Ficciones de la realidad. Realidades de la ficción. (Ceberio y watzlawick ) Estrategias de la comunicación humana. Introducción. Podríamos definir la pst como la relación de 2 personas en la q una consulta a la otra-idónea y capacitada pa resolver problemas humanos- con el obj de solucionar un problema. La persona capacitada se denomina terapeuta y la q consulta, paciente. Más allá de los motivos q originan los problemas por los q se consulta, la pst puede realizarse de manera individual, en pareja, en flia o en grupo. La pericia del terapeuta cosiste en haberse preparado en un modelo de trab ps compuesto por una serie de procedimientos, técnicas y estrategias clínicas, sistematizadas q se aplican en cada situación en función de sus particularidades. Si hablamos de problemas humanos estamos señalando, desde una perspectiva cibernética, una desviación de la energía q bloquea la posibilidad de homeodinamia del sist. Permutar el concepto de enfermedad pro problema implica entender al hombre en relación con y no como un suj aislado. Implica entender diferentes niv de complejidad donde las dificultades pueden complicarse rápidamente y transformarse en problemas q bloquean los desarrollos evolutivos individuales y los del sist en el q la persona se halla inmersa. Cambiar el término tratamiento por trab terapéutico es coherente con la distinción anterior. Hablar de trab terapéutico sugiere formar un equipo de trab, el paciente más el terapeuta, q bajo una planificación estipulada tiene como obj el cambio y la modificación del problema q ha llevado a la persona a la crisis. El vocablo paciente significa: el q espera ser atendido, trazando un distinción de asimetría en la relación. (dicen q la asimetría no es mala xq permite q el paciente escuche al terapeuta, le de credibilidad, pero no debe ser excesiva, pa lograr un compromiso más sólido de ambas partes y un dialogo más distendido y afectivo). La esc de palo alto ha implementado el término cliente distinguiéndolo de paciente, siendo esta primera la persona q consulta pero q no siempre coincide con el paciente identificado. Tamb se lo puede denominar consultante. Interesante es el designa a la persona como usuario, desestructurando e invirtiendo la asimetría en favor del consultante. Esta forma de llamar al paciente se creó en los servicios de salud de Trieste, donde se inició la desinstitucionalización psq. El profesional se halla, entonces, al servicio del usuario. El terapeuta sistémico hablara como un amigo con el paciente (en la forma) simétrica, horizontal, afectiva, circular, respetuosa; pero el contenido de lo q intenta transmitir marcara la diferencia, estará poblado de estrategias y técnicas. Pero cualquiera de estas maniobras deben estar coronadas por la ética y la responsabilidad, condición sine qua non de la rel terapéutica. La pst puede ser entendida como un agente estabilizador del caos. Es un instrumento técnico q actúa negentrópicamente, o sea, actúa como un núcleo corrector de las amplificaciones o fugas q el sist genera mediante el problema. Tamb desestructura la estabilidad homeostática q genera el fracaso de los intentos de solucionar el problema q no han tenido éxito. Es un espacio de autorreflexión q invita a la persona pensar y pensarse en sus contextos de interacción, a crear una actitud crítica q les permita o colocarse en expectación en las diversas sit de la vida, es un espacio de crec y cambio. Estrategia es cualquier planificación articulada y coordinada q posea un obj predeterminado, las maniobras q se realizan, como acciones concretas, se denominan tácticas. Muchas de estas maniobras son técnicas q están estandarizadas y sistematizadas. Todas las técnicas son arte de las tácticas, pero no todas las tácticas son técnicas, las tácticas son producto de la espontaneidad y creatividad del terapeuta, a diferencia de las técnicas q están más estandarizadas y cuya creatividad radica en saber cdo y cómo aplicarlas. Tanto la gama de técnicas como las tácticas pueden dividirse en 3 tipos de intervención: 1. Intervenciones verbales: se desarrollan en el contexto de la sesión. Se caracterizan por el niv de persuasión, la cap de dirección y el cambio de marcos semánticos. En estas el terapeuta sabe cdo debe provocar, utilizar la resistencia, emplear el leng del consultante, contar una historia, etc. 1
2. Intervenciones corporales: se implementa mediante técnicas corporales como el psicodrama, la expresión corporal y los ej y juegos gestálticos. Se incluye lo q involucra el leng analógico, es decir, la gestualidad, las acciones y el uso del cuerpo en el espacio de la sesión. 3. Int de acción: ppalmente se desarrollan fuera del contexto de la sesión y son las clásicas prescripciones de comportamiento. Estas tareas pa el hogar necesitan como prólogo una aguda y obsesiva exploración y un uso del leng preciso y poblado de sutilezas persuasivas pa q las acciones prescriptas se puedan ejecutar.
