ENFERMEDADES PSICOSOMATICAS Son las enfermedades iniciadas o mantenidas por factores psicológicos.A veces acudimos al médico aquejados de alguna enfermedad o dolencia, y tras hacernos un chequeo éste no encuentra nada en nuestro organismo que justifique lo que nos ocurre. Esto a veces causa cierto desconcierto, ya que es más cómodo encontrar una causa física y aplicar un tratamiento, que entender y aceptar que es nuestra mente la que puede estar originando o manteniendo la alteración. Esto quiere decir que muchos trastornos y enfermedades están relacionados con interpretaciones irracionales sobre la realidad y con la forma que tenemos de enfrentarnos a ella 1. Dérmicas: urticaria, acné, ronchas, así como trastornos circulatorios cutáneos. 2. Esqueléticas: dolor de espalda, dolores reumáticos, calambres y ciertos casos de artritis. 3. Del aparato respiratorio: bronquitis, accesos de asma, rinitis. 4. Del aparato circulatorio: hipertensión, dolores de cabeza, trastornos cardiovasculares, colapsos cardiacos por el exceso de trabajo del miocardio. 5. Cambios sanguíneos y linfáticos: estos pueden ser evidenciados por los métodos de la química hematológica y otras técnicas. 6. Gastrointestinales: colitis, nauseas, vómitos, hiperacidez gástrica, constipación y pérdida de apetito. 7. Endocrinos: hipertrofia de la tiroides, obesidad. 8. Genitourinarias: trastornos de la menstruación, contracciones dolorosas de la vagina, micciones difíciles y ciertos casos de disfunción sexual. 9. Del sistema nervioso: perdida de fuerzas, neuritis, somnolencia o insomnio excesivo, sentirse fatigado constantemente, neurastenia. 10. De los sentidos: conjuntivitis, trastornos sensoriales, sensación de que los ojos arden como brasas. Es importante saber que el manejo de las situaciones estresantes depende de la capacidad de adaptación que nuestro organismo tiene, además de su preparación, necesidades, expectativas y autoestima. Seyle considera que la persona sometida al estrés positivo experimenta una gran emoción, y las hormonas actúan como si fuera un estrés negativo, un ejemplo seria que recibiera la noticia de la pérdida de un ser querido, el desempleo, etc. Si en casos como estos nuestro organismo no responde de forma adecuada se corre el riesgo de enfermarse y esto sucede porque nos hacemos menos inmunes a las enfermedades, es como si nos diéramos por vencidos antes de luchar contra las situaciones de estrés. ¿Cuáles son las las enfermedades psicosomáticas psicosomáticas más más comunes?
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Depresión Trastornos gastrointestinales (colón irritable, ulcera, gastritis,etc) Afecciones cardíacas (hipertensión, infartos, hipotensión) Afecciones de la piel (psoriasis) Ataques de Pánico, trastornos de ansiedad. Insomnio Cancer Disfunciones sexuales (impotencia, anorgasmia femenina,etc)
Estos son algunos de los trastornos más comunes que suelen padecer un gran porcentaje de la población. ¿Cuáles son los factores que ayudan a la aparición de las enfermedades psicosomáticas?
* Cuando estás en una situación estresante en forma continúa y no terminas de resolverla adecuadamente por lo que estás en estado de tensión permanente. * Cuando no expresas adecuadamente alguna de estas emociones vitales: TristezaRabia ± Afecto ± Miedo - Alegría. * Cuando no cultivas hábitos saludables: Alimentación sana- actividad física. * Cuando no compartís ni te relacionas profundamente con las personas. * Cuando no sabes como relajarte ni descargar adecuadamente tus tensiones diarias. * Cuando crees que ³sos una víctima de tus dificultades´ y crees que poco podes hacer para resolverlas. ENFERMEDADES PSICOSOCIALES Las enfermedades Psicosociales Las enfermedades Psicosociales constituyen dentro de la salud pública un problema que cobra importancia por su magnitud y transcendencia. Su etiología es aún desconocida en la mayoría de ellas, y esto dificulta poder encontrar mecanismos adecuados para combatirlas. Consideramos la salud, como el equilibrio que resulta de la interacción del hombre con sus necesidades biológicas y sociales, además de las variables requeridas del medio. Al romperse este equilibrio se pasa al estado de enfermedad. ³La salud mental implica la capacidad de un individuo para establecer relaciones armoniosas con otras y para participar en modificaciones de su ambiente físico y social o de contribuir en ello de modo constructivo´. Todo tipo de conducta que se aparte del patrón social establecido es generalmente considerado como anormal y se traduce en un trastorno que si es del orden de los supuestamente dirigidos por la mente, se le llama trastorno o enfermedad mental.
