Deberíamos ser capaces de aceptar que no podemos hacer más que buscar las mejores teorías sin ningún otro estándar independiente de evaluación más allá de la contribución al entendimiento. Noam Chomsky
Introducción.
En este breve ensayo sobre el innatismo vs. Empirismo lo vemos desde la perspectiva de Genie a la edad de 12 años que fue rescatada de su padre y familia, no sabía expresarse, no sabía comer correctamente y apenas podía caminar derecha, entonces en el salón llegamos a que si los conocimientos de las personas son innatas o empiristas y en este breve ensayo hablaremos de estas dos corrientes filosóficas para poder ver ver cuál es la más acertada o la que va mas de acuerdo a nuestras ideas. INNATISMO. Las teorías innatistas declaran que el sujeto dispone de características, habilidades, conductas o conocimientos no filosofías innatistas refieren lo innato fundamentalmente defendiendo que hay ciertos conceptos que la mente encuentra que no dependen del aprendizaje; aprendizaje; un ejemplo típico es el de defendidas por los racionalistas. los racionalistas.
un repertorio de aprendidos. Las al conocimiento, ya en sí misma y las ideas innatas
En psicología, el innatismo se ha referido tradicionalmente a la existencia de habilidades y conductas supuestamente no aprendidas Aunque en algunos casos parezca claro que existe lo innato -instintos, reflejos y pautas fijas de acción, por ejemplo- el problema estriba en encontrar los límites de lo innato y lo aprendido. Es precisamente en este punto donde se sitúa la polémica ambientalismo/innatismo ambientalismo/ innatismo que enfrentó, por ejemplo, al conductismo y la la etología. La psicología La psicología cognitiva también reivindica la existencia de elementos cognoscitivos -y no sólo conductuales- no aprendidos, destacando en esta reivindicación los "universales lingüísticos" a lingüísticos" a los que se refiere Chomsky. EMPIRISMO. Del término griego " empeiría" (experiencia). En un sentido amplio, es empirista toda teoría para la cual la experiencia, entendida como percepción, es el origen y límite del conocimiento: conocemos a partir de lo que percibimos y nada que no sea perceptible puede ser conocido. A lo largo de la historia se han dado muchas teorías empiristas, más o menos radicales; así, se puede hablar de la filosofía aristotélica como más empirista que la de Platón, o la de los filósofos atomistas más empirista que la de los pitagóricos. También en psicología encontramos
corrientes con una clara vocación empirista, siendo seguramente el conductismo la más destacada de todas. En efecto, este paradigma de psicología muestra la huella del empirismo en, al menos, las siguientes tesis:
la psicología como ciencia debe apoyarse por completo en la experiencia, y más exactamente en la percepción, lo que trae consigo, primero, la reivindicación del llamado "conductismo metodológico " y la crítica a la introspección, y, segundo, la consideración de que el objeto de la psicología debe ser algo dado también a la experiencia (ni la mente, ni mucho menos el alma): la conducta; lo que el sujeto es depende más de la influencia de algo exterior a él que de estructuras y de un dinamismo interno de carácter carácter innato, tesis innato, tesis que le llevará al conductismo a subrayar la importancia de la experiencia, del aprendizaje y de la influencia del medio en la aparición de las habilidades, rasgos y comportamientos de los organismos, incluido el ser humano.