PRIMERA PARTE FICCIONES DE LA REALIDAD Cap 1: hipnoterapia sin trance. Algunas propiedades del leng poder ser llamadas terapéuticas en y por sí mismas, de tal manera q pueden ayudar al cambio de conductas humanas no por su contenido sino por su estructura. Pero estos efectos no han sido desarrollados en la pst en gral, mientras q en la hipnosis han sido utilizados durante mucho tiempo. Nuestro argumento se basa en las estructuras lingüísticas q tienen virtualmente un efecto hipnótico, aunq no vayan precedidas de ninguna inducción formal al trance. Hipnoterapia sin trance incluye aquellos juegos del leng q tienen su origen en la hipnosis, pero q pueden ser aplicados a un contexto más amplio q el de la pst en gral. Algunos rr de la hipnoterapia: -aprendizaje y uso del leng del paciente -evitar las palabras N (negaciones) y en gral las formulaciones neg. -juegos de palabras, condensaciones e insinuaciones, etc. -anticipaciones. -remanentes no resueltos. -utilización de las resistencias e, incluso, su creación deliberad con el propósito de emplearlas posteriormente. -contar historias y uso de metáforas. -la técnica de la confusión. -la técnica de la peor fantasía. Empleando la teoría de la asimetría cerebral en forma laxa se puede considerar a la mayor parte de estas intervenciones como propias del hemisferio derecho, no solo xq utilizan algunas de las propiedades atribuidas a la mitad derecha del cerebro, sino tamb xq se apartan del leng tradicional de la pst. Al leng de la descripción y explicación se lo llama indicativo. A toda terapia le concierne transmitir al cliente la esecnia de unas experincias q son difíciles de comunicar en leng descriptivo. La diferencias más importante entre la hipnosis y otras formas de terapia es q esta siempre ha utilizado el leng imperativo como formas de tratamiento. Los q trab con imperativos o imposiciones (prescripciones de comportamiento simples o paradojales, tareas pa realizar en casa, rituales) sabemos q debe ser desarrolladas virtualmente en un leng posthipnótico. De hecho, el error más frecuente cometido por los principiantes consiste en la tendencia a comprimir una prescripción en una 1 o 2 oraciones breves, de manera q se sienten decepcionados si lo clientes se olvidan de realizarla o no la entienden, o no quedan motivados pa llevarla a cabo. La idea de una realidad existente independientemente de nuestra idea e realidad ha sido reemplazada por la concepción de q podemos conocer como máximo lo q no es, nunca lo q es. La única experiencia concreta de su existencia se produce cdo nuestra imagen de la realidad se quiebra, probando q es incorrecta. Esta es una de las ideas básicas del constructivismo moderno: el estudio de cómo nuestras realidades individuales, sociales, ctfcas e ideológicas son construidas por nosotros mismos y son desde ese momento creídas como realmente existentes allí afuera.
