Jipijapa http://www.manabi.gob.ec/cantones/jipijapa Conocido como “La Sultana del Café”, por la gran
producción de este producto y en lo que basa la economía su población. Entre sus recursos turísticos tiene las playas de Puerto Cayo. También están los pozos de aguas termales, ubicadas en el sitio Andil; Choconchá y joá, estos dos últimos considerados como lugares históricos. Estos pozos tienen forma de caracol. De su variada gastronomía son muy reconocidas las tortillas de maíz y yuca del sitio Sancán; el greñoso y ceviche con maní. Municipio Jipijapa: (593) 05 – 2602000 / 2600427 / 2600429 / 2603074 Está ubicado al sur de Manabí y es conocido también como “La Sultana del Café”, por ser el pr incipal
productor de café en el Ecuador. Su nombre se debe a que antiguamente estuvo poblada por la tribu índigena Xipixapa, aunque se especula que también los Ma yas se extendieron por esta región. Lo que si es seguro es que las parcialidades indígenas que habitaron lo que hoy es Jipijapa fueron víctimas de saqueos, incendios y otros atropellos de conquistadores y piratas. La principal actividad de este cantón es la produccion y exportación de café, además del comercio en sus diferentes formas y la artesanía. Como recursos turísticos cuenta con las playas de Puerto Cayo, Centro Cultural Municipal, aguas termales en Andil, Choconchá y Joá, estos últimos constituidos en lugares históricos y se presume que fueron construidos
por
los
indios
Mayas,
que
a
su
Entre los aspectos culturales, históricos y folclóricos se destacan la iglesia de San Lorenzo y las manifestaciones religiosas que se dan en torno a la Virgen de Agua Santa. Entre los platos típicos de este cantón están el greñoso, el bollo, tortillas de maíz.
Xipixapas y Mayas En el siglo XV, los t erritorios que hoy corresponden al cantón Jipijapa estuvieron habitados por la tribu Xipixapa, aunque también se especula que la cultura Maya hizo su asentamiento en el lugar. Sobre esto último existen evidencias, como los pozos en Choconchá, Andil y Chade, que se dice fueron cavados por estos indios, cuyo jefe se llamaba Tepichinche.
paso
por
la
región
dejaron
sus
huellas.
También se dice que Jipijapa tuvo influencia de las culturas Valdivia, Machalilla, Chorrera, ManteñoHuancavilca, y restos de esas culturas se conservan en el Parque Nacional Machalilla.
Villa de Oro Cuando los españoles incursionaron en Jipijapa, en el año 1534, quedaron fascinados por las riquezas encontradas en el lugar. Fue así como el grupo comandado por Pedro de Alvarado llamó Villa de Oro a Jipijapa, apoderándose de todas esas riquezas e incendiando luego el caserío. Tras las despiadadas acciones de los españoles, el 10 de agosto de 1565, los indios fundaron una nueva ciudad, en el sitio deno minado Lanchán, dando origen a la nueva comunidad San Lorenzo de Jipijapa. “El pueblo Lanchán, que todavía existe con el nombre de Sancán, estaba ubicado en un vasto llano, de tierras áridas, conocidas como sabanas y sujetas a las inclemencias del tiempo”, indica Próspero Pérez en su obra “Relatos Protohistóricos y Prehistóricos de la Antigua Provincia de Jipijapa”.
Traslado definitivo Muchos factores adversos para la comunidad San Lorenzo de Jipijapa se presentaron en el nuevo asentamiento. La falta de agua para consumo humano, terrenos estériles para la práctica de la agricultura, la enorme distancia para llegar a los puertos marítimos y hasta las enfermedades, se conjuraron para obligar a los moradores a cambiar de domicilio. Fue así que en el año 1605, Juan de la Hinojosa, juez por la Comisión de la Real Audiencia de Quito, ordenó el traslado de la comunidad de San Lorenzo de Jipijapa, al lugar actual, que primitivamente se lo llamó Jipijapa la Baja, por tratarse de un valle rodeado de colinas, con temperatura agradable. En el traslado participaron solo 260 habitantes, no más, porque la población fue mermada por la epidemia del sarampión.
