potestad
sobre sus feudatarios valía
;i
;
y por lo
mismo dar
la
la
jurisdicción del señor
potestad de algún castillo, equi-
prestar vasallaje ó reconocer su poseedor el feudo con todas las obli-
gaciones que
como
á tal feudatario le
correspondiau
,
según su
clase.
DE
:j()
cito, y los que
1>.
catalanes
los
JAIME.
Íes
hubieran tenido qué comer para tres dias
edad
y
como tal
lo
sino por
hacia
,
hambre
que nos
,
;
no nos quedó
fuerte es aquel castillo, que
el
Con
provisto de aguas
y está bien
;
norte, tiene una fuente, de
derarse sin ganar antes esto nos
:
porque
á su
la fortaleza.
fuimos á Aragón, y
cepcion del castillo
,
cual nadie podria apo-
la
En
Guillermo de Moneada
con todas sus fuerzas se dirigió á Terrasa
villa
corta
de estar bien presidiado, no hay ejército que pueda tomar-
con
pié
Tan
no
don Pedro Alio-
á
mejores de España
el sitio.
á los
,
,
recibieran ningún daño
los sitiados
fortaleza es de las
la
otro arbitrio que levantar
,
conde don Sancho y
al
muy poco que
placíales
,
pero en nuestra
,
do supimos como remediarlo. Por otra parte
,
acompañaban, esceptuando nes
desde Barcelona
llevaban
mas de
;
villa
Sarboz
luego se apoderó de
y se vino á Piera
cuya
,
,
tomó,
á es-
barajó toda
la
no se pudó apoderar.
este punto
Convínose en seguida condón Fernando y don Pedro Aliones, entró en Aragón y ante todo poseia aquel, porque
se fué á
Nos
se lo
Tahuste
el
,
honor de cuyo lugar
habíamos dado. En
tal
convenio en-
Huesca y Jaca mientras que Nos estábamos en Alagon , y nos seguían don Ñuño , don Pero Ferrandez, si bien don Blasco de Alagon , don Artal y don Rodrigo Lizana traron asimismo Zaragoza
,
;
;
que en
la
misma población no habia mas que don Ñuño
Ferrandez y don Ato. Hablóse
,
con
tal
motivo
convenirse don Fernando, don Guillermo de
Aliones
Ñuño
para
,
ir
,
sobre
,
don Pero
el
plan de
Moneada y don Pedro
contra quien fuese menester, en compañía de don
y don Pero Ferrandez
Lope Gimemez de Luziá
;
y corrió
vasallo
de don
tal
asunto á cargo de don
Ñuño
y
hermano de Ruy
Giménez.
Por
tales
novedades nos enviaron un mensaje,
á fin
de participar-
nos que vendrían donde Nos estábamos y se corformarian en todo con nuestra voluntad para lo que se dieron palabra , asegurándola ;
con juramento y por medio de escritos, según nos lo contaron don Ñuño y don Pedro , que eran los que venían en nombre de todos.
Con
tal
do
que era nuestro
,
ocasión, rogáronnos que saliésemos á recibir á don tío
,
á
En
Guillermo de Moneada
de todo pro, y á don Pedro Aliones. lir
;
mas
les
No
,
Fernan-
hombre
tuvimos dificultad en sa-
dijimos que estábamos en dia de invierno y era tarde,
y que de consiguiente
>
alia
masque
se entrasen
conmigo ó con cinco
!
DE caballeros,
á la
puertas de
las
¡i
que
demás compañía
Hecho esto, oos marchamos
afuera.
ron
)
la
> illa
las
,
>!
JAIME.
I).
enviasen por
la
nuestra
¡i
cuales
<
«isa
aldeas de
las
queda-
y ellos
habíamos mandado cer-
rar.
Don Ñuño
y don
Pedro,
cuya
á
guarda Píos habíamos fiado
cuidado délas puertas, dejaron entrar A cuantos quisieron,
darnos siquiera noticin de
ello
y así fue
;
Alagon mas de doscientos caballeros de
Eramos
¡i
sazón niño todavía
tal
que
los
pues
,
la reina.
contábamos solo quince
—Doña Leonor,
que venían con don Fernando
dos
los caballeros
mo
de Moneada y con
En Pedro
que guardaban
¡sabed
con
to-
En
Guiller-
!
— Llamamos
al
momento
!
¡í
Nos, y preguntándoles quién
puertas por
las
,
no pu-
Aliones acaban de entrar ahora
Vedlos aquí, ya dentro de Alagon los
en
de su comitiva.
años; pero maravillado sobre manera de cuanto veíamos,
dimos menos que decir á
sin
introdujeron
se
el
dejado entrar aquella gente y quién la había introducido, nos respondieron que eran don Ñuño y don Pero Ferrandez los había
:
que !
habían dejado entrar. Al oir esto, dijimos entre Nos:
la
Santa María
,
qué gran traición es esta
nes mas fiábamos nos han vendido
,
—
pues aquellos en quie-
introduciendo aquí á nuestros
,
enemigos
CAPÍTULO XXI.
El dia siguiente por sia
mayor de Alagon,
la
madrugada fuimos
y subimos á
clérigos.
Vimos
eada
don Pedro Ahones
á
,
asimismo parta
,
,
don Fernando
á
don Ñuño
y en verdad
Fernando
mo
á
allí
la
á
,
,
,
la
igle-
cantaban los
En Guillermo
á
de
Mon-
don Pero Ferrandez de Azagra y quien ellos juzgaban aun de nuestra á
que todos eran unos. Así
púsose en pié y nos dijo
padre: no queriendo
sea en vuestro desplacer
misa en
tribuna donde
:
,
que nos
—Señor, ya
grado de parentesco que tengo con vos
vuestro
á oir
,
vio
don
sabéis el próxi-
pues soy hermano de
de consiguiente
,
hacer nada que
hemos venido aquí nos , En Guillermo don Pedro Ahones para obedeceros, así como á se-
de Moneada y ñor que sois nuestro
guna de guerra,
ni
:
,
desde ahora no sostenemos con vos clase al-
soñamos en tenerla
siquiera.
— Dicho
esto, le-
— HISTORIA
38
En Guillermo de Moneada
yantóse
— Señor,
mayor daño. Lo mas acertado
(•alisarnos el
ragoza y entréis en vuestra ciudad tar
:
allí
:
que corre de que nos queréis mal basta para
faina
la
nos habló de esta manera
y
será
que vayáis
á
Za-
que es donde debierais es-
,
podréis hablar y arreglar vuestras cosas
mas cómodamen-
y por lo que toca á nosotros , tened entendido que estamos Sí, añadió á tales paladispuestos á cumplir cuanto mandéis. te
;
bras don Pedro
Abones
cer por vos lo
que
id á
;
se os
Zaragoza, que estamos prontos á ha-
debe como á señor.
— Este razonamien-
embellecerlo todos con tan lindas frases y agradables nuevas, que por 61 Nos resolvimos á entrar en la ciudad
to tuvieron cuidado de
ya
el dia siguiente.
Apenas llegamos cerca de
tán junto á la puerta de Toledo
da
,
siendo ya de noche
,
,
nos dijeron
una portezuela que habia cerca de
la villa
como unos
se veian
,
nos á poco á Guillermo así
Boy
solían
dormir
por
,
hombres armados, y
vio
muralla
la cual se salia á la
;
y estos,
mandaron ante todo que
,
ellas
mujeres. Cuando
las
que entre nuestra puerta y
hombres armados. Enviáron-
cien
echándose en
,
,
y á Pero Sanz de Martel
que llegaron á nuestra casa
reglasen las camas
que son nuestras y que esllamada por otro nombre la Zu-
las casas
la
en
la
misma
ar-
les
estancia
donde
reina oyó que afuera habia
que aquellos habian entrado en casa para
dormir á nuestra presencia
echóse á llorar con gran sentimiento
,
;
Nos que estábamos en su compañía, procuramos consolarla. Acudieron entonces ante Nos Guillermo Boy y Pero Sanz de Martel, y
el
primero de
— No
lloréis,
los cuales
viendo á
como
reina en
tal
estado
,
le dijo
:
señora, que consuelo en demasía tendréis luego. Las
lágrimas que así se vierten veréis
la
las vuestras
,
se
solo sirven para debilitar la razón
:
ya
tornarán luego en gozo y se aplacará
vuestra ira.
Duró nuando
esto la
,
embargo
sin
guardia y
á nuestra presencia
entrado en
la villa
los
,
,
muy
cerca
de tres semanas
,
conti-
que ocupaban nuestra estancia durmiendo
de manera que á don Ato deFoces, que habia
para venir á aconsejarse con Nos
,
ni siquiera le
dejaron llegar á nuestra estancia, ni menos hablarnos privadamente;
Solamente pudo decirnos, que pues era en mengua suya necer
allí,
no llamándole
su
que
le
á
consejo, no nos pesara
contestamos:
—Ya
si
el
perma-
se volvía á
podéis volveros, pues vuestra
D]
permanencia aquí de
que
1<>
volvióse
,
ninguna honra
tomando
Pasado oslo, llamamos aparte
— Don Pedro
mucho
Aliones,
da
ni ú vos.
don Pedro Aliones
¡i
os liemos
amado
m¡is \os nos
honrar de Axtalde Aiagon
;
como grande
propia
es la nuestra
Nos
¡i
\
¿1,
servís
estáis presenciando nuestra
nadadecis:
y
padeciera
tal
lo evitáis.
—
os hicimos
de
vergüenza,
t
1
que
— ¿Y por qué
mien-
,
razón ? dijo
vergüenza y nuestro daño,
vos no consintierais en ello, á buen seguro que yo no
si
daño y tal vergüenza; pero vos, podiendo evitarlo, no Después de discurrir un rato don Pedro sobre aquello
que hacemos que nos
lo
- »
y
— Nada
de que Nos nos quejábamos, (liónos esta respuesta. en
dijimos.
le
)
tened, pues, entendido que
:
vivamos no liemos de ¡minios jamás.
— Porque
\i*4;i
mucho
desde ho\ no queremos conocer ya vuestra amistad, tras
— En
da Huesca.
via
la
3$
klME.
J
I).
sirva
de vergüenza, daño
ni
hallo
menos-
precio.
CAPÍTULO Apenas dijimos
:
se
acabaron tales razones, nos dirigimos
— Harto estamos
ambos sufrimos
cimos de gados á
tal
XXII.
:
,
de
la
pero aunque sea un niño
modo,
la par.
ya, señora
,
vergüenza y daño que os juro liemos de ven-
vos queréis, que vos y
si
Sabemos que en
esta casa
á la reina y le
Nos quedemos ven-
hay una trampa
:
busca-
remos dos cuerdas, y sentada vos en una tabla , os haremos hundir hasta abajo. Aquella misma noche que esto hagamos , lo haremos noticiar á
En
Artal para que esté aquí con su compañía
tal
sepamos, bajareis vos por
de
la
trampa, cuya
la
no
lo
;
pues
,
por
y cuando
salida viene
puerta, y don Artal marchará con vos, mientras
daremos todavía aquí en Zaragoza
;
la
debajo
Nos nos que-
mira de que vos
paguéis, no nos atrevemos ahora á emprender nada.
tan pronto
como
hayáis salido afuera
putas con don Fernando ó con
don Pedro Aliones
,
Pero
entonces promoveremos dis-
don Guillermo de Moneada
,
ó con
y les diremos: que hacían traición, y que lo era cuanto intentaron contra Nos; y montaremos á caballo, y algún ,
galardón alcanzaremos
pues hemos de hacerlo de
,
uno alíñenos caiga muerto de nuestra mano ven.
Y
mas os decimos
:
será tan
si
tal
manera, que
esta vez se atre-
bueno dicho caballo
,
que no te-
— HISTORIA
10
— —
mucho tiempo. La reina respondió á esto: Sabed que por nada del mundo me arriesgaré á bajar de tal lugar con la tabla y cuerda que decis. Mucho la suplicamos, en vista mas no queriendo acceder de ningún modo, o!\ide su negativa
memos
nos sigan
;
dáinos ya nuestro plan
,
por respeto solo á su temor.
CAPÍTULO
XXIII.
Vino después En Guillermo de Moneada
Fernando nos hizo
que
suplicar
le
enmendáramos
habíamos hecho en Cataluña. Nos le
habíamos hecho
se
lo
:
el
respondimos
debíamos enmendar. Insistieron
diéramos, diciendo seria
le
con derecho habia sido
,
por medio de don
y
,
,
:
mal que Nos que
ellos
1 ).
Nos
se
,
no
para que Nos acce-
de poca costa para Nos y mucha cuenta para (
que Nos
y de consiguiente
que cualquier enmienda que Nos
semos veinte mil morabatines
lo
le
lo
él
le ;
hiciéramos
que
le
dié-
negamos también
;
pero á fuerza de palabras y porfía, nos dejamos vencer, y confiando que con esto se portarían mas lealmente con Nos , les prometi-
mos
los veinte
mil morabatines.
Después de haber estado aun por algún tiempo en
tal
lugar,
fuímonos á Tortosa y la reina se fué á Burbaguena. Don Fernando, don Guillermo de Moneada, y don Ñuño se repartieron entonces los
honores de Aragón tros
,
y escudándose con que eran consejeros nues-
hacíanlo según su antojo.
Moneda muy
corriente en el reino de Aragón. Su valor no puede fihaber variado muchas veces, como por haberse reducido en cortes de Perpiñan de 1331 á moneda de terno, la cual, por ser del
(I)
jarse, las
,
tanto por
metal mas precioso
embargo
en
,
servia de regulante a los otros
X
metales inferiores.
Sin
volumen I de las constituciones de Cataluña léese el siguiente dalo, que podrá dar alguna luz sobre el valor aproximativo de dicho morabatin. Sou deor ha vuit argens. Onza catorce. Lliura ,
el libro
,
tit.
2
,
,
de or vint y un sous. Lo sou ral cuatre morabatins. La onza set morabatins. La lliura val setanta cuatre morabatins. Cent lliuras de or de Valencia han en sí dos milie e cent sous de or batins.
E
,
qui valen vuit milic c cuatre cents mora-
cuatre mancusos de aquell
or valen un morabati. de uqutll mateije or fan una onza, qui val dos morabatins.
E
set
mancusos
DE
I».
JAIME.
i
I
CAPiTtLO XXIV. Algún tiempo después ios;!
que
sin
Templo, nian
ellos supieran
,
al
salimos de Tor-
,
por
á
causa de que queríamos
¡i
)
,
nos fuimos ¿ llorta, que es del
aada,
mandamos los ricoshombres por Nos, que acudiesen ú Teruel
entrar
los
honores que te-
moros,
reino de Valencia, para hacer mal á los
dé que nos prestaran
mo
haber sucedido esto
Feudatarios:
los servicios á
y á fin
que nos estaban obligados co-
cuyo objetóles señalamos dia para comparecer.
¿i
Entretanto pedimos á don Pascual Moynos, quehabia sido particu-
amigo de nuestro padre, y que era uno de los mejores hombres de villa que haber pudiese en toda nuestra tierra y en tal tiempo , lar
([lie
nos prestara
lo
necesario para
la
espedicion
;
á lo
que nos res-
pondió, que de buen grado y voluntad nos prestaria cuanto pudiese de
sí
bamos para venir á
tres
Nos
Aprontónos
y de sus amigos.
los
pues, cuanto necesitá-
,
mas cuando llegó ricoshombres de Aragón , no semanas
;
mente comparecieron don Blasco de Alagon don Ato de Foces
;
mus señalado, por
su tardanza tuvimos que tierra
dia en que debían
el
hicieron tal, y
sola-
sí
don Artal de Luna
,
y viendo qne no llegaban
bebíamos preparado para entrar en
él
el dia
comernos
que
les
y
había-
los víveres
de moros. Con esto
,
que hu-
bimos de acordar tregua con Seit-Abuzeit, que era entonces rey de Valencia
que El
le
,
pidiéndole que nos diese
producían
moro nos
las
peytas que
,
con
lo
lastres semanas antedichas los víveres
mos de Teruel
y
,
quinta parte de
cobraba de Valencia
otorgó en seguida
lo
tados que nos remitió
tiempo
él
la
,
y
la
renta
de Murcia.
confirmándolo con cartas y tra-
que quedó sentada
la
tregua. Pasadas
como habíamos consumido
que habían de servinos en
la
antes de
cabalgada, nos
sali-
entramos en Aragón.
CAPÍTULO XXV. Al llegar
á la
encontramos
á
segunda aldea que
se hallaba
debajo de Calamocha,
don Pedro Abones que venia con su comitiva de cin-
cuenta á sesenta caballeros. Preguntárnosle, qué intentaba y á dónde
6
D1ST0HIA
2
i
iba
contestó que su intento
n<>s
él
de moros,
tierra
que
que
lo
<í
:
hermano
su
él y
era
en
obispo de Zaragoza. Dijímosle
el
con Nos, que hablaríamos de
se volviese
entrar
el
asunto;
tal
á
lo
que nos dio por contestación, que tuviésemos á bien no retardarle en manera alguna tonces
por
;
ir
el viaje.
—Don Pedro
Aliones, respondámosle en-
una legua con Nos no perderéis
una cosa tenemos que advertiros, que
hemos dicho, quisiéramos que de Aragón.
bres
al
gran tiempo
;
y
hablaros de lo que os
fuese en presencia de los ricoshom-
— Contestó don Pedro que
y con
le placía,
esto
no^ fuimos á líurbaguena, á una casa que es del
Templo y
mino de Teruel
Daroca y en don Artal de Ala-
,
entrar en
al
su camino. Estaban
Pelegrin de liólas
vando
espada en
la
el
edad de diez y os
,
don Ladrón,
,
cinto
(A
de mallas de hierro
viniendo de
don Asalit de Gudar y don don Pedro iba vestido con su perpunte , lle-
y
;
,
don Blasco de Alagon
allí
gon,don Ato de Foces
aldea
la
del tér-
cabeza cubierta con un capillo
la
sazón
tal
siete años).
y
,
Nos acabábamos de entrar en
—Don Pedro
hemos esperado en Teruel mas de
Aliones, dijímosle tres
la
al llegar,
semanas, á contar desde
que os habíamos señalado, pues ya sabéis que con vos y los ricoshombres de Aragón teníamos pensado hacer una buena cabal<-l
plazo
Y
gada. visto
llamamos
la
así,
buena cabalgada, porque aun no habernos
moros de guerra, que
estuvieran
Y
!
como
ojalá los
¡
hubiésemos podido ver y aquí
vos faltasteis, aconsejónos todo
mundo
el
que,
con tan pocos caballeros como teníamos en Teruel, no entrásemos en tierra de hallar
muy
Sobre
tal
infieles
,
donde
fácilmente
asunto nos
que nos daria
los
Dios no nos ayudaba ,
si
(
2
)
él ,
podríamos
,
nó nuestra muerte.
hizo hablar Seit-Abuzeit
quintos
De
si
nuestra vergüenza
que tuviéramos tregua con cultad en acceder.
,
(
1
)
,
diciendo
de Valencia y de Murcia á
consiguiente
lo ,
,
para
que no hemos tenido
difi-
Nos os pedimos y os mandá-
miramamolin de África, aborrecido de sus vasallos y luego arrojado de aquella ciudad por amigo de don Jaime y por dudoso en la fé de JNIalioma, en cuya desgracia le siguió también su hijo Zeit Aliahomar. Era el quinto cierto tributo muy usado en algunos estados de la co(2) rona de Aragón. En este mismo sentido dice el rey don Jaime cu las franquezas de Mallorca de 1-248. Pro quinto.... Irctu.s, arca, non pignorabuntur, ñeque vestes, ñeque arma persona; suw. Véase lo que él mismo dice en la (1)
ZeitAbuzeit,
pág. 41.
rey de Valencia
y
nieto
del
DE
I».
13
\1MK.
I
mos, don Pedro Aliones, que sostengan también esta tregua y que •Ir ningún esto, que le había modo la rompáis. Contestónos
—
costado gran trabajo
do con ra lo
hermano
su
que tanto
arreglo que, para
el
el
»l>is|i<
<
costaba.
le
.i
>
,
mirásemos que no perdie-
que
\
— Don
Pedro Abones, dijímosle en-
tonces, razón no tenéis en hablar así, pues l'ué
solo por colpa vuestra
lado;
nos
eso
\
plan, había medita-
"-(i
la
tregua que hicimos
por no haber comparecido
,
hace estrañar,
<1 ¡cí;i
i
dia seña-
el
ahora que no dejaríais de
s
emprender vuestra marcha, á pesar de nuestro mandato. Tened pues, según reo, os desencuenta oon loque liareis, don Pedro tendéis de nuestro señorío, cosa que no esperábamos; \ .Nos que;
remos saber ahora,
necesitáis, para
si
prescindir de
de nuestros ruegos ó de nuestros mandatos.
—A
marcha
tal
,
esto nos respon-
dió don Pedro, que todo lo baria por nuestros ruegos y por nuestros mandatos, pero que, respecto á la marcha, no podia prescindir de
hacerla
hermano
les
prestaría
un buen
por
la
de una vez,
si
servicio.
,
suplicaba
— Mal
que
:
—No
? le dijimos
que os deis
como
Nos
;
y á su
él
con
lo cual
nos
Nos,
si
sepamos, pues, ahora
queréis ó no obedecernos en esto.
posible.
,
á
servicio será, dijímosle
tregua que hemos concedido
queréis (osa tan estimable
don Pedro
que nos
lo
dejásemos entrar en tierra de moros
nos rompéis
que no era
;
— Respondiónos,
pues ya que romper nos
es esta, desde
ahora os decimos
á prisión.
CAPÍTULO XXVI. Acabadas
tales razones
ban con Nos
,
es decir
,
,
los
puso en pié, y aquellos que esta-
él se
que antes hemos citado
pararon á ambos: fuéronse á un estremo de
no á
la
espada
la casa,
,
nos desam-
metieron ma-
pusiéronse las capas á guisa de escudo y vistiéron-
,
se los perpuntes.
Don Pedro, que
muy
diestro en las armas
no á
la
,
apenas se vio solo con Nos
espada; mas con nuestra
que no pudo desenvainarla.
tenia fama de gran caballero y de
mano
,
puso
se la sujetamos de tal
ma-
modo,
Los caballeros de don Pedro Abones
no habían descabalgado aun y estaban afuera mas al oir el ruido que se movia en la casa , apeáronse como unos treinta ó cua;
renta á
la
vez
:
mientras venían
,
don Pedro quiso poner tam-
ü
IIISTOKI.V
mano
bien
daga
la
¿i
pero
;
A
asimismo
lo iin pedímos
se
ni si-
y
,
quiera
pudo moverla.
que
nuestros se estaban en sus casas, y nos sacaron á don Pedro
los
de entre manos
de
,
las
sazón
tal
que
entraron
,
taban en casa nos ayudaran
contrario
m
la
i
Lucha que con
su caballo
él
antes
teníamos.
al
que
sin
dos bien armados. Hallábase entonces junto á de Alagon
llero
rnosle
que nos
tras
la
cabalgáronlo en
,
siguieron to-
él
puerta un caba-
llamado Miguel de Agües, con un caballo
,
lo prestara
,
cabalgamos en
y armado de nuestras armas
mos
miraban con cal-
,
y tras de
,
él
,
y vestido
pedí-
;
perpunte
el
que entonces nos trajeron
,
em-
sin
nuestros que es-
los
Al estar afuera
luciéronlo marchar delante
,
mientras
,
no habia podido desasirse,
él
bargo de su vigor. Así escapó de Nos ;
suyos
los
,
nos fui-
de don Pedro; pero mientras Nos nos estábamos arreglan-
do, habíase adelantado ya don Ato con una cuarta de caballeros. Ca-
balgaron luego tras de don Ato, don Blasco y don Artal con yos
,
y á poco alcanzó aquel á
baguena los
,
doblar unas tapias. Al ver á don Ato un caballero de
al
— Vamos
contestó este.
era don
—
Ato
que debían
creía
y
,
si
él
que no
fe
le
seguia, á lo que
no sea que
;
se nos escape
merecía, pues no
lo
mal nacido. Los que iban con don Ato ,
para que embistieran
dióle el
lo
hacia
dio, y á
uno una estocada
otro topó con su escudo
mayor
,
en vez de acercársele
herirlo ;
pues le
ni villano ni
dos caballeros el
,
Tal dictado
abrieron paso
y
don Pedro cerca unas viñas de Bur-
que iban con don Pedro, avisóle de que aquel
el villano.
los su-
mas
,
él
le
dieron pié á los demás :
ante todo
hiriéronlo
á la izquierda de la boca,
por temor del golpe
hubiese esperado de frente
,
ladeóse á
la
,
que
derecha
del caballo, y se cubrió con el escudo á fin delibrarse de la
muer-
Entretanto llegaron don Blasco y don Artal de Alagon por el mismo camino. Nos pasábamos entonces por delante de don Ato, y preguntándole porqué estaba sentado y qué tenia nos respondió
te.
;
solamente:
—Estoy
herido!... Vedlos
;
por
allí
van.
— No
venían
entonces con Nos mas caballeros que don Asalit de Gudar y
mingo López de Pomar. Desde Aliones con veinte caballeros
,
tal
punto descubrimos á don Pedro
que no
subiendo por una cuesta que habia á recogerse en un
castillo del
la
se separaban
izquierda
,
de su lado,
con
la
mira de
obispo que se llama Cotanda. Seguíanle
don Blasco y don Artal de Alagon, llesta mas don Pedro Ahones con ;
Do-
á la distancia la
de un
tiro
de ba-
comitiva que llevaba, paróse
— DE
í>
JAIME.
1).
en una pequeña cumbre, donde descabalgó luego don limeño López ver que
caballo de don Pedro estaba can-
de Rigola, quien,
al
sado, ofrecióle
suyo, advirtiéndole
el
curase guardarse; días
\i)>
¡i
en efecto,
don Asalit
á
mientras
j
que estaban ahajo
Mudó,
donde
llegar
muy
el
iban los suyos arrojando pie-
tanto
de que do pudiesen
iin
á
,
mismo tiempo que pro-
al
don Pedro Aliono,
caballo
don Domingo López de Pomar,
y ú
cerro
el
aquellos estaban
que por
,
Píos dijimos
\
cuando vimos
t;d
¡i
el
podíamos
subida
cierta
hasta ellos, pues iba en línea recta
l)ien
sul»¡r.
Con
lugar.
esto, pasamos delante de todos, en razón de que nuestro caballo
mas que
corría
suyos; y á medida que nos íhamos acercando,
los
arrojaban piedras los que estaban en compañía de don Pedro Alio-
nes
contra los de don Artal y de don Blasco, que no se atrevían
,
pasar adelante.
—
Aragón! vez
;d
y
;
Cuando Nos estuvimos cerca
dominamos
y
mismo
la
cumbre con todos
tiempo todos
don Pedro Aliones
le
Á
seguir á su señor.
los
desempararon
Martin Pérez de Esquita tal
,
tiempo
por
en
cerca rido
derecha
costado derecho. le
,
abrazóse
Apenas con
le
él
vinisteis á parar, lo
vista
á
uno de
con
él,
á
llamado solo por
,
.
los hier-
don Pedro, metiéndosela .
que iba delante de Nos (tan
iba entre
Nos
y él) se sintió he,
y se dejó
caer.
su lado mientras esto tuvo lugar,
vimos en tierra, cuando bajamos también del caballo v.
tendiendo sobre
do
la
Sancho Martinez de Luna
el cuello del caballo
Nos, que no nos separamos de apenas
á
guardaban
excepción de uno
á
é hirió
,
— Aragón,
debajo del brazo como medio pié
íbamos, pues que nadie
paróse
,
caballeros que
vino
,
lanza
la
abertura del perpunte
la el
la
,
:
nuestros
los
no nos perdió de
el cual
hermano mayor de Martin López ros que tiene á
gritamos
,
á
nuestros brazos,
don Pedro Aliones
que Nos os aconsejábamos.
le
dijimos:
valia
:
—A
— En mal
punto
mas que hubieseis
tales
creí-
palabras ni contestar
pudo tan siquiera, contentándose solo con mirarnos
á la cara.
CAPÍTULO XXYH. Durante
tal
situación, llegó don Blasco y dijo:
— Ah
,
señor:
dejad áese león para nosotros, que nos vengaremos de cuanto nos ha hecho.
— Mas Nos, contestamos
á
don Blasco de esta manera:
40
HisToniA
Dios os confunda por
que antes que
Nos
,
y por
á
Nos habréis de pasar
una caballería ;
mas durante
De
murió.
allí
la
os digo ahora,
nos fuimos á Daroca
lo
os lo prohibo
Burbaguena
llevándonos
,
á ,
cabalgamos en el ,
cuerse nos
cuerpo de
el
llegar á dicho punto
al
y
,
:
sostuviera
le
antes de llegar á
,
don Pedro Abones en un ataúd
mos
don Pedro,
á
un escudero que
á
camino
el
intentáis
tal
si
—Y cogiendo
mandando
,
y
;
don Pedro Aliones hiráis , tendréis que herirnos
pues, absolutamente.
po
palabras que habláis
las
,
lo hici-
enterrar en Santa María. Al salir de Daroca, insultaron los de
población á nuestra gente
Nos; de
modo que
á
,
es decir
,
un escudero nuestro
de Bolas, por haberles desmentido
,
le
á
que
la
salió
después que
pariente de don Pelegrin
,
desbarataron
las quijadas
de
una pedrada. Tenia don Pedro Abones empeñados Bolea y Loarre otorgado nuestro padre
selo así
,
por habér-
mas tanto tiempo habia guardado
;
empeño , que por muy satisfecho podia haberse dado. Nos encaminamos allá mas apenas llegamos , supimos ya que se habían inel
;
troducido en
población don Fernando y don Pero Cornel
la
compañía de unos setenta ú ochenta caballeros. creimos
,
al
punto
ir á tal
,
que sus habitantes estaban
que
á nadie
A
la
verdad
en
,
Nos
,
encontraríamos dentro
á favor nuestro
,
ó
pero nos equivocamos,
;
pues estaban todos convenidos con aquellos en contra de Nos para hacernos todo señor.
Y viendo
ros é infantes
el
mal posible,
que guarnecía
así
como
el castillo
si
Nos
gran número de caballe-
pudiendo abastecerse de víveres de
,
íñenos por un año
,
creimos que
y no fuésemos su
la
población
mejor era marcharnos
lo
,
al-
y en
efecto así lo hicimos.
CAPÍTULO XWIIl.
No
bien habíamos partido
con don Fernando
Pedro Abones
,
,
,
cuando
don Pero Cornel y
se alzaron contra
Guillermo de Moneada
las la
á
partida que fué de don
como en efecto ciudades de Aragón
para que compareciese
estaban ya todas alzadas contra Nos,
que, nos fuimos
Ahnudé\ar
,
Nos. Llamaron ante todo á En
compareció, con todas sus fuerzas, cuando
lo
ciudades de Aragón
,
las
,
menos Galatayud
;
en vista de
donde permanecimos cerca de
,
DE
semanas
lies
buscar
¡í
pasando
,
Raimundo
luego
á
Pertusa, desde donde enviamos
Cardona
Folcfa de
W
JAIME.
1).
,
quien
vino en nuestra ayuda con unos sesenta
de su hermano En Guillermo defender
<
:>1><>
de un mes,
en compañía
Enviamos entonces
frontera contra los de Zaragoza, á
la
al
caballeros,
Cardona.
,
á
i
don Blasco deAIa-
don Artal de Luna, y nos quedamos solamente condón Ato, don Rodrigo Lizana y don Ladrón. El obispo de Zaragoza, herma-
gon
y
¡i
no de don Pedro Aliones, envió a ios suyos en cabalgada, quienes, al
anochecer, llegaron á AJoovera y
la
población
:
de saber que esto era en cuaresma
es
obispo perdonaba á todos
comiesen
tomaron, saqueando toda
lo
carne
los
el
mal que hacian
,
mas
el
buen
y hasta permitía que
,
que tenian gana de comerla. Pasado esto,
volvieron á salir los de Zaragoza hacia Castellar, mientras (jue don
Rlasco y don Artal estaban en Alagon
ron
el
Ebro
mas
saliendo luego, pasa-
que viene
y alcanzáronlos en aquella sierra
Castellar frente
mundo Folch
al
lado de
Zaragoza, haciéndoles perder entre muertos
mas de
sioneros
;
trescientos hombres. Llegó entretanto
á Pertusa
y nos apoderamos de
,
las
y pri-
En Rai-
provisiones que
Huesca y que pertenecian también á Naque habían acudido en su ayuda, los cuales
tenian los de Zaragoza y
nos caballeros de
los
habían comprado
en Monzón
cerca de dos mil cahíces de trigo,
medida aragonesa. Mandamos luego fabricar un mandron, y pasamos á Ponzano , de cuyo punto también nos apoderamos.
CAPÍTULO XXIX. De Ponzano fuimos
paramos
máquina, y á los tres dias de haber tirado nos hizo hablar en parlamento un escudero que guardaba dos
que
que
,
si
en
el castillo
el
á Celias,
,
que Nos
se entregaría.
para que le
le
la
señalásemos plazo, diciéndo-
señaláramos no
En Raimundo
Folch
,
le
hubiesen socorrido,
don Rodrigo Lizana, don
Ato, don Ladrón y don Pero Pomar , fueron de parecer que señalásemos plazo, pero breve: pidió el escudero quince dias, mas al
fm
se
convino en que fuesen ocho.
Don Ato
dijo
como supiese que se acercaba alguno momento y nos lo baria saber.
y tan luego
vendría
al
que pasaria
Pasados ocho dias, vohimos á Pertusa
,
y
contra
el rio,
Nos
después de habido
,
HISTORIA
¡S consejo por
madrugada, mandamos
la
señorío que teníamos sobre
á los
ellos
el
dia
siguiente de mañanita á Celias con sus
doles
que
,
población que
la
debiesen comparecer
por
,
de
armas
y
;
ber también por carta á Berbegal y á Barbastro, á pudiesen estar con Nos
el
la
fin
hicimos sa-
de que todos
día señalado.
de ayuy por cierto que era dia cuando nos dijeron que por el camino de Huesca venían solos
Habíamos acabado de comer no
,
al
trote y también
don
Atrosil y
enseñaron
Gil ,
cementerio de jeron
al
,
galopando á mas no poder, don Pelegrin de
armados de escudo y lanza nos conocimos , basta que llegaron al
los cuales iban
,
y ni siquiera los
puente de Pertusa
en
;
vista
lo
que
— Dios
— Al
teníamos á
tal
sazón
pero dimos
;
mandamos
oir esto,
al
el
Os hacemos saber como
os guarde...
á toda prisa para socorrer á Celias do....
pasamos á esperarlos en
,
de Santa María. Lo primero que nos di-
la iglesia
llegar fué:
de
:
don Fernando y don Pero Cornel y
ñía
advirtién-
que no compareciese perdería en pena cuantos
el
bienes poseyera en aquella tierra. Igual disposición
los
el
de Zaragoza y Huesca vienen hacia Vilella los hemos deja-
los :
al
punto ensillarlos caballos: no
mas que cuatro
momento orden
al
caballeros en nuestra
concejo de
la
que nos siguieran so pena de tratarles á todos como
compa-
población para á traidores; en-
viamos iguales órdenes a Berbegal y á Barbastro , y sin detenernos, nos marchamos á Celias , donde encontramos á En Raimundo
Folch y
En
Guillermo de Cardona, á don Rodrigo Lizana y á toda
nuestra meznada
no llegamos
,
con
á reunir
la
mas
cual allá
y los demás que nos acompañaban,
de setenta á ochenta caballeros. Di-
jímosles que preparasen todos sus caballos, que venia
don Fernando
y en su compañía iban los de Zaragoza y Huesca ; cumplieron al punto , armáronse , y mientras tal les decíamos, En Pero Pomar,
que era caballero antiguo y de nuestra meznada , nos dirigió las Señor , voy á daros un buen consejo ved siguientes palabras :
—
una altura que es
allí
:
casi
inespugnable
;
apoderaos de
ella,
y en-
tretanto que estéis allí, sabránlo las villas y os vendrán á socorrer t,) (
|
;i
s.
—Don Pero Pomar,
gón, y contra el
lo
le
respondimos, Nos somos rey de Ara-
somos porque es nuestro derecho
Nos son nuestros
momento que
;
y aquellos que vienen
naturales, y hacen lo que no deben desde
vienen á combatirnos
que cumplimos con nuestro derecho
,
;
de consiguiente
,
á
Nos,
mientras que ellos hacen
ni:
tuerto, nos villa
la
á'
ha
de ayudar
Dios, y por
menos qué moramos,
podéis ver que
,
no dejaremos
venceremos; ron
les
y
mismo
lo
tomamos
castillo, pues
el
que
lo
—
no seguiremos vuestro consejo aquesta vez.
resultado fué que
embargo de
í')
jaimf..
i»,
no comparecieron,
El sin
esperarlos.
CAPÍTULO XXX.
Volvimos después ragona
el cual
,
contra
tal
adonde vino
el
arzobispo de Tar-
nombre Aspargo y era pariente nuestro. reino de Aragón estaba tan mal parado y que
el
Nos
que no debiera
lo
amor, que tuviésemos y que para
,
tenia por
Viendo que todo hacia
Pcrtusa
á
objeto
suplicónos
,
por Dios y su
componernos con nuestros hombres,
á bien
le
,
dejásemos ser intercesor entre Ños
ellos,
j
otorgamos: y fiado en tal palabra, fuese el arzobispo para hablarles; mas no pudo llevar á cabo la composición, pues le que
lo
le
exigían de
Nos
tales cosas,
que
las
mas eran en contra de nuestro
mismo señorío. Con tal desengaño, tuvo que volverse el arzobispo; mas cuando ellos vieron que Nos habíamos lomado Celias, enviáronnos á decir
los
de Huesca por don Martin
era nuestro merino
,
que
y por otros amigos nuestros , que fuéseallá, pues estaban seguros que Nos podríamos hacer cuanto nos
mos
1 ),
(
pluguiera; Fuimos, en efecto
ya
de Peroxolo
la
á
,
Huesca
previsión de no llevar caballeros
,
y en
armados,
la
marcha tuvimos de no darles
á fin
qué pensar y acaso esquivarles un poco antes de llegar nos salieron ya á recibir los prohombres de la villa en número de veinte, :
hasta
Santa María de Sales; hablamos con ellos,
ven
nuestra
conversación les dijimos: que nos maravillábamos sobre manera de tal
paso
que estuvieran seguros de que solo era bien
;
queríamos hacerles y amado
,.
y que
Nos éramos de
Contracción de
(L
mayor en
;
el territorio
si
los
nuestro
que
tal
linaje les
lo
que Nos
había hecho bien
hicieron, y quién sabe
si
aun
palabra Mayoríno, así llamado porque era el juez de alguna ciudad ó pueblo. Habia también el subme-
la
,
que en representación del primero ejercía á veces la jurisdicción y ambos empleos eran usados no solamente en el primitivo reino de Aragón, sino también en Castilla como puede verse por la lev 23, lit. 9 de la Parrino
,
tida
II.
;
,
7
50
HISTORIA aventajaríamos. Al oir oslas palabras, mostráronse
Jes
sumamente
agradecidos, suplicáronnos que entrásemos en buen hora en lla,
y nos prometieron
Y
su señor natural. y
la \i-
que harian por Nos cuanto debían hacer por
mientras que Nos íbamos entrando
los niños
,
gente del pueblo mostraban grande alegría por nuestra llega-
la
Entramos á hora de vísperas, viniendo con Nos don Rodrigo
da.
Lizana y don Blasco Maza
muchos
Pelegrín de Bolas y otros
convidaron
;
meznada
don Asalit
,
muy
apariencia, que
la
don
,
y sin embargo de que no nos
muy
después que hubimos comido estuvimos
,
pues vimos, á juzgar por
ríamos
nuestra
,
alegres,
ciertamente ha-
cuanto nos pluguiera, pues tan bien nos habían acogido.
allí
CAPITULO XXXI.
(mando estuvimos acostados Nos sencia
,
unos
cien
que dormían á nuestra pre-
y los
un portero diciéndonos, que
llegó
á la puerta
— ¿Apenas dejamos armas ya respóndanosle Nos que guardan — Ah señor, encomo — Vaya
hombres armados.
las
quieres que volvamos á tomarlas ?
deben ser rondas que
dices
contestamos entonces
cede
,
la villa.
Al día siguiente al
,
se los mostraré.
déjanos dormir en paz, que
;
!
si
algo su-
que Dios quiera.
será solo lo
hicimos llamar
y
esos
;
viad conmigo un escudero y veréis le
como
había
,
después que nos
consejo
levantamos y oímos
misa,
mandando que compareciesen todos en
,
aquel patio que hay delante de nuestras casas y las de Montearagon. Allí,
todo
cabalgando Nos y les
dijimos:
ellos delante,
— Bien
tuvimos gran consejo, y ante
(1), que
sabéis y debéis saber, barones
Nos somos vuestro señor natural
tiempo
y desde largo
,
pues eme
la emplea á veces don (I) La voz barón, derivada del teutónico bahr Jaime, nó como título de dignidad, sino en su sentido primordial de hombre ó varón y tal como se halla usada en las leyes de los lombardos cuan,
,
do dicen lialir ó
:
Si
bohrn
guü homicidium ,
y latinizado
latina rir entre los lo aplicaron á ii.in los
perpetraverit in baronc libero vcl servo,
bárbaramente baro
,
veces eselusivamente
hombres por escelencia
rentemente modificada entre
los
;
á al
los
de
paso que
,
;
de
la
voz
pero ellos
para significar que
palabra latina homo, dife-
pueblos (pie hablaron
gó á ser sinónima de subdito ó vasallo.
Europa
la
su raza la
sinónimos
eran
pueblos del norte que invadieron
etc.
la
lengua romana, lle-
Nos ha contado Aragón. Cuanto de mas remólo
catorce reyes con
tiempo puede contarse
mas estrecha debe que
sabed
y por esto
:
seamos, ¡mies bien servar
\
Nos
entre
)
que
no
es nuestra intención
é
medida
o> lo
ni
amaros, honraros hayáis
>
mas
se estrecha
haremos daño
cjs
vosotros,
]
que
es
naturaleza
la
costumbres que tenéis
buenas
las
.
(
ambos; pnes sabido
ser entre
parentesco es mas antiguo,
el
mas
y
naturaleza
la
y
de* con-
adquirido de
nuestro linaje; y quizás «»s daremos aun otras mejores, si de tales pues nos tiene asombrado el que Nos tengamos que carecieseis :
guardarnos de vosotros, 6
ir
tan prevenidos para entrar en las ciu-
dades que Dios nos hadado y que nuestro padre nos dejó, así como nos pesa sobre manera el que entre Nos y vosotros baya de haber
Os suplicamos, de consiguiente, y os mandamos, «fue tal guerra no haya , pues es cosa, como os hemos dicho, que nos pesa guerra.
mucho
bastante, lo podéis conocer, al vernos solo
:
amor
y fiado en vuestro
—Finido
tal
,
entre vosotros,
que agradecemos y deseamos conservar.
muy
discurso, nos respondieron, que quedaban
Nos
fechos de lo que
que luego nos darían
les
decíamos
la
respuesta.
que
,
satis-
concejo deliberaría, y marchándose , pasaron á ce-
Y
el
lebrar la junta en las casas de Montearagon,
la
cual duró largo rato.
CAPÍTULO XXXII. Mientras que Nos esperábamos su respuesta, llegó un mensaje á los
que estaban reunidos en consejo
mundo Folch dolo Nos
les dijimos:
,
—Con
esto
,
para aconsejarse
,
sencia
En
dicho.
rones
,
motivo
(1)
sallaje
los del
tal
pueblo con
—Sosegaos,
estado
imposible
Se daba
el
la
novedad
y escuchad
,
les
dar sobre
dirigimos
nos pasma sobre manera :
En Rai-
,
cercada
mas notán-
que Nos os diga-
lo
mandamos á buscar á los que se habian reunido mas llegada una partida de ellos á nuestra pre-
ni respuesta quisieron
,
diciéndolcs que
compañías que estaban afuera tenían
Alborotáronse
la villa.
mos.
las
y
,
es
el
que suceda
nombre de naturaleza
que existían entre
el
lo
que antes
las siguientes
les
habíamos
palabras
:
—Ba-
ver que así os inquietáis sin lo
que dicen
,
y estad seguros
á las relaciones de fidelidad ó vaseñor y sus subditos ó feudatarios.
HISTORIA de que mientras Nos
estemos aquí, nadie se atreverá á haceros
Además, que por un dinero que Imposible, Nos os lo pagaríamos con
nada.
pudierais perder, lo que
es
diez.
pondieron ellos; pero
como orden
vuestra.
que
es preciso
— Así
sea
—
prohibición
tal
contestamos Nos
,
ción nuestra es prohibir vuestro daño.
bien, res-
Decís
—Y enviando
se entienda
que
;
obliga-
para averiguar
novedad, hallamos que nada habia sucedido: con todo, aque-
la
con quienes hablábamos
llos
continuaron sin darnos respuesta y
,
se pusieron todos en pie.
Fuímonos en seguida Rodrigo Lizana do:i Asalit
sión
y
,
á nuestra casa
don Blasco Maza
En Rabaza
que era notario nuestro
,
empezóse á decir que encadenaban
,
,
darnos ? replicamos.
—Nó,
—Y en
el
tramando grandes traiciones
,
notario
,
entonces dirigiéndonos carnicería;
reis.
Cuando
,
esplicar
sin
al
de este
notario
;
Maza
lleros
(1)
;
pero podéis pedir
pedímos
;
nada mas.
—El
Nos mismo
,
mas
estaban
mejor
replicamos
modo pensarán
que queremos eo-
ellos
así lo
hayáis hecho
,
yo enviaré por
,
;
mió
el
,
por mi
y vos esperadme
viniendo conmigo don Rodrigo Lizana y don Blas-
y no llegando á reunimos mas que hasta cinco caba-
con quienes bajamos hacia aquella puerta que conduce
En
la
mandaremos comprar carneros
,
,
— Se-
y entretanto vos haréis ensillar los caballos y marcha-
Asi se hizo
co
;
se
por mi perpunte y por mis armas preparado en la plaza. camisote
¿Sabríais,
decir que
fue
consejo que puede darse ya lo daremos
aquí
—
las
otra respuesta podéis
efecto se lo
única respuesta que supieron hacernos
m2r
y cerraban
(1) la villa
—¿Ninguna
respondió
consejo á esos ricoshombres.
la
y en tal oca-
alguna ley que favorezca á Nos y á vosotros?
ñor, no vale aqui ley ni derecho.
en
;
áEn Rabaza:
puertas; en vista de loque, Nos dijimos
por ventura
de nuestra meznada,
algunos
,
con Nos don
y entraron
algunas poblaciones abiertas tenían
rodeados de enemigos
,
de cerrar
las
la
costumbre
,
cuando
bocacalles con una cadena
,
á
se veian
para im-
embargo, que encadenar, donde no tenían usaría como figurado, queriendo las villas cadenas, se en significar con ello cualquier fortificación pronta, que se adoptaba para impelir una irrupción, y con el mismo objeto que el de las modernas barri-
pedir á aquellos
cadas.
grandes
la
entrada
Tal costumbre
:
usóse
somos de parecer
también
hasta
y fortificadas, y era solo para separar
,
sin
en
el
interior
de poblaciones
unos barrios de
entre estos se levantaban bandos y guerras civiles.
otros,
cuando
— DE
camino de Bolea,
Isuela,
quién tenia lialn.
i
Y una mujer que
estuviera.
portero;
}
á
uno de
mis contestó que arriba solía
él
que dónde estaba
servidores
nuestros
Enviándolo
estar.
buscar por dos de auestros escuderosj llegó descolorido; tándole que quién tenia
eran
los
jurados
los
V
caigáis.
la
que
entonces, sino os doy
muerto
le
tenían.
la
tal
de
llave
puerta
la
— Dadnos
revés con
la
,
llave,
la
espada
en
y con
Y
k
,
Nos, acompañado de
aquella
,
esperando hasta que llegaron los caballeros
los
que enviasen uno á
cuando encontramos
,
En Guillermo de Cardona
,
nuestra mesnada, y á don Ato que
que en
la
habian avisado ya á don Fernando y á
que fuesen
allá,
allí
estábamos
tales sucesos ,
lo
esta-
villa
,
a
esto,
En Raimundo
á
demás caballeros
y
llorando, por creer
de
Huesea
de Zaragoza, diciéndolcs
don Fernando
para convenirse con
pentían ya de lo que con
XXXI11.
fuímonos á Pertusa
,
Pero Cornel pasaron á Huesca la villa
la
Hecha
Entretanto los los
por
pues nos tenían ya á Nos en su poder.
CAPÍTULO Después de
los
estaban
nos habian detenido.
villa
con
,
Huesca que
de que nos devolviesen cuanto teníamos dentro.
nos dirigimos hacia Isuela
lo
que deutro nos
,
que dijimos á unos veinte ó treinta hombres de ,
la
luego de
;
escuderos nuestros
habían detenido algunas acémilas y
ban afuera en nuestra compañía
abrir
nuestros, nos paramos junto á
Dijéronnos entonces
nos salimos afuera.
Foleh y á
la llave
haciéndole
puerta
fin
que
le dijimtí
cabeza,
la
la llave,
y así se halló
volvieron á conducirlo á nuestra presencia.
,
pregun-
v
respondió
nos
á
hicimos subir de nuevo adonde antes estaba,
los escuderos;
acompañándolo
que
allí
respondió, que los jurados.
iio>
Luego dijimos el
preguntamos que
cerrada,
Hallándola
culpa de que así
la
53
JAIME.
i».
, ,
Nos
;
y mientras que
don Guillermo de Moneada y don donde conferenciaron con los de ,
haciéndonos decir que se arre-
Nos habian hecho
:
palabras nos
cuyas
pluguieron altamente á Nos y además á nuestro consejo. Enviárnosles á preguntar de
qué manera querian que
convenio, y ellos nos respondieron
,
que saldrían
parecerían en aquella sierra que hay
Nos podríamos comparecer también
el
campo y com-
al
sobre Alcalá :
verificase
se
,
á
cuyo punto
que Nos saliésemos con sie-
;
u
O* te
niSTORU de
de nuestro consejo
los
que
;
te, y (me ambos dejásemos
hablarnos de
el
su señor natural ría
á Pertusa
pero que
,
provocase algún mal intencionado. Su deseo
saban, era
se espre-
los vasallos (1
)
á
y contaban que antes de separarnos se arregla-
;
todo de manera que Nos quedaríamos mas que satisfecho de
como
Tal
ellos.
fuimos á cinto
,
esto
se dijo
entrevista
la
Nos
Cardona
,
En Raimundo Folch
don Ato de Foces
,
por nuestra parte
:
vestidos los perpuntes y
y con Nos
,
cabo
llevóse á
,
,
de Gudar
,
espadas en
las
don Rodrigo Lizana
don Ladrón,
,
linaje
su parte vinieron don Fernando, que era tio nuestro,
En
En
,
ciros
,
:
—Señor
,
Guiller-
cuyos nombres no
recordamos. Dio principio don Fernando á su discurso
manera
y por
;
Gastón, don Pero Cornel, Ferrando
Pérez de Pina y otros caballeros de su partido
esta
don Asalit
,
otro caballero nuestro y don Pelegrin de Bolas
de Moneada, padre de
el
En Guillermo de
y
que fué de don Ladrón, noble y de gran
hijo
mo
temian no
según
,
manera que deben
la
ó sie-
seis
demás compañía; añadiendo, que
la
de buena gana hubieran venido les
asimismo
ellos irian
y dijo de aquí estamos á vuestra presencia para de-
que nos pesa en gran manera de
la
,
guerra que ha habido
entre nosotros y Vos. Nuestro objeto es hacer
la
paz, suplicándoos
yo y En Guillermo de Moneada, y don Pero Cornel y cuantos están en nuestro bando. Gran daño recibimos por Vos y grande os lo causamos
que nos perdonéis
también
pues intención tenemos de serviros
,
pero grande es asimismo nuestro arrepentimiento
;
vemos que
si
menester.
mal que
del
posible nos seria
Ya
,
os hicimos
veis, pues,
y
enmienda que
seria
que necesitamos vuestra gracia. Sin
esta,
,
y es
,
la
que sirviéndoos bien
nos ha-
,
mí , por el parentesco que tengo con vos En Guillermo de Moneada , porque no hay rey en España
gáis asimismo bien
:
á
que tenga tan honrado vasallo como vos tenéis en él, quien pudiera
poco fin á
(1)
maron
prestarle tan
su discurso don Fernando
llermo de
De ,
Moneada, diciendo:
las radicales
cuando
otras semejantes dal.
;
debiéramos satisfaceros, im-
por ser no menos grande
otro favor aun os pedimos
y á
,
,
y
buenos
tomó luego
— Nadie
germánicas vassen,
se desarrolló el feudalismo ,
para designar algunas
servicios.
de
las las
hay tam-
—Con
palabra
esto dio
En
mejor que vos,
eslo es ,
la
ni
,
ligado
,
Gui-
señor,
sujeto, se for-
voces vasallo
valvasor
, y feucategorías del sistema ,
y
1)1.
puede saber
(ii.il
es
JAIME.
1).
deuda que
la
vuestro linaje, que lleva consigo
ha ensalzado
de conde de Barcelona,
título
Yo especialmente
nuestro.
al
contraído con vos, pues que
lie
el
•*>•'>
por
,
he llegado á ser mas poderoso, pues ¡mimo
la
gracia de Dios,
la
en Gascuña, que ninguno de mi' antepasado! poseyó; to
que poseo,
y
cuanto poseer pudiera,
l<>
Bearne
riqueza de
todo es-
y
emplearé para vuestro
servicio; pudiendo probaros así, y bien lo sabe Dios, que cuanto
hacia pensaba que había de redundar en vuestro \.i
que no us place, según veo, tampoco
do
me empacha
Perdonadme, tervinieroD
,
el
me
deciros, que
os lo suplico, y á los
á
proy honor.
mí me ha de
Bfaa
placer;
he equivocado en
lo
demás que en
negocio in-
tal
que
hice.
perdonadlos también; pues seguro podéis estar de que
jamás levantaré guerra contra vos, y menos creyendo, como creo, que ningún tuerto habéis de hacerme á mí ni á mis amigos y parientes
amor los
;
y aun cuando
y mis
ruegos
;
nos
hicierais
lo
creo
,
obligaros con
pues algo habrán de valerme para con
ta se
;
y con esta respues-
separaron de Nos. Los ricoshombres que nos
ron de parecer que
,
llamamos otra vez y mostráis
rodeaban fue-
pues tan arrepentidos se mostraban
mos aceptar su sumisión; y les
y la devoción
vos
— Termina-
buenos servicios que en adelante pienso prestaros.
dos sus discursos, dijímosles que resolveríamos
mi
,
debía-
así, luego de habido el consejo, les
dijimos:
— Con
el
conque prometéis
arrepentimiento
servirnos,
que
nos damos
por satisfechos; aceptamos vuestra buena \oluntad por enmienda,
y os acogemos de nuevo en nuestra amistad y nuestra gracia.
Acercáronse luego
los caballeros
—
de ambas partes que estaban mas
distantes, y todos quedaron contentos y satisfechos de aquel concierto.
Terminado
este negocio
,
nos fuimos á Lérida.
CAPÍTULO XXXIV. Había mas de año y medio que nos hallábamos en la ciudad de Lérida , cuando se nos presentó la condesa de Urgel doña Aurembiaix, hija del conde Armengol y de habia estado rasada con Alvar Pérez de
él
la
y
condesa de Subirats, que
hubo luego de separarse
por causa de parentesco, sin haberle quedado ningún hijo de
aquel matrimonio.
Le hicimos honrosa acogida
,
y á los dos dias
ÜG
HISTORIA
de haber llegado fuimos á visitarla. Llevaba por consejero á Gui-
llermo de Cervera
señor de Juneda
,
que por nadie hubiera hecho
mentado y de
mas
los
la
aconsejaba en todos sus negocios des
A
y nada
,
obraba
éste encargó
procuró escusarse
nos dijo
naban
que
:
las
justicia
;
entonces
se había presentado á
gentes
,
esperaba
la
Nos
hallar en
palabra
porque
,
nuestra
pues á pesar de ser público que
conde Armengol de UrgeJ
la
,
con acuerdo de Guillermo.
ella
pero
;
misma
dictándole que nadie mejor que ella
Tomó
otra
misma condesa
que razonase ante Nos sus cuitas
,
sus penas.
esplicar
bria
,
la
esperi-
y por
,
lo
acorríala en todas sus necesida-
que no fuese
ella
pues
,
,
en España
madre de
ella
hombre
era
él
sabios que hubiese
estado casado con
parte había
como
pues
;
por quien hacia
,
sa-
condesa
la
él
,
y
según prego-
,
persona amparo y era
única del
hija
y que como tal debia ser suyo aquel señorío , se lo habían usurpado y que por lo tanto nos pedia que la amparásemos é hiciésemos valer su derecho , porque si en Nos ,
;
no
hallaba
la
no contaba
,
mundo. Tomaron entonces
En Raimundo
de Peralta
devolver Monmagastre á ella
recurrido á
Nos
que perteneciera
al
hallar justicia en ningún la
,
mismo que no habia querido
los
el
antes
condesa, y que después, luego de haber se lo habia restituido con todo el derecho
,
conde de Urgel
aunque reteniéndose
,
administrar justicia
:
,
— Señor
para
,
la
po-
primer de-
el
que en
hallen
él la
que de otros no pueden alcanzarla. Tenéis delante auna mujer,
muy
cuyo esclarecido linaje conocéis
que
y
la
testad de cuatro castillos; y nos dijeron
ber de un rey es
del
En Guillermo de Cervera
palabra
el
-hombre
le
ella
tudes
hagáis
;
amparadla
,
pues
,
:
para con vos
como
os lo
os lo pide ella, que sabe pedirlo mejor.
que sus súplicas eran proveeríamos luego
muy lo
justas
que recurre
,
á vos para
que su padre poseyó y
restituir los bienes
en vuestros dominios
bien
,
la
dejó á
le
recomiendan sus vir-
rogamos nosotros
,
—Respondimos Nos
que meditaríamos
el
que fuese de derecho. Llamamos
,
y
como
á esto,
asunto y pues , á
En Guillermo de Moneada , a En Raimundo, á En Guillermo Raimundo, hermano de En Raimundo de Moneada y padre de En Pero, á don Asalit , á don consejo
al
obispo Berenguer de Erill
,
á
García Pérez de Meitats y á los prohombres de Lérida
i\
Guillermo (jásala, á
todos los
nombrásemos defensor de la quien hizo ella desde luego dona-
cuales nos aconsejaron que ante todo í-ondesa
,
don rida
para durante su vida
qae no producía
,
renta, y subió con
DE
D.
del
derecho
JAIME. «Je
la
caldera
(
de Lé-
)
1
mas que doscientos sueldos de
entonces
tiempo hasta
«'1
.*>7
tres mil.
CAPITULO XXXV. Nombrado
ya el defensor de
condesa de Urgel, deliberaron
la
obispo y los prohombres que fuese emplazado
el
conde
el
llama-
,
do Geraldo de
Cabrera (2), haciéndole las tres citaciones de costumbre para que compareciese en nuestra corte á responder de derecho á
su
mismo
condesa.
la
compareció á
después de haberle manifestado á
,
debíamos cumplir todas
tenciar
derecho, con
el
No
á Geraldo
las
primera
la
ella
y por lo antes de sen-
que
;
solemnidades que prescribía
forzoso conformarse, enviamos
las cuales la seria
segunda citación. Tampoco compareció entonces; pe-
la
como procurador suyo En Raimundo de Cardona , hermano de Raimundo Folch y maestre que habia sido del Templo, y dijo en presencia de Nos y de toda nuesro en
el
tra corte
dia señalado
—
:
,
se presentó
(ieraldo conde de Urgel y todos los que de ello tienen
mucho de
noticia se maravillan
pués de haber
lo (pie está
ocurriendo, que
estado en posesión de lo que se
él
pide
le
des-
por es-
pacio de veinte ó treinta años, sin contradicción ninguna y viviendo
misma condesa
la
se le presente
pagaban
los
ahora esta demanda
,
á
la
cual,
impuesto de un tanto por tina que tintoreros en algunas ciudades. El de Lérida llegó á producir
Llamábase derecho de caldera
(1)
por
,
el
años de 1270 hasta quince mil sueldos.
los
vizconde de Ager y de Cabrera, entabló de Ponce luego de haber al condado de Urgel pretensiones padre, ya, junto con su fallecido Armengol VIII en 1208 sin haber dejado sucesión masculina. La condesa viuda doña Elvira, que se casó después con Guillermo de Cervera y (2)
Geraldo,
hijo
,
,
habia quedado
señora
usufructuaria
oponerse con bastante buen éxito ta ella
por
los
años de 1220
mengol doña Aurembiaix estados de Urgel
,
,
del
condado
á los intentos
,
logró
durante su vida
de los Cabreras; pero
muer-
y quedando solamente la hija única de ArGeraldo se apoderó á mano armada de todos los ,
en cuya pacífica posesión se mantuvo hasta que
le
arrojó
don Jaime reintegrando en sus derechos á la hija de Armengol. Cuando Geraldo hubo perdido todos sus dominios, reconoció la turbulenta vida que habia llevado renunció al mundo profesando en y para espiarla la religión del Templo. de
ellos
,
;
,
,
8
— HISTORIA
,')8
por venir tan lucra de tiempo, no se cree obligado á contestar.
Rogónos
pues
,
que
,
que permitiese qne
desestimásemos
la
porque
,
se le presentasen tales requirimientos tan fuera
de sazón é infundados. Levantóse seguidamente sala, y
tomó
palabra á favor de
la
En Guillermo de Cardona
,
que
es
como
señora
él
la
diendo en vuestra corte que se él
condesa, diciendo
hombre de pro
— Señor,
:
y
;
mayor maravilla es, que venga ilustre
la
En Guillermo Cá-
de honrado y muestra admirarse de semejante demanda pero
esclarecido linaje,
cho á tan
no era hombre
él
diciendo que no dará su dere-
condesa le
y que mientras está pi-
,
administre justicia
no quiera
,
hacerla á los que se la piden. Esto basta, señor, para probaros
su sinrazón. Dios os ha puesto en lugar suyo para que administréis
que por otro camino no pueden alcanzarla, y por esto Habló en secondesa que se la administréis á ella.
justicia á los
os ruega la
—
guida Guillermo de Moneada
poderes del conde.
— No
mente para proponer
—
da.
Esperaos,
le dijo
de nuestra presencia Cardona
se resolvió
, ,
ni queréis si
que he dicho
lo
Guillermo;
que habéis propuesto.
tará á lo
consejo
y preguntó al de Cardona si tenia los tengo, le contestó: he venido sola,
,
—
el
y así
volveré en segui-
rey resolverá, y os contes-
el
asunto con los de
contestásemos:
le
me
Apartáronse luego entrambos
y consultando
que
,
— En
nuestro
Guillermo de
vos no habéis traido aquí ningunos poderes del conde,
responder á
queréis ó no
lo
que se os dice
contestar á
:
sepamos
,
pues
demanda de Guillermo
la
al
,
cabo
(jásala.
—
—
En Nada puedo añadir, repuso, á lo que ya dejo manifestado. este caso, dijimos Nos, haremos lo que se debe; emplazaremos por tercera vez se la
cho
,
al
aceptaremos
;
— Partióse en
citación al conde
,
conde
,
y
cuando nó esto el de
quiere hacer justicia á
si ,
la
condesa,
procederemos con arreglo á dere-
Cardona; despachamos Nos
la
tercera
y compareció otra vez Guillermo en el término
señalado.
CAPÍTULO XXXV!. Cuando
se
presentó de nuevo
En Guillermo de Cardona
,
nos
hallábamos con toda nuestra corte y muchos ricoshombre? en casa de
En Raimundo
Raboster. Estaba también
quien se levantó luego
>
dijo:
allí
Guillermo Cásala,
— Ruégoos, señor,
(pie
hagáis (pie
— DE se
me
do,
y
D.
i
mmí:.
V.l
mun-
preste atención. Dios quiso que hubiese reyes en este
impuso
los
necesitasen, y
mo
la
razones:
deber de administrar
el
en particular
condesa no tuviese
\<>s soi^
gravio. A
la
«jik*
como
áque
representa, son ya dos
las
vasallo á su
óá Guillermo
contesten
á
citaciones que
han
se
segunda,
la
desa
mi
buen señor, para
Cardona que aquí
demanda que
la
hace recae
ella j
vos por
á
puede esperar
única persona de quien
Geraldo,
¡í
demanda que
la
ella
que co-
asi es
en vuestros dominios;
*-^t¿í
\os recurre, pues,
que obliguéis
huérfanos;
j
quien recurrir, ha acudido
á
primera, porque
l;i
sobre un patrimonio
porque
viudas
.1
que de
justicia á los
despacbado,
porque
hace;
ella
de
culpa
y por
le
dicho Geraldo no se ha podido hasta ahora proceder adelante. Por esto os pido itarada
la
condesa
que ya
,
romo
,
hoy
(|ue
on
se
guéis justicia de
modo , que
venido dispuesto
á
contra
En Geraldo
le
otor-
En Guillermo de Cardona
no ha
1 1 1
si
contestar á
la
»1<* j
der |o
la
y contra sus bienes, hasta poner
—Le
<í
luí
-
(ondosa en
la
contestó entonces
de
el
palabrería
vuestra
aprendisteis
,
,
justicia, y confio
tenga. Por lo
demás
allá
en Bolonia
repuso Qasala
que
el
la
defensa
:
al
,
rev hará
—¿Y nada Guillermo de Cardona? — Pero de Ccrvera
el
hagáis perder
,
valor su derecho
os digo, Guillermo, que nó por
amenazas he de abandonar añadió
procedáis desde
,
—Tened cuenta, Guillermo, que con no que condado. — Yo no hago mas que defen-
de legista
conde su
tercera citación,
la
demanda
posesión de todo lo que redama.
Cardona:
quien espera verse mil-
señor de
.i
mas
de
la
condesa.
tenéis
qi
—
quien
á
vuestras
A
esto
aponer, vos
este, desentendiéndose de
la
pre-
—Señor, dadnos y hanos volveremos — Qné es, pues, que cer?— preguntamos. — Nada, — nos —Mucho me temo, gunta, nos dirigió
en
la
palabra y dijo:
seguida.
dijo
lo
¿
pensáis
contestó.
le
le
guiaje (1),
el
de Cervera, que no sean otros vuestros intentos.
Dábase el nombre de guiaje al salvoconducto que se otorgaba ¿al(1) guno para atravesar con seguridad el territorio. Aunque voz anticuada, no se estrañe que la usemos aquí como liemos usado otras muchas en esta traducción unas veces, porque denotando objetos que ahora no están en uso no tieucn su equivalente en el lenguaje moderno, y por lo mismo no debieran, á nuestro entender, calificarse de arcaísmos; y otras, porque, siendo las mismas que emplea don Jaime en su lemosin hemos creído conservar así mejor el colorido del testo original. ,
;
,
Y HISTORIA
(,0
¡Veremos
repuso
!
de Cardona
el
será
;
que Dios quiera.
lo
—
diciendo esto, nos saludó y se fué.
CAPÍTULO XXXYII.
En
de
vista
ocurrido con
lo
de Tamarite
á los
,
á
En Ramón
y
el
á
En
,
donde
,
Guillermo de Moneada,
linaje
porque estábamos resuelto á marebar
,
conde. Antes de llegar á su destino
bíamos espedido
de Albesa
Guillermo de Cervera que se uniesen á Nos
En
con todos los de su contra
delante
para tres dias
y dijimos también
;
enviamos órdenes
,
señalándoles dia para que compareciesen arma-
dos y con provisiones
Nos estaríamos
conde Urgel
el
las
órdenes que ha-
don Pero Cornel
se nos presentó
y teniendo ya
;
reunidos hasta trece caballeros, nos encaminamos á Albesa
hallamos solamente á
En
Beltran y en
,
donde
Raimundo de Calasanz con
unos sesenta ó setenta infantes; pues
los
de Tamarite y demás,
vimos con gran pesar nuestro que no habían comparecido. Estaban los
de Albesa apercibidos para
armas
otras villa
?
,
pues
nuestras armas
A
población.
,
,
defensa con escudos
ballestas y
,
ellos la ¿ porqué han de ocupar dejamos los caballos á los escuderos,
pero dijimos Nos
;
Descabalgamos
tomamos
la
:
embestimos
poco de haber entrado en
nos de los de Tamarite. Los del
y nos apoderamos de la
,
ella
castillo
,
comparecieron algu-
entretanto nos enviaron
al
anochecer un parlamentario, para proponernos su entrega y ofrecernos su fidelidad, con lo
otorgamos
,
y
al
tal
de que
les
diésemos salvoconducto
dia siguiente por la
mañana
:
se
verificaron su su-
misión.
CAPÍTULO XXXVII!. Luego de tomada Albesa que el
así les
conde
,
,
dijimos
cogeremos desprevenidos le
:
,
Vamos ahora y
á Menargues,
antes de que
habremos quitado ya gran parte de
lo
lo advierta
que posee. Ha-
bían llegado entonces algunos de los caballeros que debian
pañarnos
,
de
nos dirigimos
modo que nos reunimos allá.
Antes de llegar
hasta treinta
,
acom-
y con ellos
á la población dijimos á los
de
DE
— Deteneos, que Nos queremos con — Así hicimos adelantándonos cuatro
nuestra comitiva solos
tres ó
gados
caballeros.
viendo que todos
y
pueblo
el
,
señoiü natural;
gún daño
— Barones, ella
ella y
— Uno de
tente.
vecinos se habían subido
los
ya sabéis
defenderemos contra
tar
que muráis aquí,
ni
vuestras casas, que
;í
quienquiera que
el castillo
,
por
cuya defensa nos ha sido en?
y confiad en nuestra palabra
ello
Ya que
el
mengua
rey lo
ni
quiere
nos preguntaron
puerta
palabra ?
—
daño. ,
— Ya
sabéis
— Os aseguramos
,
le
,
:
replica-
bajad en
:
que no os ha de resul-
Dijo entonces uno de
ellos
abrir
;
— la
aseguráis bajo vuestra
les dijimos.
,
:
— pero antes de — ¿Nos — Bajaron entonces
hagámoslo
otra vez
in-
lo
— Señor, ¿cómo
que nuestro señorío vale mas que ningún otro
buen hora,
fortale-
condesa es vuestra
la
de dentro nos contestó:
los
comendada por En Poncc de Cabrera ,
que
la
de Nos os damos palabra de no causaros nin-
puede quedar abandonado
mos
puerta de
la
vuestro; restituios
lo
cas-
al
habían podido recoger
no quiere vuestra ruina,
antes os
,
nombres no recordamos. Lle-
cuantas provisiones
\
que perdáis nada de
en nombre de
,
nos presentamos delante de
za y les dijimos:
ni
lo
otros tres cuyos
y
con sus armas
tillo
en
allí,
delante
ir
:
En Rocafort
con
01
D. JAI Mi:.
del
con sus armas y equipajes y habiendo enviado Nos á buscar á nuestros caballeros que se habían quedado atrás , cuando los castillo
;
de Menargues vieron
que eran tan escasas
acompañaban en aquella espedicion haberse entregado tan fácilmente.
teníamos provisiones de carne pueblo
,
Echamos de
que nos
fuerzas
tuviéronse por
muy
necios de
ver luego que no
y como no queríamos tomarla del
encargamos a veinte de nuestros
una correría hasta Balaguer seis
,
,
las
caballeros que hiciesen
de donde nos trajeron hasta diez y reses entre vacas y terneras, de manera que con el pan y vi,
no que compramos quedamos abastecidos para
tres dias.
CAPÍTULO XXXIX. Mientras nos hallábamos en Menargues fuerzas de
Aragón y Cataluña
ta doscientos
tres dias
;
de
nos llegaron algunas
modo que pudimos
caballeros y mil infantes
marchamos sobre
,
,
con
Liñola. Al dia
reunir has-
los cuales al
cabo de
siguiente de estar
allí,
02
nisTORi.v
compareció también En Raimundo de Moneada. Ocupaban
mismo
y por lo nos dijo:
trarios toda la villa
;
do de Cardona y y es que vos no peleéis y no vale
los vuestros
,
pondríais y
el
— Un
consejo quisiera daros, señor,
toma de
la
que por ende pudierais causar
En Raimundo
,
la villa,
de
,
za
le
)
hay entre
á
que os es-
1
Yo
á vuestra hueste.
se
den
á partido.
—Eso
contestamos; y diciendo esto nos dirigimos
y peleando á pié con los nuestros, nos apoderamos obligando á los que la defendian á retirarse á la fortale-
contra ella
,
que
el
(
daño
esta villa el
hablaré con ellos, y obtendré quizás
nó
con-
En Raimun-
se nos presentó
pues buenos sirvientes
;
los
donde habia una muy buena torre y albacara. Aquel mismo
,
dia se rindieron
y
,
luego
pusimos guarnición de
los nuestros
en
el castillo.
CAPÍTULO xl. Desde Liñola nos fuimos por Almata
rio
se
y llegados
,
poner cerco á Balaguer
á
allá
pasamos
:
armamos dos fundíbulos
,
habian unido ya con Nos en aquel
En
sitio
el
;
pues
Guillermo de
Mon-
de Cervera y nuestros ricoshombres de Aragón en número de hasta cuatrocientos caballeros. Ocho dias habia
eada
En Guillermo
,
que estábamos
allí,
cuando nos llegó un mensaje de parte de
Menargues y En Pedro Palau cinos de
la villa
,
da
para que
,
mo
vasallos
pues
que eran dos de
diciéndonos que
,
que hiciésemos venir á
sitio
,
les dijese
,
la
si
la
que habian sido de su padre
nos transmitió sonas no
que
,
el
,
,
le
le
el
en Léri-
se hallaba
fidelidad que
era su señora. Por las palabras
ella
ve-
queríamos terminar luego
condesa
que por
los principales
En
debían
entregasen
,
co-
la villa
;
aunque encubiertas, que
mensajero, conocimos que por temor de sus per-
podían manifestarnos todo
lo
que deseaban
;
y por lo
mismo respondimos que les agradecíamos muchísimo su buen zelo, procuraríamos recompeny que pues tanto amor nos mostraban , plebe de los ejércitos feusin tener bajo dales; pues eran llamados así todos aquellos vasallos que concesión del la de virtud en debian su jurisdicción á otros feudatarios (1)
Los
sirvientes
formaban, como quien dice,
la
,
,
feudo que
les
habia hecho
huestes y cabalgadas.
su
señor
,
,
acompañar
á
este
y servirle
en sus
DE
JAME.
I».
<>'i
sérselo en ellos y en los de su linaje. Al cebo de pocos dias y cuan-
do menos
pensábamos
lo
estudiante, y nos repitió
h
mismas palabras que dicho nos había
las
Preguntamos entonces
vez primera.
por
en
si
que hacían obraban
lo
tan grave
solos ó convenidos con otros; porque era
sí
gocio
que
,
á
no contar
emprendiésemos
cuanto
querían que viniese testó el mensajero.
la
con
ellos
algún partido
—
—Señalaron,
Así se
pues,
lo
manifestaré nos con-
dia en
el
que debía aquella
otros cuatro ó cinco dias, nos enviaron á
que dispusiésemos algunos
decir
en vano
seria
,
armas que marchasen delante de
escudados
(
1
hombres de
y
)
condesa y se acercasen todos á
la
murallas hasta que pudiesen hablar con los de dentro
las
ayuda de Dios
prometido.
ellos cumplirían su palabra y
Como
ro entretanto
lo
habían propuesto,
Raimundo de Moneada
y cierta tarde se hallaba
cho Pérez, hijo de
En Pero
en
el foso
y
armados
á las
Iíordoyl, que era
la
el
baile
Rubio.
guardia, sa-
órdenes de Guillermo de Cardo-
misma brecha que habia en ,
En San-
solo con
caballero Arnaldo de
el
y
,
En
allí
de Balaguer que era tan poco numerosa
los
la
de Pomar;
en Castellserá
lieron á caballo
na por
resolvimos hacerlo; pe-
tenia el encargo de guardar dia y noche
;
Viendo
cuanto nos habían
la villa.
nuestros fundíbulos
él tenia
así
que con
;
conde tuvo algunos indicios de que habíamos en-
el
tablado tratos con los de
que
ne-
el
caso que nos dijesen qué dia
en todo
)
;
condesa.
presentarse. Al cabo de
la
mensajero, que era un joven
volvió" el
,
el
muro
,
y se emboscaron
llevando prevenidos haces de leña seca untados de se-
Estábamos Nos hablando con En Guillermo de Cervera
bo.
quien habíamos ido á ver en su tienda
—A
las
bulos
,
armas
á las
!
armas
,
cuando oímos
que van á pegar fuego
!
pues llevan haces encendidos.
,
á
grito de:
el
á los fundí-
— En Guillermo de
Cardona
armados y unos dosque llevaban los haces y se ha-
llevaba consigo hasta veinte y cinco caballeros
cientos de á pié llaba
también
,
contando á
entre ellos
los
sire
(
;
i
)
Guillcumcs
,
hijo
natural del
Las diferentes clases de soldados que componían un ejército en la edad media recibían por lo común su denominación del arma ofensiva ó defensiva (1)
que mas principalmente usaban etc. (*2)
daba
Los escudados eran, como
Aunque al
,
llamándose bacinetes, ballesteros lo indica
su
nombre,
los
,
escudados,
que traían escudo.
equivalente á señor, y que es el tratamiento que se soberano en Francia c Inglaterra, sea del todo estranjera la conserla
voz
sire,
;
I1ISTÜ1UV
Oí
Don Sancho Pérez de Pomar no tuvo valor para esperarlos , y abandonando á En Raimundo de Moneada , que se quedó solo con Arnaldo de Rubio y En Guillermo Bordoyl , se fué á reunirse con la hueste. En Guillermo de Cardona embistió Renluego lanza en ristre contra el de Moneada , diciéndole A quién he de rendirme yo , villadios , Raimundo , rendios rey de Navarra.
—
:
—
!
no
!
—
contestó
le
otro; y mientras tanto los que iban con Gui-
el
llermo comenzaron
pegar fuego á
á
vieron tiempo para mas
empalizadas
las
pero no tu-
;
porque Nos acudimos luego á pié y con
,
nuestra hueste para socorrer á los del fundíbulo. Blasco de Estada quiso en aquella ocasión probar sus armas
puesto
el
Eslaba
,
los
que
en
el
que
la
Llegada
hueste
la
un caballo
sin
condesa
la villa
haber recibido ningún daño. cabo de tres dias
al
quisiésemos y decir
guardásemos de
;
las
un buen trecho
ellos
malhirió á un caballero, y logró
,
En Guillermo de Cervera
puesto los de
la
con Juan Martínez de
se fué
Alcanzólos, entró tras
foso, desjarretó
volverse á
,
a caballo,
seguía á pié con escudo y lanza, en persecución de
le
se retiraban.
lante de
mano
capacete y lanza en
montando
y
;
ella se
y
que nos habían pro-
los tratos
mostró dispuesta á hacer cuanto
palabras que
las saetas.
manifestamos de-
le
,
—Así
encargásemos
le
con
,
se hará, le dijimos
y
;
tal
que
manda-
cincuenta caballeros, que con sus escudos
mos luego armar mas de
y vestidos los perpuntes fuesen en su compañía y la resguardasen de todo daño. Llegado que hubieron á distancia de un tiro de piedra escaso de las murallas
—
¿ Estáis
go
muy nos
:
— Y como
que con nadie
tenéis á la
?
prestéis
(pie le
los
ella
iban
:
contestase,
— Aquí también condesa respondió una prohombres — — tomando lue— La condesa ruega señora no puede hablar porque — Entonces térmien :
palabra otro
la
de Balaguer ?
aquí los
continuó diciendo aquí los
uno de
dijo
,
voz
,
;
¿ están
y
caballero, les dijo:
atención
es
,
os
,
y
les dirigió ella la palabra
alto.
— No
Sí
;
ignoráis
,
barones
,
que
estos
fuisteis vasallos
de mi padre,
debéis serlo también mios , siendo como y que de consiguiente soy su única hija : por tanto os ruego y os mando que, en fuerza
vamos aquí, porque también además muy buenos escritores aquellas naciones. Por
francés al
nombre
la
se halla
en
castellanos,
el
testo, y
hablando
porque con
primera razón hemos conservado
Guilleuincs.
los
han usado monarcas de
la
asimismo su
traje
DE
que ubre vosotros tengo,
del señorío
gun debéis entregarla entonces:
ellos
tro acuerdo
de
llero est;is
me
entreguéis esta \illa,se-
vuestra señoril
á
— Hemos oído
— Respondieron tomaremos debamos. — Do caba-
natural.
que nos decís;
lo
obraremos luego conforme
\
que iban con doña Aurembiaix
los
palabras
:
— Barones
dicho, que
Imitéis
le
,
65
JAIME.
l>.
Al anochecer
cumpliríais vuestro deber: asi
aquel
dirigió en seguida
les
condesa os agradece mucho
la
,
nues-
mismo
volvió
día
oda
lo
que
—
lo
espera.
el
estudiante
vei
por él su\ qae servia de mensajero entre Nos y los de la villa pimos que todo habia salido como se deseaba. Mandáronnos decir .
además, que nos conviniésemos con carian un ricohombre que tuviese
ce y por á
la
condesa, pues
mas, por temor de que
no
llo
ellos
villa
la
:
que
^
:
ellos luí
—
de Balaguer por en Pon-
villa
por entonces no podían atreverse
muchas fuerzas que habia que
que
lo principal era
cualquier motivo
por
modo que
de
las
desbaratasen todo
lo
de
liese
ellos
la
condesa
la
eL canti-
«mi
el
conde
pues entonces va
,
esta y el castillo se entregasen á
sa-
harían
condesa.
la
CAPÍTULO XLI.
Un la villa
mandó una
se
dia por
que
la
mañana
se estaban
vio
el
confabulando en
saeta.
Cumpliólo este
— ¿Es
y hacemos ,
siendo
se
,
el
cual
les
fieles
ninguno
;
mas
los
mismo vizconde nos
— Enviáronle
,
lugar
el
pues, á dos de
mucho de que
sitiando y les talaba la huerta
modo obraba
,
de Cabrera
En Guillermo de Cardona
procurarían ellos buscar otro
:
que
tal
remedio.
si
hicie-
pues tenian ya noticia de
lo
que ésta
de aquel
En Geraldo
y los de su consejo cono-
cieron que los de Balaguer trataban de concertarse con les
habia dicho
la
condesa,
y así
;
,
sin
y no teniendo tampoco noticia de que estos habían tratado con Nos, enviáronnos parlamento,
consultarlo con los lo
y dispara-
les
,
que estaban en peligro de muerte por parte del rey,
estaba
,
el
que
estamos defendiendo
para decirle que se admiraban así
prohombres de
terrado de una casa
á su lado
posible que
que no debiéramos?
lo
los
pero no hirió á
,
haga asaetear, cuando por serle
suyos
el
un ballestero suyo que estaba
á
prohombres dijeron:
los
de Cabrera á
prohombres
,
ofreciéndonos que pondrían entretanto
el
castillo
en manos de
9
En
66
HISTORIA
Raimundo Berenguer de Ager,
que luego
y
se ventilaría en nues-
tra corte el pleito
con
bien un mensaje
diciéndonos que aceptáramos
,
condesa. Los de
la
vizconde; pues luego que
siera el
mos
contarlo todo por nuestro.
con
En Guillermo de Moneada
ponían
los sitiados
,
esto es
,
nos enviaron tam-
villa
la
lo
que nos propu-
déla población, podía-
ól saliese
Hablamos entonces de ,
manifestamos
y le
que pondrían
el
este negocio
lo
que nos pro-
castillo
en manos de
En Bcrenguer de Ager , y que este se obligaría bajo juramento á entregarlo después á En Geraldo ó á la condesa , á cualquiera que fuese de los dos el que ganase el pleito. No me parece que de-
—
báis
aceptar tales proposiciones
,
contestó Guillermo: ya que
nos
habéis venido aquí, menester es que llevéis á cabo
no os marchéis
que
Como Nos
no
,
de dentro,
;
pero voy á descubriros
me
que
ha venido
cual
guer de Ager
posesión
puso
el
el castillo
sin
,
condesa
la
;
y prestar
de Moneada.
los
y tened
y
en manos de
juramento.
— Presto
Resuelto ya á aceptar
las
el castillo , ,
para lo
que aunque
En Raimundo Beren-
vizconde podéis contarlo to-
— ¿Y
lo veréis
CAPÍTULO
— En Gui-
prohombres de Ba-
entendido
que aquel tenga siquiera el
que tenía-
muy bien en lo que me mueve á acep-
la villa
el
—
vos habláis
secreto
entregarnos
que haya salido
así
,
do por nuestro la
aquí
que quedará
se diga
el
:
proponen. Debéis saber que
laguer nos han ofrecido
los tratos
dijimos entonces:
le
mas puede maña que fuerza
que decis tar lo
los
empresa y
en vuestro poder.
villa
la
habíamos aun comunicado
le
mos ajustados con llermo
que tengáis
sin
la
,
el
trabajo de tomar
será esto verdad ? re-
dijimos.
XL1I.
proposiciones que se nos habian hecho,
enviamos un mensajero á Geraldo de Cabrera para declararle que accedíamos á que Raimundo Berenguer de Ager guardase por Nos el castillo
celaba
de
;
y el vizconde los
de
muy bueno que
,
la villa ,
que no
tomando en
pronto á entregar
de
la villa
tenia todas consigo y se rela
mano un
mudado
azor
tenia, se habia salido ya con disimulo por el puente.
En Berenguer de Finestres vino los
las
el castillo á
entonces á decirnos
,
que estaba
En Raimundo Berenguer
;
y
como
nos avisasen asimismo que enviásemos nuestra señe-
DI
m
ellos
porque
caballero
v
I».
I
enarbolarian
la
cinco escuderos
UME.
en
despachamos
«astillo,
llevasen ocoltameate
la
-
el
<)7
y
hablando con Nos, instándonos que en-
En Raimundo Berenguer de Ager para recibir homemas como Nos hubiésemos tomar posesión de la fortaleza
viásemos naje
á
;
jf
enviado
á
nuestra señera
ella
entreteníamósle con buenas razo-
,
nes, por mas prisa que nos diese
ciéndonos que
para que
ondear en
dijimos
:
dicha
él
— En
——¿No
señera
\
¡
al
descubrirla
\eis, le
buen hora
idos en
Balaguer ya es nuestro.
sin abrir
mas
el
conde entretanto
El
,
,
le
des-
— ¡Cómo! nos con-
respondimos, enarbolada en
boca.
la
esperando
repente
(le
nuestra
castillo
Corrido entonces v doliéndose del caso,
señera?
Nos
despachásemos, di-
vista el castillo,
Berenguer de Finestres,
pachado estáis, que testó.
!<•
conde quería marcharse. Sin embargo, en medio
«'I
de nuestra conversación no perdíamos de \er
con una
En Beren-
lanza para izarla luego trae llegasen aMá. Mientras tanto
guer de Finestres estaba
un
á
s «'
separó de
se retiró á
Mon-
magastre.
CAPITULO Mili.
En Geraldo
de Cabrera y de su consejo habían enviado á En Guillermo de Cardona con
Antes de que los
se rindiera
Balaguer
,
mas de quince caballeros para defender que
los
de esta
villa
tuvieron noticia de
níamos entabladas con
En Raimundo
á
los del
las
Agramunt
,
confabuláronse con
,
y aun antes
se hubiese rendido resolvieron entregárnosla, luego
tase
allí la
condesa.
En Raimundo
Nos,
á
convenida con dicho Berenguer
que hubimos puesto
nos fuimos con la
se
presen-
;
,
que luego que nos
apoderado de Balaguer pasásemos á Agramunt
de
que
Eu Berenguer de Peraxens por tanto nos manifestó En Guillermo de Moneada, á En Guillermo de Cervera
y á todos los de nuestro consejo
ello, así
de que aquel
de Moneada supo este acuerdo
por medio de á
pero luego
negociaciones que te-
primer pueblo
de Jafa y otros vecinos
;
villa
,
al
á la
la
entrega de
la
,
hubiésemos
porque tenia ya villa.
En
vista
de
condesa en posesión de Balaguer,
Agramunt, y sentamos nuestros reales á vista de la sierra de Almenara. Cuando En Guillermo
ella á
pié
de Cardona vio que nos tenia tan
cerca
,
se escapó aquella
misma
68
HISTORIA
npphe
Nos por
y al saber
;
mañana
la
vinieron á
buscarnos los vecinos de
dando
condesa posesión del
á la
su salida
la villa
entramos en
y
,
nos levantamos,
,
ella
castillo.
CAPÍTULO XLIV. Al cabo de poco tiempo nos enviaron mensaje
Pons
pidiendo que fuese
,
no quisimos Nos
mundo Folch
hueste
la
castellano con
de Nos
desierta
pero
Cuando
).
1
de Mon-
encuentro
condesa picaron
el
de trabar
todos los suyos á caballo en disposición la
la
que nos quedamos
,
le salió al
y
,
(
En Raimundo
Guillermo y
hallóla
;
pero los de
;
En
á excepción
,
;
porque no habíamos desafiado á En Rai-
,
con
la villa
con cinco caballeros
batalla
condesa. Así lo acordamos
allá la
y teníamos con él buena amistad
,
condesa llegó á eada y toda
ir allá
hombres de
los
espuelas á los
caballos,
embistieron contra sus contrarios, y los acorralaron cerca del castillo;
distinguiéndose
según después
muy
nos
particularmente en aquel hecho de armas,
dijeron
En Bernardo
,
de Barcelona. Aquel misino dia
sacrista
En Guillermo
mensajero de
tomaría
ellos se
muy
En Raimundo
y
fácilmente
— ¿Cómo
no hemos desafiado
Raimundo Folch
fortaleza?
condesa.
el castillo
—Pues bien
hacer cuando
allí
;
!
la
Folch.
de
ley
y éste es
si
— Muy el
,
¿
así lo
dijimos,
si
que posee
la
le
,
el
,
no entrará en lo
con que vos
cumplirán.
les deis
or-
— Lo haremos,
seguida á
caballos y las
él la
que habremos de
derecho que pueda tener
encaminamos en los
:
Nos
vos os presentáis, se ga-
qué es
poco
para
del cual sin
,
ir allá
vos no acudis
condesa,
mandado dejar
habiendo
Era
— Nos
si
que
replicamos
pero salvando siempre
;
mundo
(1)
le
estemos?
den para entregarse á pues
pero
,
,
porque estando Nos
,
hemos de
— Sabed, nos contestó,
nará luego
allá
de Moneada
el castillo
no podian apoderarse. á
anochecer nos llegó un
al
pedirnos que de todos modos fuésemos
con
Dezlor, hermano del
En Rai-
Agramunt
armas á
de guerra que cuando un señor feudal quería
los
,
y
que nos
proceder
por
armas contra alguno de sus feudatarios, le desafiase antes; esque con él tenia y del mismo modo el vasallo, cuando quería desagraviarse de alguna ofensa recibida de su señor, debia de antemano desnaturalizarse 6 darse por libre del juramento de fidelidad que le debia.
la vía
las
to es, declarase rota la fé y amistad
:
DI
JAIME.
i>.
nos acercamos
acompañaban
,
encuentro
castellano con unos veinte
el
habéis pedido,
moa
dijimos,
lea
castillo,
al
trae
Va que nos entender,
—
salvar
seria
*
j
i i
*
yo y
-
desa, sometiéndoos á su señorío
por derecho
,
condado, se lo
se le
]
¿I
Oliana
algunos de
á
condesa ción de
así se
á
entregarlo á
acaba de recobrar
nuestro
la
con-
demás
lo
del
— Como
Habíamos entretanto enriado
verificó.
los nuestros para
recobrar aquella
villa
por
á la
noticia de la rendi-
Pons, siguieron su ejemplo. Con esto quedó doña Auremhabiendo Nos procedido en todo,
biaix restablecida en sus estados,
nó para
á
En Raimundo Folch, y
mas luego que sus vecinos tuvieron
;
—
castillo.
han sometido también iodos su» vasallos.
propusimos,
Va que
ya que por sentencia de nuestra
;
por razón
y
nuestro
prometiésemos
os
conde»,!
que vosotros por vuestra parte os obligaseis
corte
—
que,
os diremos
la
derecho que pueda tener en
el
suyos.
loa
á
Quisiéramos saber de vos, nos
consejo, añadimos,
mejor
I»»
de
que habernos de hacer de este
pedis
de donde bajó
\os compareciésemos aquí, sepa-
cuáles son vuestros intentos.
contestaron,
'*'•*
el
propio provecho
,
sino para hacer valer
la
que
justicia
á ella le asistía.
CAPITULO XLV.
Después de año y medio de haber dado cima á condado de Urgel , estábamos Nos en Tarragona
los ;
de Dios que á pesar de no haber convocado cortes allí la
mayor parte de
Ñuño Sánchez Moneada
,
el
,
hijo
los nobles
Cataluña
que fué del conde Sancho
conde de Ampurias
Geraldo de Ccrvellon
de
,
,
, ,
En Raimundo
En Raimundo Alamañ
,
negocios del
y fué voluntad ,
concurriesen
entre
otros don
En Guillermo
de
,
En
En Guillermo
de
de Moneada
En Bernardo de Santa Eugenia , señor de Torroe11a. También estaba entre estos En Pedro Martel , ciudadano de Barcelona y muy esperimentado marino , el cual nos convidó un Claramunt
dia á
A
y
,
comer
á
los postres,
guntaron á
Nos
y á
todos los nobles que con Nos se hallaban.
habiéndose entablado conversación entre todos, pre-
En Pedro
Martel
,
que habia sido cómitre de galeras,
qué tierra era Mallorca y cuánta estension podia tener aquel reino. Alguna razón puedo daros, contestó aquel; pues he estado allí
—
70
msToiu.v
una ó dos veces
calculo
y
,
que
circunferencia. Hacia levante allí
otra
nombre
y frontera á Cerdeña
,
hay también
llamada Menorca, y hacia poniente otra que tiene por
isla
Ibiza. Mallorca es cabeza
que en
scíior
,
tendrá trescientas millas de
isla
la
de
todas
Hay además
ella reside.
otra
,
y todas obedecen
isla,
al
llamada Formente-
ra y habitada por sarracenos, que está situada cerca de lbiza, y la
separa de ella solamente un canal de una
— Aca—
milla de ancho.
banquete se presentaron ante Nos y dijéronnos hablando con En Pedro Martel , le hemos pedido noticias
bado
el
:
mos que no llorca
en
,
os disgustará el saberlas
hay un rey
la cual
Menorca
otras islas llamadas
torcerse
;
,
)
de una
(
y cree-
Ma-
por nombre
que tiene además bajo su dominio
é Ibiza.
La voluntad de Dios no puede
y así quisiéramos que fuese de vuestro agrado
á conquistar aquella isla por dos razones
la
:
primera
,
pasar allá
por
mu-
lo
ganaríamos nosotros y vos y la segunda , por lo admiraría el mundo de que os fueseis mar adentro á con-
cho que en
que
isla
Señor:
se
un
quistar
ello
;
— Plúgonos
reino.
respondimos
— Mucho nos
:
luego loque nos proponian
satisface el
que
estéis
formando
proyectos; no se perderá por Nos que no se cumplan.
mismo resolvimos luego convocar para Barcelona generales
(
1
)
,
las cuales
á
bispo de Tarragona
,
los
que antes hemos citado y
obispos
,
los
los síndicos
abades
de
las
,
los
tales
—Y
nuestras
debiesen concurrir en su dia
les
y
,
allí
cortes
el
arzo-
ricoshombres
universidades de
Ca-
taluña.
CAPÍTULO XLVI.
En lona
el plazo
se reunieron ficar el
braba
les
habíamos señalado comparecieron en Barce-
arzobispo, los obispos y los ricoshombres
el
(1)
que
conde de Barcelona (2).
Por el
en nuestro antiguo palacio
lo
común
se
ó cortes generales á
,-
las
y
al
dia siguiente
que habia mandado edi-
Luego después de congregados
nombre de cortes generales á las que celereunidos de Aragón y Cataluña y mas adelante
daba
rey á sus subditos
también de Valencia
,
;
el
,
pero algunas veces se llamaba también corte general que se celebraban á los subditos de uno solo de los
estados, por contraposición á las juntas de consejeros y otros familiares
acompañaban siempre (2)
al
que
rey y formaban su corte particular.
Existia dicho palacio en la plaza del Rey, en el local
que ocupa aho-
di
en nuestra presencia,
— ¡Ilumina
Dios nuestro Señor
\
1
palabra en estos términos:
verba mea de Spirüu
tí ¡i
7
b
dirigimos
les
mewn, Domine,
cor
Rogamos ¿
MMB.
J
i».
Madre
su Santísima
Sánelo.
Virgen
la
Santa María, que cuanto os digamos sea para mayor honra de Nos \
de vosotros que nos escucháis,
Dios
de
j
Madre
su
sobre todo
sea
j
María
Señora nuestra Santa
j
queremos hablaros de algunas buenas obras que proceden
estas
I
>i<»>
por
j
también nuestras palabras,
Dios
pues siendo
;
madre
tra
,
plegué
>
Señor que
el
viniésemos
nuestro nacimiento grandes maravillas.
intentamos
que
tales
,
y
sean
fué por milagro de
— No
inundo
al
y
este libro.
las
obró eu
esplicámos aquí,
las
hemos contado ya al principio de poco ignoráis, que PÍOS somos vuestro Señor
porque
como
que nuestro padre andaba desviado de nues-
así
quiso
pues
;
Señor que podamos poner-
al
Va sabéis que nuestro nacimiento
obra.
|h>i
las
son tales, ojalá
él
agrado de
del
natural
— Tam-
que no te-
;
nemos ningún hermano, porque nuestros padres no dejaron ningún otro hijo, y que
de
seis
ra
la
años
>
al
medio, hallamos revueltos
con
capilla conocida
otro tiempo de salón
misma
la calle
;í
llegar entre vosotros, niño todavía
de
el
los
nombre de Santa Clara
embajadores,
y en
el
,
á la
edad
estados de Aragón y
,
cuya iglesia sirvió en
que media desde
espacio
la
llamada de iaCanonja. Asegúrase que ya en tiempo de los
existia en el mismo lugar el palacio de estos, que se destruicuando la común desgracia de España ó invasión de los árabes; mas en tiempo de Ramón Berenguer I el Viejo, vuelve á hacerse mención de dicho edificio dándole el nombre de palacio Condal en cuya época debe supo-
reyes godos
ría
,
,
nerse reedificado (1014). y
desde
de ser
A
tal
el
que habitaban
mediados del
los reyes y
siglo trece engrandeciólo
don Jaime;
nombre de palacio mayor, en razón haber otros menos capaces en la ciudad.
ya por
el
Raimundo de Peñafort
instancias de san
mismo
Á
tiempo conócese
rey don Jaime á los inquisidores,
,
fué dicho palacio cedido por el
que podían habitarlo
durante
ausencia del rey, es decir, cuando este marchaba á alguna conquista go, por los reyes Católicos
ramente Tal
edificio
el
circunstancia
al
acaso
,
cuando
la
unión de
los
reinos
ya entonces constituido tribunal
de
,
;
la
y lue-
cedióse entela
inquisición.
baya ayudado á su ruina posteriormente, la cual en razón de lo que, pa-
ha sido de manera, que apenas vestigios ha dejado
;
debemos advertir, que del primitivo palacio del tiempueden contarse como restos la escalinata del fondo de la plaza junto á la capilla gótica de Santa Águeda que era la real la iglesia de Santa Clara, en parte y la fachada que asoma al estremo de la T.ipinería todas pues las demás obras allí agolpadas son posteriores al ra evilar confusiones,
po de don Jaime
,
solo
,
(
,
;
siglo XIII.
)
ÍIISTOKIA
72 Cataluña
,
en guerra unos vasallos con otros
teniendo cada uno encontradas pretensiones
y que
,
tecimientos pasados se habían granjeado un
desavenidos todos,
,
con
los
acon-
mal renombre en
mundo. Tales daños no podemos Nos remediarlos
sino por la
el
vo-
luntad de Dios que nos asista en todas nuestras cosas, y acometien-
empresas, que después de ser aceptas
do todos juntos
tales
tengan de
bondad
sí tal
mala fama adquirida de
tinieblas
por Dios, y
,
importancia, que basten á desvanecer
é
disipando con
segunda por
la
de
la luz
las
buenas obras
pasados yerros. Por dos razones, pues,
los
Señor,
al
la
la
la
las
primera
naturaleza que con vosotros tenemos,
rogamos encarecidamente que nos deis consejo y ayuda para tres primeramente , para que podamos poner en paz nuestra cosas os
:
tierra
en segundo lugar
;
podamos
para que
,
espedicion que tenemos pensado hacer contra
servir al
Señor en
la
reino de Mallorca
el
adyacentes; y por último, para que nos digáis de qué manera podrá redundar esta empresa en mayor gloria de Dios. Pa-
y
demás
islas
ra esto habéis sido llamados.
CAPÍTULO XL\H.
Terminado nuestro discurso gona
,
hablase
Aspargo él
,
ruego de
á
primero
,
y dijo
:
ricoshombres que
los
—
levantó el arzobispo de Tarra-
se
,
Bien conocemos
,
quisieron que
señor
,
que
lle-
entre nosotros y que se necesita maduro consejo para obras de tal importancia como la que acabáis de proponernos. gasteis joven
Deliberaremos sobre
ella
para mayor gloria de Dios
en seguida por da
diciendo
,
,
y os
, ,
tal
propósito interés
aseguraros delante
todos
nosotros.
pero que como
;
,
no podia
sin
nuestro
,
la
ciudad de Barcelona
sidades en estos términos. ,
que será
—
Habló
el
negocio de que
previa deliberación
— embargo, añadió, desde ahora puedo de acuerdo digno de que — Tomó luego En Berenguer Sin
tro
,
de Vos y de todos nosotros.
darnos su respuesta.
la
respuesta
y por todos los nobles En Guillermo de Moneaque daba desde luego gracias á Dios de que nos
se trataba era de tanto
síndico de
tal
él
hubiese inspirado
Vos y de
daremos
es el que os ha
—
,
palabra
será
Girart,
y habló por los de las univer-
Dios, que es vuestro señor y nues-
inspirado la buena
obra que acabáis de pro-
DE
ponernos: cumplir
que podamos daroi
ojalá
Deliberaremos
pues, con
os contestaremos.
—
rasen aparte cada
uno de
,
todos, se separaron
Propuso en seguida
deliberar para darnos
los tres
que asistiesen
Luna en
los
el
inundo,
obispos, y en
los
¡
«onde de /tamurias, diciendo
el
se fué cada brazo á
cabo de tres dias so respuesta. Antes de
al
arzobis|
el
y
brazos; y habiéndolo aprobado así
celebramos no consejo secreto con
recibirla,
,
arzobispo que delibe-
el
cortes por entonces, y
las
Dios y nuestra.
gloria de
demás sobre vuestra proposición
los
{
respuesta, que roa podáis
tal
mayor
para
voluntad
vuestra
7
JAIME.
I>.
:
—
hombres
Si
nosotros lo fuimos; mas
dido v que os tenemos ahora
á
ricoshombre* ,
61
habló
sil)
primero
el
ha habido de gloriosa
que
\;i
liemos per-
la
nos por ouestrO señor natural
me-
,
nester es que ron nuestra ayuda llevéis á cabo tales empresas, que
Con
ellas
podamos todos recobrar
mos. Para
buen nombre que antes tenía-
el
no hay mejor medio que marchar
ello
esc reino de sarracenos que
decis
,
acá, y
mas
los cristianos
antigua prez y
el
la
mas grandiosa
y
recobremos nuestra
esplendor de nuestro linaje
,
que nó que vivamos
Por mí he de deciros que haria
cuanto pudiese para que se realizase tan gloriosa empresa. vinieron todos con lo que acababa de manifestar purias, añadiendo cada
uno
lo
que mejor
poner por obra nuestros intentos.
misma noche convocar en
ellas
así
demanda
la
para conservar nuestra deshonra.
á
:
de
hayan llevado á cabo desde cien años
que muramos en
vale
mar
situado en medio del
realzaremos nuestras pasadas glorias; esta será
empresa que
á la conquista
las cortes
el
mañana
la
conde de
Am-
pareció para animarnos
le
Resolvimos
para
— Con-
pues
,
y que para que con
siguiente
hablarían antes que todos los ricoshombres
aquella
,
,
,
sus palabras animasen á los eclesiásticos y ciudadanos.
Asilo hici-
mos
,
pos
,
,
enviando orden á
los
ricoshombres
abades y demás para que
hallasen reunidos
al
dia
,
al
arzobispo
siguiente por
en nuestra presencia
,
á los obis-
mañana
la
prontos á darnos
la
se
res-
puesta que hubiesen acordado.
CAPÍTULO
En cumplimiento de nerón todos tinales
;
>
los
de
las
la
XLYIII.
orden que
les
habíamos dado
,
compare-
cortes luego de celebradas las misas
reunidos ya en nuestra presencia
,
cediendo
10
la
matupalabra
7 i
HISTORIA
í
En Guillermo de Moneada,
su acuerdo
gobernaseis
nos
trae
estos términos
efi
:
á vos os envió Dios para
cumpliríamos, pues, con nuestro de-
nial
no procurásemos con
si
,
— Señor,
:
y nos destinó á nosotros para que os sirvió—
,
sernos bien y lcalmcnte
ber
puso éste en pié, y nos manifestó
se
vuestra prez y vuestra honra
todas
porque
,
nuestras
fuerzas acrecentar
nuestra ha de ser tam-
al fin
bién vuestra gloria, y á nosotros nos ha de alcanzar asimismo vues-
provecho. Por ende no
tro
ambas circunstancias ofrecéis llorca
,
despreciásemos
rehusando contribuir á
qnc
buena coyuntura que nos
conquista de ese reino de
la
conquistarais tres reinos en tierra firme.
si
vuestra honra se trata, señor sideraciones
por
:
habéis propuesto
que
la
Ma-
que por estar situado en medio del mar os ha de dar mas
,
gloria
,
fuera razón que ahora que concurren
os
lo
,
están de sobra todas las
mismo, contestando
Cuando de demás con-
á los tres puntos
os decimos que pongáis en paz vuestra tierra, y
,
ayudaremos con nuestras fuerzas para que podáis
buen término
que nos
llevar á
empresa que proyectáis. Primeramente ordenad
la
paz y treguas por toda Cataluña y disponed qne se otorgue pública escritura en
Ñuño que
cual vayan constando los
la
que
acepten
las
:
don
que es nieto del conde de Bar-
se halla aquí presente y
celona, no será sin duda de los que rehusen firmarlas, tanto por el
parentesco que con vos se trata
garlas,
;
mas
si
une, como por ser
le
obligaríamos nosotros á hacerlo contra su voluntad. Os
le
tres vasallos
pues aunque
;
como
pia autoridad,
vez, os lo
lo
mí
á
el
bovaje que pagan todos nues-
hayáis percibido ya otra vez de pro-
suelen y pueden hacerlo los reyes, por una so-
cedemos ahora graciosamente
ducto podáis atender mejor á
que
empresa de que
que rehusase otor-
hubiese alguno de Cataluña
concedemos además que percibáis
la
tal la
los gastos
,
de
para que con su prola
espedicion. Por lo
además que yo y los de mi linaje os sercon cuatrocientos caballos armados, hasta tanto que
toca, os ofrezco
viremos en
ella
ayuda de Dios hayáis conquistado Mallorca y señorío de sus islas adyacentes , Menorca é Iviza , con
de vuestro lado hasta que quede del
En
adquirido el
la
cuanto á don
mío de
(pié
Ñuño
modo
y á los
todo terminada
demás nobles,
piensan ayudaros.
sin separarnos
ellos
la
conquista.
os dirán cada
Solo una cosa os pediremos,
y es, (pie ya que os otorgamos cuanto vos deseáis, nos cedáis también
alguna
parle
de
lo
que ganéis con nuestra ayuda, tanto en
i»l
fin
78
\r
i
como en inmuebles,
bienes muebles
memoria
i»,
para que quede
— Con
que os habremos prestado.
del servicio
perpú
así
esto puso
ni discui
i
GttlTULO \L1\. Levantóse
enl
don Ñuño Sánchez
¡es
conde de Barcelona,
del
que eva
— Señor, cuanto
dijo:
\
,
ha
descendiente
manifestado Guillermo de Moneada está muj bien, por toca ni\
mas
su linaje;
;í
\
mió. Dios que os «rio,
,il
pues
él
¡¡
l«'
como
por
que
»
por mi parte, á saber
,
será
como por
Rosellon
,
la (le
Gonflent
,
Tras
Sobre
pues por
sí
á
j
mí yo,
j
hon-
<|m'
puede
obrai
tregua, tanto
j
«lió.
os doj
tal tierra
recompensa
que ganéis y de
y
lo
¡i
los objetos
lo
que
los caballeros
prestaré constantemente en
hasta que Dios se sirva permitir que
kes, señor, para ;
paz
mis costas, en
¡i
Ñuño,
siguió
quien se espresó en estos términos:
cabo
do
confía
Cerda na.
v
rey,
\
nosotros,
i
y peones que también para mantener los leños ó galeras
discurso de don
el
al
que vuestro padre me
tierra
tierra
la
que yo arme. Tal servicio os ,
Di<>-
para satisfacer así
como
yo enviaré,
tada tierra
que
bovaje, ofreciéndoos además acompañaros
el
que, me duréis parte de ella se hallen
en
la
caballeros armados
cien
l«»
él
que yo no tenga parte, por
el
otorgaros desde ahora
<•!
que percibáis
facultad
¡í
parentesco que media entre vos
el
Quien
linaje.
y tal un
mal,
que
fueseis nuestro señoi á
os ha
\
lo
dominio que tenéis sobre de mí; de manera
de vuestro
ser
en
i^«
acrecentamiento no tenéis, en
)
con
«ju
plugo, asimismo nos ha de placel
sobremanera, tanto por
ra
quiero responder ahora por
s<>
lio
poder encomiar
el
la
ci-
ganéis.
del conde de
— No hay
la
Ampurias,
alabanzas suficien-
empresa que queréis
llevar á
sola revela ya su valor y la gran ventaja
que nos
la
ka de reportar. Por mi parte prometo acompañaros con sesenta ca-
con caballos armados
como conde de Anipurias que Dios me ha hecho, digo, que apruebo cuanto ha dicho En Gui-
balleros
llermo
de.
Moneada
nuestro linaje
,
,
y
cuyo caballero es
el
mejor y
mas noble de
pues es señor de Bearne y de Moneada , cuyo señorío tiene por yos , y además , de Castellví , que es su alodio; ,
pero espero que entre
los
cuatrocientos
caballeros
que
ha ofre-
7G
HISTORIA
cido
contará también los sesenta que yo ofrezco
,
do nuestro ñor «Iris
unido en
linaje
empresa
la
que de aquella parte que
,
que enviaré
;
y os advierto
pidiéndoos solo ahora, se-
:
hombres de
los
por
,
y los otros enviemos
caballeros yo
así irá to-
me
y á otros habéis prometido,
á el
también á mí una porción por
fantes
pues
,
,
á caballo é in-
que sea
lo
irán todos
,
que cuantos
con caballos ar-
mados.
CAPÍTULO Levantóse enseguida
el
arzobispo de Tarragona, y esclamó:
derunt ocidi mei salulare tuum
mis ojos tu salud... y
yo á
quiero
decir,
Consiste
que
záis á
obrar
céis y
aumentéis en prez
nuestra
la
:
Escritura no lo
la
valor y por vuestra
honor y valor
mismo
á nuestro
,
sea en provecho se hallan
de Dios
á los
Por
ello
,
os
pueda tomar parte en
empe-
por vuestro
por
lo
mismo
,
,
es
y un beneficio, del
hombres
,
no
solo en este
Plazca
,
por
lo
que esta corte acaba de ajustar,
lo
de vos y de todos los nobles que aquí
Así pues
,
,
ó rey
,
y á quienes
cuando Dios ponga en vues-
ánimo de conquistar, recompensad
y partid con ellos las tierras y ya que para ello os han de ayudar y servir
que os ayuden
objetos que adquiráis
si
,
otro, que es infinito.
ese reino que tenéis
debidamente
á causa
,
lo
nuestra.
la
aquí y vais á realizar
de esos que tanto os han ofrecido
,
manos
también.
el
Señor que
tanto deberéis agradecer. tras
pues que
celestial corte
cual hallareis el galardón vos y vuestros
que además en
pero yo
nuestra. El pensamiento que vos y esos
en honor de Dios y de toda su
sí
;
pujanza hacéis obras de Dios
nobles que están con vos habéis ideado
,
;
vemos
,
visto
hallaremos á medida que vos os ensal-
debemos miraros como cosa
mundo
dice
hacéis buenas obras cuando
ya
la ,
salud
Han
:
Ti-
Lo que añado
la vuestra.
pues que viendo vuestra
vuestra en que
la
las cuales significan
míos ven
así los
tales palabras ya sé
,
—
Simeón
estas son las palabras de
:
Señor en sus brazos
al recibir al
L.
digo en los
,
mi nombre (aun cuando yo no
hechos de armas, por ser
de mi avanzada edad) y en
el
de
la iglesia
inútil
mi brazo
de Tarragona,
que dispongáis de mis bienes y de mis hombres del mismo modo que lo haríais con los vuestros; y si algún obispo hay ó abad que
:
~~ DI.
quiera acompallaroa
de darnos con
moi
esta Datoraieía
sea de palabra, ya de obra
nosotros déis
para labrarnos
i
otras,
j
tal
como
lo
.
ojalá
j
;
todo
Al concluir su discorso Barcelona, «pío tenia por
os deje Uertr
se
,
dispeosaré-
1<;
inundo debe ayudar, ya
mundo por
al
cabo esta que empren-
desea nuestra voluntad y
vuestra.
la
Ll.
el arz obispo, estaba ya
en pié
nombre Berenguer de Palou,
el
obispo de
(i) y dijo:
el
Dios, Moisés y Elias
dijo
náculos
,
que
seria
apóstol san Pedro. Al verla
al
mu\ conveniente que
,
el
segundo
otro para Elias; mas apenas lo había pronuncia-
el
do, cuando
oyó en
se
el últi-
se levantasen tres taber-
primero para nuestro Señor Jesucristo
el
para Moisés, y
(1)
¡í
á nías
Padre envió á nuestro señor Jesucristo, hijo de Dios, y llamaba crecíais ; y en la que aparecieron nuestro Señor,
hijo de
mo
el
que
,
nadie mejor que á vos, señor, puede aplicarse aquella visión
con que
que
díi¿.»l«>
Dios, que vino
CAPÍTULO
—Á
,
gasto, de parte de Dios y nuestra
ello
haiallM de
¡i
:
.
personalmente
lervirofl
s
JVI.V1I
I).
un grandísimo trueno, y cayeron en
el cielo
Descansa dicho personaje en
una
urna
una figura de obispo de San Miguel de la Seo de Bar,
con
echada encima, que se halla en
el
celona (segundo á
puerta del claustro), y en la cuyo contenido es el mejor panegírico que
la
altar
derecha entrando por
la
cual se lee un hermoso epitafio puede hacerse de las virtudes y hazañas que adornaron ,
lado. Dice así
á tan heroico
:
Atino
Domini
MCCXL
primo Kalendis septembris
Berengarius de Palatiolo
s.
obiit
sedis Barchinonensis episcopus.
Laudibus immcnsis hic praesul Barchinonensis Fulsit in hoc
mundo
Mane duodenos VrcU
et
Primus
,
sic
fulgcat orbe secundo.
omni pascil egenos hanc aedem ditavit el hanc bene sedem. hic
,
Damiani
hic in fine,
scu Catarinae
Hanc captivorum domum
fecitque
Sacpius hic coctum
contra
du.rit
minorum.
Mahometum.
Unde de (c commota fuit ac Hispania tota, Et nos grex cjus dum tanto patre caremus Qui nos dile.rit et cum dulcedine rejeit Dans tac non cscam jam plura refferre quicscam ,
,
;
Sic dispensavit quod
adhuc rcliquos superávit. Adsil ci Flamen, dic qui versus legis : Amen.
:
pre-
IIISTOKIV
7
que estaban con
tierra todos los
el
apóstol
;
levantarse
al
y
Luego
espantados, vieron que bajaba del cielo una nube j se dirigía contra ellos,
dejándose percibir estas palabras
m
tus qui
meo
corde
placuit.
aplicaros á vos mirándoos
momento en que
Tal
como
:
mcw
\Ecce filius
dilcc-
semejanza que podemos
es la
Señor
hijo de nuestro
desde
el
queréis perseguir á los enemigos de la fé y de
la
cruz, por cuya laudable empresa
fio
Por mi parte
,
en Dios que algún dia alcanzareis
Barcelona, ofrézcoos cien ó mas
y por la de la iglesia de caballeros á mis costas, hasta tanto
que hayáis conquistado
de Mallorca, suplicándoos solo, que
reino celestial.
el
me
señor
,
para los hombres que yo conduciré
parte
cedáis
las islas
,
ya sean de
,
marina ya caballeros.
—
Gracias doy á
buena voluntad que os ha dado
á vos y á to-
El obispo de Gerona habló en seguida, y dijo
nuestro Señor por
da vuestra corte
de na
,
rias
;
pero nuestro arzobispo
,
habían
obispo de Barcelo-
el
don Ñuño y el conde de Amputanto y tan bien os han hablado , que iguala á cuanto deciros
En
Guillermo de Moneada
pudiera:
me
contentaré,
en mi nombre y en con
me
en alabanza de cuya grande obra no
,
faltar palabras
la
:
tal
que
reis á los
me
de
el
,
pues, con poner á vuestra disposición, la iglesia
de Gerona
deis aquella parte que
me
,
treinta caballeros,
corresponda
según die-
,
demás.
Levantóse después del obispo
el
abad de San Felío de Guixols,
y dijo que nos acompañaría con cinco caballeros
,
provistos y equi-
y por último , levantóse también Señor, el paborde de Tarragona , y pronunció estas palabras no puedo efreceros tantos caballeros como los demás , pero pro-
pados de cuanto era necesario
:
:
meto que
os seguiré con
media cuarta de
ellos, y
—
además con una
galera armada.
CAPÍTULO Lü. Hechas
tales manifestaciones
y dijo de esta manera celona
por
la
:
— Da
tomó
la
palabra
En Pedro Grun)
gracias al Señor la ciudad
buena voluntad que os ha dado
,
de Bar-
y en Dios confia
que podréis llevar á cabo vuestra obra como deseáis. Para pues
,
ella,
os ofrece de pronto los vasos, las naves y los leños que hay
DI en ro puerto
que están tparajadoi
>
hacer
ratón, no habla aquí de
vuestra inmutable gratitud. Por asta Bino por
demás ciudades Barcelona, ragona
Tortoss
j
DÍormeroii
i
partimiento de las tierras
hicimos, que en
y
á
l;i
todos aquellos que nos siguieran á caballo
también de
el
re-
fórmala
de
j
que
lo
se adquiriese
victoria), á los caba-
armamento á pié
(3
arreos y armaduras que llevasen
los
sobre
hombres armados
los
naves, galeras y lefios, según eran ellas y su i
dijo.
escritura
prometía parte de
proporcionalmente
así
las
Lili.
(luego que nuestro Señor eos concediera lleros,
al
embargo, Tar-
de cuanto ganásemos;
]
se
ella
Sin
que aquella
ooil lo
ratones, tratóse de estender
tales
—
sola.
sí
CAPÍTULO Oídas
que
no quiere mas recompensa que
esta ofrecimiento,
ciii
la
ruestro servicio en tan hon-
¡i
de Dios; adviniéndoos,
nsayor gloria
hueste, para
rada
i9
J V1MF-.
I».
á
,
;
y á las
así
como
proporción
advirtiendo que
:
parte debiese entenderse ya de cualquier ganancia que pudiera
tal
hacerse durante ciese á
la
en
liado
el
todo
vela;
Dios
)
desde
viaje,
que
lo
Nos,
en
servir bien y Iealmente;
después mayor número sen
el
)
momento en que
el
les
la
hueste Be hi-
prometimos cumplirles
del
mismo modo que
con
la
sin faltar,
ellos
prometieron
inteligencia de que
no contarían
de hombres
de
los
que realmente hicie-
viaje.
Dando, pues, con de pasar á Mallorca diados del
,
esto claramente principio
señalamos plazo
mes de mayo debiesen
,
y
¿i
nuestra empresa
ordenamos que para me-
estar todos preparados en
Sa-
lou (1).
(I) fil puerto de Salou, que se considera ahora como insignificanle á causa de su escasa población y, por consiguiente, de su reducida entidad co-
mercial
,
no ora
así
antes de que otras poblaciones marítimas de su costa
biesen arreglado sus ensenadas
y fabricado cómodos muelles para atraer á buques mercantes que se dirigían al campo de Tarragona. aun cuando en el dia por el cuidado de los reusenses cuenta con
su comercio Salou
,
hu-
,
los
,
una magnífica aduana llase desierto
,
,
,
hermoso lazareto
y solo frecuentan
que viven cu aquella soledad
¡
sus
sin
foudcau en su puerlo para recibir
y
playas
regular caserío;
algunos
tranquilos
que sean cu gran númuro los
géneros
de
con todo, há-
los
los
pescadores
buques que
pueblos inmediatos.
;
80
ni9TORIA Separóse entonces
de marchar de que
corte
la
,
y cada cual se fué preparando.
embargo
los nobles, sin
,
se les hizo prestar
primero de mayo estarían en Salou
el dia
preparativos necesarios para
pasar luego á Mallorca
Antes
juramento
,
con todos
los
,
y que no
fal-
tarían.
Llegó
dia señalado
el
,
y Nos no faltamos
mas tuvimos que aguardar hasta entrado de ocuparnos durante
el
al
;
setiembre, pues hubimos
tiempo en disponer
tal
punto de reunión
el
viaje y esperar
leños y galeras que comparecían, sin las cuales no podia ser completa la armada. Algunas de aquellas se aguardaban en
naves
,
Cambrils
,
las
pero
el
cuerpo principal de
la
armada estaba en
el
puerto
y playa de Salou , si bien que las embarcaciones de Tarragona se ¡(repararon en su mismo puerto. El número de las que formaban la
armada, fué taridas
,
siguiente
el
:
veinte y cinco naves gruesas, diez y ocho
doce galeras y entre buzos
y galeones ciento
que vinieron á ser ciento y cincuenta leños mayores embarcaciones pequeñas.
,
;
de modo
sin contar las
montaña se halla Tarragona donde pueembarques mas cómodamente. Tan grande como es ahora
pues casi á igual distancia de
la
,
den verificarse los fué grande la importancia de dicho pueblo en la antigüedad su abandono pues reconocíase como uno de los mejores puertos naturales, y de él hablan el célebre Avieno los mas famosos escritores y geógrafos griegos y latinos en sus Ora marítima coloca ya á Salauris (ciudad agitada por el mar) cerca Estrabon en su lib. 3.° esplica ya su londe Callípolis ciudad hermosa gitud y latitud, describiendo con toda detención su cabo y puerto, y negando Tito Livio, después de al mismo tiempo la capacidad de playa á Tarragona Asdrúhal pinta el arribo de la armada de esplicar la derrota de Ilauon y Neyo Scipion á las aguas de Salou, cuyo puerto escogieron como el mas seguro (año 535 de Roma y 218 antes de Cristo); y finalmente en los Usajes de Cataluña (1069) vése que al establecerse el derecho de protección y salvoconducto á todas las naves que entraban ó salían de Barcelona no se hace mención de Tarragona considerándola como población costanera y sí de Salou, que se señala como útil fondeadero. Con tales preliminares no se estraña ya la importancia que podría tener aun en tiempo de don Jaime el puerto de Salou importancia que conservó aun en tiempo de Carlos V, ,
:
(
)
;
;
,
,
,
,
,
,
como
lo acredita la
dicho puerto indicadas.
,
gran
fortificación
que este monarca
y que fué desapareciendo posteriormente por
hizo las
levantar en
causas antes
— DE
I».
M
JAIME.
CAI'ÍTILO LIV.
Antes de
marchar
salir
ordenamos
,
primeramente debía
¡
modo como
el ir
armada debería
la
nave de En Bovet
la
en
la
qne
En Guillermo de Moneada llevando p<>r faro nna linterna, para servir de guia; h de En Carrox debia ir de retaguardia , v por ¡ba
.
ello, llevar asimismo otro faro ó linterna;
marchar Formando círculo
ras debían
objeto
el
que,
Era un miércoles por
mos estado en
la
l¡i
mañana cuando
ventolina
bueno, como nos apartase de Apenas
de Tarragona
los
do dieron vela
la- «pie di)
la
largo tiempo
terral: tan
con
ellas. á
mo-
había-
ella.
v
Gambrils divisaron
armada, cuan-
la
;
y
¡i
se
quiera
en
.
topase con
armada empezó
la
.
Nos mismo gozábamos en contemplarlo, mar llegaba parecer Manea por la multitud de ve(¡erra
armada ocupaba. armada
!-'•.
_
armada
la
sus buques: miraban con placer tan bello cuadro los
¡i
que quedaban en viendo que
al
gale-
las
que cualquier viento nos parecía entonces
tierra,
i
torno
alguna otra quisiera agí
si
verse impelida por
«mi
finalmente,
\
descubrían
tan
:
mande
Nos DOS quedamos en
la
espacio que
la
parte de detrás de
la
era
el
galera de Monpeller, é hicimos recoger
l.i
en bañas
mas de mil hombres que querían seguirnos, y que de otro modo no hubieran podido acompañarnos en aquel viaje. hasta
Habríamos caminado cerca de mas de veinte do mudó -alera
mar cuan-
viento en leveche. AI repararlo los cómitresde nuestra
el
de acuerdo con los pilotos
,
millas de
—
,
vinieron á nuestra presencia
y tene-
somos, y por ello mos la obligación de guardar vuestros miembros y vuestro cuerpo, asi como de aconsejaros , cuando sea menester, en lo que nosoii<»
tros
dijeron
:
Señor
,
vuestros naturales
entendemos. Kste levecbe que está reinando no
ningún modo para nosotros, tan cuntí ario el
rumbo de
que dé
,
que
la
en breve quizá,
<>s
Mas
N<»s. después
— Eso
si
continúa
,
os
armada
que no
lo
;
antes nos es
será del todo imposible
Mallorca. Por nuestro consejo, pues,
vuelta
la
si
ni para vuestra
conviene de
tomar
mandad, señor,
armada y vuelva á tierra , que mas adelante, y dará Dios buen tiempo para pasar á la isla. de oír
tal
súplica y consejo, les
liaremos por nada del
mundo
:
respondimos:
va habéis visto
11
HISTORIA
82
cuántos se han escapado porque no les probaba
mar
el
de consi-
;
guiente, no liemos de volver á tierra, que si lo luciéramos, todos aquellos á quienes faltase el valor para acompañarnos, nos desam-
Nos emprendemos
pararían.
de aquellos que en
go
nombre vamos, en de
los cómitres
do
á la fe de nuestro Señor confiar que
nos
Llegó entretanto nuestra galera á la
guia
en
que
al verla
:
ella
ron que era
En
salimos á
la
por
que su nave era entonces á
la vela,
ber salido de
los
últimos
bordada
la
noche
,
así
,
era aquella galera.
la
de Salou
era
como
todas
mas de agua de
tal
:
la
;
viento
llorca
era
la furia
embarcación.
de mar el
tercera parte de
la
,
mas ,
al
y al
Los de
esta les dije-
Á
;
galera por
la
y
de
tal
galera por
con que venían pesar de todo
instante
apareció á la
vez
la
,
el
,
le-
armada
la
noche de sola
sí
la
,
seguía
,
la
modo la
demás
el
y á pesar
,
la
mas
misma llegar
al
mará embrave-
creció
aquella
,
que
proa se veia cubierta de
las olas,
pasando por encima
recorríamos esta parte
antes de ponerse
la
tarde
no obstante
;
empezó
esto,
caer de
distinguiendo á
:
embargo de ha-
sin
las
seguímos toda
,
la
arreciar el viento
á
,
mismo tiempo
al
,
único viento que entonces
el
entre la hora de nona y la de vísperas, cerse
que iban
y
;
Nos delante de
dejamos marchar
:
alcanzó
primeras horas
linterna y saludamos á los
al partir
,
tiempo no variaba
el
para que nos guiara.
Guillermo de Moneada que llevaba
veces
viento á toda orza. íbamos
de que
— Vien-
mas ya que tanto
á cuya noticia respondieron
y nuestra galera
;
,
pasamos delante de todos,
que duró toda
teníamos
,
cien la
en su
— Bien ve— en seguida manifestaron ya mil de En Guillermo de Moneada. — Navegando
rey
la del
seáis
,
y en sus
,
nos preguntaron cuál era
ellos
veche
noche
la
asimismo
él fiarían
preguntándoles qué nave
,
nidos
en
nave de
la ,
,
y pues
:
guiará.
dijeron que por su parte harian cuanto pudiesen;
confiábamos en Dios
y lue-
;
que aquella era nuestra voluntad,
galera
la
convertirles ó destruirles
:
debemos
él
buscar á estos, dos son los ob-
al
;
primero
,
reino
aquel
volver
,
no creen
él
mueven
jetos que nos
este viaje confiando en Dios y en busca
nuestra vista
Palomera
,
,
cesó
de
Ma-
el sol
la isla
Soller y
Almerug.
«
m.
83
JAIME.
i).
GAIMTl'LO LV. Supuesto que
divisábamos
conveniente arriar
miso
plano, pare
las velas á
diciéndooos era
,
muí
claramente
ya
aue nos pidieron per-
lo
podía ser
pues
útil,
desde tierra. Ninguna dificultad tuvimos en
mos:
marabonanxo en seguida,
la
coando dieron en
linterna,
ello
j
qjae
viesen
ihm
manda-
hasta lo
estaban va para encender
de que
la dificultad
tal
la
luz podrían verla
guardas de Mallorca; mas N"s vencimos aquella aconsejándoles
los
que colgasen trás
la
idea
parte de
la ,
con
un pedazo de luna
que conseguirían que
lo
paso que
al
isla
la
podría divisar toda
la
con
algunas galeras, \
la
montaña no
armada. Agradóla
la
cuando empezamos á divisar ya linternas en
visto
de
los
metiesen de-
>
cumplió enseguida; mas apenas se había puesto por obra,
se
5
á
linterna
\irsrn,
la
j
por
isla, túvose
la
que conocimos que
lo
seiba acercando. Cerca
mI.w las naves y
t
en
armada nos había
la
guardia de prima de esta noche.
la
llegaron dos galeras; y pidiéndoles nuevas de la armada, dijéronnos que esta se iba aproximando con la mayor velocidad y en electo, :
á
medianoche comenzamos
como unas
treinta
¡i
ver ya entre naves, galeras
Una
cuarenta embarcaciones.
<>
nos alumbraba entonces, y se dejaba percibir
con
que,
la
lienza, d cuyo punió
Largamos también
suyas
:
chábamos gozando
punto
demás que pudieron
del
mejor tiempo, cuando
mismo tiempo un
Provenza ó
N. E. Al
al
los
mas suave bonanza nos
al
y
espanta aquella
en seguida
divisarla
lugares, unos á ras
:
viento
las drisas
apenas acababa
y
tomando por
cómitre
:
—
á
Arría
!
la
los ,
así
—
y las naves
en torno de nuestra galera se esforzaron las á plano;
mas tanto
mar-
una nube,
la
parte de
— No de Provenza; —
misma, dijo:
sus correspondientes
otros en las escotas y otros en las la
galera
lúa; á cuya novedad !
armada.
galera, llama-
la
viento
en
marineros
de ordenar
arria
se dejó ver
la
el
la
Pe—
á
favorecía; y así
un marinero de
nube que viene con
colocó ya
ir
verla largaron
viento contrario de
do Berenguer Gayran, que era cómitre de
me
ventolina del oeste
podríamos
fácilmente
la
percibiéndose
bellísima luna
habia acordado que arribase
se
vida, y al
las
que
dijímosles,
la
taridas
j
les costó á los
>
al
,
mu-
cuando llegó
empezó
á
el
gritar dicho
demasíenos que venían punto por arriar
las ve-
marineros, que con dificultad
;!
HISTORIA
.Si
pudieron conseguirlo darse
ellos al
tre
improviso. Por
siendo en vano
,
voces
las
fin
,
mar, por chocar con
en razón de que
,
logramos el
tal
que
gritería
la
se
movió en-
viento llegó de
el
prevención; mas seguía brava
nuevo viento
el
la
leveche que antes reinaba:
todas las naves, galeras y demás leños que teníamos entorno 4 y aun
de
los del resto
las
y en
olas,
armada
sosteníanse ya solamente á palo seco
,
Provenza dominaba
de
el viento
la
aumentando
,
de
furia
la
quedaron como estáticos todos
situación
tal
otro
al
de
los
galera: nadie hablaba, nadie se movía, y solo el silencio era
la
que
el
reinaba por todo. Al reparar en tan gran peligro y viendo que ya
arremolinarse los barcos, entrónos gran tristeza, y tuvimos mas recurso para buscar alivio en aquel trance, que
empezaban lio
á
dirigirnos á nuestro Señor y á su santa te oración
:
—Señor Dios,
do tu mano
la
confiar
y
que nos ha hecho rey de
peligroso que
emprendemos
ya sea porque
,
sentimos
la
fuerza de vuestra ayuda
rían contrastar con
Nos
así
:
la tierra
,
mengua
la
en su éxito hemos querido
;
viaje lo
hago
siempre
ya por ver que habéis que-
mayor honra
aquellos
mismos que que-
pues, Señor y Creador mió, tened
hazaña que hemos emprendido
solo quien perdiese, sino
bienes
los
primer hecho
este es el
:
de ayudarnos en tan gran peligro
gracia
de
y
que nacimos hasta ahora
desde
rido que sirviesen á nuestra
siguien-
la
dijimos, harto conocemos que ha si-
le
que nuestro padre tenia por tu gracia grande
Madre, haciendo
,
Vos, mayormente
solo por ensalzar la fe
que no sufra
y haced
,
en si
que Vos
lo
la
que no
se atiende á
me disteis,
seria
yo
que este
y para re-
bajar y destruir á aquellos que no creen en Vos. Dignaos por ello,
Dios poderoso, librarme de este peligro, y haced que mi voluntad se
cumpla, ya que
la
empleo
ninguna gracia os he pedido
yormente
si
solo en vuestro servicio. ,
que no
me
es para alguno de aquellos
viros y padecen por
vos
;
y que
la
Acordaos que
hayáis otorgado
para los pecadores
los siete dolores
deis de
mí
,
que
,
á
yo soy ahora uno de tantos.
Vos
os suplico por
para suplicarle que
me
Aun cuando por
lo
común
,
Y
puente gozos y
que os acor-
saque de esta pena y del peli-
gro en que nos encontramos yo y todos
(1)
sois
los siete
por vuestro caro Hijo
sufristeis
ma-
que tienen ánimo de ser-
Vos, Madre de Dios, escuchadme también. ¡A Vos que y paso
,
los
que van conmigo
suele usar el rey de
la
primera
(i)
persona
hl
li.
CAPÍTULO Hecha
oración, nos vino
tal
abordásemos
á
bles, barones
\
por
punto
guas \
estaba separado de
cu
•lii"
prohado
bían
no nui\ del
largo de ballesta. la
relación
buen puerto sarracenos,
desde
á
;
j
respondiéndonos
.