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Generalmente, se afirma q la hipnosis opera proporcionando un elemento temporal de irrealidad o irracionalidad a la forma en q un suj ve una sit dada. Pero parece ser q esta es la regla y no al excepción en lo q concierne a nuestra experiencia de la realidad. Vivimos en un mundo de como si, de fingimiento. No solamente la hipnoterapia, sino tamb la terapia gral intenta cambiar un como si por otro, reduciendo el sufrimiento. Esta es la esencia de la técnica del reframing. La naturaleza del como si de nuestro mundo se pone en juego de manera rigurosa en el mec de las profecías autocumplidoras. Comportándose como si algo fuera o pueda ser introduce una ficción q transforma la realidad, crea su propia realidad. El efecto imaginado produce la causa concreta, la profecía del evento lleva al evento de la profecía. Cap 2: la construcción de realidades en psicoterapia. Creo q hay ciertas consideraciones epistemológicas q determinan la dirección q toma el campo q nos ocupa. En nuestro campo no poseemos una definición definitiva de lo q significa la normalidad. A lo largo de los siglos la locura fue considerada como la desviación respecto de una norma estimada como la verdad última y definitiva. Tan definitiva era esa verdad q cuestionarla era ya en si un síntoma de insania o maldad. Luego, Freud introdujo una definición más pragmática y humana de normalidad al considerarla la cao de trab y amar. Por desgracia, de acuerdo a esta definición, a Hitler se lo podría haber considerado normal, xq trabajo muy intensamente y amó por lo menos a su perro y seguramente tamb a su amante. Estos problemas pueden haber contribuido a la aceptación de otra nueva definición de normalidad, aquella q se entiende como adaptación a la realidad. Así, las personas normales verían la realidad tal como realmente es, mientras q las personas q padecen problemas emocionales o mentales la ven de una m anera distorsionada. Esta definición presupone sin cuestionarlo q hay una auténtica realidad q es accesible a la mente humana, suposición q hace por lo menos 200 años q se considera filosóficamente insostenible. Hume, Kant, shopenhauer y muchos otros han insistido en q de la realidad real solo podemos tener una cierta opinión, una imagen subjetiva, una interpretación arbitraria. El sdo atribuido a un conjunto de circunstancias dentro de un determinado cuadro de suposiciones, ideologías o creencias construye una realidad por sí misma y revela esa verdad, por así decirlo. Si se acepta q no puede definirse de forma objetiva la normalidad mental resulta q, necesariamente, tampoco puede definirse el concepto de enfermedad mental. Pero entonces ¿qué pasa con la terapia? Si podemos aceptar la posibilidad de q sobre el mundo real solo podemos saber con certeza lo q no es, entonces la pst se convierte en el arte de reemplazar una construcción de la realidad, q ya no encaja, por otra q de hecho sí encaja de manera correcta. Esta nueva construcción es tan ficticia como la primera, pero nos permite la confortable ilusión, llamada salud mental, de creer q vemos las cosas tal como son realmente. Desde esta perspectiva la pst trata de provocar esos eventos fortuitos q Franz Alexander llamo experiencias emocionales correctivas. Al final de una terapia breve la realidad de primer orden permanece inmutable pero la realidad de segundo orden del cl iente es distinta y soportable. Cap 3: juegos sin fin. La 1° carac de los fracasos humanos: los errores no necesariamente conducen a correcciones, al contrario, en realidad pueden reforzar sus propias causas. Otra aparente función de los fracasos es q los sist parecen necesitar de algunos errores en ciertas áreas pa sobrevivir. En términos cibernéticos el error o equivocación en la experiencia es la posibilidad de incorporar info nueva en un sist. El error forma un arco de secuencia parcial de entropía, q podrá corregirse o amplificarse de acuerdo a la info q ingrese. Esta es la génesis del proceso de aprendizaje: de semejante experiencia se almacena info q se aplicara en futuras sit de tenor similar. Cdo nos enfrentamos al fracaso en la solución de un problema, generalmente no cuestionamos las premisas subyacentes a nuestras acciones pa resolverlo. Pero, en cambio, si examinamos dichas acciones con el propósito de q sean congruentes con nuestras premisas, entonces haremos más de lo mismo. Un sist atrapado en este dilema 3
