Unidad 6. El Imperialismo 1. El desarrollo científico y tecnológico en el s. XIX: La Segunda Revolución Industrial. A partir de 1870, se ensayaron nuevas fuentes de energía que sustituyeron al carbón: la electricidad y el petróleo. Los sectores industriales que más evolucionaron fueron la siderurgia (rascacielos, puentes, armamento), la industria eléctrica, la industria química (productos farmacéuticos) y los transportes (automóvil, avión, tranvías). Todos estos cambios tuvieron sus efectos sobre las potencias industriales. Gran Bretaña perdió la supremacía y las modernas industrias se desarrollaron sobre todo en Estados Unidos y Alemania. Conforme las fábricas crecían de tamaño, la empresa familiar fue sustituida por las sociedades anónimas, donde el capital se fracciona. Varias personas compran paquetes de esas acciones, convirtiéndose en socios. Las acciones se venden y se compran en las bolsas. 2. El Imperialismo en el s. XIX: 2.1. Causas. Económicas. Fundamentalmente se colonizaron los territorios ricos en recursos naturales, que ofrecían materias primas baratas para las industrias europeas. Se crearon y financiaron “sociedades geográficas y viajes científicos” para encontrarlos, una vez hallados enviaban al ejército, pues según el derecho europeo el país que había organizado la expedición tenía el derecho de conquistarlo y explorarlo. Los territorios extranjeros una vez convertidos en colonias se convierten en espacios donde invertir sus capitales, mediante la construcción o mejora de obras públicas, como ferrocarriles y puertos. Por último, las colonias se convirtieron en mercados (clientes) donde no había que pagar aduanas. Políticas.- Las potencias conquistaron algunos lugares que eran estratégicos para controlar rutas marítimas y terrestres importantes. La expansión territorial también servía para aumentar el prestigio de un país en el mundo y fortalecer el orgullo nacional entre sus habitantes. Ideológicas. Siguiendo las teorías racistas del siglo XIX (darwinismo social), los occidentales estaban convencidos de que la raza blanca era superior y que esto les daba derecho a dominar a otros pueblos, a los que consideraban atrasados e inferiores. Por eso pensaban que tenían la misión de civilizar y cristianizar a los demás pueblos.
Los bancos se convirtieron en un elemento clave de la economía. Concedían préstamos y pasaron a ser los intermediarios entre los particulares y las empresas: los clientes guardaban sus ahorros en el banco, y los invertía en la bolsa. El ingeniero Taylor creó el sistema llamado taylorismo. Dividió el trabajo en tareas pequeñas, cuya duración se cronometraba con exactitud. Cada obrero se especializaba en una tarea y recibía un salario proporcional a la labor realizada. Henry Ford difundió la producción en serie (fordismo). Los productos pasaban de un operario a otro a través de una cadena de montaje, así aumentó el número de productos que elaboraba cada uno. Como consecuencia, los precios se redujeron y más gente pudo consumir estos productos. La necesidad de inversiones cada vez mayores y controlar los mercados produjo fusiones entre empresas. Surgieron así nuevas formas de concentración empresarial: el cartel, el trust y el holding. 2.2. Formación de los Imperios coloniales. La formación de estos imperios se inició aproximadamente a mediados del siglo XIX, se aceleró a partir de 1870 donde las potencias se repartieron continentes enteros; así en la Conferencia de Berlín (1885), el territorio africano pasó a manos de los principales Estados europeos. Los mayores imperios fueron el británico, que con 33 millones de Km2 fue el mayor y su periodo de mayor esplendor coincidió con el reinado de Victoria I, siendo la India su territorio más importante; le sigue el imperio francés con 10 millones de km2 y ocupaba el norte de África e Indochina. La carrera colonial aumentó las tensiones entre las potencias europeas y amenazaba la paz entre ellas (Reino Unido y Francia estuvieron a punto de ir a la guerra en más de una ocasión). Asimismo, algunas potencias estaban descontentas. Este fue el caso de Alemania, que creía que su imperio no se correspondía con la importancia de su país. Esta circunstancia, entre otras, llevará a las potencias a la Primera Guerra Mundial. También implantaron colonias países como Italia, Portugal, Holanda o España y potencias no europeas como Estados Unidos y Japón. Las metrópolis pugnaron por extender sus territorios y a menudo sus intereses chocaron y llevaron a conflictos diplomáticos. Pese a intentos de solución pactada como la Conferencia de Berlín, los conflictos coloniales fueron un importante factor de inestabilidad internacional.
Unidad 6. El Imperialismo 2.3. Formas de dominación colonial europea a finales del s. XIX. Los occidentales crearon unas formas de administración y explotación económica que alteraron profundamente la vida en las regiones colonizadas. Una vez conquistado un territorio, se iniciaba su explotación. Los colonizadores se apropiaban de las tierras y las convertían en grandes plantaciones en las que se cultivaban productos que no podían cultivarse en Europa, o bien explotaban la riqueza de minerales de su subsuelo. La población nativa proporcionaban mano de obra barata y en muchos casos era maltratada y sometida a situaciones cercanas a la esclavitud. Las autoridades occidentales no fomentaban la industrialización de sus colonias, puesto que lo que ellos buscaban en ellas era una fuente de materias primas baratas y un lugar donde vender sus productos manufacturados.
2.4. Consecuencias del Imperialismo Las consecuencias del imperialismo fueron profundas y se prolongan hasta el presente. Colonizados y colonizadores vivían realidades separadas en las colonias. Los matrimonios entre occidentales e indígenas se prohibieron o estaban mal vistos. La población occidental ocupaba y controlaba la economía y vivían en barrios propios apartados y lujosos. La población nativa vivía en una situación de pobreza y falta de derechos, llegando incluso, en Australia y Nueva Zelanda, a ser sometida a una política de exterminio. La expansión colonial impuso la civilización occidental mientras que las culturas autóctonas fueron minusvaloradas. Esto, junto con la marginación a la que fueron sometidas, provocó el resentimiento de las poblaciones nativas.