,
refrescaremos
ciudad
adonde mejor nos parezca.
tres
te-*
Dragonera
de «uva agua halo visitaron
:
que
solamente como un tiro
tierra
allá
los
,
pues.' respondimos
donde
habiendo agua
caballos ¡i
,
la
aunque
— Con
esto,
dulce y
pese
les
Nos
á
los
armada. Además, que
podremos preparar mejor nuestros planes
alia
cómitre
llamado Pantaleu, separado también
distanto do
arribemos
.
una vez que
podremos aguardar bien
\
el
la
de .Mallorca. Añadió aun mas,
— ¿Qué mas deseamos, ;
la
«nal era llamado La
el
tierra firme
lejos había otro islote
indicado punto, y
al oír
saber qué puertos babia mas cercanos
y otros marineros
él
los
ó
que hubiese estado en
punto había un pozo de agua dulce
tal
á
no-
isla
ínulas,
la
los
preguntamos
:
cercano ora un peñón distante de
m;i->
mejor sería que
babia estado en aquella, no» refirió que
él
por mar veinte
y
lo
míe habían tenido ya todos
parte de Cataluña
la
Berenguer Gayran que el
mente que
la
alguien
había
bí
ciudad de Mallorca, para
ciudad
LYl.
marinos que nos acompasaban
de nuestra galera
la
á
idea
PoIIenza,
83
J.U.UK.
mandamos
v pasar
luego
izar vela á fin
de aprovechar aquel viento de Provenza que nos favorecía para enen
trar
punto; y
tal
nuestra galera
no- siguiesen
la al
no bien
orden á
las
puerto de
la
la
izamos
,
demás para que hiciesen Palomera, cuando
izaron también las suyas por haber divisado
era
lo «pie
reinaba
dar
á
al
la
fuerza de
emprender
PoIIenza así
rumbo
como
la
lo
mismo y
todos los buques
nuestra. Vióse aquí
virtud divina, pues con aquel viento que
la
el
comunicar
después de
hacia Mallorca
se habia
creido
;
,
y lo
no pudimos abor-
mismo que
creía-
mos contrario, nos ayudó entonces, pues basta aquellas embarcaciones que mas se habían sotaventado, viraron fácilmente con tal
del
plural, hállase algunas veces
creido conveniente dejar interpretar
el
tal
ohjelo que en
como si
indistintamente se
encuentra en
pueda tener.
Xos y Yo, el testo,
lo
que hemos
prescindiendo de
SG
iimoiu.v
viento hacia
Palomera, donde Ñus estábamos,
la
que
sin
se perdie-
el
un leño ó barco tan siquiera. El dia que entramos en puerto de la Palomera , era el primer viernes de setiembre mas
el
dia siguiente
se ni faltara
;
teníamos
,
sábado
por
,
noche
la
,
habíamos recobrado ya y
salvamento todos nuestros leños.
á
CAPÍTULO
En dicho don Ñuño,
dia
enviamos
buscar á nuestros
á
conde de Ampurias,
al
y á los demás de
nuestro
L\II.
ejército
nobles
,
esto
es
,
á
En Guillermo de Moneada,
á
queriendo asimismo que asis-
;
tiesen los cómitres de las naves, especialmente aquellos que tenían
fama de mas inteligentes. Lo que en
tal
reunión se deliberó
,
fué:
que enviásemos á don Ñuño en una galera, que era suya, y á En Raimundo de Moneada en la de Tortosa, para que fuesen costeando en ademan de
mejor podia
contra Mallorca
ir
fondear
la
armada
lugar que hallaron propio
Santa Ponza, en la cual
y que donde creyesen
que
fué
,
una colina cerca de
la
perdería ya tan fácilmente, antes
al
después de haber hecho descanso
á encontrarnos pasando á
Palomera de
la
Con
ciudad.
aijoz
!
(
sí
)
en
la
proa de
til
el
áncora
tomó
,
,
,
,
allí ,
como
un sarraceno
mandamos que
se
como
se hizo,
el islote
de Pan-
,
á mediodía
llamado Alí la
isla
,
, ,
vino
de
la
del rey y
sobre media noche levasen :
,
tal
y de las galeras
al
playa de en frente habia
la
zarpar
;
pues era inú-
como unos
se
cinco mil
vez en lugar del grito acompasado que se da para concen-
cuando se zarpa
áncora ó se levanta algún
la
cierta canción
ejecuta diebo trabajo
americana
al
compás
;
cabo
,
para
lo
y especialmente en los buques meraunque de algunos años á esta parte se
cual suele cantarse en algunos paises
cantes
no
donde tan buen puerto habia. Esta disposición
porque en
trar la fuerza
esto
las taridas
allí
Usábase
(1)
,
,
y que nadie absolutamente diese el grito de solo que en lugar de esta señal, diesen con un palo
galeras 1
nado
domingo en
quien nos refirió infinitas nuevas de
,
anclas las ¡
el
y durante cuya permanencia
,
mar, ocupada
contrario, por tal medio podia
arribar con toda seguridad nuestra armada. Así fué
taleu
uno llamado
aunque no fuese mas que por quinientos hombres
,
que
haríamos. El primer
allí lo
nuestro objeto
para
cual habia
el
,
;
,
del pito.
DE v.
ni. Henos
doscientos de
con
.
tiendas; mas tan bien
«aballo
á
que tenían paradas sus
,
comprendieron
nuestros que,
los
hubieras* podido asegurar que no había acaso un
noche
dia
lo
87
JAIME.
D.
siquiera que hablase en
toda
la
De
hueste.
las
llevábamos, cada una remolcaba una tanda, inda
\
gente Fueron introducidas en
la
Oyéronlo,
cibiera apenas.
«le
reinal
quedaron quietos
>
Fueron entrando lentamente
empezaron
gritar
á
por largo rato,
campo. ra
,
\
estas
tandas en
tandas, cesaron
las
puerto
levantando
sarracenos
tales gritos,
«pie
per-
sarracenos y alboro-
los
el
se
Entretanto
mas
;
miz con
la
nos habían
al
cabo,
fuerza
descubierto
gritamos también nosotros caballo
á
y
por
al
el
mientras mirábamos en qué punto podríamos tomar tier-
diéronse
llegaron á
tal
prisa
playa
la
galeras y doce
nuestras doec
antes que los sarracenos
taridas
pudiesen
Los primeros que saltaron en tierra fueron don
mundo
que
sin
,
sarracenos empezaron á correr á pié y
los
¡
las
como
de prestar atención.
que nos hizo creer
lo
Oyendo
de improviso. azar
los
á fio
que
y así fué
que conducían
los
hombre
doce galeras
puerto
embargo,
lin
táronse; pero conocido por
el
me-
¡í
Ñuño
,
que
impedirlo. y
En Rai-
de Moneada, los templarios, En Bernardo de Santa Eugenia
En Gilberto de Cruilles, quienes ganaron la mano á los sarracenos, tomando aquella colina cercana á la mar con la ayuda de }
setecientos peones cristianos.
además como
Lle\ altan los nuestros
cincuenta de á caballo, frente los cuales los sarracenos se alinearon
en batalla
formando estos en todo mi número como de cinco mil
,
hombres de
pié] doscientos caballos. Pasó á esplorarles
á
Raimundo
de Moneada, quien se adelantó solo y con precaución de que nadie le
siguiera
,
hasta que
Harnéalos nuestros
,
estmo muy cerca de gritando
luego
Acuchillémosles, que nada valen. eada
ante todos
al
— Con
contra los moros
,
ellos,
verles
las
próximos:
ya
esto corrió dicho
—
Mon-
la
distancia de
les
alcanzaran,
y faltaría solo
unas cuatro bastas de lanza para que los cristianos
cuando aquellos volvieron
en cuya ocasión
espaldas y huyeron. Siguiéronles los
nuestros sin abandonar su intento, y fué el resultado, que murieron de los sarracenos mas de mil y quinientos, en razón de que
ninguno quería dejarse prender; finido tros á lo
la orilla
hicimos
.
del
mar. Saltábamos Nos
lo cual,
á tierra
volvieron los nues-
entonces, y apenas
cuando nos presentaron ya ensillado nuestro caballo,
mientras que de
una
tarida nuestra
desembarcaban
los caballeros
88
HISTORIA
de Aragón. Al verlos, esclamámos cido
:
— ¡Sentimos
primera batalla de Mallorca
la
haya ven-
haber Nos estado
sin
,
á fé que se
pero
!
caballeros, ¿ hay de entre vosotros quien quiera seguirme?
,
— La
respuesta fué seguir todos los que se hallaban preparados, llegando á
formar como unos veinte y cinco hombres. Con
trotando y á galope hacia
punto en que se había dado
el
donde vimos colocados en una
subir á otra
mas conociendo su
;
adelantándonos con cuatro ó cinco
aconsejaron que
mientras que
,
si
nos dába-
,
en efecto,
que hicimos
lo
;
de
demás caba-
los
encontraban. Nos, con tres de los caballeros que nos acom-
los
pañaban zado
los caballeros
seguían detrás matando y derribando moros por do quier
lleros
que
sierra al punto, para
la
intento uno de
Abe , que son naturales de Tahuste , mos prisa podríamos alcanzarlos aun
la batalla,
cuatrocientos peo-
sierra de tres á
nes sarracenos. Al vernos ellos, bajaron de
salimos
ellos
,
dimos con uno armado qnc iba
escudo
el
,
cabeza cubierta
con
Al verle,
perpunte.
lanza
la
empuñada
la
,
embra-
y llevaba
á pié
espada en
cinto
el
,
la
un yelmo zaragozano y su correspondiente dijísmole que se parase mas él volvióse hacia ;
Nos, levantando su lanzon y aunen ademando hablarnos. Entonces fué cuando Nos dijimos á nuestros caballeros: Barones, mucho sir-
—
ven
en esta tierra, y aun cuando cada uno no lleva mas
los caballos
que uno
vale aquí cada caballo por veinte sarracenos
,
baré esta verdad
remos
pronto como
el
otro de nuestra barle
y así
,
cuando veáis como
que veamos uno
así
,
,
,
moro
quien el
plan
el
al verle
le
pecho de su caballo
media braza pecho tan
:
esto,
,
apuntó
que
apesar de esto
la
sin ,
la
y ponia
mano
hiriendo de
lanza
le clavaria
á la espada,
le
pondia hl ochenta hueste.
,
(pie
Sin
significa no.
después de
lo
que
,
le
este,
llevar
sarraceno,
al
modo en
tal
aquella alíñenos
de don Pero
moro, que
era tenaz, que cada vez que se
tan
espalda y derri-
preparémonos todos para
duda
:
entonces
,
dio
con
el
derribó, y este iba
cuando Nos fuimos sobre
dijímosle que se entregara, pero antes quiso morir
modo
él
logrará que ninguno de
se
,
el caballo
recio golpe contra el
ya á levantarse él:
,
que consegui-
don Pero Lobera y embistió
salió
venir
lo
contra alguno
lanza
círculo
— Dicho
,
poniéndonos en torno de
,
enristre la
siguiendo en
;
mate
comitiva procurará herirle por
nosotros reciba daño. á cabo
les
yo os pro-
:
decia
:
,
y de tal
— Ríndete! —
res-
murieron aun como unos
nos volvimos á donde estaba nuestra
DI
!>.
CAFlTlLO Al llegar, que Beria
caei
al
89
JAIME.
LYIII.
t;inl<'
la
saliónos á recibir
,
En
Guillermo de Moneada, acompañado de En Raimundo de Moneada otros caballeros. Al verles, quisimos descabalgaré
)
donde nos esperaban;
hecho,
mi Bonrisaen
)
culásemos
Moneada
«Ir
— Qué
hecho? nos
habéis
perdida podia darse ya también
cimos
que para
sin
,
hombre capaz de Moneada , cierto
es
— Raimundo,
que
hemos podido conocer hazañas, atendido
aburrido,
seguida, dirigiéndose
á
,
tiempo con en tierra
,
idea de
la
para
<>>
perdieseis, por
cuanto hasta ahora hi-
ir á
la
es
batalla.
Nos, confesad
que de vos pendía nuestra
perderos en este
¿i
en achaque de armas y no es estraüo ya que se mostrara tan
ver que no podia
al
v
ida ó
que basta
vuestra
muerte el
Señor
,
cuando os
;
Raimundo de Moneada, diciéndonos:
ahora, señor
,
de hoy y si
si
,
que en todo
el
,
como
el
mejor
,
,
á
nadie
volvió á repli-
— Lomas conveniente
pues mayor
seria
saber, que esta
peligro
correréis en
tiempo que permanezcáis en esta tierra
he de decir mi parecer, creo que
les
— Aquí
que tomaseis nuestro consejo
noche os procuraseis guardar
los pies
que aun cuando
postrado en cama
vierais
mismo
al
haber puesto de nuevo
podria quitaros ya esta tierra, que vuestra es. car
continuó en
mas consolaos
;
poderos llamar rey de Mallorca
y que aun
,
indiscreción, pues
murieseis, bastaría esto solo para que se os tuviera
hombre
po-
interrumpió'
esperto que
lo
v
Raimundo
En Guillermo de ha andado indiscreto , mas con ello
rey
el
que
lo
hueste
como
t<»dos los vuestros
j
cal-
cabo nuestra empresa hubiese jamás
llevar á
ello.
la
Nos
inculpación
la
aun ahora mismo podia ser que
hecho, como
entre
por desgracia llegaseis
si
que habíamos
lo
dijo ante todo
|no s.iIkms cuan fácilmente vos
;
hoy perecer] pues
díais
bastó' para
que no habia de ser tan amarga
\.i
pensábamos.
momento
t¡il
Guiller-
que nos alegramos
este Be sonreía, de lo
pues temíamos do nos culpase por
.
En
no bien estuvimos cerca de
m;is
mo, cuando observamos que sobremanera
á pié basta
ir
lo
diésemos tiempo de sorprendernos
mejor ,
seria vigilar,
la ;
pues
de nada nos serviría ya
cuanto hemos adelantado.
— Nosotros que
sabéis
mas que yo en
este asunto, dijimos Nos,
12
90
HISTORIA
que mejor os parezca
resolved lo
— Pues
haremos de buena gana.
cuanto
y
,
haced
resolvierais
armar
,
Nos
lo
cien caballos esta
noche, respondieron; y que avancen todo lo posible las atalayas, ¡i fin de que tenga tiempo de armarse la hueste , antes que llegue el
enemigo.
—Muy
tonces de
—mas acordándonos enque aun no habíamos comido, añadimos: — Dejadnos co-
mer antes,
bien decis, contestamos;
luego enviaremos mensaje á los ricoshombres para que
y
cada uno haga armar
tercera parte de su compañía y envíen algu-
la
nos peones por de fuera con
luego que algo sepan.
—
objeto de escuchar y hacérnoslo saber
el
Así
hicimos
lo
:
después de haber comido
enviamos nuestros porteros á cada uno de la
orden
cíamos
mas no
,
fué posible que enviaran á nadie adonde les
pues todas
,
que
Nos
:
sin
,
el
hombres y
,
como por nos dormimos
mareo
embargo
,
la
naves
Porrasa
entretanto
hueste
desde donde
,
con
,
que
se habia
que
Don Ladrón
puerto de Portupí.
mandó
efecto
que
su nave
,
dijera
que
:
llegaron
por
estuviésemos
En ,
la sierra del
—Llegó á
,
Con todo
en cuya hora se
,
el
— Barones
:
no
la
del
tal
que
á
el
noticia,
y
llevaba en ,
y se nos
rey de Mallorca
puerto de Portupí, don-
Nos al
don Ñuño y
,
cabo
sierra
tal
mensaje sobre ine-
punto
lo trasmitirnos á
á los
demás ricoshom-
levantaron también todos los demás
siguiente sermón
al
no nos levantamos hasta rayar
nuestra misa en nuestra tienda celona
porque
,
miércoles, y
el
Guillermo de Moneada
bres del ejército.
ba
ya
los caballeros
prevenido
de tenia armadas sus tiendas.
noche, entrado
la
inmediatamente una barca
se nos enviase
sus
y
ricohombre aragonés que habia
,
de acuerdo con
,
con su ejército se hallaba en
dia
por pensar
noche, descubrieron
la
cstendia
se
,
venido con Nos, no pudo menos de hacernos saber al
,
trescientos caballeros
durante
,
Mallorca
rey de
del
estaban
confiado
correspondientes caballos que llevaban á bordo
de
caballos
la batalla
,
de-
hubieran cumplido.
sin dificultad
Nuestras
compañías
las
atropellados, tanto por
dado
ricoshombres con
los
y en ella hizo
el
:
el
al-
oimos
obispo de Bar-
:
es esta la ocasión
mas propia para entreteneros
en un sermón largo, pues que ni tiempo tuviera paradlo; solo dc-
bó deciros, que esta hazaña en vosotros,
os solo
obra de
'nenia que los que en
ella
señor y con esto haced
(pie figuran el rey nuestro
Dios
,
nú nuestra
;
y
murieren, morirán por nuestro Señor y
DE alcanzarán
mismo |,i./
quedaren
qne
nes, que
idea que guia
tínica
la
vosotros, es destruii
Todos deben
cristo.
I
>i<»--
nombre de JesuMadre no
su
j
la
debéis estar íntimamente convencidos, de que todo
1<»
día
tal
,
nos y y
.í
antes nos darán
apartaren de nuestro lado en >
pensar que
podéis
j
Dios, baro-
nuestro señor,
n-v
aquellos que reniegan del
á
gloria j
Animo per
fin.
al
ésta
para
tendrán
vida
con
lograrán buena muerte en su
\
-'I
paraíso, donde han detener gloria perdurable.; asi-
el
lus
JAIME.
l>.
se
victoria;
vencere-
mos boy; hoy , sí, que es el día señalado para darla batalla. alegraos, que vamos con señor natural y Animo, pues, repito, cual, .i>i como sobre vosotros, vela Dios, que sobre bue j
<•!
es el
que nos ha de ayudar.
món
el
— Con
tales palabras dio fin
mi ser-
;í
obispo.
CAPÍTULO LIX.
Acabada y la
mayor
mos
\.i
misa, En Guillermo de Moneada comulgó; mas Nos
parte de los nuestros no
.mies de entrar
Criador, lloraba y
mi
esto
«mi
I¡i
las
hicimos, porque comulgá-
Estaba En
—Antes
éste:
coitian por
le
— Vos
hacéis esto
;
sin
duda que
se albergan
de Moneada; sea
en lo
el
que fuere.
el
cuerpo de
Hecho
rostro.
En Ñu-
podréis llevar,
— En Ñuño,
dijo
ya conocemos porqué
;
tal
delantera, á loque di-
veis venir las cuchilladas
Porrasa.
la
la
la
os toca á vos.
En Raimundo de Moneada
tonces
Guillermo para
mientras recibía
>
discutióse sobre quién debía llevar
-
— Contestóle
que
;
lágrimas
En Guillermo de Moneada:
ño.
lo
mar.
puesto de hinojos en tierra
acto
jo
la
— Vaya, vaya! —Es de saber que
de
los
en-
dfecis v
sarracenos
Guillermo
replicó éste v
Raimun-
do de Moneada habían tratado ya que Nos esperásemos hasta que ellos
hubiesen dado
un hombre de los
use.
los
principio á
oir esto
ya, y ,
se
:
mas
el
á
tal
sazón
separan de
la
hueste con ánimo de
En
Rocaíort vino
caballo, porque aun se lo guarda-
posición
tomó una yegua que por allí había, \ en tal nos marchamos ambos. Pronto dimos con nuestros
vientes
quienes
la
,
nave
,
iban
en
llegó
— Ved, señor, que todos
cabalgamos en un rocín y
ion Ni^; mas no teniendo
ban en
batalla,
nuestros y nos dijo
peones marchan
— Al
la
número de cuatro
á
cinco mil
,
v
dissir-
ape-
92
HISTORIA
ñas
divisamos
les
adonde
No
vais por aquí ?
veis
que
— Conmovidos con — Verdad cuanto — Con fuésemos
pararon y dijeron
se
mos como
es
:
esto
que llegaron En Guillermo de Moneada de de Ampurias con
mos
— Aquí hemos — luego de
demás de su
detenido.
y
marcháronse con
,
su venida
,
que enviamos
lo
de que apresurase
fin
les diji-
,
y á
bien hicis-
:
un trotero á don Ñuño, á
y el con-
querían marcharse
—Respondiéronnos —Muy
habérselos entregado
pues va-
entretuvimos hasta
Al verles
linaje.
razones,
,
En Raimundo
,
Al cabo de un rato percibimos gran ruido, ciar por
rey dice
les
,
tenéis á los sirvientes que
:
los cuales teis;
los
tan justas
el
orates.
si
Traidores!
salen unos enantos caballeros
si
van á matar á todos?
os
—
cuando nos pusimos á gritar:
,
ellos.
á noti-
lo posible
pues temíamos de seguro que los nuestros no hubiesen
ya dado con los sarracenos. El trotero no compareció por mas que le
esperamos, y viendo que se pasaba tanto tiempo
cafort
:
—
Id allá
ya su tardanza
,
dadles prisa
que no vale tanto su comida como
;
podría habernos hecho lejos
de
la
retaguardia
aquí solo
tais
me
,
don Ñuño que mal ha-
y decid á
,
dijimos á Ro-
,
,
,
daño que
el
y que no conviene vaya la vanguardia tan
que
la
una no vea á
respondiónos Rocafort
aparte de vos por nada del
mos Nos mientras nos daba
tal
,
mundo.
y
la
otra.
— Señor
;
no
esto basta para que
— Santa María
respuesta
es-
,
esclamá-
!
pues ¿ cómo don
Ñuño
y los caballeros tardan tanto? ¡En verdad que no se portan como
deben
!
— Apenas acabamos de
hablar
cuando oímos gran ruido
,
de golpes y gritería , lo que nos hizo esclamar de nuevo diciendo: Ah , santa María , ayuda á los nuestros , que según parece,
—
¡
han dado ya con
enemigos
los
!
Naya con
Pomar con
toda su compañía, y
;
y
tal
sazón llegó don
Lope Giménez de Lucia
Beltran de
él
—Á
En Dalmacio
En
y
y
Ñuño
don Pero
Jazperto de
Barbera, quienes nos preguntaron admirados, cómo estábamos
—Estamos
aquí
,
les
tenido que detener
;
respondimos
,
pero démonos prisa
cota, señor? díjonos Beltran de Naya.
ya
nos
,
la
— Pues tomad
vestímos, así
esta
,
,
por Dios el
choque.
— No
— nos
,
dijo
la ;
señores, pues
— No
á
la
cabeza
,
lleváis
tenemos aquí y
dándonos
la
,
le
su-
como nuestro perpunte, y nos marchamos
eguida; dando órdenes, mientras íbamos atándonos n;>
allí.
por causa de los peones que he
parece que los nuestros han empezado ya
respondimos.
y
para que se enviara un mensaje á
la
capelli-
don Pero Cor-
di
don Gnneno
ú
riel,
de Urrea
ú
y
pedímos nos esplicara
quien suceso
qué había sido dr
j
dos contestó,
—Y
nada mas sabéis?
ces han vencido
racenos lla
— nos
contramos por
— V ahora,
camino
do ademas buen caballero, vando ensangrentado diona ?
,
dijímosle
— Porque
de
los
á
el
tiendas, y
la
izquierda.
que
señalado
esto] herido á creer
que
tuviera en otra
la
— nos la
— En aque-
,
que solo en
la
Volveos á
,
de quien de-
batalla
la
ni
,
Me-
;
y de
tal
respuesta
mas preguntándole
;
donde estaba herido, nos contesté habían arrojado.
le
caballero
menos abandonar
al
— Al
jinete
perdimos de Al llegar
pañía
al
:
—
por semejante golpe la
lucha.
— Volvióse
Guillermo, y Nos estuvimos contemplándole largo rato, mas lo
lle-
,
os salis de la bata-
su caballo de las riendas \ dijimos
no debe acobardarse
sien-
,
herida de que nos hablaba fuese
batalla, que un buen
la
respondió
boca, de una pedrada que
tomamos
oir esto,
¿cómo
En-
nos fuimos.
— Guillermo de
parte del cuerpo
para que nos dijera claramente
tres ve-
tres veces los sar-
)
hallan?
Be
labio inferior.
el
las
de
los
á
cual se retiraba de
verle en tal estado,
al
habíamos llegado mortal ó
todo
el
á
conde de Ampurias,
Guillermo de Mediona
á
lugar
que DO habia en todo Cataluña otro que mejor justara
CÍan
lla
mi caballero,
á
— Solamente
dónde
Y habiéndonosla
dijo.
el
dijimos Píos.
le
batalla.
la
cristianos á los sarracenos,
l<>^
á los cristianos.
sierra,
— El
En Raimundo
j
objeto de
el
que modo habia tenido
di-
los nuestros.
En Guillermo de Moneada
con
,
ya
Templo acometieron
los del
>
Oliver
encontremos
choque,
lagar del
al
En
espesado
darles prisa, en razón de haberte
Llegados
93
wmi..
j
i>.
al fin
vista.
estremo de
la sierra,
mas que doce caballeros
con Roldan Lay que
la
;
no venian ya en nuestra com-
y entonces la señera de
guardaba y
sire
don Ñuño,
Guilleumes, hijo del rey de
Navarra, junto con unos setenta caballeros, pasaron delante de
En
Nos.
lo alto
de
la sierra
,
donde estaban
los
sarracenos
,
habia
uian multitud de peones, y con ellos se veia una señera partida á
lo
de rojo y blanco , teniendo clavada en el hierro de su lanza una raheza humana ó acaso imitada de madera. Al verlo , dijilargo
mos
:
pasa
,
se las
— Don sino
Ñuño
,
subamos á
van á vencerla
,
la
sierra
pues va desbandada
desbanda en batalla, pronto es vencida. razones don Pero
Pomar
con esta compañía que
y
,
— No
Ruy Giménez de
y compañía
bien
que
oyeron es-
Lucia, cogiéndolas
:
H1ST0BIA
94 riendas
ron
¡
nuestro caballo y tirándolas con gran fuerza,
—
1 1
«
vara á mal so]
nos matareis á todos, y vuestra impaciencia nos lie—
%
»
nos dije-
fin.
— Basta
hasta, dijimos Nos entonces,
,
que
Icón ni leopardo para
me
tanto os empeñáis en que
me
así
pongáis freno
detenga
Dios que no resulte en mal vuestro
,
me
mas ya que
;
detendré
que no
;
pero quiera
haberme detenido.
el
CAPÍTULO LX. Estando en estas razones
don Ñuño que y
le siguiera.
Nos añadimos
puedo
— Cómo
yo.
ir
— Pues
:
ha pregonado todo
!
el
,
—Voy
á hacerlo,
va á la
Vos? mundo
—
y dijo á
,
respondió don Ñuño;
En Jazperto , también don Ñuño cierto que ya os
batalla
replicó
;
león de armas
puede haber acaso otro león
la batalla
de Barbera
llegó Jazperto
igual.
,
mas pensad que en
—No habia
tenido aun
Jazperto tiempo de juntarse con aquellos setenta caballeros, cuando los
moros
moviendo gran
,
gritería
,
empezaron
á arrojar
piedras,
avanzando algún tanto del lugar en que estaban. Al verlo guardaban
aunque
la
inmutarse
sin
Ñuño
señera de don ,
como un
cuya ocasión salieron algunas
— Los
pararon
mas llegando
;
á
— Ea
!
Ved
aquí
la
no
les
echaron á pié y
la
mas que
señera del rey!
escoltaban
la
gritaron estos
—Bajamos entonces de la
la colina
señera, emprendiendo los
moros,
mas de dos mil sarracenos iban delante de Nos huyendo, pero no pudimos alcanzarlos ni Nos ni los demás ,
jando de
la
:
en razón de hallarse ya en estremo fatigados los caba-
y hasta los
— Buen
,
subida todos juntos. Así que nos vieron
correr
á
caballeros llos,
— ¡Vergüenza!
siguieron y los nuestros se
y nos reunimos con el pelotón que circuía
de nuevo
:
sazón nuestra señera y meznada con
tal
cerca de cien caballeros ó
de piedra largo hacia Nos; en
tiro
,
que
retrocedieron inmediatamente,
voces que dijeron
embargo
sarracenos, sin
,
los
mismos
colina
,
y
al
jinetes. Concluida
hacerlo
dia nos ha llegado
á
,
la
acercóse don
Vos y
por haber vencido Vos esta batalla.
á
batalla
Ñuño
,
fuimos bay nos dijo
:
nos, pues todo es nuestro
— I>K
:
JAIME.
I).
'.). i
CAPÍTLLO LXl. Pasadas tales razones •, dijimos á «ton
de Mallorca está en
montana
la
que nos dirigiésemos
nosotros. Si ahora queréis verle
distraigamos de
le
entrar en
nos dijo: villa, le
mejor
rey
seria
no podré llegar antes que
él
mirad donde hay aquel pelotón,
,
— Y dejábamos
la villa.
ya
la
colina para
cuando se nos presentó En Raimundo Alamañ y Señor, podremos saber qué resolvéis? Marchar ala
—
—
respondimos, para ,
replicó
,
impedir
que
,
Sabed, Raimundo Alamañ, que
—Dicho á lo :
rey que vuelva
allí
lo
lo
lo
que ningún rey hace
donde que
á ella.
se venciere es pre-
se
gana ó pierde.
que Nos decimos
—
que con-
es lo
esto, nos fuimos bajando por la cuesta dirigiéndonos
paso á paso hacia
diciéndonos
pues
noche para saber qué es
ciso pasar la
al
vais á hacer
después de vencer una batalla
una milla
lo
el
el llano,
Estoy viendo
viene.
,
que
de blanco. Mucho alcanzaremos, don Ñuño,
y le veréis vestido todo
(•uno
de consiguiente
;
adonde
á la \¡lla,
— Sé
Ñafio:
el
mas
camino de cuando
,
— Señor, por
— Porqué no, obispo
?
se
la villa
y habríamos andado
;
nos acercó
el
como
obispo de Barcelona,
amor de Dios no llevéis tanta prisa! Cuanto mas pronto despachemos, mejor.
—continuó obispo; llevándonos un camino, nos dijo: — Ah señor de una pérdida mayor de que Guillermo Rai— mundo de Moneada han muerto! Qué muertos — dijimos, punto echamos — No continuamos Es que tengo que hablaros;
el
lado del
á
y
acabáis
!
,
sufrir
os podéis figurar:
lo
y
decís!
luego
po
los
;
no conviene
llorar
ahora:
cadáveres cuanto antes.
dijimos por último, que
lo
—
que conviene Está bien.
Nos cuidaremos de
CAPÍTULO
to.
En
tal
es sacar del
—
cam-
Esperadnos,
le
ello.
lxii.
Fuímonos entonces pausadamente desde donde vimos á Mallorca , cuya cuantos con Nos venían
le
lloréis,
á llorar.
y al
son ?
de
hacia
la
villa
nos pareció
sierra
á
Portupí,
Xos y
á
mas hermosa de cuantas hubiésemos vispunto encontramos ya á don Pclegrin de Atrosillo , y la
;
msTOitu
9G preguntándole aquella noche
que
él
ballo
por
había
si
allí
agua
nos contestó que
,
mismo había
sí ,
acampar
añadiendo, en prueba de
visto entrar el viejo
que abrevaron sus caballerías
de podernos
á fui
,
1 )
(
con veinte de á ca-
no se habia atre-
á quienes él
,
vido á embestir por llevar solamente cuatro soldados en su
Con
ñía. el
ello,
compa-
proseguimos adelante hasta que encontramos
tal noticia
agua, y nos acampamos
allí
por aquella noche.
— Como hay Dios
Ñuño , pues no he comido hoy. Señor , nos respondió , creo que En Oliver tiene ya parada su Vamos tienda y ha arreglado comida: allí podréis desayunaros. que tengo hambre
dijimos á don
,
—
—
donde quieras,
le
dijimos
;
—
simos á comer. Viendo don nos levantamos de
comido
bueno
,
eada y á
que fueseis
En Raimundo.
mandando encender en busca de
Ñuño que
mesa, nos
la
seria
y llegando á
dicha tienda, nos pu-
la
ya habia anochecido cuando
Señor, ya que habéis
dijo: á ver
En Guillermo de Mon-
á
— Respóndanosle que
varias antorchas y velas
En Guillermo
,
,
era bien pensado
y
nos fuimos ante todo
encontramos tendido en
á quien
;
tierra
sobre un almadraque y tapado con una cubierta. Largo rato nos es-
tuvimos llorando sobre su cuerpo
;
lloramos no
menos sobre
de
el
Raimundo, y luego nos volvimos á la tienda de En Oliver , donde dormimos todo la noche y hasta que amaneció. Entrada la mañana , nos aconsejaron que mudásemos de lugar
mas teniendo intención de probar
mos
el
campamento
,
loriga y el perpunte talanes, y el
al
,
que
de cien caballeros
con otras
las
(I)
Del
colocando á un
la
,
y de tal
que equivalía
el
después de vestirnos
lado de
la
espacio ocupaba él
mas
manera estaban entrelazadas unas ,
que por espacio de ocho dias
mudar de
lugar.
palabra latina sénior,
latin-bárbaro y en todas
á principal ó
la
azequia á los ca-
la
Tan reducido
hueste quien pudiera
mismo modo que de
vino á formarse en
,
sentaría-
nadie hubiera dicho se abrigasen en
cuerdas que lo ceñían
apenas hubo en
modo como mejor
pusimos por obra
otro á los aragoneses.
campamento
allá
,
lo
el
las
mas poderoso, asimismo jeque
también significaba en árabe anciano, vino
el
mas anciano,
lenguas neolatinas señor,
á aplicarse
¡i
(
los
schiequie),
que
que eran
jefes
de una tribu ó gobernadores de un territorio y esta es la razón sin duda porque en el original se halla muchas veces lo vcyl para indicar alguno ;
,
de los régulos ó jeques de Mallorca.
,
iii
i»,
CAPÍTULO Pot obispos
nobles
loa
\
i
mafiana
comer.
por
— Valdrá
nobles;
mas
anchas
telas
un
villa, á
de nuestras
que
j
largas
los
tando
ra
:
\
gra<
i
ó sino después de
respondieron los
mandamos
esta
no viesen
[
de Dios
traer
nrto de la
resplandor
el
entierro. Al dar sepultura
«'1
comitiva
desgracia
la
;i
echaron
llorar
á
gri-
mas observado por Nos,
;
que queríamos
cierta cosa
silencio, les hablamos de esta
ello
— ¿Y
mane-
muertos han pe-
nuestro. Si dos fuese posible reco-
y
á la
vida, tanto daríamos
nuestro y de nuestras tierras para que Dios nos otorgara esta i
,
«pie á
buen seguro
tos supieran lo
Dios
;
sol,
<•!
manera que pudiésemos volverlos
brarlos, de lo
por
si-
mismo, 6
Ahora
hicimos colgar
escuchasen
j
—
estos rícoshombres que veis aquí
en servicio
recido
de
habido
— Barones,
puesto
las
l,i
tal
mandárnosles que callasen decirles,
de
los
respondimos.
pensado,
que había en
lamentándose de
\
j
la
mañana, dijimos Nos; pues
la
cuando hiciésemos
luces
le
algunos
— Bien
verán.
l<»
cadáxeres, todos
á los
razón,
contestaron
,
dos hizo
,
convendrá que demos sepultura á
cuando estuvo ya
así,
^
n<>
I*.«l"ii
hagamos? continuó.
lo
reuniéronse loa
,
nuestra tienda, en cuya entre-
mas mafiana por
sarracenos
loa
.
mañana
la
campamento
el
Berenguer de
.
:
cuándo queréis que
LXIII.
i
— Señor cuerpos muertos. — Tenéis
guiente observación
asi
vinieron
j
obispo de Barcelona
vista el
ya
mafiana, asentado
l,i
07
\:m
i
el
nos
prestáramos un servicio
le
misino no conviene mostrar
lo
habían de tomar cuan-
que ofreceríamos. Pero ya que ha sido voluntad de
que Nos y vosotros
do, por
por loco
ramar lágrimas: cierto es que
el
aquí
ent
m
tan señala-
ento ni der-
mas ninguna
pesar es grande,
aecesidad hay de que lo sepan los que pueden oírlo desde afuera
en fuerza
pues, del señorío que tenemos sobre vosotros,
.
damos que ninguno
se atreva
do perezcan con aquellos
Nos
ceros bien, nester. Si
hagan
sabremos
se |o
falta
man-
gemir, que aun cuan-
ocasiones en que hubieran podido hasuplir,
otorgándoos
alguno de \osotros perdiese \
os
las
las
á llorar ni á
:
el
que fuese me-
caballo ú otra cosa, ven-
enmendaremos cumplidamente
vuestros señores en lo
lo
,
que por esto
sin
mas mínimo
de
:
13
tal
guisa
08
HISTORIA
serán los beneficios que os hagamos, y cuyo valor fácilmente podréis
Ved, con
conocer.
desmayar
ra
sacaríais
ejército
al
pues
así
:
tenemos
sotros
esto, que vuestro llanto ahora solo serviría pa-
,
,
seria el único
mandamos por
os
que
y que éste
,
ceséis
de
naturaleza que sobre vo-
la
llorar
mejor sentimiento que
el
:
provecho que
Nos con vosotros y vosotros con Nos nos lamentemos de tal pérdida , pero sirviendo debidamente á nuestro Señor en la empresa que hemos acometido, en
ocasión puede mostrarse será que
tal
— Al
de que su nombre sea en todos tiempos santificado.
á fin
oir tales palabras
tando serenidad
procuraron todos disimular
,
el
llanto
y pasaron en seguida á sepultar
,
aparen-
,
los cadáveres.
CAPITULO LX1V. Otro dia por
la
mañana reunimos nuestro consejo con
pos y nobles de
la
hueste, á
ques que estaban
y un mandron
atracados.
para que
,
fin
de resolver
Enviamos á
se protegiera
la
tal
los obis-
descarga de los bu-
objeto un trabuquete
desembarque
así el
mas
;
observaron los sarracenos que arrastrábamos á tierra
apenas
embarcaciones
,
las
diéronse también prisa en levantar luego dos tra-
buquetes y algunas algaradas. En vista de tal novedad, los enmitres y pilotos de las naves de Marsella , que no serian mas allá de cuatro á cinco
ñor
estamos las
por esto
:
,
pues
los
,
nos brindamos á fabricar ahora mismo un trabuquete,
,
entenas y demás maderaje de
se dieron prisa
glados los suyos
,
tes y el fundíbulo.
nuestra
por
la
estas
—Se-
hombres de Marsella que aquí
en gran provecho de Dios y vuestro.
do
:
ya sabéis que hemos venido en vuestra ayuda para servir á
,
Dios y á Vos
con
vinieron á nuestra presencia y nos dijeron
,
parte
de
una
tiendas
,
,
,
que antes que
la
naves
— Así
los
,
lo cual
lo hicieron,
sarracenos
ha de ser
mo-
y de
tuviesen arre-
tuvimos ya nosotros armados nuestros trabuque-
Guando
lo
estuvieron todos los ingenios,
dos trabuquetes
los sarracenos ,
las
,
un fundíbulo y un mangano
;
y
dos trabuquetes, catorce algaradas, y entre
mejor que llegaba á sobrepasar
penetrando por dentro
buquete que trajimos en
hubo por
la
la
hueste
:
casi
sin
armada era superior
canzaba mucho mas lejos que
el
de cinco á
embargo
,
el
á aquellas,
mejor ingenio de
seis
tra-
y al-
los contrarios.
I)K
Empezaron i.
Barbera*
dirigir
i
dría irse basta
de
llestas
Y en
los
presentaba
hecha de rama
.
j
daño pudiesen hacerle
madera. Empesó .
no aspecto
tal,
como
de
piedras
dentro de
poso
trasen por
la
hicimos
propio
l<>
con esto l:n
él
(¡erra
madera una capa
la
á fin
de que ningún
ronde de
algaradas. El
las
«pie
de
acerrando
fui'1
foso,
al
una compañía y minadores, para que peneviniesen
v
mismo
á salir al
Nos
pié del foso;
compañía nuestra, y dando principio cavas, tuvimos, que mientras el mantelete de
con otra
las tres
á
,
á fuerza
el
fuese una casa de
si
teniendo sobre
;
Ampuriai mandó hacer otro mantelete, y
ba-
moverse desde
.1
dándole empuje
trabuquetes
las
las
cubierto con tres órdenes
estaba
sobre esta otra de tierra
j
po-
coa!
el
di;
efecto, hízose de forma dicho man-
ruedas
cubren con tablas
se
'|u<-
las
En Jazperto
sarracenos, ofrecióse
de buena
j
punto donde había 1
mas riendo
,
obra del foso, á pesar de losingenios y de
la
tablas recial
palancas;
silla
la
fabricación de un mantelete, con
la
qne andaba eo
telete,
de
los
de dentro.
los
de
tirar contra los
¡i
daban
se
prisa «rae
i
nuestros
los
'''J
.IAIY1F..
I».
Jazperto avanzaba á
llor
de tierra,
los otros
dos iban minando
por debajo.
En
de tan favorables adelantos,
rista
contenta
bien puede decirse
\
;
como
jamás unos cuidados pliesen lo
teología
que
llamado
\
ñado de otro les si
fraile
perdonaba les
otro
,
'
;
sus
asimismo en
pudras á a*
tal
visto
predicador
iba con
la
doctor
,
en
hueste, acompa-
pecados, para
lo cual tenia
á todo
los
caballeros
daban mano
;
los
que
y hasta delante de
fundíbulos y
obispos
maderas de un lugar á
sin esperar
,
mismos caballos, llegaron los
poder de
á trasportar
trabuquetes
trabajo á todos sus servidores
:
lo
hicie-
sí ,
sobre
las ,
piedras
empleando
otros para
llevar
trabuquetes arreglaban con cuerdas y maderas ciertos manera de parihuelas; y cuando les mandábamos que fuelos
sen á velar
de noche
-uirdar de dia
de
«lento.
ha
llamado fray Berengner de Castellbisbal. Cuando
que eran necesarias para
oficio
'
mundo
el
muy
que tan exactamente cum-
fraile
Higuel, e cua
brindábanse á ello
lillas
avíos
los nuestros,
decía que era preciso traer piedras ó
ran los peones las
los
fra>
hueste se dio por
que nadie en
predicaba cierto
les
la
Y
la
á los
hueste
,
si
los
ingenios
minadores les
,
con
los caballos
armados, ó á
ó á desempeñar cualquier
mandábamos que fuesen
otro
cincuenta, iban
para que sepan los que este libro leyeren, cuan costoso
1
Oü
HISTORIA
fué este hecho de armas de Mallorca
baste decir de una vez
,
por espacio de tres semanas no hubo peón
gún otro
Nos
dormíamos
únicos que
marineros
do
que esto hacían
mar
,
noche
de mañana
y los
dejan-
,
siendo uno de los
;
al llegar á la
los
noche
,
de
sí ,
se recogían
por cuya razón hicimos abrir un foso en torno de
;
hueste y levantar puertas
la
á pié
pavorde de Tarragona. Eso
ya citado
el
siempre con Nos, y
dia estaban la
pasado
muy
solo
:
éramos
servian
demás hombres de
los
nin-
ni
,
campamento
el
nos
único que hacían era venir
lo
,
que
allí;
barcos donde habían
los
en
y los escuderos que
los caballeros
,
marinero
ni
dormir con Nos en
quisiese
(jne
,
que
,
por
las
una
empalizada
que nadie podia
la
,
solamente dos
cual tenia
salir sin
la
espreso mandato de Nos.
CAPÍTULO LXV. Sin embargo de tales prevenciones
perábamos tilla
(
mil hombres
muy
colina
que hay sobre
fuerte
renta
montaña
,
la
,
que serian como cinco colocándose en una
y
fuente de Mallorca
,
paró
allí
en número de treinta á treinta y cinco y quizás cuadesde donde , enviando sus sarracenos con azadones , desvió
,
agua de
fuente que iba á
la
rente abajo
,
Viendo que
balleros
tal
a cumplir
los
posición
,
que
al
tal
compañía
los
Ifantilla y el
no
,
el tor-
ella.
hueste,
la
,
agua
:
nom-
quien se dispuso luego caballeros
trescientos ,
el
marchó hacia
la
,
entre
colina, cuya
trataban de defender los sarracenos. Pero no
infantillo
por consideración acaso de Fatih-Ellah.
don Ñuño
de reunidos
nombre
Romey, nos
á
demás ofrecieron
parecer
es decir,
citarlo
dejó correr por
uno ó dos cabos con trescientos ca-
allá
bien llegaron los nuestros
:
la
privación habia de ser trascendental para
y después
;
suyos y
(1)
y
para que los combatiesen y recobrasen
,
bramos gefe de
tilla
la villa,
de manera que no podíamos contar ya mas con
resolvimos que partieran
al
que tenia por nombre Man-
de á caballo
inclusos ciento
,
la
,
sucedió aun lo que ño es-
tiendas
sus
el
la isla
reunió todos los de
) ,
1
un sarraceno de
:
,
al
dice
,
,
cuando como
le
cantaron ya victoria
llama Zurita, será sin duda
del moro, y el titulo
En que
rango de aquel. D' Esclot
que
tal
,
nombre puede
ser
el
posesio-
En Fan-
cronista le añadiría
escribe En Fatua, muy probablemente
lo
y el
1)K
Dándose de
colina
la
que
y lo
,
mas
ea
quien dieron muerte, pereciendo
yo*,
viéndose obligados
j
mento) l,i
por
j
lin
nos trajeron
,
guida dentro de do |
hueste
<'n
quitado,
h, lin, ni
puea hubiera sido
.
á
montana. Apode-
la
cabeza
la
honda del manaron
l¡i
eato conseguimos filo
'Ir
á
,
enteramente su campa-
ouestro
al
Con
plata.
la
hnir
á
Mantilla
a
quinientos de los su-
él
tiendas, laquearon
mandamos poner
cual
(jiic
ni
de todaa
ráronaa
alcanzando
,
par de
á
demáa
loa
101
JATO.
1).
tUVO
de
lfantilla,
j arrojar
de añero
en seagua
el
alegría nuestra
grande
J
mucho
estorbo que
el
noe
falta
tal
hu-
biese ocasionado.
Pasado eato, un sarracena de
viónos mensaje por otro sarraceno
aquel
en
,
que nos decia
la
doce
lav
cual ooa trajo
el
,
quisiésemos
si
,
servicio, tanto, que
para hacernos un
de
que
,
llamado Bean Abct, en-
isla,
la
él
hueste cuanto les fuese posible
vendría á
,
la
isla
Nos
de una
y los habitantes
en que estaba dividida
partidas
una carta de
nos traerían
,
añadiendo aun mas, que es-
para
la
talla
seguro de que imitarían su ejemplo otros muchos, como su-
pieran que
con
el
diésemos
le
oobles de
\o>
decir
Nos
:
buen tratamiento. Consultárnoslo
á él
hueste, y acordado unánimemente
la
sarraceno que enviásemos algunos caballerosa cierto lugar
.uro. dictante de la hueste
homenaje para servirnos desde entonces
.
como una
fielmente
contraron en
>in
j
podíamos contar ya con
el
lugar señalado con
siendo singular
llevaban en sacos
,
la
que tal
el
el
gran servicio que nos
el
de avena
,
regalo
quienes
ofrecido ,
modo como conducían
embargo todas
y sin
machacadas. Tal fué de
engaño, de modo que,
presente
el
conaistia en veinte caballerías cargadas ,
legua, donde nos prestaría
Al efecto enviamos veinte caballeros
prestaría.
y uvas
mandónos
,
en-
el
cual
,
cabritos, gallinas estas
,
pues
las
salían enteras, y sin estar
que partimos con todos
,
le
los
nobles
hueste, y que nos trajo aquel ángel de Dios: y no se estrañe
tratemos, aun cuando era sarraceno; pues nos sacó de
así le
apuro
,
que por ángel
le
tomamos, y
solo á un ángel
le
pode-
mos comparar. Lo primero que hizo
al
llegar, fué pedirnos que
prestásemos un pendón nuestro
,
con
el
objeto de que
mensajeros suyos á
la
,
los
nuestros no los maltratasen.
Consentimos en
,
ello
hueste
asi
si
viniesen
y á poco enviónos ya otros mensajes
decirnos que dos ó tres partidas
que
,
mas querían imitar
contásemos ya en que no
se pasaría
le
,
para
su ejemplo, y
ninguna semana
,
sin
102
I1ISTOK1A
provisión de avena
nos enviase
(juc
uvas, con loque se reforzaría
y
fué
tal
harina
,
gallinas
hueste. Hízolo
la
resultado, que antes de
el
,
como
,
cabritos
lo
prometió;
quince dias todas
das de Mallorca que se hallan situadas al otro lado de
Menorca
de
frente
taron obediencia
en
sarraceno
el
Una de
cristianos
que nos pidió
fueron los
nombrásemos dos
bailes
y creyendo su consejo , nombrárnoslos en efecto , y tales , En Berenguer Durfort de Barcelona y En Jaime ;
ambos de nuestra
,
fué que
,
de toda verdad.
que rigiesen por Nos aquellas partidas que estaban á nues-
tro servicio
Sans
pues conocimos que era hombre
las cosas
la
por cuyo motivo pusimos toda nuestra confianza
,
,
las parti-
ciudad y servicio y nos pres-
tuvimos á nuestro
las
,
y
hombres entendidos en
casa y
el
negocio.
capítulo iva. Para que sepan
que este libro leyeren cuantas son
los
das que hay en Mallorca
Andraix y Pollenza taluña.
,
las
;
les
,
cuyos nombres son los de
Los de
las
que
y además
en
se hallan
Muro y ,
Buñola las
,
Soller
;
el llano
Almerug y
son Montveri el castillo
contándose en
mas que antes
tres
,
primera
la
:
montañas que miran
Felanitx donde hay
Manacor y Arta
,
ciudad quince mercados
la
diremos que son quince
demás Santa Ponza
rossa, Inca, Piedra, verí
,
parti-
las
el
Canar-
,
de Sant-
término
pues
,
á Ca-
de
sarra-
los
cenos solo tenían doce (1).
Pero volvamos tar las cavas los
á la relación anterior.
que
manera que tanto
los
minaban por debajo las
las
,
cavas los enemigos
,
los sarracenos
cuando
los
,
por los tres puntos ya citados
que trabajaban por encima vinieron á salir todos ,
al
mas defendiéndolas bien
encima como por debajo
to por
(1)
hacían
Diéronse prisa en adelan-
,
,
como
foso.
los
de
que
Acudieron a
los nuestros
lograron apartar de
;
tal
,
tan-
punto á
no solo una sino muchísimas veces. Entonces fué
minadores bien prevenidos pasaron con
Fray Pedro Marsilio, en
la
que escribió del las que aquí se como menos principales, y que por lo mismo no
historia
cuenta mayor número de partidas ó distritos de
mismo advierte que algunas de ellas, gadas á otras de mayor importancia mas que quince, como lo hace don Jaime.
él
,
los picos
á las
Conquistador, indican; pero
estaban agre-
cuentan otros
;
DE las
torres, y
empezaron
cavar,
á
103
JAIME.
I).
pesar de
¡i
que
sarracenos
los
una de ollas, y cuando fué puntalea hasta que riño ahajo, cuyo
no podían defenderlas; apuntalaron los
ocasión, pegaron fuego á
trastorno hizo que loi sarracenos saliesen á toda prisa. Del
modo
destruyeron otras tres torres
guirlo en
primera, dijonoa
la
á
la
vez; mas antes
¿queréis que hagamos una cosa mu] conveniente?
nen \
torre
l,i
;
una gúmena
es atar
que debe hacerse
de
tirarán
que
ella los
se
— Púsose
yeron con
por obra
proyecto; y
sarracenos,
ella tres
que estaban en
los
el
— No tenemos
de
dentro de
arruinarse
al
ir
y el otro
dos.
el foso
todo
—
á
torre, ca-
la
apoderarse
LXVII.
Vinieron después de esto dos hombres de Lérida,
:
mina,
minas.
las
suyo, y nos dijeron
la
que reñirse abajo precisa-
los cuales salieron á
CAPÍTULO
mado En Prohet
él,
puntales que sostie-
loa
¡í
hallen
faltándole entonces los estribos, tendrá
mente.
— Señor,
— Pues entonces, continuó
dificultad en ello, le respondimos. lo
de conse-
pavorde de Tarragona:
«'1
mismo
En Juan Xixó
— Señor,
fin
si
el
uno
11a-
con otro compañero
,
nos dais permiso, os prometemos
de que puedan avanzar
caballos
los
arma-
Kstá bien, les respondimos, pero ¿ya estáis seguros de que
pueda conseguirse ?
—
BOA ayude y que vos
Si
señor
dijeron
,
ellos
nos hagáis guardar.
,
con
tal
que Dios
— Respondímosles
que
modo que
nos placía sobremanera y hasta se lo agradecíamos
,
de
podían ya desde entonces dar principio á su trabajo
,
para lo que les
daríamos Henar
el
la
guardia correspondiente.
foso, y lo hicieron
una capa de leña
,
— Con
de esta manera
esto :
á rc-
primero estendiendo
y luego esparciendo por encima otra de tierra.
Al cabo de quince dias que se estaba haciendo el
empezaron
foso se iba llenando
,
los sarracenos
n»n ello conocieron los de
la
tal
maniobra y que
ya no podían defenderse
y hueste cuan poco faltaba para vencer. ,
Un domingo,
nos habíamos vestido y engalanado tal cual , procurando desocuparnos de todos nuestros quehaceres y mientras ;
DOS aderezaban la comida que habíamos ordenado, nos entreteníamos en mirar como tiraban los ingenios, estando en nuestra
compañía
el
obispo de Barcelona
,
En Carroz
y otros caballeros
10Í
HISTORIA
cuando advertimos que
una cava que
habían abierto por debajo de
los sarracenos
Al verlo
teriales hacinados.
una grande humareda del foso por
salia
pesónos mortalmente
,
mos ya como perdido todo nuestro po que habíamos esperado nido do ganar
causaba
la villa
por
:
tal
era
medio
tal
mismo estuvimos rer hacia
el foso.
largo rato meditando
Para realizarlo
en menos de una
,
Nos permanecían hasta que
,
acertado pensamiento de hacer que
el
sentimiento que nos
tal el
y
,
callados, y
agua volviese á cor-
el
al
á fin de
que
tiempo
les viesen,
agua tenia mayor elevación, y desde allí soltarla, corriendo hacia el foso , lo llenase apagando al mis-
punto donde
mo
quienes de-
,
con azadones y cuidando de que los sarracenos no
ir
hombres
cien
con escudos, lanzas y demás arneses correspondientes bían
,
el
leña
la
encendida.
cabo
Llevado á
pensamiento
tal
consiguióse ya que los moros no volviesen á aquel paraje
:
lo
hicieron fué solamente venir á las minas de debajo que antes citado
,
abriendo hacia fuera una en
abierta por los nuestros hacia dentro
por ser además aquella dentro de
la
á los nuestros
que
misma
muy
,
primer golpe que dio ,
los dejó
por
los
demás
tado de
las
muertos
,
,
á
Nos
misma
les
,
que
hemos
dirección que otra
de manera que por esto
,
y
vinieron á toparse unos y otros
sarracenos rechazaron
los
la noticia
por un mensajero de
habian sido echados afuera
los nuestros
lante
la
Al principio
cava.
mas llegada
;
baja
á dicha cava una ballesta de torno al
Nos
nos envió
al fin
mandamos armar
,
tiem-
inútil el
confianza que habíamos te-
pérdida de un hecho tan interesante
la
hora. Todos los que estaban con
Dios
la
pues mirába-
,
como
trabajo y
ma-
los
,
,
enviamos
obró de manera
la cual
punto
al
,
que
á
dos sarracenos escudados que iban de-
,
partiéndoles los escudos
obligó á abandonar
el
;
lo
que
puesto. Tal fué
cavas que hicieron los sarracenos debajo
el
,
visto
resul-
de tierra
al
rellenarse el foso.
CAPÍTULO LXVIH. Viendo
los
moros que no podian defenderse
mensaje diciendo que tenían que hablarnos
mo
les
,
enviáronnos un
y que lo harían , coenviásemos de nuestra parte un mensajero , que mereciese
de Nos toda confianza. Consultárnoslo con
,
los obispos y
nobles de
— i»
tueste:
cerla
¡í
rapuesto que
j
los
enemigos
bien una cosa roí
\
ellos
"ii
i
muv
enviémosles
un judío
.1
como buen trujamán
don Nufio con diez
i
—
hiv es que vosotros enviasteis
l'"r
j
nada de
decir
.i
además, qne
mí; debiendo deciros
por
j
Biendo mi poico objeto
rey de Mallorca,
el
pudiéndose volver s'-
«le
A
volvió á Nos.
me
discurso
.
presencia
a
empezó
\
Nnño
de Mallorca nada
qué era le
lo
dije
tan sabio
para qae
que
á
del
le
él
,
le
lia
esco-
Para
bien decirme.
a
que decirle,
don Ñuño
respuesta
vino
«Ion
Ñuño,
mas observándolo Nos,
Anadio
ill.dia
é
.
¡1
cuya
pregunta
sobraba para ello, pues qae
habia dicho,
le
que me mar,i\ era
que en-
enviado aquí,
ha
cual
sonreírse;
que razón
,
se le ofrecía.
como
me
tenia
dijímosle qué motivo tenia para reírse entonces
el re]
.
ocurrido; y aun no habia dado principio
lo
'liando
nos contestó don
Lo que
sazón, mandamos reunir todo nuestro con-
tal
para darnos relación de •
qae nada
consiguiente; con coya
de obispos y nobles ,
Bejo
coa]
don Nano,
el re]
«-lio
bar cuanto tengáis
el escui
el
pariente sayo.
so]
esto, pnes, queriendo honraros demasiado,
.
vengo.
eso
mi Kfior,
.1
un mensajero de su confianza,
— Respondióle
llel
cabelle-'
que decirles algo;
tenia
si
antes
ser
sabia hablar en algarabía. Al llegar
que contestó don Ñafio:
viase aquí
por
Zaragoza llamado Bahi
(Ir
dijéronle l"> larracenos: qué qoeria á lo
hablar,
qae nos querían
útil;
oí»
I
concesión no podíamos dejar de ha-
tal
ya
.
JA1MF.
I».
i»r.
antes bien preguntado,
sí
v
tales palabras «Ion
Ñuño:
sobremanera de ver qae nn hombre
después de
haberos
enviado un mensaje
trasmitieseis un mensajero de vuestra confianza, viniese
me
A
entonces preguntándome qué era
lo
ve pee Conveniente responderle
que pues habia enviado por nos,
nada
le
de don
diríamos
Ñuño,
si
á
preguntemos.
donde
le
él
se
no hablaba primero.
en vista de
po vendrá, en que le
él
,
que
la
que,
ofrecía.
— Esta
fué
esto
relación
la
dijo nuestro consejo:
— Tiem-
mismo querrá hablarnos de grado,
— Y hecha
tal
tu-
sin
que
contestación, marchóse cada cual
plugo.
CAPITULO LUX. Algún tiempo después de habernos separado del consejo, don Pero Cornel , qne era uno de los que habían asando , nos dijo :
li
,
10G
ÍUSTOUIA
— Os
Mahomet
bre
romo
participo
me
,
ha enviado por dos veces un
quién sabe
,
que nos
sirva
y
por
si
de provecho.
chando en seguida na
dicién-
,
medio podremos descubrir algo
tal
— Pláceme, —
respondimos; y mar-
le
volvió á comparecer al dia siguiente de
,
diciéndonos todo cuanto
,
mensaje
hablar conmigo. Si vos lo permitis, accederé ásu
domé qoequeria petición
de Alagon, á quien llaman por otro nom-
Gil
habia dicho Gil de Alagon
le
mañael
,
cual
había sido antes cristiano y caballero, y luego se habia hecho sar-
Lo que
raceno.
éste le habia propuesto
era
que trataría con
,
rey de Mallorca y con lodos los jeques de la villa y
para que se nos abonara el
Nos y
á
á todos
gasto que pudiésemos haber hecho en
hacernos daño
retirar libremente y sin
de
el
tierra
la
ricoshombres todo
los
espedicion, dejándonos
la
cuya promesa debíamos
,
estar seguros nos atenderían con toda formalidad. Oidas tales ra-
zones
,
dimos
que nos hablaba
al
maravillamos sobre manera hablar siquiera de
mesa, por
do nos dieran toda
queremos, pues
,
ta
,
no otorgaríamos convenio alguno
,
la villa
;
de no volver á
corno
así
lo
Se
de
lo
enviamos en efecto
y salió dicho rey á
,
armas
Ñuño. Compareció
ambas partes
por
Mallorca y ambos se metieron en
la
pañado del alfaquí que de don
servia
le
Ñuño
sarracenos mientras duró fué
porqué
don Ñuño le
,
el
habia enviado
siguientes razones:
la
,
los
cuales
buscar
;
á
la
puer-
correspon,
al
y
hecha
rey
consigo
de el
quedando afuera
y
,
estuvieron juntos con los
rey
á lo que
— Os he mandado
Ma-
de
yendo don Ñuño acom-
entrevista. El primero al
este
llevando
;
de trujamán
cual preguntó ¡í
,
los
acercóse
,
tienda
rey por intérpretes á dos de sus jeques
los caballeros
os
y que esta vez
de Portupí, donde hizo parar una tienda y poner
suspensión
mucho que
os atreváis á ha-
Ñuño
enviásemos á don
le
dientes asientos para él y don
bló
de que, aun cuan-
volviónos á enviar otro mensaje el rey
diciéndonos que
le hablaría.
,
mandamos que nunca jamás
os
,
llegáis á
asunto.
tal
Mas adelante llorca
no ganamos
si
,
— Nos
pues á Dios tenemos hecha pro-
;
hueste
la
como
,
no pasamos primero por aquella. Por
si
blarnos de
Cornel
:
que pudiera caber desde aquella mon-
plata
la
taña hasta donde está
Cataluña,
don Pero
convenio
tal
siguiente contestación
que nos ha dado y defendemos
la fé
sobre Mallorca
,
la
,
le
que en esta ha-
dijese
contestó
el
este
motivo con
las
buscar para deciros, que
DE
me admira ti ver
que,
reino que Dios
me
hacer seria que
le
para
demás nobles de
tal
m
reembarque con todos
se
pues,
,
mi gente
j
rayos,
I"-
el i<'\
cinco dias;
que
.
favor
á
si
,
os <>tor-
amistad.
Vuélva-
poder
la
tendrá antes de
mismo tiempo, que
• 1 1
puede vuestro
os place,
j
gracias
,
do que 08 digo
l<>s
¡
ni
\i\eres y armas que SÍ
J
B8Í
fuere
im>
sefior enviar
tenemos,
para desentenderse de) convenio de que os
temor
viene que sepáis, que ningún truir auestras torres, pues
que
se
Oídas
tales
la
Ñuño de
Decis que ningún tuerto hicisteis jamás
que cometisteis
el
mucho
reino cargada de géneros de
del
ciudad
la
aseguro con mostrare-
mismo mo-
vuestro
señor
Además: ron-
nos causa es
parle
tal
¡í
des-
el
imposible
ciudad.
palabras, respondió don
tuerto no fuese
hablo.
para
les
tenga
ni perjuicio
cabalmente por
wriliqueja entrada en
lo
insulto, y
facultad
,
Dios,
¡i
cuanto sea menester
pongáis en iluda; y
lo
no recibirán ningún dafio
mos claramente
con
,
dos ó tres hombres de su confianza, los cuales, os
mí cabeza
deque
l¡i
suma que ha-
defenderla ciudad. Esto no
abonare-
la
estamos bien abastecidos de armas, ríveres
am
)
co-
él
aun cuando sea grande satisfacerle, en su
entended
\
tier-
efectuar
podréis
cual
l<>
todo
esto hacéis,
, si
yamos de recogeT para
j
mi»
se los
quietud; y en vez de inquietaros tos nuestros
i
antes bien
_ ii.M
hueste, ye
el
mejor que pudierais
lo
exigiendo por consiguiente mas condición, que
ii"
toda paz
creo que
quitarme
«iui<-ra
empresa han tenido algunos gastos tanto
me se
Ve
que
,
aconsejaseis Doquiera despojarme de
si
mos,
manera
tal
ha dado.
ras; y los
10?
MMK.
haber hecho tuerto alguno é vuestro rey,
sin
encone este conmigo de
se
J
I».
al
¡i
esta
nuestro
apresarle
—
manera:
rej
-
ionio
si
una tarida de su
valor, propios de los merca-
deres que los conducían. Entonces nuestro rey os en\iú
mensaje,
mucho amor , por conducto de un hombre de su llamado En Jaques, que devolvierais la tarida , á lo que vos
suplicándoos con i
.
contestasteis preguntando con era aquel re] el
que
mucha soberbia
y dureza que «¿quién
pedia?» y habiéndoos contestado hombre que dicho rey era hijo del que venció en batalla á la
hueste de Dbeda
(1)
tarida os
tal
(
l
)
,
vos
La batalla de Dbeda es
batalla de las
le
la
despedísteis
misma que
Navas de Tolosa, en
la
de mala manera
,
di-
se conoce bajo el nombre de que Alfonso VIII de Castilla, acidado
108
HISTORIA
riéndole irritado
costado
,
que á no haber sido mensajero
A
palabra.
tal
que podíais obrar con
esto replicó
como
él
bre de su señor, no habia en
;
mundo
y que en cuanto al nomquien lo ignorase, y todos
saben cuan poderoso y grande es entre los cristianos do por lo mismo desdeñaros vos de saberlo. Tal fué
muy
rey nuestro señor
el
no debien-
;
contesta-
la
mismo
ción que dio á vuestras altaneras palabras. Por lo
yo ahora, que es
hubiera
le
que os acordarais
quisierais, pero
el
cara
mensajero, manifestándoos
el
había ido fiado en vuestra palabra
ijiic
,
os
digo
joven, pues solo cuen-
un años; y siendo esta hazaña la primera de importanque ha comenzado , es su voluntad é intención no abandonarla
ta veinte y cia
mundo
por nada del
de manera
;
tanto que tenga en su poder le
aconsejásemos
nos escucharía to
os place
si
sabemos de cierto que
,
que en cuanto
que no he de dar
tal
á éste
el
— Pues no
dicho
oid ahora lo que quiero hacer.
sea de
sin
la villa
y
,
,
como con
mujer ó niño
riese quedarse en la isla,
,
con
Decid
á
vuestro rey
sus naves y leños nos le
cinco besantes
si
y
,
volvió á
que pueda hacerlo.
guardando por de pronto
el
secreto, que solo
le dijo
él
Nos muy y
el alfa-
de Aragón y de don Sancho de Navarra, desbarató á las huestes almohades, acaudilladas por el emir Mumenyn Mohamed el Nasr (co-
de Pedro
nocido en
II
las
crónicas
por Miramamolin
).
Pasado
Ubeda,
así
como
principal
el
desbandáronse aquellas en todas direcciones, viniendo te á
pase á
alguno prefi-
;
rey
los
que
daré por cada cabeza, ya
el
,
puesto
que os he
lo
Enterado don Ñuño de cuanto alegre
de
os conformáis
hacernos daño alguno,
hombre
,
rey de Mallorca cuanto dijo don
respondióle.
Berbería,
nada conseguiréis
,
Ñuño,
desocuparemos
siquiera
ni
consejo á quien decís.
Después de haber escuchado
,
nos
de consiguiente podéis hablarme de otro asun-
;
,
que no marchará de aquí hasta
reino y tierra de Mallorca. Si
el
lo contrario
,
á
descalabro,
parar una gran par-
todos los habitantes sarracenos de las demás plazas que
allí las acorraló de nuevo el rey don Pedro, y dio tal batalla, que quedaron todos vencidos, pudiendo decirse que con ella se coronó completamente el triunfo. Tocóle á esle en recompensa la tienda del miramamolin y parte de los despojos y á don Sancho, parte de los despojos también,
habia en torno;
;
y las cadenas que ceñían el campamento arábigo, especialmente por el punto donde el emir tenia la dicha tienda; las mismas con que éste, según habia escrito á
Jaén, debía aherrojar á
tonces hizo pintar en sus armas
ñalada victoria.
el
reyes cristianos, y que desde enrey de Navarra, en memoria de tan se-
los tres
'
DE
j.mmi
i),
quí sabían: (lijónos, do obstante,
nuevas;
masque
embargo, mientras cuanto
lación de
consejo
empezó
.
de Mallorca,
don Nufio
eo suma ims vino
1
á
hicimos en efecto.
lo
ya re-
Bucedido. Reunidos luego todos los del
esplicar
.1
así
y
noticia
la
compareciendo nos hizo
estos iban
había
le
revelai
se esperase á
presencia de estos, túvolo por acertado,
Sin
buenas
traía
respondiéndole Nos que mandaríamos llamará los obispos
v
nobles, pues valia
\
oído, que nos
al
O'J
1
.
decir
á
diálogo entre
el
rey
el
>
entregaría
orne este
:
él
la \illa,
nos daría por cada persona que en ella Be hallase cinco besantes,
\
que quedaría cumplido antes de cinco días; que Nos
lo
mos
pasar
Berbería
-i
r mujeres de bu casa
á
él, á
finalmente
j
¡
las
naves
Irnos en
j
<¡u»
El consejo de los
no era
lín-
que
ricoshombres en entonces:
completo
el
coa! DO había asistido á
la
cual había jurado
mundo Maman
sobrino de En
Raimundo Maman el
de Gerona,
el
obispo de
¡
\
que pues en
:
y buenos
do con los
,
que
la isla
— Con
habió
di
Dios
mos
1
v
esta á
tal
que nos servia de
manera.
habían
la
sufrido y ,
perecido tantos nobles
que buena era
que
le
venganza cuan-
la
la
palabra á don
— Barones, hemos venido él
tal
negocio
en hechos de
él
Ñuño,
el
cual
aquí para senir
todos unidos he-
tomar Mallorca; de consiguiente, me parece que
quedad cumplido sición
cedió
,
abad de San
espresó en efecto, dicien-
nuestro rey que está presente, y con
resuelto
el
a
Dios; y así, que hablasen de
motivo
En Gui-
obispo de Barcelona habia de ser
el
preciso era vengarles
ella se servia á
con estos además
ricoshombres, como mas esperimentados que
armas.
fuese
villa
la
Moneada, había En Rai-
Barcelona,
primero que mostrase su opinión, y
do
hasta
,
pavorde de Tarragona
el
Felío. Por instancia de todos, el
conde de Ampurias,
el
decaído, hijo de En Guillermo de Cervelló
llermo dr Claramunt,
consejero,
sa-
ninguno, por hallarse en una cava, de
que jamás saldría
En
,
hizo
noticia se
tal
faltalta
Del linaje de En Guillermo de
nuestra.
lo
sobremanera.
cual nos agradecerían
á
que
.
todos los hombres
á
embarcásemos, debiesen atracarse hasta dejarlos en tierra,
les
\
losde bo linaje y
hiciése-
le
hace
tal
el
objeto
,
como nuestro rey admita
la
propo-
de Mallorca. Disimulad que sea tan lacónico,
pues no soy mas ahora que
el
portador de
la noticia
,
sobre
la cual
debéis dar vuestro consejo.
En Raimundo Alaman
fué
el
primero que
á
tales palabras con-
,
HISTORIA
ii()
testo, diciendo
nosotros
:
—A
tal tierra pasasteis
para servir á Dios
,
y en ella han
;
que mejores no
tales vasallos,
señor
,
los
es el rey
;
me
porque
de Mallorca y con
parece
hacedlo
,
y así alcan-
,
que tan astuto como
,
conocimiento que tiene de
el
llegásemos á pasarlo á Berbería
si
perecido sirviéndoos
podia haber rey alguno. Ya, pues,
que Dios os ha dado ocasión para vengarlos zareis toda esta tierra
acompañado de
,
de
,
mismo
allí
la
isla
sabría luego vol-
ver con grande ejército de sarracenos, y quién sabe si lo que ahora ganaseis con la ajuda de Dios y nuestra, lo perdierais en un instante
no pudiendo permanecer vos siempre aquí. Aprovechad
,
ocasión
la
,
repito
y véngaos
,
dueño de
así seréis
:
y no
tierra
la
tendréis que temer á Berbería.
A
razón y casi á una voz esclamaron
tal
de Cervelló y
En
Guillermo de Claramunt
á :
En Geraldo
par
la
— Señor
,
por Dios os
En Guillermo de Moneada , que tancomo de En Raimundo y de los demás
suplicamos que os acordéis de to os
amaba y
servia
,
así
ricoshombres que murieron con
en
ellos
el
campo de
batalla.
CAPÍTULO lxx, Oido cer si
La
tal
consejo
,
podemos Nos dar acerca de
murieron, Dios
modo
respondimos de este la
lo dispuso así
muerte de
los
:
— Ningún
pare-
ricoshombres; pues
y su voluntad se ha de cumplir.
Nos
idea de venir y conquistar esta tierra sabido, es que
la
hu-
bimos, y parece ya que Dios ha querido satisfacer nuestra voluntad, aun cuando sea por ese tratado , pues si bien se mira , ya queda cumplido
el
objeto ganando yo
la tierra
muy
quirimos unos bienes que nos parece toca á los valientes que han perecido
algo tienen que vale mas que gloria de Dios. Este es
,
la tierra
mi parecer
;
ad-
así
tomar: y por loque
útil
nada debemos decir
,
que Nos deseamos
y es
salvo
;
además de que
,
sin
,
embargo
,
pues
lo
la
que
tengáis á bien aconsejarme.
No
bien acabamos de hablar Nos
,
cuando todos
antes citados y los obispos dijeron á una voz la villa á
fuerza de armas
motivo enviamos mensaje se
,
,
que
los del linaje
que consentir aquel tratado
al
rey de Mallorca
romo pudiese, que Nos haríamos
lo
,
mas tomar
valia ;
y con
tal
diriéndole que obra-
mismo:
lo
cual
.
fw^o
1»K
por
los
jadii:.
I»,
\
sarracenos, produjo ni ellos grande
traron luego nuestros intentos
de Mallorca
rej
<•!
1
[mes pene-
espanto,
mas notando
;
1
la
situación de los suyos, reunió consejo general para hablarles, y en su
siguiente:
algarabía les dijo lo espacio de cien anos
— Barones,
poseído
lia
Mhramamolin
el
riendo que jo fuese después señor de
do ese
tu rapo
atrevido nadir
.
:
parientes;
|><
!<•-
tenemos
esl
tierra,
la
aun otra cosa peor exigen,
.
i
pasando por consiguiente
queramos sacar
dé
la
exi-
es
tal
gana
?
;
ser sus
á ,
que por
rehenes, en
en
¿Quién nos diré que no
algo.
larán cuando estemos en su poder, Ir»
nuestras
á
J
caso de que
hubi
se
contrarios nos
de cautividad nos guardarán nuestras esposas
leí
que-
,
ha tenido to-
la
que jamás
sin
n» sabed que
esta tierra
que
j
que por
sabéis
j
s ">
cautivos;
pesar de los cristianos
cedamos
les
ella
invadirla, hasta ahora. Aquí
.i
esposas, hijas
gen que
á
.
bien
eme ao harán de
\
Primero que daros
esta noticia
cuanto
ellas
llamaros
\
presencia para haceros saber cosa tan dura contra nuestra ley
biérauae valido
debemos hacer en
iree
nión.
— Lo
pueblo
el
deshonra; en
tal
este trance
,
:
mi
,
hu-
mostrad rada cuaJ vuestra opitales
¡i
diciendo que antes
\ista
á
cabeza! Veamos, pues, qué os pa-
la
contestación que dieron
una voi iodo
que
mas perder
for-
las
de
lo
que
palabras,
gritará
la
muerte,
preferían
rev les dijo:
el
fué
— Ya,
pues,
que descubro en todos vosotros tan buena voluntad, resolvamos «i
mejor
modo de defendernos , de manera que
por dos.
—V
volvieron todos
¡i
cu efecto, después que la
por dos cada uno de
,
cada
despedido
hombre el
val-
concurso,
muralla, no cabe duda de que valia enionces los sarracenos.
CAPITULO LXXII.
Al cabo de algunos dias dijimos
á
don
Ñuño:
— Parece
nuestros ricoshombres do (pusieran ahora habernos dado jo
que antes ;os dieron, pues ahora quieren
rehusaban. consejo valido se
.
— V liego,
llamando
dijímosles asimismo
mas aceptar antes
defienden? — Y
el
:
—
á
¿
los
Qué
el
tratado
conse-
que antes
que antes nos dieran decís ahora ?
tratado á buenas, que
al oir tales
el
que
No
tal
hubiera
no ahora que
palabras, callaron todos y se aver-
,
112
HISTORIA
gonzaron de loque habían dicho. Llegada de
que habían dado
los
consejo, á saber,
tal
tratado que
otro dia se os prepuso ?
el
— Hubiera
tamos:
mas que antes
valido
ahora que sea yo quien
lo
me
,
parece bien
tal
cosa
haga
— ¿Porqué no — Á que
otorgaremos
ya que
,
lo otorgarais,
debería
antes
y
os parece bien.
contes-
y nó querer
os digo
que no
,
como una
considerarse
vuelven á proponer,
lo
si
accedéis
les
lo
y en verdad
:
mi parte. Sin embargo,
flaqueza por lo
obispo de Barce-
el
Raimundo Atamán, y nos dijeron:
lona y al
noche, vinieron dos
la
— Respondiéronnos
que
quedaban contentos, y que harian acceder á aquellos que antes reSiendo así, pues, en caso de que nos husaron la capitulación.
—
envien mensaje
gamos,
,
accederemos
contestamos
les
,
haremos ayudado de vuestro
lo
contestación
,
;
mas cuanto ha-
consejo.
—Y
lo
,
que habían ideado de
la
manera que propusieron
valor por las palabras de su rey
cobraran
los cristianos
,
las
cavas
que iba sobre
tierra
medida que
á
,
se fuesen debilitando:
mas en
;
antes sugirió
quiso Dios entonces que por
,
desamparáronlas todas
,
;
vez
moros habían cobrado
los
y dispuso que
naban en fortaleza, aquellos hechas
que siguen
los
quiso entonces que los sarracenos no lograsen aquella
mejor remedio. Sin embargo de que
lo
tal
nos separamos unos de otros.
Dios nuestro Señor, que guia por buen camino á su ley
dada
al
fin
aprontamos
ella
,
estos ga-
á ^scepcion tal
que,
fué
asi
él
refuerzo
de ,
la
que
á pesar de la resistencia, se llevó á cabo.
CAPÍTULO LXXIF. Cuatro dias antes de embestir veniente
con la
el
Nos con
los
nobles
y
la
,
tuvimos por
obispos reunir consejo
con-
general
sobre los santos evangelios y entrar en Mallorca , cuando se asaltase
objeto de que todos jurasen
cruz de Cristo
,
que
al
ningún ricohombre
,
que fuese, volveria
atrás, ni se pararía
mortal.
ciudad
En
este caso
ni caballero
,
el
tal
á viva fuerza
,
cosa
,
ni
peón ,
á
,
ni
,
nadie
menos de
pariente ó cualquiera
que fuese mas cerca del herido sucediendo
,
cualquiera
,
recibir golpe
otro de
la
debia arrimarle á un lado
debían proseguir siempre adelante
y sin volver atrás nunca ni la cabeza
,
ni el
hueste ;
y no
entrando cuerpo
;
— DE
1).
jnirs (juirii lo contrarío hiciese
propio que
que mata
el
jorar
como
bargo
les
demás, pero
loa
señor.
los
mismo que
ceremonia
obispos
—
j
nobles
tal j
en
i
dos dice que
¡¡
la
á
ocasión no puedan
provistos
podrían fácilmente estorbarnos
la
— respondieron lo
cinco
los bailes
das de Mallorca, llamado
como están, mas
difícil
la
pues, que antes que todo acercarse
á
aquella.
y en seguida se
mandó
LXXIII.
que habíamos puesto en
uno Jaques
el
y
el
en mis distritos, por
las parti-
otro Berenguer
vinieron á nuestra presencia para decirnos, que
seguros
hombres,
que había dicho.
El día siguiente,
.
ciudad mil
mil
hacer
y
todos á una,
CUMULO
tort
— Setratado
el
la
de víveres,
evitemos que nadie absolutamente pueda
poner por obra
,
no hacemos antes
si
j
entrada
toma déla ciudad.* Soy de parecer,
!
palabras:
entrar en
quizás hasta cuatro
\
con cuya ¡nuda, estando bien
Feliz idea
nuestra compañía
sarracenos
los
el
nuestro rey, algún objeto puede tener: ¿quién
menor
dos mil o tres mil
cumpli-
^
un lado con Nos
.i
siguientes
haber despreciado ahora
El
que antes ofrecían
('i
nno de
de nada servirá cuanto hemos hecho,
otra cosa.
em-
hubiésemos prestado
si
las
Nos
sin
:
3
I
lo
,
quisimos
permitieron
lo
luciéronse
,
ocasión
tal
cuyo nombre no recordamos, dijo ñores
jora
tal
desleal
habíamos jurado
juramento. Concluida »
En
dijimos, que aun cnand lo
<
romo
nobles ao
ríamos por nuestra parte
I
1
tratado
Beria
,
so
i
JAIME.
temor de que
los
no
Dur-
se veian
sarracenos no
les
tendieran algún lazo. Al verles venir, dijimos á los del consejo: (.oh esto
conocemos que es mejor
últimamente.
—\
tres atalayas, la
ta
;
\
la
una en
los
tercera, frente de
de cien
ingenios y en
la
caballos armados.
nos hallábamos entre \a\idad
gor
de
habían
la
medio que hemos adoptado
dimos en seguida orden para que
déla puerta de Barbelet, junto plo
el
al castillo
la
estacada;
la
pusieran
se
otra frente
que dimos álos del
Tem-
puerta de Portupí, cada una compues-
Cuando tenían lugar y principio de
año; y era
estación, que los que estaban en el
rondado una ó dos leguas
,
ya tenían
campo
sucesos,
tales
tal el ri-
raso, apenas
que retirarse
15
á las
I
HISTORIA
4
I
tiendas
barracas para hacerse
v
gunos escuchas por
Por á los
noche enviamos un mensaje
la
que debían
,
hubiesen abandonado sus puntos
por espacio de cinco dias
,
si
y
,
mandamos
relevarlos por algu-
pudimos dormir un
la
sin
la
mina que debian
facilitarnos
obligación de reintegrárselas luego de
ejército
pues se acercaba ya
,
Estuvimos
plaza.
ojos
los
necesario para
,
porque
así tres
el
tomada
que nos pres-
libras
taron algunos mercaderes que llevaban su caudal en
lo
la
ciudad, nos pro-
nuestro servicio y
momento de que
dias y tres
hueste, con
la
de nuestro
el
fuese entrada la
noches continuas
estorbaban los mensajeros que
lo
en-
todo debíamos
á
,
la
hueste cosa que valiese doce dineros,
que viniesen á pedírnoslo. Con sesenta mil
curamos todo
últimos
los tres
porque para cuanto
solo instante,
ciudad venían á pedirnos consejo
atender, y no se hacia en
Así continuamos
modo que durante
de
se necesitaba para las zanjas y
trada en
hueste.
la
donde habíamos colocado
allá
nos ricoshombres y otros de nuestra meznada.
ni siquiera
al-
estabau en sus puestos; y resnos levantamos , les reprendimos de que
vigilar, para ver
pondiéndonos que no
aunque dejando
frió,
el
enemigos avanzaban hacia
los
si
pasar
sin
pegar
venían á cada
ante á consultarnos; y aun cuando intentásemos una que otra vez conciliar el sueño
tampoco nos era posible
,
,
por ser este tan
que oíamos á cualquiera que se acercase á nuestra tienda.
lijero,
CAPÍTULO LXXIV. Llegó en esto resolvimos que
hueste cristo
den
,
al
y la
el
en
dado
á
y nos dijo:
,
las plazas la
comenzar
,
y
sesta torre
,
;
mandónos llamar
—Señor
,
vengo de
y habiendo visto á
abandonada ,
sin
la batalla.
Dada
la or-
primeras horas de aquella misma noche
las
dos de mis escuderos que por
han verificado
Señor Jesu-
sagrado cuerpo de nuestro
y dispuestos á
Lope Giménez de Lucia acostado
víspera de año nuevo
amanecer del dia siguiente oyese misa toda
armados ya
se presentó
la
,
y recibiésemos
,
,
noche anterior á
la
la
ella
,
pues
nos habíamos
mina, donde he
entrasen en
man-
la villa
:
lo
muchos sarracenos muertos por
del todo la muralla desde la quinta hasta
un solo centinela que
aconsejado que mandásemos armar
la
la
guardase
;
me
han
hueste, porque nos apodera-
riamos
fácilmente de
deberían
de ¿
orne
No
—
entremos en
ciudad de noche,
la
avergüenzan
réis,
pues,
que
metamos
l<»s
cuando ninguno tendrá Si
los
basados,
de ya
la
mit.-nl del
plaza,
la
demás
lo *ju«
-
él
fuesen después
j
apoderarnos de Mallorca.
nunca jamás podríamos
— Conocía entonces que
consejo
Cómo que-
I"-
ciudad
l.i
años
tan oscura?
dentro de
que vean
-
« I *
entrasen en
hueste
<->t¿i
los
el
aun en
ni
ooche
de
treno
el
darnos
i
mostrarse cobardes
veces de
á
»
defendí*
la
quien
á
BÍendo
j
nuestros hombres
que muchos de
día se
que venis
el
I
nuestros antes de que
los
Y vos, don Lope,
,-.
nacer mas cauto, sois
veis
haga?
mas de mil de
ella
los sitiados.
lo adviertan
i
ciudad, no habiendo quien
la
podiendo entrar en
j
JAIME.
I».
l)F.
tañíamos razón,
no insistió en su jun-
>
CAPÍTULO lxvy.
No sas
bien empezó recibir
]
marse de
el
cuerpo de Jesucristo
todas
las
después, siendo ya
claro, ñus
«lia
cándonos entonces
l<^ infantes,
á
llevar en
ordenamos
ésta
las
mi-
«lamió á todos orden de ar-
.
armas que debían
llanura que había entre
la
<-n
alborear, cuando determinamos oir
a*
al
batalla; ylu<
la
frente de
la pl¡
nuestro campamento. Acer-
j
que
colocados de-
se hallaban
— [Adelante, barones, pensad Señor Dios! — Mas pesar deque
lante de los caballeros, les dijimos:
que
vais en
nombre de nuestro
todos oyeron nuestra noz,
no
.i
se
caballeros. Sorprendiónos en gran
sen nuestras órdenes
— .Madre de ¿i
Hijo
;
j
manera
ella
se celebrase
interponed, pues, para con
él
amor de Vos
nuestra oración
.
y de
gritárnosles
estuvieron
ya cerca
del foso
ver que así despreciala
Virgen
vuestro
amado
— á
:
se
los
:
de vuestro
que
á
Nos
— Terminada
Hijo.
— Adelante, pues, en
y á
la
tercera vez que les
moverse
al
marcha, caballeros donde
dijimos
á esta tierra,
el sacrificio
alguno de
ni
nuevamente
la
,
vuestros ruegos, para que no
nombre de Dios; ¿porqué vaciláis? repetímos la misma \oz, comenzaron hubieron emprendido todos
á
ello ni infantes ni
hemos venido
también
recibamos aquí ninguna deshonra Nos sirven por
el
encomendándonos
Dios nuestro Señor, Nos
de que en
fin
:
movieron por
paso. Así que
y sirvientes, y
había abierto
el
paso para
116
HISTORIA
entrar en
ciudad, empezó toda
la
Santa María
!
mas de
por
Santa María
hueste á esclamar á una voz:
la
repitiendo todos durante buen rato y treinta veces el mismo grito, hasta que estuvieron !
á entrar los caballos
armados. Habíanles precedido ya y hallaban dentro mas de quinientos infantes pero también ha-
próximos se
;
bía acudido á estorbarles
sarracenos de
la
ciudad
paso
el
el
rey de Mallorca con
poniendo en
,
tal
á no haber entrado tras ellos los caballos
do
remedio.
sin
primero
á quien
apuro á ,
todos los
los infantes,
que
hubieran todos pereci-
Según nos contaron después
los sarracenos
,
el
vieron entrar á caballo fué un caballero vestido
de blanco y que llevaba también blancas todas sus armas; por donde estamos en la firme creencia que aquel debió de ser san Jorge, el cual
según nos cuentan
,
veces en otras
De va
muchas
;
se
ha aparecido repetidas
siguió tras
éste
1 ).
En Bernardo
;
sire
y luego tras es-
don Ferrando Pérez de Pina con otros cuyos nombres no
tos tres
recordamos. Baste decir que entraron todos y
,
que teníamos en
la
hueste
mas
lo
mas de
presto que pu-
cien caballeros que
hubieran de buena gana verificado antes que todos
lo
(
en pos del de Gurb entró un caballero que iba con
Guilleumes, y á quien por apodo llamaban Soyrot
dieron
sarracenos
primero en entrar Juan Martínez de Esla-
que era de nuestra meznada;
de Gurb
,
batallas entre cristianos y
los caballeros fué el ,
las historias
hubiera sido que entraran todos á Muchísimas son Del mismo modo que
si
,
posible
la vez.
que se supone aparecido san Jorge que tenian por patrón á san Jaime, gritaban en las refriegas: Santiago y á ellos', para que el apóstol les protegiera, esclamaban los aragoneses: San Jurdi, firam fuaml (subjuntivo del verbo herir, ferir) y á tales voces, afirma la historia, que aparecía, sin saber cómo, un guerrero desconocido que decidía el choque á favor de los (1)
en
las
batallas
los
castellanos
,
,
cristianos.
Veían siempre en
castellanos y leoneses
él los
á
Santiago,
como
.«ucedíó en la batalla de Clavijo, en
que se presentó dicho santo á Ramiro j de León; y los aragoneses tomábanle por san Jorge, por verle armado de odas armas y llevando la cruz de su nombre que tenia por timbre la primitiva casa de Aragón. En 1096, en la célebre batalla de Alcoraz, junto á Huesca invocó el rey Pedro Sánchez á san Jorge, y apat eciéndosele éste en un ,
caballo blanco, dio á aquel
mismo
en vez de invocar,
batalla, ,
que
,
á
mas notable aun, que en el deAntioquía, de donde traspor-
victoria; siendo lo
instante se apareció también en
Aragón, en la grupa para que tomase parle en tó á
Takbir
la
el sitio
un caballero
el triunfo
de
familia
de
los
de su pais. Los musalmanes
murmuraban unas
se reducian á alabar
la
oraciones llamadas
continuamente á Dios.
al
el
Moneadas, entrar en Tahlil
ye 1
DE
JAtMB.
I).
17
1
CAPÍTILO LWVI.
Presentóle en seguida
(1),
hilii.
poniéndose
\
rej
.il
frente
como anos
a
la
contar
-i
loa sirvientes
Mh
sazón
escudos
Be
de
que
llamado Jeque AJ>o-
.
minos
loa
Roddo, que
caballo blanco, les gritó:
Había
de Mallorca
»•!
como
es
veinte ó treinl
nuestros
los
hallaban entre ellos, que
se
babian parado delante de
nn llío! >¡¡i
,
embrazando
sarracenos;
l<»-
en
dijéramos:
bí
de
i
montado
\
estos á
mi vea lea estaban esperando cubiertos con -u^ adargas v desnudas
espadas,
las
Llegaron
metida.
babian entra loa
enemigos
las lanzas
Ab
(1)
e el
que
sin
i'iitt
lo ;
unos
entonces
con
á los
mil/ni
l,i
de
allí
e^t<»>
armados
.
¡í
la
acoque
nuestros
los
arremetieron contra
j
número,
en tanto
y tal
la
espesura
nuestros se oponían, que encabritándose los
U¡
rey de Maylorquet cavalcan en un caral blanch
edición de Valencia de 1557 se lo
primeros de
l<>>
htwia nom Xech Abohehie, dice
cu
otros Be atreviesen
ni
bus caballos
pero eran
que
/-i
ni
el
que tenemos
testo
|>u-
1
e
¡
copiaron seguramente Mariana,
á
la
vista; pero
hatia nom Roíabohihe
él
Zurita
,
y
No-
otros historiadores.
y
:
conforme con la proci taa copia que se guarda en la biblioteca de San Juan de esta ciudad, en Poblet, á mediados del siglo XIV, y que tu.- sacada con ludo esmero sino además, porque la del original del mismo rej que allí se custodiaba sotros beoios seguida
primera lección
la
.
n
>
solo por hallarse
;
misma II
.
siguió también el
padre fray Pedro Sfarsilio
cuando con algunas amplificaciones tradujo
quistador. Al referirse
la
toma de Mallorca en
al
,
latín
los
cronista de don
Jaime
crónica del
Con-
la
historiadores árabes pu-
Conde, no se halla de otra parle ningún nombre que tenga la mas remola semejanza con uno de los dos que aquí citamos, y (pie pueda por lo mismo guiarnos para sacar en claro cuál es el verdadero. Mas res-
blicados por
|
cindiendo de esto, porque los
menos versados en
diversidad ios cristianos adulteraban
los
historia saben con cuánta
vocablos árabes
al
trasladarlos á su
lengua vulgar, y cuan difícil es el deducir el verdadero nombre de un personaje de aquella nación, por los cronistas y documentos latinos, aunque sean coetáneos; estrañámos , sí, que Romey en el capítulo 3.°, parte 3.' de su Historia de España aplicase
al
caballo
el
nombre
del caballero, siendo
que cita en sus notas este mismo pasaje de la crónica de don Jaime; pues según nuestro corto entender, el pronombre el, que emplea el cronist.i. no puede referirse en aquella frase al eaval blanch, sino al rey de
asi
M
y asi Id
variante liutaboltihe hehit
,
entendieron también Mariana y Zurita, aunque con la que hemos indicado, en vez de Xtch ó jeque, Abo.
1 1
HISTORIA
8
caballos
dar
por no poder pasar adelante
,
retrocediendo un poco
,
vuelta
la
,
bían entrado de refresco pudieron
cuenta
y así
,
con ayuda de
,
de
situaron tan cerca
podian herirse unos á otros descubrir
miga
que iban escudados
los infantes ,
que con
de manera que
armados
caballos
Señor les
!
y
,
diciendo
:
se
atrevía á
se
que
levantando
habia con sus
allí
Adelante
!
arremeter todos contra
se decidieron á
,
Santa María Madre de nuestro
¡
Vergüenza, caballeros, vergüenza
!
nadie
,
espadas
solas las
mano. Entonces fué cuando
hiriese en la
le
voz los cuarenta ó cincuenta caballeros
la
que ha-
los
brazo, por miedo de que alguna espada, amiga ó ene-
el
no
,
,
que con
hasta
reunirse unos cuarenta ó cin-
sarracenos
los
obligaron á los caballeros á
embistámos-
,
los sarracenos.
CAPÍTULO LXXVII. Luego que treinta mil
moradas
de Mallorca vieron entrada
los
de
ellos
,
hombres y mujeres
entre
dirección á
la sierra
de
;
ros é infantes veian por
modo que do
quiera
fué tanto
que
,
abandonaron sus
,
ni
el
botin que caballe-
aun pensaron en per-
seguir á los que huian. El último que se retiró fué
Cuando la
los
demás que
se
valió
allí
querido cerrado
,
mas de
caballos
armados ;
mas
á
al
llegar
Nos
de
á la puerta
cor-
,
muchos no
la
les
en aquella
Almudaina,
la
fortaleza
,
y
que por haberles
los suyos
puerta, se veian alcanzados por los de nuestra hueste, que
,
los
mismo. Luego que Nos estuvimos
de dentro
que nos enviaron un
ni siquiera
al
pié de la
trataron de defenderse
sarraceno que entendía nuestro latín
ofrecernos que nos entregarían aquel fuerte, con
semos algunos de nuestros hombres para que muerte.
é infantes
trescientos muertos de los sarracenos que habían
los acuchillaban allí
Almudaina
rey sarraceno.
pues mas de veinte mil murieron
recogerse en la
,
como mejor pudieron
Así fué que
entrada.
vimos
recurso
este
el
quedaron vieron por todas partes invadida
ciudad y á tantos caballeros
rieron á esconderse
mas de
,
Barbelet y de Portupí, en
saliéndose por las puertas de
,
ciudad
la
tal
les
de que
,
,
sino
para
les dié-
guardasen de
la
JAIME.
I).
1»F.
10
I
CAPÍTULO lwviii.
Mientras estábamos negociando con losdelaAlmudainaparaque se
entregasen
blar con
chísimo.
que
si
hombres de Tortosa que
llegaron dos
.
Nos sobre cosas trae, segon dijeron,
Apartémonos con
ellos
on lado
¡i
queríamos darles alguna gratificación
poder al
deMallorca.
re]
de
embargo
Sin
,
ciudad,
la
v
de
la
i
ll.
¡í
ellos á
don Ñuño
buscar
n\
.
nos apeamos
rey sarraceno
al
una capa blanca, debajo dr un juboncillo de seda aquellos dos le
frente
al
allí á
en poder
,
después de
casa
la
ella
donde
su presencia
un camisote,
que
ha-
y al descubrirle,
(
le
1
).
se levantó
.
llevaba
:
y ajustado al
cuerpo
Mandamos entonces
dijesen en algarabía
dos caballeros con algunos de y
se
de sus soldados con sus aza-
también blanco
hombres para guardarle, hallándose
tres
él
hombres de Tortosa que
dejaríamos
á
entramos armados,
,
(mando im> hallamos en
gayas,
nos respondieron;
,
ricoshombre
los
de que
tal
quien dimos luego noticia del caso,
á
,
vimos que estaban delante de
-
Así se hará
que nos acompañase. Llegados ambos
iba el
N
—
mil libras, con
con orden de no atacarla hasta que \os volvié-
semos, nos luímos con haber llamado
si
cabo habrá de caer en nuestras manos.
al
dejando en lugar de Nos á uno de ,
pondrían en nuestro
es, les
daríamos de buena gana
AJmudaina
:
les
pudiésemos cogerle sano y salvo.
—
nos manifestaron
— ¿Cnanto queréis? dijimos: — Dos replicamos; porque — Sobrado
mil libras, mis contestaron. está dentro
,
ha-
mu-
interesaban
n<»^
y
,
(raerían
,
á
que
nuestros
no tenia ya que temer, porque
nuestro podia contar salva su vida
(2). Así
Vhtia i» xaptir blanc dice el original. No liemos podido dar con el verdadero Significado de xapñr; mas viendo que algunos cronistas, al haMu de este soceso visten al rey de Mallorca con un jubón de seda blan(1)
,
.
co
.
dos arriesgamos á ponerlo así
,
Ínterin
no sepamos
lo
que aquella toz
significa. (2)
El cronista Ifontaner esplica de
Mallorca.
\
refiere
la
ha. en estos términos
otro
modo
la
rendición
del rey
circunstancia de haberlo don Jaime cogido por
E
guel, era tan fort la batalla,
dins en
lo
correr,
de
la
bar-
qui ara se apella Sen
Mi-
que viaravella era.
E
lo
senyor rey conech
1
20
HISTORIA
lo verificamos
daina
,
,
donde habiendo dicho á rehenes y saliesen
diesen
en seguida á
y nos volvimos
en entregarnos
convinieron
del rey de Mallorca
,
,
la
cuidado en los que entrasen
la
Almunos
para ajustar los tratos,
viejo
lo verificaron
joven que tendría á
(1). Abrieron entonces
puerta de
que estaban dentro que
los
muro como
al
la
la
,
mismo
al
hijo
sazón unos trece años
puerta, advirtiéndonos que pusiésemos ;
Nos confiamos
y
la
y de las cosas del rey á dos frailes predicadores
,
guarda del tesoro dándoles diez de
nuestros mejores y mas discretos caballeros, para que con sus escu-
deros
les
ayudasen á guardar toda
la
Almudaina
;
pues anochecía
estábamos Nos sumamente fatigado, y queríamos descansar un poco (2).
ya
,
CAIÍTIILO LXX1X.
Por
la
mañana
del siguiente dia quisimos arreglar nuestras cosas
y ponerlo todo en orden ; pues por la gracia del Señor era tanto el botin que habían cogido todos los de la hueste , que lejos de envidiarse unos á otros
más
,
cada uno se creia ser mas rico que los de-
y habiéndonos convidado el
:
uno de
los
mismo
dia
ricoshombres que iban con Nos
,
don Ladrón diciéndonos
,
que era que uno
per forca darmes acostas á ell e preslo per la barba. E acó feu per go com ell haría jurat que james no partiría daquell lloch, entro lo dit rey sarrahí Itagucs pres per la barba : c axí volch salvar son sagrament. El juramento de don Jaime unos lo suponen hecho en Tarragona, cnando se acordó la conquista; y oíros en la misma isla de Mallorca, deslo
rey sarrahí
,
e
,
,
pués de ( 1
)
la
batalla
en que murieron
los
Moneadas. después á
Este hijo del emir de Mallorca se convirtió
la le
cristia-
na , recihiendo en el bautismo el nombre de Jaime y prestando luego señalados servicios al Conquistador, por los cualrs esté le donó á 3 de las ca,
lendas de junio de 1250
el castillo
y villa de Golor,
en
el
reino de Aragón.
(2) La toma de la ciudad de Mallorca se cumplió el dia 31 de diciembre del año 1228; pues aunque algnnos cronistas la pongan en 1229, debe tenerse presente que cuentan los años desde la encarnación y por consi el 31 de hasta marzo de guíente de modo que todas las fechas desde el 25 -
,
diciembre llevan un año mas del que les corresponde según
ahora usamos.
la
cuenta que
Á DE
hombres
mis
de
miento', Am' transcurrieron
manera
ocho diat
'Í\
I
buena cusa
ana
tenia
aderezada excelente
y
,
agradecimos en gran
I"
Be
MMK.
había manifestado toe
le
donde podríamos alojarnos
mer;
J
l».
roca para
aceptamos
y
el
co-
ofreci-
que se presentase ninguno
sin
de nuestros domésticos, que embriagados con tantos despojos habían recogido, no se acordaron siquiera de volverá
como
.Nos.
CAPULLO LXXX. Tomada vinieron
de
ja
la
ciudad
,
decirnos
á
juntaron
se
obispos y ricoshombres, y
los
que
era menester
moros cautivos y de todo cuanto se había ganado en la enNo lo aprobamos, les dijimos; porque esa almoneda ha
los
—
trada.
de durar mucho tiempo
,
y mas valdría que ahora que los sarra-
cenos están acobardados fuésemos á conquistar
buyendo ejecutivamente todos podré hacerse
la
modo podrá
satisfechos. Prisioneros y efectos
ocho
dias
afuera, conquistarémoslos ción del botin para
las
,
el
en (pie
obispo y
creadnos
i
,
la
hueste,
— ¿No
repongan
se
vencerlos ?
¿No
los
sarracenos
fuera
—A
estaban
,
están
—
,
empeñados cuatro de
los
seducían fácilmente á
Nos
á estos,
que
siéndonos después mas costoso
(pie
,
cuando
no después cuando se hayan re-
todo nos contestaron que era preferible
la
—
hasta
como
pascua. el
pues
,
pueblo
,
la
almoneda
,
y duró desde
Luego que estino terminada ,
el
se hallan
almoneda,
¡Así lo quiera Dios, y que no teníamos por qué oponernos. dijimos; > ojalá no tengamos después que arrepentimos!
Comenzóse
la
y con ella daremos lugar á
,
mejor acometerlos ahora
aun sobrecogidos de espanto,
hecho ?
cuadrillas, les
esto es lo mejor.
veis, decíamos
almoneda no será mas que un engaño que
cómo
correspondiente por-
como obraban
y
;
acuerdo y eran mas avisados que los demás todos los de
la
de Barcelona
almoneda
se hiciese la
distri-
En Ñuño, En Bernardo de Santa Eu-
sacrista
el
— Por
— ¿Y
sarracenos que
los
guardaremos
galeras
pesar de nuestras razones. ,
y
montaña,
hacerse luego y quedarán todos estará repartido todo dentro de
marcharemos luego contra
;
la
los efectos recogidos.
distribución? nos objetaron.
contestamos; de este
genia
almoneda
se hiciese
que pretendían que se
,
así
les diese
les
carnestolendas los
parte
caballeros
de todo y tG
BISTOMA
[-22.
con esta pagar
compraron
fé
lo
mejor
que
y andaban diciendo por
otros
,
sido
mal hecbo. Amotináronse
¡Vamos ron
— ¿Cómo
poner á saco
á
la casa
esto hace el pueblo lo que
pues
,
,
Vos
estáis viendo.
,
:
sufriremos
los
y
,
Nos de
la
se
han recogido,
que de
fé
,
tales
desmanes
porque
,
que
castigo,
como nos
,
di-
les
habéis de
ello
habremos de hacer tan ejemplar
y por
pesará
pena que nos veremos forzado á imponeros.
Esto no obstante
,
al
cabo de dos dias se amotinaron de nuevo,
y levantando grande gritería sa del
cada uno de no-
— Barones,
á vosotros os pesará del mal que habréis hecho á
—
no ha de habérsenos dado
mal habéis obrado, y por nuestra arrepentiros tened cuenta con no repetir
no
Nos
estando
,
por esto (pusiéramos todos volvernos á nuestro pais
;
jimos
vasallos
nos estamos muriendo de hambre,
igualmente á nosotros? Aquí señor
hallamos
la
dijimos entonces,
les
¿no merecemos también
tienen otros ? ¿ Porqué
la
atrevido,
os habéis
parte en los despojos que
sotros tener nuestra
como
—
salimos para impedirlo,
de uno de nuestros
nos contestaron,
,
—
:
habiéndonos presentado antes reclamación ninguna?
aquí y no Sefior
al
!
modo que cuando Nos
ya saqueada.
aviniéronse unos con
;
que todo aquello habia
ciudad
la
se resistieron á
,
cabo y gritaron á una voz casa de Gil de Alagon y así lo ejecuta-
á saquear la
de
;
comprado
precio de lo que habían
el
plugo
les
pavorde de Tarragona.
y se apoderaron de cuanto en
ron salvarse
las
dos
dijeron otra vez
,
— Encamináronse ella
— Vamos
allá
,
caballerías en que él cabalgaba
nimos en nuestra presencia á
los
— Barones,
,
solo pudie-
porque en
Viendo esto
ricoshombres y á
eso
á la ca-
saqueáronla,
modo que
habia; de
aquella sazón las tenia en nuestro alojamiento.
quienes dijimos:
:
,
reu-
los obispos
no debe ya sufrirse
pues
;
,
á
tal
que ninguno de nosotros podría
pudiera ser nuestra tolerancia
,
contarse seguro de no morir á
manos de
esos amotinados, ó de
no
ver arrebatado por ellos cuanto posee. Por nuestra parte somos de
parecer que estemos apercibidos para
van
:
entonces nos armaremos
taremos en
la
plaza,
,
montaremos
donde no hay barrera
podarnos coger haciendo algún daño veinte así
,
primer alboroto que mue-
el
,
á caballo, nos presenni cadena, y de los
mandaremos ahorcar unos
ó sino de los primeros que nos vengan á
sirvan
de escarmiento á
mandamos luego
los
trasladar de
la
que
demás.
mano
— Para mayor
Almudaina
,
para que
seguridad
á la casa del
Templo
;
cosas, escoltándolas Nos en persona
todas nuestras
acompañado
,
de algunos de nuestros rícoshombres. Nos presentamos después ante Mala obra bael pueblo, v le dirigimos las siguientes palabras:
—
comenzado, barones, con saquear las casas de nuestros vasallos, de aquellos mayormente que ningún tuerto os han hecho
l>i-is
pero tened entendido que os han de costar caros tamaños
tados,yquesi
continuáis
ahorcar por esas
calles á tantos
guen
apestar
¡i
por
ciudad. Por
la
camino, hemos de mandar
ese
de vosotros
lo
atenta-
,
que
los
cadáveres
lle-
demás, tanto Nos como nuestros
rícoshombres, todos queremos que se os dé también en tierras y en
muebles
bienes
parte
la
que os corresponda.
—
Así que oyeron
en su mal pro-
nuestras últimas palabras, aquietáronse y cesaron pósito
pero con todo aconsejamos á los obispos y
;
no saliesen por entonces de tuviese
iu;in
sosegado
,
Almudaina hasta que
la
que entretanto
para dar luego su parte á
rada
el
arreglaríamos
Llegada
uno.
pavorde que
al
pueblo escuenta,
la
noche y cuando
la
lodo estuvo va tranquilo, marchóse cada uno á su casa.
CAPÍTULO LXXXl. Pasada ir
en corso
do en
el
las
;i
pul es de Berbería
;
dos galeras para
y
y mientras estaba
armamento, sobrevino una enfermedad
Glaramunl bia
armé don Ñuño una nave
pascua,
la
,
de
cual
la
dado sepultura
á su
murió
al
cabo de ocho
Guillermo de
á
dias.
ocupa-
él
No
bien se ha-
cadáver, cuando enfermaron asimismo
En
Raimundo Alamafi y don García Pérez de Meytats, que era de Aragón , de ilustre linaje y de nuestra meznada muriendo igual;
mente
los
dos
al
cabo de ocho
también En Geraldo de Cervelló
dias. ,
Después de
hijo de
ellos
enfermó
,
En Guillermo de Cer-
hermano mayor de En Raimundo Alaraañ; y falleció mismo modo á los ocho dias. Cuando el conde de Ampurias vellé
,
que liabian muerto aquellos tres todos
los del linaje
,
de un mes perdimos
el
\
á
modo que
en
el
al
ca-
corto espacio
esos cuatro caballeros, que eran de los
distinguidos de Cataluña; afligiéndonos en gran
que hubiese sobrevenido tamaña mortandad entre
vio
de perecer
de .Moneada, cayó también enfermo, y
bo de otros ocho dias falleció; de
nobles
creyó ya que habían
del
los
mas
manera
cabos de
,
Í2Í
HISTORIA
Habiéndonos entonces propuesto don Pero Cor-
nuestra hueste.
á
que pasaria
nel
Aragón
semos nos
traería de
ciento por
la
de Nos
que
{tedia
suma
indicada
aceptamos
;
allí
y que por cien mil sueldos que le diéciento y cincuenta caballeros, esto es, ,
ofrecimiento
el
feudo que tenia
y cincuenta por el
,
entregada
fuéle
;
cantidad
la
y emprendió su viaje.
,
CAPÍTULO LXXXII. Viendo que habían
Raimundo de Moneada y ,
y con
el
obispo de Barcelona
y á don Rodrigo Lizana
se presentasen á servir el
que
,
quedado con Nos
se habia
Aragón
en
se hallaban
para que
,
feudo que tenían de Nos. Así
lo
hicimos,
muy buen grado
y nos contestaron que comparecerían de
,
Ato de Foces
enviar órdenes á don
,
que
,
En
y
demás ricoshombres que antes hemos
los
acordamos con don Ñuño
citado
En Guillermo
fallecido los caballeros
pero
;
mientras ellos se disponían para venir, resolvimos hacer una cabal-
gada contra de Soller
,
los sarracenos
ya
,
á los cristianos
Salimos
unos
,
pues
,
de
pudimos reunir
fantes que
Aragón
á
de Buñola
habían retirado á
se
de Almerug y de Bayalbahar
mucho daño llensa.
que
,
,
ciudad con
dejamos
porque
á nuestra
la isla
pocos caballeros é in-
mas
los
es
habían
se
marchado
y tomando por
;
castillo
llamado
de
mas
derecha un
que está situado en aquella montaña y
hay en toda
desde donde causaban
,
los
y otros á Cataluña
,
montañas
estendiendo sus correrías hasta Po-
,
la
las
de Mallorca. Llegado á
la
los
cumbre
el valle
Oleró
monte
del
recibimos aviso del
que mandaba nuestra vanguardia de que
infantes no querían
acampar en
denado
,
mundo de Moneada á hacer alto.
,
á
En
;
Guillermo
,
los
habíamos or-
les
y por lo
,
mismo
hijo
de
,
enco-
En Rai-
nos adelantamos á su alcance para obligarles
Cuando estuvimos ya
cerca de nuestra delantera
,
vi-
de una cuesta y que iban caminando con dirección pero dejamos de seguirles , por no citada alquería de Inca
mosles la
que Nos
sino que se dirigían hacia Inca
mendando nuestra retaguardia
á
sitio
el
que
fuertes
al pié
desamparar á
;
los nuestros
,
pues
los
sarracenos les habían
atacado
y quitádoles dos ó tres acémilas durante nuestra ausencia ; aunque al juntarnos otra vez con la retaguardia Nos y los tres caba-
I»K
que nos habían acompañado,
lleros
gándoles á retirarse por nna de
las caballerías
qu** ellos se
Cuando estuvimos en
JAIME.
I».
d camino
.
ésta les había
que
cuesta
si
bían atacado
destinado pira pasar
ya de
Pero
,
Aragón]
v
Be
hallaban apostados,
motivo por
;
nos encaminamos
,
noche,
La
plan que m>s convendría
don Nníio
que
<'n
sarracenos nos
cual
el
hueste, luego que vieron que se alejaba
la
guardia. Juntos entonces
el
nuestros estaban otra vea
los
podrían hacemos algún daño á
Gomel
obli-
,
recobrando
había, y
allí
observamos que unos seiscientos
j
estaban reconociendo desde un cerro
acechando
rechazado
-•»
babian apoderado.
vimos que
allí,
I
sitio
\¡in-
l¡i
que habíamos
tuvimos consejo para acordar
y allí
En Guillermo de Moneada
adoptar.
(que en
al
ha-
el
intermedio había
mas entendían en
todos los caballeros que
,
regresado cosas
de guerra opinaron que no era prudente el acampar tan cerca del
enemigo
,
yormente habiéndose marchado ya nuestros infantes con milas y
la
mayor parte de
te las
pocas acémilas que nos habían quedado
garon
i la
laida
de
de no haber en toda
alguna distancia; de
«i
alquería de Mallorca
Estando en ésta, se
modo que,
nos
,
y
alojarnos
á
conquista de Mallorca
,
acudia á
la
toma de
la
sazón el
capital.
querido de N\os\ que lo habíamos propuesto
mar para que él
lo
pesar
buen or-
el
en Inca, que es
maestre
el
quince caballeros, aunque con la
lle-
caballeros,
regresamos luego á
presentó
á
ciudad.
la
del
Hospital,
En Hugo de Forcalquier, quien por haber tenido
ber podido hallarse en
nios,
y cuando estas
atacarnos, por ver
á
den que llevábamos. Fuimos, pues, la principal
,
retaguardia sino unos cuarenta
la
no se atrevieron los sarracenos
con otros
acé-
que nos hallábamos, bajamos Nos
colina en
la
despacio siguiéndolas
la
las
hacer noche en Inca. Hicimos entonces marchar delan-
ir á
de
ma-
por consiguiente, resol-
las provisiones;
vimos
llamado
,
que contaba con una fuerza de tres mil hombres
noticia
en ayuda nuestra
sentimiento de no ha-
Era En Hugo muy al
maestre de ultra-
nombrase maestre de su orden en nuestros domi-
nos correspondía igualmente con
su amistad: habiéndonos, pnes, manifestado que queria decirnos algunas palabras en v
presencia de sus caballeros solamente
nos entonces encarecidamente
bamos
,
,
que por
dímosle audiencia. la
amistad que
le
Rogóprofesá-
y por la confianza que él tenia en Nos , fuese nuestra voluntad é intercediésemos asimismo con los obispos y con los ri-
I
HISTORIA
>(')
coshombres isla,
para que
,
Hospital tuviese también su parte en
el
y do sufriese eternamente
á tan grandiosa
anadió
que
,
deshonra de no haber concurrido
la
— Vos,
hazaña como habia sido aquella conquista. nuestro señor y
sois
á cabo tan grande obra
la
escogido de Dios para llevar
el
no permitiréis seguramente que nuestra
,
y que para nuestra vergüenza puedan luego decir las gentes que ni el Hospital ni su maestre tuvieron
orden no participe de
ella
,
parte en tan señalado hecho de armas. afecto que siempre os
,
el
orden
,
y cuánto os habernos honrado
gana
el territorio
,
lo
no
si
que nos
muchos
que
corresponde
les
tros deseos
:
sin
embargo
no
lo
se
á vos y á vuestra
mismo
,
haremos de
hubiese ya repartido
todos los despojos y de los que recibieron ya la parte el
acceder desde luego á vues-
de
podéis estar seguro
,
contes-
le
distribuido
nos fuera
fácil
,
por
:
Si
pcdis.
se hubiesen
se hallasen ausentes
no
ignoráis,
hemos profesado
tamos
muy buena
— No
que
haremos
cuanto podamos para que quedéis contento de Nos.
CAPÍTULO lxxxiii. Vista
la
llamamos
súplica que nos habia hecho
al
obispo de Barcelona
de Moneada y á todos permanecían aun en
los
la isla
,
á
el
maestre del Hospital,
don Ñuño
,
á
En Guillermo
demás ricoshombres y caballeros que les rogamos encarecidamente que , y
accediesen á dar á aquella orden una parte de lo que todos había-
mos ganado. Viendo que
se
mostraban algún tanto rehacios
,
di-
ciéndonos que era imposible que se diese entonces una parte á los del Hospital
,
cuando todas
se hallaban
ya distribuidas, y hasta ha-
bían regresado á su pais muchos de los ricoshombres que las tenían
;
les
ciliario
contestamos:
todo,
sin
es? nos dijeron.
— Barones, un
dar repulsa
— Nos,
les
al
medio sabemos para con-
maestre y á su orden.
— ¿Cual
respondimos, poseérnosla mitad de
daremos por nuestra parte una y por consiguiente les buena alquería llamemos luego á Raimundo de Ampurias , que
la tierra
;
:
sabe lo que á cada deis
uno de vosotros ha tocado
ninguna alquería
quede
sin
,
,
y aunque
no
les
porque no es justo que alguno de vosotros
tenerla, podrán cedérseles algunas tierras, rebajando á
cada uno un poco de
la
porción que
le
ha tocado
;
y de este
mo-
DF.
do tendían ,
por
<|ii<-
deseábamos
lo
procuramos complacerla.
PÍOS toca
á
labras, se adhirieron tanto
No
correspondiente.
parte
la
1¿7
JAIME.
queráis
,
que reciba on desaire tan distinguida orden; ya veis que
barones lo
en todo
ellos
I).
tales pa-
nuestro dictamen, diciéndonos que,
¿i
se
.
— Oídas
conformaban con hacer
lo
que
les
pues
pro-
poníamos.
CAPÍTILO LXXX1V. Luego
habernos puesto de acuerdo con
de
sencia
el
que Nos y
aquí para ser-
vos habéis venido
ricoshombre» accedemos á
los
aunque esté todo repartido
y
;
— Maestre,
todo á Dios y luego á Nos en esta conquista
vir ante
cado
maestre del Hospital; y cuando estuvo en nuestra pre-
dijimos:
le
,
ricoshombre*,
Nos en nombre de todos,
quienes nos dijeron que respondiésemos
llamamos
los
,
nos habéis supli-
que
lo
sabed, pues,
:
y se hayan marchado ya
muchos de nuestros nobles que han recibido su parte , os daremos con todo , lo bastante para mantener á treinta caballeros , mandando
«pie así
igual de
al
se
suerte
de
,
,
aunque
y
otros no puedan hacer otro tanto,
los
uno una porción de
oí darán cada
repartimiento (1),
el libro del
demás. Nos os cederemos por nuestra parte una
los
buena alquería
haga constar en
modo que
vengáis
las tierras
que
han cabido en
tener lo suficiente para
á
1 Se da el nombre de Libros de Repartimiento mandaron formar algunos conquistadores, para que en )
(
les
á los
el
número
registros
que
ellos constase la dis-
tribución entre sus conmilitones de las propiedades de los vencidos. Tal fué el
que por
los
años de 1080 hizo estender Guillermo de Normandía después
de su conquista de Inglaterra espresivo tenia
la
nombre de Libro
,
y
al
cual los anglo-sajoncs vencidos dieron el
del juici
final
(
Domesday
sentencia irrevocable de su espropiacion
;
— bok),
porque con-
que formaron Bal-
tal el
duino de Flandes y los barones sus compañeros, cuando á principios del siglo \IU hubieron conquistado el imperio griego; y tales finalmente los que
ordenó
cada una de sus conquistas de MaDe estos dos últimos, que hemos examinado, el de Macanliene mas minuciosos detalles, pues á mas del nombre del caba-
llorca y
llorca
nuestro don Jaime después de Valencia.
llero agraciado calidad y linderos de la Gnca donada é indicación á veces de su antiguo poseedor sarraceno, esplica cómo se hizo el repartimiento; al paso que el de Valencia se contenta muy á menudo con decir: Guüleltmu, Pe.
(rus la
ct
Matheus
,
,
portam de Boatcla
sunt germani eapcllani domini regis ,
et tres
casas inlus dictam portam
i
,
octo jovatas jux-
sexto idus julii.
I
¿8
HISTORIA
de caballeros que os hemos indicado. Nos parece que con esto po-
muy honrado
déis teneros por
Templo, que concurrieron
del
tonces
mano
la
maestre y
el ;
mas no
lamente á
merced
nos
deis
también
parte
que
podamos
habitar.
ricoshombres de
lo
acompañaban para besarnos
permitimos
al
primero, y
de
atrevemos
nos
,
— Al
oir
,
señor
nos contestaron
,
;
ya que tanta
,
nos
algunas casas en
demanda, volvímonos á
tal
que ahora nos vienen pidiendo esos
posible
alargamos so-
rogaros que
á
muebles y
bienes
los
la
nos dijeron luego
,
preguntamos sonriendo:
les
y
,
— Levantáronse en-
le
hecho
habéis
á los
que
— Señor
demás.
los
á la conquista.
los freiles
se lo
como
ya que os damos tanto
,
porque
— ¿Qué
freiles ?
el
los
os parece
— Que
es im-
que ha recibido ya sus
dineros ó su parte del botin, es bien seguro que no querrá traerla
En
otra vez á colación. á lo
menos
conciliario
donde puedan
solar
modo
de
,
cumplidos sus deseos ?
— Pues que hay
—
allí
maestre y
—
edificarlas.
¿
sin perjudicar á los
En
hora buena
la
y podrán
bienes muebles
los
te en todo, el
que
siendo así, démosles
truidas las paredes
cuanto á
cuanto alas casas, podrá buscarse alguna, ó
,
como
ellos desean.
los freiles
mas de contento baban también
;
;
demás, viesen
ellos
Atarazana, donde hallarán ya cons-
muy buenas
edificarse
podemos cederles
las
mientras que
el
la
mano
,
casas
cuatro
así
:
—Alegráronse con
besáronnos
el arbitrio
fuese posible
si
nos contestaron todos.
,
y que fueron del rey de Mallorca
,
Y
;
y en
galeras
tendrán par-
nuestras palabras
y derramaron lágri-
obispo y los ricoshombres apro-
que habíamos hallado para dejarlos
á to-
dos satisfechos.
En el
aquella sazón se
obispo de Barcelona y don
resolvimos dirigirnos
á la
Gimeno de Urrea
montaña contra
estuvimos en Inca, se presentó también
habiendo llamado á
ban
la
los
Nos en
hallaban aun con
ricoshombres y
la isla
por cuyo motivo
;
los sarracenos.
maestre del Hospital, y los adalides que manda-
á
,
nos diesen consejo sobre lo que deberíamos hacer.
que atendidas
las
el
,
pedírnosles que
Don Ñuño, En
maestre del Hospital fueron de dictamen,
pocas fuerzas que
llevábamos, no era prudente
que nos aventurásemos en aquel terreno tañas de Soller
Cuando
el
frontera y conocían los pasos de la tierra
Gimeno de Urrea y
don Ñuño,
;
pues como en
las
mon-
de Almerug y de Bayalbahar, donde Nos quería-
mos internarnos, hubiese por
lo
menos
tres mil
moros de armas
I».
I»F.
120
JVl.MK.
por uno llamado Xuaip, que era natural de Chivert y
acaudillados
compañía
llevaba en ra
anos veinte ó treinta de
á
níamos en inminente riesgo nuestra persona
acompasaban. Conocimos que tenían rason
nos
aunque muí
pwai nuestro
i
,
desistimos
de todos
la
j
caballo; po-
¡i
por
. j
los
que
misino,
lo
por entonces de aquella
empresa.
CAPÍTULO lxxxv.
Luego que cada uno
ricoshombres nos hubieron dejado
su alojamiento
á
—
dijimos:
de Nos
;
la
man liándose
,
llamar á los adalides
y hablando
Os mandamos que por
nos digáis
tenéis
mandamos
,
se presentasen delante
que les
los
la
con
,
naturaleza que con
allí
Nos
verdad sobre cuanto os preguntemos. ¿Sabe
en esa sierra que mirada desde
Habéis estado
para
ellos á solas,
alguno de vosotros que haya sarracenos en otra parte de Bino
,
aquí nos
alguno de vosotros?-—
nos contestó uno de ellos, estuve yo
parece
Como
la
isla,
tan alta?
ocho dias atrás,
en cabalgada, y por cierto que pensábamos coger prisioneros ú algunos sarracenos en una cueallí
de esa misma sierra que vos estáis viendo; pero antes de que
\.i
pudiésemos alcanzarlos
armados, y
rayos,
,
salieron á recibirles
mas de sesenta de
misma cueva.
se recogieron juntos en la
muestre,
don Girneno de Urrea y
á
lados que
— Hemos
Nos en
hallaban con
se
á otros caballeros
aquella
hallado un arbitrio para que
con tan poco
\
salimos
(1
Como
)
bre que
el
habrá observado
ahora lleva es siglo vista
sin
W
se
li
— ¿Cuál
aquí un adalid, contestamos
de Mallorca á
muy
la
dijimos:
(
1
y
) ,
puedan
es? nos pregun-
Nos, que nos guiará
el
lector,
la
época del Cronista
;
enuncia aun por
que parezca haber
les
don Jaime no da nunca otro nomciudad cabeza de la isla pues el de Palma que
posterior á
alguna confusión
esperimen-
para conquistar esos montes, y nos
retiramos sin haberlo siquiera intentado.
— Hay
,
al
no hayamos de volvernos
rovecho y tanta mengua á Mallorca
luego decirnos que
taron.
cabalgada
— No
Ñuño,
nos desagradaron tales noticias; y llamando luego á don
los
las idas
el
primitivo.
,
á fines del
Por esto presentan
y venidas de iMallorca
salido de la
como que que
esplica
isla.
17
á
primera
don Jaime,
,
IllSTOJUA
i'M) á
donde podremos hacer una buena presa de sarracenos; pues no
hace mas de ocho dias que
de
dejó
los
montaña que yo os mostrare
la
balguemos, pues, con
mos entonces
al
modo
caballeros de qué
dijeron ellos.
,
parte
la
— Ca-
— Llama-
delante de nuestros
y nos contó otra vez
,
en
y se hallan
,
en tierra de Artana.
ayuda de Dios
la
adalid
,
allí
había encontrado á los sarracenos.
CAPÍTULO LXXXYI. Resuelta ya
la
espedicion
,
dimos orden para que
se levantasen nuestras tiendas y
nos
allá
todo nuestro equipaje para dirigir-
enviando delante de Nos á algunos corredores que blo-
,
y que les impidiesen Nos llegásemos. Cumplióse todo puntualmente
queasen á
dispuesto
los sarracenos,
y cuando
;
al
hallarse los sarracenos
diciéndonos
:
— No
se nos
ellos
,
como
antes de que
;
corredores
,
pues hemos
—Vímoslos
,
en efec-
se hallaban en la
montaña
mas
;
nuestras caballerías se hallasen ya rendidas del calor que ha-
aquel cerro
,
dando orden para que
al
rio
eran en todo unos treinta y cinco
:
que corria á
nuestros
caballos
las
avenidas para que no
Nos acordaríamos
lo
de
que
,
previniendo además que los
vientes irian á atacar el peñón en que se hallaban los
tomando
la falda
amanecer del dia siguiente
estuviésemos todos dispuestos y armados
ron.
habíamos
lo
para que fuesen vistos de
determinamos acampar junto á un
,
mucho
buscarlos
y ahí los tenéis.
que en mayor número
los suyos,
como
presentaron nuestros
que habian encendido almenaras
,
cia
,
el salir
anochecer llegamos cerca de donde debían
tendréis que
escaramuceado ya con to
amanecer
al
pudiesen
Era aquel cerro tan empinado, que
sarracenos
escaparse
demás que debiese hacerse. Así
sir-
mientras
,
lo
cumplie-
remataba en punta,
casi
y habia en él una peña saliente, en mitad de la cual había las cue-
de
modo que
vas
donde
las
piedras que les arrojaban los nuestros
ellos se recogían
cer daño en las chozas que
,
allí
,
y solo podian estas ha-
á la boca de
la
construido. Embistieron los nuestros aquella
combate
á los sarracenos
;
y
cuando estos
dañábanles arrojándoles algunas piedras
buen rato
,
con satisfacción de
los
que
;
lo
estaban á salvo de
allí
se
misma cueva habi;m
entrada, llamando
aventuraban á
continuando
así
á
salir,
por un
estábamos mirando.
DE
I».
MMK.
I
que permanezcamos aquí,
sirte el
mos; poique
piedras que
las
ñas
luego resohrereis mejor ta prisa
,
don \uíío
del Hospital
;
v
nos
s
manto hace-
en vane
Cau-
herirles las
comer ,
que
— Bien
Be tes arrojan des-
pues,
Berái,
mejor que
os
que es día de ayuno, y
ya
— No
os deis tan-
pues yo os aseguro que ellos
;
rey, añadió
dice el
el
maestre
pero con todo, podéis iros los dos, y cuando hayáis aquí algunas fuerzas y veremos lo que deberá
comido, enviad cerse.
qi
estamos tirando no pueden
respondimos
caerán en nuestras manos.
i
de mida
señor, que
que hacer convenga.
lo
le
,
i
mediodía;
>a
Es
abajo.
entretanto podréis
vayáis i
les
tampoco pueden
sarles dallo, mi
de
— Creo,
Ñuño:
don
*
LWWU.
CAPÍTULO Díjonos entonces
í
— Accedimos
que nos dijeron
á lo
marchamos de
el
ha-
Ñuño,
maestre y don
allí.
CAPÍTULO lxxxyiii. Mientras Nos estábamos comiendo, inilas
,
puso una cadena
extremo de
al
fuego en un caldero con leña seca cadena, dióle
do de
los
,
maestre reató sus acémi-
el
recua, mandó encender
la
y atando á un
sarracenos desde
la altura
en que
los
ban hasta que vieron que había llegado junto á á
una de
¡i
como
nuestros se hallalas
el
el
otra el incendio, y ardieron
hasta
el
tienda en que estábamos comiendo.
maestre que
se
(dios contestaron,
siguiente
.
rindiesen
que
que era
socorridos por
los
rio
si
querían perecer todos; á
dentro de ocho dias
si
de
la
montaña
satisfacción des-
Mandóles decir entonces
de san Lázaro y dia
el
ellos aquella fuerza y
,
.
á
contar
ella, á
condición
esperar siquiera
hacían
;
mas
sin
el
maestre
á
y con
deque no
nos
le
desde
Nos
el
propuesta que
lo cual
cuaresma, no eran
entregarían á
se
cuanto tenían en
de
,
debiesen darse por cautivos. Vino luego l,i
Pegó
recio
y
,
número de veinte, contemplándolo Nos con gran la
barracas.
soplaba bastante
ellas
viento, propagóse de una
de
la
caldero, y lo bajaron poco á poco y sin ser senti-
el
entonces fuego
hombre con
manifestarnuestra
— msToim
132 respuesta, añadió
—
:
Ffo aceptéis tales condiciones
:
que se den por
sino, rendidos están y que mueran, los villanos. Así fué á decírselo , y entonces convinieron en entregarse cautivos cautivos; ó
si
de
allí
ocho dias
á
bían ningún socorro
de
que
domingo de Ramos
seria el
dándonos en rehenes de su palabra
;
principales
que
necesidad
dia
un poco de pan por todo bastimento
sino
hubimos de mantenernos con
mas de
hombres que comian de
cien
de
la
de
los sarracenos
hueste
,
veíanse reducidos á buscar trigo
y comerlo tostado
,
y aun
,
lo nuestro.
pero en
último
el
,
don Ñuño
En
cuanto á
por
las
modo que
de
;
,
porque no tenía-
,
panes Nos
siete
los hijos
en aque-
se hallaban refugiados
intermedio nos vimos en bastante
mos
no reci-
,
cuevas. Descansamos entretanto esperando aquel día
llas
el
moros
los diez
,
y los
alquerías
nos pidieron
y nos vimos precisados á concederles permiso para comer carne.
CAPÍTULO lxxxix. Antes de que venciese para rendirse
juntó don Pero Maza
,
cuantos hombres de
(
de
1
la
armes
de
fet
ne no
,
algunos caballeros
nom almugavers
están en viles ni
ciutats
.
Jiaver
é de acó viuen.
,
poricn sostcnir los es
:
,
adelils quels
guien saben
una camisa
nella ó
les
,
sia
herbes deis camps. que sol no les terres els
,
c ais
reja
é
un fogur á
la cinta.
rá de cuyr en que apporten
per fugir
é
lles altres
gents
per encalsar.
que
hom
camins.
istiu ó ivcrn
peus unes avarques
cuyr
deis serc
de llur
so fferen moltes malenances que cls altres homens no
que be passaran á vegades dos jorns sens menjar,
menjarán de
é
E
1 ),
sino en montanyes é en
E
é guerrejen tots jorns
.
(
son gents qui no viuen sino
entren di?is la térra ab serrayns. rayns una jornada ó dues, lladrunyant é prenent deis serrayns molts
boschs
unos
,
hueste y cierto número de almogávares
Aqüestes genis qui han
)
plazo que habian señalado los sitiados
el
E
E
é
en
de cuyr.
E
,
E
s'
si
menester
en prehen res
:
e los
no apportrn mes que una go-
les
carnes porten unes calses de
porten bon coltell é bona cor-
porta cascú una llansa é dos darts é un se-
llur vianda.
E
son
molt forts
é
molt laugers
son catalans ó aragonesos ó serrayns.
apella
Golfins son castellans é sulagons
E
aque-
é gents de
parfunda Spanya é son la major partida de paratge. E per co com no han rendes ó han degastat ó jugat ó per alguna mala fcyta fugen de llur térra ab llurs armes. E axí com á homens que no saben altre fer venensen á la frontera deis ports de Muradal qui son grans montanyes é forts c yrans boscatges, é marquen ab la térra deis serrayns é deis crestians, é quens passa lo cami qui va de Castella á Córdoba é á Sicilia axi aquellrs gentt ,
,
,
,
,
,
,
DE con quienes
l>.
133
JAIME.
una cabalgada, llegando
hi/<»
habían recogido bastantes sarracenos;
se
do algunas ballestas, saetas
picos
dos
mos,
J
dos en
Salido va
sol
''I
cuevas que
otorgado;
habiéndole
j
'los
á
lo
mandamos
.
dias,
que nos contestaron
parasen entretanto para
«abo de
salir
el
día
los
cua-
de
Ra-
sarracenos retira-
que debíamos esperar
,
;
cebada, comenzaron ya
liaste
pero que se
de su escondite. Preparáronse
recogieron todo mi vestuario, y dejándonos tidad de trigo y
Nos envia-
convenio que nos habían
el
hora de tenia. Dijímosles que tenian razón
la
al
decir á loa
cumpliesen
n<>>
que
la
que nos pidió por un mensaje,
quinientos prisioneros. Llegó en esto
tr.ijo
las
ana coeva en
j
combatió á aquellos por espacio de les
;¡
allá
á bajar
,
pre-
pues;
arriba gran can-
mucho
antes de
luna que habian indicado. Eran en número de mil y quinientos de modo que con los que ya teníamos en nuestro poder reunimos l,i
;
hasta dos mil prisioneros sarracenos,
gian cas
el
espacio de
mas de
>
espedicion
,
que puestos en camino, co-
mas de una legua. Con
treinta mil ovejas
ellos y
con diez mil va-
que recogimos además en
emprendimos otra vez
aquella
vuelta á Mallorca,
la
donde
entramos luego contento y satisfecho.
CAPiTILO \C. Etí Mallorca
recibimos
de que don Ato de Foces y encontrarnos , de lo que nos alegra-
la noticia
don Rodrigo Lizana venían
á
mos en gran manera
las
teníamos con Nos.
