EL INDIVIDUO, LA CULTURA Y LA SOCIEDAD INMERSOS EN EL CAMPO DE LA COMUNICACIÓN POR: LINA SANCHEZ
A partir de los planteamientos que se hacen por medio de situaciones y ejemplos en los posicionamientos de Pierre Bourdieu en sus diversos textos y Fernando Savater en su libro “Ética para Amador” , se puede identificar una relación directa entre cultura, libertad, poder simbólico y violencia simbólica. Partiendo del concepto de cultura, podemos definirla como las diferencias y similitudes entre grupos, en tanto que ésta se evidenciará por medio del conjunto de símbolos y objetos que son aprendidos, compartidos y transmitidos de una generación a otra por los miembros de una necesidad, es decir, el factor determinante, regulador y moldeador de la conducta humana. La definición de cultura está ligada a comportamientos y en general a todo lo que se aprenda en la sociedad, individual o colectivamente, sin embargo, la necesidad de compartir transmitir los elementos de la cultura, hace que sea necesario entender al otro para poder ser parte de ella, en cuanto, que lo que un individuo realice puede ser condicionante, determinante o simplemente un comportamineto más, que se hace característico cuando se ejerce en una cultura específica y por ende la adaptación que sufren los miembros a ésta. De allí, que se empiece a hablar de libertad , la cual se define como la capacidad ilimitada de elección, por eso es del individuo y de la sociedad en general definir la cultura a partir de su hacer y su que hacer en la cotidianidad.
“La libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: Sí o No. En su brevedad instantánea, como a la luz del
relámpago, se dibuja el signo contradictorio de la naturaleza humana” (Octavio Paz, La otra voz)
Así como se habla de la libertad por medio de la decisión del individuo ante una o diversas situaciones, se habla también de la libertad como un condicionante para la sociedad respecto a la influencia que esta pueda ejercer o no sobre alguien, pues es el individuo quien realmente asume su posición o no ante algún planteamiento que se le da, siendo éste el momento en el que pone en tela de juicio su criterio y se apropia de su rol como individuo y no como sujeto.
“La vida del hombre no “puede ser vivida” repitindo los patrones de su especie, es él mismo –cada uno- quien debe vivir. El hombre es el único animal que puede estar fastidiado, que puede estar disgustado, que puede
sentirse expulsado del paraíso” (Erich Fromm, Ética y psicoanálisis) Por eso es que la función que cumple un individuo dentro de la sociedad es en ocasiones ajena a la cultura que se quiere imporner o que proviene de tiempos remotos y que hace un posicionamiento ante la humanidad. Pese a lo anterior, el hombre está en la capacidad de decidir y asumir su vida por medio de roles que lo hagan característico y único en su especie, pues sus comportamientos, ideas y acciones son completamente opuestas a las de los demás. Sin embargo en el mundo en que nos hallamos inmersos, diariamente nos exponemos a situaciones y momentos en los que nos vemos obligados a ceder y estar sujetos a lo que otros individuos nos quieran imponer. El hombre deja de ser libre y empieza condicionar su criterio cuando está sujeto a las ideas y planteamientos sociales que otros quieran imponerle, pero, es necesario reconocer que ésta problemática está directamente implicada con la estratificación social que se ha generado a través de los años y las modificaciones que factores sociales, políticos y económicos han marcado; es así, como empezamos a hablar delo que llamamos Violencia Simbólica, la cual se define según Bourdieu como la dominación de una clase sobre otra, donde los elementos predominantes son los estructurados y los estructurantes. Se habla de violencia simbólica cuando a tavés de la dominación de clases sociales, se dan discusiones y se empiezan a ver las diferencias entre individuos que a pesar de compartir el mismo espacio social, no comparten lo que definimos y planteamos como cultura, pues las condiciones
económicas y políticas forjan un ámbito social que deja de ser igualitario y pasa a ser desequilibrado en diversos aspectos. A través de la violencia simbólica podemos reconocer también un concepto al que denominamos poder simbólico, el cual, afirmado por Bourdieu, es la relación directa entre quienes ejercen el poder y quienes lo sufren, lo cual podemos explicar por medio de un sin número de paradojas cotidianas. El poder simbólico se ve reflejado en la vida de todos los individuos que pertenecen a la sociedad, pues gracias a la estratificación y la diferencia de clases sociales, el hombre ha ido atribuyendo autoridad y poder sobre él a quienes considera que se encuentran en un rango más alto al suyo, lo cual le hace pensar que debe estar sujeto a todo lo que estos quieran imponerle. Ante las modificaciones, los lineamientos trazados y las limitaciones que se han impuesto en la sociedad, los medios de comunicación se han formado y se han ido construyendo a partir de estas bases, lo cual muestra constantemente en los temas y las noticias que a diario hacen parte de la agenda de determinado medio de comunicación. Es notorio, el hecho de que los medios de comunicación, al igual que la sociedad han arrojado una cantidad obsoleta de condicionamentos y determinantes en el ser y el hacer del individuo con su entorno, lo cual se manifiesta a través de los resultados y los cambios que frecuentemente se observan en la sociedad. Los medios de comunicación han buscado siempre vender sensacionalismo e impacto social por medio de situaciones trágicas, escalofriantes y duras ante la realidad, que más tarde, dejarán der ser motivo de sensibilización humana y pasarán a ser motivo de venta y éxito comercial en el mundo de las comunicaciones. Aunque exista un planteamiento y una nueva idea de volver a contextualizar y regenerar el periodismo a través de los medios de comunicación, en donde lo más importante sea la objetividad y el desempeño del periodista a partir de la contrucción de discursos sociales basados en las experiencias y las situaciones del mundo real y sus miembros; es bastante complejo el hecho de querer transformar y modificar repentinamente el concepto de noticiero y medios de comunicación, pues para la mayoria de los individuos, el estilo y manejo de éstos en la sociedad es el más apropiado para mostrar la verdad y enseñar la perspectiva que se tiene de la sociedad, el individuo y la cultura que ha encerrado en un solo estilo de vida a la humanidad.
Por eso, en el texto de Javier Darío Restrepo cuando se habla del periodismo social y la presentación de nuevas propuestas y de dar soluciones a lasproblemáticas que diarimente se muestran en los medios de comunicacióon, es importante resaltar que el peridismo se ha encaminado a lo que los medios lo han hecho sujeto, pues a pesar de la ética profesional y los principios básicos que tenga un periodista, en su mayoría es díficil imponer un posicionamiento que saque a flote el objetivo real de los medios para con la sociedad, pues esto generaría un sin número de controversias y problemáticas que más allá de mostrar un beneficio para la sociedad, mostraría un déficit en lo que llamamos credibilidad y confianza en los medios, lo cual afectaría notablemente a los periodistas ya que es de saber y de conocimiento público y razonomiento de la humanidad, que todo lo que a diario se transmite en los medios de comunicación proviene de las investigaciones, actividades, funciones y roles que cumplen cada uno de ellos en el medio para lograr informar y contextualizar a la sociedad de la realidad, los hechos actuales y las consecuancias que se dan a raíz de los cambios y los diversos factores que intervienen constantemente en el desarrollo y crecimiento del hombre y su entorno.