Siglo XVIII En este siglo surgen los primeros movimientos independentistas, cuando en la Real Audiencia de Quito se manifiesta ardorosa inquietud, porque se minaba la estabilidad del tutelaje hispano. En la comunidad de San Lorenzo de Jipijapa, el párroco Francisco Javier Ruiz Cano, ante los violentos despojos que se cometían en la vecina co munidad de Santa Elena, auspició plebiscitos abiertos, de donde salió una comisión integrada por Pedro Chóez, Idelfonso Toala, Manuel Soledispa, Rumualdo Lino, Lorenzo Soledispa y Manuel Inocencio Parrales y Guale, para que se trasladaran a Portoviejo, a exponer sus temores al Protector de los Naturales de la Provincia, Juan Nicolás Gómez Cornejo, quien atendió a la comisión. Fue así como se inició la titánica lucha de San Lorenzo de Jipijapa, contra los usurpadores de sus dominios.
El gran salto a la vida política El 25 de junio de 1824, el Congreso Colombiano expidió la Ley de División Territorial, mediante la cual se constituyeron los departamentos de Ecuador (Quito) de Guayaquil y del Azuay. El departamento de Guayaquil se integró con las provincias de Guayas y Manabí, esta última se formó con los cantones Portoviejo, Jipijapa y Montecristi, que antes f ueron parroquias del Corregimiento de Guayaquil, y así permaneció la provincia durante el período grancolombiano, que fue relativamente corto.
Según Próspero Pérez, el cantón Jipijapa surgió a la vida política con sus tres parroquias: Jipijapa, Julcuy y Paján, dentro de la jurisdicción comunal adquirida y posesionada en el año 1806, constituyendo así el sur de Manabí. En 1945, las parroquias de Jipijapa suben a 13, pero ese año la Asamblea Constituyente crea el cantón 24 de Mayo, y esto le resta 3 parroquias: Sucre, Bellavista y Noboa. En 1950 pierde otras cuatro parroquias: Paján, Guale, Lascano y Campuzano, porque el Congreso de ese año las adjudicó al nuevo cantón Paján. Parroquia de Portoviejo En 1763 se erigió con autoridad real, al Gobierno Mayor de Guayaquil, formando parte de dicho corregimiento la Tenencia de Portoviejo, que antes dependió directamente del Gobierno de Quito. Por ese motivo, San Lorenzo de Jipijapa y sus poblados, San Juan Bautista de Paján y Julcuy, fue elevada a la categoría de parroquia perteneciente a la Tenencia de Portoviejo.
EN LA DIVISION POLITICA ADMINISTRATIVA CANTON JIPIJAPA CABECERA CANTONAL JIPIJAPA PARROQUIAS URBANAS: SAN LORENZO, MANUEL INOCENCIO PARRALES Y GU ALE, DR. MIGUEL MORAN LUCIO PARROQUIAS RURALES: LA AMERICA, EL ANEGADO, JULCUY, LA UNION, MEMBRILLAL, PUERTO CAYO, PEDRO PABLO GOMEZ. FECHA CIVICA: 15 DE OCTUBRE DE 1820, INDEPENDENCIA DE JIPIJAPA FECHA DE FUNDACION: 10 DE AGOSTO DE 1565, CON EL NOMBRE DE SAN LORENZO DE JIPIJAPA. INSTALACION DE PRIMER CABILDO MUNICIPAL: 8 DE ENERO DE 1822. CATEGORIA DE CANTON: 25 DE JUNIO DE 1824. MEDIANTE LA LEY DE DIVISION TERRITORIAL DE LA GRAN COLOMBIA.
ANTECEDENTES HISTORICOS
http://www.municipiojipijapa.gov.ec/index.php?option=com_content&view=article&id=40 &Itemid=91 El nombre de Jipijapa no se conoce a ciencia cierta de donde proviene, se dice que viene de un Cacique llamado XIPIXAPA o XIPESCAPE que en idioma nativo significa sube y baja por tierra alta y baja. Desde tiempos prehistóricos Jipijapa existió y sus territorios fueron saqueados por los invasores en especial su riqueza en oro, es así que el 10 de agosto de 1565 se fueron conglomerando los pobladores y se establecieron en Lanchán lo que hoy Sancán, en un número de 9 parcialidades indígenas y fundaron la Provincia de Jipijapa, dando así origen a la nueva comunidad de San Lorenzo de Jipijapa. El pueblo de Lanchán esta ubicado en un basto llano de tierra árida, conocida como sabanas para el pastaje del ganado vacuno y cabrío y por lo mismo sujeta a las inclemencias del tiempo y por la mayor o menor pluvialidad de los inviernos que se derivan de las corrientes marinas que azotan las costas de Manabí tanto la cálida del Niño como la Fría de Humbolt. Cuenta la Historia que por los años 700 u 800 de la era cr istiana llegaron los CARAS por el mar de CANCEBI (Manabí) y fundaron un reino, cuya capital era CARASLOBE (Bahía de Caráquez). Este reino comprendía a los pueblos apoeciguez, cavilaos, chonos pasoas y jahuas al norte; y por el sur colindaba con el reino de Manta que a su voz comprendía a las tribus de apichiquies, cancebies, charapotoes, pichotas, picoasos, picunis, manabios y xipixapa.