En un sentido estricto llamamos "Empirismo" o " empirismo clásico ", al que se desarrolla en las Islas Británicas en la Edad Moderna (fundamentalmente en el siglo XVIII), que se opone al racionalismo continental o racionalismo clásico, y que tiene como representantes más importantes a Locke (1632-1704, filósofo inglés), Hume (1711-1776, filósofo escocés) y Berkeley (1685-1753, filósofo irlandés). Este empirismo rechaza las tesis apriorísticas del racionalismo (las ideas innatas) al considerar que la mente es como un papel en blanco en el que va escribiendo la experiencia, rechaza la la intuición intelectual de algo que no sea la propia mente, y acepta sólo la percepción como fundamento del conocimiento. A diferencia del empirismo del siglo XX, el empirismo clásico considera legítima tanto la percepción interna como la percepción externa. Frente al método deductivo propuesto por los racionalistas, los empiristas prefieren el método inductivo, y frente a la admiración racionalista por la matemática, los empiristas van a preferir las ciencias empíricas o ciencias naturales. En su versión más radical, la de Hume, defiende el fenomenismo: fenomenismo: únicamente podemos conocer los fenómenos (fenómeno: la realidad en tanto que se presenta a los sentidos), pero no la realidad tal y como pueda ser en sí misma e independiente de nuestro psiquismo. Locke, uno de los iniciadores del empirismo moderno, es el primero en poner en cuestión el concepto de sustancia (la supuesta realidad que subyace o en la que descansan los fenómenos); no niega las sustancias, pero considera que de ellas no cabe tener una experiencia directa; las sustancias (incluso Dios) pueden conocerse por inferencias racionales. Por su parte, Hume establece como criterio para decidir la legitimidad de una idea que tenga como soporte la impresión (o sensación): el único ámbito del que cabe el conocimiento y la ciencia es el que se ofrece a la percepción, considerando que todo lo que podemos conocer se limita a la aparición de fenómenos, o la sucesión de un fenómeno tras otro, y nada más: ni la supuesta realidad que subyace en los fenómenos, ni las supuestas realidades trascendentes como el alma o Dios, ni tampoco los vínculos causales reales existentes entre las cosas. La filosofía de Hume tiene también gran relevancia en el estudio del psiquismo pues considerará este filósofo que la ciencia de la
naturaleza humana es la ciencia más importante y debe desarrollarse antes que cualquier otra, por ser en cierto sentido la ciencia de las ciencias. Esta ciencia de la naturaleza humana no debe partir de principios a priori sino de la experiencia y la observación. En breve resumen, y por su importancia para el desarrollo de la psicología científica, vamos a destacar las siguientes tesis empiristas:
La cuestión fundamental en la polémica racionalismo/empirismo se concentra en la pregunta ¿cómo se origina el conocimiento? El racionalismo considerará que gracias a las ideas innatas y a la intuición, siendo, por tanto, lo importante lo que la conciencia pone o incorpora. Por su parte, para el empirismo todo el conocimiento proviene de los sentidos, puesto que la mente es como "un papel en blanco" y no existen las ideas innatas, siendo lo más importante lo que la conciencia recibe. Asociacionismo . Los empiristas entenderán que los procesos mentales son consecuencia de la asociación de vivencias: creerán que en el mundo de la mente encontramos fuerzas semejantes a las presentes en el mundo físico, trasladando el mecanicismo y determinismo que Descartes propuso únicamente para el mundo físico al mundo de la mente. Los sentidos nos ofrecen sensaciones y éstas se transforman en ideas; por su parte las ideas se combinan y suceden siguiendo los llamados principios de la asociación (similitud, contigüidad y contraste); por ejemplo, por el principio o ley de la contigüidad, si varias ocurren frecuentemente juntas, una sola puede producir el recuerdo de las restantes. El asociacionismo estará presente después en varios modelos o movimientos psicológicos, como la primeras psicologías científicas (Wundt), (Wundt), Freud, Pavlov y principalmente principalmen te en el conductismo, en éste caso en términos fiscalistas puesto que para este modelo lo que se asocia no son contenidos mentales sino estímulos y respuestas. Mecanicismo. Los empiristas tienden a dar explicaciones mecanicistas del ser humano, explicaciones que incluyen las siguientes tesis fundamentales: la mente y la conducta del hombre son un fenómeno natural más, por o lo que pueden ser explicadas según las leyes naturales; determinismo: determinismo: no existe el libre albedrío, por lo que la mente y la o conducta se someten a leyes deterministas, ocurriendo de este modo que la conducta podrá predecirse por completo cuando se descubran las leyes que la rigen (como en el siglo XX afirmará de forma rotunda el conductismo); materialismo: toda la realidad es material, por lo que, de nuevo, la o conducta humana es un fenómeno natural, y está determinada por las mismas fuerzas y leyes físicas que valen para el resto de la naturaleza; el representante más destacado del mecanicismo materialista fue o Hobbes (1588-1679, filósofo inglés). Para este autor, los contenidos de la mente se rigen por las mismas leyes físicas que los movimientos físicos.