puede considerarse atrapado en un juego sin fin. Es decir, el fracaso necesita un cambio, pero tal cambio no puede ser consumado porq las premisas subyacentes al funcionamiento del sist no tienen en cuenta esa acción particular q puede producir la modificación. Los sist tienen reglas pero no reglas pa el cambio de reglas q impliquen la superación de un círculo vicioso particular. Entonces, la intervención salvadora debe venir desde afuera. Las funciones del sist deben ser el obj del cambio. Sin embargo, este cambio de estructura es a lo q el sist se va a oponer más tenazmente. Es como si ante el fracaso los sist trataran de retornar en el tiempo al punto anterior al surgimiento del error y así intentar una solución, pero isn tener q cambiar la estructura subyacente. Pero generalmente esto es imposible, el fracaso es asi perpetuado y puede conducir a la destrucción del sist. Si logramos observar los fracasos en un contexto más amplio, llegamos a la comprensión de q estamos en presencia de sist q son controlados por el error. Cap 4: algunas reglas para el dialogo. Se intentara acercar los problemas del dialogo desde una perspectiva negativista. En vez de preg ¿q debe hacerse pa resolverse el problema?, la preg será ¿q debería hacerse pa complicarlo? Algunas r tas tentativas: 1. Una persona no puede no comunicarse. Y uno de los errores más frecuentes es la suposición de q la falta de rta por arte del otro significa no. Pero, sería útil la prevención de preg acerca de la claridad del msj transmitido o de la comprensión del mismo. 2. Relativo a este dilema es la suposición de q loa hechos hablan por sí mi smos. Pero no existen los hechos pr sí mismos, sino las atribuciones de sdo mediante neutras percepciones. Y estas pueden diferir tanto de una persona a otra q se puede culpar al otro de loco o malo por falsear o malinterpretar esos hechos. 3. Aun cdo se reconoce q los hechos no hablan por sí mismos, los esfuerzos pa establecer un dialogo sobre ellos puede generar confusión y se puede llegar a perder el obj de la conversación. Solo un acercamiento comunicacional basado en el leng del otro producirá un cambio pa establecer un dialogo claro. Una de las técnicas creadas por Erickson trata de aprender y usar el leng del paciente, en lugar de tratar de enseñarle el leng de una teoría terapéutica concreta. 4. Todos los problemas humanos generan incertidumbre, x lo q este sería un problema añadido al primero. Por lo tanto, solucionar los problemas equivale a reducir la incertidumbre. La creación de reductores de incertidumbre es la marca del ingenio y el talento. Pero resoluciones de problemas no menos ingeniosas, sin embargo, tienden a destruir lo quieren resolver por reducir su complejidad a la trivialidad o por incrementarla más allá de las proporciones manejables. 5. Otro modo posible de crear problemas a través de estrategias específicas de resolución de problemas es la formulación y firme creencia de meros eslóganes. 6. La falacia o error consiste en la creencia de q los diálogos tienen propiedades y efectos verificables objetivos. El único aspecto de la credibilidad q puede ser objetivamente verificado y confiable es su ausencia. El mejor ej es lo q en la teoría de los juegos se llama juego de suma cero. Es una interacción basada en la aceptación incuestionable de q ante cualquier conflicto hay solo 2 posibles salidas: perder o ganar, y la otra parte lo ve del mismo modo. El dialogo es innecesario y puede significar: o una manifestación de debilidad del oponente o una trampa. 7. Los jugadores de suma cero están convencidos de q ellos conocen exactamente lo q el otro piensa e intenta, por lo q no hay necesidad de dialogo. Ambos lados piensan q están reaccionando ante la actitud del otro y no causando el comportamiento del otro. Solo una intervención exterior tiene alguna posibilidad de resultar exitosa. 8. Si no son corregidos, tales puntos de vista tienen una cap potencial de creación de realidad. Esto está en la naturaleza de cualquier profecía. 9. En los efectos pos de las profecías autocumplidas yace su enorme potencial, por el cual se explica q ni la búsqueda organizacional ni la resolución de conflictos sean suficientemente tenidos en cuenta. 10. Aun las soluciones más exitosas traen consigo las mismas semillas de complicaciones y crisis. 4
Cap 5: la dificultad y el problema. Si de nuestro mapa cognitivo emergen las atribuciones semánticas q construimos sobre los hechos y las cosas de nuestro mundo, es desde allí desde donde esos acontecimientos se convierten en significativos o no, únicamente pa el q percibe. No son las cosas en sí mismas las q tienen relevancia pa nosotros, son las construcciones q efectuamos acerca de ellas. Un ej de dichas construcciones de realidad son las dificultades y problemas humanos. El grupo de Palo Alto definió ambos términos en aras de desarrollar futuras redefiniciones en el marco terapéutico. El hecho o sit competería al campo de una realidad de primer orden, mientras q las atribuciones q otorga a la escena cada integrante parte del universo de construcciones de segundo orden. El problema no es problema en si mismo, es una construcción de sentido efectuada sobre una sit determinada. Dentro de las instancias de complicación se pueden establecer varios niv lógicos. Puede llegar a una dificultad cdo nos involucra tal vez colateralmente, o transformarse en problema si somos directamente los afectados. Se podría definir dificultad como la sit q adquiere el status de un