,
por
pocas fuerzas que en aquella sazón
Don Rodrigo
hizo fletar
habian estado ya en nuestro pasaje á para trasportar los caballos
embarcó
les
su equipaje y
,
la isla
una tarida de y
que era
que
las
á propósito
y luego otros dos leños, en los cua-
provisiones
presentándosenos
;
,
á poco
é scrrayns. E están en aqueüs boscatges é aquí viutn : é $tm mnlt grant geni», tan que el rey de Centella non pot venir ú ñ. —D'Es-
,
clot, I..i
10,
r.
7!).
voz almogávar puede componerse del árabe Mghábr, que significa foy del articulo al', ó del hebreo Muhavar compañero, socio agregado. quien escribe almogárabes pero de todos modos conocemos el origen institución como árabe, tanto por lo que dice D' Esclot, como por ver .
Hay
¡
«le
que hl
la
es
asimismo árabe
el
nombre que daban
á
sus caudillos ó adalides (dav
— HISTORIA
134 (le
haber llegado
Pollensa
á
,
con treinta caballeros bien armados
todo lo necesario. Don Ato se embarcó con don y provistos de Blasco Maza y los caballeros que acompañaban á entrambos en una coca de esas de Bayona
empezó
el
mas luego que estuvieron en
;
buque á hacer agua por dos ó pequeños
sacarla con calderos
que pudieron; de modo que aunque cualquier punto de
costa
la
,
mucha agua
cia
,
;
pues
ya de Cataluña
la
en términos
mejor
deseaban abordar luego á ,
ya de Mallorca
fuerza del temporal les llevó otra vez á Tarragona
ron salvos por milagro
,
que
tres partes, teniendo
y calafatear las aberturas lo
,
mar,
alta
embarcación era
,
la
,
á donde llega-
muy
ha-
vieja y
que apenas habian tenido tiempo
para desembarcar sus caballos y equipaje, cuando se abrió de por
medio.
CAPÍTULO XCI. Cuando hubimos pasado todo aquel verano en Mallorca
mos un y
dijimos
le
En Bernardo
dia á
de Santa Eugenia, señor de Torroella,
que habiendo Nos permanecido
:
desde que habia sido ganada taluña
;
que
él
llama-
,
la
ciudad
,
allí
tiempo
tanto
queríamos volvernos
á
Ca-
quedaría en Mallorca como lugarteniente nuestro,
caballeros y á todos y que por consiguiente daríamos orden á los los demás vasallos para que se condujesen con él como con Nos
mismo. Contestónos que
le placía
mos donación por durante ca de Torroella y
cuánto tal
le
;
,
muy
pues era
,
el
le
para que así viesen
amor que con
hiciése-
situado cer-
,
y conocimos efectivamente que
don agradecía mas que todo
mos
pero nos rogó que
su vida del castillo de País
de Palafurgell
amábamos
,
gentes
las
otorgarle
al
ello le
mostrába-
corta la renta que producía aquel lugar.
Con-
venidos ya en esto, nos comprometimos además, mediante escritura, á indemnizarle todos los gastos
y luego,
que por Nos hiciese en Mallorca;
mandando juntar consejo general de
pobladores de
la isla
,
dirigimos á todos
los caballeros y
las siguientes
demás
palabras
Barones, hace ya catorce meses que permanecemos aquí
,
sin
:
que
en ninguna ocasión hayamos querido separarnos de vosotros; pero entrada del invierno, y
estamos ahora á
la
gracias á Dios
no tiene ya
,
como nos parece que,
de qué temer esta tierra
,
(inoremos
di:
volvernoi
tes para si
notitroi otroi reinos. Desde
i
podremos
iiiimik»,
necesario fuere vista,
\
consejo
iliims
defensa
la
nunca de
la
isla
,
de que noche
ningún
medio
de Espalia
re]
mar,
del
nuestra Señora
y
mejor que no aquí
deque no
os perderemos
día estaremos pensando en rosó-
|
gracia, que no
la
pude alcanzar
de que conquistásemos un reino puesto en
.
de
4
acudiremos también en persona,
j
seguros
pues estad
;
allá
podremos enviaros nuevas hues-
;
Ya que Dios nos ha hecho
tros.
13o
jaimi:.
i»,
hayamos podido
<|u<'
Santa Moría
otras que se
sin
,
edificar aquí iglesia á
levantaran con el
tiempo; no temáis que os desamparemos, antes bien acudiremos siempre en vuestra ayuda,
muy
j
personalmente entre vosotros.
menudo nos
á
veréis v tendréis
— Despedímonos entóneos todos ver-
tiendo abundantes lágrimas; y
al
cabo de un buen rato en que el
dolor había embargado nuestra lengua, les manifestamos que
bíamos nombrado por su caudillo á nia
que
En Bernardo de Santa Euge-
por quien esperábamos que harían
,
á
ellos
la
lo
que por Nos mismo
y primera nueva que tuviésemos de que se dirigía contra
alguna armada
,
XCII.
Después de habernos despedido de nuestros vasallos de los cuales se
que
se
mos nurstro
quedaban
por
,
Nos si
;
dejamos
los
viaje dirigiéndonos á
surtas dos galeras,
gona parte de s,„i
mos J
Simón
mu
por
el
tratos
|¡,
,
isla,
y san Judas, la
donde hallamos
bienvenida y
mucho que
habian menester la
armas
y emprendi-
,
Palomera, donde ,
las
se hallaban
y otra
que era
primera, y en la de Tarraque nos acompañaban , hicímonos á la mar el dia
toda bonanza á
Tamarit
darnos
los
los caballos y
una de En Raimundo de Canet
de Tarragona. Embarrado Nos en
de
la
conformaron con nuestra partida, ya que habia de ser
ventajosa para ellos y para los
;
nos tendrían inmediatamente á su lado.
CAPÍTULO
á
ha-
le
y
la
á los tres dias
de navegación llega-
Porrasa que se halla entre Tarragona
En Raimundo de Plegamans,que al besarnos la mano, echóse á llorar de gozo, á
causaba nuestra vista.
que habíamos celebrado con
el
rey de
Como
él
León
quedebia dar-
,
sabia ya los
130
HISTORIA
nos su hija por esposa
luego
la
1
y con ella su reino
)
muerte de aquel rey.
— Así
mos.
(
á lo
hombres de
menos
lo
— ¿Y
la
anunciónos desde
sabéis de cierto?
diji-
le
han contado, nos respondió, algunos
que han llegado
Castilla
,
á Barcelona.
— Fuéronnos
bastante dolorosas tales nuevas; pero nos consolamos luego, pen-
sando que en resumen valia mas
la
conquista de Mallorca que aca-
bábamos de
el
provecho que pudiera resultar-
nos de
do
que
lo
el
que todo
,
adquisición de aquel reino
la
tal la
verificar
voluntad de Dios
Señor no quería.
,
y que ya
;
que no habia si-
no debíamos Nos e ntrometernos en
Con
esto nos
quedamos
á
dormir
allí
hasta que amaneciese.
CAPÍTULO
Á
poco de haber amanecido
y nos dirigimos á remo
al
XCIIi
entramos otra vez en
,
puerto ó playa de Tarragona, en donde
desembarcamos y salieron á recibirnos con deras desplegadas los habitantes de
la
(i)
Á
fines del
mes de
ca
,
un
mayor
júbilo y
el
ban-
comer
equipaje de nuestros
año anterior de 1228, mientras don Jai-
en ordenar los preparativos de su espedicion á Mallor-
fué anulado á causa del parentesco su
Castilla, por la
abril del
el
ciudad. Al acabar de
y luego de haber sacado de á bordo todo
me andaba ocupado
las galeras
concilio
que con
matrimonio con doña Leonor de en Tarragona, bajo
este objeto se celebró
presidencia del legado apostólico,
el
cardenal de Santa Sabina. Legitimó
quedaba de aquella reina llamado Alfonso para que le sucediese en Aragón y doña Leonor se volvió luego á Castilla donde murió años adelante (en 1351), en el convento de Nuestra Señora de Salas, á donde se habia retirado. Por este misino tiempo don Alfonso IX de León estaba empeñado en que le sucediesen en el reino las hijas Sancha entonces don Jaime
al
hijo
que
le
,
;
,
,
y Dulcía habidas de su primer matrimonio con doña Teresa de Portugal, en perjuicio del hijo don Fernando , que le habia dado su segunda mujer ,
doña Berenguela
;
y así fué
que luego de haber tenido noticia de la decisión don Jaime á su primogénita
del concilio de Tarragona, trató de casar con
Sancha
,
dándole por dote su reino. El fallecimiento de don Alfonso á 24 de
setiembre de este mismo año 1229 desvaneció aquellos proyectos
;
pues aun-
que en su testamento instituyó herederas á las infantas y se alzaron por algunos pueblos obtuvo al fin la primacía don Fernando. Mas quizás hubiera sido muy diferente el resultado, si verificándose el enlace de doña
ellas
,
Sancha, hubiese tenido que luchar narca aragonés y con zañas.
el
el
infante de Castilla con el poder del
prestigio que
daban
á su
nombre
mo-
sus recientes ha-
DE
hombres
de
y
Ii7
JAIA1K.
I>.
marineros , levantóse tao fuerte leveche
los
,
que
hizo zozobrar las saleras que se hallaban surtas á la boca del puer-
to,
en frente de
y
edificar
el
arzobispo Aspargo
dos hombres de
los seis
mostrarnos un nuevo
de San Miguel) que había mandado
capilla
la
>
;
modo que
de
que en
ellas
había
¡
boío pudieron salvarse
queriendo
así el
señalado milagro. Después de
haber per-
manecido por algún tiempo en Tarragona, partimos pora blanc
,
j
de»de
En todo
Lérida.
procesiones y estremado
Dios por
las
nos acogieron
tránsito
el
alborozo
,
Mon-
dragón, pasando antes por
nos encaminamos ¿
allí
Señor
nuestros vasallos con
y todos
tributaban gracias
á
mercedes que nos había dispensado.
CAPÍTULO XCIY. Pasamos aquel invierno en Aragón (i), y luego nos volvimos á Cataluña , donde , estando en Barcelona , tuvimos noticia de que el rey de
Túnez hacia
sus
aprestos para pasar á Mallorca
objeto se apoderaba de todas («tros cristianos. \
.i
las
Pedímos entonces
los prohombres
á
naves de písanos, genoveses y los nobles que nos acompañaban
de Barcelona (2), que nos aconsejasen loque de-
biéramos hacer atendidas
las
nuevas que habíamos recibido
fueron de parecer que debíamos esperar hasta que
mas BeguraS) porque no siempre ba de tan remotas tierras.
fuimos entretanto
con cuyo
,
á
salia cierto
todo
Conformándonos con
lo
las
;
y ellos
tuviésemos
que
se conta-
este dictamen, nos
Vich, para resolver ciertas cuestiones que se
habían suscitado entre
En
Guillermo de Moneada y algunos habi-
Por este tiempo fué también don Jaime á Tudela á tener su primera rnlrevista ron el rey (te Navarra, de la cual nos dará cuenta mas adelante: y do es eslraño que omita aquí este suceso, porque, como no sigue en su (1)
historia
un orden rigurosamente cronológico traspone á veces los hechos los que conciernen á un mismo negocio, sin ,
para referir de por junto todos
muy raras veces, la fecha en que ocurrió cada uno. Prohombres Probi ¡tomines) era el título que se daba á k>s individuos que componían algunas municipalidades, y en particular 'a de Barcelona. Cuando el mismo don Jaime reformó esta corporación en 1249, les indicar, sino (1)
(
llamó paheres y conselleres ó consejeros; pero en
nue>a organización de 1*257 se les dio otra vez el mismo dictado de prohombres, basta que lo perdieron definitivamente cuando por otra nueva ordenanza del año 1274 quela
.
daron divididos en conselleres
y jurados.
18
msioiuv
|;18
poro á los dos dias de estar allí se Uptes do aquella población nos presentó un mensajero de En Kai mundo de Plegamans , que ;
habiendo andado toda
la
noche llegó antes de
la
hora de tercia,
para decirnos que se habian recibido en Barcelona noticias ciertas
rey de Túnez debia hallarse ya á aquellas horas en
de que
el
llorca.
Sobresaltónos
tal
mensaje
y dándonos toda
;
la prisa
Ma-
posible,
por temor de que no nos sucediese en aquel reino algún fracaso,
no hicimos mas que comer un poco
gamos por che
que larga había sido
:
namos por
mañana
la
mos luego una al
á Barcelona
tarde
la
vela
preguntando en un bote
la
uno de
á
la
jornada. El dia siguiente nos encami-
playa para tomar lengua
y descubri-
,
tiempo favorable
el
semblante
los
marineros
que desembarcó
,
la isla
esté
traéis
,
le
llegar allá antes
dijimos él
;
empresa que quiso
el
se
en Tarragona. Dijimos entonces á
haya llevado
Señor que
demudado
allí el
y
provechoso para Nos ni para nuestro reino
y primero ;
rey de
confiamos en Dios
;
— No nos parece bien loque nos han aconsejado ni
el
nos contestó
;
:
dia para hallarnos
llegó
,
estábamos esperando. Era de Mallorca
— Tememos, señor, que no ya pero Túnez. —Malas nuevas — señalamos que que podremos el
lle-
,
donde descansamos aquella no-
,
qué noticias traian de
,
y cabalgando en seguida
que como tenia
,
cabo de poco que
á
la
,
;
desde luego
los nuestros:
de Barcelona,
los
pues
la
mas grande
buen término desde cien años acá
á
se cumpliese
por Nos con
la
conquista de
Ma-
la dio , no la perdamos ahora por pey ya que Dios nos reza ni por cobardía. Resueltos estamos á ir á socorrerla en perso-
llorca
;
los que nos acompañaron y para ello señalaremos dia á todos en aquella conquista, y enviaremos órdenes á Aragón, para que to-
na
,
dos
los
que tengan por Nos algún feudo ó sean de nuestra mezna-
da comparezcan en Salou dentro de tres semanas con todas fuerzas que reunir puedan
morir
en Mallorca
perderemos
,
nó
;
haremos, cuanto de plimos.
,
:
allí les
esperaremos
;
las
pues preferimos
que perderla por nuestra culpa. Mas no
Dios y
los
hombres nos serán
Nos dependa por
conservarla.
testigos de
— Así lo
la
que
cum-
DE
l>.
i
UME.
1
39
CAPÍTULO \CV. inte* del día que habíamos señalado, nos hallábamos yaenTarigooa; teníamos fletadas naves, tandas j una galera, en la cual
i
estuvimos para adquirir noticia de i
llaHorca
¡
j
pero cou otros cincuenta que
;
charnos, vinieron
gona
el
número
En GruiHermo de Cervera
v
que
,
bailamos en aquella
indicado. Antes de
vernos nuestro pariente
á
poder embarcar
para
Doscientos y cincuenta reereolos
pudimos reunimos en
tierra,
sarracenos babian llegado
loa
habíamos dispuesto todo
lo
hasta trescientos caballeros. se presentaron
si
arzobispo de Tarra-
el
religioso
mar-
de Poblet
quienes
,
derramando lágrimas.) nos rogaron por Dios, por el amor que nos tenían y por el buen consejo que nos daban , que no arriesgáse-
mos nuestra persona en aquella empresa, sino aquellos caballeros
que teníamos
don Ñuño;
dillo á
allí
reunidos, dándoles por cau-
mas aunque nos conmovió
pondimos que por nada
del
que enviásemos á
mundo queríamos
su llanto, les resdesistir.
nos estrecharon entre sus brazos para detenernos
mos,
tomamos desde luego
v
el
de Mallorca
( 1 )
infante
con quien habíamos hecho permuta de
,
;
pero
por mas que
le
los
que
don Pela
tierra
enviamos dos mensajes
El infante don Pedro, de quien aquí se Irala
(t)
el
,
pero nos desasi-
camino de Salou. Otro de
habíamos convocado para aquella expedición era dro de Portugal
;
Porfiaron
,
fué
hijo del
rey
don
hermano de don Alfonso II de Portugal. La ejecución del testamento del padre promovió entre los hermanos graves disensiones que obligaron á don Pedro á estrañarsc del reino. Pasó á Marruecos, permaneció allí por espacio de algunos años, y luego se refugió en el reino de Aragón al lado de don Jaime, quien para honrarle le casó con la condesa de urrey en la ge! doña \urembiai\, la misma que habia sido repuesta por el posesión de sus estados, usurpados por los Cabreras. Muerta doña Aurembiaíx y habiendo instituido heredero á su esposo, temió don Jaime que éste, por poco apego al país, como estranjero, no entrase en tr.itos con los Cabreras enajenando á su Favor el condado; y procuro por lo mismo balaSancho
I
y
.
.
,
,
garle con el señorío de Mallorca bajo ciertas reservas, para poder así incorporar á su real corona los estados de Urgel. Convino en ello el infante don -j!> de setiembre de Pedro, y 1230 fué otorgada eu Lérida la escritura de ,i
permuta. Sin embargo
,
gozó por pocos años de su uuevo señorío
;
pues sien-
HISTORIA
140
duiéndole que pensase en socorrer testó
que comparecería
la
isla
que siempre con-
y
,
no había cumplido hata entonces su pa-
,
labra.
CAPÍTULO XCVI.
A
media noche, cuando hacíamos levantar
embarcaciones para ponerlas en franquía en ¡
Oh
de
ce don
poco
mar
ribera del
la
,
galera
la
Ñuño
!
Qué hay
¿
nos respondieron
,
porque ha llegado
con vos.
de nuevo ?
— De buenas
el
les
,
diciendo
contestamos.
que os ruega
,
le
infante de Portugal
y
quiere ;
galera, y
ñor
,
le
,
verle
tal
das
que
harán á
si
no sea que
la
os place
el
,
,
la
,
esla
se-
caballe-
demás
se presen-
mal aparejado venis
;
;
ya en Mallorca.
galera con un caballero y un
to no fué difícil el cumplirlo ,
allí
embarcaos en homar por la mañana que Nos no podemos retardar el viaje
don Ñuño que hiciese embarcar
gún otro caballero
hablar
subieron á
¿
los
un
aquí tenéis nuestras naves y tari-
rey de Túnez se halle
en quedarse en
—Di-
— He venido — Cuántos
,
!
¡
,
qué quería.
,
ó
se
ra buena,
Ñuño
— Cuatro cinco, nos contestó; — Válgame Dios don Pedro
empresa. Sin embargo
para
á
al
y don
él
para acompañaros á Mallorca.
,
tarán luego.
gando
en un bote
,
preguntamos
nos dijo
ros traéis?
,
pues
—
mas pen-
sándolo luego mejor, resolvimos que se presentase, ya que taba. Vinieron
:
aguardéis
primeras no queríamos recibirle
á
Ñuño
presentó don
se
,
áncoras á nuestras
y oímos que nos daban voces
,
—
las
ni traia
dicho. Salió entonces don
,
— Convino
escudero
,
encar-
demás; y por cierporque no había comparecido nin-
mas que
Ñuño de
la
á los
los
cuatro que nos habia
galera, y se
quedó con Nos
el infante.
C4PÍTIL0 Levadas ya
dimos
el viaje
mandamos empuñar los remos, emprennavegando á vela y remo , llegamos al cabo de
las anclas ,
y
XCYII.
,
do poco amigo de las armas, y debiendo vivir allí en continua zozobra por la vecindad de los moros africanos, se resolvió á abandonarlo, cediéndolo nue-
vamente
á
don Jaime en 1244.
DK •los días
Soller
¡í
I
eso de mediodía. Hallábase
i
ción de genoveses
JAIME.
I).
descubrir nuestra zatara
asustado
habían
los coates se
,
estremo
en
mas luego que recopocieron
¡
largaron ra lancha y nos salieron
al
pabellón,
el
Habiéndoles pre-
encuentro.
al
I
embarca-
una
allí
i
guntado en seguida qué noticias tenían de .Mallorca y si sabían que nos contestaron hubiese llegado allá la armada del rey de Túnez ;
que mu] buenas,
y
raceno estranjero.
que no
en toda
se hallaba
Regocijándonos con
tan
la
isla
buenas
ningún sarnuevas;
nos
trajeron algunas gallinas; y habiendo enviado luego á dos de nuestros
marineros
lie-, ida
,i
Soller
y nos trajeron
Mallorca para noticiar
¿i
mas de cincuenta encaminó
y nuestra galera se
caballeros que se habían
ellos
remo
á
la
lo
que pu-
verificamos,
Todos los
durante nuestra ausencia nos
habíamos dado de
les
Dios nos había hecho con
Así
hacia aquel puerto.
allí
y de cuanto
,
ciudad.
la
nuestra
grande alborozo,
caballerías ensilladas para
quedado
buena prueba
acordábamos de
habitantes
sus
salieron estos á recibirnos con
,
diésemos hacer nuestra entrada en
dijeron que
á
lo
estimábamos
mucho que nos la
merced que
conquista de aquel reino; y lloraban
de contento por tenernos otra vez á su lado. Cuando á los tres dias de estar en Mallorca hubieron naves
v taridas
llegado
y los caballeros que en
deliberamos sobre
lo
;
diéremos tener aviso de su llegada. consejo, en vez de acercarnos á
armados
,
los
el
embarcados,
caso de que se pre-
la
debida anticipación pu-
la
— Entonces,
dijimos á los del
playa donde ellos amenacen des-
hombres de armas nos colocaremos
los caballeros y los
en emboscada á cierta distancia caballos
venían
demás
las
y se resolvió que ante todo se colocasen los
correspondientes atalayas para que con
,
ellas
que debería hacerse en
sentasen los sarracenos
embarcar
prósperamente
:
á
los
caballeros
que no tengan
enviaremos delante con unos dos mil hom-
bres de á pié para que aparenten
oponerse al desembarco pero que hayan saltado en tierra una gran parte de los sarracenos, deberán emprender la fuga en dirección á nuestra celada. Lleva;
así
dos del alan de alcanzarlos, lleros ni infantes
pensando que no habrá mas caba-
que puedan oponérseles
nuestra emboscada ballos
y
;
,
caerán los enemigos en
daremos entonces sobre
armados y con todos
nosotros; volveránles
la
los
ellos
con nuestros ca-
demás hombres que estén
cara los dos mil que antes habrán
y juntos todos, los iremos acuchillando hasta
el
allí
con
huido,
mar. Cuando
los
,
IUSTOIUA
142 que
se
hayan quedado en
suyos
no
sufrir igual suerte.
,
esperando
que no
es bien seguro
los
al
y orden para
naves vean
las
— Así
rey de Túnez
que encendiesen ahumadas
que conservaban aun
los
el
sarracenos
y Sanverí. Tres mil serian
los
,
,
al
,
poí-
toda
isla
la
,
descubrirle.
tuvimos ya noticia de que
rey de Túnez y su armada;
montañas y
las
los
como eran Oleró
moros que
do de hacer armas; pero contando á llegaban á quince mil
,
conquistar
á
ir
tierra
XCVII1.
no habían de venir sobre Mallorca resolvimos
tomar
con atalayas puestos en
,
matanza Je
y
estuvimos por espacio de quince dias
Al quinceno dia de estar esperando
tanto
denota
se atreverán á
CAPÍTULO
por
la
castillos
,
Pollensa
se hallaban allí
en esta-
mujeres, niños y demás,
las
uno á quien llama-
acaudillados todos por
ban Xuaip, y que era natural de Chivert. No bien llegaron á sus oidos nuestros intentos , cuando dicho jefe nos propuso entregarnos le
y toda aquella montaña
los indicados castillos
perdonásemos
,
y
le
favoreciésemos de
modo
,
con
tal
de que
que pudiese
,
vivir
honradamente. Nuestros nobles, caballeros y demás que nos acompañaban fueron de dictamen que debíamos aceptar aquel partido ya que además de ser ventajoso para Nos
dos
,
era provechoso para to-
que habitaban ó habitasen en
los cristianos
podia contarse por segura mientras hubiese en
Convenimos
ra.
,
pues
,
,
mulo ó muía
,
rehusasen adherirse
al
en
caballos y armas
lo quisiesen
;
y
á nuestra voluntad
convenio.
correspondiente escritura
,
la cual
,
,
y
así
y á
cada uno
por último
,
cumplió
li-
su
el pais
en que
de todos aquellos que
Otorgóse en estos términos se
no
tan cruda guer-
en que pudiesen establecerse en
;
todos los sarracenos que así
pudiésemos Nos disponer
ella
isla
en que á Xuaip y á otros cuatro de su
naje les daríamos heredades
buen rocin
la
,
la
quedando tan solo
montaña unos dos mil sarracenos que no quisieron entregár-
la
senos.
Luego que tuvimos una entera seguridad de que no debia ya pasar á la isla la armada que esperábamos , regresamos á Cataluña
,
dejando en Mallorca á
En Bernardo de
Santa Eugenia y
á
don Pero Maza, señor de San Garren y que era de nuestra mez-
F)E
nada
,
1).
JAIME.
con dennos otros caballeros
escuderos
y
de doce 6 quince quisieron quedarse lodo
Dorante
Pero.
ron «dios
la
invierno
el
guerra contra
tos se habían
hecho
allí
\
recoger
el
míese*,
las
hasta
el
mes de mayo continua-
montaña
pero es-
;
Habiéndoles, no obstante, imreducido
y
la
que poco ó ningún daño pu-
tan fuertes,
dieron cansarles en sos personas.
pedido
que en número
,
compañía de dicho don
en
sarraeenes de
los
escasos bastimentos
los
;í
que podían Bacar de algunos lugares de poca importancia sieron en tan grande necesidad
cí
resolución
Pero Maza
\
se
tierra
la
isla
la
pedirnos que fuésemos allá
de
que
las llevaba,
se rindiesen;
que no querian rendirse sino
ellos contestasen
demás caballeros de
don
y
entonces enviarles mensaje, intimándoles
rey que habia conquistado los
pu-
que como bestias tenían que pa-
por sus (artas y por un sarraceno que
mas como
los
,
En Bernardo de Santa Eugenia
yerbas del monte.
las
,
¿8
I
,
resolvieron
,
al
mismo
de acuerdo con
,
,
venir entrambos á encontrarnos
si
queríamos acabar de apoderarnos
tori<>.
Estábamos Nos en Barcelona cuando En Bernardo y don Pero nos presentaron, diciendo que querian hablarnos y comunicarnos
buenas noticias. Les dimos
bienvenida, contestándoles
la
al
mismo
tiempo que estábamos dispuestos á escucharles yá recibir
las
nas nueras
para pa-
sar á
que querían anunciarnos.
Mallorca
nos dijeron
,
acabarán de rendir todos
;
pues
— Aparejaos
hemos pactado. —Bien venidos
seáis
buenas noticias nos traéis
iremos.
ces
armas
comitiva que
la
servicio
según
lo
allí ,
se
que con
;
que
ellos
repetimos, ya que tan
les
— Manifestáronnos
enton-
se necesita
armar dos ó sola
las
el
negocio en
montañas de
tal
la isla
punto con
la
,
que tan fácilmente
poca gente de guer-
habia, como con mil caballeros que llevásemos.
mas
ni
,
pues estaba
allí
os
y que bastaba nuestra sola persona, sin mas de los hombres que necesitásemos para nuestro
conquistaríamos
tra
,
,
,
que no habia necesidad de que nos acompañasen caballeros
otra gente de
ra
allá
:
pues
con que vos estéis
sarracenos
los
,
bue-
,
añadió
tres
presencia
el
galeras
;
bastará
de Santa Eugenia
,
sino
que mandéis
nos embarcaremos juntos para
que
se
rindan
los
— No
,
y vues-
sarracenos.
:
HISTORIA
144-
CAPÍTULO XC1X. Conformándonos con Eugenia y
consejos de
los
nos hicim os á veian
de
Santa
hicimos armar tres galeras entre Barcelona y Tarragona,
,
hallamos en Salou
cabo de quince dias nos
al
En Bernardo
mar
la
,
noche oscura
la
contra
el
dictamen de
desde donde
,
marineros
los
que
,
aturbonada. Después de haber andado
.y
unas diez millas con un poco de borrasca
,
serenó
el
tiempo, abo-
mar y clareó la luna de modo que En Berenguer CesEs tanto lo que os ama el Poses no pudo menos de decirnos: Señor, que con galochas pudierais pasar el mar pues mientras nanzó
el
;
—
;
que nosotros pensábamos tener muy mal tiempo
,
que mejor no pueden tenerlo galeras armadas.
No
está de Dios cuanto vos hacéis.
contestamos
gamos
,
Al tercer dia por de
tes
tupí
tan buen señor servimos, le
agradecemos también con toda
mañana ,
mandamos entonces
:
galeras la
la
lo
hora de tercia
la
parece sino que
que no puede salimos mal cuanto en su nombre ha-
por esto se
:
—A
os lo ha dado tal,
,
después de haber salido
el
—
alma.
el sol
y an-
aguas de Por-
nos hallábamos ya en
las
izar nuestro pabellón
en cada una de
las
y al son de nuestras trompetas entramos en el puerto de
,
ciudad de Mallorca.
Luego que los habitantes nos descubrieron , conocieron que éramos Nos , y que los que ellos nos habian enviado habían desempeñado cumplidamente su embajada; y todos, hombres, mujeres
niños
y
salieron al puerto con estremado alborozo
,
gran satisfacción nuestra
,
acudiendo asimismo
los
,
religiosos
y los del Hospital, y todos los caballeros que habia
Templo
y con del
en
la
Cuando hubimos desembarcado y estuvimos en nuestro alojamiento en la Almudaina , se nos presentó En Raimundo Serra, ciudad.
el
joven
tio
(
suyo,
dador de
y
lo
llamamos
los templarios
esas galeras
nido
y
mandad ,
que
en Mallorca
señor, hacer una
norca
Mallorca
porque habia otro Raimundo Serra
que era comendador de Monzón),
— ¿Queréis, ,
así
si
armadas
del
el
cual era
comen-
y nos dijo estas palabras
,
buena campaña? Enviad á
mismo modo que con
Me-
vos han ve-
decir á aquellos isleños, que vos habéis llegado
quieren entregárseos
,
,
¡i
estáis dispuesto á aceptar
DE su sumisión
y
?
que de
I).
tados con tales amenazas
\
Bernardo de Santa Eugenia
que éste nos había propuesto ron que
someterán desde luego
don
á
,
Asalii
cumplimiento de
mendador que nos habia dado en una galera
de
los
parte á tra
hueste
ber
á
;
la
que no
;
y
que
antes
estaban
,
antes que
culpa
si
:
,
,
el
rey de
al
pero que
acogerse
Menorca
,
á fin
¡i
si
perdición
pues ya podían sa-
,
Mallorca,
preferian
los
ya que
tomaríamos bajo
benevolencia.
uno de nuestros alfaquíes llamado Sa-
á
creidos de
al
cabo de
de Menorca sino unas treinta millas
caso nos viniese
noticias
mas
á
la
mano
noche
dia siguiente entre nona y
,
la
el
las
lo
que espusie-
los
mismos men-
Piedra
,
que no dista
para que pudiésemos
resultado de su
del
misión
,
y
tener
en todo
ayudarles.
CAPÍTULO Salieron por
todo
manifestamos además á
que nos acercaríamos
mas anticipadas
de que
,
correspondiente credencial para los tres
la
y
cautive-
el
seria entonces la
nuestra
contar con
re-
mismo modo que
muerte ó
la
nuestra gracia, suya
de que fuesen ;
á
de nuestra
á decir
que era de Zaragoza y hermano de don Bahihel
sen en su mensajería sajeros
mandamos
,
don Asalit de Gudar y al coconsejo, que se embarcasen ca-
accedian á sometérsenos del
estendiese en algarabía
enviados
C.
parar los sarracenos que quisieron
á
Dimos en seguida orden lomón
nos aconseja-
á
queríamos su
no tendrían
y
,
y
lo
que Nos estábamos en Mallorca con nues-
:
sujetos
nuestra preteccíon rio
isla
,
y pasasen á
,
qué habían venido
sistírsenos
comunicamos
les
que habíamos resuelto
lo
En Bernardo de Sania Kugenia da uno
Gudary ádon Pero
de
pusiésemos por obra.
lo
CAPÍ TILO
En
ganando
,
— Llamamos entonces á En
aprobáronlo todos,
:
su
pues yo creo que amedren-
;
provecho.
'i
í
pesar vuestro,
;í
mismo comendador
en presencia del
y
vida
la
se os
mis en esta empresa honra
,
I
contrarío, aunque
lo
resistencia les habrá de costar
Maza
\l\ll..
.1
galeras
vísperas
fl.
con
los
llegaron
embajadores á
,
y
al
Menorca, donde 19
HISTORIA
146 hallaron
alcaide
al
,
á log'jeques y
descubrirlas, habían acudido
galeras
aquellas
Aragón
todo
mensajeros
luego
depusieron
;
venidos fuesen
,
y
que
se les complacería y honraría
ridades atracaron las galeras por
sarracenos
,
además de
sino
amigos. Con tales segu-
á
popa
enviaron a buscar almadraques
mientras tanto
y
,
esteras y cojines
,
que pudieran nuestros enviados sentarse en
ra
sus
con su cabeza de que po-
como la
iban
ellas
diciéndolcs que bien
,
no solamente desembarcar sanos y salvos
dian
que
que en
y
,
armas
las
respondían
les
quién eran
sarracenos de
los
Cataluña
de Mallorca y de
,
,
no
habíamos dado por trujamán ,
como
el
almojarife
;
hicimos después arrayaz (1) de Menorca
cucharon con grande atención con suma reverencia
el
la
,
Sevilla y á quien
les
Nos
Nos
y todos los jeques es-
lectura de la carta
mensaje que
pa-
herma-
y tanto el alcaide y su
que era natural de
,
los
entrevista. Sal-
la
taron estos en tierra, llevando en su compañía á un judío que les
al
contestado que eran del rey de
y habiéndoles
;
habitantes «pe,
los
puerto de Giudadcla en ademan de
al
Preguntaron ante
resistirles.
todos
¡í
y recibieron
,
enviábamos
,
contestando
que deliberarían sobre su contenido.
CAPÍTULO cu. Los sarracenos resolvieron por de pronto contestar embajadores, que tuviesen á bien esperar hasta y enviaron á buscar para que
allí ,
la
respuesta.
se
á otros jeques de
hallasen reunidos en
En Bernardo
la isla
que no
mayor número
don Asalit y
,
el dia
el
fueron desde luego invitados para que entrasen en dadela
,
donde
se les dijo
que serian
no fuese mas que por amor
(1)
como
Aunque
el
muy
señor rey que
al
diccionario de la lengua
pone
siguiente; se hallaban
y por lo la villa
bien acogidos les enviaba.
la
acordar
al
comendador no tu-
reparo en concederles aquella próroga;
vieron
á nuestros
,
mismo de Ciu-
aunque
Ilespondie-
voz Arrayaz solamente
Arraz por capitán de con todo don Alonso el Sabio en su Cró-
sinónima de rayano ó fronterizo, y delinc la de
gente de guerra entre los moros nica emplea también
na plaza ó
la
;
primera para designar
territorio entre los sarracenos
quiso significar
don Jaime con
la
,
«pie
gobernador de algues á nuestro entender lo que
a!
jefe ó
voz raiz que usa en este lugar.
DE D. JAIME. ron
entrar en
decirles que podían hacerlo
v*
enviaron diea
-
vino en abundancia
anochecer,
el
recogieron
.
porque Nos no
,
como mejor
cabo de
.il
Aquel mismo día Piedra,
la
i la
llevábamos una hueste digna de
acompañaban Bolamente
seis
j
\i>t
re]
;
j
li<>r;i
;í
les \
hasta
villa
la
i
,
pan
.
solazarles
volvieron los unos
se
en sus galeras.
Y>s
fuese de mi grado
con ellos para
estuvieron
|
otros
los
<|ti«*
habíamos
les
cien carneros, doscientas gallinas
cuya hora
en
vísperas llegamos cierto
villa,
verificarlo; por consiguiente los sarracenos, después
dado orden de
\
la
4-7
emba-
nuestros, que sin haber recibido la contestación á su
los
jada, mi podían
•le
i
se
de
de Menorca;
i
puesto que nos
,
caballeros, cuatro caballos, un escu-
do, cinco escuderos para servirnos, diez de nuestros familiares, j
correspondientes troteros. Ají que oscureció y antes de que
los
lus
nuestros se pusiesen á
mos
todos,
;i
comer, encendimos lumbre, nos
con ellos
j
rales «ii distintos
puntos
,
fuimos
para dar
;í
pegar luego á
á
nuestras
para que fuesen
ban aquellos fuegos
do: que era
que, por
Cuando que
en
las
nó, quería
él
momento, porque
estos accedieron
y
;
á
allí
acam-
dos de sus jeques
l;i
Piedra
allá
de
y estos
;
habíamos da-
instrucciones que les
eon sus huestes, puesto
saber desde luego su respuesta. los
Irugada pidieron de nuevo
i
mator-
sarracenos de Menorca
cabo de
el
oyeron, se atemorizaron
perasen por un teatacion
¿i
los
nuestros embajadores qué significa-
que había llegado
ic\
ó por
sí
tal
l.i
,i
el
á
»(m- se veían
contestaron, conforme
les
los
fogatas, comisionaron
preguntar
¡i
reuni-
entender que estaba
pado un numeroso ejército. Luego que descubrieron
los
moros en tanto grado, nuestros enviados que es-
¡i
en breve les iban á dar lacon-
buena
gana
que se
á lo
les
pedia.
Por el
l.i
mañana, luego de haber rezado
alcaide,
so
cientos de los tros
hermano,
ran podido
almojarife
.
jeques
los
unos tres-
y
tan
daban gracias
«pie
á
Dios de que
les
defenderse largo tiempo contra
Manifestáronles que en
ne.. -sino
hubiese—
buen mensaje, pues bien conocían que no hubie-
Nos,
y por lo
que viesen de que modo podría estenderse por escrito haber
salieron
principales sarracenos de la isla, para decir á nues-
embajadores,
nos enviado
el
sus oraciones,
.
ella
tierras
para
la
¡i
pesar de ser
la
suficientes en las
isla
mismo
el
tratado.
muy pobre
y de no
que pudiese sembrarse
décima parte de sus habitantes
,
lo
nos tendrían,
i
48
HISTORIA todo
con
por su señor
,
pues era justo que giesen sus vasallos
de trigo
,
y que nos darían cada año
:
cien vacas
puniónos Nos
tres mil
trescientas entre cabras
y
,
que cosechasen
lo
cuarteras
y ovejas
obli-
,
como
guardarlos y defenderlos perpetuamente
á
;
tuviese parte en los frutos que reco-
señor
el
Nos
partiendo con
,
a
nuestros propios hombres y vasallos. Nuestros embajadores pidie-
ron entonces que se nos diese además la
de aquel cerro en que estaba edificado
isla
y
,
la
de cuantas fortalezas en
racenos recibieron al
cabo
á ella
,
,
después de haber deliberado
hubiese
,
ronse luego jurasen
añadir
tres
en hacer que
los
con
las galeras
ellos.
,
es-
Empleála
don Asalit
cada año dos quintales de y mien-
el
ganado
la
Piedra esperando
embajadores
los
que ya
,
nuestros
cual
al
,
manteca y doscientas barcas para trasportar tras tanto permanecimos Nos en el cabo de que volviesen
diciendo
;
todos los principales de
de darnos
obligación
la
semejante petición,
con
,
Alcorán aquel tratado
el
la
y aunque los sar-
;
nos portaríamos también con
tal
dias
sobre
según decían
,
de
castillo
contestaron que accedian
ya que era aquella nuestra voluntad
peraban que como
hizo
mayor
el
principio de mala gana
al
que tan buen señor éramos
isla
ella
potestad de Giudadela,
la
;
y continuando en
,
encender cada noche almenaras como al principio de nuestra llegada.
CAPITULO Al cabo de
cuatro
dias, por
cuando habíamos oido misa do
las
galeras
,
,
y recibimos
lili.
mañana,
la
salido
ya
el
sol, y
tuvimos noticia de que habían llegaaviso
de nuestros enviados para que
tuviésemos dispuesta y adornada nuestra casa. Hicímosla, pues, en-
ramar de hinojo, porque ba
;
con
entapizamos los
las
paredes con
que nos dejaron
pusimos todos
los
los
Menorca
,
el
los
á
que
tapices
mano
otra yer-
teníamos y caballeros que estaban con Nos y nos ,
mejores vestidos
un honroso recibimiento. venia de
no teníamos
á la sazón
,
para hacer á los embajadores
Componían
hermano
jeques de los mas calificados de
allí
aquella
del alcaide la isla, á
,
el
embajada que nos almojarife y cinco
todos los cuales enviamos
caballos y otras cabalgaduras para que pudiesen venir á presentar*
DE senos. Así
parte del aleude
Dios,
les
y á
dijeron
y nos
,
como
— Buena
su esperanza.
que de
,
señor en
¡i
ventura os dé
respondimos; plácenos en gran manera vuestra \enida:
deiiiles, nos apartamos con
(pie
hablarles con
mas libertad,
V.)
saludáronnos con pro-
,
cien mil veces,
de que no nos estorbasen los de
lin
mos
las rodillas
saludaban
nos
puesta toda
tenia
él
hincaron
,
I
Nos
estuvieron delante de
<[u<:
funda reverencia
quien
JUME.
I).
la
luiesle
ellos á
en
—
que tenía-
lo
un lado, para poder
y dieron gracias á Dios
por
que
lo
les
dijimos.
Espusiéronnos los mensajeros su embajada y les
habia dado
manifestándonos
,
habían celebrado
— Loado cede
sea el
ello
á los nuestros y les
Señor, que
sin
,
y habiéndose
que debe hacerse en
este caso
habéis negociado
demos
y
,
pecado y con tanta honra nos con-
aceptemos
:
el
mosles que teníamos por bueno
el
es el resolver lo
con-venio tal
gracias á Dios por
— Llamamos en seguida
dispensa.
salido
ellos
hablamos en estos términos:
que Nos no habíamos aun ganado. Obvio
lo
convenio (pie
el
para que tuviésemos a bien ratificarlo. Les di-
,
llamamos
.
mismo tiempo
al
jimos que deliberaríamos sobre afuera
respuesta que se
la
la
á los enviados
como
lo
merced que nos sarracenos
dijí-
;
tratado que habían ajustado con
nuestros embajadores, y les entregamos tura autorizada con nuestro sello, en
la
la
correspondiente
escri-
cual constase que los acep-
tábamos por vasallos nuestrosyde nuestros sucesores para siempre, y que debían ellos satisfacer perpetuamente á Nos y el tributo á que se habían obligado.
CAPÍTULO Desde que celebramos ca
hemos sacado de
,
de
los
que y
que entonces
se lo
sin esto
tomamos de que
los
isla
dobles ó quizás mayores réditos
prometieron por tributo
voluntad
se
allí
todo
,
los
poblasen por
la
lo
;
pues mientras les
que nos conviene.
habían hecho fuertes en
quedado
Mallorca y habían
que
aquella
pidamos con oportunidad, nos ceden cuanto
á los sarracenos
nuestra
CIV.
convenio con los sarracenos de Menor-
el
se nos
á los nuestros
después
las
pedimos,
En
montañas de
cautivos para hacer de ellos
distribuímos á cuantos los quisieron tierra
como
cuanto
esclavos.
,
para
Tan señalados hechos
historia
l.'iO
llevamos
cabo en esta espedicion con solas tres galeras
¡i
nos favoreció
lodo
ea
doblemente de
vale
lo
que
de haber
lejos
mas nuestra ayuda
cesitado
Aragón
á Cataluña y
muy
Dios, desde entonces,
y por
;
en tiempo de
valia
CY.
Gerona
que era arzobispo electo de Tarragona
,
Guillermo de Montgrí
y su hermano
que
;
,
la
de Iviza
isla
en nuestro poder y estábamos
,
pues ya que Nos no
;
á la sazón
la
,
isla
;
nos dijo, su linaje
la
teníamos
el
él
emprendiese
arzobispo de Tar-
puesto que en todo caso
él
y aprestándose
que
en feudo por Nos
el infante
mero de ,
,
accedimos á
suyos
ofreciéronse á
les diese
,
,
lo
que nos pedia
dispuso lo necesario para
trabuquete y un fundíbulo.
construir un
parte en
la
Ñuño
tuvieron noticia de
acompañar conquista
caballos con que le ausiliasen
:
,
arzobispo
al
á
,
:
el
Luego la
pro-
con ta
proporción del nú-
fuéles otorgada su
deman
emprendieron juntos aquella campaña.
y
Llegados á lviza opusiesen
to con los allá las sitio.
los
de Portugal y don
yectada empresa
de que éste
con todos
él
mandó
pasaje, y
nos honraba con conquistar aquella
conociendo que
tierra y tenerla
les
En
tendría en feudo por Nos. Después de haber deliberado sobre su
propuesta
da
de
ocupado en otras empre-
aquel hecho de armas, para que se dijese que
ragona habia conquistado aquella
,
y los de
él
que no podíamos tener reparo en que
creia
,
llamaba
se
y
y después de habernos pedido audiencia
emprenderían aquella conquista
sas
el sacrista
la
En Bernardo de Santa Eugenia
junto con
queríamos cederles
si
nos sometiera
se
cuando se nos presentó en Alcañiz
,
Señor, que
el
los sarracenos.
Rabian transcurrido ya dos años desde que de Menorca
gracia de
la
de Mallorca ne-
la isla
ha mejorado tanto
la
,
CAPITULO
isla
porque
voluntad del Señor que nos ha criado.
la
Volvímonos en seguida
,
,
pudieron
ningún obstáculo
caballos
naves y leños
armados ,
,
desembarcar ;
sin
los
de
y dirigiéndose desde luego
la isla al
puer
mientras se encaminaban también
asentaron su campamento), y comenzaron
Armaron ante todo
las
máquinas
;
hicieron que
el castillo
;
hasta que
,
el
el
fundíbulo,
la
plaza, y el tra-
viendo que
los disparos del
que no alcanzaba tanto, asestase sus tiros contra buquete contra
que
Di fundíbulo empezaban
gado ya
hora
la
escaramuzas con ron
de
asalto
ni l¡i
hacer mella en
á
Cuando
algunas cavas.
los
de
ataque
del
los sitiados;
m;is luego
que
á
el
armáronse todos
los
(i
fácilmente de
primero en entrar
muchas voces contra aquella
murallas
I¡in
pidieron
la
al
allá
de diez
asalto un
hombre
toma de
Iviza, se lian
galeras de
isla
v del
villa
la
sarraceno» ¡
de Dios, han tenido que volverse siempre con
pero, por merced dafio del
tijeras
corrie-
.
sarracenos, que
de Lérida llamado luán Chicó. Después de
mayor
il
<»i>rir
algunas
trabar
trabuquete hubiese disparado mas
el
piedras, y habiendo sido
dirigido
resolvieron
primera línea
la
luego capitulación. Así se apoderaron rastillo, sin
muid,
el
empezaron
.
acobardando con esto
plaza,
I
hueste conocieron que había lle-
la
apoderaron de
se
y
,
JAIME.
D.
que han podido causar en
CAPÍTULO
ella.
fflfl.
Aconteció un dia que mientras Nos nos estábamos solazando en nuestro reino de Aragón Hospital
lie del
Alagon
;
primero
y
,
llamado
platicando con y nos dijo
,
,
:
se nos presentaron en Alcañiz el
Hugo de ellos
Forcalquier
en un terrado
— Señor, ya que
,
,
maes-
don Blasco de
y
tomó
mano
la
el
tanto os ha favorecido Dios
empresa de Mallorca y de las demás islas , ¿ nada intentaremos ahora contra ese reino de Valencia , que ha hecho siempre
en
la
aunque en vano,
frontería á los de vuestro linaje, quienes,
forzaron continuamente por conquistarlo ? Así Dios
que seria bueno que pues don
mas que nadie en
deciros qué tierra es aquella sito
para que
ganándolo
,
— Contestó entonces tar al rey lo
siguiente gárnosle
,
,
el
,
,
pues
,
le
—
queréis
,
él
en aquel reino.
de provecho
serle
maestre
el
podrá
Dispuesto estoy á manifes-
que nos dijese por donde
Nos entrásemos primeramente en
y él
,
parece mas á propó-
podáis vos entrar por
de Alagon:
lo
este negocio
y qué lugar
que sepa y cuanto pueda
ya que vos
ayude, creo
pensásemos, ya que estamos aquí reunidos;
lo
Blasco sabe
me
se es-
,
le
me
;
por con-
esplicaré.
parecía
ma
reino de Valencia.
— Ro-
fácil
que
,
152
HISTORIA
CAPÍTULO
Tomó ra
otra vez
— Señor
:
la
palabra don Blasco y nos habló de esta mane-
bien dice
,
el
maestre del Hospital
mar
os ha dado conquistas allende el
también
seis
ñor
lo
que está á
las
,
,
que ya que Dios
justo fuera
que conquista-
mas de
otro confín
jornadas de largo
siete
vorece Dios en esa conquista
que habéis ganado vuestro poder los
mi parecer.
fuerte castillo
,
mejor
tierra
la
ni
que de Dios abajo no hay tan ameno lugar
pais, y
ciudad de Valencia y todo su reino
la
mejor
la
,
como
;
,
que tiene de uno á
modo que
de
os favorecerá
mundo
tierra del
mas amenos y mas
,
os fa-
si
decir podréis
,
y que
en
tenéis
fuertes castillos. Diréos
aho-
Si os aconsejase que fueseis á poner cerco á algún
malo
seria el consejo
nos cuarenta ó cincuenta
porque hay
,
allí
por
me-
lo
que con solo estar bien abastecidos
,
burlarían de todo vuestro poder
marchar sobre Burriana
dierais
,
y puedo deciros que no hay en toda
;
mas hermoso
como
Yo , secuando vos me des-
puertas de vuestro reino.
he vivido en Valencia mas de dos años
,
terrasteis
ra
CYII.
pero
;
,
según yo entiendo
,
que está situada en
la
,
,
se
pu-
llanura
,
podrá llegaros por mar y por tierra cuanto necesitéis, mas fácilmente eme si os internaseis demasiado. cerca de vuestro reino
,
Confio en Dios que
cabo de un mes
al
y
allí
haber apoderado de aquella plaza
gar mas
el
— Verdades,
maestre
;
señor,
la
fama
consejo que nos dais, dijimos á
muy bueno
cúmplase en
sabed
lo
;
el
y
muy
nombre
leal
del
:
que han estado
los
— No
nos parece malo
entrambos; antes
y ya que
Señor
don Blasco
ningún lugar hay mas á
,
propósito que aquel para ser conquistado.
diremos
abundantes
ella
cuanto os dice
pues según refieren todos
en aquel reino y según pregona
por
podréis
os
;
de Valencia.
el
en
hallareis
;
,
y por esto , si ha de valer mi consejo , este es el luá propósito , para que por él deis principio á la conquista
provisiones
añadió
mas tardar
á
,
lo
tal
que
es
vuestro
lo
tenemos
dictamen
nos proponéis. Mas os
no parece sino que sea cosa de Dios este negocio
que nos sucedió cuando nos hallábamos
de Mallorca
,
á la sazón
en que Menorca
al
1
loria
otro
,
pues
estremo
Estábamos ha-
se rindió.
blando de aquella tierra con don Sancho de
,
,
con su her-
DE
mano don García
don
con
j
ido por mensajero nuestro
Sandio que seüor,
número de
te
,i
á
el
dia
villa
|a
conquistar Valencia
:
el
cabo
.1
los
demás
tanto es
.
que
que
del
;
H lasco
,
y el maestre
lo
duque de Sterich
la
(
1
)
rey de Hungría
otra nos llevará en dote
mos menos merecimos Alonso
y por
,
la
medio
memos ahora
,
que
,
las lle-
sois
debia des-
papa se
del
hija del rey de
mundo,
,
don tal
nos
Hungría ó
mas ya que nuestra primera
;
es-
preferire-
por mas que se nos ofrezca que
mayor caudal; pues
casarnos con
la
cuando valía-
si
hija del rey de Castilla
justo es que sea también hija de rey la
,
hues-
lograrais
si
á Valencia
posa fué hija de uno délos mayores reyes del á la hija del
la
os declararemos á >osotros,
ha propuesto que nos casáramos con
mos
u,,
\
que tenemos pensado para acometer
empresa. Nos estamos sin mujer
del
encuentro
al
arenar
modo que
de
que nó por ensalzar
,
Ahora, pues,
la
que aquí
poder de sus armas, y tantas son
el
preciarse Mallorca.
con
.Mallor-
do dos pies
Siquiera dejarán
ni
Vos,
ya:
rale lo
Allí os saldrán
don
mundo. Desplúgonos entonces en gran manera
espresasen
así se
que nada
,
53
que había
conquista, pudierais verdaderamente decir
tal
mayor rey
,
reino de
y
ballestas
fuerzas que tienen para oponérseos \.ir
ciudad
la
ó seis mil ballesteros con sus
cinco
Pomar
alcaide de Játiva, coando riendo
comparación de aquel reino.
tenéis en
I
Pero López
al
alabando lodo
ca; pero probad
sin
MMI..
.1
ensalrábamos en gran manera, nos dijo
la
estáis
I».
esposa que
don to-
cuando valemos mas. Luego que hayamos celebrado
nuestro matrimonio
(
2)
,
nos iremos á Burriana
;
desde Teruel
Zurita y ulrus histo: sin embargo. duque de Austria; y .creemos que así debe entenderse, considerando la voz Sterich como síncopa de OEstcrreick tierra oriental j que que gobernó es la denominación genuina del Austria. La hija de Federico que fué propuesta aquel ducado desde 1-230 hasta 124G, será en este caso la (1)
ii.
Sterich. Así se halla en el testu
ulules le llaman
(
,
por esposa (2)
á
don Jaime.
Separado don Jaime de su primera esposa doña Leonor, y no hala hija de don Alfonso
biendo podido realizarse su segundo matrimonio con de León
mantúvose
.
pipa Gregorio rej de Hungría,
IX
libre
se le
Andrés
por algún tiempo
propuso II,
el
el
Jerosolimitano.
febrero de 1233 con los enviados húngaros que
Barcelona
¡
;
hasta
que por mediación del
casamiento con doña Violante
pero no llegó doña Violante
ni se
,
hija del
Ajustáronse los tratos á al
efecto
celebró
la
se
20 de
presentaron en
boda
en esta ciu-
año siguiente de 1234 (35 ¿o la encarnación ), á los ocho dias del raes de setiembre. Por lo visto no pudo cumplir don Jaime su proposito
dad hasta
el
'20
154
BISTORIA
haremos
en acémilas ludas
llevar
dispondremos asimismo que
la
reina nuestra
tillos
la villa
mujer, para que crean
intención de permanecer
rdía, Guellar
,
gentes que tenemos
largo tiempo. Entonces todos los cas-
allí
como
,
Cuevas de Avinromá
las
ne-
haremos que venga
,
las
que habrán quedado á nuestra espalda
vera, Chivert, Polpís,
lo
nos llevaremos dos fundíbulos,
;
hayamos apoderado de
y cuando nos
por mar lodo
se trasporte allá
cesario para abastecer la hueste
podamos;
que
provisiones
las
Ares y cuantos
,
,
Cer-
Alcalaten,
Mo-
Peñíscola
proveen del campo de Burria-
se
na, tendrán forzosamente (pie rendirse, porque cogidos entre nuestra hueste y las tierras to
de cristianos
que sacaban antes de aquel
á dos leguas de Valencia
nuar cabalgadas hacia
la
el
hambre
dan recoger otra vez
,
mieses
— Contestáronnos entonces don mejor
plan,
el
aunque os
lo
nos que están en Valencia su
mano, cuando
así se pusiese
:
y nuestros serán
,
Blasco y
hubiesen trazado cierto
,
maestre
el
que pue-
antes de
sitio
el
los
si :
hasta
,
en apuros
se hallan los sarracenos
Dios quiere.
— No
fuera
mismos sarrace-
que nuestro Señor os tiene de
tan bien lo pensasteis.
— Resolvimos, pues,
«pie
por obra.
CAPÍTULO
CV1II.
Partimos después de Alcañiz para Teruel invitación de
un
Cebolla, y situado
la
ciudad y talaremos sus contornos
estrecharemos
las
á
desde donde mandaremos hacer conti-
,
que teniendo ya noticia de que acosa
bastimen-
el
nos trasladaremos
,
Cerro de
el
todo
Así que todas aquellas
territorio.
lugar llamado por los cristianos
les
les faltará
hayan cuido en nuestro poder
fortalezas
y
,
don Pero Ferrandez de Azagra
de conducir su nueva esposa á Burriana
habiéndose apoderado ya
de
ella á
mas de dos años en casarse: pero
lo
,
donde recibimos una
,
,
señor de AJbarracin,
luego de ganada esta plaza
mediados de
julio de 1232
,
;
pues
tardó aun
cumplió mas adelante, como se verá,
que guarnecían el cerro y castillo de Sania María, cerca de Valencia. Sin embargo como el Cronista contunde á veces los hechos y no indica sus fechas según manifestamos ya en otra ñola es á veces sumamente difícil el adivinar á qué época se. refieren los planes que traza y los discursos que pone en boca propia ó de otros personajes, liemos debido hacer anuí estas advertencias, porque este es el único pasaje en que nos habla don Jaime de su segundo matrimonio.
cuando quisieron abandonarle
los caballeros
,
,
,
DE para que fuésemos racin
comer con
á
por nombre Ejea
,
Aceptamos
del jabalí.
,
pues
dé Teruel
habiéndonos
de
j
nos esperaría
Ferrandez
Pero
]
don
poco conocedor de aquella
— Señor,
nos dijo:
.
caza
los
Atorella; frontera
,
peo-
la
;
y
con Nos dicho
allí
mas como
tomó
y
buena nueva que
la
nos traía, hubimos de prometérselas. Estaban
don
á la
habían apoderado de Ares
-<•
mensajero pedido albricias por
el
iríamos
é
Acabábamos de comer
confite.
frontera
la
una de sus aldeas de Albar-
<'n
allí
el
,
I
cuando nos llegó aviso de que
era casi ñora de vísperas,
nes
él
que
;
•'»•">
JAIME.
]>.
primero era
el
palabra
segundo,
el
grande ventaja habéis alcanzado; pues
mu-
que acabáis de ganar, y buen principio os éste para la [Así lo quiera Dios! le contesconquista del reino de Valencia. No os entretengáis, señor, añadió: Ares es muy buen tamos. cho vale
lo
—
—
fuerte, y podréis conservarlo á despecho de cuantos sarracenos hay en el mundo cabalgad en seguida , no os demo-
muy
lugar y
;
réis;
\os
yo
si
sé lo
que vale aquel lugar
,
y cuando
allá lleguéis, veréis
es la pura verdad cuanto ahora os digo.
CAPÍTULO Con buscar
á
que acababan de darnos
noticia
la
Teruel
ci\.
Ferrando Diez
á
á
,
enviamos desde luego
,
Rodrigo Ortiz
había, dándoles orden para que senos juntasen en
allí
Alfambra,
donde llegamos Nos antes de anochecer.
hicimos dar cebada á
las caballerías,
tinuamos nuestro camino hallamos ya luego
por
á la el
;
de
otra parte del
Pobo
modo que
al
despuntar
campo de Monteagudo
pueblo
este
,
vimos venir
todo escape, llegó OS
á >
un ballestero nos dijo:
berad
,
maduro
señor
,
lo
consejo.
que hacer debáis
—
muy mal
Ferrando Diez:
dijo
cuando la
y
talante
el
caso
ballestero;
y
don Pero Ferrandez
y
apartar
compareciesen
,
¡i
— Deli-
que bien ha menester
Mandamos, pues,
mientras disponíamos que
y
Blasco OS saluda
,
;
;
estremo de
al
— Señor don — Recibimos de
mismo nos
y pasando
,
que cabalgando y corriendo
anuncia que suya es Morella.
aquella noticia: y por lo
nos
alba
el
que es del Hospital
,
cenamos,
donde pernoctamos. Al
,
no nos faltaba mas que media legua para llegar ,
Allí
y á eso de media noche con-
salimos á Villaroya
,
amanecer salimos de
sierra
y á otros ca-
,
balleros que ¡i
á
al
1
II1STOIUA
">(j
don Atarella
—
Ferrando Diez, y
se nos acercó otra vez
,
Dejad ya
tíos dijo al
muy
de Ares, pues Morella es
importante, y mas valiera que estuviese en poder de moros, que no que la tenga oido
:
lo
don Blasco, porque mas fácilmente
la ganaríais.
que por mas que don Blasco sea mi señor, Vos
Esto os digo, por-
también mi señor
sois
y ya que puedo cambiar de señor, como mejor me plazca, no he de dejar de manifestaros lo que os convenga , pues siempre natural
me
;
— Habiendo luego pedido
he de tener por vasallo vuestro.
su
parecer á don Pero, á don Atorclla y á los demás caballeros, sobre lo
que hacer debiéramos
nos contestaron
,
contra Ares
principio á la espedicion
:
que habiendo dado
debíamos
,
que después podríamos marchar sobre Morella ganaríamos ambas fortalezas en una
menores de vuestro consejo
y de este
,
— Señor, yo
cabo
;
modo
embargo,
sola cabalgada. Sin
Ferrando Diez no cesó de decirnos: los
llevarla á
soy aquí uno de
pero por mas que os digan los
;
marchad sobre Morella, y mandad llamar á los peones de Teruel y de las aldeas para que os sigan tan de cerca otros
,
creedme
;
como les sea posible, dejando todo Nos que esto era efectivamente lo mas
ventajoso
bre debe atender siempre con preferencia importancia
y así nos dijo él,
;
equipaje.
su
á los
—
Conocimos
porque
,
el
hom-
negocios de mayor
que nos diésemos prisa, porque desde
donde estábamos hasta Morella teníamos aun que correr un buen
mismo
trecho. Por lo se
quedasen
mos de
el rio
según
,
de
las
,
dada orden
cumplieron
así lo
Calderas
á parte
,
cuesta que conduce á Morella.
la
peones á
llegar luego á dos
peoues para que
los
partimos
;
y llegamos
de
á
escape
,
otro rio que corre
al
Cuando estuvimos
allí,
pasaal
pié
vimos
y preguntándoles dónde esque iban viniendo. Emprendimos,
la lijera
;
taban los demás
,
pues
hasta llegar á una colina que hay en mitad de la
,
la
subida
cuesta, y á
la
,
nos dijeron
cual pusieron después por
donde hicimos
alto
para esperar á
centinelas de á pié y de á caballo ni salir hasta el día siguiente ria hacerse.
pués de
Pasamos
la fiesta
á lloviznar al
cubrirse
el
que
noche
la
de San Miguel
demás fuerzas
,
;
que no
bagajes estaban echados
,
le
lo
y como era ya
empezó tocara
,
colocando
nadie permitiesen entrar
á
que debe-
mucho
des-
á nevar en abundancia y
mismo tiempo, de modo que nadie
rostro para
Cerro del Rey,
el
en que resolveríamos
,
toda
allí
,
las
nombre
la
se atrevía á des-
nieve: los caballos y los
parte en una hondonada
,
espary parte
ni:
(¡dos por
traernos
el
las
tampoco nos los del
provisiones
aquella
tur posible
el
do
castillo
pasar sin
.i
I>7
aimk.
campo como mejor podiao
introdujesen
se
i),
comer
saber
beber desde
ni
cenado en Villaroya basta
ni
,
de que
para que no
\
modo que hubimos de
de
;
noche anterior en que habíamos
la
horade
la
don Blasco,
á
mayores faenas
allí
miedo
buscarlas, por
¡i
debían
subirlas
noche no pudieron
bajar
hiciesen
lo
acémilas que
1;»>
:
Nos como
vísperas, tanto
los
caballos y bagajes.
CAPÍTULO C\.
A
poco de haber salido
sol
el
don Blasco con algunos
llegó
,
caballeros, vestidos sus perpuntes, y con escuderos que les lleva-
ban
las
armas. Luego que nuestros centinelas los descubrieron que
seguían cuesta abajo
de aquellos guardas
que
don Ferran Pérez de Pina
,
,
nos envió mensaje con
diésemos orden sobre
le
Blasco queria entrar en
lo
que era
cabo
el
noticia, y pidiendo
la
debería hacer, ya que don
que
Dijímosle
fortaleza.
la
,
pues, que no
,
se
modo,
y que le mandase venir á nuestra presencia. Antes de que llegase allí nuestra orden, empeñábase don
lo
permitiese de ningún
Blasco en entrar luego en
— ¿Qué
fuerte.
el
Blasco? decíale don Ferran Pérez. le
aquel,
contestaba
entrada
;
y
sajero que
me
]
vo)
¡i
al
Nos habíamos enviado
consiguiente
Quiero entrar en Morella,
como deba
hacerse esta
— Llegó en
esto el
dar orden
presentaré después
Pérez nuestra orden
—
,
rey. y
pretendéis hacer don
comunicó
al
oido á Ferran
de que no dejasen entrar á don Blasco aquel
le dijo
—
:
— Don
Blasco
todo os veáis con
él.
verle luego; pero
que antes tengo que despachar algo.
Decid
al
rey
,
contestó
don Blasco, que no os hemos de permitir sin
que primeramente os hayáis visto con
Y
que tenemos.
al
la
el
,
él
por
otro
,
rey
:
tal
que
iré á
Sabed,
es
el castillo la
orden
decirle esto, se le acercó para impedirle
volvió las riendas y se dirigió hacia
siguiendo tras
el
entrada en
intentaba escaparse. Viendo don Blasco que no curso
:
rey quiere que ante
el
,
men-
nuestros guardas.
le
si
quedaba otro re-
donde Nos
estábamos,
1
msroKi
58
v
CAPULLO
CJU.
Así que llegó don Blasco á nuestra presencia nos Nos en
pié
verle
al
y
;
luego nos sentamos
;
piísimo*
todos con don
don Atorclla y Zeit-Abuzeit pero habiéndonos manifestado que queria hablar con Nos á solas , despedímos á
Pero Ferrandez él
,
apeóse
,
todos los demás.
Vos
sabéis
domo
,
:
—
¿
Qué
don Blasco
,
respondimos
le
,
que mandáis, señor ? nos dijo
es lo
,
que
—
:
mayor-
sois nuestro
que os hemos tenido siempre en mucho y os hemos otorgado muchas gracias , y que sois además feudatario nuestro por ,
;
tanto
,
ya que
según
,
me
habéis noticiado
Dios os ha concedido
,
apoderaros de ese lugar tan fuerte y tan famoso , bien conocer vos que por muy bien que con él nos sirvieseis ,
podéis
el
es tal
,
que solo un rey debe poseerla
la naturaleza
que con Nos tenéis
siempre os hemos dispensado
en entregarnos ese
sintáis
,
mercedes que
las singulares
como mayordomo nuestro
y
hicisteis.
habéis otorgado?
— ¿Y — Sí
,
,
en efecto
don Blasco
;
ceros esa conquista
,
señor
,
en
— y
,
porque es
Ciertamente, señor.
Á
no debe pertene-
que vale tanto como
que podéis hacer
lo
;
me
que debe ser
ella se dice
tal el castillo,
un condado con todas sus pertenencias
el servicio
escritura que
la
vos conocéis ya que
,
con-
,
no recordáis
vuestro cuanto ganéis de los moros.
pesar de esto
,
y por ende os habremos de los vuestros , que pueda luego
castillo
hacer tanto bien á vos y á todos deciros todo el mundo, que buen galardón llevasteis por
que nos
plaza
os rogamos, pues, que por
:
por
,
la
es,
que ya que Dios os ha dado tan buen lugar y podéis cedérmelo, me lo entreguéis , haciéndoos yo en recompensa tantas mercedes,
que por
ellas
conocerán
prestado, y contestó, lo pensaré
habréis
los
cuan y os
hombres
agradecido os quedo. daré
la
con cuatro cabullcros que iban con
rado la
,
volvió y nos dijo:
plaza de Morella ?
para
Nos
es
muy
mis conveniente tra
Noluntad, y
—
respuesta. él
,
y
— ¿Empeñado el
tenerla
,
me nos
entonces
después de haber delibeestáis, señor, ,
le
en poseer
respondimos:
mientras que á vos os es
que os hemos ofrecido.
(pie tanto os interesa el
— Señor,
— Apartóse
Bien podéis conocerlo
importante lo
señalado servicio que
el
— Va
que
es esta vnrs-
poseer dicha fortaleza,
me
DE
conformo pido,
,
señor
lodos los demás.
vamos
demás
que
el
os
— Que
á presencia
y los
ceit
caballeros
tomó
;
moros
Bien está
encontrar
¡i
cedisteis
dijimos; y por consiguiente
dichos
á
me
pero tanto
preste cualquier
ten-
nos mar-
}
Llegados Nos
noldes.
ellos, queria éste
habéis favorecido ,
servicio
solo os pido
muy
que es
y
que Píos hablásemos
,
castillo
,
el servicio
(
1 ) ,
manecimos
allí
de
(pie tenia
y que
,
todo aquel dia
,
y á
la
el castillo
le
y con
;
;
y
reesto
manos y
prestó homenaje de
por Nos
ya que
hombre de vues-
que acababa de prestarnos
púsose ante Nos de hinojos, y nos
os
pues justo es
,
Contestárnosle que se lo agradecíamos
compensaríamos
,
también yo
quiérolo
que pueda tenerlo en feudo por Vos
—
prometéis
mi parte
justo que por
para ello sea yo preferido á cualquiera otro
tro reino.
me
y tanto
que pueda prestaros. Así pues
Vos queréis que sea vuestro esc
de boca
—
nos contestó;
,
la
todos los lugares que yo conquistase de los
favorecerme en adelante
(pie
á
mas habiéndole objetado que á él le tocaba el hacerlo, palabra y dijo: Señor, Vos me otorgasteis escritura,
me ;
preferido
—
la
en que
le
os
tendré por vos;
la
justo es que sea
,
cosa
para que sepan todos que \os
,
—
presencia de
á
una
solo
de don Pero Ferrandez, don Atorella, Zeifc-Abu-
chámos en seguida don Blasco
cedo
la
nos place,
dréis en feudo por Nos.
primero
:
que os dignéis dármela en feudo: yo
y es
ya que soy yo
y
pláceme que sea vuestra
y
,
159
JAIME.
i).
de Morella.
Per-
mañana siguiente partimos
para Ares, y nos posesionamos de dicho lugar, dando á los peones «pie se
muy (1)
habían apoderado de
él tales
recompensas
,
que quedaron
satisfechos de Nos.
El ceremonia] del homenaje varió según las épocas, y era además al-
gún tanto diferente en cada pais y según la categoría del feudo. El de boca por lo regular lo prestaban solamente y manos que aquí prestó don Blasco ,
nobles; pues los feudatarios que no lo eran no hacían mas que
los
naje de manos
que
el
home-
poner las suyas entre las de su señor en una toma de posesión del fondo, verificada en la persona del vasallo que como parte integrante de la misma rosa enfeudada, se declaraba por medio de esta ficción legal hombre, ó me,
consistía
en
señal de dependencia, y equivalía á ,
jor
,
cosa propia de su señor. Por esto
el
vasallo villano debia
.
después del
homenajo, prestar además el juramento de fidelidad, por el que se obligaba á lo< servicios meramente personales. El homenaje de boca, ó sea el ósculo que el feudatario daba a su señor, equivalía en los nobles al juramento
de fidelidad, ó sacramento,
que habían de prestar
como dicen
los villanos.
las escrituras
de aquellos
siglos.
1Ü0
HISTORIA
CAPÍTULO Vivía á
otro Sancho
bido en
sazón
la
que fué
,
rey don
el
aquella tierra
el :
CXII.
Sancho de Navarra
y como
estaba hostilizando
le
,
para proponernos que celebrásemos con
con
avistarnos
ir á
años por
lo
nunca
(pie le
mutua
como
ofre-
,
rey alguno
las
mayor. Resolvimos por tanto
á otro rey
en Tudela
,
,
enviónos mensaje,
;
él alianza
ciéndonos que nos otorgaría tantas mercedes
rey de
el
señor de Vizcaya
había quitado ya dos ó tres de sus castillos
hubiese otorgado
de
hijo
)
mejor rey que hasta entonces hubiese ha-
por medio de don Lope Diaz
Castilla
1
(
porque hacia ya veinte y cinco menos que no habia salido de aquel castillo , ni se haél
,
bia dejado ver en ningún otro lugar
mandando
;
Rodrigo Lizana y á don Ato de Foces
como
lo
hicieron
subir
al
castillo
porque
él
á
don
que nos acompañasen?
en aquellas vistas. Llegados
,
,
,
don Blasco,
á
no pudo bajar hasta
allá
hubimos de
,
para reci-
la villa
birnos, por ser tan estremadamente gordo, que causaba admiray se avergonzaba en gran
ción
manera de que nadie
no ser en algún lugar retirado. El primer le
hora de vísperas
á
,
,
dia
le viese
que subimos
nos acogió tan cortesmente
á
,
á
ver-
como pudo
;
pues bajó á recibirnos hasta donde no habia bajado de diez años
nos abrazamos mutuamente, y vimos que era de tan aventajada estatura como Nos (2). Mostróse muy contento , y rien-
atrás
:
Don Sancho
(1)
brino Teobaldo
I
,
Fuerte ó
el
cedió á don Sancho
el
Encerrado, sesto de su nombre, que su-
Sabio en 1194, y murió en 1234 heredándole su soá pesar del convenio con don Jaime. el
En prueba de
,
aventajada estatura y demás prendas físicas de don Jaime, léase el siguiente retrato que de él nos hace Bernardo Desclot en su irónica. Aquest rey En Jacmc barago dice fo lo pus bel hom del mon, (2)
la
,
que
era major que altre un
cll
,
c
,
era molt ben formal
é
complit de
memores é havic molt gran cara évermella é flamenca él ñas lonc ben dret é gran boca é ben felá c grans dents beles c Manques en sem-
íots sos
é
palm
,
,
blansa de per les
daur
,
,
,
huys ncyres é bels cabells é grans espades é lonc cors é delgat cls
é beles
,
cls
,
,
mans
,
c rossos
que semblaren
fil
brass<>s grosses é ben feyts,
longucs c dretcs per Ittr , mesura. cls p eus lon-s é ben feyts c gint calsats. Mas aun cuando no tuviéramos ese testimonio de Desclot, nos bastaría el saber que en el repartimiento de Mallorca se midieron muchas veces las tierras por brazas del sc-
ñorrey,
,
como
cualquier otro
é beles
cuxes é grosses
é beles carnes c
dice el acta, veinte de las cuales equivalían á veinte y dos de
hombre de regular
estatura.
DI.
una
á
rados
salita
couUgua
á
mi capilla,
Díjonos
ea satisfacción tan cumplida
que
allí
;
escalerilla
memoria de que hubiese tenido minlo
á
cual contestamos Nos,
de
verle
vernos para eosas que atañen en
romo
aquí nos tenéis
;
veros
mañana por
mayor bien que
hombre
y
;
la
,
por esto,
dijimos
le
gran manera
mas como
:
él
Va
:
nuestro
á
creemos, por proceder de vos
lo
mañana,
y
— Contestónos que
os ofrezca.
se
tanto
,
mensaje, diciéndonos que os convenia
nos habéis enviado
bras
que tam-
deseos que teníamos de conocerle. Al cabo de
los \i\os
nuestra honra,
prepa-
ya
muchísimo de
alegraba
un rato de haber estado solazándonos con
que
t
que nos con-
donde hallamos
se
alegrábamos sobremanera
como por
f >
1
mano por mía
los asientos,
nos
1IUE.
á
nuestra visita, y que no tenia
bién
I
mano
do, SubíúflOS los dos
dujo
I).
es ya
muy
tarde
el
jiro
y
tales pala-
volveremos á
,
entonces podréis decirnos cuanto tenia
que hablar con Nos del
hasta aquella sazón nos hubiese propuesto ningún
mucho
agradeciéndoselo
nos despedímos de
,
por
él
aquella noche.
CAPÍTULO Al dia siguiente
por
la
CXII1.
mañana oímos nuestra misa
donde nos habló en estos térmi-
subimos
á verle
nos
Creo que no podéis ignorar
—
:
en
el
castillo
,
,
rey Jaime
,
el
consideramos mas allegado con vos
,
cho
dicho sobrino nos ha devuelto siempre
,
tan mal
porta
con Nos
de todos
,
á
escep-
Champaña
,
no
modo nos
porque os amamos en mayor
,
á pesar
pues
y aun en cierto
;
grado
,
;
hijo de la condesa de
tenemos otro pariente mas cercano
ya que
cuánta amistad
,
y cuan estrecho parentesco hay entre nosotros dos cion de nuestro sobrino
y luego
,
los beneficios
que
le
hemos he-
mal por bien
,
y se
que ha llegado á conspirar con nuestros
hombres de Navarra para destronarnos y alzarse rey. Este es el motivo de haberos enviado á buscar , porque preferimos que nos sucedáis vos en el reino
mundo
;
y
antes que
él ni
ningún otro hombre del
por esto he querido también que
mente de mí
Mas
,
,
para que no
ningún motivo
intervención
sin
,
digan es
las
lo supieseis
directa-
de ninguna otra tercera persona.
gentes que
menester que
al
obramos de
lijero
y sin
mismo tiempo que Nos 21
os
102
HISTORIA
Vos también; pues ya
prohijaremos, nos prohijéis
que con nuestros setenta
ello, toda vez
podéis perder en
muramos mucho
años es natural que
que no
veis
antes que vos
ocho
y
que no tenéis
,
sino veinte y cinco.
CAPÍTULO CX1V.
Plúgonos en gran manera con
lo
que nos
dijo
nos daba una pueba del entrañable
ello
pero con todo
rogamos que no
le
don Sancho
amor que nos
mal
llevase á
porque
,
tenia
que nos aconse-
el
jásemos con los nobles que nos habían acompañado, pues
al
anoche-
cer volveríamos á visitarle y le daríamos nuestra contestación
quisimos antes aconsejarnos
Leonor
jo de doña
nuestra lo habían
de Aragón, y esto
hija
,
:
si
y
fué porque nos habia quedado un hi-
,
de don Alfonso de Castilla
y por orden
,
jurado ya por heredero los nobles y caballeros entre ellas la de Lérida.
ciudades,
las
y celebrado ya
,
;
correspondiente acuerdo
el
En
de
vista
comisionamos á
,
don Blasco de Alagon (l),á don Ato de Foces ya don Rodrigo Lizana
en secreto
para que fuesen á manifestárselo
,
,
en presencia
solamente de aquellas personas que éljqnisiese. Llegados ronle lo
—
:
que
por nuestro medio,
El rey nos envia para manifestaros
no pudiera deciros cara á cara
él
vos no ignoráis
:
parado de su mujer por mandato del pontífice ella
un
hijo
,
Aragón y en Lérida pende de
como
la
;
por
,
,
le
este
tanto
es
,
que se-
ha quedado de
jurar por sucesor en sus tierras ,
como
la
muerte de
de Dios y tan pronto alcanza
voluntad
los viejos
á
mandó
á quien
allá, dije—
el
los
hombres
á los jóvenes
único obstáculo que se
le
ofrece
pues no puede permitir nunca en su vida que pierda su hijo
recho que tiene ya adquirido. ro de que aceptaria de
Si así
muy buena gana
ve en ello una prueba señalada del
lo
que
amor que
porque en
,
que copia téntico
,
el
la
mismo
firma
sí
el
;
y
escritura de concordia
el
de-
le
proponéis, pues
le profesáis.
poniendo á don Blasco
creemos que efectivamente tiene entre
el
aragonés y el navarro, con su original au-
analista y liemos nosotros cotejado
Maza
,
;
podéis estar segu-
,
Zurita dice que se equivocó aquí don Jaime,
(1)
de Alagon en lugar de don Blasco Maza razón
no fuese
de
pero no so hace ningún mérito del de Alagon.
DE
l>.
\1MI..
I
I<»
»
CAPÍTULO CXY
Les contestó
rej
el
Navarra
que deliberaría;
aconsejado con don Sancho Ferrandez de Montagul llermo Baldoni
,
que era en aquella sazón uno de lúdela, con
hombres de
y poderosos
otros de
t|iiiriics
días por
la
su respuesta
diciendo
,
serle tan desventajoso el aventurarse en su
personas tales
como Nos
amaba, que no
¡ios
demos
la
tenia inconveniente
no pudiese suce-
él
moria
si
Nos succderle en
su
y á nuestro hijo
debiese heredar
reino
ciendo jurar cada uno de
nos
en que
de manera que
miento por sn parte
y
Nos
si
él
,
le ausiliáse-
quería
cual
el
,
primero
contrario
al
que
debiésemos
,
sobrevivía él á
todos nuestros estados
á sus respectivos vasallos
el
,
Nos ha-
cumpli-
contestación que
la
ricoshornbres, cuando volvieron para darnos
trajeron nuestros
;
el
este convenio. Esta fué
(le
pesar de
y nuestro hijo; con todo, era tanto lo que
rey de Castilla
,
á
edad avanzada con dos
el
;
y con
cabo de dos
que
:
guerra que tenia con
destronarle
villa
la
;il
sino después de nuestro hijo (l),con tal de
mos en
mas honrados
I"-
ahora no conservamos memoria;
mañana
con en Gui-
.
jnsticia de
el
habiéndose
v
embajada.
CAPÍTULO CXYI. Cuando Nos oímos ra
v
,
de
con
<{ue
tilla,
nes: re]
tal
y el
,
regocijémonos en gran mane-
Nos cuantos estaban en nuestra compañía
por
hubiésemos de sostener guerra con
ello
;
el
pues á pesar rey de Cas-
vimos que aquellos tratos nos eran ventajosos por tres razola
primera
,
por ser notoriamente injusta
estaba haciendo
al
ya setenta y ocho años
(1)
respuesta
En
el
de Navarra; ,
la
guerra que aquel
la
segunda, porque
éste tenia
y aventuraba su suerte con nosotros, que
tratado de alianza y
don Sancho
.
Cronista; por
mutua arrogaeion otorgado entre don Jaime no se hace mérito del hijo don Alfonso como espresa aquí ,
lo
hijo fue estipulado
mismo hemos de creer que el convenio á favor de dicho separadamente en algún tratado secreto, ó tan solo de
palabra entre ambos soberanos.
;
HISTORIA
KJi
dos y podíamos cada uno , segua el orden natural , tener fundadas esperanzas de vivir tanto como él , por cuyo motivo era
éramos
poco
que en realidad arriesgábamos
lo
justo
y la tercera
;
que Nos tomásemos parte en aquella guerra
Sancho nos hacia donación de Navarra,
como
lla tierra
nerle cuando nos prohijaba.
ricoshombres
,
que por
:
Subimos, pues,
y encontramos con
Mucho
agradecemos
os
dos ó tres de
él á
,
los
suyos que
dijimos
le
el
te-
con nuestros
á verle
honra que nos hacéis y
la
debíamos
tal
llegado de nuevo. Puesto en su presencia
habían
ya que don
,
que defendiésemos aque-
y
propia de nuestro padre
porque era
,
:
—
amor que nos
mostráis, según lo que nos han manifestado nuestros mensajeros;
por consiguiente
,
aceptamos
propuesto por medio de tra el rey de Castilla y
ricoshombres
así,
convocase á todos
él
á diez síndicos por cada
convenio
como nos
tal
y os
,
lo
habéis
ayudaremos con-
contra cualquiera que intente haceros al-
— Convenidos
gún daño. para que
los
el
señalamos los
el
plazo de tres semanas
nobles y caballeros de Navarra,
ciudad y cuatro por cada
villa
de impor-
deque, con poder bastante y en representación de todemás, nos prestasen juramento y homenaje de señorío y
tancia, á fin
dos
los
fidelidad
pues Nos ordenaríamos que hiciesen otro tanto nuestros
;
vasallos de
Aragón.
CAPÍTULO CXVH.
En
el
dia que
habíamos acordado nos hallábamos en Tarragona,
desde donde nos fuimos á Tudela
encuentro
,
acompañado de
los
,
ya que
el
Sancho
,
Alfonso,
no podia salimos
juramento y homenaje de que
de todos ,
nos sobrevivía
y del mismo
modo
los
,
los
susodichos va-
después de muerto don
reconocerian por rey de Navarra á Nos si
al
ricoshombres y síndicos de nuestras
ciudades. Allí recibimos primeramente sallos
él
,
y á nuestros sucesores
ó
al
infante
don
perpetuamente
ricoshombres y síndicos de nuestras ciudades,
que para esto se hallaban en Tudela
,
le
prestaron á
él
igual jura-
mento y homenaje, en los términos que habíamos pactado. Comisionamos además á uno de los nuestros para que recorriese el reino de Navarra, tomando
el
juramento y homenaje
biesen aun prestado; é hizo
él
á los
que no
lo
hu-
otro tanto respeto de nuestra tierra.
DE
Terminado
este negocio
rey de Castilla
por cada parte, bre
165
MUÉ. á tratar
de
guerra con
la
consejo cuatro ó cinco
al
quienes hicimos jurar sobre
á
gelios que guardarían
ricoshombre»
<•!
secreto de
lo
que
loa Bantos
Dio
se tratase.
siguiente mañana, porque esta es
la
propósito para tratar de asuntos de importancia
muy temprano,
misas
las
sus Proverbios, es
hemos dicho
,
la
de
zada
En
tilla ,
la
términos:
costará
como buen
hijo
derecho y suya ,
muy
pocos
el
,
primero,
él
los
negocios,
— Rey, alguna
espe-
,
dijimos
,
vencerlos,
la
y los
si
—
— Rey de Aragón, voy
ra, aunque todos
que yo
los
,
;
cuantos
vez cedieron,
Vos por
á
ausiliar,
haced Vos otro tanto
vive Dios
,
que nuestro es
sus ricoshombre»
,
ni los
instado
,
nuestros
;
fin á sus
pala-
como mas
prác-
y así
tomando
que pasa en esta
tier-
de Navarra saben tan bien ó mejor
daños que don Lope Diaz de Vizcaya está causando
reino, y por consiguiente
al
el
por todos los navarros,
á esplicaros lo
los naturales
alguna
Cuando hubo puesto
Nos que hablasen
rey de Cas-
Dios quiere. Hagámoslo, pues,
venceremos
sinrazón.
si
y
mas teniéndoos
;
el
y tenían que luchar con un ene-
en aquellas fronteras que Nos
:
dia siguiente.
nuestros navarros en
valor
mano don García Almoravit
dijo
corno
pues por mi edad avan-
;
yo os apovaré con todas mis fuerzas
ticos
á
que habían
el cual,
el
guerra que hubo entre nuestro padre y
portáronse siempre con
poco nos
la
motivo por
;
negocios de España
migo escesivamente numeroso
bras
mas
Salomón en
dice
mas esperimentado que Nos en
y
fué porque ellos eran
:
los
de Navarra upe hablase
al rey
encuentros tuvieron con los castellanos
así
(lia
con-
puedo dar razón de muchas cosas que han acontecido en mis
,
dias.
los
como
,
resolución para
la
palabra y habló en estos
riencia tengo
que
,
consejera
habíamos aplazado
como de mas edad, la
noche
muy buena
Habiendo Nos luego dicho
tomó
el
Y entornes, oídas
:
reuniéronse otra \ez todos
negocio durante
el
cada
secreto, para manifestarnos lo que habían pensado
jurado guardar
gobre
hora del
la
evan-
allí
uno su dictamen; mas habiendo ya anochecido, prorogémos sejo para
el
además algunos ciudadanos de Zaragoza en nom-
v
entrambos,
I
empezamos
,
asistiendo
,
I).
al
rey, con sus numerosas fuerzas. El rey
de Castilla ha mandado últimamente á sus vasallos que ayuden á
don Lope siempre que dispensado
la
alianza con el
lo necesite
;
mas ya que
el
Señor nos ha
merced de estrechar vuestra amistad y rey de Navarra « confiamos en Dios que ambos á dos
inestimable
HISTORIA
!(>(>
llevareis
buen cabo
¡i
guerra
esta
honra, y con satisfacción de lodos á
don Sancho contra
García, fué cedida mil
la
quien habló así:
,
se le hace.
Qué mas
¿
bamos
lo llevareis
¡i
buen término
demás ricoshombres que recer
;
empeño
este negocio,
acometed decididamente
empresa, y entonces á los
no podrá menos de ser
éxito
el
merced que tanto esperá-
Ja
vosotros dos queréis tomar con
? Si
en
asistian
— Dijimos
íeliz.
consejo
el
manifestado por don Sancho y don
á lo
,
ciertos de
que tendría buen
varra nos
empeñábamos en
fin el él
García
negocio
,
si
que
,
porque estaban
se
adherían
Na-
y el rey de
pues que ellos por su parte estaban
,
Seguidamente nos
hablado sus ricoshom-
que ya que habían
,
,
Nos
dispuestos á servirnos lo mejor que pudiesen.
manifestó don Sancho
la
que diesen su pa-
pero todos nos contestaron unánimemente
;
Después de don
queréis que os diga, sino que
Señor acaba de concedernos ahora
el
—
don Sancho Ferrandez de Monta-
palabra á
—
que vean corno amparáis Vos
los
que
injusticia
la
ganando entrambos señalada
,
bres, bueno seria que los nuestros diesen también su dictamen
por consiguiente tomó al
rey de Navarra
parte del rey de
le
,
dijo:
Aragón
serviros en esa
campaña
más de
me
que
lo
palabra don
la
deis
—
Ato de Foces,
emplearé en
arriesgar nuestras personas
manera
:
— Bien
lo necesario
hacienda.
:
mas
temamos tampoco
Habló después don Blasco de
dicen los ricoshombres de Navarra
sino que os empeñéis en
será vuestro poder
tad
,
,
y grande será
sotros y
Lizana
,
y á Vos
vosotros. y dijo:
:
el
cuidado todo
último
,
y es que
nuestra
no
,
se nece-
pues grande
,
habló
también don Rodrigo
procuréis ante todo os sirvan
;
ordenar
pues con
el
los
uno y otro tenéis , no debe daros ningún demás. Luego que todos aquellos nobles hu-
—
bieron manifestado su opinión la
para que esta
Solo un consejo os daré á Vos rey de Aragón,
valor que lo
;
esta
habremos de reportar no-
podáis recompensar á los que
hombres de
semos
ambos reyes
lucro que de ello
— Por
de Navarra
modo como
ella
e'
habiéndoos Dios unido en tan estrecha amisel
—
aunque sea
,
que donde habremos de
justo es que no
—
,
mi caudal
ella
empresa de que tratamos sea llevada á buen término sita
para
pues por mi parte os prometo que ade-
;
empeñando mis bienes por mas de un año arriesgar nuestra
y dirigiéndose
Poco tenemos que esponeros por
dadnos vosotros dos
:
:
,
,
pidiónos
y así lo hicimos.
don Sancho que declará-
DE
CAPÍTUO No
igoorais
no nos llevamos de este
los reyes la
muerte
CXYIII.
don Sancho, dijimos
,
qne por
de Navarra, que nosotros
al
mondo, cuando
Ilesa
Iíi
horade
sino sendas mortajas, que solo se diferencian de las de
,
hombres en sarde mejor
los <»tros
167
JAIME.
I».
mocho poder que Dios
el
pero tenemos
tela;
nos
li¡i
la
ventaja de
dado, podemos emplear-
DOS mejor en su servicio, y ganar nuestro galardón por las buenas sin embargo , si estas no las haremos en esta obras que hagamos :
vida
no podemos esperar cumplirlas en
,
que Vos
lo
Verdad
esta guerra.
cho mayor caudal necesitan para
ros con
,
y
podréis vencer en
pero en cambio Vos tenéis
;
mas abundancia de
guerra. Por mi
la
va
que yo puedo poner en camparía triplicadas
es
ó cuadruplicadas fuerzas que Vos
se
modo
queréis, os manifestaré de qué
Ahora pues,
otra.
la
dos mil caballeros
hombres de
;
mu-
víveres y otras cosas que
parte
,
pues
ofrezco
,
aprontad Vos otros mil
,
ausilia-
que entre
que sepan manejar armas y caballo, bien podréis reunirlos en vuestra tierra enviad también mensaje á caballeros y
linaje
;
vuestro primo os
conde de Champaña
el
para que se una con Vos y caballeros, que bien podrá reunirlos y si por
ayude con mil
ventura
,
,
;
noticioso
de
él
los tratos y alianza
que con Vos hemos
celebrado, no quisiese ausiliaros, reunid por vuestra cuenta los dos
que por
la
gracia de Dios bastante tenéis de que pagarlos,
de nada sirve
el
caudal
mil
,
mejor que vengando
déis emplearlo
padre
el
ganando costamos
rey de Castilla al la
bien no se emplea. ¿
si
las
y
mismo tiempo
Y
las afrentas
modo po-
que hizo
á vuestro
que Vos mismo habéis recibido
,
y
mas que debiese
tan señalada honra, por
vida á entrambos ?
y
de qué
Luego que tengamos reunidos
cuatro mil caballeros de linaje, entraremos por Castilla; y
como
los los
castellanos son de suyo orgullosos y están ahora engreidos, nos pre-
sentarán luego
la
batalla
:
aceptarémosla
ningún estorbo, venceremos con
mos
á
nuestro favor
el
derecho
Después de haberles vencido en de Castilla, que están todas (días
como
si
fuese en
la ,
el
;
y
no pudiendo haber
allí
ayuda de Dios, porque teney ellos pelearán
campo
sin foso y sin
,
injustamente.
invadiremos
muralla
;
campo abierto, darémoslas
las
aldeas
entraremos por á saco, y
así
HISTORIA
|C„S
lograremos que atraídos por
muchos razones
esperanza del lucro
— Aquí
aumentar nuestras fuerzas.
á
nos pluguiese
cosas según
,
muy
destemplada-
diciéndonos que ordenásemos nuestras
porque
,
acudan otros
,
llegábamos de nuestras
cuando don Sancho nos interrumpió
,
mente y con grande enojo
haria otro tanto con las su-
él
Pesónos entonces en gran manera de que nos diese semejante
\as.
respuesta le
la
,
y
le
hicimos observar que no debia llevar á mal cuanto
habíamos dicho
porque todo
,
habíamos manifestado sola-
se lo
mente para mayor honra suya, y para que pudiese recobrar habia perdido
;
Nos
don Sancho Ferrandez
á
¿porqué no manifestáis
Lo que importa forme
,
nos contestó
— Pero por
sino
;
:
— Malamen—
verdad á vuestro señor?
que Vos
ausilieis al rey
,
con-
que todo ha de redundar en mayor
los tratos
no quisimos en aquella ocasión enojado
la
es
,
se lo habéis ofrecido; ja
honra vuestra.
que
y viendo que ninguno de los suyos se atrevía á ha-
blarle palabra, dijimos
te obráis;
lo
que con
don Sancho, viéndolo tan
replicar á
que nos despedímos de
habíamos tenido,
él
él
,
diciéndole que
al
dia
siguiente hablaríamos otra vez de aquel asunto.
CAPÍTULO cxix.
Al otro dia volvimos á ver
al
rey de Navarra
tuviese á bien prestarnos cien mil sueldos
;
y
,
á cuya
le
dijimos que
demanda acce-
dió, con tal de que le diésemos suficiente garantía de su restitución.
Por consiguiente, ofrecimos darle en prenda Ferriolo
,
Peñaredonda y
prometimos que para con mil
caballeros
,
aprestados otros mil tos los mil con
cua
,
;
la
la
Faxina
pascua
los lugares
y ajustado así
;
convenio, le
estaríamos dispuestos á servirle
tendríamos y para la fiesta de san Miguel conviniendo él por su parte en tener pron-
que debia concurrir
á
cuando debimos reunimos con
empresa
la él
,
nos lo
negocios que nos obligaron á pasar á Mallorca
por mas de dos meses
el
de Ferrera,
el
acudir á
la cita.
,
:
pero por pas-
impidieron otros
retardándonos
así
DE
I».
UMB.
I
I
00
CAPÍTULO CXX.
Guando Atamos
ver otra voz
i
haber comparecido antes, saliónos
por culpable de no
mu\ amigo nuestro
nn caballero
tro
Vallterra
,
don Sancho, que nos tenia ya
;í
que había estado
quiere increparos
entre los dos teníais
— contestamos Nos — Hemos venido mal
el
del rey
servicio
al
señor; — Andad comparecido en porque no concertado. — Mucho agradecérnosla
á
a\ iso
sobre
don Pero
;
aquí
y á
el dia
mañana
siguiente
la
le
,
pues
,
habéis
don Sancho
fuimos á vernos con
llamado Pero Giménez de
,
reinte y un ¡mus
de Navarra, y nos dijo: re)
encuen-
al
el
que
noticia,
cuando
,
hablamos en estos términos: no llevareis á
para veros, y creemos que
que no hayamos comparecido en
el
dia señalado
,
teniendo
en cuenta que hemos querido antes llevar á cabo algunas otras empresas, cuyo buen éxito nos servirá para
que ahora hemos de acometer. decis, nos contestó
do en
tardanza
pues
lo
como — Creemos que que no — Mas no debe entrambos. — Veamos, — En que por será
vos
así
os habéis presenta-
cierto es
repuso, en qué consiste
,
pesar esta
os
la
nuestra
ventaja.
tardanza podremos ahora ausiliaros con doscientos caballeros
que
los
sin
ella
hubiéramos reunido.
ja dispuestos los mil caballos llado
en toda Navarra mas
tos á entrar en
aprontado
la
ha de ser mas ventajosa para
si
,
pero
mejor resultado de
que nos prometisteis.
dia
el
;
el
los
campaña
;
vos,
allá
de
?
¿ tenéis
,
Nos no hemos ha-
trescientos caballeros pron-
por nuestra parte :
dijimos
le
que nos ofrecisteis
mil que os ofrecimos
dernos por nuestra
Y
mas de
,
embargo
sin
mal hacéis
,
pues
,
,
hemos
en repren-
,
cuando vos habéis cumplido tan mala-
mente vuestras promesas.
Si vos tuvieseis reunidos los mil caballe-
ros que debíais te
,
con ellos y con
tenemos prontos
tilla.
falta
deliberaria sobre lo que
ron esto nos despedímos de ,
mil que por nuestra par-
á hacer la guerra desafiaríamos al rey de
— Contestónos que
Tudela
los otros
encontramos
á
él.
Cuando bajábamos
la
frontera, había traído un mensaje para
— Señor,
lie
decíamos
el
venido aquí con un mensaje para
,
,
y
del castillo de
un caballero de don García Almoravid,
cual de parte de éste y de Juan Pérez de Basca
en
le
Cas-
que
el
se hallaban
rey, y nos dijo: el
rey; hace cua-
22
— I1ISTOK1.V
170 tro (lias
que he llegado,
saje es
éste?
le
testó
ya que
,
,
—
según veo
caballeros
hacer suya
mos de
,
dijimos
que
,
con
salir del
castillo
pero
;
cuando
sí
men-
esta
podrá
así
y
,
porque acaba-
,
veamos
lo
os
,
manifestaremos
se lo
nó ahora
:
rey
el
envia doscientos
les
si
— Así
mensajero
al
nos con-
,
me han encargado
en esta guerra.
la victoria
don Sancho
rey
al
men-
¿ Qué,
señor
don Lope Diaz de Vizcaya
vencerán á
,
—
tenéis tanta intimidad
,
quieren hacer saber
sajería
me ayude,
Así Dios
Los ricoshombres que
lo declararé.
á
dijimos.
aun no he podido verle.
y
misma
esta
(
tarde.
CAPÍTULO CXXI. Volvimos por
— ¿Porqué
tarde á ver
la
Hay
obráis así?
en
aquí á
hace cuatro ó cinco dias que está esperando posible
testamos
,
,
vencerían á don Lope Diaz
Mandad que
dará razón de su embajada
os
os la
hayamos ya participado.
puso
el
No
de Navarra
veis
;
que todos
mente, y que no
No
es dinero lo
el cual
haya sido
,
le
con-
;
,
y con su victoria que-
entre
el
pero no
mensajero
le
digáis que
menester que
es
,
él
y
él
Nos
entre, re-
basta que hablemos del asunto nosotros dos. los
ricoshombres se portan con Nos deslealobjeto que el sacarnos dinero?
que os piden
le
,
replicamos
;
—
sino que les enviéis
si con y ¿ qué perdéis vos con enviárselos , podéis ganar mucha honra ? Quizás no se os ofrecerá nunca
ello
:
buena oportunidad
Por mi parte,
iría
,
como
yo también
caballeros que aquí tengo
de
— No
llevan otro
doscientos caballeros
tan
le
— Dice
son esas ? nos preguntó don Sancho.
daría terminada esta guerra.
¿
que
sin
,
que con doscientos caballeros que enviaseis de refuerzo
á la frontera
mismo
meznada
hablaros, á pesar de que os trae buenas nuevas.
el
Qué nnevas
¿
,
demás ricoshom-
los
frontera y de vuestra
la
y le dijimos:
,
puerta un caballero que vie-
la
Almoravid y de
ne de parte de don García bres que se hallan
rey de Navarra
al
Castilla
refuerzo á los
dias
:
,
y
allá
de
se os viene á la
muy buen
á
la
hueste en
vuestros cabos
hará lo que vos ordenéis.
,
mano.
grado con setenta
pero como no he desafiado aun
mandad vos convocar se
que ahora
buscaremos algún arbitrio para que no os
mios que sigan ,
;
la
la villa
;
al
falte
rey este
yo mandaré
daréles víveres para ocho
— No
es
esto
lo
que nos
DE conviene
maba en
— Por
— respondió don
,
MUl
J
I).
Sancho;
y
p;n-t
como No» vimos que
hemos hecho cuanto
«•
pues, culpa nuestra,
no
si
todo
sale
tor
«'-I
nos despedímos luciéndole:
sus cotas tan poco interés,
nuestro
171
.
á
podíamos;
n<>
será
medida de nuestros
de-
seos
CAPÍTULO
Viendo que don Sancho nos fuimos
coshombres
razones <[ue con
las
tonces don Blasco cosas
,
— Ya que
:
,
quiera cumpliros
lo
virle.
él
y
manifestamos
— Bien
don Blasco, dijimos todos.
,
mañana
la
nifestamos que, cumpliendo
tar siempre ron
:
dejadle,
él
lo
prometido le
Nos. Estuvimos aun
ma-
y le
,
habíamos ofrecido ,
y
;
por
que podria con-
otro dia
allí
dia si-
estaríamos pronto á
,
dejábamos en su mano
lo
— Al
don Sancho
á ver á
caballeros que
servirle con los dos mil
que
tan atareado
él
siempre y cuando os necesite y que os premetió , os hallará dispuesto á ser-
hablasteis
,
Díjonos en-
y decidle que
guiente nos fuimos por
consiguiente
nuestros ri-
Navarra no cuida de sus
rey de
el
á
habíamos tenido.
no es menester que andéis vos por
partamos mañana
ninguna resolución,
sabia adoptar
n<>
nuestro alojamiento,
i
CXXII.
,
nos
luego
y
marchamos.
CAPÍTULO
CXXIII.
Salido de Tudela y llegado á Tauste
rey de Navarra
,
dándoles orden de que llasen
que á
para
de Zaragoza
,
Fvrrandez de Azagra,
el
lo cual
Templo
se hallaban
que intere-
tierra de
moros
señalamos dia
y del Hospital
á los
,
y á los
también en nuestra
tierra,
plazo
los
prefijado
que habian recibido
la
pero comparecieron
el
;
llamado Bernardo de y
el
primeros del próximo mes de mayo se ha-
con Nos en Teruel. Ninguno de
orden se presentó en obispo
;
á los maestres del
de Teles y Galatrava
Jas cosas
mas que entrásemos en
valia
,
y nos apoderásemos de Burriana ,
acordamos que ya que
tomaba tan poco empeño en
saban á entrambos
ricoshombres
,
Montagut
;
don Pero
muchos hombres de nuestra meznada,en-
HISTORIA
17*2
don (iimeno Pérez de Árenos; de modo que llegamos á
ellos
tre
reunimos
hasta ciento y veinte caballeros y las milicias de Teruel.
Al cabo de
tropezamos
donde
Como
castillo.
al
recorrer
el
parte de Viver
la
,
vega, menos en
la
dejando
pusimos por obra
lo
mados
no
,
moros
y los
;
las tiendas,
jando asimismo en
las
el
del
Templo
,
lado opuesto de
;
,
hicimos
y cuando aca-
llegaron
,
,
población, de-
En Raimun-
y otro freile
,
cuyo nombre no recordamos
,
la
tiendas los caballos armados
comendador de Aliaga
aquella tala.
Al dia siguiente
bábamos de regresar de nuestra cabalgada do Qa-Ametla
armados
ver á los caballeros ar-
al
,
la
que serian unos
demás en
los
se atrevieron á oponérsenos.
también nuestra correría por
parte inme-
la
á treinta caballeros
hombres, acompañándonos todos
Así
jun-
resolvimos talar los contornos de
,
para guardar á los que se quedasen en mil
á establecernos
sarracenos con sus ballestas y lanzas impe-
nuestro campamento
por
villa
vega y nos obligaron
la
los
dían á los cristianos diata á
ú ochocientos moros, que nos pri-
con siete
varon de acampar en to
esta villa y nos fuimos á Ejérica,
tres dias salimos de
los cuales
comendador entraron so-
campamento cabalgando y lanza en mano , y vinieron á encontrarnos. Convocamos en seguida álos obispos, á los ricoshomlos
en
bres
,
el
concejo de Teruel y á los de nuestra meznada
al
de todos dijeron
sencia
los
comendadores
los
maestres del templo y del Hospital y
ñiz
,
ción y de Montalvan
lante de Murviedro
mas pronto
dar
solos
grande
el
,
,
les
Pasmes
conforme nos
de Segó
chéis lo allí
,
,
que
posible á tal punto
y
al
—
Contestárnosles que podríamos ha-
si
Nos no
les
no socorrerles y hasta acompañarles Nos respuesta, en vista de la
de-
como por considerar muy
,
la
que
,
se
la
tienda, y
acompañábamos
verian. Calculárnoslo bien, y diciéndonos los
poco nos vino á
millas
pues ellos no pueden que-
,
efecto salieron ellos fuera de
nos dijeron llanamente que
vi'iiiente
como dos
mandasteis; y que llegaron y ahora vuelven para suplicaros que mar-
poder de Valencia. ,
está
estado dos dias cer-
les
tanto porque son pocos
blar de tal asunto
os saludan
,
comendador de Alca-
como han
para deciros
,
ca la colina llamada de
el valle
— Señor
hallan aquí con todo el concejo de esta pobla-
los cuales se
hasta
el
:
y en pre-
:
demás que
dimos
se vol-
seria
bue-
á aquellos la con-
marcharon enseguida.
imaginación un pensamiento y dijimos;
haremos de esos hermosos trigos que tenernos delante
,
A
—¿Qué
sin
talar-
DE
lT3
JM.MK.
I».
¿Por rentara podrán impedírnoslo
los?
los
sarracenos? Enviemos
maestres que nos esperen por un día,
á decir á los
que
y
podrá hacerse
tarémos con filos: entretanto yo os mostraré como |
a
tal;»
todos
— Por
.
nna voz,
;í
qne no conviene marchar
l)i«>s
antes
sin trae
efectuéis.
la
otro es-
al
aquí, esclamaron
— Pnes
vo]
i
esplica-
haremos. N<» Nos entonces, deque modo nunca había estado en esa frontera , pero me parece que los sarrareplicamos
ros,
cenos que
la
Pero
liien.
muy
habitan Son
á su
modo
que espera es diestro,
manejan
y las
armas tiene una cosa que cada lu-
y es, que, según
mas de
las
armas
diestros en las
ejercicio de las
el
chador hace
l«>
el
ardid en
veces bate
las
parar,
el
que
al
le
el
si
ataca
:
nuestros caballeros solo llevan lanzas, y los sarracenos, sin las lanzas
,
tienen además ballestas
lijeros la
y
,
;
pero no importa
y sobre todo
,
medio que para esto emplearemos os
el
ventaja de ser
no podrán impedirnos
los últimos
:
la
lo
mas
la
ta-
voy á decir. Co-
loquemos en aquel camino mas elevado veinte caballos armados, y luego deotros veinte en aquel otro camino que está mas abajo ;
mos los escudos coloquemos segadores.
á los
escuderos
á los ballesteros
— Así como
mayor
;
y es claro
,
dia siguiente de
y tras de los ballesteros vengan los
la tala
lo ,
pusimos por obra, y á que á
sin
Talárnosles
mañanita
te
luego hicimos saber á
la
noche
les
talamos también todo los
adalides,
que nos dirigíamos
siguiente
,
á
maestres
donde
Hospital,
al
tal
tuvo lugar á mediados de
apenas llegamos
,
;
á
Torres-Tor-
por medio de nuestros
,
mañana
entramos por
valle de
,
al
sitio á
el
Templo y
de Montalvan
punto á poner
mayo
y
y el
de aquella par-
á los maestres del
comendador de Alcañiz y
males pasamos desde
lo
á
;
ellos estaban, y á la
después de oir nuestra misa
Segó adentro, donde encontramos
aun
mayor daño suyo
albergarnos
á
ma-
seria
,
manera dos campos
esta
pasamos
,
donde por
de
la
ello se opusieran los
pues conocerían que á defenderse
res,
los
de estos, que irán escudados,
aquella, resultando por consiguiente en
provecho nuestro.
:
tras
dijimos
lo
ñana siguiente empezamos
moros
,
;
,
del
junto con
Burriana,lo que
cuyo objeto hicimos fabricar,
un fundíbulo y un mangano.
17
HISTORIA
í-
CAPÍTULO CXXIV. Los sarracenos que estaban dentro déla nas veces
;
ballo
como unos
hueste podria dirigirse
De
vez en cuando
que á toda
que
,
puerta
pero antes tenian cui-
;
adonde
,
procuraban solo poder
,
adentro
de
los
á veces
que
se figuraban
para lastimar á los que se acercasen.
,
prisa se llevaban
día lo contrario
la
:
y otras no mas que siete á ca-
á pié,
que tendrian
los
dado de apostar ballesteros en la
efectuábanlo sin tardanza
,
hombres
cien
que serian todos
,
pelear algu-
y como viesen que se acercara á aquella algún rebaño,
ó cualquier ganado que fuese salían
villa salían á
hueste se
la
algunas reses,
aunque otras veces suce-
y
;
pillar
las pillaban á ellos
tu-
,
vimos por conveniente mandar que de ningún modo pudiesen apacentarse los rebaños entre
un dia
en
,
que estaba por
entre rocines llos
to
muías
y
allí
la
Recordamos bien
la villa.
hueste
salieron para
:
de costumbre por
hueste y
la
mientras pacian siete
,
llevárselos
puerta que mira á Valencia
la
llegaron á conseguirlo
,
colocándolos
delante
que iba con don Blasco de Alagon
,
mento venia de guardar bía
punte
,
Iba
pastos.
los
En
y un escudero
hombres, que
á sus
guardaba
armas
las
pronto, tomólas en seguida, cubrióse con
,
el casco
hueste que
intento que llevaba
,
le
hubiese socorrido
formaban tio el
la
las caballerías.
de Tortosa
co de Alagon
mundo Folch
,
el
y á
la villa,
tal
jornada. Habia
obispo
maestre del Templo
buen
,
En Guillermo de Cardona
,
,
,
las
hueste solo pudieron los
nobles que
Hospital
,
Erill,
don Blas-
hermano de En Rai-
además don Rodrigo Lizana
dez de Azagra, señor de Albarracin
:
primeramente nuestro
el del
el
y
la
En Berenguer de
de Lérida
,
;
pues cerca
,
á pesar del
Veamos ahora quienes eran
hueste en
don Fernando
mas
de
resuelto
no pudo conseguir enteramente su objeto
cuatro entráronlas los moros á volver las otras dos.
;
donde ha-
vestido el per-
Fácilmente hubiera podido quitárselas todas entonces la
mo-
tal
de hierro, y ar-
remetió contra aquellos sarracenos que se llevaban
estaba
en
mas
;
se
Guillermo
se hallaban
Guillermo en su caballo le
En
y que
,
y en efec-
;
mas pronto
;
apercibió de ello un caballero de la hueste llamado
de Asin
caba-
los siete
,
don Pero Ferran-
don Gimeno de Urrea
,
don
Dfl n.
Maza, don Pero Corwel
Blasco
qoe ahora
lleva tal
nombre
tina, los comendadores
concejo de Daroca y
el
también
los
Zaragoza
haber tomado
¡i
,
Hurriana.
nos había fabricado
nuestro lio;
prior de Sarita Cris-
el
los
;
y sin estos,
Mas adelante comparecieron
de Lérida,
de Tarto» y los de
los
Á
tal
llamado Nicoloso trabuquete
el
nos vino
sazón
nos dijo
y
,
antes de quince dias,
si
queréis,
á ver
un maestro
mismo que en Mallorca
el
,
:
micer, de que os esperéis tanto tiempo para
—No hay ganar pues — Y cómo? necesidad,
la villa
madera
le
que bastante hay
,
aquí de almezo y de otros mil árboles que se encuentran bricaré
y os fa-
,
antes de ocho dias, con el cual se podrá
castillo
mismo modo que
—
un
lo
hicimos con
lo
ir allá,
trabuquetes en Mallorca.
los
cuanto nos proponia
Dijímosle que nos parecía acertado
que esperase, pues antes
;
podréis tener.
la
— Proporcionadnos
preguntamos Nos.
Guillen, padre del
de esta ciudad no llegaron hasta después de
los
de Almanguena
(1)
Kn Bernardo
,
de Teruel.
el
17)
kMB.
Alcañiz y de Montalvan
de
de Calatefad
aunque
,
,
j
;
pero
consultaríamos con los ricoshombres.
CAPÍTULO cxxv.
objeto enviamos á buscar á
tal
\
obispos
así
,
reunidos,
No
(t)
como
á
don Fernando
les dijimos:
nos
si
hemos atrevido
se atiende á
;
,
—Sabed como ha venido
trata el rey al constructor
mente
ricoshombres, barones y para que compareciesen y
los
á variar la palabra
por
de castillos,
que hasta en
acompañado del nombre de algún
se
el día
oficio
,
á vernos
maestro
no creerla de
usa
un maes-
á secas
,
con que
,
impropia, mayor-
tal
aunque
dictado,
para señalar á los que
lo
ejercen
:
decimos maestro de obras, y en catalán mestre de casas, aplicándolo á los alhañiles del mismo modo que pocos años atrás decíamos maestro herrero ó maestro sastre á los agremiados en tales oficios que para el título
así
,
,
de maestro El título cierto
habían sufrido antes examen. micer con que el maestro trata
,
,
punto, pues con
él se
al
rey
distinguía solamente
parece
,
á
impropio hasta
los letrados
de Catalu-
y Valencia: mas atendido el origen francés de tal palabra {mesequivalente al sire que aun en el diaseusa ). solo deberá considerarse
ña. Rosellon sire
,
en aquellos siglos
como una espresion de respeto, mas ó menos hombre vulgar que ignora los tratamientos, y
puesta en boca de un significado de
mi señor,
propia,
bajo el
HISTORIA
I7f>
tro
con Nos á Mallorca y
vino ya
cual
el
a
fabricó nuestro trabuquete, y nos ha dicho que,
de ocho dias un
fabricaría antes
mar fácilmente samiento el
— En
esplique.
preguntaron
la
— Yo me
ellos.
modo cómo
podremos to-
verdad
el
contes-
,
mismo, maestro y os
él,
,
por
es decir
lo
esplicá-
y entretanto
el estilo
de
castillo
de
obra que vimos en Mallorca. Dijímosles que dicho ,
si
— ¿Y de qué
sé la traza
podria hacerse
madera habia de tener cuatro brazos
pen-
tal
,
y sabemos de cierto, que
;
mandamos por
efecto,
mosles ya en cierto
el cual
á deciros la
mas que venga
pero valdrá
;
aunque
;
allí
queríamos, nos
si
alcanzaremos gran provecho.
fabrica,
se hará ?
tárnosles
Burriana
habíamos ya Nos tenido
lo
castillo se
modo
á
con
castillo,
mismo que
es el
dos por lado, sin
,
contar otros dos por delante y dos por detrás, con los cuales que-
daba completamente afianzado á la
mitad de su altura, y
al
que tendría dos
otro en
el
cual estarían los ballesteros y
racenos que asomasen
;
la
parte
pisos:
mas elevada, en
demás gente para apedrear
muro:
así los
primero
el
el
á los sar-
sarracenos no podrán defen-
y piedras les incomodarán de continuo, y entonces será cuando de corrida subirán á la torre los
der aquella parte
pues
,
las ballestas
cristianos y se apoderarán de ella
más de que de que
y
;
obra y
que
posible.
Á
y les la
modo que
al oirlo
nos se
resolvieron
,
luego
el
punto que pasase adelante
la
contamos
lo
al
se lo esplicó
por nuestra parte procurásemos
tal
la
del castillo.
;
estaba debajo y
Á
pesar de esto
muy ,
bien
,
el
foso
,
hizo
fabri-
muy bue-
Concluido
,
clavar el maestro
dos áncoras á
varios escudados y otros
mas para que con mazas clavasen
las
do posible;
,
y
la
el
de tener preparados como un cen-
medio de un mantelete que iba delante al
y trasportar-
temor de aquel, que
cercado de empalizadas.
y después
habia,
fundíbulo nunca cesó de
pararse, por
tenar de rodillos untados de sebo
colocamos junto
madera
también con dos algaradas
mas hubieron de
de madera
cortar
prisa
la
allí
hueste, con lo que se dio principio á
tirar: los de dentro hacíanlo
nas que tenían
dar toda
alquilamos cuantos maestros por
objeto
adonde estaba
castillo
ventaja ade-
estremo del foso, no queda duda
el
mandamos ocupar en seguida en
cación
la
caerá en nuestras manos.
la villa
Del mismo
maestro
ocupará
el castillo
como habrá
y
:
luego en rededor
por
tierra
;
hombres de ar-
puntas de aquellas
valiéndonos del
la
,
lo
mismo
mas honarbitrio,
DE
mandamos medio
plantar grandes
hierros
número
el
177
estacas, las
cuales estaban unidas por
tenían atadas
>
maestro que ú
(lijónos el
JAIMK.
I).
\
mañana
la
esto,
siguiente tuviésemos preparado
pan
de hombres
suficiente
Hecho
garruchas.
«irias
arrastrar
el
<
-«
-i
1
¡
1
1
*
>
,
el
veríamos con cuánta facilidad avanzaría.
cual ya
CAPULLO CXWI. S;ili;i
de Daroca
te
y
de Teruel
hombres
cientos
Nos cabalgamos
sol, cuando
el
exactamente. Con esto
—
do preparado.
preguntamos
,
maestro
al
ría
qué
tienen dos
madera
«pie prive
de que
entonces
plicó
todas ni
el
entonces
,
reglarlo
:
el
l;is
piedras
maestro
durante
el
cuando
día de
yo mandaría
las
si
,
os
daré
la
cubrir de
modo
harían los golpes de
saldria á fuera tanto al
paso que
de nuevo
el
le
lo
que os
;
el
dijimos.
castillo
el
de
Si
diez, no
daría
por
quisierais, continuamos
Nos
hoy nos podríamos entretener en ar-
y
á la
mar para que nos gúmenas de
algunos travesanos de
algarada, pues
traje-
los leños,
madera po-
del castillo, que nada
parte superior
como una
menos en
por-
— Por merced, re-
el
toldo que hiciésemos
braza, colgando además hacia aba-
estaria sujeto por todas partes.
dijimos Nos entonces
teníais
la
—Y
—
Alicer,
maestro, os digo que no hay necesidad de
tratajemas, y
que yo: nos
la
os di-
bondad de permitir que ande
todas las redes que hubiese, y con las
dríanlos
mió,
razón,
apuntan contra
se le opusieran
—
— Muestro,
pues no tiene ninguna pantalla
mis porteros
,
la
caigan encima.
tened
,
que con treinta bastarían
jo,
le
de un queso.
valor
Yo
malbaraten
lo
pues aun
el castillo;
le
—
algaradas, y
temo no
,
garruchas.
ar-
es,to]
hasta de aquí á dos dias.
el castillo
micer? nos contestó.
,
las
ya to-
lo tenia
hubieseis de creer un consejo
que no hicieseis andar
Kilo»
sen
si
si
respondió, pues ahora
I'oco ("alta, nos
dijimos entonces,
hues-
que cada una nos enviase dos-
reglándolas euerdas para pasarlas por le
la
conseguimos, de manera que cumplieron
y lo
;
á fin de
,
y nos dirigimos á
lugar en que estamos.
replicó
tales
— Vaya,
mejor podéis entender vos en
tal
es-
vaya,
negocio
bueno, como decis, adelante pues, y no contradiga. Con tal motivo solo procuramos va
tenéis por
entonces llevarlo
—
¡i
cabo: mandamos
¡i
los
hombres que
tirasen de
23
HISTORIA
J7S cnerdas
las
dando
y
,
remolcar una nave ó
grito de aijoz
el
al
vararla
propio que se hace
lo
,
conseguimos mover
,
haciéndole adelantar hasta á un gran trecho se al fin, á causa
arrojaban
que nos
íbamos Nos vando
de ,
los
brazos que
cuatro de
cabeza cubierta con
la
cudado con nuestro escudo
con
perpunte y
contar además
,
á
cuerdas
,
antes los hacíamos sentar y cubrir
de
las
que caian heridos no
los
de todo nos llegaron
que algunas llegaban
camino que habia de hacer
díjonos
maestro
el
mitad del
la
— Haced
:
las
escudos de los
los
de madera á
el castillo
,
en razón de ser-
,
por entre
á penetrar
que nos guardaban. Llegado
pero á pesar
;
pues venian en tanto número
nos ya imposible guarecerlos, saetas,
lle-
dejábamos separar
les
ya de ocho á diez
á herir
,
tiros contrarios.
modo
este
loriga
la
en que cerca te-
,
níamos veinte escudados que nos guarecian délos
De
las saetas
de hierro y es-
nuestro capacete
sin
;
mas hubo de parar-
;
nos hirieron.
las cuales
vestido nuestro
castillo,
el
estorbaban y de
le
al
que
marchen de aquí esos hombres, que mucho daño reciben. Lo que
me yo
me deis este modo
conviene es que le
guirá das.
mande; de el castillo
;
so á beber
bió
,
veréis
como yo me
tal
yo
le dije
;
y en seguida nos marchamos, sien-
modo
ocasión elver de qué
tanta era
la
sed que nos causó
mas en una hora que no
se
bebe en un
apuré dos copas grandes de vino aguado
mido nada ir á
el
,
se
nos ofreciera.
tirar el fundíbulo
al fin
diez
tiros.
la fatiga
dia
mundo ;
se
pu-
pues se be-
yo por mi parte
:
esto sin haber aun
,
tenia sed
,
co-
resolví
de
la
comida
,
hablar nadie nos ayudó ni
Pusímonos
en vista de
;
afanaron con su mejor algarada
mos
el
y á ello nos fuimos desde luego.
negocio de que acabamos de
hubo quien cesó de
todo
mas observando luego que todavía
;
comer
En
lo arreglaré, y se-
adelante sin que tengamos que sufrir tantas pérdi-
—Tenéis razón —
do notable en
gente escogida que obedezca á cuanto
el
,
comer,
á
lo
que
modo que
de
Pesábanos esto sobremanera
y
,
entretanto
los sarrracenos
habia sufrido ya
tanto
era lo que nos
afectaba que, á buen seguro no nos hubieran hecho tanto daño
dieran de puñadas en las costillas,
cada vez qne oíamos sonar
el
como
golpe.
el
se
antes que llegára-
de madera
castillo
y
si
nos
que sentíamos entonces
Enviamos
á buscar el maestro
para que viniese á nuestra presencia luego que acabásemos de co-
mer,
y
comparecido,
le
dijimos:
—
¿
No
hubiera
valido
mas qne
— M. antea mi
siguierais
consejo
quisiesen
día
como no encontramos hombí
j
tirarle
algaradas,
ana lastima, pues era
(fué
y
;
mas
.1
moros
I-»-
abando-
entretuvieron en
se
mu duda
cuales recibió
las
pudiesen mal-
o lo
fuerza tuvimos que
l.i
dorante toda aquella noche
narlo,
cnanto os decía? De qué
hicierais
castillo;
;il
componerlo
illi
j
ir
179
.
retroceder basta donde
nuestro plan nacerlo baratar,
•'•
fclMI
I
kai fué
serrín* ahora repetirlo?
que de
l>.
gol-
m.i» de cien
pes.
CAPÍTULO CXXYII. Vimos
\>ni
pues nos
maestro
que por
mañana que no habii remedio para
la
iban
lo
.i
desbaratar;
antes del alba
,
la
y al efecto
que arreglase
,
mañana nos veríamos
•
I Bol
mandamos
.
nerlo
lucra del
moa,
j
arrastrar
alcance de
el
ú
decir
al
cuerdas v garruchas.
hora señalada, antes de
á la
castillo hacia la
las
castillo,
\
hacerlo retroceder: hicimos
¡»ara
armar loda nuestra compañía y
las
enviamos
el
hueste
salir
po-
hasta
,
algaradas. Entonces nos convencí-
con Nos otros muchos, de
para nada podia servirnos
<}u<'
aquel castillo, en razón del cual tuvimos antes bien grandes estor-
bos cuando
amparamos \
ú
las al
g
-
de
algaradas; atendido
instante, dispuestos
lo
que,
do osar \a mas de
á
des-
lo
tal
traza,
resueltos, con acuerdo de I"- ricoshombres y obispos, á que
tirase
creía
único medio que se
nuestro fundíbulo y se hiciesen cavas,
según» para
alcanzar nuestro proposito,
y
que
se
puso por
obra en seguida.
UPÍTUO \
inieron entretanto dos galeras
Bernardo de Santa Eugenia era
los víveres ,
los
d
Tarragona
•
y la otra
el
re\
de V ileueia no
\
otros
prácticos
la
las
dejásemos partir
:
á
;
y esto
y
de
tres y dos saltease
de Tortosa. Por la
cayo
fin
tal
mo-
mar nos aconsejaron
que nos retuviéramos dichas galeras entretanto, v que solutamente
una de En
temíamos por otra
tomare dos ó
que de Tarragona nos venían
marinos
,
de En Pedro Martell
en que Píos do teníamos nins
1
parte que
tivo
CXXYI1I.
pomada
nos fuimos á
la
ab-
tien-
1NH
HISTORIA
Templo
pa del maestre del
ños de
embarcaciones
las
desde do, ule enviamos por
,
suplicándoles que de todos
,
que
ciesen quedar las galeras, y diciéndoles
bnbiese costado
les
cho
el
torbásemos su marcha de
vista
tal
modos hicnanto
se les satisfaría
armarlas, y aun mas. Dijeron ellos que ran-
babia costado, y
les
due-
los
que nos suplicaban también no
así
,
pues no
contestación, Nos
les
es-
querian esponerse á perder.
En
les dijimos.
—Me
que siendo hombre tan honrado y de gran fama
parece, Bernardo, ,
así
como
tú,
En
Pedro Martell, que eres prohombre de ciudad, debierais mirar por
mi honra de cualquier modo que fuese
:
lo
que no hacéis, querién-
doos marchar de aquí ó impidiendo que tome aqueste lugar. De-
jando aparte
la
vergüenza y
daño que para mí seria, ved
el
ejemplo que resultara para mi reino dores,
si
,
el
mal
ganado contra mis competi-
después de haber puesto á salvo á Aragón y Cataluña de
aquellos que contra
mí solevantaron, habiendo vencido
llrgcl y á Mallorca
,
hubiese de desamparar ahora
el
al
conde de
primer lugar
que he sitiado del reino de Valencia, cosa que por nada baria. Podrá suceder, no obstante,
como me
ráis
La respuesta entre
tarlo
sí ,
Nos y
entre
fué que lo pensarían
durante
sible á tal sazón
cosas
,
,
pues
tal
cantidad, pero que nos era impo-
ni siquiera mil
sueldos podíamos entregar-
los prestara, lo
que mirábamos :
de
y
tales
absolutamente imposible acceder, pero
les era
harían, no obstante,
plo y el
si
prestaban fianza
el
maestre del
Tem-
del Hospital. Propusimos á estos el caso, y para ello fué
del Hospital á ver en seguida al del
Raimundo Patot; mas
do costumbre entre
ofreció de
modo ú
Templo, que
;
nuevo que volveria otro el negocio
tenia por
nom-
su contestación fué que nunca habia si-
ellos prestar fianza
Así quedamos por entonces
un
que había-
en verdad que no era entonces ocasión de desprenderse.
Contestáronnos que lo
y en efecto fueron á consul-
no dar en prenda caballos ú otros objetos
á
,
;
setenta mil sueldos. Dijimos á los tratadores que
como no hallásemos quien nos
difícil
bre
os su-
que mediaron tratadores varias veces
lo
de buena gana satisfaríamos
el
mas yo
ellos, viniendo por fin á ser el resultado
mos de abonarles
que
;
por Dios, y por la naturaleza que en mí tenéis, que no quepermitir sufra yo la vergüenza y el daño de que os hablo.
plico
les,
falten víveres
,
mas luego
por rey el
á ver al del
ni
aun por nadie.
maestre del Hospital se
Templo para
arreglar de
y presentándosele en efecto
,
le dijo:
:
DE
— Me si
los
que nos confirme
él
\
el
accedió
,
maestre del hospital,
se
lleva
En verdad
le
,
Con
tal
notieia
quien operábamos
i
respondimos
á
á
Nos
—
nos dijo:
y
,
voKió
,
mí tendréis que agradecerlo.
esperamos
v
,
favorable
r habida respuesta
fin.
íil
negocio,
cabo este
¡i
mas provechoso que
maestre del Templo contestó
El
con sus frailes;
lo consaltaría
por parte de estOS
—
sueldos.
la
que nos otorga-
los privilegios
esto nos sqrá
creo qoe
de su linaje:
nos diera cien mil
que
1M
«MI.
I
parece que podría hacerse ana cota: prestemos nosotros
fianza al re\.
ron
l>
Si
—
«pie lo conseguiréis.
Basta con qoe nos hagail una escritura, nos respondió, coníirmán-
donos
las
demás que tenemos otrorgadas por
punto tendréis
y al
nada consentiremos en tendría sobrado
tura
valor?
hacei cuanto prometáis.
no es
lo
que
lo
maestre: original sois, á
bueno que
—
que deseáis.
lo
fé
(leéis
;
— Qué
Sabed,
maestre
pues ¿ no veis que diablo
!
— No me
parece mal
mismo rey que maestre
del Hospital,
Nosé que necesidad hay de meter
que por escri-
tal
el
y luego dejad de
,
idea
la
interviniese otra persona para hacerlo
,
entonces
replicó
prometedlo ahora
:
de vuestro linaje,
los
;
,
pero seria
pues soy rey, y
como
tercera persona
sois vos.
si
:
tal
—
hacéis,
podéis darlo todo por perdido; basta con que lo sepamos nosotross
dos
v
nadie mas, pues
si
estad seguro de que ni
llega á barruntarlo el maestre del
él ni
sus frailes harán nada.
concluido, dij írnosle entonces
temos
,
debéis también
ayudasteis en
tal
;
Templo,
— Pues
asunto
pero acordaos que doquier que es-
acordaros que fuisteis solo vos quien nos
negocio.
CAPÍTULO cxxix. quedamos convenidos, y al efecto mandamos venir á nuestra presencia á En Bernardo de Santa Eugenia y á En Pedro
Con
esto
.Marte!!; les las
galeras
duda con to. ría
á la
,
dimos
llegándonos
por haberse
lo
las lianzas
de ambos maestres, y nos retuvimos
luego
sabido que
por
mar nuevas
aquellas
que Unimos entonces para
la
provisiones
,
sin
estaban en nuestro poder
hueste sobrado abastecimien-
Díjonos en aquella ocasión nuestro tio don Fernando, que quehablarnos,
mañana
v
que con
él lo
h arian
siguiente. Respondímnslp
asimismo otros ricoshombres jue nos placía
;
y llegada
la
182
HISTORIA
mañana, compareció
tienda, acompañado de don Blasco
á nuestra
deAlagon, donGimeno de Urrea, don Rodrigo Lizana ] don Blasco
Maza
:
guardáronse,
parecer, para manifestar su intento
al
obispos y ricoshoinbres de Cataluña
Aragón á Blasco
nera
porque eran de nuestra meznada
,
—
:
Señor el
de serviros en
y cediendo
de
palabra
la
don Fernando y nos , como sabéis sitio que habéis puesto á Burriana, con que fuésemos
lo
,
venimos
,
la
quieren
ellos
probando
vosotros, reyes, queréis
,
si
intención
,
como Vos
hacéis en este
cabo se llevara
á
llevarse á
todo
que
lo
ya podría decirse que serian vuestras to-
La
mundo.
del
las tierras
porque
;
á
Cierto es que los reyes quie-
útiles.
pero no todo lo que comienzan los reyes puede
cabo como
das
;
,
ren comenzar muchas cosas ;
que
justicia
el
y
los
de Alagon, comenzó éste su discurso, diciendo de esta ma-
ayudaros en
lugar
de
permitiendo solamente
;
Gimeno Pérez de Tarazona
delante
estuvieran
,
situación
embarazosa en que nos
hallarnos en este sitio de Burriana es grande, pues los concejos no
pueden esperar ya mas que
ir á
recoger
mieses
las
comer. Nos repugna
dado
en razón de
,
Vos
güenza y escarnio
;
de consiguiente
En
;
y
la villa.
todos
y estad seguro de que
,
idea
no solamente Vos
ello,
pero hemos que-
;
lodos. Si esto
, si
podríamos arreglarlo de modo
tal
cuando mejor plan
,
vez entonces,
si
Dios quiere, to-
que hemos concebido os ayudaremos
mareis
la
,
y en otra ocasión
,
podréis volver
,
tienen que
os quedáis, os esponeis á vuestra propia ver-
que fuese mas provechoso se conciba
decíroslo
el
,
cabo hab remos de volvernos
sin recursos y al
llega á suceder y
siega y tener
la
y los ricoshombres nada
verdad
á la
,
,
acercarse
el
rey Zaen nos dará tanto, que con
que además
los
ricoshombres, podremos
recobrarnos cuanto hemos gastado viniendo y estando aquí.
Oido esto Decid
,
,
dirigiéndonos á don Fernando
don Fernando
,
,
contestamos
;
;
— Señor
sinceramente os decimos que
rece, especialmente para evitar en
don Blasco
Vos y en nos
pues por nada quisiéramos que
lo
así
,
respon-
nos
corrieseis una afrenta
hombres por no tener que comer
bien acabó tales palabras
cuando
,
le
,
añadimos
— No —
replicamos á toda prisa
iéndole que no nos parecía bien tener acuerdo para
Mi respuesta ahora
luee;o, solo
pa-
lo
que ya ha dicho
y os hubiesen de faltar los
«
—
:
y vosotros ricoshombres que aquí vinisteis,
¿os parece bien que yo deba hacer lo que decis ?
diónos don Fernando
así
debe
tal
,
di-
asunto.
consistir en recor-
itl
daros
I».
.1
UME.
1«S.'{
que Dios nuestro Señor nos ha favorecido, otorgándonos
,
muchísimas gracias duraute
nuestra
juventud
de manera
,
que
,
cuantas cosas emprendimos, fiados en la merced de Dios, las lleva-
mos
buen
¡i
Después que en nuestra menor edad hemos ganado
lin.
un reino que
sobre
cstií
mar,
l¡i
v
hemos entrado en
que
Valencia para conquistarle, ¿queréis que
mos jimio con Nosotros.
un lugar
\
mas
mas? Oh!
ni
mos
\
por
.
«i
haremos
cosa no
tal
á
ganarlo
,
y
que
<•!
dármelo. Mal podría yo volverá Cataluña
me
vergüenza
seria,
disteis,
ni
jamás
Aragón, y
¡í
manos
antes no cayera en mis
si
sin
mandamos
os
,
me
consejo que
es
antes os roga-
;
señorío que sobre vosotros tenemos
el
que nos ayudéis volváis
creed que
romo
abandonemos ahora
lo
de
primer lugar que sitia-
el
tan insignificante
este, que no es mayor que un corral,
el
el
lugar de
que os hablamos.
