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FACTORES QUE FOMENTAN LA PROPAGACIÓN DE BACTERIAS EN ACCESORIOS MÉDICOS Y DE ENFERMERÍA DE LOS CENTROS DE SALUD. INTRODUCCIÓN
La cofia, reloj pulsera y corbata.
Estafilococo Aureus El Estafilococo aureus utiliza el reloj pulsera, cofia o corbata principalmente para trasladarse dentro de un centro sanitario. Hay que tenerlo en cuenta, porque tras los estudios realizados por diferentes centros de salud se pudo comprobar que es precisamente en la pulsera del reloj, cofia o corbata donde esta bacteria anida y de donde pasa a las manos. La conclusión es obvia: algunas infecciones hospitalarias pueden deberse a la cómoda costumbre de llevar reloj, cofia o corbata (el estudio se llevó a cabo en la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido). Lo curioso es que este tipo de análisis se realizan con cierta frecuencia. Y casi siempre giran en torno a lo que el personal de enfermería y los médicos utilizan cuando van a trabajar. Por ejemplo, un estudio estadounidense partía de la base de que el 47% del personal hospitalario que utiliza reloj, cofia o corbata transportan en ellos suficientes bacterias como para propagar y trasladar enfermedades de un sitio a otro. Y se llegó a demostrar que quienes trabajaban en contacto directo con los enfermos y que utilizaban reloj, cofia o corbata, en los cuales se tenían más posibilidades de infectar, que los que estaban en cualquier otro lugar del centro hospitalario. Y hay más; porque ante la evidencia, la primera medida sería aconsejar a los médicos y enfermeras que no utilizaran tales prendas. 1
[email protected] Juana Medina Morales Pero es que otra encuesta aconseja lo contrario: llevar reloj, cofia o corbata hace ver al personal médico y de enfermería mejor vestido y eso da más confianza al paciente que “ve entonces un mayor amparo profesional y, sobre todo, una mayor seguridad en la salvaguarda del secreto profesional”. Hagamos concientizar al paciente de que la mejor atención radica en la profesionalización y conocimiento científico en cada uno de los procedimientos y técnicas que se le realizan para su pronta recuperación e integración a sus ocupaciones diarias, y explicar los medios por los cuales se trasladan infinidad de bacterias que pueden agravar su padecimiento actual. Es verdad que las infecciones hospitalarias van descendiendo y el nivel de desarrollo la sitúa ya en ese porcentaje mínimo que se considera inevitable. Y la culpa recae directamente sobre nosotros, los pacientes, según las investigaciones realizadas. Todavía se les envían flores a un hospital y no somos conscientes, por ejemplo, de que en una cucharada de agua de un florero hay 20 millones de bacterias. En un ramo de flores, dentro de un centro hospitalario se han encontrado pseudomonas, aeromonas, serratias y toda una serie llamativa de otras bacterias. Basta decir que los gérmenes del agua de un florero fueron resistentes a la gentamicina. Por lo mismo, a los pacientes más susceptibles de infección se les eliminan las verduras crudas de la dieta, especialmente el tomate, el rábano y el apio.