Estas enfermedades mentales se dividen en individuales y sociales (psicosociales) dependiendo de que si la enfermedad mental tiene consecuencias que afectan directamente al individuo que la padece (el enfermo) o si en alguna forma atente contra la sociedad. Según Cabildo, ³por enfermedad psicosocial debe entenderse como una alteración en la estructura y dinámica de la colectividad que impide, la existencia de un ambiente adecuado que fomente a su vez, las tendencias destructivas, el odio, el robo, el homicidio, la miseria, la desintegración familiar, la guerra entre otros. Se está universalmente de acuerdo que en la etiología de las enfermedades psicosociales, el ambiente social juega un papel preponderante y cuando este ambiente social adquiere caracteres agresivos para el individuo (huésped) es cuando recibe el nombre de agente patógeno. Se considera agente psicosocial aquellos elementos socio-culturales que una comunidad en un momento dado, pueden provocar desajustes emocionale[***]s y alteraciones de conductas, en un grupo de individuos considerados como huéspedes susceptibles. Es decir, la enfermedad es de la comunidad y se manifiesta en los huéspedes susceptibles. Si realizamos un análisis de la situación actual de las enfermedades psicosociales podemos observar que los cambios que suceden alrededor del hombre son muy variados y en ocasiones tan rápidos y de tal magnitud que dificultan e impiden a veces una adaptación al medio. El ritmo creciente del cambio en el mundo que nos rodea perturba nuestro equilibrio o intención; tal parece que la aceleración externa se traduce en una aceleración interna, que bien podría manifestarse en la que conocemos con el nombre de enfermedades psicosociales. En una sociedad que constantemente se transforma, que crece y en la que cada día resulta más difícil la obtención de empleo se propicia un individualismo marcado y un exceso de competencia que origina tensiones personales y colectivas. La estructura familiar se presenta paulatinamente afectada en su solidez y los patrones culturales por tanto tiempo establecido y tendiente a mantener dicha estructura cambian aceleradamente dificultando una adecuada adaptación a las mismas, en los miembros integrantes del grupo familiar. Estos cambios en la estructura familiar sumadas a otros distintos socio-económicos propician, una gran inseguridad y la desintegración familiar cada vez es mayor. Además la industrialización trae consigo un fenómeno de automatización que tiende a desvincular al trabajador y el producto de su trabajo. La inconformidad cada día mayor por las pautas sociales y la solidez de nuestras tradiciones producen una situación de conflicto. En América Latina y ante todo aquellos países donde el subdesarrollo es mayor encontramos cifras de homicidios tan elevados que lo hacen ocupar los primeros lugares, en tasas de mortalidad.