C.4PÍTUL0 CXXX.
Pasada hora de vísperas, fuimos á distraernos fuera de y enviamos por
de Aragón, si
los
era tan espedito y franco co-
otro, aunque en cosa de fueros de Aragón entendía mucho,
el
menudo había de juzgar.
en razón de los varios casos prácticos que á
Por este
misino motivo
manifestarles fué va
la
nuestra
que indujo
\o os protejo
ahora
les
mandamos
confianza
, les
]
los
cia
recordar á
las
Burriana
,
,
pues por mi mala
cuyo
que nos ofrecía
mos
;
lo
así
el
Tal circunstancia
mañana me llamaron ,
,
fin
se
á consejo
viniendo para
que
y acaso en
,
me
ello á
mi presen-
si
que me hizo creer que tendrían
tal
podren
,
retrajera de
esmeraron en hacerme ver ,
hueste.
la
don Fernando
oísteis sus palabras
rey de Valencia Zaen
menos buena parte de
ventura
con ninguno de
razones que alegaron para que á
después de
y
debiendo deciros, que solo á vosotros dos
Gimeno Pérez
vos don
—
dijimos:
;
,
ricoshombres de Aragón y
;
esta
buscar
mi padre á protegeros del mismo modo que
daño de mi gente, no puedo hacerlo sabéis que
;i
á
puedo ahora descubrirme
Ya
hueste,
don Gimcno Pérez de Tarazona y por el justicia cuales eran hermanos, y el último mayor de edad,
bien (pie no tenia tanto talento ni
mo
la
las
tomar
ventajas
lugar abandonábael
negocio no
ventajas, pareciéndome por lo
mismo muy
ellos
en
184
HISTORIA
diinis
malas de escuchar
\
Mandárnosles que consentiríamos nos
el
llegando
ocasión
oímos.
cosa no nos dijesen, pues por nada del
mundo
vista del
«mi
,
levantar
nos que llorar
tal
este sitio ,
así
palabras que en
las
gran deshonor que habia de acarrear-
como
pensar que tan mal nos quisiesen,
al
que pudiera darles aquel rey de
lo
Valencia, á guardar nuestro honor y
— Viéndonos
llorar los
afecto que nos debieran tener.
el
que con Nos estaban entonces, no pudieron
menos que
llorar
— ¿Y qué
haréis, señor
también, diciéndonos
menos
pararos cuando
,
mismo tiempo
al
os figuréis
que toméis una resolución
no Pérez, pues,
falsa y
sacramentado y morir
,
,
caballeros mi os, que
mala gente
me
muerte?
—
rodea; preferiría
os
Preciso
verme
comportamiento que
á ser testigo del mal
por mi parte confiad en quince
:
seguirán, y hasta en cien de los otros que
pienso reducir á mi opinión
,
estad seguro no se aparta-
los cuales
jamás de Vos en esta hueste
rán
la
desam-
á
mas compañía
y á dejaros sin
,
justicia:
añadió á tales palabras don Gime-
Vos vuestros hombres
tienen con
el
con esos hombres, dispuestos
que aquellos con quienes podéis contar hasta será
no pudimos me-
á cuya idea solamente
,
estremo de preferir
al
tal
y e ntretanto
;
haced vuestros
,
que Dios os ayudará, y ya veréis como la villa será nuestra* Don Gimeno Pérez, sois mi hermano y habláis muy bien , re-
cálculos,
—
plicó á esto el justicia
rey
ir el
acompañado solamente de
fuesen doscientos
de Valencia. os digamos fé
mas tened en cuenta
;
,
— Al
la
cien
caballeros
,
respondimos
verdad acerca de
lo
:
y aun cuando
,
se
— Vaya
halla del reino ,
que solo quisiéramos vernos herido de una saeta
gente
y para que así se creyera que
solamente
la
,
á
Mas ved
herida.
mar mañana Cataluña
lo
la
causa de
que ahora voy
á todos los obispos y cuantos
don Bernardo Guillen
,
mejor modo
les
darme
los otros
nó por de-
a
Burriana
entiendan
(pie
,
lo
,
y se
á hacer
no
haré lla-
:
le
mande, ;
y
suplicándoles que
,
queden hasta tanto que Dios
Nos conocimos ,
retirada fuese
que aun están aquí
que espero no
sepan que los demás se quedan
la
ricoshombres haya de
manifestaré tales razones
do quieran marcharse por ahora, quiera
,
que hará cuanto yo
y luego á los prohombres de las ciudades del
¿queréis que
muerte, sino por tener alíñenos un protesto para con esa
la
,
que seria
pensamos ? Pues creed á
que
searnos
)
como
hallándose tan adentro oir esto
lo ridículo
la
me
negarán. Guando
falsedad de sus
osarán
consejos
marcharse de ver-
dk
güenza
también
quedarán
se
y
pesar del diablo
\
i»,
do
mu..
i
;
I
tomaremos
así
y
¡i
Humana
85 .
i
malos hombres que mal nos aconsejaron.
los
CAPÍTULO CXXXI. como
Tal
lo
ricoshombres
que
pensamos
estar en nuestra
"I
y
,
habíamos ideado.
nos
,
dijeron
«pie
:
nuestras
primero
los
dijimos
el
plan
palabras
,
y no
obispos y luego los
los
no convenia aquello por ningún
mal quien nos hubiese aconsejado
había obrado
estilo, y antes
les
presencia, ellos
Escucharon
bien acabamos de haltlar, eiiando
ricoshombres
enviemos ñor
pusimos por obra:
lo
lo
contrario de lo que decíamos; y pues habían llevado nuestro propio objeto al venir á tal conquista, descuidásemos, que nada se perdería
por su parte para alcanzarla, y nos ayudarían todos con buen ánimo,
jamás de
sin esi usarse
empresa. Pasado esto
tal
Bernardo Guillen, y nos dijo:
— Ya
sejaron que marcharais de este lugar
que de ningún provecho os seria: daseis
palizada,
la
mas ahora
;
por esto
h
,í
á los ¡i
mí,
os
Eso
sí
,
repartiéndose
alguna salida atacándonos,
prometo que no me separaré de
mandad noche
,
Respondímosle que estábamos
convencido
en seguida
á
punto,
tal
mismo tiempo
al
á vuestra
y en
fiar;
comer, hasta tanto que Dios nos dé
el servicio
so fuerza cada
manuna em-
pues, quisiera
de cuyo socorro no nos podemos
otros,
dia ni de noche, ni para riana.
claramente
vuestra, dadle orden de que venga á socorrer-
nos en
(iianto
,
se ve
os acon-
yo con mi compañía, atrincherándome
nial protegeré
cerca del loso;
mas no
como
visteis, señor,
concejos que hicieran trescientas tablas para
los
a
compareció don
,
ni
de
á
Bur-
compañía
que,
y alternando, envié en mi ayuda parte de
que
es lo
que conviene.
mucho
agradecíamos
le
tal
oferta
,
y
que
de su buen ánimo en servirnos. Llamamos
don Gimeno Pérez de Tarazona para decirle
lo
que
En Bernardo Guillen de Entenza nos habia manifestado y pedido y al oirlo
,
nos respondió
buen vasallo
y leal
deraba de igual
tal
que
le
parecía nos habia hablado
En Bernardo Guillen de Entenza
modo
en seguida dicho don
ayuda en
,
ocasión
de pensar que
Gimeno ¡
y así
,
,
Nos; por
fuese
que
le
él
lo
,
y
la
como consi-
que nos suplicó
quien debiera
hiciésemos
le
;
ir
en su
merced de per-
n
HISTOKU
186
Enterado de todo don Bernardo Guillen, divulgóse luego
ñutírselo.
noticia por entre los de la hueste
la
querían abandonásemos á Burriana
mismos que con
hablaban
ellos
,
es decir
;
y según
entre aquellos que
,
oímos relatar
fué cosa que les pesó muchísimo.
,
Cuando don Bernardo Guillen tuvo aparejado todo la
estacada
dos todos, trasportasen
las estacas al
que era cerca del foso
punto
aquel día
donde estaba
ria entrar
nunca
pañía
soportable vicio
,
que
,
mismo don Bernardo
el
se
la
separaba de su lado
fatiga
modo que
de
mismo,
allí
Guillen
,
y á
de
ni
,
y por nada que-
com-
su
de que fuese mas
fin
compartieron entre ambas compañías
,
man-
fabricar
Don Gimeno Pérez con
hueste.
la
mandó
allí ,
y desde entonces no se apartó de
,
de noche se marchaba, comia
ni
,
tanto
;
arma-
,
punto donde debian plantarse,
y atrincherado
;
un cierto maestro
teletes por
menester para
lo
dio orden para que sus caballeros y escuderos
,
á los
ser-
el
iban alternando por horas.
CAPÍTULO CXXXII.
Un
dia, entre
En Bernardo
manteletes de junto á
prima y media noche, salieron
ballestas de dos pies
las
Guillen de Entenza
los
armas, que y
!
que
demás preparados por
prontos á tirar contra
,
socorrer á los nuestros. Alzóse en
Guillen
,
al
los sarracenos
percibir
Nos
embisten algazara
la
la
el
guntándonos ;
si
á pié se
hueste
monos entonces
ir,
y cada cual corra tanto
y á toda
esperar que nos trajesen nuestra compañía
de hierro
,
cota
embrazados
corrimos
,
prisa el perpunte la
sin
;
los
á
maravilla.
luego á
la
escudos
detenernos
don Bernardo? cómo os va?
,
al
;
mas con
la
,
,
pre-
respondimos
—
Vestí-
camisa
la
que
los
,
sin
y puestos los cascos
hasta
llegar á
cual dijimos:
— Bien
Debéis saber que llegaron
estacada
,
como pueda.
sobre
A
¡
En Bernardo de Nos
— Nó
:
y con unos diez que dormian en
donde estaba En Bernardo Guillen, esto
muros con
notamos ya que
,
como de
grito de
el
estacada de
la
deberían ensillar los caballos.
ha de
los
hallaban
primero que qui-
dormian en nuestra tienda estaban en pié delante
Nos
se
estacada; vinieron con fuego, siendo en número
la
unos doscientos, y estando
siese
sarracenos á los
los
,
la
estacada
— ¿Qué
es
señor, nos respondió los
;
moros para pegar
ayuda de Dios os
la
hemos bien
DE
— Señor,
defendido.
JAIME.
l».
ni
campamento, repinamos entonces,
la
neta
— En
herida estopa con agua,
la
con un pedazo de camisa de on escudero
camos
En Bernardo que se
¡í
retirase
nase, diciéndose <¡uc interinan
— Señor,
falta.
hacer
me
aquí
:
socorrerle
vista del
en
el
hueste, y en
la
dejamos en
cerca
lo
hiciéramos
fundíbulo
que dejar
el
durante
,
llevando
,
comer, enviónos
de
hueste.
la
«!<•
se prestase
sufrimos,
lo cual
;
los
las
en.
demás estacas que había
mismo punto
,
el
y del cual solo
;
que iba cada uno
la
es-
á decir
separaban
ün
viernes después
nuestra compañía, que habia tenido
que mandásemos
y así
de hierro, y espada en
nueve caballeros, partimos
se
los tu-
á la descubierta hasta
caballos y escuderos,
manteletes,
casco
donde
de que aquel
á fin
el
perpunte, nos
mano, acompañado de
mas operación
sin
otras fuerzas
allí á
para que los guardasen. Al oir esto, nos vestímos
pusimos
suplir su
— Así ha-
paite izquierda, que era
la
cuando fuese menester
noche
la
sa-
Guillen de Entenza, hicimos fabricar dos mante-
En Bernardo
letes, que
por
que supli-
gran valor que aquel demostraba.
sin clavar
\iese
lo
no hubo ningún ricohombre que
Entretanto mandamos clavar todas
taba
vendamos
la
campamento, hasta que
al
curare mejor que en
dejando que Nos
,
después de
primero
En Bernardo, yo me guardaré bien
respondió
pesar de ello
bló, y á á
cosa
lal
;
ya cuidaríamos Nos
te
pues,
buscar estopa; sainémosle
á
efecto, así lu bicireos: sacamos
poniendo en
ésta, y luego,
— Enviemos,
pierna.
la
K7
escudero; En Bernardo
respondió é esto un
Guillen está herido de ana saeta en
y carénaosle.
1
hacia
la
estacada,
donde nos hicimos tender un colchón sobre una tabla para pasar la
noche. De
con la
el
modo
tal
perpunte
resolvimos descansar, estando á
sin ceñir;
hueste dormía
,
mas
los
sarracenos,
divisaron en ella nuestro escudo
por ello que Nos estábamos también siendo entre todos
escuderos que el
muro
les
tros escuderos, la
como unos
allí,
—
v
paso de ver que ,
y deduciendo
ciento y setenta, sin contar cuarenta
acompañaban
:
prepararon
mismo tiempo por
al ,
y
no contentos con
aun grandes fuegos. Al divisarlo dos de nues-
que observaban
estacada, gritaron
sarracenos!
objeto
vinieron para asaltarnos,
y la barbacana todos sus ballesteros
esto, encendieron
al
tal
:
— ¡Á
las
lo
que pasaba en
armas!
á las
la villa
por entre
armas! que vienen
oyéndolo Nos, nos levantamos
al
los
punto, cubriéndo-
nos con nuestro casco de hierro y tomando una espada que había-
188
HISTORIA
RÍOS traído de .Monzón, i
na
virtud para
dimos
á la lanza, la cual
de afuera
que
los
algazara de
la
nueve del mismo
los
llevaban, por cuya razón
la
hueste, y
modo que
(1) y era (le
la
preferimos
nuestros escuderos. Oyeron los
uno de
á
la
nombre Tizó
cual tenia por
la
propio tiempo salimos todos
al
nos hallábamos. Habían los sarra-
cenos puesto dos haces encendidos cerca de
estacada casi
la
frente
al
de donde estábamos, mas embistiéndoles nosotros, los pusimos en la
precisión de tener que volvernos las espaldas, y entonces les obli-
gamos
á meterse barbacana
díamos conseguir
Guando vimos que nada po-
adentro.
en razón de ser ellos mas
,
porque no llevaban lorigas ni perpuntes lanzas
dejárnosles internar por la barbacana
;
demás que estaban por
los
solamente escudos
sí
,
el
que nosotros,
lijeros
y desde cuyo punto
,
muro defendían
á pedradas la
en-
trada. Entonces, conociendo que ningún daño podríamos hacerles,
y
antes bien sufrirlo nosotros
si
escudos
y creed en verdad
:
bierto todo nuestro cuerpo
modo
si
,
,
,
que por dos veces dejamos descu-
,
para ver
si
nos herian
hubiésemos tenido que levantar
podido decir que
lo
el sitio
levantábamos á causa de
;
,
pues de este solo hubieran
herida. Pero nues-
la
Señor Jesucristo que sabe cómo deben hacerse todas
tro
y cómo deben suceder
hace acabar siempre mejor de
,
espera las de aquel á quien
protege
;
propio
lo
y
Nos, pues no quiso que recibiésemos herida nuestras
manos
,
con los
nos volvimos cubiertos
como mas abajo
lo
que se con
sucedió
puso
y
las cosas
la
villa
en
se verá.
CAPÍTULO CXXXIII. Poco tiempo después de haber sucedido esto del todo las
mos
el
bajo la
,
Tizó el
al
foso
;
y en
quedaron hechas
tal
ocasión
tuvi-
pensamiento de que seria bueno colocar algunos hombres
armados
(1)
minas que conducian
,
hasta
,
el
número de
Tizón ó Tizona
,
ciento, durante
son á nuestro
No nos atrevemos
á asegurar
que causa fueron bautizadas con
él
de
dichas
noche y antes de
entender un mismo nombre,
cual se hicieron célebres algunas espadas,
del Cid.
la
como
la
de don Jaime y
positivo su significado, ni por
armas;
pero conjeturamos que
como verdaderos tizones, que abrasaban á los enemigos, consumiéndolos como consume el fuego todo lo que alcanza.
fué por considerarlas
u¡
que clarease el alba
entre
,
mismo tiempo, para que Nos hiciésemos sonar
empezar
al
Humana,
y subiesen
noche un mensaje
ello
marse
la
pigarles
útil,
rayar
el
cabo
llevarse á
Así
mover ruido; de
l<>s
\
que cuando minas que
las
desmoronado
lialiia
empresa,
y
dijeron que
no harían
falta
alba, estarían todos dispuestos.
misma
la
que aun cuan-
sin falta
qne teníamos pensado
plan
el
debía to;
al
y
ya dispondremos
contásemos y que
— En buenbora
necesario para que
lo
es-
bailáronlo
,
que,
al
hagáis,
lo
pues, respóndanosles entonces; y tened cuenta con cumplirlo
nuestra parte
el
para decirles que
,
mañana
de
villa
la
entrada. Enviamos
tal
al
tiendas
las
invadir
objeto de
¡jor la
,
de
quiera Dios, respondieron ellos
lo
mensajero
el
muy
—
la
allí
los
.
obispos y ricoshombres
los
á
por
aparentásemos secreto
villa.
el
89
minas; dando orden
saliesen
solo con
fácil
mañana debía
do en
las
por aquella tierra que
pues era
fundíbulo,
sin
\
y
I
amanecer
¡i
trompas,
las
habíamos mandado abrir
la
estacada
armando lentamente
se fuesen
por
la
vimi:.
J
it.
:
por
se lleve á
cabo.
Por
la
mañana enviáronnos un mensaje
taban va preparados
,
y que les
mandásemos
Respondímosles que estuviesen á punto
trompas te.
A
,
poco de haber dado
\
el
tocar también
á trepar.
ruido de añaíil
el
tal
respuesta,
que debian hacer.
pues luego tocarían
empezó
las
satisfactoriamená clarear el alba
;
referida señal, y entonces ellos salieron de las
la
empezamos
y percibieron
alto,
,
lo
en cuya ocasión pensábamos penetrar
mandamos hacer minas
diciéndonos que es-
,
comparecieron ya
;
la
Los sarracenos que oyeron hueste, escudáronse
mas antes que
los
al
las
trompas
punto é hicieron
nuestros llegasen á lo
arma-
seis ó siete sarracenos, los cuales iban
dos solamente de almejías. Arremangóse uno de ellos, y cogiendo u\\
canto grueso,
gún daño
le
hizo
nas.
todos
el
que subia
de cinco cuchilladas que
Arrojaban los
escudos se partían
ayudados cerca del
del
;
pero
al
,
;
los
los otros piedras
no pudimos subir
que quiso subir
mas hubo de de dentro
le
pero nin-
muy
desistir
dieron en
por encima con
tal
cerca.
luego, las pier-
fuerza
,
que
y así fué que por mas que hicimos,
cabo, viendo nuestro
fundíbulo que tiraba, y
muro, sobresaltáronse
zaron á desmayar.
;
golpe, en razón de estarle ya aquel
el
Empeñóse con todo á causa
primero
lo tiró al
las
empeño en
asaltar,
minas que llegaban tan
los sarracenos
de dentro, y empe-
;
HISTORIA
I'.MI
CAPÍTULO CXXXIV.
Pasados dos días
otorgáramos un mes de plazo
les
bían socorro
un mes para
y que
batalla
la
,
no
si
ni cinco.
,
que harían
todos saliesen
,
En
y
que empezaran
á disponerse
duda. Pidieron luego
sin
ni
quince,
ni
contestación, dijéronnos entonces,
tal
pero que
,
cnanto menos
,
contestamos, que
les
Res-
la villa.
diésemos permiso para que
les
llevando consigo cuanta ropa pudiesen sacar
;
que
otorgáramos cinco dias para poder arreglar sus cosas, finidos
Nules para
prometido
que
;
esperando que no faltaríamos
,
salvoconducto
tal
;
y finalmente
á lo
,
que
:
les
que pudiesen
Á
prometiéramos llegar á
aque-
todo esto respon-
que seria conveniente.
lo
Nuestra resolución fué
condujera hasta á
se les
población seguros y sin atropello alguno.
dimos que resolveríamos
los
Nos
de
vista
los cuales efectuarían lo
lla
,
ni tres dias
cuyo resultado llorarían
entrega
la
acomodase
les
durante éste no reci-
si
nos entregarían
,
aguardaríamos
les
por quince dias;
plazo
ocho
;
que
y
,
del rey de Valencia
pondímosles que no
les
enviáronnos un parlamento para decimos que
,
que, convenciéndonos mas cada dia por
mensajeros que enviábamos
de que era aquel punto
,
el
mejor
por donde podría ganarse Valencia, y de que si lo entrábamos á la fuerza, peligraba mucho que hubiese disensiones entre los catalanes y aragoneses y otra muchísima gente estraña que había acudido y sabiendo por otra parte, que en la trigo que seria de á
guardar
la
cuatro dias diesen
,
:
,
por estas
que pedian
,
y otras
con
y
y para que
en
las
que
se
quedasen
muchas razones tuvimos
á
que salieron todos dentro
se sepa
manos. Así fué como tomamos cuánta
entre hombres, mujeres y
hasta
lo
los
dándoles permiso para que sacasen cuanto llevar pu-
,
sus habitantes sitio
;
á las espaldas
Burriana marla
lo
habia gran provisión de
grande utilidad luego para
frontera
bien acceder á
villa
el
eran siete dia de
la
,
ella al to-
niños, debo decir aquí, que
mil treinta y
entrada
gente habia en
á
dos
dos meses.
;
habiendo durado
el
DI
I).
VI
I
MI
9
I
.
I
CAPÍTUO CXXXV. Tomada
Burriana
bamos algo coa i sus
tener
en
que
Ir
acompallasen le
podría
quedarse basta
orden
la
ma.
tarla
verano
el
el
que
y
>.i
útil
diineno de l'rrca
habían conducido á
tenían
coa eBo
diciéndo-
ses, después de los cuales vendría suplicárnosles
por
amor nuestro;
no
podían
y
tal
antes debia consul-
conocimos que tenia razón
Alagon
otros
allí
hacerlo: mas
y
,
á
don
que
ellos
y
ca balleros
me-
don Pero Cornel. Así
sin falta
favor encarecidamente
dieron ellos
su-
la
hueste, para que se quedaran solo dos
la
los
¿i
en aquel momento,
hablar á don Blasco de
quienes
,
:
que
r
dimos \a en
le
por sus caballeros,
que enviase
|
verano;
sugeto á quien quisiera que entregásemos
el
creímos
:
,
man-
Convenimos
víveres,
cuyo efecto
á
:
con sus vasallos y esplicársela
hicimos
hasta
morabatines
tanta importancia juzgaba
de
efecto
lo
como en
Respondiónos que no debía hacer nada
pues cosa
al
|».ira
dinera
y seis mil
diésemos diez
que señalase
le
en
así
,
en que
seguida
quedaría con ciento,
se
dá-
le
j
contamos cuanto babría menester
que
lo
que m
,
que pudiese quedarse en aquel punto
l<»
caballeros,
de
\ist.i
Pera Conicl
díjonee «Ion
,
pidiéndoselo
,
nu escusas, protestando de que
tanto les
dijimos
y
suplicamos, lamen-
tándonos de que hubiese de perderse cosa tan buena por mezquin-
dad de 3
lo
los vasallos
ridículo
que
:
tanto les pintamos
seria
por >n parte
cabo,
viendo nuestros deseos
con
ñía
tal ;
diésemos
en vista de lo que
lo
Nos
,
el
la
negarse á
tal
favor, que
nos respondieron que
necesario para les
de quedarse
necesidad
lo
cada uno v su
al
harian.
compa-
mostramos sumo agradecimiento.
CAPÍTULO CXXXVI.
*
Mi tan buen resultado, señalamos
darse de nuestra hueste
,
gente que habia de que-
la
dejárnosles las provisiones necesarias
que
nos prestaron unos mercaderes, y marchamos á Tortosa, siguiendo (on Nos el obispo de Lérida En Berenguer , y En Guillermo de
Cencía pedamos
señor
.
,
de Juneda y después monje de Poblet. Nos hos-
como teníamos de costumbre
,
en
el
castillo
;
y
pasado
— :
HISTORIA
192 un día vinieron
aquellos dos
Nos En Pero Sauz objeto
mero
obispo
el
Cervera
Á
lo
,
,
diciendo
al
otro
que estaban con
notario nuestro
,
Al
compañero
llevad vos la palabra y decid lo
era obispo y tenia
otro
el
mas propio que
efecto
para cuyo honor
,
— En Guillermo de
:
que hemos convenido.
Tomó
digno.
— Señor
por consiguiente
bien sabéis
,
En Guillermo de
mayor dignidad
en aquel caso
,
el
habló pri-
,
por
él
lo
primero,
que era
mayormente siendo en provecho
éste empezase,
la
sn
:
hablarnos en secreto de cier-
el
que En Guillermo contestó que no debia hablar
pues
rey
era
,
nos convenia sobremanera.
asunto que
to
á sazón
En Bernardo Rabasa
y
según manifestaron
,
vernos,
¿í
,
no
del
se consideraba bastante
palabra
obispo
el
,
y nos dijo
tanto yo
afecto que os profesamos
como
grado podemos desear vues-
Cervera, y en qué
honra y provecho; pero estamos viendo que os habéis empeñado en un negocio que seguramente no podréis llevar á cabo tra
— Á ver,
¿cuál?
les
preguntamos.
—
tenéis pensado
El que
dejar guarnición en Burriana, nos contestaron
:
de
Vos sabéis y nos-
otros lo sabemos asimismo, que con ningún tesoro podéis contar;
no tenéis renta, y por añadidura ni provisiones siquiera en ninguna antes al contrario , ni aun en vuestra tierra podéis vivir coparte ;
mo
corresponde; y á pesar de esto, aun os empeñáis en
os
otros
paises
¿cómo
:
calculáis
pues
,
,
ir á
que tantos gastos como os
mayormente estando á dos dejando en él tan gran número de
acarreará este lugar puedan cumplirse,
jornadas de tierra de moros, y caballeros
los cuales
,
nuamente ó perecer
mismo
queráis
no
Y
?
lo
peor es
,
señor, que ni aun cuando vos
podréis socorrerles.
En Guillermo de
palabras to
,
no tendrán mas camino que batallar conti-
Cervera,
el
— Señor,
añadió á tales
obispo os ha dicho ya cuan-
yo queria deciros, pues vamos acordes y somos de una misma
opinión
;
pero yo añadiré una cosa todavía
os ayudara
el
,
es
y
que aun cuando
rey de Castilla, soy de parecer que no podríais
conservar á Burriana.
— Oidas
tales
pesar por lo que nos habían dicho
,
razones
,
ambos
sentimos un grave
pues cabalmente los que
así
nos hablaban eran hombres que se reputaban por los mas sabios
de nuestras tierras
bamos
hallar
consolaron ción que
;
;
de manera
mayor consuelo
,
,
que aquellos en
quienes esperá-
vinieron á ser los que
pero nuestro Señor nos favoreció, por
la
mas nos desbuena inten-
abrigábamos en nuestro ánimo de hacer mas adelante
-
DK
que ningún cato hicimos de
otras cosas, y así fué
antes
y
193
JAIME.
i).
qne estábamos con-
despreciamos, contestándoles:
lai
M'in ¿dos de su sinceridad ra evitarnos
que
. j
qne nos decian era
lo
si
tales palabras,
pues ambos
gastos, qne no importaba,
sinsabores
pa-
solo
j
queríamos tener en
no
les
cuando do fuese mas
sufrirlos aquella vei,
nuestro poder
pesase
en
si
lo
que
l>i<>s
habia dado;
nos
para re-
<|u<' \
así, que
ocasión no seguíamos mi consejo.
tal
CAPÍTULO CXXXVII. Despedímonos de
ellos
Aragón dirigiéndonos tes
de rayar
rea
,
el
alba
á
con tales razones
que estaba en Burriana
en nuestra cama
tiempo díjonos uno
:
todavía nos hallábamos descansando
agradables nuevas; en vista de en buena
lo
que.
puerta
á la
de nuestros porteros
un mensajero de En (iimeno de Urrea
se
á
Una mañana, pocos momentos anun mensaje de don Gimeno de Ur-
cuando oímos llamar
,
marchamos
Teruel.
llegónos
,
y luego
,
,
le
que afuera aguardaba
,
cual
el
nos traia
Entrado
traia.
diésemos albricias:
le
muy
respondimos que entra-
hora, ya que agradables nuevas
mensajero, pidiónos ante todo que
mismo
y al
,
el
contes-
tárnosle que se las daríamos según fuesen las noticias que nos diera
;
mas
tisfecho
en seguida, diciéndonos que se daba ya por sa-
61 replicó ,
y empezó á contarnos
como
los sarracenos
de PeOíscola
habían enviado dos de los suyos á don Gimeno de Urrea, para que
nos enviara á buscar á
cuyo objeto
los sarracenos
ceno que contenido
,
,
añadió
pues nos entregarían el
mensajero
enviaron á mi señor.
,
al
punto
os traigo aquí
— Leida
la
la villa la
carta por
carta
un
;
—
que
sarra-
teníamos y que sabia algarabía , encontramos que el de aquella era conforme con lo que el mensajero nos
allí
contó.
Con y
tal
el oficio
noticia
,
pasamos
de santa María
,
á oir nuestra á
fin
misa del Espíritu santo
de que Dios y su madre nos
guiaran en aquella empresa y en todas
las
demás que ideásemos.
Mientras oto hicimos, mandamos que nos preparasen comida
;
comimos luego, y cabalgamos en seguida, no llevando en nuestra compañía mas que siele caballeros, algunos oficiales nuestros y escuderos que nos servían. Ningún adalid necesitamos para que 25
HISTORIA
194 nos guiara
pues acostumbrado
;
á la caza
en
del jabalí
que nos
entreteníamos algunas veces por aquellas montañas, confiamos que DO erraríamos
el
camino.
El dia que salimos
de Teruel pasamos por
teagudo y nos dirigimos á Villaroya, que es siguiente via
Ares
de aquí
;
vesamos
al
de
el rio
las
Truites
saliendo á
,
á Salvasoria y
,
la
cañada de
Atemí ,
;
atra-
y veni-
torrente que pasa mas arriba de
al
resultando así, que á hora de vísperas, después de pues-
;
las viñas
la
que abora tiene población;
,
puerto de Prunells
á parar por último junto
to el sol
del Hospital: el dia
de San Mateo, que entonces era yermo
el llano
Cervcra
campo de Mon-
nos levantamos y emprendimos
,
de un lugar llamado Astorella
luego pasamos por
mos
amanecer
antes de
,
el
,
nos hallamos ya cerca de Peñíscola
,
á
la
otra parte de
sobre Almarge.
CAPITULO CXXXVIII.
No
bien llegamos
sarracenos,
cuando enviamos en seguida mensaje
,
Nos estábamos
diciéndoles que
mostraron aquellos alegrarse
y en efecto
:
muy
nos, y nos dijeron que les era
prueba de
lo
ya algo tarde cuanto
que, iban
dispusiéramos
cumplir antes
el
regalo
adonde Nos estábamos
,
,
al
dia
siguiente
relente
;
en
,
se
la
mañana harían
volvieron
,
no
sin
que nos enviaron por sus mismos jeques
y consistía en cien panes, dos cántaras de
,
la
hicimos barracas
noche, con cubiertas y ,
á fin
de librarnos del
en razón de haber prohibido absolutamente que se cor-
tase árbol alguno
,
pues no hubiera gustado ya
racenos que nuestra primera acción, lando.
por
que
lo
vino, pasas, higos y diez gallinas. Por tapices que nos trajeron
vinieron cuatro á ver-
,
satisfactoria nuestra llegada
después de
;
de cuya noticia
hacernos un regalo; que entonces era
á
pero que
,
allí;
á los
Allí
ellos
entrar, hubiese sido ta-
al
nos trajeron
mañana siguiente,
pocos que nos acompañaban llevando á
á los sar-
comimos, no consistiendo todas nuestras viandas,
escepcion de las que queso. La
mucho
tal
al
salido
arenal
,
ya
mas que
puestos. los cascos de hierro.
pan y \ino y sol, fuímonos con los
el
ein
que ha\ delante del
sazón vestidos los perpuntes
á
,
ceñidas
las
Apenas nos distinguieron
castillo,
espadas los
j
sarra-
DE
ceños y
saliéronnos luego
,
había en
cii.inios
l>.
I
que
enviado de su parte un mensaje
Teruel, para
Nos íbamos
el
rii.il
nos entregarían
allí
no querían
rendir
ellos
qué añadirnos estas palabras:
— liemos
ron afirmativamente
do un mensaje, capitulación
dimos
y que
como
así
cuando
hacemos
teníamos obstante
allí
ellos
mas prontamente con
castillo y la villa ,
asimismo esperábamos
apuntar
fe
(1
(
,
pues
:
lo
modo en to
el testo
original;
lo
.
luego de
,
tal
que parece
por hablar siempre en leraosin
el
de algarabía, con
la
cual
ros. La observación que
cidas
del latin
,
ó
que
tal
es de
que tuviesen á
:
que luego de es-
se lo
¿querédo
entre
como
cronista
,
suponer que
tú
axi
é nos ¡o
'.'
lo casldlo
ellos
copiamos,
la
dos
la
en
sugetos,
está del
mismo
hasta cierto punto, tan-
estraño
aun cuando
como por
con otros personajes que no hablaban esta lengua, la
no
cumpliríamos, y harían; á cuyas palabras con-
— Señor
respuesta del sarraceno
La
)
;
nos convendríamos
así
prometiésemos
<|ne ellos
— Escogieron
l).
esto les conce-
las cosas
queremos, é nos fiaremos en tú é donatte ¡temo» tua
la
advertírnosles que no
,
Dijímosles mas aun
les
modo
testaron ellos de este
Con
pero que pronto llegarían
hiciesen
lo
ellos.
convenidos, ruanlo
tar
con Nos
estender
á
dominaban. Avisado entonces de que iban
que
,
— Contesta-
además aquellas franquezas que so-
nuestros escribanos
bien demandarnos
lo
vuestra carta, que
\;i
á rendirnos el castillo.
ínterin querían ellos
si
,
prontos
estaban
entrega del
la
leído
de
Nos; después
¡í
diciéndonos une en efecto nos habían envia-
,
ejercicio de su ley, y
el
lian tener
á
,
de Peníscola,
Gimeno de Urrea.
nos enviasteis por conducto de don
;í
que
participarnos
castillo
el
nadie mas que
á
suyo,
Ghneno de ürrea nos había
«Ion
si
lo
espresion cor-
tal
á
j
respondimos Nosdiciéndoles, que ¡í
todo
se llevaron
armas: saludáronnos,
escepcion de algunas
niños
encuentro hombres, mujeres,
;il
castillo, del
el
"''
MMK.
I
se
refiera diálogos
citar á
cernido
entenderían con los
mo-
novedad nos sugiere es, que de bs lenguas na-
constituían
el
romano vulgar, unas
se
conservaron
puras, ó por decirlo mejor, mas germinas, en aquellos países donde menos
dominado los árabes, como por ejemplo el lemosin en Cataluña; y tomaron desinencias y hasta palabras de aquellos idiomas con los cua-
habían otras les
tuvieron que rozar ó mezclarse por precisión, á causa de estar parle de
sus territorios
que en
el
dominados desde mas tiempo por
lemosin se
hallan
apenas
los sarracenos
palabras árabes
,
:
cuando en
así
vemos
el
caste-
llano abundan sobremanera, teniendo además una porción de inflexiones de obsolutamente en ninguno de los otros la misma lengua, que no se hallan
idiomas neolatinos, eomo por ejemplo
deducimos
,
que
el
usar
tal
lenguaje
las el
que producen la j y la z. De esto sarraceno valenciano solo era en ,
,
HISTORIA
106 uno de
cuales era alfaquí
l«>s
ron arriba
quedando
,
los
,
y con loda nuestra Comitiva subie-
demás sarracenos,
(jue serian
como unos
en nuestra compañía y puestos delante de Nos. Mienestábamos, tuvimos buen cuidado de que ninguno pudiese
doscientos, lüís así
mano
echar el
grito de
á
riendas de
las
Aragón
¡
nuestro caballo
que dieron
!
los nuestros
La mañana siguiente fuimos
á Tortosa
que comisionaron para que llevaran
aquel
prometido los
que con
mismo ;
á
una con
dia el
escribanos
,
con algunos sarracenos
mismos
ellos
veres y el ganado que debíamos darles escritura
cuando
,
oímos
subimos también.
los sarracenos
la
y no bien
;
los vestidos
conforme
se
,
ví-
espresaba en
otorgamos. Estando en dicha ciudad,
ellos
cumplimos
á los
sarracenos cuanto
habíamos
les
siguiente volvímouos á Peñíscola, y llevando con nos
mandamos estender para
,
aquellos
correspon-
las
dientes escrituras.
CAPÍTULO CXXXIX. Tan pronto como
los
maestres del Templo y del Hospital supie-
ron que teníamos Peñiscola
Gervera
en razón de que
,
fuéronse aquel
,
hablaron á
:
haciéndoles ver, que ya que
,
otro
á
queriendo que fue-
los sarracenos
Nos teníamos
el
habian dado á cada
tales lugares se los
uno respectivamente nuestro padre y abuelo sen de dichas órdenes
Chivert y
á
que
los
habitaban,
Peñíscola, que era el lu-
gar mas honrado de aquella tierra y se habia rendido sin darse de
vergüenza
ello
primer lugar permitió
ni tenerlo á afrenta, lo
porque
,
la
á estos rozarse
pacífica
con
los
mejor
seria
posesión de los árabes
que hablaban una
las
que dichos lu-
en Valencia no
lenguas romanas
mas genuinas luego, porque si alguna podían recordar los de tal reino, además de la suya, mas regular es que fuese la que se hablaba en Castilla que ninguna otra, en razón de haber estado siglos antes en Valencia los castellanos (cuya prueba es la menos fuerte); y finalmente, porque debiendo tener por precisión los valencianos relaciones con los demás moros de ;
la
Península, los cuales ocupaban provincias confinantes esclusivamente con
mas probable que aprendieran la lengua en que hablaque combatían en Granada, Córdova y Sevilla que la de los cata-
las castellanas,
ban
los
es
,
lanes
y aragoneses entonces. •
,
con
los
cuales no se
habian avistado en su pais hasta
DE gares
bos
se
Á
castillos.
dado
palabra
á
en
tarí.unos
también
rindiesen
les
JAIME-
D.
y así
;
don Pero Corael
Burriana
pero
;
entramos en
de
allí á
dos meses ea-
cabo de uno estuvimos ya
al
y cinco caballeros,
punto
al
vernos entrar
é ínterin estuvimos
;
grandes cabalgadas, pasando
no dejábamos de mano
muy buenos
de manera
;
¡unto con los
sin contar á los
demás
estar con Nos.
En
oficiales
tal
Burriana, á Borriol
,
lucieron los nuestros
allí,
la
,
caza, que grullas
y
veinte y seis caballeros,
que también participaban de
ocasión fué cuando
ganamos
Cuevas de Avinromá
las
Nos en
ratos
perdices, llegó á abastecerse de carne para
grullas.
v
que antes habíamos
los
que entre jabalíes
,
vi-
,
don Pe-
y
nuestros halcones
villa, llevando
la
Mostraron grande alegría tal
Nos habíamos
Polpis,
que
,
1)7
am-
efectuarlo
¡i
de A/.agra que iba con otros quince,
ro Ferrandez
dejado en
pasaron
poco rindiósenoa también
niendo en nuestra compañía veinte
cuales
i
,
á
por
ella
Castellón de
Alcalaten y Villa—
famés.
CAPÍTULO CXL. Aquí esperamos dad
y al
,
y
á
mismo tiempo resolvimos hacer una cabalgada por
bera del Júcar lleros
don Pero Cornel de sde San Miguel
á
,
para
Navila
ri-
cual reunimos basta ciento y treinta caba-
la
de paraje (1), ciento j cincuenta almogávares y como unos mil
doscientos peones. Pasamos
la
noche atravesando desde Burriana
que eran hombre de paraje. Beuter refiere, que habiendo los agarenos ocupado á Barcelona, el conde Ramón Borrell II en 986 á fin de recobrar la plaza, ofreció privilegio militar por lo que se les á los que sirviesen en la espedicion con armas y caballo ser de buenas casas honró con el título de hombres de paraje en razón de (
1
)
Varias son las opiniones sobre
lo
,
,
,
ó solares
:
que
otros creen
se les llamó así por haberlos igualado con los ;m-
tignos Caballeros y Generosos, buscando la etimología lemosina paratge, que
suponen
igualdad; y finalmente otros, en época mas moderna, han os hombres de paraje con los donceles apoyándose en que no
significar
confundido
al
,
son armados caballeros
gún
los
,
siendo así que se diferencian
fueros de Valencia
eran los que nacieron
)
,
pues aquellos
antes de ser
(
se-
armado ca-
ballero su padre, y los otros los hijos de caballeros, pero que no habían to-
mado aun del
el
cíngulo
opinamos que tal institución dimana que eran hombres de paraje todos los de
militar: nosotros
primer ejemplo citado
,
y
buenos solares que ayudaban en lemosin lugar.
las
conquistas
,
pues paratge significa en
;
HISTORIA
19iS
arriba, y al llegar al frente de
hada
mar, encendieron
orilla del
costa
sintiéronnos luego
;
cumbre de esto
,
la sierra
Almenara, corno seguíamos
cinco ó seis hogueras
largo de
la
otro fuego en
la
;i
punto divisóse
al
y
,
lo
que hay entre Mnrviedro y Puzol, haciéndose
en razón de servir dicha señal para avisar que
cabalgada por sierra de
Al llegar
ribera del Júcar.
la
al
doblamos por
res de Valencia, pero nosotros
arriba, y pues nos habían ya descubierto al
fíente de
la
cual sabia
un adalid
llanura que
viernes)
,
cansar á
la
allí
paso que hay mas
el
se
,
encuentra el
empezó
,
la
atravesando un vado por
el
los otros
;
á esclarecer el alba
mismo camino, nos dirigimos
sentimiento
,
,
era un
(
para des-
,
;
villa
y
pero tuvimos de
,
á pe-
ello
un
porque era nuestro ánimo combatirles antes. Llegaá Espioca
de no poder ya dos
la
torre llamada de Espioca. Al atravesar por Alcocer, unos
sar de los sarracenos, nos trajeron botin
pues
llegar á
al
y
doscientos de nuestros acemileros dirigiéronse á esta
,
hasta
,
Pasamos luego por
que habían pasado
siguiendo
y
las tor-
creímos conveniente no
,
delantera.
otra parte de Paterna y de Manices
citada
la
efecto hicimos apresurar nuestras acémilas
juntarnos con los que formaban
mos
se acercaba
Murviedro, divisáronse también fuegos por todas
separarnos; y
la
casi
,
y en
andar
acémilas
las
díjonos un sarraceno que,
que nos presentaría batalla: esperaríamos, y
si
algo
punto nos
tal
al
si
;
bergámos
mas luego de
en razón
,
estar aloja-
esperábamos hasta salido
cual
mandamos
mas quería, que
peramos en efecto hasta por
al
lo
contestar, que
enviase á decir.
Y
mañana; pero viendo que no
la
el sol,
le
le es-
volvía,
hicimos cargar de nuevo nuestras acémilas, y reunidos luego con nuestros corredores que estaban á á Albalat
,
por donde pasamos
mas estaba tan conmovida prisioneros
,
,
la
ribera del Júcar, dirigímonos
quedándonos en
aquella tierra
entre todos los de
la
,
él
cuatro
dias
que solo pudimos hacer
cabalgada, á sesenta sarracenos.
En cambio encontramos allí gran cantidad de con lo que , así como con cuanto pudieron
trigo llevar
nuestras acémilas, y pasando por el puente de Quart mos dentro de tres dias á Burriana.
y
gallinas,
,
cargamos
,
nos vohí-
DE
I».
I9Q
MMI
.1
CAPITULO CXLI.
Estando aquí, viuo el
cual
vernos, hacia Navidad
i
compró cuantos
pudo, quedando además con dine-
víveres
ro por lo tinc ¡Midiese ofrecerse
pues había entonces en dicha vi-
;
un abundante mercado de harina
lla
por mar. Nos salimos de con
los
\,\
punto
tal
(¡lados cien caballeros
buenas cabalgadas, aunque no
re/. ,
de sarracenos.
A
y Almenara, haciendo
Usó
que sabia hablar muy bien en algarabía y á
muchos de
el
íiar
escudero que no
les descubriría
que
así
le
,
antes baria
oírlo el
les
descubría y po-
que
su
scíior les
entrega de Almazora; y escudero, díjoles que estaba muy bien y que iría á par-
ticiparlo á su señor.
Fué
,
en efecto
dijo luego al escudero
aquellos dos sarracenos,
ó aun
la
á
,
quedó
tó tales noticias, de lo cual :
los cuales libraba,
esplicasen cuál era el servicio tan provechoso
que decían: respondieron ellos, que
gozoso
no
solia ir á veces á
en él, harían un gran servicio á su señor. Respondióles
mejorase, y
al
si
muy
mucho en llamado Miguel Pe-
un escudero de aquel,
habláronle dos sarracenos, diciéndole, que dian
él
internarse
se atrevían á
Almazora para rescatar cautivos,
lo traían
don Pero quedóse en
y
,
que
y vino,
avena
,
en compañía de los cuales "in-
,
pezó á guerrear bacía Onda, Nules,
tierra
don Pero Cornel,
,
ver á don Pero y le con-
aquel
sumamente
que hiciese venir
satisfecho y
su presencia á
á
cuando no fuese mas que uno, y
que estaba dispuesto á hablar del negocio y á favorecerles grandemente. Volvióse raceno
,
el
compañero.
allá el
escudero, y luego compareció con un sar-
cual manifestó
Díjole
cerles gran bien y
que iba en nombre propio
don Pero Cornel
,
y
en
de su
el
que estaba dispuesto
que haría de modo que Nos
les
ha-
á
señalásemos pa-
trimonio, añadiendo además, que regalaría un caballo y un vestido á cada uno. to se les ofrecía sultarlo
Respondieron ;
pero que
tal
que
paso
les
no
lo
parecía
remunerar no menos.
á esto
don Pero Cornel
;
—Y ¿qué
á lo
señalase también patrimonio, Díjole
muy
podrían
con algunos parientes y amigos suyos
ina de
tierra.
ellos
,
bien cuan-
dar
el
con-
á los cuales se har-
queréis que les dé?
que contestó
sin
sarraceno
— ,
replicó
que
les
y que pudiesen quedarse en aquella
don Pero entonces, que baria por manera que Nos
100
HISTORIA
se lo concediésemos todo, y entretanto otorgóselo ya por escritura.
Conviniéronse en seguida sobre qué noche debia hacerse
ga
y llegada
,
que señalaron
la
sus caballos
armados
poblaciou
uno de
:
,
don Pero Cornel
,
quedóse á
entre-
en celada con
,
de media milla de
distancia
la
la
la
dos sarracenos salió afuera para decirles
los
que hiciesen adelantar veinte hombres que fuesen buenos jinetes y á los demás
que
,
él
los haria entrar
no tenían que hacer mas
cual
de dentro
sino avanzar tan pronto
,
salieron los veinte escuderos
,
lorigas y cascos de hierro
,
para
lo
como
los
,
llamasen ó hiciesen una señal con fuego encendido.
los
Convenido esto punte
por dos torres
;
razón de no poder jugar
armados de per-
llevando solamente espadas, en
,
debiendo meterse en
las lanzas
las torres;
introdujéronse en ellas, y sucedió que á medida que iban entran-
do
los
,
en una casa
metian
treinta sarracenos
biéndose de
allí los
y
,
tal traición tres
,
dentro de
de
los
bizarramente.
En
sin
:
embargo,
mas
tirles;
los
ronla á
por
ella
ban
,
,
corrieron
los sarracenos
los cuales
torre, defendiéronla
al
y punto á socorrer,
comba-
;
ayuda de unas correas que
la
de manera que
el
camino hallaron
y llevándosela
parte del foso, arrimándola á
otra
con
por
habían cortado para hacer una al-
que no tuvieron tiempo de parar la
la
mas no pudie-
llegó entre tanto todo el refuerzo de los caballeros y de-
una pértiga que ,
los sarracenos;
sarracenos no desistieron por esto de
más gente que estaban de celada,
garada
torre, echaron á huir
estado empezaron á dar gritos de socorro
tal
oido por los que estaban de celada les
la
aquellos á la plataforma de
ron, y llegando
como unos
escuderos, sacaron sus espadas,
procuraron alcanzarles
:
cual había
cogían y ataban en seguida. Aperci-
y subiendo por una escalerilla que daba á hacia arriba
la
los sarracenos
no
los
la
,
pusié-
torre, y subieron
de dentro
se vieron con
les tira-
ánimo de im-
pedirlo. Espantóles, por el contrario, ver aquel arbitrio, y salien-
do de de
la villa
,
los nuestros
empezaron á huir ,
que
más que conducian ra
,
se
;
pero muchos cayeron en poder
apoderaron asimismo de sus ropas y de-
encontrando de este
tomar á Almazora.
modo camino
abierto pa-
DE
CAPÍTULO Volvimos después nns luímos
dragón
¡i
mos de nuevo ron nuestro
de Alagon
á
Cataluña
\
CXLI1.
habiendo estado
y
mas llegado
;
aquella población, y en
don Fernando,
lio
tal
allí
dos meses,
verano, marcha-
el
acompaña-
viaje ríos
obispo de Lérida, don Blasco
el
don Pero Gornel, don Gimeno de Urrca
,
En Hugo de Muntlaur,
Templo
del
Humana,
¡i
>oi
JAIME.
I».
En Hugo de
y
el
,
maestre
Forcalquier,
que era maestre del Hospital. Acordóse que hiciésemos cabalgada á y á Cutiera, y que nos llevásemos ocultamente dos fundíbulos que teníamos en Burriana , lo que nadie absolutamente
Aljecira (1
)
debia saber, por manera, que en caso de verse
armar dos fundíbulos,
sidad de
que buscarlos; á cuyo
viese
dimos orden que
fin,
en
ción
,
parte superior, entre
la
dentro de
alquerías
la
cuesta que va desde jo
donde
,
sarracenos
En la
:
¡
Oh
para colocarlo en á todos
con
!
ellos.
nando
(1
!
cumbrecilla, desde
con Nos ,
Aunque
el
,
,
noche
la
modo que
la
la
toda
la
que está aba-
mayor
parte de los de
cual podríamos matarlos
antes de tres dias acabábamos el
obispo de Lérida, don Fer-
nos dijeron dijimos
testo, dice
:
—Señor
Nos, que
Aljczira
,
,
,
,
tienda
pa-
y haciendo
salir
¿qué os parece de ese lu-
si
Dios nos ayuda,
lo
to—
juzgamos que debe entenderse Alvarias escrituras antiguas hemos vis-
nombra don Jaime. Es de creer en Andalucía ó por otro cualquier mola
,
que ignoramos, se habrá ido corrumpiendo la
las
enteramente llena de
llamáronnos á una parte
que por diferenciarla de Aljeciras suprimiéndole
pobla-
quién tuviera ahora un fundíbulo,
ara, en el reino de Valencia: pues en to nombrada esta población como aquí tivo
de
y los ricoshombres vinieron á vernos á nuestra
— Me parece, )
se veia
esclamaron
,
santa María
la
,
la
la
infantes y ganado.
—Y cuando por
demás gente
gar?
,
agua
el
Si esto nos fuese posible
ra solazarse la
tomaban
de aquel cuadro
—
,
pié del castillo hasta la torre
el
sarracenas
,
vista
hueste
ellos
cabras
asnos y
,
de
el castillo
todos los sarracenos de
cual se encerraron
con sus vacas
,
los llevaran ocul-
nos albergamos frente
,
Júcar y
el
hueste en nece-
ya preparados y no tu-
los hallase
tamente en un leño. Llegados á Cultera villa
la
sílaba ge intermedia
que antes
la
denominación primitiva,
tenia.
26
— 202
HISTORIA
marémos
:
que
¡ojala
así fuese
del éxito y oslo hiciese lo
— Y ¿qu¿
aecesario.
—
Nos.
!
— Pues no
faltaría
quien respondiese
ganar; pero, para esto, seria preciso tener
que necesitáis para ello? replicamos
es lo
Bastaría con tener á sazón un fundíbulo, contestaron.
Con que
¿quisierais
,
que tomásemos
tuviésemos un fun-
la villa si
respondieron — nos parece que podría uno. — Uno? entonces; pues Nos dare— Pero dónde — En Grao mos — Vaya que parece habéis adidentro de un — Hombre prevenido por dos, que vinado contestamos. — Pues decidnos cómo — Ante todo,
mano
dibulo á
Cierto
?
fabricarse
,
y
,
dijimos
les
dos.
los
,
os
los tenéis ? replicaron.
¿
leño.
bailareis
,
debia suceder.
lo
el
vale
se arreglará.
les
dijimos
Nos
ingenios
,
,
debe verse en qué pnnto podrán colocarse mejor
y luego con treinta caballeros
de
nuestra compañía lo
el
terreno á un ricohom-
visitaremos, llevándonos para inspeccionar
bre que podréis escoger de
—Y
ron.
á tal objeto, la
mañana
pués que oímos nuestra misa
emprendimos
la
subida por
siguiente, salido ya el sol, des-
y reunidos hasta treinta caballe-
;
parte del mar. Llegados á aquel
la
punto donde habia antes dos torres
jamos nuestros caballos, y tomando guiendo cuesta arriba
mucho un
,
las
mas
arriba del castillo
siendo
muy
,
fácil
,
de-
armas, fuimos hasta aquel,
el
lugar y lo hallamos
pues podían colocarse en
montarlos
si-
que no distábamos de
,
de ballesta. Reconocimos
tiro
bueno para nuestro objeto fundíbulos
,
llegando tan cerca
,
contesta-
enviamos á buscar á don Pero
,
Cornel y á don Rodrigo Lizana ros,
— Bien pensado,
la vuestra.
los
nuestros
él
arreglarlos y hasta guar-
,
darlos, en razón de no haber dentro del castillo algarada ni inge-
nio alguno que lo pudiese impedir. Convencidos de lo útil que nos seria
el
lugar
,
bajamos otra vez
quinas, y luego nos dirigimos á
Bernardo sucedió
do cia
en
para ver el
allí lo
mismo
de qué modo
nión taja
,
la
enviamos por
tienda del obispo de
á cabo el negocio
debia llevarse tirar
piedra no acertase contra ,
el
desde
tal
el castillo ,
punto
;
,
y
,
(
y
qué modo podríamos hallar piedra para
los
la
ven-
lugar ha-
cacria en el
fueron
la
reu-
pues aun cuan-
cual estaba lleno de mujeres
preguntaron luego
lo cual
tal
ganado. Los que fueron de parecer de que podia hacerse
Nos decíamos
;
Esplicámos en
de san Juan.
día
donde habíamos ido
máLérida En
las citadas
que resolvería nuestro consejo
que teníamos pudiendo
la
,
mayor
ingenios
,
,
niños y así
parte
como )
pues no
de la
DE había
Nos
en toda
ribera
la
contestamos
les
dodámes que enviar á ver
encuentra
se
si
— Tres medios sabemos,
diciéndoles:
podremos tener de aquel logar
la
menester que rayan cien caballeros con
el
otro es
Barren
aunque de todos modos
¡
de que
mismo objeto por
al
los
si
piedra en
mis
otra parte hasta
impedir
que
prevengamos picapedreros para que labren
romo
taña, arreglándolas
En
genios.
vista
de
que nos baldara,
el cual
luego
veros.
i
— Tuvieron,
nombre de todos esta
manera
:
los
la
rio
la
,
campo;
y
,
mos
,
como
os
demostraremos; porque de nada
En
toda
la
sarracenos
los
,
mundo,
hueste no
:
arreglen
tendríamos á
,
no
seria
,
antes
por otra parte
los leños
después no
si
hay de qué comer
no es vuestra
y Valencia
,
el
,
si
contra-
al
llegase
no podrían traernos la
fuerza
que
así
,
que
las piedras
de
muy
aun en Burriana pica-
gran negocio
pues no sabemos cómo podrian tirar
razones
lo
á
levantar el
el
que hiciése-
los ingenios.
Además
que, fuera de este lugar, ningún otro poseéis en este reino. tales
y
que Vos habéis dicho hallamos to-
lejos, y no habiendo en toda la hueste ni las
;
nos refirió don Fernando en
en verdad, que teniendo que traer
pedreros que
que luego vol-
lo
y entonces
,
,
antes tratá-
en
,
levantarse alguna tempestad
necesitamos
don Fernando para
que habían convenido, diciendo de
dias
poseen aun
mon-
de consiguiente, su acuerdo
presencia
acabar bien.
mas de cinco
la
lo
— Señor
para
á
no os pese
;
que Vos comenzarais una cosa en
podíais
piedras de
demás
dos una gran dificultad, serviría
la
otro es que
el
—Señor, convendría que
dijo:
vueltos á nuestra
,
fin
;i
embarcara
se
y
;
de
rio
<-l
suele hacerse para dispararlas con los in-
ramos entre nosotros de este asunto veremos
las
que dijimos, instaron
lo
armados;
caballos
no pudieran conseguirlo
,
ellos es
será preciso gran fuerza,
sarracenos quisieran
los leños
uno de
:
no
y
en algún torrente, mas para esto se-
rá
enviar
mas
razón en esto,
Tenían
.linar.
del
203
I110L
J
l>.
— Por
conocimos que todos eran de un mismo parecer
,
y
desistimos de nuestra idea, y convenimos en cuanto nos decían.
CAPÍTULO Partimos de aquí
,
cxliii.
y al día siguiente
llegamos delante de Cilla,
donde nos acampamos, por ver que era lugar muy abundante de
204
IIlSTOItIA
buenos pastos. Estando
y que tenia
lefia
mido
por don Gimeno de Urrea
y
secreto
dículo que
:
—Enviamos
tengamos de
como somos
que nos parece
á buscaros, para deciros
ayudarme
buen resultado
ri-
de esta tierra, siendo tan grande hueste
salir
sin llevarnos
,
ellos,
mas que
veinte ó treinta cautivos
para
:
pues, que sarracenos y cristianos nos tengan á menos
,
quisieseis
dría
con los cuales hablamos en
,
de manera que no habia con Nos nadie mas que
,
diciéndolcs
evitar
y luego de haber dor-
enviarnos por el maestre del Hospital, por don Pero
la siesta,
Come!
allí,
un plan
,
os mostraría
;
pero atended, que
si
,
,
si
que no dudamos ten-
soy solo en lo que diga
y vosotros todos me habéis de contradecir , nunca llevaremos nada lo que debéis hacer es , así que yo haya concluido mi á buen fin :
razonamiento
nando
como haya dado
esperar á los demás
sin
,
y tan luego
,
su dictamen don Fer-
responder cada uno de por
,
Nos pensamos. De
diciendo que está bien cuanto
sí,
modo yo
este
os
prometo que todos haremos un buen negocio, y que de él nos ha de resultar grande honra. Oid , pues ahí tenéis las torres de Va:
lencia,
que todo
muchas veces
librado frido
que
,
á la ciudad
bien distinguir
en toda
se halla
las
la
mujeres y
Moneada, que
ella
los niños se
solamente recogieron
:
me
eso
confiarán ellos que
entretanto
,
prueba que,
tampoco
si
al
rándonos de
tal
torre
,
que
la
alcanzaremos una ventaja, y ras, nos
la
torre
cautivos, con
con
el
;
<>!>jeto
,
donde
cien que
allí.
De
á la vuelta
este
de proveer á
para rolver aquí
uno para ,
y
dias,
personas que haremos prisione*
es probable
:
y
además
tan pronto
como
que hagamos alíñenos mil
dejéis escoger, yo partiré á Burriana la
hueste para ocho dias, y de vuelta
os traeré un fundíbulo: para esto,
dias, es decir,
,
modo, apode-
podremos tener antes de ocho
sin las
me
mas ob-
alquería mientras
han de quedar precisamente muchas provisiones,
la
viniendo
buscar de nuevo á
á
alguna ropa. Otra cosa aun tengo que deciros
tomemos
mejor
entrar no les combatimos,
no cabe duda que habrán enviado
sus mujeres y á sus hijos para tenerlos
allí
en Valencia
habremos de hacer
lo
es la
hombres de armas,
los
servamos que nunca salieron del todo fuera de
Nos pasamos
dichas torres han
Cuando pásanos por
huerta.
quedaron en
,
;
de males que quizás hubiera su-
y entre ellas especialmente la de
á este lugar
pues
mundo puede
el
ir,
traiéndoos
no os pido mas tiempo que
uno para proveer al
mismo tiempo
á
tres
la
hueste, y otro
las
provisiones que
— I»K
necesitamos y
fundíbulo que os digo. Así
el
honra vuestra y de Nos; y
bien
acabábamos de hablar
Eo Hugo de Forcalquier
Hospital
del
mal camino nuestro señor mi parte
haré
lo
pregunta:
siguiente
contrarié
lo
—
¿
Y
cómo
ninguno de
ni
respondimos, y
— Al
sigue
los
aunque haciendo
,
demás?
— Con me
la
don Fernando no
esto que
será
don
oir esto
también nues-
aplaudieron
,
ayuda que vosotros
la
maestre
— Por Dios, que do
:
mostrando tenerlo por inuv noble
,
el
rey: ayudémosle, [>ues, que yo por
el
Pero Cornel y don Gimeno de l'rrea tra plan
las torres
otra ve/, y huirán.
la
mejor modo que pueda.
del
de
1<>>
cuando respondió
,
será en
espedicion
la
saber que volvemos,
al
bo querrán ya esperarnos como
de Valencia
— No
208
JAIMT.
1).
nuestro poder,
les
prestéis, nuestra idea
pasará adelante.
A
tal
objeto dimos orden
para que los
avisaran á todos
por-
,
que queríamos hablarles, es decir, á don Fernando, á don Rodrigo Lizana
,
de
Lérida
así
como
y
maestre del Templo
al ,
á
á
vinieron
los
muy
espertos en
que
los
cuando
hablado
tienda
la
,
,
de que no
con
de
todos reunidos, emitimos nuestra idea
en torno de
á fin
,
antes
demás; luego
los
de armas. Hicimos antes
hechos
Nos estaban
con
habíamos
que
traslucirse
obispo
al
,
demás ricoshombres de Aragón y Cataluña, otros muchos caballeros que habia buenos y honrados y á
que eran
marchar
En Hugo de Muntlaur
lo
ellos
que
,
pudiese
después
y
,
viéndoles ya
á
haciéndoles antes colocar
y diciéndoles de esta
manera
— Barones,
:
aqui venimos para hacer daño á los sarracenos; y marcharnos aho-
mas que sesenta cautivos remos con
á fé, por nuestro
hombres
entre
honor
y el
podemos errar
no
lo cual
como tenemos,
gran compañía
ra teniendo tan
,
me
y
haber hecho
sin
vuestro.
Si
no
lo
Dios
me
ayuda,
parece que podríamos hacer
—Cuál contestamos — La
una buena presa que seria en gran daño de Valencia. nos preguntaron ellos
de Moneada sin
,
la
cual
;
á lo
es
que Nos
encuentra á escepcion de podría enviarse
á
les
muy buena
contar además que se halla hacia la
lo
grande
villa, y es la
la
mejor que
Si fuese preciso,
que
se necesitase
pero
;
á dicha torre
,
y
la
,
,
no
lo
dudéis
,
se
añadimos,
sin
que
los
las
dos
mañana en nombre de Dios pondremos ganaremos
torre
riqueza;
de Valencia pudiesen impedirlo, pues Nos estaríamos entre poblaciones
es?
:
y encierra
de Quart.
Burriana por
ha-
,
mujeres
sitio
alcanzando todos
— HISTORIA
206 provecho y honor
grande
tomándoles es
á
una
legua de
ciudad una
la
de que hemos hablado. Responded
la
cuanto os decimos
os parezca á
—
ditáis.
palabra
Dijeron
todos
tuarse
pues no
,
con
,
tal
que pudiese
podrá aquella
lo
—Y
hasta entonces.
dimos, ¿
es
obra
la
entonces?
lo quisierais
que
lo
me-
cabo
llevarse á
sufrir, ni
—
— No me ,
la
pa-
pero
y sin estas nada puede efec-
,
hubiese quien
si
si
lo
don Fernando que tomase primero
á
hueste carece de provisiones
la
de consiguiente,
,
que buena
,
como
torre tan buena
y habiéndolo hecho, dijo de esta manera.
,
rece éste mal negocio
toda
pues no podrá menos dé alcanzarse,
;
sé
como
se
mantendrá
pudiera proveerla, respon-
Vos
Allá vayan con
estos ricos-
hombres que aquí están y los maestres, replicó don Fernando, Dique. en cuanto á mí, pasaré por donde pasen los demás.
—
cho esto
invitó el
,
hablase primero, y
maestre del Hospital
tomando
último
el
al
Templo para que
del
palabra
la
,
dijo
Jo
:
moy que la parola es bona ab qucliaje quemenmes á moy sembla bien que cest lloch de la torra de
hi dich aylant per
jer la host
Mancada tre
,
;
qui sloyt moltprcs délas torras de Valencia (i).
respondimos
le
,
siendo sola y aislada ?
¿
no
que ofrece
veis la ventaja
—A
lo
que
él replicó
:
—
— Maestorre
esta
Di majut, moy
Si
semblaría que vos presessels Torres-Torres, questoyl bon lloch
xami de
lo
maestre veces
mo
,
Terol
el
cosa que nos será
,
lugar es Torres-Torres,
de que
hablamos vale
—A
Acertado va
mas
fácil
,
por cuanto es menos
el
al
—
rey en cuanto dice
,
y por
bueno
mueve un buen ánimo para ganar la tierra Aquí tomó nosotros: ayudémosle á ganarla. le
—
meno de Urrea, dicho
;
siete
paso que es punto de mas provecho y tales palabras, dijo el maestre del Hospital:
fuerte que Torres-Torres, utilidad.
pero
;
— Buen
en
y estando tan cerca de Valencia, nos honrará muchísi-
,
tomarlo
el
Valencia.
de
respondimos
le
mas
e
e es
y dijo
pero conüo que
:
—Señor, por bueno
liareis caso
,
la
lo
tengo
no
se
;
y pues
pierda por
palabra don Gi-
tengo cuanto habéis
de una advertencia, y es que nos
Aunque creemos que don Jaime adulteró algún tanto en este pasaje con todo no hemos querido el idioma que hablaba el maestre del Templo traducirlo, por ser ya de muy fácil inteligencia, y para que quedase como (i)
,
una muestra llos
tiempos
,
la
si
no exacta, á
lo
menos aproximada, de
lengua que ahora llamamos francesa.
lo
que era en aque-
DE deis algo de la
torreen vuestras manos.
ro
Gornel
maestre
y
me conformo
don
(limeño de
de Lérida
obispo
Dios
haré yo
Vos: resolved
y á
mismo objeto, vos la
tenéis esa idea
aprueban y
queráis;
aconsejan
digo
lo cual os
;
una cosa y no
siguiente
la
hacer
lo
:
,
:
defenderla
suelen
rotas
rán
gran daño aquellos peleen
allí
en
batalla á
que
nuestros
los
;
y
,
de
la
mos vos
— :
,
defender
hacer cuanto vos
,
fortificaciones
las
los
el
es
á los
demás
veréis qué es lo que intentarnos
lugar del sitio, y
al
Los moros, pa-
la villa.
objeto de conservar
de ver que en
los
que
barreras;
las
empeño
tal
recibi-
compañía
que
los
habrán recogido
se
Según veamos, dispondremos en
se apartase
,
al
la
ire-
,
pues no seria bueno
de aquí
y á los tres dias
,
mandron y provisiones para ocho Aprobaron todos cuanto Nos decíamos, mas luego añadi-
que para pues
verificar
mas de
que de estos
los
el
dicho
plan
debiesen darnos cien cauti-
mil caerían en nuestro
pudiésemos escoger
;
pues
poder así
,
Penetrados
también de
la
razón
que
les
sin
duda
y convenia para re-
sarcirnos de los gastos que habríamos hecho á fin de re.
os
cabo.
mas que
estaremos ya de vuelta con dias.
Seíior,
nos convencemos de que se pueden ganar
al fin
al
mayor parte
la
lo
una advertencia, y es que os
Burriana con unos quince caballeros
el resto
—
porque debemos suponer que
,
valdrán siempre
si
Uodrígo Lizana
pues
,
combatiremos
,
torre y en la albacara.
la
mos
por
si-
solamente ser-
sido
don Rodrigo Lizana y
á
— Escuchad y
mas
solo dijo las
porque seria una lástima que comenzarais
lucharán con
,
al
que hablara, nos dijo:
os daré
de mañana
,
instamos
,
que yo en hechos
don
ú
primero será acamparnos junto
dia siguiente ra
luego
deber es mió
:
La respuesta que dimos fué
ha
,
el
pues, vosotros, y cuanto hagáis
pudierais llevar á
la
mas
;
y además veo que todos ó
modo como
acordéis del
moros
,
embargo,
sin
,
invitándole á
é
voto
sn
manifestado
esto
entendéis mas
— Señalamos
también.
— Viendo
venir aquí
al
respondió don Pe-
que os han
lo
Urrea.
— Vosotros
de armas, pues mi objeto á
con
para ijue diese
guientes palabras:
vir
— Lo mismo digo,
y
,
hasta tanto que haya caído
podamos subvenirnos
(jim*
207
JAIMK.
I).
tomar
la
,
tor-
manifestábamos,
aprobaron asimismo cuanto acabábamos de decirles.
HISTORIA
l'llS
CAPÍTULO CXL1V. Por
mañana
la
oida
,
fueron á armarse los escuderos y y colocándose oportunamente , em-
misa
la
gran parte de los caballeros
;
,
pezaron á entrar á pié en
la villa
aguerridos se colocaron en
las
murieron de
ellos
seis
ó siete
pues aunque
;
barreras
,
orden ni concierto
;
dian
sin
,
yo á Burriana
iré
les
derarnos de esos moros, que buena es
mal, nos
contestaron.
veremos luego con
Emprendimos
,
llamando á
— — No nos
presa.
mar
pa-
Si bien os
entonces., añadimos,
cargadas de todo
,
los
necesario para apo-
lo
la
defen-
lo
que
parece
mandad
Murviedro ,
,
esperamos
acémilas
las
á
y vol-
,
—
se necesite.
nuestro viaje con solos doce caballeros, y
nuestra bandera
al
desplegamos
,
pasamos todos juntos, nos dirigimos
á la
y por ella seguimos hasta Burriana, á donde llegaá hora de vísperas. Entrados allí, ya antes de comer, nos pro-
playa del
curamos pan el
ellas
pues
,
llegar cerca de
mos
— Pues
:
,
hombres que nos envíen cuantas acémilas tengan
vuestros
al aire
dijimos
de donde traeré
,
albacara.
la
los sarracenos se
por consiguiente ,
los nuestros,
torre ni en
la
vimos que
maestres y á algunos ricoshombres rece
dispuestos á defenderlas,
porque acosados por
,
no tuvieron tiempo para recogerse en
Cuando Nos estuvimos cerca
,
moros mas
los
,
,
vino
avena y carneros en cantidad suficiente para
,
obispo y cada uno de los ricoshombres y maestres, según
que llevábamos por
la
nota
escrito.
CAPÍTULO CXLV. Al dia siguiente los nuestros
;
y
,
mandamos racionar á operación aquel mismo dia , sa-
luego de salido
terminada
esta
el sol
,
limos el otro de Burriana ordenados en batalla caballos
armados
,
con nuestro fundíbulo
llegamos ya cerca de
la
trellas,
y con nuestros
que serian doce ó quince. Pasamos
cerca de Murviedro
checer de aquel
,
mismo
torre de dia
,
Moneada
,
,
luego por
y á hora de vísperas
de
modo que
al
antes de que resplandeciesen
teníamos ya armado y colocado
el
ingenio
:
por
ano-
las
es-
la
no-
DE che se
le
menzó
pusieron
Kn
disparar.
piedras que tiraba
mo
fundíbulo mataban cada rea
el
con las
hedor que despedían
el
siete fueron
y
que
los
se
ganamos
preciosas,
torre. Mil cien-
la
de
;
ger. Después de esto, resolvimos
medio de cían.
con
ella
la
,
pues
j
1 1 <
cien mil besantes.
Con
permanecer
,
y colocamos
sitio
si
,
Moneada
debíamos esco-
de Museros
presentaban
la
torre de
la
de Museros, pusímosle
nos
si
los cien cul-
dos dias para de-
allí
la
ayuda del fundíbulo
batalla campal,
Derruida
•
*
convenio, teniendo á nuestro
el
torre, y dirigirnos en seguida á
rándonos de
modo
mu-
lado á uno de aquellos, que nos indicaba los que
la
les
sederías y otras
,
menos
á lo
que debian tocarnos según
moler
de noche,
cadáveres
ayuda de algunos sarracenos de Valencia, escogimos
tivos
la
ni
los
entregaron
collares y brazaletes de oro y de plata
chas telas
las
muchos despojos que recogimos, entre per-
los cautivos y los ,
que
,
alguno; y co-
;i
de dia
ni
por cautivos y á entregar
á rendirse
cuarenta
to
mañana co-
la
hallaban apiñadas
torre se
la
máquina ño cesaba nunca de tirar,
la
obligó ya
la
albacara de
la
cabo de cuatro días,
al
otro dia por
y al
,
mujeres, niños, vacas y otras reses
multitud de
tanta
cnerdas
las
200
JAIME.
I).
apode-
,
se resistía los
que
la
ó por
;
guarne-
,
nos encaminamos á
el
fundíbulo. Supimos
luego de cierto por un sarraceno á quien un almugávar habia he-
cho prisionero neciesen
allí
rándose
todos
,
que Zaen
para defender
demás
los
habia dado orden de que no perma-
les
daño
,
la
cubrieron luego
did que de nada
el
torre el
;
pero
,
dirse, salva la vida
que
,
á la verdad
,
;
que te
así
á lo cual
,
como
accedimos de
En Guillermo Caguardia
que tuviésemos
el
ar-
:
en Valencia
,
los
,
las
pegaron fuego á todos
,
los sarracenos vieron
nos propusieron ren-
muy buen
para tenerlos en nuestro poder
se hallaba preso
de tierra
llenos
y llenándolas de estopa
,
encendidas, y
ríamos vivos que muertos. Cuando presentó
Al
sarracenos, para evitar
habia servido aquel ardid
les
mujeres y niños.
porque mandamos Nos luego fabricar
aquellos serones. Al cabo de dos dias
que de nada
los
reti-
,
habia derruido ya tres
,
muro con serones
les sirvió
los ballesteros
las
fundíbulo
algunas saetas á manera de ruecas tiraban
con
á Valencia
segundo dia de estar tirando ó cuatro almenas de
torre sino sesenta sarracenos
la
,
grado, por-
antes los
tuvimos prisioneros
,
que-
se nos
En Guillermo Aguiló, pidiéndonos muy humildemen-
,
tio
de
á bien darle aquellos sesenta sarracenos
21
de
Mu-
>
I
I1IST0K1A
()
seros
,
brino bres
:
,
porque tenia esperanza de que podría canjearlos por su socuya demanda accedimos con acuerdo de
á
aquellos cautivos,
llermo
que debiese
aunque bajo condición de
muy
no podia
si
restituir á la
Quedó En Guibesónos la mano , y
,
envió luego á Valencia á un cristiano que tenía
cange de su sobrino con
el
Museros. Habiendo convenido en
de luego á
En Guillermo de
hueste
verificar el cange.
satisfecho con nuestra respuesta
para proponer
ricoshom-
los
libre entrada,
allí
cautivos de
los sesenta
ello los sarracenos
,
soltaron des-
Aguiló.
CAPÍTULO CXLV1.
Después de haber ganado á Museros y logrado Guillermo de Aguiló gar á Alventosa
,
nos fuimos á Torres-Torres
vendimos por diez y
,
cautivos que nos habian tocado
;
siete
precio
bajo
que la
les
,
porque
devolviésemos
hueste.
Pagamos
,
,
y antes de
de lle-
mil besantes los cien
pues aunque nos hubieran dado
por ellos hasta diez y nueve mil besantes
dado un mes solamente
así el rescate
,
si
los
hubiésemos guar-
nos vimos precisados á venderlos por tan
,
los
mercaderes nos estaban hostigando para
lo
que nos habian prestado para mantener
pues
aquella y otras deudas
,
,
y nos marcha-
mos en seguida para Zaragoza.
CAPÍTULO CXLVII. Desde Huesca
donde nos hallábamos
,
iiena, y luego resolvimos apoderarnos
llamaban Enesa y
los cristianos cerro ó
ahora por nombre
el
cerro de
castillo
Puig de
Santa María
;
la
que
los
Cebolla, y tiene
pero de antemano
la
hubiésemos tomado. Pensando, pues,
los
mas amábamos y en quien teníamos puesta mayor confianza encomendarle tivo
moros
hombres en prez y valía en cuanto llecabo mas grandes obras , nos acordamos de aquel á quien
que en tanto aumentan van á
del
quisimos pasar á Sari-
ricohombre dejaríamos de guarnición
quisimos ya determinar qué en aquella fortaleza, cuando
,
la
defensa de tan importante lugar
resolvimos cometer
tal
encargo á
;
,
para
por cuyo
mo-
En Bernardo
Guillen de
DK
-I
JAIME.
n.
Entenza, que además de ser nuestro
materno, había
tío
1
recibido
de Nos cuantos bienes tenia. Mientras íbamos andando, llamárnosle; rus apartamos con
él
ya sabéis caánto os
queremos
trecho
— Don Bernardo,
del camino, y le dijimos:
parentesco aos
uno
,
cuánto fiamos en vos,
por
¡
hemos puesto
los ojos
cuál era
le
prometíamos;
tenemos resuelto
allí
\
;
v
cuando
para que mantengáis
El castillo es bueno y fuerte
,
el
muy
él
de
muy
sen.i-
agradecido por
contestamos.:
— Nos
Cebolla, que está aunas
la
frontera
,
pensamos
con cien caballeros. os daremos,
:
y podréis sosteneros allí todo el verano , estaremos otra vez con vos ; ,
talaremos entonces los contornos de Valencia, y añadiendo el
dafifO otte
gadas,
vos habréis
pondremos
la
zonada fruta que
conoceremos que
á
punto de ser fácilmente tomada, como sa-
puede
plaza faltada de víveres,
ya formalizar
convocaremos
á
Luego que
cojamos.
la
el
cerco
por estar
,
ayuda de Dios caerá entonces en nuestras manos
con
— Cuando hubimos sin
,
la
con
;
ciudad
,
y
acabado de declarar nuestro plan á don Ber-
quedóse por un buen rato estático, como quien medita, v
desplegar los labios; mas viendo Nos que vacilaba en adherirse
á lo que láis
al sitio
nos apoderaremos luego de todo aquel reino hasta Játiva.
ella
nardo
la
todos nuestros ricoshom-
bres y á las milicias de las ciudades, para que acudan la
á esto
anisado ya con vuestras continuas cabal-
nos convida para que se
la
declarásemos
lo
hayamos ganado
lo la
le
cual podréis
la
y está bien construido
pues, provisiones para un año invierno. Así que llegue
;í
pidiéndonos que
á sitiar el cerro
ir
dos leguas de Valencia dejaros
entonces
Sabed que
pagaríamos.
1<>
que debía prestarnos,
servicio
el
os
con csio nos obligareis
y
— Mostróse
recompensa.
merced que
bien que
servicio, que
tal
en vos para ana empresa, en
muchísimo,
servirnos I.hLi
muy
lo
es-
cobo
quisiéramos ahora
consiguiente
haceros medrar, dándoos ocasión para prestarnos todos aplaudiesen
j
le
habíamos manifestado, añadírnosle
:
— ¿Porqué
don Bernardo? El plan que acabamos de comunicaros
vaci-
es
muy
ventajoso: pero guardadlo secreto, y tened cuenta con que nadie lo sepa
,
hasta tanto que tengamos dispuesto todo lo necesario para
llevarlo á cabo.
con
lo
cosas
y en
:
En
cuanto á vos
,
creedme
que os propongo; pues no puede ó Dios os permite cumplir con
este
coso os he
de hacer yo
el
el
,
aceptad y contentaos
faltaros
servicio
una de
las
dos
que de vos exijo,
mas honrado
vasallo
de mi
HS
HISTORIA
reino
mente
ó perecéis sirviendo á Dios
;
Cualquiera de los dos estreñios debe bastar para
el paraíso.
— Oidas
quitaros toda duda.
sónos
la
que por
mano
razones que
las
tales palabras, se acercó á
Nos, be-
que aceptaba nuestra proposición, por-
y nos dijo
,
entonces ganáis indefectible-
y
,
le
habíamos mostrado conocía que era un
buen consejo.
CAPÍTULO
CXLVIII.
Acordamos con don Bernardo que por con nuestra hueste
allá
cho tiempo á villas.
Mas
;
por cuyo motivo convocamos ya para di-
ricoshombres y á
los
adelante,
ciudades y cuaresma, supimos de cierto
la
por algunos recien llegados de Valencia ya
el
gran pesadumbre semejante noticia
que nos
los
la
mandaríamos
dieron
,
hormas para
sin
,
,
mas aunque nos causó
;
,
que llegásemos
y dijimos á
en
supiese
lo
en esta
allá
porque
,
con nues-
secretamente hasta veinte
construir
que nadie
pascua florida nos hallamos
dimos nuestro camino
que habia sido demolido
disimulárnoslo
,
edificar otro castillo así
tapias
las
que no nos importaba gran cosa
Mandamos luego
tra hueste.
,
María
cerro de Santa
del
castillo
de
las milicias
principio de
al
primavera volveríamos
la
villa
Teruel
y por
;
desde donde empren-
,
aun antes de tener reunida toda
acompañándonos solamente don Gimeno de Urrea
la
hueste,
mez-
nuestra
,
don Pero Ferrandez de Azagra y los concejos de Daroca y de Teruel. Al salir de esta última villa, siguiendo nuestro camino, nada
,
repararon
los
de
hueste en
la
las caballerías
que iban cargadas con
moldes que habíamos mandado construir
los
secreto ni cuál era
la
delante de Ejérica
,
pero nadie sabia
;
dirección que llevábamos
de haber comido
que
lleváis
,
mientras estábamos talando
y nos dijeron
:
—
¿
tais.
,
os
Cómo
hormas para construir tapias?
testaros delante de todos, les dijimos
demás
hasta que llegados
,
don Pero Ferrandez de Azagra y don Gimeno
declararemos
lo
;
,
de Urrea
es eso
solo con ellos
,
,
,
señor
después ;
dicen
podemos con-
que
así
que hay de cierto en
— Luego, cuando estuvimos
nos acercaron
se
— Nada
pero
el
lo
les
se alejen los
que pregun-
añadimos:
—
Sernos mandado construirlas en secreto, y os rogamos que secreto lo
tengáis, hasta
que todos vean
á
qué objeto
las
destinamos, por-
DI
que queremos poblar y so llamará en
demolido
lian
míe
castillo
el
corr-TÍas contri los
habia
allí
ella.
la
frontera. Desde
— Mal
y
,
cuando
cerco y nos apoderare-
porque, á saberlo, hubiéramos
que venimos
lo
llevando
,
dantes provisiones y otras cosas que ahora no v
por
,
por consiguiente
;
que hemos hecho y
lo
recer vuestra aprobación
ningún otro
,
mas abun-
tenemos.
— Por
el
que nos contestaron, conocimos que no apro-
lo
baban nuestro plan
Barones
ciudad esté
la
hicisteis, pues, nos contestaron, en no habér-
venido mejor dispuestos de
,
quiero reedi-
podrán hacerse buenas
allí
moros de Valencia
noslo hecho saber anticipadamente;
semblante
yo
pero
;
ya exhausta de bastimentos, pondrémosla
mos de
Loa sarracenos
esté restaurado, dejaré en él fuerte presidio para
pueda mantener
([lie
nombre Huesa,
cerro qne ahora tiene por
el
sucesivo cerro de Santa María.
Ib
cuando
ficarlo, y
213
JAIME.
l>.
,
hubimos de
,
decirles
:
—
que intentamos hacer debe me-
lo
porque por este medio
,
mejor que por
se conquistará Valencia.
CAPÍTULO CXL1X.
Teruel llegamos á Torres-Tor-
Al otro dia de haber salido de res te
;
,
y después de haberla talado y
pasamos por Murviedro
lantera á
y
los
que hay mas
con
,
el
siguien-
,
habiendo encargado
,
allí
á
de-
la
y colocado los peones entre Nos llanura
la
recibimos un mensaje de don Gi-
cual nos avisaba
que deberíamos entrar en
que nos alegrásemos, porque Zaen nos esperaba en Puzol
con todas sus fuerzas
mucho.
mañana
rataguardia. Así que llegamos á
la
de Murviedro
allá
meno de Urrea batalla y
castillo,
don Gimeno de Urrea
que llevaban
la
por un desfiladero que hay
,
dos ó tres tiros de ballesta del
salimos por
,
Con
tal
;
la
que
le
contestamos
;
y solo algunos
llanura. Sin
se habian descubierto en
del Hospital, y los
embargo,
Puzol eran
el
mas
que nos
maestre
del
placía
el
arriscados se
se supo Iucíjo
que
centro
quedalos
Templo
que y
el
comendadores de Alcañiz y de Castellot, con
unos dos mil infantes y cien caballeros, treinta caballos
,
nueva, los acemileros y los que iban en
se acogieron á la sierra
ron con Nos en
á lo
armados
,
los cuales
los
de Burriana y unos
habian enviado ya corredores
HISTORIA
21 i á Valencia y puéstose en
todo esto
,
no
se
emboscada, por
presentó
el
salia
si
Zaen.
Á
pesar de
inoro.
CAPÍTULO CL. Cuando supimos que
no
los sarracenos
habían
se
nos alegramos sobremanera, porque los tuvimos ya por nues-
lir ,
tros
y siguiendo nuestro camino, llegamos
;
Puig, pusimos nues-
al
acampamos
tra tienda en el llano debajo de la villa, y allí nos
gremente con todos
los
nuestros y los que habian venido de
Al cabo de pocos dias fueron llegando
boscada.
nuestros que aun no se
Zaragoza dos
,
los
,
habian presentado
Daroca y Teruel
;
si
sen
volverse todos
concluían
esta concesión
,
la
,
á
duró
donde mejor la
les
racenos, volvieron siempre
la
Hicimos también construir
al
allí
CLI.
,
se hicieron con-
habia cabalgaron contra los sar-
campamento con alguna presa, y nin-
allí
,
porque
les
protegía
el
,
á quien
queríamos partirnos dos caballeros
,
Señor.
una calzada hasta otro cerro inme-
para que pudiesen
meses esperando que
de Entenza
pudie-
embargo de
recibir de las embarcaciones
llegasen los bastimentos y cuanto hubiesen menester.
así tres
,
gracia con que favoreció Dios aquel
fué nunca vencido
,
con orden de
pluguiese. Sin
cerro de Santa María
el
lugar, que cuantos de los que
mar
núme-
fábrica por espacio de dos meses.
tinuas correrías; y fué tanta
ellos
;
al
obra en quince dias ó en tres semanas
Mientras estuvimos en
al
concejos de
los
fuesen edificando
CAPÍTULO
diato
con
em-
ricoshombres
los
repartimos para que á trechos, y en proporción
que
guno de
,
la
ale-
y cuando los tuvimos á todos reuni-
ro de gente que cada uno tenia
allá
atrevido á sa-
se presentase
entrega
:
Pasamos
don Bernardo Guillen
debíamos encomendar aquel lugar sin hacerle la
que
;
pues no
pero llegaron en
enviados por don Bernardo para decirnos que
esto él se
en Burriana, y que fuésemos á encontrarle. Al recibir tal mensaje, conocimos ya que no tenia aun'todo lo necesario; y por hallaba
lo
mismo preguntamos
á
los
mensajeros
:
—
¿
Qué
se le ofrece á
0B
don Bernardo riana,
—
que no nuestra ida?
lir
ir á
tul
viaje,
fueseis
podria
se presentó
mano.
la
al
y
¿
Cómo
—
dijimos después de haberle saludado. parece, añadimos; á
lo
monos adentro
os diré lo que hay.
y
mos
ya que no debia de venir
que
le
lleros lo
,
que Nos
castillo
,
le
— Así
venis: pero ¿traéis
nos respondió, entré-
— Por
su respuesta conoci-
bien provisto. Díjonos también
mayor número
entre todos en
serian
bíamos mandado
el
muy
,
quien
saludárnosle
,
contestó.
habían de llegar aun otros setenta caballeros
mos que
en
— Bien, nos
cuanto á eso
á
don Bernardo?
os va,
menos bien acompañado
— En
muchas provisiones?
,
noticia de su llegada.
encontrarnos
;
bar-
entonces los men-
don Bernardo
como teníamos
Venia con unos cien caballeros nos besó
— Marcháronse
allí.
Salimos á recibir, teniendo
Píos, y él
recaer fácilmente.
venga en hora buena, que mejor podrí
siguiente
dia
;d
— De muy buen
emprendiésemos abo*
si
v
calor hacernos
esceaivo
el
hablar con Nos aquí, que no y
\erle.
¡i
dijimos; pero debéis saber que acabamos de sa-
les
Decidle, pues, que
sajeros,
permanencia aquí,
El nos ha encargado, contestaron, que os
de una enfermedad, estamos en julio,
ra
encontrarle en Bur-
serle nuestra
lie
rogásemos encarecidamente que grado iríamos,
í\.)
tengamos que
provechosa ha
m.i>
si
para que
,
JMMK.
I».
cuando
y
;
que
del
le
vi-
ha-
recelamos que habría distribuido á otros caba-
le
habíamos dado. Después de esto
entramónos
,
durmimos Nos entretanto,
fuese él á comer,
y lue-
go enviamos á buscarle. Habiéndose presentado, nos manifestó que queria hablar con él á
me
un lado
,
Nos
á solas; por consiguiente, apartándonos con
nos dijo
:
— No
me
responderos cuando
atreví á
preguntasteis acerca de las provisiones que llevaba
gastado todo ó
la
melas y aumentar
mayor parte de el
lo
número de mis
que
me
disteis
caballeros.
—
¡
,
,
porque he
en procurár-
Cómo
!
le
pre-
guntamos, ¿y no habéis llevado víveres de Burriana ? Pues aquí no los tenemos, y á fé que los necesitan en gran manera los ricos-
hombres que
se hallan
en este lugar: por esto
porque no tienen que comer
una burla
muy
á la
—
;
hambre.
— En Tortosa
,
nos
contestó,
verdad trescientos cahices de trigo, medida de Aragón,
y cincuenta sueldos.
he detenido yo,
y por cierto que nos habéis jugado pesada, no trayéndonos ningún bastimento, cuando
nos estamos muriendo de
tengo
me
¡
cerdos; pero
Vive Dios
!
están
empeñados por mil y quinientos
don Bernardo, que nos habéis hecho una bue-
IHSTOIU.V
>\C)
na jugarreta.
No
confiando en vos
embargo
cómo podremos ahora dejé de
,
prevenirme
podéis socorrerme
ni vos
que
sé
me
así
y
,
encuentro con
yo puedo socorreros á vos.
ni
,
arreglarnos los dos: yo,
bien podéis conocer cuánto nos va en ello
,
pues es
;
que no querrán permanecer aquí nuestros caballeros
ro
tros
si
,
no tienen de que mantenerse. Sabed que,
Sin cla-
ni los vues-
no fuera por
si
parentesco que nos une y por el amor que os tengo , no hay hombre en el mundo de quien no me vengase por tan mala obra: el
pues ya veis que
que ahora tenemos. Idos
en buena hora
sobre lo que habéis hecho
,
nos inspire algún recurso
—
me
yo
Salióse
,
ya que
á Burriana
que aquí tenéis
que podría hacerse
,
sino el
que de vos
mañana,
la ,
dijímosle:
que voy á manifestaros
proporcionándome vos todas
,
y dejando
;
tan malos son los
lo
que guarnecen aquella plaza, procuraré recoger y enviaros posible
es
dias
el
,
ficiente para
,
si
los
me
bastimento necesario para manteneros aquí quince
pasaré en seguida á Tortosa
:
:
acémilas
las
absolutamente preciso para
allí lo
la
Señor que
al
entonces, y cuando volvió por
hallado otro arbitrio
iré
tanto
y meditad esta noche
,
mientras Nos rogaremos
después de haber Nos discurrido
— No he
,
podremos ganar tan buena posición como
porque nunca jamás
nos vienen.
este lugar
contemos por perdida para siempre á Valencia;
quizás que
vale
no podemos sostenernos en
si
,
y desde
allí
os remitiré lo su-
que podáis pasar otros dos meses.
CAPÍTULO clu. Según habíamos convenido con don Bernardo Guillen de Enteriza
po
,
,
tratamos de marcharnos á Burriana
riana
ya que
hicimos
que
fiada
la
hubiese
avecilla
su nido encima
desanidado con sus
en Nos se habia establecido
cargar de pan
,
compramos además algunos carneros
enviado
cabras
que habían sido cogidos en una cabalgada
bién ración villa,
de
y
carne para un
nos luímos á Tortosa
,
En Bur-
allí.
vino y avena las acémilas que nos
habían
,
cam-
cuyo motivo dimos orden para que esta
por
;
se quitase, hasta
hijuelos,
y al levantar el
que una golondrina habia construido
vimos
de nuestra tienda
no
,
mes
,
y saliendo
adonde llegamos
:
,
vacas y
pedímos tam-
luego de aquella al
rabo dedos
— l>K
Hicimos
días.
cargar cuatro
allí
barcos, de
tocino, eo cantidad suficiente para
lodo á
Tarragona
Tarragona, dijimos por
a
acostado
hallaba
se
don Juan?
— \o
dos meses,
mas
,
de
allá
han
en
mañana
la
y se
,
lo
avena y enviamos
encaminamos
Villaseca
descu-
,
lie
discurrido para
quedado en
el
Pnig.
lo
Ayer,
.•Dormís,
poder abastecer al
que
,
— Pues entonces voy
señor, nos contestó.
,
don Juan Pérez
a
mismo aposento:
nuestro
que
manifestaros se
camino
el
vino
,
algunos mástiles en Salón. Al dia siguiente de haber lle-
brimos
gado
y por
,
pan
Desde Tortosa nos
don Bernardo Guillen.
á
217
JAIME.
I).
por Villaseí
[tasar
que
los
á
¡i
á
di-
,
visamos algunos mástiles en Salou, y creemos que serán de algunas víveres á Mallorca
naves que llevan
porteros que os
con dos
contengan
to
para
que
me
se
daré podréis
dando orden
,
levantaos
:
presenten.
á los
ir allá
y
,
dueños de
Mas no
pues
,
,
y
embargar cuan-
las
de
volváis
luego
,
embarcaciones
allá,
haber
sin
examinado y tomado inventario de todo cuanto haya, quitando Así lo cumplió: compalos timones y velas á todos los leños.
—
recieron el
dueños
los
inventario de todo
\¡m> para
y habiéndonos traído
las
su
cargamento, vimos que podíamos abas-
don Bernardo
tecer á
embarcaciones
de
Guillen
,
;
de harina
para
seis, y de tocino y avena para dos.
mercaderes
los
habiénd
prestado sesenta mil sueldos los
>s
meses
Firmamos por
pondiente ración
á los
del
ello
Puig
,
;
y
prohombres de aque-
ciudad, pagamos nuestra deuda, enviamos por mar
lla
de
,
nos fuimos en seguida á Lérida
debitorio á
;
tres
la
corres-
y retuvimos el sobrante de ha-
rina y vino.
CAPÍTULO
CLI1I.
Desde Lérida nos encaminamos á Huesca un caballero natural de Salas,
el
cual
el
eran
le
allí
llegó
,
misma ciudad y llamado Guillermo de venia de parte de don Bernardo Guillen, de don las fuerzas
que Nos habíamos
cerro de Santa María. Llevaba un parche en
por haber recibido en
que
y estando
la
Bercnguer de Enteriza y de todas dejado en
;
él
una herida
,
y nos pidió
contestamos que de buena gana se
las noticias
que nos
traía.
las
— Las nuevas
rostro
el
albricias
daríamos,
si
;
á lo
buenas
son tales, nos dijo, -28
HISTORIA
218
que no podrán menos de alegraros
:
aquí
tenéis
escriben los ricoshoinbres y caballeros que
,
luego de salido
,
el
sol
hombres que habian ido
diez
taban de vuelta en
Puig
el
;
,
el
campo
la
raso
fortaleza ;
y serian
,
pues era
,
con
nueva
tal
dispusiéronse
,
cuerpo de Jesucristo aquellos que
y salieron luego fuera del castillo
ciendo que seria peor para ellos rados en
y es-
,
de que Zaen iba á atacarles con
,
por consiguiente
habian tomado
lo
Unos
dieron aviso á don Bernardo Guillen
,
todos oyendo misa, recibieron
aun no
cierto
fortaleza.
vega de Valencia
á correr la
y á don Berenguer de Entenza
todo su ejército
dispusiéronse
;
para atacar aquella
,
y os es-
,
en número de seiscientos
,
mil hombres de á pié
caballeros y cuarenta dia
Onda
desde Játiva hasta
dejasteis
allí
que os
Habiendo juntado Zaen todas
putaré en sustancia su contenido. sus fuerzas
las cartas
tal el
esperaban
si
,
di-
enemigo atrinche-
al
mas fácilmente vencidos que no en
afán que tenían de dar
todos se encomendaban ya á Dios
que
batalla,
la
En-
dispuestos á comenzarla.
,
tretanto llegaron los sarracenos y pusieron en la delantera los apeones de la frontera de Ejérica , Segorbe , Liria y Onda , ocupando
primeras
las
armas
En
y viniendo á
,
lo
la
espalda
los
caballeros
lucha
la
,
en otro pelotón.
quedaron vencidos
mas apoco volvieron cuesta abajo, y recobraron
que acababan de perder. Viendo esto
los sarracenos y
empezaron
,
recobraron otra vez sus posiciones
los cristianos se apartaron
tras
por mas espertos en hechos de
se tenían
primeros momentos de
los
nuestros;
po
que
filas los
aun
lado de
la
;
del
,
mirando
dejan vencer
también
:
En
¡
(
1
lo )
!
que pasaba
,
esclamó
No bien la oyeron
Vergüenza
,
cam-
á vocear
á cuya sazón
cuesta del castillo, mien-
que una voz salida de entre aquellos que estaban sobre
taleza
los
:
¡
Huyen
los caballeros,
caballeros, vergüenza
!
y á
,
huyen
la
for-
,
y se
cuando gritaron tal
grito levan-
don Jaime menos crédulo que otros comentadores de sus hechos los cuales suponen cronistas mas modernos Vánsen!) una voz sobrenatural que haber pronunciado el grito de Huyen á decir la se percibió por los aires y que vino de sobre el castillo. Pero verdad tal error dimanó de falta de inteligencia por parte del que vio esta (1)
este pasaje parece mostrarse
,
,
!
(
,
,
historia para arreglar otra;
sus del castell deis que el castillo
castillo.
pues entendió sin duda que vench una vcu de
una voz sobre sobre el estaban que voz era de aquellos
miraren quería decir
de aquellos, cuando
la
:
que
se percibió
DI bese
Aquí
todos.
de
general
VOI
la
formaban
los (|ur
,
pezaron á huir
retaguardia de
la
precipitándose sobre
9
medio, con
vanguardia de
la
que empezó
lo
decidirse
á
nuestros; y llegando
los
sarracenos
los
moros em-
los
demás, de manera que
los
pasaron delante de los primeros: avanzaron á acuchillar á
María! que dieron
María! Santa
Santa
¡
249
JAIME.
I).
,
favor nuestro
a
de por
partiéronla la
batalla,
consiguiéndose sucesivamente mayor triunfo, á medida que fueron llegando
que
rio seco
al
se
encuentra, entre Foyos y Valencia. espanto
murieron sobrecogidos de
chos
cadáveres bres
ímpetu
al
darse
hasta que
le
la
con
cual se arrojó
el
muerto; su hijo,
hallaron
Guillen; y sin
y otro
,
tañí
que llevaba
el
vista
mayor de don Gimeno
señera de don Bernardo
la
hubo otros caballeros heridos, pero que
estos,
No
muerte.
habian vencido
cristianos
cu
primeras cuchilladas, que se perdió de
las
Pérez de Triergua
salvaron de
y otros hubo en
una sola herida se encontró; de nuestros ricoshoin-
ni
perecieron Giménez de Lucia,
,
:
Mu-
bien llegó á Teruel la
batalla
,
la
noticia de
que
se lo?
ella algunos
pereciendo en
reuniéronse otros en número de setenta á ochenta y marcharon al Puig , á donde llegaron, agregándose luego á aque-
caballeros
llos,
,
hora de
dia siguiente á
el
tercia.
— Cuando
hubo acabado de darnos tan favorables nuevas al
punto á
nónigos
las
órdenes
nos fuimos á
,
damus delante de
y
;
la
acompañado luego Seo
é hicimos
,
mensajero
el
comunicamos
las
del obispo y los ca-
entonar
el
Jesús Nazareno. Sin detenernos,
Te
Deum
lau-
marchamos en
seguida á Daroca, enviando mensaje á todos los ricoshombres para
que viniesen á reunirse con Nos á los
principales de las aldeas
villa
suplicárnosles
,
,
estando
:
,
avisamos también
reunidos los prohombres de
y
;
allí
mandándoselo
al
la
propio tiempo, que tuviesen
en Teruel dentro de cinco dias mil acémilas, y que no faltasen. Respondiéronnos , que pues Dios nos habia tan bien guiado y era nuestra voluntad
aquella
Teruel es
,
á
,
cumplirían cuanto
donde fuimos luego
,
les
decíamos.
pasamos igual orden
Desde
á sus aldeas,
decir, que tuviesen mil acémilas prevenidas, pero que habia de
ser sin falta dentro de tres dias
var provisiones
dásemos
,
al
Puig.
,
pues
las
necesitábamos para lle-
Dijeron que cumplirían cuanto
pero que atendiéramos que habian ya ido
encontraríamos
Para cargar
,
las
allá
,
les
man-
donde
les
ochenta hombres á caballo de Teruel. dos mil acémilas que habíamos mandado prevé-
220
iiistom.y
nir, suplicamos
que no
se
Ferrando Diez que nos hiciese un préstamo,
¡i
negó; en consecuencia délo que, enviamos por
tilo
las aldeas,
diciéndoles que llevasen el pan á Sarrion, y que empezasen á andar,
que por de
el
camino
nos encontraríamos
no teníamos ganas
pues
,
delante.
ir
CAPÍTULO CUV. Puesta
hombres
en marcha nuestra recua y acompañado de cien
luego
á caballo
emprendimos
,
el viaje
entramos en
y
pasando á acamparnos en Alcubles. Estando
el
Puig,
que
dijéronnos
allí ,
Zaen, rey de Valencia, estaba en Liria con todo su poder y dispuesto á combatirnos. Venga quien quiera, respondimos al
—
oirlo
que Nos de todos modos entraremos
,
— Y saliendo
allá.-
de
Alcubles con nuestras acémilas cargadas y nuestros caballos armados, llevando desplegada nuestra
señera, subimos
Puig, donde
al
nos vinieron á recibir don Bernardo Guillen y don Berenguer de Entenza , acompañados de las órdenes que estaban con ellos , y de
En
Guillermo de Aguiló y otros muchos
alegría
,
Nos con
ellos
que nos había sobrevenido cieron
,
no
con Nos
y ellos
les fué posible
,
bien que en
si
:
mostrando todos suma
,
ostentar
la
por la
la
buena ventura
acogida que nos hi-
debida pompa
,
en razón de
como unos o dienta y seis caballos. Por esto enviamos mensaje á don Gimeno Pérez de Tarazona , que estaba en Aragón y era nuestro repostero mayor en este reino,
haber perdido en
diciéndole que
batalla
la
nos remitiese cuarenta caballos
mejor no debiese costar mas garon
al
el
aviso
reciesen á tal punto los caballos
Teruel
:
que Nos
y al
;
lo
les
don Berenguer de Entenza,
,
ron
allí
resarciríamos
les
mucho
portado en
;
la
batalla
,
les
á buscar, se hallaban
los
Bernardo
suyos,
de sus pérdidas,
añadiendo aun mas
,
lle-
también mensaje de
En Guillermo de Aguiló
más caballeros que habían perdido de
llegó
dijimos á don á
cuales el
habíamos dado de que compa-
mismo tiempo,
cual
los
de Alagon y don Pero Cornel,
que Nos habíamos enviado
en vista de
de
de cien morabalines. Entretanto
Puig don Fernando, Artal
cumpliendo con
que
allá
,
que por
cederíamos
el
lo
Guillen y á y á los de-
que antes de
lo cual
en
partir
nos agradecie-
bien que se habían
quinto que nos
locaba á
I)R
224
JAIME.
1).
agradecían do menos, y que do podían dejar de conocer qne era gran merced la que les hacíamos.
Respondiéronnos
N<>s.
dos
lo
Enviamos luego mensaje,
á loa
que estaban en Teruel
para que
,
era de \er <|ue no se atrevían
número
,
A
tal
aquellos
á
y
luímos hasta
siesen
que dijesen
,
vendernos
los
mucho que
lo
de
muy buena
namos
ir
¡i
pues
acompañados de un
Nos con
Segorbe
los ri-
donde
á
.
y habiendo suplicado
;
;
j
man-
algunos otros caballeros que, qui-
¿i
suyos á buen
estábamos pronto á darles por
do
cuarenta caballos,
objeto salimos
llegaron un día después los caballos
dado
los
condujesen á Segorbe
los
entrarlos, sin
a"
igual de caballeros.
coshombres antes citados
que conduciaa
precio y sin
ellos
mas de
lo
regatear
porque
,
que valían
atendi-
,
necesitábamos; nos contestaron que lo harían
los
gana. Hablamos
caballos que
,
pues
,
con
los caballeros
exami-
;
y por sesenta mil sueldos comprárnosles cuarenta y seis, que juntos con los que Nos había-
mos
los
mandado
ya
venir
,
nos
ofrecían
,
fueron en todo ochenta y
seis caballos.
CAPÍTULO cly. Después de habernos provisto de caballos, fuéronsc
hombres
de remesamos
al
ricos-
quedamos Nos en Segorbe, desde donPuig por el camino de Murviedro. Cuando estu-
Aragón
á
los
,
y nos
vimos cerca de este pueblo, quisimos Nos pasar por un desfiladero
que hay
á dos ó tres
aunque algunos
Segó
se
mas
de ballesta
tiros
arriba del castillo
empeñaban en que atravesásemos por
y
;
el vadle
de
un caballero cuyo nombre no recordamos confirmó Duestra
,
opinión, diciendo que podíamos ya haber pasado antes de que advirtiesen los lo
que voy
lo
del castillo
á deciros
:
pero cojamos una gualdrapa
de
virá
tal
llos
de
,
que
;
de
todos
;
y
á
nos pareció efectivamente
los nuestros
las
que llevan
la
los
parte que mira
:
— Vosotros,
nos pondremos al
castillo,
ni señera
los caballos
juntémonos luego todos en pelotón, al
>
,
;
y ser-
lomándolas
lado de los caba-
yendo tan urca de aque-
moros pensarán que pasan muchísimos mas caballeros
que en realidad somos.
los
y esto
yo no tengo aquí pendón
lanzas, escudos y capacetes, llos, por
;
Dijimos, pues, entonces
mejor.
haced
moros
lo
aunque
al
— Así
lo
pasar se asomaron
hicimos con satisfacción de
como unos
mil sarracenos,
,
222
HISTORIA
entre ellos cinco de á caballo
do grande
pudimos
gritería
no se atrevieron á
,
Puig
llegar al
de Murviedro
á la cuesta
,
acercarse
modo que
de
;
movien-
,
ningún tropiezo.
sin
CAPÍTULO CLYI. Aquel mismo
que llegamos
dia
Puig
al
repartimos los ochenta
,
y seis caballos á aquellos que habian perdido
vimos en seguida
,
y en Puzol nos despedímos de
Entenza y don Guillermo Aguiló hasta
allí ,
en
Puig hubiese
el
diciéndoles que se volvieran
que venian con Nos. Lle-
qué venia tan aprisa
— ¿Qué
una barca.
núan bien por
— Muy
Nos, entre
estaban con
que mañana por
— ¿Cómo puede hemos de — embargo, salido
la
ellos
mañana
bien
de llegar por mar en
esta
nos contestó
,
don Pero Cornel.
estará
allí
menos
mañana
,
podido
aseguraba
allá
no hicimos ningún caso de
dado
,
Nos
do venido ,
el
en
el
,
acostado en
don Pero
,
las
si
el
sarraceno
y ha reunido á cuan-
campamento.
tales noticias ni
á la puerta
hablar con Nos.
y luego dirigiéndonos
;
sus fuerzas.
se hablaba de tal cosa ?
y no
portero, nos dijo que llamaba
cual deseaba
testamos llaba
el
añadió,
todos los nuestros,
y
—A
á
pesar de esto,
de allí
ciertas. la villa
;
Á
y habien-
— Abridle, pues, — le
nuevas que nos ha traido
eso de
un hombre á caba-
don Pero Cornel
nuestro aposento,
á lo
:
nos dieron ningún cui-
porque tuvimos por imposible que fuesen
,
,
desde Castellón y Cocentaina acá
media noche llamaron muy recio
llo
— Dicen
que
los
Puig luego que sepa de cierto vuestra partida
el
así se
ha
pero corren
;
Zaen con todas
tenia noticia de que vos debíais marcharos
para atacar
dijimos; ¿conti-
debéis saber que, según cuentan,
Sin
tos de los suyos
le
rumores? interrumpieron
ser eso, dijimos allí
Guillermo de Aguiló,
nuevo?
traéis, pues, de
— ¿Qué
de ayuno,
lo era
habiéndole Nos preguntado por-
,
díjonos que acababa
Puig?
los del
rumores
allí
,
quien
que
,
En
compareció cuando acabábamos de comer ,
dejamos también cua-
Allí
gado después á Burriana aquel mismo dia apresuradamente
don Bernardo de
porque no queríamos que
,
de caballeros.
falta
nos vol-
:
que nos habian acompañado
,
tro ó cinco caballos de algunos nobles
solo y
suyos
los
dijimos:
,
que
le
con-
se
ha-
— ¿Habéis oido,
En Guillermo de Aguiló?
DE
¿Quiép
— En
salx:
serán ciertas?
si
esto entró
espada,
22.'*
— Demasiado
mensajero, volido
el
laego
quitándose
y
JAIME.
l>.
Dios os salve, señor
:
Guillen de Entenza
quien
,
lo
temo, nos contestó. perpunte
el
capaeete de hierro
el
ceñida
y
nos dijo
,
—
he venido aquí por orden de don Bernardo
me
ka enviado á don Pero Cornel, por-
que DO quería que vos supieseis
el
—
mensaje que traigo.
— Don Bernardo Guillen,
testó el enviado
que
os hace saber
,
mañana
Qué
¿
mensaje es ese? replicó don Pero. ,
:
la
con-
Zaen en
estará
el
Puig con todas sus fuerzas, y (jue d che ontrar con 61 en batalla ; por lo mismo os ruega que vayáis á socorrerle , pues no dejaria él de hacerlo,
— Sí, de mañana
cierto, añadió
estarán
yo os diré
mos
os hallaseis vos en su caso. --Batalla
si
,
hasta que
,
la
batalla
hayáis pasado
enviado
á
Dios debo
,
me
corréis
y á vos
—
socorra.
le
Pues
dijimos
y
habiéndose
confiados en Dios y en
Nos, tengan ahora que
allí,
asistencia, hallándonos tan cerca. ;
— No
,
he de dejar de
ir allá
;
poco os han de servir. ces algunos, en
le
poned, pues,
fin
que á
no ha de su-
,
quedado
ellos
pelear sin nuestra
tales
— Bien hace
el
á vuestras razones,
rey,
hechos
los nuestros á pedir á
;
hallaba enfermo en Burriana
tarnos un escelente caballo que
tenia
, ,
que de
vasallos.
y así enviamos desde lue-
don Alaman de Sadava, que tuviese
á
bien pres-
puesto que habíamos
Puig para entrar en combate; y
demanda.
mundo
murmuraron enton-
no querer desamparar villanamente á sus
go á un hombre de
toso á nuestra
fé
la
replicamos, que por nada del
bien lo que decian
al
vos
hagáis tal, señor, repu-
— Oímos Nos muy volvernos
en
y no debéis vos tomarlos por vuestra cuen-
— Sabed, don Pero,
el cual se
por
empresa no es esta digna de vos; para
nos tenéis á nosotros ta.
,
le
dejado
don Pero
allí
continuando
,
ceder que habiéndolos
so
,
que de
don Bernardo Guillen, ya que ha
don Pero Cornel
,
luego
y
;
,
para que pueda llegar á tiempo á
faltar á
buscarme para que ,
repuso don Pero,
grao de Oropesa
el
volveré yo
que no he de
,
— Pues entonces,
que debéis hacer. Nosotros os acompañare-
lo
adelante ya ningún riesgo vuestro camino
dijimos Nos.
mensajero, porque no cabe duda que
moros.
allí los
señor
el
!
él
accedió
muy
de
gus-
í¿\
HISTORIA
mu.
CAPÍTULO
Á do
media noche nos pusimos en marcha desde Burriana, siguien-
menara
olvidado ,
;
capellán
confesar nuestros pecados
,
misa
,
y con
,
y nos
dijo
nosotros?
— Por
de cerner
la
— Buena adelante
:
—
vida
¿
,
allí
mia
os parece
justicia
y cómo se hallan.
un correo
;
y
— —
verle
,
dijo
Puig
Así
llegar
que nos habian enviado
— Buenas,
que será hoy de
,
,
mismo,
le
contestamos.
al
Puig, nos
temimos que y
le
serian
Guillen de Entenza
de Valencia
,
Puig
,
los
:
punto que
al
del
Puig están
CLVIII.
acordamos con don
mandar hacer una correría por
y enviamos
—Dad-
ciertas las
y ha resultado ser falso lo que os anunciaron.
el
señor,
encuen-
salió al
preguntamos
nos respondió
CAPÍTULO
mas
hicimos, y se marchó en se-
lo
muv
Cuando estuvimos en
:
para saber qué noticias tie-
,
traia.
,
fué
seria,
:
nuevas nos bien
ha
se
y añadió
antes de llegar
al
,
— Abrazónos entonces — Cuando llegamos don Martin Pérez que nos — Bueno
Id vos
añadió.
señor
cerca del rio
de Aragón, y al
,
contestamos, creo que hoy
le
,
nos presentó
se
,
guida. Media legua
noticias
don Fortuno López de
ventura os dará Dios.
me un compañero, tro
se nos acercó
Qué
que enviaseis dos caballeros
nen
Oímos,
que quisieron. Andan-
harina del salvado.
Murviedro
de
alguno habíamos
si
,
que que-
,
los
Nos comulgaron
do después nuestro camino Sadava
que iba con Nos
,
de Al-
allá
y recibir el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo.
,
la
hubimos llegado mas
y cuando
dijimos á nuestro
,
ríamos oir misa
pues
mar
ribera del
la
Bercnguer
los
contornos
con este objeto á los adalides con cin-
cuenta hombres de á caballo
,
los cuales
nos trajeron prisioneros
unos doce sarracenos y cincuenta moras, que habian salido de
á la
ciudad, unos para buscar leña, y otros para recoger víveres. Cuan-
do á
los cautivos se hallaron
cada uno de por
sí ,
en nuestra presencia
,
les
preguntamos
para que no pudiesen engañarnos
terrogábamos juntos, qué noticias corrían en
la
ciudad,
si
y
si
les
in-
se lia-
1»K
hecho llamamiento
bia
I».
llamamiento, y que misma población; por consi-
Puig, Contestáronnos qae do habia habido se bailaban
no
uno
¡untos
de
los
tales
nos
vez. porque
sen
mucho mas
seria
que no quedándonos
,
tal
nuestros caballeros que
á
mas provechosa
les
nuestra
Beria
permanencia, ya que desde Cataluña
marcha qne nuestra gón nos
la
nuevas, dijimos
guiente, oyendo iríamos otra
á atacar el
moros para que viniesen
los
ií
225
\!MI..
.1
necesita-
socorrerles con cuanto
fácil
el
allí
con
Ara-
y
ellos.
CAPÍTULO CL1X. Después de haber cada uno de nuestros caballeros dejado
amigo su capacete ó su mejor lanza nos encaminamos á liurriana. Al
v
Bernardo Guillen que
se
volviese
que tenia que hablar con Nos iban con sus caballos \
ledro, desde
pués de esto
donde
se
tenia
la
,
salimos del Puig
llegar á Puzol
,
dijimos á don manifestado
pero habiéndonos
;
siguiónos con
doce caballeros que
armas y perpuntes , hasta el rio de Murvolvió cumpliendo con nuestra orden. Des-
habíamos ya pasado
,
marjal (pie va
el
,
,
si
,
á su
siguiendo hasta
el rio
mar
el
cerca de ,
donde empieza
cuando oímos voces de
Miguel Ganes, oriundo de Navarra y vecino de Sariñena, que iba delante nel
con
tomó desde luego
,
gimos Nos por será acaso
Al
algunos troteros.
las
,
diciéndole
:
—
¿
este el apellido de los de Ejea ?
sepamos ante todo loque hay. lance
alarma don Pero Cor-
el
suyas y espoleó su caballo
las
riendas
oir
don Gimcno de Foces
,
—
Qué
;
es eso
pero
le
co-
don Pero?
Deteneos por Dios
,
y
Halláhanse con Nos en aquel
don Ferrando Pérez de Pina
y
don
Fortuno López de Sadava, que eran de nuestra comitiva, y lue-
go dicho don Pero con algunos otros te
:
,
en número
de diez y
pero entre todos no teníamos ningún caballo armado, y
sí
sie-
so-
y aun don Fortuno López, que cabalgaba en un mulo, no traia mas que un barlamente nuestros perpuntes
bote con
el
y
una lanza.
á
la
que nos armó
orilla del
,
la
capacetes y
cabeza
,
lanzas
;
una sobrevesta que
se puso,
Nuestros troteros entretanto se habían encaminado
mar, con intentos de recogerse en una barca en que
iba Guillermo de Aguiló.
Llegaron en esto dos acemileros
;
y habiéndoles preguntado qué
29
;
traían, nos dijeron que siete bardas: mandémosles
descargasen
pues, que
enlomes nn caballero cuyo nombre no recordamos: enviáis mensaje á
no
— Teniendo
á avisar á
nos luego
,
el
de que viniese
á fin
,
por bueno
los caballos
para
,
Mientras
vestímonos una loriga
,
el
á socorrer-
pues ya veía en qué estado nos hallábamos.
guarneciendo
estaban
y en
,
á calzarnos los quijotes; pero cuando nos poníamos
empezamos
pié
don Bernardo
que aun
,
Domingo de Fraga
consejo, despachamos á nuestro portero
que fuese
— ¿Porqué
don Bernardo Guillen de Enteriza
tiempo á socorrernos ?
llegar á
puede
las
hicimos guarnecer con ellas los caballos. Díjonos
é
,
,
derecho, gritaron
nuestros:
los
guiente tirárnoslo, diciendo
que tengamos armado
mos en seguida
,
:
— Aquí
—No nos ha de hacer
cuerpo y armado
el
llegan!
falta
Nos
consi-
basta con
:
— Cabalga-
caballo.
el
y vimos que se dirigían contra
en número de ciento y treinta caballos
— por
enemigos
los
entre ellos don Artal de
,
Alagon y algunos de su séquito , que iban con aunque , en cuanto á don Artal , no sabemos de
sarracenos
los
que estu-
cierto
Antes de que nos armásemos y á la sazón en que detuvimos á don Pero Cornel , hicieron los moros prisionero á Miguel viese
allí.
Garcés
y se apoderaron de un asno que
,
llevaba la
Gimeno de Foces. Cuando Nos estuvimos ya pendón de don Pero Cornel
caballero el
paldas
poned hizo
pero don Fortuno López
el
pendón delante del rey
tomando luego
;
habló
muy
;
así
:
— Señor
,
los
le
contestamos
que
el
llevaba
le dijo:
— Babieca, — Así
y nó á sus espaldas.
enemigos son muchos :
yo no
,
,
y
,
nos
vos tenéis aquí sino que
—
no he huido nunca
;
ni
,
Señor me ha puesto en este trance
y cúmplase en pelotón
la ;
voluntad de Dios.
,
no quiso
continuar nuestro camino.
el
,
como
Señor que
Un mes
huye
y ya vengan los sarracenos,
sé
se
— Continuamos, pues
y aunque ellos se pusieron
de acometernos
,
que por
lo
mismo no quiso que
nulo creemos, porque
él
formados
lo hiciesen, y así
después de este suceso
los
no habia
;
por dos veces en actitud
ron algunos suponer que don Artal sabia que estábamos y
lo
mas recurso,
veo
un
teníalo á nuestras es-
y
de Sadava ,
,
echemos todos á correr, y sálvese quien Eso nó , don Ferrando, hasta recogernos en el Puig.
poniéndoos á vos delante ,
á caballo
palabra don Ferrando Pérez de Pina
la
pocos que os defiendan
pueda
,
cama de dou
pudimos ,
quisie-
Nos
suyos nos acometiesen
visto todavía á
;
allí,
mas
Miguel Garcés,
DE que cayó prisionero,
pendón
tro
don
que
sí
í'l~
.
conocer
á
señera
nuestra
allí
cíennos, que después
del
nuesel
de
lance
les
solamente
sino
,
ni
Garcés que nos hallábanos Nos en aquel pelotón. Ade-
diria dicho
los
teníamos Nos
ni
I"
MUl
I
pudiesen (laníos
4111;
Pero Cornel:
ma*
I).
llegó entonces
luego don Bernardo Guillen
muios, metiéronse por entre
y al descubrirlo
,
higueral del
el olivar é
de
valle
Segó, ion gran contento nuestro. Así que ellos emprendieron su don Bernardo y le dijimos que nos acomretirada , vimos Nos ,i
pañase hasta Burriana,
lo
á
temíamos que nos saldrían
que accedió de muy buen grado; pues los
moros en
Rápita
la
,
aunque no
lo
verificaron.
CAPÍTULO clx. Llegado á
comer
á Burriana
díjonos don Pero Cornel que nos fuésemos
que descansásemos
y
,
,
tamos:
— No
armas
que por descansar
,
es eso,
aquel dia
allí
don Pero
lo
que requiere
po
— ¿Porqué no?
á los sarracenos
podrian esperarnos
repuso.
allí al
allá
,
misma noche
;
asecharían
nuestra.
la
la
;
al
si
grao de Oropesa,
:
cuando hayamos allí
en ade-
puede volverse
sí,
pues no acecharán su marcha los sarracenos,
— Despidióse
,
:
mientras que ahora
delantera
Don Bernardo,
las
diésemos tiem-
entonces podremos descansar, porque de
lante ya no hay peligro.
de
grandes ventajas
—Porque
paso y destruirnos la
contes-
beber aquí esta noche,
de que llegasen esta noche
no pueden aun habernos ganado llegado
ni
le
el ejercicio
se pierden á las veces
vo os aseguro que no hemos de comer hasta Oropesa.
pero Nos
;
esta
como
pues, don Bernardo, y tomó
vuelta del Puig.
Mandamos entonces que ningún hombre de los nuestros se quedase en la villa y que nos siguiesen todos , mas solo salimos Nos, don Pero Cornel y Pero Palesí. No bien habíamos pasado el corriendo un ballestero á caballo
punte, cubierta
la
cabeza con
el
hacia el
!
—Y
que venia
el cual
,
llevaba vestido su per-
casco de hierro, y
parada. Al verle Pero Palesí, gritó
ne corriendo
de Millas, cuando vimos venir
rio
:
— ¡Ved
la ballesta
un jinete que vie-
allí
Nos y don Pero Cornel nos íbamos ya ,
cuando Pero Palesí
,
dijo
:
pre-
á dirigir
— Dejádmelo para
— historia
2'2S
mí
no os toca
:
ú
Vos
Saliendo luego aquel
Cómo
¿
pio que
clamar:
— Señor,
muerto llego!
bas tú con
señor, nos respondió.
— ¿Y
estando tu señor preso
Nos
la
? ¿
—Y
No
te
le
— Su
respuesta fué es-
comendador de
al
bieses caido prisionero
,
te atreves á venir aquí,
mal bachiller
en
,
ga presto! ballestero.
1
!
Y
¡
ya que tan mal
y
la
ballesta
mandamos
punto
al
caballo
el
,
el
solo con
dejárnosle
,
preparada
de
tirar á
Cómo
has po-
vez
por mas que hu-
en
campo
el
,
has
lo
descabal-
señor ? preguntó
,
lo
quitándole
continuamos,
te portaste
— ¿Y porqué he de descabalgar — Porqué? por que has hecho
Y
) ,
Si,
cuando sabes que con ciento y cincuenta ó
Por Cristo
!
esta-
la ballesta
(
doscientos sueldos bastaba para rescatarte ?
desamparado
— ¿Y —
preguntamos Nos entonces.
hubieses disparado contra los sarracenos ? ¿ ,
—
preguntándole qué tenia,
hubiera valido mas que
dido desamparar á tu señor
:
ballesta preparada, lo pro-
y aun vienes con
;
preguntó
le
,
ha hecho prisionero.
le
y
,
comendador?
el
que nos paramos.
lo
— Aben Lope ha sorprendido
:
Oropesa mas acá del grao
Nos
la
quisieses tirar contra nosotros.
si
hacia
— con
encuentro del ballestero
al
vienes así tan corriendo y con
siguió diciendo
,
encargo;
este
,
perpunte,
el
le
respondimos.
el
casco de hierro
un camisote que llevaba
y
,
le
seguir detrás y á pié.
CAPÍTULO CLXI. Internados
compañía
mos
;
así el
y
luego una milla hacia
ya en Oropesa.
pusímonos
(1)
á
,
rio
,
esperamos
á nuestra
nos reunimos todos y pasadonde nos acampamos , pues habia oscurecido
no bien
grao
el
Como
la
divisamos
,
traíamos de Burriana
comer; luego nos fuimos
á
carne
,
pan y vino,
descansar, y dormimos
Bacalar pudent. La palahra bacalar con que don Jaime moteja aquí que tenia antiguamente no solo la significación de bacalao
al
ballestero
le
damos aun ahora
,
,
los catalanes,
sino también la de "bachiller
,
nombre que
daba entonces -1 joven caballero que habia hecho ya sus primeras armas, pero que no podia poner en campaña cierto número desoldados, y que por
se
analogía se aplicó después
en su respectiva facultad.
que habia recibido el primer grado Por esto creemos que nuestro Cronista jugó el aquella palabra la calificación de pudent (hedional
estudiante
quívoco, cuando añadió á do, létido), que en este sentido es intraducibie. •
DE haita
mañana
la
á oír misa
mismo
áia
Tortosa
,
Cataluña
partimos
desde donde
mandando
,
UUdeeona
á
iiiijiiisiinos
2319
.
levantamos, fuímouos
nos
quistias
aquel
Hospital;
entramos en
siguiente
al
y
,
de Aragón y tenían feudo por
las \ill¡is
<í
hombres que
los
todos
é
Vil
ya entonces del
era
lugar
el
JAI
Así que
siguiente.
pues
,
1).
la hqeste Nos y á las ciudades, que acudiesen por la primavera que debíamos Conducir sobre Valencia. Entramos luego en Ararecibirnos manera de gón y al llegar á Zaragoza , salieron ¿i
¡i
¡i
;
mandado, don Fernan-
corte, sin embargo de no habérselo PÍOS
do
,
Alagon
don Blasco de
go Lizana
don Gimeno de Urreu
,
don Pero Cornel
,
don García Romeu
,
,
don Rodri-
don Pero Fer-
y
randez de Azagra.
CAPÍTULO CLXII. Haría ocho días ó mas que Nos estábamos en Zaragoza
do nos llegó
muerto
za había
de
trataron
la
;
mas sabiéndolo antes que Nos
reunirse
para
tenido lugar,
tuerza tenian que decírnoslo y no se nos podia ocultar
la
trando gran tristeza todos tra presencia
,
nos participase
A
los
tal
objeto, vinieron
suplicaron á don Fernando que tomase la
,
que
primeramente
en verdad
todos nuestros domésticos
,
y
;
la
los
que eran malas nuevas
las
;
y en
Vidal
que era hombre
estado
tal
pio y de
das
,
los
,
habiéndolo hecho
demás,
cuando
á él le place
vecho
en
pesa planes
,
en ;
lo cual
gran
y
:
la
palabra en
nos dijo de esta manera:
mundo
obra de Dios
son
obligación nuestra es
tenemos un gusto
manera
cualquier
porque habéis de saber
,
,
queda-
En Ber-
sabio é iba siempre con Nos;
tomó don Fernando
cosas del
las
muy
apartar
que hiciésemos
,
ron solos ellos, á escepcion de Ferrando Pérez de Pina y
nardo
palabra y
mas por
muerte de don Bernardo Guillen
traían. Suplicáronnos
mos-
ricoshombres; y reunidos ya á nues-
semblantes conocimos ya
allí á
como había
tal
,
muerte de don Bernardo Guillen.
de
los ricoshombres,
participárnoslo y enterarnos
venir á
Puig de Santa María
del suceso del
ya que á
de que don Bernardo Guillen de Enten-
noticia
la
cuan-
,
,
del
suceso
el
,
nombre pro-
— Señor,
y todas tienen
tofin
mirar por vuestro pro-
mismo modo que nos que
estorbe
vuestros
señor, que acabamos de recibir
230
HISTORIA
unas noticias resolución
señor
en primer
,
lugar
era de gran valía
cual
la
,
cuales es preciso que adoptéis alguna
las
jmes podrían influir en vuestro menoscabo. Sentimos
,
tales noticias,
refieren
en fuerza de
,
,
Os
nardo Guillen de Entcnza ha muerto!...
ñor
podemos dudar
muerte no
y de su
,
cho noble desempeñaba ved
rado cargo
,
de nuestra
visita.
por vos en
Al oir tales palabras
,
rato no pudimos responderles
causó
muerte de don Bernardo
la
,
lo
logramos
al fin
razones porque tanto llen
primero
:
nos pesa
por
,
era tio par parte de nuestra
encomendado Puig esto
,
,
do
ha sido
tal
turbado
,
objeto
el
por largo
y
dolor que nos
el
pasado algún tiem-
,
manera
— Muchas
:
y
las
Nos
madre
y luego
;
,
tenia
porque
,
le
pues nos
habíamos
como podria habernos
sido el
él
,
y es
era buena
porque su persona
,
buen ánimo
con
servia
;
además de ver, que
Dios y á Nos es como ha muerto en
tal servicio.
buen lugar. Turbado ahora por
cristiano, habrá ido á
y con
la
noticia de
pensar ni disponer ;
su muerte
pero podéis volver á
,
porque
hora de
la
que mejor
se
la
lo
sirvien-
Mas con-
capítulo
casa, pues
,
de
mañana
,
:
en
ella
el ,
y
podrá resolver acer-
á la
todos
hora indicada.
clxiii.
oímos
no quisimos salir, porque
que teníamos
me embarga
— Contestaron
El día siguiente
fiel
tales palabras
misa matutinal
deque antes hemos hablado. que estaba muy bien y que no faltarían
ca del lugar á esto,
y
no podré en toda esta noche
,
que convenga
lo
entonces veremos entre todos
sar
,
son
solémonos de su pérdida, pues su alma, según debe creer todo
dolor
di-
puede tomarse Valencia y todo el reino. Sin nos pesa aun por otra razón , que vale mas que todas y por
pues
y nos á
que
ya
,
muerte de don Bernardo Gui-
la
tan interesante lugar
que cuanto hemos dicho leal
que
parentesco que con
el
En Ber-
:
pudimos para darles respuesta
diciéndoles de esta
,
,
mas luego
;
esforzándonos lo mejor que
po
pues
tan grande era
:
vos
se
participamos, se-
lo así
:
muy
quedamos
persona á que
frontera un grande y hon-
la
que mejor pensáis
lo
la
luego por
y
;
por
la
misa
en
nuestra
gente no conociera
comparecieron todos los que
el
propia el
pe-
día antes
I>K
nos habían venido
cámara,
allí les
y
tasen ayuda
ver
á
reunidos
\
;
ner su acuerdo.
mas viendo
ello; y
Píos lea
en efecto
á don Blasco
«le
zón de estar
él
AJagon
biefl
.
que iban
y
Al cabo de una hora volvieron para qne manifestase
lencia, por
haber permanecido
don Blasco
se resistí»)
y nos esplicó
modo
asuntos de Va-
los
por un rato, diciendo qne do quería hablar; á una voz, «pie hablase, pues así debía hacer-
:
— Señor,
el
negocio, accedió
este es el acuerdo en
hemos tenido en consideración además
instando
entre los moros dos ó tres años:
allí
bien, hemos convenido todos, y en
pensarlo
,
al fin,
acuerdo que habian tenido aparte, diciendo del
el
siguiente
para te-
acuerdo, en ra-
el
demás en
los
por estar mas enterado que ellos en
lo
á apartarse
querían, accedimos también con gusto,
mas enterado qne
mas pidiéndole todos
hicimos entrar en ana
manifestemos que do había necesidad de
<|ur así lo
se retiraron.
los
hacerse cu tan grave asunto.
ver lo qne debía
Respondiéronnos que estaba
,
mandamos qne nos aconsejasen y pres-
saplicámos y
para
Sdl
JAIMB.
1).
los gastos
.
después de
cual no solamente
el
que toca á vuestra utilidad,
lo
que podéis hacer reteniendo
que vuestra riqueza no es suficiente dios, para poder dar cima á
que
á
el
si
que
Viendo
Puig.
cubrir tan cscesivos dispen-
empresa, somos de parecer y ten-
tal
dríamos por conveniente, que mandaseis retirar á vuestra compañía, \
otra
en
ocasión
cuando mejor pueda emprenderse, podríais
,
conquistar á Valencia y
Cuanto mas os cueste pensar
tal
tomarla lugar
,
,
pues
si
hasta ahora
los resultados
no
la
tenéis.
no han de com-
gastos, peor será para Vos y para nosotros; seria mejor, de consiguiente, que dejarais para mas adelante el tomar á Vaal
fin
los
lencia, cuya ciudad
de Dios.
—A
que cuando
no dudamos que después ganareis
tales palabras
añadió don Fernando.
,
con
la
voluntad
—Señor, acordaos
Puig, os dije ya que no podríais
disteis principio á lo del
cabo y que ibais á hacer gastos por demás: soy pues del misino parecer que don Blasco, y conmigo lo son igualmente todos llevarlo á
los
que aquí están.
— Viendo
'lirio eran los otros de
esto
,
pretendimos averiguar
si
en
un mismo parecer; y preguntados, respon-
dieron todos afirmativamente. Sin embargo, á sus palabras contes-
tamos Nos luciéndoles: que no esperábamos de en razón de que vicio
aun
;
tal
empresa
la
ellos
aquel consejo,
hacíamos solo porque era en ser-
de Dios, y porque ninguno de nuestro linaje la habia hecho que nada podia influir en mal la muerte de don Bernardo
HISTORIA
¿:i2
Guillen
en
,
uno de nuestros ricoshombres que había llegado á vencer
campo
el
ya hecho
el
poder del rey moro de Valencia
lo principal
de
jornada
la
entonces que era posible ganar
por
la
por donde considerábamos ya
,
reino
el
muerte de don Bernardo Guillen
como
vendría á parecer
si
todo
— Yo
fuese esclusivamente de aquel.
;
que
y
si
en
ocasión,
tal
desemparábamos
,
mérito de
el
pues teníamos
,
el
Puig,
retener dicho
lugar
os haré ver, añadimos
ense-
guida, quién soy yo y lo que valgo, pues no se ha de echar á menos á
don Bernardo por haber muerto,
ni cinco
que valiesen
que
lugar no
tal
como
tanto
Así
él.
desamparado
será
aun cuando muriesen cuatro
ni
antes con
;
Valencia y todas cuantas tierras hay mas
Ninguno de nuestros ricoshombres sino Ferrando Pérez de Pina y
dijeron delante de los otros
,
mavera estuviesen prevenidos marchar en seguida
,
os
él
conformó con nuestra idea,
mandamos
sin faltar
;
lo
ganar
quiero
Vidal, los cuales nada
ya
y
;
á todos que por la pri-
uno
pues Nos íbamos á
,
Puig para animar entretanto á
al
hago saber
esperando decírnoslo aparte
hasta que las huestes fuesen allá parte
se
,
allá.