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23 de Junio del año 2014
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Los teléfonos celulares ya han eliminado prácticamente el teléfono fijo, fuente abundante de infecciones. Piense siempre que ese teléfono puede haber sido utilizado antes por gente cuya condición sanitaria se desconoce. Y el teléfono no se puede desinfectar como otros elementos. ¿Y la toalla? Cada uno de los que está con el enfermo la utiliza entre 4 y 6 veces al día. Y no en todos los sitios hay una toalla para cada persona. Y allí queda, al secarse, todo un archivo de moderna bacteriología. Así que ahora, cuando el médico le pregunte la hora, ya sabe que tiene menos posibilidades de infectarse por el estafilococo. HISTORIA DE LA COFIA Anteriormente también recibió el nombre de "Toca", su diseño consistió en un "gorro". Éste se remonta a la Edad Media, con el gorro se pretendía cubrir el cabello, ya que peinarlo constituía una larga y fastidiosa tarea que no se realizaba con más frecuencia de lo que se consideraba necesario. A la cofia se le ha considerado como signo de identidad. Entendiendo Entendiendo ésta como el resultado de un proceso ideológico, el cual exige un elemento de diferencia para poderse expresar, y en el que encontramos factores bien definidos como la pertenencia grupal o territorial. Cierto es que la enfermera se distingue y tiene identidad profesional por sus conocimientos, por su capacidad para desempeñarse en cualquier área de su campo y por formar parte importante del equipo del área de la salud. No es la lámpara, la cofia, ni la capa, símbolos de identidad, sino que la identidad misma, la da la propia enfermera a través de su profesionalización constante y permanente. Porque una cosa es hablar de uniforme y otra cosa es hablar de ropa de trabajo uniformada. Ejemplo: Antes de la incorporación de la mujer al ejército como militar profesional, existían las Damas Auxiliares de Sanidad Militar (mal llamadas enfermeras militares), las cuales, iban uniformadas con una cofia. Por suerte al integrarse la mujer m ujer como D.U.E. Militar exactamente igual que un hombre desapareció esa cofia que siempre fue símbolo de servilismo femenino. Ya va siendo hora que la profesión de enfermería sea unisex de todas porque todavía se ven compañeras en algunos sitios que con todo mi respeto parecen que han comprado el uniforme en una tienda de disfraces de carnaval en el hospital civil de Guadalajara se realizó un estudio referente a la cofia, claro tomando en cuenta su historia desde F. N. que no fue la primera enfermera como la historia lo dice fue que se tomara como una insignia que manifestara el honor y el prestigio así como la disciplina pero se demostró que la cofia es una fuente de contaminación para el cliente y por lo tanto se retiró su uso en el hospital disminuyendo las enfermedades potenciales potenciales al paciente con el que estamos en contacto para brindar atención y aliviar su padecimiento; y no cooperar con más proliferación de bacterias.
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El uniforme denota el carácter religioso de la escuela, recuerda a las enfermeras de hace muchos años, me parece un poco atrasado, eso y la cofia denota un carácter religioso autentico. Me recuerda a las antiguas enfermeras, en su mayoría monjas. Es to talmente discriminatorio y no tiene ninguna utilidad real. La cofia no fue un instrumento para el cabello, nunca ha tenido ninguna función higiénica ni preventiva, simplemente es simbólica. Al parecer de muchos profesionales y estudiantes la cofia es un elemento discriminatorio y obsoleto, por eso no es obligatorio. HIMNO DE LA ENFERMERA (O) Adelante, a la lid Adelante, a la lid, Enfermeras, Nos lo mandan las leyes, Nos lo mandan las leyes de Dios. D ios. Es preciso calmar los pesares Y triunfar del acervo dolor; Adelante, Enfermeras, Nos lo mandan las leyes de Dios. D ios. Si las penas se adueñan del mundo Se hace rudo el humano existir, El alivio llevemos valientes De la patria al lejano confín. En la paz y en la guerra busquemos Ser del hombre en la brega sostén Ser amparo del niño doliente Dar alivio al que lo ha menester. Renunciemos del lujo a las pompas Mientras haya quien sufra aflicción Devolvamos salud al doliente Con los ojos clavados en Dios ADELANTE ENFERMERAS, A VENCER AL ACERBO DOLOR