La delincuencia juvenil y los robos son más frecuentes en las grandes ciudades, en aquellas de rápido crecimiento y con un alto grado de desocupación. El alcoholismo, el consumo de sustancias causantes de dependencias psicotrópicas es un fenómeno que tiende a aumentar cada vez más en nuestra sociedad. De allí que cada uno de nosotros debemos conocer mejor este tipo de enfermedades psicosociales para su adecuada corrección y tratamiento en el futuro. Enfermedades psicosociales y la salud laboral El Estrés, síndrome del quemado, violencia en el trabajo, ansiedad, depresión y adicciones son las llamadas enfermedades psicosociales; nuevas patologías propias de los tiempos modernos o al menos estudiadas y conocidas por todos desde hace sólo unos años. Estas enfermedades, que a medida que avanzan las investigaciones, va quedando demostrado que están relacionadas con el trabajo, una cuestión que aún es difícil de asumir desde muchos sectores, como el empresarial. Por lo que se refiere en estos momentos, las enfermedades psicosociales son el segundo problema más frecuente de salud laboral, de tal manera que por encima de ellas están sólo los problemas ergonómicos y, según defienden muchos expertos, gran parte de esos problemas físicos son también una consecuencia del estrés o del acoso. Consecuencias en la salud Los factores de riesgo psicosociales son generadores de enfermedades. Muchos creen que el estrés es el mal de esta época. Después de todo, aseguran los sicólogos y los analistas laborales, y es lo que se reporta todos los días en las noticias. Y es que actualmente, ¿quién no se ha visto afectado por esta tóxica condición? No es una exageración afirmar que millones de personas viven con ese debilitante estado de tensión y ansiedad causado por el divorcio, el desempleo, los problemas de salud y los conflictos familiares. Incluso tratar de cumplir con cabalidad con las tareas del día a día puede causar o aumentar el nivel de estrés; entendiéndose el mismo como ³fatiga, la cual es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia a pesar de lo cual, hoy en día, se confunde con una patología. Cuando esta condición se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que se ve reflejada en el organismo y en la aparición de enfermedades, anomalías y anormalidades patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano. Asimismo, es una patología laboral emergente que tiene una especial incidencia en el sector servicios, siendo el riesgo mayor en las tareas que requieren mayores exigencias y dedicación.
Todavía, aunque cada vez menos, es difícil establecer el nexo causal entre estos factores y sus efectos. En estos efectos, además, debe incluirse el nuevo concepto de salud. Buscar el ³bienestar´ del trabajador y no sólo la ausencia de enfermedad. Parece unánimemente aceptado que los factores de riesgo psicosociales son generados por el estrés. Este estrés, es decir, esta incapacidad del trabajador para hacer frente a las demandas del trabajo, representa una especie de paso intermedio ya que de él se pueden derivar otras patologías o cambios en el funcionamiento del organismo. Los trabajos con un alto grado de estrés empiezan por romper el estado de bienestar de los trabajadores y, si se mantiene ese grado en el tiempo, pueden producir patologías, tanto físicas como psíquicas. Además, también se producirá una patología social, tanto en el individuo como en la organización. Además existen suficientes evidencias científicas, para decir que los trabajadores sometidos a un alto grado de estrés en su trabajo tienen un riesgo aumentado de sufrir enfermedades cardiovasculares, sobre todo cardiopatía coronaria (infarto al miocardio). Otros efectos que indudablemente van a generar los trabajos que producen estrés van a ser las patologías psíquicas. Entre ellas se encuentra el síndrome del quemado, que se inicia por una fase de agotamiento emocional y, que si no se remedia, acaba en una depresión grave, la falta de autonomía o de apoyo social son los riesgos más ligados a la aparición de la enfermedad. En algunos sectores estas patologías se han convertido en una epidemia. Según algunos trabajos, entre el 40% y el 70% de los docentes sienten su trabajo como estresante. Y entre el 12 y 24% de las bajas fueron por alteraciones psiquiátricas. El aumento de comportamientos adictivos es otra de las consecuencias del estrés en el trabajo. Estos comportamientos pueden producir la desintegración familiar, el aislamiento del individuo y toda una gama de problemas en la sociedad. Pero no sólo eso, también el aumento de la presencia de factores de riesgos psicosocial y el aumento del estrés supone un caldo de cultivo para la aparición de conductas violentas, la cual puede ser física o sicológica, dada en las relaciones internas de la empresa. Todos estos problemas organizacionales y sociales, en particular el acoso moral, provocan, o pueden provocar de nuevo, enfermedades en las personas. Los problemas de ansiedad y depresión son los más comunes. Enfermedades causadas por el estrés i
Fatiga crónica, problemas digestivos, dolor de cabeza y de espalda.