escollo u obstáculo q en forma habitual obtura nuestro paso, bloqueando momentáneamente el proceso de crec. No poseen la relevancia suficiente pa estancar dicho proceso. Pueden ser superadas y una vez resueltas permiten acumular nuevas experiencias generadoras de significaciones alternativas q se pondrán en juego pa sortear las prox. El problema, en cambio, es una construcción netamente individual y subjetiva. No obstante, un problema puede afectar a toso un sist, pero sus integrantes pueden poseer las mimas o diferentes ópticas respecto del hecho. El problema se erige como una atribución semántica sobre una dificultad.se estanca el experienciar, impidiendo el desarrollo personal e interaccional. La dificultad adquiere estatus de problema cdo no es factible de resolverse con los métodos habituales. Se instaura un circuito recurrente, con las consecuentes angustias y tensiones típicas q impiden la salida del problema. La duda e incertidumbre generan la inseguridad resultante y viceversa. La labor del terapeuta tendrá como obj elaborar, desde la semántica, una construcción alternativa q, de ser eficaz, tendrá sus rtdos en la práctica, generando un nuevo circuito de interacciones regido por nuevas reglas. Desde la pragmática, un suj podrá romper la recursividad del problema, activando un nuevo sist a través de acciones diferentes, cambiando las pautas de funcionamiento y produciendo una nueva construcción de sdos desde donde, inevitablemente, su perspectiva cognitiva se modificara. Las soluciones intentadas fallidas, son aquellas q iban dirigidas a resolver la dificultad pero no proporcionaron los rtdos esperados. Y entonces la dificultad comienza a estancar el proceso de crec y se produce un cambio de niv lógico: se convierte en problema. Cto mas se intenta solucionar, más se obtiene el mismo rtdo, de manera q más se sedimenta en el sist el problema original. Tendemos a hacer más de los mismo a pesar de q los rtdos no apunten en la dirección esperada y fracasen. No explotamos nuestra creatividad al servicio de los intentos de solución. Partiendo del problema se delimita un perímetro q compromete algunos mineros el sist a una modalidad interaccional, a diversas construcciones cognitivo-perceptivas, al contexto en q se desenvuelve y a una serie de acciones destinadas a resolverlo. El problema crea una realidad propia. En la labor terapéutica, entonces, se desarticulara la visión y el circuito q sostiene el problema. Si las soluciones intentadas contribuyen a sostenerlo y agravarlo, el terapeuta tratara de desmantelar el más de lo mismo, bloqueando así, en ppio, la recurrencia originada por las tentativas ineficaces. Apelara a la creatividad pa sustituirla por una nueva opción q posibilite la ruptura de la redundancia. En numerosas ocasiones, las intervenciones paradojales son los giros copernicanos en los intentos de solución, ya q desafían la lógica racional, modificando los circuitos recursivos q sostienen el problema. En gral, el paso constructivo del problema a la dificultad es casi imperceptible, puesto q la constitución de una nueva percepción sobre la situación conlleva su solución pragmática (o viceversa), pero lo q en realidad se resuelve es la dificultad, el problema transformado en no problema. De acuerdo con la nueva perspectiva, se logra ver como no tan grave lo q se calificaba de muy grave, hasta alcanzar una ausencia de gravedad de la sit. Por lo tanto, con la última construcción se encuentra el camino hacia su resolución. Asi, el terapeuta no ofrece una serie de soluciones como si fuera un consejero. Operativiza una serie de intervenciones q inducen a ejecutar una desconstrucción y a 5
proponer, mediante una acción alternativa a las implementadas, una construcción nueva q supone un acto constructivo rtdo de la interacción terapeuta-paciente. Y en este camino se reducen tensiones y angustias; se fortalecen lo parámetros de autovaloración y seguridad perdidos. Entonces, el cambio de realidad y la modificación de reglas de un circuito redundante trabajan- desde la terapia estratégica breve- sobre lo cognitivo y lo pragmático:
Intervenciones reestructurantes: desarrolladas en el juego dialogal terapeuta-cliente en la sesión, dentro del contexto del consultorio.
Prescripciones de comportamiento: acciones dirigidas q se llevan a la práctica fuera del ámbito de la sesión, en el escenario real y con los integrantes q participan en el sostenimiento del problema.
No obstante, ambos se entrecruzan y actúan sinérgicamente con el obj de lograr una solución. Podría pensare q la técnica del reframe no solo se limita a ser una herramienta especifica dentro de la gama de estrategias , sino q todas las intervenciones provocan un cambio en las atribuciones de sentido acerca de la problemática planteada. Se construirá en entonces una redefinición semántica, ya sea a través del discurso prop icho, o por medio de un como si en la pragmática mediante las prescripciones de comportamiento.