En Bernardo
á nuestra presencia,
que estaban
pues
los nuestros,
cual verificamos por nuestra
marchando con unos cincuenta caballeros de nuestra mez-
nada y acompañado de don Gimeno de Urrea. Mandamos asimismo al hijo de don Bernardo Guillen , que era conocido por el
nombre de Guillermo de Enteriza á once años
,
y tendría á
que viniese también con Nos
;
tal
y
sazón
como de
al llegar al
diez
punto,
encontramos sumamente desconsolados á don Berenguer y á En Guillermo de Aguiló , no menos que á las compañías que allí había del Hospital
aguardaban
,
,
del
Templo
teniendo
al
,
difunto en
resolveríamos. Viéndoles en
tal
,
pues nos
lo
que Nos
de Calatrava y de Uclés el
ataúd, para ver
estado, procuramos consolarles, di-
ciéndoles que no se espantasen porque hubiese muerto su señor, pues les
quedaba otro en Nos que
bien que
el
haria en
pro suyo tanto y mas
que habian perdido. Con esto,' dimos sepultura
Bernardo Guillen
,
mandando que
que pudiese ser llevado le sepultase.
les
á
Escarp
,
se le enterrase allí
donde habia
él
,
á
don
hasta tanto
dispuesto que se
Dg
233
jaimi:.
i»,
CAPÍTULO CLMV.
El día siguiente por
enviamos
buscar
á
y
que
tierra
la
demás
s
armamos
le
u
tomábamos por
caballeros que babian estado
en estremo, y rogaron el
con
Bernardo, que
seguida
caballero, y en
padre poseía por Nos.
interés que nos
el
haber oído misa,
después de
j
Guillermo de Entenga, hijo
¡i
estaba también allí; toda
mañana
la
Viendo joven
el
los caballeros
por
y
padre, nos
su
dimos
le
otros
lo>
agradecieron
lo
Señor que nos concediese feliz vida, por
al
buen ejemplo que acabábamos de dar con aquel hijo, haciéndole
tan señalada merced.
Hecho esto
y después de disponer el
venirse los que
hueste por
la
primavera
,
nardo Guillen. Sabiendo zaron
á
v otros
querer quedarse Nos. Habia
allí
allí á
tal
nido para confesar
y
dijo,
que
daría
allí.
fray.
(pieria
si
,
,
predicar,
modo
el
;
mas todo esto
uno de
ambos
:
Pedro que nos
alguno llega
me
(pieria y
al
trance de
,
por nom-
vernos,
¡i
hablar en secreto
que de ningún modo
queréis marcharos?
le
la
dijimos.
al
muerte,
mejor
los
:
,
que-
V»
\e¡s
lúe,:",
sabréis
— Yo
en gran manera,
cido
la
le
batalla, y después
perdieron
\
también
al
mejores de este lugar
punto.
respondimos, que siendo
que
prometido que
les les
hemos
os
mas de se-
han hablado, diciéndome que, ya sea de dia, ya de noche, ellos
y
nos
se
v
le
que nada sabe?
hombres honrados de
,".
ejército,
porque quiero marcharme
que vos marchéis, partirán lla
ignorábamos
l<>
entonces
primero para predicar
el fraile
senta caballeros y
la
diciendo no
,
los cuales tenia
vinieron
marcharse con Nos
— ¿Y porqué
respondió
plan
el
unos porque tenían que hacer
vos dar penitencia, que no un capellán diré
llevando
,
sazón dos frailes predicadores, que habían ve-
sois necesario aquí,
porque
compa-
la
que Nos nos volvíamos, empe-
por malas escusas que inventaban
ine fray Pedro de Lérida
manifestando
del I*uílc
de ningún
la
ya que habia muerto don Ber-
,
los nobles
mayor parte de marcharse
que
nombrar cabo de
antojo' senos
hablarse unos con otros y en secreto
en su tierra,
habían de sub-
quedaran, hasta que Nos volviésemos con
allí
don Berengucr de Enteriza
ñía á
modo como
—
así
así
.Me maravi-
que han ven-
resarcido de los caballos que
reintegraríamos cualquier daño, no
30
historia
:>:U
tengan ahora paciencia para esperar un poco hasta
que solo faltan dos meses
en cuyo tiempo volveremos con nues-
,
hueste y conquistaremos Valencia!
tra
que ya ha sonado charos
,
marcharán
también
ellos
ello lo posible.
noche meditaremos
esta
á saber
la
—
Idos ahora,
mañana por
respuesta
Nos quedamos abrumado sobremanera mente todo nuestro plan
la
cual
si
,
contéstennos, y
de
Nos y todos
— Fuese
de causar grave daño bia de resultar
,
demás
,
obra de araña
fuese
,
caballeros
y
,
viendo
que tanto trabajo nos
lo
á tal
á fuerza
de
sazón aquel
era cosa que nos habia
,
y lo peor era, que con
iba mezclada á
Nos
el fraile,
que solo habíamos podido conservar
los
sí
lo cual volvereis
empeñar nuestro honor. Desamparar
súplicas y de
lugar
lo
los últi-
pues se nos presentaba á
que en pocos momentos iba á desaparecer había costado y
le
mañana.
la
vos llegáis á mar-
hasta que Dios quiera, y
que deba hacerse
lo
si
replicó el fraile,
yo tampoco de
ni seré
,
mos, pues no tengo ganas de morir de salvarme de
— Sabed,
grito de Via fora (1), y
el
primavera,
la
el
mal que nos ha-
par nuestra vergüenza.
la
CAPÍTULO CLX\.
Fuímonos
,
con todo
á descansar
,
teniendo cuidado de no des-
,
cubrir nada absolutamente por entonces á los que estaban con Nos;
pero frió
,
no obstante de estar en enero nos revolvimos por
,
que es cuando hace mas
,
cama mas de
la
cien veces
ya de un lado, ya de otro, y sudando como baño.
Después de haber cavilado mucho
Via fora era
(t)
vantamiento general en casos de guerra.
de matas encendidas
la luz
fuera
ine
!
al
estamos prontos
cho acto infundía fora
,
)
somaten moderno. fu
,
,
lo
el
,
Como
y 1o
nos dormimos por
,
se hacia le-
esto en público y á
Leíanse para
Via fora
som
!
fin,
atcnts
{
,
etc.,
á fuera
!
á
cual no hay duda que ha dado origen y nom-
solo metafóricamente
ánimos de todos.
pueblo
era tanto e! entusiasmo y resolución que di-
debemos creer que
caballeros á marcharse
estuviésemos en un
si
constitución llamada Princeps namque
la
y á su lectura respondía todo
poniéndonos
daba en Cataluña cuando
que se
el grito
,
,
para
muy
el
usar
denotar
arraigada
el
fraile la
cuan
espresion de via
resueltos
que estaba ya
tal
estaban los idea en los
v
DK
mas
postrado de tanto velar;
JAIME.
I».
llegar entre
al
ba nos dispertamos de nuevo,
t.V-\
volvimos
j
-i
media noche
al-
el
y
dar de continuo con
el
mismo pensamiento: nuestro pesar era de ver que teníamos que habérnoslas con mala gente
mas soberbiosa en
porque
;
mundo
«.-I
á
Humana,
misma
de escaparse lia>t;i
donde
marchado, ninguna vergüennoche, ya
ya fuese de
:
solo lin
siete leguas
«le
dia
,
irían-.'
por
y saliendo
,
que Nos habíanlos conquistado, pocos ó muchos
tierra
que quisiesen marcharse
,
la
los
,
muy bien, porque no
podrían hacerlo
Pensábamos asimismo, en que era
habría quien se lo impidiese.
con
que no hay clase
,
«orno son los caballeros. Teníamos por
cierto, que después que hubiésemos za se darían
de saber
es
ayuda de Dios y de su madre como habíamos conquistado
la
Burriana, y que haber de desamparar entonces tal punto, era perderlo, y con él, de consiguiente, toda aquella tierra.
desde Tortosa
á
Por todo esto María
,
ideamos
,
mandando
por
ir
mañana
la
demás que
á los caballeros y
preguntando á fray Pedro,
á la iglesia
de Santa
congregasen
se
y quería que guardásemos secreto so-
si
;
bre lo que nos había dicho, antes que hablásemos con los caballeros
respondiónos
.
un placer en que
que no, pues antes bien tendría
fraile,
el
Así
descubriésemos.
le
pues
ron congregados á nuestra presencia, cuando
,
no bien estuviedijimos:
les
— Ba-
rones, convencidos estamos de que todos vosotros y cuantos hay
en España estáis
penetrados de
gran merced que nuestro Se-
la
ñor nos ha otorgado en nuestra juventud llorca
y demás
islas
así
;
,
con
la
conquista de
Ma-
como con todo cuanto hemos conquistado
desde Tortosa acá. Congregados estáis todos para servir á Dios y Nos ; mas debo haceros saber , como fray Pedro de Lérida hai
Nos
bló con
esta
tenia intención ravilla tal
,
de marcharos
pensamiento
había de ser en
mas
noche y nos dijo, que
,
Nos
si
lo
todo,
sobre
para esto nos pusimos en pié
Dios y
al
ni el rio
altar
donde
está su
)
Mucho nos ma-
hacíamos.
al
mayor pro de vosotros
puesto que á todos os pesa que
mayor parte de vosotros
la
ver y
que nuestra
man
lia
de nuestra conauista
marchemos
,
os decimos
(
que en este lugar hacemos voto
,
madre
,
;
á
de que no pasaremos Teruel
de Tortosa, hasta que Valencia caiga en nuestro poder.
Y
para que mejor entendáis que es nuestra voluntad quedarnos aquí
y conquistar este reino para el este
momento vamos
á
servicio
dar orden
para
de Dios,
que venga
sabed que en la
reina
,
núes-
HISTORIA
:>.{ii
tía
esposar,
además nuestra
y
bija
;
—
mal mientras
la
este libro
escribimos es reina de Castilla (1).
Al oir nuestro discurso, no bubo en llorar,
Nos lloramos también con
y
consolaros ahora
—
ñíscola
,
,
— Podéis
:
Partieron entonces todos alegres y sa-
,
tal
y no bien
;
á la reina pa-
y con ella don Fernando
permaneciendo Nos después que
Puig
diciéndoles
cuando enviamos en seguida mensajeros
,
ra que viniese á Tortosa
el
,
de nuestras buenas palabras
tisfechos con la golosina
en
ellos
pues no partiremos ya de aquí hasta tanto que
,
hayamos tomado Valencia.
marcharon
quien no echase á
iglesia
la
nuestro tio,
,
orden dimos por quince dias
desde donde nos dirigimos luego á
en razón de no querer pasar
el
partes de Pe-
las
Ebro por
el
voto que te-
níamos hecho.
CAPÍTULO El
que habíamos señalado para que estuviesen
(lia
don Fernando en Tortosa lo
,
llegónos á Peñíscola
habian ya verificado. Nos
del convenio que
estaban en
Puig
el
cuando con Nos
,
la
habíamos hecho con
Sucedió, que
á juntarse
s- vieron aquellos imposibilitados lo se atrevió á e lo
cual dijeron antes
que
nos saber ,
y
La
hija
;
de pasar
con Nos
el rio
un caballero que pasó
reina y don
habla
aquí
de Castilla
al
verlos
empezó ,
á
que
de Ulldecona; so-
á caballo
nadando
,
,
al
para hacerá Ulldecola
comitiva
que Nos mandásemos
lo
que de-
el
historiador fué doña Violante, que
podría tener en aquella sazón unos tres años de edad infante, después rey,
Ebro
no se atrevía
á las señoras ,
el
sazón
Fernando habian llegado
de consiguiente
de quien
,
tal
á vernos á Peñíscola
que viniese
que por miramiento
á pasar el rio
(1)
la
,
que
reina y don
salir la
al
copiosa lluvia, y fue tanto lo que llovió á
caer una
y
caballeros que
los
razón de lo cual les esplicaríamos
se hallasen.
reina
noticia de
pues no podíamos pasar
,
Fernando de Tortosa para venir
na
la
la
enviamos mensaje diciendo que
les
Nos estábamos
viniesen á donde á causa
fiLXYI.
don
Alonso
el
.
y
casó luego con
el
Sabio (en Í2Í8?), cele-
Como don Alonso no subió padre, puede deducirse de murió su que el aquí que don Jaime no escribió hasta después de esta fecha sus memorias
brándose al
tumo
subre
la
las
bodas en
basta
la
ciudad de Valladolid.
año 1252,
conquista
«le
en
Valencia.
DE
bien hacerse. Respondimos
l>.
I
tw.
23*7
mensaje que Nos iríamos allá;
al
pronto como acabamos de comer, cabalgamos La
-
cesado >a, pero
lluvia había
por sobre
diéndose
hasta
mar estaba
la
el
castillo
de
grao de Tortosa
el
arena.
:
por
y
Fuimos andando,
agua estaba m.is baja
el
sen
la
<'ii
los
caballos, do
<»tra
t
< »
:
enton-
tan brava á causa
el
y esten-
pasamos
.
agua basta
.
avanzaban tam-
castillo
llegar á Ulldecooa
necesidad
sin
la
las cinchas.
per-
hasta
,
,
don-
que nada-
«le
corriente todavía
encontramos
Allí
don Fernando; y como tu\iese ya indicios toda comitiva de lo que habíamos dicho á los ricoshombres y demás reina y á
la
la
al
j
el
obstante de que llevaba
alguna fuerza y llegaba á
<
de PeQiscola, traspasándolo
bién desde Oropesa, traspasando asimismo
derse
<> 1> j
que estaba reinando, que por una parto pasaban
del viento jaloqoe las olas
tal
¡i
tan
y
caballeros del Puig, llamamos aparte á
entrambos, y
romo
en aquel
motivo de haber obrado
el
por saber que
,
abandonar
punto
cháramos.
do
la
á
el
—
reina
balleros,
á tal sazón y
pues habían
habíamos resarcido de de todo esto
,
intención (continuamos
tal
vencido
la
habia sido
Nos
menos que temer
dicienlos ca-
que por otra parte
batalla;
los caballos
de dejarlo
>
,
en caso de que Nos nos mar-
\iendo que aun tenían
,
lugar
esplicámos
cabalmente en aquel tiempo, querian
los caballeros
Al descubrir )
así
les
que perdieron, y que,
á
pesar
correspondiente abastecimiento
el
les
,
se
empeñaban aun en no quererse quedar, nos maravillamos, eñ verdad, de tan mala treta, y sobre todo, por ver que aquel lugar, que
considerábamos como un señalado monumento de nuestras hazañas,
íbamos
á
perderlo por
Dos cosas eran
dio.
las
flaqueza ó
que temíamos en
que no fuese desagradable bien
en
habíamos hecho; y
este
mundo
,
maldad,
á la
Dios otra,
el la
si
tal
hacer
no poníamos remesuceso
la
:
primera,
vana una cosa que tan
vergüenza que nos resultaría
pues cualquiera podria maldecirnos
,
v con
ra-
zón.
Acerca de
donos, que
tal
negocio, contestó nuestro
tio
don Fernando, dicién-
no menos de nuestra idea y de que quisiésemos ponerla por obra porque tomar á Valencia , era cosa se
maravillaba
;
de gran peso, y Píos queríamos hacer lo que no pudo llevar á cabo ningún otro de nuestro linaje, pues era empresa esta que no podia tener buen término, privándonos de entrar en nuestros reinos ypor consiguiente de hablar con nuestros ricoshombres. La
reina
vino
HISTORIA
238 mismo que
á otorgar lo
nia de estraño,
por
acababa de decir
otro
que ambos
se atiende á
si
Nos conocimos
camino.
el
el
pero nada te-
habian confabulado ya
se
su deseo
;
que era de que entrá-
,
semos en Cataluña y Aragón pero á pesar de esto y de cuanto nos dijeron , no desamparamos el buen propósito que teníamos, ;
antes les dijimos
que Nos veníamos de aquella frontera
:
cuál era el verdadero estado de
las cosas
ocasión de presenciarlo y verlo todo
Fernando
continuamos en seguida
,
tomarse Valencia carse este
cómo
decid, Si
se
recoge
cómo
¿
,
ponerla antes
abandonamos ahora
si
,
sin
,
pues habíamos tenido
,
y ellos nó.
,
sitio
,
lo
Y
si
verifi-
esto hacemos,
que fuese menester, va
habrian tenido aquellos ocasión de recoger
cosecha
la
muy templado
dos sabéis que Valencia es terreno ciudad
don
antes no hubiésemos deli-
berado con nuestros ricoshombres sobre
tal
,
cosecha que los moros tienen sembrada.'
la
entrásemos en Cataluña y Aragón
que
cómo puede
y
;
— Decidme
queréis que pueda
Puig ? ¿
el
sabíamos
y
debemos tomarla por hambre
,
porque to-
esto os probará
:
antes que
,
darla
tiempo á que pueda abastecerse de pan y provisiones con que fuera fácil que la socorrieran de alguna parte este es el mejor consejo :
que puedan darnos,
remos cia
Ebro
el
ni
no pasa-
bien tenemos ya prometido que
si
Teruel
,
hasta tanto que se haya
tomado Valen-
cuyo convenio no podemos romper de ningún modo y sos-
;
ayuda de Dios y con aquellos que tienen nuestros feudos en Cataluña y honores en Aragón , y con el arzobispo y tendremos, con
obispos
que
,
vengan Dios
nos prometieron cuando con ellos nos reunimos
tal
Ahora tenemos
Monzón.
en
la
solo
á
A
campos. venir
,
,
se volvió ,
,
que preparada encontrareis
mudar de
;
:
,
y
la
todo
pues la
ayuda de
de manera, que
,
y cuando voso-
cebada de
los
don Fernando, y ved de
,
mesa.
reina que no habia
hicímoslo de buen grado ,
la
que
;
trigo y
el
propósito, suplicáronnos que
y entonces
con
para
lleguéis vosotros,
para pasar adelante
Dios os encomiendo
concesiones
agua
,
ya tendremos segado
Viendo don Fernando cernos
y
punto para tomar á Valencia
esperamos que vengan
tros lleguéis
,
habremos hecho cuando
tanto
que todo estará ya
avisados
ya
están
ayudarnos conforme prometieron
á
creed que
,
que
,
de mañana aun
con .
p¡
les
lo
medio para ha-
hiciésemos algunas
que don Fernando
sainos
con
la
reina
el
que habia menguado ya bastante, y en menos de dos dias
DE llegamos
Humana
á
siguiente
Puig
¡il
vernos llegar
vidado de
donde aquella
,
2. {'.»
quedó
se
marchando Nos
,
soma
mostraron
habitantes
cayos
,
JAIME.
1).
el
alegría
al
sobre todo por saber^que Nos no dos habíamos ol-
,
ellos.
CAPITULO CLXVII. Supo con
la
tra
esposa
Zaen
re]
el
noticia
lo
que tuvo de cobró
,
firme
Ferrando Diez
el
,
temor
gran
cual suplicó
le
estábamos en
el
citado plan
acabábamos de hacer venir
«jiif
descubriese, cuya promesa
pues
;
don
á
modo
último que de ningún
y
nues-
á
pues envió á Alí Albatá
al
,
le
hizo jurar ante todo por su ley. Dcs-
entrevista, don Ferrando Diez nos vino á ver, diciendo
tal
que quería hablar en secreto con Nos de cosa que tocaba mucho á nuestro pro. Apartémonos,
de Nos dormíanlos, el
secreto,
tra
le
—A
lo
l¡des palabras
que os va
— Puesto que
tanto ha de influir en nues-
,
razón es que secreto
nos contestó don Ferrando
mayor
á venir el
obtener pudo ningún
lucro y la
otro de
parte
evangelios
me
promesa
ha dicho ,
á
saber
:
que ,
á
os baria fabricar
ha
me
ha hecho jurar sobre
los
De
su
pronto
á
,
pues Zaen
sino
la
Zaidía
á vos.
cumpliros
que os daria todos cuantos
un alcázar en
señor,
me
linaje
nadie lo descubriría
qire estaba
tengamos.
— Sabed,
siguiente
la
castillos se
Guardamar hasta Tortosa y desde Tortosa
tran desde
dos
,
:
lo
mas grande honra que jamás
vuestro
enviado un mensaje por Alí Albatá y santos
don-
casa
la
nos encargaba aun de nuevo
que decis ,
un cstremode
á
,
allí
viendo que
y
dijimos:
honra y pro
al oirlo
encuen-
á Teruel
que
;
y además, que os daria to-
;
años y por siempre, diez mil besantes de renta en la ciudad de Valencia, como le dejaseis en paz. Al oir tales palabras, nos los
—
penetramos de cuan buena era tal
negocio
embargo
.
ditásemos
la
oferta
que nos hacia, y miramos
como muy grato y de gran provecho para Nos respondímosle de pronto
mucho
y
;
,
que era preciso que
lo
sin
;
me-
después de haberlo meditado por largo rato,
tanto que había tiempo, mientras lo pensábamos, para andar una milla de terreno
,
respondimos
cidos estamos y no tro pro y nuestro
al fin
:
—
Ferrando Diez
podemos menos de creer
honor
;
,
,
conven-
que quisierais nues-
pero ese tratado no nos conviene
,
y la
HISTORIA
240
razón es, porque hemos llegado ya á
ha de se precisamente nuestra
cia
y después
tendremos
los polluelos.
y se santiguó diciendo
rehuséis
cosa
tal
punto y hora, que Valen-
tal
venga, pues, primero
:
Ferrando — — Me admira en verdad Maravillóse
al
en seguida.
oiresto,
,
Tened por seguro que
!
elueca,
la
que
,
á haber sucedido esto
,
en tiempo de vuestro padre ó de vuestro abuelo
en
,
de un
vista
pacto tan ventajoso, saltarían ellos y bailarian de contento por tan
gran ventura como
les llegara. la
mi-
llegónos un mensaje de
Al-
Volvióse, con esto, Alí Albatá, sin poder llevar á cabo sión por la cual había venido.
CAPÍTULO CLXY1II. Estando todavía Nos
menara
Puig
el
para decirnos de parte
,
muy poderoso tregarían
que
,
la villa
mañana
la
en
siguiente
como que íbamos
y haciendo
,
Redújose
tuvimos ocasión de hablar con
ellos.
meternos que hablarían con
aljama
la
dríamos Nos tener dicho lugar to á Burriana la
y animarla
, ,
hecho venir á
;
y hecho esto
pasando por Almenara
,
de
,
en
,
suplicárnosles
plaza
que
que
ellos
la
era
que nos iban á prestar
les
el servicio
el pais
Nos
de Almenara
demás moros de aquella
ción los
todo
el castillo
,
otro dia
por
,
y,
,
tan
día en que se nos
el
lo ,
,
que grande
que era preciso que pues era de
tal
im-
que bastaba supiesen su rendi-
tierra
,
para entregarse también
en seguida, desde Teruel hasta Tortosa. Respondímos-
que debian apresurarse
si
habíamos
dos sarracenos pa-
contestaron
lo
posible
nos habían hecho hablar ya para rendirse negocio,
al
la
y llegados á nuestra
;
recompensásemos asimismo grandemente
portancia
les
,
po-
para consolar-
ya que
los
se sirviesen lijar
á lo
,
que no tuvieron dificultad
lo
debiese rendir
;
modo
nos fuimos en efec-
punto
tal
pronto como distinguieron nuestro pendón presencia
,
,
enviamos mensaje á
vernos
ra que saliesen á
entrevista á pro-
la
reina
la
de que estuviese alegre
frontera. Salimos
la
nos en-
á Burriana,
para ver de qué
,
llevando por objeto ver á á fin
,
nos causó estremado gozo. Cabalgamos
lo cual
;
alfaquí y de otro sarraceno
del
permitíamos hablar con Nos
les
si
,
,
,
pues otros castellanos y así que activasen el
querían alcanzar buena recompensa
,
por dar principio
di:
i
i¡il
I).
uno,
rugadas de tierra á cada
tres
,
luego treinta para bus parientes que
y
negocio; que dicho terreno fuese del de
tal
había pertenecido
yendo
otra
á
entre ovejas
parte
que
;
cabras
>
;
como
lo
Alquíbes,
di-
grana
á
mil
iracas y
cuarenta de los
uno de
para que se les
hablar dos caballos,
á
eual
el
lugar, hu-
el
á cada
que diésemos
,
á caballeros.
EMúgonos mucho cuanto nos dijeron
gamos
las
regalásemos doscientas
Irs
que vistiésemos
dos que nos vinieron
reputara
habían ayudado en
les
algunos que habían desamparado
¡i
indicados parientes; y por último los
además de
obra. Su contestación fué pedir que les diésemos,
bienes que tenían en Almenara
los
241
JAIMK.
,
y por lo
mismo
que nospedian; pues dice un antiguo proverbio
les :
otor-
¿manos
que no dades, qué buscades ? Suplicárnosles en seguida que nos jasen
el
que
dia en
tratado debiese llevarse á cumplimiento
el
respondieron: que antes tratarían
fi,
y
negocio en secreto con sus
el
parientes, y luego lo dispondrían todo de tal manera, que antes de siete dias
esto
,
nos podrían
fijar
el
en que Nos debiésemos
nos separamos de ellos
;
y
al
ir allá.
Con
llegar delante del castillo de
de aquellos mismos que nos habían hablado y que no> estaban mirando aun desde la cuesta, cogimos una grulla,
Almenara
á vista
,
mejor modo que podíamos desear, pues fué presa por
del
Nos fuimos de la
matar,
mos
la
los
sacamos de entre
,
á buscarla
,
y sin dejar-
garras de los halcones, é hici-
las
una gallina, consiguiendo de este modo tener
cebarles en
grulla viva
primeros que corrieron
alto y bien:
cual
la
enviamos luego del mismo modo
con quienes acabábamos de arreglar
el
tratado
,
la
á aquellos
haciéndoles decir,
que como primer aguinaldo de Almenara comiesen aquella grulla, laque
les
enviábamos viva, por saber que era costumbre entre
no aceptarla muerta. Tuvieron de dose
al
oído á nuestro mensajero,
nada tema ya sobre lo verá
realizado
;
lo
la
le
grande alegría, y acercán-
dijeron
:
— Decid
que tanto desea de Almenara
— con
y nos volvimos por
ello
cuya noticia Nos
noche
al
ellos
,
al
rey que
pues en breve
quedamos
satisfecho,
Puig.
CAPÍTULO CLXIX. Al cabo de ocho dias enviáronnos quien entró en
la
ocultamente
un sarraceno,
hueste de noche y nos trajo una carta de aque-
242
HISTORIA
mismos con quienes habíamos tratado
líos
ducía á decirnos
guiera
pues
,
que ya podíamos
:
,
cuyo contenido se re-
Almenara cuando nos plu-
ir á
negocio quedaba ya resuelto
el
que por consi-
y
;
guiente les enviásemos una parte ó mas del ganado que
mos prometido. Reunimos, de
consiguiente, hasta unas setecientas
cabras y doscientas vacas que habíamos traido á
ma
cabalgada
ños en Burriana cio
;
hueste de
la
la
últi-
y luego enviamos á buscar para que nos acompaña-
;
En Pero Ramón de Tortosa
ran á
había-
les
y con
,
todos los que á
él á
tal
que tenia una fábrica de pa-
,
mismo
cuatro de su
otros tres ó
sazón se hallaban en
la
ofi-
hueste, y nos ha-
bian ofrecido que dispusiésemos indistintamente de los géneros que
Marchamos, pues, acompañados de
tenian.
menara, donde encontramos á todos del castillo
demás
,
qne
,
lo tenia
por Zaen
los sarracenos
y encontramos que se habia encerrado en aquel
,
todos los sarracenos de
que también estaban dos torres y
las
mas
;
la
allí ,
el
,
los
acompaSin
población.
la
y aun
la villa
los del
término,
ofrecieron poner á nuestra disposición
albacara del castillo
ningún cuidado nos diese
alcaide
el
no quiso convenirse con
,
ñado de unos veinte hombres que no eran de
embargo
y llegamos á Al-
ellos,
tomarlo
,
,
diciéndonos además, que
com-
pues estaban prontos á
batir á nuestro lado para ello.
Entretanto para que á
les
mañana
la
cho entrega" del la
hicimos entrega del ganado siguiente, tan pronto
castillo, viniesen
ropa y demás que
les
,
y les dimos orden
como nos hubiesen he-
con Nos á Burriana, para recoger
habíamos prometido
,
cual
lo
estábamos
dispuestos á cumplirles. Era ya de noche cuando subimos á
la
al-
:
allí
bacara acompañado de veinte caballeros y nuestros escuderos pusieron á
nuestra disposición una
estaba tan cerca del castillo sas y robustas piedras via
á
salir
afuera
,
,
casa
que era mezquita
que llegaban
que tiraban
,
;
mas
á tocarla con las grue-
de manera que nadie se atre-
por temor de que con
sucediese
ellos
lo
propio.
No bien despuntó la mañana , y muy despejado , hicimos salir fuera
por cierto que era en un dia
de
la casa
preguntaron estos á quién tenian por señor pondiéndoles que pronto efectuáronlo
;
y
al
lo
á dos caballeros
los del castillo
,
:
y res-
harían salir para que hablase con ellos,
verle los dos caballeros, le dijeron
tro conducto os hace saber el rey,
que está aquí
,
:
—Por nues-
y os
manda
al
1>E
misino tiempo, que escojáis
vamos
cosas que to
l<>
deciros:
antes
muerte que
l¡i
«pi**
(moréis,
¡i
aceptarlo
vida',
la
que quería hablar con Nos; y
afuera con los nuestros
,
Mandamos
haber.
mos
\,i
¡lili
conoiia
mas
confesaba que
mer
señor del cas-
,
qué nos quería
,
punto
que hartónos
en efecto éramos Nos;
si
nos quería decir, corno
como
;
que
él
estaba en
á él entre los
á caballero
,
suyos
y que en realidad
no podía defenderse contra Nos
el castillo
al
pues estába-
,
y á tales palabras, contestó él diciendo,
;
había reputado siempre
l«*
el
los
aquel castillo por Zacn, rey de Valencia se
queréis y prefe-
escudos y puestos loscascualquiera traición que pudiese
ji;ir¡i
decirle entonces
puesto que era cierto
,
lo
objeto, salimos
á tal
pero que queria cerciorarse de
,
no
si
— Contestó
embrazados
cos de hierro, previniéndonos
dos
os dará de lo suyo tan-
él ;
las
preparaos, pues antes de horade
tercia irremisiblemente os hará rendir. tillo
3143
mejor os convenga de
si
míe do podréis negaros
,
ris
¡i
JADEE.
I).
en pri-
,
lugar, porque los sarracenos estaban de nuestra parte, y luego,
porque con nuestro poder no podíamos dejar de rendirlo ala fuer-
Á
za.
esto añadió luego, suplicándonos, que pues nos entregaba el
«astillo
,
más que do le
procurásemos hacerle todo se hallaban en tal lugar.
el
bien posible á
él
y á los de-
Respondímosle, que de buen gra-
haríamos, y que se preparase á salir para venir con Nos, pues daríamos cosa que seria á su gusto contestónos que iba á halo
:
cerlo
;
que á
y llevado á efecto á
él y
dos caballos sostener
semos
la
,
un pariente suyo, que también estaba ,
pues
los
que antes tenían
•limos los dos caballos,
entramos
le al
y nos suplicó
allí, les
diésemos
comido para
y que además vistié-
;
de su compañía. Sin retardar, pues,
y enviamos á Burriana á
entregara toda
,
se los habían
defensa del castillo por su señor
á todos los soldados
para que
vino á nuestra presencia
la
En Pero Ramón
ropa que fuese menester
punto en posesión del
le
,
con
lo
que
castillo.
CAPÍTULO clxx. Al mismo tiempo
,
enviamos dos caballeros
á la reina
,
para que
adonde Nos estábamos; y al efecto le dijeron: que, pues nuestro Señor nos habia otorgado tanta gracia y merse resolviese á venir
ced
,
poniendo en nuestras manos
el castillo
de Almenara
,
dejase
2Ü
HISTORIA
á Burriana y viniese á aquel
punto
donde
,
todo mas segura. Al llegar á Burriana
mente
arreglasen
mer
en que
á sazón la
comida
era cabal-
,
de dar orden para que
y así les respondió, que
;
los
Señora, os manda
el
Es de saber que entonces era tiempo caballeros no pudieron menos de decirle :
rey que vengáis con nosotros, pues
orden ya de que preparasen comida alegría comeréis oir tales palabras
efecto
por
y
;
Nos
ella
,
— Accedió
punto
al
el
comiendo
pié del castillo
ha dado
,
con mas
la
reina al
,
saliendo
llegó
en
,
el
—
él
y de consiguiente
,
aguardamos hasta que
la
cuesta hasta
la
mos luego con
que no aquí.
allí
le
dejasen antes co-
la
y que luego se vendria.
de cuaresma, mas
al
mensajeros
los
reina acababa
la
estaría mejor, y sobre
cual entra-
dos juntos y alegremente.
allí los
CAPÍTULO clxxi. Llegónos
un mensaje de Uxó
dia siguiente
al
diciéndonos que
queríamos hacer bien
si
nos entregarían sus
á los
de
,
Nules y Castro,
tales poblaciones,
pues
la
toma de Almenara
conocer que era voluntad de Dios
el
que Nos tuviésemos aquella
castillos
Respondímosles
tierra.
saldríamos
al
,
les
hacia
que en buen hora viniesen, y que Nos les encuentro hasta una torre mediera que divide el ,
término de Almenara del de pueblo cerca de
la
Rápita,
la
Uxó
y que se halla frente de aquel cual en tiempo de sarracenos tenia por
nombre Mancofa. Sin embargo , como nuestro intento era que el uno no pudiese saberlo del otro , no quisimos de pronto señalar á todos un los
mismo
de Uxó
tercia
les
dia para la entrevista
dijimos que saldríamos
y á los de Nules
;
,
,
que
el
,
que en
respectiva hiciesen
mismo término, prometiénpuntos arreglaríamos los
todos orden que de cada aljama
salir diez viejos
de
los
mejores y mas poderosos
que hubiera. De este modo, cuando habláramos á sabrian de ello los demás.
quedasen cha <
;
allí
con Nos
,
los
unos, nada
mandamos que se con ellos sobre la mar-
de Castro
porque trataríamos
los
les
convenimos en darles cierto número de ovejas y vestido para cinco de sus jeques y dos caballerías; y ade-
y en efecto
;il>ras
,
A
á
dia siguiente á hora de
al
los indicados
tratados; y finalmente, dimos á
:
tercer dia nos veríamos en el hi-
gueral que hay sobre Mancofa y es del doles á entrambos
sino que lo hicimos así
,
DE
más otorgarles
el
libre ejercicio
disfrutaban bajo
<[ue
2Í5
JAIME.
I).
de su
mismas franquezas
ley y las
dominación sarracena. Ajustados
la
tratos, (Huíosles cinco escuderos de á caballo y diez
hombres de
Al dia siguiente mandamos prevenir cinco carneros llin.is
con suficiente pan
torre de Maucol'.i
la
mos prometido
;
vino, y con
y
esperar
¡i
á
ga-
y veinte
provisiones nos fuimos
cstiis
de Uxó
los
;i
mas aunque comparecieron
no quisimos de pronto tratar con
allí,
los
para que fuesen á acompañarles.
l»ié ,
;i
así
según se
,
había-
lo
poco de estar Nos
;í
ellos, >¡no
que
habíamos
les
ya reservado vivos dos carneros y cinco gallinas para que comiesen
con Nos, porque (reimos que después de haber comido y bebido estarian de
mas buen humor para ajustar
el
convenio. Acordamos
luego darles mil y seiscientas entre cabras y vacas
,
de
vestir á treinta
los
suyos
,
ovejas, y sesenta
darles tres rocines
garles que pudiesen continuar viviendo bajo su
y otor-
,
mis-
ley y con las
mas franquezas que tenían en tiempo délos sarracenos, pagándonos ellos
mismos tributos que pagaban antes
los
ronnos entonces que quién
contestamos que se
lo
les daria lo
que
á su
les
prometíamos
daríamos Nos mismo dentro de tres
que no dejasen por esto de entregarnos
los castillos,
dábamos palabra de cumplírselo puntualmente. promesa
;
y
Preguntá-
rey.
aunque no
hallaban á
se
Ladrón y otros nueve caballeros
,
los
con grande alegría gran sarracenos
,
los cuales
tra presencia.
ocho
De
los
la
dias, y
pues Nos
sazón con Nos sino don
la
sarracenos nos dijeron que entrega.
la
la falda
al castillo
cázar, subimos
multitud de moras, y mas de
dejaron sus lanzas
así
doscientos
que llegaron
nueve caballeros que iban con Nos
,
á
nues-
enviamos
,
también
allá.
del
fortaleza, salieron á recibirnos
quedándonos Nos abajo con don Ladrón y sarracenos; pero luego que vimos ondear nuestro pendón en el los
les
Satisfízoles nuestra
nos acercásemos á dichos castillos y que nos harían Emprendimos, pues, juntos el camino; y al llegar á cerro en que se hallaba edificada
y les
,
Acompañábannos también
los
al-
los sarrace-
nos; mas habiéndoles dicho que nos esperasen que luego estaríamos y otra vez con ellos , entramos en la fortaleza , nos posesionamos de ella
dejando
á nuestros
hombres para que
viendo á bajar en seguida
cuya
villa
,
tomamos
el
que
les
guarneciesen
,
y vol-
camino de Burriana
hicimos aprontar para entregar
caballerías y vestidos
la
á los
moros
el
,
en
ganado,
habíamos prometido. Estuvo ya todo
2i6
nisTonu
dispuesto
dia siguiente
al
y así
,
pudimos enviárselo antes
del ter-
cero.
Fuimos después rado
lo necesario
acompañasen en que hizo
ella los el
sarracenos
de Nules
los
para nuestra comida
manjares y
los
con
á avistarnos
para no tratar con ellos hasta
,
vino les hubiesen calentado
á darles mil entre ovejas y cabras
veinte de los suyos castillo
y hecha
;
hombres y
Un
cual nos obligamos
entrega, dejamos
vestidos para
,
nos encaminamos juntos
,
lo
mismo que en
las otras
nos habían entregado.
se
Almenara
también Al-
se nos entregó
consiguiente, nos volvimos en seguida
y se alegraron todos con
,
al
nuestro alcaide, nuestros
allí
y así tuvimos ya en nuestro poder cinco
,
nuestros
la
cabeza. Así se
la
cincuenta vacas
y dos caballerías
dia antes de salir de
fandech
,
con
correspondiente presidio,
el
que
fortalezas
la
,
porque queríamos que nos
,
y habiéndoles firmado escritura
;
llevando prepa-
,
al
castillos
;
por
Puig, donde estaban los
Nos de
la
merced que Dios nos
habia hecho.
CAPÍTULO CLXXII.
En la
Puig acabamos de celebrar
el
mitad de
ella
la
en Almenara, hasta
cuaresma
,
y
pascua
,
que fuimos Nos
la
á celebrar en su compañía, llevándonosla después
ya aquí
tercer dia de
al
,
misma pascua nos
la
,
ma
que nos decian que estaban dispuestos
villa
en y
el
el castillo.
mismo
un sarraceno
llevándonos secretamente un mensaje de tpda su alja-
ra y de Bulla. lo
Puig. Estando
llegó
de Paterna ,
al
reina pasó
la
A
á entregarnos la
Igual mensaje recibimos también luego de líete-
todos contestamos
que iríamos Nos
y por que estuviesen prontos á entregarnos los castillos luego
que llegásemos permitirles
,
,
pues ya podian contar con que Nos
el libre ejercicio
de su ley
franquezas que disfrutaban bajo
la
,
allá
,
y de otorgarles
dominación sarracena
además de las ,
habíamos prometido
vando á
la
reina
,
,
allá
;
y otorgarles exención de
,
según
con cien caballeros y lle-
compañía. Salieron
en nuestra
sarracenos con grande júbilo les
fuimos
mismas
les favo-
receríamos en todo señaladamente. Al cabo de cuatro dias se lo
,
á recibirnos
los
y habiéndoles prometido favorecertributos por un bienio
,
á causa
de
D.
I)F.
muchos
los <í
que hahiart
dallos
sufrirlo
Dios por las buenas palabras que
puertas balleros
dieron desde luego gracias
;
necesario bastimento
el
y
abriéronnos
dijimos,
les
entramos adentro, y dejando
,
2Í7
JAIMR.
las
reina con diez ca-
allí á la
fuimos á tomar posesión de
,
Betera y Bulla, y regresamos en seguida
Puig.
al
CAPÍTULO CLXXIII. Cuando
los
sarracenos de Valencia supieron que nos habíamos
apoderado ya de Paterna, acrecentóse su
que nos tenían tan cerca María
ro de Santa
,
y por nuestra parte
;
ya que teníamos á
,
maestre del Hospital
al
estando en
,
Templo con
,
Hugo
de Forcalquicr
del
Alcañiz
don Rodrigo Lizana con otros treinta
á
de Calatrava
,
En
á
veinte
caballeros
,
un co-
á
;
comendador de
al
al
,
comendador
Guillermo de Aguiló con unos quince
Gimeno Pérez de Tarazona
,
el
en nuestra
sazón
la
mendador ,
cer-
el
resolvimos que sin mas esperar se pusiese
cerco á aquella ciudad
compañía
y su dolor, por ver
ira
á
,
don
á nuestra meznada que constaba en-
tonces de unos ciento y treinta á ciento y cuarenta caballeros de linaje
mil
y finalmente
,
hombres de
á
á pié.
Resuelto, pues
,
la
do en por
madrugada el
allí
marjal el
otra parte
moviese
se
y atravesando
;
seguimos hacia
,
Guadalaviar del
de Valencia
el sitio
nombre de nuestro Señor por
almugávares y mas de
ciento y cincuenta
rio
con
,
,
el
dimos orden para que en
campo
dia siguiente
un paso que teníamos estableciplaya hasta el Grao
la
y cuando estuvimos
las
el
acémilas
,
lencia.
,
las
que nos situamos
racenos que salieron de
allí
la
,
la
ciudad
,
y
allí
el
cerco. El
mismo
vimos ya á algunos caballeros sar-
ciudad para
correr
podrían causar algún daño á nuestra hueste ,
á la
demás fuerzas que debían ve-
Aragón y Cataluña para estrechar
vió la diligencia
como
aunque un poco mas cerca del Grao que de Va-
hicimos propósito de esperar á
día en
la
fuimos á enarbolar nuestras
Distada aquel lugar cosa de una milla de
nirnos de
pasamos
todos reunidos á
señeras y armar nuestras tiendas en unas casas que hay
mitad del camino
,
:
el
campo y ver
pero de poco
si
les sir-
porque habíamos ya dado orden á nuestros ca-
balleros de que no saliesen á merodear, hasta que tuviésemos todos
mas conocido
el
terreno.
J
i
HISTORIA
8
CAPÍTULO CLXXIV.
Antes de que amaneciese los sirvientes
Nos
sin saberlo
,
punto situado a unos dos
mos Nos
á
almugávarcs y fueron á apoderarse de Ruzafa,
día siguiente
el ,
de ballesta de
tiros
los sin lavárnoslos
con agua caliente
go que
,
lo
supimos
pero
;
:
las señeras
—Mandad
contestó
desplegadas
maestre
el
chamos hacia Ruzafa
marchemos
,
plaza
,
y
socorrerles
como
y con
,
porque sino
,
vos lo
mandáis,
punto
mar-
,
donde conocimos que por poca que hubiese todos los que
,
alquería
allí los
á
—Hágase
que sucumbir muertos ó prisioneros la
Forcalquier
,
y armándonos todos en un
;
,
sido nuestra tardanza
estremo en
de esto, lue-
á pesar
armar en seguida nuestros caballos
van á morir todos sin remedio.
—
abrir-
ya que almugávares y ido todos á establecerse en aquella alquería;
sirvientes se habian
dijimos
,
En Hugo de
y se nos presentó
para preguntarnos lo que debia hacerse
le
Tenía-
ciudad.
la
modo que no podíamos
sazón mal de ojos, de
la
los
,
estaban ya
,
allí
estaban hubieran tenido
porque
,
al
al
entrar
Nos por un
otro los sarracenos
,
en una
detuvimos en su acometida.
CAPÍTULO CLXXV. Mientras Nos estábamos en
la
alquería de Ruzafa
se nos
,
Raimundo Abella, comendador de Aliaga,
sentaron en
ménez de Lucia, para decirnos que
si
y
pre-
Lope Gi-
queríamos hacer una correría
contra Valencia, podríamos coger prisioneros á unos cincuenta sarracenos. la
—Veamos cómo, —
puerta que mira á
les
la plaza.
dijimos; y para ello nos situamos en
Desde
allí
vimos á Zaen que con
to-
das sus fuerzas se hallaba en una torre que hay entre Ruzafa y
ciudad (propia ahora de
penas
,
donde
se
recoge
En Raimundo Riquer), apoyado en unas agua llovediza y
el
calculando que podria tener consigo ballos y diez mil infantes
guarnecían
á
Valencia.
A
la
,
que eran
un
tiro
la
como unos la
de
las
acequias;
cuatrocientos ca-
mayor parte de
los
que
de piedra de donde nos hallaba-
DI IDOS babia
además unos
1>.
treint.i
dijeron, que
si
— Mal
pensado
sarracenos
ellos
les
,
que esta-
,
nos
de nuestra comitiva
y Io>
;
arremetíamos contra
todos prisioneros.
Í\\)
cuarenta
«'»
cogiendo habas en un campo
llan
MMI..
)
podríamos hacerlos
,
contestamos
porque
,
si
á el
que acomete no puede apoderarse de
la
posición
precisamente que emprender
así
sucedería con los nues-
que atacasen ahora
tros
están regados los al
acequias
,
campos, fuera muy
cayesen
y se les
enemigos nos iban
los
donar
la
alquería
:
á los sarracenos;
atravesarlos nuestros cahallos
las si
fuga
la
al
por
,
que,
retirada,
en
haberla
,
hundiéndose en
y
A
mas de
ocupado otra vez. Ya
pues, que no podemos seguir vuestro consejo:
lo
campos
están recados ó nó
si
entonces podrá verificarse
Por dia
la ,
gracia de Dios
pues
sin riesgo la correría
bastante
,
;
con haber logrado situarnos
si
noche re-
la
no
están,
lo
que habéis ideado.
hemos hecho ya para á
veis,
mejor será que
busquemos algunos hombres de valor, para que por cono7.cau los
esto,
aban-
quizás tendríamos que
ellos
si
estuviesen,
lo
si
causase grave daño.
alcance
tiene
,
como no sabemos
y
fácil
atacada
primer
el
dos tiros de ballesta de
la
ciu-
dad.
Hubimos de permanecer armados todo aquel dia , sin que ninguno de los nuestros se apease ni aun para comer, contentándose con un poco de pan, vino y queso, que hubieron de tomar moverse de su caballo; pero cuando á hora de vísperas dieron vuelta los sarracenos
,
entrándose otra vez en
ciudad
la
descabalgamos, nos despojamos de nuestras armaduras
la
entonces
,
y
,
sin
nos pu-
simos á comer; dando luego orden para que se armasen cincuenta
campamento. Al dia siy que vigilasen de noche el pero no guiente por la mañana , oímos ante todo nuestras misas caballeros,
;
nos atacaron los sarracenos
,
como esperábamos
,
sino
que nos de-
jaron descansar por espacio de cinco dias.
CAPULLO CLXXYI. Durante este tiempo
,
llegaron sucesivamente á nuestro
los
rieoshombres de Aragón y Cataluña
de
los
primeros
el
con once caballeros
arzobispo de Xarbona y
mil
y
cien
campo
y compareció asimismo
, ,
llamado Pedro Amyell,
hombres de
á
pié.
Con 32
esto
se
B1STORIA
250 aumentando cada
iba
sarracenos
se contentaban
que
sino
se atrevían
no
,
á otros
dualmente
modo
mas
posición
al
viéndose estrechados los
con venir algunos de ;
ellos
de
las milicias
rededor de Valencia
A
pero entre todos
,
las malicias
medida que
ciudades
las
de Barcelona fueron
to-
,
mucho
acercándose ya
,
que no nos habíamos acercado Nos
á la plaza,
indivi-
porque no se
,
que pudiesen ser alcanzados.
,
retar
a*
que para esto fuese ne-
sin
armados nuestros caballos
iban llegando los ricoshombres y
maban
y
,
ya á hacer ninguna salida contra Nos,
de nuestra hueste
cesario que tuviésemos
acercaban de
ejército
dia el
llegar allá;
al
que
las
se
si-
tuaron mas cerca.
CAPÍTULO CLXXYI1. Luego que tuvimos reunido nuestro
debería emprenderse
solver por qué punto
mas opinaron que
los
Nos
,
se
posición
la
los ingenios
como
en frente de
tendrían lo
;
,
la
al
,
ó
si
se atrevían
de Jarea.
,
finalmente
,
porque
,
si
,
que debían llegar por mar á pleados
i
barbacana 6
ciudad
porque por
el
muro
el
pues
;
,
los
,
de
la
la
par-
y no podrían
ó murallas
,
:
y
atacando por
sitio
de
interceptar fácilmente la
ó no se
muro desde
el ,
la
las torres
puerta de Boatella
saliendo á caballo
,
ciudad un ángulo saliente
íbamos á formalizar
la
porque
en
lugar
impedirlo con sus tiros desde
lado donde estaba
drían
la
la
,
podrían alcanzarles los nues-
En segundo
minar
se quisiese
fácilmente
,
contra ellos y pegarles fuego , tenientan cerca la entrada para retirarse otra vez
donde Nos estábamos formaba
los sitiados
el
la
colocába-
salir
en aquella sazón no habia ninguna puerta en Boatella hasta
si
puerta de Boatella
que hubiesen vuelto á meterse
tros antes de
cuando
nues-
frente de nuestra
porque
,
que no sucedería del otro modo
atreverían á salir
así
y aunque
;
parte de la Boatella,
la
por varias razones. Primeramente
,
á la plaza
te
ataque
el
parte que caía
plaza por la
podrían los sarracenos ,
tratamos de re-
desaprobamos aquel plan, siendo de dictamen que era
mejor atacar
do
emprendiese por
,
arzobispo de Tarragona y algunos otros nobles de
el
tra comitiva
mos
ejército
la
las
plaza
po-
provisiones
hueste, y habríamos de tener
em-
oiitinuamente para escollar los convoyes cien caballos ai-
DE
mados
harían gran falta en
los cuales
,
hueste
la
En
de mala gana este servicio.
empeñarían
además des-
y
,
pues
\ista,
,
de
lo
dijimos, aprobaron todos por mejor nuestro dictamen.
«jue les
VÍTULO clwviii.
i
El arzobispo de Narbona
entonces le
251
JAIMfc.
1».
i
,
porqué permanecíanles
contestamos
,
hombre
(jue era
sin
allí
que estábamos pronto
á
valeroso
,
nos dijo
hacer nada
;
pero Nos
comenzar
ataque lue-
el
go que tuviésemos reunida toda nuestra hueste. Llegáronnos entretanto un trabuquete que habíamos
mandado
fabricar en Torto
sa y dos fundíbulos; por consiguiente hicimos colocarlos y
contra
cipiasen sus disparos
nuestro campo
,
y
mandamos
que pudiesen conducir
las
parte de
la
construir además algunos manteletes
municiones para
los ingenios
armados. Una vez
asimismo algunos hombres
que prin-
que miraba á
plaza
la
-
manteletes á unas tapias que habia junto
al
foso
,
y llevar
acercarse
al
,
,
los
echaron en éste
cantidad de maderos y sarmientos (pues estaba lleno de agua),
por
los cuales
hasta
la
pudieron pasar tres hombres armados
barbacana
;
si
cedido
,
,
no
y nos encaminamos allá para
era cierto. Estando allí, vimos que efectivamente habia sulo
que nos habían dicho
muy
podían sostenerse nos
que llegaron
pero cuando se nos notició este hecho
quisimos de pronto darle crédito ver
,
bien
,
;
sin
y
conociendo que
que fuese posible
punto que ocupaban
el desalojarlos del
,
les
cos, con los cuales abrieron tres portillos en el
dos de ellos
,
los
á
los
nuestros sarrace-
enviamos dos pi-
muro
tan anchos
,
que por cada uno podian pasar holgadamente dos
hombres. Mientras andábamos
dimos orden
así
ocupado en estas operaciones dol
sitio,
ricoshombres don Pero Ferrandez de Azagra y don Gimeno de Urrea , para que con un fundíbulo de los nuestros á los
marchasen sobre
Cilla
espacio de ocho dias \
irnos
,
,
y
al
en nuestro poder.
la
atacasen.
cabo de
Combatiéronla
los cuales se rindió
,
,
pues
y así
,
por
la
tu-
HISTORIA
.'.,.'
Continuaban
los
nuestros minando
nos defendiéndola cuanto podían che
,
la
barbacana
,
y los sarrace-
cuando entre prima y media no-
Grao de Valencia doce galeras y seis zaque venian para atacarnos y socorrer á los
se presentaron en el
,
bras del rey de Túnez
,
se hallaban
Los nuestros que
sitiados.
en
de luego un mensaje para hacernos saber naves
,
que
ellos calculaban ser
Grao nos enviaron des-
el
de aquellas
llegada
la
de doce á quince
;
al oir
y
Nos
tal
reunimos cincuenta caballeros con caballos armados y hasta doscientos peones , los cuales hicimos poner en emboscada en un
noticia,
mar, metidos en unas
barranco algo distante del podian
que
muy de
los
bien colocarse
las
,
con orden de que no saliesen
,
hasta
embarcaciones hubiesen todos saltado en tierra
de no moverse de
allí
,
ó
hasta que fuese hora de tercia. Recelándose
de alguna emboscada
los sarracenos
cuevas en que
,
no desembarcaron
;
y duran-
noche encendieron mas de cien fuegos en sus galeras y tocaron los tambores , para que fuesen vistos y sentidos de los de la
te la
ciudad
á
;
cuya demostración correspondieron estos con otro toque
de tambores murallas nez.
,
y con encender también
ellos
hubieron puesto
;
fin á
de nuestra hueste para que
los
á
fin
de
ciudad
:
dimos Nos
,
siguiente tuviesen
así
puntualmente
mas de quinientos haces encendidos
al
:
los
foso
nuesde
la
y así entendieron los sitiados cuan poco caso hacíamos de
sus alardes las
Tú-
,
despreciábamos su ufanía. Cumplióse tros arrojaron
tanta algazara al dia
rey de
al
las
anoy que los encendiesen todos así que que con esto conociesen los sarracenos , que
prevenidos haces de leña checiese
mas de mil fuegos en
en prueba de que reconocían por su señor
Cuando
orden á
,
,
y cuan poca
confianza podian tener en
el
socorro de
galeras.
CAPÍTULO CLXXX. Kntretanto comunicamos avisos por toda y
la
costa hasta Tortosa
Tarragona, para que anduviesen prevenidos y viniesen juntos
los
I»K
que debiesen aun acudir cieron
y
;
mandamos asimismo armar
entre Tarragona y Tortosa
de haber permanecido dos otra vez á
ron
mar
la
moros en
los
rez de Pina
pero
:
di;is á
tomando
,
tierra
,
la
los
sarracenos
de Valencia
vista
derrota de Peñíscola
la
para atacar
para socorrerle
allá
ron esforzadamente
,
,
,
después
se hicieron
donde
;
y con
sarracenos de
los
la
la
y
desem-
algunos otros
ayuda que
villa
salta-
con sus escuderos
,
caballo, salió contra los que habían
á
hi-
lo
Don Ferrando Pé-
el castillo.
barcado, acompañándole don Ferrando Abones
que acudieron
electo
que teníamos
tres galeras
de
las
como en
,
que tenia por Nos aquella fuerza
,
hombres de
y diez
campo
nuestro
á
253
JAIME.
Ii.
,
presta-
le
logró vencer á los
tunecinos, dando muerte á mas de diez y siete. Mientras tanto los de la caravana de Tortosa , compuesta de veinte v una velas, ar-
maron
leños
siete
una galera; y leras
,
pues
esperar á
vino
,
á pesar
,
avena
quesos
,
de constar
campamento todo
lo
necesario
mismo que en una ciudad
,
,
,
Va-
sin atraverse
frutas y otros artículos
ejército
el
de mil caballeros y sesenta
sitio,
,
á
de Tortosa. Por estas recibimos abundantes provi-
las
siones de pan
modo que
naves sarracenas se largaron luego
las
á
juntas todas estas embarcaciones con las tres ga-
así,
que Nos habíamos mandado armar, llegaron felizmente
lencia á
para que cada uno de estos diese conserva
,
mil
se
,
en
los
;
de
últimos días del
infantes,
hallábase en
compraba y vendía de todo,
el
lo
y hasta habian acudido especieros de
Lérida y Monpeller, que como
si
fuese en una villa populosa, ven-
dían toda clase de
drogas para sanos y para enfermos. Cada día hacíamos disparar las máquinas verificábanse muy á menudo algu;
nos torneos entre
una de
nuestros
la
hueste y los sitiados, y daban los nuesla
perdieron los sarracenos
ellas
cual lograron los
de
acometidas contra
continuas
tros
los
,
de defender
penetrar en
la
;
de
modo que
puerta de Jarea
plaza hasta cien caballos
la
dando muerte
ciudad
á
,
por
en la
armados de
mas de quince moros que trataron
paso.
el
CAPÍTULO CLXXXI. Otro dia bién
con
los
los
soldados del arzobispo de Narbona
de
la
ciudad
:
mas como no sabían
tornearon tamel
ardid de los
nisTOMA
254 sarracenos
que
á los
que
que simulaban retirarse para atraer cerca de
,
les
atacaban, viendo Nos que
nuestros les seguían
los
que desistiesen é hiciesen
alto
Despreciaron ellos nuestro aviso
menos unos
lo
vez la cara
,
treinta
fuimos
que volviendo
la
y les
,
con nuestros
allí
un
cabeza para mirar á
ballestero
;
y atravesando
que llevábamos, hiriónos en
ciudad y á
la
la
al
proyectil el casco de suela
el
la
frente.
voluntad de Dios que nos pasase de parte á parte
mas de
clavó
la
mitad de
la
modo que en
saeta, de
numerosas
las
campo, disparó con-
cabeza cerca de
la
á
mandamos retirar á la hombres, á la sazón en
fuerzas sarracenas que de ella habían salido tra nos
Nos que morirían
sarracenos les volviesen otra
los
cabalgando
allá
Regresábamos de
fuerza.
y conociendo
;
que
así
,
no querían recibir grave daño.
si
,
plaza
ponían en práctica y enviamos orden para
así lo
alcance, les
al
la
;
el
No
fué
pero se nos arrebato de
cólera que nos causó
la
herida, con nuestra propia
mano dimos
al
arma
tal
la
quebramos. Chorreábanos entonces por
el
rostro
la
tirón, que
sangre de
la
herida
;
teníamos
pedazo de cendal que traíamos ra
que no desmayase
el ejército
con todo íbamos riendo pa-
y
;
,
y así nos entramos en nuestra
tienda. Se nos entumeció desde luego los ojos
de
tal
habíamos recibido la
la
manera, que hubimos de
teniendo enteramente privado de herida
la
;
que enjugárnosla con un
la
cara y se nos hincharon estar cuatro
ó cinco dias
del costado
vista el
en que
mas tan presto como hubo calmado
hinchazón, montamos otra vez á caballo y recorrimos
el
campo,
para que todos cobrasen buen ánimo.
CAPÍTULO CLXXXII. Don Pero Gornel
y don
Gimeno de Urrca
cierto dia ir á embestir la torre
en ni
la calle
á
de San Vicente,
ninguno de
buen rato; pero
hueste.
la la
que está á
sin
la
resolvieron también
parte de la Boatella
dar noticia de su proyecto á Nos
La atacaron efectivamente durante un
defendieron tan esforzadamente
los
necían, que dando tiempo á que les socorriesen los de
pudieron
los nuestros
tomarla, y
con Nos
ni
con
los
la
les fué forzoso retirarse.
danosles porque habían acometido tes
que
nobles de
tal la
hazaña hueste
,
sin
la
guar-
plaza, no
Reprén-
consultarlo an-
diciéndoles
que por
DE
muy
ello
merecían
mo
tiempo mandamos llamar
yt
acuerdo resolvimos Hevar
que parle de
mos armar dos
dallo
el
que habían padecido los
á
á
obispos y á los nobles
cabo
aquella
hasta doscientos caballos,
de
retirarse de
do. Salido
allí
allá
luego de salido
ataque de
el
la
torre
nos fuimos también Nos á aquel punto
,
vimos que había unos diez sarracenos prontos á sostener sa
de
torre
la
ellos tan
ro era
comenzamos
:
donde defen-
la
ataque, y en efecto se defendieron
el
de nuestros ballesteros y tan grande
tal el acierto
briese tan solamente
de esto
se lo
,
valerosamente como nadie hubiese podido defenderse; pe-
tud de piedras que se
sar
sin
,
hasta tanto que los sarracenos se hubiesen rendi-
sol
el
con cu-
,
dimos orden que con to-
y
emprendiendo ejecutivamente
,
mis-
al
misma empresa, ya
hueste se dirigiesen
la
mas
;
habían comenzado. Para esto manda-
los nuestros la
los ballesteros
sol
el
bien
253
D. JAlMi;.
les
mano
la
no querian
,
intimásemos
dispararon
los
moros entregar
pezado á pegarla fuego
que estaban prontos
á
,
multi-
que cualquiera que descu-
podia contarse ya por herido.
hasta que
;
,
la
torre por
la
habiendo uno de
los
A
pe-
mas que
nuestros
em-
desmayaron, y nos dijeron rendirse. Les contestamos entonces , que ,
al verlo ellos
,
no podíamos otorgarles nuestra gracia, ya que no habían querido entregársenos antes; y
ramos de
la
torre
así
murieron todos quemados, nos apode-
y nos volvimos en seguida
,
al
campamento.
CAPÍTULO CLXXXIII. La pérdida de aquella torre causó grande espanto
á los sitiados;
pero Nos entretanto continuamos haciendo disparar noche y día nuestros ingenios.
Mas
adelante,
al
cabo de un mes,
bajo palabra de honor un mercader sarraceno
ron los soldados de
Ager
,
uno de
la
los cuales
lo
sentó en
la
leras del rey
re
grupa de su caballo y
,
al
rey
de Valencia sus
primera, que no hubiesen podido socorrerle
de Túnez
;
lo
manifestándonos que tres
principalmente habían hecho perder la
encontra-
Este moro nos bizo relación de cómo se
hallaba Zaen y cuáles eran sus intentos
esperanzas:
á quien
vernos
compañía de En Raimundo Bercnguer de
llevó á nuestra presencia.
cosas
,
salió á
la
segunda
,
haber perdido aquella
el
que Nos habíamos hecho incendiar
las
;
y la
tercera
,
el
ga-
tor-
ver que
HISTORIA
256
numeroso nuestro ejército , qnc casi teníamos ya circunvatoda la ciudad. Por esto creia Zaen que no podria resistir-
era tan lada
nos por largo tiempo ta
gente como habia dentro de
y niños
pues Nos
;
el
la
plaza
mercader sarraceno
entre hombres
,
habíamos sorprendido
les
que hubiesen podido recoger
antes de
víveres para tan-
mayormente no teniendo
,
,
mujeres
,
poniendo
cosecha. Díjonos
la
cerco
el ,
pues,
que por todas estas razones opinaba que
,
Valencia.
en breve seria nuestra
Fueron de gran contento para
Nos y para todos los de la hueste las noticias que aquel nos comas como en este libro no debemos entretenernos en municó :
dar cuenta de cosas de poca importancia esceso
;
por no alargarlo con
,
por esto pasamos aquí por alto algunas de
rieron entonces,
para
solamente
referir
Baste decir aquí en resumen, que en sazón llevábamos hechas
ordenado
tan bien
pues en
;
como
,
que
el
hallaba todo lo necesario,
él se
enfermos podían medicinarse tan bien como
y hasta los
á la
campamento
nunca
visto
interés.
campañas que
abundantemente provisto
ni tan
teníamos sobre Valencia
de mayor
las
las treinta
no habíamos
,
que ocur-
las
estuvie-
si
ran en Barcelona ó Lérida.
CAPÍTULO LCXXX1Y. Mas adelante
,
unos quince dias antes de
recibimos de Zaen un mensaje
guel
,
mos
enviarle salvoconducto para
llamado Alí Albatá, nos
que nos
testárnosle
diciéndonos
,
de san Mi-
vigilia
que
,
si
quería-
un sarraceno natural de Peñíscola,
lo enviaría
para que tratase con Nos. Con-
que viniese
placia
la
el
tratador
,
y
que
le
daría-
mos el salvoconducto que nos pedia. Luego, pues, que llegó el moro á nuestra presencia , nos manifestó lo que le habia encargado Zaen
;
á
lo
que en breve el
que respondimos, que deliberaríamos sobre le
daríamos nuestra respuesta.
enviado sarraceno conocimos que no era
de ninguno de
la
hueste
,
ni
aun de
chos habia que preferían ver á
lo
:
por tanto
,
lo
que nos
;
entrando á ver á
que nos habia propuesto Alí Albatá
,
le
la
y
dijo
mu-
pues
Valencia en poder de moros lo
,
negocio para sabido
ricoshombres
los
no ganada por nuestras armas, como nos claramente
el
Por
ello
,
que
probaron después bien reina
,
le
declaramos
dijimos que Nos
lo
le-
DE
oíamos dole
mandándole
>
ío
bueoo
por
nos
ella
dictamen
su
mas de
que nadie tenia mas interés que
pro,
por
\
hueste, sino Nos
la
de aquel
viese noticia
tenia
que
para
negocio,
parque había
conclusión,
Nos
tros ricoshombres guardarlos para
de
sas
de temer que
y era
Valencia
mos Nos quien necesario
no
,
portarían
se
la
en
co-
las
mejor respecto
pues, que
ganase. Repitiónos,
secreto, hasta tanto que
el
loquea Nos
en
modo obraban
tal
que algu-
habían preferido nues-
que estorbarían en cuanto pudiesen
sino
,
monta
poca
tan
,
estorbar
pudiesen
faltando
sí,
de
si
no
>a por esperiencia,
\isi<>
nos otros castillos, antes que cedérnoslos
;
todas
puestas
«-lia
<]u<-
conveniente era que nadie tu-
conocía cuan
<|u<'
nues-
¡asá Dios continuamente de
bonrase: que en
\
sus esperanzas; y
debían
reina,
la
nuestro bonor v en
ella <'n
dal
esto
nos amase
tanto
né—
el
en gran manera cuanto acabábamos de manifestarle, por-
le placía
tro
rogán-
;
que guardase secreto
mensajero que servia de trujamán. Contestónos
y el
bu
,
supiese nadie
l<>
'2-u
diese
mismo tiempo
al
para que no
,
que
\
,
JAIME.
l).
el
de
que fuese-
tenia
muí
p<>r
Nos estuviésemos cierto
di-
que Valencia habia de ser nuestra.
Con
mandamos
esto
llamar otra vez á AJÍ Albatá
que manifestase nuevamente importancia
Zaen
.
ciros,
que,
si
rey de Valencia
me
,
os place, os enviará
además de ser Zaen
objeto de su misión.
Valencia
,
la
su
sin (pie hayáis
redondeado felizmente
Dios quiere
si
os parece
claran esplicaciones.
acompasase
mañana
ro que él
le
.
y
.
3
é
la
no
mayor
tanta
el
negocio
volvería á vernos,
nuestra presencia, al
después de el
á
dia siguiente
Todos
confianza.
enviado
ahora pues re-
:
mas
un caballero, que al
dia
siguiente
.
Así se hizo;
le
por
y cuando
nos saludó de entre
el
á
vernos; por loque
parte
amanecer
de tercia, enviásemos dos ricoshombres para acompañar yaz Abulhamalec que vendría
de
reino
acompañado también de un caballe-
enviaríamos para su seguridad.
nos dijo que
cual,
ciudad, y volveré luego para daros
— Mandamos entonces
m
de-
el el
se separará de vos el
quedamos convenidos en que
estuvo otra vez
Zaen
.
,
es
ciudad y de todo
,
la
hermana,
y en quien tiene puesta el rey
si
dijimos
— Es de
arrayaz Abulhamalec,
al
esperamos que
gresare,
le
ha encargado solamente
su sobrino, hijo de
hombre mas poderoso de
el
v
asunto, nos contesto, que no soy yo digno de tra-
el
tarlo.
el
,
al
mandamos 33
de
hora
y
arraá
don
258
historia
Ñuño nidos
En Raimundo Bercngaer de Ager, que estuviesen prevepara ir á buscar por la mañana al sobrino deZaen, el arrayaz y á
Abulhamalec
ordenamos
,
Como
quien debían acompañar hasta Nos.
á
,
se lo
nos dijeron que lo cumplirían.
CAPÍTULO CLXXXV. Mientras esperábamos tener
entrevista con el enviado de Zaen,
la
dos caballerros sarracenos nos pidieron torneo con otros dos cualesquiera de
la
Don Gimeno Pérez de Tarazona
hueste.
después señor de Árenos
semos
á él
,
;
pero Nos
en gran manera de que vengáis
dijimos
le
miedo tendríamos de que nos
:
bargo
manda ces
fué tanto lo que nos rogó
, :
justó con
el
sarraceno
Pedro de Clariana contra
le , volvió el
guió
el
moro
alcance hasta que
se entre los
y éste
,
al fin
lo
el
—
vi-
em-
Sin
accedimos á su de-
desarzonó. Salió enton-
y se escapó
hubo pasado
maravillamos
quedar mal.
otro sarraceno
el
las espaldas
que
—Nos
hombre de tan mala
hicieseis ,
:
que os encomendemos
á pedirnos
este lance, siendo vos tan gran pecador y
da
nombráse-
le
para que en compañía de Miguel Pérez de Isor lidia-
con aquellos moros
se
nos suplicó entonces que
,
que fué
,
,
;
pero
aunque
al
el
embestir-
otro
le
si-
Guadalaviar y recogído-
suyos.
CAPÍTULO CLXXXVI. Al dia siguiente por
mañana
la
salió el arrayaz
Abulhamalec en
compañía de aquel sarraceno que habia justado y de otros diez caballeros
,
engalanados todos magníficamente
caballos y con sillas nuevas, de
,
montando soberbios
modo que podían
presentarse ante
como hombres perfectamente bien dispuestos. Habíamos Nos también mandado adornar todo lo nuestro , y así que cualquiera corte
vimos venir
al
embajador
,
nos pusimos en pié esperando que lle-
gase.
Cuando estuvo en nuestra presencia
mano
,
sino
que
se humilló ante
go que hubo tomado asiento dijo,
,
Nos
,
no quiso besarnos
y vino á abrazarnos
que ya que nunca nos habia
y lue-
;
nos saludó de parte de Zaen visto, se alegraba en gran
la
,
y nos
manera
DE
de habernos podido ver entonces.
que
259
JAIME.
l).
que deseábamos
Contestárnosle
buena rentara, que teníamos soma satisfacción
Ditis le diese
en que hubiese venido
vernos,
á
molo que
favoreceríamos de
esperamos menos de vos,
que por
j
honraríamos y
le
quedarnos agradecido.
pudiese
vuestra condición, que honráis y favorecéis siempre queréis.
— Le
convidamos entonces; nos manifestó que
el convite, y
no quiso admitirlo, porque su señor fuera de
la
comer con Nos
enviaríamos
le
,
le
habia prohibido
que
,
manjares
los
que bien
los
mu\ honroso para
Habiéndole dicho entonces
ciudad
¡i
tal
aunque DOS agradeció mucho
y
tenia por
lo
— No
pues do ignoramos que es
dijo;
ríos
ello
comer
el
no quería
si
nos
se
\illa;
la
i
él,
mostró en estremo reconocido, y no- manifestó que en otra ocapodria entonces aceptar el convite, mejor sión volvería á vernos y
que en aquella sazón hacerlo.
mos:
—
en que
,
era absolutamente
lo
imposible
Al ver que no quería admitir nuestro agasajo Si os place
pues, mandaremos
,
para que podáis hablar con Nos
en
diji-
le
,
el
todos los de casa,
salir á
— Respondiónos que
secreto.
pronto
á
hablar con Nos,
pero que no debía haber delante mas que una
ó
dos personas de
esto era lo que queria
,
y quedando solo con
él
era lo que nos queria decir villaba
estaba
mandamos
Así, pues,
nuestra confianza. casa
y que
,
Zaen de que Nos
habíamos llevado
le
;
y á
trujamán
el
lo
salir a
que
,
todos los de
preguntárnosle qué
contestó
él
él
y
que
:
hubiésemos ultrajado de
nuestras huestes contra
la
tal
su
se
mara-
modo, pues tierra
,
opo-
y que lo estrañaba mas , creyendo que nada habia hecho contra Nos , por lo que tan grave daño de-
niendo nuestro poder
al
suyo
;
que no era cierto que nada
biese recibir. Respondímosle
á
hubiese hecho contra Nos
pues cuando fuimos á
de Mallorca
,
,
habia corrido nuestra tierra
tosa y
Amposta
te y al
ganado
tá
;
esto
;
haciendo todo
,
además
y
,
el
dentro de nuestros dominios.
mal que pudo
— Pero
á
sin
tuerto nos hizo aun, que es del que estamos al
viniendo hasta á Tor-
,
combatiendo
conquista
la
á
nuestra gen-
Ulldecona
que es-
,
esto, añadimos, otro
mas quejoso,
y es, que
mensaje para tener paz y tregua con
enviarle nuestro
como en nuestra niñez solíamos
tenerla, para recoger
el
él
,
así
quinto de
y para hacerle enmendar la parte en que nos habían faltado los de Valencia , por todo lo cual le pidió cien mil
Valencia y Murcia
,
besantes Pedro Sauz
,
notario nuestro y mensajero comisionado al
HISTORIA
>{')()
menospreció nuestro honor
efecto;
Esto basta, pues, para que Nos nos desentendamos de su
mil.
l;i
solo quiso ofrecernos eincuen-
y
amistad y vengamos contra
ya que á tener
él,
nuestra ha prefe-
la
rido los cincuenta mil besantes.
Respondiónos á esto en
que decíamos
lo
que ningún tuerto creia habernos hecho
,
porque cuando Nos cobramos
,
era él señor de Valencia
nalmente tina
en razón de
,
era
que
lo
á
verdad
las
,
A
pasadas.
que Dios
al fin
que tratábamos
lo
voluntad de Zaen. Dijímosle
la
Zeit Abuceit
dos
los
que quería saber
:
fi-
las des-
pues
;
tal
que razón tenia; pues, en
,
cosas presentes eran las que debían mirarse esto contestó
y
;
debíamos mirar entonces que Dios
solo
,
allí
han de llegar
las cosas
bueno y honrado
diera
lo
que todas
,
pues era rey de
,
quinto, no
el
por
,
y nó las
,
mismo
lo
cual
,
era nuestra intención respecto á lo que habia Dios ordenado de que
fuésemos contra
mente
ellos
;
suplicándonos que se
y añadiendo que
,
biese hacernos algún donativo
que
la
de
pusímosle reina
,
si le
parecía bien
escogíamos para tratado
;
,
y no ignorábamos
trigos de la ciudad del reino.
que en
,
lo
agradecía
ello á la reina
y luego
,
la
de
,
Con
entrevista
,
mucho
huerta,
la
esto
para
ellos
había entre los nuestros algunos que no
asunto
,
ni
aun en
demás
los
,
,
circunstancia que honraría
,
de
;
así
pues
les
,
pro-
estuviese
primero
,
por agradarle mas que fuese
mejor para Nos y
cual era
tal
lo haria;
pues no queríamos que hubiese nadie mas que Nos
Contestónos que nos
él.
Puig
fortificó el
demás y mejores puntos
los
,
dijésemos y nos
lo
de-
gran pérdida de hombres que habia
se habian talado todos los
y hasta
que
,
desde que se
tenido Valencia
descubriésemos clara-
era nuestra voluntad que su señor
si
pero que harto sabíamos
la
la
ella
y porque
mas
en secreto
el
lo
,
constaba que
querían nuestro pro
los cuales era preciso
en
que nos
guardásemos.
CAPÍTILO CLXXXYII. Enviamos desde luego por que
se volviesen todas
«l<'in¡is
el
(pie
moro
,
por
de
la
allí
las
habia
:
la
reina; y no bien llegó,
damas que
la
habian acompañado y
quedamos entonces con
manera que antes va
mandamos
escrito
;
y
ella sola
los
y con
hecha relación
á
DE
Abnlhamalec nos había propuesto, di-
aquella de lo que el arraya/.
rigimos
último
al
palabra
la
dolante déla nina
nú
\
v
dijimos, que preferíame* hablarle
le
pues quería saber nuestra res-
solas, y
¡i
-<»1
JAIME.
1).
puesta, entendiera: croe Noi habíamos ido i tal lagar; que cuantas
He—
COSaa habíamos comen/, ido hasta aqoel dia todas las habíamos
vado
cabo, guiado por
á
estábamos
rey de esta ciudad (pieria abandonarla
en
toma
la
en ella morirían
Añadírnosle
que
,
lo
y aun
les
llevarse pudieran
;
que
,
el
si
gran daño que
como
y niños
hiciese, pues aun dos daría gusto en ello. se
pro de los mismos sarracenos vasallos
es ¡lar el
\
allí
marcharnos*
el
con tantos sarracenos, mujeres
,
que todo esto
,
todavía
tomásemos Valencia. De consiguiente
hasta tanto que
sufriria
pues
y
no era nuestro intento
señal de (pie
,
mano de Dios;
la
porque
,
decíamos para bien sujo y en
los
á
,
daríamos
lo
diales
acogeríamos como
salvoconducto para
verdad
á la
ellos
á
cuanto
y
nos causaría lástima que
,
matasen; y que por lo mismo, quisiéramos ganar la ciudad, haciendo ellos de grado la entrega y nó á la fuerza ni de ningún otro
los
modo, porque
es
de saber, que
hueste quisieran entrar á saco
,
,
y creed
cosa de
tio.
Conocimos que
se fuese
en hora buena
señor y
que
entonces
convite
,
sin
,
—
lo
—Respondiónos
que
le
moro
el
habíamos dicho
,
si
que
,
no po-
,
ponerse antes de acuerdo con su
tenia razón, ;
la
Nos no lo quisiéramos á fé, como hemos dicho. Tal es nues-
fuerza.
la
suma importancia
dia resolverse por
parte de los de
que no tenemos ganas de haceros mal
vosotros no nos obligáis á
como
mayor
y esto
pues nos causaban gran lástima, tra voluntad
la
y por lo
é instándole á
mismo
le
dijimos
que aceptara un nuevo
no quiso de ningún modo.
CAPÍTULO CLXXXYHI. Tres dias después enviónos otro mensaje, diciéndonos que
prometíamos seguridad
le al
efecto á
ta
,
,
si
de nuevo á vernos. Enviamos
saldría
uno de nuestros ricoshombres, y no bien estuvo de vuel-
cuando vino
á
vernos
el
lencia había por fin resuelto
podia defenderse por
moro (
y nos dijo:
que
el
rey de
pues veía claramente que
mucho tiempo,
y con
tal
Va-
la villa
no
que no resultase ma-
yor daño del que habia sufrido ya hasta entonces), que nos
la
en-
,
HISTORIA
:>f>¿
tregarian
pero con
,
condición de que sarracenos y sarracenas pu-
la
diesen sacar todo su equipaje villanía
alguna
Cullera.
Por
tuviésemos
fin
que ya que era
,
villa
la
Nos debíamos
antes
;
y nadie les registrara ni les hiciese
,
la
darles guiaje á todos hasta á
voluntad de Dios
no vacilaba ya desde entonces en quererlo
,
también su señor. Nuestra contestación fué, que con lo
la
que
reina, que era 61
na diciendo
:
,
á la cual
que
bien
si
pedímos su opinión. nos parecía
por bueno tenia nuestro plan dejarse á
de
única persona enterada
la
la
ventura
;
,
consultaríamos
lo
contestó, que estaba bien; y saliendo de
solo con aquella
Nos
el que'
la
asunto
tal
á
:
casa, nos dejó
Espre«óla
la rei-
pasásemos adelante
pues
,
en razón de que Valencia no debia
aun cuando estábamos para tomarla de un
,
Conocimos que nos daba buen consejo y así se lo sin embarmanifestamos , diciéndole que lo íbamos á adoptar
dia
á
otro.
;
go
á
,
respuesta quisimos añadir aun
tal
por bueno
su consejo
tomábamos
la villa
guna riña entre tín
,
de
los
en cuanto conocíamos que
seria fácil
,
que en tanto teníamos
;
la
y lo sentiríamos
,
hueste
;
,
,
á la fuerza
si
que hubiese al-
y Nos por un insignificante bo-
no debíamos dilatar por mas tiempo
el
poseer una cosa que
tanto habían deseado conquistar y tener todos los de nuestro naje.
Además de que
,
si
ínterin
esperábamos tomar
fuerza, nos herían ó caíamos en alguna
que
bastante para
se perdiera
todo
lo
la villa á la
enfermedad,
,
y
sí
antes bien
ganado. De consiguiente
lo posible
activarlo
esto
seria
estábamos conformes en que tan gran negocio no debia ventura
li-
,
fiarse á la
para que
ciudad
la
fuese luego nuestra.
CAPÍTULO CLXXXIX. Tras de esto
,
llamamos de nuevo á Abulhamalec y
siguiente contestación
hemos hecho en
tal
:
— Bien
jornada
;
mas aun cuando sea mucho
daño que de aquí hemos sacado
plir este
convenio
,
dimos
la
sabéis, arrayaz, cuan grandes gastos
hayamos gastado para mantener nuestra gente el
le
,
,
ni por esto
lo ,
temáis que dejemos de
ni
que por
cum-
pues os guiaremos hasta Cullera con todo
el
sarracenos y sarracenas saquen y puedan sacar, siendo nuestra voluntad que salgan todos seguros con los equipajes
equipaje que
los
DE
I).
JAIME.
3163
cuanto lleven y puedan ó quieran llevarse, lo cual hacemos, \n> que habéis venido á tratar este por amor á vuestro rey y y ron
¡i
negocio en su nombre.
Agradáronle
mucho
lo
tales palabras al
que iban
perder
á
camos
diciéndole
,
que era sobrado
:
mucho tiempo que
hacia ya
palabras
dias, el le
que en
y
moro Id
,
nos agradecía sobrema-
menos
diez dias
que pedia
,
ni
para
que nos rindiesen tal
villa
la
término empezasen
hueste ello;
esperar, y dentro cinco
á salir.
Accedió
á tal pacto; y cerrado el convenio entre los dos. pedírnos-
guardara secreto, hasta tanto que hubiésemos
arzobispo de Narbona
él
su palabra de cumplirlo así, y en seguida le
,
con
con
los obispos y
misma noche hablaríamos con
aquella
la
repli-
ellos el
el
los
hablado con
los nobles.
Diónos
prometimos ya que
antes citados, y manda-
ríamos que desde aquella hora en adelante no se ni
pues
,
esperaba, mostrándote quejosa de
último de
el
al
lo
que de ningún provecho era para Nos así, para evitar
bien era
si
entrega debiese verificarse;
la
era preciso esperar
que
,
qne
¡
hacíamos. Pasado un buen rato,
le
pedírnosle nos lijaran el dia en que
y contestando
nos dijo
y
«on todo
,
como
nera tan singular merced
moro,
les hiciese dafio
mal alguno.
CAPÍTULO
cxc.
Hecho esto, y después que hubimos comido tiendas que habia cerca de nuestro campamento damos
á
hombres estaba
dormir ,
enviamos por
,
y además por
allí á tal
el
el
arzobispo
arzobispo de
,
bebido en unas
y ,
donde nos que-
los obispos y ricos-
Narbona
,
que también
sazón. Llegados á nuestra presencia, les referimos
como eran muchas ñor, pero entre
las gracias
ellas
que nos habia otorgado nuestro Se-
una habíamos alcanzado, por
la
cual todos
debíamos mostrarle sumo agradecimiento; y que como en tal bien tenían ellos gran parte , queríamos participárselo , para que todos se alegraran
nuestra.
No
pues debían saber nada menos
,
bien pronunciamos tales
Gimeno de Urrea Cornel perdieron en
medio
del
,
la
,
que Valencia era ya
palabras,
don Ñuño
,
don
don Pero Ferrandez de Azagra y don Pero color , lo propio que si se les hubiese herido
corazón
;
y á
escepcion del arzobispo y de algunos
HISTORIA
Í()í-
obispos, que dijeron que agradecían á nuestro Señor aquel favor y tan singular merced como les hacia , de los demás , ni uno hubo diese gracias
que alabase
ni
ninguno
tuvo por bueno
lo
Señor por
al ,
ello
antes
:
al
contrario,
su único afán se redujo á pregun-
y
don Ñuño y de don Pero Ferrandez de Azade qué manera podia haber sido lo que les decíamos.
tarnos por boca de
cómo
gra,
A
y
Nos habíamos dado guiaje
esto contestamos que
lencia
á los sarracenos
,
sexos que habia en
,
entregar
la villa
dentro
la villa
para que pudiesen
,
añadió
á esto
y que en cambio ellos nos debían término de cinco días. Respondieron
el
cuanto
decis y
vos ha de
por
,
haber una de
béis servido á Dios
,
,
mismo
á nuestro
— Obra de
:
Dios es
no puedo menos de creer que en
las tres cosas
ó ahora
— ¡Agradezcamos
dia.
mismo
lo
habíamos hecho;
así lo
arzobispo de Narbona
el
con toda segu-
ir
;
entonces, que por bueno lo tenían, ya que
mas
Va-
sarracenas y demás habitantes de todos
hasta á Cullera y Denia
ridad
rey de
al
que os voy
le servís
Señor Dios
ó
,
,
á decir
ó ha-
:
le serviréis
algún
dijo en seguida
En
Raimundo Berenguer,
el
amor que nos muestra; pues agradecérselo
conviene
se
cumple
,
ver que
al
tanto deseasteis
que vos y todo vuestro
lo
linaje
!
CAPÍTULO CXCI. Pasados tres dias, á hora de vísperas, enviamos
á decir al rey
y al arrayaz Abulhamalec, que para que supiesen los cristianos que
Valencia era nuestra, y ningún daño
ellos
bia
entre
enarbolascn nues-
en aquella torre que ahora es del Templo. Respondie-
tra señera
ron
les hiciesen,
que
les
el real
cara á oriente
,
placía
y
la
,
fuimos á
y entonces
torre
,
la
donde descabalgamos
lloraron nuestros ojos
,
y
besamos
gran merced que Dios nos habia hecho. Diéronse tanto dia
que
,
,
los sarracenos á salir,
estuvieron ya
Nos
,
al
que en vez de
,
fuimos
á
y
,
la
vuelta
la
por
la
tierra
tal prisa
verificarlo
tercero dispuestos del todo
acompañado de caballeros
bres armados
rambla que ha-
;
al
entrequinto
en vista de
y llevando cerca á otros
buscarlos y los sacamos afuera
lo
hom-
en aque-
campos que se encuentran entre Ruzafa y la villa mas obligado nos vimos en tal punto á herir de muerte á algunos hom-
llos
;
m
265
\i.mk.
j
ii.
sarracenos y robar algu-
bies que querían quitar
el
equipaje
nas sarracenas
aillos;
l<>
que impedimos de modo, que, no obs-
tante de ser tan grande
«'I
gentío que
\
entre hombres
no
y llegaron
que marchaban
los
seguros
salvoconducto
(
á
ni
para
Collera
Hecho esto, entramos en pos
la
»«
i-
donde
los
,
dimos Nos nuestro
los
CXCII.
nobles que habían estado con
de armas que tenían
de Narbona
tal
Nos,
vará
mal que
á
rey
el
nas de que adolece en y otras
muchas que
,
la
edición de aquella obra
se observan
hombres
y los
publicó ya
la
el
los varios
capitulación
no
lector
lle-
yerros y lagu-
;
,
,
por ser francés
la
comunes de
los
moro de Valencia, creemos que
el
autor
y franceses cuantos en ella
muy
vinieron, hubieran podido rectiücarlas
no presentando
que
pues aunque tales faltas mayormente en todo lo concerniente á antigua coroua de Aragón son perdonables en la la
allí
luchos ocurridos en edición original
su Historia de España
reproduzcamos aquí, porgada de
la
obis-
caballeros
los
término, y luego
los
,
allí.
Aunque Roniey en
entre don Jaime y
empoza-
villa, y pasados tres días
ciudades, á cada cual según era su compañía
(1)
Dios
á
valor de mil sueldos,
el
»
¡
á repartir las casas entre el arzobispo
tenían patrimonio señalado en las
de Valencia, pues que
salía
).
1
CAPÍTULO
mos
los
mujeres pasaban de cincuenta mil, gracias
\
perdieron
¡i
fácilmente los editores españoles,
de que una obra salida de
anomalía
inter-
las
prensas de Bar-
celona lleve adulterados casi todos los apellidos catalanes que en ella se citan
ácada paso. La capitulación, pues, cotejada escrupulosamente con copia autcntica que hemos tenido á la vista, dice así: D« gratia rex Aragonum et regni Maioricarum comes íVoi Jaeobus regi
Urgclli
neto regis
,
quam CUTÍ
et
suis
portare secuta
lumus
,
Lupi
et
dominas Montispcsulani de
et filio
Modcf
,
quod vos
promitimus vobis (¿agen
,
et
omnes mauri
mulleres, qui estire voluerilú de Valentía, vadant
cum
quod
,
,
,
Bareliinonc
sint et
armis .
in
et
cum
nostra
tota
sua ropa
fule et in rwstro
et
quam
Htobili
guidatico
,
et
.
tam
exeant salvi
et
viri
se~
ducerc rolucrint
et
ab hac die presentí
extra civitatem usque ad viginti dies elapsos continué. Vretcrca vo-
concedimos, quod omnes
Yalentic ronancunt
in
nostra
et
mauri qui remanerc
fide salei
dominis qui hereditutes tenuerint. traigas per nos
illi
ítem
el
securi
,
assecuramus
omnes nostros castalios, quod hinc
et
rolucrint in termino
qt'od
componant cum
damus vóbü firmas ad septem annos dampet
34
,
msToitiv
266
C4PÍTIL0
Mas adelante
semanas después
sobre unas tres
,
repartidores para que repartiesen lencia
,
las
mas
del
tierra
la
de todo
la tierra
que
bíamos otorgado
á
términos
los
algunos
,
que
les
tocaba
visto el
;
yugada
,
según
las
permüamus
que en varias
y
engaño
que eran
se espresaba poca cosa, el
doble ó triple de
conociendo que no era
y
sufi-
cercená-
,
guerram non faciamus per terram nec per marc nec Deniam nec in Cuileram nec in suis terminis; et si facer el
vel
in
hici-
,
donaciones que ha-
ciente lo que habia para tantas donaciones y escrituras
num malum
de Va-
pero hallando
;
y examinado, resultaba que lo que ya tenían era lo
nombramos
término, y revisamos las escrituras
el
donaciones que habíamos hecho
las escrituras
.
territorio
dispusimos que fuese de seis cahices cada
mos medir de
CXCI1I.
fieri,
forte
aliquis de vassaliis el hominibus nostris, faciemus illud cinendari integre se-
cundum quantitatcm eiusdem complendis
dis,
Etpro hiis ómnibus firmiter atendenNos inpropria persona juramus et facimus juinfanlem Aragonum patruum nostrum ; et dommalcficii.
observandis,
et
domnum Ferrandum num Nunonem Sancii consanguineum nostrum et domnum P. Cornelii mawrem domus Aragonum et domnum P. Ferrandi de Acagra et domnum Garciam Romei et domnum Ilodericum de Licana et domnum Artallum de Luna el domnum Bercngarium de Entenca et G. Denten$a et domnum et domnum Furtuni Acnaric et Atorella, et domnum Assalitum de Gudar domnum Blascum Maca, et Rogerium, comitcm Pallariensem et Guillelmum
rare
,
,
;
,
;
,
,
,
,
,
,
,
,
;
de Montccatano
et
,
garium de Eril
et
,
R. Berengarium de Ager R. G. de Odcna
,
et
G. de Cervilione
,
et
Beren-
et Petrum de Qucralt et Guillelmum Nos P., Deigratia, Narboncnsis, et P., TerrachoNos Bcrengarius, Barchinonensis, P. Cesaraugusla,
,
de Sancto Vincentio. ítem nensis, archiepiscopi; et
nus
,
V., et
V., Oscensis
,
y
G., Tirasonensis
Vicensis, episcopi,
Ex., Sogobricensis
,
dam
et
,
promito vobis Jacobo
reddam
vobis
omnia castra
Denia,
seiliect, et Cuilera.
/¿alendas Octobris,
era M." CC.
el
poterimus, bona fide. Et ego (Jayen,
üci gratia, regí Aragonum, quod tra-
,
que sunt
et villas
infra predictos, seiliect, viginti dics castris,
P., Dcrtuscnsis, et
promilimus quod hec omnia supradicta faciemus atendí
alendemus, quantum in nobis fueril
rex predictus
,
et tcnent
citra Xuchar,
abstractis et retmtis michi
,
Data
in
LXX sexta.
Rocafa
Mis duobus
in obsidione Valentie,
—Sigffcnum
mandato dornini regis pro domino Bcrcngario Barcliinoncnsi cancelario sao hanc cartam scripsit foco die et era prefixis.
jui
,
,
,
,
,
IV
Guillelmi, scribe, episcopo,
DE
mos
parte
ton
lo
romo
aquellos qne tenían sobrado, é lucimos medir de nuevo,
que tuvieron indos
depuso
se
obra
por
á
An.iIíi
de
para
,
nuil
lo
A»í fué
correspondía.
les
mas cnando íbamos
;
de Aragón
reino
el
ponerlo
¡i
«Ion
á
nos dijeron
y
,
Nos no po-
(pues
comparecieron
trabajo),
gran
tan
ricoshombres
los
que
habíamos nombrado repartidores
entretenernos en
obispos]
tierra
don Gimeno Pereí de Tarazona, que entonces
i
\
la
repartimiento
el
era repostero nuestro en
díamos
H'U
lAUfl
I».
— Nos
siguiente:
lo
l<»s
maravillamos, señor, que tan honrada ciudad ionio esta, pues es cabeza de todo
l.i
á
don Asalit
y
;i
reino de Valencia,
el
don Gimeno Pérez
¡í
porque ann cuando
;
buenos y sabios en derecho, no parece
conforme que
repartir
ellos sean les dierais
encargo de repartir, antes deberíais haber escogido para
el
mas honrados hombres que aquí tenéis;
los
suplicamos y aconsejamos que
de lo
hayáis dado
la
tal
que podríamos nombrar? también os
gente habla
lo
— ¿Y — Lo mas conforme,
quién os parece, pues,
á
les dijimos.
aconsejamos
,
y
qne
que nom-
respondieron ellos, seria
—
ádos obispos y dos ricoshombres. Mejor respuesta no podar á lo que decis , sino preguntándoos ¿quiénes queréis que
braseis
nombremos? gieron
— Con
como mas
esto nos pusimos de aeuerdo,
propios
En
obispo de Huesca,
al
la
os
asunto, y dicen que sucede así, porque á vos no os acomoda
que acabamos de manifestaros.
dria
mismo,
lo y por
hagáis, pues toda
lo
ello á
de Azagra
pondimos:
y
¡i
al
obispo de Barcelona,
Vidal de Cavalles
En Gimeno de Urrea
— Pensaremos en
lo
;
En Berengner;
En Pero Ferrandez
á
en vista de
;
esco-
ellos
\
lo
que
,
Nos res-
que nos decis, y luego os daremos
respuesta.
CAPÍTULO CXC1V. Enviamos á buscar ¡i
,
por
tal
motivo
don Gimeno Pérez de Tarazona,
nos han dicho
los obispos y los
Azagra
al
yá don Gimeno
tenian de decíroslo tal
,
cosa no hagáis
,
,
les
y
de Huesca de Urrea.
el
Asalil
dijimos: :
— Ved
que os saque
,
á
lo
á
que vos-
;
al
don Pero Ferrandez de
— Ya sabíamos
sacarnos
de (indar y
ponga en vuestro lugar
y
respondieron ellos pues
don
ricoshombres
otros, de repartidores de las tierras
obispo de Barcelona
á
,
pero
serie
os
que intención suplicamos que
moj \ergonzoso para
— 208
HISTORIA
— Me parece vendrá en que Nos preguntaron. —De
nosotros.
ocasión
cómo
?
remos
deseos
á sus
las tierras para
los
esta
y luego
,
Señor
replicaron
,
,
cia
las
donaciones
pues
lo
,
,
tendremos que á
,
la
por no saber ellos cómo hacerlo.
,
bochornoso...
nos quitéis
— Descansad en Nos,
que vos queráis
cargo,
tal
dijimos,
les
bochorno y vergüenza. contestaron y en consecuental
;
;
enviamos á buscar en seguida á
,
bres
,
accede-
:
como Nos sabemos que no bastan
que tarde ó temprano os libraremos de
—Sea
respondimos
les
os suplicamos que no
,
muy
pues nos será
manera
:
— ¿Y
habremos de sacar también.
,
cumplir todas
fuerza habrán de renunciar
que no pensáis coma yo
dijimos,
les
,
—
los obispos
y á los ricoshom-
haciéndoles decir que queríamos responderles acerca de lo
que nos habían dicho. Al estar á nuestra presencia, to de que nos habian hablado
,
les
dijimos: que sobre
los
que tenían
partir se habian penetrado de la razón
reemplazaran
les
la
engargo de re-
muy
y era
que
á su gusto
nuevamente propuestos. Cuando oyeron nues-
mostraron todos sumo agradecimiento y nos besa-
tras palabras,
ron
los
,
el
asun-
el
mano.
Después de esperar quince dias repartimiento
,
,
para ver
darían principio
si
hallamos que nada habian hecho aun
;
al
y entonces
comparecieron de nuevo don Asalit de Gudar y Gimeno Pérez de
— Ahora conocemos
Tarazona
,
cierto lo
que nos decíais
reglar
negocio los nuevamente nombrados
el
y nos dijeron
hombres de tanto
:
saber.
,
,
en verdad
que es
,
pues nos consta que no saben como ar-
—
,
sin
embargo de
Contestárnosles á esto, que ala
ser
mañana
siguiente enviaríamos á buscar á los nuevos repartidores, para decirles
que queríamos saber definitivamente
si
repartían ó
qué ha-
cían.
Vinieron en efecto
sabemos
,
en verdad
siguiente, y nos dijeron
al dia ,
como
llevar á
por todo hallamos dificultades, de
dos á renunciar.
— ¡Cómo,
respuesta
,
marcháronse
modo que
renunciar!
al
les
llos
,
,
no
pues
nos veremos precisa-
dijimos: pues encarga-
modo ú
otro.
—Y con
punto de nuestra presencia.
Al cabo de tres dias volvieron de nuevo, alborotaba
—Señor,
cabo vuestro encargo
dos estáis del negocio, llevadlo á cabo de un tal
:
parque
diciendo que en mal hora se habian
repartidores, que no repartían
la tierra
y les
la
gente
se
nombrado aquehacían gastaren
DE vano. Por lo
mismo
J.vni:
n.
269
.
dijéronnos aquellos que renunciarían su en-
,
cargo, pues no creían que pudiesen llevarlo to;
decírnoslo
al
y
pues, que nos queréis devolver los
enviaremos por
ricoshombres
dd
las easas
«mi
que Nos os dimos, esperad, que
lo
— Con Lope
rej
hombres deciudad,
caballeros y
,
y ante todos ellos podréis bacerlo.
gran consejo
— *a,
respondimos Nos de esta manera:
les
,
debido cumplimien-
á
esto
.
celebrar
delante de todos hi-
allí
j
mandamos
.
CÍeron su renuncia.
Después de habérsela de Tarazona y
mo
don
á
m
As;»lit
no ha sido ninguna
repartir
< I
•
1
1
1
1
<
<
>
.
llamamos
de Gradar,
don Gimeno Peres
á
lesidijimos:
\
— \a
afrenta que sufristeis, pues no
la
co-
veis
han sabido
tierra; peor hubiera sido «pie á pesar de ellos se-hubi
la
—
Responhecho, y luego os huhierau tenido que quitar el empleo. dieron que nos lo agradecían mucho , y que auestro pensamiento había sido
manera:
mejor; y á tales palabras, Nos les dijimos de esta Ahora os mostraremos cómo deber;! hacerse la repartiel
—
ción, y lo liareis del
modo que
Rebajereis
puede adoptarse.
«pie
tendrá
nombre de yugada
el
se hizo en Mallorca, pues es el único la
no
y
yugada de
lo será
:
y
aquellos á quienes dimos sobrado se verán en
medir,
¡í
tierra.
y
tendrán que sujetarse
— Buena
idea, respondieron
ambos: tal
habíamos dicho añadimos en seguida, que ,
y luego
Y
el
Valencia
,
que sepa todo
el
La toma de
Valencia
dores en 1238. año á que, lleva el 37,
el
al
la
decís.
á darlas á
tu\o lugar
víspera de
la (
la
parecer, corresponde
el
que
cada uno,
la tierra.
toma de del
1 ).
ponen generalmente
Pedro Marsilio, como
la
las es-
San Miguel
los cronistas é historiala
fecha
:
Era 1270, que
tratado entre don Jaime y Zeyan; sin embargo, Desclot
y fray
lo
entregar
se hiciesen
á
único
el
—A
repartimiento de
el
año de mil doscientos treinta y nueve
(t)
pues este es
como
mundo cuando
que fué en
sépase ahora
precisión de volver
valor espresado en aquellas.
cabo
se hizo, y así se llevó á
á fin de
la
Nos \olveríamos
ran fuese lo que les tocase y Así
y
asi
por otra parte todos
nuevo valor que damos
al
medio de arreglarlo, cumphrémoslo
crituras de donación
cahíces:
seis
la
pone en
rey aquí, en el 39. Esta variedad debe
atribuirse, ó á yerro de los copistas, ó al diferente
modo de
contar los años,
empezando unos por Navidad, y otros por la Encarnación: jpero lo cierto es que á once de las calendas de noviembre del año 1238, firmaba ya el mismo don Jaime dentro de la ciudad y como rey de Valencia. En el año 3!»
de cada siglo solemnizan aun los valencianos con pomposas fiestas
trada del Conquistador.
la
en-
27 1»
HISTORIA
CAPÍTULO cxcv.
Valencia, compareció un dia
Conquistada
En Raimundo
Folcli
de Cardona, llevando en su compañía entre parientes y domésticos
como unos cincuenta
caballeros
,
quienes nos dijeron que
que no habian estado en
el sitio
hacer una cabalgada por
las tierras
hiciesen, y
al
efecto
haber estado ya
tuviésemos á bien permitirles
de Murcia. Plúgonos que
en otro tiempo. El
allí
primer punto contra que
Cuando llegaron
cieron guarnecerlos caballos,
cerca de
armóse toda
la
,
hi-
compañía con
las
tal villa
armas que llevaban, y emprendieron un ataque contra viniendo á ocupar mas de
,
bargo
no
,
la villa
que hallaron por
De
,
,
ella
que tocó
casco de
al
em-
mucho tiempo, pues de
tal
mo-
población
que tuvieron que des-
,
,
un cuantioso bo-
las casas. ;
emprendieron también
el
y lograron apoderarse de una gran parte
Estando en
,
sarracesin
la
llevándose, con todo
Villena pasaron á Saix
este punto
los :
mitad de
fuerza de los sarracenos
la
amparar aquellos
la
pararse
les fué posible
do se defendió
tín
tal
marcharon acompañados de Artal de Alagon,
dirigieron fué Villena.
nos
puesto
de don Blasco, quien tenia algo conocida aquella tierra, por
hijo
se
,
,
ataque en
de
la
villa.
un sarraceno desde un terrado una piedra,
tiró
hierro de don
Artal
,
con
tal
furia
,
que
le
muriendo del golpe en seguida. Muerto don
derribó del caballo
,
Artal de Alagon,
procuraron sacarlo afuera; y en vista del daño
que
allí
sufrían, trataron todos de salir, conviniendo desde luego
en no pasar adelante, y taba. Así lo hicieron
Nos
,
sin
;
antes bien volverse, ya que aquel les fal-
y antes
de ocho dias volvieron
haber aprovechado á ninguno
el
mucho ganado que
la
hueste;
mundo
sí
la
cabalgada
trajeron y que sirvió
después de todo
lo
que, volvióse
,
á estar
con
cscepto por
para dar de comer á á
marchar En Rai-
Folch.
CAPÍTULO CXCVL En un
consejo que tuvimos luego con los ricoshombres que ha-
bían, estado en el sitio y con los caballeros á quienes
habíamos da-
DI
do patrimonio, hallamos que,
271
JAIME.
I).
aquellos, había aun trescientos
sin
ochenta caballeros que también habían recibido sn parte. Por
hicimos comparecerá nuestra presencia, y
tivo, les
palabra, diciéndoles: gracia
trae
grande, que
tan
les
mo-
tul
dirigimos
la
nuestro SefiOT nos había dispensado una
ningún otro rey de
;i
los
que habían es-
tado en lagar nuestro, y eso que algunos hubo tan buenos y aun
mejores que Nos, se
la
había querido dispensar
que Nos habíamos conseguido,
victoria
ninguno de
los otros
:
que por
mostrarnos agradecidos logrado ver
lo
estaba
lo
cada cual
;
como
él
y ellos
habíamos
que conocerían que
demás
lo
gran
pudo alcanzar
nuestro Señor, ya que por
á
la
mismo, pues, debíamos Nos
podíamos dar asimismo como ganado no
que no
y
dia de ganar á Valencia; con lo
el
asi
;
del reino que aun
guardase y que era menester, por consiguiente, que conquistada, ya que á Nos y á ellos juntamente
la tierra
había Dios dispensado tanto bien y honor en dárnosla. Sin embar-
go
,
como Nos habíamos
señalado heredades á trescientos ochenta
caballeros, añadimos, que seria conveniente que se quedaran todavía
un año con Nos aquellos pudiesen lo
que por
estábamos
pais
su
á
irse
tuviesen
allá
durante
;
lo
que
para
,
,
con
que
las
,
el
hubiesen recibido
arreglar sus negocios
y
por
puesta
los
Nos mantendríamos
la
mucho en
por todos
blara
él
que tendrían su
:
les
acuerdo
lo
,
de
,
en proponernos
bondad de acoger que
,
y seria
ellos.
y agradecían
que nos sirvieran y ayudaran la
don Fernando por
caballeros agradecían
habíamos dado patrimonio en aquella
que tuviésemos
por
conquista
tal
En
que hizo éste poniéndose en pié
y los ricoshombres y
era justo
,
la
su res-
efecto
,
no
dárnosla, encargando á don Fernando que ha-
gran merced que nos había hecho
Nos
á esto
que Nos quedaríamos satisfecho
,
tardaron
que
demás
y vender
objeto de volver luego á donde
un término que fuese regular. Respondió sí
y que luego
,
así
como Nos
:
v
diciendo
mucho el
á
:
Dios
modo como
tierra, por todo lo cual
pero que nos suplicaban,
sus ruegos. Consistían estos les
habíamos pedido que
los
trescientos ochenta caballeros quedasen en tal lugar á nuestro servicio, nos
tro
dignásemos querer, que solo nos sirviesen ciento
los cua-
primeros meses, otros ciento los otros cuatro, y otros ciento,
finalmente
,
en
según sn opinión tanto
como
las
los ,
cuatro restantes para completar esto
era lo
donaciones de
mas regular los
,
el
año
;
pues
y nos lo agradecerían
patrimonios. Además, que
si
esto
HISTORIA
27 '2 nos
satisfacía
como
,
alcanzasen ellos esta gracia
se tendrían por
,
verdaderamente recompensados, y miraríanla como
jamás señor alguno hubiese hecho á sus discurso,
Nos
Fernando
,
le
lo miráis
sisteis
con
la
como merced
que
tenéis.
su
á
fin
— Don
términos:
los siguientes
,
—Y
como
—Respondieron toy
mer-
principal
tenéis, pues, les dijimos entonces,
lo
os lo
si
don singular
á
otorgamos del modo que propu-
no solo en esto
sabed que
,
Dado
vasallos.
gracia que nos pedis ?
y que lo tendrían
complaceremos
á
,
— Ya que por bueno
ced.
y
sí,
mayor que
¿ os daréis por satisfechos de mí, vos, los ricoshombres
y los caballeros
dos que
contestamos en
la
sino
,
aun en otras cosas os
únicamente para que conozcáis
qué señor es
el
oido esto, pusiéronse todos de pié, se acercaron
Nos y nos besaron
la
mano
,
por
gran favor que acabábamos
el
de dispensarles.
CAPÍTULO CXCVI1. Hicimos luego armar una galera iler
,
pues queríamos
,
para pedirles que nos ayudaran en algo
chos gastos que nos habia ocasionado
en
vista
conquista de Valencia
;
y
En Astrugo de BellEn Hugo de Forcalquier, que era maestre del Templo del Hospital don Berenguer de Entenza, En Guillermo de
partiendo para
munt
la
,
Monpede los mu-
ir á
tal
punto, dejamos en
la tierra á ;
,
maestre
;
Aguiló y don Gimeno Pérez de Tarazona. Mientras estuvimos fuera, sublevóse Guillermo de
Aguiló con algunos caballeros, peones
y almogávares, y aunque era
racenos
debe decirse que
,
como
nuestros
,
durante
tal
,
se
cuando esto aconteció
lo
el
daño que causaba
mismo perseguia
á los
á los sar-
que ya eran
que eran enemigos. Sucedió también
á los
tiempo
mucho
,
puso
sitio á
Hebollct y
lo
habíamos ya Nos marchado
tomaron
, ;
que
mas
á Monpeller.
CAPÍTULO CXCVIII. Al llegar á Lates ller
ellos
,
salieron á recibirnos los cónsules de
Monpe-
como unos ciento de sus prohombres á caballo , yendo con En Pedro Boniíaci , sujeto que á tal sazón se reputaba eo-
y
ni:
uní
el
gra
y
Don Pero Ferraodex de AzaNo-; mas viéndolo En de Gudar venían junto
mas poderoso de todala don
Asalit
Pedro Bonifaci,
lea «lijo
al
el
otro
— Dejadnos
:
hemos
lo
Asalit,
misino, debemos
lo
que mas propio era que
En Pedro
lugar, que no
tal
por
\
nosotros, pues Iiace
a
rey
«•!
\ist<>,
— Respondióle don
él.
ocupasen
ellos
mas
villa.
,i
mucho tiempo que no ir ((.'na
273
JAIME.
i).
Bonifaci
contestó,
le
demás;
los
ni
el
ir
ellos
lado del rey, de llegar á Bfoopeller, obliy pues el rey acababa
gados estaban seña á don
conservar su prerogativa. Al oir esto, hicimos una
á
Asalit para que
era nuestra voluntad
esta
00 calló
,
rentábamos no hacer caso de
contradijera
le :
,
aunque Nos apa-
,
palabras, pensábamos con todo en
las
mucho
nuestros adentros, que era
y así
embargo
.sin
viendo que
;
orgullo de
el
En Pedro Boni-
faci.
CAPÍTILO CXC1X. Ocupaban
á tal sazón el principal
En Pedro
poder en
el
consulado de Mon-
En Gerardo de ¡a Barca, En Berenguer de Reguardana que era muy docto en leyes, y En Raimundo Beseda. Fuimos Nos á descabalgar en casa de En Arbran, que era nuestro baile , y al cual profesaban mucho odio, de
peller (!) el referido
Bonifaci,
,
manera que
habia resuelto ya en
se
consulado
el
el
demoler sus
como hubiera sucedido , á no llegar Nos entonces. Para destruir dichas casas de En Arbran, así como las de cualquier otro
casas,
Según
(1)
las
costumbres de Monpeller, que don Pedro
esposa doña María aprobaron en 1204, estaba partido del
ternos
año.
modo
subbaile
al
De entre
siguiente ,
los
al
:
habia un baile,
veguer y
al
blación y venían á ser
,
las
los cuales
el
tración,
nada podia hacer
señot confiaba la villa el
de Aragón y su villa
re-
cual tenia por oficiales subal-
,
clases
de
cuidaban de
como uuos consejeros
á quien
I
gobierno de dicha
mudaban cada villa nombrábanse
notario, todos los cuales se
de todas
principales
también cada año doce cónsules
el
el
de
la policía
la
po-
del gobernador ó lugarteniente
durante su ausencia.
gobernador
la
sin el
Tocante
á
consentimiento de
adminislos
doce
menos nombrar baile, sin anuencia de los mismos sin quererlo los vecinos tampoco podia el señor cargarlos con ciertos impuestos, por ser exentos de peaje los de tales dominios; y en cuanto á lo demás, regia en todo el derecho escrito, según mas latamente se especifica en las indicadas cónsules
,
ni
:
costumbres.
3ñ
g7
HISTORIA
í-
que fuese de su bando
habían construido ya una especie de clo-
,
que y tenían dispuesta una viga herrada por su punta y con armellas á uno y otro lado , en las cuales se sujetasen las cuerdas, instrumentos llevar á cabo
para con tales
acabábamos de llegar á
Así que
donde nos alojábamos
la
unos veinte
se nos presentaron
,
En Arbran
de
casa
proyectado derribo.
el
,
que era diciendo
,
que querían hablarnos en secreto. Subimos entonces á un terradito de
misma
la
dro Bonifaci
,
casa
cual estaba
el
,
poniéndose en pié
el
descubierto
al
primero
nos dijo
,
cónsules y una parte del concejo de Monpellcr
los
mucho
deciros, que nos place
[tara
en nombre nuestro y de
demás
los
vuestra venida ,
persuadiéndoos que
conocer
él
cualquier otro vecino
cho en fuese
la villa
:
de
vos solo sois
cuanto sufrimos de hombres das
el
que
,
os decimos.
pues
,
os engaña,
él
lo
,
mismo que
— Tras de
;
y
ni
dere-
por Nos no
si
y todos los suyos se
él
cloaca
,
ya
se los hubiera
esto os lo decimos, para que sepáis que
armas y caudales
suyas. Así
las
propio que debe ha-
tenéis
lo
sufrimos solo por vos
lo
lo
porque
,
mas hedionda
la
Todo
la villa.
aquí
y manifestaros
no tiene poder para hacer tuerto
,
hubiesen escondido en
echado
estamos
podrá daros Monpellcr; pero vos podéis
tened por seguro que aun cuando
,
— Señor,
:
Sabemos que En Arbran
falsedad de su ofrecimiento
la
;
En Pe-
que tenemos firme propósito
de honraros y de mostraros nuestro afecto, cerse con quien nos es señor.
allí
y
,
,
;
pues fuerzas nos sobran
y nada valen en comparación to-
os suplicamos que nos
,
esto levantóse
que
creáis en lo
En Gerardo de
la
Barca
,
y
nos habló también del mismo asunto.
Cuando todos hubieron hablado manera
:
— Barones
ánimo de servirnos actualidad
,
bien il
,
de esta es
que
villa él
:
les
respondimos Nos de esta
palabras que nos acabáis de decir no de;
porque Nos creemos bien que tenéis
mas En Arbran nos ha
nos sirve
es vuestro vecino y linaje
las
habérnoslas dicho
beríais
la
,
,
lo
uno de el
mejor que puede los
servido también y en ,
y deberíais ver que
hombres mas honrados y de mejor
camino que debéis seguir,
si
queréis obrar
y todos cuantos podáis hacerlo guardéis nuestros
crechos y nuestro señorío, pues ya sabéis cuánto os amamos, por
ñtucha obligación que os tenemos y por la que vosotros nos teneis. De consiguiente, en razón del mismo señorío la y ya que
la
villa
lia
mejorado desde que nuestro Señor quiso que viniese
á pa-
.
ni.
hiíjn
r,ii
y
sí
nuestro
jm».1»t
i>.
mejor.
debe
señor con sus vasallos
nacerlo
dnir,
servirnos, es
ver quien nos
de que Nos obremos con vosotros
lin
,í
275
do debe haber entre vosotros disturbios,
,
solo debéis todos procura]
servirá
jMMi
— Oidas
naturales.
y
como
.i>í
tales
palabras, marcharon todos de loestra presencia.
CAPÍTULO Mandamos
llamar luego
CC.
En Arbr.in,
á
que nos habían dicho, para que pudiera
mucho
acobardara. Agradeciónoslo
se
mente
guida, que conoceríamos
seguida
las
,
— ¿Y cómo? .i
despreciando
j
— Yo
escalas le
(
1
á
poco
á
j
v
— He
hoces en sus manos, antes yo
las
como
se-
en .nie-
j
so
mayor
hablado ya
«le
y curtidores, para
honraros,
¡i
no
efectiva-
de Monpeller en
)
los
así
\
nuestro partido. Cuando ellos
vuestras para que podáis obrar
lo
iremos
adviertan
pondré en
las
las
rey y señor, y entonces ven-
gaos de aquellos que queráis y que intentan quitaros Contestárnosle á esto , que estaba bien cuanto decia previsión y quietamente,
obrase con
mismo
haré que se os presenten,
preguntamos Nos.
veros con antorchas
atrayendo poco
no estarán ya
.
lo
gobierno
servirle de
con los terraplenadores, alfareros
ello, contestó,
que vengan
referimos
que per aquella vei
el servicio
lante nos prestaria en Monpellcr.
número.
Ir
y amenazas de sus contrarios, nos dijo en
las |»;ilabras
añadió en
y
hasta
la tilla. ,
—
pero que
tanto que tuviésemos
•iM-gurado del todo nuestro poder.
CAPÍTULO
CCI.
noche y después de haber cenado, vinieron como unos cien terraplenadores, los mas principales y mejores de entre Llegada
(1)
la
En Monpeller
y
en algunas otras ciudades se daba
calas á los diferentes ordenes ra el ejercicio
el
en que se hallaba distribuida
de sus derechos municipales
,
nombre de es-
la
población, pa-
ó el cumplimiento de las cargas
común. Las de Monpeller eran siete correspondientes á cada uno de los .lias de la semana, y entre ellas se hallaban repartidos los vecinos, según
del
,
su clase ó profesión murallas
recho en
,
,
guarda de la
para las
ir
turnando en
la
reparación ó construcción de
puertas y otras cargas
elección de cónsules
,
;
y usar asimismo de su de-
conselleres y otros oficiales.
histoima
27G
ellos, con antorchas y volas encendidas, y nos dijeron:
— Sed
bien
señor, por cien mil veces: aquí nos tenéis para decir y En seguida tomó la palabra En hacer cuanto os sirváis mandar. reñido
,
— Señor, ved
Arbran, y dijo: dores
con
,
la
es su intento el deciros
me
(
como
han comisionado
todo á hacer por vos todo así os
lo
seguro yo
tamos Nos
,
que
,
por
,
les
,
demás
les
que
lo
ellos representan,
seis ó siete mil son
:
haré yo por ellos, pues que
y
,
á tal
que están dispuestos en todo y por que debe hacerse por señor natural
,
)
lo
:
lo creáis.
—A
la visita
y
esto contes-
el
buen sem-
y que en verdad creíamos cuanto nos profesábamos afecto y teníamos intención ;
podiendo estar seguros de que en todos tiempos
recompensaríamos Nos
Con
lo
por
agradecíamos mucho
les
lo cual
de favorecerles
los
,
para que mejor
blante que nos mostraban
decian
aquí una partida de los terraplena-
puede decirse
cual
que también están aquí todos
objeto
—
buena voluntad que nos mostraban.
la
luego, mostrando,
esto partiéronse
marcjjar, suma ale-
al
gría.
C4PÍTLL0 Después que estos
marcharon
se
,
CC1I.
vinieron los curtidores en nú-
mero de unos doscientos, con blandones y
velas encendidas, y nos
dijeron que fuésemos bien venido por cien mil veces
moso
como
el
her-
para y que á nuestra presencia comparecían, hacer y decir cuanto quisiésemos, porque ellos nunca se habian sedia de pascua
;
parado del que era señor de Monpellcr ñían tan honrado sen.
A
y que pues entonces lo tenunca lo hubieron, razón era que le sirvie-
como
esto añadió
En Arbran
yo vuestro lugar en esta y os aseguro por
lo
villa
mismo, que en ayuda
bed que vuestros son les
mandéis,
jor lo creáis.
,
así
que
en consejo puedo con-
y
les llame.
lo cuol
Por tanto
,
pues, sa-
vienen á ofreceros ahora, para que me-
—Les respondimos
como
vuestra gracia ocupo
cumplir y que están dispuestos á aceptar y
convencido estábamos de
que
—Señor, por
y en sus afueras, cuando vos no estáis;
tar con los curtidores siempre
cuanto
:
;
ellos tenían
la
se lo
agradecíamos, que
buena voluntad que nos mostraban
buen ánimo de servirnos
,
,
y
Nos teníamos
asimismo firme propósito de favorecerles. Dij írnosles que
les
agrá-
DE no menos
decíamos
ayuda
bu
2T7
IA1ME.
I).
valimiento en nuestras empresas
j
;
En Alaran), Nos (añadimos señalando — Ayudándoos razones marcharon todos con nos ayudaron. — Después de
pues.
¡i
nos
á
;í
se
tales
dicho nuestro baile, quien enrié* luego mensaje rían venir,
era
demasiado larde. Así
a
a
aguardasen
para que
dia siguiente
al
que-
pues entonces
-
hicieron.
lo
CAPlTlLO
CCII1.
de anochecido, comparecieron
El dia siguiente, después
los
en número de unos doscientos, llevando asimismo an-
alfareros
torchas
otros que
i
y
velas
;
con
vinieron
los cuales
objeto de ofrecernos
el
sus servicios, y nos dijeron que estaban dispuestos á hacer cuanto
mandásemos,
les
seftOT.
En
vista
bran, y dijo
:
como deben
Mompeller
de
los
de
aman
,
á los cuales podéis
y
al
queréis que se haga
,
villa
la
punto
lo veréis
ren tantos señores y les basta con uno traros de que sus
,
grande ale-
especialmente
y
,
mandar
decir y
cumplido
con
la
En Ar-
lo
que
pues no quie-
;
que podréis pene-
lo
deseos no son otros, sino que se aumente vues-
aun mas pujanza.
tro señorío y adquiera les
palabra
la
— Señor, harto podéis conocer ahora
aquellos que os
que
vasallos por su
buenos
hacerlo
de sus ofrecimientos, tomó aquí
que tienen
gría
así
agradecíamos sobremanera
Arbran en nombre de
ellos
á esto,
que acababa de confirmar
lo
En
mismo quedábamos conven-
y por lo
,
— Respondímosles
nadie podia haber en Mompeller que
cido desde entonces de que
de grado tuviese intención de dañarnos: finalmente, que veíamos
el
deseo (pie tenian de que Nos usásemos plenamente de nuestro de-
haciendo
recho
,
der
y que
;
si
allí
lo
bien Nos solo queríamos
debíamos hacer
esto era lo único que la
que quisiésemos en virtud de nuestro po-
buena voluntad que en
ellos
(1)
La Sauneria era
el
Monpeller, quizás porque
estos
,
,
les
porque
agradecíamos
CC1V.
vinieron
nombre que allí
con todo
,
conocíamos.
CAPÍTILO Apenas marcharon
,
que fuese justo
lo
se
los
daba
á
de
la
Saunería (i)
un barrio
habia los almacenes de
la
sal.
y
,
y
una puerta de Otros, sin
em-
bargo, opinan que debe escribirse Sonería, derivándolo de sonar, por una
campana que habia cerca de aquella puerta.
278
HISTORIA
nos ofrecieron sus casas
bienvenida y
al
sus bienes y cuanto tenian
,
mismo tiempo nos
quisiera hacernos
dijeron que aquella era
Monpeller
sión de poner orden en
si
,
es
si
dijo
,
podéis.
ahora
sed
,
— Muy
pondimos Nos
;
oca-
En Arbran
:
"alguno hay en Monpeller que
haya os hecho tuerto ó se haya atrevido contra vos estáis
la
la
que alguno hubiese que
tuerto. Finidas tales palabras
— Señor, ahora podéis vengaros,
dierónnos
:
señor de Monpeller
;
toda costa
á
y pues aquí ,
que serlo
En Arbran,
bien y á tiempo habéis hablado,
res-
pero ya que tan buen ánimo tenéis todos de guar-
dar nuestro derecho, y que os pesaria , según decis , que se nos hiciese tuerto , sabed que tampoco queremos Nos mas de lo que sea justo
,
y que en cuanto
exija la razón y lo
que nos dicten vuestros consejos.
marcharon todos
se
cuanto vimos ller
á
;
hagamos nos conformaremos con
,
y Nos quedamos
pudiendo decir
,
guardar nuestro derecho
arreglarlo del
muy
en verdad
,
lo
— Dicho
que
esto,
alegre y satisfecho de
que
faltaba
si
Monpe-
no se perdía por En Arbran
,
el
mejor modo posible.
CAPÍTULO ccv. La mañana siguiente fuimos res, y al salir
á las casas de los frailes predicado-
de misa, encontramos á unos cinco mil hombres, per-
tenecientes á las diferentes clases que
antes habían venido á ofre-
cérsenos y á otras varias que entonces estaban
empezaron
á gritar todos
á
una vez y
allí
á decirnos
:
;
y al vernos,
que cualquier
tuerto que se nos hubiese hecho en Monpeller, que lo enderezáse-
mos
entonces, y que averiguásemos claramente quién lo hubiese ocasionado. Hicímosles callar, diciéndoles: que nunca habíamos
dudado del mucho amor que nos profesaban creíamos mas aun y la
sin
ninguna clase
buena voluntad que nos tenian
metíamos amarlos siempre nían y en lo
,
;
,
pero que entonces
de duda
,
y que por lo
lo
pues conocíamos
mismo
,
les
pro-
guardarlos y defenderlos en lo que te-
demás que pudiesen ganar, y
así
que podían retirarse
ya, puesto que desde entonces en adelante habian de ver cumplidos
en Monpeller nuestro derecho y
el
suyo.
DI
270
JAIME.
I».
CAPÍTLLO CCYI. Enviemos entonces un mensaje do de
Barca
la
por
gniente
en Berneguer Reguardana,
,
bando
y otros de su
la
,
para
mañana
pueblo contra ellos
el
En Pedro
i
;
Kn Raimundo Beseda
compareciesen ante Nos
al
dia si-
mas como vieron cuan amotinado estaba noticia de
y tuvieron
,
Bonifaci, en Gerar-
que muchos habían
desmantelaron ya de noche sus
venido
á
casas
poniendo todos sos muebles y caudal en seguro en otros
,
ofrecernos sus servicios
lugares de
,
después de haber Nos entrado
El dia tercero
la villa.
en Monpeller, que era cuando debían presentársenos tros porteros á sus casas para darles
sen
;
,
á
:
mandamos entonces
de que se presentasen dentro de un mes para
fin
someterse á nuestra justicia
les,
fueron nues-
orden de que comparecie-
pero hallaron que se habian ya escapado
pregonarlos
mos
la
,
;
mas no habiéndolo
verificado
hici-
,
confiscar todos los bienes y heredades que pudieron hallárse-
mismo cloque que
y luego, con aquel
mandamos
derruir tres ó cuatro casas de los principales jefes
jando en pié afeasen
la
de
las
villa.
En Arbran y cónsules,
ellos tenían prevenido,
los
demás culpados
,
para
que
las
,
de-
ruinas no
Así fueron castigados los culpables, y favorecidos
los
de su bando
:
á
estos hicimos
nombrar luego
conseileres y baile; y de estos han continuado después
eligiéndolos los de Monpeller, en vez de los que antes nombraban.
CAPÍTLLO
CCV1I.
Mientras estuvimos en Monpeller, vinieron á visitarnos de Tolosa
,
el
acogimos honradamente en nuestra corte. Sucedió
todo esto un año después de
el
la
toma de Valencia
;
y por aquel
un viernes entre mediodía y nona , ocurrió también mayor eclipse de que tuviesen memoria cuantos en aquella sa-
zón el
conde
de Provenza y muchos otros personajes de aquellas
tierras, á quienes
mismo tiempo
el
\ivi¡in
;
,
pues
la
cíelo las estrellas.
luna
llegó á cubrir todo el sol, y veíanse
Cuando hubimos puesto en orden
lo
en
de 3Ion-
HISTORIA
280
Nos
peller á honra y provecho de la villa
mas de ochenta remos
que era de
,
mandamos armar
,
barcado hasta Colibre
,
,
y en
buzo de
el
fuimos
él
em-
desde donde continuamos después nuestro
viaje por tierra hasta llegar otra vez á Valencia.
CAPÍTULO Llegado á Valencia rendidos de
nos
,
se
ccviii.
nos quejaron amargamente
los sarrace-
estorsiones y otros daños con que les habian
las
En Guillermo Aguiló Mandamos , pues , á los
vejado
y algunos almugávares y otros infan-
tes.
acusados de tales escesos que compa-
reciesen
con
pero lejos de cumplirlo, escapáronse todos
;
rey de Castilla, marchándose otros á Aragón, y dispersándose
el
demás por
los
yéndose unos
,
viamos
varias partes.
En Guillermo de Aguiló
orden de presentarse
la
siempre y cuando
nos contestó que
,
otorgásemos salvoconducto
le
;
á quien en-
,
verificaria
lo
á lo que accedi-
mos
,
los
suyos obrado de aquella manera. Presentóse entonces
para oir almenos de su boca por qué motivos habian ,
él
y
y
le
mal que había hecho y por no habernos servido bien como merecíamos , atendidas las mercedes que le habíareprendimos por
el
mos dispensado
á lo
;
ningún deservicio
—
Si tal
gar
,
,
que contestó
con haber causado aquel daño á
sarracenos
los
béis quebrantado nuestras órdenes
,
;
y luego
lo
que
caña
,
le
—
Volvióse con esto
;
y
el
hacerlo
,
empeñado todo antes de cometer
como
él
mandó
nos
que pudiese
;
lo
aunque quisimos
habíamos dado en Valencia
no fué posible
,
porque ha-
pues no ignoráis que ellos vi-
ven bajo nuestra protección, y habéis faltado á
metimos.
los sarracenos.
dijimos; deservicio nos habéis hecho, en primer lu-
le
porque habéis vejado á
,
que no creia habernos hecho
,
,
que Nos
les
pro-
confiscarle todo
como eran Algcrres
porque hallamos que
y Ras-
lo
habia ya
aquellos desmanes. Sin
embargo,
decir que estaba pronto á devolvernos todo lo
recobramos algunos sarracenos que habia cautivado
y parte de los objetos robados, y manifestamos á los demás moros, cuan doloroso nos era que hubiesen recibido aquellos daños. Tranquilizáronse estos, y se volvieron todos á sus alquerías, seguros ya y confiados
,
por ver que nos quedábamos Nos en aquella
tierra.
DE
i»,
m\.
CAPÍTULO Después de esto entramos en
que tenia encargada
el alcaide
bre,
coo
5
eran
tillos
los
1>S1
uní:.
i
valle
el
de Bairen,
muv
dermis alfaides, que
fuertes
enriscados
>
;
Palma, cuyos cas-
\
diciéodonOS todos
los
de Bairen,
se
que hubiese capitulado
así
oom-
custodia del castillo de este
la
de Villalonga, Borró, VileUa
todos
hablamos con
j
el
mis entregarían igualmente lodos los del valle. Zaen se hallaba entretanto
«'ii
Denia,y desde
lestnrnos "que
que viniese
Rápita de Bairen
pues, en una galera armada das
,
Nos;
con
deseaba avistarse
á la
y
,
loque contestamos^
a*
y habiéndose presentado en
la
Llegó,
nos encontraría.
allí
mandamos Nos disponer
,
mani-
nos cusió un mensaje para
allí
nuestra
nos dijo
,
dos tien-
allí
que
.
ríamos cederle Menorca, en feudo por Nos, estaba pronto tregarnos en cambio y
que era
castillo
del señorío de tes.
de Alicante, del cual
el castillo
de ser tomado
difícil
Menorca
le
con
;
que además
diésemos una suma de cinco mil besan-
Kespondímoslc que meditaríamos su propuesta,
le
y
daríamos
luego nuestra contestación definitiva. Nuestra contestación
que
le
dimos
anochecer de aquel misino dia
al
decíamos muchísimo ofrecernos á Nos castillo
devoción
la
de Alicante; pero que
aceptar su ofrecimiento tados con
amor
\
antes que á ningún
,
,
en-
á
era señor,
él
de
tal
que-
si
(|ue
otro
no llevase
nos
:
que
al
rey
le
agra-
mostraba, con
mal
si
no
podíamos
porque no queríamos quebrantar
que estábamos obligado
-pues,
señorío de aquel
el
,
á
fué
,
,
los tra-
de Castilla, según
los
cuales ya en tiempo del padre de éste y de nuestro abuelo habían
(piedado designadas
debia pertrnecerle
pues y
,
replicó
Zaen
las tierras
á cada
que ahora
el castillo ,
que
se nos ofrecia.
que no será culpa nuestra
que en nada os faltaremos (liando
to, se despidió de
uno debian tocar
Nos
el
lo
cedamos
si
,
y á
— Va
él
veis,
vos no lo tenéis,
á otro.
— Con
es-
sarraceno.
CAPÍTULO ccx. Terminada nuestra entres vamente con
el
ista
con Zaen
,
volvimos á hablar nue-
alcaide de Bairen, y le dijimos; que bien podiaco-
36
ÍS2
HISTOMA
nocer que era tierra
lla
.
une siendo
j
nacerle daBo
mieses
siempre. que
Qjne
:
los
j
que pues
¡
otorgaríamos
los
oponerse obligándonos
él
precisarnos
el
moros
talar las
;i
nos sometían
se
á
para
hacíamos ánimo de favorecerles, de poco serviría
quisiese estorbarlo
el
no debía
así
Nos fuésemos señor de aque-
de nada aprovechaba
arbole*
Píos
3
voluntad de Dios que
la
.
que rindiéndosenos,
sinos tantas mercedes
los
a el y a
por último
v
:
que por
.
les
ellas se
crian honrados v ricos para siempre. Manifestónos que agradecía
\
nuestro* ofrecimientos
que siendo tan bueno aquel
pero
:
va podíamos conocer que seria una villanía
nas
primera*.
á
conveníamos
— Pues
los
dos en que nos
lo
— ¿Qué
Nos
bre de dos
tardanza
sin
j
sobrinos suyos sobre
:
que no
á su hijo
—Y
mayor,
nos suplicó que
lo cual
faltareis
y
pro-
á lo
á tales palabras,
además
el
nom-
cuales habia de entregarnos aquel
los
.
dijimos,
le
.
entregareis dentro de cierto plazo.
garantía queréis? repuso.
dijimos que queríamos
le
de bue-
entregarlo
no queréis entregarlo luego
si
v dadnos entretanto alguna garantía de
metido.
el
castillo,
le
otorgásemos un
plazo para poderlo meditar.
Otro día por respuesta
vino de nuevo v nos hizo
que no nos pesara
:
jo v sus sobrinos res
mañana,
la
no consentía en entregarnos su hi-
si
pues en cambio
.
que pudiese haber entre
él
juramento
ofrecido
que debían
que hubiese en
viejos
castillo,
torre Albarrana
dujeran
en
luego
fortaleza
la
el
la
;
barbacana por
también que
le
se lo
•
indo
mismo
allí
lo*
el
mejores
de consiguiente que nos intro-
bajo
la
confianza
de entregarnos
los sarracenos.
Sobre esto nos suplicó
diésemos permiso para tener antes su acuerdo
la
noche, y dijo que otorgaba
daria en rehenes
de
.
casti-
que teníame* por bueno
prestarnos veinte de j
el
mejo-
.