Un descenso del sistema inmunológico, lo cual hace más vulnerable a las personas a contraer catarro y otras enfermedades, entre ellas el cáncer. i
Hipertensión. Esto aumenta el riesgo de sufrir un derrame cerebral. También el de ataques cardíacos, particularmente en las personas iracundas y recelosas. i
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Ataques de asma más severos.
Comportamientos dañinos para la salud, como fumar, beber alcohol en exceso, usar drogas y comer en forma compulsivas. i
Además, las personas que sufren de estrés reportan síntomas físicos como: boca reseca, dificultad para respirar, latidos del corazón acelerados, tensión muscular que puede causar temblores o dolores en el cuerpo, entre otros síntomas. i
Además el estrés hace sentir al individuo tenso, irritable y extenuado física y mentalmente; presentando dificultad para concentrarse y para conciliar el sueño. Todo esto puede ocasionarles serios problemas en el trabajo y, principalmente, en sus relaciones personales, lo cual aumenta la ansiedad, creando un círculo vicioso de alta tensión. Herramientas antiestrés i
Contar hasta 10 antes de hablar.
Si una situación causa estrés, hay que alejarse de ella, y enfrentarla cuando se esté más calmado. Se tendrá mejores resultados. i
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Salir a caminar es bueno para la salud física y mental.
Adelantar el reloj de 5 a 10 minutos para evitar el estrés que se siente al llegar tarde. i
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Realizar ejercicios de respiración.
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Dividir los problemas o las tareas en partes pequeñas y manejables.
Conducir por el canal lento, y evitar las zonas de mucho tráfico, para mantenerse relajado mientras se maneja. i
Detenerse a oler las flores, abrazar a un ser querido, los amigos, conversar con una amiga, sonreírle al vecino. i
Jugar con las mascotas, leer una novela, tomar un baño de agua caliente y espuma o practicar un deporte. i
La ansiedad y la depresión como enfermedades psicosociales. La ansiedad es una sensación que todos los seres humanos han experimentado. Se caracteriza por ser una sensación desagradable, difusa, vaga, que se acompaña de síntomas como la diarrea, mareos, hipertensión, taquicardia, midriasis, temblor, sudoración, molestias estomacales y respiratorias, urgencias urinarias e inquietud. Hay formas de ansiedad normal y patológica. La ansiedad normal se da por ejemplo en la niñez frente a la separación de los padres, en el adolescente frente a su primera cita, en la vejez frente a la muerte. La evaluación entre normal y patológica la hace el mismo individuo, su pareja, sus padres y, obviamente, el médico.
La ansiedad es sobre todo una reacción de miedo. El miedo por sí mismo es muy útil y perfectamente natural, el problema sobreviene cuando no hay una razón racional para sentir esa angustia. Para nuestros antepasados huir cuando venía un tigre a comérselos era una reacción perfectamente lógica, pero si no hay ningún tigre ¿porqué salimos corriendo? La reacción de alarma, en ese caso es excesiva y prepara al organismo para enfrentarse ante un peligro que no existe, convirtiéndose en algo perjudicial. De esta manera, el pulso y la respiración se aceleran, la transpiración se dispara y se produce tensión muscular. Todos estos síntomas, cuando se producen frecuentemente producen las diversas formas de ansiedad. El psicólogo ±Lazarus- decía ³que no es el problema externo lo que nos hace sentir pánico, sino el pensar que no tenemos recursos suficientes para enfrentarnos a él´. Así por ejemplo ser despedido de un mismo trabajo puede ser para una persona un auténtico trauma, entonces se dirá a sí misma cosas como ³soy un perdedor´, ³no encontraré otro trabajo´, ³quien me va a querer contratar´. Sin embargo, otro compañero, en la misma situación puede pensar: ³menos mal, no aguantaba más´, ³me darán paro unos meses y