SEGUNDA PARTE REALIDADES DE LA FICCIÓN Cap 6: hola doctor, quisiera una entrevista…
El uso del teléfono El uso del tel es uno de los ppales rr de los q disponen los terapeutas sistémicos. En ppio, xa cdo se utilizan prescripciones parte de los controles se efectúan mediante llamadas tel, tal es el caso de las prescripciones pa las obsesiones o los ataques de pánico, donde a través de los tel portátiles se desarrollan in situ indicaciones e informaciones entre el paciente y el terapeuta. Por lo gral, la rta del terapeuta sistémico a la 1° llamada telefónica pa concertar una consulta rompe con convencionalismos de arreglo de día y hs de sesión y de suministrar la dirección donde se llevara a cabo el encuentro. Xq más allá de estos datos, supone la posibilidad de obtener info por anticipado (pa pensar las 1° hipótesis q luego confirmara o desestimará en el cara a cara) y de lograr un clima de afecto en la relación. Algunas redefiniciones, connotaciones pos, las preg circulares y el hablar el leng del paciente son algunas técnicas q se pueden aplicar pese a als limitaciones de la sit. El profesional debe ser cauteloso ya q solo se remitirá al leng hablado y en términos de contenido, debido a q la tonalidad y cadencia del discursos tienen su grado de relatividad, y xq no es posible observar nada del leng analógico. En este sentido, el terapeuta deberá agilizarse auditivamente pa incrementar su escucha y comenzar a captar los giros lingüísticos del consultante. La actitud del terapeuta debe ser respetuosa y no forzar la demanda de inf, recordando q no es una entrevista tel sino una llamada pa una primera consulta. No es necesario preg de manera directa, la sutileza y la manera casi natural y lo menos pautada posible darán excelentes rtdos en la obtención de info y en la inserción de señalamientos. En ocasiones, el hecho de tratar de arreglar q el paciente intente quedar con los hijos pa q asistan a la sesión lleva tamb a preg por la constitución fliar, saber si hay una niñera, cual es el fliar más cercano afectivamente. Cdo la verborrea del paciente o la ansiedad o la manía llevan a exceder nuestras preg, el terapeuta debe frenar el aluvión de info y devolverle al paciente un breve resumen de la crónica. Estas intervenciones de recopilación hacen disminuir la ansiedad y tranquilizan, al hacer q el paciente se sienta comprendido, y crean un clima de intimidad q permite recopilar la info circundante. Además, cdo se indica la dirección del consultorio el profesional puede preg de donde viene el paciente (preg s vive cerca, si le es posible llegar) conociendo así el barrio de residencia y el estatus socioeconómico. 6
Tamb es factible determinar el grado de urgencia de la consulta. Una persona q sienta una profunda necesidad de atención intentara pedir el turno más cercano y se las ingeniara pa asistir. Otros, más histéricos y manipuladores, o xq no poseen el mismo interés o no se hallan en una crisis grave, pueden poner condiciones y ofrecer los propios hs pa q sea el profesional quien se adapte. El terapeuta puede utilizar una pequeña maniobra pa determinar el grado de urgencia. Por ej colocara el turno pa dentro de 10 días o en un hs estrambótico. De acuerdo a la rta se identificara el grado de urgencia. Es importante q la llamada sea lo más espontanea posible, xq sino se tornara fría y será imposible recabar datos. Entonces, en esta 1° llamada puede decidirse quien se va a citar a la 1° sesión; conocer quiénes son los miembros implicados en el problema; si el problema constituye ya un sist con pautas de juego y funciones, etc. Cap 7: empezándonos a conocer. El joining o caldeamiento. El joining es la antesala del tratamiento de la problemática. Es una especie de prologo q le permite, tanto a terapeuta como a paciente, preparase pa lo q vendrá en términos de contenido de libro, o sea sesión. Implica el juego comunicacional previo q un terapeuta y los pacientes desenvuelven como forma de introducirse de manera paulatina en los temas centrales por resolver. Este trab previo ayuda a atenuar el impacto q produce la consulta sobre el padecimiento. Los psicodramatistas llaman a este periodo caldeamiento, ya q prop es caldear la mente y las emociones pa ingresar en la tarea específica. Jay haley llama a este periodo etapa social, en la q observa a los participantes y ve quien toma la iniciativa de comentar el problema, quien está en silencio, quién se mantienen al margen, etc. Fue la clínica sistémica la q sistematizó el joining como una etapa de la sesión, especialmente de la primera entrevista. Ya desde el primer contacto tel el terapeuta realizara un caldeamiento Una de las ppales estrategias q el terapeuta introducir a en el joining y q mantendrá a lo largo del resto de la consulta es hablar el leng del paciente, tanto verbal como analógico. Tal complementariedad en el vínculo facilita la entrada de los msjs q se intentaran introducir. Todas las estrategias tiene su sostén en el modo de hablar del paciente, por lo q el caldeamiento, como etapa del trab clínico, se constituye en el basamento de la relación y del éxito de la misma. Lo esperable es q el paso de los temas periféricos a los centrales se produzca espontáneamente, tal como sucede en las conversaciones humanas. Pero eso no quita q si la persona se refugia en exceso en los comentarios anecdóticos, el terapeuta