Finalmente, cabe destacar también lo que algunos autores han llamado hedonismo psicológico : de todas las acciones que puede realizar, el hombre escoge aquellas que tengan consecuencias más placenteras o menos dolorosas; esta tesis viene a ser expresión del característico sensualismo que recorre toda la filosofía empirista y expresa una visión ciertamente pesimista de la naturaleza humana al señalar que, en último término, toda acción humana busca el provecho propio (entendido como placer o satisfacción) siendo el hombre, por lo tanto, consustancialmente egoísta. Estas mismas ideas se pueden encontrar también en gran parte de la psicología científica en sus explicaciones de la motivación (el psicoanálisis con la referencia al principio del placer, el conductismo y las tesis de Skinner sobre los refuerzos y castigos como principios rectores del aprendizaje).
La oposición entre lo heredado biológicamente y lo adquirido a través del aprendizaje es una cuestión que todavía genera controversia en el mundo científico de hoy en día. Concretamente, la adquisición del lenguaje por parte de los/as niños/as puede ser vista desde perspectivas muy diferentes: la innata frente a la empírica. La cuestión de cómo el ser humano adquiere el conocimiento en general es una gran discusión que llega hasta nuestros días y que existe desde hace ya mucho tiempo. Posiblemente, la teorización más antigua sobre este tema tuvo lugar en la Grecia clásica durante el siglo IV a.C. a respecto del concepto de virtud, entendido como una capacidad innata y hereditaria. Las teorías socrático-platónicas continúan en esta misma línea, pero con Aristóteles la virtud se desprende de los componentes anteriormente mencionados, afirmando y justificando que se aprende por la vía práctica, en contacto continuado con la vida ciudadana. Posteriormente, este debate entre lo innato y lo adquirido por aprendizaje vuelve a aparecer con fuerza en el siglo XVII representado por las teorías racionalistas y empiristas respectivamente; para los primeros (Descartes, Leibniz…) la conciencia produce las ideas que son los elementos del conocimiento, inmateriales y, por tanto, distintas del mundo externo; son innatas en el sentido de que están producidas por la mente o res cogitans de forma autónoma. Por otro lado, el empirismo (Locke, Hume…) niega9 todo innatismo porque todo el conocimiento procede de la experiencia; así, la razón humana entra en contacto con el mundo a través del aparato perceptivo y no es más que un conjunto de mecanismos psicológicos de asociación de ideas (percepciones). Así, tomando la tradicional tradicional distinción entre naturaleza naturaleza y educación educación ( nature y nurture), esto es, en la presunción de que algunas capacidades del ser humano están predeterminadas biológicamente y, sin embargo, otras están conformadas por el entorno que rodea al individuo, vamos a establecer una síntesis de las dos diferentes nociones de aprendizaje que podemos encontrar, formuladas por Piattelli-Palmarini (19 89). Una de ellas es el llamado aprendizaje por “instrucción”, es decir, aquel que implica “el acceso progresivo por parte del organismo a la
información del entorno conforme se le va haciendo presente (Lorenzo y Longa, 2003:11). Este aprendizaje, dentro de una visión tradicional, es producto de la presunta superación de los factores genéticos que hacen que el ser humano sea superior como especie. La idea base de la que parten este tipo de conceptos es la de que el estado en que un individuo nace es como una tabula rasa como había dicho Locke, libre de cualquier capacidad previa, preparado para ser moldado por la experiencia que va recibiendo; así, como se puede observar, la experiencia desempeña el papel más importante, de hecho, único en la conformación del individuo, ya que es la base de todos los conocimientos, mientras que el