^
consentimos.
Volvió por
vista
los
pero que en torno de aquella debía mandarnos
fabricar una
Nos
de
Respondímosle que
efecto dijímosle
y en
:
y veinte viejos
sarracenos que ocupaban
los
llo, no* jurarían estar a lo tratado.
resolveríamos
siguiente
la
lo
la
torre, á
que estendimos
que dentro
siete
la
convenio y que nos cual haría añadir la barbacana: en
las
correspondiente* escritura*, espre-
el
meses nos debía rendir
el
castillo, con la
obligación por nuestra parte de darle tres caballos, de \estir á cin-
cuenta hombres con ropas encarnadas de estambre fuerte, darle ••I
un traje de escarlata, á cada uno de sus sobrinos uno verde,
j
.1
pa-
DE ra los tres
ademes no
torre
la
Nos en seguida
j
;
Hecho esto, puso en
convenido.
confiamos
la
don IV-
¡í
de Atiocillo, hasta tanto que Dios fuese servido de darnos
otra fortaleza
len
en nada á lo
faltar
nuestro poder l'urin
yugadas de tierra, prometiéndoles
>n familia veinte
\
¿NÜ
JAIME.
I».
.
entregase
im>-
como
diciéndole, que tan pronto
alcaide de Bai-
también por Nos:
castillo, lo tendría
el
el
la
cuyo
muy satisfecho, desdesde Mego la fabrica de
ofrecimiento acogió con maestras de quedar pués de la
l<>
que hizo emprender
obra convenida
conforme
,
otro
el
habia prometido
lo
él
mismo.
CAPÍTULO ccxi. Llegado
el
meses
don Fernando con
te •
.
Ion Artal
á
dia en
cumplió cabalmente
<[ue
de Alagon
decírnoslo, estaban ya de
do
,
de
lo
fuesen
V
mejor.
fundíbulo.
que Nos allá al
les
antemano convenidos
dijimos:
y
marcharon
,
sitiáronla, y
Vino luego
dijo, que dentro ocho rendir
el castillo el
mando
á Gallera,
castillo se
á
poner
que
si
vencia
«lias
el
;
á
en
habían pensa-
podian alcanzarla
,
armaron para
vernos don Pelegrin de Atrocillo
a
sitio
y resueltos
así lo
,
tanto ello el
y nos
plazo señalado en que debia
alcaide de Bairen, y así que nos fuésemos aproxi-
donde hariademodo que aquel compareciese tam-
bién; y entonces podríamos dar ya por seguro, el
don Pero Comel,
manaron. Cuando vinieron
un
ello
en buena hora
efecto
,
plazo de los sie-
don Rodrigo Lizana fueron
y
ViUena, llevándose para
vista
de Calatrava
los
el
rendiría. Dicho
esto
,
ayudando Dios, que
marchóse en seguida
,
y
Nos
nos dirigimos á Cullera, aunque con pocos caballos, en razón de
que
mayor parte habían
la
ido á Villena
modo que
de
,
dimos reunir hasta treinta caballeros. Al llegar vío
mo
á Cullera,
pu-
nos en-
don Pelegrin de Atrocillo un escudero, haciéndonos saber cohabia suplicado
al
habia condescendido á
alcaide ello.
A
que viniese tal
objeto
,
á vernos,
pues
,
y que éste
bajó de
don Pelegrin con
el
alcaide del castillo y
sirvientes; y
al
llegar á
una fuente que está debajo de
del rastillo, dijo
el
alcaide á
don Pelegrin, que
ta
solo
mento
,
que pronto estaría con
éste, empezó á observar
como
él el
:
mas
la
torre
acompañado de unos trein-
le
peña
aguardase un mo-
ínterin estaba
otro se
la
aguardando
desnudaba. En efecto,
28Í
VMIO.LSIH
quitóse
aquel
seguida
con
,
almejía, sentóse junto á
la
la
particularidad de que
encima. Concluido
fuente, y bañóse en
la
iba echándose el agua por
baño, envió un mensaje
el
de Atrocillo, por
al
ni sarraceno que hablaba nuestro latin, diciendo que trado calentura, y de consiguiente no podia
Mala señal fué nos éste
ber
lo
que
le
adonde Nos estábamos, pues combatieran
que
:
lamente una. Sucedió esto
mismo
y debia rendirnos
el
el castillo.
de
,
encenderia dos al-
y en caso contrario, encendería sodía en
que
alcaide quería
el
Después que hubimos cenado, subimos
plataforma del castillo de Gullera; y no bien se hubo puesto (era en
tras
y
haciéndonos sa-
,
se prevenía para el caso
esto se verificaba
si
;
sol
mandó-
en consecuencia
y
dijo.
alcaide habia hecho, y diciéndonos que no se atrevía
el
menaras para hacérnoslo saber
á la
;
donde antes
ir á
punto una carta por un trotero suyo
al
que
á venir
don Pelegrin
esta para
habia en-
le
el
mes de agosto), cuando divisamos ya una almenara,
el
de aquella otra
;
con
que
lo
,
atendido lo que se nos habia
conocimos que debían combatirles; y así mandamos dar cebada en seguida, y de media noche arriba empezaavisado en
mos
carta,
la
con
á pasar
barca
la
habíamos enviado
que
buscar. Des-
á
cubrimos luego otras señales que nos hizo una barca que habia á la
gola del estanque del marjal,
la
habia llovido muchísimo, hallamos que y no podíamos pasar los cuales tendrían
el
Corbera
cual venia de el
agua bajaba
estanque sin mojar
de
las sillas
como
y
;
muy crecida los caballos,
que pasar á nado; mas luego metimos en
la
barca
las personas siguiente y pasamos guardando el orden iban por turno, y los caballos pasaban tres ó cuatro á la vez, aña-
las
sillas
:
,
do y tirados de tal
operación
,
las
riendas por los que
nos internamos
paramos, habiendo dejado
iban en
como una media
de Alfandech
pasar con una lanza
,
mas;
al
la
otra
llegar al grao que
á
si
descubría algún vado
menos de esponerse
á
;
mas no
lo
pasar á nado,
agua tanta elevación como una lanza de caballero, ó
y lo peor era que entonces no teníamos barca. Dijimos, sin
embargo afeólo
el
,
legua, y luego nos
dijimos á un escudero que probase de
para ver
encontró en ningún punto pues tenia
,
Hecha
barca.
barca para que pasase después
la
compañía y viniese en nuestro seguimiento. Después que hubimos avanzado un poco, sale del valle
la
:
— Pasemos
pásanos con
la
—Y
en buena hora, que
así
conviane.
misma
lo
hicimos en
facilidad
que
el
en
otro
di.
punto.
llegar
A.I
hicimos traer por mar, pan, vino ca no
de Atrocillo, que
*'«
saber que
loa del castillo
mas observándolo Nos
alquerías;
de combatirnos
menaras, pues de
con don Pelegrin
allí
habia hecho aquellas setales, nos
s
ahumadas, para que
añadí y encendieron
nal
razoi
1 1 1
— Habéis de
contestó:
rimónos
acompasado solamente de un escudero, y
\in<>
preguntándole por
hicieron tocar
él
de
las
recogieran
se
modo, viendo que
osic
dábamos
os
aviso, deja-
— Acercaos,
don Pelegrin,
— En
y manifestó al alcaide lo
la
efecto, acercóse don Pelegrin
al
que Nos le habíamos dicho
que
:
á lo
que
que ven-
\
,
al
castillo,
éste
le
muy
de noche, y que de consiguiente dos suplicaba bondad de aguardar hasta la mañana siguiente , que
contestó, que era
tuviésemos
pues,
alcaide
y decid al
estamos aquí, que aquí está también nuestro pendón hablaremos.
se-i
la
(reimos necesario encender también dos al-
,
castillo, dijimos entonces á
y
l<>>
viendo que aquella era
y
rían de hacer lo que intentaban, sin duda.
ga
•">
carne salada, pues carne fres*
j
podíamos tener entonces:
la
28
\imi;.
.1
Rápita frente del castillo, sobrehora de nona,
la
¡i
i>.
entonces vendría. Gotno no habia otro remedio, hubimos de acce-
der
lo
á
mañana siguiente Compareció*
1.a
do;
al
v
cedrel tura
que nos pedia.
,
estar
nuestra presencia,
¡i
convenio que
el
existir entre
Nos
\
hicisteis
\os,
moro, según habia prometi-
el
le
dijimos
con Nos,
por
el
mandamos que nos
cnanto
rindáis
sabéis,
que consta en escri-
cual os
admitimos como va-
por
dicho convenio, y os
el
antes
el
castillo
Nos por
\
,
nuestra parle os cumpliremos cuanto os prometimos á vos y tros parientes.
— Dejad que reúna moro
á los
ancianos de
contestó
presencia
haced vos estender entretanto
:
pedímos, cual \
ni
en seguida
\
tened
.
un
contra
os rendiremos
—
habrá que se atreva
como
Así fué
unos veinte sarracenos de tillo
y en
el
presando en
ellas las
les
,
contrariaros
Nos,
muy
y de
razonadas,
las
os
apoderado del todo ese valle, ni
rebelarse
á
el
moro con el
hicieron sus escrituras
que nos habian hecho
por ser
hicimos,
á
\nes-
que
mas honrados que habia en
los
súplicas
el castillo,
a
vuestra
¿i
escrituras
hora de vísperas vino
valle, y juntos con
otorgámo> en seguida nes que aun
á
las
tendréis asimismo
\a por seguro que
castillo
vos.
y luego
,
villa
la
compareceremos
alquerías,
el
Aben-
y
nuestro: os suplicamos, pues,
sallo
— Bien
:
v
cas,
que Nos
esles
sin otras concesio-
llevado solo del deseo que teníamos de
poseer cuanto antes un punto tan bueno
como
era aquel.
nisToniA
28G
hicimos entregárselas y quedamos en que ala mañana siguiente nos rendirían el castillo. Para ello nos lelas escrituras,
Estendidas
muy
vantamos
y á la fortaleza
villa
la
moro dón
de mañana
,
oímos misa, y nos fuimos acercando punto
á tal
:
su hijo y sus parientes
,
toda calma y sin
con
rendición
tuvimos en nuestro poder
comparecieron ante Nos
el
hicimos luego subir nuestro pen-
;
por hombres armados
castillo
al
,
á
y con
,
esto
verificóse
la
menor contratiempo. No bien
el
abastecimos de víveres y armas, y encomendándolo á dan Pelegrin de Atrocillo para que lo
Nos
tuviese por
,
el castillo
emprendimos
,
lo
otra vez el camino hacia Cullera.
CAPÍTULO CCXII. Al llegar
Ferrando y na
,
indicado punto
al
los
,
nos dieron
de Calatrava habian tenido
la noticia
qu";
de que don
abandonar á Ville-
por causa de una salida que hicieron los de dentro contra
fundíbulo
en ocasión que
,
lo
guardaba don Pero Cornel
habian muerto dos caballeros; y finalmente, que
dado margen
que
á
se levantara el sitio.
En
tal
que
;
el
les
ocurrencia había
don-
efecto, vinieron á
de Nos estábamos, y luego se volvieron á Aragón.
Mas
adelante
mugávares los
de
se fortificaron
guida á
al
junto á Villena
y nos dijeron, que
la villa
tregarian
comendador de Alcañiz con
el
,
comendador
;
si
se lo ,
así
vinieron
,
mandábamos, se rindieron
la
en-
en se-
los freiles.
Pasado algún tiempo
te tal
estando
y accediendo Nos
CAPÍTULO
Valencia
Nos
:
los freiles y al-
:
fuímonos
tiempo
jamos como
,
á
,
tuvimos precisión de
Cataluña
,
y de aquí á
salir del
Aragón
;
reino de
mas duran-
don Rodrigo Lizana y le dede todo. Estando en Aragón, llegaron noticias de
encargamos
jefe
CCXIII.
el
pais á
aquel punto, y se decia que en una cabalgada que se habia hecho, el
primo de don Rodrigo Lizana
algunas veces habia
,
salteado á los
llamado Pero de Alcalá
moros de Jativa
,
,
que
habia caido
prisionero con cinco caballeros, asaltándole entonces los moros á él,
DE venciéndole
y
mbir por
al
Teruel y pasando los de Valencia,
entre Ribaroja
|i<>r
rengner su carrera Riusech
,
y
Manizes
sin
de
;
mas ninguno de
;
maestre del Hos-
ni el
modo que
Cataroja
y
prosiguió*
En Be-
llegando
,
que nadie
sin
,
cabanas de
las
que nadie osase acometerle
que pasó por Torrent
también
s;«li<'>
le
al
sa-
encuentro.
liese al
Supimos
tales
nuevas estando en Araron, es decir, que
se inquietaban
ros del reino
con toda seguridad
que no podían hacerse
,
en vista de
allá;
marcha, y nos dirigimos
la
Al llegar
punto,
á tal
á
<
los
mo-
¡ihalgadas
que era preciso de todos modos
y finalmente
,
que Nos volviésemos der
corriendo
,
don Rodrigo Lizana,
ni
atrevieron á perseguirle
pital se
Sin esto,
ana cuesta.
En Berenguer de Entena
de Jativa
287
JAIME.
Ii.
que resolvimos emprcn
lo
-
Altura, que se nos habia rendido.
saliéronnos á recibir
de Tar-
arzobispo
el
ragona, llamado Pedro de Albalat, y don Rodrigo Lizana, y después de mostrarnos su satisfacción de que estuviésemos entre ellos, nos dijeron
que
á
que mucho convenia nuestra presencia en
:
no llevando en nuestra compañía
,
que veinte y cinco caballeros. En Murviedro hablónos de nuevo
don Rodrigo Lizana, diciéndonos delante del arzobispo, que su
mo
habia salido hacia Jativa y los moros
pri-
habian hecho prisio-
le
nero con cinco caballeros mas; de consiguiente nos suplicaba que rescatásemos, pues nos era
guntamos Nos. pondió
,
—
fácil el
hacerlo.
— Basta con que Vos
y enviéis
salgáis
Contestárnosle á esto
,
que haríamos
lo
que
á los cinco
les
va
caballe-
que nos pedia, pues
como
el
de hacer todo
se reuniera nuestra
hueste y Nos
tal habia sido nuestro intento al volver, así el
de Valencia, nos res-
haciendo ver
hueste sobre Játiva
la
lo
—¿Deque manera? pre-
punto os entregarán á mi primo y
á talar, y al
ros.
y
buen punto llegábamos. Manifestárnosles quedar muy agra-
decido, y nos marchamos luego ni. is
el pais,
bien que fuese posible.
Con
esto
,
nos dirigimos
un dia
;
ciñiónos
udo
dimos orden que al
vado de Barraga
mas sabiendo
el
,
donde esperamos
alcaide de Jativa que íbamos contra él,
que estaba en su compañía
á Beniferrí,
tal
modo
,
los
como Nos obrá-
siendo así que tenia buen deseo é intención
de hacer por Nos cuanto habiéndole roto
antes habia vi-
y
en Liria, para decirnos: que se numnillaba
bamos de
á aquella por
le
nuestros
fuese dable la
;
y
que
tregua que Nos
lo le
estrañaba mas,
habíamos dado,
28S
B1ST0HIA
atendido
que
lo
debíamos ver que
,
Respondímosle que
solo jmr defenderse.
enmendaríamos
tuerto se lo
que nos devolviese
á
,
el
caballeros
de
verla.
— Y subiendo
tillo,
vimos desde
mas de doscientas ,
así
muy
es de
zón
caballeros,
lo
:
— Don Rodrigo, dadnos á Jativa
visto
queremos
y
mas hermosa huerta que jamás en
ella la
treinir
á
que hay cerca del cas-
á aquella colina elevada
como
casas de las
campo,
las
mas
divisando á
;
noble aspecto y domina á toda
se llenó
bellas
villa ni
que hallarse pu-
alquerías que hay en torno de
también y en gran número
llas
demás
los
alguno hubiésemos visto, pues descubríamos á buen seguro
castillo
dieran
había hecho
le
contrario les talaríamos y nial posible: oido lo que, marchóse Beniferrí. Por la ;
que aun no hemos
,
alguno
si
don Pero Alcalá y á
noche dijimos á don Rodrigo Li zana ta
había hecho, fué
nial
pero que de todos modos queríamos
pues está era nuestra voluntad
haríamos todo
algún
si
de gozo y alegría en
la
que no tan solo por Pero Alcalá debíamos
el castillo,
vega. Nuestro
la
instante
tal
par
misma, be-
la
,
punto
tal
;
á Jativa con nuestra
ir
embargo
sin
cora-
pareciéndonos ya
hueste, sino para tener el castillo en pro del cristianismo
de que Dios fuese servido en
que
,
y á fin
,
ese inten-
to que guardábamos en nuestra alma no quisimos por entonces di-
vulgarlo á don Rodrigo.
El dia siguiente por dijo
:
— Señor,
la
mañana vino
,
ne y no quiere soltarlos
porque ;
que
el
la
los caballeros
;
con
Dijimos luego á don Rodrigo Lizana el
alcaide
no tener
,
nos convenia era
el
Pasamos luego á vinieron con
habia.
,
— Plúgonos mucho
lo
al
tal
no-
punto, que al
moro.
que nos habia enviado
á decir
lo
que despachamos
castillo, la
:
mas, á decir
con preferencia
vega para
Nos don Rodrigo Lizana
no bastaba
que en efecto era cierto
lo
que
y puesto el sitio,
y otros diez caballeros, con el
puig ó cerro que
Encontramos de pronto una pequeña fuente (pie
verdad,
la
á los caballeros.
sitiar el castillo,
fuimos á ver qué ventajas ofrecía
don Rodrigo le
los tie-
sobre que no nos podia entregar á don Pero Alcalá por
suficiente para rescatarlo
los cuales
ha comprado
los
mismo esclamámos
dieron; y por lo
preferíamos Jativa á
los presos,
pues pide tan caro precio por ellos, que
no hay medio de sacarlos de su poder. cuando nos
buen grado
alcaide os entregada de
el
pero no puede hacerlo
ticia
vernos Beniferri y nos
á
;
y diciéndonos
hueste, respondímos-
el
agua para
lo
que nos decía; y por
la
allí
lo
mismo en-
DE
viámos mensaje
289
JAIME.
1».
Eo Beltran de Aliones
á
para eme subiera
,
otro
i
cenre llamado Puig Estardenyó con tres caballeros) tueveeseude-
Hízolo
ros.
no
podían poner tiendas
se
pues era punto en que solamente
,
á otro, y
cabras podían habitar. Subímoshiego
que eré igual
los
.i
fuerte que hay
"iros dos,
resolvimos
decii •,
es
olvidemos ouestra tarea
,
volvimos
á
,
y
muy
escoger ano
fin
hallábamos tam-
lo
cerca de
y
haber comido nos
después de
hueste.
la
— Don
á
Rodrigo, oiremos hhm
pensado que hay un cerro bueno para
oímos misa
siguiente, después que
mas entretanto que
caballos;
las
convenciéndonos de
que fuese mas bajo
Luego después de esto, llamamos dijimos:
al
un lado; mas riendo que do
¡i
poco como queríamos,
agua
en decimos, que en tal lugar
v su relación consistió
así;
,
don Rodrigo Lizana y le de mañana, pues tengo
fortificarse.
—V
mandamos
ensillar
esto se hacia y mientras
malana
la
nuestros
tomábamos
ya las armas para marchar, comparecí'*') de ouevo Beniferrí, y lla-
mándonos aparte
,
díjonos (leíante de nuestro trujamán, que
no
talábamos, nos entregarían los cautivos. Respondámosle que vol-
les
tomar su camino, pues desde entonces
viese á
acceder jamás
retardado
el
tratado
aquel
á
le
prometíamos no
ya que eran ellos los que habían
,
cumplirlo. Dirigímonos luego á don Rodrigo Lizana, y
dimos á entender que
le
si
los
moros no querían devolvernos
los pri-
sioneros, ocultándole de esta manera nuestra intención, pues entre %
Nos pensábamos que
mas que quedasen
valia
prisioneros
pudiésemos tener Játiva, ya que Dios lohabia dispuesto
monos de consiguiente
al
Puig; mas hallamos
muy
había engañado; pues era
mos,
por detrás era
y
muy
llano,
de
sin
alquería,
cual estaba
muy
nuestro campamento
vegay
á
,
cautivos,
se
el rio
y
cuyo punto
les
dos
su subida era fácil á
pié del
al
cerro una
bien fortificada, teniendo adema» soá ella
y desde tal punto
;
y aȒ asentamos en
empezamos
á talar la
desbaratar sus molinos, los cuales reconstruían de nuevo los
moros apenas Cellent
,
Fui-
parte que Píos lo veía-
modo que
brada agua de un rio que pasaba junto ella
la
(pie su apariencia
embargo, Dios nos deparó
cualquiera: la
fuerte de
así.
le
que
los
destruíamos. La alquería tenia
que pasa por
ella
pasa
asimismo por Auna, en
da origen una fuente. Estando los
de dentro
se ([nejaban
ocasionábamos desviándoles
las
por nombre
allí,
supimos por unos
muchísimo del mal que
azequias
y
desbaratándoles los
37
HISTORIA
290 molinos
;
había en gar
y
Nos no dejábamos de conocerlo, sabiendo cuánta gente
la
plaza
moler
ni
:
y
,
embargo
sin
que habia de hacerles
la falta ,
con cuanto
no poder re-
el
destruímos
les
no pudi-
,
mos acabar aun con todos los molinos , pues para ello era preciso tener una numerosa compañía, y á tal sazón la nuestra era corta, y además el
el sitio
reducido. Enviónos
cual era de
los
mas poderosos de
del consejo de aquel
moro llamado Sexí,
alcaide un
el
la villa
,
al
y
mismo tiempo
y nos hizo decir por su conducto, que ¿por-
;
qué obrábamos Nos de aquel modo
siendo así que estaba pronto
,
don Pero Alcalá y á los demás caballeros ? Nuesque ya que al principio, cuando Nos se los perespuesta fué
á entregarnos á tra
:
díamos
,
no nos
habia entregado
los
no nos importaba entonces,
,
pues preferíamos tener Játiva á recobrar
moro,
les palabras el la
Al oír ta-
los caballeros.
volvióse lleno de pavor; y entretanto los de
hueste empezaron ya á hacer cabalgadas contra los castillos que
descubríamos en torno, y asimismo contra
los
que había
al
derre-
dor de Játiva.
CAPÍTULO CCX1V. Una mañana bajamos de
la alquería
y en
;
habíamos prestado cien caballeros
,
á
por
él
al
campamento que estaba situado
habia una tienda ultramarina
(
1
)
al
pié
que Nos
don García Romeu, quien estaba con Nos con los cuales le
habíamos bien recompensado entre
honor y dinero. Era dicho don García hijo de otro don García Romeu , el Bueno , que vivia en tiempo de nuestro padre mas es el ;
caso
que mientras Nos íbamos bajando, uno de nuestros adalides,
,
llamado Bartolomé Esquierdo
,
en unas disputas que tuvo con otro
hombre
,
sencia
echó á correr en seguida y se entró en
,
acometióle con su cuchillo
,
é
hiriéndole á nuestra prela
tienda que
habíamos prestado á don García Romeu. Corrimos Nos que
le
vimos
;
y mientras entraba
en
la
tienda
,
Nos
tras él así
asírnosle de los
La tienda que don Jaime llama ultramarina, es la que le regaló el cuando por la fama de las hazañas del Conquistador temió que este trataría quizás de pasar con los demás (1)
sultán de Egipto para bienquistarse con el
príncipes cristianos á coadyuvar á
la
,
conquista de
la
Tierra Santa.
— 1)K
cabellos
v
tienda,
ni
aun don García;
No
habia
y por
otro, y en caso de no intuir, que
mado que
el
los
uno Guillermo de Vera enviaba
nos dijeron
.
guardasen
lo
grande afrenta
tan
García Hoineu
,
lla-
que era
,
mu-
debíamos honrar,
le
que
;
el
le
habia venido
él
mismo, DO hubiera pensado nunca que
para servirnos, v por lo
allí
i
siguiente: que Be maravillaba
lo
chísimo don García, de ver que Nos, que
hubiésemos hecho una
jm »r si
y de parte de aquel
;
el
soltasen.
lo
dos caballeros de don
Tras esto vinieron
sazón nadie
á tal
mismo entregamos
lo
dando orden de que
nuestros porteros, el
29^
JA1MK.
I».
sacamos afuera.
lo
;
recibiera en pago de su servicio semejante injuria. Preguntárnosles cuál era
Nos habíamos hecho
afrenta que
la
que tan duras palabras nos enviaba á decir; y ellos:
— Vamos
toma
bre
mas aun
muy
¿No
honrado...
ponerse á salvo,
star
es otra
— Nó,
don García ? dijimos Nos.
mira don García como nm\ gia\e,
la
seguro en es
ella;
ricohom-
queja que de Ñus
respondieron: mas esta
nosotros también.
v
que os envía
no son
pues en
;
se trata
no era
á sus semejante-.
casa de don
la
aun prestada por Nos; atendido
lo
que
él
ra de razón hicimos
pues
al
\t Nos como
tra presencia
,
de
,
que de
ra darle á él lo
que van con Nos;
v
razón no tiene
Además, que
García
que,
Romeu,
es patente
fé
¡i
sin
á
el
que
lugar de
sino tienda
y que nada fue-
pueda tenerse por agraviado
aquel ó mandarle prender
justicia
,
Nos
ellas á los
un hombre hiere á otro con un cuchillo
prender
el
lo
,
no poderse sacar de
iglesias vuestras casas, para
que hieran ó maten que
que bace
la
la
— Alabado
sea Dios, replicamos entonces, va que no tiene otra queja de el
la
hom-
algún
si
don García Romeu, que
casa de
la
por
,
oirlo, nos dijeron
que
casa de un caballero para
la
es en
si
al
va sabéis
:
cometido algún crimen, del
lia
bre vuestro y tiene
en
asilo
después que y
á esplicárosla, seííor
don García
á
merezca y
esto, cuando
lo
,
á nues-
solo es pa-
que corresponde
Nos sacamos de
la
á los
tienda
al
reo, ningún agravio creímos hacer á nadie; porque nuestra es aquella.
Decid
,
sin
embargo, de
que ya que Nos nuestro
le
hicimos bien y
servicie*, le
disgustarnos,
parte de le
Nos una cosa
esta ocasión y
un lugar tan interesante v ventajoso como suplicamos.de consiguiente
,
don García:
escogimos singularmente para
suplicamos no busque motivos
mayormente en
á
este de
cuando vamos sobre
es Játiva.
decidle que obre
como En
lo
que
le
como debe, pues de
—
2
2\
HISTORIA
1
contra
él
;
modo
muy
dura contra Nos y porque no está bien que nadie busque nunca ocasión de
cualquier otro
lo erraría, y seria cosa
menos con quien
discordar con su señor, ni
le
sea
amigo, mas
que mas cuando es haciéndole un tuerto. Esto es, pues, diréis; y
cara
si
que
no se contenta, decidle que Nos hablaremos con
cara.
á
lo
— Dicho
(larda, por mas que
esto
marcharon
,
le
y
don
caballeros; pero
los
enviamos mensajeros y
le
él
le
hicimos hablar,
no quiso darse por satisfecho.
CAPÍTULO CCXY. Pasado esto
,
sucedió, que hablando Sexí y Beniferrí,
que tenia por nombre don Bahiel Rey aquellos á éste
:
—No sabemos porqué
Játiva contra el alcaide
,
dijeron
,
siendo así que podríamos tener á nuestro
vuestra fé que nos debéis decir cuál fuera
Por nuestra ley os juramos
,
Romeu
quisiésemos.
si
contestóles
,
respondieron ellos
podríamos tener á don García
,
os diremos
;
díjoles el alfaquí.
como
el
—
Fácil es
rey podria saberlo
hombre encubiertamente
,
y cuando
que
— Por
al alfaquí.
si
quisiésemos,
y á toda su compañía, á pesar
del rey, la cual se pasaria adentro con nosotros.
probaseis
en gran secreto
tanto se habla del hecho de
favor una de las mejores compañías del rey,
lo
alfaquí
al
seria
malo que
respondieron
,
decidle que
:
el
—No
y aun
;
un
os envié
otro venga á hablar con
el
alcaide y con nosotros, podrá fácilmente verle, pues está claro que
no
iria allí si
pondremos en un lugar escondido ó
réis, lo
desde
allí
podrá oir como
que
le
digamos.
,
nos dijo
cierto
:
—Con —
esto
Decidles
deben
que
el
á
,
que-
,
tras
rey que será cierto cuanto á nuestra presencia
que os digan aquí en verdad
Dios y á mí
que algunos de
el
trujóles el alfaquí
señor
,
si
:
de una cortina, y otro hablará con nosotros; en vista de
no podrá menos de conocer
lo
lé
no fuese por voluntad de su señor. Mas aun
,
si
como
los vuestros se les
á
,
,
y
por
la
mí me contaron
deben pasar.
,
— Lo que
es el
alfaquí les preguntaba se lo
respuesta nos dijeron
las
preguntamos Nos de consiguiente; y por mismas palabras que á aquel habían dicho.
Comprendimos Nos con esto la gran cemos mas dimos á entender que ;
poca .monta, y que lo
traición lo
qne se trataba de ha-
mirábamos como cosa de
mismo nos importaba
si
don García
se iba
DE
adentro como
se
bí
293
MMI..
1
I»
quedaba afuera. Con
chamos, manifestando,
irnos, que oo nacíamos caso de
al
mar-
nos
aparieneia
tal
seme-
jante negocio.
embargo de esto, preguntamos
Sin
aMaquí
demás que con
y
hacemos
intento de lo
estaban
él
allí,
él
al
fue tenia
lo
sah r, en caso de qne
de Píos, que nunca jamás partiría—
que tenia que darnos uno de
\
ser
qué podría
:
alcaide; paos debía
el
propio quisiera averiguar
moa de
mismo tiempo raparte
ai
de Játiva
castillos
l«»^
ó Gastelló. Tales palabras, nos ofrecieron dichos moros entrar á participarlas
diadores
alcaide;
al
posible, á
lo
«mi
tratado, marcháronse
á
me-
después de habernos prometido ser
\
lio
Nos pudiésemos arreglar
qne
«lo
el
villa.
la
CAPÍTULO CCXYI. Kl din siguiente volvieron dichos
que este
del alcaide
nos entregaría
ceria desde Inego por su sefior, y
tregar
cbo, pues, días;
En
la
ba
faltó
,
En Andreu
cargo; y en
quedó luego
y á los
que estallan presos con afuera
qne
hombres de
la villa,
para reconocernos
al
llegar
el
de-
saliese
con
como
caso, á nadie absolutamente
Nos. Para prestar
el
juramento
,
al
que
habíanse colocado los correspondientes asientos en
y había
ella \
cabo de tres
don Pero Alcalá .
lle-
Nos.
alcaide
Nos dimos
tienda que
al
,i
al
de que
y á fin
á
llodrigo Li/aua
hiciese la entrega sino á
ninguno
sino
nadir lo rendiria
ocasión dijimos
tal
ciento de los mejores á selior,
á
que nos recoim-
Castelló,
tratado con id, entregónos Castelló
el
más caballeros de don aquel.
.
diciéndonos de parte
,
que en caso de tener qne en-
mismo tiempo recobramos
al
\
de Játiva
castillo
«'I
moros
al
obispo de Valencia,
el cual se
llama-
sido fraile predicador antes de ejercer tal
dióse principio entonces
¡gente entre .Nos
y
al
citado convenio, que
aquellos.
CAPÍTULO CCXVII. Después de eáto nos raímos taluña pasamos
mas de un
alio,
,i
Aragón, en cuyo reino
v
en Ca-
habiendo dejado en Valencia á Gi-
294
HISTORIA
meno Pérez de Tarazona
para que hiciese nuestras veces durante
,
nuestra ausencia. Al cabo de este tiempo nos volvimos á esta última
ciudad para terminar
no
allí lo
habíamos llevado ya hasta
conquista que
la
volvíamos
allá
,
comenzado, estendiendo á todo el
arrayaz de Algecira abandonó
el
miedo que nos
treinta caballeros por
tenia
,
el rei-
Cuando
Júcar.
con unos
la villa
quedando toda
au-
la
en manos de los demás vecinos sarracenos,
toridad y señorío
cuales nos enviaron mensaje
,
los
muy
manifestándonos que aquel era
tal
y que si que les dejásemos conti-
nuar viviendo en aquel lugar. Plúgonos
en gran manera su pro-
buen lugar y uno de
mejores del reino de Valencia
los
queríamos capitularían con Nos
puesta
y por lo
;
mismo
les
,
con
contestamos
,
que
jo nuestra gracia y les concedaríamos el vivir rían darnos posesión
los
,
acogeríamos ba-
allí,
pero que debe-
de aquellas torres que estaban junto á
la
puerta
que deliberarían sobre esto y nos
de Valencia. Respondieron
ellos,
trasmitirían su resolución
y habiéndoles preguntado cuando ten-
dríamos su respuesta
;
nos
,
dijeron que á los tres dias
lo
y así
,
aceptamos.
En
el
plazo señalado se nos presentaron en Valencia, á
de todos los demás cionada
nos
la
cuatro de los principales ancianos de
mayor que
de
se halla cerca
puerta que Nos pedíamos
por
;
lo
que
trasen tan sumisos á nuestros deseos les
la
men-
de Algecira, diciéndonos que convenian en entregar-
villa
torre
,
nombre
,
,
calzada y junto á la
la
satisfecho de
les
prometimos
que ir
se
mos-
á visitar-
y dispensarles nuestras mercedes, é hicimos luego estender por
escrito el tratado
permitiéndoles que continuasen viviendo con
,
mismas costumbres que teuian en tiempo de pudiesen
practicar
mezquitas
,
siese
y que debiese
los pies
ninguno de
como siempre
en Algecira
los nuestros.
quedar ,
sin
los
los ejercicios
de
almohades
,
las
que
su culto en las
libre cualquier cautivo
que pu-
que pudiésemos recobrarlo Nos ni
Diéronnos después un plazo de cinco dias
para que fuésemos á tomar posesión de aquella torre, prometimosÍes allí
Nos no hacer
falta
,
y
les
encargamos que cuando estuviésemos
hiciesen salir á todos los ancianos y
para jurar que
hombres.
serian siempre
fieles
demás pueblo de
y leales á
Nos y
á
la villa,
nuestros
DE
295
JAIME.
D.
CAPÍTULO CCYYIII.
Cumplió cada uno en metido: fuimos
Algecira
en
Píos allá
(¡iic
dia prefijado, Balieron los ancianos,
que nos serían buenos
y juraron sobre el Alcorán
y
«'I
que por su parte había pro-
lo
defenderían nuestro cuerpo y nuestros miembros,
losde nuestros hombres que dejásemos
do hubimos tomado posesión
la
(Je
cera
,
entrarse en
además hasta
ter-
la
la villa
,
para que
ca que les
causasen algún daño
cristianos y sarracenos v
así
los
no podían decidir acerca de nuestra
demás moros
mi resolución
afganos de
demás,
;
,
y
que
no pudiesen
nun-
ellos decir
demanda
sin consultarla
dias
sarracenos que así
y ellos nos ofrecieron hacerlo de
lo
con
nos harían saber
pero para que esta nos fuese favorable
los principales
no tuviesen
primeros. Contestáronnos que
cabo de cinco
al
y por la cual pudiese
á la calzada
que comunicarse unos con otros,
i
torre que qos habían cedido,
porque de este modo mandaríamos construir una muralla
con una puerta que diese salida
los
romo
así
en lugar de Nos. Cuan-
allí
suplicamos que tuviesen á bien cedernos
les
vasallos,
j leales
,
suplicamos
aconsejasen á los
manera que quedaríamos
satisfecho.
En
el
dia que nos habían
conformes
^
indicado nos contestaron que estaban
accedían á nuestra
demanda; por consiguiente man-
damos construir una muralla de doble pared entre Nos quedando
así aislado
y mejor fortificado
quedamos dueño de Algecira que
,
como señor
,
,
el castillo.
De
y ellos,
este
modo
y percibimos en adelante las rentas
cobraba antes su arrayaz.
CAPÍTULO CCXIX. Al cabo de un año v cuatro meses, los moros sometidos ñorío del alcaide de Játiva
juntos con los de Tous
al
se-
Terrabona y Cárcel, salieron contra una cabalgada que habían hecho los de la
compañía de don Rodrigo que
la
,
,
Li/.ana con algunos almogávares; y aun-
cabalgada no se había dirigido contra los sarracenos vasallos
de aquel alcaide
,
sino contra
otros que
guerreaban con Nos en
HISTORIA
29G embargo
estados, sin
sus
que estos
deráronse del botin
mulos y rocines
,
llevaban
,
de
;
do quedaba rota por
daño que
el
Don Rodrigo
lo
que nos alegramos
mismo
él
habían causado
le
á Valencia
encaminamos
,
alcaide de
tregua que tenia con Nos, y nos
la
desde Aragón
,
el
Lizana
porque de este mo-
,
daba motivo para marchar sobre Játiva. Así pues bida aquella nueva
cinco ó seis
quitáronles
y les mataron dos caballos.
nos hizo saber luego Játiva y los suyos
saltearon aquellos á los nuestros, apo-
luego de reci-
,
donde nos hallábamos
,
nos
,
y de aquí nos fuimos á Algecira.
CAPÍTULO ccxx. Lo primero que hicimos
ordenándole que compareciese ante Nos
tiva,
pedado dentro de alcázar
,
con
aquel
él
misma
la
mismo
allá
que
tásemos nos
:
lo
,
no quisimos hablar
sino que le hicimos entender
estaba
,
allí
— Alcaide,
hemos llamado
os
otro dia
para que
se nos ofrecía. Contestárnosle
que
al
y
;
á nuestra
Nos en
le
nuestros
los
,
atacando
la
teníamos encomendada Valencia las
treguas que tenemos partidas por
tán
vos
do
el
otro
á lo
;
AB G
presencia, porque
1
)
por consiguiente
,
vos
ellas se previene.
que en
vos no
:
ignoráis ,
pues
guardando Nos
,
han hecho
compañía de aquel á quien Nos
firmadas con vos (
manifes-
estos térmi-
vuestros moros y los caballeros que vos tenéis á sueldo
daño á
com-
cumpliendo nuestra orden y en virtud de
habíamos enviado
le
y habiéndonos hos-
;
,
con numerosas fuerzas ,
alcaide de Já-
al
de Algecira en nuestras casas del
dia que llegó
pareció y nos dijo, que carta
villa
nos presentó. Sin embargo
se
allí
que habíamos ido
la
fué enviar un mensaje
las
sin
,
embargo, es-
las escrituras
un ejemplar y habéis quebrantado, faltan-
Mas no
el
es éste aun el único da-
ño que nos han hecho vuestros vasallos y los que reciben sueldo de vos , sino que nos han faltado además en dos ó tres cosas , y
Cuando se otorgaba algún contrato, era muy común el estender en un mismo pergamino dos copias conformes de la escritura y luego trazar algunas letras mayúsculas en el espacio que mediaba entre ambas copias paquedando así con una copia ra partir por en medio de ellas el pergamino (1)
,
,
,
cada una de tidas por
A
las 11
partes contratantes. Por esto tales escrituras se llamaban par-
C
,
y á ellas
alude aquí don Jaime.
DI
muerto
á
algunos hombrea ouestros, de cuya muerte sois vos n
ponsable. Va veis, por tanto, que
mos
paes nuestra es
mayor
la
tenecen también
la
\
i 1 1
.
— Cuando
creyó que
íbamos
palabra de
\
os
á retenerlo
mantenga-
os
<|u<'
primero en quebrantar;
Valencia,
j
so eatre-
intimamos que nos hagáis
prisionero, y
modo que no pudo
y
per-
á él
Játivaque vos poseéis, que-
nuestras palabras, demúdesele
«>\"
él
el
castillo
v
i
es justo
parte del reino
remos que sean nuestros,
la
do
treguas que vos habéis sido
las
í97
SIME.
J
l>.
miedo
el
respondernos,
semblante.
embaí
le
— Alcaide,
di-
le
jimos entonces, no tenéis que temer; pues tan seguro estáis aquí (diño
en
pudierais estarlo
tampoco que nos
deis aquí
que podéis volveros
sino
el
de Játiva:
castillo
sobre
allá, y
pretendemos
ni
marcha vuestra contestación
la
consultar antes
negocio con
el
,
los
ancianos y demás que puedan daros su parecer. Cuando os hayáis resuelto,
podréis volver á darnos
de otro modo
tener con ellos alguna
que
dir de así
os
á los
mejor
entrevista. Sin
al
(pie
embargo,
cierto
que os
seguida á comer;
Nos estábamos, •
lia
para darnos
respuesta; á
do de tanta importancia
ellos
nos baria saber
sajero
,
lo
,
y el
el
que
lo
negocio si
,
necesitaban á
y
,
Fnéronse
lo
«lia
alcaide personalmente, ó por
cj:
donde fijasen
sien-
menos ocho
queríamos concedérselos,
al
cabo de
medio de men-
que entre todos hubiesen resuelto. Otorgárnosles, pues,
plazo que nos pidieron; y al dia siguiente
ta
para Játiva .
lealtad.
que contestaron ellos, que
el
reina
alcaide
el
de marcharse, que nos
dijimos antes
les
dias para resolverse
mano
la
habiendo permanecido todo aquel
y
la
hemos de pe-
lo
demás muros, diciéndonos que
los
penetrados estaban de nuestra mucha
bien
á
—
mismo todos
lo
no accedéis
si
cabo habréis de otorgárnoslo por fuerza; y nos lo concedáis antes de buen grado.
Concluido nuestro razonamiento, besónos luego hicieron
comunicárnosla
ó
que mandamos comparecer para
hemos dicho, tened por
manera, que
os será
,
pues ya sabéis que Nos, por culpados que sean, no
;
retenemos nunca cautivos
lo
repuesta
la
,
y
nos fuimos Nos
á
tomaron
Castellón
ellos la vuel-
en compañía
de
de nuestro tio don Fernando y de algunos ricoshombre*.
38
la
208
BISTOBIA
CAPÍTULO CCXXI. Al octavo día
de Játiva nos envió un moro llamado
el alcaide
Almofarix, que era uno de
mas
el
y
sabio de aque-
nos presentó acompañado también de otro mo-
villa, el cual se
lla
los principales
y habiendo llamado á
don Fernando y á los demás ricoshombres que nos habian acompañado , en presencia de todos ellos di-
ro
;
jimos
sarraceno que hablase. Púsose
al
— Señor
el alcaide
,
cordialmente ñalasteis
para irrogároslo
,
al
plazo que les se-
el
agravio de que os quejáis,
estaban en guerra
,
que á
demás moros con quienes
los
y así luego que se dio el alarma, hubieron de
;
causar á los vuestros otro daño. Por lo que toca
cuya entrega
mismo
,
dice
,
pues no
si
,
tan fácilmente
moros no sean de vuestra
le
entregase
ley
mas
sin
bien qué
tal afrenta.
:
él
por
y aunque
el
alcaide
tal
se
No
queráis,
se sentó otra
tomarnos siquiera tiempo para pensarlo sois
y avergonzarían
felonía.
— Dicho esto,
Nos en seguida:— Almofarix, vos
muy
tendrían á
no por eso
,
menos delante de vos de haber cometido pues, hacerles sufrir
muy
hay mejor en toda Andalucía; por
la
la
de Játi-
al castillo
que vos sabéis
,
que cristianos y sarracenos
,
menguado
pedis
le
fortaleza es aquella
sus
sobró razón
contra ellos para recobrar lo que los suyos habian perdido, sin
salir
lo
les
di-
Ellos
porque vuestros cristianos del mismo modo hos-
tilizaban al alcaide de Játiva
,
dijo:
y
,
y los demás ancianos de Játiva os saludan
envían para haceros saber su resolución.
cen, que en cuanto
va
en pié
él
,
y deseando cumplir con vos en
,
me
,
pues
,
,
le
vez;
contestamos
un sabio, como
lo
prego-
fama y lo acreditan vuestras razones; pero ya veis que si las cuestiones que en este mundo se debaten , entre dos ó entre
na
la
muchos,
no tuviesen su
dé qué parte están
el
fallo
derecho y
aquellas nunca. Así pues, ya llo
,
según
villa; á
mus ga.
el
el
,
tratado que con
Nos corresponde
el
que
no hubiese
y la el
justicia
,
quien decidiere
no
se
terminarían
alcaide es ahora nuestro vasa-
Nos otorgó en
el
real
administrarle justicia, y
de
cerca
la
Nos nombraré-
juez que debe dar sentencia sobre las escepciones que ale-
Aquí
está
'listmguidos
don Fernando, que
es
uno de
hombres de España por su
los
mas
linaje y su
leales y
nobleza
:
mas si
él
DE
JAIME.
l>.
2'.)
conoce que vamos acertado en nuestra demanda favor; mas
si
demás, vanas
como
enviado sarraceno
el
oyó*
fallarlas,
se el negocio al fallo
de un juez
no querian que
vez á hacernos saber lo que acordasen.
cuándo volvería
;
y habiéndonos contestado que de
Con
estaba puesto en razón.
sometie-
61
regre-
vendría otra
,
entonces
Preguntárnosle
no tuvimos inconveniente en otorgarle este plazo
mos que
se
por consiguiente que
;
que después de una nueva deliberación
saría allá, y
nos dijo,
palabras,
nuestras
alcaide y los ancianos de Játiva
el
que
tuviésemos aquí con vos
habiendo juez competente para
n<»
lo
que os señalamos.
el
Cuando que
,
eu
nuestras pretensiones. Por
razones
cuantas
serian
respecto del alcaide
i «lesistir
.)
nuestro
á
contrario cree que no tenemos razón
al
pedimos, estamos pronta lo
falle
,
(
á tres dias,
allí
porque conoci-
,
esto se separó de Nos.
C4PÍTUL0 CCXXII. Volvió Aimofarix. en
señalado,
dia
el
presencia de dofl
en
y
Fernando y de nuestra corte nos esplicó lo que habian resuelto los moros, deciéndonos , que le declarásemos cuál ora nuestra pretensión
,
que
y
él
nos contestaria
en
el
acto.
Aimofarix, repusimos PÍOS dirigiéndonos de haberlo pensado
;
don Fernando
necesario un juez que
hombre
cualquiera
pueda dar sentencia
quiere conformarse con
las
,
que su
llevado á efecto.
que
el
,
si
Vos, pues, que
es
convenido no
el
de
juez tenga seguridad
después
igual,
otro su
á
anda
ponga un
reclamaciones del demandante
menester además
y es
;
partes
las
,
de
mensajero
sois
añadimos hablando con Aimofarix, ved
del alcaide,
y
porque en cualquier demanda que
señor á su vasallo, ó un
fallo será
á
— Descaminado
él
si
quiere
aceptar por juez á don Fernando y asegurarnos que cumplirá por
su parte
la
sentencia.
— Contestónos
escederse de lo que se
le
allí
querido aceptar
,
los
ricoshombres y ciudadanos de
estaban se levantase testimonio de que no habia el
juez que nos
dad de que pasaría por caballo
él
había ordenado; y después de haber Nos
mandado que en presencia de Valencia que
entonces, que no podia
lo
le
señalábamos
que aquel juzgase
fuese por su camino
,
y
quedó
así
,
,
ni
darnos seguri-
montó
declarada
otra la
vez á
guerra.
,
HISTORIA
.'{()()
CAPITULO CCXXI1I. Convocamos en seguida demás
á los
sirvientes y á algunos alrnugávares
los
ricoshombrcs nos fuimos
en
la
vega
donde teníamos
,
un barranco y mandamos abrir un rado
el
campo.
y
,
Valencia,
acompañado de
poner cerco á Játiva, acariñándonos
á
á la orilla del rio
de
reino
á los caballeros del
que quedase
foso para
Mientras estábamos
nuestra espalda
á
repetidos
verificábanse
allí ,
cer-
así
hombre na-
torneos entre sitiados y sitiadores, llabia también un
de Cuenca y pariente del obispo de esta ciudad , y de quien, antes de ir Nos á aquel sitio de Játiva , se nos habia dicho ya que
tural
tenia encargo del infante
da por
moros de aquella
los
pudiese tratar con
Nos
don Alfonso para hacerle fabricar una tien-
cuál era
la
aquella tienda
,
el
villa
que con este protesto,
á fin de
,
alcaide de la rendición de
la
Conocimos
plaza.
segunda intención que se llevaba en hacer construir y
que no era otra que
el facilitar
y encubrir los
tratos del infante con el alcaide para la entrega de aquel castillo; y
supimos también que aquel hombre de Cuenca, luego de haber Nos puesto
sitio á Játiva
habia venido con acuerdo de aquel obispo
,
para tener ocasión de hablar con los sitiados
,
y decirles que el in-
fante don Alfonso venia y que aguardasen á capitular con él
:
por
consiguiente, tuvimos envidia de que con semejante estratajema se tratase
de quitarnos aquella plaza. Para remediarlo
pregonar por
la
hueste
,
los
moros
,
sin
ma En ca
,
hablando ó en relaciones
que habiendo salido
que querían segar y
campamento
los sitiados
campiña
talar la
en
el
tal
ocasión don Pero Lobera encontró á aquel
,
y salió
que estaba hablando con
que habíamos dado contrarnos. otro. l»>s
hallado
—
moros;
,
los
el
rey ha
y puesto
la
dióse
,
atacar
á
alar-
el
hueste á rechazar á los moros.
sarracenos
se acercó á él y le
¿ Porqué queréis
— Porque
nuestra
á
permiso nuestro.
Aconteció cierto dia á los nuestros
mandamos
que fuese preso y conducido
presencia cualquiera que fuese
con
,
;
hombre de Cuen-
y recordando
mandó que
llevarme
al
rey?
la
viniese le
orden á
en-
preguntó
el
mandado que nadie pudiese hablar con
que vos
ñéis ó aó permiso para ello.
lo
habéis hecho, quiero saber
— Como
el
si
le-
de Cuenca no podia re-
DE sistirs*;
l>.
I
hubo de seguir por Faena
,
don Perú. Así que estuvie-
á
ambos delante de Nos, díjonos
ron
Mi
Al Mi-:.
Lobera
el
neis á esc caballero,
que estaba hablando
castellano no negaba
el
hecho; pero
no eran en daño nuestro ce que estáis aquí ? contestó.
que
de
ni
la
estáis
aquí, no podéis ignorar
—
Si lo
le
replicamos; porque vos sois
,
daño lo
el
y ,
de quince dias, nos
hace mas de quince dias
si
sin
nuestro permiso se atre-
he hecho, repuso, no ha sido para vuestro
po de Cuenca
,
que nos
el
que hacíais construir
el
sabemos de
daño.— Sí
la
cierto por los
mismos
tal,
tienda para don Alfon-
moros de nuestro
los
plaza capitulase con dicho infante
la
ellos?
trajisteis cartas del obis-
que con este prctesto tratabais con
procurando que
tiempo han
¿Porqué estabais hablando con
viese á hablar con los moros.
—El
pregón que mandamos echar
el
ocho dias atrás, ordenando que nadie
so
los sarracenos.
— ¿Cuánto
— Mas
— Pues entonces, añadimos,
aquí te-
escotaba con que sus tratos
se
hueste.
preguntamos.
le
mu
— Señor,
:
sitiados.
Ya
sabéis
,
,
como
pues
,
la
orden que dimos y que no puede ignorar ninguno de los que se hallan en la hueste por tanto, en pena de lo que habéis hecho, y ;
supuesto que no podemos fiarnos ya de
manera
,
vos
,
que podáis servir luego de escarmiento
intente quitarnos
la
de Játiva.
plaza
nuestros porteros que
castigaremos de
os
— Dicho
á
esto
cualquiera que ,
mandamos
á
prendiesen, y que después de haberle hecho confesar y comulgar , lo ahorcasen en un árbol. lo
CAPÍTULO CCXXIY. Había
pimos que Enguera maravillamos
se habia
á
rendido
mucho de que dicho
pueblo perteneciente á caba
mes desde aquel suceso
transcurrido ya un
nuestra
,
cuando su-
infante don Alfonso
;
y nos
infante se apoderase de ningún
jurisdicción de Játiva
la
conquista (i)
convenio que
al
,
,
tocando como to-
y mayormente estando casado con
emperador don Alfonso de Castilla y el conde de Barcelona don llamón Berenguer IV celebraron seis dias antes de las camas de haberse dividido entre ambos solendas de febrero del año 1150, quedaron ya repartidas las tierras de España beranos el reino de Navarra (1)
Por
el
el
;í
,
ocupadas á
la
sazón por los moros
,
y
que cada uno de
los contratantes
debía
•Kl¿
HISTORIA
embargo
nuestra hija. Sin
caminamos nos
entregasen
lo
pueblo
á aquel
para certificarnos del hecho
,
;
habiendo dicho
y
contestáronnos que
,
á los sarracenos
que
habían puesto ya bajo
lo
señorío del infante don Alfonso, quien tenia
el
nos en-
,
Con
su alcaide.
allí
esto conocimos que era cierto cuanto se nos habia dicho acerca de
tienda
la
Como no
nos quedó duda ninguna de que
y no
,
tenia dificultad
pendencias de Játiva
misma
plaza
buscar
al
,
nos contestó
,
infante
encomendó
que eran de-
castillos
entregaban
moros. Enviamos
los
caballero que gobernaba aquella fuerza
vo delante de Nos, aquí
la
dijimos
le
:
— Cómo
la
pues
,
aquí?
estáis vos
tenencia de Enguera.
esta ,
á
y cuando estu-
,
por don Pero Nuñez de Guzman
,
así
,
tampoco repararía en hacerse señor de
,
se
si
en apoderarse de
infante
el
— Estoy
á
,
quien
— Esto no puede
el
ser,
replicamos; pues no creemos que don Alfonso haya querido apo-
le
derarse de nada de lo que atañe á nuestra conquista.
En
vista
de
de Enguera. Cumpliendo
los
partimos luego de
,
que habia en
á los corredores
te
que pasaba
lo
la
hueste
,
que fuesen
los nuestros la
armaron ya una emboscada
,
allí,
orden,
mandamos
y
á hostilizar á
al
dia siguien-
por cuyo medio cautivaron á diez
y siete de los del pueblo, los cuales fueron llevados á nuestra pre-
conquistar.
Según aquel
tratado, debían tocar al conde y á sus sucesores: la
ciudad de Valencia con todo su territorio, ciudad de
Tortosa;
la
yesen
sarracenos
de
los
los castillos
A
13 de
celona y
el
las
el
Júcar hasta
Denia con todas sus pertenencias, y finalmente la ciudad y reino de
;
tal
como
Murcia
,
reino de
el
á escepcion
reino de Aragón, celebró sujsoberano ,
en
el
que
,
ratificando y
un nuevo
tratado de alian-
aclarando en 'cierto
repartimiento hecho en 1150, se espresó asimismo que debían tocar
gonés Valencia y todo su reino con cuanto Bíar con sus términos sus dependencias ,
,
desde
el
pose-
la
de Lorca y Bera, los cuales debían quedar para el emperador. calendas de abril del año 1178, unidos ya el condado de Bar-
za con el de Castilla el
desde
,
le y
perteneciese
todo
;
modo
al
ara-
Játiva con todas
el territorio
comprendido
puerto de Biar hasta Játiva y Valencia; y por último, todo el mar y hasta Calpe.
el
rei-
no de Denia, hasta
La demasiada estension de ambos tratados nos priva de continuarlos aquí, como hubiéramos deseado hacerlo pero hemos creido necesario dar almcnos esta sucinta idea de su contenido, para que puedan entenderse mas claramente las referencias que á ellos hace nuestro Cronista, tanto aquí como en ;
•l
capítulo "
lilla.
CC1X
,
al
darnos razón de sus diferencias con
el infante
de Cas-
I>K
Nos
sencia, y
3W3
\1MK.
1
I».
dia volvimos
compramos. Al otro
Be los
Nos
allá cota
aquellos prisioneros, é intimemos á los del pueblo que nos lo ená
ajusticiará
los
que caye-
tregasen, porque de lo contrario, estábamos resuelto aquellos diez y siete sen
y
,
manos;
en nuestras
entregarnos
quisieron
mitad de
los
en seguida
á
hacer
¡i
mismo con todos
lo
petfo á
pesar
castillo
,
el
campamento
les
dijimos, no
mandamos decapitarán
y así
prisioneros, y ahorcar
nuestro
de cuanto
otra mitad, volviéndonos
la
(leíante*
de Játiva.
CAPÍTULO CCXXV. Al cabo de unos quince dias recibimos un
don Alfonso
,
diciéndonos que deseaba avistarse con Nos, y supli-
cándonos que con que
tal
objeto tuviésemos
:
si
estaba pronto á
le
enmendar
á
te en acudir á aquella entrevista.
Mientras esperábamos que
nos enviase otra vez su respuesta
freile
de Calatrava
pueblo y te
el
de Saix
modo que cuando don
Alfonso fué para
cuatro castillos, no quisieron \
i
bajo
doscientos
á
mos
moros
;
de
acogerlo, porque estaban todos
allí
á la entrevista; y así
caballeros
todos
v á
dejando en
los infantes,
con
pañía. Iba el infante
por su par-
apoderarse de aquellos
acompañado
del maestre del
la
hues-
nos encamina-
En Guillermo de Moneada , el maestre don Gimeno Pérez de Árenos, En Carroz y parte de allá
,
Enviónos entonces un nuevo mensaje,
nuestro dominio.
rogándonos que fuésemos te
los
disposición los de Capdets y Bugarra
pusieron á nuestra
,
nos convenimos con un
,
mismo tiempo que
al
in-
el
Villena,que nos entregaria aquel
cuya era ;
Algeci-
salir hasta
él
fante
,
bien
habia faltado con Nos, y que su falta, no tendríamos inconvenien-
contestamos, que
ra
á lo
mensaje del infante
del
Hospital,
nuestra
Templo,
com-
del de
Uclés, de don Diego de Vizcaya y de algunos otros ricoshombres
de Castilla y Galicia, cuyos nombres no recordamos. Avistámonos entre
puso
donde Nos nos aposentamos, y Capdets, donde tiendas, llevando Nos en nuestra compañía una terce-
Almizra él sus
ra parte
,
mas de
nos visto, quiso bién garle
caballeros de los que él tenia él llegar
á nuestra esposa el castillo
la
hasta nuestro reina
;
,
y luego de
haber-
campamento, para ver tam-
pero aunque
y villa de Almizra
;
para
le
ofrecimos entre-
que pudiese aposentarse
304 allí
HISTORIA negóse
;
mismo
cerro
reina
,
,
vistas para contribuir
y habiendo comparecido
;
que
dejásemos
la
asistir á aquellas
cuestión
la
vino éste á verla luego de haber
,
El dia en que llegó
solaz, porque
la
allí
también
por su parte á que se transigiese
que teníamos con nuestro yerno ella llegado.
laida del
la
donde dispuso armar sus tiendas. Nos solazamos
,
cual nos habia pedido
la
quedarse afuera á
prefirió
y
muy amigablemente
dos
los
admitirlo
á
ameno
reina se pasó todo en
la
no era regular que de buenas
primeras se empe-
á
zase á tratar ya de negocios.
CAPÍTULO CCXXVL Cuando
don Alfonso
siguiente
dia
al
,
á ver á la reina
después de haber ,
le
á
nombre suyo
el
;
y entonces nos contestaron
maestre de Uclés y don Diego de Vizcaya venido á donde estábamos
infante habia
el
casado con nuestra hija
,
la
cual
dado en dote alguna parte de nuestra sazón que
la
le
diésemos
la
creia
tierra
;
con nadie del
que
hubiéramos
le
plaza de
Jativa
según se
,
el
lo
tratador
boda. Respondimos Nos á esto, que después de haberlo pen-
la
sado
mismo
y que por lo
habíamos ofrecido por medio de Ovieto García, que fué
de
que
,
porque habiéndose
,
su entender.,
á
,
mundo podia haber hecho mejor casamiento, pedia á
volvió
,
preguntamos porqué habia que-
Nos
rido tener aquella entrevista con
oido misa
les
,
haríamos saber
consultado
el
acompañban
negocio con
que resolviésemos
la
reina y con los ricoshombres que nos
enviamos á buscar otra vez
,
y habiendo luego
lo
al
;
maestre y á don Die-
go para darles nuestra contestación. Cuando estuvieron delante de Es muy cierto , que tanto Nos como la reina Nos , les dijimos :
—
sabemos que casamos muy bien
Nos dijésemos que
se
á
Ovieto García
nos atribuyen
,
de que
le
á nuestra hija ni
á nadie del
;
pero no
mundo
las
que
es
lo
palabras
daríamos por dote Jativa
nin-
ni
gún otro lugar. ¿ Acaso cuando nuestro matrimonio con la tia del infante , la reina doña Leonor , se nos dio con ella algún territorio
,
algún honor ó algún caudal ? y
gamos Nos que dar se
á
á fé
que no creemos que ten-
ningún rey con nuestra
hija
mas de
nos dio á Nos con nuestra primera esposa. Decid, pues
fante
que no
lleve
¡i
lo ,
al
que in-
mal nuestra negativa, porque Jativa pertene-
DI.
ce 61
nuestra conquista
¡i
de
Miyo
lo
para que
,
Nos que no
parce de
30o
haya de codiciar pese
le
MME.
J
nadie queremos cederla: bastante tiene
a
j
1>.
nuestro. Rosadle de
lo
pues no puede ser otra ntestra re-
:
solución.
Marcháronse entonces por nuestra
negativa; pero
que estaban prontos
á
García
lo
certeza de
l¡i
«|ii«*
probar con
sefior
-ii
el
don Alfonso
dimos, que haga
fé
;
— no es conforme
pero
Nos
Alfonso.
sabemos cuan
derecho para pedirnos que
de nuestra hija
podemos
:
si
á derecho, alia-
que una cosa tan importante romo
y Dios
me
deposición del propio vasallo;
la
ñorío de Játiva, tengamos que Garla
le
otros ausilios
ni
es el se-
dicho de on vasallo de don
al
cierto es que
el
demos algunas necesita
,
no tie-
infante
tierras por dote
grandes
é
importantes
honra y provecho suyos pues estai servirle con mil y aun dos mil caballeros, no una. sino prestárselos para
pronto á
dos. tres v diez veces,
si
:
lo
ha menester;
vechará mas esto con nuestra
Nos por
mismo Ovieto
testimonio del
verdad en pro de Nos, por m;is
la
contra otro
está puesto en razón
ne
anochecer para decirnos,
al
que antes nos habían manifestado. Contes-
no dejaría de declarar
fuese
volvieron
que teníamos por tan cumplido caballero á Ovieto García,
síes
ta
mensajeros muí malcontentos de .Nos
los
lo
que nos pide.
zonamientos; y luego
amistad
— Así
tensiones
,
le
apro-
enemistarse con
el
paso aquella noche en tales ra-
se
,
por cierto que
que nó
,
se separaron de
de haberles dicho en conclusión
\
Nos
que
si
los
tratadores, después
no moderaban sus pre-
podían ya estar seguros de que nunca accederíamos.
CAPÍTULO CCXXVII. Los enviados del infante volvieron de nuevo dijeron Játiva
;
:
— Convenid
ha
suya,
la
m
ofrecido.
entregará ha de
— Pues
de que nadie nos se
señor
en ceder
,
á
la
el alcaide.
entregársela si
otra
otro dia
don Alfonso
pues de todos modos ha de ser suya
cedéis, se ser
,
al
,
que
si
la
,
y
mis
plaza de
vos no se
la
—¿Cómo, repusimos Nos, hade — Porque el
cosa no
alcaide?
éste se
la
hay, ningún temor tenemos
quite. Ni el alcaide osará entregarla, ni nadie
atreverá á tomarla: pues
tened entendido que por encima de
Nos habrá de pasar cualquiera que pretenda entrar en
Játiva
39
;
que
HISTORIA
30(">
amenazas, ponedlas por obra,
tras
mamos. Decid hable mas
de
espantar á todos con vues-
los castellanos pensáis
aünqoe vosotros
pues
,
asunto
tal
poco
las esti-
algo mas tenéis que manifestar, y no se
si
,
y veréis euán
Nos seguiremos nuestro camino
:
ha-
;
ced vosotros lo que podáis.
(HPlTULO CCXXV1II. Después de esto acémilas
,
mandamos luego
,
y entonces prorumpió
en mala hora habia nacido
reina en llanto
la
oficios.
diciendo que
,
puesto que habiendo venido para po-
,
nernos en paz y amistad con su yerno
de tener sus buenos
y cargar nuestras
ensillar
,
mal resultado habían
tan
Mientras tanto, los enviados de don
Alfonso fueron á decirle que estábamos ya pronto para marchar-
nos y habíamos mandado ensillar
don Diego de Vizcaya
co
les
,
ó rey
,
diciéndonos
,
en tanta manera ?
,
mo
no tuvierais mas que abrir
plidos vuestros deseos. :
maestre de Uclés y ¿ Porqué os habéis encoel
— — No hay hombre
:
tan pacífi-
pues obráis en todas vuestras cosas con tanto orgullo
;
ron
estaban ya puestas
,
contestamos, á quien vosotros no seáis capaces de sacar de
quicio si
por tanto
cuando comparecieron de nuevo
las sillas
lerizado
;
— Señora
á ver á
Dirigiéndose luego á
,
dad de este rompimiento. ,
cabalgar en seguida
,
y todo
— La
;
pues Nos vol-
podrá concillarse
porque
los
sin necesi-
reina nos suplicó entonces con
que no llevásemos tanta prisa ,
dije-
le
,
que no se
y decidle
que modere sus arrebatos
don Alfonso
llanto en los ojos
,
reina
la
mensajeros irian
co-
cum-
boca para que se viesen
hablad á vuestro esposo
,
enoje en tanto grado
veremos
—
la
,
quisiésemos
ni
á
el
ver otra
vez
infante, y procurarían que se redondease el negocio quedando don Alfonso y Nos en buena amistad. Puesto que vos y ellos,
al
—
todos nos lo pedis, dijimos á
la
reina
,
ved que nos traigan presto su contestación. sajeros á ver al infante f
Limarnos
dos
los
,
la
;
y
él
,
plaza de Játiva
le
— Volvieron
y acordaron entonces no ,
los
insistir
;
pero
menen re-
sino que, partiendo las tierras entre
conforme estaban divididos ya
de Valencia ra
,
hora buena
sea en
cederíamos Nos Villena
el ,
reino de
Saix
nos entregaría en cambio Enguera y
,
Murcia y
el
Gapdets y Bügar-
ftfuxent.
.
ni.
Conforme acordado bríol;
todo
diéronse infante
lunes, Polop,
.
que
l<>
Iba
Almansa
tiva,
le
los tratasen
d
i
Ca-
de
rio
Nos Castalia, Biar, Sexona, Ajaren,
¡i
Mola cerca de Aynés, Altea,
la
]ui-uim-. en ellas ouestros Bellos,
ramos amigos, restituyendo cada uno ya este
Saraznll
,
Tor-
correspondientes escrituras entre Nos
las
don AJfonso,
Terminado
que miedo entonces
tierras
bailaba comprendido en sus términos. Esten-
s '-
seguida
>'ii
de
infante
al
nos correspondieron
y
y
tocaron
,
Finestrat
mos,
repartimiento
oJ
307
JAIME.
i).
otro
al
asunto, volvímonos
tenia.
él
hueste delante de
la
.i
permanecimos mas de once meses,
el
nos sepa-
\
une de
lo
\
los
sin croe
.l.í-
sitia—
de capitula]
CAMILO
Ct\\l\.
Al cabo de otros dos meses de estar sobre Játiva
SU alcaide EOS
,
envió un sarraceno llamado Aibocacim. Para que pudiésemos baldar
Gon los
él
mas libremente, mandamos
que en
había;
ella
có deciéndonos: que nuestra gracia,
y
el
como
¡i
cuando
él
salir
de nuestra tienda á todos
se \¡ú solo
alcaide nos saludaba la
de
quien
con .Nos. se
\
se
espli-
encomendaba
mas deseaba amar, sen
ir
á y
mundo; que deseaba saber porqué le teníamos sitiado, siendo así que Nos no ignorábamos que su padre le había \.i mandado , que cuando no pudiese conservar aquella fuerza , no la honrar en
el
entregase á otro que á Nos,
ni á cristiano, ni
¡i
sarraceno; y úl-
timamente, que obrábamos mal en tenerlo sitiado y causarle aquel
daño, porque
si
mantenía aquella plaza
la
mantenía solamente en
leudo por Nos, y no tratraba de que fuese nunca otra su conducta.
mos de
Respondimos Nos
oidas lo que al alcaide
pues Dios
lia
á todo esto:
dejó
le
la
regla de
— Ciertamente
mandado
su padre
querido que Nos fuésemos rey de todo
Valencia, y Játiva es. después de esta ciudad,
el
sabe;
pero
el
reino de
lugar
mas im-
portante que en
él
se
conformarse con
la
voluntad del Señor: en cambio podremos Nos
favorecerle de
modo
,
India
que
,
no tiene otro medio
él y
honradamente. Además Játiva
plaza.
Por esto
le
alcaide
que
todos los de su linaje puedan vivir es la llave del
dríamos Nos por rey de Valencia lla
el
,
si
reino, y no nos ten-
no fuéramos dueño de aque-
rognmos que nos
la
entregue
;
perqué ka de
IIISTOH1A
308 saber
que estaraos resuelto
alcaide,
el
de grado ó por fuerza grar quizás
muy
rá á él
do partir de aquí,
tendamos en nuestro poder.
la
que nos sea costoso
,
á
llano el sostenerla
ganarla
el
sin
Kl podrá lo-
pero tampoco
;
que
le
se-
y en todo caso comunes serán los
,
daños que ocasione su resistencia
por tanto, vale mas que por cap-
;
amistad y granjearse nuestras mercedes , acceda á pedimos pues él hallará así mayores ventajas en lo que
tarse nuestra (pie
le
;
daremos,
so entonces el sarraceno
daremos
le
Albocacim, que
bueno
el
nos entregue
á él otros bienes.
Respondimos Nos
—
naje.
á esto
:
—Muy
dijimos
sois escribano
:
explicádselas
mayor de
Játiva los
,
inoro,
el ,
tiene
si
y
li-
volveré
— Volved en hora bue-
ellas.
buen resultado
;
pues
el trato,
que nunca habéis tenido. Sea como
ya veis que tampoco puede sostenerse
,
de su
los
procurad abogar por Nos
y
,
que se-
al
os place
si
,
—
recompensará
le
que han poscido nunca
lo
para darle cuenta de
daremos mas bienes de
fuere
queréis, anadio
Vuestras proposiciones, señor, añadió entonces
á ver al alcaide le
Nos en re-
y
bien puede entregarlo
mucha importancia; por consiguiente
son de
os
— ¿Cómo
alcaide
el
que podrá obtener en cambio ?
lo
con darle diez veces mas de
,
el castillo,
señor, y á mas de guardarle de todo mal,
rá su
na
que haga
,
alcaide os entregue tan fácilmente un lugar tan
saber siquiera
sin
,
¿ qué queréis, pues
—Queremos que
de Játiva?
compensa
,
le
— Señor, repu-
mejor en poder de Nos.
y Játiva estará
lo
la plaza.
CAPÍTULO CCXXX. Entróse otra ?ei en Játiva gresado
al
que
dirles
moro Albocacim
el
y
habiendo re-
dia siguiente, nos dijo, que nada habia podido persuaplaza debiese
la
rendirse.
no quiere entregárnosla
alcaide
;
,
— Pues entonces, ya que que
decidle
se
apreste para
el la
defensa; pues resuelto estamos á ganarla, y á no movernos de aquí basta «pie
que
díjonos alcaide plaza
amos
]
hayamos tomado. enviásemos
queria y
,
la
verle
;
— Cuando
á Játiva
á
el
Oimeno de Tovia
mensajero, ,
que dicho caballero entraría con
que por este medio nos daria fidelidad nos tenia.
cim, nos pidió
esto oyó
á
conocer
el
las
él
en
el la
alcaide cuánto
Ocurrió esto en miércoles;
además que suspendiésemos
pues
y
Alboca-
hostilidades contra
á
de Insta
309
j.MMi
i).
domingo, porque
viernes acodian los ancianos
la
villa
la
mezquita, donde estaban en consejo hasta
el
sábado, y
el
en con-
No tuvimos inconveniente
solverían lo que debiese hacerse.
re-
allí
queremos estendernos aquí en mas pormenores,
cedérselo; pero do
porque fueron largos
razonamientos que mediaron,
los
sobrado voluminoso este
harían
y,
liliro.
CAPÍTULO ccxxxi. En
su
pañados
\
Almofariz
Gimeno de Tovia, para estender
\
Qrmar con Nos
capitulación;
— Señor,
habiendo tomado
y
aquí os envía
su culera confianza
como
cho,
si
Játiva; que
de
la
que
el
lo hiciera.
conservaría
él
la :
todo su consejo, que merece
á
tendrá
lo
entregaría
mayor
el castillo
.
último, nos dijo
el
próxima pascua de Pentecostés;
por bien he-
él
— Propusiéronnos
alcaide nos
el
palabra
la
alcaide
.
que estos hagan,
lo
:
mismo
él
enviados,
llos
acom-
Sexi
comparecieron AJbocacim
(li.i
entonces aque-
menor de
castillo
el
hasta dos años después
que Nos declarásemos qué
v
lugar podríamos darle en cambio. Dijímosles une manifestasen ellos
conveniente;
(pié lugar les parecía
dada, que son buenos castiHos
— Deliberaremos
nos pidieron Muntesa
\
y están
sobre vuestra
aposentada
Hugo de
Hospital,
nos diesen su \oto.
tomar el
la
palabra
consejo que
,
y
En Carroz
A
nadie
no
y nos dijo:
— Poco
yo pueda daros en
lo dilatéis
hemos
es aquella.
seguida
,
el
\isto
— Buen j
hecho
por uno
ni
consejo es
el
;
y
se halla-
maestre del
el
el
alcaide
reina
la
,
para que
primera en
este negocio; pero por >i
algo
si
podéis apoderaros luego de
por dos castillos
que os da
tuvimos por bueno si
manifes-
ha de aprovecharos, señor,
Hospital; y con
do, porque juzgamos que
el
la
nunca tan buena fortaleza
maestre del
Aprobamos Nos
donde
todos los cuales
á
ruego de ellos, fué
ha de valer, yo soy de dictamen que Játiva,
Játiva.
contestamos
con Nos
allí
proposiciones que nos habia
las
les
casas
la>
á
cena de
Porcalquier; Kn Guillermo de Moneada, Gi-
meno Pérez de Árenos tamos
Reuniéronse
reina.
la
—
demanda,
saliendo de nuestra tienda, nos fuimos
ba
situados
Na-
j
lo
él
ni la
se
;
¡mes
ni
tan rica villa
reina,
yo
ni
como
— añadió
en
conformaron todos.
que nos habían aconseja-
alcaide nos entregaba el castillo
me-
HISTORIA
:H0 ñor
muv
,
poco dueño seria ya en adelante del otro mayor que
quería retenerse.
Después de esto sarracenos que con
que amábamos su
enviamos
,
á
hahian venido, y
él
Gimeno de Tovia
y á los
dijimos, que por lo
mucho
buscar á les
que habíamos tenido con
alcaide, y por la amistad
al
padre (quien nos había dejado encomendado dicho
accedíamos gustoso
encomendar
bien
y entonces nos suplicaron que tuviésemos á
;
Así se hizo
campo
:
Gimeno
sobredicho
al
ya que merecía
tillo ,
por mas que no satisfaciese del
á su propuesta,
todo nuestros deseos
su hijo),
la
guarda de aquel cas-
la
entera confianza del alcaide y
tomamos posesión
del
menor
castillo
,
nuestra.
la
levantamos
el
y dejando aquella fuerza provista de víveres y convenien-
;
temente guarnecida
dimos
,
vuelta á Valencia.
la
CAPÍTULO CCXXXII. Estando en Valencia
,
bos de edad algo avanzada los cuales dijeron á
dos moros de Biar
se presentaron
nuestros porteros, que querían hablar con
y habiéndoles
;
nos contestaron, que
si
tregase aquel castillo
,
—¿Cómo podrá dieron rentela
somos
, :
los
no
falta
les
que en aquella
mas
sino
ir á
—
estemos
allí ,
con
dijimos. villa
los cuales
á
cabo
se les ofrecía,
—Nosotros,
,
él
;
lo
con algunos vecinos
y tened por cierto que
vos
para que sea vuestra
Nos reuniremos aquí
pasaremos ,
nos respon-
tenemos mas numerosa pa-
este negocio
podréis volver á vernos
podrá ó no llevarse
qué
Manda-
Biar, harían que se nos en-
Idos, pues, allá, les dijimos: ,
,
Nos
mejor de toda aquella frontera.
que os presentéis
hasta cien caballeros
si
el
hemos hablado ya de
fortaleza.
teza
que era
preguntado
que mas parte puedan tener en
de
la
queríamos
hacerse esto?
los
am-
pues pasaban de los cincuenta años,
,
para comunicarnos cosas que nos serian de gran provecho.
mos que entrasen
,
á Játiva
;
y
cuando
para decirnos con toda cor-
que proponéis.
CAPITULO CCXXXIU. En
el
«lia
que habíamos determinado nos
donde compareció también
el
hallamos en Játiva,
uno de aquellos sarracenos. Pregun-
DB támosle todos
lucí:*»
bd
MME.
I
propuesto,
que dicho
y
demás
los
á
al
habían
tíos
quedado
para
allí
de que hiciesen su
Fuimos, pues, ron-
castillo.
que aquel mensajero nos dijo
dos
ellos
fin
¡i
I
nos contestó que
él
se había
nuestra presencia,
á
sumisión cuando nos acercásemos liado en lo
que
lo
compañero
su
51
compañero.; y
moros de Biar convenían en
los
conducir
dónde estaba
I).
pues nunca ningún sar-
;
raceno que hubiese prometido entregarnos algún castillo nos babia faltado á su palabra
de Alazarch cu
á escepcion
,
el
hecho de Re-
guar (1); y mucho menos podíamos dejar entonces de darle crédito
habiéndonos pintado
,
mas
que llegamos, vimos ya que
así
esperarnos armados lucra de sajero sarraceno:
la
— Acércate
— Cumpliólo
aquí.
negocio
el
moro
el
no querían tratar con
él
dirección de Ontiííen á
allí
Biar
sarracenos habían salido á
Dijimos \os entonces
villa.
que Nos estamos
pero
contestaron
le
se les acercaba
si
ó cuatro
tres ,
sujos
los
aquende
agua
el
Ocurrió todo esto por
mos
fabricar
,
que
recibirían
le
acampado en
dias
trasladamos á un cerro que domina á Biar por á Castalia.
men-
al
tú á ellos, y diles
y que
,
pedradas. Permanecimos
;
los
buenas palabras:
tan
con
la
mas luego nos
;
parte
la
á
que mira
de San Miguel: manda-
la fiesta
nuestras casas; quien do pudo tenerlas se conten-
allí
una buena barraca
to con hacerse construir
;
albergado
y
así
ca-
da uno como mejor pudo, estuvimos mas de dos meses, durante
mandamos
los cuales
ningún dia
casi
de
tros y los tes
,
y no se pasó
donde habia mas de mil
nues-
los
y doscientos infan-
buenos y bien armados.
Tortosa ella.
cierto dia á nuestros ricoshombres á los caballeros
En Guillermo de Moneada, acudido también con sesenta ballesteros muy buenos de
órdenes que se hallaban
las
que habia
la
,
un fundíbulo
se verificase algún torneo entre
que
la villa
Convocamos de
sin
fabricar también
;
y
comenzamos
el
ataque contra
la
villa
para
,
entrar en
Defendiéronla ellos con valor, tanto que nada perdian sino á
pura fuerza
,
siendo
el
resultado
varios caballeros y algunos
nencia
brero
allí ;
,
fué desde
heridos de nuestra parte
salir
,
hombres de
la
referir aquí todos los
adelante esplica ya nuestro Cronista
cuando éste
suya.
Nuestra perma-
mediados de setiembre hasta entrado
mas no queremos
Mas
(1)
zarch
y á
allí,
le ofreció
entregarle
la
el castillo
hechos
traición
del
de Reguar.
el
fe-
de armas
moro
la-
HISTORIA
¡|;>
que tuvieron lugar poique
tratados que
y los
seria cosa larga
de esplicar; solo
celebramos con sí
diremos, que
al fin,
do todos estos sucesos hubieron pasado , el alcaide de que tenia por nombre Muza Almoravid , nos rindió el nos quedamos en jas
con
la villa
los sarracenos
donde
,
moros,
los
cuan-
punto,
tal
castillo
les
y
,
otorgamos
correspondientes escrituras para que pudiesen tener sus aljamas,
en adelante quedasen con y que de entonces
Nos y con
los
nues-
tros.
C4PÍTIM CCXXXIV. Concluida de pedir el
jornada
tal
á Zeit el
,
volvímonos
¡i
Valencia
con intención
,
derecho que debia pagarnos de Castalia, según
tratado eme con él teníamos
mas don Gimeno Pérez de Áre-
:
nos aos dijo que no era preciso
,
por cuanto
y así que nos podríamos entender con
él.
tal villa
En
efecto, manifestónos
moro que por él tenia la villa don Gimeno Pérez pronto como nos conviniéramos con éste , nos la
el
preguntando
al
era ya suya,
mas que
;
tan
entregaría
:
y
último bajo qué pactos queria que
lo
hiciésemos,
diésemos en
el
mismo reino
nos respondió que bastaba con que
de Valencia por
el
lugar, y accedería
valor cinco al
le
veces
menos
punto. Redújose, pues,
del el
convenio
que hablamos por largo espacio con don Gimeno daríamos Cheste y Vilamarxant
:
aceptólo
él
,
que tenia aquel
y
,
á
,
después
que Nos
le
de esta manera
pasó á nuestro poder Castalia. Entre esto y saberse que teníamos
ya Játiva y Biar car á
Murcia
;
,
rindiósenos
al
punto todo
concedimos en seguida
]>udiesen quedarse en
que ya desde entonces
mismo
el
lo
pais
,
á y
el
reino desde
el
Jú-
todos los habitantes que
por este medio
tuvimos
dominamos todo.
CAPÍTULO CCXXXV. Aragón, y pasando por Teruel y Daroca, Calatayud. Estando aquí, un dia que fuimos ala
Marchamos después \inimos á parar á i^lcsiü
Mayor,
á
para oir
la
pués de haberla oido, don
misa de Santa María, acércesenos, des-
Gimeno Pérez de Árenos,
y nos dijo:
—
Señor mió, alerta deberíais andar en vuestras cosas, pues aparecen
— 313
DE D- JAIME.
— ¿Qué
estorbos que \os do os podéis figurar.
pregaotámos Nos.
— Harto
déis avisarnos de algo
zo en saberlo
y
,
¡i
si
dremos tomar consejo
— Con
casos tales.
—
Gimeno.
j
•
dijimos entonces: porque
le
sea en naestro pro
:
resolvióse á lo que
que Inicuo
L
os
— Sabed,
llos
y tierras de Valencia: penetrad ahora
lo
([Heríamos decir.
como Alazarch
,
— Mal
os
en
hacíais
lia
a
\
:
pero
:
mane-
lomado algunos
casti-
callarlo
motivo porque no arrojábamos porque
así se lo
esclamámos Nos
,
invocado
el
,
que
allí
los
saquemos
él los
paes
único
el
solo
tratados; mas ya
que
pais
;,
pronunciado
s
de Jesucristo.
el
al
,
nos
los castillos
Gallinera,
\
Nos, veremos quien
sea el que nos
iremos y algo hemos de resolver
á
tal
pués á
la
reina lo que nos había dicho don
nos; á
lo
que
ella
nos contestó: que ya
atrevió á decírnoslo.
nos
tal
nueva
daño que
;
— Duramente
si
el
que
mas conviene que partamos
á
lo
lo
el
recobrarlo.
palabras; haced en
á
donde vos vayáis
,
allá
des-
que no
sabia, pero
se
se
dijimos, (aliándo-
le
hace
tan
sufre está prevenido
lo
quiero
difícil
razón, contestó
sensible
el
de antemano;
la
se
reina á
nos
ir
me
llevéis á
haría
nuestras
que decis, mas una cosa os
co, y es, que ya que vos marcháis,
que
daño:
Valencia y recobremos nuestra tierra,
— Tenéis
buen hora
l'e^o,
Gimeno Pérez de Áre-
porque cuanto mas nos quitara Alazarch, mas después
ese
— Comunicamos
errasteis,
pues sabido es que nunca
se recibe,
cause
fin.
son
nos dais
tales son las
dijimos
,'•
sea desde boy solamente procla-
,
— Pero cabo continuamos, ¿cuáles Sena han tomado? — que respondió don Gimeno. — Pues nuevas que mado
es
era
del
donde tan latamente
nombre de Mahoma
qne
lo
;
Dios ha de placer
¡i
,
de
place;
sarracenos
habíamos prometido en
dan motivo para que de
Nos muellísimo
á los
porque no os
razón
la
en verdad., que .mucho nos
,
respuesta,
tal
esta
dijo
\
pues creido estábamos de que nada perderíamos ya nuestro
decis;
diga? preguntó don
pedíamos don Gimeno,
ra:
pues
lo
tomarlo anticipadamente en
es
que, ¿queréis que
le
nos
si
nuestro dafio; porque entonces po-
es en
queremos, contestamos Nos
Si
po-
si
tendremos an go-
,
mas nos complaceréis mocho
mismo modo que
de]
<
Gimeno.
sabréis, respondió don
l<>
Hacéis mal, don Gimeno Pérez,
m
estorbos soa esos ?
supli-
mí también, por-
yo con nos.
íñ
31
I1IST0K1A
i
CAPÍTULO CCXXXVI. Mas adelanto allí
nos fuimos con
,
vino á venios
,
el
alcaide de Játiva con
racenos y con diez viejos de trar á nuestra presencia
guntó cómo
lo
ñor
,
;
puesta
,
el
una compañía de sar-
mostró grande alegría
:
y luego de besarnos
mucho
la
mano
nos pre-
,
cstrañábamos hubiesen tolerado.
,
mucho nos
sabed que
que os hagan daño.
— Aun cuando
pesa y
muy
—
Se-
disgusta
nos dieron
mostráronse en esta ocasión dichos moros
satisfechos.
en-
al
mal que nos habia hecho Alazarch
el
castillos, lo cual
respondieron ellos
también
la villa
y estando
,
pasábamos. Respondímosle que bien, gracias á Dios;
pero que nos pesaba
en nuestros
reina á Valencia
la
res-
tal
alegres y
Nos creíamos que demostrarían gran pesar por
mal
el
que nos hizo Alazarch, y que hasta se ofrecerían á ayudarnos: mas conocimos claramente que su objeto era vernos tan solo , y que por esto demostraban tanto gozo
que decimos; y
estar con Nos.
al
confirmaron mas,
lo
contarnos que, por
al
gra-
la
de Dios y de Nos , se hallaba entonces tan poblada Játiva, que habitantes se codeaban unos con otros.
cia los
Dos
dias estuvieron con
Nos
moros de
los
que fué cuando marcharon, dijimos que hicieron esos sarracenos presencia
mando
me lo
Cierto era lo
,
y lo
poco que
antes bien
paré en ello
,
como
inmutó
cosa
respondió
reina:
la
—
la
lijera
reina
lo ;
si
os vengaríais, ni
tercero,
¿Visteis lo nuestra
á
noticia de nuestro mal, to-
la
que
les
decíamos?
— No
pero conozco que es cierto
qne decis sobre no tener cuidado de vuestro mal
quiera os dijeron
al
y
,
con qué alegría entraron
,
les
á
Játiva
,
pues
ni
si-
aun os suplicaron que os ven-
gaseis.
CAPITULO CCXXWII.
No
bien salieron de Valencia
y después de haber estado
habíamos ya recogido ta
y
ñus dijeron
y
allí
,
nos fuimos á cazar á liurriana;
dos dias
estábamos en
como acababa de
Creímos de pronto que
alguna
la
,
una noche
,
cama, llamaron
llegar
cuando nos á la
un mensaje de
novedad habría
,
puer-
la
reina.
como en
efecto
DE
entrando
-jra así; y lla ,
I».
mensajero
el
M
LIME.
I
nos entregó
.
en cuyo contenido nos participaba como
quitado
el
castillo
mente 9
al
pensar del
modo como
se
aque-
nos
había
conmovió fuerte-
arrepentido
li¡il)i;ui
que nos lucieron, cuando Nos llegamos;
AJazarcfa
nos
Peílaguila. Tal suceso
«I»-
de
carta
la
bueno
nos ocasionaban otro mas grave, quitándonos nn lugar tan y poderoso cual era
sintiendo de una parte
gran
la
otra tuvimos gran satisfacción
ban
pié
vengarnos de
desde entonces nuestro pensamiento en
vengar
y
;
que
fué
así
en
bacian
oos
toda
mas de
:
modo
ver que de aquel
al
que pensar,
esto
dio
que
afrenta
,
iludiésemos
<]ue
i
Mucho nos
Peñaguila.
mal
del
entonces como
ver
y al
•>
dos da-
Ocupóse, puesj
ellos.
romo nos podríamos
ver
noche no pudimos dormir,
la
como
pues sudábamos tanto, que parecia
si
estuviésemos en un
baño.
Cabalgamos
la
mañana siguiente
de salieron á recibirnos naldo
nos luímos á Valencia, don-
y
obispo de
el
la
ciudad
llamado En
,
que después fué obispo de Zaragoza y era del
,
Peralta
don Pero Eerrandez de Azagra
;
Gimeno de Urrea, En Guillermo de Moneada, que Tortosa al
,
don Artal de Alagon que
verles,
y
don Rodrigo Lizana.
de importancia plirían nuestro
y fácil
mandato
;
mañana
la
y
como
siguiente
oida
,
una
n
dos ó tres clérigos de
á
la
de Valencia, que eran hombres entendidos, hicimos venir
también cinco ciudadanos, y ,
nues-
á
que cum-
de entender: respondieron ellos
que Nos mandamos celebrar, llamamos
bres
Dijímo
porque teníamos que hablarles de un asunto de gran-
tra presencia,
iglesia
don
,
era castellano de
mañana siguiente compareciesen de nuevo
la
de
linaje
don Pero Corncl
,.
Ar-
que ya estaban el
allí,
reunidos
todos
dirigimos
les
la
con
palabra
motivo de volver Nos de Burriana había
carta que nos envió
había quitado
gran dolor é
que eran ya
la
reina
el castillo
ira
;
en
,
la
,
ricoshom-
diciéndoles:
sido
por una
cual decia, que Alazarch
de Peñaguila
,
nos
cuya noticia causó en Nos
porque había llegado
tres los castillos
los
á
tanto
su
atrevimiento,
que nos habían quitado en
perjuicio
nuestro, sin hacerse cargo del mal que nos hacían, no obstante do
guardarlos aun Nos en nuestra tierra, y de permitirles que viviesen con
Nos
que ahora
,
y nuestro linaje.
— Pesan os
para mayor afrenta
,
al
mucho
estar
hayan estimado en tan poco nuestro amor
,
añadimos luego,
Nos en nuestra y
nuestro
tierra,
señorío:
de
316
iiisToitn
modo que
debéis participar ahora
vosotros
nuestro posar
de nuestro bien
participáis
igualmente en
que toca á nuestro mal,
lo
debéis tomar parte
así
,
mismo
pues del
;
nuestro menoscabo y á
á
pues, y por el señorío que sobre vosotros tengo, os suplico ahora , que os deis como resentinnestra afrenta
por todo
:
dos también de
tal
que
lo
,
agravio y nos ayudéis á vengarnos
de vengarnos tenemos intención y caro nuestro Señor parece esto
sume por todo tiempo de
el
reino de Valencia
faltar á los
que aun
les
les
mente
es voluntad
á los infieles.
linaje
de Dios
el
;
con
;
lo cual
:
vándonos,
sin
haremos
Nos
hecho, quiero recobrar
próxima
en
,
la
pais
el
saber los hombres de nuestro
tronto
,
tan
Igada; pues
iglesia
á decir, reser-
deberá
lo cual
que
ellos
nos han
todo de cristianos.
servir
otras
Dios
á
,
tierras
como de
que no han venido contra Nos
los
ni
tal
demás:
medio sin
,
acudirán
para que vengan llamar á hueste ni
por
que
esto, delante de todos,
y los de
si
,
Reyes, que es de
los
las injurias
reino
es
de nuestra señora Santa
y poblarlo
mas tendremos, que
tanto de nuestro reino,
nos
dejamos vi-
les
demás;
de
fiesta
buen propósito en
sin ser preciso
ellos
para guarnecer los
caballeros
relatando á los moros todas
Nos hicimos
y dura-
hemos concebido
El que
Luego que hayamos hecho
pública y cumplidamente ,
vivir opulenta-
vamos
os
á saber Játiva y los
llevarse á cabo antes de la
María
sacábamos de sus
les
consejo que nos deis, en caso
el
á cuatro cientos
que tenemos,
aquí á un mes.
y á sazón
hacérselo pagar caro
modo que
del
de aventajar á nuestro plan.
castillos
dar
tendré yo mas motivo para poblarla de
,
embargo, adoptar
dispongamos hasta
al
,
Poco importa, de consiguiente, que
pues por lo mismo
cristianos
,
propio
al
que podréis conocer,
lo
quiten nuestra tierra y hasta aquella en que vir
ellos
hacíamos daño, para que pudiesen
mente con Nos y con nuestro que
mí
á
libra
no
pais, que
el
con-
sacrificio se
convenios que tengo con los moros
guardábamos en
albergues, ni
,
me
y
,
mismos para que Nos vengamos contra
pié los
pues
han de pagar. Obra de
lo
porque quiere que su
,
pues que
,
lo
Al que aquí
á
ea-
hiciésemos,
embargo, aquellos
han forzado nuestros
castillos,
ningún mal han de recibir de nuestra parte ni de los nuestros: señáleseles en salir did
buen hora un plazo conveniente
reino de Valencia con sus mujeres
paje trae se
puedan
llevar
;
y cumplido
,
,
Nos
sus hijos les
puedan
para que y
el
equi-
guiaremos hasta
I>E
qne lleguen
al
reino de Murcia, y de
camino para Granada ó mas
el
Á
347
JAME.
i».
allá.
nuestras palabras contestó desde luego
dicténdonos: que dalia infinitas gracias dre dot
el
romo tomar
sabrán
ellos
allí
obispo de Valencia,
el
nuestro Señor y
¡i
buen propósito qne nos había infondido Señor
aso Ma-
que
;
ningún
había ganado
hombre había
servido tan bien á
nuestro
tanto para el,
como Ñus, por
cual, había de BOT mentado
todo
mundo
td
lo
nuestro nombre; al
que con un hecho semejante.
Indicamos
papa
ricoshombres que diesen su parecer
Nos
dijimos.
les
á
y
iglesia
la
propio
al
Roma;
de
tiempo
á
a la fuerza
en vista de
;
tro
que con
el
decimos? ¿Dejais
os place lo que
ha de ser mas lucrativo
se disminuirá y os
y vosotros alcanzaremos
sacarles del reino
,
muy
gran merced
á la
dándonos aquellos motivo para
,
antes que pueda
y esta razón es
,
que
,
emplear sarracenos que cristianos, atender debéis
además
sí
por mi pro y por el vuestiempo os ha de resultar; porque, si bien es ver-
por Dios miráis
si
,
dad que vuestra renta
que yo
los
que,
lo
acaso de aconsejarnos, mirando solo vuestro por interés? Eso
no debéis hacerlo
po-
mas aquellos que tenían sar-
,
como
— ¿Porque no
por
finalmente, que con nada
y
díamos haber satisfecho mejor
racenos suyos, hablaron solo
ni
menoscabo nuestra
sufrir
fuerte
que
,
si
tiempo
algún
,
fé
;
por
azar ó por pecados de los cristianos, llegasen á ponerse de acuerdo
sarracenos de acá con los de
los
fuesen levantando los pueblos y
nos habían
tastillos
de quitar
las villas
Nos y
á
admirados quedaríais cuantos nos ello
tomaría
el
cristianismo:
parte
otra
la
que al
por
ois
mar y
del
ellos habitan, tantos
rey el
de Castilla
gran
que
,
daño que en
pues, vale mas que
así,
nos
se
daño
el
raiga sobre otro que sobre Nos, porque los tiempos cambian cuan-
do uno menos tar
que
le
Los de daron
se figura, y el
la
ciudad de Valencia, los obispos y
á los otros
cerles ver
to
,
por medio de
modo, que
mejor nuestra opinión que
mandamos
castillos
la
misma razón
llegó la
que
la
á
suya
,
evi-
,
;
y
nos ayu-
persua-
natural, hasta ha-
tuvieron
al
fin
que
consignarse definitivamente ellos manifestaron.
en seguida señalar guarnición
que Nos sabíamos
los clérigos
que habíamos demostrado
que era aquella mejor que
otorgarlo así; de ser
el
dañen.
á sostener la opinión
diendo
primer deber de cada cual es
pero que no
para
estaban
Con
es-
Játiva y otros
aun en
nuestro
816
iiisToim
poder: en aquella pusimos á
En Guillermo de Moneada con
hombres entre caballeros
ta
que no
tillos
Hecho ros
esto
en
,
enviamos un mensaje y cartas en arábigo
las cuales les
mandábamos
con
todo su equipaje
muebles
,
no queríamos que permanecieran entendido
á
señalándoles plazo
,
otros,
los
á
para todos los lugares.
las suficientes
un mes debiesen hallarse dispuestos á
tro de ra
reservándonos enviar fuerzas
,
como tuviésemos ,
y para los cas-
;
podían guardar con toda seguridad, ni fortificarse,
se
señalamos guarnición tan pronto
escuderos armados
y
sesen-
,
mo-
los
que den-
de nuestra
salir
tier-
y cuanto llevar pudiesen; pues
ya que ellos se habían des-
allí,
de Nos.
CAPÍTULO CCXXXVIII. En
vista
de
tal
novedad
lugares importantes
gieron
los
sarracenos de algunos
mensajeros que de ellos mismos
varios
para decirnos:
,
enviáronnos
,
como
había maravillado
les
saber que queríamos arrojarlos de nuestra tierra
ríamos aumentar
la
renta
,
que
lo
dijésemos
conociesen que fuese justo y arreglado
,
en estremo
que
;
si
el
Nos que-
y nos darian
y aun los de
;
esco-
cuanto
Játiva
con
,
quienes teníamos pacto hecho, añadieron, que nos darian cada año
en renta cien mil besantes. Meditamos Nos de pronto
mas luego
proposiciones,
rada
les
aun mas en
lo
futuro que antes
,
y que
mar
,
tal
modo, seguros estábamos que cuando
der
,
miento con que entonces lo
así
;
pues
,
tierra, y
esto los
,
,
indiscretos
, ,
habían
que salvos y seguros
mano cada
al
,
cercanías.
ayudándoles á
no
aumento su po-
pues ya veían
el
atrevi-
habían probado de hacer-
,
saliesen
de nuestra
marcharon de nuestra presencia
que pudo
,
ello aquellos
mandamiento,
que nuestras guar-
y al ver
niciones no bastaban para guardar los castillos batirlos
ahora
empezado ya de
tener que cumplir nuestro
cual en lo
si
marchasen con su hacienda. Oido
se
llorando y con gran dolor
nos produciría
que
,
fuese en
queríamos de todos modos que
mensajeros; mas
puso
contra Nos ,
la tierra
por otra parte
;
teniendo esperanza de socorro por
se lavantarian todos
tales
dijimos: que Nos sabíamos era exage-
renta que nos prometían
la
sobre
,
probaron de com-
moros que habitaban por
Mostraron en esto gran decisión
,
de manera que en
las
di-
1>K
919
JAIBE.
1».
ferentes partidas del reino de Valencia, llegaron á
doce
loa castillos
guerra
que nos quitaron, levantándose por
embargo
sin
:
podido hacerse con algo
Montosa, siendo
saliéronse de
número de
el
tal
,
los
mujeres y W8
se hacia
qi
fuese
•
Nos
tierra
la
que aquí se replegaron, que
por creer que
,
haríamos quitar
les
que
lo
que
la
tal
que
así
temian ya que
ellos
que conforme
,
toda seguridad
les
,
cuando perdian sus casas
tal
de consiguiente, bajo esta
ningún servicio
les
,
les
;
,
siguiesen adelante con
,
,
sus heredades y hasta su pais na-
misma promesa
por Nos
guiaron
añadiendo
,
la
podían ya
salir
que Nos no queríamos de
ellos
lo
que
,
que
que no se habia
bres, mujeres y chiquillos.
el
que
lo
la tierra
los
del rey
de
allí
les
la
seria
guiaricos-
duda alguna podian la
comitiva hasta
aun en
,
bata-
replegó entre
hom-
del rey
de Cas-
tenia por el rey, y exi-
hombre ó mujer
,
Luego marcharon
quedando de
la
la
partieron los unos para Granada
Castilla
por todas partes.
Con esto,
les
un be-
que recogió, según nos contaron, hasta á
cantidad de cien mil de dichas monedas.
Murcia, y de
llevasen,
se
DonFadrique, hermano
gía por cada cabeza de sarracenos, fuese
ros á
,
visto ni
allí se
estaba á tal sazón en Villena, que
ascendiendo
sin
vanguardia de
de Ubeda tanto gentío como
;
alguno de
y contáronnos luego los caballeros y
contarse cinco leguas desde
retaguardia
que perte-
porque harto dolor sentíamos del mal que
hasta á Villcna
hombres que
los
que por nada haríamos
,
cosa que no lo podria sufrir nuestro corazón.
sante
parte
la
hiciésemos robar en su viaje,
causábamos; y sobre esto quitarles aun
tilla,
lo
habíamos prometido asegurarles;
salvos y seguros de nuestra tierra,
lla
ó
pues Nos no debíamos tomar servicio
,
mos
pena de
mitad de sus ha-
la
guiásem k ion
habíamos dicho
se lo
ellos ;
les
otra partida. Kcspondímosles
que no habia miedo de que Nos y
en
buena del equipaje, luciéronnos hablar por don Gimeno
beres y del equipaje, con
lo
contar
sin
se llevaban
Pérez de Arciós, diciéndonos que nos darian
necían á
fueron á
so
y
,
niños.
Atemorizados dichos sarracenos que
una gran
ello
hombres de armas,
llegaron á ser cerca de sesenta mil las
á
que do querían combatir ó no habían
los
,
de diez
ser
esta
los
la
mo-
y otros á
muñera disemiua-
:520
111STOUIA
CAPÍTULO CCXIXIX. Los moros que quedaron eD Alazarch
nombraron
,
por caudillo á
avisándonos un dia que estaban atacando Peñacadiel,
y
;
el pais
donde tenían algaradas
y que á menudo habia choques , en los cuales llegaban á jugar escudo y lanza , reunimos por hallarnos á , sazón en Valencia, á los obispos, ricoshombres, á algunos otros
tal
caballeros la
,
entendidos en hechos de armas y á
ciudad, y les dijimos
que
:
prohombres de
los
con Nos, pues
se preparasen para ir
nos habia llegado un mensaje diciéndonos que en Peñacadiel com-
moros
batían los los
porque
;
Cocentaina cante
tal
ni
á
punto se perdia
Alcoy
nadie se atrevería ya á
,
ni á las partidas
,
partidas de Tortosa ,
Alcañiz
,
Gastellote
,
Orta
,
Valí de Roures y otros lugares aislados
fueron muertos de cuatrocientos á mil evitar que
seria
de Sexona
ni á
,
ir
, ,
Villalonga
Ali-
ade-
:
Alha-
y que en tal derrota,
;
porque
,
,
los cuales se
de consiguiente
:
nos quitasen Peñacadiel
de grande desconsuelo para
era pre-
,
sucedía,
esto
si
y para todo el reino de Valencia. Los obispos y caballeros que con Nos estaban tuvieron por acertado que se socorriese tal punto ; mas don Gimeno
Pérez de Árenos tomó dos vosotros
porque
los
,
la
les
maniobrar
,
sin
;
:
—
Salvo
honor de to-
el
han puesto
,
el
,
así
pais es
muy
tal
;
orgullosos de
como por
montañoso
consejo
los
castillos
y se
necesita
atender aun que no es tierra donde puedan bien
los caballos
llevaria á
se
cristianos
los
además
armados
que no debe aventurarse
mo
palabra y dijo
moros son muchos y
han quitado
gran fuerza
los cristianos
debo decir que no me parece bueno
haber batido esta vez á
que
á
ser vencidos cerca de tres mil cristianos de las
bían internado para perseguir á los moros
ciso
á fin de ahuyentar-
á los cristianos que habitaban desde Eslida y Lleó acá
más que acababan de
canada
ir allá
por camino alguno, y esto no dejaría de disgustar grande-
,
mente
,
si
que queríamos
así
y
,
cabo, pues
el si
;
por
cuya razón
,
soy de parecer
rey en un negocio que no sabemos cose viese precisado
^desistir de
lo
que
hubiese querido comenzar y acabar, tened por seguro' que no quedarla ya remedio alguno para
en adelante
;
mas
si
el
rey quedase
en Valencia, entonces tendríamos, que aun cuantío nosotros red-
321
D. jai mi:.
!>:.
biésemos daüo, bastaría su poder luego, para venir en todo
— Cuantos
con prontitud.
y
ion que era verdad
que decía
lo
fuerza de lo que nos suplicaron
nuestro propósito en
Y
<->t.ih;m allí
j
Marcharon de consiguiente
que era
y
punto
al
armados
caballos
parte de acá
l.i
;
so
,
mejor sarraceno que
el
muy
y en valor,
tianos
con
,
la
superior á
ayuda de Dios
,
muerto,
era
se
mudaron
mismo. Así
él
todos y se
salieron
Con
AJazarch.
de
al
otro punto de
mismo
los cris-
el
moros que Abcn-
mas
los
sarracenos
dominaba
lo
entonces, en aumento el
de los sarracenos los
pero los
allá;
primero, no tuvieron
y así sucedió que
años, durante
el
cboque
mas podero-
el espíritu
mas
;
la
guerra
cuales trató varios conve-
primeramente con En Manuel, hermano
y luego con
,
los
recoger en Alcalá, que
menguando
á cuatro
nios AJazarch, Castilla
y
á
,
fué, desde
esto
los cristianos
duró de tres
fueron
tal
como
fué
allá
lograron hacer perder á los sarra-
pié
al
mas
y llegaron á
muriendo en
;
tenia Alazarch, el
cristianos, no creyendo que desamparasen
Cuidado de poner guardia
me-
que iban con
punto,
al
cenos aquel cerro; mas no bien observaron ba/.el
el
sus ruegos.
los Buestros,
apoderarse del cerro que tenian mas cerca
Abcnbazel,
á
consejo
tal
los cuales era
peones, combatiéronlos
y
«lo
nuestros en busca de los sarrace-
los
nos, quienes ocupaban dos cerros, uno de pena y otro de
en
;
allá,] que en cambio les enviásemos á ellos.
ir
jor que podrían darnos, accedimos
la
con razón
humildemente que desistiésemos
Nos, conociendo que tenian razón
de
presentes otorga-
que bablaba
.
restaurarnos
á
del rey de
rey.
CAPÍTULO CCXL. Suplicónos
el
rey de Castilla, que por deferencia á
mos tregua
al
teriormente
el
rey atraer á
sí al
fendería
si
moro
pues
citado
pudiese
,
él le
moro, de manera que hasta
según
el
En
mismo AJazarch
que tuvo con don Gimeuo de Foces,
se
con
hasta
ayuda del rey de ,
lo
dijo que lo
de-
contó á sus hom-
tanto era cierto, que en una entrevis-
ta
á AJazarch
otorgáse-
habia enviado ya su pendón y de su hermano don Manuel. Con esto logró dicho ,
bres y lo refirieron otros.
la
él
Castilla
señalándole por plazo
;
le amenazó,
y así
desde
envaneciéndo-
Nos concedimos tregua la
pascua de cuaresma,
la otra.
41
HISTORIA
32$ Entrada y
uno de
cuaresma, un sarraceno que era privado de Alazarch
la
los
que mas
un cristiano
je por
— Señor,
dijo:
si
y
;
enviónos un mensa-
gran secreto
el
pues éste
,
no aprovecháis
si
quiere vender y
lo
maban
hasta que
,
estuviésemos satisfecho;
que
sajero, es
él
le
los
como
besantes y
él lleve
á
,
des-
— Preguntamos
de Alazarch
;
y res-
la
proposición, por cuanto
— Decidnos,
—Lo que
pues, ahora qué
pide, respondió
el
men-
firméis escritura de que le entregareis
le
pondréis en posesión de
le
cabo
el
negocio.
tan pronto
la tierra
— Respondímosle
que
así se lo
cumpliríamos, y en consecuencia mandamos hacerle en seguida escrituras
al
deis trescientos besantes, cuatro yugadas de tier-
le
ra en Beuimazer, y que
Vos
aconse-
lo
negocio fuese coucluido y Ncs
el
dijimos:
pide para este caso.
que
él se
y que era el principal de todos los que lo for-
sí
nada de Nos exigia
es lo
del consejo
añadiendo que podíamos creer
,
sarraceno
,
comprarlo esta primera pascua
el
dicho sarraceno era
pondiéndonos que
tal
nombre), y os envía á decir, que si le medio como podréis comprar todo el trigo
pués no encontrareis víveres en parte alguna.
mensajero
y el cual nos
,
dijo el
que tiene Alazarch jará
,
os saluda afectuosamente fulano de
os dirá
,
en su consejo
á quien habló en
,
(sabemos que nos favorecéis
influían
conforme habíamos pactado. Después de esto
todavía, que tan luego
como hubiese hecho vender
el
las
nos dijo
,
trigo á
Ala-
rh, que se vendría adonde Nos estuviésemos y abandonaría á los suyos; y que entonces, no faltaría ya sino que Nos fuésemos con•1 otro, pues en tal caso su situación seria ya perdida y Nos po<'
liamos obrar á medida de nuestro gusto.
Después de esto
En Guillermo de
,
Anglesola y
y Aragón, para que pascua florida
,
señalamos día á
los
Guillermo de Cardona
necesitábamos en gran manera y de su
sarraceno habló con Alazarch y
le dijo
y no tienes dinero, pues á
debes ya una gran partida
:
los
:
— Alazarch
asimismo por otro. El rey de Aragón, que ni
le
el
tú tienes vi-
tuyo
el
la hiciese
teme, no
aun otra de mas importancia,
les
rey de
que del mismo modo que
canzó del rey de Aragón tregua por un año, te
,
,
peones que tienes á sueldo
ahora que es amigo
Castilla, podrías enviarle á suplicar
rá á negarle cosa tal
á
dia de la
el
venida podria resultarnos gran provecho y honor. Entretanto
res
,
otros ricoshombres de Cataluña
alguna estuviesen con Nos
sin falta
porque
á
En
te al-
otorgar
se atrevesi
la
pide;
323
JAIME.
1)3 D.
y de este inodu podrás recoger buenas micses y sacarás dinero trigo
qne ahora tienes
— Respondióle
próxima.
cha
que podrás vender
y
le
habia dado,
mensaje
al
reí de Castilla, suplicándole
vió la
tregua por otro año,
vicio y
el
el
el
seguiría;
lo
desde luego en-
\
que procuras
lo
que veríamos no habia faltado la
que este
al
á la el
.
suce-
menos;
en-
\
como
nos dijo:
\
mi ser-
á
es-
decir,
y
verdad, por cuanto Alaz?rch trigo que tenia en su poder.
rey de Castilla, y
mucho de que nos
pedia
le
ó
¡i
deAlazarch,
carta
la
que nos habia enviado
venta de todo
Contestamos entonces
alean»
mismo estar
¡mies citado moro,
el
taba ya cumplido por su p¡nie
ravillábamos
muy bueno
domingo de Lázaro poco mas
tretanto vino á vernos
acababa de hacer
la
de Castilla
rej
Nos para suplicarnos
á
diendo esto hacia
así
lo
ofreciéndole por lo
y
mandato. Al recibir
enviónos otra
que
así
I
y te quedará salva
Alazarch que era
consejo que
)
,
dijimos: que nos ma-
le
suplicase cosa que habia de ser en
nuestro daño, porque harto sabia que Alazán
nos
li
lo
habia oca-
sionado y grande en nuestra tierra , siendo asi que antes habia venido á Nos para manifestarnos que quería hacerse cristiano y to-
mar por
En Carroz y luego, yendo Nos por nombre Reguar, solo ton trein-
esposa á una parienta de
de noche á un ta y cinco
castillo,
caballeros
que tenia ,
;
nos intentó una
traición
de manera que
,
nos armó una celada con sus moros por siete partes diferentes, y nos salió al encuentro con gran ruido de cuernos y añafiles, ayuda-
do por ballesteros, que eran en gran numero
En da
tal ,
ocasión,
nuestro Señor no nos hubiese prestado
si
hubiéranos muerto y confundido dicho moro
ya su intención
,
cuando
,
al
enviar
Nos ciento
á decir tal
al
modo
hizo prisioneros y se los quedó.
rey de Castilla, que no debia
nuestra muerte, ni
habia corrido
el
negocio
,
amar
ayu-
pues demostró
;
la
Con
otra parte del
esto, enviamos
á quien
menos interceder por
él;
preparaba de
y al
moro que
hicímosle en seguida entrega de los be-
santes y de la escritura de señalamiento, conforme con
bia antes pactado.
allí
diez y siete cristia-
nos para que guarnecieran una torre que habia á castillo, los
con adargas.
é iban
Nos
lo
ha-
;
32
HISTORIA
Í-
CAPÍTULO ccxli. Estuvimos por fuimos á Játiva
mos
sin llevar
,
De
ta caballeros.
el
y
,
marcha-
ricoshombres, pues
los
sabíamos que había en Valencia una partida.
de seten-
allá
un viernes
previendo que vendrían
,
martes siguiente nos
en nuestra compañía mas
este punto salimos luego
Cocentaina
á
pascua en Valencia, y
la
El otro jueves nos
de Castell y de Pego , y al día siguiente, después de haber oido misa, nos fuimos á Alcahi
convenimos con
alcaide de Planes
el
pero no atreviéndose á esperarnos
Nos habíamos
á Gallinera.
donde principalmente
allí
tos
mas
;
lamente, que
el
yo para que
que
ella
vino á Alicante
,
el
ó al rey
paróse
tuvieron lugar,
este libro
diremos so-
:
además diez
nunca jamás
;
durante su vida
antes de
después de
;
lo cual
hizo
,
y con esto quedaron fini-
habíamos tenido hasta entonces.
él
arreglarse
tal
de esta manera,
asunto
rey de Castilla, y envió un mensaje á Alazarch, ;
y habiendo salido
el
moro
,
cncou-
de Castilla, á sazón que se entretenía cazando. Iba Ala-
al
rey de Castilla
rey
el
besarle
la
,
Alazarch se
mano
sabia cazar.
,
Á
tal
llego
que iba con
el
moro
seria aquel,
si
so y
los
suyos, de que aquel se acercaba,
paró también
en cuya ocasión
le
y adelantándose
,
preguntó
el
Aragón
;
fué á
si
quería,
mas habiéndolo oido un ga-
rey de Castilla, diz que contestó
solamente sabia cazar
castillos.
oyó dichas palabras un caballero de nuestra
do .Miguel Garcés
,
rey de Castilla,
pregunta respondió 'Alazarch, que
cazaría castillos del rey de
1
allí
con diez caballeros moros precedido de dos batidores, y ad-
virtiendo
si
demás pun-
de nuestra tierra para siempre, y Nos dimos Polou á un sobrino su-
saldría
diciéndole que saliese á verle
ren,
que
nos habian quitado
se
lo tuviese
embargo
Sin
porque sabíamos que era
volumen de
el
desavenencias que con
las
,
residía y con preferencia á los
aumentar
moro de que
no volvería á
das
ido á Alcalá
pasó desde luego
,
dia ocho recobramos Alcalá, Gallinera y
el
seis castillos
promesa
moro
allí el
esplicar ahora todos los sucesos
solo serviría para
y
,
:
que mal
Presenció
tal
tierra llama-
mas adelante, hubimos quitado á Alazarch cuanto tenia y le hubimos nonos de tales palabras, y mandamos es,
el
cual
nos
lo refirió
luego
;
y
DE una carta
críbír
esplicado
la
entrevista que con
bian referido
las espresi
como en ocho
saber,
castillos,
de Castilla
te]
al
sistido
solamente cu
Mas adelante,
citadas;
que
y
que
asi, le
dicho
moró
y ¡i
que
viese, por lo
sabíamos cazar también,
hacíamos diez y seis
como
participábamos,
le
caza de Alazarch habia con-
la
que cu nuestra cuta
lo
se nos habia
habia tenido AJazarch y nos ba-
él
habíamos quitado
ti-
como
diciendo!©,
,
itea
dias
de consiguici
32S
D. JAIME.
concluida ya del todo
\cria.
campana de Valencia y
la
recobrado cuanto habíamos perdido, nos luímos
Aragón. Antes,
;i
embargo, nos contaron que el rey de Castilla habia reñido con el de Granada, quien hacia tiempo que habia llamado en sin
ayuda
su
á
los
moros de ultramar
,
modo que
de
avanzaban ya tierra adentro, pensando que pronto brar todo
rey de Castilla
el territorio del
y
,
jinetes
los
podrian
reco-
además todo cuanto
habían perdido por Nos ó por cualquier otro que fuese en toda Andalucía. llaba sa
en
Cuando
Sevilla,
de haber ya
hombres de
rey de Castilla, que á
el
supo esto, desafió
llegado á
la
par C0
de Castilla tenia y en
,
resultado prender
habia
combatiesen
al
citado rey en Sevilla
hubiéranse perdido
aun cuando de este
él,
modo pudo
su
Así la
rey de Castilla en
llas
grandes y
los
debien-
evitar
menos de
tres
hicieron
lo
y
;
que no
á
trama proyecta-
mas
aun sus hijos;
esposa y
levantaran
se le
moros, que en gran multitud estaban dentro de el
rey
el
rey de Castilla con su mujer, y re-
no haber descubierto ,
!
como con
así
,
se
que
villas
á los cristianos,
las villas y castillos.
da
de Granada
moros
cobrar de una vez todas el
cau-
que eran en gran número, para que
dia se levantasen todos y el
á
escondidamente gran número de
todos los castillos y
i
los cuales
que habitaban en Sevilla
do ser
de Granada,
rey
que esperaba; mas dicho rey
los
bia entendido á
un
este
al
ha-
sazón se
tal
la
los
ciudad, perdió
semanas trescientas entre
vi-
castillos.
CAPÍTULO CCXLII. El domingo de
celebramos C n
tal
Ramos nos hallábamos punto, para honrar
fundó nuestra abuela doña Sancha.
en
así el
Sijena
,
cuya
fiesta
monasterio que en
Nos dijeron
allí
que
la
él
reina
326 de
HISTORIA
Costilla
que nos
el
que estaba en Huesca
,
Beltran de Vilanova
lo traia
hombre que conocíamos
tro y
nos enviaba mensaje
,
\a, quien nos entregó decia esta
:
la
que harto sabíamos Nos
lo
con toda lealtad
Castilla
,
mundo
del
las cartas
que Nos
;
y que de
,
tre varones y
aviso
nuestra que está á
unas
reina
él
hembras
mucho que
las
cnales nos
ella
nos habia
hija á su padre
habíamos casado con
la
mas
los
por todo
;
en
,
,
el
es
de-
rey de
y poderosos hombres habia tenido ya ocho ó nueve hijos en-
uno de
cual era
el
tal
como debe amar una
así
,
Á
encontramos á Beltran de Vilano-
allí
de
amado siempre cir
y
,
villa
era
era natural nues-
el cual
fondo y amábamos.
á
nos fuimos á-Agrañen, que es una cuatro leguas de Huesca
,
y
,
altos
que, pues
lo
nos suplicaba por
,
por nuestro saber y por nuestra valía , que no permitiésemos que les quitasen lo suyo que ideásemos el mejor medio de
Dios
,
;
ayudarlos, y refugio que
toda
la
como á
contrario no pensásemos, pues no
lo
el
nuestro
,
ya que
moros
los
de una poca
tierra á escepcion
:
habían quitado
les
y así
como
á protector
que
,
les
casi
que nos suplicaba
,
á padre y señor en quien ella fundaba toda
quien miraba
quedaba otro
le
esperanza y
su
ayudásemos
,
á fin de
no
ver ella en sus dias privados de su patrimonio á su marido y á sus
No
hijos.
bien leímos
díamos darle ca
lo
,
de pronto respuesta
allí
reina de
muy
satisfecha
su señora
el
tal
Beltran que no po-
pero que iríamos á Hues-
modo
que
,
no podria menos de quedar
ella
de Nos. Entonces nos besó
la
mano, y espresó por
mayor agradecimiento que mostrarse
pudiera.
La mañana siguiente, después de haber oído misa, nos fuimos Huesca , donde mandamos á los ricoshombres que con Nos ve-
nían y á otros que la
rio.
,
za
,
«Ion
casa
,
que estuviesen
,
,
la
misma
el
muy
obispo de Huesca
Forran Sánchez de Castro
En Gimeno
Pérez
Gimeno Pérez
,
y
el
«arta de la reina, y les
,
,
mandamos que nos
tales palabras, señalaron
todos
lo al
abate de
Mon-
que era sobrino de
arcediano de Valencia
de qué manera obraríamos sobre
encon-
grave y necesa-
el
,
ella
Ferrando Guillen de Enten-
don Gonzalo Pérez
,
otro dia por
el
pues con otros que ya en
teníamos que hablarles de un asunto
Reunidos en
tcaragon
hallaban
allí se
mañana en nuestra
trarían
Á
,
En
consultaríamos con nuestro consejo, y luego contestaríamos
á la
á
dijimos á
las cartas,
,
les
mostramos
la
diesen consejo, para ver
que nos habia enviado á decir. obispo de Huesca para que ha-
D3 blase, á
que
lo
rey, hablaré.
Señores
nobles, arzobispos
pues, rumo diu o
que no
como paña
la :
la
así
,
asunto de
y
obispos en su tierra, no ni" parece bien;
mas
seria
1'»
,
si
el
ole asun-
tratar de
hubiésemos de hacerlo sobre una batalla
pues, soy de parecer que
,
el
negocio], resuelva
— Dijimos luego nos — Hable
misma.
ldase, y
queréis vosotros y el
lo
de Übeda ó cualquier otra que baya tenido lugar en Es-
nifestando
de
así
es de tanta importancia
r
to,
— Pues
S'±~¡
grande importancia es éste, y rey Bolamente por Duestro consejo , cuando tiene tac-
resolverlo el tos
respondió:
61
JAIME.
D.
contestó
que quiera hacer, por consejo
lo
Venan Sánchez de
á
semejante carta
me
y
;
sión para que pueda tuertos que
le
bace
la
reina
— Rehusólo En Bernardo Guique — So] de parecer
:
el
sobre todo habiéndole enviado ésta
,
que ahora
,
mejor oca-
es la
rey con justo motivo recobrar todos los
rey de Castilla
campaña
tarlc al nuestro tal
dijo
parece además
el
el
Castro que ba-
antes don Bernardo Guillen, que es
:
mas anciano, y después hablaré yo. llen de pronto; mas luego accedió, y rey no debe faltar á
ma-
rey reúna su corte, y
el
la
y
:
emprender cuando no
de
lia
ya que tanto ha de cos-
y
emprendiera con mayor oportunidad un rey por otro d)re ahora los castillos
que tantas veces pidió
la
justo es que
,
de Castilla, y que nunca pudo alcanzar. Sin embarco, no aconsejaré yo al rey que
no preste ayuda las
de Castilla, porque harto
al
necesidades es cuando se
conocen
la
— Me conformo con
parecer que
Huesca, es decir, que
tido el obispo de
tengo por bueno
el
lo
así
al
,
— Acabado
principio ha
la
que, á no reuniría
,
la
de que
,
en
hecho
,
ni
aun
y el
lo cual,
corte, creo que nadie tendrá dificultad
ni el
posible que se realizen
,
;
mejor ocasión de hacerlo,
ayudemos todos como mejor podamos
como en reunir
emi-
rey reúna sus cortes
el
tal
y lo hizo de esta
que ha dicho don Bernardo Guillen
rey recobre los castillos, por ser esta y que á ello lo
necesita este, y en
amigos.
los
discurso, dijimos á Forran Sánchez que hablase
manera:
al
el
:
por-
plan que se adopte es
y en un asunto de tanta importancia
como éste , no se puede prescindir de tener tal acuerdo. Lo mismo vinieron á decir enseguida el abad de Montearagon, don Gimcno Pérez de Árenos y don García Pérez de Tarazona. En suma , y para ;
—
abreviar razones
que enriásemos
,
a"
aprobaron todos pedir
al
demás lugares nuestros que
tal
rey que tenia
;
resolución y convinieron en
nos entregase Requena y
que nuestro intento era
el
los
ausi-
;
HISTORIA
.'}-2S
de
liarle
muy buena gana
definitivamente corles
y
,
hasta tanto que hubiésemos congregado nuestras
,
que en seguida
podría quedar
muy
él
Cuando todos
pero que no podíamos aun contestarle
;
lo
haríamos de manera
los sobredichos
hubieron declarado su parecer, nos
cedimos, haciéndolo en estos términos: todo
,
que no puedo yo convenir en
pues sucede en este negocio ta algún vino
mi
para conmigo
querido que
hija
no
,
pues por
;
la
lo hiciese
aconsejáis
que acabáis de decirme
lo le
rey de Castilla, va-
el
si
ausiliemos.
las
de
pida consejo en este negocio
que á
ellas
quiere
,
y suplicarles que en
car-
faltarán
cuanto á
lo
,
en Barcelona
que ,
y
las
pero no creáis que á ninguna
;
:
él
,
lo
cuando
que
sí
se lo
,
porque no
er.
todos los
haré
me ayuden
pedimos acerca de algún ne,
será
;
la
tas vosotros habéis insinuado,
segunda
,
,
el
asunto
ya que yo no pue-
,
tres razones
por no dejar abandonados á mi hija y nietos quitar lo que les pertenece
proponerles
y favorezcan
do prescindir de tomarlo á mi cargo por
,
las
y nos consta ya por esperiencia que resultan siempre en-
gocio de importancia
tengo
y ha
concurren hay siempre tanto saber y valor como se re-
contrados sus pareceres
ayudar
no nos
,
apruebo vuestro dictamen
,
primeras, y ellas les
,
En
convocaré unas en Cataluña y otras en Aragón
segundas en Zaragoza
ayude
le
conoce que
que pretende
las cortes
si
de que se ha hecho reo
faltas
antes dicha mi hija:
que reúna
,
lo
que ac-
manifestaros an-
ha atrevido á pedirme que
se
entonces otros ruegos para que
me
— Debo
á lo
;
mismo que cuando un hombre ca-
lo
de ésta no bastan á lograr
tas
nuestro
Lo propio ha hecho ahora
es flaco ó fuerte.
liéndose de
el
que quieren aguarlo prueban primeramente
los
:
duda
sin
satisfecho.
pidieron que les manifestásemos también
te
que
,
á
;
la
primera,
quienes se quiere
mas poderosa que cuan-
porque aun cuando yo no tratase de
rey de Castilla por mi valor y por la obligación que le debería hacerlo por ser él uno de los hombres mas pode-
al
mundo
y porque si á ¡pesar de mi negativa salia él con bien de los apuros en que á la sazón se halla , tendria motivo bassos del
,
tante para reputarme siempre per su
enemigo mortal
,
no habién-
dole dado ningún ausilio en sus cuitas, y por ende me causaría siempre y con razón cuanto daño pudiera ; y la tercera y última,
so
,
también
porque
si
el
la
que naturalmente
se ofrece
de Castilla perdía su tierra
,
como de mayor
pe-
no estaríamos Nos
DE
tampoco muy seguro en que vayamos luego
reina, que
mos
nuestro;
el
y
,
,
vale
,
de consiguiente,
que nó vernos obligado
no hay mas lino contestar
asi
y
que
auxiliaremos con todo nuestro poder)
la
Á celebrar cortes en Cataluña
Aragón
Mas
nuestra.
la
320
JAl.Mi:.
defender ahora su reino
á
defender
¡i
i».
la>
y
á
la
nos ire-
celebraremos también en
que cuanto mas antes podamos volaremos en su ayuda.
CAPÍTULO CCXLIII. Partimos en seguida hacia Cataluña
go
las
los
ricoshombres
ciudadanos y clérigos,
,
me
que
así
,
que tanto
tuviesen á bien lo
necesitaba;
muy
los tuertos
les
de sus
los
particularmente en
la
li-
de Ma-
En Raimundo de Cardona
habíamos hecho
ya
,
y al-
pero Nos
(1);
les
que luego discutirían nues-
y
,
en
términos que pudiésemos
hicimos presente, que cualquiera
La satisfacción y enmienda de los desafueros cometidos por el rey ó el intervalo de una á otra legislatura y la votación de los
(1)
sus oficiales en
,
subsidios
que por
Corona
eran
,
lamentario
mera
de] mis-
á lo que contestaron, que querían antes
tra proposición y contestarían á ella
quedar satisfecho
rogamos que
ellas
opinaron que debíamos enmendarles ante todo
linaje
que
desde lue-
ayudarme entonces en aquel negocio
deliberar sobre nuestra demanda.
gunos de su
les
a\udado siempre con
habían
najes en todas mis empresas, y llorca
y convocamos
Cuando estuvieron reunidos en
corles para Barcelona.
mo modo
,
,
las
de donativo ó de empréstito debían concederse á
via
la
armas principales con que sostenían su poder parantiguas cortes de los estados de Aragón. Usando de la prilas
dos
luego de constituidas y de haber hecho
el
monarca su proposición, ó
cada brazo presentaba en como decimos ahora una de las primeras sesiones su memorial de agravios (greuges), en el que enumeraba todos los que habia recibido del poder real desde la anterior legislatura y pedia por ellos la correspondiente enmienda. Así debían ante leido el discurso del trono
,
,
,
todo ponerse de acuerdo
el
rey y las cortes sobre este punto
,
porque hasta
que estuviese decidido no pasaban aquellas á tratar de ningún otro negocio: mas como aquí don Jaime llevado seguramente del afán de socorrer cuanto ,
antes á su yerno
el
rey de Castilla
tropezó desde luego con
la
,
oposición
quiso
de
prescindir de dicha formalidad
don Raimundo de Cardona
;
y otros
partidarios suyos, los cuales no quisieron renunciar á la prerogativa que te-
nían las cortes y
demos llamarla
,
al
derecho que
y se
les
empeñaron
cios pedidos por el rey
,
daba
la
constitución del reino,
si así
po-
en que antes de deliberar sobre los servi-
satisfaciese este á los agravios
que de
él
cibidos.
42
tenían re-
•T30
historia
que tuviese de Nos alguna queja podia manifestárnosla, y estábamas que no por esto debían mos dispuesto á otorgarle justicia ;
suscitarnos estorbos en el hecho de que se trataba
en razón que pidiéndoles
Nos una
cosa
nos diesen ellos respuesta
,
tan cstraña á nuestro propósito.
Por esto
que
contestación
pensasen mejor
lo
pues
,
la
ni estaba puesto
,
mandamos
les
y pedímos
que nos habían dado
no parecía digna de hombres tan buenos y distinguidos como eran ellos.
A
asunto
pesar de esto, aunque deliberaron la
,
respuesta que nos dieron
fué
de nuevo sobre aquel
mala y peor que
tan
la
vez primera.
Viendo entonces que tos términos
venidero
— Malamente
:
pues
;
portaban tan mal
se
miráis por lo que puede suceder en lo
perdiese lo suyo
si
el
rey de Castilla
el
conservar
nos seria luego á Nos y á vosotros
lo
seemos. ¿ Reportareis por ventura alguna ventaja gos
,
de que en
ñor y su Madre pierden ? ¿
se
tros reyes
pondéis
,
Ó
las iglesias
Mahoma
contais acaso que
perdemos
,
que ahora povosotros cléri-
,
por nuestra desgracia
si
se salvará lo vuestro
que nunca hubiera podido imaginarlo cortes
cuanto estuviese puesto en razón
Mas ya que veo
difícil
,
si
noso-
nuestro ? Tan mala y villanamente nos res-
lo
bia creído que celebrando
gaba.
mas
,
donde son adorados ahora nuestro Se-
luego
lo sea
,
hablamos en es-
les
,
catalanes
á
y mas aun
,
,
,
tanto
alcanzaría de ellos si
,
frustradas mis esperanzas
rarme malcontento de vosotros
pues siempre ha-
;
,
mucho
se lo
ro-
tendré que sepa-
como señor alguno pueda
estarlo de sus vasallos.
Concluido nuestro razonamiento escuchar otra respuesta
,
,
y sin querer
nos fuimos en seguida á nuestra casa
suplicáronnos ellos encarecidamente deliberarían otra vez,
nos levantamos
,
,
que no nos enojásemos
,
:
que
y nos manifestarían su resolución; pero á
pesar de todas sus protestas, no quisimos detenernos. Parte de los
de
las
cortes nos siguieron hasta nuestra casa
nuaron reunidos
Cuando íbamos guer Arnau
,
,
esperando á
á sentarnos á la
,
semos hablar con Nos. pedímos que
dido nunca
,
ni
los cuales
y los demás conti-
que nos habían acompañado.
mesa
En Pedro de Berga
ahora no recordamos
les
los
,
,
nos enviaron á
y otros dos ricoshombres que
nos suplicaron que
Apartándonos, pues, con
se esplicasen
,
En Beren-
y nos dijeron
sucedería tampoco entonces
,
,
les
permitié-
ellos á
un lado,
que no habia suceque habiendo pedido
i
DI
D.
consejo y ayuda á los prelados sen de prestárnoslos la
ciudad
,
;
¡
n-
»<
\
33
JAIME.
ricoshombres
consiguiente, que no
como habíamos
rogaron, pues,
A
y con tal
empello
hora de vísperas volvieron
que por ningún tásemos de
a*
mal
lo
*
n
|
bien acceder
de Cardona, y bovajc
¡í
presencia, diciéndonos
de darnos motivo para que nos apar-
«
«i
nos habían dicho; l<>
(jue ellos tenían intuito
cibido ya dos veces,
segunda
al
la
emprender
por último, que
\
que mis había pedido en Kaimundo otorgarnos
de
aunque no tuviésemos derecho para
,
Tanto nos
satisfecho.
mal satisfecho; que atendiésemos sus razones
ellos tan
antes de llevar
tuviésemos
estilo trataban
ausentásemos de
u<><
que m> pudimos negárselo.
,
nuestra
á
primera cuando entramos
esto
,
quedamos ya muy contento de
y convocamos en seguida
semananas
tres
las cortes
se hallasen reunidas
de Aragón
,
el
y la
pesar de esto, ,
y á servir-
nos en todo en aquel negocio, de manera que nos obligarían
Con
vez
reinar,
á
Á
conquista de Mallorca.
la
otr;i
por haberlo per-
ello
nos manifestaron que estaban prontos á concedérnoslo
decérselo.
deja-
,
querer hacerlo, porque ellos
indicado
obrarían de manera que pudiéramos quedar lo
Cataluña
á
agra-
su respuesta,
para que de
allí
¡i
en Zaragoza.