no pueda realizar un corte casi abrupto. Ej: ¿más allá de todo esto en q te puedo ayudar?, ¿q te parece si me cuentas xq has venido? Se calcula q este tiempo de joining vaya entre los 3 y 10 min como máximo. Pero es lógico el tiempo será mayor si se trata de una pareja o flia. Otro factor a tener en cuenta e sal verborrea tanto del paciente como del terapeuta. Otro es el contexto donde se realiza la sesión, en consultorios públicos como hospitales la falta de intimidad o la precariedad pueden desfocalizar el obj de la sesión. Tamb puede ser estrategia del terapeuta dejar hablar al paciente pa señalarle parte del mecanismo en q se desenvuelve y q es la génesis de su dificultad pa resolver el problema. Por el contario, otros entran de lleno en sus conflictos, desbordado por estos, sin querer perder un min. Es muy importante agudizar la observación del paciente, en ese min q va desde abrirle la puerta hasta q se sienta; mirar su actitud corporal, los ojos, ver si corresponden con loq dice, etc. En otras ocasiones, si se han dado prescripciones de una sesión a otra, su análisis puede utilizarse como transición entre el caldeamiento y l a entrada en tema. Tamb puede pensarse el joining como una especie de recreo pa aquellos pacientes muy trabajadores y siempre comprometidos en extremo con lo q les sucede, puede servirles como método de relajación, y hasta de alivio en los más perfeccionistas. Es importante prestarle atención a este primer momento xq muchos de los comentarios q realiza el paciente son fuentes de proyecciones personales. 7
Cap 8: día, hs y precio por sesión. El contrato terapéutico. De este depende, en gran medida, la claridad y org de la rel entre paciente y profesional. Cada parte deberá especificar sus derechos y obligaciones. Es un contrato de palabra. Pero su estructura debe redactarse con claridad xq cto más vaga y abstracta sea su formulación tanto mayor será la posibilidad de malentendidos y de confusión en el curso de la terapia, la vaguedad de las metas será justamente lo q dificultará alcanzarlas. Se erige como un modelo relacional, es decir, un modelo q el paciente puede aprender pa aplicar en otras relaciones y contextos de su vida donde deba efectuar pactos, contratos y acuerdos. Algunos terapeutas realizan el contrato al finalizar la primera sesión exponiendo las pautas a seguir. Otros prefieren esperar al comienzo de as segunda sesión, por considerar q si cierran la primera sesión con un contrato se rompe el efecto del mensaje con q se termina la entrevista. Puede haber un modelo de contrato, pero solamente será una base sobre la q asentar las particularidades propias del caso. Por ej un contrato en una flia aglutinada e indiferenciada deberá ser claro an c/u de los ptos pa lograr en asentimiento de c/u de los integrantes. En el caso de ad, el contrato se realiza en presencia de los padres, q son seguramente los q han convocado la consulta. En los ad toxicómanos, manipuladores, se hace necesario elaborar el contrato con aquellas personas q se harán cargo del trab terapéutico. Ya q el perfil de estos pacientes consiste en la flta de compromiso, ya q con frecuencia inician la terapia obligados por sus progenitores. Pa los suj manipuladores psicopáticos es relevante fijar el pago por sesión y con claridad e, incluso, en ocasiones establecer un contrato por escrito. El tipo de contrato es rígido pa no dejar margen a manipulaciones q pudieran enturbiar el vínculo terapéutico. En los fóbicos y resistentes deben reglarse con flexibilidad los hs, pero no los honorarios, dada la tendencia a la huida y el miedo al compromiso. Por ej los depresivos y a veces tamb los fóbicos son atendidos en su domicilio en ocasiones. Tamb aquellas personas con imposibilidades físicas, o xq el terapeuta considera relevante verlos interactuar en su propio ambiente. Estos detalles tamb es importante remarcarlos en el contrato. La variable económica. La rel terapéutica esta mediatizada por el dinero de manera directa o indirecta. El terapeuta deviene un prestador de servicios y el paciente un consumidor. En la manera directa el paciente de forma privada paga los honorarios del profesional. En la indirecta se realiza el pago mediante una obra social, un servicio prepago, etc. Más indirecta resulta la atención hospitalaria, en l a q el paciente no paga ni personalmente ni mediante el prepago, sino abonando sus impuestos, q incluyen estos beneficios de bienestar social. El tema del dinero suele ser conflictivo pa los terapeutas, como si en una act en la q desfilan los temas de la vida en una rel tan íntima como, o es la pst la introducción de lo económico fuese vivido como un elem disonante o perturbador. Pa el paciente el empleo del dinero denuncia q lugar ocupa y q valoración le otorga en su vida a la terapia personal. Estas son cosas q no deben quedar implícitas, sino q pueden verbalizarse en el mom oportuno. Además, la forma en q el paciente se maneje con el dinero en sesión refleja como lo hace en otros contextos, con lo cual el terapeuta puede comprender y ayudar si el paciente tiene problemas económicos o si pelea con su ex esposa por la manutención. El contenido del contrato terapéutico. La estructura de este contenido varía según:
las caract, sit personal y perfil del paciente. De acuerdo con esto se deberán reforzar algunos ptos y flexibilizar otros.