propio ser humano es un mero receptáculo de estímulos, teniendo un papel muy pasivo. En esta concepción, el entorno es el único factor que conforma al individuo. Por otro lado, el a prendizaje por “selección” es aquel en el que “el organismo desarrolla representaciones del entorno y formas de comportamiento, compatibles con el sistema de capacidades que le sea propio, en función de potencialidades preexistentes en su programa genético (Lorenzo y Longa 2003:14). Como se puede ver, esta perspectiva sostiene que una parte del conocimiento es innato, por tanto, preexistente. Frente a la otra visión, la experiencia no construye al individuo, ya que su valor es relativizado, lo que no implica que no tenga una función; esta consiste en activar las potencialidades o predisposiciones de dominio específico innatas, esto es, anteriores a ella de algún modo (Lorenzo y Longa 2003:14). Dentro de este marco de discusión, la adquisición del lenguaje ha ocupado un lugar predominante, dado que es uno de los elementos más importantes de la especie humana. De esta manera, el innatismo sostiene que un/a niño/a llega a dominar un sistema tan complejo como una lengua, teniendo como base un input que es pobre; por tanto, dentro de esta óptica, se postula que existe pobreza de datos, y esto se formula como el “problema lógico de la adquisición lingüística, que supone como el aprendiz es capaz de adquirir un sistema de conocimiento tan rico a partir de una experiencia tan pobre; la manera de salvar este vacío es postular mecanismos innatos que suplan esas carencias. La otra línea general de pensamiento, el empirismo, rechaza el argumento de la pobreza del estímulo, y, por tanto, no necesita recurrir a ninguna determinación innata; el input es lo suficientemente rico como para que el/la niño/a pueda aprender la lengua a través de mecanismos generales de aprendizaje como puede ser la analogía, la generalización, la competición, etc. Sin embargo, algunos autores han afirmado que el empirismo tradicional era demasiado limitado, por lo cual sugieren la existencia de una serie de mecanismos innatos con los que el aprendiz va construyendo la cognición; pero, a pesar de ello, esos mecanismos (acomodación, asimilación y equilibración) no tienen conocimiento asociado, son principios innatos pero puramente inductivos, sin ningún tipo de conocimiento (esto es, sin ningún tipo de representaciones cognitivas), pues es precisamente la ausencia o presencia de conocimiento asociado lo que distingue una posición de la otra, con lo cual, estaríamos igualmente delante de una teoría plenamente empirista; por eso, aunque el marco de Piaget sea más rico que el del empirismo
tradicional, no se puede insertar en el aprendizaje por selección, sino en el aprendizaje por instrucción.
Conclusión:
Para el innatismo la mayor parte del conocimiento lingüístico no se aprende ya que está dentro, forma parte de la herencia biológica del ser humano. Sin embargo, el empirismo niega que esa parte provenga de la dotación biológica del niño, y defiende que el input recibido no es pobre, sino que presenta suficientes ejemplos que el aprendiz usa a través de diferentes mecanismos de aprendizaje. Ya lo vemos con Genie, desde pequeña había aprendido que si abría la boca le iban a pegar, por lo tanto ella no la abría ni siquiera para hacer el intento de hablar. Si analizamos la teoría de período crítico con este breve resumen sobre la vida de Genie podemos notar que al Genie no tener contacto con ningún ser humano ni con ningún lenguaje desde pequeña, ella no pudo aprender a hablar. La plasticidad del cerebro de un infante está preparada para desarrollarse desde el nacimiento del niño, pero Genie no tuvo esa exposición, así que por eso sus neuronas no se pudieron desarrollar y así ella no pudo desarrollar el lenguaje y a sus 12 años que fue encontrada no sabía hablar.