CAPÍTULO CCXLIV. Emprendimos luego nuestro
viaje
Aragón
hacia
nuestras cortes de obispos y ricoshombres en
cadores
,
hicimos en
ellas
nuestra proposición
y tomando por tema una autoridad de t/iinor est virtus.
quarcre
,
quam
la
,
,
iglesia
la
reunidas
y
de Predi-
levantándonos en pié
Escritura
,
que dice
quep sunt parta tueri. Hablan
les, pues, en estos términos:
— Aun
haya probado cuánto nos ama
,
otorgándonos tan señalad;» honra
y
de Valencia y en cuantas hemos
en
las
empresas de Mallorca
cuando nuestro Seüor nos
acometido hasta ahora en nuestras tierras y en otras partes, obligación nuestra es el defender lo que hasta aquí hemos conquista-
do
,
y por
la
misma razón debemos
estarle
también muy reconoci-
dos porque nos escoge á Nos y á vosotros para remediar
el
daño
que otro ha recibido, dándome ocasión para que con vuestro concurso pueda yo ausiliar vínculos
me
al
rey de Castilla
,
con quien tan estrechos
unen. Debemos además dar gracias
á
Dios de que
la
nisTOWA
332
que han hecho
traición y daños
castellano
el
tierras
os
,
los
porque mas vale que hayamos de
que nó vernos obligados
,
rogamos
,
sarracenos hayan recaído sobre
tanto por
el
á
defender
empresa
ausiliarnos en esta
el
sidios
,
,
que tengáis á bien
,
pues serán insignificantes los sub-
;
nos suministréis en comparación
que
Por esto
como por los biecomo también por el
Nos y vosotros
estrecho deudo que hay entre
á pelear en sus
nuestras.
las
amor que nos debéis
nes que otras veces nos habéis dispensado
ir
con que estamos pronto á premiaros
,
de
recompensas
las
ya que os hemos de dar lue-
go diez maravedises por cada uno que vosotros nos concedáis ahora. Sin
embargo
como una deuda
exigíroslo
podamos
no creáis que
,
llevar á
réis cargo
de
que os pedimos tratemos de
lo
solamente os
;
buen cabo este negocio
cuati
rogamos
lo
esperando que os ha-
,
,
y que por lo
mismo ningún
Aun cuando marchásemos
de parecer costoso.
que podemos hacer ahora saliendo á al
rey de Castilla y á
Nos
;
el
si
perdia lo suyo,
ha
segura-
,
servicio
,
como
defensa de lo que Dios
la
pero debéis considerar, sin
esto, cuan vergonzoso y perjudicial pudiera sernos el
castellano, porque
con-
el
sacrificio os
ultramar
á
mente no prestaríamos de mucho tan importante nos ha dado
para que
honroso ha de ser para todos nosotros
tribuir á este socorro
el
,
muy
no ayudar
al
fácilmente pudiéramos
Nos perder lo nuestro. Ahora , pues, si queréis que os declaremos de qué manera pensamos socorrerle , vengan á Nos dos ricoshombres, y les manifestaremos aparte lo que tenemos ideado
podréis luego deliberar y darnos vuestra contestación
mayor honra de Dios, de Nos
sea esta para
,
:
de
sobre
ello
modo que
y de todos vosotros.
CAPÍTULO CCXLV. Concluido nuestro razonamiento
tomando
i
(
^reis
la
palabra
,
voy
tros religiosos.
u
dijo
:
—A
mayor ánimo para
de proponer
le
,
,
levantóse un fraile franciscano,
fin
de que
éste de Navarra
,
que tuvo uno de nues-
y estaba
apareció un personaje vestido de blanco
nombre,
rido ,'y
le
preguntó
preguntando
si
rey y vosotros to-
resolver el negocio que se os acaba
á esplicaros cierta visión
Era
el
dormia.
,
Santiguóse
á su vez á la visión
:
¿
durmiendo cuando que llamándole por el
fraile
Quién eres
despavotú
,
que
I)K
me
has despertado ? contestóle esta
he venido para decirte
,
que
de liviana entre sarracenos que
la
Yo
¡
soy ángel del Señor, que
guerra que se ha movido en tierra
la
cristianos
y
333
JAIME.
I).
,
debes tener por cierto
de terminar un rey, que saUaiá
lia
España de
á
males
los
amenazan. ¿ Que* rey será este? preguntó el fraile. El rey de Aragón que se llama Jaime , contestó el aparecido. Así me lo que
l,i
declaró con toda certeza en
mo
que tuvo
religioso
la
sacramento de
el
visión
pesar en que no hubiese sido
,
el
penitencia el mis-
la
añadiendo que habia tenido un de Navarra
el
escogido para
rey
tamaña empresa. Debéis por consiguiente tener todos suma
satis-
facción en que sea nuestro rey el que ha de librarnos de tan gra-
ve daño.
Con
be querido comuniy para esforzaros , Después del religioso, tomó luego la palabra
este objeto
caros esta nueva.
—
,
don Gimeno de Urrea para decirnos, que buenas eran las visiones; pero que ellos deliberarían sobre lo que les habíamos propuesto, y vendrían después á vernos.
— Bien
decís,
y con esto se separaron entonces todos
los
— contestamos
Nos;
congregados.
CAPÍTULO ccxlvi. Desde
nos fuimos en seguida á nuestra cámara
allí
dosenos presentado siete ú ocho de
— Barones,
lo
,
ricoshombres,
y habién-
les
dijimos
:
que tenemos que manifestaros no hemos querido
declarároslo delante de todos
en secreto
los
;
,
porque son cosas que deben tratarse
para que nos deis tales ausilios
,
ma-
que sirvan para
yor bien y honra de Nos y de vosotros. Hace poco que hemos celebrado cortes en Barcelona, y en verdad hemos quedado muy satisfecho les
de
la clerecía
declaramos
ansiliar al rey
el
y ricoshombres de Cataluña, porque
buen propósito que teníamos de
de Castilla
,
el
que
servir á Dios
acordaron de buena gana
con subsidios sobre sus vasallos y concedernos
así
el
bovaje
y ayudarnos
,
suplicán-
donos después que contribuyésemos también por nuestra parte con alguna recompensa , y que luego nos servirían con cuanto tenían y con cuantos feudos les otorgásemos. Por las mismas razones os suplicamos ahora á vosotros, que nos hagáis ayudar por vuestros bres en los mismos
nes
;
ó bien
,
si
así
términos que han resuelto hacerlo
no os place
,
hom-
los catala-
podemos idear entre todos algún
:
334
HISTORIA
que sea igualmente provechoso. Si bien
arbitrio
ha de ascender siquiera á cinco mil sueldos
mayor nos
vuestros hombres que
en recompensa hasta treinta mil
:
lo
preste
el servicio
con que ya veis
por mas que dé cada uno
,
mente con mas de mil sueldos
mos de modo
,
que no pueda
á
nos otorguéis
,
habrá beneficio
si
En
los ca-
cuanto á
no ha de contribuir cierta-
,
Nos en cambio
os indemnizaretres mil
solemne-
nos comprometeremos
que ahora
servir de ejemplar en lo sucesivo lo
pueda irrogaros perjuicio en ningún tiempo.
ni
Terminado nuestro discurso
,
darnos ninguna respuesta
sin
y
de aquel de
que podáis darles á cada uno hasta dos y
además de que
prescindiendo
mente
;
no
,
Nos podremos daros
y
,
en emplear cinco para granjear luego treinta. balleros
calculáis
lo
;
permanecieron todos silenciosos y por cuyo motivo les dijimos , que
gran manera de que estuviesen tan calla-
nos maravillábamos en
dos, ya que lo que acabábamos de decirles no era cosa puesta fue-
Viendo
ra de razón ni que debiese apesadumbrarles.
que
se
empeñaban en guardar
saber de
—
tí ,
silencio
,
Ferran Sánchez de Castro
Si tanto os urge el saberla
Yo no sé si en que me acompañan
,
este asunto
ré.
dijimos ,
:
,
por último,
— Quisiéramos
qué respuesta nos
contestó Ferran Sánchez, os
la
da-
de acuerdo con los
andaré ahora
pero en cuanto á mí, puedo deciros
;
das.
que
,
s
i
queréis pegar fuego á cuanto yo poseo, podéis comenzar desde lue-
go por
el
un estremo, y yo
jimos entonces ran Sánchez ?
,
la sola
No he
me saldré
por
el otro.
hemos de
respuesta que
—Y oir
venido yo aquí para incendiar
para defenderla y heredaros en
ella
como
,
son mis intentos y estas mis obras; nó
los
lo
muy buena gana
que vos
estos
— Habló
—Señor, cuanlo
daré de
pero es imposible que acceda por mi parte
;
añadió
:
sino
,
:
— Tomando después
— Señor,
aquí en
la
á lo
mano don Gimeno
Aragón no sabemos qué
cla-
de subsidio sea ese del bovaje; pero con todo discutiremos vues-
se tra
propuesta, y os
jímosles tra
,
:
decis.
Fer-
,
la tierra
mió ó de cualquiera de mis lugares, os
que nos habéis pedido. de Urrea
de vos
he hecho ya
luego don Bernardo Guillen de Entenza, y nos dijo to queráis de lo
¿esta es, di-
daremos luego
Nos entonces
resolución sea
á todos
:
la
debida contestación.
— Barones
mas acertada de
lo
,
menester
es
— Di-
que vues-
que acabáis de indicarnos
pues Nos solo anhelamos en este negocio nuestro bien y
el
;
vuestro.
— 1)B
335
JAIME.
I).
CAPITULO CCXLVII.
Fueron vieron
los
barones á concertarse
vernos; solo al siguiente
¡i
Bernardo Guillen de Entenn
,
al
i
,
en todo aquel dia no vol-
y
anochecer
ñus presentó don
Be
— Mucho
«ini^n dijimos;
habéis
tardado, don Bernardo Guillen, á damos vuestra respuesta. Demorábamos el
—
os ha de placer.
Cómo
¡
por cierto, añadió, que
buena contestación.
uno de
los
la
,
porqué?
— Tened muy
y
les
diesen
todos
;
la
dijimos;
le
cada
á ver á
orden de que
dia si-
al
A
á nuestra presencia.
la
ho-
pero permanecieron delante de
por consiguiente hubimos de preguntar-
hablar palabra:
sin
¿
nobles no tienen intento de daros
mañana compareciesen
ra indicada se presentaron
Nos
;
nuestros porteros que fuesen
á
ricoshombres
guiente por
replicamos Nos
— Idos, pues, en buena hora, —
mandamos
y luego
los
!
prode que — ¿Cuál ha topusimos? — Después de haber demás don Gimeno de maría por encargo de — En aun sabérnoslo Señor, Urrea
les
sido vuestra resolución acerca
:
entre
altercado
palabra, hízolo
la
que
iíica
sí Liii
nobles
así
bovaje
y
tierra,
esta
tal
subsidio.
fin
,
metemos mayor
,
y el
buen
fin
tanto la
que en
contestamos Nos,
sois,
os cueste el entender la
naturaleza é importancia él
nos hemos propuesto.
no creemos que nadie pueda reprobárnoslo; pues esta
empresa de que
servicio de Dios
,
los
y dijeron unánimes que no
pues bien debierais considerar
;
de este negocio Este
,
— Mala gente
mucho nos maravillamos de que
razón
ni
por consiguiente, se alborotaron todos
;
que oyeron aquella palabra
podia otorgárseos
sobre quien
sí
los
y nos dijo:
,
os
lo
se trata
,
es
aco-
si
primeramente para
luego para que se salve España
,
el
y final-
mente para que Nos y vosotros seamos los que ganemos la honra y prez de salvarla. Por la fé que á Dios debo , no podia esperar que vosotros, que todos tenéis feudos por raí, quien de quien de treinta plir
con
cumplen luña
existe
;
quien de cuarenta mil sueldos
obligación
la
los
que
,
,
de
la
que tenéis de ayudarme
mas honrada
es el reino
pues hay en
él
tierra de
España
cum-
rehusaseis
, ,
veinte,
cuando con ,
como
ella
Cata-
es
mejor mas honrado y mas noble que en cuatro condes
,
que son
el
de Urgel
,
ella
el
de
MSTOiiiA
33G Ampurias
,
el
de Foix y
,
cinco
coshombre^
el
de Pallars
caballeros
por uno que aquí
honrados
por
go
los favores y
tras razones
manera
á
entonces;
que
sí.
hicieseis.
—A
pesar de todas nues-
—
:
Sí accederéis,
— añadimos Nos —
Accederéis,
pero será de manera que no os ha de costar
;
contribuyáis con nada de
vosotros no
pase que
—Voy
ser esto? repusieron ellos.
pero delante de los demás acceded á nuestra demanda,
;
para que á
todo.
que os re-
recompensas con que os pagaríamos lue-
— ¿Cómo puede
á manifestároslo
los clérigos
y es aun mas
continuaron guardando silencio.
proseguimos luego
lo vuestro
:
cuatro ri-
ciudadanos
y cinco
se atiende al beneficio
si
pedíamos.
les
y ellos
sino dar el
allí
nos contestaron que no podian acceder de ninguna
,
lo
,
que ahora nos
el servicio
diez clérigos
,
tengáis en cada clase
de estrañar vuestra negativa sultaría,
y cuéntanse
;
lo
menos
las
,
movidos de vuestro ejemplo
,
órdenes y los caballeros
— Contestáronnos que
y
,
así
,
no
contribuyan
perdamos
lo
deliberarían sobre este punto
,
y que
nos harían saber su resolución.
CAPÍTULO CCXLYIII. Al dia siguiente por dicadores
mañana
la
se
reunieron en
mientras Nos estábamos con
,
casa de
la
Pre-
obispo de Zaragoza,
el
juzgando un pleito que tenia doña Teresa con García de Vera y con Miguel Pérez de Alagon. Al salir del tribunal , se nos presentaron Sancho cuales nos
los
Gómez de
dijeron
Balanrasa y Sancho Aznares de Arbe,
— Señor
:
,
ricoshombres y
los
nos envían para que os manifestemos, que hicisteis
no
nunca rey ninguno
se la hizo
á ella preferirían perder
obispo de Zaragoza le
dijimos
:
—
vorablemente jor.
,
si
,
,
podremos resolver
todos de
la
ciudad
,
lo
y echándonos á reír,
Dios quiere, nos contestarán
me-
nos contestan
mensajeros y estuvieron
todos los concurrentes
se
:
,
fa-
los
las cortes
les
muy
Cierto que esos barones no
pero otra vez
demanda que vos
y que antes de acceder Volvímonos entonces al
que nos acompañaba
,
se
ciendo
ros.
—
— Cuando hubieron marchado en amotinaron — Marchémonos marchémonos
otra vez
allí
;
cuanto tienen.
,
la
caballeros
,
que deba hacerse.
vamonos
—Con
á
,
Alagon
di,
y
esto se salieron
quedándose solamente con Nos dos caballe-
nu
3i7
JAIME.
i).
CAPÍTILO CC\LI\.
se nos presentó
Después de baber comido, v
m»
dijo:
— Señor,
porque veo qoe debiera te
—
alos. lo
como
me
decía,
lo
entonces decidles
luego
— Nada
no
así
si
,
tenéis que
:
pisando,
esti
por consignien-
,
decirles,
insistió* él
trasmitiré.
así se lo
Pero Jordán?
— Puntualmente,
contestáb-
le
encargádmei-
.
— ¿Lo — Pues h¿n
señor.
que mañana se escederán mas que hoy de un mes y de un año
,
Confúndaos
habrán hecho.
pentirán de lo que
dán
ordenéis,
lo
cabo de quince dias
al
Alagon
ir a
que manifestarles,
Si algo tenéis
que como
;
que
lo
queréis
si
se hallan reunidos.
allí
es
obra en todo arrebatadamente, y no como se
se
yo no puedo prescindir de
:
ordenadme
,
me
imiv doloroso
Pero Jordán de Ejca,
se lo manifestáis.
,
y nos
Pero Jor-
,
— Después de haberse
cortes juramentado secretamente en Zaragoza se trasladaron á Mallen
Dios
,
fu í r 1 1
«
»
-
Nos
¿i
los
y luego en
.
y que se arre;
de
las
Alagon,
Calatayud.
CAPÍTULO CCL. Estando en Calatavud Zaragoza
para que
,
Batisfaccion
que por
lo
,
les
les dijese
enviamos por mensajero ,
de cualquier agravio que de Nos hubiesen recibido, y mismo no podíamos menos de admirarnos de que obra,
pio señor.
modo Con tal
noticia
que
dábamos salvoconducto
les
rebelándose tan abiertamente contra su pro-
do Guillen de Entenza zana
;
obispo de
que estábamos dispuesto á darles
sen de aquel
si
el
por consiguiente
,
nos enviaron un mensaje ,
vendrían á vernos don Bernar-
don Artal de Alagon
,
,
dieiéndouos
,
habiéndoles enviado
y
don Férriz de Li-
el
salvoconducto que
dos pedían, y manifestádoles además que estábamos pronto á administrarles justicia
viados, y ría
,
los
donde
,
comparecieron en Calatayud dichos
recibimos en
la
iglesia
se hallaban reunidas
tres
en-
de nuestra Señora santa
Ma-
mas de mil personas para escu-
char nuestras palabras.
Lo primero que
ríamos saber porqué
habían conjurado
se
les ,
dijimos fué sin
,
que que-
habernos presentaría
historia
;í;j,S
do ¡mies ninguna queja,
muy
pues era
satisfacérsela;
haber siquiera examinado
ni
estraño que, sin saber porqué, se bu"
biesen juramentado contra su señor.
Respondiéronnos ellos, que
habían hecho porque les estábamos quebrantando los fueros de
lo
Aragón
á lo
:
que repusimos
pronto á enderezaros
reis
gón é
queríamos
si
mandémoslo
;
lo
— No
— Mostradnos en qué
tuerto
el
hemos
faltado
pero mejor será que nos
;
hicieron
,
aquí tenemos
,
y nos halla-
,
fuero de Ara-
el
por capítulo,
capítulo
para que podamos enmendar
la
se necesita tanto, replicaron los mensajeros; ya os
diremos nosotros de memoria.
mos
:
leer delante de vosotros
indicadnos á cuál
injusticia.
:
— Tampoco nos parece mal añadipor — Así ,
lo manifestéis
escrito.
lo
memorial en que habian apuntado
y nos presentaron un
todos los motivos de queja que tenian de Nos, entre otros porque
llevábamos á nuestro lado á algunos sabios en derecho
que juzgaban
los
negocios
los
de Entenza en
Guillen
pretestos por el los cuales
asunto de Monpeller
el
mismo
estilo
porque
,
cretistas y
que no tenian pies
,
les
En
cuanto
Bernardo
algunos otros
y
;
que eran
ni cabeza, y
contestamos que era
que
foristas
ilustrasen
le
fallar.
— Ya
con
primer moti-
al
muy
infunda-
rey debía llevar siempre en su corte legistas
el
que debia
pleitos
,
querían cohonestar su yerro.
vo de queja que alegaban
do
tuerto á don
y hacían
,
,
,
de-
sobre los muchos y diversos
veis, les dijimos, que teniendo ba-
jo nuestro dominio tres ó cuatro reinos que Dios nos ha concedi-
do
tenemos que sentenciar sobre cuestiones de
,
turaleza
,
muy
distinta
na-
mayormente no gobernándose todos nuestros señoríos
por un mismo
por una misma costumbre
fuero ni
;
y seria una
mengua que no pudiésemos dar nuestra sentencia , por no conocer el derecho Nos y los hombres legos que nos acompañasen. Por esmotivo llevamos
te
quienes os quejáis
que
fuero
el
;
á nuestro
lado los
legistas
y decretistas de
pero ¿ acaso os hemos juzgado nunca por otro
de Aragón
,
cuando
éste
ha bastado para decidir
negocio ? Si alguna vez hemos dejado de seguirlo
que estamos pronto ro
,
que debe juzgarse
sieron lira
á deshacer
,
sin
embargo
,
á
la injusticia
;
,
mostrádnoslo,
pues dice dicho fue-
todos los subditos por su ley.
que
el
— No qui-
se les leyese el fuero palabra
por pala-
en los puntos en que nos acusaban de habérselo quebrantado:
y así
,
después de haberles dado
nuestra contestación á
goa infundados que nos hacían, y que por lo
los
car-
mismo no debían ha-
DI cornos,
como obraban el
b
jueves,
para que
«mi
noehe de
cena*]
la
quejándoos
qué,
y
negándoos
á
lo
cogieron
quebranto
<>>
aceptar
l»>s
Lo mismo
que os ofrez-
señor tales razo-
mi
¡i
favorecen para persistir en vuestra pertinacia
una,
la
habernos de
el
y ir
continuar rebeldes i
ayudar
rey de
al
quien no podemos faltar por habérselo prometido; y
Castilla., á
otra, nuestra prudencia, que nos retrac de marchar contra tros en semejante coyuntura. el
mundo monte
jásemos
Nos
;
lin-
fueros, sin de-
satisfacción
la
Pilatos
tened cuenta, harones, qne solo dos cosas os
embargo,
en nuestra tierra;
entender
Befándolo delante dé
co; pues nunca ningunos vasallos movieron nes. Sin
un
¡i
Crucifige] Crucifige]
;
que
d<:
obráis
\osotros
nuestro Señor, cuando
judío* con
los
juzgase, gritaban
l<>
eéis vosotros
cirme
— Barones,
dijimos:
Les
339
JMtfB.
I).
ni
llano
no fuese por esto
Si
murallas
,
eso-
no habría en
peñas de donde no os arro-
ni
pues por un caballero que vosotros
tres, que
,
la
tengáis
tendríamos
de ser partidarios \nestros, no tendrían re-
lejos
paro en haceros cuanto daño pudiesen en vuestras, personas y en vuestrosbienes; y tendríamos además
las
ciudades de Aragón y de
Cataluña, que se declararían enemigas' vuestras, y entienden tanto
como
vosotros en hacer
guerra.
la
Va
nuestra disposición todos esos medios ca mella vuestra
veis, pues, que teniendo á ,
debería hacernos
muy po-
rebeldía, mayormente siendo infundada.
das nuestras palabras
,
ausentaron de Nos
se
,
— Oí-
y fuéronse á encon-
trar á los suyos.
CAPÍTULO CCLI.
Á
poco de haberse ausentado
los
mensajeros, supimos que to-
Alum-
dos los rebeldes habían lijado cierto plazo para reunirse en inen
,
y senos dijo en qué dia debían verificarlo; por tanto resol-
vimos encaminarnos á Huesca
,
dad que nos acompañase, porque
embajada á
lado; y llegados a Huesca,
que sobre cometiesen
ellos
,
obispo de dieba ciu-
necesitaríamos para enviarlo en
le
enviamos
á
Almunien, donde
con encargo de decirles, que por
teníamos
tan grave
lo
al
Acompañónos efectivamente aquel pre-
los disidentes.
llaban ellos reunidos
ordenando
,
falta
les
el
se ha-
señorío
rogábamos y mandábamos que no
como
ia
que estaban cometiendo. El
BMTO&A
310 obispo se fué
allá
¡hez
que
les dijo lo
contestarnos
vió luego para (
,
habíamos encargado
le
que vendrían
,
á
un salvoconducto
ello
;
y vol-
vernos Ferran San-
de Castro y don Bernardo Guillen de Entenza
bamos para
,
si
,
por consiguiente se
les
enviá-
lo
dimos,
habiéndoles antes enviado á decir que estábamos pronto á someter aquel negocio á
la
de
decisión
los obispos
Comparecieron luego dichos enviados diremos solamente que fué
de Zaragoza y Huesca.
pero, para abreviar razones,
;
fruto la entrevista
sin
vieron sin haber querido aceptar
el
y que se vol-
,
ofrecimiento que de nuevo les
hicimos de administrarles justicia.
CAPÍTULO
CCL1I.
Viendo que no habia medio de hacer entender razón dentes aragoneses, enviamos orden á nobles de Cataluña
rios
,
y á
los
En Pedro
á los disi-
de Moneada, á va-
hombres de Lérida
,
Tamarite,
Almenara y otros lugares, para que compareciesen con sus huestes, armados y prevenidos , señalándoles dia para reunirse con Nos en Monzón. Mientras tanto que
manecimos Nos en Barbastro
las ;
órdenes llegaban á su destino, pery
allí
recibimos un mensaje de los
dleros aragoneses, diciéndonos que
si
les
otorgábamos salvo-
conducto, nos enviarían una nueva embajada. Comparecieron, pues,
nuevamente Ferran Sánchez de Castro
don Bernardo Guillen de
,
Entenza y don Férriz de Lizana , que eran otros de los conjurados ; y habiéndoles dado audiencia en la iglesia mayor de Santa María de Barbastro, habló por todos Ferran Sánchez, y nos dijo, que si ellos habían prestado juramento , no habia sido con ánimo de levantarse contra Nos los fueros 'es
,
y
les
,
sino solamente porque les infringíamos
hacíamos demandas inadmisibles
habíamos quitado parte de
don Gimeno de Urrea
,
lo
pues en Ejea
;
suyo, cuando contendían con
Nos
don Artal de Alagon y los demás ricosescepcion de Ferran Sánchez , don Ber-
hombres y caballeros , á nardo Guillen y don Férriz. Respondimos que no tenían razón en decir que les biéfi
se
la
-
habíamos quebrantado ningún fuero
quitado parte de su hacienda
habíame* dado
,
porque
;
entre otros á don
buenos feudos cuando se agregó
á los
Férriz
,
que
ni
muy ,
al
les
hu-
contrario,
que tenia muy
conjurados, y
á
don Ber-
DE Dardo Guillen
tremo de que
esto les repetímos que nos maravillábamos en es-
de aquella manera. Finalmente, y para no podíamos avenirnos, les dijimos, que ya
se portasen
abreviar, viendo <¡nc
que
Nos, procuraríamos defendernos.
rebelaban contra
así so
341
JAIME.
cnyo padre había recibido do Nos manto tenia en
,
mando. Por
este
I).
CAPÍTULO (Bill. Fuímonos luego ros los
Monzón,
;í
hombres de Tamarite
lias
,
que estaba situada
y
habiendo comparecido
marchamos ron
,
De
nos encaminamos
allí
una fortale-
ellos á
de aquella
á corta distancia
dárnosla embestir, nos apoderamos
moler.
prime-
los
Pero Maza, hijo de En Arnaldo de
que había edificado
za
y
á
villa
:
Ce-
man-
hicimos luego de-
ella, y la
di-
las
Raíais, y con
ayuda de
la
los
hombres de Almenara y de Tamarite ganamos también aquella fuerza, y hubieron de rendírsenos los que la guardaban. Terminada ya esta espedicion
mandamos te
la
ciudad que se dispusiesen á venir en
De Lérida nos fuimos
puente, porque
ber descansado
el
allí
Monzón
otra vez á
Cinca iba bastante crecido
atacar
la
fortaleza
nos impidieron
el
:
acercar
,
hues-
Pero Martínez
,
avendrían
los
al
á
mandado
que tenian
y nos
los
clérigo
,
construir
hijo de si
allí
Con
de madera para
ellos en
los
de dentro
de madera á
á
,
fin
la
esto compareció
queríamos levantar
Nos,
de destruir con
don Martin Pérez
fiando
la
honores que á su entender
tisfacción á hacer
castillo
buscar á Tortosa otra brigola seme-
los sitiados.
dijo, que
nobles con
prometiéndose
Pomar, donde
á
el castillo
,
luego
justicia
de
aquel sitio, se
decisión de aquel alterca-
arbitrio de los obispos de Zaragoza
viésemos
después de ha-
y
que pudiesen ofenderles. Para remediar es-
su> disparos la
Aragón,
fundíbulo y
el
enviamos
jante que habíamos
do
la
pata pasar por
,
pero con una brigola que tenian
distancia necesaria para
inconveniente
;
una noche, nos encaminemos
hicimos armar un fundíbulo y fabricar un
te
donde rogamos y
,
con Nos, porque habíamos resuelto marchar en ayuda del rey de
Castilla. el
de
á los
nos fuimos á Lérida
,
les
\
Huesca; que
les devol-
habíamos quitado, com-
poder de aquellos prelados y
á
nuestra sa-
por Nos cuanto fuese de derecho antes de que
verificásemos dicha restitución
;
y por último
,
que
les
señalásemos
:
HISTORIA
,'H2
algún lugar en que pudiesen albergarse
y vendrían á vernos para
,
resolver aquel asunto.
Pingónos por zón
lo
mismo levantamos luego
lo
dando orden á
,
los
el
campo
hombres de
,
reuniéndose en aquella po-
Ber-
entre ellos don
,
don Férriz de Lizana
,
y
;
Mon-
y nos volvimos á
,
hasta ciento y cincuenta caballeros
nardo Guillen de Entenza
Martínez
Gil para que acogiesen en su
Así se cumplió
villa á los disidentes.
blación
En Pero
que nos había manifestado
Ferran Sánchez
,
de Castro y otros, don Fortuno de Verga, y algunos otros deudos y amigos suyos. los obispos
cho á
Estando
encomendamos
allí ,
de Zaragoza y Huesca
cumplirían con Nos
lo
asegurándonos
,
que fuese de derecho
bían cometido rebelándose contra
decisión del
la
por
,
Nos v nuestro señorío
ban que debíamos hacerlo
los obispos.
,
si
Firmóse de todo
que
ellos
que ha-
la falta
gándonos por nuestra parte á devolverles sus feudos
he-
;
y obli-
así fallala
corres-
pondiente escritura, y nos otorgaron tregua hasta que volviésemos rey de Castilla y quince dias después, según así se espresó también en el convenio. Luego fijamos dia para que los nobles
de ayudar
al
con Nos en Zaragoza
se hallasen la
primera
,
;
lo
que hicimos por dos razones
porque estábamos cierto de que
ellos
no podían dar-
nos fianza de estar á derecho, por haber caido en comiso para Nos cuanto poseían y hasta sus mismas personas era
y la segunda, porque
mediados de junio, y no nos era poen aquella sazón conservar reunida la gente, por el ansia que
el
sible
;
tiempo de
la siega', á
gilásemos
,
modo que por mas que
les
vi-
y aunque los tuviésemos presos ó los castigásemos
Nos
tenían de volverse á sus casas
:
evitar de
mismo, no podíamos
de
ningún modo que se nos escapa-
sen.
CAPÍTULO C€LIY.
En
el
dia que
habíamos señalado estuvimos Nos en Zaragoza,
donde acudieron también gó hasta Almudévar
modo mos
pasar adelante
á los
nobles que
ellos lo sabian ya z.i
,
,
,
los nobles; pero el obispo
allí
cayó enfermo,
hubo de volverse el
obispo
:
y sin
de Huesca
de Huesca no podía venir
de cierto. Manifestamos entonces á
lle-
poder de ningún
por consiguiente
que por nuestra parte estábamos pronto
á
poner
al el
, ,
diji-
como
de Zaragonegocio en
,
DL
manos,
sus
mismo que
lo
que nos contestó, que querían conformarse. taron los disidentes
— ¿Qné
contenió
el
después, mediaron entre
las
de ambos
pretende, pues,
obispo.
tisteis, les contestó éste,
ofreció
antes en
prelados: á lo
se lo manifestaría á los nobles y vería
así
al
343
D. JAI.MF.
— Qne
le
cumpláis
mismo modo que
— Por
«'líos
rey?
el
lo el
— pregun-
que
prome-
le
cumplirá
razones que, según
las
y el prelado
si
lo
que
supimos
creemos que éste en-
,
tendió que no había medio de que satisfaciesen á nuestro derecho;
porque habiéndose juramentado contra Nos, seían
debían además poner en
,
lo
que po-
nuestro poder basta sus
mismas
personas para hacer de ellas nuestra voluntad
nos
dijo
con vos
contraído cumplirla
obispo
el
no es regular
tal
obligación
que
creo
,
;
les
,
que no
la
una de
ellos lo
los
:
ellos
—Decidnos,
no esperar
al
;
y
— El
la le
hemos el
pre-
cual de-
contesta-
así
obispo no quiso entonces entender mas
quedaron en poder nuestro
los
honores
convenio que habíamos celebrado en Monzón por
pena en que habían incurrido, y Nos conservamos
la
tregua que nos habían jurado
mo
les
pues, por lo que vos sois, ¿ porqué se metieron
en aquel lazo?
en aquel negocio
mas Nos
de sen-
via
—Replicónos
;
le diji-
partes lo que in-
parecía conveniente dar sentencia por
le
ellos faltaron
las
honores que
que vos juzgareis.
biesen quedar desposeídos de cuanto tenían
mos
— Obispo,
que tengáis que decir, hacedlo por
devolveremos entonces
les
quitado, y cumplan lado
han
que de ningún modo podrán
,
debéis mostrar á
vos no
Nos
caballeros
lo
terese á la otra: lo tencia
por consiguiente,
los
tampoco podrían hacérosla con cuanto poseen.
mos Nos,
;
reconocen así, y por lo mismo me parece que diga que os hagan la debida enmienda , porque
ahora
:
— Señor
:
todo
sin
,
la
según se espresaba en aquel mis-
convenio.
CAPÍTULO CCLY. Despuss de esto, y fiado en dicha tregua Castilla
por Zaragoza
,
nos fuimos á Teruel
tros hijos, á
En Raimundo de Cardona, ,
marchamos en ayu-
con cuanta gente pudimos reunir; pasamos
da del rey de
eada y á otros
,
,
y enviamos mensaje á nuesá
en Raimundo de
Mon-
para que compareciesen en Valencia con todos los
suyos que pudiesen reunir. Habíamos también tomado á sueldo á
3
í-
niSTORIA
i
dos mil caballeros; pero dé los convocados no compareció mas que don Blasco de Alagon , y de los que debian venir á sueldo sola-
En
se reunieron mil y ciento.
mente
hombres de
la villa
,
les
Teruel hablamos con los pro-
suplicamos que nos ayudasen en
la
cam-
paña que íbamos á emprender, y refiriéndoles todo lo que nos habia pasado , les dijimos , que por nada de este mundo podíamos dejar de ayudar
al
rey de Castilla
después de habérselo prometi-
,
do. Por último, habiéndoles rogado encarecidamente que nos prestasen pan y ganado para abastecer la hueste , nos contestaron que querian deliberar un poco sobre nuestra demanda , y que luego
nos harían saber
lo
que resolviesen.
Al cabo de una hora volvieron á vernos por todos los de bien sabets vos
,
la villa Gil
Sánchez Muñoz
ques.
É
,
é dos mil dordio
si
nos dijo
,
la
:
palabra
— Señor,
en lo que vos mandastes ne nos rogastes
nuncha trovastes de nó en nos , ni decimusvos que vos emprestaremos de trigo
y tomando
,
,
lo ficistes
tres
que
ni lo faredes agora;
,
mil cargas de pan
é veinte mil carneros
queredesmas, prendet de nos(l).
,
,
,
é mil
é dos mil va-
—Respóndanosles que
agradecíamos infinitamente, y que por sus ofrecimientos bien se echaba de ver que teníamos buenos vasallos , que nos amaban mucho y tenian en Nos grande confianza. En seguida nos pidieron
se lo
que
diésemos un portero que fuese á recorrer con
les
ellos las al-
deas y recoger los víveres hasta la cantidad ofrecida , y que luego lo dispondrian de manera que antes de salir Nos de Valencia pu-
diésemos tenerlo
el
todo reunido. Dímosles
,
pues
,
el
portero que
y nos despedímos de ellos sumamente satisfecho, tanto amor que nos mostraron , como por lo bien que tratarou de
nos pedian
por
allí
,
poner en obra
los ofrecimientos
que nos habían hecho.
CAPÍTULO CCLW. *
Estando en Valencia, hablamos con y
les
los
prohombres de
la
ciudad,
suplicamos se acordaran de que por Nos vivían ellos en
Este y algunos oíros diálogos los hemos dejado en la traducción (1)
original.
que tales
tal
se hallarán en castellano antiguo,
como
los
puso don Jaime en
el
DE
punto,
confiábamos mas en
que
tierra
la
lencia.
vasallos
poblado
v
á
y
y
lo
mejor que
Nos éramos quien ha-
de que nos ayudasen de manera en
fin
mucho
tenian ellos gran parte
éste
seria
)
que estábamos en Va-
*|u<*
aquella jornada, que nos honrara ,
porque en nuestro honor
;
uno de
mayores que en
los
tiempo alguno pudiésemos adquirir.
Su contestación fué decin
que tendrían su acuerdo,
mañana
nuestra presencia
y
que
;¡
la
Nos cuanto
harían por
>
La mañana siguiente nos dijeron que
les
á hacer nuestra voluntad.
dimos, os rogamos que tenga en
dole tan solo los lo
siguiente volverían á fuese posible.
les
manifestásemos lo que de
Dijímosles entonces, que necesitábamos
provisiones, sobre todo pan, vino y avena.
al
-.
queríamos y en qué pudieran servirnos, pues estaban dispuestos
ellos
y
que
rey
al
con todo amor
,
hicieran cargo de
se
país,
tal
ayudar
tierra, desde
Suplicamos de consiguiente
lo
eo ratón de habernos desentendido
;
demás de nuestra
los
pudimos, para bla
se
ciudad; atendido
la
i')
de Castilla y habia levantado contra él, que en nin-
para poder
ellos
gún otro de nuestros de todos
.'!
Dios quiso que tuviésemos
jiih's
conquistar
JAI.UK.
1>.
que
el
bagáis de esta
su casa trigo
,
manera:
liareis
que nos
que pueda necesitar por un año.
tengan
lo
lo
— Para
,
haced también que nos
aseguraremos del mejor modo que
les
recogerlo, aña-
lo
preste
Si son
presten
lo
por
iréis
,
lo
harían de buena gana,
necesario, y además conocían
la
que podia resultar,
la utilidad
así
como
pues veian
el
que también podían esponerse no haciéndolo
non
á ejecutarlo.
Hecho
Raimundo de Moneada cordamos
,
y
y
esto, vinieron
otras
deján-
,
que Nos
se
plazca; y vosotros, pro-
que en
prisa
\illa,
mercaderes
curad descubrir do quier sepáis que exista algún depósito.
pondieron que
la
el
ello
que nos era
debía llevarse y
deshonor y ;
en
— Res-
vista
infante
daño á
el
de
lo
cual,
En Jaime, En
compañías cuyos nombres no re-
nos fuimos á Játiva
,
pasando luego dc?de Játiva á
Biar.
CAPÍTULO CCLVII. Desde Biar enviamos mensaje doles que
el
dia siguiente de
pareciendo Nos
al
á los
sarracenos de Villena, rogán-
man. mita saliesen
lugar señalado para
ya nos estaban esperando.
No
la
á
\ernos:
y
com-
entrevista, hallamos que
bien estuvimos reunidos, apartámo-
14
f .
Uf>
HISTORIA
nos con unos treinta de los mejores de
y les dijimos
la villa,
qué
,
motivo habían tenido para levantarse contra don Manuel, que era su señor
ro
pero que aun cuando hubiesen cometido tan grande yer-
;
tomábamos
,
que era tanta
á nuestro cargo el hacer que les perdonase
deferencia que dicho señor nos tenia
la
por Nos cuanto
le
dijésemos; mas, que
Nos tendríamos que hacerles mal veían que no les seria
mas
á ellos
que Nos
ellos se
á la fuerza;
fácil el resistirse:
les
si
que haria
,
oponían á esto,
nuestro poder, ya
á
y
por-
,
de consiguiente, que
les valdría
En Manuel,
hiciésemos asegurar por
así
y
podrian continuar permaneciendo en sus casas y en sus heredades; pues tenian que abandonarlas y marchar á tierra estraña
si
qué hacerse,
buen seguro,
á
pondieron que nos agradecían
do
mas que
,
no sabrían
advertencia que les habíamos da-
la
mal trato que
que nos volviésemos
Res-
les hiciese bien.
motivo que habían tenido para levantarse
el
sido tan solo por el así,
quien
ni hallarían
,
daba dicho don Manuel
les
y que por
á Biar,
había
,
la
;
noche nos darían
y la
respuesta.
La misma noche enviáronnos el
uno de
que
los cuales era latinado
mañana
la
metido
naba que
,
si
,
don Manuel
Nos
rendirían
,
les
á los pactos
ó con-
hiciesen; que haciéndoles perdonar el yerro cola villa
;
mas que
si
á lo
don Manuel no
nos
allá y
les
perdo-
convenido. Por otra parte,
jurábamos no devolver Villena
don Manuel, que fuésemos
á
cuando volviese,
no debiesen estar obligados
Nos
y consistía aquella en decirnos:
;
siguiente volviésemos allá, y que ellos jurarian por
su ley estar con
venios que con
respuesta por dos sarracenos,
la
la
al
rey de Castilla ni
rendirían enseguida. Di-
jímosles que les agradecíamos cuanto nos habían dicho, y que el dia siguiente trataríamos con ellos el asunto de manera , que quedarían contentos de Nos; y
que en
la
entrevista estenderíamos las cor-
respondientes escrituras. Después de esto, regalamos
al
latinado cien
besantes, para que abogara á favor nuestro; lo cual hicimos á escondidas del otro, que no queríamos
lo supiese, y
aquel nos decia que, confiando en Dios, haria por
en vista de que
Nos cuanto qui-
siésemos.
La mañana siguiente nos fuimos
á Villena y arreglamos
el
tra-
tado con los moros, espresando que ellos se entregarían á don Manuel cuando y
les.
allá fuese,
mantuviera
los
y que
Nos haríamos por que
les
mismos tratados que anteriormente
perdonase les
habia
1)K
hecho. Estornudas, de consiguiente, habia en Villena, desde
ron que aceptaban
lai
escrituras, todos cuantos
edad de veinte
la
observarían
\
¿11
lAlUS.
i».
nos jura-
arriba,
altos
que estaba contenido en
lo
-
•
1
i
*
i< >*-
i
tratados.
De
pasamos
¡niuí
EIda, alojándonos fuera de
á
de do haberse rendido aun
ban,
llan
don .Manuel, que era
¡i
que do
plicar
<
prontos
- 1
s.-
Bencia, nos pidieron por lo
hombres para que
mismo que
guardaran
les
la
.lolVe
(1); y también
judío
;,
el «astillo
do para
á nuestra pre-
acudiendo
diésemos porteros ú otros I"
«d
los
que
«dio
rey de
pero que
si
les
los tratados
guardaran
Castilla.
un
que oingun
qne con este tenían,
Respondiéronnos que id
motivo que ba-
el
mal trato que aquellos les daban;
el castillo
pues
,
i
entregaríamos
En
á
meros tratados que antes tenían
En Jofre
1<>
temían mucho.
deque
tal
cosa no haríamos,
Jofre sin que
les
cumpliera
Contestárnosles, que estuviesen seguros los
\
jurábamos guardarnos para Nos aquel punto, que nos
rendirían en seguida
que no
al
y
nejos
pondríamos en poder de En Jofre, hacien-
Id
se les
«los
Propusímosles que nos rindieran
sarracenos.
que Nos
y
cuyo punto habia per-
é Pctrer,
en tiempo de aquel,
ldan tenido para levantarse, era
v
su-
¡i
mal alguno, pues esta-
mismo tiempo comparecieron
1
\i\ia allí
mal habían hecho
con
les
habita-
huerta] do seles hiciese mal,
Desde luego enviamos un mensaje
\
v
la
concedimos en seguida.
cual les
dido
;
en razón
punto dos enviaron
al
hiciese
les
hacer ouestra Noluntad
á
enoa que
los
señor:
su
m
se les talas»
todo
<
i
villa,
la
;
los |n i—
porque DO seria regular que, en-
trando Nos en ayuda del rey de Castilla, nos quedásemos para Nos los castillos
por
En
lo* tienen.
él
acuerdo al
que después tendríamos que devolver á aquel y á
qne por
y
ponerse
el
sol,
la
\ista
de
la
lleros, y
nuestro
pendón
dicha fortale/a
(1)
lo
al á
lu
irnos subir
castillo,
;
y en efecto,
que pues tanto empeño
con
lo
á
por
\erlcs con nuestros cabalos
hombres de En Jofre
que verificamos
aquellos.
Don Gofredo de Loaysa
,
allá
que fuese de nuestra voluntad. Lle-
mañana siguiente, nos luímos desde luego
suya
la
diciéndonos:
volvieron
que
contestación, dijeron que tendrían
DOche nos darían
habíamos mostrado, harían gada
tal
los
privado del rey de
Castilla.
la
entrega de
348
HISTORIA
CAPÍTULO CCLVHI. El dia siguiente nos fuimos á una aldea de Alicante llamada
y de aquí pasamos á aquella ciudad, donde ordenamos nuestra
jiot,
compañía. Estando fante
En Pedro y
llamamos
allí,
En
infante
al
que hay cstramuros
tomar parte en
te
no en
,
Jaime; y reunidos con
Mayor
la
,
nueva
como íbamos
:
queríamos darles instrucciones para que supiesen como debe-
,
cosas
,
campaña
armas
ciese
que cuando estuviésemos en marcha
,
mandato de Nos
sin espreso
que no pudiese prescindirse de tener licencia nuestra:
en
asalto
cuales se reducían
las
,
tal
y
si
ello
oia gritar
se
ó cual lugar...,
mandásemos
,
obrasen
te oian el grito de
aun
,
¡
,
daba
el
caso de
se pasase adelante sin
Via foral que se da
:
y
!
que conforme
:
que
,
el
lo
de noche y en
si
ejército
las
que Nos la
hues-
tenia que reunirse
entonces se dieran prisa en armarse y en guarnecer los cay vinieran en seguida á nuestra tien-
ballos los
que
los tuviesen
da
casa
donde nos hospedásemos
,
si
ninguno hi-
,
entonces que preparasen todos
es decir
á las armas
pero
;
que no
,
armas y viniesen á nuestra presencia les
entre otras
,
á lo siguiente.
Ante todo
ó a
la
en poblado
:
,
tener disputas entre ellos ó con
hueste de rey y señor señor sea
,
si
,
es
que por ningún motivo en batalla
alguno faltasen á nuestras órdenes;
como
lo cual bastaría
,
el
migos, revolver
ni
en
otro
lugar
y sobre todo, que evitasen
otros
como
,
el
podría suceder en el
que rey y
que haya contiendas ó disputas en su ejército,
á veces
el
que estuviésemos
pues nada hay tan malo para
;
,
para que éste corriera peligro de morir
todo ó perderse; porque tras
disputas,
las
campamento,
sen quedado con vida.
podrían venir los ene-
y acabar con los
De consiguiente,
si
que antes hubie-
llegaba el caso de que
promoviera alguna disputa de caballeros ó por cualquier otro
estilo,
que acudiesen ante dos de
rían justicia, lo
obispo de
la iglesia
dijimos
les
el
al in-
conquista del rey de Castilla, y de consiguien-
la
rían portarse en tal
se
es,
á nuestros hijos, esto
Barcelona y nuestros ricoshombres y caballeros en
á
Nom-
los
suyos,
los cuales les
otorga-
mandando que los que hubiesen hecho algún tuerto enmendasen y en caso de no poder hacerlo , lo enmendaríamos ;
349
u. jaiui:.
DE
mundo
Nos: porque sabido es «lucen este
todas
las
riñas ó cuestiones
im nó; y además, qne aadie por sí puede jugar á otro, lo cual atafie sol. miente al que es seSi alguno hay qne quiera hacer .ninas, añadimos luego , y Bor. Nos le pondremos á buen tiene gran deseo de ello, ao se espante de on
provienen Bolamente
ó de
tí
—
;
ofreceremos, donde pueda satisfacer cumplidamente su deseo. De lo que los tales hiciesen , podría resultar nada punto, y ocasión
le
menos que perderse todos; por
lo
ó anonadarse
el
mismo, pues, os suplicamos
mandamiento que
y os
so
pena
modo
tras-
mandamos,
que de ningún
de traición y de perder nuestro amor, paséis este
que retirar
ejército ó tenernos
os hacemos.
CAPÍTULO CCL1X. Después
reunión, enviamos un mensaje por un trujamán
de. tal
nuestro llamado La Ejea, con una carta, en
de Elche que nos enviasen dos ó la villa,
que hablaríamos con
y
que ningún mal
les
intención de ello
;
haríamos
si
,
ellos;
— Os
con otro, quienes
debiendo tener entendido
dichos moros
,
Mahomet
y a
de
la
aljama de Elche. Contes-
ventura, y en seguida añadimos: motivo de haberos enviado á buscar,
les diese
como
á aquellos sarracenos
á
llegar á nuestra presencia nos sa-
al
el
creemos que estaréis ya enterados de
es porque
de los buenos de
querían consentir, pues no teníamos
los viejos y
Nos, que Dios
participamos
á los
antes haríamos lo posible para ayudarles á po-
ludaron en nombre de tárnosles
que decíamos
tres sarracenos
nerse en salvo. Enviáronnos luego
Abingalip
la
lo
que ha sucedido
que han querido movernos guerra
,
así
como
manera con que nuestro Señor nos ha ayudado, concediéndonos una gran victoria en la campaña que emprendimos sucediendo de aquí , que á cuantos quisieron tener paz con Nos y vinieron de
la
:
á implorar nuestra gracia, se la
tuvimos
lo
que
les
otorgamos Nos buena, y
habíamos prometido, ano
ellos se perdiese. Estas
ser
les
man-
que por culpa de
dos razones, pues", oslas decimos ahora,
al
Nos
se
venir áesta tierra, para que sepáis, que aquellos que contra
levantaren y rehusen nuestra gracia, los conquistaremos y morirán al filo
de
la
espada
;
meterse, para que se
mas la
aquellos que á nuestra gracia quieran so-
dispensemos, se
la
otorgaremos de
tal
ma-
350
HISTORIA
ñera
que podrán
,
en sus casas y tener sus posesiones á guisa
vivir
de su ley; haciendo para
guarden
les
convenios que
los
en
bres, según se espresaba
y con
lo
el
palabra y les manteníamos
nos hombres que
guiasen
les
efecto
,
que por
y
,
pues no
promesas
las
buenas palabras que Nos
que
;
che
,
le
tiempos
,
si
tal
sin contar
;
En Manuel
mos entonces los
solos
irian allá y declararían á
,
la
aljama
Dijimos entonces
que
sarraceno, cuyo
al
y apartándo-
él;
suplicamos que mirase por Nos cuanto
hacia,
además de
que
,
aun
lo
,
él
que
la
heredad que tenia en El-
y su linaje valdrían
se le
nombraría
á
mas en todos para tener
él
y administraría las rentas de la
la
misma. Saca-
trescientos besantes que llevábamos escondidos, y se
metimos por
satisfecho
la
dábamos algu-
les
si
y volviendo luego, nos contaron
;
le
,
daríamos tanto
por
villa
pues
,
faltábamos á
les
nombre era Mahomet, que queríamos hablar con pudiese
mismo
lo
les
en aquella habían tratado.
nos á un lado
haremos
,
habíamos dicho, y luego volverían marcharon y refirieron á la aljama lo que Nos
habíamos manifestado
les
;
porque harto sabían que aquellos que
,
en Nos fiaban podian estar seguros
En
firmaron
ellos
en algo os han faltado
si
acabábamos de dar
le
ponían en Nos su confianza
á Nos.
que con
las escrituras
sus costum-
primer sarraceno, que agradecia á Dios y á Nos
advertencia que
las
como
así
enmienden.
Respondiónos la
rey de Castilla y don Manuel
el
otorgaron,
les
de que
la circunstancia,
por que os
que
ello
la
manga de
la
almejía
;
con
lo
que
por
se dio
prometiéndonos por su ley que baria por Nos cuanto
,
hacer pudiera en nuestro pro. Volvió trajo les
dia siguiente con un guíaje que
el
una carta de
otorgaríamos y
los viejos lo
que nó
de
la villa,
Nos
les
dimos
y nos
,
para saber qué era
lo
consistiendo lo que ellos nos supli-
;
caban, en dos cosas: era launa, que pudiesen permanecer en lla
con todas sus heredades, y además que se
llamar á
la
oración en su mezquita
;
y
la
les
permitiera
el
se les desaforase
tiano alguno
mismos sarracenos
juzgasen
,
es decir
según
,
que fuesen
solia hacerse
los
donar por éste y por
el
á
poder
por crislos
que
en tiempo de Miramamolin. Otor-
gárnosles en seguida lo que nos pedian, y les aseguramos que
gún pesar habian ocasionado
la vi-
otra, que fuesen juzgados
según costumbre de sarracenos, y no ;
que
don Manuel
,
se lo
si
al-
haríamos per-
rey de Castilla, y además que
les
haríamos
DE
I).
3tti
JAIME.
guardar aquellos convenios que con Nos acababan de hacer
que nos respondieron, que entregarían
el
que Píos íoésemos á Elche nos
día
tone llamada de Calahorra,
la
guardaríamos
Nada quisimos
que
lo
decir de este asunto
En Jaime
infante
al
y
pasar Nos por
al
allí,
á tal sazón se pintaba.
solo les reunimos, llamando al
que entonces estende-
y
que
rian las escritoras y convenios, esperando les
á lo
:
al
nuestros ricoshombres
¡i
mismo tiempo
obispo de
Barcelona
sí
En Pedro,
infante
al
,
sucediendo esto
;
en ocasión que llegaron dos galeras que Nos habíamos armado, cuales remolcaron dos navecillas cargadas de trigo
las
cuyo valor no
,
bajaría seguramente de cincuenta mil sueldos. Reunidos, pues, los
antedichos ricoshombres en consejo,
mos che
dónde iríamos. El voto general
y á ,
ellos
por
que fuésemos
fué
razón de que estando los moros en
la
desde Alicante hacia Murcia y Orihuela,
fácilmente; oido
que, Nos
lo
hablaríamos con
Elche y
los
les
contestamos:
moros
punto aquellos
al
los
,
El-
yendo
podríamos batir
(pie
pasásemos por
Señor en
el
No
nos rendirían.
jornada,
tal
quisimos
de consi-
,
descubrir á nuestros ricoshombres lo que teníamos trata-
guiente
,
do con
los
y así,
se
camino
el
á
pudiendo estar seguros de
,
que tanta suerte nos habia de deparar quo
preguntamos, qué haría-
les
moros, á
único que
lo
fin
les
de evitar todo estorbo que pudiera haber: dijimos fué
,
que,
che se sostendría mas tiempo que Murcia aquel punto tenia muchas
Resuelto
,
pues
,
mas
dia en
el
nuestro entender, El-
á ,
y esto seria
porque
,
provisiones que el otro.
que debíamos emprender
la
marcha,
dijimos á aquellos, que Nos pasaríamos adelante con cien caballe-
ros, para saber caso contrario
guiríamos
el
,
si
nos rendirían
resolveríamos
allí
la villa
mismo
en
la
si
camino. Marchamos adelante
indicado punto, cuando los viejos y los la villa,
de buen grado, y que en
;
las escri turas
y
y no bien llegamos al
mas poderosos hombres de
número de unos cincuenta, nos
seguida nos otorgaron
sitiaríamos ó prose-
el
salieron á recibir, y en
convenio
habia tratado entre Nos y su mensajero, jurándonos
po
,
que
ban en
lo
la
como
manera
al
tal
como
se
mismo tiem-
observarían puntualmente ellos y todos cuantos habita-
villa.
Al llegar
la
hueste, encontrónos ya á Nos con los
sarracenos que estábamos estendiendo las escrituras; y así
,
se
había convenido en
los nuestros,
que
Alicante
,
al
verles jurar,
maravilláronse
sobre
no atinaban como tan pronto habíamos
IHS-TOIUA
3ü*2 9
salido del negocio.
Como
ora ya de noche
ros que tuviésemos paciencia hasta
la
mañana
siguiente
pues en-
,
tonces vendrian á nuestra presencia todos los sarracenos de y otorgándoles las escrituras y convenios
de Calahorra súplica
,
que era
,
mas
la
nos rendirían
,
de Elche
fuerte
mo-
suplicáronnos los
,
la villa,
la
torre
en vista de cuya
;
no pudimos menos que conformarnos á esperar
indica-
el
do tiempo.
mañana, y á hora de tercia quedaron otorgados los convenios y demás tratos , así como en nuestro poder la torre de Calahorra que nos rindieron , la cual Estendieron
encargamos
al
pues
,
,
el escrito
durante
la
obispo de Barcelona, para que guardara á los habi-
hombre alguno
tantes y evitase que
les talara.
CAPÍTULO CCLX. Hecho
esto
en Elche á
marchamos aquel mismo
,
En Astrugo deBonsenyor,
dia á Orihuela
,
dejando
para que nos trajera
las
es-
crituras que hicimos con los sarracenos de dicha población; y mien-
estábamos en Orihuela
tras
vino á vernos
,
el hijo
de Benud Alá,
arrayaz de Crivillcnte, y nos dijo que su padre estaba preso y nia
la
población por
el
rey de Castilla
ofrecérsenos para hacer por
;
él
te-
de consiguiente, que venia á
Nos cuanto
le
mandásemos, y á
fin
de
que nuestros hombres pudiesen entrar en Crivillcnte con toda seguridad. Para esto, nos ofreció dos castillos que tenia, diciéndonos
que podíamos contar con y aceptándoselo
,
nos
,
ayuda,
así
como con
lo
nuestro propio;
recobramos en efecto todo cuanto habíamos per-
dido desde Yillena
de manera
tal
á
que todo
Orihuela y desde Alicante el
mundo
podia ya
ir
al
mismo punto
;
entonces por los cami-
seguro y libre de temor.
Estando todavía en Orihuela
,
donde permanecimos ocho
dias,
aconteció uno de estos, que á eso de media noche vinieron dos
al-
mugávares de Lorca y llamaron
los
á la puerta
,
diciéndonos
:
que
de Lorca nos hacian saber como ochocientos jinetes, con dos mil acémilas cargadas y dos mil hombres de armas que las escoltaban, introducían provisiones en Murcia; que
sado por frente de Lorca
que
-«i
Nos salíamos, nos
;
y así,
que nos
seria fácil
al
ponerse
el sol
habían pa-
los participaban,
apoderarnos de toda
por creer la
recua,
di:
mas que
hiciésemos pronta
lo
ran, atendido dores.
j
353
ume.
porque podría Ber que nos escapa-
,
que llevaban todos yeguas ó caballos muy corre-
¡i
oímos
Fío bien
o.
tal
novedad
llamamos
,
porteros para que se levantaran y Fuesen
En Pedro,
fante
de
l'clés
Alfonso Garda
ca un
¡i
y
salimos
na
al
al
momento, la
¡i
entre Murcia y
al
demás rícoshombres,
caballo y
y les
marchasen luego
cerrillo
in-
;i
don
dijeran, que
á la
puerta del
previ-
que ha) sobre elrioSegu-
otra parte: luego vinieron los nuestros, y reu-
esclarecer el alba, á una alquería que se ha-
al
montaña,
hacia el
camino que
solia enterrarse á los reyes
que hay sobre
tre otros
al
maestre
de maestre del Hospital,
¡tasando el puente
y
la
en cuyo punto
la
misma
alquería y en
va a Cartaje-
de Murcia, el
en un
que descansa en-
Abenud.
Despejado ya y en
avisar
¡í
don Manuel,
¡í
ouestros
propio tiempo que llevasen provisiones para un dia. Nos
esperámonos
,
tardanza
á
nos encontrarían, [mes acababa de llegar de Lor-
allí
nidos, marchamos, lla
á
los
puntó
mensajero, con una noticia de grande importancia;
niéndoles
ra,
todos
montar
se preparasen ú
puente, que
don Jaime,
ijuc hacia las veces
al
.
infante
al
sin
al
el dia.
reunimos consejo para ver
don Pedro,
él el infante
maestre de Uclés
,
el
infante don Jaime,
si
que haríamos;
don Manuel,
el
don Pero Guzman y don Alfonso García fue-
ron de parecer que Nos saliésemos de atalayas para ver
lo
venia ó nó
no éramos de aquella opinión
el ,
allí
y previniésemos de lejos
enemigo. Contestamos Xos que
pues tenian una costumbre
los ji-
netes cuando se encontraban con otros, que procuraban fatigarlos, es-
pecialmente á
los
que llevaban caballos armados, vendóles en tor-
no; así, pues, guardaríamos solamente cien caballos armados de nuestra meznada, y los demás no los armaríamos: con estos, nuestros hijos irían en
y don Pero llos
la
vanguardia, don Manuel,
Guzman cubrirán
armados llevaríamos
de tener que batirnos con hasta tanto que los
de
el
campo
lo
los
mano
tonces acudiríamos
en
retaguardia;
los jinetas
,
maestre de Uclés
y Nos con
mas que
si
los cien
caba-
llegase el caso
ninguno avanzara contra
ellos
trompeta, y á esta señal, caballos desarmados, se les echasen encima,
Nos hiciésemos
que fuesen con
sin dejarles
la
los (láñeos,
el
tocar
la
hasta que cayesen muertos ó prisioneros: en-
Nos con
los caballos
armados, y cuanto quedase
iríamos recogiendo. Aprobaron todos este plan, y
unánimemente nos manifestaron tenerlo por bueno. 4:í
3
'">
HISTORIA
i
Despedido, de consiguiente,
nó
los jinetes;
se acercaban.
y
para que fuese atalayando
con quince caballeros,
full
mas
á
maestre de Uclés
el
nos dijeron
,
gar cnanto antes, pues están aquí
tamos, no nos demos tanta ta
porta que huyan tan lijeros las
— Señor, daos en moros. — Maestre, contesprisa
:
cabal-
los
ellos y la villa; y entonces
no im-
como quieran, pues nos han de que-
acémilas, y además los peones que las guardan: ya sabéis que
muchas celadas
se
indiscreción en el
respondió
el
hacen á veces en
modo de
salir.
los sitios, y se
pierden solo por
hagáis
cosa, por Dios,
— No la
puerta y
veréis en un instante dentro de la villa,
nada de
lo
que proyectéis.
acémilas y los peones. la villa
tal
maestre; pues no sabéis qué clase de jinetes son esos:
os figurareis que están cerca de
en
don Pero Guzman
,
prisa: dejadlos bajar á la llanura, has-
que podamos colocarnos entre
dar
venian ó
si
poco nos envió un mensaje, diciéndonos que
Al saberlo
don Alfonso García
consejo, enviamos á En Roca-
el
—Maestre,
— No
cómo
saber
sin
,
quedándoos
sin
,
los
poder hacer
replicamos, nuestras serán las
lo creáis,
respondió
el
maestre, pues
están ya, y será un milagro que los podáis alcanzar.
Tantas y tantas cosas vinieron á decirnos
,
que
avanzar; y así, desplegando nuestras señeras
denamos nuestro centro, vanguardia y
—
cabo resolvimos
al
al salir al
flancos en la
campo, or-
forma arriba
di-
cha y con los cien caballos armados.
Así que nos dejamos ver en
orden ya para
la batalla
,
—
—
almugávar y nos dijo: Albricias, señor! ¿Y de qué? guntamos. Amigo, Ved á los moros que aquí vienen.
— —
—
testamos entonces, dejadnos vencer las albricias.
Iba con
Nos
intención de
á nuestra presencia,
confesarnos con
él.
y le
Respondiónos le
1
)
;
mas que nuestro intento era
Llamábanla
fraile
dijimos
le
con-
predicador,
como teníamos el
fraile
que ya
dijimos: que no creíamos
haber hecho otra ofensa á nuestro Señor, que (
pre-
á tal sazón el obispo de Barcelona, y
podíamos hablar, y en consecuencia
la
le
luego os daremos
la batalla, y
preguntándole por fray Arnaldo de Segarra que era
compareció éste
vino un
la
de doña Berenguc-
estar con ella libre de peca-
dicha señora doña Berenguela Alfonso, por ser hija del don Alfonso, señor de Molina y Mesa, y tio del rey de Castilla púsola don Jaime aíicion á la que ella correspondió en tanto que, á su vuelta de Alcoraz llevósela el rey consigo, viviendo con ella lo propio que (1)
;í
infante
,
,
si
fuera con su mujer.
,
de
do, él
como debe
así
un hombre con
vivir
plan que llevábamos de conquistar
el
de Murcia; de consiguienl quistar aquel reino
valer,
devolverlo
y
pecado en
el día
pedíamos perdón.
pondió
fraile;
el
de volverlo intención
de
á
ciudad
la
I"
los cristianos,
que ya sabia
:
batalla
la
— Grave sosa es la
otro nos perdonaría Diosen
algo no^ halda de
en pecado mortal,
el estar le
bí
alguno. Vacilaba
batalla
creyendo que de
,
dia, por
tal
al
el fraile al
el
cabo nos diese su bendición
bien se marchó
el fraile
,
lo
un caballero
lante
les
este lo
dijimos:
y quién es
vuestro padre
que
,
la
ir á
y llegando allá en
;
al
van-
compa-
:
alto á
portaos hoy
de consiguiente
,
de manera que todo
de donde habéis descendido
valéis y
di-
todos, y puesto deHijos mios, ya sabéis de dónde descendis-
—
hecho de armas
le
que tocaba
dijimos que queríamos
mandamos hacer
,
lo
dejase á nuestro cargo.
guardia donde estaban nuestros hijos ñía de
en
hombre
¡í
mas Nos
v por lo
,
pres-
le
falta,
est¡i
tal
modo ú
un
gran servicio que
oir nuestras palabras,
cumplimiento para con Dios, que
teis
i
prometíamos abstenernos
de más, nadie podia decir que profésasenos mala voluntad
,
nos
mas que mas, ruando poi
;
tábamos en aquella conquista; porque, esceptuando
No
de con-
esta
cometer, nos perdonaría. Contestárnosle une con
á
entrábamos en
jimos: que
reino
oí
todo
y
mismo de que singan mal
luego añadió, que
j
mujer
mi
buena obra como era
tan
>,
seguro estábamos por
y
h M-ia tal él le
355
n. j viMi..
el :
mundo pueda
sino
,
juramos
palabras nos contestaron á una los infantes
En Pedro
en
decir á
—A
que os hemos de desheredar de cuanto os hemos dado.
,
Dios tales
En Jaime,
v
que tendrían bien presente de dónde descendían y quién era su padre , y que por lo mismo no llegaría el caso de diciéndonos
:
tener que desheredarles.
Volvimos luego
á
cados ya en batalla
de Cataluña
nuestra retaguardia; y cuando estuvimos colo,
En Bernardo de
Vilanova, que era caballero
de esta manera
—
Catalanes
por
la
fé
que debéis á Dios, portaosde manera en esta empresa, que lodo
el
,
se espresó
inundo hable de nosotros cuantos
le
oyeron, que
descubrimos ya
la
v
harían
les
diésemos alcance
que desde
allí á
y
pasando Nos luego delante,
polvoreda de los jinetes, que', según nos contó
un mensajero, huían volviendo que
;
,
— Contestaron
que haremos.
del bien
así lo
:
:
atrás.
Fueron algunos de parecer
pero Nos no
lo
Albania solo había cuatro
quisimos leguas
.
,
fundado en
v ellos tenían
ihstoiua
356 ochocientos jinetes
y
dos mil peones, sin contar aun otros
tecientos que habia dentro de
población
la
:
óse-
seis
además de que
cuan-
,
do nuestros caballeros tendrían que dar precisamente la embestida , seria cuando, estarían fatigados de correr, sin haber podido alcanzar siquiera á los peones
;
y saliendo entonces los otros de
fortaleza y de la villa, nos arrojarían á los nuestros
;
Nos
fuerza de ésta á
la
por cuyo motivo prohibimos por entonces dar
la
y á
el al-
cance.
CAPÍTULO CCLXI. Pasamos luego
mos con nuestros el
un lugar llamado Alcantarilla
á
hijos
,
maestre del Templo
,
maestre de Uclés
el
En Hugo
bres en consejo tal
negocio
Nos todos
so García
,
era del
estos ricoshoin-
,
que antes de todos
de-
,
maestre de Uclés, don Pero Guzman y don Alfon-
como mas conocedores que
maestre
dijo el
lo
hijos y ricoshombres de nuestra
unánimamente de parecer
el
que
,
preguntárnosles qué era lo que debia hacerse en
mas dichos nuestros
;
tierra fueron
bian hablar
,
Pedro de Qucralt,
,
de Malavespa
Hospital, y algunos otros. Pieunidos por
donde estuvi-
,
,
podríamos tomar,
que
si
que
y
aquellos del pais.
poníamos cerco llevábamos
si
esto
de Alhama
al castillo
allí
Con
,
lo
seria asunto
un ingenio,
de pocos dias. Señalaron luego á don Alfonso García para que hablase, y éste
cedió
la
palabra á don Pero
Albania y que mejor haasunto don Alfonso, por cuanto tenia el señorío de
Pero, diciendo que no conocia mucho blaría sobre tal
tierra; en vista
aquella
— Cierto, nido
Guzman. Escusóse don
de
lo
que,
á
contestó don Alfonso García:
que puedo decir algo sobre ese punto, porque he te-
lugar de Albania por algún tiempo.
el
— ¿Quién
jor que vos puede hacerlo?— respondimos Nos. labra don Alfonso, y dijo. si
el
rey
coloca un
— Mi
mandron en
Y
así,
,
me-
pues,
tomó
la
pa-
opinión es, de consiguiente, que la
dentro ocho dias Alhama será suya.
colina
que hay sobre
— Dicho
esto
,
la
villa,
aprobaron tobue-
dos
lo
que habia manifestado don Alfonso, creyendo que
seria
no
el
que pudiese ponerse por obra su idea. Nos,
embargo,
contestamos de esta manera: nos
si.m
— Barones,
contrarias en este consejo:
debemos vernos con
el
la
sin
cuatro cosas vemos que
primera es, que en día
rey de Castilla en Alcoraz
;
basta
tal
fijo
en-
;
|)L
JAlMi:.
I).
(revista solo faltan siete «Imn. y por tá
situado
la
parte
cu
de
sierra
la
colina;
la
y el
como
temer qne no podríamos estar enel
timos
ic\
al
podríamos colocarlo
solo
segunda, que
la
los
cualquiera
que dos ha-
le
.
donde prome-
dia señalado
en un mes tendre-
ni
mos bastante pan combatirles, supuesto que dentro cera, era
v
buena guarnición para defenderse.
Muiría estaba entre Nos] Oribuela,
<|ue
punto había grandes fuerzas de caballería (juc
llegasen
si
,
riendas;
y
¡i
venir
de
y
y
le place.
Por
mas saludable el
Murcia;
y
— La
ter-
que en aquel
pié, atendido
é
lo
que no era de estraüar que
lo
moros;
batalla a los
que fuésemos
seria
tratásemos juntamente
la--
y
á
ver
al
el
me-
plan
rey de Castilla.
\
que podría hacerse respecto de
lo
aprobada esta idea por nuestros hijos
estaban, resolvimos marcharnos,
batallas
victoria á
la
pues, añadimos que
tales razones,
cuan-
así fuese,
sabido es que en poco tiempo se deciden, dando Dios
que con
dos
Albania, no Sabríamos adonde volverlas
¡i
do únicamente íbamos para dar
jor y
tienen
cuarta, en fin, que entonces solo teníamos provisio-
la
nes para aquel dia,
quien
ú
saben conservar
-
i
de Castilla; pues creemos que
mil cargas de pan
''->7
castillo es-
que vemos, ese
l<>
manaron
v defender su- castillos tan bien
ce
;
demás que
\
allí
que hicimos dirigiéndonos
lo
el
dia siguiente á Oribuela.
CAPÍTULO CCLX1I. Estando en Orihuela, el castillo el
Albania
que
á
á la
hora de ponerse
entraban en
Muñía con el
algunos otros ricoshombres
Murcia
netes que por
allí
pasaban
;
convoy;
y
maestre de Uclés,
,
nos dijeron
y así, tenian
fuesen
se apoderarían alíñenos
de
Murcia. Respóndanosles que no era tarde y cuando llegarían
además de que, cuanto
el
la
:
villa,
allá
allá y
el del
las lo
Hos-
que entre Alba-
por conveniente que los
de
viniendo á
una gran polvoreda, movida por
se levantaba
tuviesen caballos armados
medio
vieron desde
Murcia. Movióse con esto cierto rumor en
nuestra presencia nuestros hijos,
nia y
,
unas compañías que iban desde
polvo que levantaban
los jinetes
pital y
el sol
acometiesen
,
los jilos
que
por cuyo
provisiones que introducían en
teníamos por acertado
seria ya
nías aprisa fuesen y
,
pues
enteramente de noche
mas corriesen
caballos
,
iiistouu
-)38 y caballeros
mas fatigados
,
estarían
luego
:
do
modo que
,
al lle-
Murcia, en cuya huerta hay muchas y malas acequias, po(hian salir los moros de á pié y de ¿caballo, y juntos con los otros gar
á
(jue llegasen
,
vencerían precisamente á los nuestros y seria de con-
sideración el mal que les harían
perdiera y malograra
Pero vamos
á
ver
lo
plan que teníamos de ganar á Murcia.
añadimos luego
,
polvo nada significa
porque hace viento
el
y esto os lo decimos, porque
sin
tes pasen en efecto por allí
vendrán
á
pues
resultado
el
el
por poco que coman los de dentro,
:
convoy
y
,
al fin
respondieron
,
de
Castilla.
no obstante
mas Nos
—
cabo nada ganaremos,
replicamos
les
Calculado esto con nuestros hijos,
que
:
obra su proyecto
;
y así
comenzaríamos
ni lo
después claramente que viento levantaba
lo ,
que
ellos
,
bien de
la
que con
lo
el
engañaban
se
se ganaría el reino, y
ellos dijesen ó hiciesen se perdería
el
al
que Nos estorbábamos
,
que Nos haríamos y sabíamos
que
y
dejar provisiones para diez dias á Murcia,
será
trevista con el rey
;
,
necesitamos ya antes no se habrá verificado nuestra en-
los cuales
hueste
conocemos mucho
consumir cada dia alíñenos doscientas cargas de pan de
mil que hay en
las
allí,
como que hoy mismo lo hemos proembargo , lo peor , y demos que los jine-
que es pasar entre polvo ,
—
en nuestro concepto aquel
:
pues no creemos mas sino que hay polvo
;
;
bado. Supongamos
logrando de esta manera que se
;
;
que por
lo
que
que no pondríamos por
siquiera.
Y
en efecto, vióse
decian era tan solo polvoreda
y que no habia tales jinetes que llevasen
provisiones.
CAPÍTULO gglxiii. Con
esto
,
marchamos de
acompañado de nuestros estuvimos tilla.
el
mismo
Antes de entrar en
una legua dicho rey ros
:
dia
,
tal
hijos y
punto y nos fuimos
población, salió
llevando consigo
con Nos iban mas de trescientos
vado otros trescientos que salimos
;
Alcoraz
de trescientos caballeros, donde
que habíamos convenido con la
á
á recibirnos
como unos
,
el
rey de Cas-
mas
allá
de
sesenta caballe-
y aun podíamos haber lle-
dejamos en Orihucla cuando de aquí
formando además parte de nuestro acompañamiento como
unos doscientos almogávares. Al vernos
el
rey, mostróse muy sa-
DB
tisfeeho y alegre de nuestra llegada
de eQOMltrémoS
á
;
en
y al oslar
ciadad, don-
la
duna Merengúela y ú Alvino COD Nos, hablamos del a-unto de los sar-
nos quedemos en
y
,
ms
reina v
la
fonso, que laegO se
racenos
359
jxwa:.
i),
hijas,
la
a"
población
odio dias con grande
por
camino tuvimos cierto
alegría y beneplácito de todo<.
Volvímonos después
Orihuela.
¡i
disgustillo con albinos.
v
el
Venia con Nos don Manuel
por
,
lo
sarracenos de Villoría nos bebían prometido, es decir, que tragarían
aun cuando
pues,
el
él
según
caso, que
estábamos
al
el
avisar
Nos
á
de Villoría que
sarracenos
loe
con don Manuel, no quisieron sdir,
allí
consiguiente
en—
convenio que con Nos hicieron, y que no viniese, también DOS la rendirian á Nos. Foé,
villa,
la
le
al
convenio y
juramento por su
al
ley
y faltaron de
que nos habían
hecho.
De
Villoría
pasamos luego
punto entregamos nuel.
la
á
Nompot
y do aquí á Klcho, en
torre de Calahorra y toda
villa
la
á
don
cuvo
Ma-
El dia siguiente llegamos á Orihucla, y aquí encontramos á
nuestra compañía alegre y entusiasmada, por cuanto se habían he-
dió algunas cabalgadas
do
allí
tal fiesta
Murcia y con
Cuando Nos llegamos
su provecho.
manecimos
á
unos quince dias
,
ellas
habían hallado algunos
era cerca
es decir
hasta entrado año nuevo
,
de Navidad
,
y per-
desde cuatro dias antes
1 ).
(
CAPÍTULO CCLXIV. El otro dia de año nuevo
ner te
sitio á
de
los
Murcia, y en primeros
,
tal
á fin
,
comenzado enero
jornada quisimos ser con nuestra hues-
de que
campamento
el
forme convenia; porque es de saber que en siempre
(1)
ir el
rey á
Ninou. Uállase
retaguardia
esta palabra
mas en
,
en
el
que una contracción de
vil
nova
(
Á
se colocara
las
batallas
condebe
campamentos debe
los
original
testo
que nosotros traducimos dia de año nuevo. roas
nos fuimos á po-
,
,
para significar
lo
nuestro entender, ninou no es
noche nueva); y
debemos creer podía señalarse muy bien como así,
que el uso de tal palabra en aquella época un resto de las costumbres seguidas por los pueblos del norte que ocuparon la Península quienes tomando la luna por reguó de los mismos árabes ladora del tiempo lo dividían en lunacioues y noches como lo dividimos abura nosotros en meses y dias. ,
,
,
,
,
,
300 ir
HISTQUA
autos de lodos
para
ya
,
poder dirigir mejor
dos. Para escoger el
era donde debíamos ponernos
allí
guntárnosle en seguida cerca estaba :
— Os
do tan cerca ballesta. lid
No
:
que solo
,
bien
la
y hecho esto
;
pre-
,
contestó dicho ada-
?
efecto,
distaría
,
seguramente como un
divisamos, cuando dijimos
mal puesto escogisteis para alojarnos
,
diciéndo-
,
— Dónde — nos — Y en mostrónosla
voy á mostrar.
la
tienda
la
dónde estaba Murcia. Respondiónos que
,
y diciéndole
;
acanilla-
mejor lugar, hicimos guiarnos por un adalid
que nos llevó á un buen punto para colocar nos que
ya para
,
no haya de moverse: nada tan luego como estén bien
(pie
lid
el sitio
pero ya que
;
de
tiro
— Ada-
adalid:
al
estan-
así lo
béis hecho, tened entendido que lo conservaremos, ó caro nos
haha-
brá de costar.
Mientras que empezábamos á acamparnos en dicho punto, salieron los sarracenos, y los del campamento gritaron
nos tiran con gran furia piedras y saetas
y cabalgaduras. nos
,
— Harto conocemos
:
— Señor, que
costumbre de
la
hombres
y caen heridos
,
los sarrace-
contestamos Nos; pero basta sufrir y dejar hacer por un dia,
y luego
quedan quietos
:
dejad arreglar
campamento
el
que Nos
,
os daremos ballesteros, y conforme hagan ellos obraremos nosotros.
— Así,
dimos hasta unos treinta ballesteros, y prevenimos nuestros caballos armados para que los colocasen junto á los portillos
pues,
,
á fin
resultado, que á
les
de defenderlos de al
ponerse
donde estábamos
de entonces
Desde que
,
allí
saliese á
;
,
probaron
repitiéronlo también
enviamos
á
moros
los
al
segundo
La Ejea con un sarraceno
al
al
efecto
la
le
villa.
Respondiónos que
tuvo ya dificultad en venir ballero que era de los
hueste.
alguacil para
le
él
en
enviásemos un
la
el alguacil, y
misma
vino
mas poderosos de
él al
legua.
Cuando Nos supimos
(pie
judio
Con
la villa
;
venían,
En
esto no
acompañado de un
ca-
debiendo saber-
que ambos eran caballeros, porque loshabia techo
de Castilla.
la
enviamos uno llamado Domingo López, que
Astrugo, que era escribano nuestro de
,
mas des-
donde Nos estábamos, pues queríamos hablar con
era poblador de Murviedro y sabia algarabía, y con
se
de entrar
dia;
contra
salir
y fué el
;
los sarracenos
no probaron ya en un mes de
bien suyo y de los de caballero, y
el sol
de
las tretas
tales el vc\
mandamos
entapiza]
donde vivíamos, con hermosas colgaduras, y que arreglasen cómodos asientos; luego, que se tuviesen prevenidas gallinas \i\as la
casa
IUC
''-'Hueros y
cabritos,
y
361
JAIME.
I).
que tan pronto como
que habían llegado dichos moros, que
los
56
tímese noticia de
degollasen y nos los tra-
jeran.
Sentado Nos en
asiento que DOS Correspondía, vinieron los que
el
esperábamos, nos saludaron, tra presencia
,
nos besaron
todos los que había en
cu geguida puestos de hinojos
y
mano. Mandamos luego que caliesen
la
CSSa, quedando solo entre ellos
la
antes citado, que servía de trujamán; y tomando
Nos habíamos enviado
jimos: que
mo
ellos
si
les di-
buscarles, para record ule-, co-
á
ya sabían, que existían en nuestra tierra machos sarra-
en Aragón y Cataluña, como asimismo Nos, en en
judío
el
palabra,
la
cenos; que nuestro linaje los había tenido también
cia y
nues-
á
de Mallorca,
el
y
que todos tenían
el
su lev
antiguamente
reino de Valen,
propio que
lo
estuviesen en pais sarraceno; que todos se habían puesto bajo nues-
amparo y
tro
bían rehusado,
Nos
los
go todo su pais de
habíamos tomado
cristianos.
no queremos su mal guacil,
masque
se habían rendido á Nos;
ni su
— Por
la
á aquellos
que
lo
ha-
poblando lue-
á la fuerza,
misma razón, pues, de que
muerte, añadimos dirigiéndonos
queremos ante todo hablar con vos, para ver
>i
al
al-
queréis con-
tribuir á salvar á los sarracenos de Murcia y su reino; pues
así lo
si
hicierais, les alcanzaríamos del rey de Castilla tres cosas: la una,
que
les
guardara
que con
las escrituras
ellos
hubiese hecho;
la
otra,
mantuviera y guardara también los convenios que con Nos hiciesen; y la tercera, que les perdonase cualquier agravio que ellos
que
le
les
hubiesen hecho
;
de todo
nimos con
mas
tal
ánimo
hayamos tomado to lo dijimos
,
si
esto ,
que Nos haríamos estender escri-
quien se conformaría con cuanto Nos
tura por el rey de Castilla,
hiciésemos:
lo
no aceptáis y rehusáis hacerlo, Nos ve-
que de aquí no partiremos hasta tanto
ciudad, y aun toda
la
manifestándole
su muerte ni su destrucción
que viviesen siempre bajo
fuerza.
—Es-
propio tiempo que no queríamos
antes
;
el
al
la tierra, á la
(pie
al
contrario, nuestro deseo era
señorío del rey de Castilla, y que con-
servasen sus mezquitas y su ley, así
como
se habia espresado en las
primeras escrituras.
Mucho
nos agradecieron dichos moros
lo
que
les
dijimos
;
pero nos
manifestaron, que no podían darnos respuesta de pronto sin consultarlo antes con los
de
la
pues aquel era miércoles
villa, ,
y que
al
tercer dia nos la volverían;
y no pudiendo reunirse hasta
4G
el
vier-
IH8TOIUA
3fi2
nes, lo harían en
Creímos que
solución.
hicimos
lo
dos
tal día, y
mejor
lo
mandando
;
luego
comer con Nos
sábado nos participarían sn
Dijéronnos,
que
y diciéndoies
;
no darles prisa alguna,
seria
re-
y así
tan solo que entretanto se tuviesen degolla-
los cabritos y las gallinas.
rían
el
que no que-
al invitarles,
daríamos
les
nuevas
ollas
carne, y que no tuviesen miramiento en comer, suplicáronnos que no quisiésemos tener tal empeño , porque los de
en que cociesen
la
tomarían á mal
la villa lo
harian de buena gana á
;
embargo
sin
,
á lo
que
,
siguiente lo
al dia
que accedimos, enviándoles
la
comida
donde quisieron.
CAPÍTULO CCLXV, El sábado por
mañana nos enviaron
la
mos salvoconducto volverían á teniéndoles Nos preparados ya indicado
,
ron, pues,
como hemos
ticularmente
,
primero
el
salir
dicho, el alguacil y
,
dába-
les
efecto lo hicieron,
nos dijeron
de
la
,
poder en
la villa
par-
,
que podíamos estar enteramente seguro
de nuestra cámara á todos
les
nom-
caballero cuyo
el
convenio que otorgasen con Nos. Hicimos
el
para quedarnos solo con
En Astrugo
los
que se hallaban en
ella,
y aquellos sarracenos, los cua-
que habían tenido ya su acuerdo con
los ancianos
ciudad; pero que no habían querido dar parte en aquel con-
sejo al
que tenia
el alcázar
Nos por muy buena ,
si
manjares que mas arriba hemos
los cuales tenian tanto
de que seria valedero
más
que
para que pudiesen comer con toda su comitiva. Vinie-
bre no recordamos
entonces
como en
vernos, los
á decir,
por
señal, ya
el
rey de Granada: lo que tuvimos
que aquel era su
que habian comunicado
á
Dijéronnos ade-
jefe.
los ancianos y á
los
hombres sa-
habíamos manifestado, y que habian pues quedado todos muy agradecidos á nuestras buenas palabras
bios de la villa lo que
Nos
les
;
por les
ellas
conocían que hallarían en
cumpliríamos cuanto
ber de qué manera
les
les
Nos buena
prometiésemos
:
fé y
verdad
,
y que
pero que querian sa-
conservaríamos su ley,
si
convenían en ren-
dírsenos; con cuyo objeto nos habian traído ya estendidos por escrito los capítulos
gásemos
la
que pedían, para que con arreglo á
ellos les otor-
escritura.
Nos entregaron entonces un memorial de
lo
que habian acordó-
—
do con
m
permitiésemos
los
el
comprendía machas demandas
coa!
,
blevádose contra tregarían luego ¡tero
.i
lo
;
pero pa-
que
principal consistía en
ordenaba
se lo babia
oración y juzgar
á la
y lo
habían acostumbra-
prometido
de Castilla;
re]
el
haberse ellos apoderado otra vez del alcázar y su-
los cristianos, la
la
según su ley, llamar
conforme
y
que en cuanto
mos;
vivir
sarracenos según aquella
do siempre 3
,
abreviar, diremos solamente, que
les ú
suyos
los
363
JAIME.
I)D D.
villa
que
con arreglo
perdonase
se lo
convenio que con ellos hiciése-
al
que debíamos enviar una carta
un mensajero nuestro que acompañase
rey, y nos en-
el
á
dicho rey de Castilla,
y
caballero que ellos eni iarian,
al
para que aquel monarca accediese por su parle
otorgásemos. Contestárnosles á esto, que
lo
tratado (pie Son
al
que nos pedían no debia
ser motivo
para que entretanto dejasen de entregamos
y la villa, y
que por nuestra parte no queríamos enviar ningún men-
saje al rey
de Castilla hasta que
tampoco habían de ganar
ellos
así lo
el alcázar
hubiesen verificado
nada en que
lo
pues
;
hiciésemos, ya que
querían rendírsenos, toda vez que teníamos numerosa compañía de
campos y dijimos, que
caballeros ó infantes, los cuales entretanto talarían sus
causarían cada dia nuevos danos.
les
Por último
les
conociendo Nos su buen ánimo de entregársenos y satisfecho de su
buena voluntad, queríamos evitar que
se les talase y
truyesen ó malbaratasen sus reales y su huerta.
que
irían á deliberar sobre lo
que
Su respuesta
Nos añadido, que podían enhorabuena
tro de la villa
,
ya que
el
ces
lo
y habiendo vuelto
;
Nos
,
dijimos
,
os
al
—
á
,
lo
que
les
vernos
habíamos manifestado;
daremos toda
la
parte de ,
la villa
desde
el
Plúgoles muchísimo nuestro repartimiento, y
la villa.
que mira á alcázar ar-
les
señalamos
luego un plazo en que debiesen tener desocupada nuestra parte
nos contestaron, que dentro de tres dias evacuarían rían salir de
allí al
que
nos
tercero dia, nos dieron su contestación,
donde tenemos sentado nuestro campamento riba.
den-
que hubiesen resuelto. Marcháronse enton-
que querían saber antes de qué modo partiríamos les
y habién-
irse á deliberar
y que otro dia volverían
,
diciéndonos que convendrían cu ¡tero
;
asunto interesaba á Nos y á ellos
contestaron que así lo harían
para hacernos saber
fué,
que acabábamos de manifestarles, por-
que conocían muy bien que procurábamos su provecho doles
se les des-
el
el alcázar
;
y
y ha-
rey de Granada había dejado por alcai-
de de Murcia; y que luego
al
cuarto dia no& harían
la
entrega. Así
364
HISTORIA
cumplió
se
pues
;
tercer dia despidieron ya al que tenia aquella
al
Granada, y nos dejaron, como habían pro-
fortaleza por el rey de
metido
,
desocupado
el alcázar.
Al coarto dia dispusimos cincuenta caballeros con sus escuderos y sus caballos armados
con
sa,
los cuales
y ciento y cincuenta ballesteros de Torto-
,
fuimos á situarnos junto
izar, esperando, para subirnos arriba,
Segura y cerca del
al
que viniesen
á
al-
moros
los
y viésemos enarbolada por los nuestros nuestra señera en las tor-
Entretanto rogábamos á santa María
res.
,
que intercediese con su
ainado Hijo para que pudiesen verse cumplidos nuestros deseos de
que fuese
allí
adorada y bendecida
de que se viese frustrada nuestra empresa tanto los nuestros á asomarse
Al cabo de un buen en
lo alto del alcázar
,
rato
,
viendo que tardaban
fin
ondear nuestra señera
muro.
vimos por
mismo tiempo aparecieron
al
y
al
mucho
pues nos recelábamos
;
las
torres
coronadas de nuestros hombres y ballesteros. Apeámonos entonces
merced y gracia que lloramos y besamos la tier-
para dar gracias á Dios nuestro Señor por
nos dispensaba ra
,
la
y puesto de rodillas , volviéndonos en seguida á nuestro campamento. ;
se nos presentó otra
vez
cumplida nuestra voluntad
apoderaban de
villa y se
alguacil
el
lo
á
nadie permitan pasar del alcázar
mos Nos
,
en seguida
noche
diciéndonos que ya estaba
que no debian.
contestamos
enviaremos
la
pero que los cristianos entraban en
;
le
:
,
Por
— No
os dé cuidado,
de nuestros hombres para que
allá á tres
luego por
;
la
la
mañana
entrare-
y haced que se nos presenten los ancianos para verificar la
partición.
CAPÍTULO CCLXY1. El dia siguiente por
subimos
al
alcázar
,
la
mañana, después de haber oido misa,
donde comparecieron luego dicho
cinco de los principales sarracenos de
donos que partiésemos
la villa
la
ciudad de Murcia
con arreglo
al
al
alcázar hasta
la
puerta que daba
donde Nos estábamos, debia pertenecer dose dentro de dichos términos
la
,
dicién-
convenio que con
habíamos celebrado. Contestárnosles, pues, que desde que había junto
alguacil y
al
la
ellos
mezquita
campamento
á los cristianos
referida mezquita.
,
inclín en-
— Esto no
puede ser, repusieron ellos; pues no
que nos concedisteis, en
lacion
servar nuestras mezquitas
dominación de
la
365
D. JAIME.
DE
la
conforme eoo
está
que hemos de con-
coa] se dice
mismo modo que
del
— kti
los sarracenos.
teníamos bajo
la>
en efecto,
se trató
jimos; pero vosotros no queréis haceros cargo de todo
remos efectivamente mío
mo
han de hacerlo
puesto en razón
misma
,
mezquitas sean vuestras
las
cristianos,
los
que teniendo vosotros
del alcázar,
cuando yo duerma tenga que
Alá'! Bien podéis conocer que esto
Sabba
conveniente.
Á
vosotros os quedan ya diez mezquitas en
en
ellas
—Á
6
pueril
la
pitar
oir
lo
:
Os pan
i
Alá
cabeza
podéis hacer vuestra oración
¡
di-
mas ¿có-
;
mezquita
la
les
Nos que-
:
tener iglesia ? ¿
sin
r.ipiíu—
la
dejadnos, pues
la
n<> 01
\dla, y
esa
,
mi
á
otra
esto nos contestaron, que lo deliberarían.
CAPÍTULO CCLXY1I.
nos presentaron luego nuestros hijos
Jaime,
maestre de Uclés
el
,
campamento
á nuestro
Después de esto nos volvimos
el
En Pedro
infantes
los
En Hugo
y
se
En
Barcelona, En Pedro
obispo de
de Queralt, que hacia veces de maestre del Templo, del Hospital llamado
donde
,
de Malavcspa
.
el
maestre
muchos
y otros
ri-
En Hogoeto, conde de Ampurias, que servia allí por su padre, En Raimundo de Moneada, Blasco de Alagon , don Gofredo de Rocabertí , En Pero Ferrandez de Ijar , hijo nuestro , En Guillermo de Rocafull y En Carroz. Tocoshombres de
la
hueste, entre ellos
dos esos ricoshombres vinieron para decirnos, que
habíamos celebrado con
los
sarracenos no era bueno
tan poca la parte de la ciudad que les seria
siempre
fácil el
por
convenio que ,
nos habían cedido
él
arrojarnos de ella
allí
con nuestra hueste
,
,
que
cuando Nos no
;
que en realidad nada habíamos ganado.
— Equivocados
dijimos; pues hemos corrido mas tierra que vosotros,
mos mejor del
porqué era
parecía y por lo mismo, que aquel tratado que hubiésemos ganado Murcia , siendo así
estuviésemos
según
muy
el
costumbre de
la
enemigo
,
los
sarracenos
aunque no sea sarraceno
,
:
cuando
una
bien puede uno prometerse ya que ganará hasta ciento.
Tened
,
,
se
andáis, les y
conoce-
puede lograr
sola braza de tierra,
nó una
,
sino diez y
pues, paciencia, y veréis que quedarán sa-
nisToniA
30G
— Mas
tisfec líos
vuestros deseos.
do en
concierto ni sabían
el
como
no habían interveni-
ellos
secreto, por esto
el
les
pesaba de
lo
que habíamos hecho. Disputando luego sobre dicho asunto,
racenos en Murcia villa
porque
;
también
,
das en
la
el
derecho
;
y de este
como Nos decíamos
Predicadores y clérigos
,
modo
los
son
villa
,
echaríamos de
aposentándolos en
mandamos llamar
,
les
resuelto á ganar esta villa
al
sin
embargo,
dijimos
no sabemos como persuadiros
,
que
,
varias autorida-
Estos,
por consiguiente
;
Rexaca
y
á algunos frailes
probamos con
á quienes
modo
opinaron de distinto
la
la villa,
empeñado en que no po-
des del derecho, que Nos teníamos razón.
mos
la
,
mantendríamos en Murcia
queréis entenderlo
de
y por consiguiente podríamos mandarles llexaca ó en la huerta , que estaban comprendivilla
los arrabales
ser
de una
los arrabales
,
era uno de sus barrios. Habiéndose ellos día
á los sar-
con todo podríamos también echarlos
,
según
misma
la
establecerse en
los
que debíamos mantener
se espresase en la escritura
cuando
manifestamos, que aun
les
;
—
:
mas Nos
no
Si
esta-
servicio de Dios, y pese á quien
pese.
CAPÍTULO GGLXYIII. Volvieron á comparecer después veinte ancianos citada mezquita
que
,
también otro
lo
para
y
aguacil de
así
no apoderarnos de
como
ellos
queríamos Nos
remedio
porque estaba
,
querían
con
tendrían que
muy
la villa
suplicarnos que quisiésemos ella
,
que tenían para hacer su oración
pal edificio
tamos
,
el
el
el
mas de
conservarles
porque era
el
la
princi-
á lo que les contes-
;
mejor
mismo
y
sitio
objeto
;
para orar
,
así
y pues no había
conformarse con nuestra voluntad;
puesto en razón que Nos tuviésemos un edifi-
cio espacioso para dedicarlo á nuestro culto, ya
daban tantos para
el
suyo.
Respondiéronnos
podian acceder á nuestras pretensiones
;
y así
que los
á ellos les que-
moros
hubimos de
,
que no
decirles,
que nos dolíamos vivamente del daño que pudiese acarrearles su negativa
;
pero que tuviesen entendido que Nos estábamos resuel-
un modo ú otro, y que por lo mismo podían entrarse otra vez en la villa y pensar mejor lo que les conviniese.
to á tener iglesia de
l'or
nuestra parte
mandamos en
seguida prevenir cincuenta ca-
balleros
que teníamoi en
307
JAIME.
I>B D.
y veinte
alcázar y ciento
el
ballesteros
que babia de Tortosa,paxa que estuviesen dispuestos é entrar á en
saco
villa
la
habíamos dicho
les
los
si
,
sarracenos no querían convenir en
mas cuando
;
que no
estos vieron
olio recurso, nos manifestaron que estaban prontos
iodo nuestra voluntad, y así nos fué eedida
que
lo
quedaba
les
cumplir en
i
la iglesia.
CAPÍTULO CCIAIX. Luego que tuvimos
iglesia
nuestra Señora Santa
,
ordenamos construir en
do ganar de
sarracenos, era villa,
después de Sevilla
para que
altar, te
muy
muy
que era
también en aquella
perpetuamente
la
justo que se
lo
Madre de Dios
la
así
obispo de Barcelona
al
de Cartagena y
todo
clero
,
terciopelo y de otras telas de oro
,
á
de nuestra Señora
guímos
,
el
,
capilla; y
gracia y
la
la villa
llanto
apartarnos de
que
así fuese
allí ni ;
santísimo
que
les
hicimos vestir
Yeni
ren*
,
,
y con cruces altas y
hasta
capas de
la
campamento
iglesia
la
al
que abrazándolo
contener
las
imagen ,
y se-
que habíamos
altar, nos entró tal
,
Y
á
prorumpímos en
de un cuarto de hora lágrimas.
al
sin
poder
no es de cstrañar
María ;
y
que nos permitiese ver adorado
allí
su
por intercesión suya quiso su amado Hijo
cumplida nuestra voluntad. Hicimos luego entonar
Creator
Spiñtw,
celebróse
y terminada aquella fiesta
aposentamos
las
,
pues nunca habíamos pasado por cerca de Murcia,
nombre
se viese
,
y estuvimos mas
rogar á santa
sin
el
,
el
habiendo lue-
merced que Dios nos habia otorgado
ruegos de su bendita Madre copioso
adorada
allí
llamado Arnaldo de Gurb
consagrado á santa María. Cuando llegamos devoción por
róese
que estuvo dispuesto
salimos en procesión del
entrando en
á pié
dedicásemos
lo
hicimos adornar magnifica y lujosamen-
con colgaduras y otros paños de nuestra
go reunido
edificado
mas importante de Andalucía
Al cabo de dos dias y
de mañana,
;í
importantes que Dios nos había concedí*
las villas
,
habiéndole siempre
liaría; pues
templo en todas los
ella altar
muy
satisfecho.
,
la
misa Salvo, Sánela
nos fuimos
al
alcázar
,
Pa-
donde nos
368
historia
CAPÍTULO CCLXX.
de
El tercer dia después
de Barcelona,
tros hijos, al obispo
luña y á los de
Aragón que
que nos aconsejasen sobre
Cuando estuvieron
zón. labra
al
infante
la
— Pedímos
,
;
namente
yo nada diria
que
la
:
cedieron todos
pa-
la
— Ya que Dios
os ha
tomar tan importante
el
sino que
,
al infante
En Jaime
,
conformaba del todo con
se
y éste
que
lo
En Pedro. Pedírnoslo también Os declararé francamente mi
el infante
—
rey de Castilla
al
,
para que venga á tomar posesión de
obispo de Barcelona, y dijo:
opinión
dijimos
les
no se necesita mas ahora
,
luego su parecer
acababa de manifestarnos
y
,
pues por nuestra parte bastante hemos
;
se contentó con decirnos,
al
nos dijo
concediéndoos
rey de Castilla
Nos
que deberíamos hacer en aquella sa-
el cual
,
,
ciudad y del territorio
hecho ya.
con
hallaban
nues-
á
ricoshombres de Cata-
los
á
á nuestra presencia
y otros muchos lugares
lo noticiéis al
se
lo
En Pedro
dispensado tanta gracia villa
toma de Murcia llamamos
la
ciudad á Alfonso García
,
,
que
sino
que entregarla
lla-
tenia por dicho rey,
la
y con esto creo que habremos mas que cumplido nuestra obligación
:
nos ahorraremos los considerables gastos que aquí esta-
así
mos haciendo
y que sin duda
,
brar cuantos mas hagamos.
formaron todos
serán
— Con
el
tanto
mas
de reco-
difíciles
dictamen del obispo se con-
demás ricoshombres.
los
Pidiéronnos en seguida que manifestásemos nuestra opinión; por tanto
les
hablamos en estos términos:
dictamen de! obispo de Barcelona cia á
don Alfonso García
marcharnos de aquí Castilla
;
porque
si
ella iglesia
desamparada
ni
ciudad de
la tierra
,
;
,
el
Mur-
pero
á gente
el
de
eso no lo
cuando estos tenian en poder suyo seria
abandonarles ahora
grado en
y>
la
teníamos Nos pensado
dejando encomendada
,
gares, los perdieron,
sulrir el
así lo
de entregar
bueno tenemos
como dicho don Alfonso y don Pero Guzman
aprobamos
el
:
,
— Por
los
lu-
grande indiscreción pur nuestra parte
y que después de haber consaá nuestra Señora santa María , la dejásemos la
ciudad
,
esponiéndonos por nuestra desventura á tener que
dolor de verla nuevamente en
nadie podemos consentir en que
manos de tal
suceda;
sarracenos. Ni
pues cuantas
M mercedes dos ha dispensado
mos alcanzado por nosotros en
amado
su
;i
liemos entregado Na
No
Hijo.
la
y
cuando
mos marcharnos resolución,
y
todos vosotros,
ha rogado
nosotros.
;
pidámosle que
que pueda defenderla
con-
v
llegado, entonces podre-
refuerzos hayan
los
he-
dictamen del infante En
el
don Alfonso Garda
á
filia
la
las
de Castilla, anunciándole que
rej
al
éste refuerzos bastantes para
servarla;
á
j
desampararemos, pues, nó,
antes apruebo
;
Pedro: enviemos nn mensaje
á
mí
\ú><-. á
todas por intercesión de santa María, quien
semejante ocasión
envié
369
JAIME.
1).
— Conociendo
ricoshombres nuestra
los
que m>> conformábamos con sobrellevar aquel gasto;
nos contestaron
,
que
se
cumpliese en todo nuestra voluntad.
CAPÍTULO cclxxi. Para poner por obra
lo
acordado, enviamos dos adalides
de Castilla, con cartas nuestras cu que
mar ya
posesión de
la
le
de Murcia
ciudad
y
de otros
de
los suyos.
Entretanto nos quedamos
contestación del
iba á
lomar muy en breve el
poniendo
allí
Castilla, en
rey de
llegó
muellísimo
alcázar,
,
Alfonso
á
guarnición
cerca, hasta que nos la
que nos decía, que
-us disposiciones, y
que nos agradecía
favor que le habíamos prestado y las buenas noticias
que acabábamos de comunicarle. Por último nos
allí
había-
le
l¡i
:
entre
castillos
;
el
rej
decíamos, que pedia to-
pues eran veinte y o.cho los que Nos Murcia y Lorca ciudad mos ganado y en seguida hicimos entrega de
García, quien se estableció en
al
poblamos
allí
,
antes de marchar-
unos diez mil hombres de armas
nuestra tierra y otros estraños
,
los cuales se
,
entre los de
quedaron con Alfon-
so García, para que pudiesen ayudarle siempre que lo hubiese
me-
nester.
cantilo
cclxxii.
Ordenadas ya como acabamos de manifestar cia
,
nos
fuimos á Orihuela
hicimos comparecer delante
,
y de
allí
pasamos
si
á ellos les
de
á Alicante
de Nos á nuestros hijos y
ricoshombres, para decirles: que de marcharnos de
allí
las cosas
¡í
,
Murdonde
nuestros
parecía bien, ante<
podríamos hacer una buena cabalgada á Al-
47
:57
HISTORIA
o
meiía
pues Nos
;
daríamos víveres para diez dias
les
cuatro para volver, y otros dos (pie podríamos per-
cuatro para
ir,
manecer
ó emplearlos de
allí
no sabrían donde llevar ya
muy
chan,
—
obstáculos
tales
Si
manera
llevando ellos las lanzas en las acémilas.
Así
ban disponibles
á
,
los caballeros
:
lo
Ellos, sin
como Nos
decíamos
les
liareis
mas que
se
,
queda-
empeñaron
vosotros, les replicalos
que con Nos iban ? llevar
pro-
insistimos en que lo hicie-
porque necesitando cuatro jornadas
,
no podíamos esponernos
para
ir allá
dia
no quisieron acceder, y
,
encima de
los escudos
mas que podian hacer era
lo
y por
:
vino y avena, y
embargo,
que hicimos entonces Nos y todos
visiones para seis dias
;
empa-
cabalgaban en
íbamos descargando
los
— — ¿Y no
los bagajes.
— Respondiéronnos que sen
mano, ponian
la
medida que
en que no podian hacerlo. ,
os
llevábamos víveres para tres sema-
á la de Valencia,
sus caballos, cargaban luego los bagajes de pan,
mos
que
provisiones, porque sus acémilas iban
las
y lo hacíamos de esta
,
vuelta. Contestáronnos
la
dijimos entonces, pocas conquistas haréis; pues cuando
Nos luímos nas
mas en
cargadas con los arneses.
les
que serian
,
así
quedar
á
no pudo
sin víveres al
sexto
verificarse la cabalgada.
CAPÍTULO CGLXXIII. Tratamos luego de resolver la
á
frontera de Alicante y Villcna
necesario socorrer á Murcia
quién encargaríamos
menara que hiciesen en Orihuela
mantener
de manera que pudiese en caso
,
avisándoselo
,
el
;
y al
por medio de una al-
cabo nombramos para este
cargo á don Artal de Luna y á don Gimcno de Urrea con cien caballeros
,
dando además
á
En Bernardo Arnau
setenta caballeros
minos fuese.
,
debían permanecer en Alicante
los cuales
,
Galccrán de Pinos otros
también á Murcia siempre que necesario
Con un empréstito que nos
hallamos en Alicante
,
que dejamos en Murcia
facilitaron
pudimos dejar
abastecidos para cinco meses ,
;
que
bastimento.
los
mercaderes que
á los nuestros
bastantemente
y fueron tan abundantes los víveres los caballeros
quedaron vendieron mas de treinta el
En
encomen-
para que con ellos mantuviesen seguros los ca-
y socorriesen
nuestro todo
y
;
aragoneses que
mil raciones
,
á pesar
allí
se
de ser
DE
37
JAIME.
I>.
i
CAPÍTULO CCLWIV. Habiendo va dado buen ilvimos
fin
reino de Valencia
;il
;i
,
desde donde emprendimos nuestra
marcha para Monpeller. Llegado suscitado pleito entre
mo
de Torrella
,
el
i
Gerona, hallamos que
conde de Ampurias
quien
á
nuestra campana de Murcia, nos
primero
potestad de algunos castillos,
entre
de oídas á
demanda
la
Monpeller
y
la
En Ponce Guiller-
v
otros el
primer pueblo. La
seguímos nuestro camino
contestación,
rio y dar nuestra sentencia, y
fallar el
;i<
nombrando escribano que en
el
tretanto recibiese las declaraciones
de
la
.
de Rocaroaura,y
del
difiriendo para ruando volviésemos
,
habia
demandaba Torrella
le
algnnos dineros que debia percibir sobre
se
el
los testigos
en-
y averiguase
«•!
becho.
CAPÍTULO cclxxv. Estábamos en Perpiñan
de vuelta de Monpeller. ruando reci-
,
bimos una carta de don Férriz de Lizana ba
;
pero como aquel mismo día
mas poderosos
los
a fío
,
á sestear,
que
que nos desafia-
la
embajada de
muy amigable del mundo, nos
61 lo
,
los
de aquel rey. que era uno bizo
muy
pora mella eldes-
ya que por otra parle nos veíamos tan honrado.
pensará
riz
en
nos llegó una
tártaros, con una carta
de
,
— Don Fér-
dijimos entonces, que Nos no acostumbramos irnos
porque solemos
salir á volar grulla ó
quiere, haremos cuenta que vamos
abutarda; mas \n
á volar
paloma ó pi-
caza.
Fuímonos luego
á
Lérida
,
y
paberes y pronos ayudasen contra
hablamos con
los
hombres de aquella ciudad, diciéndoles que don Férriz. Acudieron
ellos
muy
gustosos
pero no pudieron menos de decirnos: nuestra avuda
,
si
al
cabo
tamos
bueno
;
el
— No
lo
á
;
os ha de servir
todos, y
así co-
creáis, les contes-
como nos conduciremos esta vez. y cuan De Lérida nos fuimos á Monzón-, donresultado.
vosotros vetéis será
siempre
demanda
nuestra
— ¿De qué
les perdonáis-
bran nuevos bríos para haceros daño?
á
de comparecieron
los
—
de Tamarite
,
ofreciéndonos que
,
si
se
lo
372
HISTORIA
permitíamos,
un
irían á atacar
llamado Picamoix
castillo
ha-
y
;,
biendo accedido a sus deseos, fueron efectivamente allá, atacaron la fortaleza
apoderaron de
se
,
molerla. Pasamos luego los
ella
mandamos desde luego de-
y
,
Lizana con dos fundíbulos, y vimos que rebeldes tenían colocada allí una brigola. Por razón del juraa
mento que mutuamente Aragón
,
habian
se
encomendábanse unos
dían en aquella sazón
á otros los castillos
de Lizana
el
prestado los ricoshombres de
los
bombres de don Ferran Sán-
chez de Castro, quien nos suplicó que salir
de
la
fortaleza
vasallos suyos,
que
,
á
se hallaban
nuestro servicio
los suyos
,
Se
otorgamos
lo
,
,
pues
,
allí
,
don Férriz por caudillo
é introdujo en la plaza
otros hombres de paraje ,
en Alcolea.
preferíamos habérnoslas con don Férriz y ya que ellos eran los que perseveraban en su mal pro-
un sobrino suyo
hecho
ya
porque como Ferran Sánchez había vuelto
;
pósito de hacernos daño. Puso á
permitiésemos hacerlos
le
porque don Férriz quería presidiarla con otros
Nos de muy buena gana ya
y así defen-
;
que eran
,
que mayor daño nos habian
los
alzándose con xiuestra tierra.
delante de nuestra tienda
,
conocimos
á algunos caballeros y
Cuando pasaron todos por algunos que habian mili-
á
tado juntos con otros hombres de nuestra compañía
—
mos menos de
decirles
quién entráis?
— Por don
ñor, nos contestaron
:
¡
También vosotros
y no pudi-
,
entráis aquí
¿ por
!
Férriz de Lizana, que es nuestro se-
y ya que él nos lo manda , necesario es que cumplamos su voluntad. Oid , pues, nuestro pronóstico, les di-
jimos
ya
:
en
salir
tal
;
—
punto entrareis
allá
mas para hacerme mal
Dios quiera, añadieron. luntad de Dios
;
que
,
mí
á
dijimos
,
á
nadie.
—
los
la
á nadie.
fortaleza
dos fundíbulos
,
Será
de deciros es
pues vuestro pecado os ha de llevar á
entráronse en
zado á montar
ni
buen seguro no podréis
— Lo que acabamos
que no podáis ya en adelante dañar les
á
—Á
tal
lo
que
la
vo-
término,
pesar de cuanto
mas habiendo Nos empe-
;
nos pidieron treguas
,
que
á las
accedimos, para que entretanto tuviésemos tiempo de montar nuestros ingenios. Sin
embargo,
antes de tenerlos montados,
zaron los sitiados á disparar su brigola
que con |»udieron
ellos
teníamos
;
aunque
sus disparos alcanzar
enredó luego
la
cuerda en
repartido hondas á los
la
á
,
,
quebrantando
la
empetregua
por mas que se esforzaron nuestro
pértiga de
ia
,
no
compamento , y se les máquina. Habíamos \os
hombres de nuestra hueste,
y entretanto
M habíamos ya colocado
fundíbulo en
el
semos adelantarlo siempre
conocimos que
;1
los
nuestros á
de asomarse
los Bitiados
.i
dieron desenredar
cuerda,
la
Entonces hicimos acercar canzasen fundíbulo
á la brigola ,
y erró
tiro
el
dimos tan recio golpe en
mos al
caja y
la
anochecer
máquina de
Al dia siguiente hicimos montar
uno de
maestro del
«'1
el
segunda,
enemigos, que
!«
abri-
mismo
nía- de olla; v aquel
los estribos <\r
al-
disparos
Píos disparado la
los
ilu-
brigola.
su
que manejaba nuestro fundibulo acabó
una barra de uno de
les
la
no pudieron servirse el
primera piedra
la
mas habiendo
:
de
pértiga
la
I"
hondas, que
j
muro, de modo que no
abajar
ni
luego
tiró
:
al
ballestas
;
llamamos ataqué;
el
fundibulo hasta que bus
el
pudié-
brigola,
la
había enredado,
se
que hicieron tan cumplidamente con sus privaron
disparos de
los
armas, mandándoles emprender
las
que
,
cuando nos pareciese conveniente
y
cuerda de ésta
la
disposición
tal
por lauto, luego que hubieron cesado v
373
LIME.
J
l>
tío
dia
romper-
brigola.
la
otro fundíbulo y colocarlo á
plaza
,
desde donde estuvo disparando
por espacio de cinco ó
seis días
,
al
mal parado
que era ya imposible que
los costados
el castillo,
mas tiempo; daño hacían el
de
jiucs las
la
cabo de
todos
tejados de
rotos los
quedó tan
los cuales se
defendiese por
los edificios,
mas
piedras que caían dentro, que lasque daban contra
muro. Cierta noche estábamos acostado mientras vedaba en
campamento
el
infante
En Pedro, cuando
el
dos presentó Bernar-
se
do de Viller, y después de habernos preguntado si dormíamos v contestádole que nó , nos dijo: Señor, los sitiados han habla-
—
do con nosotros, y dicen que si vos les perdonáis, os entregaran En vano han de ser todas sus súplicas, le cont la fortaleza.
—
tamos por
el
;
pues por dos razones no podemos perdonarles
mucho daño que nos han causado
que han cometido; y
la
segunda, porque son
chores que don Férriz tenga en sus dominios
la
primera,
gravedad del crimen
la
y
:
:
los
mayores malhe-
si
quieren rendír-
senos á discreción, ríndanse; nó de otra manera. Al
otro
dia
,
estábamos
que habia cerca del foso Nos
reunidos ,
el
infante
balleros, cuando vimos salir del castillo
dero,
los cuales,
sin llevar
una
en
á
ningún guiaje
y
pequeña
gran parte de
:
los
ca-
un caballero v un escu,
siguieron
por
hasta llegar á encontrarnos. Rodeáronnos entonces los de y los recien llegados nos dijeron
altura
— Señor,
el
la
el
foso
hueste
alcaide y todos los
37
H1STOH
i
sitiados os saludan y os
prontos á
V
hacen saber
sometérseos y entregaros
que
,
— Oidas
fortaleza.
la
perdonáis
les
si
están
,
sus pala-
no quisimos tomar consejo de nadie, porqué teníamos ya resuelto lo que debia hacerse sino que les respondimos sobre la
bras
,
marcha:
;
— No
tenéis
que contar con nuestra gracia:
rendiros, sea para que podamos hacer de vosotros ca
,
aun cuando queramos ajusticiaros
modo
defendeos cuanto podáis
nuestras manos.
voluntad
;
y
al
esto nos contestaron, que siendo tal nuestra
,
como en
,
presentaron
se
,
decirnos que se rendían á discreción
nos entregaron
de otro
:
que no por eso dejareis de caer en
,
cabo de un rato
tigos á los caballeros
que nos plaz-
admitiremos
volverían á manifestarla á los de dentro
,
hicieron
lo
—Á
así os
;
lo
queréis
si
de
vez para
otra
tomamos por
lo cual
y pueblo que se hallaban presentes.
el castillo
mandamos ahorcar en
,
efecto
Con
tes-
esto
sus murallas á los
que lo merecían, y á otros hombres de paraje les impusimos aquellas penas á que se habían hecho acreedores por el crimen cometido contra su señor.
CAPÍTULO CCLXXVI. Después del recobro de Lizana nos fuimos
Tarazona
á
ber sabido que en cuatro ó cinco lugares de aquella
acuñando moneda
de Castilla. Llegado sas
allá
en dos partes de
moviónos
,
la villa
,
el
nos acompañaba riguación
,
,
caso
,
uno de
el
los cuales era
;
de
modo que
víamos Nos de una partida de caza micer Umberto, y nos dijo:
mos
?
En vano han
ahora
;
acuña
la
le
,
¿qué
sido cuantas diligencias
ni
dónde
la
al
el
fabrican.
,
hecha
cabo de
cuando nos
— Señor,
pues nos ha sido imposible
moneda
miccr Umberto, que
salió al
la
verdad!
Á
sin
vol-
ellos
encuentro
queréis que haga-
hemos practicado
hasta
averiguar con certeza quién
— ¿Cómo
puede ser eso?
contestamos; por todas partes se habla de esa moneda,
do podemos saber
ave-
la
Pasáronse cuatro días
resultado.
que pudiese averiguarse nada
pre-
los
á
dos jueces que nombramos
los
y á quienes dimos orden de que
nos mostrasen
del rey
el
voz pública á hacer pesqui-
mandamos comparecer
y
suntos reos en nuestra casa ante para averiguar
la
estaba
villa se
como con
tanto con nuestro nombre,
,
por ha-
,
buen seguro que
si
las
¡
y
Nos
matas pu-
DL dieraa hablar, todo
entre matorrales
torrentes
que no
ya
Be
Ik>
— Luego de haber entrado
en
estábamos en nuestra casa pensando por qué medio po-
villa,
dríamos certificarnos de
buscábamos, «liando
lo «iu<
nos presen-
se
un hombre, diciéndonos que deseaba hablar con Nos en secre-
tó to.
y
pues claro está que
bao de fabricar)
l¡i
hallado casa donde puedan hacerlo. la
37ü
JAIME.
Baoaríamoi en limpio;
l<>
y
D.
Hicimos, pues
quedándonos con
de Duestra cámara
salir
,
él á sidas
muy
saluda y á quien conocéis
manifestaros, que
que no
en
est'i
bien
negocio de
testamos, y
si
«
en su persona
— Declaradnos quién le
venir delante
sea,
con-
le
seguridades que nos pide.
las
haréis
vos.
la
,
nuestra
habéis indicado.
se
pues,
declaradnos quién
,
llama
,
tenéis
es
le
¡i
el
que
pregunta-
hermano
y nos respondió, «pie era un clérigo
de aquel Domingo López que hizo malar
haré
nos contestó.
,
quién podia ser,
Marqués
le
y
en prenda de nues-
y
le
cuál
verdad
la
— Prometedme, pues, que no ningún daño, de — Oslo prometemos; — alargamos mano. — Ahora promesa que promesa, añadimos luego — Es uno que Marqués — Mas como Nos no recordábamos mos,
sus
en
ni
por este medio podemos hallarla verdad del hedió,
no tendremos inconveniente en darle
tra
el
asegurarle
camino para que podáis saber
moneda.
la
os
encargado
lia
queréis otorgarle salvoconducto
si
os pondrá en
él
me
cual
el
,
estaban,
allí
— Hay un hombre que
¡
habéis de causar ningún daño
le
bienes,
nos dijo
,
ciianios
á
Vero Pérez cuando
sa-
de Tudela.
lía
Con
tales antecedentes,
mandamos
llamar luego á micer
to, el cual se presentó en seguida, y le dijimos
creo que por
habremos encontrado
fin
buscando con tanto ahinco, referís? nos preguntó.
me
alegro
el hilo. los:
;
pues
— ¿No
culpables y
quedarnos entonces
sin
al
vale
de
veía ya perdido
la
—
.Micer
dos andábamos
los
os
ello.
y sin saber
cómo cogei á
uno de
verdad del hecho,
que no
mas, añadimos, que perdonemos
podamos saber poner en esto
el
así
la
Umberto,
— ¿A qué moneda. — Muchísimo
poder dar con
— Al negocio
me
á fé
sin
que
lo
:
Dmber-
conveniente remedio?
que nos habia hablado primeramente,
le
— Llamando — dijimos:
Amigo, ¿dónde está ese tal Marqués que decís? ¿podríamos verle ahora mismo? Nó , señor, nos contestó, porque no está en
—
la
villa
;
pero aquí
lo
llacedlo venir, pues;
tendréis antes y
á
de acostaros
,
mas de agradecéroslo,
si
os
os place.
daremos
— 1;;.
HISTORIA
37G debida recompensa lo
por habernos puesto en camino de averiguar
,
que haya en este negocio. Marchad
daos prisa en volver.
— Así
lo hizo.
Nos disponíamos ya para nuevamente acompañando
saludamos
le
;
acostarnos
á
ir
hicimos en-
les
cámara. El último se humilló ante
como teníamos
y
cuando compareció
,
llamado Marqués, y
al
trar luego á los dos en nuestra
Nos y
en seguida á buscarle, y
dispuesto ya un testo del
Evangelio sobre el cual jurase, y prevenido á nuestro escribano Bonanato para que estendiese la declaración , le hicimos jurar que
preguntásemos
diria la verdad sobre cuanto le
por amistad
,
por temor
,
por dádiva que
ó por miedo de ningún hombre supiese
aun cuando sobre
,
y os manifestaré
os
hacíamos
le
sino
le
dijo
,
Bien venido seáis,
maravedises
— Empezando
luego por
el
citaba
él
una cortina hecho
el
;
,
lo
y que
,
colocándolo
hiciéramos
pues con
el
salir
careo
se atreverían á persistir
dio
denunciados,
les
en caso de que aquellos negaran
obligaría á confesar
si
verdad, y no
la
en su negativa. Conocimos Nos que el
el
cual
mañana enviamos compareció muy bien la
más compañeros, y resuelto no,
lo
mejor, y
el
así lo
me"
pusi-
obra.
El dia siguiente por
negar,
negocio ó
el
preventivamente detrás de
que nos proponía era efectivamente
mos por
del
Díjonos además, que podíamos mandar comparecer á
consentían.
que
moneda
la
lugar en que se fabricaban,
y nos denunció á los caballeros que intervenían en
los
—
nuestra, nos declaró que fabrica-
la
nos indicó
,
le
entonces; pues tan buen principio
rey de Castilla y siguiendo por falsos
ya que
era uno de los autores y cómpli-
él
dijimos
le
deposición.
dais á vuestra
que
,
tenido buena parte en todo aquel negocio.
que habia
y
la
y declarándonos luego la verdad
,
perdonábamos, nos
ban
él
la
la
ced que
,
diesen ó prometiesen,
— Perdonadme, señor, verdad en— No solamente perdonaremos, contestamos; que mano por recompensaremos. —Besónos entonces mer-
aun os
ces
la callaría
no fuese preguntado. Díjonos
ello
entonces: tera.
que no
que declararia además cuanto
y
;
le
;
le
á
negar
dijimos, que estuvisteis en
podemos probároslo
le
preguntó
tal
:
hecho.
— ¿Cómo
los
de-
podéis
lugar con fulano y zuta-
— Señor, nos — Hicimos por — Amigo no ello.
,
uno de
instruido por sus
contestó,
?
probármelo, tendré que pasar
Marqués, quien
el
á buscar á
¿
si
vos podéis
entonces
salir a
estuvisteis vos
con-
iu:
migo en este
tugar, donde tratamos como
tal
¿No
negocio?
fulano
v
obras para con la
verdad
bado;
y
cuando
Nos,
Bé
tales
palabras, demúdese-
dijimos:
le
junta don
aquella
— Malamente
halla
l;i
mundo
el
acaba de hacer
te
toda
sufrirás
contrario,
al
:
mí, pues
señores en este
pruebe,
Be
te
corresponde
gracia en
cargo que
el
:
oyó
él
en
efecto
á
para conmigo, que boj tu seBor natural, ne-
Di<>> y
gando
cia te
— Cuando
observándolo
>
;
podría llevarse
recordáis que asistieron
don zutano?
semblante
le el
'¿77
ume.
j
i»,
la
pena que de justipodrás
confiesas,
si
fácilmente
pro-
te será
de Dios
delante
que confiesa con llaneza bus
Movido de nuestras razones, comenzó entonces
aun
hallar
de sus
y
faltas.
cantar de pla-
a*
no, y conformándose enteramente con lo que nos habia dicho Martodos los demás que habian tenido parte con é| qués, descubrió ;í
en aquel hecho. Así, llamándolos uno tos testigos,
¡i
que supimos de cierto todo
gocio, quiénes eran los que acuñaban
la
ano, tuvimos lo
fabricaba
,
falsos
susodicha
moneda
Olalla.
averiguado que dichas monedas
sino también en Torrellas
Tarazona, de
modo que
Ramirez,
las
á
nos
\
su hijo y
demás diferentes castigbs, según á
todos los bienes
,
como
guardó en de
la
como la
era
clérigo,
cárcel basta
moneda y
que
la
allí
á
mai
ras
don Tero
ajusticiar á
imponiendo
entregamos
acuñar
á
Castilla.
<í
los
al
quien
lo
obispo
al
,
nos
mo-
En cuanto
murió. Terminado
castigados todos los culpables
Tarazona encaminándonos
los
vu culpabilidad, y confiscando
del rey de
lo
á
del
muchos
de haberse atrevido
reos
neda en nuestra tierra y en sacrista,
y en otros
la
solamente en
no
doña Elfa de Torrella,
;í
parar
¡i
Asimismo quedó
fabricaban
dónde
de cobre,
maravedises
obligado á mandar
irnos
v
sacrista, her-
el
cuales cubrían luego de una hojuela de oro, é iban
nos de Pero Ramírez en Santa
I
que habia en aquel ne-
acuñaban; quedando completamente probado que
mano de Pero Pérez
cabo
al
ya
man
,
el
asui
liamos de
Zaragoza.
CAPÍTULO cclxxvii. Después de haber nos fuimos á Valencia
bíamos estado
:
permanecido por algunos dias en Zaragoza, ,
donde hacia ya mucho tiempo que no ha-
pasamos
la
Navidad en Alcañiz
,
y
el
48
dia de año
HISTORIA
«37S
nuevo en Tortosa. Llegado ¿Valencia, tuvimos noticia de que hapor consiguiente, bía fallecido nuestra hija la infanta doña María ;
resolvimos volvernos á Zaragoza rar con su
blo de
madre en Vallbona
aquella ciudad
balleros
habia
la
,
de hacer
el viaje,
,
:
á pesar
con intención de hacerla enter-
,
pero habiendo sabido que
el
de
los
ricoshombres y de
los
hecho enterrar ya en San Salvador
,
que eran
los al-
infanta, diciéndonos que querian mostrarnos el tes-
la
tamento que
ella
habia otorgado
habiéndonoslo leido
y
;
que dejaba mil marcos para pago de deudas
además dichos albaceas
mandas no podian contar
,
de inju-
satisfacción
,
vimos
,
demás servidumbre. Nos ma-
rias y gratificaciones á sus doncellas y
llas
desistimos
,
obispo de Zaragoza, don San-
el
cho Martínez de Oblites y don Sancho Haldoví
nifestaron
ca-
y nos quedamos en Valencia.
Comparecieron luego ante Nos
baceas de
pue-
que para cumplir todas aque-
sino con
era lo único que les habia quedado
la
venta de
y que por lo
;
joyas
las
,
que
mismo habian
queríamos quedárnoslas
,
porque
preferirían que viniesen á parar otra vez á nuestro poder
,
que nó
querido hacérnoslo saber
al
de cualquier otro
que nos
tárnosles
namos en seguida
,
las
,
por
si
ya que antes habian sido nuestras. Contes-
quedaríamos
los lugares
que de sus rentas pudiesen
ir
,
pagando su valor
de Daroca
,
y
;
les
desig-
Barbastro y Roda, para
cobrando y pagando
mil marcos.
los
CAPÍTULO CCLXXYIII. Algún tiempo después En Raimundo de Cardona y algunos ricoshombres de Cataluña nos movieron guerra , porque habiendo muerto
conde de Urgel
el
querian apoderarse á
,
la
fuerza de su
condado. Los albaceas del conde nos habian rogado repetidas veces
,
que
y pagar
les
las
prestásemos algunas sumas para satisfacer
deudas que habia dejado
efecto las rentas
la
conde
;
la fiesta
de Todos
los Santos;
pero
sajeros y cartas de nuestro hijo el infante
papa habia conferido
el
hipotecándonos
al
y
Para emprenderla, nos trasladamos á Ccrvera
mos por
,
como Nos accedimos á sus guerra En Raimundo de Cardona.
de aquel condado
ruegos, por esto nos declaró
el
las injurias
,
allí
donde nos hallábanos llegaron
don Sancho
arzobispado de Toledo, con
las
,
men-
á quien
el
que nos ro-
DE
37 'J
JAIME.
l>.
nmy encarecidamente que fuésemos
gaba
mas
fiestas
de Navidad
á pasar
ron
él las
próxi-
mi-
en que había de celebrar sa primera
,
Pedíanos además en sns cartas perdón por no haber venido
sa.
buscarnos ionio ponía para
i
padre
buen recibimiento, saliendo
hacernos nn
hasta Galatayud
.
seSor suyo que éramos; pero que
\
para
y nos rogaba que tuviésemos Alcalá y otros lugares que ces del estrecho tro hijo y
acceder á
á
deudo que con
hasta Brihueg
oos nnia, puesto que era nues-
él
sus
buenas obras
que nos pedia: y como estábamos
que continuase
buscarnos
poseía en aquel camino, llovido enton-
él
vidad, dejamos en Gervera á nuestro hijo ra
se dis-
dos juntos en Castilla;
bien acompasarle
so acreditaba de tal por lo
I"-
á
-i
Na-
ya tan cerca de
infante
el
resolvimos
;
En Pedro pa-
guerra.
la
CAPÍTULO CCLW1X. Pasada
la fiesta
de Todos
los
Aragón, y diez y seis Calatayud. Guando el rey de hacia
á
Toledo
,
cual
monasterio de Huerta
permanecimos por espacio de ocho
rich, á quien
particularmente
el
acompañado de dos
uno, que era hombre al
al
tártaros
muy
muy
poderoso
rey de Castilla
,
muy
mos cir
,
por sus mensajeros si
el
bría ofrecido
Señor nunca
,
se
siendo
el
el
lo
al
porque
á de-
negocio de tamaña importancia; la
mano, no
se
ha-
ningún rey ocasión mas propicia para aco-
á
,
de
la
cual podría resultar que se
santo Sepulcro y toda
pesar de todo esto
,
no pu-
que nos habrían enviado
dignaba llevarnos de
meter una grande empresa nasen otra vez
que
y recelaba que cuando estuviése-
entre ellos no nos cumplirían
pero que
A
falsa
grave y
y
;
quien
,
tratábamos con gente
en
principa-
do menos de advertirnos que procediésemos con cautela
muy
,
rey de los tár-
,
caso por
no
dias.
muy de admirar
el
y
tuvimos noticia de que Jaime Ala-
allí,
nos traía buenas nuevas. Dijímoslo paso que juzgó
,
aquella ciudad
á
Nos habíamos enviado en embajada
taros, habia vuelto de allá
á
que nos encaminábamos
Castilla supo
mas de Nos hasta que llegamos
Al cabo de cinco de estar
les,
Navidad llegamos ya
dias antes de
salió á recibirnos hasta el
se separó ya la
Santos, emprendimos nuestro viaje
,
la
ga-
Tierra santa de Ultramar.
no pudimos recabar del rey
su dictamen en un asunto tan importante.
,
que nos diese
380
HISTORIA
CAPÍTULO CCLXXX. no obstante, que
Díj írnosle,
agradecíamos
le
lo
que nos acababa
de manifestar y que conocíamos por sus palabras lo que nos amaba; mas en cuanto al asunto de que tratábamos , le respondimos que :
en efecto era
muy grande
gún rey de aquende
go
,
el
poder de
porque
á
mar babian rendido
la
amor; pero que
ni manifestádole
que
empresa, y no menos cierto que
tal
tales
parecía
,
lo
nin-
parias aquellos tártaros,
esto era, en primer lugar, por-
gentes hacia poco que habia empezado, y lue-
ningún otro rey de cristianos habían enviado men-
Ya
saje ofreciéndole su amistad, sino á Nos.
ladamente
á
,
pues, que tan seña-
habían enviado á Nos entre los otros, obra de Dios
como
fuese su voluntad encomendarlo á
si
no
varlo á cabo; y puesto que Dios lo quería,
por mira alguna
ni
,
lo
pues
;
tal
lle-
rehusaríamos Nos
por temor de nuestro cuerpo
que nos hubiese de costar
Nos para
,
ni
por mucho
cosa habíamos de probar con
todo nuestro poder, hasta tanto que Dios quedase servido de Nos, por
la
buena voluntad que
gábamos
mos
seria
al
que
rey,
parte que
mo.
pluguiera
;
y así
,
también suya: además de que,
le
,
pues
,
ro-
honra que alcanzáse-
era
mucho
lo
que Dios
que tenia tantos hijos, podría confiar en que
tocase
de nuestra ganancia seria grande asimis-
,
— Finalmente, añadimos queriéndolo —A
al
cabo,
á
Nos nos parece que Dios
Dios, no hay miedo de que nos suceda mal
lo quiere; y
alguno.
la si
mismo
lo
61,
nos hiciese ganar la
le
teníamos. Por
le
estas palabras contestó el rey:
— ¡Quiera
nuestro Se-
ñor que bien os vaya!
CAPÍTULO CCLXXXI. Finidas nuestras conferencias con
Toledo
el dia
bre lllescas, los
que
ferian
rey de Castilla
,
salimos de
siguiente y nos fuimos á una aldea que tiene por
encaminándose
ricoshombres lo
el
,
el
á otra
dicho rey.
maestre de Udés y
era en toda
España
mutuamente
lo
,
el
nom-
Entretanto todos
maestre del Hospital,
iban hablando de
tal
asunto y se re-
que habían oído contar de nuestra
ida.
Con
di
jaimi
i»,
l
.
esto, acércesenos el maestre del Hospital,
zalvo Perero
Nos
era portagoés
i
apartándonos
y
que
llamaba
se
diciéodonos que quería hablar con
.
nn lado fuera del camino, nos
¡i
Gon-
fre]
que Inic-
dijo:
ua era nuestra intención y buena nuestra voluntad en querer servir á Dios y deseando , por lo mismo, servirnos en cnanto pudiese ;
con
que tenia
lo
Hospital en los cuaco
el
España, nos
reinos de
suplicaba que dijésemos alrey de Castilla, que le permitiese
Nos,
y sacar
ir
propio tiempo de BU tierra cuanto tenia en
con
ella
el
agradecíamos
el
ofrecimiento que nos hacia, sobre todo, por cnanto nos alababa
la
al
Respondí mosle que
Hospital y fuese menester.
llamaríamos
lo
que nos decia presencia de
á la
que ha-
llevar á calió en servicio de Dios;
empresa que queríamos blaríamos de
le
ocasión procurase estar
á
al
rey de Castilla
que luego
\
,
ambos; de consiguiente, que en
la vista
tal
cuando
para poder tenerlo
,
lo
le
hiciésemos llamar.
Después de esto, enviamos habia adelantado persiguiendo y haciéndolo así, al llegar
— Rey
á decir al rey la
donde
caza
dijimos:
ra
acompañarnos en nuestra empresa
lo
mandéis
mar
y le digáis
comendador
al
sencia
;
manda. al
que
contestó:
él
— Y con
llamárnoslo
— Al
,
place
ayuda
la
esto
bien
despedírnonos
,
lo
é el
Nos
á
si
é os
— Señor,
su ayuda
¡ta-
oir esto el rey, hizo lla-
como
tanto
parte y
dijo aquel á nuestra pre-
le
,
á
preciso que vos se
pero es
mandamos que vos entonces Nos, ya veis como
pregamos
mendador, dijimos lo
muyto nos
,
rey Daragon
al
esto vos
—A
que os place.
;
y viniendo éste
— Gomanador
:
vos fazedes
mes;
el
,
,
comendador nos ha ofrecido
le
el cual se
que nos esperase un poco;
,
estaba
él
de Castilla,
Servid que
lo facíades
fagades.
lo
rey
el
veyo quel
lo
,
y
—Co-
manda.
rey
me
lo
quedando muy agradecido
rey por su buen ánimo de ayudarnos en cuanto pudiese.