el contexto de atención. Pauta las oportunidades de hs como de honorarios.
la experiencia y formación profesional. Conduce a q el profesional se vuelva más selectivo y cotice más sus cláusulas del contrato. 8
las particularidades de la empatía q se haya generado en la interacción. Puede depender de si el caso despierta más interés por una cuestión relacional, xq se trata de temas apasionantes pa el terapeuta. Y q por esto pueda flexibilizar ciertas cuestiones de hs u honorarios.
Los ppales ptos a tratar en el contrato terapéutico: a) Propuesta de los honorarios por sesión. El terapeuta deberá plantear el valor económico de la sesión, tanto si es flexible o si es fijo. Esto suele depender del contexto socioeconómico y cultural en el q se desarrolla el trab terapéutico. Cto más estable económicamente es una soc menos variaciones sufre el honorario del terapeuta. Existen tamb trabas internas q no le permiten al terapeuta conducirse con total libertad en la negociación económica. Por ej los profesionales q acaban de terminar sus estudios piensan q por su escasa experiencia no merecen cobrar los honorarios usuales. Tamb la escasez de demanda terapéutica conduce a muchos terapeutas a rebajar sus honorarios hasta niv en q no se sienten gratificados por su trab. Tamb sucede a la inversa, muchos terapeutas noveles pretenden cobrar lo q no merecen según sus conoc teóricos y su experiencia clínica. Muchos profesionales esperan el reconocimiento y la valoración del paciente y relegan lo económico. Pero si el paciente no manifiesta lo q el terapeuta espera es sinónimo de fracaso. Y este puede ser uno de los factores por los q se olvida de cobrar, o rebaja demasiado sus honorarios o maneja el cobro de manera descuidada. Tamb es el caldo de cultivo pa la proliferación de mec psicopáticos de ciertos pacientes q señalan la culpa del terapeuta o conducen a la negociación de unos honorarios degradantes. Algunos cdo deben derivar al paciente lo hacen de manera directa, diciendo q esos son sus honorarios y q lamentablemente el paciente no podrá tratarse con él. Otros aducen q no tienen posibilidades de hs o q otro profesional es el indicado y experto en su problemática y por eso lo derivan a él. Algunos terapeutas cobran honorarios diferentes por atender a una flia, pareja, grupo o solo a un individuo. La grupal es más económica ya q una determinada cant de pacientes trab en la misma hs de manera grupal. b) Cómo se fijara el sist de pago; Aquí el profesional impondrá las pautas de la forma de abono de las sesiones, puede preg al paciente cómo le queda más cómodo o puede fijarlo el. Puede ser por sesión, o semanal o mensual. Tamb hay q estipular si se paga al ppio o al final de la sesión. Muchos sostienen q es preferible el pago al inicio, como cierre del compromiso económico, y de esta manera no involucrar este tema la final, ya q muchas veces se termina con angustia o estados de tensión. Otros sostienen q es mejor al final como sello de cierre. c)
El tipo de moneda de pago.
El terapeuta debe especificarlo, y suele depender de la sit del país. En algunas ocasiones, la menos ortodoxa, el paciente puede abonar a manera de tr ueque. d) Cómo actuar ante posibles retraso en el abono de las consultas. e) posibles días y hs de atención; f)
contexto de trab terapéutico;
g) cómo actuar si se falta a la sesión.
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