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La evolución en el modelo de las cofias de enfermeras desde la primera cofia religiosa hasta el abandono total de las mismas, refleja r efleja la historia de los cuidados, condecoran el servicio prestado en las instituciones militares. Siendo las primeras dispensadoras de cuidados en muchos casos mujeres religiosas para los países colonizados, (quienes se cubrían la cabeza como parte de su hábito) no impidiendo que a nivel social existieran mujeres cuidadoras; parte del pueblo, las que ofrecían los cuidados desde la transmisión de los conocimientos populares para realizar curaciones desde las ciencias de la naturaleza. Estas últimas con saberes transmitidos de generación en generación a través de la tradición oral. Las mujeres en la familia dispensaban los cuidados de forma informal. En los primeros hospitales estaban empleadas quienes realizaban la limpieza en las que recaía ofrecer a los enfermos los cuidados rudimentarios, aun teniendo experiencia reconocida eran consideradas negligentes, llevaban cubierto los cabellos por un gorro (en razón de la tarea que cumplían). Varias razones explican la desaparición de la cofia y de algunos uniformes de enfermeras a partir de la década del 70. La carrera de Enfermería poco a poco permite la profesionalización, el uso de la cofia continúa siendo parte de la vestimenta de las auxiliares, anteriormente la cofia confería autoridad y distinguía a las enfermeras diplomadas. Desde los años 1960 a 1980 las escuelas hospitalarias dejan paso a las Escuelas Universitarias, el sistema de enseñanza basado sobre el progreso de las jerarquías había pasado hacia conceptos democráticos de la educación y el respeto; por consecuencia la cofia en tanto indicador de nivel de formación pierde su significación simbólica. La evolución de los modelos de cofias de Enfermeras, desde la cofia religiosa hasta el abandono del uso de las mismas, refleja la historia de los cuidados; en el cual las primeras graduadas vestían uniformes que las distinguían de las no graduadas. Así, y aun admitiendo que la estética y la imagen juegan un papel importante en lo que se refiere a prendas de vestir, los criterios para escoger un atuendo u otro, han de estar basados en eficiencia, comodidad, higiene y ergonomía. Si el parámetro por el que un centro hospitalario establece la calidad de la atención al paciente es el uniforme de las enfermeras no debería dedicarse a la salud, aunque jurídica y empresarialmente esté cargado de razones, en estos lugares no está primando el servicio al enfermo, que debería ser lo esencial, argumenta Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería. De hecho, varias enfermeras consultadas, sostienen que la cofia se califica de arcaica, resta comodidad y operatividad. No te mueves igual de rápido ni eres tan ágil con ella, dejas de tener los cinco sentidos puestos en tu trabajo por estar pendiente si la cofia se te mueve, o por estar cuidándote que no te enredes con cortinas, biombos, equipos de aspiración, de oxígeno, etc. Los pacientes quieren buenos profesionales y esto no depende de que lleven cofia o no.
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Muy sorprendida e investigado y leído lo ocurrido en una clínica denunciada por sancionar a las enfermeras debido a su falta de uniformidad, y que ello es debido a la tiranía de coordinadoras, jefes de división división y supervisoras. Yo estoy convencida de que la culpa también lo tenemos nosotras, incluso considero que somos mucho más culpables por falta de solidaridad y sensibilidad con nuestras congéneres. Ninguna autoridad, no por principios, sino por miedo, se hubiera atrevido a tomar la decisión de sancionar a una mujer por no llevara una cofia que es un símbolo vejatorio, insultante y ridículo, sin que nosotras aceptemos, con odiosa naturalidad, la realidad de estas vestimentas. Sin embargo no decimos nada sobre esa pieza del uniforme que debería avergonzarnos a todas ya que es un símbolo de propagación de infecciones nosocomiales y que las principales responsables en saberlo son nuestras autoridades de enfermería que deberían utilizar la investigación con estos fines y saber en realidad cuáles son sus funciones. ¿O es que ninguna hemos visto las cofias de las niñeras, cocineras, auxiliares y camareras? ¿Cuántas de nosotras hemos presentado una reclamación o queja? ¿Cuántas, a pesar de ser conscientes del menoscabo que sufren estas mujeres, hemos pedido la retirada de las cofias denigrantes? Desde mi punto de vista, esa parte del uniforme, nos dañan a todas y a los pacientes por igual, ya que el conocimiento y profesionalismo es interno y se demuestra actuando y en cada una de las técnicas aplicadas, y no externo como en portar la cofia. Es indigna la cofia a modo de “chacha de casa bien” que les obligan a llevar tanto a ellas, como a las