tendré tiempo de buscar otra cosa mejor´, etc. Es decir, importan tanto, nuestros propios recursos personales a la hora de enfrentarnos a una situación difícil que las condiciones externas por sí mismos. Es por ello, que para muchos profesionales, tanto la ansiedad como la depresión son consideradas de gran importancia debido a que se trataría de los dos más comunes motivos de consulta en el ámbito ³psi´ (psicológico, psiquiátrico, psicoanalítico, etc.). Desde esta perspectiva la ansiedad está relacionada con sensaciones angustiosas y la depresión con la tristeza. Según esta concepción ambas entidades, aparecen como sentimientos que se encuentran íntimamente relacionados, llegando a considerar que los trastornos de ansiedad anteceden casi siempre a un episodio depresivo. De esta manera se piensa que la depresión termina siendo la culminación de un estado de ansiedad previo. Los signos y síntomas de la ansiedad: Tensión motora. El paciente se muestra tembloroso, inquieto, sujeto a continuos sobresaltos, con sacudidas musculares, a veces mialgias y cefaleas, la cara tensa, el ceño fruncido y un aumento de actividad sin meta que puede acabar en agitación psicomotriz o total inhibición. Hiperactividad autónoma. Como consecuencia de ello aparecen múltiples síntomas somáticos como palpitaciones, dolores precordiales, hiperventilación, sensación de ahogo, debilidad, sudoración profusa, nauseas y vómitos, diarrea, micción imperiosa, parestesias, escalofríos, etc. Expectaciones aprensivas. Es común una preocupación por el futuro tanto del paciente como de sus allegados, destacando sobre todo lo referente a su salud. Actitud de vigilancia y escrutinio. El paciente suele estar irritable, le cuesta mantener la atención y concentrarse. Está en estado de hipervigilia por lo que puede presentar insomnio de conciliación y mantenimiento.
Los signos y síntomas de la depresión: Síntomas psíquicos. Los pacientes suelen presentar de forma predominante y estable, un estado de ánimo deprimido, con tristeza y pérdida de interés por sus actividades habituales, tendencia al llanto y sensación de desesperanza. Su mímica transmite a los que están alrededor abatimiento y la sensación de que les cuesta pensar y que cualquier actividad les supone un suplicio. Pueden presentar pérdida de la autoestima, ideas de culpa, autopunitivas e incluso suicidas. Otras veces destacan la irritabilidad, la ansiedad, los sentimientos de frustración o de inseguridad y el temor catastrófico. Incluso puede suceder que no hagan referencia al estado de ánimo y centren sus quejas en molestias físicas, conductuales o dificultades cognitivas. En algunas depresiones intensas y de naturaleza psicótica pueden llegar a presentarse ideas delirantes, que frecuentemente suelen estar en concordancia con el estado afectivo y justificar las vivencias de culpa o de ruina que refieren. Síntomas físicos. Suelen asociarse alteraciones del apetito con modificaciones de peso, insomnio o hipersomnia, agitación o enlentecimiento psicomotor, astenia y falta de energía; y disminución de la capacidad de concentración con enlentecimiento del pensamiento pero sin incoherencia mental. Métodos para controlar la ansiedad y la depresión Existen métodos que nos ayudarán a controlar y disminuir los síntomas de ansiedad y depresión entre otros trastornos, entre ellos se encuentran: Los ejercicios de relajación, muy útiles para disminuir el grado de ansiedad y depresión. Los ejercicios de meditación, beneficiosos para controlar nuestra mente y cualquier trastorno. Los ejercicios de respiración, altamente positivos para nuestra salud si se practican habitualmente. Masajes relajantes, que nos proporcionan un estado de tranquilidad y descanso tanto físico como mental. Reflexología podal, que mediante conexiones nerviosas del pie, estimulan órganos y otras partes del cuerpo. Una serie de cuidados de nuestra salud, estupendos trucos y consejos para nuestra salud física y mental.