La mañana
siguiente
salió
de una aldea
el
Nos de otra: iba aquel un poco mas adelante, y go su pendón
,
bíamos pasar: quería hablar
que
Gil Garcés y
Rey
,
esta vostra
duna part
,
é
v
divisamos lue-
así
rey, saludónos manifestando que nos
don Juan García ida
.
punto por donde Nos de-
y después de haber preguntado
don
pesa
se paró el
allí ,
se dejaba ver en el
rey de Castilla
,
nos dijo de esta manera
que vos queredes
nos plaze daltra
por don Manuel,
:
fer
,
pesa á
Deus
Nos
lo ,
:
—
sabe que nos
porque
á
tan
gran ventura queredes meter vostro corpo é contra tan terrible
historia
382 "ente é tant luny
Nos
é plazc
:
si
,
haver para christians como vos cuidades
É
ya.
pus non vos
razón
,
lo
grande bien podedes
yos tan
é así placía á Dios que se-
,
podemos destorbar
tanto lo havedes en co-
,
non quiero que vos vayades menos de mi ayuda
mí
vos á
lo fizistes
,
quant mester havia
car ansí
;
quem ayudades
,
é
;
ayu-
—
milia morabatines doro é de cien cavallos.
dar vos he de cien
Respondímoslc que de nadie absolutamente queríamos recibir ayuda sino de
Iglesia
la
;
pero que era tanto
que no podíamos rehusar
suya
la
,
amor que
el
antes bien se
la
teníamos,
le
agradecíamos
mucho.
Pasamos tre
,
y
dia siguiente por Uclés,
el
cien caballeros
por
;
lo
agradecido. El otro dia
cimiento de que pero ni
uno
el
iria
ni el
el
maes-
nos ofreció que nos acompañaría
con
que no pudimos menos que quedarle
muy
dia que partimos
el
donde nos convidó
,
don Gil Garcés nos hizo también
con Nos con cuantas fuerzas nos cumplieron
otro
le fuese posible;
Cuando
prometido.
lo
el ofre-
después tuvimos que separarnos del rey de Castilla, díjonos éste:
— Aiadat pendréis damos de Granada — Tomamos Nos
milia
sesenta
rey
,
é
por entrada
vos esto
aquella
luego.
quem han
besans
suma
,
dejando
,
é
allí
enviados lo
el
verná
ais
para que re-
Pedro Peyronet y á Pedro Gilabert, quienes nos entregaron á su tiempo lo cobrado; y aquel mismo cogiesen
restante á fray
lo
dia nos fuimos á
Moya, pasando luego desde
tal
punto á
la
ciudad
de Valencia.
CAPÍTULO CCLXXXII. Estando en Valencia, vino á vernos Jaime Alarich con ros y
el
mensajero de Grecia, que se hallaba á
tal
los tárta-
sazón en
la
ciudad;
parte del y llegados todos á nuestra presencia, nos dijeron: que de
gran Can
,
que era rey de
los tártaros
,
nos manifestaban
de ayudarnos
te tenia intención y voluntad
ó á cualquier otro punto
,
que
él
;
que fuésemos
nos saldría á recibir
su tierra hallaríamos todo cuanto hubiésemos
conquistar
el
santo Sepulcro
,
lo cual
;
como á y
és-
Alayaz
que en
menester para
ir
á
podríamos bacer acompañado
que nos abastecería de cuantas provisiones necesitásemos. El otro mensajero , que era el enviado de Paleólogo , emperador de
de
él
,
]>u
Iws
D.
38.'}
JAIME.
mar nos
griegos, manifestónos asimismo que por
enviaría
manto
fuese necesario.
Dímoños viaje; de
prisa
.
de consiguiente, en disponer y arreglar nuestro
manera, que
na prontos
pasar
á
-i
los Biete
meses estábamos ya eo Barcelo-
Con
motivo, enviónos mensaje
mar.
«'1
tal
que nos viésemos con ella, y
reina de Castilla para
efecto vino
al
Huerta con sus hijos, donde comparecieron asimismo
á
tros, á saber,
En Pedro, el
infante
el
Eo Jaime,
infante
la
nues-
los
el
y
ar-
zobispo de Toledo, que también ñus era hijo. Allí, por espacio de
dos dias, nos suplicaron llorando
pidiéndonos por favor que nos
j
quedásemos; pero DO pudieron conseguir de Nos nos volvimos
Barcelona para ordenar
á
dad encontramos ya
llegar, entie caballeros y
al
Antes de partir, quisimos pasar
en
la
allí
espedicion
además de una
espedicion
así,
en cuya ciu-
,
hombres
á caballo,
mas que nos esperaban.
mil trescientos ó
ríamos por
la
cosa: y
tal
alguna nave, y :
fuimos á
saetía
y
;
vinieron á respondernos
,
al
á
Mallorca para ver
mismo tiempo
si
si
encontra-
nos ayudarían
punto en una galera y acompañado
tal
preguntando
llegar
al
si
nos ayudarían,
que harían cuanto nos quisiésemos y
les
buena voluntad y que tenían intención de darnos hasta setenta mil sueldos , que era la suma que les queríamos pedir, pedírnosles entonces solamente cincuenta mil, los dijéramos. Conociendo
Nos
cuales nos entregaron
de buen grado
su
y
voluntariamente.
cantidad lletámos en seguida tres naves, y
mos
del almojarife
de ganado llegamos
;
el
y con
primer
de Menorca
,
al
tal
propio tiempo recibi-
entre bueyes y vacas
todo esto nos volvimos á (lia
Con
,
mil cabezas
Barcelona
,
donde
de agosto.
CAPÍTULO cclxxxiii. Tres o cuatro dias antes de santa María de setiembre nos hici-
mos
a la
vela, y durante toda aquella noche permanecimos en cal-
ma, mas de cuarenta millas adentro de la mar. La mañana siguiente En Raimundo Marquet vino á nuestra presencia y nos dijo Señor , me parece que seria prudente que os volvieseis á tierra, :
—
para reunir todo sino
vamos
á
el
ejército y
que nos pudiésemos ver unos
á otros;
perdernos y no podremos encontrarnos nunca.
—
Vi-
3 Ni
HISTORIA
naos qne en efecto tenia razón
volver á tierra,
mas
al
encontramos solamente una galera, pues todo
el
armada habia tomado
resto de la
Con dicha
,
que serian unas diez
siete
noche
de levante
que suelen llamar de San Juan que hirió contra
mar
la
Al ponerse
en negra.
el sol la
cisados á arriar, tan pronto la
Tuvo lugar Llegado
el
manera que tre el
sí ,
suceso
la
la
noche
incomodarnos
á
mudóse
,
el
levante,
arreciaba
el
tiempo;
,
viento en jaloque y duró todo
el
que cambió en leveché. El lunes sábado y domingo anteriores, de
el
y todos combatían
se juntaron los cuatro vientos
que
manga
de manera que nos vimos pre-
;
como notamos que
tempestad que
el
en-
dia del martes y toda la noche hasta
que fué cuando cesó
mos que habian estado y decían
alzándose en seguida una
;
los
noche.
domingo
mas
,
como
arco azul y encarnado
sábado víspera de santa María de se-
el
durando esto todo
miércoles
las
Seguímos navegando todo aquel
empezó
,
aquel dia hasta á media noche arreció aun
descubrimos ya
causa de que no viésemos ya ni leño ni nave alguna.
este
tiembre, por
mar de Sitjcs. demás leños se
y de blanca que era cambióse de repente
,
que sopló con fuerza toda
siendo esto
,
los
;
y estaban á unas veinte y cinco
,
luego apareció un
y
,
mar y
la
dijo
siguiente á hora de vísperas levantóse un viento
el
y
,
hacia la
amanecer
al
y
;
millas en las aguas de aquella isla.
dia y
rumbo
el
galera volvimos entonces á
fueron acercando á Menorca velas
que nos
é hicimos lo
,
borrasca. Marineros
tal
tenía-
veinte ó veinte y cinco años en ultramar,
nunca habian
visto
desecha
tempestad tan
como
aquella.
Luego que amaneció hacia
Nos
bia roto
,
el
timón y
ciéndonos que
ción
,
ca,
queríamos hacerles
favor de darles uno.
el
po-
reserva. al
vino
Con
llegar la
esto
la
En Raimando Marquet
,
noche
nave del sacrista de Lérida
que nos pasó por
la
se le ha-
cosa no hiciésemos, porque nuestra nave no
mas luego
popa, y además
,
marchóse ;
la
embarca-
y entrada ésta, des-
después obispo de Hues-
la del
cañiz, que era de los freiles de Calatrava.
en
como
di-
;
un timón de
la
,
En Raimundo Marquct,
ello
tal
si
perdiéndola de vista
cubrimos
nave del Templo que venia
la
y nos envió un mensaje para decirnos
Consentimos en
día ir sin
divisamos
,
comendador de Al-
Llamamos
y á Galccrán de Pinos,
á tal sazón á
que estaban con Nos
nave, y además á algunos otros caballeros que nos acompaña-
ban
lr>
y
,
dijimos que
ríamos decir,
Marquet, parece tramar, pues
—Á
de san Miguel.
fiesta
sencia
de manera,
sucedió pasados
cual
1<>
:
que eran de nuestra
lona
lus
j
la
10 pudimos conseguir-
ocho días después de
la
novedad comparecieron á nuestra pre-
tal
pital, ,
— Raimundo
Bigoiento:
atas de
va
obispo de Barcelona,
el
modo
que-
les
estábamos preparados para hacerlo,
impidió;
lo
palabras que
nuestro Señor do qoiere que pasemos á ul-
•
ya otra ves
tempestad dos lo
«¡u»
cacharan
hicimos del
ijuc
l<»
e
385
j \i
j).
i>r.
maestre del Templo y
el
todos
tierra,
dueños délos naves
los
j
l<>>
Hos-
del
el
prohombres de Barce-
marineros, y nos suplicaron por
Dios y jtor sania María, que no quisiésemos emprender aquel Maje porque las grandes nieblas que se esperimentaban en Acre al ;
entrar
—V
la tierra.
si
acaso errásemos
esto sucedía, añadieron luego,
mucho tememos
les
que no daríais con por cuyo
hacían temer
mucho que
invierno,
el
motivo,
pais y os pondríais en peligro de rasarte,
tal
á
verdad, no nos atrevemos
la
que paséis adelante en
tal viaje.
rogaron, y parte por conocer decian , resolvimos quedarnos; para poder pasar
el
No
mar.
al
—
por
Parte
lo
á aconsejaros
mucho que nos
cabo que tenian razón
sin
en
que
lo
embargo de esperar dos mi
haber podido verificarlo ya por pri-
mera vez, y ver en ésta que por tempestad nos habíamos de quedar, señal era de que á nuestro Señor no le placía nuestro viaje:
Nos sufrimos
la
mala mar todo aquel tiempo, solo por esperar
tendríamos mejor en adelante
daba
el
;
quedaba duda de que no perasen aquella noche
le placía.
á ver
,
si
la
mas ya que nuestro Señor no nos
que necesitábamos para
viento
si
ir
donde debíamos, no
¡i
Así, pues,
les
dijimos que es-
viento mejoraría
el
;
que
lo al-
si
canzábamos, pasaríamos adelante, y sino, que no estaba en nuestro poder contrastar la voluntad de Dios. Toda aquella noche, con
el
de leveche
viento
mos andando, sol, el levante
que era
,
que llevábamos
el
nos sostuvimos hasta
y así
nos dio por
proa,
la
y
el
alba;
mas
fui-
,
al salir el
desde entonces nos vimos ya
privados de pasar adelante.
Viendo, pues, que Dios no quería mejorarnos cimos seña
á la
nave del sacrista de Lérida
po de Huesca, á
la
de Calatrava y
de que nos Tolvíamos; ya sazón rompióse
el
3
al
á
la
efecto dieron
árbol de
la
,
el
tiempo
,
hi-
que después fué obis-
de En Pedro de Queralt, la
vuelta con Nos: á cu-
nave del arcediano con
la
49
ente-
386
HISTORIA
na de
la
misma.
demás que con Nos
nuestra nave y las
ocasión delante
tal
por ventura alguno preguntase por que razón
Si
como
,
daba tan de lleno
porque
á estas les
zando
continuar su viaje
,
hicieron otras
lo
;
y
el
no pasaron en
se volvieron
(1
leveche
les
,
que podían
,
Nos no podíamos dominar
por cuanto nos hallábamos en
diremos: or-
,
viento,
el
un punto mucho mas bajo que
las
otras.
Esto hizo que suplicásemos á nuestra señora santa María de Valencia para
que rogase
á su querido Hijo, diciéndole
por bueno que Nos verificásemos aquella romería jase cumplir:
y
tal
súplica le hicimos mientras
,
,
que
si
que nos
tenia
de-
la
duró aquella tor-
menta, por espacio de tres dias y tres noches , y siempre que podíamos escondernos en aquel lugar donde Nos dormíamos, al cual suelen llamar en las naves Paréis. Decíamosle
que
tal
cosa nos otorgase
,
en nuestra súplica,
pues no nos pararíamos en
nos pudiese sobrevenir en aquel viaje; pero que
empresa no habia de ser provechosa á Nos
Y
en efecto, plúgole á Dios que
antes acercámonos por una vez
al
i
juzgaba que
tal
que
nombro en Valen-
punto volviésemos
á tal
;
mas
puerto de Aguasmuertas, y cuan-
do nos faltaban solo dos millas para llegar, (
daño que
ni á la cristiandad,
nos dejase volver delante del altar que lleva su cia.
si
el
salió
de
gola de dicho
la
Las naves que pasaron adelante sin interrupción en su viaje llegadonde pudieron reanimar y abastecer de víveres á los cris,
)
ron hasta Acre
que allí habia , los cuales estaban muy necesitados y acababan de es|)erimenlar grandes pérdidas, entre ellas las de algunas plazas importantes ; tianos
mas viendo que no parecía el rey ni menos las tropas de sus aliados los emperadores de la Tartaria y de Constantinopla regresaron á Barcelona, locando antes en las islas de Creta y de Sicilia donde fueron muy bien recibidas y festejadas del rey Carlos, y dejando en Acre varias fuerzas, y además provisiones y caudales para socorro de aquellas y de los embajadores aliados que habian trasportado para que regresasen á su país. En una memoria leída en la Academia de la Historia por don Martin Fer,
,
,
nandez de Navarrele cillería,
,
cítanse varias noticias sacadas de los registros de can-
pertenecientes á
tal
espedicion, y de ellas se deduce, que las naves
Acre fueron, entre
otras, las siguientes la de Uchedor, otra cuyo dueño se ignora, y las de Guillermo Ros de N. Costa de Pedro His, quecondujo al embajador de Constantinopla, de Pascual Montbní, de N. Pintó de Berenguer Cuc de Guillermo Dalmau de Bernardo Saporta y de N. Mollet de las cuales aparece como cabo principal de guerra Pedro Fer:
,
,
,
,
.
,
H. mkIc/.
cita *'***
Zurita, (pie acaso tendría
menos ocasión de examinar tales registros, naves de dicho don Pedro Fernandez, ó Hernández, y de Ferran Sánchez, hijos del rey, y la de don Gimeno de l'rrca.
solamente
las
Di puerto un viento
tal,
nuevo
venimos <í
.
noche desde
fuerza
la
.1
parar frente de Agde.
á
aun
¡i
suya, para
poder restaurarla
1
sol
« 1
basta que
,
ningún panto nosde-
a*
fuese'cerca de alguna
>
en
y
<
Suplicamos entonces de
com
nuestra tierra,
arriar, y luímos
á
puesta
la
.Madre de Dios, diciéndole que
la
jase arribar ni iglesia
.muí
que nos obligó
bordeando toda aquella por ün
i>.
agradecerle
ella
merced que nos babia hecho en librarnos de aquella pena,
gran
la
ionio
así
para poder adorar su altar. Kl día siguiente, un garbino suave
dicado puerto,
v
la
otra
]
blando nos condujo
mañana nos fuimos
Señora sania María de Vallverl
¡i
agradecerle
¡i
la la
in-
al
de nuestra
iglesia
merced
\
bien que
nos dispensara, sacándonos del peligro en «pie nos habíamos \i>to.
Mientras estábamos aun
en
el
puerto, «lijónos un cocinero un
nuestro que habia salido afuera en una barca, que acababa de en-
Raimundo
contrar á fray Pedro Cenra y á fray
.Martí, «pie
habían
llegado de Túnez; y que al ver estos nuestra nave, habian preguntado de quién era, y se les habia respondido que del n\ queesi
devuelta á causa del mal tiempo. Pensábamos Nos que dichos frailes
nos esperarían
,
chado para Monpeller. guiente
misino instante se habian mar-
pero en aquel
Fuimos, pues, como dijimos,
el
dia
si-
Vallvert para agradecer á nuestra Señora santa María
íi
merced que nos habia hecho. Así que llegamos, saliéronnos cibir el obispo
de Magalona y
y nos dijeron que,
si
re-
é
de don Raimundo Guaneelm,
el hijo
queríamos,
la
ellos >e volverían
con Nos
¡i
la
mar,
nos y que entretanto podríamos recoger las provisiones que hiciesen falta , pues de pronto el ejército no podia volver a em-
barcarse porque estaba
Nos.
A
nos, pues eelm
proposición
tal ,
si
nos volvemos?
si
respondió:
veinte, dijo
muy marcado, aun cuando les dijimos: ¿Con qué
— Yo
Kl
hijo de
Magalona;
—
pensáis ayudar-
En Raimundo Guan-
y á esto
no nos volvíamos, daríamos mucho que hablar
Mucho
habla
estábamos
lo
os seguiré con diez caballeros.
obispo de
el
—
—
no
— Yo
con
añadieron, que á la
gente.
—
gente, respondimos Nos; pero nuestro Señor sa-
la
be que nos vimos y aun nos vemos obligado á hacerlo así, sin embargo de no haber en el mundo nada que mas ni tanto nos pese
como
esto.
Lo que me
nos digáis tales
maravilla, añadimos, es que
palabras, cuando
en
vosotros
mi nave solamente, entre
perdidos é inutilizados, hay quince caballeros, ven
las
demás entre
3.SH
iiistoiuv
unos
olios creo que también ha de baber unos ciento
y
guiente
,
volver ahora á
mar
la
solo con treinta caballeros de re-
fuerzo, ya veis que no seria regular, y mas aquella tan mal parados por ella ni
me
la
tempestad
nos parece posible. Pero
habiendo salido de
que no creemos volver á
,
que quisiera de vosotros
lo
con quién habéis ideado
dijerais
replicamos, cuándo podrá estar
,
contestaron.
Raimundo March, dijimos entonces, lante de vosotros; decis
,
veremos
si
que
negocio, respondieron
tal
— ¿Y Raimundo March aquí? — Mañana, — Haremos ese
es,
— Con En Raimun-
cosa.
tal
do March y con otros que hablaban de ellos.
Üe consi-
;
y le
venir, pues, á
hablaremos de
será de parecer
ello
que hagamos
lo
En deque
ó nó.
Estando
el
dia siguiente en Vallvert
,
Raimundo March
vino dicho
;
y mandando llamar al propio tiempo al obispo de Magalona y á En Raimundo Guancelm, dijimos á aquel Oid, Raimundo March, :
lo
que
me han
dicho
obispo y
el
ambos que vos
creíais
mismo) que yo
volviese á
ñor
,
jaros
contestó ,
En Raimundo Guancelm
conveniente
(
En Raimundo March
;
el
ultramar.
viaje á
mejor, porque
ceréis, ni yo ni nadie podrá conocerlo.
Raimundo Guancelm nos habian dicho
;
desengañaron
se
— Con
,
Además
que vos no cono-
lo
esto el obispo y
arrepintiéndose
consecuencia olvidamos Nos
y en
— Se-
en otra cosa podría aconse-
pero en achaque de armas vos sabéis mas que yo. lo
dijeron
:
yo quiero saberlo de vos
y
emprender
de que vos preveis siempre
ellos
—
de
lo
En que
cuanto con
habíamos hablado.
CAPÍTULO cclxxxiv. Entramos mas adelante en Monpeller, tra llegada
enviamos á buscar
y el dia siguiente
á los cónsules y
de nues-
unos cincuenta ó
á
sesenta de los principales de la villa, para que compareciesen ante
Nos. Cuando estuvieron nos habia sucedido en
á
el
nuestra presencia
mar,
,
referimos
les
diciéndolcs que
parecía
nuestro Señor no quisiera que pasásemos adelante lo
habíamos probado ya
,
y estando en Barcelona
lo
que
como que
,
pues otra vez
,
pronto á pasar
ultramar, levantáronse un jaloque tan fuerte y un viento de Proveoza, que por espario de diez y siete dias v otras lanías noches
á
di:
i),
.i
naves no pudieron apartarse de
las
lumen de este jimos en
libro
aumentar
Seria
orilla.
la
hubiésemos de contar aquí todo
si
vo
el
di-
lo
referiremos solo
de consiguiente,
ocasión;
tal
380
mmi..
mas
lo
1
que en
principal. Dijfmosles:
la
mucho, mas que teníamos en darían
tal
gran confianza de qué nos ayu-
menores de Monpeque
nos enviaron, nos habían dicho
ellos
que Ñus
señalásemos algo en prenda
les
:
así lo
que bajo
harían,
con-
tal
habíamos pasado adelante, convencido de que nos socorreri
fianza
en una empresa, con y
ellos
satisfacción nuestra; pues los frailes
que
ller,
con
á
empresa aquella habíamos gastado
se prestaba
que
la
gran servicio
tan
finalmente, que ya que Dios nos habia traído
muy
suplicábamos
Á
esto contestaron
te
nos darían
encarecidamente que en
Monpcller,
á
efecto
que tendrían su acuerdo
,
que
y
!¡i
á
lea
nos ayudasen. día siguien-
al
respuesta.
la
Vinieron otro día
nuestra presencia, y nos dijeron
á
:
que
bii
conocían que habia de sernos ingrata su contestación, pues aun cuan-
do
les
hubiésemos podido
se habia verificado i
tal
ayuda, nuestro
que
dijeran
tal
,
— Barones,
la
,
me
hacéis ahora á
vasallos de
Aragón y de Cataluña
é ir á ultramar,
dinero que
si
quedara en
i
mas
A
tornesa.
:
¡i
quedara
!
el
facili-
esto
con-
ha-
un señor de mi caliasí
respuesta hayáis podido hacer-
que para
;
v
(pie
Seguro estoy de que mis
pais.
llegarían á
ser
ser
que cuan-
original que jamás
menos
y
la tierra
donde podría
me
siguiente
dais para que parta de vosotros,
en vuestra compañía en
me
,
tal
me quede
dos para que
embargo de no
mí; y me admira, en verdad, que
penséis los de Monpcller y que
me; pues mas me
moneda
repuesl
ya podido hacerse á señor alguno
dad
el
á los fraile-
ultramar, pira ayudarnos, nos
á
tarían hasta sesenta mil sueldos de :
sin
su acuerdo habia sido
do Nos quisiésemos pasar
testamos Nos
ultramar no
á
Negaron que hubiesen dicho nada
menores respecto de ayudarnos: pero que, cierto
viaje
darme un
millón de suel-
¡vosotros para marcharme
muerto ó preso, me ofrecéis mas
Cierto que
me
maravilla
mucho vues-
tro ofrecimiento.
CAPÍTULO CCLXXXV. Partimos con esto de Monpcller y nos fuimos
donde pasamos luego
á
á
Cataluña, desde
Aragón y entramos en Zaragoza. Estando
300
nisToniA
aquí, vinieron unos mensajeros del rey de Castilla, quien nos su-
muy
plicaba
afectuosamente
tierra, nos sirviésemos ir á las
Conociendo ser que
Ic
to nos
lantó hasta
mos
justo que accediésemos á tal súplica
fuimos á Tarazona
á éste
Agreda
mientras que
,
donde encontramos ya
,
al
dijímos-
,
A
obje-
tal
rey de Castilla se ade-
el
nos fui-
,
rey de Castilla que nos es-
Mostró muy grande alegría
peraba en medio del camino.
nos, de
allí.
luego de aquel punto
y partiendo
;
nuestra
á
bodas de nuestro nieto don Fernando.
que nos habia señalado estaríamos
dia
el
muy
ya que habíamos vuelto
(}ue,
ver-
al
que Nos también participamos; y en seguida abrazónos
la
por tres veces, llorando del gran gozo que sentia: entramos luego
Agreda
¡untos en
,
y de aquí nos dirigimos por Soria á Burgos,
cómodas jornadas. Un
dia
que íbamos siguiendo
¡i
camino hablan-
el
do de sus hechos y de los nuestros, dijímosle Nos, que le rogábamos que se guiase por nuestro consejo en lo que pretendiera hacer, y en caso de errar, que nos ro
;
de
que quedó
lo
muy
cirnos, que lo haria tal
lo dijese,
agradecido
como
se lo
y ,
Nos enmendaríamos
como nos
lo
yer-
el
mostró
al
de-
advertíamos.
Llegados, pues, á Burgos, encontramos
allí á los
ricoshombres de
dicho rey, á saber, don Alfonso de Molina, tio suyo, su hermano
don Felipe, don Ñuño González de Lara,
hombres
y á todos los
demás
ricos-
del reino. Estaban también en dicha ciudad la hija del rey
de Francia, acompañada del conde Dodo, hermano de don Juan Darte
,
un obispo
y
además varios ricoshombres
bían venido también con
móla en hízolo
el
tal
A
ella.
,
al
todos los cuales ha-
dicha hija de! rey de Francia to-
ocasión por esposa don
rey caballero suyo
,
Fernando
:
y
por
tal
motivo,
paso que don Fernando hizo tam-
bién caballeros á todos sus hermanos, menos á don Sancho, en ra-
zón de haberle suplicado Nos que el
rey de Castilla
,
así lo hiciese.
Díjonos con esto
que dicho don Sancho y todos sus hermanos
querian, y que pues lo querían, ninguna dificultad habia en que don Fernando les hiciese caballeros. A esto le contestamos delante
lo
de don Felipe
,
de don
Ñuño
y de sus ricoshombres, que mal con-
sejo le dio quien le aconsejaba
ros á sus hermanos.
ya que ellos
mos, que
lo
Tomó
querian
,
aquí
que don Fernando hiciese caballela
palabra don Fernando y dijo, que
bien podia hacerlo; mas Nos
le
respondi-
y bando metia entre ellos, pues en adelante, si sucedia que no se portasen bien , les echaría él en cara el haberlos ira
— Dfl
becho caballeros,
y ellos
mo, preguntémosles
I).
3í)l
JAIMK.
mostrarían en esto desden
en efeeto loquerianasi; á
si
pondieron afirmativamente: mas acercándonos
cho, que estaba junio consintiese
en
y
;
Nos, dijímosle, que
su respuesta,
fu»''
ocasión
tal
á
al
lo
é ira.
Por últi-
que
ellos res-
<>idi>
de
San-
«Ion
nada del mondo
jior
que cumpliría exactamente
que
lo
aconsejábamos.
le
Preguntamos luego
á
don Sancho en presencia de todos:
— Don
Sancho, ¿es (¡crio que queréis ser caballero de don Fernando? Alíñelo,
respondió,
replicamos Nos:
lo
— Acó
que vos queros en quiero yo.
hombre.
como vosqueraes
pondió, plázeme, é fer
lo
he
Así, pues,
el
rey hizo caballero
seilades.
—
te á sus
hermanos, menos el
n
esto
en queremos Nos: que ros que prendades
cavallería de vuestro padre, é nú de otro
armados por
—Y
é
— Señor,
res-
como rosmecon-
á «Ion
Fernando
y
és-
don Sancho: además, fueron también
a
mismo, Lope Diaz de Vizcaya y otros
mu-
hijos de
flios ricoshoinbrcs.
CAPÍTULO CCLXXXYI. Duró nuestra permanencia en mas ó menos
;
y
en uno de ellos enviónos á decir don Alfonso de
Molina, que no estaba tarle.
punto unos quince dias poco
tal
Al volver de
muy bueno,
por
,
;
mos cabalgar adelante álosdemás por
la
los dos, hiciy juntándonos
rambla de Burgos, y noso-
seguímos hablando dirigiéndonos hacia nuestra posada
rante lo
que nos manifestó dicho don Ñuño
mas que
tenia de servirnos
diendo aun rencia á él
,
á
;
así,
y
una carta, para acudir cientos caballeros.
al
biésemos menester;
que
a
;
aña-
serviria con prefe-
nuestro servicio con ciento ó dos-
Respondámosle que y
le
agradecíamos mucho
que aceptaríamos de
él
lo
mas pareciéndonos que adivinábamos
hablamos de
du-
grande deseo que
ningún otro hombre del mundo
punto
se ofrecia á venir
decírsela, le
;
que bastaría en cualquier tiempo enviarle
ofrecimiento que nos hacia,
la
el
que según en qué cosas, hasta nos
mismo
visi-
encontrámonos con don Ñuño
González de Lara, que venia á vernos
por
que Nos pasamos á
junto ala casa del Hospital de Burgos,
tal visita,
que era donde nos hospedábamos
tros
lo
el
que hula
causa
con Nos, y creyendo que era preciso
esta
manera
:
— Don Ñuño, yo
sé
que
el
HISTORIA
:
.{ .)!2
rey de Castilla no os aína y está quejoso de vos y de otros
ricos-
hombres de su reino por otra parte, sé también que vos y dichos ricoshombres estáis asimismo quejosos del rey y no le deseáis aquel :
bieo que
debierais desear; pero,
le
ya sea por tuerto vuestro ó
suyo, ninguna ocasión seria mejor que esta para arreglarlo, porque
hombre
ya sabéis que ningún
como
sus negocios
un caballero.
Y
se lo
que
lo
si
haremos enmendar
se lo
no
los otros
como
diríamos llanamente
creed, en verdad, que
diremos y
se lo
además de que,
yo;
Nos
rían á decirle,
tiene tanto motivo de entrometerse en se atreve-
habláramos con
si
algún tuerto os ha hecho, y en caso de no querer
;
hacerlo, vos veréis cuan resentido de él nos mostraremos, hasta que á la fin lo
siste
,
haga
siendo
:
nuestro resentimiento
tal
que agradecido habréis de quedar por
Después de esto
,
encontrárnosle
por satisfecho del rey nio y le habia casado
facer pudiera un señor á su vasallo
que
;
las
tal
daba ya
se
deudas que
por cuyo motivo
ya no era preciso que interviniésemos en el negocio
nos participaba
—
habia dado patrimo-
le
cumpliendo con todas
,
per-
ello
que hagamos.
dia siguiente
el
pues decia que éste
;
lo
en
si
,
,
satis-
añadió que
,
supuesto que
novedad.
CAPÍTULO CCLXXXYII.
Tomamos guió
el
luego
el
camino de Tarazona
de Castilla
rey
á lo
que
se
compañía
negaba
la fiesta
su tierra. Suplicárnosle que pa-
de Navidad, que estaba próxima,
escusándose de varios modos
,
nos si-
pues decia que no queria separarse de
,
Nos en tanto que estuviésemos en sase en nuestra
hasta donde
,
accedió á nuestras súplicas, y entró con
mas
;
al
Nos en Tarazona. Hecha
tal
resolución, tuvimos buen cuidado de que nada faltase á
los
suyos
,
arreglándolo de
su tienda pan nester hubiese
,
yino
,
cera
á fin de
,
que dársele debia.
De
modo ,
salsa
que
esta
,
el
cabo
él ni
á
que cada ricohombre tuviese en
,
fruta y todo lo
demás eme me-
uno no incomodase
manera
,
pues
,
lo
otro en lo
al
hicimos
;
y seguros
estamos de que no quedó uno á quién no hiciésemos dar buena ración de perdices
,
uvas pasas y demás que se
La permanencia de dicho rey en te dias, y
en ellos
le
dimos
tal
le
antojase pedir.
punto con Nos fué de
siete consejos para
que
los
sie-
adoptase en
DI sus
Fué
negocios.
palabra
mas go
alguno
.i
sentir
quede
poder cumplir
dolor de no
el
que cuando hubiese dado
4
modos
todos
vergüenza de decir nú
la
393
ime.
j
primer consejo
el
,
i>.
cumpliese, pues
la
que pidiese, que
al
sufrir lue-
prometido. Otro consejo lué,
lo
de que antes de hacer con otro escritora ó entregársela, mira-
el
se bien
primero
que
lo
quería hacer
se
que no. El tercer con-
y lo
su poder, pues
que procurase conservar toda su gente en
sejo fué,
era regular y convenía
mendado. Fué
el
la
pues esta es
(ierra;
los caballeros,
la
con toda
iglesia y
conservase todo,
lo
que mas presto
hemos
tuviese las dos clases que
citado
pues con
.
dado Murcia y Nos con nuestro Señor tomarla y á ganarla, que hiciese guardar
le
bia
habíamos hecho con sus pobladores, pues se les
observaban
redades
de
;
modo que
Valencia
solo se les ,
cuales no
las
que solo hacen doce
,
escepto Sevilla
hombres no sabian
den en
la
por
:
si
,
no
ni
la-
que
él
les
Otorgó no
treinta tablillas,
eran mas que dos yugacahíces
mejor
la
de sembradura
— Lo que
de Andalu-
villa
él
allí
ni sus
además que en ningún una cosa
la
,
debéis hacer es
allá
;
,
;
y
que
le
que quela
aco-
además, que
estos
con suficiente patrimonio; porque por cien
por doscientas no puede decirse que tenga patrimonio
un hombre de una buena
que no sean de
—
le
convenios que Nos
ciudad cien hombres de valor que os sepan dar
hombres vivan
dores.
los
se hacia
gida que os competa cuando vos vayáis
tablillas
los
partir la tierra. Dijímosle
esplicámos de esta manera
réis
destruiría
no podíamos creer que ni
y que
:
tiempo valdría nada Murcia
cien
ellas
habíamos anidado á
daban veinte ó
siendo así que Murcia era reputada ,
añadimos,
antes se les faltaba á ellos quitándoles sus he-
,
que mas cincuenta
das de
cía
se le-
demás. El quinto consejo fué decirle, que ya que Dios
á los
al
le
¡1
mas cuando DO, que re-
fuese posible;
si
conservase
pueblos y ciu-
l'>-
vantan contra señorío que ningún otro. Bueno seria,
que
,
gente que Dio- ama mas que
la
los caballeros son los
porque
había enco-
l)i<» le
.dguna gente debiese con-
-i
posible hacerlo
fuese
le
dos clases, cuales eran
alíñenos á
gente que
cuarto consejo, «pie
servar, cuando no
dades de
le
amor
sabe! conservar con
el
cualquier re}
¡i
y captándose su beneplácito toda
y
valía
Lo demás, ténganlo menestrales, y
valor. villa la
;
y
si
población
por ventura ,
lo
,
ha-
habéis dado á algunos
convenios con ellos y dadlo
El último consejo fué
así
que no hiciese
á
pobla-
justicia á escondi-
50
394 •
las,
IIISTOIUA
porque no era propio de un rey obrar de
Esto fué
modo en
tal
su casa.
que hicimos en Tarazona.
lo
CAPÍTULO GGLXXXVIII.
Al
salir
de
punto
tal
rey de Castilla, se dirigió á Fitero, des-
el
de donde nos envió luego un mensaje
muy malo de un
golpe que un caballo
Con
estando en Burgos.
esto
,
diciéndonos que se hallaba
,
habia dado en
le
marchamos
punto
allá al
la
pierna,
llevando
,
en nuestra compañía á cuatro ó cinco caballeros, y un médico cirujano llamado maestro Juan, y además, proveyéndonos de todo cuanpudiese necesitarse. Consolárnosle
to
tres ó cuatro dias
mas
;
muy
cabo nos rogó
al
estuvimos con
al verle y
que nos volviésemos, porque estaba ya curado.
él
encarecidamente
Y en
efecto, marchó-
desde luego, y Nos nos fuimos á Calatayud, donde
se él á Castilla
permanecimos por espacio de un mes ó mas. Pasado un mes volvimos
mos que babia tenido tras veces y
reino de Valencia
al
lugar una disputa entre
el
que hacia nues-
un cierto Guillermo Escrivá, sobre
Escrivá y otro del hecho
tigamos
;
,
al
dimos
con
indicado baile nuestro
como hemos dicho
,
que
lo
lo cual
queria verse con
;
al
y
ñol con ánimo de enseñarle
el
que entrase en Valencia, la reina,
á
verificarse la
lo
les
cas-
que respondimos
al
,
rey de Castilla
el
y á
él
la
reina cual corres-
Suplicamos entonces
al
que nos otorgó en seguida, siendo
porque desde que
rey no habia entrado
y
reino de Valencia, y saliendo luego
pondía y con todo honor y satisfacción.
gusto de
,
efecto fuimos á recibir á aquel en Bu-
camino de Requena, recibírnosles
al
sentencia
participándonos que
,
Nos entre Requena y Buñol
que mucho nos placia
En Guillermo
mas enterándonos Nos
;
la
,
dimos Nos
ciudad quedó segura y en completa paz.
la
Llegó después un enviado
i
donde encontra-
correspondiente sentencia. Acusaron para esto dicho
la
á
,
mas en nuestra
entrada, ordenamos
lo
la
rey
muy
habíamos casado con dicho
tierra.
A
tal
objeto, antes de
conveniente para que dichos
'ves fuesen bien acogidos de los obispos, de los caballeros y de los
prohombres de
la
ciudad
otras diversas cosas;
colgaduras
y
:
mandamos hacer juegos
y por otra parte, mostróse
pusiéronse enramadas en
todas
la
maravillosos y villa llena
las plazas.
de
Entraron
M entonces en
la
se la
poblada de ríen
atrás.
.unís
muy contento
que no era
395
JAIME.
ciudad, é hJzoseles buena y alegre acogida
modo, que mejor do
lla
D.
hubiera hecho "ira
tilla
que hubiese
Esto hito que quedara
que estuviera alegre mientras
y
que nada
estrello, supuesto
faltó
le
de
,
allí
sido
de Casti-
reí
el
tuvimos;
le
tul
lo
mientras con Nos
estuvo, ya fuese de casa, ya de otras diferentes cosas.
CAPITULO CCLXXXIX. Marchóse después de
donde nos
suplicó
que accedimos. Pasados estos, despedímonos de
á lo
gió
Valencia y juntos fuimos basta á Vitíenar, que nos quedásemos en bu coropaüís tres dias,
;i
Murcia
y Nos nos fuimos hacia Játiva
,
luego á Denia.
él,
que
se diri-
desde donde pasamos
,
Aquí fundamos una puebla que
nombre
tiene por
Orimbloy, y otra en el valle de Alhaida, que se llama Montaberner. Un dia en que nos íbamos solazando por el camino de Bíax, al llegar á Onteniente
Zuera y nos dijeron
En
Artal de
nos salieron
,
,
Luna con
A
y siete de los suyos.
que en un acecho v celada que habia puesto caballeros y peones, les habia muerto veinte tal
mas
luego en Aragón;
encuentro unos hombres de
al
noticia volvímohoa á Valencia y
al llegar
á
hijo nuestro
,
acompañado
rey de Francia y
la
que está cerca de
Torrellas,
Camarena, aldea de Teruel, vino avernos
reina le habían hablado
En Jaime,
infante
el
como
el
para casarlo con
la
abad de Poblet,
del
y nos dijo
condesa de Nevres; que ambos habían dado ya su palabra dia
Nos todo amor y
y así que esperaba de
,
padre y señor podía esperarla
que el
le
otorgásemos
tal
;
cosa, de
en virtud de
gracia
lo
y
señalado
como de
su
que nos suplicaba
manera que pudiese
negocio á honor suyo y nuestro.
entramos
llevarse á
El dia siguiente
cabo
de habernos
dicho esto, entramos en Camarena y pasamos á Teruel , en cuyo punto dimos al citado infante sesenta mil sueldos en ayuda y para
que pudiese sufragar
De á
los gastos
aquí partimos luego para Zaragoza
don Artal de Luna para que acudiese
ra de Santa
á
,
lo
antedicho.
donde enviamos
nuestra presencia
á
buscar
la
víspe-
María de agosto, en cuyo dia Nos predicamos.
tercera citación compareció su
que ocasionase
demanda explicando
el
don Artal suceso de
;
la
los
Á
la
de Zuera promovieron
celada en que aquel habia
HISTORIA
396
hombres; don Arlal nos
á sus
muerto
defensor á don Juan Gil Terim hasta
ellos
entre
llevarse
á
;
que
suplicó
y otorgándoselo
empezó
,
Yendo
conclusión.
diésemos por
le
el
pleito
otro dia á Ejea
,
vino á encontrarnos don Pero Cornel con todos sus amigos, y nos
que tomásemos á aquel bajo nuestro amparo
suplicó
nuestro acuerdo para ello
manera
que
,
hombres
de Zuera
le
mos asimismo que aquel tenia
,
á
:
años
;
los
de Erla
y
á
que había ocasionado mucho mal
y
que
les
manda-
un escribano que ,
ordenárnosle que
Del dinero, dimos luego Nos diez mil sueldos
que habían sido muertos en
á los huérfanos y á las viudas de los
choque
;
acompañaron en aquel hecho marcha-
saliesen por tres
saliese para siempre.
el
mal que habían hecho sus
el
nuestro reino por cinco años
sen de
tuvimos
pero fué de
,
que entregase veinte mil sueldos
;
y los caballeros que
él
amparamos
y en efecto lo
mandamos enmendar
le
á los
,
:
y luego nos fuimos á Zaragoza.
;
CAPÍTULO CCXC. Estando en Zaragoza de Castilla pues
,
nos llegó un mensaje apremiante del rey
diciéndonos de parte de éste que nos viésemos con
convenia
le
,
que interesaban
él,
mucho hablarnos de negocios muy importantes entrambos.
á
A
tal
efecto
enviárnosle
,
á
y
Jaime
que era de Lérida y notario nuestro , diciéndole por su conducto, que Nos estábamos muy ocupado, y así que lo que (^aroca
,
sacrista
tuviese que decirnos
,
ríamos por su carta
lo
Nos. Respondió
lo dijese á él
á esto
que quisiese que no
lo
, ,
porque del mismo
que
si
queria así
:
lo
modo
ha-
viésemos delante de
antes por
nos suplicaba que de todos modos nos viésemos con
el
contrario,
pues cosas
él,
pasaban que á nadie absolutamente podia decirlas sino á Nos.
En
vista
pasamos lo
de
contestación
á Alicante,
partimos de Zaragoza
donde encontramos
habia enviado á decir.
sabia de cierto los
tal
Lo que nos
á dicho rey,
y luego pidiónos consejo sobre lo
quién ayudaria, pues
el
los
se
conforme nos
moros para
rey de Granada la
le
,
que
habían convenido con ir
que debia hacer y
contra los arrayazes, y los arraya/.es
y de aquí
dijo al estar con él fué
que nuestros ricoshombres
ricoshombres de Castilla y con
,
lo
contra Nos;
que nó,
y á
habia ofrecido su ayuda
suya contra
el
rey de
Gra-
mi nada. Respoodímosle se
de
¡sfa
cuál
Granada,
venio; mas
ayuda,
á él prestase
ciese antes bien á los
demás arrayazes
Be
los
con
.
cuales
convenir, que no por esto valdría menos sa fé; nos placía mucho
que diera
el
en dos parcialidades, pues
Respondió
sola.
dábamos,
le
que por
y
nos despedimos de
él
,
,
mano,
que
esto,
nos volvimos
y
;il
que
:
el
ofre-
la
podría
se
disidir
moros
los
;í
que formasen una
no*
bueno era
En Pedro
con intención de matarlo
lo qui-
reino de Valencia.
hasta por debajo de
habia ido á su casa en Bur-
cama; añadiendo, que
la
sabido de antemano, podiendo de este
Mur-
hombre suyo,
y lo habia buscado
,
que
consejo
el
salimos de Valencia y nos fuimos á
infante
n
porúltimo, que
j
enviónos Ferran Sánchez una carta por un
diciéndonos riana
le
(,
con-
el
ismo procuraría cumplirlo; con
I
Mas adelante, cuando viedro
mas
\¡iü;i
de Castilla,
rej
el
así ocasi
y
habia convenido con
dicho rey, y
á
pre-
le
Granada;
do habia roto
s¡
en caso contrario, dejase
(|ik«
aquel con quien
rej d<-
<'l
que pues
:
á
propio tiempo,
y al
;
Contestónos, que
éste.
contestación, dijímosle
tal
rey de
el
397
.
qae prestase ayuda
,
hubiese convenido primero para ello
guntamos v
á esto
d. jaim:
modo
espada en
,
no haberlo
a
escaparse con su
jer, hubiéranio preso, sin duda. Guando Nos oímos esto
,
mu-
sentimos
un vivo pesar y esclamámos, que preferiríamos perder por ello mil marcos de plata , antes que supiese tal cosa nadie mas que Nos, infante y
el
Con esto,
mandamos pareciese
mismo Ferran Sánchez.
el
salimos de
punto y nos luímos
tal
reunir nuestra corte en Lérida
el
infante
;
lo
que
resma. Acudiendo
,
pues, Nos
á tal
te y los
ricoshombres de Cataluña
aparte,
y en
preguntamos
estar
y
,
allí á
punto
Aragón, donde
para que ante
,
se le hizo saber
hombres, advirtiendo que debian
á
,
así
como
á los
mediados de y estando
que
le
,
la
,
,
no era porque
replicamos diciéndole
y
cama
el
infan-
Aragón, llevémonos
á aquel ,
le
porqué habia entrado de noche en casa de Ferran
que habia ido con
haber entrado en jer
cua-
la
presencia de algunos privados nuestros y suyos
de aquel
es decir,
rii
allí el
Sánchez para destruirle y darle muerte. Respondiónos á casa
com-
ella
el
,
tal
llevase intención
que
lo contrario
intención
,
,
que
de matarle
y de una porción de
las
á lo
nos parecia á Nos,
pues
lo hacia
creer
cuarto donde aquel solia dormir con su
haberlo buscado con
;
el ir
el
mu-
espadas desnudas por debajo de
cáñamo que habia en
la
casa. Tras
de
398
HISTORIA
acordamos Nos y los demás que con Nos estaban , <[ue la defensa que daba el infante no era suficiente ; y así , desde luego esto
le
,
revocamos
procuración que por Nos tenia.
la
CAPÍTULO CCXCI. Después de esto nos encaminamos antes que
Nos
llegó allá el infante
de Valencia
á tierras el
,
cual salió
pero
;
recibirnos así
á
que entrábamos en Burriana cazando y con la mayor alegría. De Burriana nos fuimos á Murviedro , y de aquí á Valencia. Hacia ya unos quince dias que nos hallábamos en esta última ciudad
do
nos presentaron
se
jurisconsulto
era á
el
obispo de ella, fray Pedro de Genova,
En Tomás de Junqueras
,
no quisiese proceder tan duramente en
puesto á responderle ante le
hubiese causado
que
decíamos
le
,
;
le
Nos
le
siciones
,
infante que
pues allanándose
,
mandamos que
accediese á lo
contrario á responder según
el
era que
justo
la tierra ,
aceptase,
lo
si
;
y final-
dijimos, que hallándose Ferran Sánchez con tales dispo-
Nos no podíamos menos de ampararle
que habérselas
Nos,
misma
la
mayormente tratándose de un pariente suyo tan cercano mente,
que
,
y que estaba disen justicia de cualquier agravio que
suplicamos y
derecho delante del rey de
al
,
no solamente con dicho Ferran
algún daño quería hacerle.
, ,
y
así
tendria
Contestónos á esto
el
infante,
lo
Bien hacéis en querer reflexionarlo cuanto mas conviene.
lo penséis
—Á
,
le
dijimos entonces
mas acertadamente
,
pesar de esto
,
todo
el dia
;
;
y
—
pues
juzgareis lo que
os
siguiente estuvimos es-
perando en vano su respuesta; hasta que por último ó cuatro dias se nos dijo que dicho
él
sino también con
meditaria, y que luego nos haria saber lo que resolviese habiéndole preguntado cuándo , nos dijo que al dia siguiente.
que
el
hecho de Ferran Sán-
el
considerando que éste era su hermano
,
(^aroca
Nos, rogamos
ciudad. Así que estuvieron delante de
chez
En Jaime
y
sazón sacrista de Lérida y fué después obispo de
la
cuan-
,
infante
se
al
cabo de tres
habia salido de
la
y que habia marchado á caballo , vestidos el perpunte y el camisote , y puesto el capacete de hierro. Semejante noticia nos sorprendió en gran
N¡lla,
en compañía de otros tres ó cuatro caballeros
manera por dos razones
;
la
primera
,
,
porque nos daba
á
conocer
Db que no quería someterse
al
de nuestra corto;
fallo
modo
por ver que había salido de aquel ¿i
escondidas, siendo
ceder
lo
¡i
que
así
hacer Nos ningún daño ran Sánchez ó
A
los
pareció
,
mientras
él
,
Valencia
de
no por eso
DO
lo
le
,
habíamos de
tampoco
hiciese
pocos dias de haber
Sánchez,
en esta ciudad Forran
quien
favor que
el
SE
presentó para
habíamos hecho
le
después de
y
haber permanecido con Nos por espacio de ocho dias
emprender su camino, regrosando á su
gro del indicado Forran Sánchez
con don Férriz de Lizana
,
credencial
cuando
,
se nos presenta-
los
,
nos dijeron que querian hablar con Nos en presencia
,
los caballeros
y
de
ciudad. Hicimos entonces convocar á todos estos
en nombro del infante,
haberse salido
fin siniestro ni
que
daros
pedísteis.
el
Giménez
cara
á
ian Sánchez. tales cosas
,
un desaire
tó
muy
mí, para que
,
injuria
,
— Señor,
os digamos,
á
por no tener lo
que vos
,
pues
él
hacer envenenar
al
cosa que
y que hubiera continuainterés que os tomáis por Fer-
saber que éste ha hecho contra vos
,
él
para que
ha dicho que vos no debéis reinar infante
le
,
que no merece que intercedáis por :
sino
negándose
secreta
sino porque ve el
Debéis
fante le perdone
y hablando
do Valencia no fué con ningún
otro dia
hasta ahora habia guardado ,
y así que es-
además que os manifestemos una
Quiere
do guardándola
y á
para haceros ninguna
cara
,
hombres de
en estos términos:
se esprosó
infante nos envía á Huiz
los
En Tomás de Junqueras,
tuvieron reunidos, levantóse
el
don
,
don Ruis Giménez de Luna y En Tocuales, después de habernos entregado su
de nuestros ricoshombres, de
que
sue-
,
infante
el
más de Junqueras
el
Estábamos Nos aun
tierra.
Pero Martines do Luna y otros muchos
la
volvió á
,
misma ciudad de Valencia con don (limeño de Urrea
ron enviados por
com-
¡oíante BaKdo de Valencia,
«!
interponiendo nuestra mediación en aquel negocio;
la
Fer-
á
sus COSaS.
;i
mostramos su agradecimiento por
en
segunda,
la
y
de rinche y que aun cuando do hubiese querido ac-
habíamos propuesto
le
399
D. JAJMt:.
;
y
él
;
él
el
in-
inten-
finalmente conspiró con algu-
nos ricoshombres para que se levantase contra vos vuestra tierra.
Así está dispuesto á probarlo
mo
y
infante en su lugar y tiempo
también que en aquella conspiración
ricoshombres y los
el
la
mayor parle de Aragón.
dijimos, que nos descubra
el
,
co-
tomaron parte muchos
— Mucho nos
placerá,
infante todo lo que sepa en este
100
ni9T<>KiA
asunto
no tanto para que pueda probarlo
,
podamos poner en veremos á los
conveniente remedio.
ello el
— Después de
que deba hacerse.
lo
de nuestro consejo
En Bernardo
enviados
los
Entretanto resol-
esto, llamamos aparte
porque nuestro palacio de Valencia
,
hallaba á la sazón lleno de gente
do su razonamiento
sino también para que
,
delante de
,
la
don Gimeno
,
Férriz de Lizana y don Pero Martínez de Luna
cérseos á vosotros
da á
— Yo
ellos.
— Ya
;
respondería de
Gimeno de Urrea , si aquel sin embargo, un su réle
muy buena
pero ni don Gimeno
pondieron nunca
al
cuando estuvimos
,
gana
contestó don
,
no fuese una persona
igual para que responda por
y nombraré para esto á un caballero. ;
don
,
menester será que alguien respon-
legista
,
sejo
Urrea
de
cuan graves cargos acaban de ha-
veis
aragoneses
,
cual habian teni-
y habiéndose reunido con Nos
;
Guillen de Entenza
solos, les dijimos:
se
que
el
habia dicho
él
da-
:
mí (1),
— Separóse entonces
ni el caballero
cargo que se
vil
conres-
les hacia.
Contestamos entonces á don Ruiz Giménez y á En Tomás de Junqueras , que las palabras que nos habian dicho de parte del
muy
infante eran
graves
,
que comprendía á muchos ran Sánchez
para que
,
dándole salvoconducto
,
Nos
á responder del cargo
taba
,
le
impondríamos
Cuando
(1)
tomaba
se
y que con ellas habian lanzado un reto pero que señalaríamos dia á don Fer;
que
se le hacia
pena á que
la
satisfacción
compareciese ante
,
y que
;
se habia
si
no
se presen-
hecho acreedor por
de alguna injuria ó se dirimía cualcomo juicio de Dios debia haber
quier controversia por medio del desafío,
,
entera igualdad entre ambus contendientes, no solamente en su linaje, sino
también en su categoría militar y en cierto modo hasta en sus fuerzas fíy así es que cuando no existia naturalmente esa igualdad, el retador ,
sicas
;
tenia obligación de
sostener
el
nombrar un
duelo. Esta ley
,
á
la
caballero cual
que
igual
fuese
alude aquí don
al
retado para
Gimeno de Urrea,
existe consignada en los Usajes de Cataluña, en los fueros de Valencia y en
edad media, y se la hallará Libcllus de Bataüla que publicó
otras compilaciones legales de
samente reglamentada en lat
en su apéndice
al
el
la
Tratado de monedas de Cataluña
bro I Verde del archivo
de
la
municipalidad
guardaba también una preciosa copia entre monasterio de Santa María de Ripoll. todas las formalidades y todos los
boliia
de trakició
,
,
deu
lu
Barcelona,
Esplicando,
erudito Sa-
y del cual se
pues, dicho reglamento
procedimientos que
mes de trencament de treucs
,
el
copiándolo del Li-
los varios códices del suprimido
aquellos desafíos, dice en uno de sus artículos
¡d de
de
muy minucio-
•
É
ó daltre
debian guardarse en
si el
reptament no
trencament de fe
reptador dar contrascmble al rcptal.
,
es de
co
es
l>K
tan grave falla
Í-Ol
JAIMB.
respondieron ellos,
á lo coal
:
l).
del infante para esperar otro día; y así Be
marcharon desde luego.
CAPÍTILO CCXCII.
Seguidamente convocamos
hombres
arzobispo,
al
cuatro síndicos de cada
\
mos celebrar en Alterna
y
;
villa
certeza de lo que
acusados, pues era
que
á ser
verdadero
tal el delito ,
muy
era
pesar de nuestras escitaciones
cortes
las
.
ricos-
qii<-
debía-
manifestándole que su
,
no habia querido responder
pues, que respondiese
,
obispos
quien interrogamos sobre
á
,
nos habia dicho
se
suegro don (limeño de Urrea go. Dijíinoslo
para
.
los
poco de haberlos convocado, se nos
; ¡
presentó en Valencia Ferran Sánchez la
á
que
alguno de
ó
él
imputaba
se les
en mengua de su ,
ni él ni
Resolvimos entonces marcharnos
que
los
todos ellos,
pero á
;
demás cóm-
se les hacia.
á Algecira
para esperar
,
al in-
fante al paso del rio, en caso que viniese, y poder destruirle
fácilmente
,
si
algo intentaba
cazando, puesto
á la
mira de
Nos.
contra
lo
por un vado
mas abajo de Segayren
Corbera ballo.
,
,
pensábamos, supimos que y
,
dicho
acompañado de unos veinte
éste
que
y cinco
mas
nos entretuvimos
Allí
lo (pie hiciese
cuando menos
car-
demás
los
lealtad
ninguno de
plices quisieron responder á la acusación
¡i
al
infante; pero
habia
pasado ya
se habia dirigido á
ó
de
treinta
á
ca-
Entretanto habían ido compareciendo en Algecira para asis-
tir á las
cortes,
el
En Jaime
infante
,
el
arzobispo, los obispos de
Barcelona, Lérida y Valencia, don García Ortiz, don Artal de Luna, y los síndicos de las ciudades de Zaragoza, Teruel, Lérida, Ca-
latayud y algunas otras. hacia
el
Considerando entonces
infante con no querer aceptar
la
el
tuerto que nos
sumisión de Ferran Sán-
chez, y que, muy al contrario, después de haberle Nos rogado que la admitiese , no solamente no habia accedido á nuestros ruegos, sino que para prevenirse habia mandado'fortiíicar y guarnecer to-
dos los lugares que tenia en feudo por Nos; suplicamos á cortes que tuviesen á bien tomar parte
sándose y compartiendo
el
en aquel negocio
los ,
de
las
intere-
pesar que tales hechos nos causaban. Ellos
nos contestaron, que ya que dicho infante se hallaba en Corbera, irian á verle y harían
todo
lo posible
para ponerlo en paz con Nos;
—
i(l
historia
2
por nuestra parte
y
le
mos dado en Aragón .Man liáronse cion de
pues
,
don Artal
,
todos
confiscamos
Gorbera todos
á
para ver
infante
al
los á
,
se
él.
á esccp-
quien hallaron tan enodijeron, que
le
haber logrado su objeto
sin
contrario, enemistado con
al
,
ricoshombres,
que
jado y tan poco dispuesto á acceder á lo
bo hubieron de volverse
había-
le
Cataluña.
y ,
feudos que
los
al ca-
y habiéndo-
,
Vueltos á Algecira, nos dije-
ron que habian resuelto regresar cada uno á su tierra
pero pen-
;
sando Nos loque deberíamos hacer, y habiéndonos manifestado el
razonamiento que habian tenido con
el
mencionado
infante
hicimos presente, que no debian marcharse de aquel modo, bían haberle hablado en los términos en que lo hicieron el
arzobispo
los obispos
,
y todos los
,
á verle debian decirle
que fueron
reñido con vuestro padre
:
Vos
,
ros cualquier tuerto que se os haya hecho
juzguemos?
Si
no accedéis
nuestra amistad contra vos, hablaseis
;
á ello,
añadimos luego
,
infante
,
,
según
,
perseverar en su rebeldía. ¿
sino que
;
enmenda-
que nosotros
lo
reino nos alzaremos
que no
—
Si así le
se atrevería á
cómo habéis de ausentaros de
haber conseguido ningún resultado en esta cuestión que
sin
Nos y nuestro
bate entre
dos?
¿Y
de-
¿ porqué habéis
es rebelde á su padre.
es bien seguro
Y
ni
no tenéis que contar ya mas con
sino que nosotros y todo el
como contra quien
les
,
ricoshombres y ciudadanos
siendo así que está pronto á
,
ellos
aquí, se de-
hijo, y por cuya causa fuisteis congrega-
qué responderéis, desdichados, cuando por
camino
el
se
os pregunte, porqué habéis dejado al rey en guerra con su hijo?
Movidos de nuestras razones al
infante
,
nos contestaron que volverían á ver
,
y le dirian lo que acabábamos de indicarles.
nos además, que fuese también
con
allá
don Artal
,
y
aj-í
Rogáronenviamos
lo
ellos.
CAPÍTULO CCXCIII. Luego que nuestros enviados llegaron dijeron
al
arzobispo que tomase
peto habiéndolo
él
rehusado
,
la
á
presencia
palabra á
hicieron
otro
del
infante,
nombre de todos; tanto
el
obispo de
Barcelona y todos los ricoshombres, ninguno de los cuales quiso |ei
el
primero en hablar
;
hasta que por último, habiendo rogado
— M ¡i
Juan
)<\
que
palabra
l.i
pos
Gil
,
lo liieiese
—
— Levantando entonces dadas
,
haced
del rey
las instrucciones
Pío
importa
las
manos
que
del
bacedlo,
,
le
i Dios, «lijo:
mi
¡í
llevar
tantos obis-
y
replicaron todos.
— Gracias
ossean
hablar en este negocio;
el
,
dije ron nos
éste tenia,
nó tan cumplida
>
debían hacerlo. del resultado de
cuenta
en vano todos bus
sido
los
intentes que
fatales.
Propusimos
y declarándonos
infante;
al
a
pero
:
nos dieron
,
diciéndonos que habían
fuerzos por persuadir
luego con arreglo
habíamos dicho que
les
Cuando hubieron regresado embajada
— Habló
infante.
habíamos dado
les
enérgicamente como Nos
su
Y cómo he de
,,
mis palabras sean tales, que redunden en mayor honra en provecho
y
—
contentó:
Señor, de que me toque
(pie
4-03
estando aquí presentes nn arzobispo
ricoshombres ?
\
!<>
.
JAIME.
I».
que amenazaban sernos
entonces á los ricoshombres, que Be quedasen aun por algún tiem-
po con Nos; pero viendo guir con su mediación
que nada
ellos
podido conse-
habían
hecho mas
que y que no habían permaneciendo á nuestro lado, se obstinaron en marcharse.
pues, en mal hora, de un
Con
modo
,
dijimos, que para nada
les
ú otro sabremos Nos ahan/.ar
lo
gastar
—
[dos,
necesitamos, y que pretendemos. <>>
esto se separaron los de las cortes, volviéndose cada
uno
a mi
tierra.
CAPÍTILO CCXCIV. Al cabo de tres ó cuatro dias recibimos del infante un mensaje^ en que nos pedia que
le
enviásemos
el
obispo de Valencia
mos
á Játiva,
de Navidad
,
donde
al
cabo de
compareció
y con gran secreto:
el
muy
tará aquí en Játiva para pediros
cer en todo vuestra voluntad.
los
suyos
,
poco tiempo,
obispo de Valencia
entregárseos sin ninguna condición
y efectivamente aquel
la
y que
;
que
le
y
el
viernes antes
Nos el
dijo aparte
infante quiere
efecto se os presen-
perdonéis, dispuesto á haen gran manera el
tal
noticia;
infante con todos
donde nos hospedábamos Nos en
Játiva. Al descubrirle, nos levantamos el
al
dia compareció
casa
,
que
cierto
— Pingónos
mismo
entrándose en
plaza deAlgecira, nos fui-
la
—Señor, sabed de
dos
mas entretanto,
caballeros de nuestra confianza. Así lo hicimos;
dejando convenientemente guarnecida
y
buen recibimiento que merecía
,
;
y después de haberle
ya que
hecho
tan gozoso y humilde
401
nisToiuv dijimos que se fuese á acostarse, y que dia siguiente hablaríamos los dos de nuestros negocios. Sin
Nos,
se presentaba ante al
lueero
embargo
lo
en vez de ceder á nuestras instancias
,
mundo
no tomaría posada en ninguna parte del
hasta tanto que
mandásemos llamar
hubiésemos perdonado
;
tros caballeros y á los
hombres buenos de
y que ante todo
nos contestó que
,
á nues-
conforme
la villa,
le
lo hi-
cimos.
Reunidos todos dijo
:
— Señor,
á nuestra
que yo feyto he
lo
dolor he yo en moii á vos pese
mies coses
aquí
que querades.
lo
pies, nos los besó,
Nos sentimos
á
—Y
,
que
feyta ninguna cosa
mí
é fets de
,
é de
les
arrojándose en seguida á nuestros
suplicándonos por Dios que
no pudimos
que
infante y
el
pesa muyto, é muyta gran
merce
vostre
ojos se anegaron en lágrimas; de la
me
tan viva emoción en aquel
compasión en Nos
dad y de
púsose en pié
,
com yo he
coracon
é viengo
:
presencia
momento
resistir
modo que
devoción que nos tenia
,
y escitó tanta
,
punto nuestros
al
y
,
perdonásemos.
le
en vista de su humil-
no pudimps menos que per-
donarle.
El dia siguiente hicímoslo comparecer ante Nos en
San Félix preso llegó,
,
adonde vino con
,
el
maestre del Hospital
la iglesia al
,
po de Valencia,
á
un lado con
y le
demandas que Nos
le
ó setenta mil sueldos
hicimos
la
el
maestre del Templo y
Valencia
,
Quedamos
sin ,
,
desistiríamos de ellas
si
las
;
además
y
,
le
,
que
le
casi á doscientos mil
sueldos.
satisfechos y alegres ,
permitiésemos
;
pues nos manifestó
antes lo
ir á
contrario, es-
al
que
le
mandásemos.
Valencia, donde tenia
y dejándolo á su albcdrío, fuese
desde donde vino después á vernos á Denia
,
allá
en efecto,
acompañado
del sa-
de Lérida, que en aquella ocasión era ya electo de Huesca.
Díjonos en
tal entrevista,
que
si
nos placía, pasaría
ciertos negocios suyos; y respondiéndole lo
obis-
reino de
taña en todos tiempos dispuesto á cumplir
mucho que hacer;
el
el
que no era su ánimo reñir con Nos jamás
Suplicónos luego que
bien
hacíamos no eran mas que sobre cincuenta
embargo de ascender
con esto
No
siguiente proposición: que
satisfaríamos todas las deudas que hubiese contraído en
crista
cual tenia
y nos trajo en aquella ocasión para entregárnoslo.
apartámonos
de
quisiera para
currió á
la
ser á nuestro
gusto
,
Cataluña por
á
Nos que bastaba que
marchóse
allá
,
el
donde con-
consagración que se hizo en Tarragona del sacrista de
Lérida, para ser como fué en aquol tiempo obispo de Huesca.
40.Í
fJJME.
I>E D.
CAPULLO CCXCXV. «
Dirigímottos laego hacia Murcia, haciendo saber ya de antema-
no
prohombres, que Nos debíamos llegar;
los
¡i
que
ingenio
debo decir aquí,
mondo bobo jamás, que aguzaran mejor su dar buena acogida como con Píos hiciena rey
hombres en
si
y
pasa
el
¡i
,
ron-, eran ellos. Al creció, salieron todos cmniios había en
blación á recibirnos, quien
.i
Nos,
:
pararon y dijeron
se
Madre
reina
vinieron á vernos
llamado
biao
de Odena
mismo tiempo
,
que
el
allí
tal
con
gárselo
ellos
esforzáronse
vo nuestra gracia
dia.
A
;
como
uno de
los cuales,
nos dijo
á
Nos
que
:
lo
ayuda que Nos
de
-
les
que nos quédaseme
el
rey de Castilla
y concedido por nuestra parte
pues aun cuando no habíamos ido
,
fa-
segui-
por espacio de diez y nueve dias cazando y divirtiénallá
mas que para ver como
poblaba, sentíamos tan grande alegría de ,
anochecer
y
pesar de esto, impetraron de nue-
donos
habitantes
al
;
pero Nos no quisimos otor-
;
el pais
se
la
nos rogaron
mos en ;
la
y suplicamos por ellos al rey.
para que tanto Nos
voreciésemos su población
de
las casas
gozaban
cuál fué
dos ó tres dias ó mas
mas que por un
lugar tenian, por
en pié y
bien de que
y
el
por cuanto conocían y recono-
,
como conocían también
motivo
tal
villa ,
la
se puso
,
dimos cuando estuvimos en Burgos
Con
llegar ante
Dios y á su bendita
de don Fernando
las
prohombres de
los
En Andrés
así
;
al
hospedarnos en
á
agradecian á Dios nuestra llegada cían al
¡í
bien que en
el
Fuimos luego
aunque comíamos en
,
caballo; y
que agradecían
atendido á que
allí,
alcanzaron.
lo
¡i
habernos visto, ¡mes no podían tener mayor gozo que
el
de vernos
Nos
pie, quien
po-
la
que
los
mirábamos como
CAPULLO Volvímonos luego
á
Valencia
;
la
prosperidad de sus
fuesen subditos nuestros.
si
CCXCYI.
y
al
llegar á Algecira, vino fray
Pedro de Alcalá, mensajero del papa Gregorio \, con una carta de éste, en la el
que nos suplicaba que
asunto de
la
le
diésemos consejo y ayuda sobre
Tierra Santa de ultramar.
Mucho
nos plugo
tal
men-
HISTOKIA
iOG de
saje, y
viamos á decirle en contestación taríamos sin
de Lyon
con
falta
En Pedro
infante
que
concedimos
le
mas
,
Nos marchamos
para
,
que
antemano hicimos
la
cuaresma salimos de
al
llegar á
Gerona, nuestro hijo
pascua en Torrella
la
com-
en su
tal fiesta
lo
,
;
dímosle en seguida orden de que
á
Monpcller, donde permanecimos
encontramos
,
á los
mensajeros solemnes del
quienes nos rogaron en su nombre que esperásemos un dia
,
en San Saforin, á
Accedimos Nos
,
leguas de
á tres
de que pudiera hacernos mejor recibimiento.
fin
deteniéndonos en efecto en dicho lugar, que está
Lyon
y
;
al
dia siguiente
al
,
rayar
el
alba
levantamos dirigiéndonos á esta ciudad, donde entramos
mero
concilio
ir al
después de los cuales nos pusimos otra vez en camino.
Al llegar á Viena papa
es-
lo
y nos dirigimos á Perpiñan, hasta don-
allí
de nos acompañó dicho infante
ocho dias
que nos señalaba
y de
;
pasando de consiguiente
,
en-
pues
,
convidónos á pasar
pañía. Salimos luego de
se volviera, y
dia
mediados de
á
,
,
atendido
;
que enviamos provisión para dos
á las
,
Valencia y nos fuimos áLyon; el
el
nos llamaba
él
ya tomar nuestras posadas
meses ó mas. Con esto
que
,
Preparémonos
61.
que era donde
,
estremo
nos alegramos en
ello
mes de mayo
del
llegar á ella
todos los cardenales
En Juan
tramar,
saliendo á recibirnos
;
,
En Gaspar
Gil y
el
el
,
nos
dia pri-
una legua antes de
maestre del Templo de ul-
de Roselló, que guardaba
la vi-
papa, y además muchos otros obispos y ricoshombres. Tanta era la multitud de gente que allí habia y que nos salió á repor
lla
cibir
el
que para andar
,
espacio de una
el
casa del papa, tuvimos que luchar desde día.
Después do esto,
dasen
la
papa dio orden
la
mañana
hasta
á los porteros
el
la
medio-
que no guar-
nuestros que podían y que á cuantos dijeran los permitiesen ; de modo que cuando Nos entramos, en-
puerta
entrar, se lo
el
legua y poder llegar á
,
traron también todos los caballeros y además cuantos quisieron.
CAPÍTULO CCXCVII. Estaba
el
papa en su cámara
,
bamos
;
Nos y
se fué á sentar en su silla
y
al
oirlo
,
salió
al
cuando
le
dijeron que
punto revestido
reverencia que los reyes hacen
,
al
,
Nos
llegá-
pasó por delante de
en cuyo acto
le
hicimos aquella
papa y es costumbre de hacer.
I»,
[»i
Habíannos puerto junto
¡í
sn>;i
l;i
dijimos: que lo
vji
veia
qoe aquel era
5
así
,
nos sentásemos,
pasando Nos
y
eamo habíamos primero, y
<-l
para que
silla
parta derecha;
l.i
;í
una
lado
su
.i
107
MUÉ.
i
llegado
.i
hablarle,
le
dia que nos leía-
el
que no era regalar hablar de
negocio alguno por entonces; y por ultimo, que al dia siguiente volveríamos á su presencia oiríamos lo que él nos dijese t y lo ,
responderíamos de modo, que quedaría satisfecho de Nos.
La maüana siguiente comparecimos de nuevo le
encontramos en su cámara con
á tal
sazón
arzobispo
el
de Videncia y
obispo de Barcelona,
el
,
de Mallorca. Pasamos
el
punto
al
papa empezó
el
Tierra Santa de ultramar,
,
y
cardenales; entrando ron Ñus
Tarragona
bien lo estuvimos, ruando la
los
su presencia
á
esplicando
venido allí, guiado por nuestro Señor,
ventarnos
á
no
y
hablar del asunto de
.i
(dijeto para
td
,
el
para llevar
que había
cabo
á
tal
ne-
gran gozo que tenia de vernos, y que confiaba en Dios, que con nuestra ayuda y la de otros nos inspirada gocio. Añadió luego
el
aquel una buena idea provecbosa á
Tierra Santa
la
que
,
había
se
de ganar en su nombre.
Pusímonos en papa nos dijo
entonces
pié
que
tal
íbamos
é
,
descubrirnos
,i
no hiciésemos: antes por
mas
;
contrario, que
el
nos sentásemos y que nos cubriésemos de nuevo la cabeza cuyas espresiones nos dijeron también los cardenales todos á una voz. ;
Sentado, pues, de nuevo, nir
Nos
concilio
á tal
,
lo
al
el
fray le
Pecre-
que de su parte nos dijese; mas que nuestra en
Evangelio: Gloriam
vo de decir
un mensaje para ro-
un predicador llamado
efecto á
contestación habia consistido
ñor en
él
que para ve-
:
babia dado una carta para que Nos
al cual
yésemos en todo
de esta manera
nos babia enviado
,
gárnoslo, comisionando
dro de Alcalá
dij írnosle
tales palabras al
palabras que dijo nuestro Se-
las
mcam
allcri
non dabo.
— El moti-
enviarme vos este mensaje, añadimos,
es porque ya tenia intención de venir á veros; pues no queria des-
mas que
cubrir mi pecho á nadie declarase
mi voluntad
á
los profetas, es
Señora Santa María tro
Señor,
revelóse
dijo
la luz á
:
cuando
Lumen ad todas
porque no era razón que
las
y
,
solo á vos
sí
aquellos que vos quisieseis. Hallamos
decir, en ,
,
un mensajero vuestro
personalmente y delante de en
á vos
Isaías, que en la
fiesta
ésta fue á ofrecer al
rctclationcm gcnlium
gentes.
Y
esto
es
de Nuestra
Templo ,
que
una verdad
á
nues-
significa, ,
porque
IHSTOfUA
Í08 cuando
61
nació y nuestra Señora santa María
ofreció en el tem-
Hijo de Dios. De esto pode-
plo, revelóse entonces á las gentes el
mos deducir, que
le
bueno y santo, pues amque los otros papas no hi-
este concilio ha de ser
bas cosas se parecen
;
es decir
que
,
lo
cieron ni cumplieron para recobrar el santo sepulcro de ultramar,
en cuya tierra quiso Dios morir por nosotros y ser sepultado
,
sea
cumplido ahora por vuestra palabra y por obra de los clérigos y nobles de este siglo; pudiendo decirse, que aquella luz que en nin-
gún tiempo
pudo conseguir
se
po, y seáis vos quien
me
nido yo aquí y
me
ahora en nuestro tiem-
se consiga
encendáis. Por dos cosas diferentes he ve-
la
enviasteis á llamar vos
pertenece á mí solo
consiste
:
para que os diese consejo da. El
,
y
;
la
la
mas
;
otra hay aun, que llamasteis
segunda, para que os prestase ayu-
yo aquí basta para acreditaros que
venir
me
primera en que
os dé será el mejor que sabré y podré daros, y
consejo
el
que
mismo que Dios
el
ponga en mi pensamiento; y en cuanto á ayuda, ya lo veis. Resta, pues, ahora la tercera cosa, que es la que me pertenece, y consiste he de descubrir
en que os
servir á Dios
mismos
se
,
á todos
tanto
para lo cual
habrán de declarar á
sonriéronse
el
papa y
bíamos hablado
con
,
la
he de hacer y decir , que ellos Al oir estas palabras, fuerza.
—
los cardenales, satisfechos lo
que
dejamos
les
muy
cuyo motivo nos mostraron su agradecimiento
que
,
tengan ánimo de
cuantos no
;
de
bien que ha-
lo
complacidos, y por después de todo lo
nos volvimos Nos á nuestra posada.
CAPÍTULO CCXCYIIL Mas
adelante, enviónos á decir
guiente asistiésemos ya á lo que
le
al
lo
al
rayar
mandó
gamos no quiso ojos
que
falta el dia señalado.
nes y Nos fuimos
salió el sol,
concilio
papa, que desde
contestamos, que nos era
que no haríamos
arzobispos
al
el
muy
Y
grata
en efecto
viernes si-
en
la iglesia;
tal ,
invitación y
llegó el vier-
concilio, al cual se habían presentado
ya los
mas no habiendo ido Nos hasta que
el
alba
el
papa que se esperasen, y hasta que Nos
principiar
que vimos
él celebraría
el
al
;
lle-
su discurso. Maravilloso fué á nuestros
entrar en
la iglesia
obispos y abades habia quizá quinientos
;
pues entre arzobispos,
ó mas
:
el
papa estaba
db sentado en
como todos,
coro
el
caños mas altos que nos aquel,
cerca, que entre
él
advertir, que sn
cardenales v patriarcas. Al ver-
los
ñoríos había guiado
papa
el
y
:
en
latín
conducido
y
que tenían
las cosas
le
tanto
amor
sufrió pasión y
Imposible seria hizo
le
y
lia
,
antes que á Dios. tó á todos
del
discurso
fin
¡í
asi
.í
ya que tanto
—
y
nadie hay
papa, en pro añadir»,
v
h
atendido
nuestro Señor, ya
que ton
til
— Porque, aña-
ocasión quisiese faltarle?
dejar
di'
que quiera
servir
al
smir
al
las
los
m
<¡
que manifes-
pecados
tercero,
<í
guiente, no podían perdonarse sin la restitución
á
al
podia menos de perdonarlos, por cuanto
dro
,
al
desatar
;
hombres. Dijo ademas
cual dio nuestro
y por lo
,
él
;
\
por consi-
mas aquellos que
tal
,
no
estaba colocado entre
que tenia
Señor facultad en
mismo que
fin
cuantos
causaban solamente á nosotros mismos ó á nuestro Señor
los
I»
escepto robo, logrería y hurto, por-
que estos eran pecados que cansaban daño
Dios y
*
diablo,
salvación de nuestras almas; v
que perdonaba todos .
todo, id-
id
su fé:
Kstas v otras razones fueron
prestasen tal servicio á Dios
lo
nó
si
.
i
nos había
de rescatar aquel santo
que en
id
ha-
Di
había dado Dios
las
.¡-í.
pues no puede nadie
de salvar;
nuestro Se-
bienes que en-
Ion
muerte por nosotros.
dió en seguida, ¿quién lucra
los
y
cabo tan buena
á
que eran sus enemigos ] no creían en
cual, convenia corresponder
lo
\
nos
devolviésemos también
parte de lo nuestro, los
llevar
no- había dado
quien
él
nuestro servicio, y utilidad propia,
menos una
masque
él
viento pudieron impedir que todos
ni
que todas
dado, justo ora que
para
núes
la
como
diciendo
,
además, que bien sabíamos que
bía criado y que era
tonces teníamos
bu lado, tan
á
que
Bita
contra viento,
allí
enfermedad
nos reuniéramos;
palmo mas
solo era un
silla
cardenales habían venido
ni
había en dos es-
él
Nos no podia caber otra persona; debiendo
j
mi discurso
obra, pues
de
y delante
llamarnos para que nos sentásemos
lii/.»>
Empezó
demás,
los
ío'j
ü. JAi'.ie.
el la
poder de san Petierra para atar y
perdón habíamos de recibirlo con
gusto; y por último otorgó únales perdones á aquellos que por viejos ó enfermos no pudieran emprender el viaje, pero que diesen para que se verifícase, cuanto hubiesen podido gastar en
52
él.
410
historia
CAPÍTULO ccxcix. Después de esto marcháronse todos cuantos habia en lio
pero nos advirtió
;
con
él
papa que
el
pues queria hablarnos
,
dia
al
Fuimos
jeros de reyes y príncipes de ultramar.
mañana
siguiente
varios
allí
pues
,
verle la
á
,
mensa-
también algunos
propio tiempo acudieron
al
y
;
conci-
siguiente nos viésemos
ya que estaban
,
el
otros representando á sus señores, reyes ó príncipes, estando ade-
más presentes en aquella sazón
Templo,
las
hecho
al
papa
hombre y
para su servicio
,
viejo
de aquende
:
de tola
mar,
tomó
la
que nuestro Señor habia
todas las demás criaturas
á
mas
maestre del
ante todos los cuales
,
y dijo de este manera
,
el
,
el freile
funciones de maestre
y además otras muchas personas el
cardenales
Juan de Cartellá, que era
íray
dos y desempeñaba
palabra
los
,
y haciendo tanto honor al
,
criándolas todas
hombre
,
que hasta
lo
formó á imagen y semejanza suya y que así, ya que tanto honor nos habia hecho y habia querido morir por el linaje humano , ra:
zón era que hiciésemos mucho por socorriéndole en aquel lugar donde
diendo con nuestro amor
al
suyo
,
él le
lo
,
que podria conseguirse
tenían preso, y correspon-
puesto que tan caro
tado cuando por nosotros quiso morir.
le
— Pues ¿quién
habia cos-
seria, con-
tinuó, el que no quisiese ayudarle con su propia persona, y cuando
con esta no pudiese
dado ? Este
,
siglo es
alíñenos con
como
el
lo
mismo que Dios
fuego de estopa
bienes temporales se adquiere y cuantos gullo se tiene la
:
igual á lo
mas
,
se
que digo es este mundo
posee ,
les
,
la
hora de
,
á él
debe cedérselos
gloria del paraiso.
lo
debiéramos entregar
,
bienes, para que de esta la
mas orasí
comí»
mas encendida
tierra
le
muerte. Por
ha dado ta-
para que luego pueda alcanzar dijo
al
fin, á Dios
puesto que tanto hizo por nosotros
no solamente con
desde luego
,
Todo cuanto tenemos,
la
viéndole
pues
la
pues, debe pensar cada uno, que ya que Dios
bienes
,
de esta vida y los bienes terrenales que uno tiene,
desaparecen y se anonadan cuando llega esto
hubiese
pues cuantos mas
estopa se consume y anonada mas presto, cuanto
está, asila gloria
le
las
manera
personas, ,
de ultramar.
con
si
;
que además con
tal servicio
,
sir-
los
pueda ganarse
hV.
Ai acabar
íl
IA1HB.
I).
papa bu discurso, levantémonos Nos, mas
el
i
punto
al
nos hizo aquel sentar, diciéndonos que do quería que estuviésemos
en
|»i<''
en seguida
j
;
manera
— Padre
:
santo
este asunto, ya que
consiste <
1 1
vi«
* i
luego,
somos
vamos á dar,
<>>
tardanza, escribáis
sin
pital, al rey de Chipre y á
rnmo habéis celebrado <¡iic
único re\ que aquí se encuentra
el
ciudad de Aere,
la
aquí se preparan
demás para
los
lo
mismo
:
que
y
el pais
gencia
porque
,
á
por San
como
Juan
pueda
,
decimos con
<>>
de
concederemos de nuestra
pedís, os
os
daremos mas que menos decís
tierra
la
mas aun
:
os acompañaremos
,
Nos
este caso deberá quedar para
que os damos y
te es el consejo
por cierto que
mil
esta
la
los concurrentes
pronunciase una sola palabra
silencio
santo
haced que nos respondan aquí mismo
,
;
pues
modo no
así
nos volvimos
el
— Bien
— Hablad
papa
al
pontífice
ro
Templo el
;
,
pues
.
diga cada uno
y á Juan Cartellá
primero
segundo
,
se
los
dice el rey de ,
En
que
le
vos lo
,
Es-
ofrecer.
que ninguno
mas advirtiendo
dijimos
que
:
— Padre
se hallan
lo
que de otro
Aragón, añadieron
Artal
de Balan'
parezca.
continuaron todos callando. Dirigióse luego del
le
y
,
;
sin
prometerán quizás por vergüenza
prometerían.
los cardenales.
entonces
,
tierra.
ayuda que os
Nos su
pero en
caballeros;
Concluido nuestro razonamiento, callaron todos,
ai
ultram
á
diezmo de nuestra
el
:
también es
así
vos pasáis
si
,
con
allá
mayor ur-
daré en estos términos
tened
y
,
la
refuerzos allá,
ir
percibís el diezmo de vuestros prelados,
lo
verifica
y no podrían estos sostenerse.
los cristianos,
En cuanto ala ayuda que me
sentes
que primero
los
sino construir cas-
.
sahian los moros que lian
si
acosarían desde luego
de
mientras que
„
1
nuestro pasaje; haciendo todo lo que
como
sabei
y fortificar los lugares, donde permanecerán de guarnición.
hasta que de aquí á dos años,
así
haciéndoles
en seguida
allá
vayan, no llevan por objeto combatir tillos
Hos-
del
al
este concilio por causa del rej de ultramar;
fuerzas antes citada- pasarán
las
y
dos mil peones,
\
maestre del Templo,
a!
;
primeramente
en que
Santa quinientos caballeros
ú ln Tierra
s
palabra, espresándonos de esta
la
queremos bablar antes que todos sobre
,
que
consejo
el
tomamos
—
Sin
el pontílicc al
,
dijo
embargo maestre
para que esplicasen su opinión; pe-
escusó también
,
y
quiso que
hablase
antes
el
motivando su escusa con que miccr Juan Cartellá hacia
ya sesenta años que era de
la
religión.
— Maestre, no debe
tratarse
i
l
HISTORIA
£
— contesto
nii^ aíios.
ahora de
hubo de ordenar
otro;
el
consiguiente
|ior
aquel que se esplicase. llízolo por
á
el
fin
papa
el
maes-
tre; pero en vez de decir al pontífice, que ante todo debia darnos gracias por el ofrecimiento á
baeu cabo
negocio de
el
palabra que mostrase
que Nos
habíamos hecho para
le
ultramar, no pronunció
menor agradecimiento
el
,
llevar
una
ni
sola
y se contentó con
muy maduro consejo, por
decir que aquel asunto necesitaba
los
acopios que
de armas y bastimentos deberían antes hacerse
porque
menester interesar en
seria
muy
hallaban todavía
nuó
dos cientos cincuenta
de á
— Al
pié.
pirle diciendo
— Al
á
á tres cientos caballeros
pontífice
el
que contestó poner
,
caso
,
Acre
sitio á
pudo reunir mas
,
allá
maestre
si el
;
—
Sire
,
de diez y
conti-
menos de
á lo
papa resuelve enviar
allá
— Preguntóle enel
sultán
á lo
;
según mis noticias, cuando quiso
que fué cuando hizo
— Según
y otros leños.
:
se
no pudimos menos de interrum-
cuántos buques podria tener
maestre
el
— Yo,
y
y unos mil hombres
mil caballeros, ¿con cuántos contribuiréis vos?
tonces
muchos que no
se necesitarán
ella
oir tales palabras,
:
empresa
bien dispuestos á acometerla.
opinión que para
soy de
,
la
,
el
mayor
embarcaciones
siete
esto, añadió
el
,
esfuerzo
,
no
entre galeras
papa, necesitaríamos no-
sotros tener otras tantas, y mejor hasta veinte.
— Padre
santo, re-
pusimos Nos entonces, no os deis pena por eso, que no
se
nece-
con diez que queráis armar de nuestra tierra, estad se-
sito tanto:
guro que no solamente no retrocederán por diez y siete , ni por diez y ocho ni por veinte sino que embestirán contra ellas v las ;
echarán
á pique.
Levantóse entonces en Arta! de Balan, y dijo: cio es éste de
mucha importancia
— Sire,
nego-
pues los enemigos han poseido
;
mucho tiempo , y no será ahora tan fácil el reNo hagamos como el gozquecillo que ladra al mastín, v
aquella tierra por cobrarla.
éste le desprecia;
que aunque pase
quier personaje, no ra
:
me
por esto
le
será tan fácil
adhiero á
la
le
se, creo
Ultramar un rey ú otro cual-
como suponen
el
ganar
la tier-
opinión del maestre del Templo.
Corno vimos que nadie replicaba papa y
á
á estas
palabras,
volvímonos
— Padre santo, ya que que puedo marcharme. — con de —Salímonos con de — Barones, podemos marcharnos; dijimos:
mitiva, y
el
les
luego
pontífice.
dijimos:
al
nadie quiere declarar-
Idos
nos contestó
—
ya
la
bendición los
Dios,
nuestra co-
pues
1>E i>.
hoy ña.
Ü3
fAIMB.
monos hemos dejado bien puesto Guando *'^t u\ mo^ afuera, donde s
á lo
—
garbosamente
saltar
pudieron menos cían
nuestro caballo
de
modo
de
,
—
decir:
orne
— Fuímonos entonces biendo llamado
En Raimundo Rfarcb
>i
net, que eran de nuestra tierra
papa,
les
dijimos aparte:
—
ríamos que nos coronase; concilio
,
mayor honra
rone aquí mismo jeto
posada;
,
y
^
ha-
mucho valimiento ron
tenían
el
Si el pontífice quisiese hacerlo, desea-
nos ha traído
Dio-,
hubiésemos ido
si
á
ú este
Nos que nos co-
será para el papa y para
Homa
mayormente teniendo ya, como tenemos,
;
de-
En Bernardo de Casca-
v
pues ya que
que nó
no
.
los turcos.
¡i
día siguiente
al
y
como
rey
aun sendos lanzazos
á Duestra
lucírnosle
franceses
los
ese
tan viejo
Pío es
pues bien podría repartir
;
admirados
,
Joan de Gi-
jra
espolearlo,
al
y
;
honor de toda Espa-
hallaba
<-
i
cabalgamos en
lí,
el
con este ob-
dispuesta
la
co-
rona que deberá ceñirnos, y tan buena, que no puede haberla me-
le
Lyon
pues está trabajada de oro y piedras preciosas, y vamas de cien mil sueldos torneses. Contestáronnos, que se ale-
jor en
;
—
grarían
mucho de que
tros deseos,
y que
al
dia siguiente dos
Volvieron en efecto por pa
mañana,
la
de que ratificásemos Nos
gón
,
que
Homa,
le
el
habia prometido
á lo
á
nuestro padre cuando se coronó en
las
manera de que
el
mas
empeñaba
,
quizás
recía razonable
le
á
esto
á
y
daríamos dicha suma tales
;
pidiese á
la
cuyo importe po-
once mil mazmudinas
que nos hiciese
que nos ma-
:
pontífice nos
sazón tributos del tiempo de nuestro padre, dría ascender por lo
pagando todas
;
que en adelante venciesen,
prometido. Respondimos Nos
ravillábamos en gran
nuestros deseos, con
tributo sobre nuestro reino de Ara-
anualidades que se adeudaban y
conforme
papa nues-
dos dijeron de parle del pa-
y
mazmudinas jucefmas
y era de doscientas
al
trasmitirían su respuesta.
que éste accedería con mucho gusto
,
tal
las
manifestarían
así se hiciese; «pie
que
:
tanto se
si
pero que no nos pa-
demandas, en ocasión en que
acabábamos de darle consejo y ofrecerle socorros que tenían doblado valor del que nos reclamaba á firmarle escritura
de ninguna manera tado á Dios y á
y
:
finalmente
,
que en cuanto
confesándonos tributario suyo, no ,
porque
la iglesia
de
los servicios
Roma
lo
haríamos
que Nos habíamos pres-
bien merecían, á nuestro en-
,
tender que se renunciase respeto de Nos á tan mezquinas exigencias.
Los enviados nos respondieron
,
que volverían
á
ver
al
papa
414
nisTOKU que acabábamos de decirles. Así
y le manifestarían lo
lo hicieron;
contestó, (fue por su parte y por la de los cardenales que se hallaban allí con 61 , no tendría inconveniente en y
el pontífice les
renunciar á sus pretensiones
niendo
el
En
voto de
los principales
pero que no podia hacerlo
En Juan Guayta que eran dos de que había en Roma, y á quienes solia siem-
Cuando
se
nos hizo saber esta contestación,
que Nos habíamos ido á
,
no te-
,
Ricart y
cardenales
pre pedirse consejo. dijimos
;
cernos tributario suyo
corte del papa
la
,
nó para ha-
sino para que nos concediese nuevas gra-
,
y que toda vez que él no quería coronarnos sino con aquella condición, nos importaría muy poco el volvernos sin corona. Con cias
;
esto renunciamos por entonces á nuestra coronación.
CAPÍTULO ccc. Mas
adelante celebró
también Nos con tífice
el
papa otro concilio
los prelados
de
la iglesia
un discurso que pronunció en
él,
,
y
;
cual concurrimos
al
terminar
pon-
el
hizo grandes elogios de Nos,
por los ofrecimientos que habíamos hecho
encomendó
;
Nos en
cristiandad que se rezase oración especial por
Nos
tadas, y que se celebrase también por
al
las
á toda
la
misas can-
misa del Espíritu san-
la
mandó á los que no eran misacantanos que repor Nos , dando gracias á Dios por la buena vo-
to; y últimamente
zasen
el salterio
luntad que nos habia inspirado en
negocio de
el
la
Santa,
Tierra
y rogándole que nos diese vida y salud para que pudiésemos llevar á cabo aquellas y otras empresas ria
de Dios y de su
discurso
,
gaña fuimos á ver ner en libertad causa de
á
al
del concilio
mismo
;
y
el
al dia
siguiente por
pontífice, para rogarle
don Enrique de
la Iglesia lo
mayor honra y glopapa hubo terminado su
todas para
Luego que
Iglesia.
Nos
salimos
,
la
ma-
que hiciese po-
Castilla, manifestándole
tenia preso el rey Carlos de Ñapóles
que por según
,
de público se decia y lo pretestaba dicho rey y que como don Enrique no era hombre que debiese pagar rescate , Nos y el rey
así
;
de Castilla afianzaríamos por bia de resultar de su libertad sia
de Roma.
— Salvando
él
,
que nunca en ningún tiempo ha-
ningún daño
al
rey Carlos ni á
vuestro honor, contestó
de deciros que andan equivocados
los
que
tal
el
la
igle-
pontífice, he
os dijeron
;
pues
la
Di£ n.
00 tiene
[glesia al
menor
la
UME.
j
parte en que dolí Enrique esté preso
contrario he rogado yo algunas vecen
que
él
saberlo
,
Garlos que
á
lo
soltase,
,
y
aun-
siempre de hacerlo, con decir qoe habia recibi-
se ha escasado
do de
ilii
muchas tuertos
grares injurias.
y
dijimos entonces
al
papa
;
— Mocho
porque con
las
ríos
place el
mismas razones
que vos dos dais podremos escasarnos también Nos en otros logares.
—
Sin embargo,
rogamos que por nuestro amor metiese de
le
nuevo acerca del rey de Ñipóles; y ria
,
porque deseaba
nos prometió qoe
él
así lo ba-
también por su paite ver en libertad
á
don
Enrique.
Hacia veinte dias qoe estábamos veinte y á
en Lyon
allí
y al cumplir los
;
uno, despachados ya todos nuestros negocios
partirnos, fuimos á ver
al
papa
nos, y apartándonos entonces con Padre santo
anochecer
al
un lado,
á
él
Nos queremos marcharnos
,
suceda lo que dice
el
proverbio
,
y dispuesto
¡tara le
despedir-
dijimos:
—
pero pata que no nos
;
que quien loco
á liorna va
,
loco
volverá, ya que no tuvimos nunca la satisfacción de ver á otro pa-
pa sino á vos, desearíamos que nos confesaseis y nos absolvieseis
de nuestros pecados.
muy buena
gana; y
nas y malas obras
absolución
mos en
el
,
sin
,
— Contestónos
así,
el
pontífice,
que
lo baria
de
habiéndole manifestado todas nuestras bue-
en cuanto nos fué
fiel
imponernos otra penitencia
la ,
bien y nos apartásemos del mal.
memoria
,
nos dio su
sino que perseveráse-
Ilincámonos luego de
y poniéndonos él la mano sobre la cabeza, diónos por cinco veces su bendición apostólica ; después de lo cual le besamos la rodillas,
mano
,
Al dia
y nos despedímos para volvernos á nuestra tierra.
siguiente salimos de Lyon, nos fuimos otra vez á Viena, y de aquí
regresamos á Cataluña.
CAPÍTULO
CCCI.
Llegado á Gerona, se nos dijo que
el
infante
nardo de Oriols un feudo que éste tenia por de Torrellas ja
;
,
á Ber-
En Ponce Guillermo
fundándose en que no podia haberlo dejado á su hi-
pero Nos dijimos que haríamos desistir
tensiones, por ser tanto á hijo
demandaba
como
muy
al
infante
de sus pre-
justo que cualquiera pudiese dejar lo suyo
á hija,
como
á cualquier otro pariente.
Con
tal
IIISTOIUA
If»
5
motivo enviamos
Solsona, donde se habian juntado los ricoshom-
á
cens, quien halló ya en aquella
que había sido enviado por
de nuestra parte
tó
En Bernardo
de Sanvi-
En Arnaldo de
Torrellas,
de Cataluña para movernos guerra, á
Ih es
bamos pronto
á hacer
á
Nuestro mensajero manifes-
el infante.
ricoshombres
á aquellos
sidad de conjurarse contra
villa
Nos
revocar
que no tenían nece-
,
ni contra el infante, lo
porque estába-
que éste había dicho
á lo
;
que
contestaron, que ellos no conjuraban contra Nos, y que su único objeto en aquel caso era el mantener las costumbres y los usajes que sus antecesores les habian dejado.
aquí reunidos
,
nuestro mensajero
les dijo
ha enviado a decir que no dijo el infante?
— ¿Porqué
,
pues, permanecéis
toda vez que
,
se cumplirá, antes será
Mal hacéis en obrar de
revocado
modo; pues
este
el
el
rey os lo
que
rey no
intenta quebrantaros ningún usaje ni costumbre, ni haceros en na-
da
el
menor
tuerto.
—A
pesar de cuanto les dijo, no quisieron ac-
ceder por de pronto, sino que se empeñaron en que habian de deliberar
;
por cuyo motivo separóse de
ellos
y volvió á encontrar-
nos nuestro enviado.
Después de esto nos fuimos á Barcelona, y á poco de haber llegado á aquella ciudad, En Raimundo de Cardona y los ricoshombres nos enviaron á en Guillermo de Castellaulí y jadell, los cuales nos dijeron
nuestra corte.
En Guillermo Ra-
que querian hablar con Nos delante de
Mucho nos plugo que
lo
hiciesen
y así, después
;
de habernos saludado, nos dijeron, que nos pedian por merced que
ningún tuerto
les
hiciésemos, porque tuerto
les
hicimos
apode-
al
rarnos de sus feudos y honores, sin haber precedido juicio de nues-
y pues sin juicio se los habíamos quitado , que se los devolviésemos, que ellos estaban prontos á hacer nuestro derecho, corte
tra
como
;
fuera con conocimiento de nuestra corte. Respondímosles, que
no creyesen que fuese nuestro ánimo eludir ro que queríamos el
do
,
sí,
que
se cumpliese lo
el fallo
de
la
corte; pe-
que prescribía
el
usaje,
cual estaba terminante en contra de lo que ellos estaban hacien;
gocio
y que esto lo lograríamos siempre, sin necesitar para el fallo
de nuestra corte
,
pues
lo
,
ni
ne-
habian ya juzgado nues-
tros antecesores y los suyos. Insistían ellos en ni usaje
tal
que no era derecho
de derecho parecía, que un señor pudiese arrojar de
su posesión á un vasallo sin conocimiento de causa
hiciésemos juzgar; mas
Nos
les
dijimos que
la
,
y
así
que
Iob
cosa era bien clara,
DI
pues teniendo ellos
JAIME.
I».
feudos por Nos,
Ioé
4-17
habiéndose negado
)
taraos los Bcrviciofl que por los tales feudos nos debías
bíamos Nos quitado; menester
juicio era
supuesto que era
y
,
ha-
se los
,
cosa juzgada, ningún
i
medio alguno pata alcanzarlo
hallarían >a
ni
\.i
á pi
Nos.
de
CAPITULO Cuando
vieron que nada podían coosegnir de su pretensión, d
naturalizáronse de Nos
de
<|ne se
GCCII.
cumpliera
j
el
á socorrerla,
la
\
villa
destruyéndola enteramente. Al noticia así que llegamos
tal
na; y por consiguiente nos volvimos
con todo todo
el
tal
maldad,
á
dispuesto
\
derecho que nos compitiese.
esto, vinieron á nuestra presencia
¡i
proceder contra
mos
ellos
Establecimos, pues, ñute \
illas
estando en
y
;
maes-
el
de Uclés y En Gonzalvo Ihañez, y nos suplicaron que
tre
Gero-
i
obispo de Barcelona,
el
Nos
ir
Barcelona con ánimo de to-
frontera para mejor defender nuestras
la
Figu<
a
toda formalidad
prescindiendo de
participáronnos
mar acuerdo sobre
lujo nuestro; y an
plazo del desafío, marcháronse
que era de dicho infante, derecho, incendiaron
En Pedro,
del infante
b«
tuvi<
bien nombrarles á ellos para arreglar aquel negocio con los
á
ricoshombres, der seguían
;
ú
en
Un de apartarles del mal camino que vista
de
lo
que
les
á si
enten-
respondimos que mucho
placia.
Llegónos aquel mismo dia una carta del
baile de Tortosa,
cual se nos participaba que el rey de Castilla
debían entrar ra
preparémonos
rarle al
al
punto para poder recibir al
cia,
para que
aunque
al
les
d
perdonásemos
mismo tiempo nos
,
si
plicas,
ellos á
Nos, ó Nos
nombramos por
y
obispo de
el
En Bernardo de
dijeron también que
al
;
Puigvert
en algo habian errado contra Nos;
si
á (dios.
jueces
dicho rey y hon-
Cataluña, implorando nuestra
•
ñalar jueces que conociesen quién era to
cuya lectu-
dia siguiente de Barcelona
de Cardona,
muchos otros ricoshombres
á
á nuestra presencia
llegará Villafranca, vinieron
En Raimundo
á
o la
reina y sus hijos
próximo jueves en aquella ciudad;
debidamente. Salimos pues
Barcelona, v
el
la
,
i
id
era pre
que había hecho
Queriendo Nos acceder
arzobispo de Tarragona,
el
se-
tuer-
á sus sual
c •)C *•
:iso
de
Ge-
;
HIST0KIA
418 roña
En Raimundo
abad de Fuenfria á
al
,
de Berga
á
,
En Gofredo de Rocabertí
que nos
y luego los
Para
tiempo
tal
En Pedro
á
,
Pedro
de Queralt
entraron con Nos en Tarragona, don-
los pidieron
de señalamos plazo para mediados de dichos jueces.
y á
de Moneada
cuaresma, de acuerdo con
la
dijimos que debían hallarse en
les
Lérida todos los ricoshombres de Cataluña y Aragón; que Nos es-
taríamos
allí
dia señalado
el
las
de don Fernando
Entretanto llegaron
;
mas luego partieron con Nos la fiesta
CAPÍTILO Pasada
tal fiesta,
nos que queria
mas Nos
pues no
,
sin contar él
ir á
Tarragona
á
Barcelona
á
,
y
de Navidad.
CCCIII.
pidiónos consejo
rey de Castilla
el
ver al papa sobre
tuerto que
el
,
diciéndo-
este le hacia
asunto del imperio y sobre otros muchos de que estaba que-
el
joso; le
infante
reina y todos sus hijos, á escepcion
la
punto pasamos juntos
tal
en
el
:
rey de Castilla, su esposa
en
con nuestro hijo
;
solvióse estenderlo por escritura. el
,
conocer y que entonces los antedichos jueces podrían todo lo que recuestiones que existían entre Nos y ellos
En Pedro de
asimismo
le
modo
convenia de ningún
le
aun que debía pasar por
guardaba.
se
aconsejamos que por nada del
No
la del
quiso creer nuestro
consiguiente marchó á ver
al
mundo
fuese á ver-
tan estraña tierra;
ir á
rey de Francia, de quien
consejo dicho rey
,
y de
papa.
CAPÍTULO CCC1V. Apenas
Nos el
el
las
pedó en
Barcelona
rey de Castilla habia salido de
camino de Lérida
dia que
brar
el
,
con
habíamos señalado
cortes
;
el
el castillo.
objeto de estar en esta ciudad
á nuestros
viniendo con Nos
En Raimundo
tomamos
,
el
ricoshombres para cele-
infante
En Pedro, que
de Cardona
,
el
se hos-
conde de
Am-
conde de Pallars y otros ricoshombres de Aragón y Cataluña reuniéronse en Corbins, no queriendo entrar en Lérida; y
purias, el
allí
se les juntaron luego
Luna
,
En Pero Corncl
Ferran Sánchez de Castro
y otros
muchos, que
,
como
,
En los
Artal de
primeros,
.
DI «•llegaban todos
Nos
seguros.
en
por motivo les
ÍÍÜ
JAIME.
dentro de
«pn*
,
enviamos
I).
á decir
que
ciudad do se creían
la
daríamos salvoconducto
les
que fuese menester; pero ápesar de esto no quisieron entrar,
lo
y lo único
que hicieron fué enviarnos sus procuradores
En Guillermo de dirnos que sefialámos
Castellaulí y
En Raimundo de
;í
Raimundo Gili. Con esto entablamos ellos dijeron
En Guillermo de Rajadell, para
señalásemos defensores; en
les
los
que eran
,
de
vista
que, Nos
1<>
Valles, canónigo de Lérida, j
demanda que contra
qne no estaban obligados
i
les
En
teníamos; mas
«'II"-
respondernos,
.í
pe-
li;i^t
tanto
>
que hiciésemos
restituir á
tado
En Pedro. Respondimósles que tampoco teníamos
infinite
el
Ferran Sánchez todo
obligación de hacer restituir á Ferran Sánchez
Gimcno de Urrea
por cuanto él,
Cornel,
sin
Artal de
y
además, que
teníamos de devolverles nada
Ferran Sánchez de Álcuacer
1
1 1
*
había qui-
le
que, nos pedían,
lo
Luna
En Pedro
y
misma formalidad,
sin la
bían propasado á hacerle algunos daños; por
gación
*
ofrecérsele á estar á derecho, habían desa6ado
En Pedro,
fante
En
,
«
lo
y
se nos había
de Naval
se
in-
ha-
que ninguna obli-
mayormente sabiendo que
,
apoderado
los cuales
.
lo
al
á la fuerza
de los castillos
no quería restituirnos
y los re-
tenia sin razón.
Pronunciaron con esto
mando dando
la
escepcion
á estos
que contestasen
separóse
la
que hasta
,
á nuestra
pro<
oradores
demanda
,
á
desesti-
.
,
cuyo
y
man-
tin se la
pero aquellos no solo no quisieron reci-
tiraron por
la
el
suelo. Al ver tal rebeldía
corte sin ulterior procedimiento. Entonces
tos hechos; pero los de :
y sin
la
,
rogamos Nos
otra parte dijeron que nada querían pa-
embargo de haberles luego ofrecido
solviesen dichos jueces
por
interlocutoria
jueces para que se nos abonaran diez mil sueldos por los gas-
á los
gar
jueces una
propuesta por dichos
entregaron dichos jueces birla, sino
los
no quisieron
,
ellos
estar á lo
que re-
acceder y se marcharon
fin
CAPÍTULO CCCV. Después que esto hubo pasado dro para que entrara en Aragón cer daño á los nemigos
;
y
,
,
fuimos á fin
á
ver
al
infante
de defender
Xos nos fuimos
el
á Barcelona,
En Pe-
pais y
ha-
dando ór-
i
HISTOMA
20
den de qne vimos
;i
se
reunieran nuestras huestes contra
salir
Arnpurdan, que
el
allá
conde de Ampurias. Supimos,
el
infante
La Roca, que era un
En Jaime,
castillo del
lucírnosle levantar el sitio
,
ver á
para
desde que
reina de
la
,
lo
que vol-
al
llegar al
hijo nuestro, tenia sitiada
conde de Ampurias
fuimos pues
:
y entretanto pasamos á Perpiñan
Castilla, nuestra
rey su esposo
el
después de
;
hija,
la
cual estaba
allí
habia salido de nuestra tierra para
ir
como
el
á ver al papa.
Llegó á nuestros oidos, antes de infante
En Pedro,
de Perpiñan,
salir
teniendo sitiado un castillo de Ferian Sánchez,
habia preso á éste y
habia hecho
le
ahogar
;
de
lo
que nos ale-
gramos por cierto, pues era dura cosa que siendo
nuestro
él
hijo y después de haberle
patrimonio
se
,
hecho tanto bien y honrado con pingüe levantase aun contra Nos. Al salir de Perpiñan,
luímos á recibir una partida de
que llegaba por desde
Rocabertí
y
,
ella,
;
y
la
encontrándola en
llamado Calabuig
Fuimos luego
partimos
,
En Dalmacio
á recibir la otra
hueste de Barcelona que llegaba por á
y
,
de
que nos apoderamos mandan-
del
,
que ya teníamos sitiamos
la
Bisbal
la
y pasamos por un castillo de
destruir en seguida.
dolo
de
con
allí
tierra
hueste salida de Barcelona
la
mar
Rosas, que
;
partida
con cuya fuerza
era otro castillo del
conde de Ampurias. Al saberlo En Raimundo de Cardona
En
,
Pedro de Berga y otros ricoshombres de Cataluña , entráronse en Castellón , donde estaba dicho conde , y allí en su compañía permanecieron por espacio de algunos
dias.
Vinieron después é encontrarnos
punto nos trajeron
á tal
al
él lo
dispuesto á estar á derecho
villa,
que era
del infante, hahia
do, pues, que teníamos ya acaba de decirse
el
dicho conde y
poder para que hiciésemos de nia
en
al
por
dicho lo
y pusieron bajó nuestro
que nos plugiera el
de Rosas
sitio
,
,
aunque ve-
suceso de Figucras,
cuya
hecho incendiar y destruir. Vien-
conde bajo nuestro poder, como
y que esto bastaba para dejar satisfecha nuestra voluntad, levantamos el sitio y nos entramos en Gerona, don-
de espusimos de
á
,
á aquel las quejas
nuestra presencia
antbos nos suplicaron
,
,
el
con-
acompañado de [En Pedro de Berga
que reuniésemos corte en Lérida
do catalanes y aragoneses, ante ellos
que teníamos. Compareció
la
,
,
y
asistien-
cual ninguna dificultad tendrían
en responder á nuestras demandas
;
añadiendo
el
primero,
dl «liio
nos otorgaría
aquella corle
utilidad
arreglarse
de manera que
Aragón
que
y
por medio
seria
de
tal
podría
oído loque,
Gatalufla;
y
ella
de
que nos pedían, diciéndoles que haríamos
lo
En Pedro acudiese
infante
el
pidiésemos)
le
todo
perfectamente
l-SSl
sazón, que
tal
;í
otorgamos en seguida
la
Nos
qae
lo
filio
i),
cual señalarnos desde luego
dia de
el
¡i
dicha corte, para
la
Todos
los
Santos.
CAPITULO CCCVI.
Gerona
Mientras estábamos en
Fernando, primogénito
muerto
go de que debíamos en Lérida
del rey de Castilla
que nos afectó sobre manera
l<>
,
llegónos
.
á
ir
comparecieron
)
Entenza infante
En Pedro. Por
Ampurias
En García
En Pedro,
nuestro hijo
al
conde de Pallartenia
baba de morir dejándolos
¡i
al
cuanto
á
en
lo
se les
;
en cambio
y «pie
ellos
y
de-
«nal aca-
el .
los
si
esto lia-
m.s cumplirían
v
quisiésemos
en Cataluña respecta
cual
tendrían un
especial gusto.
esto, que tan pronto
baria
el
antedichos
los
leudo de Berga y de
romo
llegase
ríamos con él, procurando arre-lar de manera basta
en Lérida
En Pedro de Berga,
aquel
mandásemos
les
arreglo del país,
póndanosles
el
cumplíamos, harían también
les
Guillen de
nos suplicaron entre otras cosas que
>
más lugares que por Nos
lodo
de que entrase
hablaros con Nos
^
conde de
el
como En Bernardo
Antes
Ortíz.
ricoshombres de Cataluña,
confirmásemos
otro partido
el
otros ricoshombres de Cataluña
j
sin estos olios varios
\
;
y
ríamos y
mas acordándonos lue-
:
Raimundo de Cardona,
también En
conde de
el
Aragón
nieto nuestro, había
fuimos efectivamente allá, compareciendo también con
,
igual objeto nuestro hijo el infante
Pallars,
nuera de qoc don
que habíamos mandado reunir
corte
la
j
la
infante habla-
el el
Res-
negocio,
enmendar cualquier tuerto que hubiesen
que reci-
bido.
Cuando hubo y fué
llegado
su respuesta: que
obligado en algo
gún tuerto que
á los
les
ría á ¡u ció nuestro.
el sj
infante, nublárnosle del citado negocio;
p 0r ventura
conocíamos que estuviese
ricoshombres de Aragón y Cataluña por
hubiese hecho
.
de buena gana se
Trasmitimos Nos
hijo á los ricoshombres;
c 5 t¡i
lo
al-
enmenda-
contestación de nuestro
pero cuando mis disponíamos á hablarles
422
HISTORIA
de este negocio en presencia de ronse aquellos de
la villa
los
prohombres de Lérida
sin despedirse siquiera
,
salié-
modo que
de
;
,
no pudo ya tratarse mas en aquella corte del negocio para que liabia sido
convocada.
CAPÍTULO CCCVII. Permanecíamos aun en Lérida después de haberse disuelto corte
cuando recibimos un aviso de que todo
,
de
habían demolido varias casas de algunos prohombres
,
cometido otros muchos desmanes. Al mismo tiempo
la villa y
también que En Miguel Pérez con numerosa compañía
se nos dijo
de peones
Va-
pueblo de
que en desprecio de nues-
lencia en general se habia sublevado, y
tro señorío
el
la
se disponia á
sarracenos de dicho
embestir y saquear algunos lugares de
reino de Valencia.
evitar y castigar todos aquellos escesos
,
Con
tales
los
noticias y para
luego de haber despacha-
do algunos negocios que teniamos que despachar en Lérida
,
re-
solvimos encaminarnos á Valencia.
Llegado
ciudad
á dicha
,
enviamos desde luego contra En Mi-
guel Pérez y los suyos á nuestro hijo
En Pero Ferrandez
de Híjar
pero temerosos con numerosas fuerzas de caballeros y peones aquellos de Nos , luego que supieron nuestro enojo , saliéronse en ;
mayor parte
su
del reino de Valencia.
Algunos hubo
,
sin
embar-
go, que se quedaron, y á quienes hicimos poner presos y ajusticiar
con arreglo
á
derecho.
Después de esto quisimos también proceder contra
gún hemos dicho bres de
la
sueldos
mil
ciudad ;
miento contra
habían derruido
,
,
y les
mas
así
los
que
las casas
los
que
,
se-
de algunos prohom-
castigamos condenándoles
á
pagar cien
que queríamos continuar nuestro procedise
recibimos noticia de que
habían hecho acreedores á pena corporal, el
alcaide
Abrahim
se
volviendo á fortificar un castillo llamado Sierra
habia sublevado,
de Finestrat
Nos habíamos mandado ya demoler algún tiempo dejamos pendiente
atrás.
,
Con
que tal
que teníamos que hacer en Valen-
noticia
,
cia
resolvimos trasladarnos en seguida á aquel territorio donde
,
y
lo
se hallaba situado dicho castillo. los sarracenos
Al llegar
á
Algecira, supimos que
de Tous se habian sublevado también, apoderándose
DE del «astillo
por consiguiente
;
123
1AM0S.
I).
les
enviamos un mensaje intimándo-
les
que nos entregasen aquella fuerza. Contestáronnos entonces que
les
concediésemos un plazo de entrega
verificarían
la
fortificaron
mas
deque
vulgó
cuales nos
l«»s
«l*-
cumplir
fama que
la
antes se
,
sazón Be
á la
acudían á socorrerlos algunas fuerzas. Viendo
estaban con ánimo de resistirse,
<|ne
cabo
al
pero tampoco quisieron
;
mas, movidos
v
días,
de aquel rumor, acordamos
noticioso
y
trasladarnos á Játiva
luego nueva cierta de que habían entrado en
Nos
al
mismo tiempo
,
donde tuvimos
tierra algunos
la
d¡-
ca-
ballos lijeros.
Resolvimos
por
que defendiesen
para
la
hombres de
enviar cuarenta
tanto
de
villa
Alcoi
.
caballo
á
guarnecer asimismo
i
el
de Cooentaina, por donde debían forzosamente pasar aque-
castillo
que habían entrado; con cuyas medidas conseguimos,
llos jinetes
que habiendo atacado
la villa
de Alcor doscientos cincuenta de di-
chos caballeros, les causaron los nuestros grave daño, haciéndoles
perder su caudillo
,
llamado Alazareh,
el
mismo que en
po se habia alzado ya contra Nos con algunos y
que
se vio obligado á desampararlos,
no volver mas
ra para
tenido
acuerdo entre
yeron
la
Cuando
llos
pero estos
:
mayor
los
baban de
sí , salir
parte
moros
de les
la
plaza
quisieron
,
les
llegado de
ya á embestir algunos de nuestros
la
cual ca-
,
que aca-
ayuda de aque,
se atrevieron
que Nos no habíamos por no tener
sospecha de que intentasen snblevarse de aquel
de
la
refuerzo
castillos
tenido cuidado de guarnecer debidamente
;
en
,
muertos ó prisioneros.
,
por consejo y con
habían
ningún
sin
del pais tuvieron noticia del descalabro
caballeros que
ñor natural
,
para dar alcance á los caballos
los cristianos
sufrir los nuestros,
su tier-
embargo, después de haber ob-
armaron una emboscada
de
del reino,
abandonando toda
de Alcov tan señalada ventaja
los
enemigos
á ella. Sin
castillos
otro tiem-
modo
la
menor
contra su se-
y con su esfuerzo lograron apoderarse de gran parte
ellos.
Conocimos Nos entonces res, y resolvimos
cuáles
eran los intentos de los traido-
convocar en seguida á nuestros ricoshombres y ca-
ballero*, de los cuales fueron los primeros en cía Ortiz y el
comparecer En Gar-
maestre del Templo. Hallábanse estos en Valencia,
á la sazón
en que unos quinientos peones moros se corrieron has-
ta Liria
pero salieron de
;
los
nuestros á rechazarlos
unos ciento
i-
y
tí
HISTORIA
4
hombres de
veinte
moros
v derrotarlos
muertos
y cincuenta (jue la
á caballo
completamente
los nuestros,
de cinco caballos y un escudero.
aquella victoria
á Valencia
moros de Bcniopá
nuestro hijo
Nos en
que
lijeros
á quienes por
,
En Pedro Ferrandez
llegar supieron ya
Játiva
y á poco
gó á nuestra noticia que
,
que iban
á socorrer á
orden nuestra tenia sitiados
de Híjar
;
mas como antes de
de Beniopa habían tenido que rendirse,
los
pasaron entonces á dar salto á los
la
puebla de Ludiente. Así que
lle-
moros habían saqueado aquel lugar,
marchar inmediatamente á su encuentro
quisimos
;
tuvimos noticia de que estaban pasando por
,
de Albaida algunos caballos
el valle
después de alcanzada
,
trataron de reunirse con
,
de haberlo verificado
jeto
causándoles hasta doscientos
,
mas pérdida por parte de
sin
,
Luego de haber regresado
los
cuales lograron alcanzar á los
los
,
con cuyo ob-
,
salimos de Játiva con todas nuestras fuerzas de á pié y de á
caballo
pero
;
que estuvimos fuera de
así
Templo, En García
Ortiz
,
el
,
maestre del
obispo de Huesca y muchos otros
el
caballeros nos robaron encarecidamente
esponernos en
la villa
aquella espedicion
,
que tuviésemos á bien no
porque
,
el escesivo calor
fácilmente dañarnos, considerando que hacia
podria
muy poco tiempo que
habíamos estado algún tanto indispuesto. Vimos Nos que
se
jaban de que quisiésemos tomar parte en aquella campaña
,
para contentarlos
,
Templo
,
y así,
nos volvimos á Játiva.
CAPÍTULO Marcharon
eno-
pues
de Játiva
,
cccviii.
En
García Ortiz
y todos los caballeros y peones que los
el
,
maestre del
acompañaban
,
di-
rigiéndose hacia Ludiente, á donde llegaron rendidos de calor y de
cansancio
,
y los caballos
ellos
y por el escesivo el
,
por
,
descubrieron
cuatrocientos á quinientos caballos, y los
murieron en
refriega
Bernardo de Entenza cayeron
al
al
enemigo
mas de
nuestros contra los moros la
mucho que habian
corrido
calor que había reinado aquel día. Al entrar en
término del pueblo
metieron
lo
;
,
en número de
tres mil infantes: arre-
pero
el
resultado fué que
don García Ortiz de Azagra
,
su hijo
don
con muchos otros caballeros y peones, y mismo tiempo prisioneros el maestre del Templo y al,
1)B D.
ganos
freiles
de su milicia,
los
presos por algún tiempo en
el
JA1MI
425
.
derpues da
coales,
de Biar,
castillo
se
haber estado
escaparon
al fin
un almogávar moro que estaba encargado de so
en rompañía de custodia.
Cuando
llegó á nuestra
sufrir los cristianos,
al
á
buscar
v
enojamos en gran mane-
nuestro hijo
-i
de
descalabro que acababan
<-l
nos entristecimos
ra; y habiendo enviado dro,
noticia
el
infante
En Pe-
cabo de pocos dias compareció éste en latirá con numero-
de ricoshombres y caballeros, y
sas fuerzas
con todos
los
suyos para mantener
la
le
hicimos quedar
allí
frontera contra los moros.
A
causa de los trabajos que acabábamos de sufrir, permitió Dios que se alterase nuestra salud,
pero con todo nos
y nos fuimos
para poder desde
á
Algecira
,
man hunos
de Játiva
enviar provisiones
allí
infante y á los Bayos. Agravóse con esto nuestra enfermedad; y
al
así, viéndonos por la gracia de auestro Señor Jesinristo con
na y clara memoria
,
nos confesamos repetidas veces con los obis-
pos y algunos frailes predicadores y franciscanos trición de nuestros pecados y
gado
así
con
la
bue-
,
con grande con-
derramando abundantes lágrimas. Pur-
confesión de nuestras culpas
con suma alegría y satisfacción
el
mundanas
recibimos
,
cuerpo de nuestro Señor Jesu-
cristo.
CAPÍTULO CCGIX. Conociendo Nos entonces que continuaba agravándose de dia en dia nuestra
fante ra
;
enfermedad, enviamos un mensaje á nuestro hijo
En Pedro
y sabiendo
,
él
para que compareciese personalmente en Algeci-
en qué estado nos hallábamos
de Játiva, vino á donde Nos estábamos, y gó, se presentó á hacernos reverencia,
la
,
salió
en seguida
misma noche que
como debe
;
y luego de concluida esta
,
Señor nos habia favorecido
oímos mi-
en presencia de muchos ricoshom-
bres, caballeros y ciudadanos que tro
lle-
hacerla un buen
hijo á su padre. Al dia siguiente volvió á vernos; juntos
sa
el in-
allí
muy
habia,
le
dijimos: que nues-
particularmente en este
mun-
do, mas que á todos nuestros enemigos; pues habia permitido que
reinásemos en servicio suyo por espacio de mas de sesenta años, los cuales
no habia memoria de que
desde David ó Salomón
:
los
hubiese reinado ningún rey,
que fuese devoto de
la
santa iglesia '
54
;
y
HISTORIA*.
¿JO
que viese de qué manera nos habíamos granjeado
,
le
amor Sin
declaramos que todas esas mercedes conocíamos que nos
habia dispensado nuestro Señor Jesucristo
las
alecto y
muy honrado.
de nuestros subditos, de quienes habíamos sido esto
el
porque en cuanto
,
alcanzaban nuestras fuerzas habíamos procurado siempre seguir su
mejor modo posible, y cumplir sus mandamientos; y que mismo debia él tomar ejemplo de Nos en todo lo bueno,
regla del
por
lo
para que siguiendo
mismo camino
igualmente favoreci-
se viese
mandamos
do. Finalmente le
hermano carnal,
el
el
y pedímos que amase y honrase á su infante En Jaime, á quien habíamos señalado
ya determinada herencia, para evitar que tuviesen entre
nor altercado
que
le
;
pues podia tenerse ya por
dejábamos á
él
todo
rable de nuestros estados el
el
gobierno y
mayormente
,
muy la
si
sí el
me-
satisfecho toda vez
porción mas conside-
cargo de que
se hacia
En Jaime le amaba á él y le obedecería en todo lo que como á su hermano mayor. Guando le hubimos hecho esas
infante
debiese
advertencias en presencia de todo
encomendamos que
consejo, le
el
memoria continuase amando y honrando al obispo de Huesca que habia sido criado y hecho educar por Nos despara honrar nuestra
de niño, que por nuestra mediación había obtenido también
pado
,
y que nos habia servido
nuestra corte. Recomendárnosle asimismo
mano de
dicho obispo de Huesca,
demás letrados de nuestra corte nuestra compañía
mismos buenos ellos le
,
con quienes
oficios
que Nos
como
hasta aquel dia
le
les
como
á hijo,
Seguidamente, rogamos se á proveer
de Lérida her-
habíamos prestado
mismo modo
después de haberle dado algunos otros consejos ,
,
;
,
nuestra bendición paternal.
á nuestro
hijo que se marchase y fue-
de vituallas y demás necesario todos
muy
para que
y por último, que seria largo
los
castillos
reino de Valencia, encargándole que procurase continuar
con vigor, y
de
y generalmente á todos los de encargamos que continuase los
correspondiesen también del
referir, dímosle
canciller
arcediano de Urgél, á todos los
al ,
al sacrista
el obis-
del
guerra
la
particularmente que echase del reino á todos los
moros, ya que tan traidoramente se habían portado con Nos repelidas veces
;
en hacernos
que
les
puesto que del
mismo modo que
se habían esforzado
daño siempre que habían podido, en pago
dispensábamos,
así
también
lo harían
con él,
del
bien
les
deja-
si
acón-
si
ba permanecer en la tierra. Suplicárnosle por último, que
ihí
427
JAIME.
i).
que Nos muriésemos de aquella enfermedad
tecia
daría ocupado en abastecer jese en aquella sazón para
guarnecer
y
sacamos
no padeciese daño por su ausencia AJgecira,
el
obispo de Huesca
v
nada
guerra
la
donde
Píos
.
nos bieiese
•va
él
,
no Be distra-
de que
fin
¡í
an-
él
tierra
la
que en casa da morir
Bino
<'n
demás de nuestra comitiva nos
enterrasen en Santa María de AJgecira lencia, conforme lo habíamos
loa castillos,
del reino .
mientras
.
en Santa María de
ó
dispuesto;
conducir
dejábamos ordenado que
y
que luego, termi-
Santa María
á
Va-
'i''
Poblet,
se nos sepultase.
CAPITULO CCCX.
acogió
fl
como
dalos,
infante con sumisión todos hijo obediente á su
padre;
nuestros consejos accedió
mán-
y
nuestros rue-
á
gos, y nos prometió cumplirlo todo como acabábamos de ordenárselo.
Entonces, antes de que
todos los ricoshombres
,
caballeros y ciudadanos
nuestras palabras, renunciamos dole
nuestro
para
mayor honra
heredero
universal y
el
en
de
su bendita
pidió de
pañaban
Nos ,
,
y con
vestímonos luego
el
terio
,
remi-
Cumpliendo en se,
;
y
se le
des-
acom-
se volvieron
guarnecer y guardar aquella frontera.
Al cabo de algunos días á
todo
;
del Cister,
ricoshombres y caballeros que
los
CINTILO
inarnos
hábito
derramando todos abundantes lágrimas
á Játiva par,)
y en
órdenes que acabábamos de darle
él
de
Madre, que
mundo,
é hicimos nuestra profesión en aquella orden. las
y
habían oido
todas nuestras tierras
tanto nos habia honrado y favorecido en este
guida nuestro hijo
que
él
reino á favor suyo, instituyén-
gloria de Dios y
sión de nuestros pecados:
de
delante
se partiese,
,
constante en uue>tro propósito de re-
Poblet para servir á
salimos de Algecira
j
CCCXI.
la
Madre de Dios en aquel monas-
llegamos basta Valencia;
pero aquí
HISTORIA
Í-2N
se agravó nuestra
enfermedad
nuásemos nuestro
viaje
Aquí en Valencia
(27 de cia
julio) del año
,
antes
dias
127G murió
de Dios rey de Aragón
Barcelona y de Urgel
el
Señor qnc conti-
(1)
seis
,
y no permitió
,
,
el
de
las
noble
calendas de
En Jaime
de Mallorca y de Valencia
y señor de Monpeller
,
cujas
miscricordiam Dci requicscat in pace. Amen. Vivió
me
después de
la
toma de Valencia
Finito libro
,
sit
laus
Aquí termina
dido por
el
la
ct
gra-
conde de
anima per rey don Jai-
gloria Christo.
ARAGÓN
obra de nuestro Cronista
escribiente en casi lodos los
,
la
treinta y siete años.
FIN DE LA HISTORIA DEL REY DE
(I)
el
por
agosto
:
lo
,
DON JAIME
I.
que sigue se ve aña-
manuscritos que
se conservan.
E
.
Dfl
ja
ir.
i'¿\)
mi:.
i
comunión.
Muerto don Jaime
permaneció su cadáver depositado en
,
tedral de Valencia hasta el aüo lujo la
don Pedro de
la
guerra contra
última voluntad de su padre
blct
,
donde
la reina
1278, en
,
los
trasladó
lo
,
dona Violante
,
y
de
monasterio de Po-
al
prelados y ricoshombres de estos reinos.
la
los
al
sepulcro de su abuelo
mayor
rey don Pedro iglesia
,
mediato
el
inscripción
de
los
presbiterio,
el
pero cuando por
;
Reales sepulcros que
presbiterio
,
,
colocándole en
el
el
á la parte del evangelio
panteón mas in-
,
con
siguiente
la
:
ANNO DOMIM MCCLXXVI,
VIGILIA
BEAT.E maree magdalena, illüstrissimus AC VIRTUOSISSIMUS JACOBUS, REX ARAGONUM, MAJORICARCM, VALENTEE, COMESQÜE BARCLNON.E
ETURGELLI, ET DOMINES MOMISPESSl I.AM ACCEPIT HABITUM ORDINIS CISTERCIENSIS IN VILLA ALGECUE/E, ET OBIIT V AEENTLE VI K AL. AUGUSTI. HIC CONTRA SARRACENOS SEMPER PR.EYAI.EIT, ET ABSTULIT EIS REGN.V MAJORIC ARl M VA LENTE ET MURTIAS, ET REGNAVIT LXII ANNIS, X MENSIBES. ET XXV DIEBUS, ET TRANSLATUS EST DE CIVITATE \LENTLE AD MONASTEIUI M POPELETl UBI SEPULTOS FUIT, PR.ESENTIBUS REGE PETRO, FILIO SEO, EJES DXORE CONSTANTÍA, REGINA ARAGONUM, ET VIOLANTE. REGINA CASTELL K. FILIA REGÍS JAGOB1 PR/EDICTI, ET ARCHIEPISCOPO TARHACON.E. ET MULTIS EPISCOPIS. ET ABBATIS AC NOBILIBUS VIRIS. HIC yEDIFICAVIT MONASTERIUM BEN1FAZANI, ET EECIT MULTA BONA MONASTERIO POPULETI. EJES ANIMA REQUIESCAT IN PACE. AMEN. ,
,
\
y
Ceremonioso habia mandado construir en aquella
se le trasladó á ellos al
los
parte
Entonces fue colocado
don Alfonso
años de Í390 quedaron acabados
con asistencia de
,
don Jaime en un sarcófago de madera, sobre frontero
descuido cumplir
y
se le celebraron suntuosas exequias
de Castilla
ca-
desocupado ya bd
«{u«i ,
moros
la
,
a
430
HISTORIA
pudo nuestro don Jaime descansar tranmas víctima este precioso quilamente en su sepulcro de Poblct Hasta
ano 1835,
el
;
monasterio
como
,
profanaron
los
demás por
otros
muchos
,
de
rapacidad y saqueo con que
la
de aquella época
los incivilizados incendiarios
que
es decir
las
los ilustres reyes
postreras y
respetables estancias elegidas
de Aragón para
descanso de su cuerpo, no
el
monumentos que
serian de los últimos
por
,
hacinados bajo
caerían
el
hacha de aquellos sangrientos vándalos, que, en un solo dia, profanaron
que por tantos
lo
siglos se habia respetado
rostro de aquellos reyes que en su tiempo dieron
bertad y felicidad á su pueblo
escupieron
;
mas sana
la
al
li-
borraron mil
recuerdos y glorias históricas de que hubiera podido vanagloriarse la nación mas adelantada
último, el
destruyeron un sin
;
la codicia
dinero
,
;
fin dfl bellezas
de arte; y cebaron, por
de cuatro especuladores, que,
mas Dios que
sin
cedieron por un mezquino interés á los museos y socie-
dades estranjeras varios objetos de inestimable valor.
Para averiguar cadáveres reales lación
,
lo
que después de
desgracia se hizo de los
tal
nos hemos procurado copia de una acta de tras-
,
otorgada por don Pedro Antonio Vasallo
Espluga de Francolí en 18 de enero de 1843 se desprende
bano por
que habiendo sido llamado en
,
alcalde constitucional
el
de dicho señor tonio Serret
,
,
presbítero y rsetor de
Ramón
Gil
del comercio de Barcelona
,
,
médico
oficio del gefe político
,
estraidos en
1836
;
los restos
lo cual verificó
la
Espluga
randos restos se hallaban esparcidos
,
de verificar, pues,
to que se derribó
conduce
al
de don
parroquial ,
y
,
An-
de don
don Pedro
al
citado alcalde un
que
se facultaba á di-
de los reyes de Aragón
que
,
los depositaron
por
la
la
el
monasterio; de cu \
correspondiente acta.
entrega, se espresa en dicho documen-
un tabique que habia debajo de
la
escalera que se fue-
coro, y estendidas en tierra varias alfombras,
ron colocando sobre
las
en
y en vista de que tan vene-
operación estendió luego dicho Vasallo fin
,
aquel movido de un acto de humanidad
y de respeto á tan ilustres príncipes
A
el
á presencia
,
del panteón de Poblet y salvados por el indica-
do párroco y otros vecinos de su iglesia
en
,
villa
cirujano
entregó este
de Tarragona
cho don Pedro Gil para recoger
fecha dicho escri-
tal
la iglesia ,
la
de cuyo contenido
;
misma
don Antonio Pau
,
escribano de
don Matías Vernet
del ayuntamiento de la
Juan
,
mismas una porción de cadáveres
y
huesos
DE sueltos, lo> cuales bc
ante
numeran
i
.i
UME.
í-31
manera de inventario, figurando
nn esqueleto entero que por sus dimensiones colosales,
t<>»l<>
conocer que era
;i
J
1».
el
mismo de don Jaime primero llamado
el
Conquistador.
Después de esta operación de madera luego
los
indo
que
,
el
;i
de
,
que
los
colocáronse tales restos en seis cajas
.
cargo don Pedro Gil, trasladándo-
se hizo
Tarragona, donde quedaron depositados, acaso con no
cuidado Decesarío, en
la
antesala de
la
intendencia, hasta
después de algunas dificultades, fueron enti
de
la
catedral, quien los depositó en
en
el
claustro de
estado
,
menos
la
el
misma. Los
seis
la
de
capilla
sal cabildo
Corpore
cajones se hallan en
cadáver de don Jaime
,
que en
el
Cristi^
mismo
mismo
sitio
ocupa nn hermoso cofre de caoba, cubierto de molduras bronceadas y cerrado con tres llaves;
de plomo con cristales, y
al
el
cual tiene en su interior otra caja
través de ellos
se
ve
la
momia
real,
pero despojada enteramente de sus hábitos.
De
este
modo
se conserva
bra del mejor rey del
vano borrará
el
tiempo
mundo ,
cuidadosamente en Tarragona ,
som-
sombra querida, cuya memoria en
y cuya posesión
competencia sus mas sinceros afectos, quines y los valencianos.
la
los
se
disputan
catalanes,
poniendo los
;í
mallor-
DP 129 .<318
Jaime I, King of .-vragon Historia del rey de nragon Don Jaime I
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