auxiliares y camareras. Sin olvidar tampoco esas cofias obligatorias para las asistentas de muchas viviendas donde las jefas somos nosotras. La buena imagen no está en el uniforme, sino en el trabajo t rabajo de los profesionales. De acuerdo con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades cerca de 2 millones de personas en Estados Unidos desarrollan una infección nosocomial y de esas 10.000 mueren cada año. Es la cuarta causa de muerte y le cuesta al sistema de salud cerca de 30 mil millones de dólares al año. Según explica Michael Schmidt, Ph.D., microbiólogo de la Universidad de Carolina del Sur en Charleston, “tienes una en 20 probabilidades de de desarrollar infecciones nosocomial una vez que se ingresa a un hospital. De hecho, muere más gente por este tipo de infecciones cada año, que los que mueren por VIH y cáncer de mamas. Es el sucio secreto de la salud (la cofia, la corbata y el reloj)." "Las bacterias están en todas partes. Tratamos de prevenir que los microorganismos no entren en contacto con los pacientes pacientes lo mejor que podemos, podemos, pero esto sigue ocurriendo por el uso de de los tres aditamentos-mencionados". La gran mayoría de las instituciones de salud han adoptado estrictos procedimientos sanitarios. Tanto médicos como proveedores, han sido instruidos en lavarse las manos antes y después de tener t ener contacto con pacientes, y los hospitales a menudo utilizan productos agresivos de limpieza para reducir el nivel de microorganismos en el ambiente, existe mayor carga bacteriana en el aire de un hospital que en el aire urbano y rural.
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Actualmente se está probando un antiguo elemento que reduce la transmisión de infecciones en los hospitales: el cobre. Un metal y nutriente esencial para la vida, antimicrobiano que elimina a las bacterias que entran entran en contacto con éste. éste. Civilizaciones antiguas almacenaban agua en vasijas de cobre para que ésta no se contaminara. Además, antiguos guerreros sabían que pasando bronce o cobre en sus heridas, éstas no se infectaban. “Estamos ahora redescubriendo esta capacidad. Poniéndola a disposición de los pacientes podremos prevenir y evitar la transferencia de microorganismos”. Los investigadores del Hospital de Santa Carolina están instalando cobre en camillas, sillas, teclados de computadoras y mouse, botones de llamado de enfermeras, áreas conocidas por su alta contaminación. Se espera así se aminore el número de bacterias y se reduzca la incidencia de infecciones nosocomiales. El actual estudio aplicado en los Estados Unidos, se está realizando en el Hospital de South Carolina, el Centro Médico VA en Charleston y el Centro del Cáncer Memorial Sloan-Kettering de Cáncer en Nueva York. Experiencias similares se están aplicando en centros de salud en todo el mundo: Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Japón y uno en Chile que recién se inicia en el Hospital del Cobre ubicado en la ciudad de Calama. En este último, una de las cuatro salas UCI utilizarán superficies con cobre. Fuente: http://www.thedenverchannel.com Caso Real De La Paz Bolivia 17 de octubre de 2007 Peligro.- Se Peligro.- Se trata de la Klebciella y la Acinetobacter que pueden causar la muerte. El nosocomio se cerró tres días para su desinfección. El Hospital de la Mujer de La Paz cerró sus puertas desde ayer y hasta mañana luego de que se detectó la presencia de dos bacterias mortales en la sala de prematuros; una de éstas se halló en un catéter endotraqueal y la otra en una sonda de oxígeno. La Dirección del nosocomio investiga las causas de la presencia de las bacterias e indaga si alguien los porta, sin descartar que se trate de un paciente o alguien del personal médico. “Se ha dado la presencia de dos gérmenes, la gérmenes, la Klebciella y Acinetobacter, que son riesgosos en una infección que se pueda presentar en cualquier edad y peor aún en recién nacidos prematuros, por esto el Hospital se cerrará a partir de hoy por 72 horas”, explicó ayer Segundino Ortega, director del Hospital de la Mujer. La autoridad aseguró que “no se reportó ni una sola muerte de bebé a causa de una infección”. Christian Trigoso, patólogo clínico del Instituto Nacional de Laboratorios en Salud (Inlasa) explicó que “la Klebciella y la Acinetobacter son bacterias gram negativas, que se encuentran en la piel, en el tracto gastrointestinal así como en el medio ambiente se adhieren al uniforme, cofia, corbata y reloj. Son microorganismos potenciales para personas que tienen los sistemas inmunológicos disminuidos como recién nacidos o ancianos”.