Más tarde por el siglo XII según estudios arqueológicos de monseñor Federico González Suárez, este nos habla de la Provincia de Jipijapa recordándola por los pozos que se ubican en Choconcha, Andil, Chade, Pocitos que hasta nuestros tiempos siguen abasteciendo del líquido vital a la población. El mismo autor resalta que son obras dignas de toda ponderación por la forma en la que están construidos y como han resistido las inclemencias del tiempo y los descuidos del hombre y aún así para bien nuestro y orgullo de las siguientes generaciones se conservan intactas
1820 - 1900 Con la creación de la República del Ecuador en el año de 1830 se inicia un cambio en la administración pública del país, Jipijapa se mantiene con los linderos señalados en los títulos Reales conseguidos por el Cacique Parrales y Guales y que fueron ratificados el 25 de Junio de 18 24 al elevarlo a la categoría del Cantón, hasta 1860 la acción está dirigida a aspectos sociales, económicos o culturales, se crean escuelas municipales de niños en el año 1846 y de niñas en el año de 1850. 1860 marca una transformación Política en el Ecuador con el inicio de la revolución Liberal, Jipijapa es un bastión de los revolucionarios, en 1864 en los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre sería la capital de la provincial de esta forma se intentó aplacar a los montoneros liberales. Los constantes incendios, motivaron que la acción municipal se limite a la reconstrucción de la ciudad. El problema del agua se lo soluciona en parte con la limpieza de los pozos de choconcha y chade de donde se trae agua a la ciudad y la reconstrucción de albarradas en distintas parroquias. Se ayudo con la compra de terrenos para la construcción de edificios públicos y edificación de las escuelas municipales de niños y niñas. En 1884 se crea por orden de Don Eloy Alfaro Gobernador de Manabí y Esmeraldas el colegio Bolívar rectorándolo el señor Felicísimo López.
IMPORTANCIA ARQUEOLÓGICA Las tierras de la costa ecuatoriana comprendidas entre Manabí y Guayas fueron asentamientos de varias culturas entre el precerámico, cerámico de la Valdivia, Machalilla, Chorrera, Bahía, Jama Coaque, Manteño, Huancavilca. Jipijapa no se escapa de esta realidad, sectores como el Barro, Homo, Sancán, Quimis, Chade, Choconcha, tienen vestigios de asentamientos manteños. Joá fue estudiado por el Arqueólogo Olaf Hola tiene la presencia de la cultura Bahía, Chorrera y una transición de entre Bahía y Guangala. La planchadas tienen la presencia de cerámica de la cultura Valdivia. Entre el sector de Pedro Pablo Gómez en las faldas del cerro Santo sin Cabeza se han encontrado petroglifos con diseños parecidos a los hallados en objetos de guerra y ceremoniales encontrados en Salaite y que corresponden al período de transición entre Bahía y Chorrera. La presencia de pozos de agua construidos por los manteños hasta nuestros días cuya explotación se remonta a épocas precolombinas que dan a Jipijapa un lugar de importancia arqueológica, estos pozos son una
verdadera
obra
de
ingeniería.
Muchos de ellos se han mantenido inalterables a través del tiempo como los de Pocitos, Flor del salto, La América,
Andil,
El
Secal,
Chade,
La
Botija.
En las crónicas de los conquistadores, observamos que una de las cosas que más llamó su atención fueron los
pozos
PRESENCIA
profundos
para
sacar
agua,
ESAPAÑOLA
hallados
en
gran
número
EN
en
el
sector
árido.
JIPIJAPA
A la llegada de los españoles Jipijapa era un pueblo de Indios muy prósperos y estaba dividido en varios
pueblos, Pedro de Alvarado 1534 sería el primer español que cruzaría Jipijapa en su afán por llegar antes que Benalcazar y Almagro a Quito a realizar la Fundación. A su paso por nuestra tierra la saquearía e incendiaría, esto
motivaría
uno
de
los
traslados
del
Pueblo.
Para 1541 Jipijapa era considerado como foco rebelde, no permitan el paso de los españoles. El Capitán Bartolomé Pérez perdería varios hombres al intentar llegar a Portoviejo en ayuda de Diego de Urbina, más tarde Hernando Alfonso Holguín que venía de Guayaquil con varios hombres se vio obligado a regresar.