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Precisó que un proceso infeccioso de este tipo se produce “porque (las ba cterias) ingresan al organismo a través de cualquier dispositivo que se halla en contacto con el sistema circulatorio, como catéteres u otros que fueron colonizados con estos microorganismos y que a partir de estos dispositivos ingresan a la sangre provocando provocando septicemia (una infección en la sangre)”. Según Trigoso estas infecciones se provocan cuando no se esterilizan bien los equipos o, fundamentalmente, cuando el personal no se lava las manos. Ortega dijo que la Klebciella fue detectada en un catéter endotraqueal (que se coloca en la traquea) y la Acinetobacter en una sonda para oxigeno, a través de “cultivos que se hacen en todos los pacientes recién nacidos. Se les hace un cultivo de sangre y de todos los medios que utilizan”. Ante esta situación, el nosocomio cerró ayer y permanecerá cerrado hoy y mañana para desinfectar todos sus ambientes. Para ello, dijo, “se contrató a una empresa especializada en desinfección de ambientes hospitalarios y de instrumental”. Agregó que también “se investiga si alguien alguien (paciente o personal) es el portador de alguno de los gérmenes” detectados. Pese a que el lunes Ortega había desmentido que el Hospital de la Mujer atravesaba por algún problema, ayer el galeno admitió que estas bacterias mortales se detectaron “la an terior semana; el sábado por la noche fue cuando empezamos a aplicar las medidas necesarias”. El director del nosocomio explicó que bastó con tener la alerta para tomar las acciones y “de esta manera evitar lo que ocurrió en otros hospitales”. La decisión de cerrar por tres días el centro de salud provocó el alta de las pacientes y el traslado de tres de ellas a otro hospital. Sólo los bebés que se encontraban en la sala de prematuros donde se detectó a los microorganismos se quedaron. Ortega precisó que la atención externa no será afectada, pero los partos eventuales que lleguen al lugar serán derivados.
Investigación realizada de manera personal, para consulta de los interesados en cuestiones de salud.
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Bibliografía • www.cientec.or.cr/equidad/nightingale.html • www.civilisations.ca Société du Musée canadien des civilisations • www.florence-nightingale.co • http//news.bbc.co.uk/hi/spa http//news.bbc.co.uk/hi/spanish nish • Ricci, M.; De Titto, Ricardo, de Titto, Raúl. Historia de la Enfermería. 1ra.Edición Buenos Aires. El Ateneo, 2004. Pág: 170. • En 1904 se realizó el Segundo Congreso Latinoamericano de Medicina, y Grierson aprovechó para dirigirse a sus colegas del continente” continente” Lo que nosotros, los médicos latinoamericanos estamos discutiendo y poniendo sobre votación en los Congresos, está resuelto y puesto en práctica en Europa. No hay hospital sin escuela de enfermería.” • Colliere, Marie Colliere, Marie F.: Promover la vida De la práctica de las mujeres cuidadoras a los cuidados de enfermería. Capítulo 1 Origen de las prácticas; su influencia en la práctica de la enfermería. Pág. 7 • VOL. 70 (3), 743-776, 743-776, 2004 INTERACCIONES MICROORGANISMOS-SUELO-PLANTA... MICROORGANISMOS-SUELO-PLANTA...747 747 • Ma. ROSARIO DE FELIPE ANTÓN AN. R. ACAD. NAC. FARM. 748
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